Angélica Dossetti nacid en Santiaga de Chile en
1973. Estudid Trabajo Social, pera iui werdhacdeta woe
cian son las letras. Desde: sa) mifber fa sicko wera devi
lectora y ya cen su jerverntuc siti la rvecorsidad de eytel
bir ef sinfin de hestorlas que Bullian evi su inderlet
Sus cate novelas anterioees =/Acry quo salve yt Seibel,
Tender peor urna craig, Ur wie} fenesynevineeny UL) Sarat ah
mi colegro— La han conwolichiclo envtee bah weber Gren)
su navelista preferida, tarto por lo muwedkinin ee \aih
anqumentas, conv por La livclusichn ce oy Heeniah y Ut
Hologias qué hoy les atraen, aparte de Mon waliney que
encieran, sin didacthimo alguna
En fa presente novela, Ema la jrutaganbila di aij
navelas anteriores est pot Cinrnjalit callin Allin y ie
ha enamorada perdidainente de un Compared ie
Curso. Pero Gite mo gusta a wiek MIA y, a Ail VON, a La
madre det joven Ho le agrada Cina, Tanta, que W
sefora, en complicidad con dow commparieray We (14,
hace que la espien cuando se junta con yi pelila, Vode
ello desencadena un conflicts qive Heya a Lina w nity
parecer ante el Consejo Estudlantil ara su pollae
expulsidn del colegie,ANGELICA DOSSETTI
MUSTRACIONES DE
CARLOS DENIS
@Desde que cengo memoria espero con
ansias mi cumpleanos para as! poder sumar
un niimero mas a mi exiscencia y llegar a
gobernar mi propia vida. Jamas imaginé que
cecamino llamado adulescencia, encargado
de Ievarme a la adultez, pudiera ser tan
sinuoso, repleto de decepciones que me
derrumban y de las que creo nunca podré
levantarme. Afortunadamente, aunque la
noche con sus pesadillas parezca eterna,
siempre amanece comenzando un nuevo
dia, que si me esfuerzo, pueden hacer de
este andar inevitable, la ctapa mas hermosa
de mi vida.
Ema 5.Martes 6 de junie.
Hey, después del colegio, Nepué a casa sin ganas de
nada. Abri la puerta con un poco de tremor de encon-
trarme con mam, pucs en ocasiones sale temprano del
trabajo y me espera con esa sonrisa permanence para
pregunearme “;Cémo te fue?”, Pera esta vez no tenia
Animas para contestar esa pregunta; di un vistazo rapido
al departamento, para cerciorarme de que estaba sola,
y luego me dirigt a mi dormitorio, dnice lugar en todo
e] mundo donde me siento a salvo. Tenfa tanta rabia,
quizd mezclada con un poca de pena, que lancé con Furia
mi mochila sobre el sillén verde pistacho que yo misma
habla acomodado junto a la ventana. En dias mejores,
disfturaba sentarme en ese rincdn para ver pasar a las
personas caminando por la vereda, cuatro pisos mas
abajo, tratande de imaginar hacia dénde irfan a en qué
pensahan; pero hoy no estaba para adivinanzas.
Hoy noes un buen dia aunque, en realidad, hace semanas
que no consigo estar tranquila, sin poder disfrutar de las
tardes con mis amigos del colegio, las cenas familiares en
casa, los chateos con papd, que crabaja en el extranjero yANGELICA DOSSEET
que hace mds de un aio se separd de mama. No, no es un
buen dia, ni una buena semana; en realidad, este es un ano
maldito y todavia falta mucho tiempo para que termine.
Estoy sentada sobre mi cama deshecha, que por un
momenta pensé cn ordenar, pero me arrepenti, En cam-
bio, preferi sacar del bolsillo un papel, que desdoblé para
leerla par quinta vez: “Citacién al Consejo Estudiantil “.
En cada ocasién que lo veo no puedo evicar sentir que la
cara me atda y un cosquilleo en todo el cucrpo. —Son Los
nervios —dirfa mi abuela Normi, pero esta explicacian no
me sirve para encontrar el mejor mado de decisle a mama
que tiene que ir conmigo mafana al colegio para enfrentar
aesa tropa de viejas, que me va a mirar como si yo fuera
un bicho rara y que, estoy segura, lo unico que desean es
poder fiemar la carta de mi expulsion. Di un vistaze al reloj
de la tesa de noche: faltan diez minutos para las cinco.
Debo pensar con rapidez.
Dejé de escribir, porque escuche ruidos en la puerta de
entrada, antes del horario habitual. Mama acostumbra
a llegar con mi hermano Nica a las cince en punto; sin
embarge hoy, que es un aia terrible, Negé ances, sin que
hasta cl momento hubiera podide concluir cual podria ser
el mejor moda de entregarle la citacién.
Como siempre, mami dio eres golpes a la puerta de mi
dormitoria y de inmediaro asomé su cara sonriente, con
Ja pregunta acostumbrada:
-jHala, Ema! ;Cémo ce fue?LA DECISION DE EMA,
3Camo te fue, maldita pregunea, que llega lo misme
que un latigazo para recordarme que me habia ido MAL,
muy mal. Lamentablemente, no le puedo responder eso,
nile puede gritar que me deje tranquila, que no moleste,
que no entre, que se olvide que cxisto, pucs quiero estar
sola y sumergirme en esta sensacién mitad pena, mitad
rabia. No le puedo decir que ya no soy ¢sa nia buena,
la que vive merida en lios por defender sus ideales, la que
lucha conera viento y marea por lo que cree correcta, que
ahora me convert en “esa” de la que se murmuran cosas
malas, que tienen alga de realidad, pera mucho de Fantasia.
No le puedo decir que mi corazén tiene vida propia y que
se siente hecho trizas, que me duele coma si tuviera una
fractura que necesita con urgencia ser enyesada y que no
st puede hacerlo, Eneonces, no me queda mis que resistir
una agonia que comienza como un espasma que viaja hasta
mi estémago, que aprieta tanto que no me deja respirar
ni comer, ni pensar en algo distinco que no sea Rodki,
jRODRI!, él, coma Romeo y yo su Julicra, un amor impo-
sible que no puede ser vivido porque su madre se opance..
—jHola, mama! —