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Tema 10 Bioclimatología Animal
Tema 10 Bioclimatología Animal
En el campo, el tiempo presente afecta al comportamiento de los animales. Las aves migratorias esperan, en lo
posible, a tener vientos favorables para sus desplazamientos. Los perros de caza pierden los rastros cuando
hace viento y los naturalistas pueden observar mamíferos más fácilmente en días con viento y lluvia
precisamente por lo mismo. El ganado ovino y bovino se guarecen bajo la sombra de los grandes árboles de la
dehesa en los días calurosos y además prefiere, en las horas de más calor, ir a los altos a tumbarse bajo un
árbol pues las brisas locales de las laderas hacen que los insectos “sean menos molestos”.
La sucesión de tiempo pasado a escala de días, semanas o algunos pocos meses afecta al valor nutritivo,
productividad y fenología de los pastos y por lo tanto a la producción ganadera.
Clima y Fauna. Las especies euritermas (eurioica: amplia valencia ecológica) soportan
grandes variaciones de temperatura, mientras que las estenotermas (estenoica: valencia
ecológica estrecha) sólo pueden vivir entre límites de temperatura más o menos estrechos.
El tiempo afecta a la fauna, no sólo en cuanto a la sensación fisiológica por la temperatura,
la humedad relativa, el viento o la insolación.
La nieve blanda favorece la depredación del lobo sobre los ungulados (que se hunden más,
son más torpes y se cansan antes). Con nieve helada o con hielo el lobo también se ve
favorecido, sus pies anchos y fuertes uñas y se pueden deslizar y agarrar por la costra de
nieve, mientras que los ungulados se hunden, se cortan y dañan la patas con el hielo; la
marta, el tejón, el lince, el gato montés, también se mueven bien por la nieve. Cada
ungulado se mueve mejor o peor según las distintas características de profundidad y dureza
de la nieve. En general las grandes nevadas significan para muchas especies falta de
alimento; para los herbívoros, para muchas aves, los micromamíferos, etc. A veces las
grandes nevadas afectan a la ventilación de las madrigueras subterráneas.
Los días de viento, las emanaciones olorosas se disipan, se pierde el “olor de rastro”, el
olfato pierde importancia en los mamíferos, el depredador es menos eficiente y en general
la fauna de mamíferos se comporta más descuidada, “despistada”, y es más fácil de observar
por los naturalistas; la llovizna y la niebla ligera también producen el mismo efecto.
Las primaveras lluviosas favorecen a la fauna en general y las secas la perjudican; el agua
beneficia al campo, a las hierbas, a los insectos, a todo el ecosistema. La falta de agua, suele
traer además falta de alimento, y sobre todo en época de cría, ello es limitante.
Las lluvias intensas y granizadas también traen daños, por ejemplo pueden destruir nidadas.
El frío intenso puede causar muchas bajas en las poblaciones de las zonas templadas de
latitudes medias (en España por ejemplo).
Es muy normal que con las olas de frío lleguen a España especies poco habituales muy
norteñas (becada, avefría, chorlitos, zorzales, cisne cantor, barnaclas; charranes, paíños y
gaviotas de especies típicas de altas latitudes; picogordo, piquituerto, pinzón real, halcones
“pasajeros” (F. p. calidus = “neblí”), algún ánsar nival, etc. Estas observaciones se suelen
producir en la costa cantábrica, Navarra, Aragón, Cataluña y la meseta Norte.
El vencejo suele hacer pequeñas fugas relacionadas con las tormentas.
Hay muchos movimientos locales de corzos y jabalíes desde los biotopos frescos
querenciosos en verano (umbrías y zonas altas) a los más protegidos térmicos en invierno
(solanas); los rebecos tienen una variación altitudinal en la montaña, subiendo en verano a
zonas altas con pastos y bajando a zonas más bajas en invierno penetrando en el bosque al
estar las cumbres con mucha nieve. Del mismo modo los lobos de montaña también bajan
en invierno a los valles como sus presas.
La fenología primaveral de la reproducción de las aves se adelanta si las temperaturas son
altas, sobre todo si además los suelos están húmedos y abundan granos, frutos e insectos.
Además la fertilidad, tamaño de las puestas y viabilidad de los pollos depende de estos
factores, de “una buena primavera”; incluso hay especies que si criaron pronto y el verano
no fue muy seco puede haber un segundo periodo reproductor con una segunda puesta (de
menos huevos que la primera), así por ejemplo sucede con la golondrina común.
El oso pardo cantábrico saldrá antes del letargo invernal si la primavera es calurosa e incluso
en algunos casos, si el invierno fue muy suave, puede no entrar en letargo.
Los buitres leonados tras la salida del sol permanecen temprano en los cantiles rocosos en
espera de que se formen las corrientes térmicas que necesitan para ascender planeando y
coger altura para sus desplazamientos; a veces tienen las alas abiertas en los posaderos de
las buitreras (o a veces en el suelo e incluso árboles en la montaña) secándolas aireándolas
al sol, por ejemplo si hubo rocío; hasta que se lanzan al notar la brisa contra el cantil.
Ratoneros, calzadas, culebreras, milanos, águilas reales, aprovechan también las térmicas
para ganar altura y luego caer en picados oblicuos, o en general para explorar sus
territorios.
La dormancia es un estado y periodo del ciclo biológico en el que se ralentiza mucho el
metabolismo reduciendo drásticamente el crecimiento y la actividad.
La hibernación es un estado de letargo invernal.
Mamíferos que hibernan para afrontar el frío y la escasez de alimento son: oso pardo, erizo,
murciélagos, marmota, lirones. En España el tejón no hiberna aunque sí puede reducir su
actividad el mínimo y disminuir mucho su peso, en sus zonas de distribución más norteñas,
altas o en general frías; en los meses fríos distancian mucho sus salidas de la madriguera. Las
ardillas en otoño hacen acopio de reservas de alimentos, para la “despensa” en invierno.
En animales mamíferos de implantación diferida estacional o diapausa embrionaria el
blastocito embrionario no se implanta en el útero sino que permanece en un estado de
dormancia con un desarrollo mínimo o nulo durante largo tiempo; así se consigue que los
nacimientos, sean en época favorable con seguridad. Oso, corzo, murciélagos, mustélidos.
En las regiones templadas y frías, los anfibios y reptiles, hibernan. Los anfibios estivan bajo el
barro si hay sequía; algunos reptiles estivan si hace mucho calor. En primavera “gustan” de
estar al sol o sobre superficies calientes. Son poiquilotermos (temperatura corporal variable)
Algunas lagartijas son activas durante el invierno si la tª > 12 – 13 ºC y el cielo está
despejado; más que un letargo en este caso es un “torpor o torpeza invernal”.
La Reglas Térmicas en ecología son responsables de algunas clinas o variaciones fenotípicas graduales
relacionadas con la variación gradual de una variable ambiental. En este caso la variación de las temperaturas
con la latiud (sur-norte), la altitud (y en algunos casos la continentalidad normalmente en el sentido de frío
invernal).
La Regla de Bergmann (1847) correlaciona el clima térmico con la talla, corpulencia o masa corporal en
mamíferos y aves (endotermos = homeotermos: mantienen su temperatura por mecanismos fisiológicos). Las
subespecies, ecotipos, subpoblaciones, tienen más tamaño, menos superficie corporal en relación al volumen,
en climas más fríos y así pierden menos calor. También se puede aplicar a especies muy próximas.
La actividad metabólica para la producción de calor es proporcional al volumen (L3) mientras que la pérdida de
calor con el exterior guarda mejor proporción con la superficie (L2).
En anfibios y reptiles (ectotermos: no generan calor interno y dependen del ambiente externo), el mayor
tamaño en zonas frías les hace perder más lentamente el calor pero también se calientan más lentamente;
parece que unas especies siguen la regla de Bergmann, otras son indiferentes y otras la siguen al revés, pero
recientemente se ha apuntado que pueden seguir la regla de Bergmann si hay un mecanismo que compense
el problema del lento calentamiento cuando es necesario; parece ser que éste es la presencia de una
coloración más oscura (así se ha comprobado con la lagartija de Sierra Nevada).
La Regla de Allen (1877) dice que los apéndices (orejas, colas, patas) son más cortos y el
aspecto del animal más redondeado-compacto cuanto más frío sea el clima.
La regla de la piel dice que en los mamíferos de climas fríos, la piel es más espesa que en los
cálidos, además en los países de clima muy seco también la piel tiende a ser espesa para
disminuir la pérdida de agua por transpiración.
La Regla de Gloger dice que las poblaciones de tierras más cálidas (o en las muy húmedas)
son más pesadamente pigmentadas, oscuras, que aquellas de zonas frías (o secas). En zonas
muy frías por la nieve y en muy húmedas por suelos oscuros y sombras por abundancia de
vegetación. Grises claros y blancos en zonas nevadas, amarillos y ocres-pardos en zonas
áridas, negros y pardo-oscuros en lluviosas.
La Regla de las puestas dice que en Europa cuanto más al sur las puestas de una misma
especie son menores que al norte. Debido a que en primavera hay más horas de sol cuanto
más al norte, luego más actividad de búsqueda de alimento; Lack (1954). En las zonas más
frías (por latitud o altitud) una misma especie puede usar más material para hacer el nido,
Kern y Riper (1984).
Ejemplos de las Reglas térmicas.
Falco rusticolus (gerifalte), Falco cherrug (sacre), Falco biarmicus (borní, alfaneque), Falco peregrinus,
Falco eleonorae, Falco pelegrinoides (tagorote).
Dentro del peregrino: F. p. calidus, F. p. peregrinus (neblí), F. p. brookei (baharí).
Falco tinnunculus (cernícalo común o vulgar, europeo), Falco naumanni (primilla).
En el caso del tejón se describión en España Meles meles susp marianica a diferencia del tipo europeo
Meles meles subesp. Meles. En la actualidad se piensa que no es una subespecie diferente sino una
manifestación de una clina norte-sur, una variación fenotípica gradual.
Vulpes lagopus = Alopex lagopus, Vulpes vulpes (crucígera, sicalea: subsps o linajes).
Canis lupus (albus, communis, minor, campestris, lupus, italicus, signatus, arabs).
Muchos autores europeos consideran a C. l. signatus ecotipo de C. l. lupus.
A veces se han considerado ecotipos subpoblacionales a: gallegos, astur-castellano-leones, andaluces
e incluso riojano-burgaleses.
Se caracteriza por la alternancia de tiempos cálidos y fríos, secos y lluviosos, que controlan
los ritmos de la actividad biológica de los ecosistemas y de procesos abióticos de laderas y
cuencas. En Iberia y Baleares, el periodo o estación más favorable coincide con el
comienzo del verano. El invierno es estación desfavorable por frío, poco fotoperiodo e
insolación, nieve, temporales. El verano, en amplias regiones, es un periodo desfavorable
por falta de agua y altas temperaturas.
Las hojas blandas de los caducifolios, son “despilfarradores” de agua (especialmente en los fríos y
soleados días anticiclónicos) y además son “tiernas” y se congelan con facilidad (helada negra). Los
caducifolios afrontan el invierno perdiendo las hojas en otoño; previamente se han aprovechado
nutrientes por reabsorción antes de la caída (originando los cambios de color en el otoño), además
las hojas caídas enriquecen de nutrientes el suelo. En primavera muchas herbáceas anuales
emergen y en general la vegetación de los pastos y matas bajas florece ante de que salgan las
hojas de los árboles. La foliación de los árboles sucede en un plazo muy corto; el bosque se llena
de vida animal. En otoño maduran los frutos, cambian de color las hojas y finalmente se produce
la defoliación tras algunas heladas y vientos. E
En todos los organismos existen adaptaciones a las fluctuaciones anuales extremas, a la
estacionalidad. Algunos animales experimentan una diapausa (o cese de la actividad), una
hibernación moderada o un simple almacenamiento de alimentos.
La migración estacional de las aves (y algunos otros animales: renos, cebras, ñus, ballenas,
etc.) permite aprovechar temporalmente distintos ecosistemas en distintos lugares
geográficos cuando permiten un excedente de producción de biomasa y la competencia no
es excesiva; en primavera-verano la disponibilidad de alimento permite la reproducción y
cría (a veces, en mamíferos, la reproducción es en otoño-invierno para que los partos y cría
sean en primavera). La migración permite que las poblaciones se anticipen a los
acontecimientos de los ecosistemas explotados (llegar para aprovechar la situación favorable
y partir para evitar las situaciones desfavorables). En nuestras latitudes, en muchas regiones,
hay dos periodos desfavorables: el más importante es el invernal pero también puede serlo
el centro del verano (por calor y sequía, disminuyendo la actividad o realizando fugas). E
MIGRACIÓN = Desplazamiento anual importante, regular (en tiempo y espacio),
de “motu propio”, que implica a poblaciones enteras. En el fenómeno de la migración
intervienen factores biometeorológico-fisiológicos, etológicos y ecológicos. El ambiente
físico climático interacciona con la base genética, la condición fisiológica y el compor-
tamiento individual y sobre todo grupal.
Se distinguen aves sedentarias y migratorias (estivales, invernantes o de paso).
No hay que confundir las verdaderas migraciones con otros movimientos como:
fugas de tempero y de sequía, migraciones altitudinales, etc.
Hay que tratar de distinguir las observaciones de “paso” del comienzo de las
llegadas con asentamiento (ello es bastante difícil), entre estos eventos puede haber
hasta unas dos semanas de diferencia.
Las aves sedentarias o residentes permanecen todo el año en el mismo país o región (picos,
carboneros, agateadores, trepadores, etc.). En invierno realizan movimientos más o menos
amplios pero sin alejarse demasiado de la localidad natal-nidal.
Las estivales sólo están presentes en una región en primavera-verano. Con el paso
prenupcial se produce la llegada a la región y con el paso postnupcial se produce la partida.
Las invernantes sólo están presentes en una región en parte del otoño y el invierno. Con el
paso postnupcial llegan a los lugares de invernada y con el paso prenupcial se van.
En España las aves estivales, en general tienen sus pasos migratorios, con un máximo en
marzo. Golondrinas, aviones, vencejos, collalbas, abejaruco, papamoscas cerrojillo, autillo,
aguililla calzada, águila culebrera, milano negro, etc. A finales de agosto y en septiembre se
producen sus partidas. Las aves invernantes: ánsares, grulla, avefría, torcaz, zorzales,
muchos patos, pinzón real, etc. en su mayoría llegan en el periodo de mediados de
septiembre hasta primeros de noviembre.
Las aves de una especie en un momento y lugar pueden “estar de paso”, son “pasajeras”.
Pero también en una región una especie puede tener el estatus de paso si no es ni
reproductora ni invernante en ella pero pasa por ella en la época de paso.
Las rutas migratorias son grupos de trayectorias de vuelo predominantes en cada región
según un patrón característico condicionado por la geografía. Las rutas siguen ciertos pasillos
que tratan de evitar las barreras montañosas o superarlas por ciertos pasos tradicionales por
los puertos y collados. Las rutas a veces siguen las líneas de costa, a veces los grandes valles, a
veces sin más la pura geometría de distancia más corta entre partidas y llegadas, entre áreas
de reproducción-cría y de invernada. La pasa es el viaje y paso por el que “vienen” y la
contrapasa por el que “se van”.
Frente migratorio es la línea que en un momento dado une todas las avanzadillas de
migración.
Muchas de las especies de aves grandes vuelan en migración en bandadas para reducir el
consumo de energía; muchas veces con formaciones en V más o menos perfecta.
En una región una especie de ave puede presentar el estatus de accidental cuando aparecen
en el lugar en raras ocasiones, como “pasajeras”: en dispersión, por haberse perdido de la
ruta migratoria por un temporal o por una rara-ocasional irrupción por el clima o las
condiciones meteorológicas.
El sedentarismo absoluto no existe; hay movimientos de las aves irregulares que no hay que
confundir con migraciones: nomadismo, invasiones, dispersiones e irrupciones, con radio de
acción diferente según especies, época, condiciones ecológico-meteorológicas.
Hay movimientos tipo migración de corta distancia de cierta regularidad. La trashumancia,
monte-valle, de comarcas norteñas a sureñas no demasiado alejadas, o de la costa al interior
y al revés. El nomadismo de reposo (en España = nomadismo invernal) sucede en granívoras
relativamente sedentarias (jilgueros, verdecillos, trigueros, pinzones, verderones, etc.) que
tras un nomadismo de agrupamiento familiar postnupcial limitada llegan a formar un
agrupamiento general, grandes grupos o bandos mayores, con amplio nomadismo invernal,
estos bandos (a veces pluriespecíficos) realizan grandes desplazamientos cuando el tiempo
arrecia; también se observa en aves solitarias de montaña (treparriscos, pechiazul). El
verdadero nomadismo de reposo implica un cierto ritmo periódico y el regreso, cuando el
tiempo vuelve a ser favorable, a la misma localidad, o casi; es movimiento errático. Las aves
migradoras en sus cuarteles de invierno pueden tener régimen más o menos nomádico.
Hay movimientos no periódicos, esporádicos, imprevisibles, independientes del ciclo
biológico anual: las fugas y las irrupciones.
La dispersión postgenerativa puede ser periódica y encaja en el ciclo biológico anual aunque
se trata de un episodio breve que coexiste o no con la verdadera migración, pero difiere de
ésta en que es irregular y generalmente irradiante. Es muy típica de aves rapaces y de aves
coloniales (garzas, garcetas, martinete, gaviotas, petreles, cormoranes…), sobre todo jóvenes
(dispersión juvenil), pero también participan adultos “solteros” y más tarde, adultos que han
acabado la crianza. La “dispersión-migración” de muda se da en los ánades y ánsares y se
combina o no con la migración verdadera; se congregan en determinadas localidades a gran
distancia donde mudan la pluma.
La fuga de tempero es un desplazamiento para evitar un determinado tempero, una
situación atmosférica adversa. Puede ser fuga invernal por frío riguroso o fuga por fuerte
sequía; para escapar del hielo en aguas o suelos, la falta de alimento o la falta de agua. Las
fugas de tempero en plena época de reproducción son raras, incluso entre aves jóvenes e
inmaturas. A veces hay ausencias de varios días por fuga respecto a una fuerte tormenta o
a un paso de frente ciclónico (en los vencejos) son las fugas tormentosas o ciclonales por
las que se evitan lluvias y vendavales. Son adaptaciones a empeoramientos bruscos y
fugaces de las condiciones.
La irrupción es una llegada irregular debida a un éxodo que origina en una comarca la
aparición de aves de una especie no común en la zona o bien el aumento demográfico más
o menos repentino de una especie común. El éxodo irruptor es persistente y puede durar
meses, a diferencia de las fugas que se revierten prontamente. Muchas aves irruptoras son
divagantes y no suelen tener época típica de reproducción; crían allí donde encuentran
condiciones propicias, sea dónde y/o cuando sea.
A veces, la irrupción, se relaciona con dietas muy especializadas y falta de alimento quizás
por vecería de una cosecha de frutos. Son especies típicas irruptoras, en general aves
forestales: piquituerto, camachuelo, picogordo, pico picapinos, carbonero garrapinos,
ampelis, cascanueces, zorzal real, pinzón real, carbonero común, herrerillo común, herrerillo
capuchino. También (pero no necesariamente forestales y en relación a plagas y otros
movimientos de insectos o de micromamíferos) estorninos, lechuza campestre, alcaudón
real.
Entre la irrupción y el nomadismo se suelen encontrar comportamientos de: arrendajo,
trepador azul, mito, camachuelo, verderón, escribano cerillo, lúgano, pardillo, etc.
Tanto en aves migratorias como sedentarias hay cambios fisiológicos a lo largo del
ciclo biológico anual en relación con el fotoperiodo; los principales cambios
estacionales son la reproducción y la muda. La reproducción implica el desarrollo de
las gónadas (y otras glándulas endocrinas) y alterna (también de forma periódica) con
la época de reposo. La muda sucede tras la crianza. Entre los periodos estival de
crianza, muda y grupos postnupciales, e invernante, con bandadas postmigrantes y
sedentarias, suceden los periodos de migración otoñal y primaveral.
Fugas de Tempero.- Desplazamiento puntual de algunas especies debido al tiempo
meteorológico adverso. Se usa frecuentemente para movimientos de aves que escapan a
bajadas bruscas de temperaturas, vendavales, nevadas, heladas severas. Las bandadas o
individuos que se fugaron de una localidad-estación regresan a ella cuando las condiciones
vuelven a mejorar. Son movimientos masivos como respuesta a tiempo atmosférico
adverso.
Las fugas de tempero suelen ser más frecuentes entre diciembre y febrero, en invierno, por
los fríos anormalmente grandes en Centroeuropa; los países del sur del continente son
receptores de ejemplares, lo que se nota por:
Las fugas de sequía se suelen asociar a la falta de láminas de agua pero a veces hay grupos
o poblaciones que fugan por falta de alimento relacionado con sequía edáfica, por falta de
humedad del suelo. Así pueden irse, por ejemplo golondrinas o avión común, de las
llanuras de la meseta a las montañas periféricas a finales de verano; pero previo a la
migración hacia el sur. Antes de la partida migratoria las aves deben engordar y si los
campos no están en condiciones de facilitar alimento y aún no están en condiciones de
migrar, van a otros lugares mejores antes de realizar la partida migratoria definitiva.
La partida se refiere a la fecha en la que se dejan de observar los individuos ubicados en la zona
(reproductores o invernantes), es decir el final de su estancia o presencia.
Las últimas observaciones son datos posteriores a las partidas, es decir datos tardíos con
respecto a ellas. En este caso se trata de individuos de paso que no permanecieron en la
localidad.
En algunas especies hay que tener cuidado de no cifrar movimientos que no representen
verdaderas migraciones (trashumancia, fugas de tempero y de sequía, etc.)
Algunas aves invernantes Algunas aves estivales
de interés en fenología de interés en fenología
Anser anser Ciconia ciconia Otus scops
Anas penelope Ciconia nigra Apus apus
Anas acuta Milvus migrans Merop apiaster
Anas crecca Neophron pernopterus Upupa epops
Falco columbarius Circus pygargus Hirundo rustica
Grus grus Circaetus gallicus Delichon urbicum
Vanellus vanellus Pernis apivorus Luscinia megarthynchos
Turdus illiacus Hieraaetus pennatus Oenathe oenanthe
Phylloscopus Falco naumanni Oenanthe hispanica
collibita Falco subbuteo Muscicapa striata
Sturnus vulgaris Coturnix coturnix Lanius senator
Fringilla Streptopelia turtur Oriolus oriolus
montifringilla Clamator glandarius C
Cuculus canorus
“La biometeorología animal estudia la influencia del tiempo atmosférico sobre
la fisiología animal”.
Especialmente se ocupa de las spp. de interés zootécnico.
Genética Ambiente
Respuesta biológica
Ecological site of livestock = estación ganadera = clima, suelo, topografía, pasto, arbolado,
fauna.
IDEAS BÁSICAS de biometeorología ganadera
• El momento más delicado en cuanto al ambiente es el de los partos y
la lactancia.
• Otro momento delicado es el de las cubriciones.
No se cubren las vacas en veranos calurosos y secos (ej.
charolés/retinto en Andalucía soltarlo por la noche).
• Ganado libre en dehesas fuerte calor resguardado amontonado
en una sombra o sube a los “altos” (más venteados).
• Establos fuerte dependencia entorno inmediato y respuestas muy
rápidas. H.R. Temp. y aireación. El ambiente interno depende del
ambiente atmosférico externo inmediato.
• Temperatura elevadas (+ H.R.) Mamitis. (Ventilación).
• Ventilación Irritación de mucosas y aparato respiratorio.
Equilibrio térmico
• Metabolismo = anabolismo + catabolismo.
• Catabolismo Energía ( 25% almacenable ATP, ADP y 75% calor).
• Animales homeotermos temp. corporal cte. acomodándose al ambiente
hipotálamo-adenohipófisis.
• Termogénesis = producción de calor.
• Cesión de calor: irradiación del cuerpo, conducción contacto con el suelo, convección
al mover la fina capa de aire en contacto con la piel, evaporación de agua (sudoración,
respiración pulmonar, jadeo).
• Vasodilatación/vasoconstrición periférica: favorece la pérdida/conservación de calor
corporal.
Evaporación de agua
Viento
Condición
“ De un individuo en un momento”, puede ser de: reproducción, exposición, labor,
ceba, agotamiento.
Los ganados lecheros son más delicados
que los de producción cárnica.
Razas de vacuno autóctono
1984
La avileña-negra ibérica es una raza conformada por un conjunto de castas antiguas (avileña, guadarmeña,
bejarana, piedrahitense, guadarmeña, barqueña: las serranas de cada lugar de las montañas castellanas) es muy
fuerte y se suele cruzar con ganado limosino o charolés combinando adaptación y selección. Emparentadas y del
mismo tronco original son las serranas negras de Soria y de Teruel. Suelen trabajarse en extensivo, a veces en
semiestabulado y en ocasiones haciendo trashumancia o trastermitancia. Aprovecha en invierno los pastos de
las dehesas, a veces suplementados cuando hay nieve y los de la montaña, los lastonares y cervunales, o si
permanece en verano en zonas bajas es con supelementación. De ella se obtiene la “ternera de Ávila” y gran
parte de la “del Guadarrama = avileña, limosina, charolesa). L
El ganado pardo alpino o suizo es de montaña, de carne y rústico. De él derivan
actualmente el pardo aragonés, el pardo catalán (“bruna dels Pirineus”) y el pardo
leonés; ganados que en parte o gran parte llevan genética también de la autóctona raza
pirenaica. Alguna D.O. de calidad es la Ternera de Broto, Valles del Esla, etc. Estos
ganados pasan en los puertos verdes el verano y están estabuladas o semiestabuladas
aprovechando los prados de los valles en invierno.
Ganado de la raza Rubia Gallega normalmente
trabajada en régimen semi-extensivo: establo,
prado, monte. Abundante en las campiñas
litorales e interiores y en menor medida presente
en la montaña gallega. D.O “Ternera gallega”.
El ganado frisón es muy abundante en la campiña gallega y cantábrica en régimen
estabulado intensivo altamente mecanizado o en régimen semiestabulado aprovechando
los prados de diente del campo. El frisón es delicado por haber sido muy seleccionado, muy
productivo y en gran medida la causa de la casi desaparición de las razas autóctonas
norteñas como la Pasiega o la Mantequera Leonesa. La cantidad y la calidad de la leche está
muy afectada por el ambiente físico del entorno.
Razas Tudanca y Casina (Asturiana
de la Montaña) en los altos del
bosque de Saja (Cabuérniga).
Ganado semiextensivo
normalmente que sube a los
puertos cuando desaparece la
nieve. Muchas razas norteñas
eran de doble o triple uso (carne,
leche, trabajo) pero con la llegada
de las frisonas se reconvirtieron
por selección a uso exclusivo o
casi exclusivo de carne. as
El ganado charolés y limusino (limousin) se adaptaron perfectamente en España para
carne. Muy especialmente en la sierra de Guadarrama donde aportan a la denominación
“Ternera de Guadarrama”. Muchas veces se cruzan con las serranas del terreno (Avileña
Negra-Ibérica). Es un ganado muy fuerte, resistente, productivo y de calidad que vive bien
en el monte.
Artículo recomendado publicado en el Calendario Meteorológico de Aemet de 2012
https://repositorio.aemet.es/bitstream/20.500.11765/2457/1/ganaderiaexten_cal2012.pdf
Raza Alentejana
En general las razas de vacuno lechero son delicadas (ej. Simmental-Fleckvieh, Normanda,
Holstein-Frisona, etc.) y las de carne son rústicas (Alistano Sanabresa, Avileña, Morucha,
Tudanca, Highlander, Casina, etc.) son más fuertes y más montesas que “caseras”.
Clima y Sistema Pastoral
El clima es el factor fundamental que
incide sobre el ganado en sistema
extensivo de forma directa (temperatura,
humedad relativa, radiación-insolación,
meteoros) o de forma indirecta al
determinar en gran medida la producción y
estado del pasto (debida a la
precipitación, temperatura, radiación-
insolación, viento) la disponibilidad de
puntos o cursos de agua, los suelos
embarrados o cubiertos de nieve o hielo,
etc. (Alfonso San Miguel Ayanz)
En la dehesa se dice que el arbolado “tiene tres ramas: la de bellota, la de ramón y la de sombra”, es decir
cumple tres funciones prácticas. El arbolado tiene efecto sombra y cubierta mediante la intercepción de
radiación y precipitación, escurrimiento de agua de precipitación, recogida de precipitación oculta por rocío o
niebla, evapotranspiración, cortavientos. En cuanto al suelo el arbolado supone un bombeo de nutrientes,
E
unos puntos de concentración del ganado con pérdida de pasto por pisoteo y aumento de nitrificación, una
zona de acumulación de hojarasca con disminución de pasto verde, competencia de las raíces del arbolado con
el pastizal.
En una instalación ganadera hay un microclima favorable a los animales
respecto al exterior con inclemencias. Este ambiente se puede y debe controlar,
pero la presencia de muchos animales juntos durante mucho tiempo trae otros
problemas relacionados con la posible transmisión de enfermedades; en este
sentido es fundamental la limpieza y la ventilación de las naves.
Por supuesto hay que considerar la especie que se alojará y el motivo de su cría:
cebadero de engorde, producción de leche de vaca, de huevos de carne de
pollo, des descansadero-encierro de ganado semiestabulado, etc.