Está en la página 1de 2

PABLO MORLES LIRIA

SELE KANT

1. Immanuel Kant defiende su postura ante una ética autónoma, formal y universal que
consistía en llevar a cabo toda accion de manera coherente y en base a que esta pueda
ser realizada de una misma manera o de manera universal para toda persona u
individuo. Ademas, estas acciones se han de realizar porque es lo correcto hacerlo, no
porque se quiera sacar partido de estas. Hay que dar sin esperar recibir nada a cambio
ya que de cierta manera toda persona ya es un fin en si misma. Todo esto se resume
en el imperativo categórico en el que la racionalidad, la percepción y la introspección
juegan un papel vital y simultáneo a la hora de actuar.

2. Principio práctico: ley moral


Humanidad: empatía con el prójimo o individuos externos de un mismo colectivo

3. Kant defiende la idea de una ley moral universal que sirva igual para todo individuo.
Indiferentemente de las experiencias o situaciones de elección moral. Por eso se le
atribuye el adjetivo de formal porque no esta relacionada con dichas situaciones
determinadas. La ética de Kant no te dice como tienes que actuar en una situación
determinada sino como has de actuar en todas las situaciones de elección moral. Por
eso concibió la ley moral como un imperativo categórico, una ética completamente
ineludible (imperativo) y valida para todas las situaciones (categórico). Este imperativo
categórico debería ser utilizado por todos de la misma manera y de forma autónoma.
Decía Kant que siempre has de actuar de modo en el que al mismo tiempo desees que
la regla según la cual actúas pueda convertirse en una regla general. O dicho en otras
palabras, actuar en base a como te gustaría que actuaran contigo. Has de tratar al
prójimo y amarlo como a ti mismo. Y sobre todo sin esperar nada a cambio. Kant
defendía que siempre has de tratar a las personas como una finalidad en sí y no como
un medio para otra cosa, por consecuente los intereses ya sean de cualquier tipo, no
tenían cabida dentro de esta ley moral. Incluso llega a afirmar que nosotros mismo ya
somos un fin, por lo que no tenemos derecho a utilizarnos como un medio para
conseguir algo. Si yo creo que necesito actuar de una manera denigrante para mi
persona para así poder conseguir que un tercero me respete eso será tan incorrecto
como yo utilizar a otra persona para conseguir el respeto de otros o incluso mi respeto
hacia mi mismo. La ética de Kant va de dentro hacia a fuera, mezclando percepción y
razón ademas de trabajar introspectivamente, llegaremos a esta ley moral, formal,
universal y autónoma que nos hará regirnos en vida de manera correcta y
absolutamente coherente. Cualquier acto para calificarse de moral ha de venir de una
superación personal. Estamos obligados a actuar con cierta moralidad, por mucho que
nos cueste en severas ocasiones. Es ahí donde se demuestra este acto de superación
por el cual conseguimos actuar moralmente. La ética de Kant también se define como
una ética de obligación por esto mismo y por lo antes mencionado, porque estamos
obligados a actuar como nos gustaría que nos tratasen. Sino nos convertiríamos en
meros incoherentes e interesados. Es esta intención de superarnos y de actuar según
lo universalmente correcto lo que nos llega a hacer libres. Por mucho que parezca lo
contrario. Es mas esclavo el que sucumbe a sus intereses que el que actúa con una
moral de obligación. Por eso también se define a la moral de Kant como una moral de
intención.

4. Comparto con Kant la opinión y la afirmación de una ética o ley moral universal. Hay
que actuar siempre como querrías que te tratasen a ti mismo, por mucho que sepas
que por desgracia la mayoría de veces no actúen contigo como tu actúas con los otros.
Ya lo dijo Jesús en su momento, hay que amar al prójimo como a uno mismo y ello
conlleva a actuar con el acorde con unos principios y valores universales. Pero sobre
todo de forma autónoma y sin querer esperar recibir nada a cambio. Ya lo decía
Siddhartha el hombre virtuosos el es que da sin esperar. Mas vale calidad que cantidad
en el acto, lo demás ya vendrá luego. Tenemos que poder regirnos por la intención de
actuar correctamente, moralmente hablando. Sino acabamos siendo como meros
animales o criaturas, guiadas por los instintos y los intereses. Necesito comer, como;
tengo sed, bebo… y me da absolutamente igual con quien y como haya de actuar para
conseguirlo. Así no somos mas que quimeras andantes. Un sabio me dijo una vez que
la vida es dura ya que todo se rige por el interés. Y por desgracia, es así. Vivimos en
una sociedad superficial y frívola en la que no hay cabida para la empatía. Hay que
comerte o te comen. Pero, ¿ y si yo no quiero ser comido porque tengo que comerme
a lo demás? ¿Acaso no es mas sabio el que actúa en base a lo que piensa y no a lo que
rige al rebaño? ¿Qué gano yo denigrando a mi prójimo?¿prestigio?¿Fama? ¿Por qué
tengo que sobrevivir actuando como los demás quieren que actúe y no como es lo
correcto y lo que se define en mi como actuar coherentemente y de manera universal?
¿¡Qué gano?! ¿¡Qué gano?! Yo te lo diré. Solamente ganas lo que todo el mundo
quiere de ti. Que no pienses ni tengas una esencia individual. Que seas como el resto.
Y en esta vida señores. Es mas virtuoso el que da sin recibir aunque se pase la vida sin
reciprocidad en el acto, que el que actúa en base a una reciprocidad falsa y regida por
los intereses. El que diga lo contrario solamente puede expresar conjeturas; erróneas
conjeturas.

También podría gustarte