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12, EL TERMOMETRO DE LA PUNTUACION, Pensamos equivocadamente que para puneuar bien ‘mente hay que saber qué signo debe ir en cada posicién. as personas que saben puntuar excriben de un modo dif de las que no saben hacerlo. Quien entiende la coma, el ‘y coma, el punto—y también los dos puntos el guién y la rrogacin= produce estructuras sintdcticas distintas dey no los entiende, EDWARD P. BAILEY, Bertran del Vernet, caballero y trovador, se lo pasaba muy! con las peleas de los nobles. En una ocasién escribié un serve cargado de mala intencién para enfurecer a su vecino, Huguet Ta ‘eacolls, que tenia fama de hacer honor a su apellido y romper el Ilo a quienes buscaban pelea. Bertran mand6 a su juglar, castillo vecino para cantar el poema. El juglar se dirigié asustado hacia allf, ensayando la pensando algsin truco. La cant y Huguet la encontré muy dora, No sdlo no habia nada ofensivo en ella, sino que incl gusté y se lo agradecié con buenas palabras y regalos para el del Vernet. Cuando se enterd, Bertran se quedé conster 2Cémo podia ser que para Huguet fuera agradable un servent tan escatoldgico y repulsivo? ;Quizd habla perdido él la gracia molestar? Ocell habfa cantado la misma cancién que él habla crito? Ocell le juré que se la habfa recitado palabra por palabra, asilo hizo: ‘COMO LO ESCRIBIO BERTRAN COMO LO CANTO OCELL Ratas de estercolero, de bigotes mo-_ Ratas de estercolero, de bigotes. jados, jados, limaaas babosas, lagartija salada._limazas babosas, lagartija salada En la mesa de Huguet Ticncacolls en la mesa de Huguet Tiencacolls ‘no encontraréis mejor manjar. no encontraréis, Mejor manjar En abundancia o¢ lenard el plato. en abundancia os llenaré el plato. Hug, ;caray!, es un puerco, no esun Hug, jcaray!, zes un puerco? No, sefior, un sefior, 174 ‘Todo esto pasa en el cuento Panaula per paraula (Palabra por {pulabra) de Maria Novell (1975), que demuestra la relevancia que jpuede llegar a tener la puntuacién en el texto, aunque sea con un, idemplo de excepcién. En la misma linea, a finales de los sesenta los autobuses barcelo- ‘neses mostraban el siguiente rérulo, colgado en la entrada del ve- Iiculo: «Exhiba abono, o pase antes de que se lo exijan», lo cual ‘eximfa de pagar tiquet si se subia con rapidez (porque debiera ser slxhiba abono o pase, antes de que se lo exijan»). Se trata de dos sjemplos que demuestran la importancia que puede llegar a tenet ‘un mindsculo signo de puntuacién. IMPORTANCIA No hay otro aspecto del texto tan deygraciado como la puntua- cidn, quizds con la excepcién del parrafo. Pocos hemos tenido la suerte de que se nos ensefiara a puntuar en la escuela, y si se ha he- cho, a menudo ha provocado confusiones perniciosas, como la de telacionar en exceso la puntuacién con la entonacién. Muchos li- bros de lengua y bastantes gramdticas la negligen..No la gobiernan teglas generales ni absolutas que puedan ser memorizadas, como por ejemplo las normas de acentuaci6n. Y para mayor sorna, la mayoria fruncimos el cefio cuando se nos corrige alguna coma, y reivindicamos el derecho a puntuar con libertad. No es de extrafiar, pues, que la mayoria de personas alfabetiza- das prescindan de este aspecto del texto 0 que lo consideren poco importante, y que a los estudiantes les parezca dificil aprender a puntuar formalmente. En mis cursos de redaccién, cada afio me ‘cuesta trabajo convencer a los alumnos de la relevancia de la pun- tuacién, La autoridad que me respetan durante todo el curso, se ime discute en el momento de poner puntos y comas. Todo el mun- do cree que su manera de puntuar, incluyendo los errores, es can aceptable como cualquier otra. Ningiin otro aspecto despierta tan- tas preguntas, reparos o resistencias. ‘Ami entender, la puntuacidn es como un termémetro de la cscritura. Solamente echando un vistazo a los puntos y las comas de un texto, puedes avencurar una idea bastante aproximada de la calidad general de la prosa. Dos comas colocadas en el lugar ade- 175 cuado marcan una buena subordinada; cl uso frccuente de Y aparte regula el equilibrio de los parrafos; en cambio, de paréntesis, la escasez de puntos y seguido o la presencia va de comas sueltas son malos indicios. Los signos de punt se interrelacionan intimamente con el resto de la redacci6n, por ser tan concretos, permiten darse cuenta en seguida aciertos y de los errores de la prosa. Las funciones de la puntuacién son diversas: estructura to, delimita la frase, marca los giros sinticticos de la prosa, de relieve ideas y elimina ambigiiedades, modula la respii la lectura en voz-alta, etc. Las reglas de puntuacién no son quicas ni personales, pero si variables y no siempre simples. que haya més de una manera de puntuar correctamente una cidn, pero todos los manuales coinciden en condenar ciertos: res inaceptables. En los iltimos afios varios manuales han empezado a o esta situacién castica. Entre otros, Real Academia Espajiola (I! Linares (1979), Seco (1986), Marsa (1986), Casado (1988) y bién Miranda Podadera (1987) y Coromina y Rubio (1989) cen informacién exhaustiva sobre los usos mas corrientes de signo. En este capitulo me limitaré a hacer algunos coment sueltos y generales al respecto. Ah, jatencién! Los ejemplos se mezclado burlonamente con la exposicién, como un roscéi Reyes con sorpresa. ‘Ten cuidado de que no te toque la habichi JERARQUIA DE SIGNOS Los signos no tienen la misma fuerza, ni funcién, ni imy cia en el conjunto del discurso. Mas alld de titulos y subtitulos, stuaci6n también sirve para organizar la informaci6n en capt DSetaparredos,pérstoa, ten; ene Hay ura etectin slaci signos, unidad lingiifstica y valor comunicativo. Segin Me (1990): 176 SIGNo UNIDAD TEXTUAL [punto final texto mensaje punto y aparte pérrafo tema, capitulo, apartado | punto y seguido | oracién idea, pensamiento punto y coma frase, sintagma /apunte, comentario jcoma, admiracién, —|inciso, aposicién | aftadido interrogacién, paréntesis Asi pues, la puntuacién estructura las diversas unidades del texto: el final de los parrafos, de las frases, las relaciones de subor- dinacién entre ideas, etc. En la medida en que los signos reflejen la organizacién del contenido (tema central, subtema, idea, deta- Ile), el texto se hace mds coherente y claro. Por otra parte, segiin cuales sean los signos més utilizados y se- iin en qué cantidad, se puede determinar el grado de complejidad del escrito. Una prosa llena de paréntesis, puntos y coma, guiones © dos puntos puede shatizar con mas precisién las relaciones entre las diversas ideas, y elabora una red intrincada de conexiones y re- laciones jerérquicas. En cambio, un texto que solamente utilice puntos y seguido y comas contiene tinicamente dos niveles de pun- tuacién y forzosamente resulta més simple. Por ejemplo, los textos de los nifios y de los estudiantes suelen ofrecer un repertorio de signos mds bien limitado, mientras que los textos filoséficos o en- sayisticos pueden presentar una puntuacién mucho més compleja. Siguiendo a M. A. K. Halliday, Luna (1992) distingue seis gra- dos distintos de complejidad de puntuacién segiin los signos que 17 GRADOS DE COMPLEJIDAD DE LA PUNTUACIG Signos utilizados Punto y seguido + punto y aparte y coma + punto y coma + dos puntos + puntos suspensivos y etcétera + guiones, paréntesis, comillas y recursos para resaltar + complejo El autor incluye en la puntuacién otros recursos grificos los como la palabra etcétera o el uso de la letra cursiva o negrita y subrayado, que sirven para resaltar la prosa. Cada grado de plejidad contiene los signos de los grados anteriores, més los os con el signo de la suma (+) en la linea correspondiente, Ast, el primero y més simple solamente se utiliza el punto y seguidos a creer, dl unto Y spud, el pune yspane la coma y el pr sy en el sexto y més complejo, todos los signos mencion: {Qué grado de complejidad en puntuacién ats tener tu tura? ZUtilizas todos los signos del esquema anterior? Con frecuencia? ;Abusas de alguno? ;Cul te resulta més dificil? qué? Fijate en la puntuacién de tus textos y janimate a sacar propias conclusiones! ft MODA E HISTORIA El paso del tiempo ha modificado los usos de la puntuacién, hasta configurar las convenciones actuales, no exentas de habitos y modas. El curioso cuadro siguiente (extraido de Thorndike por Miller, 1969), muestra algunas tendencias modernas: 178 DISTRIBUCION RELATIVA DE LA PUNTUACION POR CADA MIL SIGNOS XVI Daniel Defoe 718 134 12110 4 «3 0 8 2 Samuel Richardson 534 161 85 37 65 34 0 33 51 Menry Fielding 584 198 119 14 22 19 0 28 13 Jane Austen 522 270 92 6 31 4 0 2 Siglo xix Walter Scote 687 177 58 1 48 1 0 12 12 W.M.Thackeray 569 213 64 22 44 20 0 30 3 Charles Dickens 583 233 57 12 35 20 0 25 34 George Meredith 466 336-58 25 29 4 6 32 44 ‘Thomas Hardy 510 323 55 9 41 6 3 31 20 Siglo xx Hadith Wharton 433 302 65 31 70 7 15 50 27 H.G. Wells 441 337 30-3 53 1 32 30 31, Amold Bennett 440 368 31 20 19 8 7 37 69 John Galsworthy 447 292 G1 28 58 5 1 38 70 Angela Thirkell 586 368 4 5 3 2 0 28 9 Esté claro que las diferencias entre los catorce autores tendrian ‘que explicarse a partir del estilo de cada uno de ellos, de los temas sobre los que esctiben o del puiblico a quien se dirigen. Pero no dejan de destacar las siguientes constantes: * Cerca del 80 % de los signos utilizados son comas y puntos, en la mayoria de autores, Es decir, la coma y el punto son Jos signos mas frecuentes y los més importantes. + Alo largo de los tres siglos, se incrementa el uso del punto en detrimento del de la coma. También desciende el uso del punto y coma, mientras que los dos puntos se mantienen. Estos cuatro datos parecen apuntar una tendencia moderna a abreviar o cortar las oraciones. i 179 Debemos recordar lo dicho en la presentacién de la bre el cardcter subversivo de la literatura, para evirar estre comparaciones entre estos resultados, basados en cl andlisis de narrativa, y los usos corrientes de puntuacién en la escritura diana. Pero no dejan de ser evidentes algunas coincidencing 4a dea importancia esencial de la coma y del punto, o ele te desuso que sufre el punto y coma, LOS MAS IMPORTANTES Como de costumbre los més usados son también los mas tes, Pocos estudiantes dudan en poner o no una interrogaciéns equién no ha retocado mas de dos veces las comas dean ha dudado entre un punto y un punto y coma? He aqui consejos: * Punto y seguid: Si una maytiscula inicial abre un perfodo sintéctico (una cin) el punto y seguido lo cierra. Maytiscula inicial y punto * Comas De entre la treintena larga de funciones que puede reali coma, Linares (1979) hace una distincign may itl entre dan os. El primero incluye las comas que van solas, y se denon 180 svma-I;el otro abarca las que funcionan por parejas, y lleva el nom- Ine de coma-2, Uno y otro se reparten todo el trabajo de la coma: COMA-1 COMA-2 coma sola pareja de comas Separa ideas y conceptos: Introduce incisos: + enumeraciones * aposiciones + omisidn del verbo * cambios de orden + férmulas: Senora, * subordinadas * fechas: Cérdoba, 1 de enero. ~circunstanciales ~eausales ~relativos + mareadores textuales "Bs deci, "a 1 se coloca entre dos elementos; la 2,* al comienzo al final de un mismo elemento. Esta simple distincién,” si se aplica en,” permite corregir algunos de los errores tipicos,"* como el de ‘comersealgtin signo de la pareja coma-2.* Es bastante recuente que;* quiza concentrado en la entonacién o en las pausas que haria si leyera «l texto en voz alta, el aprendiz se ahorre alguna coma-2," que los’ incisos del texto queden camuflados,* y que el lector tenga que estar ‘mas atento para detecrarlos.* Por ejemplo,” algunas comas que se po- drian olvidar ficilmente son la 2a de sse aplica bien, *la 4a:* que al- unos pondrian erréneamente antes del que anterior ¢ incluso la 16 ddl principio. jAtencidn! He seftalado todos los signos del parrafo anterior para cjemplificar las comas 1 y 2 en uso. Llevan asterisco (*) las comas-1 y he marcado con superindices correlativos las parejas de coma-2 (0 sea: "ty", *y ®..,). Respecto a este tipo de coma, hay que tener en cuenta que los signos mas fuertes (punto y seguido, punto y coma, dos puntos...) pueden sustituir una coma de la pa- teja si coinciden, de modo que no se repitan dos signos como los anteriores en una misma posicién. Por esta razén no hay coma en |a posicién 3b, que es punto y seguido, o en la La, que se corres- ponde con una maytiscula inicial. Respetando siempre estas reglas esenciales, los autores utilizan ‘comas y puntos con estilos diversos, buscando efectos estilisticos y literarios especiales. En algtin caso rozan la subversién literaria. ‘Compara los siguientes fragmentos: 181 APARICION DEL ETERNO. FEMENINO NO SE.CULPE A NADIE El frio complica siempre las ‘Cuando quisimos recordar era ve- verano se esté tan cerca del mi rano y en el verano todo se olvida. tan piel contra piel, pero ahora Asi que también Elke se nos olvidé seis y media su mujer lo a mfy al Chino junto con todo lo una tienda para clegir un demés. Al Chino mas que a mi por- casamiento, ya es tarde y se da que el Chino vive al dia como tam- tae que hace frio, hay que bign, segiin Belinda, don Rodolfo. el puldver azul, cualquier cosa Yo no soy tan del verano como mu- vaya bien con el tra gris, el chos de mi curso. Los veranos se echa es un ponerse y sacarse pulbveres esta. Como yo no tengo suefio no encerrando, alejando. Sin ganas ‘me duermo, al revés que el Chino, un tango mientras se aparta que se queda fiito. Echarla siesta da ventana abierta, busca el pul calor, ademis del que hace de porsi. el armario y empieza aponé Y las ferias estén bien. Pero yo pre- _lante del espejo. (Cortizar, 1974 fiero el curso. (Pombo, 1993] Los valores de la coma y el punto y seguido son muy disti en un caso y en otro. Podriamos reescribir los textos de mi diferentes, pero el estilo perderia la personalidad y el cardcter tiene en cada caso. SINTAXIS Y ENTONACION Es una prictica escolar bastante habitual la de relacionar tuacién y entonacién con finalidades didacticas. Se sugiere que estudiantes se fijen en la segunda, que tienen consolidada discurso oral, para aprender a usar la primera en el escrito. De ‘manera, a mi entender, caemos en una confusién tebrica de que, a la larga, termina desorientando al aprendiz y distrayén de las auténticas funciones de la puntuacién. El ejemplo mas banal de confusién es la correlacién entre cadores de entonacién y signos de puntuacién. De la misma ra que pedimos a los estudiantes que escriban 2? ;! cuando en discurso oral harfamos una pregunta o una exclamacién, les propa 182 hnemos que pongan una coma cuando encuentren una pausa d ‘o una curva ascendente de entonacién, y un punto cuando encuen- tren una pausa larga o una curva descendente. Es decir, proponemos ‘que se fijen en los usos orales para determinar el escrito y los estu- diantes terminan escribiendo frases como las siguientes: Las drogas llegan a provocar adic + Sobra la coma entre sujeto y cidn, y causan numerosos proble- verbo. mas. [Al] + También se podria eliminar la se- gunda, porque la frase es corta Muchos senganchados» aunque que- + Falta la primera coma-2 del inci- rian curarse, no pueden porque no so, antes de aunque. tienen apoyo efectivo ni dinero. (Al) No estoy de acuerdo evidentemente, * Fvidentemente debe llevar coma con Ia aplicacién de la pena de —_delante y detrds. muerte. [Al] Los estudiantes argumentan que, hablando o leyendo en vor alta, se hace una pequefia pausa entre dragas y Uegan en el primer cjemplo, pero que no hay pausa después de senganchados» ni de de acuerdo, en los casos siguientes, y, segtin los consejos que les hemos dado antes, llevan toda la razén. Los motivos para poner o sacar comas en estos ejemplos son exclusivamente sinticticos: la relacién de intima concordancia entre sujeto y verbo, o la presencia de in- cisos que hay que aislar entre signos; y poca o ninguna relacién tienen con la entonacién. La escritura es una comunicaci6n basicamente muda. La mayo- ria de textos que redactamos estin destinados a ser lefdos en sole- dad y en silencio. El lector y la lectora se enfrentan al escrito slo con sus ojos, prescinden de jas cuerdas vocales y del ofdo. Los habi- tos de ofalizar 0 subvocalizar (de pronunciar algunas palabras mien- tras leemos, aunque sea levemente y en vor baja) se consideran manfas perniciosas para la lectura; son rémoras que impiden el de- sarrollo global de la velocidad y la comprensién lectoras. Del mismo modo, el autor construye su texto —jdeberfa cons- truirlo!-siguiendo las reglas internas del discurso escrito, que son ajenas e independientes de la comunicacién oral. El periodo sin- 183 tietico, la modulacién de la frase o la densidad léxicay gi Bextremo contraro,eror también pero mis ners (re. de la prosa constituyen un estilo de comunicacién dis ido para gente complicadal)-, y bre itual, conse espontancidad y la frescura de la conversacién o del d Jer signos, siempre, a diestro y siniesto, cada tres palabras. La ticne ningiin sentido escribir segiin lo que decimos 0 lo Como es lgico, se conviers en muy, pero se a namos —ja no ser que pretendamos simular o reproducit barra, ©, quiz, también, obstaculzada El eeor ya del didlogo y esconder el estilo escrito de un texto! ora, sin prs, incluso voluntarioso/a, debe superar: ahora dos En este tiltimo caso, estarfamos reproduciendo o tran its, ahora una coma, ahora un punto y coma como, exact do con escritura los diélogos, mondlogos y conversacione ne, pals, pequeios, en la rueda, Tienes, ineviablemente, de la comunicacién oral, y tratariamos de traducir la extt Fensacién = desagradable, en a fondon ‘bed ode, pse a las ga- ria riqueza de matices, pausas y tonos orales con los li ,,avanzar, ler, tan répido, y claro, rrias. * Casas que offece la puatuacién. Ea’ ate ice cso Pi En resumen ni destsos ni abusos. La orion ar hallar una cierta correspondencia entre puntuacién y ent fiesca por la pendiente del papel, deprisa y ane oa, pero debemos entenderlo como una excepcién a la ger foo una mancha de tnt que se escurrependiente abajo, Las ge Por otra parte, supeditando la puntuacién a la ento: tos de puntuacin deben apunalar a camino del descenso- Puede difundimos inconscientemente la obsoleta idea de que la. solamente se considere una falta la ausencia de signos ° i pe s una simple transcripcién de la modalidad oral de la lengus anos graves (coma entre sje y verbo.) pero cualquier sign serfa el cédigo primero y esencial. Por el contrario, la e de mas tiene también incidencia en el riemo "urs0. y la puntuacién son mecanismos de cohesién independi pertenecientes a dos modalidades distintas y equipolentes del ‘ma (Cassany, 1987). Por ello, es mucho més rentable y. sible fundamentar el aprendizaje y el uso de los signos de pun ci6n en la observacién y el anilisis sintécticos. Desusos ¥ ABUSOS ‘También podrfamos decir de la puntuacién que solam echa en falta cuando no esté. Puntos y comas pasan desape! si ejercen su oficio con normalidad; pero los lectores nos queja en seguida si estin mal puestos o si hay demasiados 0 dema pocos. A menudo la falta de formacién o la negligencia han cond cido a los estudiantes a cometer errores por defecto o por exces EI primer error y el mas comin es olvidarse de los signos lazar una frase tras otra de manera que le toque al lector ad los perfiles de la prosa cortar las oraciones por los extremos d sentido a las palabras y detenerse a respirar entonces la escrirura. parece @ una cinta de colores interminable que hay que sacar d ovillo y recortar en pequefios trozos para poder entender cémo puede interpretar si no este fragmento, 184 185

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