Darwin era un amante de la naturaleza y, desde niño, se interesó en
conocer la vida y comportamiento de los animales, tras acabar sus estudios, se embarcó como naturalista en el reconocido barco HMS Beagle con el que inició una expedición científica alrededor del mundo. El viaje duró cinco años y sirvió para que Darwin recopilará la mayor parte de datos e informaciones que, posteriormente, formaron parte de sus hallazgos. Darwin explico una teoría que decía que todas las especies existentes evolucionaban al paso de generaciones en un proceso que denominó como “selección natural”, ese proceso es un punto clave en el proceso de determinar la supervivencia de las especies más fuertes la cual radicaba en su capacidad de adaptarse al medio en el que se encontraban. Charles Darwin en un punto de su expedición se encontró con un conjunto de islas llamadas, “las Islas Galápagos” en la cual realizo un estudio de las especies que allí habitaban y las comparo con aquellas que vivian en islas cercanas. Las diferencias que radicaban entre estas a la adaptación al medio tras el paso de las generaciones, que, incluso, podrían dar vida a una nueva especie. Durante el largo viaje a bordo del HSM Beagle, Darwin desarrollo un estrecho vínculo con el agua, haciendo que gran parte de sus aportaciones fueran entorno a la oceanografía.