GESTIÓN DE PROYECTOS

INTEGRANTES:

ANGIE GABRIELA RODRIGUEZ GAITAN

FERRAN PERALTA QUERAL

✔ Big Data - Usuario

1. Recopilación de información (IoT – Internet of Things) (FERRAN)

2. Base de datos (GABRIELA)

3. Procesamiento de Información (LLUC)

4. Interfaz con el usuario (APP) (FERRAN)

5. Métodos de pago para servicios (GABRIELA)

6. ¿Nuevos servicios a ofrecer? ¿Oportunidades/recomendaciones de

consumo? (LLUC)

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 1. Recopilación de información (IoT – Internet of Things) (FERRAN)

Una smart home es un ecosistema de dispositivos interconectados que generan

una gran cantidad de datos. La recopilación de estos datos en tiempo real

proporciona una visión detallada del funcionamiento y las necesidades del hogar,

lo que permite tomar decisiones informadas y mejorar la eficiencia. Dicho proceso

tiene lugar en la red, con lo que se conoce como “Internet of Things”.

El IoT permite conectar los elementos físicos cotidianos al Internet: desde los

objetos domésticos comunes, como las bombillas de luz, hasta los recursos para

la atención de la salud, como los dispositivos médicos y los accesorios personales

inteligentes. En este ámbito, hay dos formas de actuar: o que el usuario intervenga

directamente, o que el sistema de IoT decida cuándo debe actuar, ya sea por

decisión propia o por una indicación del usuario. Por ejemplo, imaginemos que

queremos encender una luz la cual está conectada a nuestra smart home.

Podemos encenderla directamente desde la interfaz de usuario que nos permite

controlar la smart home, o bien podríamos programar para encender la luz cuando

haya la suficiente oscuridad como para encenderla. Esta segunda opción también

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requeriría de un sensor que mida la intensidad lumínica que hay en este punto en

todo momento, requiriendo procesar un dato más. En nuestro proyecto optaríamos

por esta segunda opción, de manera que llevamos la domótica al extremo,

manteniendo nuestra casa casi totalmente controlada por una inteligencia artificial.

Eso implica, como hemos visto antes, gran cantidad de sensores que deberán

monitorizar en todo momento parámetros para decidir dónde y cuándo actuar.

Para implementar el sistema de recopilación de datos, es fundamental disponer de

una buena conexión de internet por todo el hogar. El siguiente paso es instalar los

dispositivos compatibles con el IoT y realizar las conexiones pertinentes para que

el sistema funcione. Dichos dispositivos pueden ser luces, interruptores,

sensores… Por ahora, dado que nos centraremos en la recopilación de datos, nos

enfocaremos en los sensores.

Disponer de sensores implica tratar con gran cantidad de datos, los cuales

algunos pueden poner en peligro la intimidad del usuario. Para ello, se garantiza

que cuando el sistema procese dichos datos, lo haga con la máxima seguridad

posible, evitando hackeos que puedan poner en peligro la seguridad de nuestro

hogar. Un elemento que debe tratarse especialmente con más cuidado es la

cerradura inteligente. Este tipo de cerraduras registran todas las veces que el

usuario entra y sale de la casa, incluso puede grabar mediante una cámara quien

llama a nuestro timbre y ver de manera remota quién es. Los datos registrados por

este sistema pueden ser muy peligrosos si caen en manos de ladrones, ya que

podrían tener una idea de quién hay en casa en determinadas horas, cuando no

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hay nadie, etc. Y no solo se debe trabajar en la seguridad de los datos, sino

también proteger el acceso al sistema en sí, ya que se podría accionar

directamente la cerradura. Para garantizar la seguridad del sistema, se añade el

cifrado de datos, la autenticación, la gestión de permisos y la verificación en dos

pasos, donde el usuario deberá introducir un código que se le enviará por SMS a

su teléfono móvil cada vez que vaya a iniciar sesión.

Pero no sólo se debe tratar la protección de datos para protegerla des de fuera del

sistema, sino también des de dentro. Como empresa, es fundamental respetar la

privacidad de los usuarios y garantizar la protección de sus datos personales. Esto

implica implementar medidas sólidas de seguridad y adoptar prácticas de gestión

de datos responsables. La recopilación, el almacenamiento y el uso de los datos

deben estar en conformidad con las leyes y regulaciones de privacidad y

protección de datos correspondientes, como el Reglamento General de Protección

de Datos (RGPD) en la Unión Europea. Evidentemente, dicha recopilación de

datos debe ser consentida por el usuario. La empresa proporciona información

clara y comprensible sobre qué datos se recopilan, cómo se utilizarán y con quién

se compartirán. Además, se ofrece a los usuarios la opción de retirar su

consentimiento en cualquier momento.

Otro gran uso que tiene la smart home y mediante la que se tratan gran cantidad

de datos es el monitoreo de consumo de energía. Podemos ver el consumo en

tiempo real y qué dispositivos consumen más. El propio sistema dará consejos

para ahorrar al máximo gracias a la inteligencia artificial, incluso se puede

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programar para que aplique las medidas correspondientes él mismo. Al estar

conectado a la red, también se tiene acceso al precio de la luz en tiempo real,

sabiendo de manera instantánea en qué franja horaria es mejor encender los

electrodomésticos, incluso poder activarlos desde la misma interfaz.