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MAURICE BLANCHOT EL ESPACIO LITERARIO EDITORA NACIONAL, MADRID la escritura en Rilke, Katka, Holderlin.. nos stds al acecho de luna exigencia impersonal que tiene en la obra el exponente ‘oscuro de wna claridad sin precedentes: es el paso de lo que Niewsche Iam negacian afimmativa. Como la eirada tigica de Orfeo sobre Euridice, siempre sustmida a su poder, que ha de- Ado, no obstante, la huella sobre el amul del cieio dela lira que Scompana su canto, Exc es el interminable combate (agon) que atraviesa nuestra biblioteca como réplica del superviviente ala barbarie del siglo. Sus armas: una constelacion sit nombre, ‘Anna Poca, ‘Barcelona, diciembre de 1991. 6 Parece que supiésemos algo acerca del ante cuando sentimos lo que significa la palabra soledad. Se abuso mucha de esp bra Y, sin embargo, 2que significa “estar sola” ;Cusindo se “esti 010? Esta pregunta no debe orientamos solo hacia opiniones patéucas. La soledad a alvel del mundo es una henida sobre la Que no discuientos aqui “Tampoco nos referimos 4 la soledad del anita, soledad que segia Se dice necesitaria para ejecer su ante. Cuando Rilke e= Ene a la condess de Solms-Laubach (el 3'de agosto de 1907) “Salvo dos coras intertupciones, lace semanas que no promi: cio na sola palabra; afin mi soledad se cierra y estoy en el teabajo como el carozo en el rato Ia soledad de'la que habla ‘no es esencialmente soledad es recogimiento 1A SOLEDAD DEA OBA 1a soledad de Ia obra Ia obra de arte, a obra lteraia— nos descubre una soledad mis esencial. Excluye el aislamiento com pliciente del individualismo ¢ ignora Ia busqueda de la diferen- a; el hecho de sostener una felaciéa vil en una tarea que barca y domiina la entensién del dia, no dsipa cst soledad. El {que escribe a obra es apart, el que la escrbio es despedido, ‘Quien es despedido, ademas, no lo sabe. Esa ignorancia lo pre Serva, lo distie, autonzindolo a pesseverar Hl esenilor nunca sabe sila obra ext heca, Recomienza © destruye en un Ha 10 ue terminé en otc. Valery, al celebraren la obra exe privlegio de lo infinio, slo ve su aspecto mis fae: que la obra sea inh fa quiere decir (para él) que el asta, ineapag de ponerte fin, 5 capaa, sin embargo, de hacer de ella el lugir certado de un ‘abajo sin fin, que al no conclu, desartola el dominio det espi- tity, expresa ‘ese dominio, y lo expresa desazollandolo bajo Forina de poder En un momento dado, ls eireunstancias, <5 decir, la historia, bayo In spariencia del editor, fas exigencias Financieras y las tareas sociales, imponen ese fia que falts, y el arista, uberado por un desenlae Forde, contin to incon- ‘liso en ots pate, En esta perspectiva, el infaito de ia obra no es sino el iafinito del esp, EI esprity quiere realzarse en una sola obra en garde hacerlo en clini de las obese y el iovimien dea hnstona. Pero de ningin modo Valery fue un heroe. Mablo de todo, escrbio soine todo" as el togo dspeto al mindo To Aistajo del rigor del todo dnico de lob, del que e habia Sejado aparar amablement. 1 etesera se disimuaba deris de Ja diversdad de os pensamientos, de los temse Sin embargo Ia obra —la obra de ace, bea Mears 90 €3 ni acaba inconclus: es Lo Unico que dice es eno que. ¥ ada is. Fue de eno es nada. Quien quiere nacede expre- Sr algo iis, no epcvensa. nada) encvenra que no express nada. Quien vive dependiendo de la ob porgue la eserbe © Porque la le, penencee la Soledad de 1 Que sol express Palabra se palabra que el lengua protege dsimulindol, 0 2 que nace aparece desaparecendo en el aco slencono de ba, TH Soledad de la obra tiene como encuadre esa ausencia de exigencia que munca permite Ismatia ni acsbads mi inconcha stan intl como indemosble, no se veda, la verdad puede sprchendera, a Fata puede luminal, pero cea enstenca 0 ke Concieme, esa evidencia no la hace ar segura nt rea, m0 ‘ricive manifesta. Ta obra es solar, y esto no significa que pemanezca incor _manicable, que le fate lector Pero el que i lee paripa de ext Mimic’ dela soledad de lob, a como ulen fa csc penenece al sesgo de es soledad Loan, et BRO Si se quiere considerar mis seriamente a qué invten tales afr. maciones, tl vez haya que buscar dénde se orginan. El escitor scribe un lbso, pero et libro todavia no es la obra la obra solo ‘es obra cuando, gracias 2 ell, la palabra ser se pronuncia en la Miolencia de un comienzo que le es propio; acontecimieno que {se realiza cuando la obra ef [a intimidad de alguien que la es: tribe y alguien que Ia lee. Enionces podemos preguntarsos: i Ja soledacl es el riesgo del eserior, no expresara que éste sti ‘Yueko, orientado hacia la violencia abierta de la obra, de la que s6lo adviere ef sustiut, Ia aproximacién, Ia lusién bajo la ora del ibee? El escuior pentenece a la obra, pero a él solo le penenece un libro, un mudo moniéa de palabras estédlles, lo ‘nds insgniicante el mundo. El esenitor que siente ese vacio ree que Is obra solo esti inconclusa, y cree que un poco ms de trabajay la suerte de momentos favorable le pesmtiin, él solo, terminarla, Por lo tanto, se entrega al trabaj, Pera Io que uiere termina solo, sigue siendo interminable y lo asocia 2 un ttabsjo ison. Al final, lz obra lo ignora y vuelve a cemrse sobre su ausencia en la afirmacion impersonal, anénima, de que fs, yada mis. Esto se truce senalando que el aris, que S6io' termina su obra en el momento de mori, nuncs Mega a ‘conacera, Observacion que al ver haya que invert, porate, 2 fesertor no esa muerto desde ef momento en que it obri feuste, como a veces se lo hace presenur la impeesion de una fnaccidn"extranar™ “Nou ELEGERE” 1a misma situacién puede descrbisse as: el escitor nunca lee ‘su obaa. Para é es Io tleible, es un secreto frente al que no pet -manece, Un secreto, porque esti sepirado de ella, Sin embargo, fest imposbilidad de leer no es un movimiento puamente new. tivo, sino mis bien Ia Unica aproximacion real que el autor puede tener con lo que llamamos obra. Alli donde: todavia no hay mis que un libro, el exabrupto Noll me lagere hace surgi ya el horizonte de otto poder. Experienca fugitva, aunque dnc fata, No es la fueraa de una prohibicion; es, mediante e juego y el sentido de las palabras, la fimnacion insistent, ruda e incisiva fe que eso que esti alli ~en ls presencia global de un texto " Bnchotudies dweuroment pars deeb “condi del sto ee, cc ae, ti es pe ae [Relient ontere oto mac Roger Lipo espa oe STE Gi eae vot Cr eae cen 21 que es es eng torino eh undo Lge ae Di 5e puede al incnor tomo slenacon no se movin no 96 deals 0 SRO ote ohete un fenooene "aealane™ Se rans Caer st ‘Stinger dope lmiaese hufctc, poe nes sacra fa qu sd {Sm ean von a fo bene nh read de obra aed dl taba » efinitivo— se niega; sin embargo, es el vacio rudo y punzante ‘del rechazo; 6 bie, excluye con la autoridad de la indiferencia ‘Quien, habiéndolo ‘eserio, aun quiere recuperilo como nuevo ‘mediante la lectura. La imposibiidad de leer es el descubri ‘miento de que ahora, en ef espacio abiero por la ereacion, J ‘no hay sitio para la creacion, y que el escator ao ene otra po sibildad que la de escribir siempre esa obra. Quien haya escrito la obra no puede vivir, permanecer cerca de ella, Esa es a dec. son que 10 despide, que lo apart, que hace de él el sobrevi- iente, el inactivo, el desocupad, el itene de quien no depende clare El excritor no puede permanecer cerca de la obra; slo puede eseribina, y cuando est eserta, solo puede distingir un acceso ten el exibrupto Nol! me legere que lo ales, que lo aparia 0 que To obliga a regresar 2 ese “espacio” donde habia enteado pars transformarse en el sentido de lo que debia escnbir. De modo ‘que ahiont vuelve a encontrarse como al comienzo de au trea, Feencuentra la vecindad, Is inlimidad errante del afuers donde fo pudo sasalase Est prueba al vez nos oriente hacia lo que buscamas. La soledad del escrtor —esa condicin que es au rlesgo— proven dia entonces de lo que en la obea percenece 4 lo que siempre ‘esti antes que la obra. Por e, la obra se relia, es [a firme el ‘omienzo, pero él mismo pertenece a un tiempo donde eeina la indecision del recomienzo, 1a obsesién que fo liga a un tema privilegiado, que lo obliga a volver a decir lo que ya dijo —a ‘veces con ls potencia de un talento enriquecida, pero otras con Ja proliidad de una repeticin extordinariamente empobrece dofa, cada vez con menos fueraa, cada vez con mis monoto hia, llusta esta aparente necesidad de volver al mismo punt, de pasar por los mismos caminos, de perseverar recomentande lo que para él no comeenza nunca, de pertenecer a a somiora de los scontecimientos y no a su realidad, «la imagen y no al ob- jeto, @ lo que hace’ que las palabras mismas pwedan transfor. marie en imagenes, apariencits, y po en signos, valores, poder de verdad, LA PRESSION PERSECLTORIA Un hombre tiene un lipiz y quiere deaelo, pero, sin embargo, su mano’ no lo dep: al contrat, lejos de abrise, se cera La ‘ott mano intervene con mis éxito, pero entonces vemos que la mano que podsiamos llamar enferma esbora un lento movt- Imiento € intents alcanzar el objeto que se ale. Lo extra es la Jentitud de ese movimiento. La nano se migewe en vn tiempo ‘poco humano, un tempo que no es el de a accion posible ni el Se la esperanza, sino mes bien la sombra de tiempo ells musa, Sombra de una mano que se desliza realmente hacia un objets ‘onverido en su sombra, En cleros momentos, esa mano siemte tuna gran necesidad de agarar, debe tomar el lapi, lo necesita, ccs una orden, una exigencia imperiosa Este fendmeno es cana: ‘ido con el sombre de prension persecutoria™ El escntor parece duno de su pluma, puede resultar capa de ‘un gran domunio sobre las palabras, sobre lo que desea haceres fexpresir. Pero ese dominio s6lo logra poneslo, mantenerlo en Contacto con la pasWwidad basica, donde la palabia, al no ser as ‘gue sv apariencia y [a sombea de una palabra, no puede ser ni Sominada ni aprehendids, sigue siendo lo inasble, lo indes- Prendible, el momento indeciso de la fascnacion, 'E dominio del escrtor no rence en la mano que escribe esa sino "enferma” que nunca dep el lapiz, que no puede dejo, porque Io que tiene, en realidad, no To ene, lo que pertenece 5a Sombra y ella mista es uns Sombra. El dominio siempre es ela otra mano, de la que no eseribe, capa2 de intervenir en ‘momento necesirio, de tomar el Lipiz y de apurasl. El dominio ‘onsite, enfonces, en el poder de dejar de esebi, de intereum pir lo que se escrbe. enlregando sus devechos y su decision al Debemos seguir preguntando, Hemos dicho que el esctitor pertenece s ln obm peto lo que le pertenece, lo que termina € foo, es solamente in bro. “Solo” dene por respuesta Ia reste: dn del "solamente". El escritor nunca est frente a obra, yall ‘donde hay obra, no lo sabe 0, mas precisamente, su miss ign: ‘ancia es ignorada, solo esti dada en la imposibilidad de leer, fmbigua experiencia que lo entrega al trabajo. El escrilor se entrega al rabajo. Por que no def de escribit? Jor que, si como Rimbaud, ompe con la obra, esa ruptura nos parece una imposibildad misterosa?;Sslo desea una labor per fect, y st no deja de trabajar, 28 solo porque It perfeocén nunca es bastante perfec? Anchiso escrbe pensando en una ‘ba? Se preocupa por ella como por lo que pondria fin 2 su tacea, ‘como por el objetivo que merece tanlos esfuerzos? De ringia modo, Y ls obra nunca es el objeuvo con vistas al cual se puede eseribic (con vistas al cual, a relacidn con lo que se es ride es relacion con el eercicio de un poder) (Que la ttea del escrito inalice con su vida es Jo que disimla que, por esta taea, su vida Se desliza en la desgraca de lo int Lo rerenaasapur, x0 wcesaNTE La soledad que aleanza al excrtor mediante la obra se revel fen que ahora eseibir es lo interminable, lo incesance. El esertor 4 no pertenece al dominio magiiral donde expresise significa expresir Ia exicilud y la ceteza de las costs y de los valoces segin el sentido de Sus limites. Lo que se escnbe entregs Quien debe esenbira una afirmacién sobre la que no tiene auto- Fdad, que es inconsistent, que no afima nada, que no és el repos, la dignidad el silencio, porque es lo que aun habla ‘cuando toda hi sido dicho, lo que no precede ala palabra, por {que mis bien le impide ser palabra que comienza, porque le feta el derecho ye poder de interumpitee. Escibir es romper 1 vinculo que une la palabea a mi mismo, romper la relacion ‘que me hace hablar hacia “u", porque me d ia palabra con el Sentido que est palabra recibe de tt porque te intexpreta; es la interpelacin que’ comienza en mi porque termina en G. Escibit, es romper ese vineulo. Ades, es setrar of lengusje del curso ‘del: mundo, despojaro de lo que hace de él un poder por el ual, si hablo, es ef mundo que se habla, es el dia que se ediea por el abajo, la accion y el tempo. Eserbir es To interminable, lo incesante. Se dice que el escitor renuncia a decir "Yor. Kafka sehala con sorpresa, con un placer teneantado, que se inici6 en la Iteracura crando pudo suse el SEI" al "Yo" Bs verdad, pero la transformacion es ewicho ms profunda, El escrito perenece a un lenguaje que nadie habla, Que no se dirige a nadie, que no tene centro, que no revela ‘hada. Puede creer que se ala ea este lengusje, pero lo que “airma esta completamente pavado des En la medida en que, ‘como escrito, hace justia 4 10 que s© escribe, ya no puede fexpresarse numa nu, ni tampoco recurira i, ni skquiera dar la Palabra a olra alli dande est, s6lo habla ef ser, ko que significa {Que la palabra ya no habla pero es, se consagea a lt prs pas dad del ser Si escrbit es enuegarse a lo interminable, el escrtor que acepta defender su esencia pierde el poder de deci "Yo". Picrde nonce el poder de hacer decir "Yo" a otros ditintos de él ‘Tampoco puede dar vida a personajes a los que su fuerza crea. dors garanizara la libertad. La idea de persona, ast como la forma tradicional de la novela, no €s sino uno de los compromi $08 por los que el esector —artastrado fuert de si por la iter turn en busca de su exerci intenta salvar sus relactones con el ‘mundo y con él mismo Esenbir es hacerse eco de lo que no puede dejar de hablae. ¥ Por eso, para converiame en eco, de alguna manera debo impo- Rerle silencio. A esa palabra incesante agrego la decision, Ia auioridad de mi propio silencio, Vuelvo sensible, por mi medi ‘én silencioss, 12 afrmacion ininerrumpia, el aurmullo igen” tesco sobre el cual, abviéndose, el lenguaje se hace imagem, se hhace imaginanio, profuncidad Kaban, indistins, plenitud que 8 vacio, Este silencio tiene su fuente en la desaparicion ala que esti invitido aquel que escribe. O bien, es el recurso de st dominio, ese derecho de intervenir que conserva la mano que ro escrbe, la parte de si mismo que siempre puede decir no ¥ ‘Que cuando es nevesario recurte a tempo y restaura el porvenit. QUE queremor desir cuando en una obra sdmiramos el tono, evando somos sensibles al tgno como a 10 mas auteauco que Uiene? No hablamos del estilo, del interés ya calidad del Ien- ‘Bun, sino precisamente ese silencio, esa fuerza vinl por la cual, {uien esenbe, al hberse prado de 3, al haber renunciado a 5, Tantene, sin embargo, en esa dessparicin, Ia autoridad de vn poder, Ia decision de callase, para que en ese silencio tome forma, coherency sentido lo que habla sin comienzo al fin El tono po es la'voz del escior sino la intimidad del silencio {ue impone a fa palabra, lo que hace que es silencio sea aun el iyo, Io que permanece dest mismo en is discrecion que 10 aparta, El tono hace a los grandes escores, pero quiza la obra 1D se preccupe por Io que los huce grandes. En Ia desaparicion 2 [a que esti invitde, “el gran escrito aun se retiene: lo que habla ya no es él mismo, pero tampoco es et puro dealizamienta de lt palabra de nadie, Del "Yo" desapare- ‘ido, conserva Ia afimmacion autoniada aunque silenciosa. Del tiempo acuvo, del instante, conserva el corte, la sapidez violent ‘Ai. se preserva en el interior de Is obm, est contenido alli donde no hay nada contenido, Peto por esto fa obra también ‘conserva un contenido, no es toda initio asi misma, El eserior llamado clisico ~al menos en Francia sacrifica la palabra gue le es propia para dar vor'a lo universal. La ealma de luna forms reglada, ia cereza de una palabra liberada del capri- cho, donde habla la generalcad impersonal, le asegura una rela tion con la verdad, Verdad que esti mas alls de la persona y fuera estar us allt del tentpo. Lx bterstura dene entonces [a Soledad iloriost de Ia rad, esa vida enrarecica en el seno del » todo que exigiria resolucién y valor si esa razin no fuese de hhecho el equilrio de una sociedad aistocatica ordenada, es decir, a sausfacciOn noble de una parte dela sociedad que con cenit el todo, aislindose y manteniéndose por encima de lo Que la hace vivir ‘1 escabir es descubsir lo interminable, el escritor que penewa fest regién no se adelania hacia lo universal. No va hacia un ‘mundo mis seguro, mas heamaso, mejor justficado, donde todo se ordenaria segin la claridad de un dat justo. No descubte el hermoso lenguaje que habla honorablemente para todos. Lo que fen el habla, es que de Una U otra manera ya fo.es €l mismo, Ya tno es nadic. EI EI” que se sustuye al "Yo", 6a es In soledad (ue alcanza al esetor por medio de Ia ob “El” no designa el desinterés objetivo, la Indiferencia creadora. EI" no glonlica la Conciencia en otto que no sea yo, vuelo de una vida humana {que en el espacio imaginarto de lt obra de arte conservaia libertad de decir "Yo". "EI" es yo mismo convesido en nadie, foto convemido en el oo, de manera que all! donde estoy no pueda dirgieme 2 ml, y que quien a mise dinja no diga "Yo", no Sea €l mismo. EL nucunso AL “Dranto" Tal vez sea sorprendente que a parti del momento en que la obra se conviewe en busqueda del ate, en ltecatura, el esritor Siente cada ve mas la necesidad de conservar una relacion con- igo. Siente una extrema repugnancia a desprenderse de si mismo en beneficio de ese poder acutro sin forma y sin destino {que esti detris de todo lo que se escnbe, repugnancia ¥ apee~ hensidn que revela la preocupaciéa, propia de tantos autores, por redacar lo que llaman su Diario. Eto estd muy aleado de fas complacencias lamadas roménucas. El Diario no es esen- lalmeate confesion, relato de si mismo. Es un Memorial, QUE be recordar el escritor? Debe recordarse a si mismo, al que & ‘vanda no escribe, cuando vive la vida cotidiana, cuando esti vivo y verdadero ¥ no moribundo y sin verdad, Pero el medio, que wtliza para recordarse a sf mismo es, cosa extana, el ele ‘mento mismo del olvido. escribir, De all, no obstante, que la verdad del Diario no esté en as nots interesantes, htrarias, 500 cen los detalles insignificantes que lo atan la realidad coudiana. El Diario representa la serie de puntos de referencia que un esertor establece para feconocerse cuando presiente la peligrosa ‘metamorfosis a la que esté expuesto. Fs un Camino todavia pos ble, una especie de adarve que bordea, vigla y a veces reem plaza e! ow camino, donde evar es i area sin fin. Aqut todavia fe habla de casas verdaderss, Aqui, quien habla conserva un Rombee y habla en su nombre. y la fecha que se inscribe es ls de un Uempo comin donde lo que ocure, ocure verdaders- I Diano —ese libro en apariencia completamente solidario— menudo se eserbe por angustia y miedo a la soledad que al- fanaa al eseritor por medio de la obra El recurso al Diario india que quien escribe no quiere romper con la felicidad, la conveniencia de que los dias sean verdaders mente dias y que se continuen de verdid. El Diario araiga el ‘movimiento de escribir en el tempo, en la humildad de lo col: diano fecliado y preservado por su fecha. Tal vez lo que se es tribe all ya no’ sea mas que insincerdad, tal vez esté dicho sin reocupacion por lo verdadero, pero esté dicho bajo la salva [Beardia del aconlecimiento; eso perenece a los asuntos, los Incidents, al comercio del mundo, 2 un presente activo, 2 una duracion quis absolucamente nuls © insgnificante, pera al me- ‘os sin retomo, abajo de lo que se adelanta, va Maeia mata va defintivamente. EI Diarlo seaala que quien escribe ya no es capaz de pertene- cer al tempo por It firmiera ordinaria dela 3ec36m, por Ia com fidad del trabajo, del oficio, por la simplicitad ‘de la palabra {otima, Ja tuerea de la iellexion. Ya n0 es realmente historic, pero timpoca quiere perder el tempo Y como s6lo sabe eserbin, {seribe, al menos, a peda de sy historia cotiina y de sewerdo con la preocupacicn de los das. Suele suceder que los eschitores que tienen Diao sean los ‘mas. Ieririos de todos los. eseriores, pero. tl ver porgue precisamente evitan asi el extremo de la Iteratura, si es que esa Es efectvamente el eing fascinante de la ausencia de tiempo. | FASCINACION DE LA AUSENCIA DE-TEMFO Escrbie es entregarse 4 la fascinacién de la ausencia de tempo. Sin duda, aqui nos aproximamos a [a esencia de la sole dad. La ausencia de tiempo fo es un modo puramente negative Es el empo donde naca comienay, donde ln iniciatva no) es posible, donde antes que I afimacién ya hay ef regreso de la Aliemacién. Ms que un modo puramente negauvo, eal conta ‘Ho un tempo sin negicion, in decision, Cuando aguies tambien hinguna paste, en el que cada cosa se rtra hacia su imagen y el “Yor que somos se reconoce absmindose en la neviridad de un "EP sin rosto. El tempo de la ausencia de tempo es sin presente, sin presencia Este “xin presen” no rete sin em Dargo, un pesado” Ea tte temp, evo la dignda, a fuerza actance de abors, esa foerzaactante que todavia tetimonia el Tecuedo, recuerdo que me lider dela que de oto modo te ‘ecordart, me bers dindome el medio de recur a bre: tente, de disponer de el segin tl intencion preseote. Bl = Cuero ela iberad del pastdo. Pero lo que es sin presente tempoco acepia el presente’ den recuerdo, El reaerdo dice del 4contecimiento eo fue na vex, y hors aunca mle ‘De lo que es sin presente, de lo. que no est all siguira como babiendo sido, el crite lermedable dice: exo nunca ‘uo lugs, nunca una primers ves, sin embargo recomlensa ‘os vee, ¥ ott, infintamense. Es sin fin, sin comengo. Es sin fata El tiempo de la ausencia de tempo no es dialético. Fa 4, lo qe aparece es que nada aparece, el at que est en el fondo de it Sitencia de ser, que et cuando no hay nada, que ya no e8 cundo hay algo: como 5 solo hubiese seres pot I pérdisn el Ser cvando el ser falta. La inversion, que en la ausencia de tiempo nos remiteconstantemene fa presencia dela ausenci, pero.a esa presencia como ausencia, als ausencia como afin Gn de si misma, afimacién donde nada se alm, donde nada Sejs de afirmarse, en el hosigamlento de lo indfinido, no es un ‘movimiento daiético. All las contradkcones no se encluyen, fo se conciian;s6lo el empo por el cual In negscin se con “ere en nuestro poder puede se “unidad de incompatible En In'tusencis de dempo, Io nuevo no tenuevs na, Io presente e= inactal, lo presente ho presenta nada, se represent perenece desde shora\en adelante ¥ en todo tempo al regreso. Eto 10 €5 pero wuele, viene como ya'y siempre pasado, de modo Gue Fo conozco, pero lo reconozc,y este reconocinientoaeuina en miel poder de conocer, el derecho de pec de Io iasible hace timbign To. indesprendibie, lo inaccesble que no. puedo deja de esperar, lo que no puedo tomar sino slo toma, ¥ nO dja nunca. Tse tempo a0 es ls lamoviidad ideal que se gloifea con et nombre de eterno. En esta region 4 la que ineatemos aprox ttamos, age se hundié en ninguna par, pero ninguna pare Sn embarga, ex aq y el tempo muero” es wn tempo teal donde {a muerte std presente leg, pero no deja de leg, ‘omo si legindo, volvese esl el empo por el coal puede llega, EI presence mero ex la iaiposbuicad de realizar ona % presencia, imposbilidad que est presente, que esti all como lo ‘Que dobla todo presente, la somber del presente que ése leva ¥ Aisimulz en si Cuando estoy solo, no estoy solo, pero en este presente ya vuelvo 4 mi baj la forms de Algulen. Alguien est Bil, donde estoy solo, Extay solo porque. pertenezeo a ese Hemapo muesio que no es mi tempo, ni-el suo, ni el iempo mmin, sino el tempo de Alguien. Alguien es lo que todavia est presente cuindo no hy mide. Alli donde estoy solo, no estoy, ho hay nadie, pero esti lo impersonal: el fuera como lo que previene, precede y disuelve toda posbilidad de relacion perso Fal. Alguien es el "El" sin rosto, el Uno del cual se forma parte, pero, 2quién forma parte? Nunca fal 0 cual, nunca tu y yo. Nadie forma parte del Uno, "Uno" pertenece una region que no se ppuede iluminar, no porque oculte un secreto extrano a toda Fevelacion, ni siquiers porque sea radicalmente oscura, sino Dorie transforma todo lo que tiene acceso ella, incluso la luz, fn el ser andeimo, impersonal, el No-verdadero, el Novea, sin embargo siempre all El Uno" es, bo esta perspectva, lo que parece mis cerea cuando se muere All donde estoy solo, el dat no es sino la pérdida de la mo- vada, ls inumidad con el afuera sin lugar y sin reposo, La legids aqui hace que quien lega pertenezca al dispersion, ala fisura donde el exterior ef a intrusion que asfixia Ta desnudes, es el Io de aquelio en lo que se permanece 1 descubierto, donde el ‘espacio eel venga del vacio. Entonces rina la fascinacion, Lamas Por que la fascinacida? Ver supone la distancia, la decision ‘ue separa, el poder de no estar en contacto y de eviar la con- Fsion en el contacto, Ver significa que, sin embargo, esa separa- «én Se convinid en encuenito, Pero,

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