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Radio

La revista, como ya dijimos, no constituye un cuarto género de la producción


radiofónica. Más bien, es un formato amplio, híbrido, capaz de englobar a los demás.
Todo cabe en la revista, todos los géneros y subgéneros pueden trabajarse en su
estructura. Y todos caben, cualquier oyente puede engancharse en su ruta. Por eso,
también se la conoce como programa ómnibus, un transporte público que se detiene en
muchas estaciones y donde suben los más variados pasajeros. La buena dirección del
conjunto la asegura el chofer de la revista, quien conduce el programa.

Antes de hablar de la estructura de la radiorevista, señalemos los dos componentes


primordiales que la atraviesan, su tejido interno: la costumbre y la sorpresa.

Para aclararnos, separemos las tres piezas básicas de una revista: la música, las
secciones y la conducción. ¿Cómo armar este rompecabezas? La música, o más
específicamente las canciones, ocupan un espacio considerable en revistas y revistones,
hasta el 50% o más del tiempo total del programa. Los discos irán distribuyéndose entre
las secciones y los comentarios de los conductores. Pueden ir en entregas simples, o
pasando dos o más canciones seguidas. La selección musical responde, generalmente, al
criterio ya explicado de mezclar ritmos e intérpretes, épocas y nacionalidades. También
hay que acomodarse lo mejor posible a las solicitudes de los oyentes. A pesar de la
variedad, cada radiorevista definirá su perfil musical, su estilo propio de combinar los
discos y de preferenciar unos géneros sobre otros. Las secciones son espacios breves,
generalmente hablados y de mayor elaboración, donde se juegan los principales
contenidos del programa. Algunas se pregraban para poder editarlas como se debe
(reportajes, encuestas, sketches). Otras quizás vienen ya enlatadas (novelas, cuñas,
radioteatros). Y muchas pueden hacerse en directo, mientras sale al aire la revista
(debates, consultorios, concursos). ¿Cuánto deben durar las secciones? Imposible
responder. Varían tanto como el clima de Quito. Un mensaje sobre protección de los
bosques puede resolverse en un minuto. Un reportaje sobre el mismo tema durará
quince. Y un debate con acusadores y acusados, con ecologistas y pirómanos, puede
llenar media hora

. Un testimonio electrizante de diez minutos parece de cinco. Y una monserga de cinco


parece de diez. La ley se formula así: en radio, el tiempo es inversamente proporcional a
la monotonía de la locución y a lo monolítico del tema tratado. Antes, se trabajaban las
revistas con estructuras muy esquemáticas. Cada sección en su lugar y a su hora, incluso
con presentación y despedida propia. Rompiendo rigideces, algunos productores han
pasado al relajo simple y llano, una especie de programa invertebrado donde cualquier
cosa puede acontecer en cualquier momento. En nombre de la espontaneidad, nada se
planifica, todo se deja a la inspiración del instante.

la programación es el conjunto global de mensajes que emite una emisora (Enrique


Hansen).

Tres principios Selección. Dosificación. Ordenación

e la programación es el conjunto global de mensajes que emite una emisora. A través de


éstos se construyen diferentes tipos de relaciones entre emisores y receptores.
En principio la programación se conforma a través de los contenidos que se pondrán al
aire, estos deben seleccionarse teniendo en cuenta cierta coherencia y organización
según la identidad y objetivos de cada emisora. Para esto se ponen en práctica tres
principios básicos:

- Selección, predominio de unos contenidos sobre otros; según este criterio se puede
derivar en radio generalista o especializada, por ejemplo.

- Dosificación, distribución de los diferentes contenidos. Cebrián Herreros menciona


que en las programaciones clásicas se buscaba una dosificación de equilibrio: 30 % de
contenidos informativos, 30% de entretenimientos, 30% de contenidos culturales y
educativos, el porcentaje restante se repartía entre éstos o en publicidad y
autopromoción. En la actualidad el equilibrio dejó paso a ofertas diferenciadas.

- Ordenación, este principio es el que ordena las diferentes secuencias de los contenidos
según horario y comportamiento del público; en este sentido los contenidos
informativos en el caso de la radio generalista obtienen gran importancia ya que a partir
de la posición en la programación se estructuran los diferentes programas, incluso el
aumento de horas de transmisión o el comienzo de las programaciones diarias responde
a la inclusión de programas informativos en las primeras horas de la mañana gracias a la
competencia de las diferentes emisoras por acaparar más audiencia.

En la organización de una programación se presentan diferentes unidades de contenidos


[2]: Macrounidades: contenidos amplios a través de diferentes programas.

1) Cíclicas: repetición del contenido en períodos iguales, días, semanas, etc.

2) Seriadas: se presenta en contenidos con una continuidad temática y se emiten cada


cierto tiempo como los programas de ficción.

3) Intermitentes: es el caso de los programas informativos, como el boletín horario que


se transmite de manera intermitente a lo largo de toda o gran parte de la programación,
incluso imponen un ritmo que se expande hacia el resto de la misma.

Unidades: coinciden con los programas de duración cerrada y unitaria. Cada uno puede
contar con diferente duración horaria.

Microunidades: contenidos con autonomía dentro de un programa más extenso, con


producción y equipo de realización propio.

Modelos de programación

Generalista y especializada: se relacionan directamente con los tipos de radio. La


primera se caracteriza por exponer contenidos variados, la restante, como su nombre lo
indica se especializa en emisiones dedicadas exclusivamente a un área temática
definida.

Mosaico, por bloques y en continuidad (responden al tipo de estructura). El primer tipo


se caracteriza por contener programas de corta duración, sin ninguna relación entre
ellos, la programación se asemeja a un conjunto de mosaicos que forma la estructura
total. En el caso de la programación por bloques la temática excede los límites de los
micro-espacios particulares y gracias a diferentes recursos se imprime una unidad de
coherencia y lógica a lo largo del conjunto global.

La programación en continuidad se destaca por efectuar un seguimiento permanente de


la temática expuesta, se aplica de manera especial a emisoras dedicadas a la difusión de
información. Por temporadas, coinciden con las mencionadas en el comienzo de este
apartado. Cadencia semanal, días laborales y fines de semana.

Estrategias de cadena, contenidos centrales elaborados por emisora principal


transmitidos vía satélite u otros medios y desconexiones que dejan paso a contenidos
locales o publicidad de emisoras abonadas o asociadas al servicio. Muchas veces no se
tiene en cuenta al público de emisoras de otras localidades y se le ofrecen programas
que poco tienen que ver con sus características propias. Según destinatarios, este tipo de
programaciones se estructura a partir de la fragmentación de público y Vocación de
Radio - 63 - depende en gran medida de las investigaciones de audiencia mencionadas
más arriba.

La programación radiofónica es una matriz comunicativa que posibilita la comunicación


entre sujetos. Para los receptores es una guía orientadora, y para los emisores es una
pauta a seguir. Aspectos que componen la programación Cuando hablamos de la
OFERTA COMUNICATIVA de una radio estamos haciendo referencia a la variedad de
espacios y de programas que emite al aire una emisora, es decir, a la propuesta
comunicativa que ofrece una radio. Pero existen diversas categorías para clasificar los
programas: SEGÚN EL GÉNERO: es decir, según las estrategias comunicativas
predominantes los programas pueden ser: Periodísticos: difunden fundamentalmente
noticias o comentarios de actualidad. Musicales: los cont

Educativos: difunden conocimientos, con el objetivo de formar al oyente.

De Entretenimiento: lúdicos, recreativos, competitivos, se proponen entretener al oyente


mediante concursos, humor, saludos, etc.

Dramáticos: incluyen principalmente narraciones orales, radioteatros o poemas.


También pueden llamarse programas literarios.

De servicio público: difunden avisos o mensajes no comerciales, con la intención de


favorecer la intercomunicación.

Ómnibus: en estos programas conviven diversos géneros (informativo, musical,


entretenimiento) y además son espacios de larga duración. Generalmente ocupan todo el
segmento de la mañana, o la siesta.

Celebraciones y espectáculos: engloban las transmisiones en vivo de actividades


religiosas, deportivas, artísticas, etc.

Publicitarios: se dedican mayoritariamente a la difusión de avisos publicitarios.

SEGÚN LOS TEMAS o referentes globales a los que se alude: culturales, deportivos,
musicales, periodísticos, literarios, científicos, etc.
SEGÚN LA DISTRIBUCIÓN HORARIA: los momentos (hora y días) en que se
difunden y la sucesión que se establece entre ellos con mayor frecuencia: matutinos,
mediodía, noche, diarios, semanales, de fin de semana.

EL PÚBLICO PREFIGURADO: son los sectores de población a los que se dirige


preferencialmente (público meta). Para analizar esta dimensión es necesario leer en la
Vocación de Radio - 71 - oferta comunicativa los indicios del público al que se destina.
Los temas y los horarios. Los modos en que el destinatario aparece nombrado en el
discurso.

EL PERFIL RADIOFÓNICO: Es la línea predominante en materia de géneros y


formatos.

Podemos exponer algunas características elementales de la audiencia radiofónica:

- Es una masa dispersa y extendida espacialmente, de acuerdo al alcance o la cobertura


de las ondas radiofónicas.

- Es una masa heterogénea, integrada por individuos diversos. - Es una masa posible de
ser estructurada, mediante clubes de oyentes, programas abiertos a la audiencia, con
formas de participación planificada.

- Es una masa fluctuante, no es cautiva, ni obedece a una única emisora.

- Es un producto de la radio, es creada, no es natural, sus rasgos han ido definiéndose a


partir del modo en que la radio ha ido operando.

- Es un objeto histórico, cambiante según las transformaciones que se producen en los


medios y en el conjunto de la cultura.

- Es un condicionante social que nos moldea, un modo de pensarse y actuar en


sociedad.

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