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RETORICAS DEL MIEDO IMAGENES DE LA GUERRA IL ESPANOLA NANCY BERTHIER CASA DE VELAZQV COLLECTION DE LA CASA DE VELAZOUEZ VOLU} $ DEL MIEDO IMAGENES DE LA GUERRA GIVIL ESPANOLA ESTUDIOS REUNIDOS POR NANCY BERTHIER V VICEN, NCHEZ-BIOSCA cue eet ee Dee a eee eee Nee eee eee ae ea er sy enel sentimiento del miedo a través de sus diversas variantes, incluido ee eee eee ee ees CeO enero St cee een eee ee eee ree eer eet teen Oe ea eee eee ene eee Co coe eee ee ny Tw ICONOGRAFIA DEL MIEDO BL CINE ¥ EL «TERROR ROJO” Vicente Sinchez-Biosca Universidad de slot Nosotros unos, Justor ‘Nosotros yess “Tnjuntoe que aor Eno cael deo El presente texto se ocupa de la puesta en discurso cinematogréfico del miedo en la Guerra Civil y su rapida codificacién en el dominio de la propaganda y de la representacién inmediatamente posterior. Nos centraremos en ese relato del «terror rojo» que constituyé un verdadero género en la literatura, el arte, Jas memorias, pero no menos en los dominios jurfdicos y penales que tuvieron por objeto la represién e, incluso, la venganza politica. El cine posee una doble particularidad que lo hace terreno singular para la reflexién: por una parte, su plasticidad narrativa, en cuyo seno los instrumentos de ficci6n permiten recons- truir y hacer vivir sentimientos y emociones, en este caso la angustia colectiva, ‘con una vivacidad desconocida en otras formas de expresién; por otra, su cali- dad de imagen fotomecénica la cual supone, ala vez, a ventaja de su visualidad y el limite que una imagen fotogréfica captada de la realidad (poco importa a este respecto que ésta sea escenificada) plantea a la imaginaciGn, a diferencia del dibujo, el grabado, la pintura o la cartelistica 1. — DOS FIGURAS DEL 1 ROR ROJO La historia de ese género literario que fue el terror rojo ha ocupado a los investigadores y fue, como se sabe, minuciosamente documentado (incluyendo falsificaciones) desde las primeras semanas de la guerra'. La Junta de Defensa Nacional comenz6 a elaborar un Avance del Informe sobre los asesinatos, incen dios y demés depredaciones y violencias cometides en algunos pueblos del mediodia de Espanta por las hordas marxistas al servicio del lamado gobierno de Madrid, basado en encuestas que serian la primera iniciativa de lo que, afios més tarde, sentacin del enemigo en la Guerra Civil, Con ayuda de cstimonial o de ereacion), H. GaRctA, «Relatos para " Vease BSivitiano, Rejos, La re documentacién procedente de la iteratura tana guerra, pp. 143-176 1. Benriu yV. Since Brosen (eds), Rtrias del et de a Guerea Chiesa Collection de a Casn de Vlaquer (129), Madrid, 202, pp. 99-113 100 VICENTE SANCH :2-BIOSCA a, dos mode- se convertiria en la Causa General. Para lo que aqut nos inter los se imponen y lexicalizan desde muy pronto, los cuales se encarnaron a su ver en dos protagonistas del terror: la mecénica met6dica del crimen comu- nista, por una parte; por otra, la orgidstica efusion de la destrucci6n anarquista Idealmente, el primero de ellos cristaliza en el comunista frio, metédico, que obedece a un plan sistematico, mientras el segundo toma forma en el miliciano descastado, violento, hampén, anticlerical, cio, pero también pasional propio del anarquismo. Sin embargo como construcciones imaginarias que son, sus intercambios, contagios y solapamientos son frecuentes. Adem, la figuracién de cada uno de esos antagonistas es distinta y los escenarios 0 ambientes en los ‘que se despliega el sentimiento del miedo que inspiran en sus victimas, reales 0 potenciales, también difiere. Es més, el terror que inspira la mera evocacién de | estas dos figuras se combina, en el discurso nacional, en tensa dialéctica con el | heroismo, nada victimista. El equilibrio no puede ser por menos que precario. La edicidn ne 5 del Noticiario Espafiol (septiembre-octubre de 1938), pro ducido por el Departamento Nacional de Cinematografia dependiente de la Delegacién Nacional de Prensa y Propaganda, contiene una significativa noticia titulada «En zona roja» cuyas imagenes han sido arrebatadas al enemigo?. Su motivo es Madrid y esté destinada a despertar una insélita emocién en los par- tidarios de la Espatia nacional. Evoca fantasiosamente lo que debia ser la ansiada capital en manos del enemigo. La noticia inspira el terror que destila una ciudad {que ha cambiado de faz, que ha sido invadida, ocupada, contra su voluntad y naturaleza’. Asi los mismos planos que, en manos del enemigo, habfan exaltado la presencia soviética como homenaje del pueblo a su solidario aliado, se tien, bajo la reescritura de la propaganda nacional (locucién, masica,inscripcién), de | un aura siniestra, una atmésfera enrarecida y amenazante en la que los lugares ‘més genuinos de la capital parecen irreconocibles. sNo fue ésta la definicién de lo siniestro (Unheimliche) que conceptualiz6 Freud siguiendo una intuicion de Schelling? Dicho en otros términos, la emocién empética se ve transformada en sentimiento de temor y angustia (figs. 1,2, p. 101 y 3,4, . 102). La locucién de la noticia resulta muy interesante en cuanto sigue una tradi- ci6n de la que Retaguardia, de Concha Espina, o Madrid de Corte a Checa, de Agustin de Foxé, constituyen los ejemplos sefieros. Pero lo es més teniendo en ‘cuenta que se trata de un ejercicio de la propaganda a contrario: Madrid, He agui un Madrid alucinante y trdgico que no reconoce- ran los mismos madrilefios. Es el Madrid bajo el yugo y lstigo de Rusia, sede integramente del noticiariorepublicano Espaia al di. Sin embargo, esta noticia est perdida actoalmente, Véase A. del Axo y M? Laisa h.k8e2 (cals), Catlogo general de cine dela Guerea Civil, Madrid p. 660. ® Vease un interesante anisis de la visin de Madrid desde las ilasnacionales, manifesta en Jas tomas vertidas del frente de la Ciudad Universitaria en R, Ropafover. Teawcu, «Escenas de Madrid jo las bombass, pp. 63-70. “Pawn («Lo sinistron, pp. 2483-2505) ubiea esta sensacién en una invasion de lo extrato 2 ul material visual de archivo utilizado sobre familar (yu contrario} que suspende el juicio y la certez ICONOGRAF{A DEL MIEDO. Noticiario Bsparol, 5 (septiembre-octubre de 1938) Noticiario Espariol, 5 (septiembre-octubre de 1938) 101 102 VICENTE SANCHEZ-BIOSCA pane iei Tio. 4. — Noticiario Espanol, 5 (septiembre-octubre de 1938) ICONOGRAFIA DBL MIEDO 103 cenvasado para celebrar su triste servidumbre. ;Qué penal En la pueria sealealé, monumento elevado a la voluntad y erofsmo del pueblo de spat, figuran ahora carteles de Lenin, Stalin, Voroshiloy, Dimitrov y vtuos verdugos del profetariado La siniestraintencionlarefinada perver” Sided de Tos que mantienen en esclavitud una parte de Fspafa, suscitars tnindignacign de todos los espailes. Qué sarcasm! Rusa encaramads ‘al monumento a nuestra independencia, Pero no, Fs0 no lo hace el pueblo de Madrid. Es obra de gentes encalle cidas en el crimen, que legan de Rusia, se abater Sobre un pueblo extenado, Son ellos los sicarios de Mosc, quienes vi aoe Madrid eon estas trstes galas para hacer patente su dominio sobre el Tracblo (1. Dende ests a Replica espaol? Vedla aqui rast Magid eevvascarado, Tras estos cartelones, que son de Rusia, yace un pueblo tnurtir, ahertojado, extenuado por el hambre y Tas horas de angusta. ‘eimponen su dominio [Apenas concluida la locuci6n, una misica plagada de disonancias s she pone alas imagenes, ya desprovista de vor humana que las dij Un escalofiio povprne el cuerpo de aqueél cuya mirada ha osado clandestinamente introductrse tn pleno corazin del encmigo, pues con tales premisas gno 8 acaso un Wait cases ekaque se deslza por esta ciudad tomada? F microcosmos en el. que el aoe mmunista despliepa su meticulosa criminalidad seré, ademés, opaco ala Juz, clandestino, indeclarable: la checa’. sass Fotos, por su pionerismo en materia de montaje entze texto verbal € imagen y su apuestaiconogrfia, lena rebosar sus péginas con imagenes eves. Jonas de los erimenes rojos; entre elas, esos centros de detencion, interrogatorio y cores desempetarian un papel estelar. En diciembre de 1937, ofreca un grabado Thanacdo a encarnar la actividad siniestraen el interior de una de las checas de mis snatte famae «Del Madrid rojo. La checa de Bellas Artes», Puesto que el Ingar tescapabs al testimonio fotografico, la estlizacién lo fantaseaba ast Sin embargo, fue la cafda de Barcelona la que abris la ansiada y temida &xPie™ tativa de un registro visual de ls checas’, Ahora bien, qué mostrar de las puesto que no se podta registrar ninguna de as escenasexpeluznantes ai des pant sate Vertice recurria en febrero de 1939 a fotos de Calvache, las cuales feproduen instrumentos de terror y tortura, lugares ins6litos y se dtieney “Tualles angustiosos (el metrGnomo, la estructura angosta de las celdas...)- pesar de todo as imagenes fotogrficas aportaban poca oscuridad 2 wt relato {hue profundizaba mas en los dominios procelosos de la imaginacion cr minal. + consul noruego Felix Schlayer, quien alerts sobre las mtanzas de Paracullosy Toren de Arden aed en sus meroviaspubicaes en 1938 lo vivid ens ells de Mairi comme a tad pile de meer. que espana a una metodologi rus: ero prot Rear or econ canciente de hombre por el bakckevismoy(F Sewtaven, Matarcas ene Madrid republiano, p32 * Fotos, 25 de diciembre de 1997 1 opt Negus” tee na chekan, Fotos, 23 (30 de lio de 1937) es un ejemplo precow de eta tematica, mis de un ato antes dea caida de a capital catalan Barcelona rojan, Vrtce, 19, febrero de 1938 cterrorychekas 104 VICENTE SANCHEZ-BIOSCA El ntimero siguiente de la misma publicacién contiene un articulo firmado por 1 Edgar Neville y titulado «La cheka de Vallmajor»*, El texto no rebuiye la de cripcién de las torturas alli infligidas a las victimas de un modo que podria «alificarse de morboso. Lo curioso es que tal detallismo va encaberado no por tuna serie de fotografias, sino por un dibujo que representa signos inquietantes de las torturas; su fragmentacién en una suerte de collage metonimico altamente estilizado connota la despersonalizacién, el horror el extravio del tiempo y de la realidad, como si a alusi6n resultara més elicaz que unas decepcionantes fotos facticas de lo acontecido... tiempo atrés. ‘Tampoco la revista femenina Y, que no pierde la ocasion de poner su granito de arena a la morbidez, aporta foto alguna para representar un hecho —la tortura, el terror—que ha escapado a la mirada de las cmaras y s6lo podria ser mostrado a través de fijaciones decepcionantes. El reportaje firmado por Marichu de la Mora titulado «Pena de datio y pena de sentido o las “chekas” de Barcelona», en el que relata la utilizacién de un convento como sede de la inhumanidad debe conten- tarse (0 lo hace de buen grado) con un dibujo de Ardztegui™ En esta buisqueda de los mas efectivos instrumentos para repr vivido y vivido, Neville concibe su documental ;Vivan los hombres libres! produ- cido por el DNC en 1939, No escatima esfuerzos el artista para recrear las mis, mérbidas sensaciones por parte de las victimas; para ello, atina tna locucién que sigue las pautas desu texto escrito para Vértice con tomas fotogrificas muy seme. jantes a las que Calvache aport6 como ilustraciones al articulo anterior, muchas de las cuales habian servido ya para la noticia que cerraba la edicion n° 13 del Noticiario Espafiol titulada «Los diplométicos extranjeros visitan las checas de Barcelonan"'. Sin embargo, Neville hace algo més: impone un ritmo al montaje, construye sus composiciones plisticas segtin un modelo de contraste luminico inspirado en el expresionismo, que connota la clandestinidad y el crimen indecla- rable, Tampoco cede el escritor y cineasta ala tentacién de escenificacién y recurre a actores que, a falta de imagenes tomadas en directo, nos aproximen al espanto, Je angusti, el dolor... Algunos instantes del film producen una insélita sensacién de irrealidad que Neville asocia a una retérica onitica, como aquellos planos que muestran figuras delirantes dibujadas sobre los muros de las celdas, entar el terror 11, — EL MILICIANO DE LA FAI: EXTASIS Y TERROR Por su parte, la Revolucién Social protagonizada por los anarquistas tuvo en la Barcelona de los primeros dias de la sofocacién del Alzamiento su expresién 2,20, marzo de 1939. "0, revista para la Mujer, 4, marco de 1939, p. 1 " Corcespondiente al mes de febrero de 1939, este aime el feenteataln, la toma de Barcelona, el camino hacia Ia fon la misma, Fue a primers edicion que se process en laboratoios de Barcelona yexpresa una oesté enteramentededicado aa cae ray legada dela tops nto cforia que stbe a victoria, ICONOGRAF(A DEL MIEDO 105 iconografica més temprana y definitiva: el aguilucho, antilerical y barbar su protagonista. Ciertamente, en la pintur y la descripcién del miliciano fa advierte una mezcla sumamente curiosa de burla y explosién de odio. Silos textos radiofénicos concebidos por Joaquin Pérez Madrigal en su célebre El miliciano Remigio «pa» la guerra es un prodigio apuntan en la primera diteccién", como lo haré el sarcasmo casi surrealista de Miguel Mihura al frente de La ametralladora, las descripciones pasionales, barbaras y sanguinarias serén todavia mas frecuen- tes. Una vez mas, Fotos se adelanta a dar forma a esa fantasia, «Terror y crimen en Madrid» contiene una foto con un pie que reza as «“Dinamita’ sanguinario, audaz, bizco, el mas feroz de los milicianos»".¥ el niimero anterior, tras una vio- Jentisima invectiva, publica una caricatura provista de un pie que cede de buen grado a la comicidad, acaso sublimando el miedo: «EI “feroz miliciano” galopa y corta el viento pistolén en la mano y sertin en la cabezota» ‘Sea como fuere, esta oscilacin brillard por su ausencia en el cine. Lo significativo radica en que la imagineria anarquista (como en el caso anterior la comunista) y el origen del miedo que ésta provoca se ancla en unos planos rodados por cémaras anarguistas y que habian sido concebidos para transmitir una sensacién muy otra el jubilo. Tales motivos aparecen concentrados en Reportaje del movimiento revo- Iucionario en Barcelona’, Rodado y montado con cierta premura en los primeras jornadas de Ia conmocion barcelonesa, entre el 19 y e! 23 de julio de 1936, Repor- faje... presenta una ciudad tomada por la revolucién social: abierta en canal por Jas barricadas que la surcan, bloqueadia por los controles callejeros,vestda por los monos de obreros emputtando los méusers al tiempo que los pufios, desencade- nada en los movimientos febriles de una muchedumbre que celebra a destruccién de las iglesias, la quema de simbolos religiosos... Todo en este mosaico parece aliarse para ofrecer una imagen de éxtasis de la destruccién. Este ambiente que tantos observadores (Franz Borkenau, Kaminski, Orwell algo més tarde...) juz garon fascinante es, en feroz sincretismo, expresion del éxtasis de quien lo capt y ‘motivo de panico para quien lo observaba desde el otro bando. Estas imagenes fueron pronto difundidas por el mundo entero, a través de noticiarios y documentales, y, a menudo, su funcién extética fue transformada por la propaganda enemiga que la convirtié en expresién del caos, la orgia revo- lucionaria y la barbarie sangrienta', No deja de resultar curioso que esta imagen vinculada por su origen y los motivos de su representacién al anarquismo no tardard en ser atribuida por la propaganda nacional que se la apropia a la ame~ haza comunista, sobre todo a medida que el comunismo se iba convirtiendo en el tinico auténtico y temido enemigo y la figura del libertario iba difumi- ® Memovias de un milician rojo, transmitidas por RNE, ms tarde publicedss por Joaquin Pérez ‘Madrigal Avila Impr.CatGicaSigirano Diaz, 1937. Vege un estadio de estas obras desde la pers pectva dl nacionalismmo en X.M. NOwEz Seixas, Fura el Raton 7, 10 de abril de 1937. 4 Foton 6,3 de abril de 1937 'S Mateo Saseros,Reportaje del movimiento revolucionario en Barcelona (Rep cap. tt aj.) 1936 10 del coraasno "De esto nos hemos ocupado in extenze en V.Shvemez-Di0sca, «Fl lado of p. 106-143 106 [ENTE SANCHEZ-DIOSCA ia. 5.— Fotograma de Reportaje del movimiento revolucionario en Barcelona (Mateo Santos, 1936) néndose”. Sea como fuere, en la imagen temible del comunista imaginario que condensaba todo el peligro se daban cita atributos e iconografia que en un pri ‘mer momento habia emergido de la tipificacién anarquista ‘Apenasarrancado, Reportaje,.. menciona por medio desu narrador al protago- nista de su hazatia —el aguilucho— que, convertido en custodio della revolucion, vigila el minimo movimiento de la reaccién. Este es su retrato (fig 5) ‘Contrapicado admirativo, muser ala espalda, cigarillo entre los labios, rudo rostro proletario, contrapicado que lo recorta contra el cielo, esta imagen distars bastante dela idealizacin épica que Robert Capa, por ejemplo, imprimié a sus mil cianos y parece hallarse a medio camino entre el Ker obrero y el bandido tipico espatiol del siglo x1x. De este aspecto lumpen-proletario no escaparia el discurso anarquista" Ill, —MIEDO AL MIEDO: EL CINE DE CRUZADA Esta alusi6n al miedo, que pervivi6 en la instruccién de la Causa General, sufrié un retroceso sorprendente en la produccién narrativa cinematografica y fue decididamente extirpada del cine espaol en la inmediata posguerra. Este, al referirse ala guerra, moviliz6 sentimientos inequivocos y positivos: el herofsmo,

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