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ETAPAS EVOLUTIVAS

EL PERIODO DE GESTACIÓN EL PERIODO DE PREHUELGA EL PERIODO DE HUELGA


ESTALLADA

Se inicia desde el momento en Debe tener como misión Se inicia el preciso instante en
que dos o más trabajadores se fundamental el conciliar a las que se suspenden las labores,
coaligan en defensa de sus partes y para ello debe tener en dicho periodo se ofrecen las
intereses comunes. lugar una audiencia de pruebas pertinentes dentro de
advenimiento. las cuales usualmente se ofrece
el recuento, a fin de determinar
si la organización emplazada
cubre el requisito de la mayoría,
Se elabora el pliego de lo cual sólo puede promoverse
peticiones, este debe ser por En este periodo el patrón se como causa para solicitar la
escrito, en el cual se debe considera depositario de sus declaración de inexistencia de la
manifestar la intención de ir a la bienes y no podrá despedir a sus huelga.
huelga en caso de insatisfacción trabajadores. En México
de las mismas. Tan pronto se este periodo de prehuelga es de
haga llegar el pliego a las seis días como mínimo cuando
autoridades o al patrón se inicia se trata de empresas privadas y
formalmente el periodo de de 10 días cuando se trata de
prehuelga. empresas de servicio público, se
carece de un periodo máximo de
prehuelga.
Movimiento ferrocarrilero
Hacia finales de los años 50’s los trabajadores ferrocarrileros comenzaron a organizarse para mejorar sus condiciones de trabajo.
Las percepciones salariales no garantizaban una vida digna y la organización sindical estaba férreamente controlada por el sindicato
oficialista, anulando una representación eficaz de sus intereses. No bien había terminado junio de 1958 cuando los trabajadores ya
habrían emitido la proclama de sus derechos (Plan del Sureste) y convocado a paros estratégicos. Las manifestaciones ferrocarrileras
de finales de junio fueron recibidas con represión de las autoridades y la ocupación militar de las sedes sindicales independientes.
La fuerza del movimiento no pudo ser eficazmente reprimida, por lo que se ven obligados a ceder a un proceso electoral interno que
gana Demetrio Vallejo. Las condiciones laborales, sin embargo no cambiaron forzando a huelgas en febrero y marzo de 1959 en los
ferrocarriles Nacionales y del Pacífico respectivamente, mismas que fueron declaradas inexistentes. El llamado sindicalista a una
tregua que cumpliera las condiciones establecidas en los contratos colectivos fue contestado con despidos y detenciones masivas,
entre las que se encontraba por supuesto el liderazgo sindical ferrocarrilero. Manifestaciones posteriores exigiendo libertad de los
compañeros presos fueron igualmente reprimidas. Eventualmente se impondría una dirigencia afín al sindicalismo charro, pero
quedaría conciencia en el régimen del despertar social de varios sectores y del costo incremental de la represión como alternativa.
Actualmente las manifestaciones en las calles son motivo de molestia de quienes se ven afectados en sus trayectos laborales,
escolares o cotidianos. Si bien es cierto que se paga un costo alto en contaminación y productividad perdida, también lo es que el
derecho a manifestarse rara vez es la primera alternativa de los afectados por decisiones públicas o privadas; también cierto es que
hemos comenzado a dar por sentado que las condiciones bajo las cuales nos manifestamos no son una graciosa concesión desde
el poder, sino un derecho cuyo ejercicio y reconocimiento han costado libertad y vida a integrantes de varios movimientos como el
ferrocarrilero.

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