auiera se toms la molestia de entrarde nuevo en trance para ls
tos. Luego represamos juntos al pueblo a buen pas, Me pre-
‘gunt6 si levaba grabadora, La saqué de mi mochila y Valerio
Emper6 a comarme su vision del espiitismo, Cuando estaba
‘mos legando al pusblo, ante mi desconcierto, Valero tomo por
‘Complete el contra dela sitacién. Me aranco la grabadora de
Jas manos, aument6 notablemente el paso y siguis hablando y
fentonands cantos espritistas, As{ me arrastraron por Ins calles
‘ms Concurridas del pueblo, Valerioes verdaderamente elocuente,
{yen mingin momento olvidé que su testimonio grabado tenia
Como destino la elaboracién de un manual espirtista. En vor
Innecesariamente alta, se autoentrevistaba y recababa opinio-
nes sobre el espirtism ala gente que se encontraba por lacale,
Senalando quign era yo a qulen quisiera escuchasle. En varias
‘Scasiones, me pidié que les hicfera fotos. Valerio estaba pasean-
{do estensiblemente a «sus antropélogo, venido desde Espana y
Estados Unidas can Ia intencion de hablar con él, para solucio-
‘naralgan problema delpitimidad local que yo desconocia, Come
Culminacion de esta exhibicién en la que pretendian establecer
iiblicamente el interés cientifico de su practica en sv entorno so-
‘ial mae signiffeativo, a legar a la plaza del pueblo, en medio de
Ta expectacton de todos los presentes, él y Henry me hicievo
sacarles unas fotografias bajo la estatua de Simén Bolivar. Ni
Siquicra en esta foto colts Valerio la grabadora.
‘Del mismo modo que el interés del investgador puede pres
lar al informante en determinados contextos, Donald Jorale
‘mon ha planteado otro tema crucial a relacion que pueden te-
het los informantes clave com el prestiato weadesnivo del invest-
{gador, En un articulo que siempre me ha impresionado y que he
Utlizado en mis clases de metodologia yd antropologia mésties
(1990), este autor discute el choque inicial que le supuso cono-
fer que ssu informante» peruano, Eduardo Caklerdn, sobre el
{gue habia escrito siete capitulos en uno de sus libros, estaba -
bajando para un grupo de new age norteamericano y participaba
plenamente en la scomercializaeién del chamanisimoe. Recibia
2 turistas de BE.UU., viajaba a lugares esotéricas y entonabe
‘cantor chamnicos Junto con grupos de sturistas esotericos»,
‘esperando lallegada de navesespaciales Al saber Jraleron todo
slo, suis primeras sensaciones fueron de «erguenzac, xenfado»,
J straicions, Sa prestigo profesional estaba en entredicho por
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rnohabersabido distinguira un schamsn de verdadde un ave-
nediro,Perdespus iis caso fara reflexionar de un modo
Critica sabre las expectativns de sautenticidads que los propos
anos preectaro con ecena ae a ee can
{ue trabajames. Primero, Joralemon recanoce que ls apariion
dle Caldern en una serie de television sobre el channanismotat
nnoamerisano habla cambiado su vida y le habia introdacido en
Uncireato tansnacional de consume de paquets tistics es0-
téricos, Joralemon tambien lega «la conclusion de que Calde
‘in habia eonseguido conectar con mucho éxito, formas locales
Peruanasy formas plobalizadas de concebirla aficion yet mi
ferio,enel marco de un mereado muy compettivo. Le ba sin
dluda mucho mejorque antes Era duet deun hotely unrest
rantey ya no sulin privaciones esondimicas. Le parse mis
“utenticos cuando erapobye? ra Caldera carat? Para
Joralemon, elaramente, no. Por un lado, le habia mostra la
Aexibiled que earacteriz a muchos especaistasterapéuticos
populares, postura que el mismo habia defendido con ents.
fo en machas reanionesclentificas, Ouign eral para imponer
In seeatvidad auténtica» que debe ener in chamén? Por otro
lado, los antropdlogos, que vivimor delos datos que abtenemos
de nuests informantes, no podemos erticar el hecho de que
ellos tarrbien se henefielen econdmicamente dels opertunida-
des que eles presentan a veces a raves des exponcion pabl
caetnogrien
47. Conrersaciones y entrevistas
Apart delos datos obtenidos meviantela observacién, ls we
cicios comunicativas mis importantes que los endgrafos hace
‘mosenclcampo sonescuchas hablary preguntas ¥ enclproceso
Sinogrfio escuchamoe, hablarbos y preguntamos de naachas
fmaneras desde conversaciones informs, hasta entrevista c=
tracturadas Cada una de as distin medals iene sven
tain y aus inconvenients,y todas lla tienen gue entenderse,
mol ina opal cmo mpocesn Ades a clas
tienen su«poiicar, miso menos «miro», pesto que nisiguiera
Ine conversaciones mds infornales son wa actividad social nese
trl: Por supuesto que todos Hablamos en nuestra vida cotidians,
ut¥y tenemos distintestipos de registros para dirigimos a distinios
Uupos de intelocutores yaudiencias. Los etnografos ue van i
‘campo, tienen qe optimizar su versailidad ya adit ait
‘onversacin, perosl mismo lempoadaptarse —aprendict
el campo—a clertostipos de conversaciones a los que no tenen
por qué estar acostumbradbos, y que responden a eiios de eo-
Imunicacion locales como puede ser Ins formas del humor el
‘mo y significado de los silencios, los sobrentendids, los restos
rualizados, tc. Como sefala José Luis Garcia, es preciso ade
_ms entender-el discurso.como una conchcta socal a sobservare
‘yanalizar como tal, como epartes de secuencias complejas dee
ions, ocome sconsirictoslopeas a desentrafat»,V nos como
‘edescripciones objetivas» (1990)
Pongo ahora un nuevo ejemplo del uso social de los ise
sos en elculto de Maria Lionza. Cuando legue a Venezuela o
jamais me habia enfrentado earaa cara a un médium en trance
fen un ritual religioso de a intensidad que tienen los expiritisas
‘Y'sin embargo, aunque algunos espritstenian pautas de inter
cambio bastante ritalizadas o hablaban en jereas incomprens
bes, la mayor parte son muy charlatanes,y distrutan mucho de
Ja conversacion, incluso delas que uno podria considerar trivia
Jes para un dmbito tual, Les encanta hablar—y aconsejara sis
fieles— sobre los hijos, el trabajo, el dinero, la salud, los depor
tes, la loteria, etc. La conversacién no es accesoria a sus actos,
sino consttutiva de ellos, yes la base desu eficacia social, Pero
incluso las conversaciones ms prosaicas con losesprets iene
Ihigaren un Ambito ritual, lo que les proporcionaba alas enti
des mistess una especie de preponderanciadiscursiva puesto,
fen la Logica del culto, tienen tna enorme sabiduria que volo se
‘puede obtener on el mis alls, pueden ver el futuro, econocer
pasado 0 incluso, lo que resulta desconcertante para muchos,
{entre ellos el antropdlogo, ler e iterpretar fos mds profiados
‘pensamientor desu interlocutor No se trataba por tanto de ana
conversacién comiin, aunque los temas fueran de fo mais cot
‘iano, Las conversaciones con espiritus se convertian en com.
plejas negociaciones en las que yo tenia muy poco margen de
Tmaniobra para diseutir o matizar un argument, Esto se com:
plica iin massi tenemos en cuenta que en no pocas ocasiones, a
To largo de un dia determinado o incluso en el conjunto de una
relaciin, hablaba mucho menos con los propos médliums que
na
con si spirits cuando estaban en trance, Bste es el caso de
Rube unode misinformnts clave, pero ina persona de pocas
pulalvas, En este sentido, lo que Ruben me ofeca fundamen:
[Mimente ene dialog con sus expr, cons que he dialoga
‘odcrante horas y hora en distin ceremonis
Tas conversaciones deseeicturadas sn el metodo mis us
Indiscutible el poder ereciente de las imagenes. Cada ver mis,
las representaciones visuals alas que accedemos a través de a
publicidad, el cine la televisin son responsables ce buena par
{edel conscimienta que tenemos del mundo, Como senalado
Susan Sontag respecto a la fotografia, la producekin casi com
pulsiva de imagenes se ha convertide en una nueva forma de
‘consumir la realidad» (1996). La confluencia de las fotos ye
video con el desarrollo veriginoso de Internet, las nuevas gen
rraciones de telefonos méviles y la proliferacion de redes sociales
cen el cada vez mis poblado y complejo ciberespacio agualizaran
atin ms ete proceso de enivelazarmiento casi instantanco de la
fexperienda con sus reprecentaciones viswalesy, cada vee mis,
con otras formas de sociabildad e intercambie de informacion
virtuales yen tiempo real. Los nuevos contextos globales de pro
uceién, circulacion y consumo de imagenes y discursos audio-
visuals iyo potencial e infencia son todavia dfiiles de pre-
‘decir, hande ser tomados muy en serio a la hora de repensar el
papel tanve de laantropologia como dela antropologta vis
Ins priximas décadas, Por decirlo en las palabras de Fiske
una hora de televisién cada uno de nosotros probablemente ex
Perimenta mds imagenes que cualquier miembro de una soci.
‘dad no industrial experimentariaen toda su vida. La diferencia
‘arantitativaes tal que se convierteen entegérica, Nowdloexperi-
‘mentamos mis imagenes, sino que se proce en nuestras vidas
tuna relacin totalmente clistinta enere las ingenesy elves se
los érdenes de la experiencia» (1991). ¥ al esto era vilido y
brecogedor para la television, es dificil imaginar el impacto que
fenlrn ls nuevas teenologias sobre nuestra vida ntiestra ex
Periencia,tecnologias que pronto la convertin, tal camo la co
hocemos ahora, en una reliqua,
Elconocimiento antropolégico también participa de este hi
pervisualismo: a pesar de ajo de personas, Gel desarrollo de 10s,
mmedios de ransportey del sestrechamiento» del mundo, buena,
parte de miestro consumo de sotredad se da a través de las
Imagenes. Los medios audiovisuales han transforraado nuestra
pereepcida del mundo, y por Io tanto no palemos abviarlos de
ninguna manera en el proceso etnografice, Su estudio, como
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