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Gabriel recuerda con nostalgia los tiempos felices de su infancia y adolescencia, especialmente el tiempo que pasó con su abuelo y un amor de juventud. Años más tarde, Gabriel le pide a su amiga Ingrid que sea su novia, pero ella se niega. Sin embargo, con el tiempo Ingrid comienza a enamorarse de Gabriel y es ella quien le pide que sea su novio, a lo que Gabriel acepta con un beso. Ahora, como adulto, Gabriel recuerda con cariño los momentos felices vividos con Ingrid y la familia que formaron
Gabriel recuerda con nostalgia los tiempos felices de su infancia y adolescencia, especialmente el tiempo que pasó con su abuelo y un amor de juventud. Años más tarde, Gabriel le pide a su amiga Ingrid que sea su novia, pero ella se niega. Sin embargo, con el tiempo Ingrid comienza a enamorarse de Gabriel y es ella quien le pide que sea su novio, a lo que Gabriel acepta con un beso. Ahora, como adulto, Gabriel recuerda con cariño los momentos felices vividos con Ingrid y la familia que formaron
Gabriel recuerda con nostalgia los tiempos felices de su infancia y adolescencia, especialmente el tiempo que pasó con su abuelo y un amor de juventud. Años más tarde, Gabriel le pide a su amiga Ingrid que sea su novia, pero ella se niega. Sin embargo, con el tiempo Ingrid comienza a enamorarse de Gabriel y es ella quien le pide que sea su novio, a lo que Gabriel acepta con un beso. Ahora, como adulto, Gabriel recuerda con cariño los momentos felices vividos con Ingrid y la familia que formaron
Solemos decir que la vida es una montaña rusa, por todas
esas subidas y bajadas que puede llegar a tener, una diferente a la otra, más corta o más larga lo importante es saberla disfrutar con quien tienes al lado. Gabriel era un chico que perdido en su cabeza, recordando de cuando era un niño y lo feliz que se sentía con tantas personas buenas que lo rodeaban, hundido en la nostalgia sus lágrimas empezaron brotar de sus ojos y con una pequeña sonrisa dijo: -(SUSPIRO) Que buenos tiempos… En los que no me tenía que preocupar por tantas cosas de mí vida. Mientras miraba una foto de su abuelo con él en sus brazos, las lágrimas empezaron a brotar aún más de sus ojos, ya sumamente perdido en la tristeza de ese momento dijo: -Cuanta falta me hiciste en esos tiempos en los cuales sentía morir por dentro y que solo quería terminar con todo aquello… Con el poco tiempo que te pude disfrutar como abuelo, pude aprender de todas tus acciones y gracias a muchas de ellas aún estoy de pie. Derrotado por todo eso comenzó a recordar un amor de adolescencia. Que en ese momento deseo conocer mejor poder y disfrutar de su cercanía. Con el pasar del tiempo su deseo se cumplió, ella comenzó a acercarse a él, con toda simpatía hablaron hasta que se tuvieron que ir, sin antes obvio pedir su número de teléfono, al llegar a su hogar él no dudo en comenzarle a hablar, siguiendo el tema que había quedado pendiente, él aún con su entusiasmo de poder estar a su lado la entretenía con su humor tan vasto y haciéndola reír a cada rato. Mientras hablaba con ella las horas parecían ser minutos que él disfrutaba sin perderse ninguno. Habían pasados semanas y era tal el buen trato y la confianza que incrementaba a cada rato que pasaban juntos, que se decidió a decirle lo que sentía por ella… Gabriel:- (Nervioso) Eeh… Nos llevamos tan bien y la pasamos muy bien juntos que se me ocurrió pedirte algo… Te… te quería decir que seas mi novia… Ella: -(Suspiro) Es poco tiempo el que llevamos hablando, y si, tienes razón, la pasamos muy bien juntos pero no estoy segura de querer estar contigo… Devastado por la respuesta, no tuvo otra que despedirse y emprender el camino a casa. Estaba bastante perdido en las letras de las canciones que se reproducían, hasta que empezó: BUROCRATAS DEL AMOR. Repitiendo cada frase de la letra, se comenzó a centrar más en una que decía: “Te doy todo, hasta un día que me quede por vivir”. Gabriel: ¿Algún día pagaremos por amor…?. Me asusta con solo pensarlo. Me dijo que no y porque deprimirse, no perdí nada. Convencido de que lo que hizo no era nada malo sino un impulso de sus sentimientos por alguien que quería demasiado. Con una pequeña sonrisa, llego a su casa y olvido lo que había sucedido al salir de la escuela y comenzó a hablar con ella con el mismo entusiasmo que siempre tuvo. Mientras hablaban y reían, ninguno mencionaba lo que había ocurrido… Pasaron los meses. Y ellos seguían igual de unidos como siempre, saliendo a desayunar o merendar en la única plaza que los conoció juntos. Hasta que una tarde ella estaba nerviosa y un poco callada que de costumbre, él seguía con sus juegos y tratar de hacerla reír, hasta que se decidió a preguntar: Gabriel: -¿Estás bien? ¿Quieres que no vayamos a otro lado? Ingrid:- No, estoy bien, pasa que estoy un poco nerviosa… (Silencio corto entre los dos) Ingrid:- Es que te quería preguntar algo… No sé si te acuerdas que hace mucho vos me pediste algo. Un poco perdido, Gabriel comenzó a recordar todas las cosas que le pidió y en ningún momento se le paso por la cabeza lo de ser su novia Gabriel:- Te pedí tantas cosas Ingrid que ni me acuerdo ya Ingrid:- No importa ya. Te lo voy a decir yo… Te quería decir que este tiempo a tú lado fue maravilloso, de las cosas que hablamos o del tiempo que pasamos o de las veces que me consolaste cada vez que lo necesite, esos momentos que guardo con tanto amor, derivan a una simple pregunta: ¿Quieres ser mi novio? Gabriel no contesto, solo se acerco y mirándola a los ojos le dio un beso que respondió a esa simple pregunta. Gabriel (ADULTO) (En voz alta):- Los momentos inolvidables que pase a tu lado, todas esas horas que me hiciste el hombre más feliz del mundo y esas palabras cursis si no fueran por lo que sentíamos. Pequeño silencio… SUSPIRO Gabriel (ADULTO):- Mientras en nuestra cama me acuesto, miro nuestros recuerdos de días que después de ese beso fueron cada vez mejor. Una gran responsabilidad me dejaste tras tu partida, una pequeña luz que mi vida ilumina como lo hacías tú. Eso cómo si al mirar sus ojos te viera a ti y al abrazarla ella con su tierna voz me dice TE QUIERO PAPÁ.