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El mapa del coronavirus:

así crecen los casos día a


día y país por país
Infectados, letalidad y número de pruebas
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LUIS SEVILLANO PIRES
 
BORJA ANDRINO
 
KIKO LLANERAS
 
DANIELE GRASSO
24 MAR 2020 - 12:00 CET

En enero el virus estaba concentrado en China y solo existía un goteo de casos en


otros países a través de viajes en avión. A final de mes había 10.000 casos en
China y 129 fuera. Pero en febrero se activaron varios brotes en Corea del Sur,
Italia, Alemania o España. Ahora hay casos confirmados en la mayor parte de
Asia, Australia, Norteamérica y Europa, que crecen de forma exponencial. Puede
ver aquí los datos actualizados y su evolución en España y en cada autonomía.

Los casos en cada país

El gráfico muestra los casos registrados en los países con más infecciones
detectadas. La escala es logarítmica (la distancia de 1 a 10 es igual que de 10 a
100) para apreciar mejor las fases iniciales del brote.
China es el país donde apareció el virus y donde se han producido más
infecciones. Pero otros países tienen ya un número significativo de casos
confirmados: Corea del Sur, Italia, Irán, Japón, Francia, Alemania y España
superaban los 200 enfermos el 5 de marzo.

El ritmo en cada país es diferente. Japón, Hong Kong, Singapur han visto crecer
las infecciones paulatinamente desde enero. En otros países como España,
Francia o Alemania, los casos se dispararon muy rápido siguiendo la estela de
Italia, que dio la voz de alarma en Europa.

Es importante entender que hablamos de casos confirmados. Es decir,


estamos midiendo dos fenómenos al mismo tiempo: el aumento real de
infectados en cada país y la capacidad de detectarlos por parte de sus autoridades.

La evolución en Europa es un buen ejemplo de esto. Tras la explosión de casos


en Italia se ve un aumento en muchos países, pero la razón no es solo que haya
más infecciones, sino un pico de detecciones porque los países reforzaron sus
protocolos: “Es probable que este cambio haya tenido un gran efecto en el
número de casos. La transmisión de la enfermedad puede ser alta, pero no es
plausible que sea tan alta como para generar los picos que hemos visto en
muchos países”, dice Adam Kucharski, profesor de la London School of Hygiene
& Tropical Medicine.

En España los casos se dispararon después del 25 de febrero, cuando


comenzaron a hacerse pruebas de Covid-19 a personas con neumonía de
origen desconocido. Hasta entonces el protocolo era aplicar test solo a personas
con síntomas que hubieran tenido contacto con casos confirmados o que hubieran
visitado las zonas de riesgo.

La evolución de cada brote


Una forma de intentar comparar el ritmo del virus en cada país es ver su
evolución desde que se confirmaron los primeros casos. En el gráfico arrancamos
cada brote a partir del día en qué se registraron 20 casos nuevos por primera vez.

La situación de Corea es ilustrativa. El país tuvo un goteo de casos hasta la


tercera semana, cuando de golpe se dispararon. En ese punto su curva es casi una
recta porque coinciden dos tendencias crecientes: más infectados y más test. La
pendiente se reduce después, lo que corresponde a un crecimiento todavía
exponencial pero más lento.

La clave para frenar un brote es reducir el ritmo al que crecen los casos. Es lo que
está consiguiendo China, donde las infecciones dejaron de crecer
exponencialmente a mediados de febrero, cuando la cuarentena y las medidas de
distanciamiento hicieron efecto.

En los países europeos, en cambio, el virus aún está en expansión. En Italia


los casos diarios empezaron siendo unos 70 al inicio del brote, pasaron de 500 la
segunda semana y alcanzaron los 1.700 en la tercera. Francia, España o Alemania
crecen a un ritmo parecido al italiano, pero parecen ir unos días por detrás.

Nuevos casos confirmados por día desde el inicio del brote en Europa y fuera
La letalidad registrada por país

El siguiente gráfico representa la relación entre muertos y casos registrados. Es


un dato relevante, aunque sabemos que es una medida imprecisa de la verdadera
letalidad del virus. Al menos por dos razones. El primero es que las muertes
suelen llegar con retraso, dado que la enfermedad puede durar varias semanas.
Eso explica seguramente que la mortalidad en China haya crecido del 2,1 en
enero al 3,7 en febrero.

Ese retraso tiene otras implicaciones. Las primeras muertes por Covid-19 en
España han sido personas que no habían sido diagnosticadas. “Estas muertes
apuntan a que el virus llegó antes de lo pensado”, afirma Antoni Trilla, del
Hospital Clínic de Barcelona). El virus lleva al menos cuatro semanas
circulando sin ser detectado, en España y otros países como por ejemplo Italia.
“Si tienes una muerte cuando todavía no hay mucha transmisión, eso sugiere que
podría haber unos pocos cientos de infectados”, nos dice Kucharski. La lógica es
clara: si la mortalidad ronda el 1%, detectar un muerto implica tener unos 100
infectados hace tres semanas, que es lo que tarda la enfermedad en matar. Y esos
100 casos es probable que se hayan extendido a 300, 500 o 1.000 el día que se
produce la muerte.

Otra dificultad para medir la letalidad es que hay infecciones que no se detectan
porque ocasionan síntomas leves. Si se contabilizasen esos casos, las tasas de
letalidad bajarían. Es lo que sugiere el caso de Corea del Sur, que está haciendo
más pruebas que nadie y ahora mismo reporta una mortalidad del 0,6%. Son
buenas noticias, pero solo relativamente: aunque la mortalidad del coronavirus
fuese un tercio de lo que dicen los datos actuales, seguiría siendo bastante peor
que la de la gripe común.

Tampoco hay consenso sobre cuántos casos indetectados existen en cada país. El
epidemiólogo de la Universidad de Oxford Christopher Fraser ha
explicado que la proporción de casos sin reportar podría ser del 50%, por lo que
“la tasa de letalidad rondaría el 1%”. Coincide en eso el doctor Bruce Aylward,
de la OMS, que ha dicho a The New York Times que “no hay evidencias [en
China] de que estemos viendo solo la punta del iceberg, con 9 partes de 10
hechas de zombis ocultos que difunden el virus. Lo que estamos viendo es una
pirámide: la mayor parte está a la vista”. En cambio, el experto en virus de ARN
Adolfo García-Sastre, investigador del Hospital Monte Sinaí de Nueva York,
piensa que “existen de cinco a diez veces más infectados que lo que se está
contabilizando actualmente, lo cual reduce mucho su letalidad".

La importancia de los test

Para juzgar los datos de casos confirmados es importante saber qué esfuerzo está
haciendo cada país por detectar todas las infecciones. Las diferencias son
grandes: Corea ha hecho 3.400 test por cada millón de habitantes, Italia o Suiza
han hecho entre 500 y 600 y Estados Unidos había hecho apenas 2 por millón
cuando dejó de publicar sus datos hace unos días.

La capacidad de detección de los países afecta a sus tasas de letalidad. No parece


casual que Corea, que es el país que más test ha hecho, tengo la tasa de muertos
más baja. Es razonable pensar que si los países hacen más tests —y detectan más
casos leves— sus cifras de letalidad se acercarán a las del país asiático, que ahora
mismo es la más baja de todas.
En España, los casos crecen de forma exponencial. ¿Cómo evoluciona la curva en cada
comunidad autónoma? Aquí puedes ver los últimos datos.

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