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Tema 10.- Bioclimatología animal.

Juan Antonio de Cara García (jcarag@aemet.es)


Área de Climatología y Aplicaciones Operativas (ACAO) de AEMET
Tema 10.- Bioclimatología - Tiempo, clima y fauna
animal. - Adaptaciones evolutivas
Ecosistemas, Clima y Cambo Climático. - La migración
- Equilibrio térmico, inclemencias y
efectos en los animales
- Ideas elementales de ganadería
- Instalaciones ganaderas
La biometeorología trata de las relaciones entre los elementos meteorológicos y los organismos vivos:
animales, plantas y humanos. El tiempo atmosférico influye físicamente en los organismos, en sus equilibrios
térmicos, en su fisiología. Las especies a lo largo de la evolución se han adaptado genéticamente al clima pero
hay una cierta flexibilidad, una plasticidad, para acomodarse (aclimatarse) fisiológicamente al ambiente del
entorno debido a la temperie. Estos cambios en la fisiología afectan a su vez directamente a la producción y al
bienestar animal; la ganadería extensiva está expuesta directamente al ambiente meteorológico y debe
realizarse con razas rústicas adaptadas, preferentemente autóctonas aunque menos productivas. La selección
artificial de razas muy “selectas” productivas va en detrimento de la adaptación al medio, presenta pérdida de
“valor adaptativo” o “fitness” y por eso son razas para la estabulación o para la ganadería semi-extensiva. El
diseño de las naves ganaderas también debe de tener en cuenta el clima y la variabilidad del tiempo.

En el campo, el tiempo presente afecta al comportamiento de los animales. Las aves migratorias esperan, en lo
posible, a tener vientos favorables para sus desplazamientos. Los perros de caza pierden los rastros cuando
hace viento y los naturalistas pueden observar mamíferos más fácilmente en días con viento y lluvia
precisamente por lo mismo. El ganado ovino y bovino se guarecen bajo la sombra de los grandes árboles de la
dehesa en los días calurosos y además prefiere, en las horas de más calor, ir a los altos a tumbarse bajo un
árbol pues las brisas locales de las laderas hacen que los insectos “sean menos molestos”.

La sucesión de tiempo pasado a escala de días, semanas o algunos pocos meses afecta al valor nutritivo,
productividad y fenología de los pastos y por lo tanto a la producción ganadera.
Clima y Fauna. Las especies euritermas (eurioica: amplia valencia ecológica) soportan
grandes variaciones de temperatura, mientras que las estenotermas (estenoica: valencia
ecológica estrecha) sólo pueden vivir entre límites de temperatura más o menos estrechos.
El tiempo afecta a la fauna, no sólo en cuanto a la sensación fisiológica por la temperatura,
la humedad relativa, el viento o la insolación.
La nieve blanda favorece la depredación del lobo sobre los ungulados (que se hunden más,
son más torpes y se cansan antes). Con nieve helada o con hielo el lobo también se ve
favorecido, sus pies anchos y fuertes uñas y se pueden deslizar y agarrar por la costra de
nieve, mientras que los ungulados se hunden, se cortan y dañan la patas con el hielo; la
marta, el tejón, el lince, el gato montés, también se mueven bien por la nieve. Cada
ungulado se mueve mejor o peor según las distintas características de profundidad y dureza
de la nieve. En general las grandes nevadas significan para muchas especies falta de
alimento; para los herbívoros, para muchas aves, los micromamíferos, etc. A veces las
grandes nevadas afectan a la ventilación de las madrigueras subterráneas.
Los días de viento, las emanaciones olorosas se disipan, se pierde el “olor de rastro”, el
olfato pierde importancia en los mamíferos, el depredador es menos eficiente y en general
la fauna de mamíferos se comporta más descuidada, “despistada”, y es más fácil de observar
por los naturalistas; la llovizna y la niebla ligera también producen el mismo efecto.
Las primaveras lluviosas favorecen a la fauna en general y las secas la perjudican; el agua
beneficia al campo, a las hierbas, a los insectos, a todo el ecosistema. La falta de agua, suele
traer además falta de alimento, y sobre todo en época de cría, ello es limitante.
Las lluvias intensas y granizadas también traen daños, por ejemplo pueden destruir nidadas.

El frío intenso puede causar muchas bajas en las poblaciones de las zonas templadas de
latitudes medias (en España por ejemplo).

Es muy normal que con las olas de frío lleguen a España especies poco habituales muy
norteñas (becada, avefría, chorlitos, zorzales, cisne cantor, barnaclas; charranes, paíños y
gaviotas de especies típicas de altas latitudes; picogordo, piquituerto, pinzón real, halcones
“pasajeros” (F. p. calidus = “neblí”), algún ánsar nival, etc. Estas observaciones se suelen
producir en la costa cantábrica, Navarra, Aragón, Cataluña y la meseta Norte.
El vencejo suele hacer pequeñas fugas relacionadas con las tormentas.

La trashumancia monte-valle o sierra-campiña es muy común en las poblaciones de aves


pero además con unos días de frío intenso se observan a veces ejemplares de especies de
montaña en las zonas bajas en la periferia de las montañas en una fuga de tempero.
Desde mediados de septiembre comienza a escucharse la berrea de los ciervos, la
predisposición hormonal está condicionada por el fotoperiodo pero el comienzo de la
berrea está modulado, favorecido, por la disponibilidad de alimento, si hay pasto por haber
tenido un agosto o comienzo de septiembre húmedos; pero si no, se retrasa la berrea hasta
las primeras lluvias otoñales. Además, cuanto más agua y alimento la berrea será más larga
e intensa. Del mismo modo sucede con el celo de la cabra montesa, algo adelantado o
retrasado según las lluvias otoñales, pero en este caso comienza a finales de noviembre y
se prolonga durante diciembre.

Hay muchos movimientos locales de corzos y jabalíes desde los biotopos frescos
querenciosos en verano (umbrías y zonas altas) a los más protegidos térmicos en invierno
(solanas); los rebecos tienen una variación altitudinal en la montaña, subiendo en verano a
zonas altas con pastos y bajando a zonas más bajas en invierno penetrando en el bosque al
estar las cumbres con mucha nieve. Del mismo modo los lobos de montaña también bajan
en invierno a los valles como sus presas.
La fenología primaveral de la reproducción de las aves se adelanta si las temperaturas son
altas, sobre todo si además los suelos están húmedos y abundan granos, frutos e insectos.
Además la fertilidad, tamaño de las puestas y viabilidad de los pollos depende de estos
factores, de “una buena primavera”; incluso hay especies que si criaron pronto y el verano
no fue muy seco puede haber un segundo periodo reproductor con una segunda puesta (de
menos huevos que la primera), así por ejemplo sucede con la golondrina común.
El oso pardo cantábrico saldrá antes del letargo invernal si la primavera es calurosa e incluso
en algunos casos, si el invierno fue muy suave, puede no entrar en letargo.

Los buitres leonados tras la salida del sol permanecen temprano en los cantiles rocosos en
espera de que se formen las corrientes térmicas que necesitan para ascender planeando y
coger altura para sus desplazamientos; a veces tienen las alas abiertas en los posaderos de
las buitreras (o a veces en el suelo e incluso árboles en la montaña) secándolas aireándolas
al sol, por ejemplo si hubo rocío; hasta que se lanzan al notar la brisa contra el cantil.
Ratoneros, calzadas, culebreras, milanos, águilas reales, aprovechan también las térmicas
para ganar altura y luego caer en picados oblicuos, o en general para explorar sus
territorios.
La dormancia es un estado y periodo del ciclo biológico en el que se ralentiza mucho el
metabolismo reduciendo drásticamente el crecimiento y la actividad.
La hibernación es un estado de letargo invernal.
Mamíferos que hibernan para afrontar el frío y la escasez de alimento son: oso pardo, erizo,
murciélagos, marmota, lirones. En España el tejón no hiberna aunque sí puede reducir su
actividad el mínimo y disminuir mucho su peso, en sus zonas de distribución más norteñas,
altas o en general frías; en los meses fríos distancian mucho sus salidas de la madriguera. Las
ardillas en otoño hacen acopio de reservas de alimentos, para la “despensa” en invierno.
En animales mamíferos de implantación diferida estacional o diapausa embrionaria el
blastocito embrionario no se implanta en el útero sino que permanece en un estado de
dormancia con un desarrollo mínimo o nulo durante largo tiempo; así se consigue que los
nacimientos, sean en época favorable con seguridad. Oso, corzo, murciélagos, mustélidos.
En las regiones templadas y frías, los anfibios y reptiles, hibernan. Los anfibios estivan bajo el
barro si hay sequía; algunos reptiles estivan si hace mucho calor. En primavera “gustan” de
estar al sol o sobre superficies calientes. Son poiquilotermos (temperatura corporal variable)
Algunas lagartijas son activas durante el invierno si la tª > 12 – 13 ºC y el cielo está
despejado; más que un letargo en este caso es un “torpor o torpeza invernal”.
La Reglas Térmicas en ecología son responsables de algunas clinas o variaciones fenotípicas graduales
relacionadas con la variación gradual de una variable ambiental. En este caso la variación de las temperaturas
con la latiud (sur-norte), la altitud (y en algunos casos la continentalidad normalmente en el sentido de frío
invernal).

La Regla de Bergmann (1847) correlaciona el clima térmico con la talla, corpulencia o masa corporal en
mamíferos y aves (endotermos = homeotermos: mantienen su temperatura por mecanismos fisiológicos). Las
subespecies, ecotipos, subpoblaciones, tienen más tamaño, menos superficie corporal en relación al volumen,
en climas más fríos y así pierden menos calor. También se puede aplicar a especies muy próximas.
La actividad metabólica para la producción de calor es proporcional al volumen (L3) mientras que la pérdida de
calor con el exterior guarda mejor proporción con la superficie (L2).

En anfibios y reptiles (ectotermos: no generan calor interno y dependen del ambiente externo), el mayor
tamaño en zonas frías les hace perder más lentamente el calor pero también se calientan más lentamente;
parece que unas especies siguen la regla de Bergmann, otras son indiferentes y otras la siguen al revés, pero
recientemente se ha apuntado que pueden seguir la regla de Bergmann si hay un mecanismo que compense
el problema del lento calentamiento cuando es necesario; parece ser que éste es la presencia de una
coloración más oscura (así se ha comprobado con la lagartija de Sierra Nevada).
La Regla de Allen (1877) dice que los apéndices (orejas, colas, patas) son más cortos y el
aspecto del animal más redondeado-compacto cuanto más frío sea el clima.

La regla de la piel dice que en los mamíferos de climas fríos, la piel es más espesa que en los
cálidos, además en los países de clima muy seco también la piel tiende a ser espesa para
disminuir la pérdida de agua por transpiración.

La Regla de Gloger dice que las poblaciones de tierras más cálidas (o en las muy húmedas)
son más pesadamente pigmentadas, oscuras, que aquellas de zonas frías (o secas). En zonas
muy frías por la nieve y en muy húmedas por suelos oscuros y sombras por abundancia de
vegetación. Grises claros y blancos en zonas nevadas, amarillos y ocres-pardos en zonas
áridas, negros y pardo-oscuros en lluviosas.

La Regla de las puestas dice que en Europa cuanto más al sur las puestas de una misma
especie son menores que al norte. Debido a que en primavera hay más horas de sol cuanto
más al norte, luego más actividad de búsqueda de alimento; Lack (1954). En las zonas más
frías (por latitud o altitud) una misma especie puede usar más material para hacer el nido,
Kern y Riper (1984).
Ejemplos de las Reglas térmicas.

Falco rusticolus (gerifalte), Falco cherrug (sacre), Falco biarmicus (borní, alfaneque), Falco peregrinus,
Falco eleonorae, Falco pelegrinoides (tagorote).
Dentro del peregrino: F. p. calidus, F. p. peregrinus (neblí), F. p. brookei (baharí).
Falco tinnunculus (cernícalo común o vulgar, europeo), Falco naumanni (primilla).

Sus scrofa scrofa, S. s. castellanus (albar), S. s. baeticus (arocho), S. s. meridionalis (Cerdeña).


Cervus elaphus (sibericus, elaphus, scoticus, montanus, hippelaphus, hispanicus, corsicanus.
Capra Ibex, Capra pyrenaica (pyrenaica, victoriae, hispanicus).
Capreolus pygargus, Capreolus capreolus (decorus, canus, garganta: algunos no los considran subsps.
Sino ecotipos, linajes o estirpes).

En el caso del tejón se describión en España Meles meles susp marianica a diferencia del tipo europeo
Meles meles subesp. Meles. En la actualidad se piensa que no es una subespecie diferente sino una
manifestación de una clina norte-sur, una variación fenotípica gradual.
Vulpes lagopus = Alopex lagopus, Vulpes vulpes (crucígera, sicalea: subsps o linajes).

Canis lupus (albus, communis, minor, campestris, lupus, italicus, signatus, arabs).
Muchos autores europeos consideran a C. l. signatus ecotipo de C. l. lupus.
A veces se han considerado ecotipos subpoblacionales a: gallegos, astur-castellano-leones, andaluces
e incluso riojano-burgaleses.

Rupicapra pyrenaica (pyrenaica, parva y ornata).

Lepus aeropaeus, L. castroviejoi, L. granatensis.

Lagopus mutus pyrenaicus, Perdix perdix, Alectoris rufa, Alectoris barbara.

Oryctolagus cuniculus cuniculus, O. c. algirus.

Ursus artos arctos, U. a. pyrenaicus (quizás se distinguió pirenaico y cantábrico).

Tetrao urogallus aquitanicus y T. u. cantabricus.


La aclimatación es la adaptación fisiológica de los animales para la lucha contra las
temperaturas desfavorables (sensación térmica en general considerando viento, humedad,
temperatura, insolación). La lucha contra el calor se realiza aumentando la transpiración
(por ejemplo por sudoración o por jadeo). Contra el frío algunos animales “tiemblan o
tiritan”, se cambia de pelaje y aparece más espeso el invernal.
Los insectos utilizan una deshidratación parcial o acumulan en su hemolinfa sustancias que
bajan el punto de congelación; además hay razas-ecotipos no diferenciables
morfológicamente con temperaturas óptimas para el desarrollo de las larvas diferentes
según sus regiones-hábitats. La diapausa de los insectos puede suceder en distintos estados
de su ciclo biológico, según especies, así bajo las formas de: huevo, larva, ninfa o incluso
adulto. Muchos peces, anfibios y reptiles pueden pasar el invierno inmóviles sumergidos en
el cieno, o entre piedras u oquedades.
La hibernación es una adaptación de homeotermos al frío, reduciendo cosiderablemente el
metabolismo, convirtiéndose prácticamente en poiquilotermos, soportando temperaturas
de casi 0 ºC inmóviles y adormilados (oso pardo, marmota, lirones, murciélagos, a veces algo
las ardillas).
En muchos invertebrados las adaptaciones son a la falta de humedad o a una combinación
humedad-temperatura. L
El ambiente en las zonas templadas de las latitudes medias

Se caracteriza por la alternancia de tiempos cálidos y fríos, secos y lluviosos, que controlan
los ritmos de la actividad biológica de los ecosistemas y de procesos abióticos de laderas y
cuencas. En Iberia y Baleares, el periodo o estación más favorable coincide con el
comienzo del verano. El invierno es estación desfavorable por frío, poco fotoperiodo e
insolación, nieve, temporales. El verano, en amplias regiones, es un periodo desfavorable
por falta de agua y altas temperaturas.

La estacionalidad supone fluctuaciones o cambios que se repiten de forma regular en el


tiempo; es decir, hay variaciones cíclicas predecibles. A lo largo del ciclo anual se pasa por
distintas estaciones relacionadas directamente con el clima, con los cambios de tipos de
tiempo, con su curso anual. A la vegetación le afecta en cuanto a la disponibilidad de
agua, luz, calor-frío; a la fauna fundamentalmente en cuanto a la disponibilidad de
recursos alimenticios; se acomodan la morfofisiología y los comportamientos o, en el caso
de muchas especies de aves, se abandona la zona, se producen distintos tipos de
desplazamientos (fugas de sequía, fugas de tempero, trashumancia monte-valle o solana-
umbría), siendo el más significativo el de la migración.
En latitudes medias y altas es muy manifiesta la estacionalidad, en estepas, matorrales, bosques
de coníferas y sobre todo en los bosques caducifolios. En gran medida, sobre todo en zonas de
suelos frecuentemente y largo tiempo cubiertos de nieve, el invierno presenta problemas de agua
para los árboles. Las coníferas, con sus hojas aciculares, de gran proporción de superficie volumen,
captan agua de lluvia y rocío-cencellada, la absorción de agua y sales del suelo se ayuda de la
presencia de hongos simbiontes; la congelación de agua interna se evita en gran medida al bajar el
punto de congelación debido a la presencia de sustancias tipo resinosas que hacen de
anticongelante.

Las hojas blandas de los caducifolios, son “despilfarradores” de agua (especialmente en los fríos y
soleados días anticiclónicos) y además son “tiernas” y se congelan con facilidad (helada negra). Los
caducifolios afrontan el invierno perdiendo las hojas en otoño; previamente se han aprovechado
nutrientes por reabsorción antes de la caída (originando los cambios de color en el otoño), además
las hojas caídas enriquecen de nutrientes el suelo. En primavera muchas herbáceas anuales
emergen y en general la vegetación de los pastos y matas bajas florece ante de que salgan las
hojas de los árboles. La foliación de los árboles sucede en un plazo muy corto; el bosque se llena
de vida animal. En otoño maduran los frutos, cambian de color las hojas y finalmente se produce
la defoliación tras algunas heladas y vientos. E
En todos los organismos existen adaptaciones a las fluctuaciones anuales extremas, a la
estacionalidad. Algunos animales experimentan una diapausa (o cese de la actividad), una
hibernación moderada o un simple almacenamiento de alimentos.

La migración estacional de las aves (y algunos otros animales: renos, cebras, ñus, ballenas,
etc.) permite aprovechar temporalmente distintos ecosistemas en distintos lugares
geográficos cuando permiten un excedente de producción de biomasa y la competencia no
es excesiva; en primavera-verano la disponibilidad de alimento permite la reproducción y
cría (a veces, en mamíferos, la reproducción es en otoño-invierno para que los partos y cría
sean en primavera). La migración permite que las poblaciones se anticipen a los
acontecimientos de los ecosistemas explotados (llegar para aprovechar la situación favorable
y partir para evitar las situaciones desfavorables). En nuestras latitudes, en muchas regiones,
hay dos periodos desfavorables: el más importante es el invernal pero también puede serlo
el centro del verano (por calor y sequía, disminuyendo la actividad o realizando fugas). E
MIGRACIÓN = Desplazamiento anual importante, regular (en tiempo y espacio),
de “motu propio”, que implica a poblaciones enteras. En el fenómeno de la migración
intervienen factores biometeorológico-fisiológicos, etológicos y ecológicos. El ambiente
físico climático interacciona con la base genética, la condición fisiológica y el compor-
tamiento individual y sobre todo grupal.
Se distinguen aves sedentarias y migratorias (estivales, invernantes o de paso).

Área de Cría = Residencia Natal o Generativa.


Área de Reposo, de Invernada o Cuartel de Invierno.

Migración prenupcial = Inmigración = (llegada a comarca natal) =


Migración primaveral o de finales de invierno.

Migración postnupcial = Emigración = (partida de la comarca natal) =


Migración otoñal o de finales de verano.
Los desplazamientos se consideran migración si cumplen las siguientes condiciones:

- Desplazamiento del conjunto de grandes poblaciones a grandes distancias.


- Regularidad según un ciclo normalmente anual (regularidad estacional). Desde los
territorios de reproducción (patria o área de cría) a los territorios de invernada (cuarteles
de invierno o área de reposo).

Hay “migraciones imperfectas” relacionadas con fluctuaciones ambientales. Son situaciones


intermedias entre la migración y el sedentarismo; a veces con apariencia de migración, con
ciertos ejes de dirección geográficos preferentes. Algunas especies presentan una migración
parcial y no todas sus poblaciones geográficas migran. A veces, las poblaciones de latitudes
altas migran al sur para invernar pero al encontrar las áreas ocupadas por las poblaciones
sedentarias de la misma especie se tienen que desplazar más al sur aún: esta es la
migración a saltos.

La migración permite aprovechar los excedentes presentes en abundancia en una región


durante un periodo limitado del año. Se explotan dos tipos de ecosistemas en dos regiones
geográficas distantes.
La migración de las aves supone desplazamientos poblacionales a largas
distancias para optimizar la explotación de espacios geográficos distantes, el área
de cría y el área de invernada. Se aprovecha así la gran producción del verano
boreal.

La reproducción primaveral se realiza en zonas norteñas y la invernada en zonas


sureñas. Aprovechando los días más largos, la mayor intensidad de radiación y el
clima más benigno, con mayor producción primaria de biomasa, de primavera-
verano y evitando los días cortos, con poca intensidad de radiación y fríos del
invierno que implican una producción muy pobre.

La migración prenupcial supone la llegada de las aves estivales ibéricas desde


sus áreas de invernada africanas y la partida de las aves invernantes ibéricas a
sus áreas de cría del norte de Europa. La migración postnupcial viene dada por la
partida de las estivales ibéricas hacia el sur y la llegada de las invernantes desde
el norte.
Las aves migran hacia el norte para reproducirse, así escapan de la competencia de
las zonas sureñas que presentan mayor biodiversidad. Las áreas de cría, con
poblaciones jóvenes, se asocian al ecosistema menos maduro.

La migración supone un gran gasto de energía y más mortalidad pero es


compensada con una mayor descendencia. En resumen hay una mayor tasa de
renovación y vitalidad genética en las poblaciones.

No hay que confundir las verdaderas migraciones con otros movimientos como:
fugas de tempero y de sequía, migraciones altitudinales, etc.

Hay que tratar de distinguir las observaciones de “paso” del comienzo de las
llegadas con asentamiento (ello es bastante difícil), entre estos eventos puede haber
hasta unas dos semanas de diferencia.
Las aves sedentarias o residentes permanecen todo el año en el mismo país o región (picos,
carboneros, agateadores, trepadores, etc.). En invierno realizan movimientos más o menos
amplios pero sin alejarse demasiado de la localidad natal-nidal.

Las estivales sólo están presentes en una región en primavera-verano. Con el paso
prenupcial se produce la llegada a la región y con el paso postnupcial se produce la partida.
Las invernantes sólo están presentes en una región en parte del otoño y el invierno. Con el
paso postnupcial llegan a los lugares de invernada y con el paso prenupcial se van.

En España las aves estivales, en general tienen sus pasos migratorios, con un máximo en
marzo. Golondrinas, aviones, vencejos, collalbas, abejaruco, papamoscas cerrojillo, autillo,
aguililla calzada, águila culebrera, milano negro, etc. A finales de agosto y en septiembre se
producen sus partidas. Las aves invernantes: ánsares, grulla, avefría, torcaz, zorzales,
muchos patos, pinzón real, etc. en su mayoría llegan en el periodo de mediados de
septiembre hasta primeros de noviembre.
Las aves de una especie en un momento y lugar pueden “estar de paso”, son “pasajeras”.
Pero también en una región una especie puede tener el estatus de paso si no es ni
reproductora ni invernante en ella pero pasa por ella en la época de paso.
Las rutas migratorias son grupos de trayectorias de vuelo predominantes en cada región
según un patrón característico condicionado por la geografía. Las rutas siguen ciertos pasillos
que tratan de evitar las barreras montañosas o superarlas por ciertos pasos tradicionales por
los puertos y collados. Las rutas a veces siguen las líneas de costa, a veces los grandes valles, a
veces sin más la pura geometría de distancia más corta entre partidas y llegadas, entre áreas
de reproducción-cría y de invernada. La pasa es el viaje y paso por el que “vienen” y la
contrapasa por el que “se van”.

El cambio climático, el calentamiento global con modificación de situaciones de tipo de


tiempo y vientos con el paso de las estaciones está originando algunos cambios en las rutas
migratorias de algunas aves; adelantos y retrasos en la migración, aumento de sedentarias en
algunos lugares, acortamiento de la distancia a las nuevas zonas de invernada, etc.

Frente migratorio es la línea que en un momento dado une todas las avanzadillas de
migración.
Muchas de las especies de aves grandes vuelan en migración en bandadas para reducir el
consumo de energía; muchas veces con formaciones en V más o menos perfecta.
En una región una especie de ave puede presentar el estatus de accidental cuando aparecen
en el lugar en raras ocasiones, como “pasajeras”: en dispersión, por haberse perdido de la
ruta migratoria por un temporal o por una rara-ocasional irrupción por el clima o las
condiciones meteorológicas.
El sedentarismo absoluto no existe; hay movimientos de las aves irregulares que no hay que
confundir con migraciones: nomadismo, invasiones, dispersiones e irrupciones, con radio de
acción diferente según especies, época, condiciones ecológico-meteorológicas.
Hay movimientos tipo migración de corta distancia de cierta regularidad. La trashumancia,
monte-valle, de comarcas norteñas a sureñas no demasiado alejadas, o de la costa al interior
y al revés. El nomadismo de reposo (en España = nomadismo invernal) sucede en granívoras
relativamente sedentarias (jilgueros, verdecillos, trigueros, pinzones, verderones, etc.) que
tras un nomadismo de agrupamiento familiar postnupcial limitada llegan a formar un
agrupamiento general, grandes grupos o bandos mayores, con amplio nomadismo invernal,
estos bandos (a veces pluriespecíficos) realizan grandes desplazamientos cuando el tiempo
arrecia; también se observa en aves solitarias de montaña (treparriscos, pechiazul). El
verdadero nomadismo de reposo implica un cierto ritmo periódico y el regreso, cuando el
tiempo vuelve a ser favorable, a la misma localidad, o casi; es movimiento errático. Las aves
migradoras en sus cuarteles de invierno pueden tener régimen más o menos nomádico.
Hay movimientos no periódicos, esporádicos, imprevisibles, independientes del ciclo
biológico anual: las fugas y las irrupciones.

La dispersión postgenerativa puede ser periódica y encaja en el ciclo biológico anual aunque
se trata de un episodio breve que coexiste o no con la verdadera migración, pero difiere de
ésta en que es irregular y generalmente irradiante. Es muy típica de aves rapaces y de aves
coloniales (garzas, garcetas, martinete, gaviotas, petreles, cormoranes…), sobre todo jóvenes
(dispersión juvenil), pero también participan adultos “solteros” y más tarde, adultos que han
acabado la crianza. La “dispersión-migración” de muda se da en los ánades y ánsares y se
combina o no con la migración verdadera; se congregan en determinadas localidades a gran
distancia donde mudan la pluma.
La fuga de tempero es un desplazamiento para evitar un determinado tempero, una
situación atmosférica adversa. Puede ser fuga invernal por frío riguroso o fuga por fuerte
sequía; para escapar del hielo en aguas o suelos, la falta de alimento o la falta de agua. Las
fugas de tempero en plena época de reproducción son raras, incluso entre aves jóvenes e
inmaturas. A veces hay ausencias de varios días por fuga respecto a una fuerte tormenta o
a un paso de frente ciclónico (en los vencejos) son las fugas tormentosas o ciclonales por
las que se evitan lluvias y vendavales. Son adaptaciones a empeoramientos bruscos y
fugaces de las condiciones.

La irrupción es una llegada irregular debida a un éxodo que origina en una comarca la
aparición de aves de una especie no común en la zona o bien el aumento demográfico más
o menos repentino de una especie común. El éxodo irruptor es persistente y puede durar
meses, a diferencia de las fugas que se revierten prontamente. Muchas aves irruptoras son
divagantes y no suelen tener época típica de reproducción; crían allí donde encuentran
condiciones propicias, sea dónde y/o cuando sea.
A veces, la irrupción, se relaciona con dietas muy especializadas y falta de alimento quizás
por vecería de una cosecha de frutos. Son especies típicas irruptoras, en general aves
forestales: piquituerto, camachuelo, picogordo, pico picapinos, carbonero garrapinos,
ampelis, cascanueces, zorzal real, pinzón real, carbonero común, herrerillo común, herrerillo
capuchino. También (pero no necesariamente forestales y en relación a plagas y otros
movimientos de insectos o de micromamíferos) estorninos, lechuza campestre, alcaudón
real.
Entre la irrupción y el nomadismo se suelen encontrar comportamientos de: arrendajo,
trepador azul, mito, camachuelo, verderón, escribano cerillo, lúgano, pardillo, etc.

La migración intercalar parece un caso especial de dispersión postgenerativa; se da sólo en


ciertas poblaciones de ciertas especies. Los jóvenes del año, y a veces algunos adultos, no
hacen un solo viaje migratorio postnupcial más o menos continuo-ininterrumpido; sino una
fase preliminar muy precoz que les lleva a la primera residencia (cuartel intercalar) y una
segunda fase definitiva (cuartel de invierno). Ejemplos: estornino pinto, avefría, gaviota
reidora.
Al entrar en periodo migratorio las aves entran en un estado migratorio caracterizado
en parte por fenómenos fisiológicos y en parte psíquicos, en su estado maduro el ave
está predispuesta para migrar, y se dispara (en ese momento o algo antes) la presteza
migratoria; un conjunto de reacciones neuromusculares que determinan una serie de
movimientos intencionales y efectivos relacionados con el viaje. Como fenómeno
nervioso la migración es ante todo una conducta instintiva, etológico-
neurofisiológica.

Tanto en aves migratorias como sedentarias hay cambios fisiológicos a lo largo del
ciclo biológico anual en relación con el fotoperiodo; los principales cambios
estacionales son la reproducción y la muda. La reproducción implica el desarrollo de
las gónadas (y otras glándulas endocrinas) y alterna (también de forma periódica) con
la época de reposo. La muda sucede tras la crianza. Entre los periodos estival de
crianza, muda y grupos postnupciales, e invernante, con bandadas postmigrantes y
sedentarias, suceden los periodos de migración otoñal y primaveral.
Fugas de Tempero.- Desplazamiento puntual de algunas especies debido al tiempo
meteorológico adverso. Se usa frecuentemente para movimientos de aves que escapan a
bajadas bruscas de temperaturas, vendavales, nevadas, heladas severas. Las bandadas o
individuos que se fugaron de una localidad-estación regresan a ella cuando las condiciones
vuelven a mejorar. Son movimientos masivos como respuesta a tiempo atmosférico
adverso.

Las fugas de tempero suelen ser más frecuentes entre diciembre y febrero, en invierno, por
los fríos anormalmente grandes en Centroeuropa; los países del sur del continente son
receptores de ejemplares, lo que se nota por:

- El número mayor de lo normal de invernantes.


- La aparición de aves no comunes, o raras, septentrionales que llegan solamente en casos
de fugas.
- La aceleración y concentración del paso migratorio en poco tiempo.
- La prolongación o acortamiento de la presencia en las zonas de campeo tradicionales.
Fugas de sequía.- se refieren normalmente a la marcha de fauna de humedales: charcas,
lagunas, ríos, por falta de agua asociada a sequías prolongadas. Afecta a flamencos,
anátidas invernantes, nutrias, etc.

Las fugas de sequía se suelen asociar a la falta de láminas de agua pero a veces hay grupos
o poblaciones que fugan por falta de alimento relacionado con sequía edáfica, por falta de
humedad del suelo. Así pueden irse, por ejemplo golondrinas o avión común, de las
llanuras de la meseta a las montañas periféricas a finales de verano; pero previo a la
migración hacia el sur. Antes de la partida migratoria las aves deben engordar y si los
campos no están en condiciones de facilitar alimento y aún no están en condiciones de
migrar, van a otros lugares mejores antes de realizar la partida migratoria definitiva.

Los mamíferos también pueden realizar movimientos de fuga de situaciones de sequía


marchado a biotopos o pagos más favorables; al igual que pueden hacerlo aves sedentarias
que encuentran un campo seco.
En el caso de las aves migratorias hay dos cambios estacionales propios:
- El Zugunruhe es un estado especial de inquietud, monótono y pertinaz, que coincide con
la época de migración.
La acumulación adiposa (sucede en menor medida en aves sedentarias) antes de, y
durante, cada periodo migratorio. La acumulación es subcutánea y peritoneal.
Todos estos fenómenos periódicos, orgánicos y psíquicos, pueden explicarse por una
combinación o acción mixta de: a) un ritmo intrínseco independiente del medio externo, b)
la acción estimular directa a cambios periódicos paralelos que ocurren en el medio externo.
Parece que el ritmo interno es algo lábil y necesita de la acción estimulante extrínseca clara.
El único factor externo de efecto sincronizador es la variación del fotoperiodo natural, es
decir, los cambios graduales que sufren la duración del día luz y la duración de la noche por
razones cósmicas. Los aumentos o descensos térmicos actúan como disparadores, tienen un
efecto modulador.

En los movimientos migratorios el tiempo es muy importante; lo mejor es viento de cola y


días despejados. Como en el mar no hay térmicas, las aves esperan a cruzar el mar (por
ejemplo el Estrecho de Gibraltar) a tener vientos favorables evitando así un gran gasto de
energía.
Llegadas primaverales, Oscar Gordo & Juan José Sanz 2007
OBSERVACIÓN FENOLÓGICA DE AVES
Para la observación de las aves se realizarán itinerarios con paradas en lugares concretos. Los
recorridos deberán realizarse por los hábitats característicos de las especies a observar en
la estación fenológica. En las aves migratorias se distinguen los periodos de: reproducción
(aves estivales), invernada (aves invernantes) y paso migratorio (prenupcial o primaveral y
postnupcial u otoñal).

En AEMET se consideran sólo los periodos de reproducción y de invernada. En ambos casos se


anotan las primeras observaciones, la llegada, la partida y la última observación; en algunas
estaciones fenológicas de la red se anotan también los pasos, prenupcial y postnupcial, en
ambos casos el día de la primera observación de ave o aves en paso y el día de máxima
intensidad de paso.

La llegada implica asentamiento en la estación y la partida se produce cuando se dejan de ver


los ejemplares que pasaron en la estación el periodo de reproducción o el de invernada. No
obstante se pueden observar en el lugar posteriormente a las partidas algunos ejemplares de
paso provenientes de otros lugares, al igual que las primeras observaciones serán de
ejemplares de paso que no se consideran llegada.
Las observaciones de golondrina común, avión común y vencejo común, son muy interesantes.

Hay que distinguir las primeras observaciones de la llegada a la localidad


con asentamiento. Ello suele ser bastante difícil de distinguir.
Las primeras observaciones se refieren a la fecha en la que se detecta por primera vez la especie en
la localidad (ya sea uno o varios individuos).

Las llegadas se refieren al asentamiento de individuos (reproductores-estivales o invernantes) en la


localidad. Hay que tener cuidado de no confundir estos individuos con otros de la misma especie que
puedan estar de paso en la zona. Para ello habrá que observar su comportamiento y la fijación a sus
lugares habituales, etc.

En algunas especies reproductoras el canto es el indicador de su llegada (cuco y ruiseñor); aunque


no necesariamente coincide con las fechas de llegada, a efectos de estudios de fenología se asocia
en las especies de difícil observación visual y fácil detección por escucha.

La partida se refiere a la fecha en la que se dejan de observar los individuos ubicados en la zona
(reproductores o invernantes), es decir el final de su estancia o presencia.

Las últimas observaciones son datos posteriores a las partidas, es decir datos tardíos con
respecto a ellas. En este caso se trata de individuos de paso que no permanecieron en la
localidad.

En algunas especies hay que tener cuidado de no cifrar movimientos que no representen
verdaderas migraciones (trashumancia, fugas de tempero y de sequía, etc.)
Algunas aves invernantes Algunas aves estivales
de interés en fenología de interés en fenología
Anser anser Ciconia ciconia Otus scops
Anas penelope Ciconia nigra Apus apus
Anas acuta Milvus migrans Merop apiaster
Anas crecca Neophron pernopterus Upupa epops
Falco columbarius Circus pygargus Hirundo rustica
Grus grus Circaetus gallicus Delichon urbicum
Vanellus vanellus Pernis apivorus Luscinia megarthynchos
Turdus illiacus Hieraaetus pennatus Oenathe oenanthe
Phylloscopus Falco naumanni Oenanthe hispanica
collibita Falco subbuteo Muscicapa striata
Sturnus vulgaris Coturnix coturnix Lanius senator
Fringilla Streptopelia turtur Oriolus oriolus
montifringilla Clamator glandarius C
Cuculus canorus
“La biometeorología animal estudia la influencia del tiempo atmosférico sobre
la fisiología animal”.
Especialmente se ocupa de las spp. de interés zootécnico.

Genética Ambiente

Respuesta biológica

Genética  Selección Natural/Artificial  Razas.


Ambiente  Nutrición, ejercicio, higiene-estado sanitario, ambiente físico.
Animales libres  ambiente físico = condiciones meteorológicas, agua, pastos, topografía.

Ecological site of livestock = estación ganadera = clima, suelo, topografía, pasto, arbolado,
fauna.
IDEAS BÁSICAS de biometeorología ganadera
• El momento más delicado en cuanto al ambiente es el de los partos y
la lactancia.
• Otro momento delicado es el de las cubriciones.
No se cubren las vacas en veranos calurosos y secos (ej.
charolés/retinto en Andalucía  soltarlo por la noche).
• Ganado libre en dehesas  fuerte calor  resguardado amontonado
en una sombra o sube a los “altos” (más venteados).
• Establos  fuerte dependencia entorno inmediato y respuestas muy
rápidas. H.R. Temp. y aireación. El ambiente interno depende del
ambiente atmosférico externo inmediato.
• Temperatura elevadas (+ H.R.)  Mamitis. (Ventilación).
• Ventilación   Irritación de mucosas y aparato respiratorio.
Equilibrio térmico
• Metabolismo = anabolismo + catabolismo.
• Catabolismo  Energía ( 25% almacenable ATP, ADP y 75% calor).
• Animales homeotermos  temp. corporal cte.  acomodándose al ambiente 
hipotálamo-adenohipófisis.
• Termogénesis = producción de calor.
• Cesión de calor: irradiación del cuerpo, conducción contacto con el suelo, convección
al mover la fina capa de aire en contacto con la piel, evaporación de agua (sudoración,
respiración pulmonar, jadeo).
• Vasodilatación/vasoconstrición periférica: favorece la pérdida/conservación de calor
corporal.
Evaporación de agua

• Pérdida de agua = pérdida de calor, (cambio de estado).


• Humanos glándulas sudoríparas o ecrinas.
Caballos, Vacas, Cerdos o Conejos glándulas apocrinas.
• Aire espirado lleva v.d.a.
• Jadeo:  frecuencia respiratoria, sin cambio en la ventilación alveolar (ritmo cardiaco 
cte.). Respiración superficial, espacios muertos ventilados de las vías (por ej. los perros
jadean).
• En una zona termoneutra, la pérdida de calor sucede sobre todo por irradiación y
conducción.
• A altas temps. es sobre todo por evaporación, (más efectiva).
Temperatura

• exposición a altas temperaturas.   el apetito. Sobre todo  ingesta de forrajes en


los rumiantes, por producir mucho calor su digestión.
• El frío  alimentación. Pero un estrés fuerte por frío, puede  la ingesta.
• En rumiantes se ha observado que con estrés por calor   crecimiento  
digestibilidad  vasodilatación .
• “Para un mejor rendimiento productivo de la nutrición lo mejor son las temperaturas
moderadamente frescas”.
• En la estación calurosa en general, se produce una  de los parámetros reproductivos,
relacionada con una  de la ingesta.  menos puesta, huevos más pequeños, abortos,
nacidos más pequeños por retraso en crecimiento fetal (sin variar la duración de
gestación),  libido y fertilidad.
Temperatura
• Tras el nacimiento o la eclosión de los huevos el animal joven estará expuesto a un
ambiente térmico fluctuante (tras un periodo de tiempo en el que la madre les
proporcionaba una temp.  y cte.).
• Los recién nacidos tienen mayor estrés por frío, agravado por tener menos pelaje o
plumaje y grasa.  nidales o focos de calor. El frío es responsable de muchas bajas en la
época perinatal.
• Los terneros aguantan mejor el frío que los corderos (por poseer la “grasa marrón”). Es
mayor el riesgo de infecciones que de estrés por frío. En corderos y terneros es menor el
estrés por calor que en adultos.
• Con estrés por calor: menor ganancia diaria de peso, menor índice de conversión,
canales más ligeras con menos grasa y más del tipo saturadas,  producción de leche, 
grasa en leche.
Humedad Relativa

• En ambientes cálidos la H.R.   evaporación.


Se agraban los problemas de pérdida de ingestión.
• en frío, la  H.R.   sensación de frío.

Viento

• El viento favorece la pérdida de calor por covección y


evaporación. Equivale a una disminución de la temp. Efectiva
(excepto si el aire tiene una temp.  a la del animal, caso en el
que sucederá lo contrario).
Radiación Solar Inclemencias meteorológicas
•  rad.   ganancia de calor corporal.
• Influye de forma importante el tipo de pelaje.
• Pérdida de ingestión de alimentos. Dificultad del pastoreo.
• Lluvia y nieve afectan al aislamiento de los animales por la piel y el pelo. el
aislamiento y  la pérdida de calor.
• Con tiempo frío y húmedo:
• Vacas prefieren no salir de sus cobijos, y comen menos.
• Ovejas recién esquiladas  mortalidad.
• Las grandes nevadas dejan aislados a los animales que viven libres en las montañas.
Además, tanto a los herbívoros cinegéticos como a los domésticos les deja en
desventaja ante el lobo cuya morfología y estructura de las patas es mejor adaptada
paa caminar o correr por la nieve y el hielo.
Fotoperiodo

• La luz inhibe la producción de melatonina en la glándula pineal, cuya secreción y nivel es


un indicador de la duración del día.
• Con la domesticación se ha conseguido aumentar el periodo de cubrición o monta, con lo
que los nacimientos pueden ser en una época no muy favorable (no en el centro de la
primavera).
• En ovino y caprino la estación de cubrición es el otoño, siendo en el resto del año la
fertilidad muy baja. Si la T es , la época de reproducción se adelanta.
• En yeguas la época óptima es el verano.
• Vacas y cerdas son fértiles a lo largo de todo el año.
•  fotoperiodo   de la producción de huevos de gallina. En granjas avícolas se maneja la
luz-oscuridad.
Consecuencias prácticas

Diseño adecuado de los alojamientos ganaderos. Teniendo en


cuenta la biometeorología animal y la construcción bioclimática.

Optimización de la producción y los costos.


Ambiente controlado por manipulación técnica.
En establos en parte abiertos; conocer el ambiente exterior.
En recitos totalmente cerrados el consumo de energía dependerá
del ambiente exterior.
La ganadería libre depende de pastos y arroyos. Además hay
pérdidas por caídas, extravíos, rayos, etc.
Régimen de pastoreo
• Aprovechando los pastos naturales
• Puede haber Trashumancia
• - Entre regiones
• - Monte-valle
• Razas adaptadas, autóctonas
•  producción,  cuidados,  calidad
• Pastoreo sin sobrecarga ganadera  beneficios ecológicos
Régimen de estabulación
• Sistema bioindustrial totalmente controlado. Energéticamente muy
productivo
• Razas altamente especializadas, productivas y delicadas
• Problemas de enfermedades y contagios masivos
Constitución
“Es la complexión general del animal, o cualidades anatómico-fisiológicas que
influyen en su relación con el medio ambiente”.
• Tipo basto.- Ganado de labor.
• Tipo delicado.- Vacas de leche, ovejas de lana fina, caballos de silla.
• Tipo compacto.- Vacuno de carne/leche, ovino de carne/lana, caballos de tiro.
• Tipo linfático.- Vacas y cerdos para carne, caballos de paso y percherones.

Condición
“ De un individuo en un momento”, puede ser de: reproducción, exposición, labor,
ceba, agotamiento.
Los ganados lecheros son más delicados
que los de producción cárnica.
Razas de vacuno autóctono

Rubia Gallega, Casina, Carreña, Tudanca, Pasiega, Betizu, Mantequera


Leonesa, Pirenaica, Monchina, Avileña-Negra Ibérica, Morucha, Brava o de
Lidia, Retinta, Blanca Cacereña, Berrendas y Negra Andaluza.

Razas de vacuno introducido

Frisona (Holstein-Frisian), Suiza o Parda Alpina, Limousine, Charolais.


Jersey, Hereford, Simmenthal, Aberdeen-Angus, South Devon, Fleckviech,
Ayshire, Guernsey, Roja Danesa.
Otras razas autóctonas de otras spp.
Cerdos Ibérico y Céltico; caballos: Andaluz, de Losa, Mayorquín, Potokas,
Asturcones y Garranos; ovejas: Latxa, Manchega, Castellana, Aragonesa,
Merina, Churra etc. cabras: Granadina, Murciana, Malagueña, del
Guadarrama etc.
• Ejemplo de variedades o líneas de cría. CASTAS DE LIDIA.
• Navarra (Tudela).
• Cabrereña (S. de Badajoz, Pto. de Sta. María, Arcos de la Frontera, por ej. Los
“Miuras”).
• De Gallardo (Puerto de Santa María).
• Vazqueña (Utrera).
• Jijona o Jijón (Villarubia de los Ojos del Guadiana. Ej. Los “Aleas de Colmenar
Viejo”).
• Vistahermosa (Sierra Morena).
• “De la Tierra” (Guadarrama, Soto del Real, Chapinería, Colmenar Viejo).
•“ Castilla la Vieja y Moruchas” (Olmedo, Salamanca, Caparroso).
• Cariquiri (Sur de Álava).
La España verde de Font se corresponde con las regiones bovinas de costa cantábrica y montaña norte, la región de la Rubia
Gallega, Asturiana de los Valles (Carreña), Asturiana de la Montaña (Casina), Tudanca, Pirenaica, “Pardas” , Monchina (las
casi desaparecidas Mantequera Leonesa y Pasiega). La montaña central es la tierra de la Avileñas, Negra Serrana Soriana (y
la de Teruel), las ganaderías bravas para lidia y festejos taurinos, y los bien adaptados ganados Limousin y Charolais. La
dehesa en es país de la Avileña, Morucha, Negra Andaluza, el ganado de Retinta y el de Berrenda Colorada y Negra
Andaluza, la Blanca Cacereña y el ganado bravo para la lidia. En la zona mediterránea hay otras razas adaptadas como la
Murciana o la Mallorquina; en el Pirineo catalán en los montes Alberes, se encuentra la raza Albera, muy montaraz y
semibrava, en ambiente de zona de montaña muy mediterránea donde es muy importante para cuidar del monte.

1984
La avileña-negra ibérica es una raza conformada por un conjunto de castas antiguas (avileña, guadarmeña,
bejarana, piedrahitense, guadarmeña, barqueña: las serranas de cada lugar de las montañas castellanas) es muy
fuerte y se suele cruzar con ganado limosino o charolés combinando adaptación y selección. Emparentadas y del
mismo tronco original son las serranas negras de Soria y de Teruel. Suelen trabajarse en extensivo, a veces en
semiestabulado y en ocasiones haciendo trashumancia o trastermitancia. Aprovecha en invierno los pastos de
las dehesas, a veces suplementados cuando hay nieve y los de la montaña, los lastonares y cervunales, o si
permanece en verano en zonas bajas es con supelementación. De ella se obtiene la “ternera de Ávila” y gran
parte de la “del Guadarrama = avileña, limosina, charolesa). L
El ganado pardo alpino o suizo es de montaña, de carne y rústico. De él derivan
actualmente el pardo aragonés, el pardo catalán (“bruna dels Pirineus”) y el pardo
leonés; ganados que en parte o gran parte llevan genética también de la autóctona raza
pirenaica. Alguna D.O. de calidad es la Ternera de Broto, Valles del Esla, etc. Estos
ganados pasan en los puertos verdes el verano y están estabuladas o semiestabuladas
aprovechando los prados de los valles en invierno.
Ganado de la raza Rubia Gallega normalmente
trabajada en régimen semi-extensivo: establo,
prado, monte. Abundante en las campiñas
litorales e interiores y en menor medida presente
en la montaña gallega. D.O “Ternera gallega”.
El ganado frisón es muy abundante en la campiña gallega y cantábrica en régimen
estabulado intensivo altamente mecanizado o en régimen semiestabulado aprovechando
los prados de diente del campo. El frisón es delicado por haber sido muy seleccionado, muy
productivo y en gran medida la causa de la casi desaparición de las razas autóctonas
norteñas como la Pasiega o la Mantequera Leonesa. La cantidad y la calidad de la leche está
muy afectada por el ambiente físico del entorno.
Razas Tudanca y Casina (Asturiana
de la Montaña) en los altos del
bosque de Saja (Cabuérniga).
Ganado semiextensivo
normalmente que sube a los
puertos cuando desaparece la
nieve. Muchas razas norteñas
eran de doble o triple uso (carne,
leche, trabajo) pero con la llegada
de las frisonas se reconvirtieron
por selección a uso exclusivo o
casi exclusivo de carne. as
El ganado charolés y limusino (limousin) se adaptaron perfectamente en España para
carne. Muy especialmente en la sierra de Guadarrama donde aportan a la denominación
“Ternera de Guadarrama”. Muchas veces se cruzan con las serranas del terreno (Avileña
Negra-Ibérica). Es un ganado muy fuerte, resistente, productivo y de calidad que vive bien
en el monte.
Artículo recomendado publicado en el Calendario Meteorológico de Aemet de 2012

https://repositorio.aemet.es/bitstream/20.500.11765/2457/1/ganaderiaexten_cal2012.pdf
Raza Alentejana
En general las razas de vacuno lechero son delicadas (ej. Simmental-Fleckvieh, Normanda,
Holstein-Frisona, etc.) y las de carne son rústicas (Alistano Sanabresa, Avileña, Morucha,
Tudanca, Highlander, Casina, etc.) son más fuertes y más montesas que “caseras”.
Clima y Sistema Pastoral
El clima es el factor fundamental que
incide sobre el ganado en sistema
extensivo de forma directa (temperatura,
humedad relativa, radiación-insolación,
meteoros) o de forma indirecta al
determinar en gran medida la producción y
estado del pasto (debida a la
precipitación, temperatura, radiación-
insolación, viento) la disponibilidad de
puntos o cursos de agua, los suelos
embarrados o cubiertos de nieve o hielo,
etc. (Alfonso San Miguel Ayanz)

En la dehesa se dice que el arbolado “tiene tres ramas: la de bellota, la de ramón y la de sombra”, es decir
cumple tres funciones prácticas. El arbolado tiene efecto sombra y cubierta mediante la intercepción de
radiación y precipitación, escurrimiento de agua de precipitación, recogida de precipitación oculta por rocío o
niebla, evapotranspiración, cortavientos. En cuanto al suelo el arbolado supone un bombeo de nutrientes,
E
unos puntos de concentración del ganado con pérdida de pasto por pisoteo y aumento de nitrificación, una
zona de acumulación de hojarasca con disminución de pasto verde, competencia de las raíces del arbolado con
el pastizal.
En una instalación ganadera hay un microclima favorable a los animales
respecto al exterior con inclemencias. Este ambiente se puede y debe controlar,
pero la presencia de muchos animales juntos durante mucho tiempo trae otros
problemas relacionados con la posible transmisión de enfermedades; en este
sentido es fundamental la limpieza y la ventilación de las naves.

Hay que considerar el régimen térmico y pluviométrico de la estación de la


localidad, los vientos dominantes, el relieve inmediato, para diseñar la
orientación de la nave y la disposición de ventanas y chimeneas.

Por supuesto hay que considerar la especie que se alojará y el motivo de su cría:
cebadero de engorde, producción de leche de vaca, de huevos de carne de
pollo, des descansadero-encierro de ganado semiestabulado, etc.

De todo ello se ocupa la ingeniería del diseño de instalaciones ganaderas pero


necesita del apoyo de veterinarios y agrometeorólogos.

Se busca la producción, la sanidad y el confort - bienestar animal.


Es importante evaluar la sensación térmica.
Necesidades básicas del animal Emplazamiento de las Explotaciones
En general las orientaciones más térmicas son
las sur o suroeste. Hay que considerar las brisas.
En general se recomienda un eje longitudinal
este-oeste ya que favorece un calentamiento
natural y un gradiente térmico N-S. Si el
problema es el calor de verano, la mejor
orientación es la nordeste-sudoeste que reduce
la incidencia solar veraniega. Hay que considerar
la frecuencia y dirección de los vientos
racheados y fuertes. s vientos
LaL zona gris es una zona de “depresión” y “sobra de viento” en la que no debe ponerse
otra nave debido a la falta de ventilación. Debe ponerse a partir de la línea de puntos
rojos donde vuelve a haber ventilación adecuada. La sombra se relaciona con el
alcance de la turbulencia. A barlovent la presión es alta y a sotavento baja.

La zona de sotavento es la de turbulencia aproximadamente x 5 veces la altura de la


nave si la cubierta es a dos aguas o x 7-10 la altura si la cubierta es casi plana.
Se pueden montar en las naves
ventiladores y poner refrigeración
evaporativa.
Ventilación dependerá de la densidad y volumen del aire estático y de la ocupación por
ganado.

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