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La energía solar es una de las fuentes renovables más prometedoras. Mediante el uso de
paneles solares, se puede aprovechar la radiación solar para generar electricidad. La energía
solar es abundante y está disponible en todo el mundo, lo que la convierte en una opción
viable incluso en regiones con menor exposición al sol. Además, la tecnología solar ha
experimentado avances significativos en términos de eficiencia y costo, lo que la hace cada
vez más accesible y competitiva en comparación con las fuentes de energía convencionales.
Las energías renovables también ofrecen beneficios más allá de la reducción de emisiones.
Son fuentes de energía autóctonas, lo que reduce la dependencia de los combustibles
fósiles importados y mejora la seguridad energética. Además, las energías renovables
pueden impulsar la innovación tecnológica y fomentar la creación de empleo en el sector
de las energías limpias.
Sin embargo, la adopción a gran escala de las energías renovables no está exenta de
desafíos. Uno de los desafíos más destacados es la intermitencia de estas fuentes de
energía. La energía solar solo se puede generar durante el día y depende de las condiciones
climáticas, mientras que la energía eólica depende de la velocidad y la consistencia del
viento.