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! Rifio de la pedagogia we AP “Y nifios. Méviles aifios con nueva cuerda para un dia més, un dia entero, correteando por el pasillo, abusando, + Abusando de que ya murié el rey Herodes”. Furvanvo VaLizio. La virgen de los sicarios Los muchachos son dhictles y maleables ~se asemejan a.cera blanda, arcilla huimeda, arbolillos tiernos...-; (--) nacen désmudos, débiles y-sin defensa; sson rudos y flacos de juicto Bontacio, 1538-1606 Como es sabido, cada campo disciplinar inventa su propio nifio. Existe el nif de la pediatra, del psicoanalisis, de la literatura, de la psicologia, de la puericultura, de la filosofia o de la autoayuda. En esta ocasién me voy a ocupar brevemente de “auestro” niflo, el de la pedagogia. Quisiera proponer como introduceién una verdad de Pero- ‘grullo: no parece haber pedagogia sin un nifio cerca. Voy a utilizar tres verbos para ordenar las ideas: nacer, criar y crecer. ‘Nacer Como eduicadores nos intrigs la Hegada al mundo de unos mevos. Porque nacer es llegar, aparecer, brotar, salir de, y dejarse ver. De un ‘huevo, una semilla, un vientre, un deseo o un laboratorio, Nos intri- gan los problemas del inicio o el origen, el principio, el comienzo, lo que empieza. Dicen que en la Biblia se afirma lo siguiente: Nos ha nacido un nifio". Y, al parecer, mientras nazcan nifios tenemos tarea, Pero los chicos, znacen o se hacen? Dice una voz popular que a los chicos los hacen los padres®. Si los chicos se hacen es porque no 48. Vseel comentario de Meitieu en Frankenstein Educador 1998-03 Cobre el anancio biblico. 49. "Yo crt al principio, desde el principio, ene origen, que als chicos los hacen los packes. ¥ supe més tarde, que mi verdad son las cigs, ellastraca alos chicos, ellas sols, los padres quChacen? Los padres wefan, suefan. Las cig(-easarasan Jos cielos. Cruzan las aubes, pelea a picotazos ali cri, mientras as padres suean”. “Prinepio", en Dodiguez D050, inn vienen hechos. Nadie nace siendo nifo, nifio se hace, La pedagogia es de aiguna manera la histotia de lo que se hace com lo que nace; historia acerca de cémo el nifio que se hace hombre debera primero hhacerse (ser hecho) hijo y nifio) Tal vez la secuencia sea la siguiente: Cria-hijo-nitio. Es probable que esa sea la causa por la que hemos ter- minado por familiarizamos con las siguientes preguintas: {De dénde vienen? {Cémo, de qué manera y para qué se hace un niflo? ;Qué los ‘rae hasta aqui?, y gquién y qué lo trae al mundo? Podriamos probar llamar educacién al trayecto que media entre el nacer y el ser hecho por, es decir, la distancia entre lo que arriba y un , nifio, entre un montéa de pelos, came y ufias, y un “hijo del hombre”/ entre una eria ~soporte material indeterminado—y un ejemplar sapiens, entre lo natural y lo artificial, entre el arribo de un inconcluso e inma- duro ~pura carne o sustrato biolégico~ y ta ifistitucién de un ser Como es sabido, los llamados insectos sociales que viven en comunidades/colonias, como buena parte de los seres vivos, requie- ren alimento, refugio y pareja, Ese descubrimiento nos ha sido ins- tructivo a la hora de avanzar sobre lo que los biélogos denominan “pistas quimicas” que hacen posible la obtencién del alimento. Dice bien Ignacio Leweowicz (es de él el vocabulario del parrafo anterior) que cualquier organismo vivo decodifica sin dificultades lo.necesa- rio (los alimentos, los abrigos,-los peligros); lo que no entra en esas categorizaciones ni siquiera existe-ino perturba ai exige una respuesta ~ (1999:207), En el caso del unfinished eachorro humano, su inermidad Jo condena a la inanicién, Rousseau dice en el Emilio que el cachorro humano al nacer es una tortuga dada vuelta. Educar es entonces el nombre del trabajo con los recién Ilegados, es decir, el. gesto milenario de intervenir sobre otro/s para introdu- cirlos al mundo, Es sobre el fondo del nacimiento y la llegada de un cachorro siempre prematuro que la maquina de educar se activa y un nifio podré ser producido como tal, La fabrica de hacer nifios se nos ha vuelto familiar. El nacimiento se nos presenta natural. Lo que nace, nace aqui, ahora y siempre, Basta un encuentro repetido desde el fin de los tiempos, inseripto-en la naturaleza de lo que somos, la naturaleza humana. Pero no existe nada parecido a esa naturaleza ‘humana, mas allé del resultado practico y perfectamente histérico de cote lun numero infinito de intervenciones contingentes sobre la cria, Nadie nace sélo. Se viene de otto, se sale de otto. Nadie ~dice Meirieu est presente en su propio origen. Llegamos a un mundo que nos antecede, eno de vigjos y muertos. Ninguno de nosotros, hasta nuevo aviso, * proviene del encuentro entre un évulo y un espermatozoide. O, como devia el genial Oscar Masotta, sélo para una madre psicstica su hijo es un feto. Se nace incluso entonces antes del encuentro natural, en un mundo de anhelos y palabras EI nacer (el hacer nacer) comporta un ‘enorme esfuerzo, una ini¢iacién y un artificio. Una definicién precisa, académica y espafiola, ayuda: Nacer: “dicho de una cosa: empezar desde otra, como saliendo de ella”. Nos gusta decir de los nuevos ejemplares que se incorporan a la familia lo siguiente: ,A quién salen? YY, gqué trae (ademas de pan bajo el brazo) el que nace? {Qué noticia? ,Qué novedad? Algunos dicen esperanza. Se afirma que hay esperanza porque vienen niflos al mundo. Lo contrario es lo infér- til, una fotografia posible de nuestro presente. El arribo de un nitio stata un trabajo respecto a la decisién de reproducit, dar continui- dad y perpetuar la especie. Engendrar™ es en cierta forma proct-ar, propagar y dar forma a la especie. Engendrar es suponer herencia, linaje y descendencia, La fubrica de niflos esta abierta las 24 hs..La pedagogia, si aspira.a la supervivencia, precisa involucrarse con unas ‘teorias de la recepci6n, Ja hospitalidad.y el amparo, Del nacer, nacera una reuniéndéstinada a cobijar: La reunién alrededor de lo que nace es la familia (asi la define con belleza Jacques Derrida) y es por eso que los problemas actuales relativos a la transformacién, reinvencién, y desorden de la familia, son problemas educativos. Es cierto que para otros, nacer es wn problema, la reprodiccién 8 un problema, el problema. Son los que se interrogan por lo que no nace, por lo que no deberia nacer, por la renuncia a hacer nacer. Fernando Vallejo, escritor y polemista de tiempo completo, seflala un 50. "No soy yo quien t engendra. Son Tos muertos. Son mi padre, su padre y sus snayores; son ls que un argo da de amores azar desde Aa y os deserts «Cain y de Abel, en una aurora tan antigua gue ya es mitlogi Megan sangre yy médula este da del porvens, en que te engenro ahora. Sieato su multiud. Somos nosotes , ene nosotros Jos veniderashijos que has de engenérar. Los postrimers Tos del rojo dia Soy esos os, también, La etemidad et en las cosas del temp, que sn formas presurosas”JL. Borges, Al Hijo litigio: compitiendio las ansias de matar con la furia reprockuctora, (..) Yo no-sé, yo no hice este mundo, cuando aterricé ya estaba hecho, Es que la vida es asi: cosa grave, parcero. Por eso wuelvo y repito: no hay que andar imponiéndola. Que el que nazca, nazca solo, por su propia cuenta y riesgo y generacién esponténea®" También es cierto que todo este asunto del nacer parece estar patas para arriba, Las coordenadas bésicas de la proereacion y Ia natali- dad, los debates sobre el aborto y la eutanasia asi como otros temas conexos ligados a la biotecnologia y a la farmacologia han pasado a ser problemas de interés pedagégico, Asistimos a la proliferacién de fantasias poco fantésticas de nifios nacidos fuera del cuerpo de una madre biolégica, en un titero prestado y por medio de un semen que ya no es el del padre*, Asistimos aténitos a un aluvién de novedades acerca de lo que se hace con lo que nace. Volvamos a las preguntas. ,Seré todo nifio nacido, nacido para educar? No sabemos, pero si sabemos que sin nuevos por llegar no hay nitios por venir, y sin nfos en el porvenir no hay trabajo educa~ tivo por hacer. ,0 si? Cuidar - Criar i ae Sil desamparo”, lainermidad o la falta de ser estin en el nacimiento de Ia Vida animica, un nifio introduce en la reflexién|pedagégica problemas asociados al reconocimiento y la acogida (ambas précticas 5. Bl visible universo era una usin o (ms precisamente) un sofisme, Los espejos 'y le patemidad son abominables (mirrors and fatherhood are hateful) porque lo ‘multplicany lo divulgan (Borge). 52. "Se puede recogerel semen de un hombre en coma de la misma manera que en el ‘aso de una perapléjco, por medio de una técnica de electro eyaculacion (..). EA California, un hombre redacté un testamento, doné su semen a su amiga eligié an ‘nombre para el nio aquien dej6 una carta hizo congelar las ruestas, todo antes de suicidarse. Un hijo ce su primer matrimonio inteaté una eccién judicial para impedir ese emiarazo. Se planted entonces Ia eesti de i ese semen debi consi- ‘erarse como parte de in sucesién y, de ser asi sla amiga, heredera del 20% de los bienes, podia obtener i 20% dela sustancia. En a apelin, el semen termind por asignarse a la mujer” (Roudinesco, 2003:183), 53, En un texto de consecuencias miltipes para las artes y oficos dela crianza y la cedueaci6n, Sigmund Freud afirmaque el cachorro ser inerme, incapaz, desva- lido y serd un individ experimentado el que advierta el estado del nifo (Freud, 1986:362,363), Desde el inicio el psicoandlisis staré como punto de partida la | | de registro ¢ inscripcién) a la vez que propone otro tipo de rroblemas relativos a las modalidades del auxilio ajeno, Ja asistencia, la inter- vencién y la responsabilidad entendida como una forma priviiegiada de cuidado, Si el cachorro deviene bumano en el instante mis que al registrarlo se lo cuenta, es preciso luego inscribirlo e dros sociales que seri, para él y los suyos, sus soportes principales. La institucién de humanidad se produce mediante la inscripeiin de la carne humana en un cuadro genealdgico (Lewkowicz, 1999:168). Esos cuadros genealégicos remiten a lo que Dufour ha llamado “ante rioridad fundadora”. Cualquier progenitor digno de tal nombre sale de la sala de parto con esa tarea en su cabeza. El euidado del que (en el inicio) no puede cuidarse solo, cons- tata la subordinacién y dependencia del cachorro. Lo que nace, nace inmaduro, virgen, inerme, init. El recién Hegado no puede solo, ‘Vive de otro, como un obstinado parisito que se alimenta sin fin hasta encontrar a tientas el camino de la frdgil autonomia. Rara economia Ja que produce nifios. Si ningin nuevo viene hecho nifio (en tanto ni “nifiez” ni “humanidad” estén en potencia en la cria), la operacién ‘pedagogica toca la institucidn y la transformacién misma del ser! Crianza es entonces lo que se pone en juego una vez arribado, recibido, siempre adoptado y criado entre pares (recordemos que mientras la adopeién es para Lewcowicz un fenémeno absolutamente general, co-extensivo com las socitdades humanas, para Farifla es la diferencia que existe entre la accién biol6gica de la procéeactén -que compartimos con las dems. especies animales~ y la funcidn de filiar, eminentemente humana), afiliado y emprendido su cuidado, sumado al esfuerzo enorme de sostén, acarreo, transporte y manutencién, Por ejemplo, conocemos los vaivenes entre tener un hijo y acogerlo. {ndefension, el desamparo absoluto de un organismo inerme frente ala necesidad, incapaz de aliviara y de calmar la excitacin inter sin la producsion de una aiteraion exterior que aporte el objeto dela neces y permita la acign especifica ¥y apaciguadora. La incapecida del organismo para sobrevivir lo consagra a la ‘muerte. Sélo el Otro podré salvarlo y de ello derivard "su oscara autocidad”™ (Braunstein, 1995:29). ‘54. hepswwnsebelion.orgthemeroteca/cultua/desconciertos210S01 itn 55. Se sugiere ver la nocién de perfecibilidad, puesto que tiene poco que ver con la perieccién, — v S85 En la Roma imperial, alzar al hijo varén, tomarlo entre las manos actividad vedada # la madre~Inego'de exsmenes médicos que eva- Iuaban su correcta hechura, era el signo inequivoco de que no seria abandonado (Rouselle, 1989:67). Marrou ilustra la complejidad de la carga y el traslado, esta vez en Esparta: Apenas nacido el nifio debe ser presentado ante una comisién de Ancianos de la Leche: el futuro ciudadano sélo queda aceptado si es bello, bien conformado y robusto; los enclenques y contrahechos son condenados a ser arroja- dos a los Apotetas, depésitos de residuos (Marrou, 1985:39). Carga, y abandono, exposicién y acogida han mantenido en el interior de la reflexién pedagégica una permanente discusién. La cuestién es: {.Cargar o no cargar? {Hasta cuéndo? Y, cuando descargar? Cargar el ¥¥ con el encargo, porque los nifios se encargan...{ Lo cierto es que no parece haber pedagogia sin niffo que cargar ni pedagogo que no sea en un punto changarin, estibador, conductor, acompafiante, custodio, edn, arriero, pastor, patoviea, reponedor, inspector de trinsito, guia turistico, supervisor de aduanas, transportador. ‘Toda pedagogia carga con su niffo a cuestas, No es sélola siempre | dubitativa etimologia* sino que en el comienzo mismo, pedagogo * es el que transporta un niflo, literalmente, a babucha. Lo conduce al foro, al monasterio, a la escuela, al shopping, a si mismo, a tal o cual estadio de desarrollo, a la perdicién, ala salvacién o donde se termine por querer Uno de los Gitimos instrumentos técnicos que da cuenta del peso de este transportar lo ofrece ~como bien ha destacado Juan ‘Vasen- el carrito, changuito de supermercado. Aferrado a uno de esos changuitos fue amarrado, secuestrado y asesinado en 1993 un nifio de dos afios llamado James por otros dos nifios de diez aftos (ohn y 56. Eno que se refiere al prefijo ats el nif, Marou lo ditingue del pérvulo (menor de siete aos) y del adolescente (de [4 221 affos). Marrou sella qu este aio del prefijo mus, permanece en el seno feriliar, entre manos femeninas los Aatiguos, ‘an preocupedos por la fnalidad humana de la ecucacn (el ie como tal no inte= tesa), casino se ocupan de esta primera fase, que para ellos no integra el proceso ela patdea en el pleno sentido de la palabra (Marrou, 1985:138): “Los antiques se bubieran buriado de a gravedad con que nuestros especialists de Jardin de infnci o de ia escuela mater, por ejemplo Froebel ola sefore Montessor dis ‘curret os jogos mis elementales para exracr de ellos sus propiedades educaivas (.) Desarolar a nito en si mismo y ensu condicién de tal, como se esfuerzan en ‘hacerlo nuestros pedagogos, les habria parecido los Antigues ana preecupacién ‘verdaderamente inal” (191), Robert) en Liverpool, en un episodio que quizs podriamos llamar como el de los tiltimos nifios modemos (Vasen, 2000: 26 y ss. ‘Queda claro que la pedagogéa se dirime en estos pasajes del piso a los brazos, de los brazos a la espalda, de ahi la cuna, al changuito, al ‘andador, al parvulario, a la escuela oa la cércel-La variedad es notable «la hora de hacer algo con el cachorso portitil. En Kant y en Rousseau hay un esbozo de una pedagogia de lo andante, en el que proliferan llamativas y minuciosas deseripciones sobre las bondades e inconve- niientes de esta operacién: ;dejarlo en el suelo‘o levantarlo?, y si este es el caso, judo tiempo? Porotra parte, introducir el cachorro al mundo parece requerir una dosis importante de domesticacién en tanto se trata de inscribirlo en luna comunidad. Domesticarlo, hacerlo doméstico. Son esos cuadros anteriores de los que hablamos y que proporcionan los medios de orientacién de los que se carece al nacer. Como sefiala Sloterdijk, “el hecho de que el hombre haya podido convertirse en el ser que * esti en el mundo tiene unas profundas raices en la historie-del género homano de la que aos dan cierta idea los insondables conceptos de aacimiente prematuro, neotenia e inmadure anisaal erénica del kom- bre. Ain se podria ir més alld y designar al hombre como el ser que ha fracasado en su ser-animal y en su mantenerse como animal, Al ‘acasar como animal, el ser indeterminado se precipita fuera de su cnlomo y, de este modo, logra adquirir el mundo en un sentido onto- \6gico” (Sloterdijk, 2000:55). Pero existen quienes sostienen la diferencia radical entre le domesti- én y la era, o que cuestionan la telacién necesaria entre cia, domes- ticacién y adiestramiento al denunciar en el gesto del domesticador una vvoluniad de docilizar, amansar, apaciguar, empequeiiecer. Nietzsche es el que plantea con vigor el conflicto y quien, como recuerda Sloterdijk, barrunta tn espacio en el que darn comienzo inevitables peleas sobre Ja direceién que ha de tomarla crfa de hombres...” 57, El pretende lamar por su nombre alos que hasta ahora han ostentado e! monopo- lio de a eria los curasy los profesores~ que se presentaban como les amigos del ‘nombre (63 y 64). Dice Nietzsche: "en todos los tiempos se ha quetico reformat @ los hombres: esto es Io que se Ulam moral por antonomasia. Peso baj [a misma palabra va oculta la maxima diversidad de tendencias. Tanto la domestcacién dé ls bestia hombre como Ia educacion de una determinada especie de hombres fue {Mamada reforma; precisamente estos términos zooligicos expresan realidades; cleramente,realidades de las que el reformadortpico, el sacerdote, xo sabe nada, Si patie no es sin esfuerzo, criares un esfuuerzo mayor cuyo objetivo central es incorporar a Je cria al parque humano, El nacido una vez nacido, seré nacido de y nacido para, Una rara propensién natural. Una determinaciéa, una marca. Por ejemplo, nacido para matar, Es aquella cuestion tan femilier sobre aquello que ¢! nifio trae de la cuna. Criar es el resultado provisorio de lo que se escribe sobre lo que nace. Criar es marcar. En cierta forma somos el resultado (esto es lo que las definicio- nes inigualables de Rousseau y Kant sobre educacién parecen querer expresar) de lo que hemos hecho con lo que nos ha sido dado. {Qué tipo de marcas son estas marcas que la educacién deja a su paso? ‘Como sefiala Sloterdijk, la disputa por el monopolio de la crianza de los recién llegados no puede ser acallada facil mente. No basta con denunciar el complot de los criadores o la verticalidad y arbitrariedad de los que se dirigen a los recién legados en nombre de no sé qué candidez y buenos sentimientos. Si bien criar no es necesariamente domesticar, el conjunto que conforman maleabilidad, plasticidad y el carécter relativamente influenciable de la materia humana, invita a todas las formas y artificios de la manipulacién, modelacién y fabri- cacidn de otros. El padre del aula decia que un nifio no es més que un animalito décil y educable*. ‘Nuestros léxicos temerosos suelen definir este deporte bajo el tér- tino formacién que, en apariencia, se presenta como mas benigno y menos invasivo. Engendramiento, como hemos recordado, ¢s una palabra dificil pero adecuada. En tanto la disputa no es sdlo por el monopolio de la cria sino, mds precisamente, por la seleceién y dis- tribucién de las mismas en el tiempo y en el espacio, la erianza de Io que todavia no es, camina siempre sobre el filo del desprecio. ,Se puede hacer cualquier experimento con lo viviente?®. ~~ ro quiere saber nada. Llamar perfeccionamiento de un animal a su domesticacién ‘esa nuestros ojos casi una burla” (Sloterdik, 200068). 58, Conviene no perder de vista que Sarmiento fue el primer presidente de a “Sociedad provectora de animales” 59, Se puede, Tanto en el parque humano de Peter Sloterdijk como en Et itimo hom ‘re en una boralla de Fukuyama, se ponen ea discusién esos limite, En un article

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