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Hugo- La adicción a la tecnología se expresa a través de la incapacidad de controlar el uso de los dispositivos. ¿Cómo
afrontarla? Descubriremos algunas recomendaciones.
¡Pero qué exageración! ¡Hablar de adicción a la tecnología, al móvil! ¡Ya ni se puede usar el móvil porque te consideran
adicto!… Estas frases se escuchan a diario y, quizás, has sido protagonista de algunas de ellas. Lo que sucede es que la
tecnología funciona casi como una extensión del cuerpo; representa un apoyo importante para diferentes actividades, y
gran parte del tiempo se tienen a mano los dispositivos tecnológicos.
Ahora bien, no quiere decir que haya que demonizarla. Cuando su uso es oportuno y moderado, en realidad aporta
numerosos beneficios. ¿Acaso no es más fácil llegar a algún lugar consultando con el celular, en lugar de llevar un plano
dibujado? Por supuesto que sí.
El inconveniente ocurre cuando los dispositivos y la conexión a estos se convierte en el centro de la vida. Cuando no hay
un control y su uso es excesivo. En dichos casos, se dice que hay una adicción, ya que se desarrolla una incapacidad de
«pensar sin ella». ¿Cómo identificarlo? ¿Qué hacer para afrontarlo? En esta ocasión, lo detallamos.
Ricardo - Como cualquier otra adicción, se dice que existe adicción tecnológica cuando una persona tiene dificultades
para controlar el uso o la necesidad de valerse de cualquier dispositivo de este tipo. En consecuencia, aparece la
ansiedad, el estrés, la irritabilidad, entre otras reacciones.
Si bien no hay una postura unificada, este tipo de acción hace parte de las «adicciones comportamentales». En estos
casos, no se trata de la dependencia de una sustancia, sino que se presentan patrones conductuales que generan y
mantienen la adicción.
Incluso, es el propio cuerpo el que empieza a producir más sustancias como la dopamina para sentirse bien. El
inconveniente es que cada vez necesita de mayor refuerzo y gratificación para lograrlo.
Por su parte, autores como Echeburúa, Labrador y Becoña (2009) mencionan que una adicción comportamental puede
ser entendida en un sentido amplio, con los siguientes elementos:
Pérdida de control.
Establecimiento de una relación de dependencia.
Tolerancia, que implica la necesidad progresiva de mayor tiempo y dedicación.
Interferencia y deterioro grave en la vida cotidiana.
Dicho de otro modo, no se trata de la conducta en sí (por ejemplo el uso del celular), sino de la relación que se establece
con el aparato tecnológico.
Miriam - Se habla de adicción a la tecnología cuando la persona es incapaz de controlar la necesidad de usar todo el
tiempo los dispositivos tecnológicos.
Aide - Hay algunas estrategias que permiten controlar la adicción a la tecnología. No obstante, hay que considerar que
muchas veces es necesario buscar ayuda profesional. A continuación, detallamos varias recomendaciones.
Limitar los horarios de uso. Por ejemplo, se pueden programar alarmas que indiquen cuándo es hora de desconectarse
del celular o en qué momento se supera cierta cantidad de uso.
Realizar otras actividades que no impliquen el uso de tecnología. Por ejemplo, algún deporte, una clase de baile,
etcétera.
Buscar reemplazos para el uso de tecnología. Es común usar el celular para ver la hora, pero muchas veces esa simple
acción es el disparador para empezar a chequear correos o mirar las notificaciones del WhatsApp. En este caso, por
ejemplo, es conviene evitar el uso del celular y reemplazarlo por un reloj.
En el hogar, hay que establecer algunas reglas de uso de la tecnología y procurar que todos las cumplan. Por ejemplo, en
la cena no se puede usar el dispositivo o no se puede mirar televisión.
Especialmente a partir de la pandemia, muchas actividades se «fusionaron» en un solo sitio, la casa. Por eso, muchos
empezaron a emplear el smartphone y la computadora para trabajar hasta en horas de almuerzo. Hay que evitar estos
hábitos y hacer pausas entre las actividades.
Yuritzi - Para reducir la adicción a la tecnología es conveniente respetar los espacios de cada actividad. Por ejemplo,
evitar el uso de dispositivos durante las comidas.
La evitación no es la solución
Hay quienes dirán que no usan celular ni se valen de tecnología porque no quieren quedar «enganchados» o «volverse
adictos» a estos aparatos. Sin embargo, esto tampoco es lo recomendable porque se trata de una estrategia de
evitación, en lugar de afrontamiento.
Es decir, en lugar de aprender a regularse, se huye del potencial estímulo perjudicial. De este modo, lejos de resultar
fortalecedor, la persona se vuelve más vulnerable a ser incapaz de enfrentar situaciones en donde deba establecer
límites y ejercitar el autocontrol.
Hugo - Para finalizar esta mesa redonda sobre el tema de la adicción a la tecnología.
Una vez más, la tecnología no es la causa de todos los males, ni tampoco es la única causa de la adicción. Es importante
tener una mirada más amplia del problema para poder pensar en mejores estrategias de uso.