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5 Revision de Las Categorias Migratorias en La Ley de Migracion y Extranjeria
5 Revision de Las Categorias Migratorias en La Ley de Migracion y Extranjeria
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Documento LTM28.100.387
Doctrina
Fechadoctrina: 18/10/2022
Autores: CONSTANZA ASTUDILLO MEZA, CAMILA ASTUDILLO GONZÁLEZ
Título: EXTRANJERÍA Y MIGRACIÓN EN EL SISTEMA JURÍDICO CHILENO. Comentarios a
la Ley de Migración y Extranjería
TEXTO:
castudillom@santotomas.cl
castudillo3@santotomas.cl
I. INTRODUCCIÓN
La Ley de migraciones Nº 21.325, es resultado de un proceso legislativo de amplia discusión, en la que participar
actores como ONGs, universidades ,organizaciones de migrantes, entre
otros. El interés de contar con una nueva normativa se manifestó desde
el año 2013 en los presidentes Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, y su tramitación efectiva se
extendió por 8 años, viendo la luz en abril del
año 2021, quedando su vigencia sujeta a la dictación del Reglamento respectivo. El objeto del
presente trabajo es conocer y explicar las categorías migratorias que introduce esta normativa.
Para lo anterior es importante tener en cuenta que la nueva legislación implica un cambio de paradigma, pues den
reconoce derechos para los migrantes, abandonando de este modo, el enfoque hacia la migración como una amen
Nº 1094, lo que se explica en la lógica de seguridad del Estado en la que se inspiró, que tenía “el
claro propósito implícito de impedir el ingreso
de “agitadores”3. En este orden de ideas, se debe agregar, que estamos ante una “norma
preconstitucional elaborada en 1975 y que refleja un esquema normativo de máxima discrecionalidad
que admite masivas vulneraciones de derechos o alteraciones menores, dependientes del
carácter compasivo o estricto de su invocación por las autoridades de
turno”4. Consecuencia de lo anterior se ha catalogado como una “Ley
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de extranjería, y no de migración pues se preocupa de la entrada y salida, pero no de la estadía de las personas”5.
presente que esta ley ya cumple cuatro décadas, siendo “la más antigua de Sudamérica, que responde
a una realidad económica y social propia
de otro contexto histórico, tanto respecto de las imperantes concepciones políticas relativas a la inmigración, así c
cuantitativas y cualitativas que hoy presentan los flujos migratorios en el país”6.
Por todo lo expresado, es que existen justificadas razones para abogar por su modificación. Así las
cosas, creemos que, con esta nueva Ley, existe un avance en materia de migraciones, pues se
reconocen derechos a los migrantes, establece principios que informan la nueva legislación,
“reconoce el valor de la cultura propia de los migrantes y da especial
cuidado a mujeres, niños y niñas, incluso se refiere a la promoción de
la multiculturalidad”7, igualdad de trato con los nacionales, reconocimiento de títulos profesionales,
y elabora nuevas categorías migratorias, que según ha dicho la autoridad respectiva son
más flexibles, pues permiten incluir otras subcategorías a través de la política migratoria
que corresponde al ejecutivo. Sin perjuicio de lo anterior, y no obstante
valorar el gran paso que da Chile en esta materia, debemos observar su aplicación una vez que se
cuente con el reglamento respectivo, para poder tener una reflexión completa.
Tal como se indicó en la introducción, la intención de contar con una nueva institucionalidad en
materia de migración data del año 2013
cuando el presidente Sebastián Piñera presenta el proyecto de Ley de Migraciones, que, sin embargo,
tuvo un escaso avance legislativo. Por otro lado, lo mismo ocurrió con el proyecto impulsado por la
presidenta Michele Bachelet, cuya tramitación solo logró el informe de la comisión
de gobierno de la Cámara de Diputados sin que se evidencien otros trámites para darle continuidad.
En el año 2018, bajo la segunda administración de Piñera, se retoma el proyecto del año 2013 con algunas indicac
es que ambas iniciativas pretenden transitar hacia la construcción formal de una política migratoria,
entendida “como las propuestas y metas elaboradas desde el aparato estatal con el fin específico de
influir en el tamaño, la composición, el origen, la dirección, el asentamiento y la integración de los
flujos migratorios espontáneos o pertenecientes al proceso global de planificación
económico-social”9, lo que en nuestro
país no ha existido de modo institucional, pues la normativa en materia
de migración estuvo constituida por el Decreto Ley Nº 1094 y por el
Reglamento contenido en el Decreto Supremo Nº 59710, que han sido complementados por
instructivos presidenciales, oficios, circulares y actos administrativos sectoriales11 que vienen
hacerse cargo de situaciones que podrían afectar a los migrantes en asuntos relativos a su salud, y
educación, y en general a sus derechos fundamentales. Como se podrá observar este conjunto de
normas “no constituye una política migratoria
coherente, sino que más bien una regulación improvisada, resultado de
la inercia jurídica e institucional”12, el principal avance en esta línea
fue el instructivo presidencial Nº 913 dictado en el primer gobierno de
Michelle Bachelet, el que adoptó una perspectiva más enfocada en los derechos, de esta manera se
dispuso mecanismos de admisión y
protección al migrante, en su condición de titular de derechos humanos, el que si bien fue un esfuerzo
no se concretó ni materializó en una política
estructural o un plan nacional14. La consecuencia de esta falta de política y de un conglomerado de normas que e
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parte la espontaneidad de la llegada de la inmigración en Chile y la falta de armonía en la regulación,
que se disgrega en múltiples instrumentos
que no son debidamente dados a conocer, lo que favorece situaciones de
irregularidad migratoria y la vulneración de los derechos humanos de los inmigrantes”15.
Resulta importante reiterar que, en ambas propuestas legislativas, existe la intención de crear una política migrato
Nacional Migratoria basada en un diseño ejecutado y coordinado por el Ministerio del Interior y
Seguridad Pública, que, a la vez, es
definido por un Comité de Política Migratoria, compuesto por los titulares de Interior, Relaciones Exteriores, Hac
Humanos”16. Es decir, el Ministerio del Interior elabora la carta de navegación en materia de
migración, pero existe una instancia colabo-
rativa constituida por una serie de ministerios sectoriales.
Por otro lado, en el proyecto del presidente Sebastián Piñera, la Política Nacional de Migración y
Extranjería “es establecida por el
presidente de la República, con la firma de los ministros del Interior,
Relaciones Exteriores, Hacienda, Justicia, Desarrollo Social y de Salud,—que integran el Consejo de
Política Migratoria—, indicando además que debe ser informada a la Cámara de Diputados, y
revisada cada cuatro años por el Consejo de Política Migratoria”17, bajo este modelo, es el ejecutivo
quien define y determina la orientación de la política en materia de migración, lo que es coherente en
un estado con un marcado
presidencialismo. En concordancia con lo anterior, y a modo de resumen podemos sostener “que el primer proyec
punto de vista de varios actores para definir una política migratoria,
mientras que el segundo (piñera) delega todas las facultades al ejecutivo, relegando a un segundo plano al Consej
pues su única función es la de asesorar”18, sin embargo estas potestades
se matizan, pues el finalmente el “proyecto de ley deja en manos del
Consejo de Política Migratoria la tarea de crear y actualizar periódicamente las subcategorías de residencia tempo
fijando además sus requisitos, lo que permite al Estado adaptarse con
celeridad a la evolución del fenómeno migratorio”19.
Como puede advertirse, la flexibilidad es considerada un acierto en este proyecto, que finalmente se
convirtió en Ley de la República, pues,
de acuerdo al texto definitivo20 será el ejecutivo el que establecerá la
Política Migratoria, la que será revisada cada cuatro años, lo que en la práctica permitiría incluir otras
condiciones o categorías migratorias
atendiendo al contexto y eventualmente a la necesidad del migrante. Sin embargo, pese a que la
flexibilidad ha sido el atributo más destacado desde el gobierno de Sebastián Piñera, creemos que
esta característica debe observarse con cautela, ya que esta Ley, sigue sin desarrollar una política
pública general en materia de migraciones, pues en los hechos,
dejaría el marco de acción (política pública) a la coyuntura, expresada
en la atribución del presidente de la República no existiendo una consagración de tipo legal. En otras palabras, tem
no incluir una determinada condición migratoria a las subcategorías21 migratorias quedarían
supeditadas a la discrecionalidad. En consecuencia, “aunque esta regulación debe ser flexible para
adaptarse a los cambios de la inmigración —cambios que, en muchos casos, responden a factores
externos—, dicha flexibilidad no puede transformarse en una discrecionalidad excesiva o, a final de
cuentas, en arbitrariedad”22, y nos acercaríamos nuevamente a un modelo migratorio de
securitizacion23., donde la migración es vista como una amenaza, que se sustenta “en una
sensación de miedo, inseguridad, peligro e incomodidad que produce la llegada de personas
extranjeras a un territorio determinado, con independencia de los cambios que efectivamente generan
para la sociedad receptora”24.
Cuando hablamos de categorías migratorias, nos estamos refiriendo a las condiciones para que un extranjero ingr
el territorio chileno. En la nueva normativa no hay mayor innovación
en las categorizaciones, pero si en la flexibilidad, la que se concreta en
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la introducción a través de la dictación del decreto supremo, que fija las subcategorías migratorias.
La importancia de revisar esta materia es
que de acuerdo al artículo 5 transitorio de la Ley Nº 21.325, las categorías migratorias que regirán son las contem
1. Residentes
Son aquellos que manifiestan su voluntad de residir en el territorio nacional de manera temporal o
definitiva. Esto se explicita, “de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico a través de la visación o
permisos de residencia”25. Esta calidad puede ser para el que la solicita, es decir, el titular o
dependiente, cuando estamos en el supuesto que sean
“miembros directos del solicitante-cónyuge, hijos y ascendientes”26. El DL Nº
1094 entre los artículos 22 a 33 bis, se refería a permisos temporales, que deben ser renovados, y que
“no constituyen un listado taxativo, ya
que la propia norma delega en la autoridad administrativa la posibi-
lidad, según la utilidad y la conveniencia lo sugieran, crear por vía ad-
ministrativa otras visas temporales”27.
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2. Visación de residencia oficial: Este permiso se otorga de acuer- do al articulo 19 del DL Nº
1094 a “los miembros del Cuerpo
Diplomático y Consular acreditados ante el Gobierno y los de organizaciones internacionales
reconocidos por Chile, a quienes se concederán visaciones diplomáticas u oficiales”.
Asimismo, se extiende “a los miembros de sus familias que vivan con ellos,
al personal administrativo y al de servicio y a las demás perso-
nas que determine el reglamento que dictará el Ministerio de Relaciones Exteriores”33. No
podrán ejercer labores remuneradas ajenas a su misión, salvo que sean ad honorem.
2. No residentes
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entrega de una tarjeta de tripulante, cuya duración no podrá
extenderse por más de 30 días. Sin perjuicio de lo anterior el Ministerio del Interior o Gobierno
Provincial, podrá autorizar la estancia por un plazo mayor a 30 días mientras no sea superior a
6 meses39.
Habitantes de zonas fronterizas: Esta categoría la crea la Ley Nº
19.58140, e indica en su artículo 1º que comprende a “aquellos nacionales, residentes o
radicados permanentes, de Estados que
sean fronterizos con Chile y que tengan domicilio en zonas li- mítrofes a la frontera nacional”.
Estas personas podrán ingresar mediante un documento denominado tarjeta vecinal fronteriza,
y no podrán ejercer actividades lucrativas o remuneradas. Además,
su estancia en el país no podrá ser superior a 7 días.
Clandestina: Un extranjero puede ingresar clandestinamente al país “entendiéndose por tal
cuando no sea efectuado por lugares
habilitados del territorio nacional”41. Estos ingresos habilitados están determinados por el
Presidente de la República por Decreto
Supremo, firmado por los ministros del Interior y Defensa42. En
este caso, como es evidente el “extranjero no solo no tiene de- recho a realizar ningún tipo de
actividad remunerada, sino que constituye un delito, el que se castiga con presidio”, y que ade-
más trae aparejada la sanción administrativa de la expulsión. En
la práctica, ocurre que el Ministerio Publico con frecuencia se
desiste de perseguir el delito de ingreso clandestino, y las an- teriores intendencias regionales,
deben disponer de la expulsión respectiva.
A su vez, el art. 39 establece reglas sobre los ingresos y los egresos del país, señalando al efecto que
no existen límites al número de ingresos y egresos al territorio nacional que puedan realizar los
extranjeros residentes mientras se mantenga vigente su permiso de residencia
respectivo y se cumplan los demás requisitos establecidos en la ley y en
el reglamento, y se admite incluso su ingreso o egreso al país cuando
hubiere solicitado el cambio o prórroga de su permiso de residencia temporal, o hubiese solicitado el
permiso de residencia definitiva,
mientras que acredite que cuenta con un certificado de vigencia en trámite vigente, aun cuando el
permiso de residencia que posea no se encuentre vencido.
Como primera cosa, la normativa indica que el procedimiento pa- ra acceder a estos permisos de
residencia o permanencia, se encuentra
regulado en la Ley 21.325 y en su respectivo reglamento, señalando al efecto que el organismo
encargado del otorgamiento, prorroga y revo- cación de los mismos corresponde al Servicio Nacional
de Migraciones (SERMIG), salvo los correspondientes a residentes oficiales, cuya competencia se
encuentra radicada en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Además, la ley admite solicitar el cambio de categoría y subcategoría durante toda la vigencia del
permiso respectivo, siempre que sea antes del vencimiento de los plazos para solicitar la prórroga.
Ello en concordancia con el art. 3 inc. 3 de la Ley, que otorga al Estado la prerrogativa
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de decidir a quién ha de admitir en su territorio, manteniéndose sí el
deber de asegurar a los solicitantes un procedimiento racional y justo
para la aprobación o rechazo de la solicitud, la que se tramitará bajo criterios de admisión no
discriminatoria. La igualdad ante la ley y la no
discriminación, así como el respeto, promoción y garantía de los derechos humanos, son principios fundantes en
Por su parte, el inciso cuarto establece ciertas obligaciones para el servicio de cara a la celeridad del
proceso, señalando que las solicitudes de residencia temporal y definitiva deberán resolverse en el
más breve plazo, debiendo el Servicio informar el estado de las solicitudes cada sesenta días hábiles,
de conformidad a lo que se señale en el respectivo
reglamento, prorrogándose la vigencia de la residencia en tanto no se resuelva la solicitud respectiva.
Los incisos finales del art. 37 establecen algunas multas para aquellos residentes que soliciten
renovaciones de permisos cuando éstos ya se encontraban vencidos, según lo establecido en el art.
107 y 119 de la Ley, las que se resolverán en la providencia de la solicitud. Asimismo, a las
solicitudes efectuadas dentro del plazo de seis meses contados desde
la expiración del permiso de residencia anterior, se les aplicará, como máximo, la sanción de multa
con la rebaja dispuesta en el inciso primero del art. 121.
Además, y como hemos señalado, se admite a título de sanción la amonestación por escrito en
cualquier tiempo, respecto de las prórrogas solicitadas cuando los permisos se encontraban vencidos.
Estos pagos pueden ser rebajados, pero solo en caso excepcional y a solicitud del interesado,
debiendo pronunciarse al respecto el Director Nacional del Servicio mediante resolución fundada.
Como en toda normativa en la que se alude derechos de menores de edad, encontramos en la Ley de
Migración la mención del interés superior del niño como principio rector sobre la materia,
estableciéndose en el art. 4 la obligación estatal de adoptar todas las medidas administrativas,
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legislativas y judiciales necesarias para asegurar el pleno
ejercicio y goce de sus derechos consagrados en la Constitución, las leyes y los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, desde su ingreso al país y
cualquiera sea la situación migratoria de sus padres o adultos a su cuidado.
Por su parte, el art. 19 de la Ley de Migración se refiere a la reunificación familiar, privilegiando en el inciso segu
reunificación familiar de NNA con extranjeros residentes, las que se tramitarán de forma prioritaria.
El art. 41 se refiere particularmente a las categorías migratorias de los menores de edad, señalando al
efecto que estos permisos de residencia o permanencia, así como sus respectivas prórrogas, deberán
ser solicitados por su padre, su madre, el guardador o la persona encargada de su cuidado personal. A
los NNA se les entrega el permiso de residencia temporal de forma inmediata y con plena vigencia,
c o n i n d e p e n d e n c i a
de la situación migratoria de quien se encuentre a su cargo, no resultando esta visa un permiso extensible a los mi
condición migratoria irregular del padre, madre, guardador o persona
encargada del cuidado personal del NNA no obstará a la entrega del
permiso de residencia del menor de edad.
En el caso de aquellos menores de edad que no se encuentran acompañados por los adultos referidos,
se establece la obligación de poner
en antecedentes a la autoridad encargada de la protección de los NNA conforme a la legislación
vigente, con el objetivo de resguardar sus derechos, aplicando esta misma regla cuando no se tenga
certeza acerca de la mayoría de edad de un extranjero.
De la mano de lo que se ha señalado a propósito del resguardo, pro- moción y garantía de los
derechos humanos de los extranjeros, y sobre
todo en lo que dice relación con el derecho a la igualdad y prohibición
de trato discriminatorio, el art. 42 regula la situación de las personas con discapacidad,
estableciéndose la obligación estatal de crear todas las condiciones necesarias para que las personas
con discapacidad soliciten sus permisos de residencia, admitiéndose que en el evento de que la
situación de discapacidad les impida solicitar personalmente su permiso
de residencia, podrá requerirlo a través de su cuidador, guardador o representante legal —si tuviera
uno— o bien a través de un mandatario especialmente designado al efecto. Estas reglas se han
establecido en concordancia con lo dispuesto en la Ley 20.422, que establece reglas
y normas sobre la igualdad de oportunidades y la inclusión social de personas con discapacidad.
En los mismos términos, en caso de verificarse una situación de abandono o bien de no existir un
cuidador, un representante legal o un guardador de conformidad a lo establecido en el art. 6 letra d)
de la Ley 20.422, el Estado deberá procurar una ayuda prioritaria y establecerá los mecanismos para
auxiliar y apoyar en la tramitación de sus permisos su residencia o sus prórrogas.
6. La permanencia transitoria
El inciso final de la norma en comento establece la obligación de todo extranjero titular de este tipo
de residencia, en orden a acreditar que posee los medios lícitos de subsistencia que permitan su
permanencia en el país.
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No se admite que los titulares de este tipo de permisos realicen actividades remuneradas, salvo de
modo excepcional cuando se desarrollen actividades específicas y esporádicas y los habitantes de
zona fronteriza.
7. La residencia oficial
Se encuentra definida en el art. 59 como aquel permiso de residencia otorgado a los extranjeros que
se encuentran en misión oficial
reconocida por Chile y a los dependientes de los mismos. El otorgamiento y re- chazo de este tipo de
permisos dependerá del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Este permiso caduca en treinta días después del término de las misiones oficiales que desempeñen en el país.
8. La residencia temporal
9. La residencia definitiva
Está definida en el art. 78, como aquel permiso para radicarse definitivamente en Chile, que autoriza adesarrollar
lícita, sin otras limitaciones que las que establezcan las disposiciones legales y reglamentarias. Este
tipo de residencia sólo puede ser obtenida por aquellos extranjeros que posean una residencia
temporal que expresamente admita postular a ella y que cumpla con los demás requisitos legales y
reglamentarios, entre ellos la residencia en nuestro país durante a lo menos veinticuatro meses.
De conformidad al art. 80, también podrá otorgarse la residencia definitiva a los ascendientes en línea
recta de los extranjeros que
alcancen dicha categoría, o a los de su cónyuge o conviviente, siempre que
estén bajo su cuidado o manutención.
En cualquier caso, la residencia definitiva quedará tácitamente revocada cuando su titular se ausente
del país durante un plazo continuo
superior a dos años, salvo que el interesado solicite la prórroga en el consulado chileno respectivo, el
que podrá otorgarla por una sola vez y tendrá una vigencia de dos años.
V. CONCLUSIONES
9 / 19
Podemos concluir de lo expuesto, que la nueva Ley de Migraciones es producto de un largo trabajo
legislativo, e intenta a responder a flujos
migratorios que no se consideraron en décadas pasadas, donde la normativa tenía un marcado
enfoque de seguridad, y concebía al migrante como amenaza.
Por otro lado, en materia de categorías migratorias, no hay mayor innovación, siendo el principal
cambio la imposibilidad de transitar a otras categorías migratorias. El actual gobierno ha destacado
además como un acierto la flexibilidad para crear subcategorías migratorias, lo que permitiría otorgar
nuevos permisos atendiendo a la realidad de un
momento social determinado. Es importante observar con cautela la aplicación de esta nueva norma,
y reconocer aun cuando no es suficiente para avanzar en materia de migración, sí es un gran paso.
NOTAS:
1
Profesora de Derecho civil de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás, Antofagasta, Chile y de la
Argentina.
2
Profesora de Derecho civil de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás, Antofagasta, Chile y de la
Magíster en Derecho por la Universidad Católica del Norte.
4 Tribunal Constitucional de Chile, Rol 2273-2012, de fecha 04 de julio de 2013, Considerando 7º.
Disponible en: https://www.tribunalconstitucional.cl/wp/ver.php?id=2795.
11 Por ejemplo, se celebró Convenio que facilita el acceso a la salud a través del Régimen de
Prestaciones de FONASA, Programa de Regularización de Estudiantes “Escuela Somos Todos”,
Convenio para el acceso a la
educación parvularia. Iniciativa conjunta entre el Ministerio del Interior y la Junta Nacional de
Jardines Infantiles (JUNJI), y Convenio de Colaboración SENAME -
DEM para el reconocimiento de la condición de refugiado, entre otros.
10 / 19
12 Domínguez (2016), p. 195.
13 Por ejemplo, el Instructivo Presidencial del año 2008 dictado por la presidenta Bachelet, que
imparte instrucciones para una política nacional migratoria. Disponible en:
https://www.extranjeria.gob.cl/media/2019/03/Inst-Presidencial-N%C2%BA-9.pdf.
14 Sin perjuicio de lo anterior, hay autores que indican que Chile ha experimentado tres etapas
distintas de política migratoria: (a) la política por defecto (1992-2002), (b) la política del estado de
ánimo (2002-2017) y (c) la política de ordenar la casa (2018-presente). Véase: Vásquez, Finn y
Umpierrez de Reguero (2021), p. 64.
1 9
Nueva Ley de Migración: promoviendo una política migratoria moderna y adecuada a las necesidadesdel país. Di
24 Feddersen (2021a), p. 6.
11 / 19
35 Feddersen, cit. (n. 29), p. 125.
BIBLIOGRAFÍA:
Bibliografía
Aninat, Isabel y Sierra, Lucas, “Regulación inmigratoria: Propuestas para una mejor reforma”, en
Aninat, Isabel y Vergara, Rodrigo (Eds.), Inmigración en
Chile: una mirada multidimensional, CEP, Santiago, 2019, pp. 31-61.
Bassa Mercado, Jaime y Torres Villarrubia, Fernanda, “Desafíos para el ordenamiento jurídico
chileno ante el crecimiento sostenido de los flujos migratorios”, Estudios Constitucionales, Vol. 13,
Nº 2, 2015, pp. 103-124.
Diaz Tolosa, Regina, Estatuto de los migrantes en Chile. Revisión de la normativa nacional e
internacional aplicable, Ediciones DER, Santiago, 2021.
Feddersen Martínez, Mayra, Manual de Derecho Migratorio Chileno, Editorial Legal Publishing,
Santiago, 2021.
12 / 19
2015”, Polis (Santiago), Vol. 48, Nº 16, 2017, pp. 245-270.
ÍNDICE:
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN 15
1. Dictación del DL Nº 1094 de 1975 y del DS Nº 1306 de 1976, que establece el Reglamento
de Extranjería, reemplazado por el DS Nº 597 del Ministerio del Interior de 1984 29
4.La Conferencia Sudamericana de las Migraciones del 2000, la Declaración de Santiago sobre principios m
6. Dictación del DS Nº 1393 de 2014 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública 36
7. Dictación del DS Nº 108 de 2015 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública 37
13 / 19
Nacional Migratoria 37
VI. CONCLUSIONES 44
Bibliografía 47
I. INTRODUCCIÓN 53
I I I .
DERECHOS HUMANOS EN LA NORMATIVA MIGRATORIA CHILENA POST-DICTADURA: EMERGEN
Bibliografía 81
I. INTRODUCCIÓN 85
1. Normativa internacional 88
2. Normativa regional 90
3. Normativa nacional 91
V. CONCLUSIONES 117
14 / 19
Bibliografía 118
I. INTRODUCCIÓN 123
V. CONCLUSIONES 150
Bibliografía 152
I. INTRODUCCIÓN 157
1. Residentes 163
2. No residentes 166
1.
15 / 19
1. En cuanto al procedimiento de acceso a los permisos 169
2. En cuanto a las sanciones establecidas en la Ley 170
3. Permisos que se encuentran sujetos a pago de derechos 170
4. Reglas especiales establecidas respecto de los niños, niñas y adolescentes 171
5. Reglas especiales respecto de personas en situación de discapacidad 172
6. La permanencia transitoria 172
7. La residencia oficial 173
8. La residencia temporal 173
9. La residencia definitiva 174
CONCLUSIONES 174
Bibliografía 175
I. INTRODUCCIÓN 177
4. Reunificación familiar y tramitación del permiso de residencia temporal para niños, niñas y adolescentes
188
3. Concordancia normativa entre las diversas disposiciones que afectan a los derechos de la infancia y la adol
197
V. CONCLUSIONES 200
Bibliografía 201
16 / 19
LA SANCIÓN DE EXPULSIÓN ADMINISTRATIVA EN LA LEY Nº 21.325
I. INTRODUCCIÓN 207
Bibliografía 236
I. INTRODUCCIÓN 239
I I .
EL ANTIGUO DERECHO DE EXTRANJERÍA: AUSENCIA DE UNA PREOCUPACIÓN POR LA INCLUSIÓ
241
Bibliografía 263
Internacional 264
Nacional 264
I. INTRODUCCIÓN 267
Bibliografía 302
18 / 19
Normas jurídicas citadas 304
I. INTRODUCCIÓN 307
I V .
LA NOCIÓN DE MIGRACIÓN SEGURA, ORDENADA Y REGULAR EN EL MARCO DE LA NUEVA LEY
DE PERSONAS Y TRÁFICO DE MIGRANTES 317
V .
PRINCIPALES PROBLEMÁTICAS POLÍTICO-CRIMINALES DE LA NOCIÓN DE MIGRACIÓN SEGURA
ORDENADA Y REGULAR EMPLEADA EN LA NUEVA LEY DE
MIGRACIÓN Y EXTRANJERÍA 320
Bibliografía 324
19 / 19