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Sales un sábado por la noche a divertirte, ves a una


chica atractiva y quieres acercarte a ella sin terminar con
un trago arrojado a la cara. Aquí te explicaremos qué
hacer y qué no hacer.
NIGHTGAME
ÍNDICE

 La primera impresión siempre entra por los ojos

 Observar y tantear

 La ocasión hace la oportunidad

 No beber demasiado

 Que las primeras palabras no sean “te invito un trago”

 El inicio de la conversación

 Ser siempre amable

 El contacto físico

 Evitar las preguntas incómodas

 Importantísimo: Escuchar

 No quedarse solamente hablando

 La honestidad ante todo

 Actúa como una persona normal


Cómo conquistar en un bar. El título podría sonar un
tanto vieja guardia y hasta mandado a recoger… ¿No es
así?

Los tiempos de Tinder han condicionado el primer


acercamiento entre personas a la comodidad que nos
permite el estar detrás de un celular. Saludar a una
persona extraña en la calle o entablar conversaciones
casuales con desconocidos, parecen cosa del pasado,
algo que harían nuestros padres o abuelos, que son los
que parecen tener la facilidad para eso.

Es normal que en esta época la gente desconfíe más a la


hora de tener contacto con desconocidos, y que por estar
comunicándonos casi todo el tiempo a través de redes,
por chat, quizá hayamos perdido ciertas habilidades
verbales y corporales que en otros tiempos ayudaban a
la gente a romper el hielo.

Desde luego, es muy posible que hayas quedado


flechado por una despampanante mujer que viste en un
bar o en una discoteca, pero que de pronto por temor a
parecer un acosador y por no saber cómo acercártele,
hayas quedado frustrado con la idea de que pudiste
haber dejado pasar un buen chance.

Las dinámicas de relación cambian con el tiempo y


aunque muchas personas prefieran ligar desde su
cómodo sofá, haciendo swipe a la izquierda o a la
derecha, esperando un match, entre las cuatro paredes
de su casa —incluso escondiéndose—, la realidad es que
seguimos siendo seres humanos. El contacto de tú a tú,
mirándose a los ojos, sigue siendo importante a la hora
de seducir o de expresar emociones.

Jamás una sonrisa auténtica será reemplazada por un


emoji, por más que los medios intenten convencernos de
eso.

Pero a pesar de los prejuicios y las dificultades de esta


era, no vamos a ser negativos. ¿Es posible acercarse a
una chica que coincide contigo en una noche de rumba
y no terminar con un trago arrojado a la cara? ¡Claro que
es posible! Pero para eso debes olvidar todo lo que has
“aprendido” de la cultura machista y las películas, y
vamos a dar con el punto que es. Verás que más de una
no se podrá contener cuando te tenga enfrente.

Y no estamos exagerando. Tú tienes todo lo que se


necesita para ser un nightgamer, pero si no estás
convencido es porque eres un diamante en bruto que
toca pulir. Así que no perdamos el tiempo y
pongámonos en la tarea de una vez.

Ten en cuenta los consejos que expondremos a


continuación y que hemos realizado con la ayuda de
varias mujeres y hombres que entrevistamos. Sal un
poco de tu zona de confort, amigo, cree en ti mismo,
confía en tu capacidad de ligar y ATRÉVETE.

Podemos estar casi seguros de que cuando llegues a la


última página de ese libro, estarás completamente
preparado y mentalizado para que este fin de semana
que viene vayas a ligar con todos los juguetes.
LA PRIMERA IMPRESIÓN SIEMPRE
ENTRA POR LOS OJOS

Comprendamos que este punto no se trata de que tienes


que verte como Thor en The Avengers, ni que tienes que
estar mirándote en cada espejo por el que pasas para
quedarte con las nenas. Tampoco caigas en la
sobreactuación, hermano. Pero no nos engañemos con
que te van a mirar solo por ser buena gente o inteligente,
cuando no estás arreglado para la ocasión.

Una buena primera impresión tiene como base el


aspecto físico y lo que proyectas. Tienes que ir
mentalizado de que eres un seductor hábil. Tampoco es
ir creyéndose el más deseable porque tampoco se
consigue nada siendo así. A las mujeres les choca el tipo
que se cree el más lindo y agraciado. Pero resalta tus
cualidades con naturalidad, hazte ver como un
partidazo y ve sin miedo.

Tampoco es necesario que te mates en el gym, si no es


eso lo que te gusta, ni que te eches a la pena porque te
salió un granito o si subiste de peso. Esas son
pendejadas. Pero cuida de ti y de tu cuerpo en la medida
de tus posibilidades.
E insistimos: no es un asunto de vanidad ni de
aparentar; sino de salud y cuidado personal.

No tienes que hacerlo con el fin de obtener más


posibilidades de conquista; hazlo por ti mismo. Y no
tiene que ser un esfuerzo sobrehumano. Basta con unas
cuantas costumbres sencillas para que te veas y te
sientas mejor. Vamos, que no es imposible.

 Aliméntate bien. Pero no desprecies una buena


hamburguesa doble queso de vez en cuando si esa es
tu comida favorita.

 Vigila tu peso sin obsesionarte ni llevar la cuenta


exacta de cuántas calorías consumes cada día.

 Cuídate del estrés. Haz actividades que te saquen de


la rutina y el tedio.

 Ve al médico y al odontólogo regularmente (al menos


cada seis meses) y hazte chequeos.

 Saca tiempo dentro de tu agenda para hacer un poco


de ejercicio. Si la idea de pagar inscripción al gym no
te agrada, puedes hacer ejercicios en tu casa,
practicar algún deporte al aire libre o caminar.
 Aplícate una que otra crema hidratante o un tónico
para la piel… ¿por qué no?

En caso de que quieras salir un viernes o un sábado por


la noche:

 Sé aseado.

 Date una buena ducha.

 Córtate las uñas y llévalas limpias. Las mujeres


tienden mucho a mirar detalles pequeños y es fijo: la
chica con la que te sientes te va a mirar las uñas.

 Límpiate los oídos.

 Buena higiene bucal. Evita un mal aliento porque si


no de entrada habrás perdido. Si es posible lleva
contigo tus mentas o tu spray.

 Arréglate la barba y el pelo.

 Vístete bien.

 Aplícate una buena fragancia. Si hay algo que cautiva


a una mujer es que un hombre huela bien.
 Mírate al espejo y observa a ese tipo que está
enfrente, dile que es atractivo y ¡que tiene todo lo que
se necesita y más! ¡Créetelo!

Trata de reflejar en tu aspecto que eres una persona que


se cuida, se ama y se respeta a sí misma. Como te ves y
te sientes, así mismo te percibirán los demás.

No solo cuida de tu aspecto, sino de todo lo que te


rodea

Del mismo modo cuida del espacio que habitas.

Nunca se sabe qué sorpresas te pueda deparar la noche


y es posible que remates con una fiesta privada en tu
casa.

Limpia, lava los platos, usa sábanas limpias (ya debes


saber el porqué), saca la basura, tira lo que está roto o ya
no sirve.

Tu hogar es una prolongación de ti mismo.

Recuerda que la pulcritud tanto en tu cuerpo como en tu


entorno se proyectará en tu interior y te harán sentir más
feliz.

Por el contrario, el caos y el desorden son el reflejo de


una persona que no está fluyendo emocionalmente, que
está atascada en sentimientos negativos.
Y créenos, amigo. Por más que hayas cumplido al pie de
la letra todos los tips que te estamos presentando aquí,
si en el remate lo arruinas, esa chica va a querer huir.

“Conocí a un tipo lindísimo una noche en una disco y


estuvimos bailando súper rico”, relata una de las
entrevistadas. “Quería más emoción, así que cuando me
propuso que fuéramos a su casa, no le iba a decir que no.
Después de tirar le dije que necesitaba usar el baño y cuando
entré casi me muero. Parecía que ese baño no se hubiera
limpiado nunca. El piso tenía una capa negra de mugre. Sentí
tanto asco que no me duché, me vestí así y le dije que me
llamara un taxi inventándome que mi mamá se había
enfermado de una migraña y que estaba sola. Yo le había dado
mi teléfono y me llamó un par de veces, pero nunca quise
volver a verme con él”.

Ahí va un soldado caído por su descuido y nula higiene.


Nuestra entrevistada afirma que de haberse encontrado
un baño limpio ella habría tenido su repitis con el
susodicho.

Por casos como este es que te recomendamos no solo


cuidar de tu aspecto, sino de todo lo que posees y de tu
entorno.

¿Qué ponerte?
Usa lo que te haga sentir cómodo. Nada que apriete
demasiado, que te haga sentir cohibido o fuera de sitio.

No tiene sentido que vayas a un bar o a una discoteca


luciendo como si más tarde fueras a asistir a una boda.

Vístete casual sin que eso sea sinónimo de descuido:

 Unos pantalones informales que no estén viejos ni


rotos.

 Zapatos cómodos y limpios.

 Una buena chaqueta si hace frío.

 Un accesorio de buena calidad como un reloj.

Una pinta así es suficiente y va bien con la atmósfera


relajada de un bar. ¿Y por qué pusimos la camisa en
mayúscula? Pues porque la mayoría de las mujeres
tienen una especie de fetiche con las camisas. Y eso nos
lo confirma una de nuestras entrevistadas.

“Puede que el tipo no sea el más bonito, pero si lleva camisa


eso sube full los puntos”, dice esta chica. “Y si lleva un
perfume rico, sube el doble.”

Una camisa proyecta madurez, elegancia, éxito, estatus


y masculinidad. Las camisetas suelen ser para planes
más relajados y deportivos.
Usa ropa que te guste y estilos que combinen. No te
traiciones a ti mismo tratando de imitar modas que no
te sientan bien o no vayan con tu personalidad, porque
se notará la incomodidad y te sentirás disfrazado.

Pero te recomendamos que por ser de noche y la idea no


es que luzcas extravagante, lo indicado es que uses
prendas de colores neutros.

Negro, gris, azul oscuro o blanco son colores van bien


con la noche y le darán a tu imagen un toque sobrio.

Usar colores fluorescentes o camisas de estampados


tropicales puede dar la impresión de que buscas
desesperadamente captar la atención de la gente, que te
gusta hacer alarde de tu presencia e imagen. Te podrían
ver como alguien que siempre pretende estar fuera de
tono.

Así que descarta esos colores y ese tipo de prendas a


menos que en el sitio se esté haciendo un tributo a algún
carnaval.

Nada de camisetas con mensajes demasiado chistositos


o subidos de tono. Tampoco camisetas de bandas de
rock, de anime y menos camisetas con mensajes
demasiado frikis que te hagan ver como Sheldon Cooper.

Eso y la palabra “seducción” no cuadran en la misma


frase. No está mal que las tengas, no se pueden negar los
gustos. Un poco de humor en medio de tanta
responsabilidad adulta no está nada mal. Pero si lo que
quieres es verte como un tipo centrado, maduro, que
tiene lo suficiente para descrestar a una mujer, deja tus
geniales y divertidas camisetas para otra ocasión.

Las mujeres son mucho más hábiles en notar los detalles.


Cuida que tus zapatos no estén sucios, que tu ropa no
tenga alguna mancha, que te hayas aplicado una
cantidad generosa de fragancia…

¡Y no nos cansaremos de repetírtelo, hombre! Lo


importante es que estés disfrutando el momento, que te
sientas confiado y a gusto contigo mismo.

Al acercarte sonríe con seguridad, toma el control de la


situación, pon buena cara y hazle saber que no estás ahí
únicamente para llamar su atención, sino porque eres un
tipo divertido que quiere pasarla bien.

Ella debe sentir que se ha ganado un premio y que tiene


frente a ella al mejor candidato del lugar, al tipo más
interesante de todos. Y eso solo lo conseguirás
mostrándote seguro de ti mismo y de tu aspecto.
OBSERVAR Y TANTEAR

Por supuesto que a las mujeres les llena el ego que un


hombre se fije en ellas. Pero si haces un barrido visual
por todo el lugar y la escoges a ella después de haber
reparado sin disimulo en todas las demás mujeres del
lugar, eso no será para nada un buen inicio.

Siendo directos, si haces eso asume que ya te tiraste el


plan.

A las mujeres no les gusta que las incluyan en el plan


“pesca milagrosa”, ni tampoco les complace que las
hagan sentir una del montón. Hazle sentir con tu mirada
que ella es especial y única entre todas las que allí se
encuentran. Sí, es posible que hayas mirado a todas
antes de decidirte por cuál ir, es normal. Has hecho el
inventario. Pero hazlo con sutileza. No andes por ahí
demostrando el hambre y que le vas a caer a la que está
más disponible, porque no te va a salir bien la jugada.

Y sí, los hombres somos seres visuales; nada que hacer.


Podemos estar con la mujer más bella, con toda una sex
symbol que resalte entre las demás. Pero siempre se nos
van a querer ir los ojos solitos ante otra belleza (unas
bonitas piernas o unas buenas tetas) que pase por
nuestro lado.

Las mujeres no suelen entender que aunque estemos


100% disponibles para ellas, estemos totalmente
comprometidos, los ojos actúan por sí solos en esos
casos. Es puro instinto, es parte de la naturaleza
masculina. Pero haz un esfuerzo y procura evitar esto en
la medida de lo posible, si es que esa noche quieres
coronar.

Ahora bien. Imagina que estás en una especie de juego


de estrategia a lo League of Legends, pero sin castillos,
espadas ni armaduras. Cualquier movimiento que
hagas durante la partida afectará el resultado final.
Todavía no puedes acercarte y abordarla con una charla.

Está bien, sabemos que quizá esto es nuevo para ti y que


en Tinder no esperas un minuto después de la
notificación de match para saludar e iniciar la charla.
Pero no desesperes. Lo importante es que vayas con la
suficiente confianza para que te desenvuelvas como pez
en el agua.

Aquí hay unos códigos de aproximación que te vamos a


indicar para que vayas a la fija.

Lo primero es que te ubiques en un punto donde ella


pueda tener contacto visual contigo fácilmente y tú
también. ¡No le des la espalda! Porque en caso de que
ella se vuelva a mirarte y lo que vea sea tu espalda,
creerá que ha perdido tu interés y hará borrón y cuenta
nueva contigo.

Hazte preferiblemente en una esquina o en un punto


donde haya suficiente luz. Así tendrás una visión más
completa de todo el lugar.

Hay sitios que son muy oscuros, o que tienen luces


estroboscópicas y están hechos para el contacto frenético
cuerpo a cuerpo, con música electrónica o reggaetón a
toda y el gentío que no cabe en el lugar saltando al
mismo tiempo. En esos sitios hacer contacto visual a más
de un metro de distancia o tener una conversación —a
menos que grites directo al oído del otro— es imposible.

Estos lugares tienen una dinámica diferente, no son


aptos para conversar. Pero si eres bueno moviéndote y
crees que puedes sumar puntos sacándola a bailar, pues
adelante.

¡Bien! Ya estás ubicado dentro de su campo de visión.


¡Logro desbloqueado! Te aclaramos que es importante
que a partir de ahora hagas contacto visual pero sin ser
demasiado fijo.

Ahora, tampoco te hagas tan lejos, pues el lugar podría


llenarse, la gente empezaría a interponerse entre ustedes
y el plan se vendría abajo.

Hay algo que debes tener muy presente: no eres un


halcón acechando a su presa.
No se trata de que te quedes mirándola todo el tiempo
como si estuvieras hipnotizado o como si fueras un
stalker obsesivo.

Que las miradas sean de a poquito… Cada tanto, de


unos cinco segundos, directo a sus ojos. Una sonrisa.
Dale tiempo para que la magia se vaya creando. Haz que
ella sepa que ha captado tu atención. Sedúcela con ese
coqueteo sutil. ¡Vamos! Ese galán seductor que lanza
estocadas con su mirada existe, está en ti. Y puedes
sacarlo a relucir.

Pide algo de tomar. Bebe despacio. Espera unos minutos


y vuelve a mirar hacia donde está ella. Como está dentro
de tu campo de visión, notarás si ella en algún momento
vuelve sus ojos hacia ti y aprovecha esa mirada para
hacer un cruce con la tuya e ir haciendo el clic.

Sentirás que a medida que se da esa comunicación entre


ustedes, las cosas se irán haciendo más fáciles. Con cada
clic, tu seguridad se irá fortaleciendo.

Si tienes compañía, no abandones la conversación ni los


ignores. Pero mantén tus hombros en un ángulo que
apunte hacia la chica. Así ella sabrá que aunque estés
hablando y compartiendo con otras personas, tu
atención y disposición están en torno a ella. Así la harás
sentir importante.

Si ella está sentada en la barra o más cerca de la barra


que tú, puedes ir a pedir tus bebidas a ese punto.
Aprovecha la ida para pasar cerca de donde ella se
encuentra para llamar su atención y hacerte notar,
camina relajado y erguido, sin mucho afán, aparentando
que todos tus movimientos son casuales.

Si en ese recorrido sus miradas se encuentran,


aprovecha para sonreírle. Si ella te devuelve la sonrisa,
sabrás que vas por buen camino.

Ya lo sabes. Mira fugazmente a los ojos sin ser


demasiado incisivo, aprovecha el cruce esporádico de
miradas para sonreír y no te fijes en otra parte de su
cuerpo más que en su cara.

Forma con esos gestos y miradas una especie de


subconversación previa y será como una forma de
abonar el terreno antes de realizar cualquier acción.

Sé muy cuidadoso con tu propio lenguaje corporal. Que


tu cuerpo esté erguido, pero no al punto de que
pareciera que tuvieras un tronco amarrado a la espalda.
Mantén las manos relajadas a los lados, tu cuerpo y tu
cabeza en dirección a ella. Expresa que estás relajado y a
gusto. Automáticamente ella notará tu interés.

Aprovecha cuando ella no está mirando hacia ti para


examinar un poco. Fíjate si está acompañada o no, nota
lo que está bebiendo, date cuenta de si disfruta la
música, si se siente cómoda en el lugar o no.

Antes de actuar, se intuitivo, observa y tantea.


Si ella se muestra relajada y cómoda teniendo contacto
visual contigo, si hace gestos de coquetería o te sonríe,
es buena señal y será la luz verde para que te acerques.

Si por el contrario, ella se torna rígida ante tu mirada o


te dirige un gesto de desagrado, lo mejor es mirar hacia
otro lado y chao.

Y tampoco te demores mucho en este paso porque ella


podría pensar que eres demasiado tímido o inseguro
para acercártele. Cuando sientas que ya derribaste sus
defensas, ¡a por ello!
LA OCASIÓN HACE LA
OPORTUNIDAD

Si estás acompañado o no, eso no te limita a la hora de


querer acercarte a alguien que ha llamado tu atención en
un sitio. Si estás en compañía, en especial de otras
mujeres, puedes usar eso a tu favor, dándole la
impresión de que la comunicación con las mujeres es
algo que te fluye bien, y que aunque estés en compañía
de otras mujeres que probablemente también sean
atractivas, es ella quien se ha robado tu atención.

Si estás solo, tampoco te muestres como un solitario que


está únicamente en plan de levante porque podría
pensar que eres un perdedor al que nadie se le quiere
acercar, como un mosco en leche. ¡Ojo con eso!

El misterio es interesante, pero dale a entender que estás


pasándotela bien y disfrutando del sitio, que no estás
afanado por conseguir compañía.

Como te lo dijimos en el apartado anterior: no eres un


halcón solitario echando ojo a una potencial presa a lo
lejos.

En el caso de que decidas finalmente acercártele, hazlo


con tranquilidad y con un comentario agradable, sin
mostrar el hambre. Pero dejemos esto como el abrebocas
de lo que vendrá más adelante en otro punto.

A ver, manejemos esto desde todas las circunstancias


posibles de ese encuentro. Tú solo, ella sola. Eso
raramente pasa, pero puede funcionar. Tú solo, ella
acompañada… Puede funcionar si te sabes desenvolver
con desconocidos. Tú acompañado, ella sola o con una
amiga… También puede funcionar si eres prudente.

Si te vas de juerga con la patota de tus amigos de


infancia un sábado por la noche para reírse de viejas
anécdotas del colegio y las bobadas que hacían, está
bien.

Pero no esperes que la mujer que ha llamado tu atención


va a sentarse en una mesa llena de testosterona,
palabrotas y chistes pesados, o que va a aceptar sus
invitaciones teniendo varios ojos masculinos atentos
sobre ella o su escote.

En los tiempos actuales las mujeres tienden a cuidarse


más de cualquier situación que pueda representar un
potencial riesgo. Bueno… si es una chica relajada y que
está acostumbrada a moverse dentro de un ambiente
masculino con todo lo que eso implica, genial. Es una
mujer todo terreno a la que puedes invitar a un asado, a
ver fútbol y a tomar cerveza y no va a estar haciendo
caras todo el tiempo.
Pero ya cuando estés ante ella, no saques a exhibir tu
lado inmaduro. Eso no implica que tengas que estar en
pose todo el tiempo, mostrándote serio. Puedes hacer
chistes, ser divertido, sin dejar de ser un caballero.

En el caso de que sea una chica más reservada, podría


suceder que ella se sienta atraída por ti, pero no quiere
ser el trofeo de nadie. Y en un plan de hombres, es
probable que ella asuma que tu acercamiento no es más
que una prueba, una manera de presumir ante tus
amigos que tienes éxito con las viejas.

Ella quiere pasar un rato agradable, no sentirse


observada como un conejillo de indias en una especie de
experimento masculino.

Pero en caso de que estés con sus amigos y no quieras


dejar pasar la oportunidad de conocer a esa mujer que
te ha movido el piso, trata de acercarte poniendo cierta
distancia entre tú y tu grupo, pídeles a tus amigos que
te den un poco de espacio para romper el hielo con
calma y sin presiones.

Y mientras hablas con ella, procura enfocar tus miradas,


tus palabras y hasta la posición de tu cuerpo en ella.
Evalúala, siéntete con el poder de hacerle ver que
conocerte es una oportunidad increíble para ella, hazle
ver que entre todas las posibilidades de ser seducida por
alguien esa noche, la oportunidad que se ha dado
contigo es la mejor de todas.
Si diriges la mirada hacia donde están tus amigos ella
podría pensar que el encuentro no es auténtico, sino una
prueba de “hombría” o que buscas la aprobación de
ellos.

Es bien sabido que las mujeres detestan este estereotipo


de macho pelo en pecho, lomo plateado y fanfarrón.

Después de compartir un poco y notas que ella no es una


persona demasiado tímida, podrías decirle que quieres
presentarle a tus amigos.

Puedes hacerlo, pero siempre enfocando su atención en


ella, sin dejarla por fuera de la conversación, ni tampoco
incomodándola haciéndola el objeto de la misma.

En el caso de que sea ella la que está con un grupo, no


tengas miedo. Saluda también a quienes la acompañan
y no esperes que ella deje plantados a sus amigos por
alguien que acaba de conocer, a menos que ella exprese
ese deseo conscientemente y quiera un poco de
privacidad contigo… Y si eso pasa, mis respetos porque
te habrás llevado el premio mayor de la noche.

Normalmente ella se sentirá más apoyada teniendo


cerca a personas de confianza, pero eso no debe ser un
impedimento para que avances en tu jugada.

Ella también podría estar nerviosa con la situación. Es


absolutamente normal y comprensible.
Se cortés con los amigos de ella, intégrate al diálogo con
habilidad, sonríe, muéstrate como alguien abierto a
socializar. Eso te sumará puntos.
NO BEBER DEMASIADO

Si uno o dos tragos pueden ayudarte a soltarte y ganar


un poco de valentía antes de entrar en la batalla, eso está
muy bien. Así que un poco de alcohol para alivianar la
tensión no tiene nada de malo.

Pero no dependas únicamente de eso. Y aquí nos vamos


también al primer punto, en cuidarte y cuidar de cómo
te ven los demás.

Cree en ti mismo y en lo que tienes. Ya has hecho este


ejercicio, te has repetido una y otra vez que tienes lo que
se necesita para conseguir la atracción de una hermosa
mujer. Vas con toda.

Que el traguito no sea más que una ayudita extra, un


plus, para manejar los nervios… O como algunos lo
llaman, un “lubricante social”.

Si la situación te pone muy tenso, si sientas que estás


presionándote demasiado, evita beber en exceso.

Una cosa es aligerar un poco el cuerpo antes de ir a la


carga; otra muy diferente es aligerar tanto que ya no
sepas ni para dónde vas.

Tomar en exceso nos hace actuar con torpeza. Una mujer


no va a querer lidiar con un borracho y menos
interactuar con alguien que no tiene la mesura para
controlar sus propios impulsos.

La falta de control de sí mismo expresa debilidad y


fragilidad en el carácter. No permitas que un ataque de
inseguridad se tire la noche.

“No soporto que un tipo me esté hablando de cerca con tufo a


trago, simplemente no puedo”, afirma una de las mujeres
entrevistadas. “Sí, correcto, estás en un bar y a un bar se va
a tomar alcohol, pero tengan un poquito de cuidado si quieren
hablar con uno”.

Si sientes que estás empezando a marearte, a perder el


equilibrio y a transpirar de más, pide una bebida sin
alcohol, tómate unos minutos para componerte y sigue
disfrutando, pero sanamente.

Evita que el alcohol tome las riendas y que la situación


acabe en una situación vergonzosa. Recuerda que no
necesitas de estímulos externos para sacar a relucir lo
mejor de tu personalidad.

Si logras acercarte por fin, ve seguro de lo que tienes y…


QUE LAS PRIMERAS PALABRAS NO
SEAN “TE INVITO UN TRAGO”

Las mujeres no dicen ni la cuarta parte de las cosas que


piensan. A continuación te expondremos algunas frases
demasiado tontas, obvias y facilonas que algunos
hombres hacen al abordar una mujer sola en algún
lugar, seguido de lo que ellas piensan pero que no
siempre se atreven a responder.

Esperemos que no te sientas identificado con ninguno


de estos ejemplos. Pero en caso de que sea así, no te
preocupes que estás a tiempo de corregir tu error.
Nunca es demasiado tarde.

Aquí vamos con la primera frase perdedora y la que


titula este apartado.

—Oye, te invito un trago.

“¿Me vio cara de mantenida? ¿Es que me quiere


comprar? Yo traje con qué pagar. Para eso trabajo”.

O también podría ser: “Quiere emborracharme para


tenerme fácil”.
A las mujeres les encanta la originalidad, y ciertamente
el “te invito a un trago” de entrada se ha visto mil veces
en películas malas, como el galán que quiere mostrar su
generosidad. De verdad, es muy cliché.

Además, como lo pudiste ver anteriormente, las mujeres


tienen su modo de interpretar estos ofrecimientos.

Puede que para un hombre signifique un gesto de


cortesía y de caballerosidad, pero para una mujer podría
ser señal de que al aceptar el trago está aceptando que
estén invirtiendo en ella y que el tipo espera algo a
cambio.

Así que invitar un trago sin siquiera decir “hola” y peor,


ofrecer un trago caro mostrando la billetera llena de
plata y tarjetas para hacer alarde de las facilidades
económicas puede ser el disparo de alerta para que ellas
salgan corriendo.

Ser presumido no es una característica que atraiga.


Generalmente lo que se logra con esa actitud es provocar
fastidio.

Claro que no todas las mujeres piensan de la misma


manera. Pero si quieres marcar la diferencia y dar una
buena primera impresión, no invites el trago a la
primera.

Si no la invitas también es válido, de ese modo estás


comunicando que no necesitas comprar la compañía de
nadie, que tu compañía es el premio en sí mismo y que
la aceptas como una mujer independiente que no
necesita que un hombre gaste en ella.

Vamos con la siguiente:

—¿Qué haces aquí tan solita?

“Pues tomándome un trago. ¿No tienen una forma más


inteligente de preguntar si estoy soltera o no? ¿Creen
que uno necesitamos perro guardián para salir a todas
partes?”.

“Una vez estaba en un bar sola tomándome una cerveza. Un


tipo se me acercó y me dijo que que si él fuera mi novio no me
dejaría salir sola”, relata una entrevistada. “No respondí
nada pero estaba que hervía por dentro. Si piensan que vamos
a caer con un comentario tan cavernícola como ese, no saben
ni dónde están parados”.

Estamos de acuerdo en que esta no es para nada la


manera correcta de exaltar la belleza de una mujer. Si
una mujer va a un bar a divertirse no le va a gustar que
la cuestionen por estar sola o no tener quién la “proteja”.

Debemos sacarnos el chip de que la mujer del siglo XXI


sigue en el papel de damisela en apuros que necesita del
caballero que la salve de todos los peligros el mundo.
No relacionemos feminidad con delicadeza o debilidad.
Las mujeres están muy seguras de lo que quieren, son
independientes y escogen la compañía de un hombre, no
por dependencia sino haciendo uso de su libertad.

Un halago viene muy bien, pero se debe saber cómo


decirlo y qué es lo que va a resaltar para que no luzca
como un gesto atrevido y grosero.

—¿Dónde dejaste al novio?

“Lo dejé colgado de un perchero para cuando quiera


sacarlo. Otra pregunta idiota para saber si estoy soltera
o no. Son tan predecibles”.

Otro intento de acercamiento que resulta totalmente


chocante. Si una mujer va a tomarse unos tragos, esté
soltera o no, no es algo por lo cual tenga que justificarse,
y menos ante un desconocido.

Hay formas mucho más sutiles y maduras de llegar a la


pregunta de si está soltera o no, sin que suene vulgar o
atrevido. Y no debe ser la pregunta de entrada, sino
cuando ya hayan intercambiado algunas frases y hayan
roto un poco el hielo.

De pronto “me ha gustado hablar contigo y me


interesaría conocerte más. ¿Hay algún inconveniente?”.
Suena mucho mejor, más adulto y decente.
En ese momento ella te dirá si está en algún compromiso
o no y no vas a quedar como un patán o como si tuvieras
la mentalidad de un puberto.

—Ven y te sientas conmigo.

“¿En serio? Estoy muy cómoda aquí. Si quieres hablar


conmigo, siéntate tú aquí. Yo no tengo por qué moverme
de donde estoy”.

Y ahora vamos con la cereza del pastel:

—Estás muy bonita.

“¿Es que no tienen mejor material?”.

Es más que obvio que si te le acercas es porque reparaste


en sus atributos físicos. No hay otra razón.

Lo de “estás muy bonita” sí, puede sonar halagador.


Pero aceptémoslo, está demasiado trillado y si ella es
realmente atractiva lo habrá escuchado un millón de
veces y de tipos de los que ni se acuerda.

Y aquí no tienes que ser un literato o el mejor de los


poetas para rebuscar un poco dentro de tu creatividad y
buscar una frase mucho más auténtica para decirle.
Sabemos que cualquier hombre con más de dos dedos
de frente puede dar algo mejor que eso. ¡Esforcémonos,
por favor!

“Obviamente los halagos son importantes, pero medidos”,


dice una entrevistada. “’Me llamas la atención’, ‘me pareces
interesante’. Todas las mujeres son diferentes, pero yo pienso
que los halagos tienen que ser respetuosos y que miren más
allá de la belleza física. Nosotras tenemos más para ofrecer.”

Algunas mujeres dicen que si un hombre que se les


acerca quiere expresar cortesía bien puede acercarse,
saludar, preguntar qué música le gusta y pedirle una
canción al DJ para ella. Es un detalle mucho más
divertido.

Ella lo verá como un gesto muy simpático. Así también


aprovecharás para conocerla un poco y conseguirás
material para alimentar la conversación.

“Yo prefiero que me hablen de cosas interesantes”, afirma


una de las entrevistadas. “Por ejemplo, si está sonando una
canción y él ve que la estoy cantando, que trate de acercarse
hablando de cosas curiosas del artista que la toca y que se note
que sepa de música. Eso me parece mejor y más sexy.”

Hay formas de abordar a una mujer mucho más


brillantes, como esta. ¿Quién sabe? A lo mejor coinciden
en preferencias musicales y de ahí es posible que
coincidan en muchos puntos más.
“Trabajé mucho tiempo como DJ, entonces por esa época
conocía todas las canciones que estaban de moda”, relata otro
entrevistado. “Como me gustaba conocer de varios géneros
musicales, llegaba a donde las chicas en los bares y les contaba
cosas curiosas y chéveres de las canciones que estaban sonando
y de los artistas. A ellas les parecía interesante que supiera
tanto de música.”

Aprovecha también lo que sabes y haz una buena charla


en torno a eso. Hay empleos que para las mujeres
pueden ser un imán y que te pueden sumar puntos.

Si al inicio de la charla le cuentas lo que haces sin


mostrar que es una carga para ti, sino que al contrario,
lo disfrutas y es algo que te genera fascinación, ella te
verá como alguien de éxito y se sentirá atraída. Además,
hay algo que funciona muy bien dentro de una
conversación para ligar y es generar identificación.

Supongamos que tú eres programador y ella te dice que


se dedica a la música. Podría parecer que no tienen nada
en común, pero vamos, tú eres un seductor, usa tu
creatividad. Háblale de lo que haces con pasión y dale
una vuelta a la historia para que ella sienta que hay una
conexión entre sus dos actividades. Dile que la
programación es un arte, que es similar a componer una
pieza perfecta, con sus claves para que se ejecute. Haz
que ella entienda que las pasiones de ambos no son tan
diferentes como parecen y que pueden llegar a un punto
de encuentro y entendimiento entre los dos.

Puede parecer una locura, pero funciona. Y ella va a


conectarse contigo a un nivel mucho más profundo.

Como diría un amigo intelectual “crea una narrativa


acerca de lo que haces” y dale un giro para que ella vea
que está ante una persona apasionada, alguien atractivo
y que vale la pena conocer.

Tampoco debes ser muy profundo en tu discurso para


no llegarla a aburrir. Estás en un bar, hazle preguntas
relajadas pero sin llegar con el simple “hola, ¿cómo te
llamas?”. ¡Eres un ganador! Ten un repertorio. Hazle
preguntas que la diviertan y la animen a hablar de ella
misma. Dile que le gustas, sin temor a ser directo y que
quieres saber más de ella.

Y si en un momento de la conversación hay silencio, que


sea un silencio que tú hayas escogido, que hayas
medido. Un silencio en el que las miradas hagan la
comunicación y eleven la tensión sexual entre los dos.

Y algo también muy importante:

“Para ganarte una mujer de entrada lo más importante,


además del respeto, es el humor”, dice un entrevistado. “Si
haces a una mujer reír ella te va a abrir las puertas de todo”.

Y sí. Como dijimos anteriormente no tienes que ser el


payaso de la noche ni mostrar inmadurez, pero es bueno
hacer ver que eres un tipo relajado, que sabe reírse de la
vida y no se toma tan a pecho las cosas.

Si estás en un bar o en una disco y te la estás pasando


bien, eso da a entender que no eres un amargado. Ríete
y hazla reír.

Y para que el asunto se te haga mucho más fácil, aquí te


dejaremos algunos ejemplos de cómo iniciar la
conversación. Cabe recordar que todo depende de tu
energía y tu creatividad para que las cosas lleguen a
buen término.
EL INICIO DE LA CONVERSACIÓN

Los openers o iniciadores de conversación son el


chispazo que encenderá la química entre tú y esa chica
hermosa a la que vas a conquistar. En el anterior
apartado te dijimos lo que no debes usar para abrir una
conversación. Ahora vamos con frases sencillas que te
ayudarán a conectar con ella.

Un opener puede ser una afirmación, una pregunta, una


historia corta. Si eres novato en esto de la seducción, no
te preocupes, aquí te daremos una lista de frases
sencillas que podrás ensayar como si se tratara de un
guion de una película hasta que estés seguro de que
puedes entrar en acción. Aunque esto pueda sonar muy
falso, la verdad es que este tipo de openers funcionan.

El clásico:

Volteas a mirarla y le preguntas:

—¿Quién miente más? ¿Los hombres o las mujeres?

Ella te responderá y de ahí podrán iniciar una


conversación. Esto no muestra interés sexual ni tampoco
tiene mucha profundidad. No te pongas a tocar temas
sensibles ni muy intelectuales. Es un bar, todo el mundo
va en plan relajado y a pasarla bien.

Estás hablando con un amigo y ven dos chicas atractivas


a las que se le acercan. Entonces les preguntas:

—¿Ustedes qué opinan? ¿El tamaño importa?

Ellas podrán responder sí o no. Entonces agregas:

—Es que un amigo tiene una camioneta enorme y ni así


consigue novia.

Eso les hará ver que eres un tipo con un agudo sentido
del humor y de ahí podrán iniciar una divertida charla.

Si la chica a la que le has puesto tu atención ya ha


intercambiado sonrisas contigo o te ha bailado de
manera muy seductora, te puedes ir con un opener
directo que muestre tu interés sexual en ella:

—Oye, me gustas. Dime tres cosas sobre ti.

Muy sencillo y a la fija. De ahí podrás iniciar una


conversación.

Otra manera directa es acercarte y simplemente decir:

—Resulta que cuando me gusta una persona no lo dudo


y me acerco a ella.
Esto muestra al instante la seguridad que tienes contigo
mismo y que no tienes miedo de ligar. A las mujeres les
gustan los tipos que se tienen confianza.

Otros comentarios que pueden funcionar son:

—Hola. Si me miras así lo mínimo que espero es que te


tomes un trago conmigo.

—Estoy con amigos, pero les robé un minuto porque me


gustaría conocerte y tener tu número. (Mostrarse
limitado de tiempo funciona porque no muestras que te
estás regalando del todo).

—No me le acerco a todas, pero tienes un estilo genial y


dije de una vez “quiero conocerla”. (Muestras que la
percibes como alguien especial).

Si le notas un acento de otra ciudad, pregúntale:

—¿De dónde eres?

Ella te responderá, y si te dice que es de una región


donde el clima es muy frío puedes hacer un comentario
nega. Un nega viene siendo un comentario negativo que
amenaza la validación personal del otro.
—Me han dicho que las mujeres de allá son frías. ¿Es
verdad?

No es un insulto propiamente dicho, sino más bien una


especie de desafío para la mujer a la que te has acercado.
Ella hará lo posible por no quedar como la “mujer fría”
de la que estás hablando, sino que se esforzará por
mostrar todo lo contrario para recuperar esa seguridad
que de alguna manera siente que está siendo
amenazada. Pero ojo, debes decirlo en un tono de chiste
para que ella note que no la estás atacando en serio,
porque de ese modo podría cerrarse de una a ti.

Se han estado mirando y haciéndose cambio de luces


por un rato. Te le acercas y le dices con una sonrisa:

—Ya que llevamos todo este rato mirándonos, te cuento


que no soy fácil.

—¿Qué estás tomando?

Ella responde y tú le sonríes.

—Bien. Lo que me recomendó el médico.

—¿Te enseño a bailar?

Sí, ser así de breve y directo también funciona.


—Te quería preguntar algo.

—Dime.

—¿Puedes aceptar un halago sincero?

—Hmmm… Sí.

—Qué bien. Yo también. Empieza tú.

—Veo que has estado mirándome. No te culpo. Soy


irresistible.

—Te voy a dar el honor de tenerme aquí sentado contigo


un momento.

—Te ves casi tan bien como yo.

Lleva un rato mirándote.

—Yo sé que tienes muchas ganas de darme un beso,


pero me tienes que convencer primero.

La saludas y al ella responder le notas que tiene un


acento distinto.

—¿De dónde eres?

Ella responde.

—Qué bien. Pero yo creo que los de aquí somos más


sexys.
Como ves, hay muchas maneras de acercarte a una
chica. Solo es poner buen ánimo, ser espontáneo, saberla
gozar y tener seguridad en ti mismo y en el tono de tus
palabras. Ten el control de la situación y verás que no te
llevarás únicamente el número telefónico de alguna
chica, sino mucho más.
SER SIEMPRE AMABLE

La chica será muy perceptiva de cómo es tu trato hacia


ella, pero también observará cómo tratas a los demás.

Si en medio de la charla te da por contar una anécdota,


sé lo más ligero posible y evita hablar de manera
despectiva de otras personas, nada de groserías o
mencionando sus defectos o debilidades.

Aunque ella podría no conocer a esas personas de las


que hablas, puede que a través de eso asuma que eres
una persona negativa o desagradable que le gusta hablar
mal de los demás a sus espaldas.

Nada de chistes sexistas, homofóbicos o racistas… Ya no


caen bien, es un humor que está mandado a recoger. Su
efecto es que generan repulsión y te hacen ver como una
persona cerrada de mente.

Muestra siempre positivismo y una sonrisa. Haz uso de


un humor más ligero, ¿y por qué no? Ríete un poco de ti
mismo y cuéntale alguna tontería no demasiado
vergonzosa que te haya sucedido alguna vez.

Sé amable con el bartender o con el mesero… sin


sobreactuarte ni ser excesivamente generoso en las
propinas.
Los gritos para que se apresuren en atender el pedido,
la prepotencia y el trato humillante dicen mucho de una
persona, denotan complejo de inferioridad e
insensibilidad.

“Si algo me espanta es un tipo que se crea el más y que ande


por ahí queriendo pasar por encima de todo el mundo”, opina
una entrevistada. “Si delante de mí eres un patán con la
gente, ya de entrada conmigo perdiste. Mira que alguien que
sea educado, noble, buena gente, es bonito. Eso a mí me atrae”.

Como mencionamos atrás, si ella está con amigos,


salúdalos y si es posible, únete a la conversación. Pero
no te pases de confianzudo ni busques acaparar.

Sí, a las mujeres les gusta estar con un hombre seguro de


sí mismo, pero tampoco desean a alguien que busque ser
siempre el centro de atención, pues al contrario de lo que
parece, hablar demasiado denota una gran inseguridad.
Recuerda que a veces menos es más.

Si por alguna razón, fracasas en el intento de conseguir


el número de ella o ella no quiere ir al mismo ritmo que
tú, no reacciones de forma grosera o hiriente.

No eches tu dignidad a perder. Hay muchos peces en el


mar, como dice el viejo refrán.
EL CONTACTO FÍSICO

Un tema complicado, ¿no?

Ciertamente es un asunto delicado el hacer contacto


físico con alguien que se acaba de conocer y cómo
hacerlo sin que se considere acoso. Pero es eso lo que te
explicaremos a continuación para que todo fluya y no
termines con un manotazo a la cara o el trago de ella
derramado en tu camisa nueva.

Si la chica no te ha expresado directa ni indirectamente


su deseo de que se toquen, no intentes romper esa
barrera porque todo podría terminar mal.

Una mala jugada, un movimiento abusivo e


irrespetuoso puede arruinar todo lo que se venía
haciendo bien.

Dar el espacio suficiente, respetar, actuar como un


caballero… claro está, sin ocultar tus intenciones, te
permitirá acercarte con mucha más ligereza.

Si la chica quiere llegar a algo íntimo o sexual contigo,


puedes tener la certeza de que te lo hará saber.

Pero dependiendo de cómo progresen las


circunstancias, verás si podrás escalar hacia otro nivel o
no. Observa bien las siguientes señales.
 ¿Las palabras han ido y venido con facilidad? Bien.
Hay tela para cortar. Eso es un buen comienzo.

 ¿Hay risas de por medio? La risa es una manera


eficaz de acercar a las personas y conectarlas
emocionalmente.

 ¿En su lenguaje corporal ella demuestra que se siente


cómoda y relajada? Como bien sabemos, las mujeres
son más dicientes en su lenguaje corporal que
nosotros. Ellas mueven sus manos, hacen gestos con
su pelo, tienen una plasticidad con la que nosotros no
contamos. Entonces te será relativamente fácil hacer
una lectura de su comportamiento. Nota que sus
músculos no se vean tensos, que sus brazos no estén
cruzados —cruzar los brazos es claramente una
posición de defensa—, que la posición de la cabeza
no se mantenga erguida.

 ¿Sus movimientos son marcados y lentos? Significa


que le gustas y está conectada con el momento. Las
mujeres tienden a moverse despacio cuando están
con alguien que les despierta interés. Mientras que se
mueven de manera brusca y rápida cuando están en
una situación que les provoca aburrimiento.
 ¿Está coqueteando contigo? Cuando coquetean, las
mujeres tienden a sonreír con más amplitud y a
gesticular más, inclinan ligeramente su cabeza,
inclinan su cuerpo hacia la otra persona, se deslizan
la mano por el pelo, se arregla el vestido, levanta la
cabeza para hacer ver su cuello más alto, señal de que
no teme en exponerte su vulnerabilidad. Si hace dos
o más de estas acciones, ¡no lo dudes! Ella quiere
acercarse a ti.

 Y como bonus, te recomendamos un ejercicio para


convencerte al cien por ciento de que esta mujer está
realmente interesada en ti. Mientras estén hablando,
haz un movimiento como cruzar la pierna o poner la
mano sobre tu trago y observa su reacción. Si ella está
en tu misma frecuencia, hará lo mismo. ¡Y puede que
ni siquiera se esté dando cuenta!

Si te va bien con los anteriores puntos, es porque de


verdad le interesas, pero no vayas tan rápido como si
fueras un caballo desbocado. No pierdas la dignidad por
un impulso. Maneja bien la situación.

Sabemos que tienes las hormonas disparadas, que esa


mujer te tiene loco con sus encantos y quieres tener
intimidad con ella… Pero bájale a la velocidad. No hay
nada que le suba más el deseo a una mujer que la
sutileza.

Pero pilas, que sutileza no es lo mismo que quedarte sin


hacer nada esperando que ella por cosas del destino
termine haciendo algo. Es posible también que las
mujeres den el primer paso y eso no está nada mal.

Ellas están tan seguras como nosotros de lo que quieren


y en estos tiempos están más sueltas a experimentar y
tomar la iniciativa, gracias a las libertades que han
conseguido dentro de la sociedad. Sin embargo, sucede
en un bajo porcentaje. Así que si quieres tomar las
riendas de la situación, no te queda más opción que
actuar primero.

De todas maneras es conveniente tener en cuenta que


hay mujeres que son mucho menos abiertas al
acercamiento que otras.

No invadir el espacio personal es una norma básica de


convivencia.

Tú puedes ir desde lo más suave, sin llegar a ser abusivo


en ningún momento. Aquí te indicamos cómo:

 Si las cosas van bien hablando, empieza haciendo un


ligero tocamiento en el hombro o el pelo sin hacer
mucha presión ni parecer urgido. Si ella se lo toma
con agrado, es posible que lleguen a otra etapa
mucho más rápido de lo que se esperaría.

 Si al hacer un primer intento de contacto físico sientes


que vas por buen camino, puedes esperar unos pocos
minutos y volver a tocarla.

 Si las manos de ella están sobre la mesa o la barra,


puedes poner tu mano sobre su muñeca. Que parezca
casual.

 No aprietes, pero hazle sentir que tu mano es firme y


amable. Si ella ya se siente cómoda con tu cercanía,
este gesto la hará sentir que eres un hombre seguro y
que la hará sentir protegida.

 Mírala a los ojos mientras haces contacto físico,


demuéstrale que estás interesado en establecer una
conexión con ella.

 Siempre sé firme y seguro, sin ser brusco. Desde que


te presentas y le das la mano, hazle sentir que está
teniendo contacto con un hombre. Si tu mano la toca
muy suave, no vas a hacer que se sienta seducida.
Sentirá que eres una amiga más.

 Si bailan, la forma en que la tocas mientras bailan,


siendo respetuoso pero a la vez mostrándose como
alguien que sabe lo que quiere y sabe cómo tocar a
una mujer haciéndola sentir cómoda.
EVITAR LAS PREGUNTAS
INCÓMODAS

“¿Por qué tan sola? ¿Te dejó el novio? Chicos, si quieren saber
si estoy soltera o no sean más creativos, por favor”, dice una
de las mujeres a las que entrevistamos. “Casi siempre ellos
piensan que si uno está en un bar sola es porque está triste y
vulnerable. Y no. Solamente queremos pasarla bien. Vamos
porque nos gusta la atención del sitio, porque la cerveza es
barata, porque la música es buena y porque nos gusta andar
libres por donde queramos. Y sí, de vez en cuando vamos a
mirar hombres”.

En todo caso, vemos que la mejor opción a la hora de


hacer aproximación verbal es presentarse y preguntarle
su nombre. Después preguntar algo sencillo, como a qué
se dedica o si va seguido a ese lugar. Es mejor empezar
desde lo ligero, nada de ser confianzudo o preguntar por
detalles íntimos que ella nunca le confiaría a un extraño.
Recuerda que el punto en el que se encuentran ambos es
muy frágil y que cualquier pregunta mal formulada
podría romper la magia que apenas se está formando.

Hay temas de los que es mejor no hablar si no existe la


suficiente confianza, si es que se quieren evitar los roces
y las discusiones.
Las preguntas demasiado personales no vienen al caso.
Pensemos que ella no se va a abrir tan fácil
emocionalmente con un extraño y que en un principio
buscará protegerse de cualquier invasión a su
privacidad.

Y si quieres evitar una alteración, lo más indicado es


abstenerte de entrar en terrenos muy jodidos como la
religión o la política. Eso rara vez funciona cuando dos
personas se están conociendo y son temas que generan
mucho conflicto.

Es un lugar para divertirse y la situación debe iniciar de


la forma más ligera posible. Entonces lo adecuado es no
tratar de tocar alguna fibra sensible que termine en una
discusión y dañe la noche de ambos.

Se trata de compartir; no de discutir. Hay formas de


demostrar la inteligencia sin parecer que se está
desafiando intelectualmente al otro.

Así que lo mejor es no ir directo al grano, sino ir


abriendo lentamente, retirando capa por capa. Permite
que la persona que tienes enfrente se vaya desarmando
a su propio ritmo. Dale el tiempo que necesita para
entrar en confianza y sacar quién es en realidad. No
intentes retar a esa persona si ella no está todavía
preparada para entrar en ese juego.

Empiecen desde lo básico y vayan conduciendo la charla


hacia los gustos de ambos. Y si es que los dos coinciden
en algo, aunque sea una extravagancia, la situación
puede resultar de lo más divertida.
IMPORTANTÍSIMO: ESCUCHAR

¿A quién no le gusta sentir que lo escuchan?

Es vital en esta primera interacción que el hombre


escuche muy bien lo que ella le dice sin que su atención
se vaya a otros rincones.

Es posible que ella esté hablando pero tú debas acercar


muy bien tu oído porque la música está muy fuerte o
hay muchas distracciones alrededor, o también que
sientas la necesidad de estar revisando el celular cada
cinco minutos. Pero es importante, si se quiere generar
una conexión, que el hombre ponga su mente a
funcionar con agudeza y se enfoque en la persona que
tiene enfrente.

Si de plano, la conversación que ella hace no te motiva,


puedes tratar de cambiar el tema. Pero si no fluye, lo más
honesto y sensato que puedes hacer es despedirte y
retirarte.

Las mujeres tienden a hablar más abiertamente de lo que


piensan y es absolutamente necesario que como el
“oyente” hagas retroalimentación para que ella sienta
que no está hablándole a la pared.
Enfocar la energía en una persona que está al pendiente
de otras cosas puede ser muy frustrante.

—… Entonces pasamos unos días en París…

—¿De vacaciones?

—No. Te dije hace un momento que estuve


viviendo en Francia y que estudié allá.

Si no recuerdas el terrible trabajo del que ella te habló


hace unos minutos o le repites una pregunta que ella ya
respondió, lo más seguro es que ella concluya que no te
interesa en lo más mínimo lo que tiene para decir y que
solo estés fingiendo interés para conseguir algo más.
Ella se sentirá menospreciada y burlada. Ponte en su
lugar.

Es necesario saber que si quieres llegar a un vínculo con


alguien lo mejor que puedes hacer es escuchar
atentamente. De toda persona se puede aprender algo
nuevo con solo abrir los oídos y la mente.

Tampoco se trata de únicamente decir “sí” a todo lo que


la otra persona dice mientras se procesa toda la
información en el cerebro.

Es necesario mostrar también interés por seguir el flujo


de la charla, preguntar qué pasó luego, hacer
comparaciones con eventos similares que le sucedieron
en su vida, darle a entender a esa otra persona que se
está dispuesto a compartir experiencias.

Si ella hace también preguntas, no lo dudes, ella ha


encontrado una buena compañía en ti. No lo
desaproveches.

Tomar nota mental de los datos que ella te dé y


aprovechar la primera oportunidad en que se pueda
hilarlos con el resto de la conversación. De ese modo ella
se sentirá motivada a seguir charlando.

Para las mujeres es importante sentir que están dándoles


importancia a sus palabras, que son tenidas en cuenta,
que el hombre que tienen al frente está realmente
dispuesto a conocerlas.

Y como mencionamos anteriormente, ellas prefieren


captar la atención de alguien por su inteligencia, sus
talentos y experiencias que responder comentarios
bobos acerca de su físico.
NO QUEDARSE SOLAMENTE
HABLANDO

Si el lugar ofrece juegos como billar, dardos o karaoke,


no temas en preguntarle si quiere jugar una partida para
darle dinamismo al encuentro. Y si ella está acompañada
o tú lo estás, intégralos al juego.

Los juegos son una excelente manera de interactuar, de


acercarse y de crear vínculos. No la subestimes en juegos
que están aparentemente hechos para hombres, porque
te podría dar una buena sorpresa.

No te sientas mediocre si no tienes la mejor puntería en


los dardos o si tienes una voz de tarro y no le atinas a
una en el karaoke. Está la idea absurda de que por ser la
primera vez que ves a esta mujer debes mostrar que eres
un tipo duro que es bueno en todo y no tiene un solo
defecto. No te hagas esos líos en la cabeza.

Puedes burlarte un poco de tu falta de destreza en una


que otra cosa. Eso habla muy bien de tu propia
confianza y seguridad.

Las mujeres ven con buenos ojos a un hombre que no es


penoso y no teme reírse de sí mismo. Sé más relajado y
tómate la vida con tranquilidad.
También puedes sacarla a bailar, si te va bien con eso. Y
aprovecha eso para seducirla.

Si por el contrario, ella no es tan inquieta y se siente más


cómoda estando sentada, invéntate una dinámica. Sé
creativo, rompe la monotonía.

Proponle un juego con las bebidas, un juego de mesa,


algo que ayude a sostener el encuentro y a romper con
más facilidad el hielo. Lo dijimos anteriormente: la risa
ayuda a acercar a las personas.

Si la haces reír ya habrás hecho la mitad de la tarea.


Hazle sentir que eres tan buen partido que contigo se la
puede pasar en grande.

O bien, si la música ya está demasiado fuerte o el lugar


está a reventar y los dos quieren hablar tranquilamente,
puedes proponerle que vayan a dar un paseo cerca de
allí, ir a comer algo o sentarse en un parque cercano.

Si ella te responde que sí, que conoce un buen sitio cerca


de ahí donde hacen las mejores hamburguesas de la
ciudad o que le parecería genial ir a caminar y respirar
aire fresco porque esos ambientes cerrados la sofocan,
¡ve a por ello! como dicen los españoles. Allí conocerás
otra faceta de la personalidad de ella y podrás
guardártelo como un as bajo la manga en caso de que
decidan verse de nuevo.

Suponemos que a este punto aún no has bajado la


guardia. Recuerda que la partida sigue en pie así sientas
que tienes la sartén por el mango y necesitas seguir en
tu lucha estratégica hasta que corones.

Además la sensación de intimidad lejos de todo el


bullicio y el gentío les ayudará a hacer más profunda la
comunicación entre ambos y lograrán un nivel más
estrecho de intimidad.

Si los dos coinciden en que los mejores planes incluyen


poco ruido y tranquilidad, será un punto extra a tu
favor.
LA HONESTIDAD ANTE TODO

Al calor de las copas la comunicación ha ido fluyendo


estupendamente. Hay química, sobra decirlo, y cuando
hay un contacto físico, pareciera que ambos fueran a
detonar.

Está claro que entre los dos hay una tensión sexual muy
fuerte y que hay que aligerarla de algún modo.

Quieren ir a un lugar más tranquilo, estar más solos,


sacar todo ese deseo que se está acumulando en ese bar
y aquí es cuando la honestidad juega su papel más
crucial para que al día siguiente ninguno de los dos se
sienta lastimado.

Bueno, existen hombres que prometen esta vida y la


otra, cosas que no están dispuestos a dar, solamente por
conseguir una noche de placer. Eso, amigos, no está
nada bien.

Esos hombres suelen equivocarse con el hecho de que


las mujeres sean más sentimentales, asumiendo que
ellas solo se irían a la cama con alguien con quien tengan
un vínculo emocional o tengan el chance de construir
una relación duradera. De esa manera se ponen a
sembrar ilusiones en las mujeres que conocen a ver si
logran conseguir al menos un polvo que les llene el ego.

Como caballeros, hay que acabar con esa conducta e ir


siendo sinceros acerca de lo que queremos.

Aquello de los vínculos afectivos no son más que un


mito. No es ninguna mentira que hay mujeres a las que
no les genera ningún remordimiento compartir una
noche de sexo casual con un hombre al que acaban de
conocer.

Y eso no está mal, siempre y cuando los dos sean


sinceros y usen un método eficaz de protección para ese
one night stand. Comuniquen abiertamente qué es lo que
quieren y que sus deseos apunten hacia el mismo lado.

Es posible que alguno de los dos haya sentido un


flechazo emocional en medio del divertido encuentro y
muchas veces esto genera dolor, puesto que cada vez
más las personas suelen ocultar sus sentimientos por
temor a ser heridos o convertirse en objetivo de burlas.

Estamos en una era en que el que más oculta sus


vulnerabilidades es el que se siente más fuerte.

Para una gran parte de la sociedad, la frivolidad


pareciera marcar el código de conducta en las relaciones.
Pero la verdad es que todos tenemos corazoncito, y a
veces nos hacemos la idea que no es… Lastimosamente.
Entonces la persona que podría estar sintiendo el
ferviente deseo de tener una segunda cita en un café o
en un restaurante para un plan más “romántico” podría
quedarse callada y resignada a que esa segunda cita solo
se dé en su imaginación.

Cualquiera que sea tu deseo, lo más conveniente es


expresarlo. Eso podría ahorrar muchísimos disgustos y
pesares. Asimismo, si lo que quieres es un repitis,
pregúntale a ella si le gustaría que volvieran a verse y
con qué intenciones.

Ella se sentirá a gusto de que sus deseos sean tenidos en


cuenta y así ambos pueden llegar fácilmente al acuerdo
de dejar las cosas como están o pasar a otra etapa que
incluya más de un encuentro.

No prometer lo que no se quiere dar es lo más honesto


que un hombre puede hacer consigo mismo y con los
demás.

No tengas miedo de decir que quieres un encuentro sin


compromisos a largo plazo, si es eso lo que de verdad
quieres. Y si has notado que los deseos de ella van hacia
las relaciones más duraderas y estables, comunícale que
ese no es su interés en esos momentos.

Como dicen las abuelas: “es mejor colorado un rato que


descolorido para toda la vida”.
Pero así como se debe decir la verdad, hay formas de
decirla para que esta no sea demoledora. Ante todo se
está frente a un ser humano que siente y que sufre.

Si definitivamente ella no es la persona con la que te ves


yendo al cine, presentándosela a tus padres o
compartiendo un domingo de locha y Netflix, hay
formas de cortar sin que sea muy tajante o mezquino.

Usa bien las palabras, pero exprésate claramente.


Agradécele su compañía, hazle ver que no es que algo
esté mal en ella, que es una persona grandiosa y con
muchas virtudes, no hagas mella alguna en su
autoestima y despídete con un gesto cordial.

A la final ella te agradecerá tu honestidad.

En el caso de que los dos estén sintonizados y quieran


seguir encontrándose para ver qué sucede, felicidades.

Da lo mejor de ti para que las cosas funcionen y valora a


la persona que ahora compartirá más que una noche de
copas contigo.

Y por último, complementando todo lo expuesto


anteriormente…
ACTÚA COMO UNA PERSONA
NORMAL

Parece frase de cajón, pero te pedimos que asumas esta


frase como una consigna imprescindible en todas tus
relaciones, sean del tipo que sean.

Es fundamental no aspirar a ser lo que no se es ni querer


mostrar lo que no se tiene. Acercarse, presentarse, tener
una conversación normal, entre trivialidades y temas
profundos, sea por donde sea que los conduzca el tema,
sin ínfulas y sin ser pretenciosos.

Muchas veces un hombre inseguro peca por tratar de


parecer más divertido, más exitoso, más adinerado, más
culto o más inteligente de lo que realmente es.

El temor al rechazo muchas veces crea autorrechazo


hacia lo que realmente somos. Y cuando se intenta ser
algo que no es, es ahí cuando más se nota la carencia.

Hay que tener presente que somos seres humanos, que


tenemos virtudes y falencias, que no siempre
lograremos agradar a las personas que conocemos ni
que siempre cumpliremos con los estándares de los
demás.
Y esto va más allá de una conquista. Esto trasciende a
todos y a cada uno de los aspectos de la vida. Así que:

 Sé auténtico.

 Cree en lo que eres y en lo que tienes.

 Hazte un autoexamen de conciencia.

 Resalta los aspectos positivos.

 Si sientes que hay algo que no te gusta y deseas


cambiarlo, trabaja en ello.

Dicho todo esto, no te refugies únicamente en las apps


para citas si quieres conocer potenciales parejas y no te
amilanes la próxima vez que cruces miradas con una
chica en algún bar.

Confía en que tienes todas las cualidades y capacidades


necesarias para despertar la atención de una persona y
ser un nightgamer en todo el sentido de la palabra.

No te subestimes. Llénate de valor y entereza, sonríe y


atrévete a dar el paso. No te llenes de miedos ante las
oportunidades, conoce y déjate conocer.
Recuerda que de todas las personas que se cruzan en tu
vida, ya sea de manera permanente o esporádica, podrás
aprender algo valioso.

¡Muchos éxitos!

Academia para Caballeros

Paracaballeros Oficial. 2019. Todos los derechos


reservados.

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