Está en la página 1de 7
CAPITULO 15 PRECIOS Y DINERO Solo uni persor monet re diez mil entiende La cuestion ¥ nos la encontramos todos los dias Kin Hannan Hemos visto en los capitulos anteriores la conveniencin de analizar las fucrzas que determinan la expansién y contraccién de la renta monetaria sir vigndonos de Tas curvas de ahorro ¢ inversién 0, lo que es lo mismo, en funcién de los componentes de Ja renta: consumo, inversién y gasto ptiblico. En casi toda la exposicién realizada hasta ahora hemos supuesto—salvo en la seccién dedicada al vacio inflacionario—que el nivel de precios no variatfa mucho hasta acerearnos a un volumen elevado de empleo. O bien, suponfamos ticitamente que todas las curvas y cuadros estaban expresados en ddlares de los que se habian climinado las alteraciones de nuestra vara de medir. En ,consecuencia, hasta ahora podfamos pensar en el desplazamiento de la curva de gasto C+ +G como equivalente a un cambio de la produccién y del volumen de empleo. Pero ahora vamos a fijarnos en las variaciones del nivel de precios. ,Por qué se clevan los precios tan répidamente en las guerras mayores? ZPor qué se multi- plican por millones en las inflaciones galopantes, cuando el pats, desorganizado, fabrica billetes por espuertas? Por qué empiczan los precios a subir incluso antes que la expansin del gasto C-+1+G devuclva el sistema econémico ul pleno empleo o cuasipleno? {Por qué en una economia mixta pueden ascender los precios y los salarios aunque+las fabricas no trabajen a plena capacidad y el mercado de trabajo unde decaido? La forma més fructifera de abordar estas cuestiones vitales—y complicadas— es la siguiente: En la seccién-A vamos a examinar primero los hechos referentes a las variaciones del nivel de precios, asi como algunos de sus efectos; luego, nos adentraremos en el concepto de la oferta monctaria, M, o cantidad de dinero en circulaeién y su relacién con tos precios de largo plazo. Por dltimo, la «teoria cuantitativa del dinero», a la que pasaremos revista tanto en su forma elemental como en la mas evolucionada, nos servird de introduccisn a la politica monetaria de la bancu—privada o contral—, que estudiaremos en los capitulos siguiente Veremos que los cambios en la oferta monetaria son causa importante dv las desviaciones, ascendentes o descendentes, de la funcién C41} G. A. LOS PRECIOS 'Y LA OF! MONETARIA, Vemos en la figura 15-1 los altibajos histéricos de los precios al por mayor Todas lay guerras se distinguen claramente por un-alza brusca y muy clevada A 2% Cap. 15: Precios y dinero 297 [ OSCHLACIONES OF1 mIVEL OF PnECIOS (1910.14 oe b. IS. La guerra ha sido causi de tas mayores inflacio- nes histori descenso de ha ido siendo cada vez Menor en Ias sucesivas posgite- tras; hasta tal punto, que des. pues de Ta siltima guersa no se ha producide ningin descenso apreciable, Desde hace sesenta ¥ ocho aos, Ta tendencia de los precios parece decididamen- te ascendente, INDICE DE PRECIOS AL 20R Vavoe Primera vista no se descubre una tendencia general al alza ni a la baja, pero gura 15-2, que indica los precios pagados por el consumidor, revela una clara cr. dencia-ascendente a lo largo de todo lo que va del siglo xx; el valor del délar, medi do por su capacidad adquisitiva,-¢s decir, por lo que con el mismo se pucde comprar, ha quedado reducido o Ia mitad de lo que era cuando nacieron. te fudiantes de hoy, Obsérvese, como presagio para ef fuiuro, un hecho terriblemente elocuente; después de la segunda guerra mundial no tuvo lugar un descenso de preci. que Pudiera en modo alguno compararse con el que se produjo después de las gucrias anteriores. Salarios y precios han perdido fluidez por to que se refiere a srr miciitoy descendenies; también el gobierno ha actuado con rapider: para con-evey cualguier depresion que empezase a producirse. Cuando ta gucrra’ del Virion acelers el riimo de la inflacién reptante, et objetivo de! gobierno estadouniderse no era Ia estabilidad de precios, pues ello se consideraba fucra de! aleance te to posible, sino disminuir a fa mitad la tasa de aumento de los precios, bajaad del 4 al 6 por 100 anuai a del 2 al 4 por 100. Si en las épocas buenas « los precios y no descienden mucho cn las malas. équé perspectivas 9 lag Presentan Jos precios? La contestacién surge espontanca. ber Inflaciba, deflacién y redistribucién de la renta entre las distintas clases econémicas Primero parece titi! dar algunas det iciones. Entemlemos por inflacién un periada de aumento generat de tos precios de tos bie: Te coma de los Jactores pwoductivas, etevindase tas precios del pin, los. aeomnd tes, ef carte de pelo, » aumesttanda tos salurias, las ceritas de a tierra, ote. Enenh gor detlin costes deseicnden * f tana fase en ts que ka maveria de lax previa "Ale seat yun veces ta edtetiae remente del Ue xegundy satin: un dvcreesmicr en et procgty Sh cuenta el curpontamienta de Ahora viens nien Ja inflacién ni en la deflacidn Jos precios todos en la misma direecién 0 en proporciones exactas. Como resultado de las. variaciones en los precios: relutivos yen los gastos totales, los dos procesos de inflacién deflacién prodacen cambios definidos y caracteristicos. tanto en la produccién total como en la distribucién de fa renta entre las clasts ccondmicas La inflaciin imprevista tiende w favorecer a los deulores y a los perceptores de hencficioy. a expensay de los acreedores y perceptores de rentas fijes, mientras que la deflacién produce efectos opuestos Supongamos, en efecto, que una persona-presta hoy 1,000 délures que le van a ser devueltos dentro de un afo. Si durante ese tiempo los precios se duplican, cl deudor solo devolverd la mitad aproximada del poder adquisitivo real que a él se le habia dado. Si los precios aumentasen wm billén de veces, como durante la inflacién alemana de 1920-23, la riqueza de los acreedores desapa- cria completamente, y esto es lo que ocurrié con los fondos de las unive dades alemanas y los seguros de vida. Después de 1939, un norteamericano que ganara un 6 por 100 anual mediante una hipoteca se encontraria con que, a causa de la segunda guerra mundial, ni siquiera se mantenia a Ia par, desde el punto de vista del poder adquisitive real del délur. Los bonos del gobierno de Estados Unidos comprados a 75 dé- lares en 1970 se reembolsarén.a 100 délares en 1976. pero no sabemos si esos 100 d6lares en 1976 tendran un poder de compra igual que los 75 délares de 1970, Por cl contrario. todos los que invierten su dinero en inmuebles, acciones © sacos de harina obtienen grandes beneficios durante la inflacidn, pues el volumen de ventas comerciales sube enormemente, y los precios se elevan entre el momento en que cl comerciante compra su mercancfa y la vende. Ademés, los gastos fijos y generales de administracién apenas aumentan, y aunque otros costes crecen, no lo hacen tan deprisa como los precios, por todo lo cual los benelicios, aumentan, a veces, atin mas répidamente que el coste de vida, con la conse- cuencia de que en tales perfodos de aguda inflacién cualquier imprudente puede convertirse en un gran financiero. Fin las épocas de deflacién el cuadro se vuelve al revés. Los acreedores y perceptores de ingresos fijos tienden a ganar a expensas de los deudores y percep- tores de benelicios. Si los precios bajan en el espacio de tiempo comprendido entre cl momento del préstamo y el de la devolucién, cl acreedor cobra. una antidad con mayor poder adquisitivo que la que”presté. Entre los momentos en que un comerciante compra y vende las mercancias sufrird una pérdida, micniras que cl maestro que conserva su empleo, y cuyo sucldo no ha sido’ reducido cesivamente, se encuentra ‘con sus ingresos reales aumentados, y la viuda que resistid: [a tentacién de comprar acciones durante la inflacién, invirtiendo, en cambio, su dinero en bonos del Estado con interés, fijo, se encuentra en mejor posicidn AL mismo tiempo, el Estado encuentra que su carga de Deuda publica ha aumentado en relacién con la recaudacién de impuestos y la renta nacio FI avaro, que no obtiene ningdn interés del dinero que esconde en el colchén, huestra simple definicién de inflacién como precios ascendentes tendri que ser modificala en as ooasiones: de esta manera, cuando en 1947 desiputecieron los controtes dep cs durante a, los precios subicron. ¢Querit decir la estabilidad de los pre es que no ex. tiera inflacion? No. Mientras la escasez de biencs Crecia entre 1942 y 1947, existia una inflacién «reprimiday. El crecimiento de precios que tuvo luga en 1947 fue fundamentalmente un asintoman de una enfermedad ya existente wmentar cl_valor real de su riqueza a medida que los precios bajan. En cto. silos precios bajan a razdn de un 10 por 100 anual, resulta que el ava se ve recompensado por su antisocial acaparamiento con un 10 por 100 de inte- Fés en términos reales, mientras que el empresario lo bastante tonto para dar trabajo a alguien se encontrari con que ni siquiera recupera su desembolso original, y mucho menos consigue obtener un beneficio. Segtin confirman estudios modernos, la redistribucién mas importante ocasio- nada por una inflacién es ta dirigida de la gente de mas edad a la mas joven. Hos d6lares que ahorramos cuando tenemos 25 anos ya no tienen el mismo po- der adquisitivo cuando Hegamos a los 70.°Si los precios aumentan al ritmo del 3 por 100 anual idad de compra de un dilar se habré reducido a ta cuarta parte en 45 anos. Inflacién anticipada. Si una inflacién es duradera y ya no es «imprevista», un para el aumento de precios puede encontrar un lugar X en tas tacas de Peramos que los precios suban un 4 por 100 anual- ar cl 8 por 100 en vez del 4 por 100. Este flacién se ha observado en Brasil y Chile, del mereado. Asi. si mente, unas inversiones pueden p: ajuste de las tasas de interés y de la ¢ incluso en Estados Unidos, a finales de los afios sesenta y_ prin setenta. s de los Efectos de lay variaciones de prec’ la produccién y e! empleo ios sobre Aparte dle su influencia sobre Ia redistribucidn de la renta, la inflacién puede afectar ala produccién y renta real total de la comunidad. Un aumento de los precios se asocia. generalmente, a un aumento del empleo, Cuando la inflacién es ligera, las ruedas de la industria se engrasan bien y la produccidit se acerca a su capacidad. For eso. algunos empresarios y dirigentes sindicales suclen preferir uma ligera inflacin y una -pequenia deflacién como un mal menor, pues las pérdidas. del Srupo que percibe rentas fijas”son normalmente menores que las ganancizs el caso de Brasil, la economi: muestra incluso senales de crecimiento real, pero muy a menudo, como en el caso de Chile, el crecimiento sufre Felizmente, son pocos los casos de hiperinflacién que se han registrado, salvo en los periodos de guerra o como secucla de un conflicto armado o una revolu- cin. Lo que hoy mas se teme en una economia mixta como la de Estados Unidos es el ascenso eallado y continue de los precios, que no podemos asegurar que no se vaya a convertir.en un trote o este en un galope desenfrenado. La mayoria de los especialistas no ven esa transformacién como algo inevitable, ni siquivra proba- ble; mas no por ello dejar de preocuparles un aumento reptante de los precios demasiado rapido y sostenido. | répido ascenso de los precios en los primeros afus posteriorés a la guerra Ultima hizo creer 1 algunos economistas que no podriamos ni siquiera accrcarnos al nivel de pleno empleo sin que los salarios y los precios aumentasen y que solo una junta reguladora de los precios podria hacer compatible la estabilidad ooemplea. By: eo: 17/0 corpoboraban este punto de visia, pete ce los : s. cor men de pare muy bajo, los precios al por mayor lina y ef coste des inantuvo constante. Entre 1958 y 1964 los precios ai por mayor se mostrs tables, Pero, como repetiremos en capitulos posteriures, toda economia 1 fienc que enfrentaise con cl problema de que le iendenciv hacia el pleno caple resulia en ung infacion reptante. Ei capitulo 41 analiza el hecho de que cad” economia tiene que cneontrar una adecuada «politica de ventas», como abova s Hama (0 indicadoies de la conducta salarios-precios), que ayude 4 mejora; esta cluacién de la economia. Objetives det cormporta con respecto a 105. precios nto a largo plaxe Ideaimente, todos deseamos una economia progresiva de ocupacién total, ot Ja que sean moderados fog excesos del ciclo econdémico y quede reprimida la «loca danza del dincrox, cuando se pasa de la prosperidad a la crisis y. luego. at deptesién. En lo que w las tendencias 9 largo plazo de los precios se refier, he tres programas posibles que spoyan distintos economistas: 1 s. Come ts i ducciin total asciende a medida que pasa el tiempo, debido al aumento de subtle. cién, a la pital y a los progresos técnicos, el total de s:as sube. Los salaries monetarios y Ids salarios reales también suben, como + 1 de} aumento de la proauciividad a lo largo del tiempo. Los precios han de subir lentamente. Como la produccién, en sith« pleo total tambisi aumenta con la productividad y la expansion stos sube atin mas el total pidamente que les precios. Los salarios mone lari también suhen rapidamente, pero el aumento de los salarios reales nue «> grande por causa de la tendencia ascendente del coste de vida 3. Los precios han de bajar continuamente. 1 total de salarios wenetaric: y el de las rentas derivadas de la propiedad se conservan casi constantes; }215 ¢} aumento de la produccién total, resultante de la mejore de le productividad wens logica, pasi: « todos tos consumidores a través de menores precios. Los suiaras reales suben, aunque Jos salarios monctarios se mantengan constants. ‘T' de piccios no necesitard influir depresiva e indebidamente en la act video econdmica, con tal que sea resultado de una reduccién previa de ccstes. Las tres soluciones son admisibles si el paro-se mantiene en muy propurcion, y en un sistema ideal exento de fricciones no impovtaria much cual de los tres sistemas se siguiera, siempre que la tendencia de los urecios fucra previsible y se realizaran de antemanc todas as edaptaciones neverarins y Pero la historia y cl andlisis econémicos nos indican que no vivimies en un mune idea} libre de fricciones, y en la Ultima de esas tres posibilidades vs donde sesut- tari mis dificil para una moderta cconomia mixta mantener un alto nivel du ocupacién. La mayoria de los periodos vigorosos de un sano desarrollo capitalisia si perturbaciones politicas se han producido en periodos de estabilidad o de tiger: aumento de los precios, El mismo capitalismo se desarrolld durante los. sigiass en que el ore de la Américe espaiiola ha Jo hubiess plancado asi. sino porque tides por los setiles precie: «! Nuevo Murdo. ja subir los precios, np porque naitic 45 sistemas monetarios solian estar consti- os y dio “i casualidad de que Colén deseut Economia de trueque y economia monetaria Cuando W. Stanicy Jevons, hace més de un siglo, en el primer libro de texto publicado sobre dinero, buscé un ejemplo con ci que explicar el tremendo salto adelante dado por el hombre al pasar del trueque al uso del dinero para los intercambios, no encontré nada mejor que citar experiencias como la siguiente: Hace algunos afios, Mlle. Zélic, cantante del Théatre Lyrique de Paris, dio un concierto en las islas de la Sociedad. A cambio de un aria de Norma y algunas canciones mis. se le ofrecié un tercio de los ingresos. Al hacerse la distribucién, se encontré con que su parti. cipacién consistia en tres cerdos, 23 pavos, 44 Pollos, 5.000 nueces de coco y una consi- derable cantidad de bananas, limones y naranjes. La cantante celculé que en Paris todo aquello le habria producido unos 4.000 francos, lo que era una buena remuneracin de unas canciones; pero en las islas de la Sociedad el-dinero era escaso; y Mlle. Zélic no podia consumnir mas que-una pequefia parte de sus ingresos en especie. y ademas parte de cllos tenia que dedicarlos a alimentar a los animales. A pesar de sus inconvenientes, la economia de trueque representa un gran Progreso sobre un estado de cosas en el que el hombre se vefa sujeto a ser aprendiz de todo y maestro de nada, por lo que ienemos contraida una gran deuda de gratitud con los primetos hombres de la sociedad primitiva que compren- dieron, de pronto, que todos podian mejorar si cada uno cedia parte de lo suyo a cambio de algo ajeno. Sin embargo, el simple trueque ofrece tan grandes desventajas, que no podria pensarse en una divisién de trabajo complicada sin la ulterior introduccién de otro gran invento: el dincro. En todas las culturas, exceptuando las més primitivas, los hombres no cambiaban diréctamente unas mercancias por otras, sino que las vendian por dinero, y después empleaban ese dinero para adquirir las mercancias que desea- ban. A primera vista, puede parecer que esto complica més las cosas en lugar de simplificarlas, convirtiendo una operacién en dos. Si yo dispango de manza- nas y quiero nueces,

También podría gustarte