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Bienvenido de nuevo, señor Hole

Merece la pena esperar durante cuatro años a Harry Hole si volvemos a bajar a sus infiernos y
nos adentramos en el mundo de género negro nórdico.

Jo Nesbo ha vuelto a hacerlo. Ha conseguido volver a poner patas arriba los esquemas del
género negro escandinavo. Será por eso que cuenta ya con más de 50 millones de ejemplares
vendidos internacionalmente, que sus novelas se han traducido a 50 idiomas y que ha vendido
sus derechos a los mejores productores de cine y televisión. Y es que gracias a Harry Hole, su
detective fetiche, Jo Nesbo llegó a recibir el premio Peer Gynt Prize del Parlamento Noruego
por contribuir a mejorar la reputación del país frente al extranjero.

Pero vamos a lo que vamos, ha vuelto Harry. Nos encontramos a Hole en América,
concretamente en Los Ángeles. En el límite. En sus límites. A punto de desaparecer, sin ilusión
en la vida, ni por el trabajo –que no tiene- y sin actitud de cuidarse ya que lo encontramos
absolutamente alcoholizado absorbido por una gran dependencia. En las últimas, conoce a una
actriz mayor, Lucille, con grandes deudas que lo acoge y lo viste con un traje caro y unos
zapatos exquisitos a cambio de protección. Pero no será suficiente, y tendrán que buscar el
dinero para pagar la deuda con unos mexicanos si no quieren pasar al otro barrio.

Mientras tanto, en Oslo, aparecer una chica joven semidesnuda muerta tras asistir a una fiesta
de un gran magnate inmobiliario que además era su sugar daddy. A los pocos días aparece otra
chica que también ha sido asesinada, con parecida presentación de cuerpo y que también
había asistido a esa fiesta, aunque lo indicios apuntan ya a un asesino en serie.

Los abogados del magnate se ponen en contacto con Harry Hole para que investigue de forma
privada y discreta quién es el autor de estos asesinatos ya que la opinión social empieza a
acusar a su defendido y la imagen pública del magnate se está deteriorando lo que repercute
en sus negocios. Harry acepta a cambio del dinero que servirá para saldar la deuda en América
y la vida de su amiga, Lucille, sólo hay un problema: tiene diez días para conseguirlo. Comienza
la cuenta atrás.

La decimotercera entrega de Nesbo con Harry acaba de empezar, a partir del momento en que
regrese a Oslo para la investigación, la acción irá aumentando hasta tomar una velocidad de
crucero que sólo será interrumpida por unos maravillosos y magistrales giros en la trama que
conforme se acercan a las últimas etapas van en aumento -liberando aún más tensión- para
llegar a un final de apnea.

Una trama enriquecida con problemas basados en la confianza, la amistad, la paternidad, la


homofobia, el derecho a la eutanasia, el periodismo sensacionalista, las armas biológicas, la
venganza… problemas que vienen del maravilloso entramado coral que acompaña a Harry en
la resolución de la investigación, unos compañeros de viaje tan extraños como él, desde un
enfermo terminal de cáncer, a un policía corrupto, un delincuente del menudeo que se ha
reconvertido en taxista o una patóloga y que serán los que presenten al lector todos los hilos
con las diferentes temáticas referidas anteriormente.
Nesbo ha jugado como siempre con una trama sutilmente complicada porque aunque hay un
gran problema a resolver el entramado de hilos da paso a escenas pertubadoras que conectan
con la psicología de los personajes y nos harán comprender su forma de pensar. La historia con
un narrador omnisciente nos dejará conocer de primera mano las intrincadas ideas del asesino
y sus pasos, lo que dará aún más actividad a la novela equilibrando y dosificando la
información que recibe el lector.

De marco, Oslo, agria y dulce a la vez, polarizada en algunos casos en la presentación de su


sociedad, adinerada, corrupta, de grandes adicciones, dulce o familiar, pacífica… estos grandes
fondos darán paso a los maravillosos puzles y rompecabezas con los que el autor dibuja el
proceso narrativo y que llenarán de adrenalina, terror y misterio todo el discurrir de la lectura.

La cita bíblica “El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande
y espantoso del Señor” nos dará el giro del final: un eclipse de luna roja, donde será el
momento de conocer quién es quién. Como les dije antes, el final, de apnea, se resuelve en las
tres últimas páginas de libro con el giro de los giros no esperados que sorprenderá incluso al
más avezado de los lectores de novela negra.

Por cierto, si acaban de llegar a la novela negra escandinava, bienvenidos, recuerden que no es
apta para todos los públicos, porque suele ser bastante dura y sangrienta. En este caso si
dudan sobre conocer humores o secreciones corporales además de sangre, no es su lectura a
pesar del trato exquisito y delicado de Nesbo, ¿Se puede ser exquisito con el gore y la sangre?
Rotundamente, sí, y este es el ejemplo. Si ya conocen la novela negra escandinava y al autor
sólo puedo decir: lo ha vuelto a hacer. Ha sacado oro de Harry Hole cuando creíamos que lo
habíamos perdido. Por cierto, aunque no es indispensable para la investigación de este caso,
(porque Nesbo nos dará las pistas suficientes para conocer la vida pasada de Harry) recuerden
que este es el décimo tercer libro sobre este detective y que si pueden leerse los anteriores, el
conjunto es una de las mayores obras de novela negra y de éxito que se conocen.

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