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Reporte de lectura de “Summerhill: un punto de vista radical sobre la educación de los

niños, capitulo II: La educación de los niños”

Alexander S. Neill fue un educador escoces y uno de los pedagogos más importantes del
siglo pasado, conocido por fundar un internado bautizado con el nombre de Summerhill.
Neil creía que era importante no solo desarrollar la parte intelectual de los niños sino que
también era igual o más importante desarrollar la parte emocional, llevando la contraria de
la educación tradicionalmente utilizada en la Inglaterra de su tiempo. Neill confiaba en la
capacidad innata de los niños de aprender en base a sus propios intereses y que estos
posteriormente se aplicaran a estudiare instruirse en sus respectivas áreas de interés. Es
importante señalar que para Neill los infantes desde nacimiento tienden a aprender y a ser
buenos por naturaleza.

El niño sin libertad: es común que en la pedagogía tradicional (en Inglaterra de mediados
del siglo XX) moldee, condicione, discipline y reprima la libertad de los niños para facilitar
el trabajo ya sea de los padres, tutores o maestros sin importar que este tipo de pedagogía
tenga consecuencias negativas en el futuro. Un niño o niña sin libertad son aquellos a los
que se les enseñan a reprimir su emociones, deseos y aspiraciones naturales obligándolos a
abandonar su personalidad por naturaleza dinámica y extrovertida (en su mayoría) para
enfocarlos únicamente en la educación intelectual y racional. El autor compara la educación
de los niños que comúnmente se lleva a cabo con el adiestramiento de un perro, a ambos
seres se les enseña a ser obedientes sin cuestionamientos hacia la autoridad. Este tipo de
educación, según el autor, solo crea a niños problema, a bombas de tiempo que buscan
liberar todo lo que se les ha obligado a reprimir, crea a niños y niñas problema que verán en
la autoridad un enemigo al cual hay que llevarle la contraria.

El niño libre: el niño que es educado sin tantas restricciones y se le deja actuar tal cual se
le parezca será en el futuro una persona adulta sin resentimientos y que será poco probable
que éste en algún momento de su vida (niñez, adolescencia y adultez) caiga en la rebeldía.
Para que en la educación se creé un ambiente que fomente la libertad es importante que a
los niños y niñas se les sea tratados igual y tengan las mismas condiciones de educación y
aun ms importante que se les vea con el mismo respeto que un adulto. Los adultos deben de
dejar de tratar a los menores con aires de superioridad porque esto solo traerá
inconformidad por parte de los niños. Dejar a los niños actuar con libertad no quiere decir
que se les deje hacer cualquier cosa que se les ocurra, no hay que confundir libertad con
libertinaje, si un niño crea desorden y destrozos habrá que corregirlo. Hay que enseñarles
una de las reglas de oro de la sociedad “actúa de tal manera que te gustaría que te trataran2
y otra máxima que se les debe enseñar es que “tu libertad termina donde empieza la de
otro”.

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