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CAPITULO IIT ; ee LAS PALABRAS, LOS PROTOCOLOS Y LAS ACTITUDES JUDICIALES La mentira es un juego tragico, cae arriesgamos parte de nuestro ser. | es estéril su denuncia. EL laberinto de la so LAS PALABRAS to sa A lo largo de la historia de la impartici6n de justicia, y del ritual que acompaiia esta actividad de gran relevancia para la conservacién del Estado y la vigencia del Derecho como instrumento de la racionalidad puesto al servicio de la justicia y del orden societario, el discurso judicial, es decir, el uso de la argumentaci6n con fines persuasivos que formulan los intervinien= ts en las audiencias,! desde luego, con las adecuaciones que el tiempo exi- #e, ha conservado su identidad y elocuencia propias, incorporadas ae silo vivo y variado que mezcla las mejores cualidades de la retérica em forma de argumentos, debates y discursos. Larelacion entre la fae la palabra que la expresa €s muy-P ee consubstancial, de manera que la decision del ues no basta para these €$ necesario que ésta sea pronunciada segun las . oe Por el ritual judicial.2 Asi, si la ley esta escrita, la justicia €S, cmt es J Mie gs 8 ®*ttpar de los habitos forenses esa tendencia al bel canio Coe vata |a oralidad, seria preciso que las salas de justicia no fuesen estuviese muy préximo al de los i kntras habla, leer en Jos ojos de sus togados sal os algunos de sus atificios revdricos. radon «ft ue fata todo sentimiento de ecogids 1 tono, como la soledad invita a cantar: "Nien alge Nin ePrints : deben ser emitidos en espafiol y 01 89 90. ow is ip Tecuerda la etimologia, un decir pablico, esto significa q Juez, justicia, jurisdiccién se refieren al vinculo indisoluble entre jx palabra, y propiamente de modo simulténeo al ius, el verbo dicere le orden, las formulas judiciales que la concretan. Es por la intermediacion de eg acto de palabra (ius dicere) que se desarrolla la terminologfa precisa de vida judicial: iudex, indicare, judicium, iurisdictio, tC. : Tal como ya hemos referido, en el seno de las audiencias el silencio impuesto al ptiblico a lo largo de los argumentos y debates, siendo riguro. samente observado como lo establece el ritual judicial; no importa la naty. raleza del proceso o la causa que lo motiva; al inicio se instala Un vacio preparatorio, anunc indo la importancia de lo que va a seguir. El juez pre sidente se sienta, abre su expediente y acomoda sus papeles antes de decir la identidad del acusado, asi, el uso del micréfono vuelve por contraste aj silencio. En ocasiones, el juez abre silencios después de escuchar a alguno de los intervinientes en el debate, la quietud es elocuente. Si el imputado no responde a las preguntas del juez 0 si el abogado no logra satisfacerlo, en el silencio de la audiencia también se pueden escuchar los lamentos de la victima, a menudo, el silencio es significado, a veces ¢s un arma temida en el foro, tan eficaz como la palabra. La sala de audiencia es el lugar donde las palabras pronunciadas y aun las omitidas ponen a prueba la voz y la inteligencia de los intervinientes en el proceso, porque existe una relacién directamente proporcional entre la voz y el €nfasis 0 entonacién que cada uno compromete en lo que dice ¢ incluso en lo que calla, causando diferentes impactos psicoldgicos y emo cionales, desde luego, también fortalecidos 0 debilitados por las dimensio- nes del escenario o los asistentes a la sala de audiencia. ‘Aquella sala, con su solemnidad y su ornato, es una instigacién a Ta orator altisonante. Verdad ¢s que, como correctivo, el arquitecto ha hecho correr bre lo alto de las paredes, escrita en oro entre hojas y festones, una maxima cuatro palabras, una en cada pared: Veritas nimium altercando amittitur (Lae dad, discutiendo demasiado, se pierde]. Sobre la pared de cara al 2 destaca en lo alto, por encima de las cabezas del lejano colegio juzgador aque a reso? ¥4n constar por escrito s6lo los actos procesales que establece el codigo, sin qu sserita exceds del aleance de la emitida oralmente. ‘ae Macién feens fu silencio, en México, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justio® a fiithao la oe lo querse inadmisible considerar que la simple negativa de aa ae Pee ee nedeclefanporsparte det imputadona trasciendan en ¢1 er ett asesorado por un et incipio, esto sera valido siempre que el imputado esté pee mir las Pe ciesia, fesional en derecho, pues en esta medida estar4 en condi e tulla bending ancl que ello representa y optar por esta posicién por coms jer . Tesis: 1a/J. 35/2015 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de 1a FY gat Libro 18, Mayo de 2015, hs », Tomo 1; Prime x - No. de regis? ~ México, mayo 2015, p, 802. era Sala, Décima Epoca; No. de re8" ‘a Nimium [demasiado], 4ureo como el silencio; y yuelo oratorio posa alli su mirada, com) punto « latina y concluya répidamente.4 ae 7 Tal como lo establece el ritual judicial, la voz del juez d tra, sin excesos ni acento, por contraste, la del abogado se “ curso de la audiencia hasta convertirse en fuerte y emotiva segtin se xe el proceso, asi, las palabras son pronunciadas con absoluta o ‘ del ritual, a su tiempo y en su oportunidad por cada uno de los intervinien- tes, y desde luego también es una voz humana la que sella el destino del acusado en un silencio estremecedor e imponente antes y después de pro- nunciar el fallo 0 sentencia.> a 1 estricto sentido, el silencio y un lenguaje propio y ritual definen a expresién verbal del poder que se manifiesta en quien viste la toga, gene- rando las condiciones del arte dramatico, asi, la uni6n de Ia voz y del traje ‘ judicial constituyen Ia substancia de la audiencia, produciendo en el impu- tado y en los presentes mas que el impacto sobre la informacién de su de- csién y sobre los asistentes causa un efecto durable y permanente, haciéndoles tomar conciencia del poder del Estado que él representa. La aparente debilidad del ritual judicial, por tratarse de un discurso ceremo- nial, en cierto sentido monétono y repetitivo hace evidente que la manera de decir es lo primero que importa, cuando de impartir justicia se trata. En el desahogo de Ia audiencia, en ocasiones, ¢s por la voz y las ento- naciones del imputado y de los testigos que las coartadas se derrumban en cl 4nimo del juez.’ El lenguaje es un instrumento incémodo para quienes 80 saben usarlo, precisamente porque controlar las palabras que se dicen y a Pc CALAMANDREI, Piero, it 5 i, soy Op. cit., p. 77 . sue gee 24 &*Plicar la diferencia que existe entre la psicologia del sbogado 7 ry tise ‘nse que el primey co ro est llamado a encontrar, frente a una arin a sh . 4 , 1260 4 su cliente), las premisas que mejor la justifiquen, mientras el segundo esta lama ga de A 4° premisas dadas (los resultantes del proceso) la conclusion que Nigicqenenee st de Presidentes de Cortes Sue Bb Declan ony I de la VIE Cumbre Iberoamericana rincipal de la VIL Cumbre wea Supremos de Justicia (Declaracién de Canctin, eee 2008) scresablecis Conceng oeBuits €l “simplificar los procedimientos fortalec + stem AON € inmediacién y fomentar una justicia transparente, = on la persona, y sobre todo, rapida y eficaz”. V- RIF Informe Nacional 2 Cédig Ny, op-cit. p. 184, "eh Valoy Lot! de Procedimientos Penales prevé la Conviccién que tenga un testigo vor fa St dectaracién en atencidn alos diversi y ira ast el comportamiento i ae A uricio; Litigacic pestis: cae oan act te fe me x TTDA €As i 8 toda palabra Jas que se callan en la audiencia es asunto delicado, P. t ‘ argumento mal for es registrada para el adversario, asf, un Te othe Fapuradorde puede de: pronunciado, seguido de gestos con intencior fectos adversos. sh bY 2 a ark en la sala de audiencias 1a vor del abogado® contrasta P i el juez disponen de mi. rood Bh Hoe ig ¢ Beg y serena para logar la persua- su yoz y ésta debe lucir convencica, eT y toned queue’ sign'® sobre la teorsa del caso que sostiene as Pra cia pee La vor de los abogados puede ser violenta, fria 0 emu cuidando la intencién persuasiva, captando el interés del juez, eae su atencién para suscitar las emociones afines con la narracion que desarro- Mla." En ocasiones, el abogado se expresa incluso en Primera persona, en lugar de su cliente, presténdole su voz, esta identificacion turbadora para el juez es un recurso del foro judicial que en cierta forma compensa Ia inferio- ridad situacional del acusado, de manera que la voz experta del abogado representa y aporta credibilidad y empatia a las explicaciones del imputado. El ritual judicial es rigido y desde luego no favorece la comunicacién abierta, quienes se desempefian en una audiencia saben, o deben saber, del extremo cuidado en el uso de las palabras, quien deja escapar una palabra inoportuna o mal dicha deberd atenerse a las consecuencias. Cada argumen- to impreciso o fuera de lugar es una trampa que puede ser comprendida de modo diferente por los otros protagonistas; de manera que los malentendidos Figurosamente parciales. ANDRUET, (h) 10 Bl abogado es el encary cio; Litigacién Pena... opcit. p. 27. 11” “BI abogado litigante es un narrador, manera mas persuasva la historia de su cliente, de nro, Ste €l tribunal para al juez como para que la repta al momento de resolver i, °© E22 una Opa Rafael, (et. al); Liigacdn etratégica en el nuevo proceso pena, cata a Chile, 2006, p. 17. eit ino 7 son frecuentes y los argumentos vertidos sine den ser utilizados contra quien los Promuncié pri En determinadas audiencias, el ro] arbitral ‘del 3 exigencias del ritual judicial que Jo Protege j eze mientos, asi, la humanidad aparente que se encuentra t ae siones puede revelarse mas inhumana que la fria a a decision pronunciada en Ia audiencia en e] momento del fallo. El lenguaje de la justicia es esotérico,'2 se Pronuncia en el tancia y separacion de la barandilla y por quien viste la toga, Ienguaje literalmente para iniciados, reservado a los que represer roles que exige el proceso y desde luego visten el traje judicial. El ese lenguaje oral, corporal y gestual acentda la distancia entre qui encuentran de un lado y del otro de la barandilla. oie En el vocabulario técnico judicial es frecuente el empleo de términos latinos. El latin es una lengua que ha sido considerada como referente gado y en cierta forma sagrado y que desde luego se acude a ella en ele tudio doctrinal de casi todas las ciencias, sin embargo, poco a poco ha en desuso. Su empleo refiere a un origen fuera de Ja vida inmediata, evocar un mas allé temporal y remoto, en el caso del Derecho, remite a um periodo fundador de la ciencia, en Roma se afirmaba: cornu bos capitir, wee ligatur homo; “se ata a los bueyes por los cuernos ya los hombres por las Palabras”, de manera que para subrayar el poder atribuido al press ©voca al iudex, quien posee el poder de impartir justicia. Asi, mas que’ confesion de culpabi j del inculpado un acto de sumision lpabilidad, el juez espera del del proceso'y al lenguaje, ésta es la institucién de instituciones. En el seno del {8 audiencia, el primer acto de fidelidad respecto del orden jridio = €n reconocer su lenguaje, sus significaciones ¥ Sujetarse - "l poder del ritual judicial alcanza su maxima a 4 Balibras se unen en una férmula, es decir, en une tomninl Senrencia y ritmo son inmutables, quizas POF an ‘omano, Las formulas debfan ser pro™ Nas ae - cciap gel abogad Solo se puede terminar de reconocer la funcién social del n Sct ¢l concepto de que la realizacion de la justi oe mediante la sola decision del | juez que la ordene oo ‘on judicial una gestion solic ais erable ny los hechos by vacle acto, en condiciones determinadas, de manera que luda, el mas leve tartamudeo o titubeo se producia siempre en p del demandado. cd Con el paso de los siglos, las formulas no han desaparecido com icular en el caso del ritual ju mente del proceso actual, y de manera partic x X cial propio de las audiencias, asf, S07 miltiples los miles de textos que se_ transcriben y repiten en forma literal, esto S conforme a la ley. i a Las formulas estén vinculadas a la naturaleza del proceso judicial que irradia la accion de la justicia mando las costumbres €n ritos, que aj transfor 5 ¢ invocarlos poseen una extraordinaria fuerza comunicativa € imperativa, su. ficiente para modificar el estado de las cosas de hecho Ia situaci6n jurid. ca de las personas. Por sobre todas las cosas, 1a formula ritual establece un ritmo, antes de So sentido, es.decin, de concretarse: el contexto de un proceso esta fidelidad al ritmo se encu a de los “vistos, considerandos y resultandos” que abundan en gmentos obligados del Jas sentencias como s¢; discurso que contienen las decisiones de justicia. La légica judicial es acho mas que el cumplimiento de Tas formulas, su observancia rigurosa establece una armonfa, porque se trata de un eeyonamiento ritmado, con sus propias Pausas- En la formula del juramen- ir toda la verdad, nada mas que la verdad”, el ritmo lo deter- mina la repeticin de la palabra verdad que, como letanfa, aumenta el poder de la invocacion. como en hebreo y en muchas lengus Garapon sostiene que en latin, Jativo se conseguia repitiendo tres veces la palabra, de a la formula de 2 antiguas, el super! manera que la repeticién de ciertas palabras aproxim: formula se anunce se ritmo entra en la form: rima 0 a la poesia. En el contexto del ritual judicial, la martillando o golpeando, como una percusion, muchas veces & binario, en algunos tribunales de Europa, previo a cada audiencia, los! yinientes, dependiendo de sus roles, repiten las siguientes formulas: + “hablar sin odio y sin temor” (testigos); + “cumplir mis funciones con honor y probidad” (fiscales) + “juro fielmente cumplir mis funciones; guardar religiosament creto de las deliberaciones, y conducirme en todo como uh Jeal juez” (jueces); i + “usted jura y promete examinar con atencién escrupulosainens i cargos formulados contra X...., de no taicionar ni los inter acusado, ni és0s de la sociedad que lo acusa; de no comunian nadie a la hora de su declaracion; de no escuchar ni ee desprecio, ni el temor © la afeccion; de decidir sega" lose medios de defensa; siguiendo su conciencia y SU inti : con la imparcialidad y firmeza que conviene a un hom e ener enna ACTITUDES JuDK libre y conservar el secreto de las del liberacis 7 haber cesado en sus funciones” (jurados) eosin Este ritmo binario, que recuerda la simetria en e iliari jcién de la sala de audiencia, en alguna forma ratlbiay os Be Mtg 8 uilibrio del pensamiento,'* unido en parte con el imperativo de Ja memo- faa formula procede de una cultura oral en sus origenes griegos y roma- os, en la que Io escrito con el paso del tiempo reemplaz6 a la memoria. 1a formula como expresién del ritual judicial, desde luego debe cer yonunciada o es rita integramente y sin variaciones, quedando prohibido wodificar sus términos ni su orden, tal como se advierte, el texto de las formulas es indispensable y su recitaci6n en el contexto del Procedimiento de la audiencia es esencial, en alguna forma certifica o garantiza que el comportamiento del que la pronuncia se identifica con los usos y costum- bres judiciales. Al respecto, J. Renkema opina que: Nadie que quiera introducirse al Ambito de la argumentaci6n forense puede sustraerse, se enuncia como el “principio de la cooperacin dindmica”, el que se puede explicar sobre la base de que la argumentaci6n acontece en un marco dialéctico, y por lo tanto dinamico, del rétor con el auditorio o interlocutor, y ello impone que cada uno de los argumentantes deba contribuir al diélogo tal como cada una de las circunstancias en las que se encuentre dicho didlogo asi lo imponga. De ello inmediatamente resulta que el oponente —u otro argumen- tante— debe ser siempre considerado como susceptible de respeto y considera- Gién. “Realice cada uno su contribuci6n a la conversaci6n de la forma en que ©xige el propésito o direccién aceptados del intercambio hablado en el cual est Pattcipando, de acuerdo con la etapa en la que se produce”.!* th sf misma, Ia formula es incuestionada y verfdica, en cierta forma Se un molde del lenguaje judicial que garantiza la fidelidad al modo mo se imparte justicia, pronunciarla fielmente es expresién de una “wa compartida, inspirando confianza absoluta, incluso, sin dudar de = oh de religiosa, de hecho se afirma la buena fe en el animo que pre- F Juramento, ae de formula se encuentra en la rafz misma del concepto de jus- “ene de ius, esta palabra significa la formula de normalidad, pres- i ; a ec €$ la ciencia que se dedica al analisis de los actos de habla y, mas caracteristicas en los proce- la ae tbMatica 8 de los enunciados lingiiisticos y de sus cas c mara de Apelaciones de Quinta Nominacion en lo civil y Comercial ‘Semunie tsio ne IC arlos e. ¢/Provincia de Cordoba ~ Ordinario” (auto No. 204 del alg ¥ara, SeNtido semeja 7 de manera que para clarificar su alcance, es necesario determinar co precision quién habla, en nombre de quién, a quién se dirige. Por ejemplo el anuncio que realiza el secretario al iniciar la audiencia,'® respec & #5 La téenica de litigacion ha sugerido que los abogados utilicen lemas al mame iniciar su marrativa, las cuales son entendidas como frases breves relacionadas con #6 central que se pretende debatir o discutir; es una especie de encabezado o titulo : ue resume la idea central de la postura, ésta debe ser reiterada por el abogado urate su in \a . ; lnerencin, especialmente, al iniciar y concluir su participacién, Cfr. BLANC Rafael (etal.), Litigacion estratégica..., op.cit, p. 27 6 3 eet TaMecko, debido al nuevo sistema de justicia penal implementadd, cote eee i et genes ales de la audiencia, e1 protocolo dle comport é ie mh e Bret recbira Juez que presidira la audiencia; en coneretos la Spent Conc i aplacon del Cio Nacional de Proeinint ed dig 4 Sati de a Nacin, el Aur de Sala debe de Se —» Nos encontramios constituidos en la sala ed pido ra dentro de la causa penal ae ‘instruye en contra de Feciciae ‘sa a los asistentes, en términos del articulo 58 del Cid » Permanecer en esta sala de manera respetuosa Y € LOS PROTOCOL 5 PALABRAS, .OS ¥ LAS ACTITUDES juDIC ied preside, ya deja saber en presencia de quién se de nio que vierten los testigos, indica la existencia de < desshpasa i que rinde el perito es una o| i6n de experto,! laa ae el infor una argumentacion que se 6rmula en representhcinean od te jonado en su derecho. otro que ha sido rio del ritual judicial le atribuye a cada acto de hab: mel seno del proceso, de manera que para deseiaaaitiamann dalerjacursos es indispensable esclarecer la posicion espacial inka de quien los pronuncia, ast, el acceso a los instrumentos legitimos de expre- sion, cuya participacion esta controlada por quien detenta la autoridad, we toda la diferencia entre la simple falsedad de los impostores,y la im qutorizada de los que hacen la misma cosa con la autorizaci6n y la d de una instituci6n que es representada, segtin sostiene Garapon. dadero V alor postura autorida nciarlas de la manera siguiente: “ningGn participante pue- len afirmar aquello en lo cual ellos un predicado a un objeto, 0 lo Podemos por caso enui de contradecirse”; “los participantes sdlo pued mismos creen”; “todo participante que apliqu lore de cierta manera, debe estar dispuesto a aplicarselo también cualquics iro objeto igual, 0 valorarlo de la misma manera’; “todo participante debe fundamentar lo que dice si le es solicitada tal cosa”; “ningtin participante puede ser compelido a callar”, “todos pueden problematizar cualquier cuestion”; “la carga de la argumentaci6n corre por cuenta de quien presenta objeciones sobre algo que no habfa sido objetado antes por nadie”; “quien afirma la existencia de una regla o un principio debe aceptar que también le fueran aplicables a a; “para la fundamentacion de una, decisién juridica debe aducirse al menos una norma universal”, “la decision juridica debe seguirse I6gicamene al menos de Rt ionme Universal”; “ciando hay dudas sobre la callicoet de un hecho, debe aducirse una regla que decida la cuestion”; “cuando pueda citarse un pre- dente a favor 0 en contra de una decision, debe hacerse Js n Jas formulas judiciales figural ee | rol de la represen P par 4 poseer eficacia, las palabras que CO! ilitada en ¢! *€! pronunciadas por la persona habil = se tos que » eee a estrictamente pr ohibido introduclr ee a ee web a fog comportai de video, sonidos o gréficas: tampor °° NA oso, re ee og, peramieain intimidatorio, provocativo, contrat a ee sa 355 la audiencia, En caso de hacerlo se aplicaré ales ee rn a Ma Po cing, tala cédigo, que pueden const dele «lap eg) 49 ss horas. Por itimo, soicto a los aster pone recibir Saas spcag uit Presiird la audiencia, ‘008 Bev ota a,itsimonio de un experto se debe tener i = ss Stings, on, p- 2258 5 ile jurtca, Fontamaray MEO, 1998 P Anoateat lugar adecuado y en el, momento oportuno, al n hoy, es inconcebible un juez pronunciando su saa a ntoRa n de camisa, sentado del lado del pablico, en el fondo de ‘dee inicio de la sesion. pare ae ey taego, el formulario del ritual judicial concede especial imp el juez ordena y controla!? para que se re, tancia a los debates que : . : Cen, entre las partes que ante él comparecen; el interrogatorio de CeStig0s de} imputado, el recuento de los hechos, las declaraciones y en fin, la y las defensas o alegatos° ; Al organizar una tregua entre las partes, el cuadro 0 cuadrilatero ritua de la sala de audiencia autoriza una cierta violencia que toma la forma de enfrentamiento 0 debate, de dos discursos particulares y contrarios. Dox tesis o teorfas del caso opuestos NO pueden medirse salvo si sus armas y sus objetivos son comunes, si hablan el mismo lenguaje, usan las mismas pala bras, respetan el mismo procedimiento, hacen uso del mismo formularioy se dirigen al mismo tercero que €s el juez quien atentamente los escucha y guia. En la Ret6rica, Aristoteles sefiala que: La retérica es ttil porque por > turaleza la verdad y la justicia son mds fuertes que sus contrarios, de modo ques los juicios no se establecen como se debe, seré forzoso que sean vencidos por diches contrarios, lo cual es digno de recriminacién.?! Sin un espacio simbélico comin, toda palabra es improductiva, la que ja se convierte en lamado a la venganza, el testimonio en grito o llantoy el intercambio de argumentos propio del litigio en tensién de fuerzas co trarias, de manera que la institucién del proceso judicial, con s® ritual 7 formulario incluidos, en cierta forma garantiza la estabilidad y permane® cia de la comunidad politica; de esta forma desarticula la violencia y forma la desavenencia real en lucha simbélica que se hace evidente debate judicial protagonizado por las partes en conflicto represen! profesionales del derecho en el foro judicial. : Esta sutil diferencia entre la polémica y el debate judicial suf i rar la violencia, triunfando la racionalidad como vehiculo par 19 Respecto a la direccién del debate de juicio, el articulo 354 det code? : Procedimientos Penales prevé que el juzgador que preside la audiencia se rice las lecturas pertinentes; har las advertencias que corresponda, beer Jes y moderard la discusién; impedira intervenciones impertiNen'©! i gad admisibles, sin coartar por ello el ejercicio de la persecucion penal 20 ie ka Pe Asimismo, resolvera las objeciones que se formulen durante cel desahogy 20 By sistema acusatorio y adversarial se caracteriza por ¢ cada uno de lo intervinientcs en la audiencia, sin embargo, SehO Eg la propia norma; en este sentido, Andres Baytelman sostiene ae Lee iene sita su confianza en que la competencia entre las partes “18 CO" og, | provera al juzgador de ma: informacion y de mejor ‘ op. cit., p. 130. 4 Retbrica, Libro 1, 1. En ANDRUET, (1) Armand®> jictos societarios, y es en la ntia de la preeminencia d. Ja disimilitud entre el agon, como como manifestaci6n de la guerra, "i ni fuerzas de las que todo cédigo y ley es ausent i Andruet opina que: ‘e- En este sentido, En rigor de verdad, la acentuacién de la import abogadlos se debe al resultado final que con ellos se obti Proceso manufactura de los argumentos que los letrados realizan, Fil, oot se do a la cada vez mayor incidencia que las’ resolucioties fdiala Meee vida comtin de los ciudadanos,22 oS ancia en los jueces, El ritual del procedimiento judicial, en la observancia del formulario, exige el agon, es decir, el debate, la lucha reglamentada, civilizada, entre los abogados que representan intereses y teorias del caso opuestas,29 de manera que en ocasiones la exposicién de argumentos es descarnada e incluso ris- pida, pero siempre encuadrada por reglas que el propio procedimiento es- tablece.** Por contraste, el polemos, que es la polémica, debe evitarse en sede de audiencia judicial porque indica el estado de guerra en el que son de sperarse y temerse todos los golpes; en gran medida la experiencia del juet® evita que los abogados caigan en el polemos cuando imprimen gran dosis de emocion y vehemencia retérica a sus narraciones. El delicado equi- Norio que impone el agon es condicién propia de un auténtico debate judi- Gal y es deber del juez propiciarlo y controlarlo. ; Fe De manera que gracias al Derecho y a la pertenencia a un imaginario *mbélico comin se disuelve la violencia en lenguaje, la emocién en raz6n, E- 75 ANDRUET, (h) Armando, S..., op. cit p. 188: ; B - Ms a ». ; Gone, ,,» bien la dindmica del juicio oral se produce entre acdreracin ie alngs pose tne #BOnicas y que, por ende, poseen un relato de los hechos disinies en fod rag, MeNOS cierto que dicho enfrentamiento se produce sobre conjunto : : del sistema procesal penal, y que tornan J uso de las posiciones Eicticas.” V- BLAN= Senn, ff forman parte de los principios basicos '4 posici6n de la fiscalfa y de la defensa en ¢! o " (etal), Litigacin Estradgica.. OP: ts BT encor, en el ete MMidad es verdaderamente la primera viTl verdad. Pero como el tat afirmar ante ef juez, a sabiendas, nada pices petbcncchda hy 2 it Obligacion de guardar seereto, ¥ NO P' «ven el silencio la conciiacién ees ictensa, debe saber callar a tiempo Y ERECnNGD cliente, CALAMANDREI, ea cd hacia el juez y el deber de patroe En yg? 79. oy ,, en su articulo 372 fija los pa- te se dete “tig Nacional de Procedimientos Fem decermina que el Srgano ane seguir en el desarrollo del i errogstorio aeatorio salvo que medie objecién de interrumpir dicho Weel orden y decoro necesarios para la * necesario para mani’ tad para formular preguntas para 100 ORALIDAD Y) 1a pasion en anhelo de justicia, el desorden en orden, Ast pee ciar una pardlisis de la violencia, gracias al gee A cRoeerehaae nla conversi6n, y precisamente de eso trata el » endo lardiscordibateacanme la judicial; de regenerar la paz social aprovechando la discon tl, Healitn a ley comtin con ocasién de Las EE era ta se asp lecahogo de la ucliencia, los alegatos de defensa® y la acusacion, que se desarrollan mediante la dinamica arguen 2 ess cea ne preeminencia del agon por sobre el polemos, haran eviden alidades retoricas de los contendientes, que desde luego tendran acceso a iguales oportunidades de expresarse, asf, la exposicién de sus argumentos es a la manera de un discurso largo e ininterrumpido, donde iniciarén con la na- tracién de los hechos, para centrarse en la formulacién de la tesis o teorfa del caso que van a sostener mediante argumentos dialécticos y apodicticos.7 En la dinamica del debate judicial, las partes disponen del mismo tiem- po de palabra y el juez muy esporddicamente se atreve a acortarlo aun cuando el derecho lo autoriza, asf, los dos discursos, el de Ja acusacion yd de la defensa, estan orientados al mismo fin;28 motivar la persuasién del Juez sobre la tesis que se sostiene, de manera que su decisién de justicia se identifique con la peticién que se le formula, De este modo: El proceso se aproximara a la perfeccion cuando haga posible, entre jueces y abogados, el intercambio d. is Y boas © preguntas y respuestas que se desarrollan on ‘almente entre personas que se respetan, cuando, sentadas a una mesa, ah ENTS es. todos, de aclararse reciprocamente las ideas. zado el discurso en un didlo: 1 disc 0, con ello 4 Se, pero ganaré la justicia 29 eS Pee ae a MB detensor prob a como, cuando un hing ha Cl debe Reels colaborador dela sic engafarme en beneficie de ou, Meal ck fesconfiar de él y pensit ate cliente, su robid: re lea swat de aa eo ama se dm verdaderamet bla, tengo io @Pertura, en el juicio oral, 46 Punto de vista eh int? de meatin Aetalandctn oy awe ta proatal e : Ser apreciada”, ist pera a hy ee en concreto, las gotes histriénicas de los abogados, Io mismo que si pondrén a prueba en cada ocasién en que se ira) y en esos momentos todo cuenta Para jn de la voz, los ademanes, la convicci ite cus argumentos,%! el orden logico y cohen satileza part inducir la decisién de justicia, Sin e1 ‘mbargo: el‘oldo tan préctico del juer, resulta sintomation, ly GS aa fhogado, el tono con que lo dice; certas frances un informe en ta cep é atserva que la vor del abogado se esfuerza por no eo a nar a falsa, son como ef tono sordo que al auscultar, indica al médico e] Punto exacto donde se localiza Ja enfermedad.5? En la audiencia, la labor de los abogados no se limita a exponer, ade- ‘nis, deben atacar al adversario y demostrar la Pertinencia de la tesis que wstienen, subrayando las contradicciones a fin de desacreditarlo y aniquilar- fa, reuniendo indicios a falta de pruebas y suscitando sospechas en la teoria ‘skleaso del contrario, logrando asf desviar la mirada del juez sobre sus debi- lidades, con el propésito de que sélo Preste atencién a sus resultados; en fin, 7 @abogado debe concluir retoricamente como Por un truco de prestidigita- 9m, con argumentos que estrujen la imaginacién y los sentimientos, mas qe la raz6n del juez, haciendo realidad aquella maxima de la experiencia discursiva: “el que convence, vence dos veces”. En l foro, los abogados son verdaderos seductores de la palabra. En SS8ones, la defensa posee tal dominio a encantamiento, asf, la magia de Ben a los sentidos mas que a la raz ret6rico que logra en el juez una las palabras, su belleza y su ritmo ‘on. La palabra es poderosa en si Pero este poder se expande con el uso de la voz alta y bien entona- S "wna y los sonidos mezclan los vocablos en un verdadero canto ret6- Vorece Ja Persuasi ‘200, el jdbilo, Yor: el de I 10n es uy n. , el lamento o Ia stiplica, ponen en movimiento un Persuasién, de manera que si la defensa es un encan- na siplica de justicia que lanza el oprobio de la socie- Mn MOupen, tHe la Oralidad, Ming gt PUES que | ue aire decir expresion pray simple de propio pen le corresponde, es preciso arrojar del proceso tated ik le enrclver abe en bajo palabras. Jbidem. ps 89. Hae 2D tealizar exposiciones claras y entéticas; con un lenguaje simple y Beta also sean vividos y memarahien las pruebas deben ser abordadas de lt fuerza a a exposicion; también deben mantener un registro iis deben waducir los gestos de los testigos a formas verbales, por eat de asentiniento con la cabeza ola sefializacion de una parte evitar las muletillas 0 tics verbales que s6lo reflejan d ines claras y enfaticas en BERGMAN, 102 i6n no demuestra | mAs qy dad sobre el imputado. En cierta forma, la see opuenosaaeem la defi utiliza el mismo género pero eliprecedimieny liscu eal intervalos estan entendidos por ee e fea ae we nte la altima palabra, justo pas ania tiberac = giefenss zs rath o decision, precisamente Bae iicapien ne Fri ee ern que POSER ae sien ca alee 7 Eins Wace sacart abet oe intenta iil lo iipartamie ne 8 sue cee ms a la realidad, sino que en su exposicion Recobee sung fect, ua ala realida eal que suavemente leve al juez al convencimiento, a adjens en el curs . sas narraciones y la pertinencia de conceder aquello que se pide. En con. cordancia con Piero Calamandrei: conceda el los hechos, no de resp €spacio suficiente para sin interrupciones dur: elo € imparcialidad.35 Presentar y narrar de manera ‘ante la exposicién, como un signe 58, thidem., p, 93, #1 abogado probo debe ser, Ke por este diario trabajo de 8, deberian los Jueces consi 8. ice Mético, el Codigo Nacional de Procedinlenon Peal ee |as audiencias que sean ‘dlesarvolladas de manera oral, por ounaintl auxilien con documentos 0 con cualquier oto medio, no completes Propiciar que las Partes se abstengan de leer documentos & actuaciones que demuestren falta de argumentaci6n y : hig . més que el clinico, el a desinfeccion de la litigiosidad, i iderar a los abogados como & Cisameny LAS PALABRAS, LOS PROTOCOLOS V LAs AcrrTunpg Garapon afirma que los fscales ene forg A aay aoe ney ginPO y dramatizar la ; neren el ambiente y el animo cién los mas fnfimos detalles wi conjunto aplastante, y desde } ma son descrit reclamar la justic alimputado, y muchas veces I; acusacioh ena ¢, presentando al imputado como un ser j i i wnala fe, pre isensible y en Ocasiones ‘ perverso y abye' Pefia un rol distinto, sus saben que Propicio Para la Persuasion, " estan dis estos de manera luego las circunstancias , y cargadas de intenciones crimj poate Por el contrario, la defensa desem se orientan a restablecer la verdad humana gicos de los hechos que se juzgan. Fn ocasi sicién con argumentos tan burdos, decision no esta exenta de riesgos, En la acusacién y la defensa, la exposicién de la teoria del caso debe producir en el juez un efecto catartico, éste es un asunto esencial de la efi- » de manera que en ocasiones el fiscal o la ftaudiencia, y desde Inego el juez, presencian una verdadera batalla de honor. Al pronunciar los alegatos de la acusacién 0 de la defensa de mane- ta dramatica y demoledora, es inevitable tomar partido por alguna de las dos teorfas contrarias de los hechos alli expuestas. En ese acto est presente 4 Sociedad, su imaginario colectivo y su anhelo de justicia, haciendo eviden- it pesada carga moral sobre el Juez, en representaci6n del Estado, quien Nene la delicada e intransferible responsabilidad de decidir en justicia.s? Fag AngUe los detalles pueden tener su propio significado, a menuclo el propésito prinei~ sf Sencillamente Subrayar el hecho”. V. BERGMAN, Paul; La defensa en juicio.... op. cit, p. 83. © he ofdo decir a algtin profesional sin escriipulos, que la cuestién Gro mge pi 4 €Ompetencia del abogado y la cuestion moral de la competencia del cliente. jen indie, N° € cierto, com, anes sot ® © Oficio nobilisimo del abogado precisamente, el de lamar la atencidn del ‘es snag Sobre la cuestién de moralidad que sole la de derechos y hacerle entender que hy Consi hd os c6digos no son cémo dos biombos fabricados para ocultar ne es Abstractas | uestiones de derecho como. un teorema que se eanes u wee ve, Puede oe Yen el cual los hombres estén representados por letras y los intereses — iy cs de rma ttista en un tratado oen una leceiGn pero el nhs tu ary oo ', los hombres vivos, Dejemos que los profesores ensefien ta ey cil Sane + Patticulan <4 después mision del abogado explicar a los clientes ee a Pees, tones Para las personas honradas, y que para las otras existe "Op. cit, PP. 148-149. 104 ORALIDAD Y TEA » JUD En el seno de la audiencia, los discursos del fiscal y la defensa son 16 y simétricamente opuestos, en ocasiones tan excesivo el UNO como e] ofr. asi, es necesario que la violencia se exprese para poder ne ‘Purgaday m gada, de manera que lejos de economizar la violencia verbal, el ritual judi. Gial 1a propicia, porque ésta no puede frustrarse si se le priva de sus cai institucionales de desahogo, y ésa es la vocacin natural del foro judicial, Esta representacién del debate judicial es muy antigua. Como ya se hy referido, en Grecia y después en Roma, el proceso judicial era mimico, obligatoriamente mimico y teatral, en los ritos del proceso, es preciso que las pretensiones opuestas tengan un cardcter absoluto y radical por neces. dad, para hacer evidente la esencia irreductible del conflicto, y al mismy tiempo el antagonismo de las partes. El ritual procedimental, también hace manifiesta su subordinaci6n al juez que al interpretar la ley imparte justicia La estructura narrativa y teatral del debate judicial®* muestra, ademés, el parentesco que une al proceso judicial con la tragedia, asi, el agom debe triunfar por sobre el polemos, la raz6n por sobre la emocién, la verdad por sobre la apariencia, ése es el éxito en la tragedia judicial representada en la sala de audiencia, donde los argumentos del fiscal deben ser contrarios a los de la defensa, ésta es la sabiduria insuperable del proceso judicial ate- niense que los romanos supicron descubrir, y ésta es la maxima, el apoteg- ma inspirador de la audiencia y de la decision prudencial del juez uti alteram partem:” escucha a Ja otra parte”,29 aqui se concentra la trascendental relevancia del proceso judicial cuyo escenario es la sala de audiencia. As 38 Hay autores —como Rafael Blanco— que afirman que los alegatos de apertura, 0% Juicio oral, se asimilan a los programas de mano o guias resumidas que son dadas al pibli Para que de modo sencillo conozcan las escenas en que se desarrollaré la obra y sepa 10 pueden esperar de ellas. 49 Este afortunado aforismo. juridico, con toda probabilidad, representaba una reclabor racion directa de textos literarios latinos. En efecto, SENECA escribi6: “qui statuit inaudita altera, aequum licel statuerit haud aequus fuerit”. (SENECA, Medea, Il, p- 1997s) maxima, verosimilmente, es de origen griego, Tal concepto se encuentra, en efectos & broni (conocido también como Las Avispas), comedia de cardcter judicial de Avistlane® mente ¢s sabio quien dijo: no juzguen antes de escuchar a las dos partes”. ANSTO Calabroni, en Le Commedie di Aristofane, traducida por E. Romagnoli, Boloita, 1958? todavia antes, en Los Herdclidas de Euripides. EURiPIDE, Heraclidae, (430 ¥ 426202 ¥ 8s. €Quién podria decidir una causa sin haber escuchado a las dos partes?”. ew Lo cierto es que en la literatura griega se citaba frecuentemente un eximetro incierto: “antes de haber ofdo a uno y al otro, no dar sentencia sobre st tits”. Saal calticaatribuye tal exametro al falso Focilides. Cf, Diet, E., Anthologia Lyk 1925, IL, p. 98, verso 86) Focilides de Mileto, conocido en el siglo VE aC serie de méximas morales redactadas en exdmetros que a menudo él mis™® (xpresién inicial: “también ésta es de Focilides (LESKY, A, Geschichte der Grit I etm, 1957, trad. It, F Codino, Milén, 1984, pp. 180-15),) Mas tarde U de sentencias morales redactadas en 280 exmietos (que demostrabs 00%: mento y era probablemente un Judio helenizado) hizo pasar sus verses js PALABRAS, LOS PROTOCOLOS ¥ Las ACTITUDES JUDICIALES e una garantia, esta forma milenaria del debate dialéctice 0. jamo de Ia racionalidad que al descubir la deni le imparte justicia. Brunschwig, J, opina que: ise pn la dialéctica del proceso ju lic jugadores que participan del didlogo, toda ver que ne Participa de un proces juli todo aquel que lo desee, sino sélo aquellos que tienes derecho sub. jetivo controvertido o algtin otro tipo de interés en el mismo. La discusi dialética es un juego de a dos; la pareja de jugadores encarna, a la vez, dos posiciones binarias: la de la afirmacién y la de la negaciOn, la de la victoria y la de la derrota La dialéctica judicial se ejecuta baséndose en que los contendientes son rigu- resamente un nimero limitado y siempre estrecho. Se podria inclace agregar que en el orden de lo forense, la seleccién de los jugadores exige de un doble anilsis. Por una parte, el que se acaba de sefialar, y luego otro, que no bastaré can que el individuo posea su interés, sino que quien lo debe hacer valer sea ow persona autorizada técnicamente para realizarlo, como es el abogado-# lacapacidad de mantener el debate judicial como forma de la dialécti- @ del foro ha sido reconocida por Platén y Arist6teles como criterio de *spetabilidad intelectual, incluso como el discernimiento mismo de la ver- d-asi, para el juez, un argumento vale en la medida que prevalece sobre Scontrario; un argumento es satisfactorio si después de profundas delibe- “cones predomina sobre el contrario.41 {4s argumentaciones juridicas pueden convertirse en inacabas y siempre in- ‘nclusas, pues por ello el proceso judicial siempre es la regla que ordena de ial manera ello es realizado y hasta qué momento es ejecutado. Quien cierra deser gan & €l Ambito de lo juridico es el juez. “La tarea del juez, ademas im sacrum, también constituia un munus publicum, ya que en su papel See, “a In uaa qut bajo examen— bajo el nombre del antiguo Focilides, “el mais Bee eile et PERROTTA, Storia della letierature greca, Mildn-Messina, 1953, p- 2) 28 fortung i, ©! aforismo en examen ha continuado, ampliamente, disfratando ‘ambiés ‘ rer me ha en el ambito fe iosto, el cual escri desde Phutarco (PLUTARCO, De Stoicortm re= tes ce condenar a la gente vera al cara , Orlando furioso, XVI, 2.) PICARD, Nicola, 4 C a, Pert, 2009, pp. 332-333. ae Bad “dntreduccién y notas a los Topicos” de Aristoteles, ‘Trad. y estudio Aad)? S235 Buenos Aires, Argentina, 1999, p. 29. En ANDRUET, (h) Arman- edi Iefiere que en el argumento de la teorta del caso debe ve Me akendent?* 49, pues aun cuando dicha tworka sea clara, vrosimily cOhe- uy jones fal? Pose sulficiencia juridica, que consiste psi rere nd Menaul nit edad para sie cada uno de los elementos fondo soy, PO" &tF0 lado, respecto al derecho, las partes debatie dee fiat est al servicio de ganar caso, per si rs Andis, Ligacon Penal. op ets to. 249-250. ie nee icial es rigurosamente exigida la selecci6n de Pe . ee 106 ORALIDAD Y TEATRALIDAD JUL de ‘sagrado tercero’ entre los dos ltigantes, representaba al miso tempoig. rectamente y con carcter obligatorio, al Pe a ee ji a Quien no lo hace de una manera severa 0 ure ae Pplenamente racio. nal, meditadamente y por lo cual se impone que él mismo otorgue las razoney en virtud de las cuales ka conclusién es tal 0 cual. La metodologia dialéctica propia del debate judicial pone fin a la pala bra profética, definitiva € inobjetable, En Ta rps ser debatido y controvertido mientras se respeten. las reglas del ritual judi- cial, éste es el sentido profundo de la justicia judicial, en ocasiones incom. prendido por la ciudadanfa que ante la inminencia de ciertos hechos, qquisiera tener noticia de la sancién sobre el responsable inmediatamente después de la falta, sin importar los tiempos, las pausas y los ritmos del proceso judicial. Naturalmente, el rol de abogado de la defensa** exige que mediante sus argumentos se haga nacer el escepticismo y no solamente sobre los he. chos, sino también una duda filos6fica, mayor y mas profunda sobre el sen- tido de la justicia y de la pena, ast, la dinamica del proceso se orienta a superar la incertidumbre, pero nunca completamente, en alguna forma éste es el tributo de nuestra libertad democratica, de manera que el cardcter publico, teatral y foral del debate judicial més allé de nuestra sociedad, obliga a soportar cierta dosis de recelo sobre la justicia contenida en la decisién del juez plasmada en la sentencia que pronuncia. Desde luego, la deliberacién de uno 0 mas jueces que conocen de una causa est4 resguardada por el secreto més absoluto, asi, estén compromet dos a no revelar el contenido de sus didlogos. En algunos paises de Europ los legisladores atribuyen tal importancia a este principio que han intes™ do la obligacién de guardar religiosamente el secreto de las deliberacion® en la formula misma del juramento del juez. A nuestra mentalidad democratica pudiera parecerle exagerado offet el espectaculo de una justicia que duda, que se atreve a repensar lpr? contra de un fallo, a tergiversar y contradecirse, sin embargo s paises se le permite a cada juez publicar su opinién disidente, de ihe que la colegiaci6n no existe para ellos, asi, cuando varios jueces oi Juntos es una suma de personalidades y no un sujeto colectivo. F del secreto de Jas deliberaciones refuerza la nocién de coleg __ 8% Véase ZOLTAN MEHES?, K., El juez romano, Bibliogratfica Jurisica os S.RAL., 1997, p. 15. En ANDRUET, (h) Armando, 8. 0p: ts P3384 ceste * En el Ambito de lo forense la busqueda de las conclusione> © deseado, no para generar con ello una vida moral mas vittuosty IDO OE ye modelo de pax soialis se asienta en manera severa sobre ¢l parade ye sociales, que nunca habran de desaparecer, deberan si en maners Suridad y estabilidad de las instituciones de ello depende. Hbit »ALABRAS, LOS PROTOCOI ws? PI 1.08 ¥ LAS ACTITUDES JUDICIALES ° 107 tencia que se dicta en el juicio es obra del colegio, no de los . jueces que lo ‘componen. secreto respecto de cémo se fragu iserio del ritual, asf, el instante de la delibe mer el contenido de los didlogos; el anonimato de la ded 4 toga, la colegiacion misma, el secreto, las vias de los ps pipe as tii ley, son, en esencia, protecciones a los jurgadores dentine renee de peabilidad personal ante las decisiones que toman, at ‘Al interior de Ia sala de audiencia, las dindn i 2 nel pronunciamiento del fallo, en el curso del ae "1 jeg eee sealta el dispositive de su decision.“ La sentencia pone ‘catia foque ha caracterizado al juicio, el juzgador investido de autoridad contfie- te legitimidad a una verdad convencional, de manera que el debate judicial ‘mela la naturaleza de la verdad judicial que es de orden procedimental, ‘si diriunfo de agon sobre polemos revela el cardcter perentorio del proce- i6n a la biisqueda indefinida de la certeza absoluta, er intelectual y moral de buscar la verdad de los he- que la verdad cientifi- jndicial, en oposi pero no ignora el del thos, en las mismas condiciones de serenidad y rigor o historica. Aladvertir en profundidad la dindmic hemos de reconocer que éste concluye por el triunfo de una verdad relativa, ttt teorfa del caso que en su exposicion argumentativa vencid en el contex- Wdel debate forense,4® pero que su cardcter de verdad definitiva es siem- Me susceptible de ser revisada. 4 proceso judicial presupone esa toma de almente se dice, con tener la verdad ny prueba de que ello es de ese modo. La inm “mprendido dicho reconocimiento es la demarcac tino de los argumentantes fealiza, y ello se efe ‘a del ritual del proceso judicial, de que no basta, como wre de la acredita- ediata demostracién de haber jon que del propio territorio ‘cttia mediante los ‘actos pro- conciencia, sino que se requie i autos y resoluciones del tod Beng ie Nacional de Procedimientos Penales ve prevé que 108 210, | dia siguientes Chee felis serén emitidos oralmente y surtiran efectos a™ a —— por escrito, después de su emision a Se “de devencion, 1s eatin Grdenes de aprehensibn y comparecencity IB © as que = Proceso, la de medidas cautelares, la de aperene a bres yee cas los procesos especiales y de juice i Ps Rar cnsulecicn con control judicial Pre tg de clausura radicn 68 ‘firma que la efectividad del alegate tos juece’ © ‘die ance fuera un borrador de sentences 7 una velcin em acerca de "lo que la prueba, prucbs oa juecen en conc Juridicas apli i v apliables que, viral enc le a cesales principales que a dichos interlocutores les est4 dispuesto re poner la demanda y contestar a Ja misma. En ocasiones, las exigencias del proceso judicial y ae ; que rigen sus etapas pueden jugar un rol determinante en 3 ec de los hechos otorgando el triunfo a la causa parece mas razonable y, ebiiecienda, cbn mayores derechos que su adversarie, Pict Samemeipaay que el juicio debe ser desahogado en un breve plazo determinado, sin em. bargo, como es evidente, este requerimiento esta en oposicion absoluta con Jas condiciones de una basqueda cientifica € intemporal de la verdad comp expresién de certeza irrefutable; hemos de aceptar que la verdad legal siem- pre esta sometida a nuevas revisiones, 2 nuevas criticas, jamas es definitiva, LAS ACTITUDES La entrada solemne del juez*’ y la disposicion de pie y en silencio de los otros actores en la audiencia son algunos de los gestos que constituyen la base corporal del ritual. El gesto de los actores, cada uno en ejercicio dela del personaje que representa llenan la estética del proceso, en alguna me dida, en la fascinacién que ejercen los gestos de los actores en el contesto del proceso existe la busqueda de un lenguaje y la afirmacién del reino de las formas como preambulo o introducci6n para tratar el fondo del asunto materia de la audiencia, asi, el gesto judicial se descompone en posiciones © posturas del cuerpo sefialadas en el protocolo y en expresiones ¥ que culminan con la protesta de decir verdad, éste es el acto ritual por excelencia. _ Tal como ocurre en toda puesta en escena, el cuerpo de los actores, 3 viado con el yestuario que corresponde e inmerso en los personajes que presentan, constituyen el punto de referencia de toda experiencia fora el ritual judicial se organiza en torno de tres posturas fundamentales nando, de pie y sentado, desde luego acompanadas de la me voz, siempre que sea necesario, de acuerdo con el ritual del pro Sao aes © ZOLTAN MEHESZ, K., El juez..., en ANDRUET, (bh) Armando, tes de wn 47 Los jueces, sea que actien individualmente 0 como integrant 7 do, son elementos del conjunto de los Hamados decisores normativos, 4° ae spoken al ejexiclo'de ws funciones toman devitiones que Le nkeea aan stn en la obligacién de acatar, independientemente de cual sea ne mismas. Esta caracteristica de obligatoriedad adquiete tonalidades 20 Mj, caso de las instancias maximas del ordenamiento jurisdiccional €® tte elo visten un caracter definitivo, es decir, que no son recurribles. La como decsores tienen ls jucces ae origina en el acto de su ives mente en la atribucion de una supraordinacién que les & _ condiciones sustantivas y formales establecidas por el cuerpo 0, Jess y VAZQUEZ, Rodolfo (comp.)..., op. tits» p> 18> PROTOCOLOS ¥ LAS ACTITUDES JUDICIALES 109 mbolismo del cuerpo revestido A i6n judicial es muy eat yen ae il sen que se forjaba la cultura griega y la ae casi intacto -onflictos de manera incruenta mediante Ea societaria Jo a la potestad de un Arbitro 0 juez. tin dente epee en el que por una parte el orden jurfdico los inviste ¢ i ales jerarquizados y que por Ia otra les exige una jt sued desarrollan los jueces sus tareas, las cuales npc entonces les cya visualizacién demanda también dos dife- que por referirse a la responsabilidad ex- fija su atencién en las tareas En este marco, sores institucion: 's decisiones, sponsabilidad ie vista. Uno de ellos, plicta de los jueces nos resulta el mas familiar, riciadas a la soluci6n de los contenciosos que enfrentan a partes antagénicas, bien sea cuando se efecttia de manera directa a través de las sentencias o bien jndirectamente por medio de la claboraci6n de interpretaciones que son porta: doras de la autoridad y el prestigio derivados de la condici6n jerarquica de la magistratura. Este aspecto de la tarca de los jueces posee una importancia so- Tahindiscutible ya que involucra el uso de un ‘mecanismo para la resoluci6n de ‘nao minimiza la arbitrariedad, haciendo también mfni- Jos conflictos que elimi ‘mos los costos de transaccién derivados de la incertidumbre procedimental. La i, visualizacion de responsabilidades de los Justt* y cuya diferen- segunda perspectiva permite que no son tan explicitas aunque no por eso menos importantes, trabajo analitico; se trata de cecién de las anteriores demanda un cuidadoso aquellas asociadas a la construcci6n de un lengwale de confianza social em las instiuciones, lo cual implicitamente contribuye También a hacer més bajos los costos de transaccién.48 des dos tipos de re rentes puntos d 0 es cuidadosa- Como es natural, la postura de cada uno en el proce responder al juez y defenderse © n la dina- ss Bore declarar, def Mica de a El momento de asumir alguna de estas posure “a 4 cierto y eso puede variar de pats en pats y de tiempo en & ape Bestual de bn ee pa amente ésas tes son las que integran pel i iencias judiciales. . n Botoyin, los testigos y los imputados son Iamados P0! imarse a la barandilla. El camina BO a la to gag imagen del andar interior que el ritual espera dey se egy 4vancen hacia la justicia, asi, durante la audien ich en 5 personajes # pear’ de los Pp ay jdos de (Burarg ha fd, 14 del dominio del movimiento ‘instante Mig atte lo que deben hacer y e6mo deben comportarse, TES” infantil, el minimo de sus gestos Dating alhiai na situacién de obedienci “P. 182 Por, tema aj A estrada, its toque pent 1 abogados se ubican mis cerca del jude? oe juzgador. CE La dfotieeen de pie mientras hablan Y cuando se 4 A ”" en al juicio..., op. cit., p- 267+ 110 es advertido y vigilado; para ellos esta prohibido tomar ninguna inj durante la audiencia. i En el contexto del ritual, estas prescripciones de posturas y mo tos no se aplican solo a los justiciables, los jueces también deben, plo, hacer procesién para ir a su lugar de jurisdiccion. Pero una ver en sitio, las reglas del ritual permanecen muy estrictas: la audiencia tiene gy, ponerse de pie y el juez. debe ordenar la posicion de sentados; de heal expresion “sede judicial o del tribunal” se refiere precisamente al agi que los juzgadores ocupan, en sentido literal la sede judicial reside en silla del juez En Roma, por ejemplo, el gobernante al impartir justicia lo hacka sen. tado en el trono 0 asiento o curul, y revestido de las insignias de su funeién, pero precisamente porque su asiento era movil, parecfa posible juzgar en diversos lugares. Lo relevante desde luego es la silla y el signo postural de estar sentado, que expresa calma y atencin. Elasiento reservado al juzgador representaba el lugar propicio y sagrado, necesario a la justicia, asi afirma Garapon, en la India védica estaba destinado un trono especial a la funci6n judicial del rey y representaba la imagen det mundo. En occidente, en todas las salas de audiencia, la sede del juerprest dente se distingue por su independencia, y por la notable altura del esentore © podium; en Africa, segin la costumbre, cuando el jefe juzgaba estaba sent do sobre un divan majestuoso mucho més alto que todos y todo lo demas Con el paso del tiempo, en alguna forma el ritual se erosiona € in llega a la deformacién caricaturesca de esas posturas; en cocasiones él se levanta, se endereza, se rebela, se opone, acusa, sefiala con el P crear una ruptura corporal y escénica. Por contraste, el juez sent cha, toma nota, sus gestos son menos visibles, menos espect@ mueve, delibera, mueve su cabeza de un lado y de otro, en flexivo y atento escuchador. iento, ¥ La imagen del abogado* de pie evoca un enfrentamient®s } parte el abogado se levantara a su turno para rep! gado sentado evoca la tranquilidad, la serenidad y la que se pone de pie para enfrentarse y se sienta para inte Len ese En el espacio judicial, el simbolo del asiento indica qué Ce en de la escena, el que posee el asiento superior rene a niege tiempo de la audiencia, él controla el proceso Y oq no: 0, & 50 B1 abogado se compenetra con el cliente ce tal manera, sonal, pues “como el actor en escena olvida la propia personalidad, tigen obo una i positiva de ensimismarse en el papel De: NA, Angel, Arte de hablar en ppablico, waduccion de " cuencia, que 1 mismo reputa paraddjica, de que“ verdadero y propio valer”, OSsORIO, opp tiles Wh eremoniales a lo largo de siglos, cjas cerem gl Existen tantas expresiones corporales je desarrollan Ios roles en cada momento, Hemanes son los abogados en su rol de d x Y Sestualess: los més expre €N presenci; ingimodo en una expresién de atenci6n mantenida, line, la cabeza ligeramente de lado, la mirada fj palabras que escucha son importantes; luego la s incredulidad, la ironfa, el desprecio aparecen en el ieque acapara la escena, en busca de aplastar al resto de los personajes en lirepresentacién teatral, exhibiendo su dominio del proceso verbal, dane ketura en vor alta a ciertos textos y poniendo determinado tono al relees agunas frases marcando las palabras, modulando la entonacién y las pausas dela vor, al dejar caer, incluso con desprecio o cierto ademan de decep- cién, una parte del expediente sobre el escritorio. Eneste recuento de lo més sobresaliente del rep turas y ademanes, se podria afiadir la soy scuchar un testimonio contrario nieg: haciendo evidente la comedia o la tra ‘atisfaccién, el triunfo, la Tostro de ese comedian- ertorio de gestos, pos- rpresa de algdn imputado que al ‘a e incluso Hora escandalosamente igedia, sin embargo, es casi regla ge- ‘eral que las expresiones de los justiciables son menos artificiales 0 com- mésias que aquellas de los actores del ritual judicial, de quienes es su oficio }s¢desenvuelven con soltura en el escenario. {2 Protesta que rinden quienes se incorporan al Ambito judicial como Ia’ Piiblicos; los abogados que comienzan en su ejercicio, y en gene- * que participan en las audiencias judiciales,3? hacen evidente que mas le los roles que cada uno desempenia, los une la palabra dada, compro- Per ei la acci6n de la justicia; aun cuando en alguna forma hoy er bie, ead Profundo de ese gesto ritual de compromiso, la a - *orever 6, tteCordado el valor que podia suponer ese acto de iniciacion *U Verificacion en la repeticién textual de ciertos juramentos. Sobre ; Pia Corporal V. BorG, James, Lenguaje corporal, 7 secretos de la comunicacion ean 2 Madrid, Espana, 2009, if Deir PrOtesa, el arco 49 del Cédigo Nacional de Procedimients ipl ce Wie sy ecj viet audiencia y antes de que toda persona mayor de cs ell exces £28 €XCepcin del imputado, se le informard de las sanciones Protons dee. * 10 que se conducen con falsedad, se nieguen a decir ro ga os de oi" SeBUido se le tomaré protesta de decir verdad. A quie ie et Miifeugs 84 Y Menos de dieciocho, se tes informard que deben conducirse = brea jg Sciones ante el Organ nn a hard en presencia de cont Patria el Organo jurisdiccional, lo que ce Merete con yaittad 0 tutela y asistencia legal pablica © priv eae eedores «t, incurriran en una condueta tipificada como wih “4 medida de conformidad con las disposiciones aplical ©omo personajes sivos en el uso de lefensa. Al expresars : e ‘nimica mas teatral, Sus reacciones y gestos aes algae el cuerpo hacia ade- ja, para mostrar que las TINY a " = Protesta o juramento tiene como ss 0s vinculos de parentesco, dar fuerza a la amistad ~ ts protesta o juramento se utiliza para valorar lo sai as fraternidades artificiales, no los lazos creados por el ‘as relaciones marginales, no el matrimonio, las subordinaciones poly vacilantes, no aquellas cuya legitimidad no es amenazada, ni CUeStionad, ‘Tratandose de la judicatura una de las imagenes més apreciadas el decoro fue la del “juez juramentado”, es decir, compronielilg Gaia f Je y milli CUO EN $i honige: cumplir cabalmente su misi6n. En las culturas juridicas arcaicas el j . consideré un candado politico de la actividad judicial, pues coed mente al juzgador a fallar conforme al ordenamiento sancionado por ¢ La caracterfstica esencial del juramento es la invocacién del nombre de Dig en testimonio de la verdad. Hay varios tipos de juramento, si bien el que ales de modo mis directo a la funcién péblica es sobre todo el llamado juramenis promisorio, que compromete ptiblicamente al que jura a la realizacin de uns tarea futura. (El juramento, ademés del compromiso social, conllleva el miso de la palabra y por lo mismo la responsabilidad por el honor del fans nario. Segiin lo recoge el Febrero Novisimo de la tradici6n juridica castellana, juramento es invocacién tacita o expresa del nombre de Dios, como vera primera e infalible. Por eso se vincula directamente a la imagen piblica, pues cumplir lo jurale es una cuestién de honor, y lo contrario deshonra a la persona y la hace indie na de crédito.%3 En la historia del ritual, el juramento se presenta primero como = mecanismo de consolidacién de ja relacién social débil, pretendiendo eee zar aquello que s dudoso, de manera que es asombroso que en ls = judicial sea obligada su celebracién, precisamente porque alli, en ae diencia judicial todo es incierto; los hechos de la causa, la erdad de 8 declaraciones, la buena fe de los defensores, alguna vez incluso la inaucooe o prudencia del juez. Con la presencia del cristianismo el juramento se transiorme anne més segura del cumplimiento de las obligaciones, pues por le pees de que es imprecatorio, es decir, que en caso de falsedad 0 de IAT ene adviene el castigo divino: es Dios quien premia su cumplimient | gos manda lo contrario, En la medida que avanzé la ideologia laicista se sustituyé a Dios por la Repiblica y el juramento mistD0 °° 0° ged del cargo”. Al parecer fue con las Leyes de Reforma mm mente la suplencia del juramento de los funcionarios POF eres “ 53 Sobre los miltiples sentidos de estos actos jjuridico-simbdlicos: paolo Prodi: Il Sacramento del Potere, Il furamento Politico nella sor te. Il Muolino. Bolonia, 1992. Ley 1, tit. 11, part 3, cap. Bi si cis ‘Tarta, Febrero Novisimo... ed. city p. 56. Em 14S PALABEAS, LOS PROTOCOLOS VAs acrrrupes = Ya en 1874, parece haber adquirido el ee nee sefala a orden judicial deberdn hacer la Co een Constitucién, ante un seu fiehy gencia de que los Jueces de Distrito y de Circa ¥ tus pn ore Sains protesta ante la Suprema Corte de Justicia « residieten Sate - contrario, ante los Gobernadores del Estado respecting sn Pith El juramento, sostiene Garapon es tanto UN gesto como una algunos pafses de Europa y de América, los testigos prestardn ef neem de hablar sin odio y sin temor, de decir toda la veel ys orig verdad”, al recitar esa formula, los testigos y jurados cumplen un rito antiguo, yde los més expandidlos en la humanidad, en otras palabras) el agama encuentra su sentido en el interior de un ritual que exige certs doo oe buena fe entre los actores para que la representacién pueda Ilevarse a cabo. Desde luego, para la celebracién de la protesta al cargo o del juramem toen el seno de la audiencia, es importante no s6lo quien la rinde, sino también ante quién se rinde. En algunos paises, el propio jue7 es quien lee la formula del juramento, la persona que jurard, la repite y debe decir lojuro”, de pie, con la mano derecha levantada y desnuda y Ia cabeza des abierta, as, la formula pronunciada posee poder vinculante y la mano ¢om ‘lbrazo extendido es simbolo de la fuerza fisica y de potencia. Vale la pena ‘xordar que Jas antiguas representaciones de Dios Padre se vinculan con la juagen de la mano radiante que sale de una nube, de hecho, la palabra brea lad significa mano y poder. tanta fuerza te comicielay = i Ac ‘ eae nt, CUTHERREZ, Blas, José. Leyes de Reforma. Coleccibn de spss uw omen u oa Publicadas desde el arto de 1855 al de 1868. Vol. Ul, parte 1, p- see tee Dal, Mexico, 1868, 4 voltimenes. PALLARES, Jacinto, Poder al Wp te pene cin, competenciay procedimients de la Replica Mexicana, Oba Pico un cuerpo de dactrina metic la legslacion antigua, a moira om wut fo, Imprena del Comercio, 1874. Edicin fasimilar de Ronee Aba st 8 Nacin, 2002, p90) Pero esto no suceié en Mésico sno hasta sting seinen, Puts ain en el juramento de la Constitucién del 57. pean pot uae det gl la jacobina mas radical, se invocd a Dios de modo explicit a wanes de Wapiti c_illoy de tos Evangelios, Cada época y cada onal Hehe ingot Segtin la ideologia que le interesara implanar. , leat de Justicia de 1855, expedida por Benito, Juste 1 ane dic intodujo eb Pansiey Ayutla ot “ €n el tribunal respective, prestar se sei vader Suardar y hacer guardar el Plan de Ayutla ¥ as) Resi Fe tp ia y desempefar fiel y lealmente me ay Premie, y sino, Ely la NaciOn 08 lo Gt, pp gu 108 Tribunales de la Federacim, €0 YS. En Ibidem,, p. 154. Pa LAR PATI TEEOR 2 mimesis iin tims, dene la Suprema Corte de Jui hag enores de I feria, pasando por los males pg emepande pe 1 eiblernos h presias dl fara | see pecil ta Constitucion 0 al cuerpo legal promulgado, se fa entos: el primero, cuando los to se hacta en dos posibles mom aorarrefiiales tomaban posesion de sus cargos; el segundo, cuando se faba una nueva Constitucin o se reformaba la existente.% Prom. El Derecho’ mismo ha hecho igualmente eco de ese poder, as seen quentra un gran nimero de términos juridicos que de allt se deriy é& 85 Vid. LORENTE, Marta. “El juramento constitucional”, Espanol, tomo LXV, Madrid, 1995, p. 591. En Ibidem., p. 154. : © Derecho como derivado de “derectum”. No falta quien entiende que la et de derecho es distinta. Para S. Cruz esta palabra no vendria del participio de diriger, sine de derectum, término popular muy antiguo en el lenguaje corriente, que significarta desde el pre cipio derecho. Derectum seria una palabra compuesta de de- y rectum. La particula de- sugiere a idea de totalidad, perfeccién, de modo que derectum quiere decir “muy recto”, “totalmente recto”. Provendria del simbolo de la balanza como representacién de la justicia. (Cavz, $ Direito romano, 1, Coimbra, 1969, p. 21 y ss.) Derectum significarfa que el fiel de la balanva eth completamente recto por pesar igual los dos platillos (idea de igualdad): examen devecm, fe de la balanza (examen) recto (erecto). Esta palabra, a partir de una €poca no determinada i avia, pasaria a pronunciarse directum y asi quedaria como forma erudita, perviviendo, si ‘embargo, derectum como forma vulgar. (CRUZ, S., [us. Derectum, Coimbra, 1969, pp. 429%» La sustitucién de “ius” por derecho. Antes de terminar este punto parece conveniesie aludir a las razones de la sustitucién de ius por directum o derectum. Dos opiniones s¢ obs sntre los autores: 1°. Para unos, seria debido a una “moralizacién” del derecho y refit on oi de Sve Ia conducta justa ¢s aquella que sigue el camino recto. Dinca pea Bech i i formado por principios cristianos, mientras ius seguirfa siendo a ri oe mie eee peer un derecho pagano. (D’Ors, Alvaro, Derecho Privado = 1963, p. 11.) En cree pet 1977, p. 18, y Una introduccion al estudio det Dehn WE, ¥ 'ras palabras, directum —por oposicién a las leyes imperiales — pope vendrfa a significar un derecho de fondo religioso, cargado de moral » Ng # de este directum procede el derecho de los pueblos de lengua romance, del 44 9 memtive: (Cuz, 8, Jus; Derectum, p. 58) 9% P a hipétesis no 5 40s razones. En primer ki P: 58.) 2). Para Garcia-Gallo esta hipdtesis 1 “ugar, porque el ius romano nunca se concibié come Wh destigado de ‘ : drach cn sn PiPsivios morales. En segundo término, porque de haber dO Se epcion de recto ae ai fusion; y sim —_ aia Y justo, habria alcanzado gran difusidn: ¥ a v0) Lee aasamente las palabras rectum (recto), iustum (justo) bom (00) lh ‘en Anuario de Historia del D de justia atts e™plearon en la época poncisica para destacar la moi directum 110 dio gar enn? 88 8 det latin pasaron a ts Fenguas romnica: PO derecho. BL £n estas lenguas a ninguna vox que expresara la rectitud i “una ordenacién de conan POF directum bedvera 4 ue eo i Pe ria la idea de realizacion, Sonductas’ —el derecha como sistema de normas— 7 le Iain, dona rain 0 expos dee Javier, Lecciones A oa a pp. 176.177, deta de fils del derecho, 2. Ed, EUNSA, AS PALABRAS, LOS PROTOCOLOS ¥ 1,45 ACTED yu era que el poder magico de Ia ma maresentados en Ia mano de Ia (just a los imputados nie esposas Neutra NOS, COMO NO es posible atrapar itencién del imputaclo, en ciertos casos se le inmoning pan ¢jecutado Ia acci6n, en alguna forma, la mang participa jencia de la lateralidad derec ha; de una parte es signo de day simbolo de justicia impartida, ast, se én magica de la mano y n las huellas de los dedos son lsque taicionan al delincuente y hacen posible imputarle tox hechos. Fieles a la tradicién milenaria, el juramento forzosamente debe ser he- sho con la mano derecha levantada, si en algin caso no es posible, nunca sepedira alzar la mano izquierda. La mano derecha es la que ejecuta, sim- bola la vida, la fuerza, el bien, la pureza, esta representacion es casi uni- ‘csal asi, mientras que para la derecha existe un término Gnico, que se ha ee con una fuerza extendida y presente a lo largo de siglos en diver- ssculturas, la idea de la mano izquierda est4 expresada por varias denomi- Somes, de extension mediocre, que parecen destinadas a desaparecer; la terecha es luz, verdad; la izquierda es oscuridad y misterio; la derecha es lo Ho el cielo y la paz; la izquierda lo opuesto. ctimologia muestra como la imaginaci6n de los primeros pensado- al ir de lo concreto a lo abstracto— Iegaron a descubrir las reglas fil derecho, con base en una representacién material, como la dela Techa que muestra el camino correcto. } Na raiz indo-europea de nuestro idioma, encuentra el adjetivo deno- f ala mano derecha como la misma que designa al Derecho. En el eatnnco del término; la idea de la fuerza mistica dela manage esta significa ™ —; “ * * } Merah del poder jurtdico del jefe de familia tienen un mismo orien i Sis pang 2 °° !8 Iateralidad de las dos manos confiere a la derecha j Ptnde j,28" ©” su lado benéfico y honesto se compromete la persona fut, Jramento, €xponiendo de su cuerpo lo que tiene r > Media, “Echo, su mano derecha. Por otra parte, en las representacio- wi agar de Ia justicia, cl poder espiritual ocupa siempre la derecha me laa tras {ue el poder temporal, ése que se puede corromper puesto, ser acnir juramento o protesta, la mano derecha debe . co oe Xtendidos y ta palma abierta. Para cone : omo . Hecesario imaginarse ese poder circulando en la per- a fluido, como una energia dindmica, si los dedos estan "® Puede salir. La imagen del pufio cerrado sugiere la 116 1 FteTOKE idea de recuperaci6n de la fuerza, asf, los dedos curvados medieval son simbolos de falsedad y mentira. “a ‘Al liberar su fuerza, la mano abierta expresa Ia idea de dluso de una ofrenda, franqueando el intercambio simbélico. En to de jurar, la mano esta dirigida al cielo, asi, la imagen de recuerda la designacién del dedo acusador que lanza el oprobio; . levantar el brazo es un gesto positive con el que se propone alguna copa, «, un compromiso, de la misma manera que se da vuelta a derecha para or, al levantarse ¢ iniciar el dia y entrar con el pie derecho 0 presentar ofrenda con la mano derecha. Levantar la mano derecha tiene valor de iniciacién, de entrada voluntaria en el universo del poder de juzgar. Sarapon, la mano con que se presta juramento debe es tar sin guante, es la desnudez ritual que presenta a la persona tal cua ripcién indica que el juramento es un rito de contacto. La mane desnuda, busca establecer contacto con el poder, pose la misma significaci6n como si se tocara una biblia, una constitucién o un lie sagrado, como la piel que se roza sobre la tumba del santo, El ritual del juramento judicial impone la obligacién de prestarlo conla cabeza descubierta y sin portar armas, esta disposicién muy antigua see plica por la preocupacién de evitar eventuales presiones sobre el uct ate més, es expresin de otra forma de desnudez o vulnerabilidad, 1 ## gobernado frente a la autoridad. Tal como ha quedado referido, la naturaleza del juramento © proies es esencialmente ritual, un gesto y un acto solemne, no se trata mi Geass forma supersticiosa ni de un vestigio folcl6rico, sino de una autentica cr cia de la forma para hacer posible el fondo, asf, quien presta juas™S ofrece su persona como prenda contra el reconocimiento de la verdad sus declaraciones: “Que se me corte la mano si miento” deciam Jos mee les al ser llevados a juicio y antes de declarar; de manera que el mest del juramento es asi, una especie de auto maldicién condicional Exo de prestar juramento supone la verificacién de una condic a vo limitada en su extensiOn, que se realiza como punto de partida PS en el fondo de los asuntos materia del juicio. pint El juramento supone la transicién en el abandono de 1 jl concer iomo afirma G esa pr levantada, cacia se comprende plenamente en el contexto del proces? samente porque las sanciones a que se expone quien son siempre juridicas sino también morales, desde luego, es juramento es concebible en un ambiente mistico, sin embargo, como ficcion y representacién puede suplir la der y valorar el perjurio como falso testimonio. La eficacia del juramento exige la existencia de Quien no participa de esas creencias, desde luego dez de las sanciones, importa entonces sefalar que Be peanessitaseROTOCOLOS ¥ LAS ACTITUDES jupt del que jura, sino también del juez.a eee te wine bligada, éel juez puede sentir confiane) ef dlp gine Fmt cn ce cence none” ene Pa nel contexto del ritual judicial, la tradicié j ” posit del tiempo; la ausencia de referencias expiant ae si compartidos, ls sobrecargas de trabajo, las defcieneas en la ail del trabajo indagatorio y probatorio de los fiscales, la negligencia en el Jo del trabajo judicial previo al juicio de los propios oficiales y des- de huego de los abogados postulantes, lo han trivializado; mientras que du- re mucho tiempo, a scmejanza de la ordalfa, el juramento constitufa lo weal del proceso, precisamente porque no es un medio de prueba, sino sn formalidad previa a la declaracion de ciertos testigos, asi, la concurren- ede otros medios de prueba més racionales han afectado profundamente bscicacia del juramento. Huso judicial del juramento parece renacer bajo dos formas: de una sane, el uramento de los jueces, de otra parte, el éxito de la idea de com- promiso, que parece prometer un cierto futuro de desarrollo profesional a cnes hacen carrera judicial o se des Sin lugar a dudas, el juramento 0 p teto de ser nombrado tenia el efecto de marcar su con ®s hiciera, por los actos del ritual, muy significativa y trascendente la ferencia de haber sido nombrado juez, asf, al pronunciar las palabras Teresi ua suerte de transmutacién por el despertar de Seas ®8, que le aparta de las debilidades humanas, de las pasiones, porque Picsta juramento repudia aquello que le aparta del bien ser y bien ue ha i, P 4 2 la altura de algo en cler- Slorms prometido, para elevarlo de golpe a aa 8 haba y reservado: la imparticin de justici2- Siero jae después de haber pronunciado e] jurame! derecho de jurgar en virtud del juramento que ha Pron —— Con a ee y el cargo conferido el juez asume las reece propias all la competencia y diligencia para desempe! - ‘$4 le corresponde a él “mantener él orden y el heer en “ee — gantes, os jurados: ee ) Ser’ pacieme, digno y cortés con Jos liti in a sidad oficial: Ehjue® ond tas con que trate en su capac Maas el personal el ae ee ne “Mh og. wi #1 control del juez”. Vv. Principias de bangalore one de |, Siemtes en et ordenamiento judicial yenelp oe » Z 0 para quitar al juee el sentido ¢ 2 un respuesta andninns bajada del cielo ¥ 29 empeiian en el foro.57 rotesta que rinde el juez en el mo- ciencia, de manera nto o protesta, ¥ €s decir, él mismo est sometido al juicio de Dios. Este juramento Garapon, se inspiraba de la frase de las Escrituras: “con la vara que m seran medidos”, asf, al momento de pronunciarlo debian, primitivamente, tocar un relicario, esto explica la presencia de la cruz en los antiguos trip,” nales y palacios de justicia, que el juez tenfa ante los ojos, y que posterigg. mente se colocé detras de su silla para inspirarlo 0 aconsejarlo, Por parte, en otro tiempo, los jueces prestaban juramento cada aio ante el pre. sidente © juez mas antiguo, como un acto de reconocimiento de la autor. dad moral de los juzgadores ancianos sobre los jévenes. El juramento judicial recuerda que un mismo estatus retine cutiosa. mente al juez y al acusado més all4 de la norma, asf, en cierta forma, j también es transgredir una prohibicion, usurpar un. poder que no es Propio sino delegado y en definitiva de Dios. La enorme responsabilidad social y el honor de ser juez exige asumir plena conciencia de actuar en nombre de una justicia mas alta y definitiva, en cierta forma aplastante ¢ intimidante, asf, juzgar, es ser juzgado, juzgar, es arriesgar ser exhibido a la evidencia de ser responsable de haber emitido un mal juicio, juzgar, es estar expuesto al juicio de la sociedad y de la pro- pia conciencia. El ritual en su integridad, se resume en el decoro y la dispo- sicién ritual de la audiencia que percibian en el juramento, el momento de iniciacién del ser del juzgador, asi, la escena de la justicia es juramento. Al respecto, Piero Galamandrei opina: 1Los jueces, como todos los hombres, aman la vida tranquil. Conocen sus dete res, pero tratan de disminuir su tormento por medio de la costumbre, Si ant cada decision tuviera el juez que vencer de nuevo la angustia de su temenit responsabilidad, no viviria ya: la costumbre ¢s, para los jueces, condicdn de trabajo tranquilo. Por eso, si alguien se atreve a recordarles que de su sentencia depende vida de los hombres que sufren, se ofenden como si se tratara de una indies) hb ci6n; son como el cirujano, que, para operar en paz, tiene que adormesst enfermo y olvidarse de sus sufrimientos; también los jueces, para operas espada de la ley, necesitan olvidar el dolor que el corte inflige @ los Desde luego, la legitimidad del juez esta inmersa en el juego de presentaciOn, porque ejerce su funcién social en nombre del ae soberano, asf, la soberania es el ejercicio de una voluntad de la wall tiene que dar cuenta, sin embargo, la autoridad que detent de" 5 metida al recurso, porque ciertamente el juez adquiere leg dad de las leyes, y repett, encogiéndose de hombros, “dura lex sed les” be puede ocultarse tras del aforismo segin el cual “el error del juez € e880. ig invocar como disculpa el secreto de la Camara de consejo, & a CALAMANDRE|, Piero..., op. cit, p. 258 ia 59° Ibidem., pp. 262-263.

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