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Reflexiones sobre la objecion de conciencia RUTH ZENTENO Mas alla de la rebeldia de un individuo contra un siste- ma, la objecién de con- ciencia ha sido un claro indicador del nivel de TLUSTRACION ANGEL BOUIGAN madurez politica y ju- dicial de una nacién. Una sociedad que sabe reconocer al individuo como fundamento de su estructura es una socie- dad con conciencia de si misma 54 ELMUNDODELABECADO ERO in la intencién de entrer en controversias metafisicas que no pueden ser resuel- tas por nuestra disciplina, 5 importante, sin embar- 50, dejar claro -syuceds por el Diccionario de la Real Acaclemis del espafol- jos elementos conceptuales. que rodean el delincuerte de conciencia, Le conciencia es la gule intema y subjetwa ‘de cade persona. Podriamos decir que es la propiedad del espirity humano de reco- nocerse en sus atiibutos esenciales y en to das las modificaciones que en si mismo ex- parimenta, que implica un conocimiento reffexivo de bien y del mal a vavés de un acto psiquico por el cual el sujeto se perci- toe en el mundo. La libertad de conciencia se fundamenta en la libertad religiosa y de pensamiento; es ls facultad de un individuo de vivir y actuar segin su creencia ¢ ideologia. Sin emoar- 30, en su cardeter de normativa social, limi- tativa ms que enunciatva, la ley puede ser contrat @ esa facultad, por lo que consti- tuye un incumplimiente de un deber ouibli- co, debido @ que el sujeto lo considera in- ‘compatible con sus conviecianes, sin que. sea una desobediencie global por lo que €l sujeto, ejerciendi su libertad, se opone alenome El orden jurdico es una insitucién humans ve, al igual que el cristianismo, empezé ‘por b adhesion voluntary, posteriormente, se impuso a todo aquel incivicuo que ec+ tuare en la esfera de otros regidos por ese erechoy consteridos esas obligeciones. Se presume la justicia de la ley chil mien- tras no conste fo contrat, y hay una Obl sacién moral de seguita. No todos objetan las misinas prescrincio- nes (ae hacer‘o, el problema ceoerie ser puesto en manos de Un tribunal constitu Clonal se teconoce individuslidad, por lo que este liberalismo contrapore valores morales y politicos profundamente subjeti- 10s, por sus dictémenes auténomes y a in- cao me fluencia de la educacion en el hogar, rei- 3i6n, us0s y costumes El problema de la legislacién de todos los tiempos radica en que se pretence esta- blecer naturelezas ytazones subjetives que influyenen la conciencia, para establecer e! requisto legal y justificar a auterticidad de sus motivos. En razén de que se tata de une controversia manifiesta pilblicamente, i problems debe resolverse ante una ins- tancia judicial, puesto que el individuo, mais all ce transgredit la norma, erm Une valoracion sobre la ley, ponigndose por en- cima de ella al creerse facultacto (casi com ppelido) a rechazarta Nace ha puesto en cuida que hay motive cones cistints: éstas van desde inconfor- midades con la paticipacién del sistema poltico, hasta contlictos internos por pre- ferencies individusles donde se cae una y ota vez en la falacia iusnaturaliste de que tanto s¢ quejara Fenajol. El individuo no- Quiere cambiar la opinién piiblica 0 refer mar le ley, Solo esta interesado en antepo- ner al grupo sus PIOpIOS valores y muchas veces €s imitado, En un mundo de posibilidedes, debe en- tenderse que la abjecién de conciencia no puede hacerla valer otro que e! inconfor- ime; la voluntad nto puede ser invocada por terceros, porque ¢s insustitible. La obje- i6n de conciencin@ es un deber generat de los ciuddadanos; ne hay que respetar el derecho @ le igualdad y no impone un e~ bber susttutorio. Noes en un tiempo deter- ‘minadio sino en todo momento, Desde luego, con el paso de los afos, se ha ‘presentado un sinntimero de conflicos de eterminacién de supuestos, @ los que se entiende {2 protecci6n juridica del objetor de conciencia ave ias conductas margina~ les que pueden afectar a otras personas no se toran con la debide apertura mental, y hay quienes niegan a sus descendientes la posibilidad de vivir més y mejor Puede im- plicar responsabilidad penal o civil del mé- ico cuando se limita a determingdo tata miento, pero podria tener consecuencies ‘mucho més graves, 001 ejemplo, en el caso ‘en que los pactes suplen |a voluntad de tuna menor que desea abortsr Sin caer en leyes permisivas sobre el dere- cho @ la vida, manipulacion genética o el derecho a la muerte, deberos dejar claro que ante todo existe un derecho al propio ‘cuerpo ¥ a la intimidad: pero tal pareciera ue sino se tata de un probleme de salud publica, no resulta importante, no digamos obligatorio. Sia! objetar el individuo, arriesge Is vida, la bjeciin pierde su sentido, Esta encami nada ¢ la vide digna, Puede tratase oe una cobjecién omisiva. © una permisive contron- tando derechos y deberes para dar prete- rencia al de mayor importancia, Por lo ave. toca a la iegislacién mexicana, se refiere 3 ella en casos concretos, aunque si quisié ramos ser plenamente objetivos, 10s casos ven confarnando un precedente que he ado luger 2 cosas tan innovadoras en ei mbito juidico de! pats como la Ley Fede Fal de Acceso a la Informacién Palica Pese 6 todo, los casos que menos se estu- clan tocan aspectos tan fundamentales co- mo el consertimiento informad para pre- servar Io vida humana, proteger a terceras afectados, prevenir el sicicio, y ls preser- vvaciée, de la profesion médica Habiendo tantas motivaciones como cit ccunstencias cuturales y sociopoliticas, la objecion de conciencia puede deberse a Factores externos ajenos al incividuo; tiene un efecto simlaraune atenuante de ta pe- na 0 aun de excluyente de responsébil- dad ha sido objeto de prateccién consti- ‘ucionel y de leyes internacionales. Sin em= boargo, nuestre carta Magna no reconoce la cobjecion de conciencia, faciimente con- furdliole con la desobediencia civiloe pa- «ifismo. Muchos estudiosos del tema se han pre- guntado ila objecion de conciencia po- Cra ser causa dle gfan inseauridad jurcica al otorgar al objetor iamunidad ante ntere- rencias pOblicas en cuestiones privadas. La Constitucién de un estado depende en gen medida del técito pacto social que l8 FL MUNONELADRKALO 58 ha hecho posible y de la sumision al or den de los individvos que lo celebran, por lo aue toda decision seria de cardcter moral en que el individus se enftente a tna situacion, donde hay algo vincutente & intemamente obligatorio, que le impide ‘actuer segin la norma oajo la pena de vio- lentar su conciencia, deja un margen 1az0- rable de duda ls objecion de conciencia es una vision subjetiva que no puede constatarse empiri- camente y debe declucitse de la conducts externa del indiviciv, entre tos datos exter- os comprobebles. La situacién ha dejacto paso al uez desolazendo al lesislador en esta concepcién casuista de la justicia El nclviduo puede enfrentar a la sociedad, grupo u oles indlvicuos recayendo en_un hecho previsto por la ley como delito yl medi conespondiente de responsabili- dad penal E! Estado puede sancionar un hecho legitimamente por razén de con Ciencia cuandio no puede alcanzar con sus fines, con la altemativa que respete esa conciencia. Lo que queda entonces al ob- jetor serd el recurso de ampara, accion pa- "a a proteccién de los derechos furde. rmentales, que ha de gozat de cientss garan- ‘Was de eficacla y urgencia, sobre toco te: riendo en cuenta el tradicional retraso en la tome de decisiones jurisdiccionates. Los derechos fundamentales protesidos por este tipo de recurso son generalmen: te los de (a igualded ante ia ley, sin ais criminacién por razones de género, eclad, 1379, ideatio 0 credo; la intimidad personal y familiar; Ia libertad de expre- sion; el derecho de asaciacién politica y sindicsl; el derecho a la objeci6n oe conciencig; la libertad de cated; la lie bbertad religioss; el derecho a un oroceso con todas las garantias, o la inviolaboli- ded del domiciio, Su naturaleza juries depende de uién tenga que conocer en cada caso concreto este recurso, ya que se divide en dos cues- tiones muy importantes. La cuestién, entor- ces, €5 ver si en verdad se recure ante une 6 eLunoo ve a@acabo instancia superior ono, Sse revise una actue- cin anterior en cuyo caso puede consticut Un verciadero instumento ce imougnacién. Este recurso de emparo puede ejercitarse tanto por cludacanos nacionales como por extranjeros, no sin ciertas salvedades, se gin se desprende de une interpretacion Conjunta de los Pactos Intemacionales de. Derechos Civiles y Polticos, la Constitucién de cads palsy, en su caso, la Convencién, de Derechos Humanos, A su vez, también se les reconoce a las personas juricicas pxi- vacas. Hay duds en cuanto @ su reconock rmiento & las ce natureleza publica El Estado s6lo deberd dictar normas pena- les cuya fialicad sea ia proteccién de bie- es juridicos fundementales para ei pueblo. Cuando el Estado interviene en el fuero ine timo de la persons, en el terreno de las g3- rentias que en su calidad de ser humeno. posee, estaré abusancio de su fecuited yen esa medida se poora neger la validiez de la owns peri Fl comportamiento de un particular tends repercusién en su circulo inmediato (con ro! social informal), El Estado s6lo puede prantizer a libertad de eleccién al particu lar ¥ velar por la coexistencia pacitica de lo8 grupos socieles que lo conforman. Hay Ccondluctas que no pueden cejarse a! auto- contro! social, la ingegurided impediria su Gesarrollo (control social formal) funda- mentado en ls libertad, Justicia, seguridad y bienestar. Se desprende que no seré la nota juridico-penal lo que influye pare que el syeto no cometa delites. El suieto 19 piensa en la sancién, no delingue per Una vaioracién interior que fe impide co- meter el delito, | Desde 1ueg0, no todas las personas caine den con e508 valores o principios fuerte: ‘mente arraigades en le sociedad. E! Dere- cho penal protege los bienes tundamenta- les, los principios morales, rligiosos y ét- cos del particular La norma busca determinar al individuo a le no comisién del celite encauzando la | sancidn a través de la norma penal (*ull ma ratio"), analizada luego del aspecto civil. El conjunto de diferencias nacidas Ge una y otra da iferente valoracién & les conductas. El Cédigo Civil prevé en su atticulo 6: “La volunted de los panculeres no puede eximir de lo absenvancia de la ley, ni alte rerla 0 modificarla. Sélo pueden renun- ciarse los derechos privaaos que no afec- ten directamente al interés pulblico, cuan- Go la renuncia no perjudique los dere- cchos de tercero’ Us renuncia autorizeda en el articulo ante- tlor requiere ser expresade en términas claros y precisos, de tal suerte que no uede duda de la voluntad lel particular. La objecién de conciencia, que enel Co- digo Penal Federal puede verse vagamen- te aludids en los articulos 15-V (estado de necesidiad), 15-VIl (capacidad de cule Pebilided), 15-Vill (err de prohioicién), 52.V (la educacién, costunbres, etcéte- ay el Codigo Penal para e!D.F en los ar- ticulos 99 fracciones ¥, Vily Vill y 72 frac- ccién V, es también une forma de hacemos volver la viste de nuestros complicades I- boros de doctrina, sacer le nariz de los cédigos y mirer a le cara una realidad cambiante y necesitada de atencién, en ue lo mas importante es el individuo y su derecho, miembro de le pareja, origen de la familia y base de la sociedad Sin sistema, hay incertidumbre; pero sin cambios, e! sistema no responde e una rea- lidac incapaz de ser estudiada, analizace, Juzsada y valorads en su justa medida, Viva ta cliferencial BIBLIOGRAFIA ‘Mufioz Conde, Francisco, "Le objecién de conciencie en Derecho Perel”, en Poca cnminal y nuevo Derecho Pen Libro ho- rmergje a Cus Roxin, ce. esis Maia Siva Sanchez, José Mace Bosch Ealtr, Garcelo 1, 1991, 970.2945, J Mortara, Fedo, "a responedoiichd de inéckcosycientifcos antes rus tecno logs bogeneticas bien, 407-493 °AY veka

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