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Editorial
A finales de 1643 habían transcurrido poco más de tres años desde el inicio de la Guerra de
los Segadores. El frente apenas se había m.oúi¢o desde la conquista francesa del Rosellón
en 1642, pero mucho había sucedido en el plano político. Luis XIIl y el cardenal Richelieu
habían muerto, y el conde-duque de Olivares había sido apartado del poder y desterrado de la
corte. Felipe IV y su nuevo hombre de confianza, Luis Méndez de Haio, comprendieron que,
para lograr la sumisión del principado, era necesario no solo detraer fuerzas de otros frentes
• -Italia, Flandes, Portugal- en los que combatía la Monarquía Hispánica, sino también hacer
ver a los catalanes que el rey estaba dispuesto a ofrecer un perdón y a respetar las Constitu-
ciones del principado. Pero antes, era preciso un gran triunfo militar. Este se concretó en julio
de 1644 en la conquista de Lérida, donde hizo su entrada poco después el Rey Planeta. Pero
Francia, aun a pesar de la inestabilidad derivada ae la minoría de edad de Luis XIV, cuya
regencia ejercían la reina Ana de Austria y el cardenal Mazarino, no tardó en reaccionar. En
lQs tres años siguientes, dos de los mejores generales de Francia, el conde de Harcourt y el
príncipe de Condé -vencedor de Rocroi-dirigieron sus ejércitos sobre la preciada Lérida para
devolverla al poder francés. De estas decisivas, aunque poco conocidas campañas, jalonadas
de batallas, asedios, sorpresas e incursiones, sin olvidar las correspondientes negociaciones
políticas y la "guerra de papeles", da cuenta este número, el ;egundo que dedicamos a la con-
tienda que definió las actuales fronteras entre Francia y España.

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Índice
En portada
36 Prensa y poder. La "guerra de
papeles" entre Madrid, Pan's y
Felipe IV y Cataluña. La coyuntura Barcelona por Álex Claramunt Soto
de 1643-1644.por Agustín Jiménez
Moreno EI Batallón de Cataluña. Soldados
G,,-d 1, í,ú,-I=ii catalanes al servicio de Francia por
Manel Güell Junkert

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EñEñ£__:
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|4 La Campaña de i644. La
recuperación de Lérida por Raquel
Camarero Pascual 5 8 :eat*::t:ae]:a[;:rng:°mciancdí:nNe:gdr::om
del Cerro
22 Pierre de Marca. El hombre de
Mazarino en Cataluña por Thierry
lssaltel

28 La
campaña
de 1645.
La batalla
de Sant
Llorenc y
el sitio de
Roses por
Alberto
Raúl Bibliografi'a extendida, notas
Esteban y contenidos relacionados
Ribas
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E | DEspERTAFERRn

Felipe IV y Cataluña
La coyuntura de 164311644
Agustín Jiménez Moreno

LA REVUELTA CATALANA DE 1640 ABRIÓ UN NUEVO FRENTE PARA LA MONARQUÍA HISPÁNICA, SUMIDA EN
GUERRAS EN LOS PAÍSES BAJOS, ITALIA Y ALEMANIA. LA ANEXIÓN DEL PRINCIPADO A LA CORONA FRANCESA,
JUNTO CON LA DERROTA EN MONTJUI.C DEL EJÉRCITO ENVIADO A LIDIAR CON LA REBELIÓN, LLEVARON LA
GUERRA A LAS FRONTERAS DE ARAGÓN Y VALENCIA Y OBLIGARON AL MONARCA DE LOS REINOS HISPÁNICOS A
INTERVENIR EN PERSONA.

uando a finales de l642 se dieron por concluidas las ope- don Gaspar había solicitado permiso al monarca para retirarse

C raciones militares de ese año, el balance no podi'a ser más


negativo para los intereses de la monarqu'a española. Ade-
más de la pérdida de los condados del Rosellón y la Cerdaña, así
de la vida pública, petición que en esta ocasión sí fue atendida.
Fuera por una razón u otra -o por una conjunción de ambas-,
su salida de la política no se produjo inmediatamente después
como de la población oscense de Monzón, los franco-catalanes ha- del descalabro sufrido en el frente catalán, y ni siquiera cuando
bían derrotado al ejército realista a las afueras de Lérida. Tal suce- la corte regresó a Madrid a finales del mes de noviembre, sino
sión de reveses acaiTeó que la presencia de la monarquía española que tardó algunas semanas en cristalizar.
en Cataluña se circunscribiera a los enclaves de Tarragona, Toitosa Al parecer, los hechos se precipitaron a principios de enero
y Roses. Estos infortunios coincidieron con un retroceso de la de 1643, cuando el monarca volvió a Madrid tras pasar una
posición española en el norte de ltalia, donde, bajo el gobiemo del corta estancia en EI Escorial. Durante el trayecto fue escoltado,
VIIl conde de Siiuela, gobemador del Milanesado entre principios a instancias de la reina lsabel, por un gmpo de grandes y títu-
de junio de 1641 y mayo de 1643, los franceses se apoderaron, a los, quienes intentaron convencerle de la necesidad de adoptar
finales del mes de noviembre, de Tortona. De la misma foma, en un cambio radical en el gobierno de la monarquía. Unos días
el frente portugués se altemaron los triunfos y los reveses, aunque más tarde, el 18 de enero, Olivares recibió permiso para dejar
circunscritos a acciones de castigo sobre tenitorio enemigo cuyo su puesto, al tiempo que se le ordenó abandonar la capital, y
principal objetivo era la toma de botín. Por el contrario, en los Paí- estableció su residencia en la localidad madrileña de Loeches,
ses Bajos las operaciones militares de ese año fueron sumamente a unos 30 km de la corte.
productivas, ya que entre abril y mayo se recuperaron Lens y La Pese a que Felipe IV fue el responsable último de esta
Bassée, al tiempo que se derrotó a un ejército francés en la batalla decisión, no la tomó de manera unilateral. En ella se aprecia
de Honnecourt (véase "La batalla de Honnecourt, 26 de mayo de la influencia de, al menos, dos facciones. La primera de ellas
164:2" en Desperta Ferro Historia Moderna n.° 8). fue, en palabras de Marañón, la denominada "conspiración de
las mujeres", teóricamente encabezada por la reina lsabel de
LA CAÍDA DE 0LIVARES Borbón, en la que también concurrieron Margarita de Saboya,
La principal consecuencia política de la debacle sufrida duquesa de Mantua y virreina de Portugal entre 1634 y 1640,
en Cataluña durante el año 1642 fue que don Gaspar de y Ana de Guevara, aya del rey cuando este era niño, quienes
Guzmán, conde-duque de Olivares, perdió su privilegiada por diversas razones deseaban la caída en desgracia de don
posición tras más de dos décadas ostentando el poder. Este Gaspar. A ellas cabría agregar a la religiosa María Jesús de
acontecimiento se inserta entre el óbito de las dos principales Ágreda, abadesa del convento de La Concepción sito en la ho-
cabezas de la monarquía borbónica: el cardenal Richelieu mónima localidad soriana, que mantuvo una relación epistolar
y Luis XIII. El primero de ellos falleció a principios de con el monarca durante alrededor de dos décadas y se convir-
diciembre de 1642, mientras que el deceso del soberano tió en su confidente; y por último, la infanta María, esposa del
francés tuvo lugar a mediados de mayo de 1643, unos días emperador Fernando 111 y protagonista del fallido matrimonio
antes de la mitificada batalla de Rocroi (véase Despería con el príncipe Carlos de lnglaterra, quien culpaba a Olivares
Ferro Historia Moderna. n.° 9.. Richelieu contra Olivares. de ello y, desde su posición en la corte vienesa, pudo influir
Francia en la Guerra de los Treinta Años). para que el césar, a través del marqués de la Grana, embajador
Se han apuntado dos motivos para justificar esta decisión: imperial en Madrid, escribiera una carta a Felipe IV en la que
la destitución, tras evidenciarse el fracaso de las políticas oli- le animaba a deshacerse de su todopoderoso ministro si no
varistas, que culminaron en la pérdida del Rosellón y la derrota quería asistir al derrumbe de la Monarquía. La otra facción
frente a Lérida; y la dimisión, pues en numerosas ocasiones fue la nobleza, pues durante sus años de gobierno Olivares

> Feíí.pe /Veri Fraga (1644), óleo sobre lienzo de Diego Velázquez (1599-1660), Frick Collection, Nueva York. Durante los años centrales de la
Guerra de Cataluña, entre 1642 y 1647, el REY PLANETA trasladó su corte a Zaragoza en diversas ocasiones para seguir de cerca las operacio-
nes militares en la frontera del principado. En la segunda de estas estancias, en los años 1643 y 1644, el pintor de la corte, Diego Velázquez, lo
retrató en atuendo militar y con bastón de mando en la villa de Fraga, plaza de armas del ejército en la frontera entre Aragón y Cataluña. En
esta ocasión el monarca llevó consigo solo un reducido círculo de colaboradores y criados, "sin tanto ruido de ministros, coches y literas como
el año pasado, ni tantas hechuras ni allegados impertinentes", escribió su ayuda de cámara, devenido en cronista oficioso de la corte, Mati'as
de Novoa. Camino de Zaragoza, la comitiva se detuvo en Ágreda, donde el rey conoció a la abadesa del convento de las madres concepcio-
nistas de la localidad, sor Mari'a de Jesús de Ágreda, con quien mantendri'a durante más de veinte años una intensa relación epistolar. Desde
Zaragoza, el Austria convino con Felipe de Silva, capitán general del ejército, que se asediase Flix, empresa que no prosperó, y más adelante,
Monzón. El 23 de enero el rey regresó a Madrid "que también era muy necesario acudir a Castilla y gobernar aquello para los asientos del
dinero y levas de gentes que se habían de hacer".
Guerra en la frontera
8 | DESF'ERTAFERR0
1643-1644
mantuvo unas relaciones cuando menos complicadas con gran
parte del estamento privilegiado. De todos ellos, hay eviden-
£!LReegvaensé:Sc:i:rpaáLna¡#ostheenei;¿aTS6t4e2`:annLíg;¡]:a(Sv:aa9eer;:tsa.
cias de que el VIl duque del lnfantado, el IV duque de Híjar, el
Pree:?;)FeErí°coH:Sptu°sr¡daeMs°adnegrrnea)r:s#i+\L#o6sU#rersaedsed'e°:"Suf2gaydi3S
VIl duque de Medinaceli, el IV duque de Osuna y el IX conde
de Lemos desempeñaron un activo papel a la hora de conven- primeros de 1643 son testigos de una reorganización de la di-
rección de la guerra en Cataluña por parte española. En febre-
cer al monarca para que lo apartara de su lado.
ro, el marqués de Hinojosa ataca las posiciones franco-cata-
Pero los enemigos de Olivares no se dieron por satisfechos lanas en Horta de Sant Joan, Gandesa, Batea, Móra d'Ebre y
con su destitución, sino que trataron de persuadir al monarca
para que iniciara un proceso contra él y sus partidarios a la ;,':X:?ocni;:z:;ii:a:t::;'u:e:i:seES:§:iaaTo;ri,!í:e[:r:a:c:ar#n°,Fi:x:,Vrie:'ix:
manera del llevado a cabo contra Lerma y Uceda entre 1618 del ataque, La Mothe sale de Barcelona el 25/11/1643 y llega
y 1623, cuyo objetivo último era conseguir que fuera con- al otro Íado del Ebro, frente a Miravet, tres días más tarde ¿
denado y encarcelado. Para ello promovieron la publicación
PÉaEidT:'::/,.§:3n3:Setnr::::t:ar:Ztar:pe:srí:¡#en¡dc¡:¡sgeqnuepriTyeer:
de un panfleto, firmado por Andrés de Mena, en el que se
criticaban las principales decisiones adoptadas durante sus :eBs:teefE:r3edsecsopráísnhaadcoerr,eopíse:dp¡:o3¡eo;eáant¡rcoodyedo:seer:cc¡¡óo;Fr
años de gobierno. Entre ellas se lo responsabilizaba del esta- generalizada. Despejados los alrededores, La Mothe ataca a

llido de la rebelión catalana (véase Desperfa Ferro H!.stori.a |3:psiti:cd:srepied.áeMnir4aovoeií|obs,::ryr?toanccoampE|er:adT:n.tt:.9|.oLooo:


Moderna n.° 44.. La Guerra de los Segadores (1). EI Corpus El francés, cargado de botín, regresa a Barcelona el 7/111/1643.
de Sangre), que a su vez había propiciado la declaración de
independencia de Portugal. Precisamente, el único caso de un
miembro de la facción olivarista inmediatamente destituido de
su cargo tras la caída de don Gaspar -aunque fue compensado
con un asiento en el Consejo de lndias-fue el de Jerónimo de
Villanueva, protonotario de Aragón, quien era considerado
un obstáculo para la vuelta a la obediencia de Cataluña, no
solo por los rebeldes, sino también por los catalanes leales a
la monarquía, por lo que su destitución fue interpretada como
un intento de reconducir la situación y acercar posturas. 0
Sariñena
La respuesta de Olivares se produjo en otra obra im- #%d:;:!o:sO:m:,!!,i,a!::!:Od#i:;
frente, no puede librarse de los
presa, aparecida poco después, titulada Ni.candro, donde se disturbios ocasionados en los
enfrentamientos entre paisa-
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reivindicaba su labor de gobierno. En lo relativo a Cataluña, nos y soldadesca. En V/1643
0livares no se arrepentía de su proceder, y más en concreto rl
á::se:oEpca,iiaasl#:acsa:::jea;
de su decisión de enviar un ejército para liquidar la rebelión de recursos y deben robar por
en sus momentos iniciales. Según Elliott, la principal secuela
!ausstehnut%r::npv:,::,mpars°CduerFrtsu:
P
de la aparición de este escrito fue la decisión de Felipe IV, en multo que se forma en su con-
tra. 60 de ellos son linchados y
gran medida por las presiones de sus enemigos, de ordenar el ÜQ
muenos, otros 20 malheridos.
destierro de Olivares de la corte y que abandonara Loeches.
A mediados de junio partió con destino a la localidad zamo- 0-
rana de Toro, donde llegó antes de que finalizara el mes en \ Caspeo
curso. Una vez allí estableció su residencia en casa de su her- iríai:Se:;R:eaí':iasgu:d8:¡íit¡aii#;:#m8a@dr#s£###:i¡ \`t5
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mana, doña lnés de Guzmán, marquesa de Alcañices, donde :aa)uyt:ruecci#s°epe°nrE%'a¡gae::e:t¡;gsae:e#§::?eb':gbar::
diligencias sobre su actuación en los frentes de Aragón y
permaneció hasta el momento de su muerte en julio de 1645.
Í::g:c:L:i;íoaes;:;iir2:,u!:,ue:u:q#,#o::hn'i:bór;a;d;;éá|igíái;::,#;,ha:!i:,i:ií!6:4:3:;,i,!i:,do"^e
Felipede silva) Alcañiz
CAMBIOS Y CONTINUIDADES para finales de 1644 habrá recuperado el favor real.

A pesar de que, tras la destitución de Olivares, Felipe IV pro-


clamó su deseo de ``reestablecer el buen gobiemo" apoyándose
en los consejos de la monarquía, que habían perdido parte de su
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poder durante el ministerio olivarista, era vox populi. su estrecha
vinculación con el sobrino del conde-duque, don Luis Méndez
de Haro. En este sentido, según Valladares Ramírez, ya desde el
verano de 1642 Haro estaba trabajando con el rey en los asuntos
de Estado, si bien no fue hasta principios de 1643 cuando el
i:;s';atñ:,s:j:ieií,i,i:;:ti#ahs!j:;r:eiíeíni:!x:n:!:e:r:riií:ii:::e#;i::::s#oL;:anií:::ii;::g;in:
Rey Planeta tomó la decisión de promocionar su persona con el
objetivo de que apareciera como figura visible del nuevo tiempo :,::aí%/#614u:ñu:eer:parLo#:Xt':,.;eyá:c::§{a:[:d;::oeñ:?aa#:o:v:r:r#é:[,`'p:r#ii,#§
político que comenzaba. :%nT:¡hoedsea,R¡g£g3:zrac.e§oenad:t¡emn¡:oe:eML::¡£óang,pT¡a[%r%%ng:¡í:¡¡:ej
Sin embargo, Stradling y Malcolm han puesto de ma-
nifiesto que, si bien Haro fue el ministro más activo de la
segunda mitad del reinado de Felipe IV, nunca ejerció, ni
sobre el propio rey ni sobre la maquinaria de gobierno de la Íi:g;oa!rií|:a;in;:oeb;o;t;n:iu!i;:iiii!t:::;a:,E§;i:8.::ii#i3%;s.:6f;:eí:et:i!::ii:,:::;:Ínñiíi,i
monarquía, la influencia que tuvo don Gaspar, ni disfrutó del mero su posición en Ribagorza. Con esta idea, saquea e incendia los
pueblos fronterizos de Calasanz, Peralta de £ Sal, Fonz y Cofita, entre
poder en las mismas cotas. De hecho, en un principio no fue

it;ríiasctí#íe:Sti:S:en:y:#üS:°ébnsrue::B:ee:nite:tir::o:SsS;oeqs:§t;:::§tí|:ae:Ta#a:sía8Í
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:e)c?apr:rr::ii:Fae:ffnnai:!¥:`i`i;i94e3.ALraá#.o:i:,a#edree£LáennsoE
ticia de ello el 2/lv/1643, envía al gobernador de Lérida, Josei)
Margarit, a reconquistar el lugar. Con infantería francesa y
Movimientos franceses
durante 1643
FRAN?_,?-:`;):
- ya::;mJ;1n!8á h,spán,cos
::ts::ar,oar,mMe:::::¡:T:¡r:::t#ocjaeE:::r:géS:rnaessevíeu,:av¥
el valle de Arán bajo poderfrancés, aunque se produce un duro
= Movímientos franceses r-.---.---.-''Salses\
combate cerca de Garós en el que pierde algunos hombres. hasta V/1644 /
/
1 Territorio perdído por los perpiñánó/
L
EE franco-catalanes hasta la
caída de Lérida, V/1644 O.í8 Casíe`11nos Lbupiá`?/o Eln,a

•._,,...-..------ToÍ;`:o:I;ii:e-F==...:.._.:._..T..: u Terrítorio bajo control


francés, V/1644
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J Enclaves hispánicos ose\\ón
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Enclaves saqueados
J, i p i `"r,/, i n `e 0 s Ó o incendiados

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tes. Toda la flota hispana es capturada, salvo un navío echado a pique por sus propios tripulantes. A principios de
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P aunque se queda cerca de la ciudad. Los hispánicos, finalmente, consiguen rendir el castillo a finales de noviembre,

i;:|av::zf:u:n;ac'i:i::ma!n::ñáei:7esÁan,:i#ohhoadrc:,aía:a#:n::,í:vnemrin:an'ir:s:es::pe:`e:6í;::n:o:ta:redd,:,s:t;df:eorr,FLugaeu#:ihFe:ca:tígsfa::;,u#:,ovLo:,
Barcelona, regresa a Lérida. Los hispánicos, al mando de Felipe de Silva, qLie dan inicio a la campaña de 1644 ®,
toman Castelló de Farfanya, se dirigen hacia Balaguer, que encuentran muy bien defendid
sobre Lérida, que ponen bajo asedio. La Mothe trata de levantar el cerco. Batalla de Lérida
1- £0 ®.=, E® oS :[`Í`, E'= =t;.
española. Los franceses se retiran a Cervera mientras prosigue el asedio de la ciudad que, pe-se a los intentos de La
Mothe de forzar el bloqueo ®, se rinde a los hispánicos cuando el francés da por perdida la partida, el 30WII/1644.
ln i DESFIERTAFERRD

el único candidato para cubrir el vacío dejado por el conde-du- Por otra parte, en los años inmediatamente posteriores al
que, pues en las semanas siguientes se postularon nombres ministerio del conde-duque, los principales cargos de gobierno,
como los del 11 marqués de Castel Rodrigo, el IV marqués incluidos las presidencias de los consejos, continuaron en ma-
de Aytona, el 11 duque de Medina de las Torres -quien había nos destacados olivaristas. Pero, según Malcolm, conforme
sido yerno de Olivares-o don Fernando de Borja. Del mismo fue pasando el tiempo, se llegó a una posición de equilibrio
modo, al menos durante los años inmediatamente posteriores entre los servidores de Haro y los antiguos hombres fuertes
a su marcha, la posición de Haro fue mucho menos estable de la administración saliente, muchos de los cuales pasaron a
que la de Lerma o la del propio Olivares, pues no controló servirle fielmente. Entre ellos se encontraban figuras como el
la distribución de cargos y honores del mismo modo que lo 111 marqués de Mirabel, el 1 marqués de Leganés y el Vl duque
hicieron sus antecesores. Esto no sucedió hasta finales de 1646 de Frías, quien además era condestable de Castilla, aunque
o principios de 1647, cuando empezó a ser visto como el susti- también otros individuos de orígenes menos elevados, pero que
tuto del conde-duque. El espaldarazo definitivo se produjo en gracias a su competencia y experiencia en cuestiones adminis-
1648, momento en que recibió los títulos y cargos necesarios trativas continuaron disfmtando de su privilegiada posición
para hacer visible su primacía entre los servidores reales. tras la caída de su valedor. Entre estos destacan don Francisco
De la misma forma, pese a que Felipe IV dejó clara su Antonio de Alarcón, don Antonio de Camporredondo, don
intención de promover un cambio a la hora de ejercer el poder, Antonio de Contreras y José González, todos ellos vinculados
borrar de un plumazo más de veinte años no era una tarea que al Consejo y la Cámara de Castilla, y los secretarios Pedro
pudiera realizarse de la noche a la mañana. Así, pese a que Coloma y Antonio Camero.
el fin del ministerio olivarista acaneó una reorganización del Al mismo tiempo, la coincidencia en poco más de seis me-
entramado administrativo de la monarquía que se tradujo en la ses de los decesos de Richelieu y Luis XIII, junto con la pérdida
desaparición, a lo largo de la primera mitad del año 1643, de del poder de Olivares, parecía abrir un nuevo horizonte en las
parte de las juntas creadas durante sus años en el poder intre relaciones entre Madrid y París, pues Luis XIV aún no había
ellas la todopoderosa Junta de Ejecución, que fue suprimida cumplido los cinco años, y la regencia hasta su mayoría de edad
en los primeros meses de dicho año, si bien según Baltar Ro- pasó a ser ejercida por Ana de Austria, madre del rey francés y
dríguez aún se documenta su existencia en el mes de mayo de herinana de Felipe IV. Sin embargo, las expectativas sobre un
1643-, este viraje tuvo unos efectos limitados y, poco a poco, hipotético fin de las hostilidades entre Francia y España se es-
Haro, al igual que su tío, recurrió a las juntas para controlar el fumaron rápidamente, ya que el nuevo primer ministro francés,
proceso de toma de decisiones, situar en ellas a sus criaturas y el cardenal Mazarino, no tenía ninguna intención de llegar a un
arrinconar a los consejos. De todas ellas, y relacionadas con la acuerdo con los Habsburgo, máxime cuando en esos momentos
dirección de la Guerra de Cataluña, destacan dos. La primera el conflicto favorecía a las armas borbónicas. A pesar de este
fue la denominada Junta Panicular, heredada del periodo oli- contexto poco favorable a la paz, en el año 1644 se hizo llegar
varista y que fue creada para asesorar al monarca durante sus a Mazarino una propuesta secreta, al margen de las negocia-
estancias en Zaragoza. Este organismo, entre cuyos miembros ciones generales que se estaban llevando a cabo en Alemania,
se encontraban el Vl conde de Monterrey iuñado de Olivares para poner fin al conflicto que enfrentaba a ambas coronas
y tío de don Luis de Haro-, el VIIl conde de Oñate, el IV conde desde 1635. Sin embargo, todos los esfuerzos de los dirigentes
de Chinchón, el 11 marqués de Torrecuso, el Vl duque de Nájera españoles quedaron en nada, pues Mazarino ni siquiera recibió
y don Fernando Ruiz de Contreras, permaneció en activo entre al plenipotenciario enviado por Felipe IV.
mediados del año 1642 y finales del año 1646, cuando, tras la El principal cambio estratégico que se produjo tras la caída
conclusión de las operaciones militares de ese año, Felipe IV de Olivares fue la aceptación de una realidad que hasta esos
volvió a la corte para no regresar jamás al frente, lo que acarreó momentos parecía imposible: las fuerzas de la monarquía eran
su desaparición en los primeros meses del año 1647. limitadas y no se podían atender todos los compromisos bélicos
El otro organismo fue la Junta de Guerra de España, en los que esta se hallaba inmersa. Esto acarreó la necesidad
entidad administrativa constituida en los primeros meses de reevaluar la estrategia seguida hasta entonces, así como de
de 1643 -alrededor de abril-, cuya misión principal era establecer prioridades, pues de lo contrario se corría el riesgo
centralizar no solo todo lo relativo a los teatros de operacio- de que el dispositivo militar colapsara y hubiera que pedir la
nes peninsulares, y más concretamente "las disposiciones y paz en condiciones poco favorables. Sin embargo, y pese a que,
prevenciones de la guerra que hay en España, para que se según Camarero Pascual, el cese del todopoderoso ministro
pudiesen acelerar y apresurar conforme a la necesidad" -res- era el momento ideal para realizar un viraje de esta naturaleza,
petando las competencias del Consejo de Guerra-, sino tam- pues Olivares nunca hubiera priorizado un frente en detrimento
bién su dirección político-administrativa. Entre sus primeros de otro, en los meses que siguieron a este acontecimiento no
integrantes se encontraban el ya mencionado Vl conde de se experimentaron cambios sustanciales, pues no fue hasta el
Monterrey, el 11 conde consorte de Castrillo -otra de las verano de 1644 cuando se tomó la decisión de dedicar todos
figuras políticas más importantes de la segunda mitad del los recursos a sofocar la rebelión catalana, lo que redujo el en-
reinado de Felipe IV, sohino de Olivares y tío de Haro-, el vío de tropas y fondos a los teatros de operaciones europeos e
1 marqués de Castañeda, el V marqués de Távara, don Luis incluso se planteó la posibilidad de retirarlas de estos para que
Ponce de León y don Miguel de Salamanca. Ya a finales de sirvieran en España.
1646, en un intento por controlar la dirección del esfuerzo
bélico en los frentes interiores, y también para consolidar su EL CONTEXT0 MILITAR EN 1643-1644
posición e incrementar su poder, pasó a formar parte de ella A pesar de esta declaración de intenciones, lo cierto es que
el propio Luis de Haro. el Ejército de Flandes continuó siendo el más importante de
DESFIERTAFERRn | M

> Retrato de don LUIS MÉNDEZ DE HARO


(siglo Xvll), Óleo sobre lienzo anónimo,
Museo de Arte Sacro, Monforte de
Lemos. Sobrino del conde-duque de
Olivares, el Vl marqués del Carpio no
gozaba de la simpatía de su ti`o, que lo
mantuvo lejos de los puestos de go-
bierno, pero sÍ de la del monarca, de
una edad parecida y que le encargó di-
versos cometidos cortesanos. La cerca-
nía entre ambos permitió a Méndez de
Haro ganarse su amistad, Io cual, junto
al hecho de no pertenecer a ninguna de
las facciones políticas en que se dividía
a la nobleza castellana, llevó a Felipe IV
a convertirlo en su VALIDO, si bien con
atribuciones mucho más limitadas que
las de su predecesor. Al contrario que su
ti'o, el marqués de Carpio rigió la política
de la monarqui'a con un talante conci-
liatorio, aunque no dejó de acumular el
poder en torno de un reducido grupo de
colaboradores de estrecha confianza, y
viajó a lo largo y ancho de la geografía
española. Haro comprendi'a a la perfec-
ción la naturaleza del gran desafi`o de la
monarqui'a, la guerra que la enfrentaba
a Francia desde 1635. ''Ni esta corona [la
española] tiene otro enemigo que la de
Francia, ni la de Francia otro enemigo
que nosotros. Esta ha de ser, como siem-
pre ha sido una disputa perpetua por ser
las dos potencias mayores", afirmaría en
1657. i`) AiBUM / ORONoz

la Monarquía Hispánica, pues, como


indica Parker, en diciembre de 1643
contaba con unos 77 000 hombres, in-
cluidos alrededor de 14 000 soldados de
caballería, mientras que, en 1644, según
Maffi, presentaba unos 68 000 de media
con unos 13 000 hombres que prestaban
servicio en las fuerzas de a caballo. Tras
él se encontraba el Ejército de Lombar-
día, que en esos años presentaba unos
24 000-25 000 hombres de media. Si
bien el Ejército de Cataluña disponía de
alrededor de 24 000 efectivos en 1643,
aunque las fuerzas de maniobra ascen-
dían a unos 15 000, contando infantería
y caballería, y de cerca de 14 000 en
el ejército de campaña, entre ambas ar-
mas, en 1644 {ifras aportadas por Ma-
ffi y Camarero Pascual-, fue siempre el
tercero en importancia, pues en ningún
momento las fuerzas presentes en el tea-
tro de operaciones catalán se acercaron,
ni de lejos, a las del flamenco, y fueron
inferiores a las del lombardo, e incluso
en los años finales de la década de 1650
(1657-1659), cuando se revitalizó el
frente portugués, las fuerzas desplega-
das en el principado estuvieron por de-
bajo de las que presentaba el Ejército de
Extremadura. Sin embargo, en Cataluña,
12 | DESF]mTAFERRD

a diferencia de Flandes y Milán, aunque en coincidencia con primer paso para crear una especie de barrera de contención,
Extremadura, la mayor parte de los efectivos procedían del marcada por el río Segre, que permitiría alejar a Aragón de la
corazón de la monarquía, si bien se constata la presencia de primera línea de la guerra, además de aliviarle en parte de la
unidades italianas, irlandesas, valonas y alemanas, mientras presencia del ejército". Pero antes de acometer este objetivo
que en los frentes europeos el componente español no fue el era imprescindible, por dos motivos, recobrar Monzón: uno,
más numeroso. atenuar la amenaza francesa sobre Aragón, tanto para poner
En cuanto a la dirección de las operaciones militares, fin a las operaciones de rapiña y saqueo, como para reforzar
aunque la responsabilidad de la derrota sufrida en Lérida la moral y la lealtad de los súbditos aragoneses; y dos, evitar
recayó en don Diego Mexía Felípez de Guzmán, marqués de que las fuerzas borbónicas pudieran concentrar tropas allí con
Leganés, sobrino de Olivares y uno de sus principales apoyos, las cuales acudir en auxilio de Lérida, pues ambas localidades
este fue capaz de retener su puesto como máximo responsable se encontraban a solo unos 50 km de distancia. Aquel año el
de las fuerzas reales en Cataluña. En un intento de recobrar ejército no estuvo listo para iniciar las operaciones militares
el prestigio perdido, y con la finalidad de apoderarse de las hasta el mes de octubre, en cuyos últimos días inició el sitio
poblaciones de Flix y Miravet, a principios de 1643 Leganés de la localidad oscense. Pese a que el cerco se prolongó más
ordenó un avance sobre el sur de provincia de Tarragona, pero de lo esperado, ya que la guarnición, compuesta por entre
en esta ocasión la suerte tampoco estuvo de su lado, ya que trescientos y cuatrocientos soldados franceses, resistió durante
las fuerzas franco-catalanas no solo fueron capaces de resistir, algo más de un mes, a principios de diciembre se logró que los
sino que, a principios del mes de marzo, un ejército de socorro defensores capitularan.
al mando de Philippe de La Mothe-Houdancourt derrotó a las Tras este éxito todos los esfuerzos pudieron volcarse en la
fuerzas españolas a las afueras de Miravet. Este nuevo fracaso recuperación de Lérida, que finalmente se rindió a finales de
supuso que Leganés fuera destituido fulminantemente y que, julio de 1644 a don Felipe de Silva. Este triunfo constituyó la
al mismo tiempo, se iniciara una investigación para depurar victoria más importante, hasta esos momentos, de las armas
su responsabilidad en el desastre del año anterior. Al marqués felipistas en la Guerra de Cataluña, y al mismo tiempo supuso
se le prohibió entrar en la corte hasta la finalización de las el comienzo de una sucesión de victorias durante el resto de
pesquisas, que concluyeron en febrero de 1644 y se saldaron la campaña de ese año, en la que se consiguió defender exi-
con su absolución, en gran medida por la intervención del tosamente Tarragona (agosto-septiembre), y recuperar, entre
monarca. septiembre y noviembre, Balaguer, Agramunt y Ager.
El sustituto de Leganés como capitán general del Ejército
de Cataluña fue don Felipe de Silva, militar de origen portu-
BIBL.OGRAFÍA BÁSICA
gués que contaba con una amplia experiencia militar adquirida Baltar Rodríguez, J. F. (1998): La5 /.unío5 de gob/.emo de /a
en Flandes, Alemania y Milán. No obstante, en las primeras moncmqu/'a h/.5póni.cci. Madrid: Centro de Estudios Políticos y
semanas del año 1641, mientras se encontraba sirviendo en el Constitucionales.
teatro de operaciones septentrional como gobernador de las ar- Camareropascual,R.(2015)..LaGuerraderecuperacióndecataluña
mas de uno de los dos destacamentos en los que estaba dividido /7640-7652/. Madrid: Actas.
el Ejército de Flandes, había sido encarcelado en el castillo de E+l.iott, J. H. (1990).. EI Conde Duque de Olivares, El poli'tico de una
Gante. Esto se debió a dos motivos: ser portugués y pariente del épocaenc/ecadenc/.a.Barcelona:Crítica.
rebelde duque de Braganza. A principios de abril de 1642 aban- Malcolm, A. (2019).. El valimiento y el gobierno de la Monarqui'a
donó los Países Bajos y llegó a España, donde se le ordenó per- H/.5pcín/.ca, 7640-7665. Madrid: Marcial Pons.
manecer en Burgos bajo vigilancia y sin poder moverse de allí. Marañón, Ci. (1999).. EI Conde-Duque de Olivares. La pasión de
Tras comprobarse que todas las sospechas sobre su fidelidad a mandcir. Madrid: Espasa-Calpe.
Felipe IV eran infundadas, volvió a contar con la confianza del S¢radHing,R.A.(1989)..FelipelvyelgobiernodeEspaña(1621-1665).
soberano y, poco después, tras la destitución de Leganés, se le Madrid: Cátedra.
concedió el mando de las fuerzas de la monarquía en Cataluña, ValladaresRamírez,R.(2016):''Ori'genesylímitesdelvalimientode
Haro'; en Valladares Ramírez, R. (coord.): E/ mundo de un vt7//.do.
que ejercería hasta agosto de 1644.
Uno de los pocos éxitos obtenidos durante aquellos me- D.[u/.5deHc}roy5uentomo,7643-7667.Madrid:MarcialPons,pp.
97-152.
ses se produjo a finales de julio de 1643, cuando don Fran-
cisco de Orozco y Rivera, 11 marqués de Mortara, máximo
= Bibl iog rafi'a completa en www.de5perrciferro-ec//.cÍ.ones.com
responsable de las fuerzas montadas en sustitución de don
Juan Ramírez de Arellano, VIIl conde de Aguilar y 11 mar-
Agustín Jiménez Moreno es doctor en Historia por
qués de la Hinojosa, fallecido en el mes de ].unio, encabezó
la Universidad Complutense de Madrid (2010) con la
un ataque sobre un destacamento francés acuartelado en la
`estisNobleza,guerrayservicioalaCorona.Loscaballeros
localidad ilerdense de Vilanoveta y capturó una importante
dehábitoenelsigloXVII.Suspr.incjipaleslíneasde
cantidad de botín.
investigación son las relaciones entre la nobleza y el
Pero triunfos de esta naturaleza no tenían más trascen-
poder real durante el reinado de los Austrias, y más
dencia que sus repercusiones económicas y psicológicas. Era concretamente en el de sus dos últimos representantes; la vinculación
necesario asestar un golpe que equilibrara la situación y per- del segundo estamento con la guerra en el siglo XVII, las órdenes
mitiera afrontar la contienda catalana con mayores garantías militares y su contribución a la defensa de la monarqui'a de España
de éxito. Conforme fue avanzando el año 1643 se hizo cada durante el seiscientos, el servicio a la corona como vi'a de promoción
vez más patente que el objetivo debía ser la recuperación social y el ejército de la Monarquía Hispánica durante el siglo del

de Lérida, pues, según Camarero Pascual, "su control era el Barroco.


ü
14 | 0E§pERTAFERRn

La campaña de 1644
La recuperación de Lérida Raquel Camarero Pascual

TRAS LA PÉRDIDA DEL ROSELLÓN EN 1642 SE ACABÓ ASUMIENDO QUE LA GUERRA PARA RECUPERAR CATALUÑA
IBA A SER, EN PALABRAS DEL PROPIO OLIVARES, "LARGA Y CONTINUADA" Y QUE, POR TANTO, HABÍA QUE TRABiuAR
EMPEZANDO POR LO MÁS URGENTE. SE IMPUSO EL CRITERIO DE PRIORIZAR LA SEGURIDAD INTERIOR PENINSULAR
EMPEZANDO POR UN OBJETIVO MUY CONCRETO, LA RECUPERACIÓN DE LÉRIDA. LA CIUDAD DEL SEGRE FUE LA
PROTAGONISTA DURANTE LOS AÑOS CENTRALES DE LA GUERRA COMO OBJETIVO, PRIMERO, DE FELIPE IV Y,
DESPUÉS, DE LOS GENERALES FRANCESES QUE INTENTARON RECUPERARLA EN DOS OCASIONES SIN ÉXITO.

urante los dos primeros años de conflicto en Cata- SITUACIÓN ESTRATÉGICA

D luña, la atención militar giró principalmente en tomo al


frente marítimo. Los objetivos centrales de Francia en
el principado estaban en la vertiente costera y en manos de los
La ofensiva hispánica sobre Lérida se desarrolló en el año
1644, pero el camino se había iniciado el año anterior con la
toma de Monzón, cuya guarnición francesa se había rendido a
españoles, y en su ocupación invirtieron sus mayores esfuerzos comienzos de diciembre tras treinta y cinco días de asedio. Para
durante los primeros años, especialmente en la conquista de las las fuerzas militares hispánicas, la campaña de 1643 se redujo
plazas rosellonesas. Los únicos puntos situados en territorio casi únicamente a esta actuación, desarrollada en el último
catalán donde la Monarquía Católica había logrado mantener el tercio del año, con la que se pretendió desorientar al enemigo
dominio estaban ubicados en el frente marítimo: las fortalezas y provocarle un cierto desgaste que sería aún mayor durante
del Rosellón, Roses, Tarragona y Tortosa. Numéricamente no el inviemo. Se consideró que esta empresa no provocaría un
parecen demasiados enclaves, pero cualitativamente eran los gran deterioro en las fuerzas propias y, así, el ejército que se
más importantes; las únicas plazas realmente significativas había ido formando durante aquel año se podría conservar más
que escapaban al control español eran Barcelona y Lérida. La fresco y comenzar antes la campaña siguiente para tomar por
importancia de aquella estaba clara, pero la de la segunda no fin la iniciativa en el frente con más altas posibilidades de éxito.
tanto, ya que hacía muchos siglos que había perdido su relevan- El control de Monzón suponía un avance muy impoitante
cia geoestratégica: era una ciudad interior, alejada de las zonas para asegurar al reino de Aragón frente a las incursiones ene-
fronterizas, y no formaba parte del entramado defensivo penin- migas, a la vez que facilitaba acometer Lérida. Aunque se
sular. Al estallar la guerra en Cataluña, Lérida iría adquiriendo infravaloraban sus defensas y su capacidad de resistencia, la
progresivamente una importancia que no había tenido hasta capital ilerdense era un puesto de cierta envergadura y su ex-
entonces, pero que residió casi exclusivamente en una razón de pugnación requería algo de tiempo, una buena planificación, un
seguridad y defensa interior: su control era el primer paso para ejército considerable y bien abastecido, y un buen conocimiento
crear una barrera de contención marcada por el río Segre que de la situación interior de la ciudad. Pero además estaba la
permitiría alejar Aragón de la primera línea de guerra, además complicación de que la toma de Lérida no solo consistía en la
de aliviarla en gran parte de la presencia del ejército. propia ciudad, sino que se consideraba imprescindible controlar

é:.;..:***ri#ri::::::j,'.:.`.:

Éffi:i--iii--E:_:!--É=----=--_=±:__i-i==::=
DESFIERTAFERRn | IE

T V/.5ta de Lér/.da (co.1668-1669), dibujo de Pier Maria Baldi (1630-1686), Biblioteca Nacional de Portugal, Lisboa. A principios del siglo XVII,
LÉRIDA, con unos 6500 habitantes, era la tercera ciudad más poblada de Cataluña. Si bien, debido a su carácter interior, había perdido su
relevancia militar, en términos económicos constitui'a un importante centro comercial y de comunicaciones entre Cataluña, Aragón y Castilla.
Su población se dedicaba a la agricultura y, en menor medida, a la artesanía. Era sede episcopal, albergaba una universidad y había obtenido
importantes privilegios de Felipe 111. Las malas cosechas y las levas de la década de 1630, sin embargo, inauguraron una etapa complicada
para la ciudad, que se agravó en 1640 con el estallido de la guerra. La oligarquía leridana se mostró al principio reacia a sumarse a la revuelta,
pues las tierras de los prohombres de la ciudad se extendían en muchos casos por las comarcas fronterizas de Aragón, pero acabó cediendo
a las presiones populares y admitió una guarnición francesa antes del fin de año. La fisonomía de la ciudad apenas habi'a experimentado
cambios desde la época en que fue realizado el dibujo que acompaña estas páginas, por lo que rápidamente los virreyes franceses dispusieron
la modernización de sus defensas. Entre 1641 y 1644 se construyeron en el tramo occidental -el opuesto del que aqui' vemos-los baluartes
del Francés, el Punxegut, el Rei y la Assumpció. Los asedios de 1644 y 1646 fueron muy duros para Lérida, cuya población se vio reducida a
poco más de trescientas familias.

a la vez el puesto cercano de Balaguer. Desde esta población algunos aspectos. Casi no se había terminado de aprestar todo lo
las fuerzas enemigas tenían un paso seguro del Segre y podían necesario para la campaña de 1643 y al tiempo desde Madrid y
socorrer y dificultar la toma de la plaza. Aunque se consiguiese Zaragoza se estaba trabajando para preparar cuanto antes la del
ocuparla, su mantenimiento sería difícil porque desde allí las año siguiente. Un asunto tan importante como el de las levas y
tropas franco-catalanas podrían fácilmente cortar e impedir el servicios de hombres, a pesar de algunos cambios y retoques
suministro a la ciudad. posteriores, estaba ya decidido y ordenado a finales de octubre.
A la complejidad y magnitud que tenía de por sí la empresa Los propios militares del ejército felipista, a la vez que sitiaban
de Lérida se unió la cautela de los militares felipistas con res- Monzón, estuvieron también ocupados en prevenir diferentes
pecto a esta tentativa. Ninguno de los mandos del ejército his- cuestiones para ponerlas en marcha en cuanto aquella empresa
pánico quería correr el riesgo de que se repitiese lo que le había finalizase. Todo lo relativo al alojamiento del ejército después
pasado al marqués de Leganés en 1642, cuando la desigualdad de terminada la campaña ya estaba decidido en los últimos
en el número de tropas era favorable a los españoles. A esto días de noviembre; también por esas fechas Felipe de Silva
había que sumarle otra cuestión fundamental como era el abas- enviaba a Zaragoza una serie de relaciones elaboradas por Geri
tecimiento del ejército una vez que comenzara a moverse, de della Rena muy detalladas sobre la aitillería que necesitaría un
lo que tampoco había buenos recuerdos del año 1642. Por esta ejército de dieciséis mil hombres para "campear y espugnar
razón, el capitán general deL ejército hispánico, Felipe de Silva, plazas y para los presidios desta frontera''; la reformación del
exigiría constantemente que, aparte de que se garantizase la ejército ya estaba más o menos perfilada antes de la rendición
provisión de dinero para sus hombres, antes de que se movieran de Monzón. Desde luego hubo aspectos que vieron un tanto
las tropas de sus cuarteles tenía que estar asegurado el sustento ralentizada su ejecución por el eterno problema del dinero,
de las mismas para, por lo menos, dos meses en los puestos de pero aun así en los primeros meses de 1644 estaba casi todo
Mequinenza, Fraga y Berbegal, además de la infraestructura bastante adelantado. A comienzos de febrero, el proveedor del
necesaria para la conducción de todas las provisiones. ejército ya tenía puestas en las plazas de la frontera de Aragón
Felipe IV tenía muy claro que había llegado el momento las cantidades de grano y bizcocho que se había estipulado para
de ir a por Lérida y la experiencia militar de 1643 se concibió asegurar el sustento de sus guamiciones durante dos meses y,
para sentar las bases de ese objetivo central. La preparación de además, otros quince días de reseiva en cada uno de ellos para
la campaña que culminaría con el impoitante trofeo de la ciudad abastecer las tropas en sus marchas hacia Lérida. Por lo que
del Segre se comenzó a realizar en cuanto el ejército inició su tocaba a esta cuestión el ejército podía haber salido en campaña
marcha hacia Monzón en octubre de 1643, e incluso antes en en marzo sin problemas.
IE | DEsp[RTAFERRn La batalla de Lérida
15 de mayo de 1644
Hacemos hincapié en todo este asunto de la antelación
porque iba permitir al ejército felipista tomar la iniciativa por
primera vez en aquella guerra y porque fue considerada la prin-
cipal causa del éxito sobre Lérida. Hasta la campaña de 1644,
al teatro de operaciones con celeridad, trata de sorprender
las fuerzas de Felipe IV no habían sido capaces de adelantarse al fuerte contingente español de caballería que se encuen-
en ningún momento a las armas framo-catalanas, que siempre tra a este lado del Segre, pero Silva, informado de su venida,
habían movido ficha antes de que las fuerzas del rey católico iLa actúa
victoria
con española frente
rapidez y hace a al
pasar Lérida.
resto deLa
suMothe
ejército acude
por el
estuvieran en condiciones de hacerlo, y así estas últimas no puente y se prepara para la batalla. Dado que las posiciones
habían tenido otra opción que reaccionar a posteriori para hacer ` ocupadas por el ejército francés son muy fuertes, Silva des-
frente a la ofensiva francesa en Cataluña y Aragón. La campaña plaza a sus unidades de costado, ordenadamente, hacia su
lado derecho ®, buscando hacerse con unas alturas desde
de 1643 comenzó realmente tarde para las armas felipistas, pero
donde dominar el flanco francés. La Mothe, sin mover a las
se redujo casi a una única acción que no requirió una inversión tropas ya desplegadas en primera línea, ordena a las de la
de tiempo ni de medios tan amplia como la que se había hecho segunda que se sobreextiendan a su vez hacia su flanco iz-
los años anteriores, en los que el esfuerzo había sido mucho `- quierdo 0, y 1o hace prolongando peligrosamente su frente
mayor y los resultados obtenidos, inversamente proporcionales. a la vez que se queda sin reservas. Parece que no espera que
Esto permitió dosificar las fuerzas y afrontar el nuevo año con los hispánicos decidan presentar batalla, pero se equivoca.
Cuando las unidades hispánicas delatan sus intenciones La
un menor desgaste, porque, además, el objetivo marcado para ` Mothe seve sorprendidoydesconcertado. Sabe que debería
dicho año lo iba a requerir.
redesplegarse rápidamente y reducir su frente, pero no pue-
Desde un punto de vista puramente militar, el dominio del de hacerlo, so pena de que sus unidades, ya en posición, se
eje Lérida-Balaguer suponía un avance de gran magnitud para desorganicen o desbanden, y prefiere arriesgarse a dar ba-
el desarrollo posterior de la guerra y para la estabilización del talla. La artillería, bien dispuesta por los franceses, ha estado
frente aragonés. Hasta entonces no se había ganado nada de castigando a las tropas de vanguardia, principalmente al Re-

cierta consideración dentro del principado; lo que se había


hecho era retroceder, y lo que se poseía en Cataluña era solo 8¡::t°Mdo:|::aunazrad¡:htqounec::aunnzaatca°qnut:ace:nc::trc°afbr:,|:r::
del flanco derecho ® que es fácilmente desbaratado por la
aquello que se había conseguido mantener desde el comienzo
caballería hispana. Para entonces Felipe de Silva ya había
del conflicto. El frente occidental era en el que menos se había dado la orden a todas sus unidades de calar picas y embes-
avanzado, y la frontera aragonesa sufría las consecuencias de tir ®. Los franceses, en general, no sostienen el choque y
ello por ser la más castigada tanto por las acciones enemigas son desbaratados. Sin embargo, se mantienen organizadas
como por la presencia de las tropas felipistas, cuyo número las unidades que no han participado aún en la lucha, Ias del

aumentó enormemente desde 1642. La posesión de los puestos flanco izquierdo. Contra ellas, que empiezan a retirarse del
campo de batalla, se desplazan dos tercios (el de la Guardia y
de Lérida y Balaguer haría posible dominar la línea del río
el de reserva) y la caballería de padilla ®, que las dispersan
Segre hasta el Ebro, con lo que se cubría una de las zonas
o las destruyen. Mientras tanto, el gobernador de Lérida ha
más débiles y abiertas del reino aragonés. El control sobre efectuado una salida con 600 hombres ® para atacar a las
los principales pasos fluviales que se encontraban en ambas tropas de Pablo Gil Espinosa, a las que expulsa de sus posi-
plazas era fundamental para crear una primera línea de segu- ciones y causa más de cien bajas, Io que despeja la entrada a
ridad en territorio catalán que permitiese contener cualquier la ciudad a los fugitivos ® que aciertan a dirigirse hacia ella. r

posible ofensiva enemiga y favorecer cualquier intención


de las armas hispánicas de penetrar en el principado, con el
-Movimientos hispánicos
aliciente añadido de que se abría la puerta de las provisiones
------ = Movimientos franceses
que ofrecía la Plana de Urgell.
Por último, había otro aspecto determinante en el em- ]- lnfantería
peño de recuperar Lérida en aquellos momentos. Desde el E- Cabaiiería
comienzo de la guerra se habían sucedido los bandos publica-
A Artillería
dos y esparcidos por Cataluña con los ofrecimientos de perdón
por parte de Felipe IV a todos los lugares y particulares que se
redujesen y volviesen a su obediencia, pero hasta el momento
ese perdón era una mera promesa, no se había podido poner EL CURSO DE LA CAMPAÑA
en práctica todavía con un ejemplo significativo. Lérida sería Terminado el sitio de Monzón, alojado el ejército y llevada a
perfecta para demostrar los buenos propósitos que trataba de cabo su reformación, en el mes de enero de 1644 se pasó mues-
transmitir el monarca católico: era una de las principales ciu- tra a las tropas y los resultados obtenidos fueron mucho mejores
dades de Cataluña, se había sumado al proyecto separatista, de lo que se esperaba: la infantería superaba los 9600 efectivos,
aunque no de una forma inmediata y sin reservas, si bien había mientras que la caballería alcanzaba casi los 4800. Las bajas
admitido tropas francesas en una fecha muy temprana, octubre con respecto a las muestras que se habían tomado justo antes
de 1640, momento desde el cual, a pesar de los conflictos en- de la rendición de Monzón eran mínimas, no llegaban ni a los
tre las autoridades ciudadanas y las francesas y la existencia trescientos hombres en el caso de la infantería. Estas cifras
de un importante y activo grupo de partidarios felipistas, la se acogieron como una muy buena noticia, pero lógicamente
ciudad seguía dentro de la órbita franco-catalana. Un com- había que hacer llegar más soldados porque hasta que el ejér-
portamiento benévolo con la ciudad sería una de las mejores cito saliera en campaña habría un cierto degaste, y porque la
propagandas que podría tener Felipe IV para atraer los ánimos expugnación de Lérida estaba claro que requeriría una impor-
catalanes a su causa. tante inversión de tiempo y de hombres. La pretensión que se
Abreviaturas
Figto. Fiegimiento
2< FUERZAS HISPANICAS

Cap. Gral. Felipe de Silva


Cap.Gral. Capitángeneral

ALA l)ERECHA: Vivero y Padilla


a-Caballería de Borgoña

_\\ 1.-Caballería de Flandes


c-Trozo de Rosellón
AIJ` IZOUIERDA: Cerralbo

j- Tercio de Lorenzana
il-F¡gto. de inf. de la Guardia + medio tercio de Amato
k-Trozo de Órdenes militares
CENTRO: Moitara
m-Caballería de Nápoles
e-Tercio de Nuño Pardo
ii- Caballería de las Guardias Viejas
f- Tercio de Martín Múgíca
Eg g-Tercio valón de Calonne
de Castilla

Tuttivilla h-Tercio valón de Van der Straten RESEIWA: Freire

i- Tercío de Brancaccío Fi- Tercio de Freire


+ medio tercio de Amato q- 4 mansfeltes (cañones de 4 libras)
3Ca'::::c'?dei¥i¥tu: -ZE g - - _ ` _ _ _ _ _ _ _ ` -

Azcárraga Tercio de '2< FUERZAS FRANCES


Vi'lamayor

cerra[bo±E± Cap. Gral. conde de La M

lnfantería
EE Figto. de Lyon
¿señor ile Tei.rail?
``^`e?7,e`¢`ó``` Rgto. de la Mothe-Houdancour[
Rgto. de Albret
Flgto. de Montpouillan

Flgto. de Vandy

Flgto. de Rébé
Rgto. de Chastellier-Barlot
30o , f, Figto. de Anbuchel

Rgto. de Fman
•, mosqueteros MÑae|
La Mothe Rgto. catalán
`Jiap..G_rgl+Wirrey
VL+`€novg:OoE\d| Rgto. catalán
`Q`vÑobu±
Rgto. de la Mothe-Houdancourt Caballería: señores de Terrai
Boissac
------rátrr;d-a--+
Guardias de La Mothe

---®_-f' Flgto. de La Mothe

:````````a:`:``::--- F¡gto. de Aletz


_----+-:----, ````
F¡gto. de Bussy-de Vair

de Boiss@c? Figto. de Villeneuve

Rgto. de Terrail

Rgto. de Fioches-Baritaut
Rgto. de Balthazar

No se conoce con seguridad


composición exacta del ejé
francés ni su formación diiran`
batalla. El despliegue aquí r(
sentado es especulativo para
parte de las fuerzas de La

500 1000 1500 2000 m

---_J),.-Q ,. \ \
\\\ `- \ üqlH
#``*`¥* ..ftúrc,

estableció para empezar a acometer la ciudad era contar con al temprano y adelantándose en la salida al enemigo, lo que
menos diez miL infantes sin incluir a los oficiales. Teniendo en era el primer objetivo: el día s de mayo el ejército hispánico
cuenta las cifras del ejército en el mes de enero y la antelación pasó el Segre después de hacerse con Castelló de Farfanya
con que se habían organizado las reclutas, no parecía tan difí- tras la huida de su guarnición francesa y, cinco días después,
cil llegar a esa cantidad, pero en la práctica lo fue; de hecho, ya había bajado por la parte oriental de Lérida y cortado su
cuando el ejército salió en campaña hacia Lérida se contaron, comunicación con el resto de Cataluña. La apertura de las hos-
al pasar muestra, 14 105 plazas, de las cuales la infantería, con tilidades no pudo producirse de mejor forma para las armas
los oficiales, no llegaba a alcanzar las 9700. españolas, que consiguieron la victoria en la batalla que tuvo
Quizá el aspecto de las reclutas en la corona de Castilla lugar el 15 de mayo en las inmediaciones de Lérida contra las
fue uno de los que peor funcionó, pero los resultados de la fuerzas comandadas por el virrey francés La Mothe, que fra-
campaña de 1644 resultaron con diferencia los mejores que casó en su intento de romper el cerco, aunque algunas de sus
obtuvieron las armas de Felipe IV desde que había dado co- tropas sí consiguieron entrar en la ciudad. En esta batalla no
mienzo la guerra en Cataluña. Se consiguió tomar la iniciativa inteivinieron todas las unidades del ejército de Felipe IV, sino
por primera vez en el conflicto, empezando la campaña muy que se reservaron dos tercios de españoles y dos regimientos
18 | oESFIErmFERF¡D El asedio de Lérida
V ARCABUCER0 catalán (1645) representado en el [/.bro c/epc}5c7n-
16 de mayo-30 de julio de 1644
ti'as de la cofradía de San Eloy de los plateros de Barcelona, Arx.iu
Históric de la Ciutat de Barcelona. El dibujo de este soldado, -í
A) El comienzo del asedio. Tras la rotunda victoria el
equipado con un arcabuz y una espada, nos permite conocer el 15W/1644, Feliiie de Silva y sus hombres se concentran
aspecto de los que sirvieron en la campaña de Lérida en las filas los siguientes días en construir fortifícaciones alrededor
de la Generalitat. Se trata de un autorretrato de Bartomeu Serra, de Lérida, tanto para asediar la ciudad como para prote-
maestro del gremio de plateros de Barcelona, que sirvió en el Ter- \ gerse ellos mism.os de un posible ataque desde. el erierior.
cio de Santa Eulalia en la campaña de 1645. El principal puesto español es el llamado cuartel del Rey,
al norte de Lérida. El día 17 se comienza a construir una lí-
` nea de circunvalación en la orilla oriental del Segre. El dja
22 Juan de Vivero y lvlartín lvlúgica atacan el B-urgo ®,
la fortificación que defiende el puente de Lérida. El ataque

:S#r::.mNP:eto°b:tx:tn°teTa|Sdí:S:¡ágnu¡¡Ce°n:_e'°u :: Uspai¡nd ac°dne#: ¡|ian#


la ciudad los expulsa de la posic-ión ®. Silva, decidido a
tomar el enclave, ordena un nuevo asalto. La noche del 24
Ios hispánícos vuelven a ocupar el Burgo y 1o fortifican a
concíencia. A principios de junio, La Mothe, que ha regre-
sado a Barcelona a por refuerzos, se dirige hacia el norte
y cruza el río por Balaguer, estableciendo su campamen-
to en Menárguens. Durante el asedio, el francés cambia
varias veces de posición, buscando un punto débil desde
donde atacar el perímetro defensivo hispano. Una inespe-
rada crecida del Segre destruye el primer puente incomu-
nicando ambas orillas. Es la oportunidad que espera La
Mothe, que parte a marchas forzadas contra el sector. El
frenétíco trabajo de reconstrucción llevado a cabo por los
Garriny>
españoles permite recuperarlo justo a tiempo. Cuando La
Mothe está ya muy cerca de las trincheras puede obser- batería
varcómo lastropas hispanas del o±ro lado de río lo atra- colocadatras '
viesan al galope.' Ha lleg.ado tarde ®. Para los españoles, latoma ,
de6ardeny :
este episodio de la reconstrucción contrarreloj del puente
se convirtió en uno de los más celebrados del sitio. El 10/ -,Jfi
Vl/1644 los hispánicos realizan un ataque a Gardeny para
tratar de tomar esta fortaleza. Tuttavilla al frente de los

:::Cp¡::d:deoBdreasndceai:i?d¥cV:'n'auT:yf:reLaen::iiudna%tuaeq::i9

::jtsa#nN°uañ:ept::deorsyeAyzga:i;::iuce::°:;tLee::ecgoar::°ótesre-
estrecha el cerco sobre Gardeny y se toma el molino, una
estratégica posición que cierra el paso a las tropas de Lé-
rida que, de hecho, tratan de retomarlo con 4000 hombres,
pero son derrotadas. Estas jornadas cuestan cerca de 300
bajas a los españoles. Gardeny está ahora aislado. Viendo
la determinación con la que se lleva el trabajo de sitio,
Ios franceses de Gardeny deciden rendirse el 17Wl/1644.
` -_'-`''_---````t_-.`_` _,-,

a.-convento de los Capuchinos


- Movimientos españoles
de alemanes junto a una pequeña parte de la caballería, que li.-convento de San Mario
= Movimientos franceses c.- convento de San Francisco
quedaron custodiando el puente que se había construido sobre
d.- convento del Carmen '
el Segre para el paso de las tropas y la artillería, y los víveres ELugares
tropastomados por las
hispánícas
Abreviaturas
y bagajes del ejército, por lo que en este episodio debieron A Posicióndeartillería
Flgto. Fiegimiento
participar alrededor de 7000 infantes y entre 3000 y 3500 sol- Huerta ilerdense Cap.Gral. Capitángeneral
dados de caballería, aproximadamente. Este último cuerpo, la
caballería, y la infantería de naciones, fueron las unidades más
castigadas por las bajas, que debieron estar en torno al millar fracasadas y desde el cual se podía realizar un acoso mucho
de hombres entre muertos y prisioneros. Pero las pérdidas del más duro y directo con artillería sobre la ciudad. En el otro
enemigo fueron mucho mayores; al margen de los muertos extremo de Cataluña, la guarnición felipista de Roses también
en la batalla y la pérdida de la artillería y de gran parte de la ayudó mediante una pequeña ofensiva durante el mes de junio
intendencia del ejército francés, la cantidad de hombres que que retrasó la marcha de los refuerzos franco-catalanes que
cayeron prisioneros fue importantísima: al menos 180 catala- se iban concentrando en Gerona para dirigirse a Lérida. La
nes y entre 3500 y 4000 soldados franceses. Mothe hizo diversos amagos e intentos fallidos para socorrer
Tras esta victoria española, quedó abierta la puerta para Lérida y atacar o divertir las fuerzas del ejército sitiador desde
cercar Lérida con contundencia. El sitio se prolongó a lo largo la zona de Balaguer, pero a finales de julio acabó desistiendo
de casi dos meses y medio, durante los cuales el ejército de y se retiró hacia el interior para dirigirse contra Tarragona.
Felipe de Silva fue ocupando y fortificando los principales Felipe de Silva conminó en varias ocasiones a la ciudad a en-
puntos de comunicación terrestre y fluvial y de defensa de la tregarse; incluso el 7 de julio los partidarios felipistas que per-
ciudad en el exterior, entre ellos el castillo del Gardeny, que manecían en ella estuvieron a punto de facilitar la entrada de
se logró tomar a mediados de junio después de dos tentativas las tropas españolas al producirse un enfrentamiento violento
2st FUERZAS HISPANICAS
Cap. Gral. Feliiie de Silva

lnfantería
Tercio de Nuño Pardo
Tercio de Martín Múgica
Tercio valón de Calonne
Tercio valón de Van der Straten
Tercio de Brancaccio
La intrincada y extensa huerta que rodea
Tercio de Amato
Lérida, recorrida por acequias de gran
Tercio de Lorenzana
tamaño y por ello fácilmente defendi-
Tercio de Freire
ble, supone un obstáculo de primer nivel
Tercio de Villamayor
para el francés, que no se va a atrever a
Tercio de Azcárraga
irrumpir con su ejército por este paraje.
Flgto. de Haumel
Los caminos de comunicación abiertos
entre los campamentos permíten a Sil- F]gto. de Seebach
va mover a sus unídades siguiendo los
pasos de La Mothe alrededor del perí- Caballería
ó e +:-é , , d a metro de sitio, como cuando está tenta- Caballería de Borgoña
cuartel del
do de atacar por el noreste, lo que hace Caballería de Flandes
Molino
N6``a que se tema en Fraga un avance contra Trozo de Fiosellón
Señor de Chaussy i .e' puente de barcas esta ciudad. Ahí por donde amenaza con Flgto. de la Guardia
Gobernador de Lérida sobre el Segre atacar, Silva envía a sus tropas, qiie se Trozo de las Órdenes Militares
despliegan a través del camino, detrás Caballería de Nápoles
de las acequias.
Caballería de las Guardias Viejas
de Castilla

cuartel de la
Casa Blanca Finalizado el sitio, llegan las rencillas. La disputa acerca del riimbo que debe tomar
2fl ahora la campaña enfrenta a Silva con la Junta de Guerra. Silva es partidario
de esperar y reorganizarse, y expone detalladamente los argumentos en
los que se sustenta su opinión; sus detractores, sin embargo, pugnan por ~``

i=
continuar con las operaciones, avanzar sobre el interior de Cataluña. La
disputa llega al insulto. Silva es informado de que se le ha acusado de
doblez en una de las reuniones en la que él no se encontraba presente;
como portugués, se decía, le debía dar 1o mismo una victoria de la Mo-
narquía Hispánica, porque en caso de derrota podría encontrar aco-
modo y reconocimiento en Portugal. Silva presenta su dimisión, que
hace firme pese a la oposición de Felipe lv. Le sucede, por orden del
2.° puente de barcas monarca, Andrea C@ntelmo, lo que viene a ofender al marqués de
sobre el río Morlara, qiie se tiene por segiindo en la línea de mando, y que pone
también sobre la mesa su renuncia. Finalmente, la intervención
El 27 de junio se dan por del rey, que halaga y recompensa al italiano, le hace reconsiderar
finalizadas las labores de su postura. En paralelo, Felipe IV ruega a Andrea Canlelmo qiie
atrincheramiento en este trate a Mortara como su igual, y no como su subalterno.
lado del Segre

8) La toma española de Lérida. En 18-19Wl/1644 los hispánicos construyen un segundo puente de


barcas sobre el Segre para evitar que lleguen suministros a Lérida también desde el sur. El 23 los de-
fensores de la ciudad atacan al Burgo, pero fracasan. Mientras todo esto ocurre, La Mothe se despla-
za continuamente por los alrededores de Lérida, entre Balaguer, Castelló de Farfanya y Torres de Segre,
tratando de introducir suministros en la ciudad o buscando un punto donde romper la líneas de asedio
hispánicas, aunque en ambos casos fracasa. El 7WII/1644 se produce un motín en el interior de la ciu-

::í:¡cda:b#:í:,]ags:Taasc¡o:5odf,eosscfarsenz¿e€epse::arcdaenqeíep[ae::evudee,[an:¡er:g:¡zma¡#¿,ga;¡:::cjénfus:gguoeó¡nsd¡:
N
:em§¡::%°á':;ehn¡:8ák|,¡;:Se'traodye::dd::!:,ae]::cTtaon:;:a°ñn:,¡góe,na:'nuodLree|ep,e:¡::°rieíadeT#ehy:'Ne:eobms¡tsaT:e,d:ae'
L+i percata de que un ataque contra las fortificaciones tiene muy pocas posibilidades de éxito, ya que es-
tas son muy fuertes y están bien guarnecidas por tropas en alerta. El día 23 hace un nuevo amago a este
lado del Segre, sin consecuencias en vista de la fortaleza de la posición hispana ®. AsÍ, decide retirar-
0 5" 1ooo 150T-L2,o,;om se la jornada del 26 y abandona a su suerte la ciudad. El mismo día comienzan las negociaciones entre
el gobernador de Lérida y Felipe de Silva, que conducen a la capitulación de la población el 30Wll/1644.

entre los ilerdenses y los militares franceses de la guarnición, aquí La Mothe y, a mediados de septiembre, se retiró con un
que fue sofocado inmediatamente. La rendición llegó por fin ejército menguado a la zona de Ceivera, desde donde asistiría
el día 30 de julio, después de que La Mothe se retirase defini- al remate final de la ofensiva española de aquella campaña.
tivamente y las esperanzas de socorro se desvanecieran. El 7 Primero se rindió la guamición francesa de Balaguer a finales
de agosto Felipe IV hizo su entrada triunfal en Lérida, donde de septiembre sin ofrecer ningún tipo de resistencia. La villa
permaneció quince días y, entre otras cosas, 11evó a cabo la de Agramunt hizo lo mismo días después y a finales de octu-
significativa confirmación o renovación del juramento que bre, después de dos semanas de asedio, cayó Áger, localidad
había hecho doce años antes de las Constituciones catalanas defendida por uno de los maestres de campo catalanes, Jaume
y los privilegios de la ciudad en una ceremonia solemne en la de Erill, con unos trescientos soldados de su tercio que fueron
catedral ilerdense. hechos prisioneros. El avance de las armas felipistas podía
A la caída de Lérida contestó La Mothe poniendo sitio a haber ido incluso más allá: para liberar totalmente de los aloja-
Tarragona, una acción que se prolongó durante algo más de mientos durante aquel invierno al reino de Aragón y crear una
un mes, tuvo episodios de gran dureza y conllevó un número barrera defensiva frente a las tierras del condado de Ribagorza,
elevado de bajas entre los oficiales franceses. También fracasó se quiso intentar la toma de Tremp siguiendo la línea fluvial del
DESFIERTAFERRn | Zl

< La noche del 18 al 19 de j.ulio de 1644 se produjo el principal intento francés de auxiliar a la guarnición de la asediada Lérida, entonces rodeada
por una extensa línea de fortificaciones que impedi'an la entrada en la ciudad de tropas y suministros. El general francés La Mothe identificó
el punto débil del dispositivo: el PUENTE DE BARCAS al norte de la ciudad que conectaba los campamentos de las tropas hispánicas a una y
otra orilla del Segre. A las doce de la noche, los soldados de una tropa de caballeri'a que patrullaba el lugar observaron varias figuras en el ri'o.
Uno de ellos entró con su caballo en el agua y descubrió de qué se trataba. ''Eran cuatro barcas de fuego que bajaban por el ri'o a quemarnos
el puente", leemos en una relación del asedio escrita por Bernardino de Velasco y Aragón, conde de Castilnovo. El soldado a caballo logró
espantar a la tripulación de una de las barcas de fuego, o BRULOTES, e hizo encallar la nave; las demás, llevadas por la corríente, derivaron
irremisiblemente hacia el puente a pesa; de los disparos de la artíllería que las guarniciones de los reductos y los campamentos fortificados
que protegían el puente efectuaron sobre ellos. Una segunda línea de pontones construida como defensa avanzada frenó uno de los brulo-
tes; otro, más pequeño, pasó por debajo y se enganchó con una barca del puente principal, que fue desenganchada a tiempo,. el último se
atascó en el puente avanzado, pero logró sortearlo y, ya en llamas, mientras los artificios que llevaba a bordo estallaban, alcanzó la estructura
principal, donde dañó cuatro barcas antes de irse a pique. © josÉ Luis GARciA MORÁN

Noguera-Pallaresa, lo cual hubiera posibilitado ejercer un cierto la línea fluvial del Segre desde la sierra del Montsec hasta su
control sobre la Conca de Orcau y Pallars. Esta acción se iba a confluencia con el Ebro, cuyos principales pasos se fueron
llevar a cabo con un contingente de mil infantes del ejército y ocupando y fortificando mediante la construcción de peque-
las unidades de caballería de Flandes y el Rosellón, a los que se ñas torres durante aquel invierno. Por el norte, solo quedaba
tenían que unir otros mil soldados del condado de Ribagorza. al margen de esta barrera de seguridad la zona montañosa de
La empresa finalmente no se realizó porque los ribagorzanos Tremp y el condado de Pallars, y por el sur, en la línea del
no se presentaron en el momento y lugar convenidos debido a Ebro, el único puesto de importancia que escapaba al dominio
un malentendido. hispánico era Flix, desde donde los franceses podían hacer
Esta campaña, tan adversa para las armas francesas, le entradas en los reinos de Aragón y de Valencia. Además, la
costó a La Mothe el pue`sto de virrey de Cataluña: fue des- posesión de la plaza de Agramunt, en pleno Campo de Urgell,
tituido y a finales de año salió hacia Lyon, donde quedaría posibilitó el control de una zona bastante amplia de aquel ám-
preso, aunque aún le tocaría volver como virrey al principado bito tan codiciado desde el punto de vista de la provisión de
en 1651, esta vez para perder Barcelona. Tampoco Felipe de las tropas, ya que sus granos permitían acudir a la provisión
Silva mantendría su puesto tras aquella campaña, y además de las tropas situadas en las cercanas Balaguer y Lérida, y
se retiró antes de que esta terminase. Después de haber rea- los puestos sobre el Segre de una forma menos costosa que si
lizado la mejor actuación de todos los que habían tenido su había que hacerlo desde Aragón. A la vez, el control por parte
responsabilidad con una importante victoria sobre el ejército de las tropas felipistas de este puesto adelantado en el interior
franco-catalán y la conquista consecutiva de dos plazas im- catalán arrebató parte del espacio que venían empleando las
portantes, Monzón y Lérida, él mismo renunció a seguir en fuerzas franco-catalanas para alojarse durante el invierno.
su puesto de virrey de Cataluña y capitán general del ejército Hasta esos momentos, estas tropas habían campado amplia-
el día que Felipe IV entró en Lérida debido a su mala sintonía mente y sin demasiadas preocupaciones por toda la Plana de
con los consejeros más cercanos al rey. Las conquistas que Urgell, pero el avance de las posiciones españolas en Cataluña
hicieron las armas hispánicas tras caer Lérida las llevó a cabo obligó al retroceso de los contingentes franco-catalanes para
Andrea Cantelmo, su sucesor. poder alojarse con una cierta seguridad hacia ámbitos más
orientales y con menores recursos.
CONCLUSI0NES
Los éxitos de las fuerzas españolas durante aquella campaña
fueron achacados principalmente a la salida anticipada del ejér- BIBLloGRAFÍA BÁSICA
cito, que le había permitido tomar la iniciativa en el conflicto. Y Cameireropascual,R.(2015)..LaGuerraderecuperacióndecataluña
esa anticipación habría sido posible gracias a una planificación /7640-7652/.Madrid:Actas.
y una preparación que se habían hecho con mucho adelanto. La Gonzalo,J.L;Ribes,Á.;Uceda,Ó.(1997):E/55eügesde[/e/.da,7644-
campaña de 1644 se convirtió en el ejemplo a imitar durante 7647. Lleida: Ajuntament de Lleida.
los años siguientes de la guerra, en los que se apeló constante- Sanabre,J.(1956)..LaaccióndeFranciaencataluñaenlapugnapor
mente a su adelantada prevención como clave para poder tomar lahegemoni'aenEuropa(1640-1659).Barcelona..Real^cadem.ia
ventaja e imponer el ritmo y los intereses propios sobre los del de Buenas Letras de Barcelona.

enemigo, dominando así la marcha del conflicto. Sin embargo,


= Bi bliog rafía com pleta en www.desperíc]Íerro-edí.ci.one5.com
aunque este aspecto sí fue importante, no resultó en absoluto
determinante. La clave fundamental estuvo en que las condi-
ciones de las que se partía eran bastante mejores que en otros Raquel Camarero Pascual (1978) es licenciada y
doctora en Historia por la Universidad de Valladolid.
años, había una base mucho más cimentada y eso posibilitó
Obtuvo los premios extraordinarios de licenciatura y
tener una cierta ventaja para comenzar a trabajar mientras se
doctorado. Dedicó su tesis doctoral al estudio de la
iban ejecutando y materializando las diferentes prevenciones
guerra de secesión catalana iniciada en el año 1640,
que se desaiTollaron aquel año.
parte de la cual ha sido publicada por la Editorial Actas
La ofensiva hispánica durante la campaña de 1644 puso en el año 2015 bajo el título de La Guerra de recuperac/.Ón de Caía/ufia,
a las armas felipistas en una situación muy ventajosa en el Í640-J652. Su trayectoria laboral posterior ha estado relacionada
conflicto catalán. El objetivo de crear un colchón defensivo tanto con la docencia como con la investigación histórica de aspectos
sobre la parte central y más vulnerable de la frontera ara- relacionados con la historia militar, política, económica y social de la

gonesa estaba prácticamente cumplido; se consiguió, al fin, España moderna y contemporánea, asi' como tambíén con el trabajo

penetrar en el principado por su parte occidental y dominar archivístico en el Archivo General de Simancas.
i````?E¥'
DESF'ERTAFERR0 | 23

de reyes de Francia y Navarra. En 1621 se recompensó a Marca El título de visitador general estaba en conformidad con la
con un doble nombramiento como consejero de Estado del go- ley de la corona de Aragón, pero derivaba también de otra insti-
bernador de Beame y presidente de las Cortes de Navarra. Entre tución francesa, la del i.nteridarií. La "visita general" consistía en
1631 y 1638 ejerció como primer ].níendaní de la región, prueba una misión limitada en el tiempo con la finalidad de reformar el
de la confianza de que gozaba en el Conseil du Roi gracias al dominio y la administración de una provincia. Esta adaptación
patrocinio del canciller Séguier. de la función de i.níendam a la tradición hispánica no engañó a
De este periodo de intensa actividad política datan las pri- nadie y supuso un alejamiento respecto de las costumbres locales
meras investigaciones históricas de Marca, que dieron lugar que inauguró una estrategia a la que se aplicaría Marca: la rein-
a la Hi.síoi.re de Be'am, publicada en 1640. Este fue su primer terpretación de todas las instituciones de Cataluña en un sentido
contacto con Cataluña, pues allí estableció el origen de la di- más regio. Su nombramiento chocó con los procedimientos insti-
nastía bearnesa en torno a los Montcada, más allá de la leyenda tucionales: las patentes de Marca nunca fueron registradas por la
``culta" incluida a finales del siglo XIV o principios XV en Real Audiencia con el pretexto de que el visitador general tenía
los Fors de Béarn. Marca escribió en 1618 a Francisco de que ser natural de los estados de la corona de Aragón.
Montcada, marqués de Aytona y conde de Osona (1586-1635), La estancia de Pierre de Marca en Cataluña está relati- .
para pedirle la genealogía de su familia, e instituyó una verdad vamente bien documentada gracias a la correspondencia que
histórica mucho más prosaica: con Bearne sumido en el caos mantuvo regularmente con la corte de la época. Si bien Víctor
a finales del siglo XII, el rey de Aragón casó a la vizcondesa Dubarat y Josep Sanabre elogiaron su coraje y su destreza en
María con Guillem de Montcada, hijo de Guillem Ramon de un contexto difícil, también lo colmaron de críticas. Ambos de-
Montcada y Guillerma de Castellvell. Este matrimonio de- nunciaron su nepotismo y sus incesantes intrigas en Barcelona,
mostraba que Bearne estaba entonces en la órbita del reino de lejos de la corte. Sanabre fue rotundo:
Aragón. En su obra, Marca evidenció un buen conocimiento
de la historia de Cataluña al citar y no dudar en refutar a Zurita Nuestra condición de historiadores objetivos, no de pane-
o Tomich. Orgulloso de su correspondencia con Francisco giristas, no nos permite cantar las glorias del hombre que
de Montcada, la incluyó al final del volumen. También había tantas veces insultó y difamó a los catalanes en su corres-
obtenido copias de documentos de los archivos de Barcelona pondencia con las primeras figuras de la corte francesa;
y, además, al haber realizado un estudio comparativo entre los que hizo desterrar y encarcelar, injustamente, a tantos de
Fors de Béam y los fueros ibéricos, conocía perfectamente los nuestros antepasados, y que contribuyó a la amputación
Usatges de Barcelona y su significado político. del condado del Rosellón y parte del de Cerdaña del prin-
En julio de 1639, Marca fue elevado al Conseil d'État y cipado de Cataluña, verdadera obsesión de su mandato
el Conseil Privé del rey e inició su carrera en París. Fue en el político en nuestra patria. El investigador catalán, que ha
marco de estas funciones que tuvo que ocuparse, por orden de tenido ocasión de comprobar en su voluminosa coiTes-
Richelieu, de la disputa galicana, que había estallado en 1639, pondencia política el calvario que hizo sufrir a Cataluña,
y que publicó, en 1641, De Concord!.a Sacerdoíi. ef Jmpen.i., no puede emitir otro juicio sobre el hombre que tanto
obra que describe la organización de un "república cristiana" trabajó para desnaturalizar y mutilar Cataluña.
fundada en el derecho divino.
A partir de este momento, Pierre de Marca estuvo destinado La única disculpa que le encuentra Sanabre es la recopi-
a convertirse obispo, un camino singular para un magistrado lación de documentos publicados en Marca Hi.spam.ca. Este
que había estado casado, era padre de cuatro hijos y, tras en- historiador, llevado por su catalanismo, no entendió la profunda
viudar, inició la carrera episcopal a los cuarenta y siete años. El coherencia del personaje. La actitud de Pierre de Marca no es-
28 de diciembre de 1641 fue nombrado obispo de Couserans, taba dirigida específicamente contra los catalanes como parte
una pequeña diócesis pirenaica con centro en Saint-Lizier. Al de la "dominación extranjera''. Marca no trató a los catalanes
estar mal visto por el Vaticano, sin embargo, solo obtuvo sus peor que a los bearneses o los languedocienses. Era consciente
bulas de confirmación en 1647, cuando ya estaba en Cataluña. de las especificidades del marco foral catalán y consideraba que
el apego a las instituciones locales era un sentimiento normal
MARCA EN CATALUÑA entre la población.
Convertido en un hombre adecuado para misiones difíciles, Para Marca, tanto al norte como al sur de los Pirineos, era
Mazarino propuso a Luis XIV que nombrara a Marca el 28 de preciso adaptar las instituciones tradicionales heredadas de la
enero de 1644, mediante una carta de patente, visitador general Edad Media a los principios del Estado moderno conservando
de Cataluña, territorio entonces ocupado por Francia y sustraído lo esencial de los privilegios y haciéndolos compatibles con el
a la soberanía del rey católico. Un testimonio sugiere que habría poder absoluto del rey. Esto supuso una reinterpretación de las
sido elegido porque hablaba español, y estamos tentados de instituciones que escandalizó a los catalanes en varias ocasio-
añadir que también dominaba relativamente el catalán por la nes, pero que se basaba en elementos rigurosos: el poder real
proximidad de Bearne. procedía del derecho divino; las costumbres y fueros no perte-

< Reíraío de P/.erre c/€ Mcircc7 (siglo Xvll), óleo sobre lienzo anónimo, Commission diocésaine d'Art Sacré de Paris. El envi'o de MARCA al principado
en 1644 respondi'a a la necesidad de descargar de responsabilidades gubernamentales y administrativas al virrey y capitán general, entonces
Philippe de la Mothe-Houdancourt, para que pudiese volcarse en la dirección de la guerra. Hombre hábil en cuestiones de gobierno y de
probada lealtad a Mazarino, Marca habi'a recibido instrucciones, a su vez, de acabar con la corrupción imperante en la administración francesa
en Cataluña. Naturalmente, La Mothe, que hasta entonces habi'a actuado con gran independencia, no se tomó a bien la llegada del visitador,
y las relaciones entre ambos fueron tensas. Marca previno a París de la necesidad de enviar tropas y recursos al frente catalán, pues "si esta
gente ve que la guerra no puede acabar pronto con la conquista de Lérida, Tortosa y Tarragona, tomarán nuevos consejos". Los partidarios
de Felipe lv aumentaban con rapidez, por lo que el visitador tuvo que adoptar medidas represivas para preservar el orden. La conquista de
Tortosa se logró en 1648, perojusto entonces Francia se sumió en las guerras civiles de la Fronda, lo que permitió el rápido avance hispánico
entre 1650 y 1652. Fue en este contexto de colapso del frente catalán y de inestabilidad poli'tica que Marca regresó a París, al tiempo que su
antiguo rival, La Mothe, regresaba a Barcelona como virrey.
Z4 | DE§PERTAFERRn

• Portada de Marca hispanica sive limes hispanicus, hoc est, geogra-

HISPANICA phica & historica descriptio Cataloniae, Ruscinonis, & circumjacen-


f/.um popu/orum (1688), de Pierre de Marca (1594-1662), Biblioteca
Virtual del Patrimonio Bibliográfico. El visitador general del prin-
SIVE
cipado comenzó la redacción de esta monumental obra en 1646.

LIMES HISPANICVS. Mcircci h/.5pan/.cc7 comienza con una DESCRIPCIÓN GEOGRÁFICA,


ETNOGRÁFICA Y POLÍTICA de Cataluña desde la época romana
Hoc efl , hasta los tiempos del reino visigodo, seguida de narración de la
conquista musulmana y el inicio del periodo franco, con énfasis
GeRogt±i#s,§ en la Ínstitución de nuevos poderes locales en forma de obispa-
c?r¡£°:¡jcaace::í:rip;':pS:]:f¡ffJ dos, monasterios y condados. Finalmente, concluye con un com-
pendio de la genealogi'a de los condes de Barcelona desde sus
Aufbre iüíifirif f imovim PETRO I)E MARC; A inicios hasta el momento en que fue escríta la obra. En cuanto
Af cl]iepifcopo P d;/if iieü. a los motivos de Marca para escribir este historia del principado,
ACCESSERE señala Étienne Baluze, secretario del visitador y editor del líbro,
que este "vei'a que la historia de las tierras que le habían encomen-
L Gcfta vc(crum Comitum Barcinoncníium & Rcgum ^ragoncníiurn
fcrípta circa annum M c c x C. á quodam momého Rivip-ullcnri. dado estaba sumamente descuidada, y deseaba dar testímonio
de su afecto hacia esos pueblos investigando sus antigüedades",
aunque también existi'a una motivación poli'tica, pues en esos mo-
:.'`,:'i.:!;ir:L:n#:',irí:.:ii;`C;:'a¥aÉ|g:-|Í:i*x!x¿v£mfqg:b:iu:o:g:Í mentos interesaba a los publicístas franceses demostrar la depen-
M C C C X. dencia de los antiguos condes de Barcelona de la Corona francesa.

ÍlvY.::rpo.:iá,oxnavd:a=c:fc,:.bc=#=n[:.:fiéu.c.a::nx?u#quMcca::ncnl= Marca se había llevado consigo a Cataluña a su primo Paul


MDXV]I.
de Faget, quien se convirtió en asistente de su secretario, y
pronto proporcionó ocupación en el principado a otros familia-
res y beameses. Su yemo Amaud de Labarthe, señor y barón
de Rébenacq, desempeñó allí funciones militares. También se
llevó a su cuñado Pierre de Lalanne, señor de Pérer y Escoubés,
casado con su hermana Saubade de Marca. El hijo de estos, un
PARISIIS joven de veinticuatro años, siivió en el Ejército y recibió el
APudFRAANrcch¡`cpS,fi€o?,Mpff#c:fi:¥yEp:g,#Smf.`hftrffm' elogio del secre'Ía[.re d'Éfcií de Ja Guerre, Michel Le Tellier, por
su valentía durante los sitios de TaiTagona y Roses. Gracias a
M D C L X X X V I I 1.
su intervención fue nombrado edecán y capitán. Más adelante,
CVM PRIVII.ECIO RECIS.
otros dos de sus sobrinos, el señor de Bidou y el señor de Lartet,
también fueron a servir en Cataluña. En 1649, Marca decidió
necían al mismo, que derivaba directamente de Dios. Las car[as casar con una catalana a su hijo Galctoire, "de buen cuerpo y
y fueros debidamente fechados y editados por Pierre de Marca mente, de veinticinco años", entonces presidente de las Cortes
procedían del derecho humano positivo; el poder real era, por de Navarra en Pau, que había acudido a pasar con él unos meses
tanto, jurídicamente superior por naturaleza, y las instituciones en Barcelona. El visitador general pensaba en doña María de
consuetudinarias estaban subordinadas a su buena voluntad y a Queralt, hija y heredera del conde de Santa Coloma, con una
los principios del [.mper].um. En el caso de Tortosa, tomada el 12 renta 24 000 libras, y envió en vano un memorando para obte-
de julio de 1648, Pierre de Marca invocó el derecho de guerra ner del rey la elevación de sus tierras al ``marquesado de Marca"
para justificar el saqueo y la suspensión de los privilegios de para constituir un partido más presentable.
la ciudad. La negación de la soberanía legítima justificaba el Marca aspiraba a su vez a ostentar el prestigioso título de
uso de la fuerza al romper todo pacto y vínculo, y daba lugar a virrey de Cataluña, y se mencionó su nombre para suceder al
la aplicación del ].mperz.um en todo su rigor de origen militar. duque de Mercoeur en 1651. Contra todo pronóstico, el ma-
La suerte de Tortosa sirvió de ejemplo en un momento en que riscal de la Mothe, antiguo virrey caído en desgracia en 1644,
Marca temía la sedición, pero, por lo demás, el razonamiento recuperó su puesto. La situación militar era entonces muy tensa,
mostraba que el visitador general no buscaba ``esclavizar" a los pues la amenaza española pesaba directamente sobre Barce-
catalanes, de ahí sus permanentes discusiones con las autori- lona. Marca decidió entonces volver a Francia, sumida a su
dades locales. vez en la Fronda.
En agosto de 1647, Marca contrajo una grave enfemedad.
Los barceloneses dieron testimonio de su simpatía hacia el MARCA Y LA NUEVA FRONTERA
visitador multiplicando los servicios religiosos en su honor y No entraremos en los detalles de las negociaciones del Tratado
las peregrinaciones a Montsenat para invocar su curación. Allí de los Pirineos. La consecuencia para Cataluña es conocida: el
peregrinó el propio Marca en dos ocasiones, en noviembre de artículo 42 preveía la adquisición por parte de Francia de los
1647 y en marzo de 1651 -en medio de una epidemia de có- condados y veguerías del Rosellón y de Conflent, partiendo
lera-, convencido de que había sido ``rescatado de la muerte" del principio de que "los montes Pirineos que antes dividían
por la protección divina de la virgen de Montserrat. Esto lo las Galias de España serán en adelante también la división de
llevó a escribir una disertación sobre el origen y la historia estos dos reinos".
de este culto. Fue en Cataluña donde recibió el ordenamiento, La frontera natural, la de la línea divisoria de aguas, está
si bien su consagración la llevó a cabo en Narbona el 25 de claramente mencionada en el tratado, que preveía una nego-
octubre de 1648 el arzobispo Claude Rebée. Su regreso al ciación posterior para fijar la frontera exacta sobre la base de
principado dio lugar a ceremonias y fiestas. estos principios. Mazarino designó como plenipotenciarios a
DEspERTAFmRD | z5

Pierre de Marca intonces arzobispo de Toulouse- y Hyacinthe valeció sobre los principios de frontera natural y de frontera de
SeiToni ubispo de Orange- en la conferencia que se celebró en derecho divino invocados por Marca.
Ceret con los comisarios del rey de España, don Miguel Salvá
i de Vallgomera y Josep Romeu i Ferrer, consejero del rey en CONCLUSI0NES
la Real Audiencia de Cataluña. Marca llevaba mucho tiempo Queda por definir la acción personal de Pierre de Marca en
preparándose para ello, pues había recopilado numerosas caitas y Cataluña. Ciertamente, podemos seguir a Sanabre y presentar
documentos en los archivos civiles y religiosos catalanes. Desde a Marca como un celoso agente del dominio francés sobre una
1646 había trabajado en una obra titulada CaíaJogne JJlusfre'e, Cataluña dividida entre dos coronas, reducida a ambos lados
que no se publicó hasta después de su muerte como Marca H[.s- de los Pirineos al rango de simple periferia fronteriza de mo-
pam.ca. En el momento de la conferencia, el trabajo estaba lejos narquías centralizadas. Esta dialéctica centro-periferia tiene el
de estar completo, pero Marca llegó a la apertura de la misma el mérito de restaurar el contexto que presidió la transformación
22 de marzo de 1660, en el convento de los capuchinos de Ce- de los Pirineos en una frontera moderna y su consecuencia en el
ret, con un baúl lleno de documentos, armas potenciales para la espacio catalán. Sin embargo, el papel de Marca, sus orígenes
negociación. Abrió la sesión con un discurso de bienvenida que pirenaicos, su doctrina del derecho divino y su modernísima
fijó los objetivos generales y, bajo una apariencia de elocuencia concepción de las fronteras, demuestran que no debemos limi-
y erudición, también definió la posición general de Francia. tarnos a este esquema demasiado simplista de una monarquía
Las dificultades fueron mayores de 1o esperado debido a una centralizada que controla cada vez más sus periferias.
clara diferencia de traducción entre el texto francés del tratado y La monarquía absoluta, el Estado modemo, se definen pre-
su versión española. El primero evocaba ``la división de los dos cisamente en sus márgenes, no en su centro. Fue la integración
reinos, los Pirineos, que antes dividían las Galias de España"; de nuevas personas y espacios 1o que generó el debate y re-
el segundo, las montañas que "comúnmente se ha tenido siem- quirió esfuerzos legales, ideológicos y conceptuales. Más allá
pre por división". Unos y otros recuiTieron a la versión más del actor privilegiado que fue Marca en Bearne, Cataluña y el
ventajosa para sus intereses. En concreto, los franceses querían Languedoc, hay que entender que en este decisivo episodio
retroceder lo máximo posible en el tiempo para abogar por una político fueron los propios catalanes, voluntariamente o no, por
línea fronteriza favorable, mientras que los españoles asumían su iniciativa o sin saberlo, los actores clave en la construcción
que esta era que siempre había servido de frontera, por tanto, ideológica y teiTitorial de los dos grandes estados monárquicos,
la más reciente. el del rey católico y el deL rey cristianísimo.
Marca fue tanto más inflexible cuanto que se apoyó en
una doctrina coherente de la frontera, la de los "límites", una
BIBLI0GRAFÍA BÁSICA
noción muy presente en todas sus obras. Para él, desde el lm-
lssar`e\, T. (2000).. Politique, érudition et religion au Grand Siécle:
perio romano, la frontera delimitaba una jurisdicción. La de un auíourdeP/.ernedeManca/7594-7662/,tesisdoctoral,Université
reino era, por tanto, de la misma naturaleza que el poder real de Pau.
y también estaba bajo la ley divina; era por eso por lo que no lssartel, T. (2010): `'Pierre de Marca (1594-1662), l'absolutisme et la
debía respetar límites consuetudinarios, lingüísticos o incluso frontiéne: l'homme qui divisa la Catalogne'; en Jané, Ó. (coord.):
religiosos. Del tractat dels Pirineus a I'Europa del segle Xxl: un model en
Durante la conferencia, Marca acusó abiertamente a los construcció?,actesdelcongres-col.loquiBarGelona-Perpinyá,17-20
españoles de haber intentado hacer desaparecer la cruz de Pa- de/.unyde2009,Barcelona:Generalftatdecatalunya,pp.127-137.
nelles, que señalaba el 1ímite tradicional entre la Cerdaña y el lssartel, T. (2015): ''Penser la frontiére au Grand Siécle : frontiére
condado de Castellbó. Secuaces y espías siguieron actuando naturelle et droit divin chez Pierre de Marca (1594-1662)'; en
durante las conversaciones, en el curso de las cuales Marca no Dufourcet-Hakim, M. 8.; Poumaréde, G. (eds.): Gueme ef pc7/.x.. /es
dudó en reclamar la soberanía francesa sobre el Castellbó, una enjeuxdelafrontiérefranco-espagnoleo(Vle-débutxIxes.).Actes
antigua posesión de la familia Montcada que había pasado a los ducolloqueorganiséparl'UniversitédeBordeauxMontaigneetla
vizcondes de Beame y se había perdido en 1540. SociétédessciencesLettresetArtsdeBayonne.Bordeaux..Presses
Los plenipotenciarios informaron a sus superiores del es- Universitaires de Bordeaux, pp. 61 -88.

tancamiento de las conversaciones el 9 de abril de 1660. EI Sanabre,J.(1956)..LaaccióndeFranciaencataluñaenlapugnapor


cardenal Mazarino y Luis de Haro se encontraban entonces en lahegemoni'adeEunopa(1640-1659).Baroelona..RealAcadem.ia
de Buenas Letras de Barcelona.
la frontera del Bidasoa. Marca quiso partir para San Juan de
Luz el 2 de mayo, pero, enfermo, hizo escala en Pau y fue a
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descansar a Balma, la residencia de campo de la archidiócesis
de Toulouse.
Thierry lssartel es profesor de grado superior del
Un mes y medio después, Mazarino y Luis de Haro fir-
Lycée Louis Barthou de Pau y profesor asociado de la
maron un nuevo convenio que enumeraba las localidades que
Université de Pau et des Pays de l'Adour. Se doctoró en
quedarían en poder de una u otra corona, por lo que se renunció Historia Moderna en el año 2000 con una tesis sobre
a trazar una línea. Pierre de Marca no prosiguió junto a Serroni
Pierre de Marca en la Université de Pau. Es autor de
las nuevas discusiones que se mantuvieron en Llívia a partir Les chemins de la tolérance en Béam. Les catholiques, Ies
de julio de 1660. Mazarino, también enfemio, presionó a su
protestantsetI'EtatXvle-XVIlesiécles|N\ariri\ca,\999)yBeneharnum.Les
representante para obtener un acuerdo. El resto es conocido. historiensetlesoriginesduBéarn(Xve-Xxesiécles)(Etirti\onsGascogne,
Curiosamente, Francia concedió a España el enclave de Llívia, 2000),asícomocoordinadordeHenr/./V,/e5c/ésd't/nrégne(Editions
mientras que la villa de lx quedó en poder de Francia, lo que Gascogne, La République des Pyrénées, L'Eclair, 2010), y ha colaborado
dejó a aquella separada de España. El tradicional regateo pre- en numerosas obras colectivas.
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75 Alfonso Xl y la batalla por el Estrecho
55 La batalla del Jarama

62 1797. La Guerra Anglo-Española en el mar


tiTETñññHliiÑmüñ47ElorigendeRoma

XXXIV La imada española (VI). Siglo XVIII,


la reconstrucción de la Marina
Hmi[hmmlmffil 76 Las primeras gueiTas de Euopa
56 BarbaiToja (11). EI Grupo de Ejércitos Centro

63 El saco de Amberes
ñDÍíññiiiiiñÑüñ 48 La Granada nazan'

Hmlmln""lffl. 77 La Segunda Guerra Púnica (V). Cannas


•mniffliu"n 57 La Guerra de Marruecos. España contra EI Raisuni

XXXV Ejércitos medievales hispánicos (IV)


El siglo XI
64 1796. El ascenso de Napoleón
ñEñim[iiTri 49 Los celtas

mi[m"iffl. 78 Las Navas deTolosa 1212


iññiñÑTmfiuTñ58SolNaciente.Laexpansiónjaponesaenelsudeste
asiático 1941

65 La expedición franco-española a Cochinchina


ñEúÑñiñilñmñ 50 Arqueología de la Guerra Civil española

XXXVI Ejércitos de la Guerra Civil (1). EI Ejército


español en 1936
79 Trajano y las GueiTas Dácicas
59 Ucrania y la Guerra Ci\ril rusa

I=lH["Em]l]lm 66 La pEvudta de los cosaoos. Ucrania em Polonia y Rusia


ñfinlTfimH 5i iberia griega

nnl[m"lffl- 80 Roncesvalles. Carlomagno deiTotado


60 La Guerra Greco-Tuca 1919-1922

XXXVII Enemigos de Roma (1). Los celtas


67 La conquista de Navarra (11). 1521-1522
ñEü5íEñtiiiiÑÑfi 52 El origen de la desigualdad

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La campaña de 1645
La batalla de Sant Llorenc y el sitio de Roses
Alberto Raúl Esteban Ribas

EL 31 DE JULIO DE 1644 SE RENDÍA LÉBIDA A LAS ARMAS DE FELIPE IV. HABÍA SIDO UNA CAMPAÑA DURA PARA
AMBOS BANDOS, PERO LOS REALISTAS IIABÍAN LOGRADO SU OBJETIVO DE AFIANZAR LA MARGEN DERECIIA DEL
SEGRE Y DISPONER DE UNA CABEZA DE PUENTE PARA AVANZAR HACIA EL INTERIOR DE CATALUÑA. LA CAMPAÑA
DE 1645, SEGÚN LOS PLANES DE LA CORTE DE MADRID, DEBÍA SER UNA CONTINUACIÓN EXITOSA DE LA ANTERIOR.

En el bando franco-catalán, el descrédito del gobierno de


contra TaiTagona en agosto provocaron la destitución La Mothe motivó que la Generalitat pidiera a París un virrey
La derrota de Lérida
del mariscal en julio
Philippe de y
LaelMothe-Houdancourt,
fracaso de una ofensiva
quien de sangre real y con prestigio; durante el invierno Mazarino
fue encerrado en el castillo de Pierre-Encise (Lyon) durante nombró a Henri de Lorraine-Harcourt como virrey de Cata-
cuatro años, condenado por traición y desfalco monetario -re- luña. Este pertenecía a una rama menor de las familias Guisa y
gresaría a Cataluña en 1651 como viiTey y perdería Barcelona Lorena; sus primeras armas las había hecho en la fase bohemia
ante Juan José de Austria~. de la Guerra de los Treinta Años, donde destacó por su valor
y por llevar una perla como pendiente, 1o que le valió ser co-
EXPECTATIVAS ESPAÑOLAS nocido como Cadet la Perle ("cadete de la perla"). Su destino
Tras conquistar Lérida, el portugués Felipe de Silva renunció como virrey y general en Cataluña fue bien recibido por las
al mando, principalmente por sus desavenencias con algunos autoridades del principado, pero, al conocerse que Luis XIV
consejeros de Felipe IV debido a su intromisión en los asuntos le había otorgado facultades para convocar cortes, atribución
militares. El veterano napolitano Andrea Cantelmo 1o susti- que algunos diputados catalanes consideran excesiva para un
tuyó como virrey y capitán general de Cataluña. Este había virrey, causó cierto recelo en la élite política catalana.
servido en ltalia, Alemania y Flandes, y había sido llamado a Harcourt juró las Constituciones catalanas en Perpiñán
la Península por su prestigio para relanzar la recuperación del (13 de marzo de 1645) y en Barcelona (22 de marzo), donde
principado. fue recibido con gran pompa. Vino acompañado por un fuerte
Durante las siguientes semanas, los realistas lograron la ejército de más de quince mil efectivos que llegaron por tierra
rendición de Balaguer, Agramunt y Ager, pero las sucesivas y mar.
acciones contra la comarca del Pallars y la ciudad de Tremp
fueron infructuosas. Cantelmo insistía en que la campaña de LOS FRANCESES IMPONEN SU REALIDAD
1645 debía prepararse cuanto antes y que debía aprovecharse Harcourt deseaba recuperar la iniciativa militar cuanto antes,
el inviemo para seguir avanzando. En cuanto a la preparación, por lo que el 27 de marzo un ejército a las órdenes de mons[.eur
efectivamente se pergeñaron planes de operaciones y previsio- comfe Cesar de Choiseul du Plessis-Praslin sitió la ciudadela
nes de recursos humanos y económicos, pero hasta la primavera de Roses, la importante plaza que cubría la frontera marítima
no se materializó nada; en cuanto a lo segundo, el mal recuerdo de la rica comarca del Ampurdán y que seguía amenazando la
de la expedición del marqués de los Vélez en 1640-1641 (véase retaguardia catalana y las comunicaciones con Francia. Contaba
"La ofensiva del marqués de los Vélez" en Despería Ferro Hi.s-
esta ciudadela con un fuerte cinturón defensivo exterior en el
tor[.a Modema n.° 44) desaconsejaba lanzar cualquier ofensiva cual destacaba un foso repleto de agua, dada la cercanía del
en aquellos duros meses. mar, que lo nutría; de hecho, la anchura y la profundidad del
La fuerza de maniobra con la que contaba Cantelmo en mismo evitaron que los sitiadores pudieran construir galería
enero de 1645 era de alrededor de cuatro mil efectivos; las alguna para minar la muralla. La plaza había sido reforzada
previsiones de la corte era que se necesitaban unos quince mil en diversas ocasiones, pero siempre estuvo bajo mínimos en
soldados para la campaña, de los cuales unos nueve mil debían cuanto a efectivos y caballería. El oficial al mando desde 1643
provenir de las milicias castellanas y, el resto, de los territorios era Diego Caballero de lllescas, al frente de una guamición de
de Aragón, Valencia y Navarra. A la hora de la verdad, unos unos dos mil quinientos infantes y doscientos jinetes con la que
cinco mil castellanos se incorporaron antes del verano, mientras había intensificado los ataques contra los convoyes franceses
que los restantes lo harían más adelante, sin llegar a la cifra que cruzaban la cercana frontera. Al iniciarse el asedio, Caba-
prevista. Felipe IV llegó a Zaragoza el 11 de marzo para seguir llero organizó diversas salidas para entorpecer los trabajos de
de cerca la campaña y celebrar cortes en Aragón. asedio.

1 Esta ilustración muestra una COLUMNA DE TROPAS FRANCESAS en marcha durante la campaña catalana de 1645. Los atuendos y el equipo
de la tropa se inspiran en los de las figuras realizadas por el artista Petrus Rucholle para el tratado [e mc7re5chc}/de bc}Íaí.//e (1647) del señor de
Lostelneau y las que aparecen en varios grabados de otro artista de la época, Abraham Bosse. Conforme al edicto de 1633, las vestimentas
de la tropa son menos rimbombantes que en la época previa: las lechuguillas han sido sustituídas por valonas y las mangas abullonadas han
desaparecido. Destaca la presencia,junto a los ti'picos sombreros de ala ancha, de gorras de montero. Los oficiales visten cueras debajo de la
coraza y calzan botas altas, mientras que los demás hombres llevan zapatos. Los piqueros se cubren con morriones y capacetes; completan
sus protecciones una coraza formada por la unión entre el peto y el espaldar, y unas escarcelas para proteger los muslos. Las princjpales
dificultades que enfrentó el ejército francés durante sus campañas en Cataluña fueron el pago regular de los soldados y el adecuado abaste-
cimíento de las tropas. Las malas cosechas, que hicieron necesario importar grano del extranjero, y la necesidad de atender múltiples frentes,
no lo hicieron sencillo y, a la postre, la población cMl tuvo que soportar la carga de alimentar pese a las constates quejas de los municipios y
de los diputados de la Generalitat. © MAREK szvszKo
3q | DEspmTAFERRD Nuevos mandos franceses
t|ffl.4.-.±.€1-5-`{`. ` ñ ¥#i
Entre tanto, Harcourt inició su ofensiva en el oeste: mien-
tras unos destacamentos hostigaban la comarca de Tarragona,
él salió de la capital al frente de veintidós mil infantes y 1 A) La campaña de l644desiiués de Lérida. Tras la ca-
avanzó hacia el oeste para reunirse en Cervera con morisi.eur pitulación de Lérida el 30Wll/1644, el señor de Terr@il, por
con 7000 infantes y 500 jinetes
comfe de Saint-Aunais, general de la caballería, quien estaba
:r:nne:esi::oT::hr:á;:nd:rüe. La Mothe se une a él días más
al frente de un destacamento de cinco mil jinetes. Desde aque-
tarde o y juntos asedian l-a ciudad. El ejército franco-cata-
lla base de operaciones se inició la operación de conquista ',á3;,f¿a,C6aÁ:ae8es::nrtaeó°.yMS¡:;:rtirsaLca°fl::::rpaesr:éar#caeseei
de la Plana de Urgell como paso previo a cruzar el Segre y
atacar Lérida.
En Roses, los franceses, que contaban con abundantes pro- B.l,ria±
i:g:e!ug;,:e:Tn5:;:,;V,n?dr#!iíz.:;i:B;a:,':C,g:;:a:#r,ncA:g:.::e:Sáp;tgt
visiones y refuerzos, así como con el apoyo de una pequeña
de es informado de su destitución. Los hispánicos continúan
flota de más de veinte bajeles y algunas galeras, que suministra- avanzando en la región del Segre, donde tratan de tomar
ban fuego de cobertura, lograron tomar las defensas exteriores Tremp ® para asegurar así la defensa de la línea Noguera-
Pallaresa y Segre. No obstante, tras varios intentos, de-
y, el 19 de abril, concluyeron la instalación de sus baterías,
sisten del empeño (Xll/1644). Por esas mismas fechas los
con las que iniciaron el bombardeo. Dado que los defensores
franceses tratan, sin éxito, de recuperar Áger ®. Mientras
recibían por la noche el socorro esporádico de algunas barcas
tanto, la guarnición de Floses realiza una salida contra Cas-
cargadas con suministros, los franceses cortaron el acceso a telló d'Empúries, donde acaban con 400 infantes franceses.
la bahía con gúmenas y entenas. Harcourt apremió a tomar la Barbastro
ciudadela cuanto antes, puesto que solo iniciaría la ofensiva
0
en el Segre una vez que la amenaza de Roses desapareciera y 8) La llegada de Harcourt. En 111/1645 Harcouii entra en
Barcelona con un eiército de 15 000 hombres. El 27/111/1645
pudiera contar con el refresco del ejército sitiador.
comienza por orden suya el asedio de Fioses, punto forti-
A pesar del intenso bombardeo, la moral en la ciudadela
ficado cuya captura es fundamental para sus planes. Un
se mantuvo alta hasta que sucedió un accidente fortuito que ejército francés venido desde Perpiñán al mando de Du
provocó muchos daños: un soldado que transportaba un barril Plessis-Praslin, junto con una flota de 18-20 naves, es el
de pólvora del arsenal rionde se almacenaban otros doscientos É=
barriles-hasta la iglesia de la ciudadela, en cuyo tejado se ha- teannct::gsaeddo¡r:gee,[eavca¡::,coaebs:ee:,s,¡;¡,:v9¡4gaóo7:é::[rneá
bían instalado dos culebrinas, no se percató de que iba dejando
en Cervera con Saint-Aunais y su fuerza de caballería de 1
un reguero de pólvora, puesto que la barrica tenía un agujero;
:::st:#ao,:,:t;;,:í:ry,í:::oavhaancz,:hAagcr,ámMu:,t,e6ssfi,9:P
al disparar una culebrina, un rescoldo incendió el rastro y pren- tras Harcourt está ocupado en el oeste, el asedio de Roses
dió el polvorín, cuya explosión provocó innumerables daños: llega a un punto crítico a finales de mayo. Los franceses
no solo se perdió la reserva de pólvora y munición; algunas han recibido un refuerzo de 12 cañones desde Barce- aQ
lona ®, y la explosión de un polvorín provoca un daño
fuentes hablan de más de doscientas bajas, y también se vieron
afectados los establos, lo que causó la pérdida de la mayoría de
intensísimo a la guarnición española, al dejarla casi sin 0-
munición y sin la posibilidad de hacer nuevas salidas. En-
los caballos e imposibilitó practicar nuevas salidas. tre el 30 y el 3W/1645 la ciudad y su fortín se rinden, lo
Los franceses intensificaron entonces los trabajos de ase- que despeja el flanco oriental de la guerra en Cataluña.
E]
0
dio: aproximaron por el foso una barca cargada con tablones, A finales de mayo, Harcourt se ha dirigido hacia Cama- Caspe
rasa ®, donde existe un puente disponible para cruzar
hierro y pólvora; los voluntarios que la pilotaban consiguieron
el Segre, ya que quiere asegurar una línea en el río para
practicar algunos agujeros en el lienzo de la muralla y el 25 de después poder tomar Lérida. En junio, l)u Plessis-Praslin
mayo hicieron explotar la barca y las cargas, pero sin un resul-
tado satisfactorio. Dos días más tarde lo intentaron de nuevo „-se le une en Camarasa ®, tras conseguir tomar Roses

y lograron derribar parte del lienzo de la muralla, abriendo .ffi


\íÍ
una brecha por la que cabían cincuenta soldados de frente. El Fresneda°
28 se lanzó un asalto por la brecha, y aunque los defensores
lograron repeler el ataque con grandes pérdidas para ambos
bandos, lo cierto es que su moral estaba muy mermada; por E
todo ello el gobernador decidió capitular el 30 de mayo; al
día siguiente se rindió el fortín de la Trinidad, en la entrada al ejército francés la mitad de sus efectivos, un porcentaje
al golfo. Los defensores recibieron un buen trato gracias a similar al del bando defensor. Se inició una investigación para
que tenían en su poder como rehén a un importante mando averiguar la responsabilidad de Caballero, que permaneció
francés que habían capturado el mes de abril, antes del asedio. arrestado durante meses.
Los mil doscientos supervivientes salieron con sus banderas Mientras se desarrollaba el asedio de Roses, el 1 de mayo
desplegadas, con cuatro cañones, tocando tambores, y fueron Harcouit avanzó desde Cervera con su ejército hacia los llanos
transportados en barcas hasta el tarraconense puerto de los de Lérida. El primer objetivo era Mollerusa, bien fortificada y
Alfaques, donde desembarcaron para unirse a la guarnición presidiada. El 3 de mayo fue puesta bajo asedio y los defensores
de Tarragona. La noticia de la pérdida de Roses provocó una se retiraron al castillo, pero tras enterarse que una fuerza de
gran conmoción en el bando realista: se había orquestado un socorro había sido interceptada, finalmente capitularon.
plan de socorro con unos tres mil efectivos provenientes de El ejército franco-catalán continuó hacia Agramunt, cuyo
las galeras de las escuadras de España, Sicilia y Nápoles, y comandante, al constatar el avance enemigo, evacuó la artillería
milicias andaluzas y murcianas, pero los preparativos habían y los suministros hacia Lérida y Balaguer, y dejó allí tan solo
sido demasiado lentos. Con todo, el asedio de Roses costó cuarenta soldados con la misión de retrasar el avance francés.
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Balaguero Caste][íerá°[ ,£[ínars 0B|anes
Cantelú'o-.
(a partir.dervlll/1644) S. Feliu de codines del vallés
cap.9Jai de Cataluña Granollers ¢/''' OcanetdeMar
'\ Terrassa
\ `` ,,,---,' Mataró
'

Frag a s Santa Coloma


_=-_-_ --T=O
é s de Queralt
Sant Barcelona
Vilafranca
delpened3,s,Ó'dg,a8`az,°, La Mothe
(a partir de V/1642 y hasta Xl/1644)
Virrey de Cataluña

_`/
r::: U®S*SNfff f i , oMóra d'Ebre
`'^,?
Tarragona
Harcourt
(a panir de lw1645 y hasta lw1647)
Virrey de Cataluña
II Territorio bajo control

francés en Vll/1644

Zona de especial conflicto


territorial(lx/1644-V/1645)

- Movimientos hispánícos
o`L,edó

tNBOL--
= Movimientos franceses
Posiciones fuenes
hispánicas en lv/1645

Cuando Harcourt llegó a las inmediaciones, aquellos evitaron dificultad de cruzar el Segre, cuyas aguas habían crecido mucho
la misión suicida y se rindieron. Quiso el conde arrasar la villa tras el deshielo. De hecho, en un memorial redactado por Ples-
como ejemplo, pero sus oficiales lo contuvieron y se limitó a sis-Besancon a finales de 1644, este consideraba factible atacar
derribar las muraLLas. Tortosa y Mequinenza o Fraga ante las previsibles dificultades
Antes de la caída de Roses, el bando realista seguía ba- de asediar Lérida o Tarragona, plazas fuertemente presidiadas,
rajando la posibilidad de realizar una campaña ofensiva, tal para amenazar con ello las comunicaciones entre Aragón y
y como había insistido Cantelmo, pero tras la pérdida de la Valencia y las plazas catalanas.
ciudadela se vio con claridad que había que mantenerse a la Sin embargo, el propósito de los franceses era atacar Lé-
defensiva. La cuestión era saber cuál sería el objetivo de Har- rida, por lo que previamente se debía cruzar el Segre. Tras
court. La hipótesis de Cantelmo y de los consejeros del rey era ocupar Agramunt, el objetivo era la villa de Camarasa, cuyo
que los franceses atacarían Tarragona, por lo que los refuerzos castillo y puente sobre el Segre constituían una amenaza de
que se estaban reuniendo en Aragón se empezaron a encaminar flanco para su ejército. Harcourt envió a Saint-Aunais con
hacia allí; se descartó que Harcourt avanzase hacia la línea de un destacamento de seiscientos caballos y mil infantes para
Lérida por las dificultades de aprovisionamiento y la eventual ocupar la población. Los franco-catalanes iniciaron un asalto
El cruce del Segre ` Los framceses en busca de un vado. Des-
Juniodel645 _ vadode
depa\ome{a L]lai¿n-ti-ionga
!::uing.:u!.:rtp!t:pr:a:racfcagriaf:Tua:r,tásseg`g#;,ri::;#ep::ir;
en esta época del año debido al deshielo. Si
bien los franceses consiguen tomar el pueblo,
la guarnición se refugia en el castillo, aunque
termina rindiéndose. No obstante, el puente
A|entornoioosbL:speiniceogsrequqeui.dáei,:Rrdaec;iá?S'deé,yaa.?ií|:

derecha del río prenden fuego a la estructura y


consiguen
L`f}~~ , una
Vernet destruirlo,
párte del ejército aHarcour(
Alós manda entonces
que sÍ controla,
~ n paraquedesdeahísalgane xg5,qaudores a la ori-

irtesa°de iíá.o-rre-n-taTd-e-ía-ü.o-g:üSFái-áTi.aie-s-a-V-t-ráte-n-d-e
puente al norte encontrar un vado alternativo. El lugar elegido
de Camarasa
Segre

:ií¡onÉ:TÉin::uec'ev::°c:#,¡::at:':|8:óob.a#mn::
ro atraviesa el día 14 el río el señor de Aubigny
con algunas tropas, u nós.
200 hombres entre
franceses y catalanes La jornada siguien-
te, desde las 5.00 h hasta las 15.00 h lo hace la
infantería, unos 2500 hombres. Reunidas esas

:íj::33n3i'iei;:t;&n!:g¥i#:rf;e:s;io:T;as;a:d;i!3sn:d;:de:jii:Ía!eí
llaresa. Cantelmo, que ha tenido noticia de ello,

Fearccah£ahras¡aaó,n:::opsaerad8:i°etne8eernei`ap#:
ra de Sant Lloréne al observar la maniobra de

!:sjtará:c:íncg#n':e::iac#aog#::osuaTngA.uR:i;

í:13f:,ga:::r
j!isi:¡Ínr:£;So#e#!!:S;níduEíei:;r§id:C;Íui:ai:§Ua!o#itie;Cat§:i

g::r9h:rzaasdousnydsuor:ocbq#toes'a°:e:i¡rsapr§:¡üi
Los franceses reabastecen sus tropas y los días
21-22Wl/1645 trasladan el grueso del ejército a
0 3 6 9km la ribera occidental del Segre. La madrugada

t:e:!:;:eá2b:oorc§:eci:nenraazdi:na:Srurá|édar:c:!h::rd8e3;c§t'ei#:

frontal, dado que no disponían de artillería, y ocuparon las El 13 de junio se logró encontrar un punto no vigilado y
murallas de la villa, obligando a los defensores, unos doscien- que permiti'a el paso de la Noguera en la zona de la actual Font-
tos cincuenta efectivos, a guarecerse en el castillo medieval. llonga, a una legua al norte del vado de La Macana, custodiado
Saint-Aunais ordenó un asalto que fue rechazado, tras lo cual por una fuerza de cuatrocientos a seiscientos infantes. Al día
dispuso que se iniciasen los trabajos para una mina, cosa que siguiente, Bemard du Plessis-Besancon se acercó a la zona al
provocó que los defensores, temerosos de ser pasados a cuchi- frente de mil doscientos jinetes y dos mil quinientos infantes
llo, se rindieran. Sin embargo, los franceses no se apoderaron con la intención de tender un puente de cuerdas para la infan-
del puente sobre el Segre, que estaba unos 500 m al norte de tería y que la caballería cruzase por el vado una vez despejada
Camarasa; tan solo pudieron ocupar el reducto que guarnecía la cabeza de puente. Dado lo angosto del terreno para acceder
el acceso oriental, defendido por ciento veinte soldados, pero al río, la infantería se dividió en ocho batallones, mientras que
estos lograron prender fuego a la estructura, lo que hizo im- la caballería 1o hizo en veintidós escuadrones.

practicable el cruce por aquel paso. Mientras tanto, el señor de Aubigny, que comandaba la
Harcouit no quería proseguir la campaña sin tener consigo vanguardia e iba guiado por dos curas de la zona, llegó al río y
el ejército de Plessis-Praslin, por lo que dedicó los siguientes ordenó que cruzasen una decena de jinetes, que lograron ama-
días a enviar exploradores a lo largo de la ribera del Segre para rrar cuerdas y tender un puente. Primero pasaron cien hom-
encontrar un punto por donde vadearlo, y los mensajes eran bres del regimiento de Saint-Aunais y cincuenta del Batallón
siempre los mismos: el río estaba muy crecido, los realistas de Cataluña comandados por un capitán y alférez, así como
se habían atrincherado a lo largo del margen derecho y no se cuarenta paisanos de la comarca. Al día siguiente, desde las
encontraba ningún paso practicable. También envió jinetes a cinco de la mañana y durante doce horas, cruzó la infantería,
reconocer la Noguera Pallaresa, dado que controlaba el Segre que se desplegó en la llanura para permitir el tránsito de más
por la zona de Alós, de tal manera que, aunque supusiera un tropas. Saint-Aunais aprovechó para vadear el río al frente de
gran rodeo, las tropas francesas podían cruzar por zonas que no un pequeño grupo de jinetes, y su ejemplo fue seguido por el
estuvieran protegidas por los realistas. resto de la caballería. Al amanecer del día siguiente, los dos
La batalla de Sant Llorenc
23 de junio de 1645
JtAlgunas unidades no aparecen en todas las fuen-

tes de época. Se mencionan en la relación de tropas


FUERZAS FRANCESAS aquí presentada, pero no se representan en la batalla. Sa`nt`L]oren€o
Enrique de Lorena, conde de de Montgai
Harcourt. Cap. Gral. de Cataluña
Eg FUERZAS HISPANICAS
Andrea Cantelmo. Cap. Gral. de Cataluña
lnfantería
Flgto. de La Marine

¿Rgto. de Sainte Mesme?*


! #ftao|tdeer§aeebach :r:::`d`:íias órdenes Militares
¿Flgto. de Carvisón?t[
Rgto. de Gronsfelt Caballería de Nápoles
¿Flgto. de Gueme?t.
Tercio Provincial de Navarra Caballería de Castilla
Rgto. de Vaillac
Tercio de Valenzuela Trozo de Rosellón
Rgto. de Montpouillan
Tercio de Estériz
Rgto. de Fioquelaure
Tercio irlandés de Preston
Figto. de Montpeiroux
Tercio de Brancaccio
F¡gto. de Anduze
Tercio de Lorenzana
Rgto. de Saintonge
Tercio de Poctique
Rgto. de Harcourt
Tercio de Amato
F}gto. de Champagne

¿Flgto. de Languedoc?*
¿F¡gto. de Miralpes?* La victoria francesa. Desde las 3.00 h del día
Rgto. de Rébé
Rgto. de Pailler
Figto. de Mérinville
iai:nt:oípe:r#:hess:e:S,eiivmi|:.zn:Tr#n:á::3memp:.:tñeuae::et.sríñ
ha ordenado que algunas tropas de infantería y
F}gto. de Ferriére
caballería march eórACu¡:qeu'eseu,rfrs:3:¡éesn:3|aui::¡é
¿Rgto. de Beaufor[?* lla este del Segre
F!gto. de Flhan iniciar el enfrentamiento todavía, a las 9.00 h sus
Bón. de Cataluña hombres pasan al ataque y cargan masivamen-
Caballería t!:íog:e°##::J;::i|!e;r:!e:s:r,:Í:nñi°##°:'i:c;o:n°i::}t:;si§:rr:
Figto. de Mérinville
Figto. de Roches Baritaut
Rgto. de Boissac
Rgto. de Le Ferron
Rgto. de Harcourt
¿Rgto. de Cataluña?ít
¿Rgto. de Castenbriau?* §i::b;iiíai#s:iiiiílrísa;:n:t::ei:ip;:{r;e;;§e:jtíe#cfiae#
F¡gto. de Saint-Simon
Rgto. de La Mothe-Houdancourt
Flgto. de Aletz
¿Flgto. de Santones?t` ;Ís;p::á:n3v':sgp:iarí]n:js:iii:e,g:s:ee:p:o;::T:tisío::#S:n:vi,ii
Flgto. de Gardes d'Harcourt dos desde Balaguer deciden dar media vuelta ®
Rgto. de Gendarmes d`Harcourt al tener noticia de la derrota por los que escapan.

mil quinientos infantes se reunieron con los jinetes y avanza- de ciento cuarenta oficiales y novecientos soldados. A su vez,
ron hacia el sur, cruzando con dificultad parte de la sierra del Cantelmo ordenó que el grueso principal del ejército realista
Montsec y de Montroig y ahuyentando a los defensores de atacase la vanguardia de Plessis-Praslin, que protegía el asalto
diversos parapetos. de Saint-Aunais, 1o que provocó el repliegue de los franceses
a una colina cercana hasta que un contraataque logró hacer
LA BATALLA DE SANT LLORENC Y EL ASEDIO DE retroceder a los españoles.
BALAGUER Harcourt ordenó el abastecimiento inmediato de las tropas
Cuando Cantelmo se enteró de que los franceses habían cruzado del otro lado del Segre: desde Camarasa instaló una barca de
a la orilla occidental, partió de Lérida con unos seis mil hom- sirga para pasar con ella las municiones y los víveres; luego
bres y alcanzó la llanura que hay entre Balaguer y Sant Llorenc cruzó en la barcaza para conferenciar con Plessis-Praslin y
de Montgai, a la vista de los exploradores franceses. Precisa- Saint-Aunais, con quienes acordó que la infantería se situase
mente ese era el objetivo de Cantelmo, que los franceses, al en la sierra y la caballería pemoctase enfrente de Camarasa.
verlo, se sintieran atrapados y volvieran a la margen izquierda El virrey estaba satisfecho de la operación: había enviado a
del Segre. Pero Harcourt no se amilanó; se puso al frente de un cuatro mil de sus hombres a cruzar un caudaloso río por rutas
destacamento de caballería y simuló que bajaba hacia Balaguer inexploradas, con comida para cuatro días y, tras salvar todas
buscando un vado, mientras que otra fuerza marchó hacia el las dificultades y muchos desniveles, habían logrado ocupar el
norte. Aquella maniobra diversiva surtió efecto, puesto que otro lado del puente a costa de unas trescientas o cuatrocientas
Cantelmo hizo alto con el grueso de su fuerza y envió sendos bajas, inferiores a las ochocientas bajas y un millar de prisio-
destacamentos para observar qué iban a hacer los franceses. neros españoles, según fuentes catalanas.
Mientras tanto, Saint-Aunais atacó las posiciones del reducto En el campo español, Cantelmo quería impedir más avances
del puente de Camarasa, defendido por mil doscientos solda- franceses hacia Balaguer, por lo que se parapetó en un punto
dos, tomó al asalto sus defensas exteriores, y forzó la retirada donde el río estrechaba el camino, "que cien hombres podían
de aquellos hacia el interior y, finalmente, la rendición de más detener todo un exército por razón del terreno". El general his-
34 | DESFIERTAFERRn

pánico dividió su fuerza, de unos cuatro mil o cinco mil infantes terreno cuando el resto de los jinetes y la infantería francesa se

y doscientos jinetes, en tres destacamentos que cubrían tres sumaron al combate. El caos se extendió y provocó la ruptura
lugares por los cuales los franceses podían atacar. de la línea realista: muchos soldados españoles fueron muertos,
Harcourt dejó su retaguardia en Camarasa, el puente de otros se rindieron, entre ellos el marqués de Mortara, y otros se
barcas y otros puestos bien protegida con destacamentos de ahogaron intentando escapar por el río. Mientras tanto, las dos
infantería y caballería. Entre los días 21 y 22 de junio se com- fuerzas contendientes que se encontraban más al oeste iniciaron

pletó el cruce de todo el ejército francés. El 23, a las tres de la el contacto; el conde de Chabot presionó contra los castellanos
madrugada, los franco-catalanes bajaron sigilosamente por los que defendían el paso, y Harcoun ordenó una carga de caballe-
escarpados caminos, donde los jinetes tenían que llevar de las ría desde su posición de flanco para doblegar la resistencia final.
riendas a sus monturas. El resto del ejército realista, que se encontraba en el camino de
Cantelmo comandaba el cuerpo de ejército que defendía la Balaguer, al saber de |a derrota por boca de los fugitivos, dio
llanura con las mejores tropas: la caballería del Regimiento de media vuelta para regresar a la ciudad. Los hispánicos tuvieron
Órdenes Militares y de Nápoles, y los guardias de Cantelmo y mil seiscientos muertos en combate y ahogados, y dos mil
del marqués de Mortara; en cuanto a la infantería, destacaban prisioneros, de los cuales unos doscientos o trescientos eran
los tercios españoles de Pedro Valenzuela y Pedro Estériz, y el oficiales de alta graduación. Los franco-catalanes tuvieron,
Tercio de Navarra, así como el de napolitanos de Tito Brancac- según sus propias fuentes, unas trescientas bajas de todo tipo.
cio y varias compañías irlandesas. El resto de] ejército estaba Tras conocer la victoria, Mazarino escribió a Harcourt para
fomado por los tercios napolitanos del duque de Lorenzana, de apremiarlo a que avanzase hacia Fraga para aislar Lérida y
Poticque y del barón de Amato, los regimientos alemanes de adentrarse en Aragón, puesto que sus espías le informaban del
Seebach y Gronsfelt, y dos centenares de jinetes. enorme desánimo de la corte española. Prudente, Harcourt de-
A las nueve de la mañana los franco-catalanes arremetieron cidió ir más despacio y poner sitio a Balaguer, defendida por los
colina abajo tan pronto avistaron las posiciones castellanas. EI remanentes del ejército real, unos cinco mil o seis mil infantes
propio Harcourt se vio obligado a cargar, a pesar del desorden, y de dos mil a tres mil jinetes, pero al ser esta una fuerza aún
``para desteiTar temor y dar exemplo a los demás". El ímpetu del numerosa, decidió rendir la plaza por hambre, por lo que blo-
ataque desconcertó las primeras líneas españolas, que cedieron queó la llanura para que no pudiera recibir refuerzos de Lérida.
DESPERTAFERR0 | 3i

1 E/ ci5ed/.o de f?o5e5 er} 7645 (1664), mapa coloreado de Sébastien de Beaulieu (1612-1674), Ósterreichische Nationalbibliothek, Viena. Aislada
de las demás plazas de la corona española en Cataluña desde el inicio de la guerra y situada en la retaguardia de las posiciones franceses, la
FORTALEZA DE ROSES tuvo que ser abastecida por mar cada cíerto tiempo, lo que no impidíó que se convirtiese en una base importante y
que obligase a los virreyes franceses a destacar un elevado número de tropas a su alrededor hasta la conquista de la plaza en 1645. La guarni-
ción de la ciudad, gobernada por Diego Caballero de lllescas, llevó a cabo múltiples incursiones contra estas tropas y contra las poblaciones
de los alrededores. Tanto es así, que varias de estas, incluídas Llancá, Vilanova de la Muga y Peralada, aceptaron la autoridad de Felipe IV y
suministraron víveres a la guarnición. A su llegada al principado en 1645, el conde de Harcourt determinó poner fin a dichas correri'as con
la toma de la plaza sin escatimar medios. En efecto, la plaza fue asediada por tierra por más de ocho mil hombres y bloqueada por mar por
cuarenta buques entre navi'os y galeras.

Cierto temor y desánimo cundieron en la corte española, infantes y trescientos jinetes a recuperar la plaza. Estos derro-
dada la magnitud de las bajas y por lo indefensa que había taron completamente a los alemanes, de los que cuatrocientos
quedado la frontera aragonesa, puesto que solo se disponía, resultaron muertos, y el resto, prisioneros.
teóricamente, de 3000 jinetes y 7500 infantes. Por todo ello, A mediados de septiembre se hizo un intento de socorrer
se aceleraron la recluta de tropas y la obtención de fondos, Balaguer con tropas provenientes de Tarragona y Tortosa iue
y se abrió una investigación para esclarecer los hechos y la fueron reemplazadas por levas de Aragón y Valencia-. El mar-
responsabilidad de Cantelmo en la derrota. Como este quedó qués de Toralto comandaba la expedición, compuesta por unos
en Balaguer, Felipe de Silva fue enviado a Zaragoza como cinco mil infantes y mil caballos, que dividió en dos columnas,
principal asesor militar y asumió el mando de las tropas que una de distracción y otra con quinientas mulas, ochocientos
fueron llegando de Castilla, TaiTagona y Valencia para asegurar burros con víveres y trescientos bueyes, con el objetivo de
la raya fronteriza. Además, a finales de junio, el gobernador de forzar el paso tanto por Santa Linya, la noche del s al 9 de
Tarragona, el maestre de campo general italiano Francisco de septiembre, como por Les Avellanes, la noche del 10 al 11,
Toralto y Aragón, al frente de mil doscientos infantes y tres- pero los puestos estaban bien defendidos y Harcourt consiguió
cientos caballos, intentó apoderarse de Montblanc con un golpe derrotarlos, capturando "más de quatrocientos vagajes cargados
de mano, pero fracasó y tuvo que retirarse con la mitad de su de mantenimientos", y haciendo muchos prisioneros.
ejército perdido entre mueiios, heridos y deseitores. Perdida la esperanza del socorro, Cantelmo huyó de Bala-
Para la protección del ejército franco-catalán, y aprovechando guer con los principales capitanes y el grueso de la caballería;
que no había ninguna fuerza que lo hostigara, Harcourt ordenó al quedó al frente de la defensa Simón Mascarenhas, el cual, tras
marqués de La Trousse que tomase y fortificase la villa de Tér- más de tres meses de resistencia, solicitó la capitulación, que
mens, lo que aseguraría la ribera oriental y occidental del Segre y le fue concedida el 19 de octubre. Los rendidos salieron con
permitiría disponer de una posición foitificada tanto como centro todos los honores y, como era habitual en la época, tuvieron
de almacenamiento como para proteger una eventual retirada. que regresar a España dando un gran rodeo: atravesaron Ca-
También se envió a una fuerza para bloquear desde Castelló de taluña, el Rosellón, Languedoc, Guyena y Bearne, y entraron
Farfanya y Les Avellanes el paso hacia Áger y la Noguera Palla- por Fuenterrabía.
resa. El cerco de Balaguer fue total, y los asediados resistieron Avanzado el otoño, Harcourt se dio por satisfecho con la
racionando la comida, pero también comprándola a vivanderos campaña de 1645 y regresó triunfalmente con el grueso de su
del ejército franco-catalán, hasta que Harcourt ordenó colgar a ejército a Barcelona, donde entró el 29 de octubre. Había lo-
algunos y el contrabando finalizó. Los castellanos intentaron grado revertir en gran medida la campaña de 1644.
diversas fintas por la zona de Farfanya, sin resultados.
En algunos círculos políticos catalanes, ante la pesada carga
de la guerra, los gravosos alojamientos de la tropa francesa BIBLI0GRAFÍA BÁSICA
Camareropascual,R.(2015)..LaGuerraderecuperacióndecataluña
y su mal comportamiento, creció el sentimiento antifrancés
/7640-7652/. Madrid: Actas.
y se tramó una conspiración liderada por el presidente de la
Diputación del General, el abad Gispert d'Amat, la baronesa Ettinghausen, H. (1993): La Guem7 de/5 5egcidor5 a frt7vÉ5 de /a

Hipólita de Aragón y el mercader Onofre Aquiles, que consistía p/gmsc7de/'époGt7,4vols.Barcelona:CurialEdicionsCatalanes.


Sa"bre,J.(1956)..LaaccióndeFranciaencataluñaenlapugnapor
en iniciar una revuelta en Barcelona con el apoyo de la flota
lahegemoni'adeEuropa(1640-1659).Barcelona..RealAcadem.ia
española. Los días 15 y 23 de agosto una fuerza de desem-
de Buenas Letras.
barco española formada por diez mil infantes embarcados en
Sanabre, J. (1955).. La Guerra `dels Segadors" en el Ampurdán y la
cincuenta y cinco navíos y veintidós galeras se presentó frente
actuación de la Casa Condal de Peralada. Baroelona.. Biibl.ioteca
a Barcelona, pero no se produjo ninguna revuelta. Durante los
Palacio de Perelada.
siguientes meses, los franceses iniciaron investigaciones para
detener a los conspiradores, lo que llevó a diversas ejecuciones = Bibl iog rafi'a completa en www.de5pertaíerro-ed/.c/.ones.com
y encarcelamientos, incluido el del abad Gispert.
Mientras proseguía el asedio de Balaguer, Felipe de Silva
Alberto Raúl Esteban Ribas (Barcelona, 1972) es
ordenó que la guamición realista de Lérida recuperase el casti-
economista e historiador, experto universitario en
11o de Flix, que protegía los accesos de Cataluña frente al Ebro.
Historia Militar por la UNED-lnstituto Universitario
Se envió al coronel Luis de Amel con su regimiento alemán de General Gutiérrez Mellado y doctorando en Historia
mil quinientos efectivos y doscientos jinetes; el 27 de agosto Moderna por la UNED. Su línea de investigación se
aquellos cruzaron el río con barcas y los jinetes por un vado. centra en la hegemoni'a militar española de los siglos
Los alemanes tomaron la villa y los defensores se refugiaron Xvl y Xvll. Ha publicado diversos libros sobre la época de los tercios, así
en el castillo y se rindieron tras dos días de asedio. Cuando se como artículos de historia militar para revista nacionales e internaciones.
enteró, Harcourt envió al conde de Chabot con mil quinientos Fued.irec`ordeDespertaFemoEspecialesvll..LosTercios(11).1600-1660.
=E | DE§F'ERTAFERRD

Prensa y poder
La "guerra de papeles" enm Madrid, París y Baneelona

LA GUERRA QUE ENFRENTÓ A LAS CORONAS ESPAÑOLA Y FRANCESA ENTRE 1635 Y 1659 NO SE LIBRÓ SOLO
EN LOS CAMPOS DE BATALLA, LAS CANCILLERI'AS Y LOS CONGRESOS DE PAZ, SINO TAMBIÉN EN LAS PÁGINAS DE
LA INCIPIENTE PRENSA DE LA ÉPOCA, QUE AMBOS BANDOS UTILIZARON CON ASIDUIDAD PARA ENSALZAR A LOS
GOBERNANTES Y EJÉRCITOS PROPIOS Y ATACAR A LOS RIVALES.

(1639-1644) de José Pellicer de Ossau Salas y Tovar, cronista


nifiestos políticos y las grandes obras de propaganda des- mayordecastillayAragón,ylosAvi.sos(1654-1658)deJerónimo
Los textos periodísticos
tinadas a convencerimpresos, a diferencia
a los gobemantes de losde los ma-
territorios de BaiTionuevo, dirigidos al deán de la catedral de Zaragoza. El
neutrales, iban dirigidos a un público humilde y sencillo cuyo fomato de estas obras es de carácter cronológico: están escritas a
concierto, sin embargo, era imprescindible para la consecución modo de cartas o diarios y vuelcan en un mismo epígrafe toda la
de los objetivos políticos y militares de las grandes monarquías. información relativa a una fecha concreta.
En cuanto a las publicaciones impresas, que lógicamente go-
LA PRENSA DEL SIGLO XVII zaron de una distibución mucho más amplia, es preciso distinguir
En la época que nos ocupa, los medios de información se dividían entre dos foimatos: la relación, que aparece a coinienzos del siglo
dos categorías, los impresos y los manuscritos. Estos circulaban en Xvl y Úata un solo acontecimiento, y la gaceta, que nace a prin-
un reducido número de copias, dirigidas a peisonajes que desea- cipios del XVIl e incluye diversas informaciones, habitualmente
ban conocer cuanto suced'a en los entomos cortesanos sin ningún clasificadas en función de su procedencia geográfica. La relación
tipo de censura. Los ejemplos españoles mejor conocidos son las era de carácter extraordinario: se imprimi'a un solo número, no
Novedades de esta Corte y avisos recibidos de otras partes (1621- había continuidad. En cambio, la gaceta era de carácter periódico,
1626) de Andrés de Almansa y Mendoza, los Avi.sos hi.stór].cos lo que permite hablar ya en esta época de los primeros impresos
DE§pERTAFERm | 37

- Veridedor ambu/ar}Í€ de /.mpre5o5 (1684), grabado de Giuseppe María Mitelli (1634-1718), Rijksmuseum, Ámsterdam. Esta caricatura, en la que
dos transeúntes huyen de un VENDEDOR DE IMPRESOS que grita '`compra chi vuole, avisi di guerra, carte di guerra, a buon mercato a due
bologniní l'una" ("compradlos, que vuelan, avisos de guerra, mapas de guerra, a buen precio a dos bologninos cada uno"), Ílustra no solo lo
que Mitelli debió de Ídentificar como una saturación informativa, sino también el variado repertorio de productos periodi'sticos de la época:
gacetas periódícas, avisos manuscritos, diarios militares, relaciones ocasionales e imágenes grabadas.

infomiativos de publicación regular. En el caso español, aunque extraordinarios o milagrosos. . . En resumen, todo aquello que
hubo algunos intentos previos, no fue hasta 1660 cuando apareció pudiese llamar la atención del público.
un medio de estas caracten'sticas, la Relaci.on o Gazeía de algunos
casos particulares, assi Politicos, como Militares, sucecidos en la PERIODISMO Y PROPAGANDA
mayor parte del Mundo, ímpresa en Se`hlla. En el contexto de la Guerra de los Segadores, tanto las cortes
Las publicaciones prensadas de carácter informativo surgie- de Madrid y de París como, en Barcelona, la Generalitat y el
ron por iniciativa de los impresores como medio para garantizar Consell de Cent, recuiTieron a la impresión de relaciones con el
la viabilidad de sus negocios, puesto que el libro solo llegaba fin de elevar la moral de los súbditos y aumentar su disposición
a unos pocos y podía resultar escasamente rentable. A su vez, a contribuir al esfuerzo bélico en aras de obtener la victoria. Por
precisamente por el hecho de ser impresas, estaban sujetas al este motivo, primaron las relaciones sobre acontecimientos de
estricto control de las autoridades. En los reinos españoles, Felipe tipo militar y se enfatizaron los éxitos propios a la vez que se
IV prohibió en junio de 1627 que ``se impriman, ni estampen silenciaban las derrotas. De algunos hechos de armas, como la
relaciones, ni caitas, ni apologías, ni panegíricos, ni gazetas, ni victoria hispánica en Lérida (1646) llegaron a imprimirse hasta
nuevas, ni semones [ . . .] sin que tengan y lleven primero examen tres textos distintos en Madrid, Sevilla y Zaragoza, todos ellos
y aprobación". Así pues, estos impresos quedaron inevitable- relativamente extensos y abundantes en datos. La población no
mente vinculados al poder político y se convirtieron en medios era ajena a esta realidad, de ahí que, en una relación impresa
de propaganda de la Corona y de los poderes regionales y locales en Barcelona tras su recuperación por la Monarquía Hispánica,
autorizados a conceder licencias de impresión, y desempeñaron ti"lada Copia de la resposta del amic en Catalunya a la carta
una función clave a la hora de influir en la incipiente opinión que li escria lo que es troba en Rosselló (1654), un catalárL
pública en la "guerra de papeles" que libraron las monarquías proespañol dirija a otro profrancés las siguientes palabras:
española y francesa en las décadas centrales del siglo.
Las opiniones sobre estas publicaciones eran dispares. Así, ¿Por ventura pensabais que duraba el tiempo en que a
por ejemplo, Tomás Tamayo de Vargas, cronista real de Casti- diario se oían por las calles y plazas las cartas nuevas
lla y de lndias, opinaba que "solamente tratan de entretener con fingidas, las relaciones inventadas de sucesos propicios
quentos del vulgo a los que [las] leen por ser un agregado de con que teníais engañada la sencillez del pueblo y en
Gazetas escriptas por hombres ociosos de todas par[es sin mas vilo a la gente de más estofa [. . .]?
autoridad que las de las consejas". En cambio, Melchor Cabrera
Núñez de Guzmán, letrado de los consejos reales, argumentaba En los periodos caracterizados por las derrotas, ambos ban-
que "conociendo algunas ciudades y poblaciones del Reyno que dos recurrieron a la publicación de noticias sobre victorias en
con la lmprenta dan vozes a su autoridad, se abre puerta a que otros frentes. En el caso español, se publicaron relaciones sobre
los naturales se alienten a la vírtud y a las letras, y se conservan las victorias bávaras e imperiales sobre los franceses en Tutt-
los medios a la buena política y gobiemo". lingen (1643) y Friburgo (1644). En el caso catalán, encontra-
De lo que no hay duda es de que las relaciones y las gacetas mos relaciones relativas a la conquista portuguesa de Salvatierra
eran, por su breve extensión y su bajo coste, textos muy populares. (1643), la batalla de Rocroi (1643), la victoria francesa sobre el
De ello da cuenta un compendio manuscrito de noticias titulado, ejército imperial en Kempen (1642) -si bien la relación se im-
precisamente, Non.ci.as de Madri.d, cuyo anónimo autor refiere el primió en 1644-, la batalla de Montijo (1644) entre los ejércitos
caso de un texto impreso en 1636 en la Villa y Cor[e, Sucesos y español y portugués, la conquista francesa de La Mothe-en-Bas-
victorias de las católicas armas de España y del lmperio en Fran- signy (1645) en Lorena, la batalla naval de Orbetello (1646),
cia y otras provincias, desde 22 de Junio deste año, hasta 30 de la conquista de Dunkerque (1646) y la batalla de Lens (1648),
Agos£o del mi.smo de 1636, obra del literato Antonio de Mendoza: entre otras. Irónicamente, debido al resultado dudoso de algunas
de estas acciones, como las de Montijo y Orbetello, también el
De 15 dias a esta parte, D. Antonio de Mendoza ha bando hispánico imprimió relaciones sobre las mismas.
dado a la estampa la Gaceta y relacion de los nuevos y El posicionamiento deL autor de los textos es siempre evi-
dichosos sucesos que han tenido este verano las arinas dente ya desde el propio título del impreso, en el que se habla,
de S. M., con muy rico lenguaje, habiendo sido prime- por ejemplo, de "la famosa victoria" o de "los bons successos''.
ramente enmendada por los superiores, y aun por S. M. En estos textos se establece una clara distinción entre "los nues-
mismo. Imprimióla Alonso Perez, y como se supiese tros" y "el enemigo'', al tiempo que se enfatizan las cualidades
en el pueblo el autor, y crédito que se habia de dar a la positivas de los primeros y se denuesta a los segundos, siempre
dicha Gaceta, fué tanto el concurso de compradores, que con la intención de reforzar el vínculo del lector con el ejército
600 de ellas se despacharon en menos de dos horas, y y los gobemantes propios.
fue necesario tornar a imprimir otro juego.
AUTORES Y CARACTERÍSTICAS
Los temas que trataban las relaciones y las gacetas eran de Poco es lo que sabemos sobre el proceso de elaboración de las
lo más variados: acontecimientos militares, bodas reales, autos relaciones impresas, si bien con toda seguidad sus autores tenían
de fe, viajes a tierras lejanas, catástrofes naturales, sucesos acceso a la correspondencia militar, diplomática y mercantil que
38 | DESpERTAFERRn

< E/ ver}dedor ambu/c}r}Íe (cc].1623), Óleo sobre lienzo, anónimo


francés, Musée des CMlisations de l'Europe et de la Méditerranée,
Pari's. Los impresores no eran los únicos que se beneficiaban de la
venta de relaciones y gacetas. Estaban también los libreros y los
humildes vENDEDORES AMBULANTES, como el que aqui' vemos,
cargado de relaciones, edictos y almanaques, que los distribuían
por las calles y plazas de las ciudades.

La fórmula epistolar anónima fue ampliamente utilizada,


también, en las relaciones de tipo político, en especial en Cata-
luña, donde encontramos ejemplos como la Copia de vna c'aría
que vn Hidalgo embio a vn Cauallero andaluz deseoso de saber
nueuas de la Corte,. dasele razon, no solo de ella, sino de los
sucessos de Caíhaluña y oíras paríes (1642), una fabricación
impresa en Barcelona y destinada a trasladar al público catalán
-y español- la impresión de que el derrotismo imperaba en los
reinos leales a Felipe IV.
Los impresores de Barcelona publicaron también caitas di-
rigidas por personajes destacados como Luis XIIl o el cardenal
Mazarino al conjunto de la población o a los representantes
del país, así como otros documentos políticos, militares y di-
plomáticos relevantes; por ejemplo, el acta de juramento como
virrey del mariscal Brézé en 1642, los pactos de la rendición
de Roses o el acuerdo de tregua entre Juan IV de Portugal y las
afluía a las coites desde los escenarios donde acontecían los he- Provincias Unidas de 1641. La mayoría de estos textos fueron
chos descritos. Esto resulta evidente para las gacetas, puesto que impresos en catalán, en contraste con el castellano utilizado por
incluían noticias de muchos lugares distintos. En el caso de los los autores de obras extensas de propaganda política como Gas-
avisos manuscritos, encontramos abundantes referencias a cartas, par Sala y Francesc Maití i Viladamor, señal de que se dirigían
coiTeos e incluso a publicaciones impresas como fuente de las a un público popular, como lo hacía también una relación en
informaciones. En sus avisos del 18 de agosto de 1643, José de catalán sobre la entrada de Felipe IV en Lérida impresa por el
Pellicer cita cartas y correos recibidos de Roma, Milán, Venecia, bando hispánico en dicha ciudad.
Viena, Londres, Dunkerque y Bruselas. También se infiere que Si exceptuamos el caso de los avisos manuscritos {omo
recurría en ocasiones a La Gazeffe de France, es decir, a la ver- se ha apuntado, de muy limitada circulación-, resulta evidente
sión publicada por el enemigo francés. En una ocasión, Pellicer que la prensa del siglo XVII, además de un negocio, era un
se lamenta de que "ha sido fuerca con avisos tan menudos llenar instrumento de los poderes reales y regionales para influir sobre
este Pliego, porque de ltalia, Flandes y Alemania no han llegado la población y fidelizarla a su causa, fuera esta la defensa de la
Correos; y lo demás todo está suspenso". Monarquía Católica o la pertenencia del principado de Cataluña
También las relaciones impresas citaban en ocasiones la a la Corona francesa. Aún habría que esperar varios siglos para
fuente de la información. Así, por ejemplo, unas JVoíi.ci.as Ge- la aparición de una prensa verdaderamente libre.
nerales de Europa, que llegaron A Zaragoza con el Correo
de Flandes el dia 29 de Setiembre, y con el de ltalia el dia 30
(1650). En el caso barcelonés, Jaume Romeu, autor de las JVovas
BIBLI0GRAFÍA BÁSICA
Chartier, R.; Espej.o, C. (eds.) (2012): la c7pc7r/.c/.Ón de/ pe//.oc//.5mo
ordi.nári.as, una efímera publicación impresa en formato gaceta
en Europa: comunicación y propaganda en el Barroco. Madriid:.
de la que se conocen solo tres números, afirmaba publicar "suc-
Marcial Pons.
cessos assegurats, y impresos ja, enviats cada semmana de Paris",
Ettinghausen, H. (1993): `'Prensa comparada: Ias relaciones
lo que sugiere que recogía nuevas de La Gazette de France.
hispano-francesas en el siglo XVII'; en García Martín, M.
Con frecuencia, en aras de una mayor veracidad, las rela-
(coord.)..EstadoactualdelosestudiossobreelSiglodeOro.Actas
ciones impresas de hechos de armas se publicaron en formato
del 11 Congreso lnternacional de Hispanistas del Siglo de Oro.
de carta. En el caso barcelonés, las relativas a la victoria naval
Salamanca: Universidad de Salamanca, pp. 339-345.
francesa de Cartagena (1643), la recuperación del Valle de Ettinghausen, H. (2005): "lnformació, comunicació i poder a
Arán (1643), el sitio de Roses (1645) o el socorro de Flix l'Espanya del segle XVII'; Manu5cr/ts, 23, pp. 45-58.
(1645), entre otras, son de este tipo. Entre los autores de di-
chas misivas se menciona a ``un musur [monsieur] francés" o = Bi bl iografía completa en www.de5períc7ferro-edí.cÍ.ones.com
``un natural de la Vila de Gandesa". Aunque quizá se trate de

artificios retóricos, no hay duda de que la información procedía


de una fuente militar o civil que, si no se halló presente en los
combates, sí tuvo acceso a personas que estuvieron allí. En
Madrid se recurrió con menos frecuencia a este formato para la
descripción de hechos de armas, aunque sí publicaron copias
de cartas atribuidas a destacados generales como el marqués de y XVII. Sus ámbitos de estudio principales son los
Leganés o el de Torrecuso. ejércitos de la Monarquía Hispánica y la Guerra de Flandes.
DESPERTA FERRO LIBROS
Las Guerras Napoleónicas. Una historia global

Austerlitz, Bailén, Wagram, Borodinó, Trafalgar,


Leipzig, Waterloo... son algunos de los nombres
intrínsecamente asociados a las Guerras Napo-
leónicas, un conflicto que, a lo largo de más de
dos décadas de lucha continuada, sacudió los ci-
mientos de Europa, pero cuya onda expansiva se
hizo sentir mucho más allá. La inmensidad de la
guerra desatada entre Francia e lnglaterra, Prusia,
Austria, Rusia y España y las consecuencias del
terremoto político provocado tras la Revolución
francesa han ensombrecido las repercusiones que
las Guerras Napoleónicas también tuvieron a es-
cala mundial. A partir de una prodigiosa labor de
documentación, Alexander Mikaberidze sostiene
que este vasto conflicto solo puede entenderse
por completo tomando en consideración todo el
contexto internacional: las potencias europeas se
disputaron la hegemonía en los campos de bata-

k:ea:.e:'enrTíeíJre:::,eo:nnt:ie|T.:,:'tne:|f.id:.a:Te::Ínids:.c:;#
recorrer cada una de estas regiones, la bella prosa
de Mikaberidze desgrana los principales aconte-
cimientos políticos y militares que jalonaron esta
convulsa y transformadora época tanto en Euro-
pa como alrededor del mundo para construir con
ello la primera historia global del periodo, que
amplifica la visión tradicional que tenemos de las
Guerras Napoleónicas y su papel determinante
en la configuración del mundo moderno.

Gilder Lehrman Prize for Military History

Distinguished Book Award,


Society for Military History

Novedad AlexanderMikaberidzeesprofesorasociadodeHistoriaenlaUniversidad
Estatal de Louisiana-Shreveport. Es licenciado en derecho intemacional
por la Uiiiversidad Estatal de Tiflis y ha trabajado como experto en derecho
intemacional en el Miristerio de Relaciones Exteriores de Georgia (1996-
2000), donde se ocupó de las cuestiones de derechos humanos y las
relaciones con el Consejo de Europa. En 2000, se trasladó a los EE. UU.
para perseguir su sueño de estudiar la Era Revolucionaria (1750-1850).
Terminó su doctorado en historia en la Universidad Estatal de Florida y ha
enseñado historia europea y del mundo en la Univeisidad Estatal de Florida
y la Universidad Estatal de Mississippi, impar[iendo conferencias de
estrategia y política para la Escuela de Guerra Naval de los Estados Unidos.

A la venta en Hbren'as, tiendas especializadas y


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4n i DESPERTAFERRn

EI Batallón de Cataluña
Soldados catalanes al servicio de Francia
Manel Güell Junkert

NO SE IIA HABLADO SUFICIENTEMENTE DEL PUNTO DE INFLEXIÓN QUE SIGNIFICÓ, EN LA GUERRA DE CiHALUÑA
(1640-1659), EL EPISODI0 DEL ASEDIO DE TARRAGONA EN 1641 (VÉASE "EL SiTio DE TARRAGONA, 1641.
EL TRiuNFo DE LA pERsisTENciA" EN DEspERm FERRo HisTORiA MODERNA N.° 44). DESDE QUE EN ENERo DE
ESE MISMO AÑO LAS TROPAS CATALANO-FRANCESAS DEBROTARAN AL MARQUÉS DE LOS VÉLEZ EN MONTJUI.C,
RICHELIEU VEÍA FACTIBLE LA APERTURA Y EL MANTENIMIENTO DE ESE NUEVO FRENTE TAN PROMETEDOR. EL
PAÍS SE TENDÍA A SUS PIES Y EL ASTUTO CARDENAL YA ACARICIABA LA IDEA DE COMPROMETER AÚN MÁS A LA
MONARQUÍA HISPÁNICA CON UNA INVASIÓN DE LA PENÍNSULA EN TODA REGLA.

la de echar una mano a los ca-


En untalanes,
principio, su intención
en ningún era
caso ganarles
la guerra contra Felipe IV. El asedio de
Tarragona sirvió para abrirle los ojos a
una rea]idad: la cober[ura indígena bri-
llan'a por su ausencia o resultaría exce-
sivamente corta. Si los franceses querían
pemianecer en el principado, se las ten-
drían que apañar solos. Tal vez, el gene-
ralísimo de los franceses, Philippe de La
Mothe-Houdancourt, confiara en repetir,
en la campaña sobre Tarragona, el titá-
nico esfuerzo realizado sobre Salses, dos
años antes, que llegó a movilizar más de
veinticinco mil hombres. Así, junto con
los ocho mil que llevaba consigo, no se-
ria difícil baiTer los restos del maltrecho
ejército hispánico encerrado en aquella
ciudad. Pronto quedó desengañado. La
capacidad de convocatoria de las autori-
dades de Barcelona resultó casi nula. A
pesar de que decretaron la obligación de
movilizar un hombre por cada diez fue-
gos (familias), lo cierto fue que los efec-
tivos de la milicia presentes en el asedio
nunca superaron los dos mil doscientos
hombres, a los que habría que añadir una
media de mil quinientos m(.queJeís, una
tropa desestructurada, autónoma e indis-
ciplinada, nutrida de gente desocupada
de las faenas del campo, que iba y volvía
a su antojo. Todavi'a no habían cicatri-
zado las terribles heridas de la hecatombe
salsense de 1639 que, amén de endeudar
a todas las instituciones del pai's, engulló
a diez o doce mil jóvenes en 1o que fue
una pesadilla sin fin (véase "El sitio de
Salses, 1639. La antesala de la revuelta"
en Desperta Ferro Historia Moderna
n.0 43).
Esa precariedad detectada ante Ta-
rragona hacía inviable contar con un de-
cidido apoyo catalán para hacer frente a

i:ír#+:áER`
:1 Af3:ütT:£`S
DEspmTAFERRn | 41

los ejércitos que Madrid no tardaría en cavalcada, somatenes, Princeps Nam- en este planteamiento demuestra la mio-
enviar. Los franceses asumieron que, al que) e insistían en que se integrara con pía de las autoridades catalanas, a las
menos de momento, deberían ser ellos naturales del país y no con substitutos que les costaba comprender el carácter
quienes tirasen del carro en aquel frente extranjeros mal pagados. permanente que debían tener tales tro-
de guerra, cosa que significaba la apor- Barcelona supo ya a qué atenerse y pas para ser consideradas profesionales
tación del número de tropas necesario del mismo modo trazó sus líneas rojas y estar operativas en todo momento.
para mantenerse en Cataluña. En contra- en la territorialidad y en la temporali- A mediados de enero de 1642 se
partida, se confomarían con ser auxilia- dad: los soldados del Batallón jamás, creó foimalmente la Junta del Batallón,
dos por un contingente indígena menor bajo ningún concepto, podían ser envia- un organismo político paritario con ple-
y autónomo, pero permanente, de tropa dos allende les fronteras del principado nos y supremos poderes, "dependents y
reglada y profesional, organizado y fi- y no constituirían una fuerza operativa emergents", con la facultad de proveer
nanciado por el país. Estamos hablando en tiempos de paz, sino un cuerpo inter- y nombrar in algunos casos, tan solo
del Batallón. mitente reunido para la ocasión y, por refrendar- los oficiales de cada compa-
supuesto, desmovilizado una vez cesara ñía, o sea, de capitán para abajo. Dicha
CREACIÓN DEL BATALLÓN el motivo de la convocatoria. El anclaje Junta tendría su sede "en un aposento de
En el pacto de Péronne, de 19 de sep-
tiembre de 1641, ya se incluía la cues-
tión del Batallón. Cuando en Barce-
lona no pasaba de ser un mero proyecto
embrionario, los primeros borradores
franceses elevaban el contingente pro-
puesto de cuatro mil a cinco mil hom-
bres. Además, introducían la figura del
lloctinent general (vLr[ey £rancés) en
el proceso de convocatoria, prohibían
expresamente cualquier otro sistema
de movilización militar paralela (host z.

<> Francesc Via y Joan Nadal Sencerer,


soldados del TERCIO DE SANTA EU-
LALIA ( 1641 ) en el L/.bro de pa5or)Í/'a5 de
la cofradía de San Eloy de los plateros de
Barce/ona, Arxiu Históric de la Ciutat de
Barcelona. Estos dibujos, autorretratos
de los mencionados soldados, ilustran a
la perfección el equipo y la indumentaria
de los MOSQUETEROS de las unidades
catalanas de la Guerra de los Segado-
res. Estos visten una ropilla con mangas
colgantes, calzas, medias, zapatos y un
sombrero de ala ancha. Además de un
mosquete con su correspondiente hor-
quilla, llevan una espada. Es interesante
observar que carecen de los doce fras-
cos con cargas preparadas, Ios llamados
''doce apóstoles", que colgaban de una

bandolera cruzada al pecho, aunque sí


portan los indispensables frasco y fras-
quillo para la pólvora gruesa y la fina.
Gracias a las leyendas que acompañan
ambos dibujos conocemos la identidad
de los soldados representados. Se trata
de dos jóvenes plateros que realizaron
los dibujos para su inclusión en el citado
libro de pasantías, obra que contiene
dibujos de las obras que elaboraron los
maestros plateros de Barcelona para re-
cibir la preciada categoría. Via y Nadal
recibieron el título por sus servicios en la
compañi'a de plateros de la Coronela de
Barcelona durante la campaña de 1641
-al fondo de ambos dibujos aparece la
batalla de Montjuic-y se representaron
a sí mismos como soldados para rubricar
su elevación a la condición de maestros.
Aunque el Tercio de Santa Eulalia no for-
maba parte del Batallón, su equipo era
el mismo y también combatiójunto a las
tropas regulares francesas en distintos
puntos del principado.
4z | DEspERTAFERRn

la Casa de la Deputació" il actual Palau de Sant Jordi-, donde tarde se utilizaría para las quintas. Efectivamente, la institución
celebraría sus sesiones. Cabe suponer que el tal aposento sería supracomarcal inmediata, en este caso la Generalitat, con la
de notables dimensiones, si quería albergar el tropel de miem- Junta de Guerra, fijaba un cupo de soldados y el dinero para
bros que la componían. Exactamente, una veintena de diputados su manutención para cada población en base a una prorrata
y concejales, distribuidos en una presidencia de dos miembros demográfica calculada a través de los censos de población dis-
-uno de la Generalitat y otro del Copcejo barcelonés-y cuatro ponibles il más reciente y fiable era el fogaje de 1553-. Para
vocalías, tres reseivadas a cada estamento il eclesiástico, el evitar los abusos en los que incurrieron numerosos municipios
militar y el real- y otra para el Consell de Cent. Estos tenían en 1639 para la campaña de Salses, eso es, llenando los cupos
obligación de asistir a cada reunión, y la toma de posesión era de vagos, "malentretenidos", maleantes, discapacitados y, so-
con juramento del cargo y una sentencia de excomunión. bre todo, menores y adolescentes, cuando no vejestorios con
La cuestión del Batallón, pese a la hoja de ruta prefijada limitada capacidad física, esta vez se hizo hincapié en que los
por París, todavía tardaría unos meses en materializarse, puesto soldados apoitados debían tener una edad comprendida entre
que entre los flecos había uno especialmente sensible: la carga los dieciocho y los cincuenta años.
financiera, que debía distribuirse entre las instituciones que Este número de efectivos fue siempre sobre el papel, por-
fomaban el gobiemo del principado, esto es, la Diputación que en realidad el Batallón nunca se pudo reunir entero, y en
del General o Generalitat, el Concejo de Barcelona, los brazos el decurso de la guerra, progresivamente desfavorable, tendió,
militar y eclesiástico, las municipalidades, etc. Quedaron claras lógicamente, a un continuo y drástico descenso. En octubre
las dos fases del procedimiento de movilización: una primera, de 1644, tras la acción de Ager, se vio reducido a ochocientos
digámosle de reunión, a cargo de cada municipio, y una se- hombres y doscientos caballos. En 1647, resultaba tan dificul-
gunda, de campaña, a cargo de la Generalitat. En abril de 1642 toso disponer del pleno de sus unidades que el virrey Condé
las primeras unidades del Batallón formaban ya junto al ejército optó por reducir el contingente de manera oficial a menos de la
francés en el asedio a Toriosa. mitad, dos mil soldados. Cuatro años más tarde, no se hallaban
sino un millar.
ORGANIZACIÓN
En el plano teórico, el Batallón estaría constituido por cinco mil EQUIPO Y ARMAMENTO
hombres divididos en cuatro tercios de diez compañías, cada De cada municipio dependía la responsabilidad de armar debi-
una de las cuales tendría ciento veinticinco hombres. Los ter- damente a cada uno de los soldados que alistaba con el ama que
cios se denominarían con el nombre de las comarcas de donde le correspondiera: mosquete, espada, pica, arcabuz y, para la
procedían sus soldados: Barcelona; Gerona y Ampurdán; Tarra- caballeria, dos pistolas de rueda con sus fundas, una espada y una
gona y Tortosa, y Lérida y Balaguer. La estructura orgánica era carabina por jinete. A cargo de cada soldado iban la munición, la
elemental: el jefe de cada tercio era un mesfre de camp (maese cuerda, la pólvora, los puñales, frascos, horquillas y demás ense-
de campo), asistido por un sargento mayor y dos ayudantes, y res, que, una vez llegados a la plaza de amas, les sen'an repuestos
cada compañía sería mandada por un capitán -salvo una que 1o por la Generalitat. Los diputados acostumbraron a regularizar el
sería por el mismo maese de campo-, un alférez, dos sargentos aprovisionamiento de víveres, armas y municiones para el Bata-
y cuatro cabos de escuadra. La caballería la fomiarían un total llón a través del sistema del asiento con empresarios particulares,
de quinientos jinetes, distribuidos en ocho compañías de a como se hacía en la mayoría de los países.
sesenta y pico caballos, bajo la égida de un comisario general El soldado de caballería, además, era responsable del man-
asistido por ocho capitanes, ocho tenientes, ocho funieles, ocho tenimiento de sus armas y tenía la obligación de sustentar un
trompetas y un capellán. caballo propio. La Generalitat gastó unas 12 000 libras al año
Resulta curioso el hecho de que la base procedimental de en la remonta y se preocupó de franquear la exportación de
la convocatoria fuese, en esencia, la misma que dos siglos más caballos y yeguas.

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DEsp[RTAFERRn | 43

V VÍ.sta de rorrosa en Í648 (siglo Xvll), grabado de Sébastien Pontault de Beaulieu (1612-1674), Univeísitat Autónoma de Barcelona. La conquista
de TORTOSA en julio de 1648 por el ejército del mariscal Schomberg fue la última gran victoria francesa en la Guerra de Cataluña. En ella
participó un notable contingente de tropas del Batallón: los tercios de Josep Tort y Francesc de Mostarós, y la caballería de Josep d'Ardena.
La ciudad se había mantenido fiel a Felipe lv desde el inicio de la contienda y había resistido un asedio en 1642, por lo que su conquista tras
un mes de cerco fue considerada un gran éxito en Barcelona y París. Además, era la puerta de entrada al principado desde el sur, y su control,
sumado al de Flix y Miravet, dejó todo el curso del Ebro a su paso por Cataluña en poder de las armas francesas.

LOS MANDOS dente de las quintas dieciochescas, puesto que el soldado del
Cuando solo faltaba elegir y nombrar a la oficialidad del Ba- Batallón que hubiera servido durante una campaña, transcurri-
tallón, Richelieu dio el oportuno golpe en la mesa y, desaten- dos diez días de su finalización, podía darse de baja siempre
diendo la propuesta del gobiemo catalán, decantado a hacerlo que aporiase un sustituto. Como podemos comprobar, la base
por temas, previa presentación de memoriales por parte de los de la normativa giraba siempre en tomo al concepto de una
candidatos, estableció el cargo de generalísimo isto es, maese operatividad sostenida.
de campo general- en la persona de La Mothe, a la vez que Tanto a oficiales como a soldados se les reconocía estar
atribuyó al virrey mariscal de Brézé la facultad de nombrar a bajo fuero militar, esto es, entre otras peculiaridades, estaban
los maeses de campo. Con esta modificación final, París se ase- exentos de alojar tropas en sus propiedades y de acudir a la
guró, más que el control absoluto del Batallón, que la elección llamada del somatén y, a la vez, gozaban, en campaña, del
recayese en sujetos hábiles, capaces y mínimamente experi- derecho a ser alojados. Asimismo, el hecho de que en Ager
mentados, evitando los posibles politiqueos y componendas a cayera prisionero medio Batallón y de qué más tarde fuera
que daban pie sistemas como el de las ternas. intercambiado por rehenes hispánicos nos está diciendo que sus
Así, en la primera homada de oficiales sonaron nombres soldados recibían cuartel, una consideración que Felipe IV se
conocidos como Joan de Sentmenat (Tercio de Barcelona), resistió siempre a conceder a milicianos y mz.que/ets. Además,
Josep Gacosta (Tercio de Gerona), Jaume d'Erill (Tarragona en un futuro no muy lejano estaba previsto elevar una súplica
y Tortosa) y Lluís de Rajadell (Lérida y Balaguer), para los a Luis XIIl para que tuviera a bien considerar los servicios
maeses de campo, y los de Josep Tort, Josep d'Arlés o Josep prestados por los soldados del Batallón ``com ha fets debaix
de Capor[ella para las sargentías mayores. Más conocidos y sas banderes", o sea, equiparados a los del ejército regular y,
apreciados fueron los componentes de esa generación de jó- por tanto, con derecho a percibir las acostumbradas mercedes
venes intrépidos de la nobleza que asumió desde el comienzo con las que se compensaban servicios extraordinarios. La ca-
de la guerra la función de la caballería, por supuesto ligera, lidad de la caballería catalana del Batallón hizo que en 1647 a
hallándose en todas las refriegas: Josep d'Ardena, a quien cupo los franceses no les imponara darle un rango en sus ejércitos
de manera indiscutible el cargo de comisario general, y los e identificarla como el Regiment d'Ardenne -recordemos que
valerosos capitanes Manuel d'Aux, Salvador Batlle de Flassá, su jefe supremo era Josep d'Ardena, conde de llla-, de modo
Francesc BoiTell y Enric Joan. que se la incluía entre las diferentes tropas francesas cuando se
En lo tocante al resto de la oficialidad {apitanes, tenientes distribuían las raciones.
y alféreces- y mandos inferiores -sargentos y cabos-, el nom- Los soldados del Batallón tuvieron, además, su propio hos-
bramiento competía a la Junta del Batallón, y lo nomal fue que pital con sede en Vilafranca del Penedés desde 1645. En 1649
los oficiales inmediatos superiores propusieran sus candidatos. la ofensiva de Juan de Garay forzó su evacuación a zonas más
seguras, pero tuvo que ser abandonado definitivamente en 1651.
ESTATUS
La duración del servicio de los oficiales era de un mínimo tres SOLDADA Y FINANCIACIÓN
años. La de los soldados, de una campaña, mientras fueran Las percepciones para el personal de infanten'a y caballería del
sustentados por su municipio. Aquí encontramos otro antece- Batallón, propuestas desde finales de mayo de 1641, no fueron
44 | DESFIERTAFERRn

T Rerraro de Jo5ep de Mc]rgcir/.Í /. de B/.ure (siglo Xvll), grabado de Pierre Daret (1604-1678), Bibliothéque nationale de France. Destacado li'der
rebelde desde los inícios de la sublevación a mediados de 1640, y curtido anteriormente en las disputas entre nyerros y cc}de//5, JOSEP DE
MARGARIT fue designado gobernador general del principado por las autoridades francesas en 1642, lo que hizo de él uno de los hombres
más poderosos de la administración. Es por ello por lo que dirígió las tropas de la Generalitat en diversas ocasiones, entre las que cabe señalar
la derrota de la expedición del marqués del Povar en 1642, la recuperación del valle de Arán en 1643 y, en especial, la defensa de Barcelona
en 1651 -1652. En el curso de la guerra protagonizó varios desencuentros con Josep d'Ardena, responsable de la caballería del Batallón, a
pesar de lo cual fue, junto con este, e.l principal líder de los catalanes que siguieron fieles a Francia tras la capitulación de Barcelona en 1652.

objeto de intensos debates y se aceptaron sin apenas modifi- tante si pensamos que la bolla, el principal impuesto del país,
caciones: los maeses de campo cobrarían 75 libras al mes, los recaudaba apenas unas 160 000 libras y si, además, tenemos
sargentos mayores 50, los ayudantes 15, los capitanes 25, los en cuenta que en el año 1640 para obtener liquidez y frenar al
capellanes 10, los alféreces de maese de campo 20, los alféreces ejército hispánico, los diputados ya se habían endeudado hasta
de cada compañía 12, los sargentos 9, los cabos 7,5, los tambores las cejas con el famoso censal de las 300 000 libras, un esfuerzo
mayores 6, los de cada compañía 4 y los soldados 6 -mosquete- económico sin parangón. Con tal panorama no es de extrañar
ros-y 4,5 -arcabuceros y piqueros-. Cabe mencionar el hecho que la solución a la que se recurrió fuera la de establecer un
de que de sargento para abajo -sargentos, cabos, tambores y nuevo tributo con el que se cubriría el gasto ocasionado por el
soldados-, además de la soldada, tuviesen también derecho a Batallón en sueldos, armamento, equipo, víveres, transporte,
percibir pan de munición. En cuanto a la caballería, solo los etc. Así nació la polémica "tasa del Batallón".
jinetes rasos, que cobraban 13 libras al mes, percibían Dicha tasa se decía universal, o sea que cotizaban
el pan de munición. Por encima de estos, la sol- todos, más no por igual. Como suele suceder,
dada de los fuiTieles y del capellán era de el peso de la carga contributiva -hasta dos
15 libras, la de los tenientes de 30, los terceras partes- recaía, cómo no, en el
capitanes cobraban 50 y el comisario brazo real, los municipios, el pueblo;
general 100. Sin duda, la caballería los brazos eclesiástico y militar il
seguía siendo considerada el arma clero y la nobleza- contribuían con
reina en el campo de batalla, de donativos ocasionales y también
ahí que se establecieran catego- dejándose gravar los censales
rías perfectamente destacadas con los que oprimían económi-
en los emolumentos. Faltaría camente al pueblo. Y, sin em-
todavía la cúpula administra- bargo, la tasa del Batallón fue
tiva de todo contingente mili- la primera con que se aplicó la
tar de consideración, la tríada universalización impositiva,
de altos funcionarios: el vee- que nadie cuestionó, y no
dor, el pagador y el provee- dejaría de sentar precedentes
dor, para quienes parece que en ulteriores reivindicaciones
se preveía una retribución de fiscales. Además, existió un
40 libras para cada uno. Y nos elevado grado de conciencia-
dejaríamos todavía importantes ción nacional, de modo que
cargos como el de gobemador muchos miembros de la pequeña
de amas, el auditor general y el nobleza, un estamento siempre
preboste. afenado a sus privilegios de exo-
Al multiplicar las diferentes per- neración fiscal, admitieron abierta-
cepciones por el número de titulares mente y con pundonor que financiaban
por empleo -esto es, cuatro maeses de el Batallón y se hallaban al día en el pago.
campo, ocho ayudantes, treinta y seis capi- Sin embargo, a medida que avanzaba la
tanes, etc.-, la cifra final, de más de 35 000 libras guerra y el país quedaba más devastado, más
mensuales, alcanzaba tintes trágicos para la depaupe- difícil, y a veces del todo imposible, se hacía mate-
rada economía del país. Tengamos en cuenta que las institu- rializar dicha contribución, que cada vez llegaba con más y
ciones de gobierno -Generalitat y concejos municipales-tan mayores retrasos, impagos y demás irregularidades. Con ello,
solo acostumbraban a recaudar lo justo para cubrir la deuda su percepción nunca pudo ser puntual ni generalizada. En 1648
contributiva prevista o acudir a ocasionales imprevistos -sisas, se negaron a pagar Gerona, Manresa y Cervera, alegando su
aranceles y el impuesto de la bolla-. Correcto, no existía una total mina, y las villas del Plana de Urgell se retrasaron enor-
cultura fiscal a través de la cual se pudieran implementar todo el memente. No ayudó en absoluto la solución de corte represivo
conjunto de medidas presupuestarias óptimas para la financia- que tomó el virrey Marca al prender a los ediles municipales
ción de un gasto tan crecido y expuesto a altibajos como era el y enviar la caballería a alojarse para que cobrase en especie.
militar. Dedicarse, en tiempos de paz, a organizar la guerra, era
un desatino fiscal que solo se podían pemitir las más poderosas FO"ACIÓN
y avanzadas monarquías absolutas. No resultaba fácil hallar soldados para el Batallón. Los suel-
Los contables de la Generalitat empezaron muy temprano dos eran los más bajos de la milicia y se admitía la práctica
a hacer cuentas y estimaron un coste inicial de 540 000 libras de la conscripción, o sea el alistamiento de gente vagarosa o
anuales de estar el Batallón operativo permanentemente, como desocupada -se ordenó alistar a los vagabundos- y condenada
deseaban los franceses, una suma que se les antojaba exorbi- a prisión, al remo o al destierro. Que entre los compañeros de
DE§pERTAFERRn | 45

armas se hallase esta canalla no fue precisamente un aliciente DESAPARICIÓN DEL BATALLÓN
para alistarse, sino más bien para desertar a la primera ocasión, El impacto fiscal que supuso la imposición de la tasa del Ba-
e incluso pasarse al enemigo, como ocurrió en mayo de 1644. tallón sobre los ya depauperados y endeudados -cuando no
En 1646, la Generalitat publicó bandos ofreciendo recompen- en quiebra formal- municipios, con un brutal incremento de
sas de 10 libras a quienes capturasen a alguno de los sesenta gasto del 200 °/o, sumado a la pérdida, a partir de 1652, de la
desertores del Tercio de Barcelona. capital barcelonesa, sede de las principales instituciones de
La responsabilidad de movilizar -llamar, reunir, armar, gobiemo que cargaban con una parte sustancial del coste, hizo
equipar y preparar-a la gente designada para el Batallón recaía insostenible el sistema de financiación del Batallón. Si había
en los concejos municipales. Los franceses dividieron el territo- subsistido durante aquella primera etapa de la guerra (1642-
rio en distritos, cada uno de los cuales se asignaba a un maese 1652) había sido porque jamás consiguió movilizarse en su
de campo. Este oficial poseía la lista de localidades del distrito y totalidad, sino que reunió en el mejor de los casos solo la mitad
el número de soldados que aportaba cada población, a las cuales de los efectivos, con lo que el coste a cubrir también era mucho
enviaba sus capitanes para que los recogieran. menor. Como ya hemos dicho, en 1647 se redujo el contingente
a dos mil soldados, de los que, cuatro años después, a penas
LA HOJA DE SERVICIOS se hallaban la mitad, y con los tercios nutridos de oficiales y
Cabe admitir en pro de los soldados del Batallón el hecho de debiéndoseles muchas pagas. En los últimos tiempos, el coste
que no fueron destinados únicamente a los meros servicios de del Batallón podía cubrirse con apenas 24 000 libras mensuales,
complemento que se podía esperar de tropas auxiliares: vigi- pero el efectivo de lo percibido en el cobro de la tasa era de
lancia, guamición, transporte y tareas de logística, sino que se poco más de 16 000 libras.
hallaron en importantes refriegas, luchando a menudo codo con En 1651, los diputados, advertidos de la grave situación por
codo con los regulares franceses. Así, ya en abril de 1642, con la que atravesaban los municipios, endeudados, sobrecargados
solo la mitad del contingente levantado, tomaron parte activa fiscalmente, y con la guerra y la peste en casa, se opusieron a
en el asedio a Toitosa. la aplicación de la tasa del Batallón y publicaron un Suman.o
En 1643 el Batallón participó en la campaña de Ribagorza, di.scurso en el que proponían una serie de razonables replan-
donde capturó al terrible mi.queJef Miquel Barbaroja. En 1644, teamientos para rebajar la presión fiscal. Dos años más tarde,
la flor y nata del contingente cayó combatiendo en la defensa perdida Barcelona, desaparecía la tasa, y con ella, también el
de Ager, asedio que se caracterizó por su extrema violencia. EI Batallón.
virrey conde de Harcourt revitalizó los efectivos diezmados, de
modo que en 1645 pudo contar con él en la toma de Camarasa;
BIBLI0GRAFÍA BÁSICA
en aquella campaña el cuerpo también se distinguió en el arries-
Cr.istótol .i Escorsa, Pere (2020).. La fi de la Guema dels Segadors. EI
gado cruce de un puente de cuerdas tendido sobre el río Segre; setgedeBarcelona(1651-1652).LacrónicadelgovernadorJosep
sus soldados cubrieron la retaguardia del ejército francés en la deMangcir/t/.deB/.ure.San"cencdecastellet:Farell.
victoria de Llorenc, y se les reconoció su sumo valor y firmeza Espino López, A. (1997): ''¿Existió un ejército catalán en la época
en la defensa de Vilanova de les Avellanes, donde un centenar moderna?'; Manu5crít5, 15, pp. 1 15-120.
hicieron frente, con éxito, a seiscientos enemigos. La crónica Estar\yol Bardera, V. (1999).. El pactisme en guerra. Llorganització
de Miquel Parets parece dar a entender que en 1644 se hallaron militar catalana als inicis de la guema de separació,1640-1642.
en el asalto a Tarragona -al menos, Josep C:acosta, con su ter- Barcelona: Fundació salvadorvives casajuana.
cio- y que al año siguiente algunas de sus unidades estaban en Güell,M.(2003):E/5esgedeTomt7gonc)de7647.Tarragona:Arola.
el Ampurdán cerca del asedio a Roses. Güell,M.(2008):''ConsideracionsalvoltantdelaRevolucióMilitara
La campaña de 1646 les resultó especialmente dura, pues Ca+aluriyd',Pedralbes.Revistad'HistóriaModema,28(Z),pp.199-
muchos fueron apresados en la pérdida de Térmens y buena 224.

parte de la oficialidad resultó muerta o malherida en el combate Güell, M. (2013): '`Notes sobre el Batalló (1641 -1652). Un primer
de Vilanoveta, entre los cuales Ardena y el bravo Mostarós. intentd'exércitpermanent':ACc)m./[Enlínea],22,pp.4-26.
En 1648, ochenta soldados del Batallón se distinguieron en la Sans.iTraNé,J.M.(dir.)(\999)..DietarisdelaGeneralitatdecatalunya.
toma de Sapeira, una intrépida misión que les confió el virrey 747 7-7774, V Any5 7623 cJ 7644. Barcelona: Generalitat de

Mazarino, en una acción enconada que no se resolvió sin hasta Catalunya. Departament de la Presidéncia.

después de cuatro asaltos y la apertura de boquete en la muralla.


= Bibl iografía completa en www.de5perroíerro-ed/.c/.one5.com
Ya con la iniciativa de la guerra en manos de los hispánicos
y en franca retirada (1649), fueron ochenta soldados del Bata-
llón los que resistieron en Sitges hasta el final. En marzo de Manel Güell Junkert narragona, 1965) es licenciado
en Geografía e Historia por la Universitat Rovira i Virgili
1652, para romper el cerco y entrar en la Barcelona asediada,
de Tarragona y tiene un posgrado en Archivística por
La Mothe pudo contar con aquellas unidades que todavía se-
el mismo centro. Ha ganado los premios RodónGirón
guían en pie, algunas compañías sueltas y el tercio que man-
(2000), Francesc Carreres Candi (2001 ), Luci Licini Sura
daba Mostarós, unos "1000 catalanes del batallón, gente vieja".
(2002) y Josep Lladonosa (2007), asi' como la beca de
Una vez dentro, se fusionaron con lo que quedaba del Tercio I'lnstitut Ramon Muntaner (2007) y la beca de la Fundació Noguera
de Barcelona y fomaron el denominado Tercio de Montju.i.c, (2010). Ha publicado diversos libros y es autor de numerosos artículos
que luchó hasta la rendición final. Cuando el cronista habla de sobre la Guerra de los Segadores, la Guerra de la lndependencia e
"gente vieja", se refiere sin duda a veterana; no lo eran en abril
historia militar en general. Fue fundador y director de la revista digital
de 1642, pero tras diez años de recias campañas, se habían de historia militar catalana A carr}./ y trabaja en el Arxíu General de la

ganado, por fin, los galones, el respeto y la general admiración. Diputació de Tarragona.
4B | DESFIERTAFERRn

Los asedios franceses de


Lérida, 164611647
Pere Cristófol i Escorsa
•+

rH

t{tlk .

j-+
i.

DESFIERTAFERm i 47

V E/ 5ocorro de /a p/aza de [ér/.dci (siglo Xvll), óleo sobre lienzo de Pieter Snayers (1592-1667), Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid. Encar-
gado por el marqués de Leganés -coleccionista de arte además de militar-, este cuadro de grandes dimensiones ofrece una vista caballera
de la llamada BATALLA DE SANTA CECILIA, en la que el ejército capitaneado por Leganés, a quien vemos abajo a la izquierda, .en primer
plano, identificable por su bastón de mando, atacó las líneas francesas alrededor de Lérida y obligó al conde de Harcourt a levantar el asedio
a la ciudad. Las fortificaciones-erigidas por los sitiadores contaban como defensa avanzada con un foso doble y una estacada. El grueso del
ejércjto.hispánico atacó el alojamiento de Vilanoveta, el epicentro de cuya defensa era u,n fuerte de cuatro bastiones fácil de identificar en el
lienzo, pues en torno a él se arremolinan l.as tropas de uno y otro bando. EI Regimiento de la Guardia del maestre de campo Pablo de Parada,
apodado `'el de los guapos", fue el que acometió y tomó la fortificación, en y alrededor de la cual se disputarían los combates más duros de
la jornada. El literato y religioso Baltasar Gracián, capellán del ejército y presente en la batalla, escribió una extensa relación de lo sucedido
en la que no deja de asombrarse por la victoria hispánica, que atribuye tanto al coraje de los soldados y la acertada conducción del marqués
de Leganés como a la "providencia y favor del cielo. ''Sea Dios glorificado -escribió-, porque tenía el enemigo 8000 infantes y 3000 caballos,
y nosotros no teníamos más que 5000 infantes y 2000 caballos, y ellos fortificados de siete meses''. © ALBUM / oRONoz

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48 | DESPERTAFERRn
Harcouit asedia Lérida
12 de mayol22 de noviembre
espués de la debacle que supuso la campaña de 1645,
de 1646
D el ejército hispánico de Cataluña necesitaba reorgani-
zarse. Sus tropas permanecían concentradas en Fraga y
Lérida, donde tenía 4500 infantes; Tonosa, con 1500 infantes y
- Movimientos hispánicos

- Movimientos franceess
Abreviaturas
F¡gto.

Cía.
Flegimiento

Compañía
100 jinetes, y Tarragona, con 4000 y 200, respectivamente. El -Asedio francés Cap. Gral. Capitángeneral
grueso de la caballería se encontraba en el interior de Aragón
Huerta ilerdense
y Castilla. Así, a principios de año, se estaba a la defensiva.
Muchas unidades de infantería estaban en cuadro y se dieron
órdenes estrictas de reformar los tercios y regimientos con
menos gente, con lo que se conservaron tan solo seis tercios o
regimientos españoles, dos irlandeses, dos valones, tres napo-
H TROPAS HISPANICAS
Cap. Gral. Legamés
cuartel dé
Guyenne

litanos y tres alemanes. Fuerzas de asal(o


En cambio, Enrique de Lorena, conde de Harcourt y virrey ® Pat)lo de Parada
francés de Cataluña, estaba en su apogeo. A sus victorias en ~ 3=uracíg¡as ¥,#:ndees¡£3tj,r,¡%:p#a#,
ltalia se habían sumado ahora las de Cataluña. Estas solo podían
T:ác,i:ev,ieejlBd,easN,aovaanrirna,(Beaumont)
compararse con la campaña real del Rosellón en 1642. Roses *
había sido capturada y el ejército hispánico hecho añicos en 0 Alonso de Villamayor
rI::8i8¥i:'n°d(évs¡'!aem6ai¥:ir!miraidin)
Sant Llorenc de Montgai y Flix. La única espina clavada era
Lérida, puesto que la resistencia de Balaguer hasta finales de 100 jinetes (Cazador)

octubre le había impedido la toma de la ciudad.


Durante el inviemo, la caballería francesa se dedicó a hacer
® Ch@rles A. de Calonme
Tercio valón de Calonne
Tercio valón de Van der Straten
incursiones para interrumpir eL abastecimiento de Lérida pero,
a pesar de ello, la ciudad pudo ser proveída. Los últimos con- Fuerza de distraccjón
voyes entraron el 3 y el 5 de mayo, lo que permitió acumular ® coronel Cojo
víveres para más de seis meses. Además, Lérida contaba con un }Z§jinoest:::tce°rjo°!(Herbas)
(del Tercio Viejo de Zaragoza)
nuevo gobernador, el portugués Gregorio Brito. Este veterano
maestre de campo había guerreado en Flandes, Italia y ultramar Reserva
desde 1624 y destacaba por su talante ofensivo, que iba a no- ® C@,Ios Padilla
300 jinetes
tarse rápidamente. Así, la noche del 6 al 7 de abril, Brito tomaba
Retaguardia
por sorpresa Térmens, punto fortificado y cruce estratégico del
Segre gracias a un puente de barcas. Dos compañías de suizos Foa:q,U6étserdcioLse3@r::Smientosyeiresto
de la caballería
de Praromann, algunas francesas y otras del Batallón de Cata-
luña fueron hechas prisioneras. El portugués ordenó destruir el
Fuerza de socorro
puente y abandonar el lugar con los cañones capturados.
® Bouthie,
EL PRIMER ASEDI0 i3:i¡&i::ideBorgoñayFiandes
600 infantes aragoneses
El 7 de mayo, el ejército de Harcourt cruzaba el Segre en
Balaguer y emprendía la marcha hacia Lérida, durante la cual
ocupó los castillos de Corbins y Alfarrás. El 12 de mayo Lérida
quedó cercada y se inició la construcción de tres campamentos,
el del Rey, donde se instaló el virrey, el de Couvonges y el de
Vilanoveta, ocupado por el mariscal Chabot. Para garantizar
las comunicaciones entre las orillas del Segre se instaló aguas
arriba un puente de barcas entre los campamentos del Rey
y de Vilanoveta. Ese mismo día los sitiadores asaltaron dos
conventos situados cerca de este último, los de la Trinidad y
San Agustín. un centenar de hombres por veintidós los defensores, incluido
El 16 se produjeron los primeros combates serios cuando un capitán.
los franceses, a las órdenes de Chabot, asaltaron la media luna El 23 de mayo llegaron los diez primeros cañones de batería
situada en el extremo del puente de la ciudad. Los atacantes, desde Barcelona y luego ocho más. Poco a poco los france-
unos mil infantes del Regimiento de Rébé y del Tercio de Sinis- ses reunieron un tren de artillería formado por unas veintitrés
terre, forzaron la guardia, formada por un oficial y quince solda- piezas de gran calibre, entre las que habría al menos dos de
dos, ocuparon el rastrillo y la emprendieron a hachazos contra 24 libras, doce de 18 libras -los "doce apóstoles" de Perpiñán-,
la segunda puerta, pero pagaron un elevado preció, puesto que diez más de entre 10 y 12 libras y otras doce de menor calibre.
recibieron fuego de mosquete desde las fortificaciones, además Frente a esta ariillería, Lérida contaba con veinticinco piezas,
del lanzamiento de granadas y piedras, y el conde de Chabot la mayor de 40 libras, dos de 24, cinco de 10 y el resto con un
murió de un disparo en la cabeza. Los franceses hicieron saltar calibre de entre s y 1 libras.
algunos maderos de la puerta, pero el tercio del conde de Vagos El 26 de mayo una salida hispánica contra el fueite francés
fomó al otro lado y les lanzó picazos por encima y debajo de más próximo a la media luna resultó en la muerte del marqués de
esta. Al final, el asalto fue desbaratado y los franceses perdieron Gesvres, nuevo responsable del cuaitel de Vilanoveta. Su sucesor
Losasediosfri\hic`ese
-.tis+4±-_1eH±7 _ FÉ *n er= O_z<,S'Z~

±±üáz¥z#íBL-
f A) La campaña de 1646. Tras las victorias de 1645, Harcourt decide tratar de recuperar Lérida. A pesar de los intentos franceses por intercep-

tar los convoyes de suministro hispánicos durante el invierno, Lérida ha recibido víveres y munición. La ciudad, además, dispone de una poderosa
guarnición de 4000 hombres al mando un veterano soldado como gobernador, Giegorio de Brito. Térmens es tomado y destruido en la madruga-

§%gdr:'e7í'VB/:ia4g6u8:,rH°ar:ceonu#es:ri|:¡'g'e°hqauce¡:mL8:¡Sd¡:,¡'¡;:i'e8taasc°a:ee'n[ío°spe°rh::epuceonnteAíf:r:áasrcó.qEieT!°;/{r6a4n6C:Siieti::een,::eed;:#agnacr.é§rá:aLnédr:d::

T:::a:eeu,n:r,sspuossítí;:z3:taTs2e#oofdr:j:fésyo3p5toaopdoercd:r:a,,res,emparí#r:dc:nLt:gasmuéss,,í3::sp¡:esf:,:Ígtgr:,aevaancceercsao§:esí:a:asnuar:_e,au::ueff$3rtrga¡;nees; :ü#?::r¡,i,::s:
circundantes, La campaña es un éxito, apoderándose de 400 acémilas y 150 carros con vituallas sin contar con el botín en Ponts
cargadas de suministFos, A pesar de que Harcourt recibe abastecimientos desde Barcelona y Balaguer, la situación en el ejército francés es com-
y las deserciones se multiplican. Leganés, por su parte, también tiene problemas logísticos, El movimiento de Tut(avilla sobre Tarragona
üc::aí
0 en bu.sca de provisiones (regresa con 250-0 acémilas) es buena muestra de ello. Leganés debe dar por concluida su incursión por falta de víve-
res, el objetivo ahora es aprovisionar a los sitiados en Lérida, para lo cual debe acercarse a ella con su ejército ®. El plan del español es atacar
desde el lado en donde se encuentran las trincheras enemigas, atrayendo su atención para permitir la entrada en la ciudad de una pequeña tro-
pa que, saliendo de Fraga ®, debe romper el bloqueo francés. No obstante, lo que en principio pretende ser una gran maniobra de diversión por
parte de Leganés se convierte en una victoria de facto contra los sitiadores, que provoca la retirada total de los franceses de Lérida el 2Z/Xl/1646.
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Lérida, 22/X/1647 óu- Sabadell ,,''

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Reus Constantí, 10-16M1647
Ha,courl
Tarragona Virrey de Cataluña
Escornalb ou o
GD5`e\t¢°:aorad,`:`:::G-¿g:-:;"-d:-:-í:/e¥79€í:`c%r-n-a-,2 Salou
(hasta 111/1647)

Alcañiz
0
0
Calaceite
Condé
Virrey de Cataluña
Cretas° (desde 111/1647 hasta Xl/1647)

8) El asedio de Condé. Luis 11 de Borbón, i]rín


sustituto de Harcouri en 111/1647, Rápidamente 8eLtdaentco:mddeé'h:rcr[bo::uBea,r,::'a°naaLcé?,T:
semana y media antes de 1o que han previsto los hispánicos-pone sitio a la población
el 12W/1647. Pese a su intención de tomar la ciudad cuanto antes y a contar con las
estructuras del asedio levantadas por Harcouit casi intactas, decide abandonar la em-
presa por las dificultades que encuentra, como la tenaz resistencia de la guarnición o el ITerritorio
francésbajo control
en Vll/1644

- Movimientos hispánicos
Í:evsagn:ad:,v3eor;e,,aTt6r£7P,acduoaen:t:ec,:ncj:ddaedcydee,:::¡rr:¡::ed:,L=:rg::gsedseB+rnoqmuaésEós.eE:os¡:
= Movimientos franceses
el 12 hasta el 22/VllI/1647 marcha por las distintas ciudades del sur de Cataluña bajo su
control ®, para preparar adecuadamente ese flanco contra un posible ataque español.
Tras esto, re`gresa a Barcelona. En octubre decide atacar el norte de Lérida, situándo-
J Enclaves hispánicos

Enclaves tomados
se frente a Ager el 6"/1647 ®. La ciudad cae tres días después, y el 18/X/1647 Condé • durantelaíncursiónde
Leganés

Leg:::ad:Fráar::!sac£é¥[:natvriaiia:ar:ta|íz:'udní:::íi'd#a4r7a':t8:::nj:':ósntadn:í,Tf:::ga°::'saa: = Paso de montaña


de ocupar parte del lugar deben retirarse al no querer enfrentarse a una fuerza francesa
mucho mayor. El marqués de Aytona, por su parte, realiza también diversos movimien-
0 12,5 25 37,5 50km
tos cerca de Lérida que conducen a una escaramuza el 22/X/1647 entre la caballería
francesa y la española en la que se imponen los hombres de Condé. Poco después, el
francés se retira a Barcelona y el 7 de noviembre se marcha de Cataluña hacia Francia.
DESPERTAFERR0 | 51

campos en una gran fosa [. . .] donde revientan y mueren facilitaría que la Caballería de Borgoña forzase las trincheras
de hambre, sin asistencia de nadie, y está prohibido por francesas por la ribera derecha del Segre.
Su Alteza bajo pena de ser colgado aquel que les hiciere La noche estaba iluminada por la luna y, después de que
asistencia de cualquier clase. el religioso y literato Baltasar Gracián arengase a las tropas,
tres tercios hispánicos asaltaron silenciosamente el fuerte de
MOVIMIENTOS DE LEGANÉS Rébé. Del lado del Segre atacaron el Tercio de Zaragoza y
El 5 de octubre, un ejército hispánico de socorro dirigido por el de Alonso de Villamayor, y por el lado de Vilanoveta, el
el marqués de Leganés llegó ante el cordón de sitio y, al día Regimiento de la Guardia de Pablo Parada. Provistos de faji-
siguiente, después de escaramuzar con la caballería francesa y nas, escaleras y garfios, los asaltantes empezaron la escalada,
de recibir el fuego de la aiiillería del fuerte de Rébé, renunció no sin ser descubiertos. Pero poco podía hacer la guarnición
a atacarlo. Leganés decidió entonces ocupar la Plana de Urgell del fuerte. Esta, formada por solo treinta hombres, opuso una
para dificultar la llegada de suministros al ejército de Harcouri. breve resistencia, y los soldados que no se replegaron fueron
Sin embargo, es evidente que el mando hispánico reconoció la eliminados. El resto del Regimiento de Rébé acampaba en
zona y tomó buena nota de cómo estaban trazadas las trincheras la proximidad del fuerte, pero se replegó en desbandada y
de defensa franco-catalanas. probablemente con muchos soldados desarmados hacia el
Leganés ocupó rápidamente Les Borges, y después Arbeca campamento de Vilanoveta, por lo que no participó como
y Castelldans. Seguidamente se dirigió hacia Ponts, donde entró cuerpo en los combates.
a saco tras hacer brecha en la muralla el 29 de octubre después Por supuesto, el ataque no había pasado desapercibido y
de un primer intento fallido. Sus habitantes y la guarnición, desde el cuartel de Vilanoveta el conde de Mérinville mandó
formada por quinientos hombres del somatén de Urgell, se disparar tres cañonazos, la señal de alarma convenida. Har-
refugiaron en la iglesia mayor y, gracias a ello, consiguieron court abandonó sus menesteres y organizó las tropas para el
capitular a vidas salvas. contraataque. Pero las tropas hispánicas hicieron lo mismo y
Enseguida se hizo urgente hacer llegar víveres al ejército orientaron los tres cañones que habían encontrado en el fuerte
de Harcourt, y el gobernador de Cataluña, Josep de Margarit, hacia el interior de la línea de sitio. En realidad, la construcción
se aplicó a ello. Primero hizo creer a los hispánicos que toma- de dicho fuerte era un error, puesto que un bastión abieito hacia
ría la ruta de Flix, plaza a la que llegó el 11 de noviembre, y el interior hubiese sido igual de difícil de capturar, pero mucho
desde allí se dirigió inmediatamente a Lérida. Escoltado por más fácil de recuperar. Sin embargo, por el interior de las líneas
quinientos hombres del Tercio de Barcelona y el regimiento el fuerte contaba con una rampa para facilitar el movimiento
de caballería de Aletz, el convoy llegó a su destino sin per- de la artillería.
cances. Asimismo, llegarían también los suministros que el Casi al mismo tiempo, el ejército hispánico asaltó los fuer-
regente Fontanella y el conde de Mérinville enviaron desde tes del Batallón y de Cháteaubriand. Los catalanes se reple-
Balaguer. Sin embargo, como es de suponer, la necesidad de garon del primero cruzando el Segre. En el segundo, el Re-
formar convoyes hizo disminuir la cantidad de los víveres gimiento de Champagne ofreció una tenaz resistencia, pero
llegados y, por ello, las deserciones se multiplicaron. Más después de perder a su coronel, Origny, y cuatro capitanes, se
de quinientos soldados pidieron a los hispánicos paso libre retiró ordenadamente hacia Vilanoveta. Por algo Champagne
hasta Francia. formaba parte de la élite del Ejército francés.
Al no haber podido conseguir cortar de forma decisiva Rápidamente, setecientos jinetes de los trozos de Flandes y
los suministros franceses, Leganés retiró su ejército de Ponts Rosellón a las órdenes del duque del lnfantado pasaron por la
y Agramunt y fue primero a Bellpuig, luego a Castelldans y, derecha del fuerte de Rébé y entraron dentro del recinto fortifi-
finalmente, la caballería de Borgoña al mando del barón de cado. Lo mismo hicieron otros tercios como el de Villalba y el
Bouthier, junto a algunos infantes, cruzó el Segre en La Granja Regimiento de la Guardia, incumpliendo el plan de mantenerse
d'Escarp en lo que parecía el final de la campaña. dentro de los fuertes, que demuestra que el ataque era una di-
versión para permitir que la caballería de Bouthier entrase en
LA BATALLA DE SANTA CECILIA Lérida con suministros. Mientras tanto, las tropas del cuartel
Pero el ejército no se retiraba, sino que se preparaba para aco- de Vilanoveta no intervinieron directamente en los combates,
meter las líneas de sitio e intentar levantar el asedio o al me- puesto que 150 jinetes hispánicos y 120 infantes del Tercio de
nos introducir víveres dentro de la plaza. El 21 de noviembre, Zaragoza los hostigaban desde fuera de las líneas y simulaban
al anochecer, el ejército hispánico se dirigió a Lérida justo preparar un asalto.
cuando Harcourt ordenaba disminuir las guardias. El grueso se El primer combate en el interior del recinto fortificado
aproximó por la ribera izquierda, y por la derecha lo hicieron lo protagonizaron 400 jinetes de los regimientos de Aletz y
las tropas de Bouthier. Por supuesto, la aproximación fue de- Balthazar y del Batallón, estos últimos protegidos con coraza.
tectada por la caballería francesa de los regimientos de Aletz Después de un intercambio de disparos, la caballería hispánica
y Balthazar, que actuaban en descubierta. Hasta dos veces se quedó desecha y, en la confusión, atravesó las líneas de su
avisó a Harcourt de la cercanía del ejército hispánico, pero este infantería y las desordenó. Poco después llegó la caballería
"yaciendo con su garza no quiso creer nada". En definitiva, la franco-catalana, que puso en fuga a la infantería hispánica. Un
pasión por una mujer decidiría el destino de Lérida. testigo de los hechos describe la confusión:
El plan de Leganés era simple: acometer con el grueso
del ejército por la ribera izquierda del Segre y ocupar uno de Aquí fue Troya, y aquí fue la confusión, porque de toda
los fuertes. Desde allí había de repeler los contraataques de nuestra gente se hizo una tropa, caballería e infantería
Harcouii para atraer el mayor número posible de tropas. Así se mezclada, y la del enemigo; cerrando nuestra vanguar-
5Z | DEspERTAFERRn

> Los combates en las TRINCHERAS DE ASEDIO frente a Lérida durante el sitio francés de 1647 se caracterizaron por su ferocidad. El portugués
Gregorio Brito realizó muchas salidas en aras de Ímpedir las obras francesas, en particular la excavación de minas en la dura roca en que se
asentaban el castillo y la Seu, que dominaban toda la ciudad. Para ello, formó una compañía de cíen hombres, todos ellos soldados veteranos,
y con una elevada proporción de oficiales. "La insignia que llevaban los de esta compañía era una banda de tafetán rojo que el gobernador
les daba, con que eran conocidos y diferenciados de los otros; y por esta razón se llamó la compañía de las bandas rojas", escribió un testigo
del asedio. Estos hombres no iban equipados con picas y mosquetes, sino con carabinas, pistolas, chuzos, alabardas, espadas y rodelas, más
adecuadas para combatir en el angQsto espacio de las trincheras. La actividad de esta tropa, caracterizada por sus sorpresivas y efectivas
salidas, dio lugar a una curiosa creencia acerca de Brito entre los soldados franceses, que comenzaron a difundir el rumor de que '`de noche,
transformado en lobo, andaba entre las trincheras reconociendo las partes a donde se habi'a de hacer las salidas''. Esto llegó a oi'dos del propio
Brito, que, después del asedio, escríbió con chanza sobre el tema a don Luis de Haro: `'La curiosidad me pudiera hacer desear otro sitio para
ver el papel que me haci'an hacer, porque el pasado fue de hereje; este de brujo, el otro como no sea de puto; estos otros lo harán tolerable''.
Quizá la leyenda sea fruto de la presencia de perros vagabundos en la tierra de nadie, o tal vez -como aqui' hemos representado-acompañase
a los hispánicos en sus salidas un can de aspecto lobuno. rc) pASLoouTEiRAL

dia de infantería, como era toda gente paiticular, tuvo la circumvalacion los socorros corrian á lo frangente
tieso al principio con grande valor, hasta que nuestra del hyerro y fuego del enemigo con tan fatales suertes
caballería nos rompió, fuimos retirando unos al fortín y como las demas desdichas, extremadamente sensibles
otros se arrojaban desde la trinchera al foso. al General.

Un parte de la infantería, formada por los tercios de Zara- En efecto, el mariscal La Trousse había recibido órdenes

goza, de la Guardia y de Villalba, se refugió dentro del fuerte de atacar el fuerte de Rébé desde la orilla contraria, pero
de Rebé. Allí, siguiendo las instrucciones de Pablo de Parada, al llegar al puente sobre el Segre con quinientos infantes y
se reorganizaron y plantaron cara a la caballería, que tenía que ochenta jinetes pudo ver a las tropas hispánicas desplegadas
acceder al fuerte por una estrecha rampa y a la que rechazaron y simplemente esperó a que el Regimiento de la Marine se
de forma contundente. En el asalto murió el sargento mayor replegase del fuerte del Batallón a través del río. En el cam-
del Batallón, Jeroni de Tamarit. Poco después, el fuerte fue pamento de Gault quedaron solo cien infantes que no pudieron
asaltado por las tropas del conde de Couvonges, formadas en impedir que los seiscientos jinetes de Borgoña, junto a las
vanguardia por el Tercio de Barcelona de Francesc Calvo, al tropas aragonesas que llevaban a grupas, a las órdenes del
que seguían el regimiento de caballería de Couvonges y el barón de Bouthier, cruzasen la circunvalación y se introdujese
de infantería de Anduze. Los catalanes fueron repelidos, y en Lérida. Estos dejaron en la ciudad los sacos de harina y
después el ataque de Couvonges fracasó en cuanto su líder cruzaron el puente de piedra en dirección a Vilanoveta. Allí,
se desplomó por un disparo en el brazo, lo que desmoralizó dicha caballería se topó con el grueso del ejército franco-ca-
a sus tropas, que se retiraron cruzando de nuevo el Segre. talán y, aunque cundió el pánico en las filas francesas por la
Simultáneamente acometieron también el fuerte y a los re- creencia que había llegado un segundo ejército, aquellas eran
zagados hispánicos los regimientos de caballería de Gault y muy superiores. La caballería hispánica fue rechazada y los
Bentivoglio y los de infantería de Lorraine, Montpouillan y regimientos de Borgoña volvieron a Lérida por el reducto
Gesvres, que también fueron frenados en el fuerte, a cuyos de- situado en el extremo del puente.
fensores se había sumado el Tercio de Navarra, si bien el resto Sin embargo, después de cinco horas de combate, Harcourt
de las tropas hispánicas habían sido expulsadas del interior dio la batalla por perdida y ordenó la retirada hacia el puente
del recinto fortificado. En medio del combate estallaron unos situado aguas arriba de Lérida, y después a Térmens y Bala-
barriles de pólvora en una barraca muy cercana al reducto, lo guer, intentando llevarse consigo tres piezas tiradas a mano,
que provocó el incendio del campamento de Rébé y facilitó la aunque al final tan solo salvó una. Por suerte para él, el saqueo
defensa del mismo al iluminar a los atacantes, aunque también del bagaje por parte de los hispánicos retrasó su persecución y
causó la huida de algunos defensores al creer que el fuerte le dio tiempo a romper el puente detrás suyo, por mucho que
estaba minado. algunos soldados quedaron en la orilla izquierda del río y se
A partir de aquí, las decisiones del conde de Harcourt dejan ahogaron unos cuantos que intentaron cruzarlo a nado. Desde
de tener toda lógica. Él mismo, con el grueso de su caballería, allí, se dirigió a Corbins y Menargues. La Trousse, por su parte,
formada por su compañía de guardias y los regimientos de concentró 2000 infantes y 200 jinetes, reunió a los heridos, re-
Boissac, Ferté, Ferron y Broglio, lanzó un ataque tras otro, cogió los regimientos de Gesvres, Mirepoix y 100 jinetes que
intentando que sus jinetes desalojasen a los hispánicos. Como le enviaba Harcourt y se retiró hacia Alguaire, donde serían
es de suponer, solo consiguió diezmar a sus propias tropas. Ni capturados 400 rezagados. En total, llegaron a Balaguer unos
tan siquiera cuando se le sumó el Tercio de Barcelona de Gue- 2500 soldados.
rau Alemany las cosas cambiaron. El resultado nos lo explica Para calibrar la magnitud del desastre, indicaremos que
Magí Sivillá: el Regimiento de Champagne perdió a su coronel y veintitrés
oficiales en los combates, y el de La Marine catorce, o que el
Dexava á un lado y á otro allá, sinó hombres sin de Rébé quedó reducido a ciento noventa soldados. El mar-
vida, cavallos sin valor estendidos unos y otros so- qués de Vaillac murió y otros cuatro coroneles resultaron he-
bre sangre, cabecas, bracos y piernas y cantidad de ridos. Hasta los regimientos suizos que no participaron en los
cuerpos agonizantes, todo era gemir, todo clamar, sin combates del fuerte de Rébé tuvieron cuantiosas bajas. Así,
jamas alcancar sinó en medio de continuos ahayes el de Rahn perdió cuarenta soldados y tuvo sesenta heridos, y
el deseado fin de sus desdichas, y esto no obstante el de Praromann perdió dos oficiales y ochenta soldados, he-
todavia, assi como llegavan de todo el estendido de ridos aparte, entre los que hubo cinco capitanes. Los franceses
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El asedio de Condé
13 de mayo - 30 de junio de 1647
confesarían un millar de bajas, pero fueron muchas más, unas
3000, a las que habría que sumar otros tantos desertores. Aña-
diremos que los soldados que consiguieron huir lo hicieron en
buena parte sin armas. Por ello, el 3 de diciembre Harcourt
pidió al Consell de Cent que se le entregasen 1500 mosque-
tes. También se perdieron el bagaje; veintitrés cañones, 1000
quintales de pólvora y los dos puentes de barcas. En definitiva,
el desastre fue completo. En cuanto a las bajas hispánicas,
las estimamos en quinientos hombres durante la batalla, a los
que debemos sumar por lo menos unos 6000 desertores en la
campaña de Leganés, cuando las tropas pasaron hambre, y
unas 2000 de la guarnición de Lérida.
En Barcelona, el visitador Pierre de Marca se esforzó por
Gardü
minimizar la derrota. En palabras suyas, "explico la verdad, mi-
nimizando las circunstancias que podrían perjudicar a nuestro
honor, como la huida de los soldados, la rotura del puente antes
®?LHH"m
de que todas nuestras tropas hubiesen pasado, de las cuales
algunos se han ahogado, y la pérdida de la artillería, del trigo,
de la pólvora y de casi todo el bagaje''.
Harcourt intentaría desviar la responsabilidad de la derrota . _ "J

TROPAS FRANCESAS
a los señores de La Baume, La Trousse y Mérinville, a quie-
Cap. Gral. príncipe de Condé
nes encarceló, pero todos ellos fueron absueltos en los meses
lnfantería Caballería
siguientes. La realidad es que él, al no atender las advertencias
Flgto. de Champagne Gendarmes
que se le hicieron, era el máximo responsable. Rgto. de La Marine Guardias de Condé
Figto. de Sainte Mesme Rgto. de Enghien
LA LLEGADA DE CONDÉ Rgto. de Persan Rgto. de Longueville

El desastre de la campaña de 1646 obligó a nombrar un nuevo Rgto. de Condé Chevaux-Iégérs


Flgto. de Enguien Rgto. de Condé (1 compañía)
virrey. La corte francesa eligió a Luis de Borbón, príncipe de
Rgto. de Conti Rgto. de Enghien
Condé, tercero en la línea de sucesión al trono de Francia. Los Rgto. de Couvonges Figto. de Condé (12 compañías)
éxitos acompañaban a este militar desde su primera campaña Rgto. de Guyenne F!gto. de Schomberg
en 1643 en Rocroi y el sitio de Thionville. Los años posteriores Rgto. de Gesvres F]gto, de Créqui
Rgto. de Montpouillan
le añadieron nuevos laureles: victorioso en Friburgo (1644) y Figto. de Aletz
Flgto. de Montpeiroux Rgto. de La Mothe-Houdancourt
Nórdlingen (1645), conquistó Dunkerque el año siguiente. La
Rgto. de Flébé Rgto. de Margarit
sucesión de triunfos fue tal que Ana de Austria y el cardenal Flgto. de Anduze Figto. de Marins
Mazarino empezaron a verle como una amenaza para su go- Rgto. de Périgord
Extiamieros
biemo. Así, con su nombramiento, se lo alejaba de la corte. Rgto. de Languedoc
F¡gto. de Marchin
La tarea de Condé no era fácil. Después de la derrota de Rgto. de Mirepoix
Flgto. de Balthazar
F¡gto. de Boisse Rgto. de Beins
Santa Cecilia y las deserciones masivas del año anterior, el
F¡gto. de Vaillac Rgto. de Broglio
ejército francés de Cataluña contaba con 4300 infantes y 1200 Flgto. de F¡oquelaure Rgto. de Pomare
jinetes, más unas pequeñas guarniciones en Flix, Escornalbou, Rgto. Du Champ Rgto. de Gault
Salou, Constantí y Balaguer. Por lo tanto, tenía que reforzar el Suizos Rgto. de Schack

ejército, y para ello contó con los cuatro regimientos de infan- Rgto. de Praromann

tería de la casa Condé, que reunían 4040 infantes, los dos de


caballería, con unos 900 jinetes, y tres compañías de gendarmes
'"
Flgto. de Rhan

y guardias con 250 jinetes adicionales. Junto a estas tropas,


también llegaron las de sus deudos, los mariscales Marchin y
Gramont. coordinación entre el arribo de la armada a Barcelona y el
Mención aparte merece el tren de artillería, puesto que del ejército hizo que Condé se decantara por Lérida. Esta
Harcourt lo había perdido casi en su totalidad. Así, a su llegada plaza tenía un prestigio mayor que Tortosa, y la presencia
a Barcelona, Condé empezó una actividad frenética. En primer de las dieciséis galeras del comendador de Vinceguerre en
lugar, envió a Santa Coloma de Queralt dos piezas de 24 libras, Barcelona hacía prever el asalto a Tarragona, por lo que se
6000 balas de artillería, 5000 granadas, 25 000 libras de pólvora creía que esta plaza sería reforzada en breve. La estrategia de
y 8000 de plomo, además de 4000 cestones para rellenar con Condé implicaría la excavación de trincheras de aproximación
tieiTa y 3000 herramientas para cavar. El grueso de su artillería y la apertura de brechas en las murallas, una tarea difícil, pero
llegó por vía marítima desde Arlés, aunque en realidad solo co- cuya ventaja radicaba que, con la conquista de estas, la ciudad
nocemos el calibre de diez piezas, seis de 24 libras y cuatro de caería como fruta madura.
4, y debido a referencias posteriores intuimos que una decena Lérida estaba defendida entonces por unos 2800 infan-
de piezas tenían 33 libras. tes, 500 jinetes y 43 piezas de artillería, 9 en el castillo de
El virrey había llegado a Cataluña con instrucciones pre- Gardeny y 34 en la ciudad, además de 2 morteros. En este
cisas de apoderarse de Tarragona, Lérida o Tortosa. La des- último enclave quedó destacado el sargento mayor Francisco
puerta de San Martín


H1
convento de
San Mario 1,
\ ` | §:nnv:rnat:c:se„

puerta de
los lnfantes

baluane
de Cantelmo

puerta de los Boteros baluarte de


los lnfantes

convento de
los Capuchinos
convento
del CarmEm

bastión del Fiey

__ -_____A__-_l

puerta de San Antonio baluarte de


Santo Domingo
bastión de
la Asunción

iiii
puerta del Puente

El último imtemto francés de capturar Lérida. Desde el 13W/1647, los franceses se afanan en reforzar las fortificaciones construidas por
HaTcourl el año anterior, y que en gran parte se mantienen todavía en pie. El 20W/1647 se produce una salida por parte de Gregorio de Brito,
gobernador de Lérida, que ataca el cuartel de Vilanoveta, y en el que inflige importantes bajas a los franceses. El 27W/1647 estos consiguen
establecerse cerca del convento de Jesús, construyendo dos trincheras, la del Príncipe y la de Gramont, muy cerca de la muralla de la ciu-
dad ®. Al día siguiente, Ios de Lérida realizan una salida contra esta posición, que retrasa los trabajos de los franceses 0. Una minúscula

t:e:s::;ai:ts:ie:s::n:,:ero:':.:rí:::s:edenaneti:g;is:¡?V(i:i!niaeeoie2s?e[,ia:n4:7:,S:;u:a'ac2da,T:o:se:::cta::s::s::s:n,#egore:|?:Ei,a:S;o:'i!:;!,:sae:h:;i;ná::;iemdai:Sza:#:neántt:a:,i:n;

fpr:,ndc:¡:scíuad:¡:n6.sj:usagaatsersí¡aestefr::tceer:aasst::ssp:arsa:r,cnocnht:::;.mceonT:ean¡:nm,::aíí:boaej:tseddeeT:nr:ddao,;oe]t:#,¡,g4u7ra:,r:t:eo;aef::¡:¡::Cs¡:,ídE:¡:c,¡á

que se suman algunos hombres del fortín de Gardeny, que provoca una gran daño a los sitiadores, en especial a los suizos ®. Se producen
otras dos salidas los días 11 y 13Wl/1647 ®. Todos estos ataques destruyen una parte importante de las trincheras y las minas francesas. El
17Wl/1647 los franceses se dan por vencidos y comienzan a levantar el sitio. El 18Wl/1647, mientras los franceses están cruzando el puen-
te de barcas al norte de Lérida, Ios españoles realizan una salida que es rechazada por los jinetes del Figto. de Margarit. Al día siguiente,
ya con todo el ejército francés en la ribera oriental del Segre, se desmonta el puente de barcas. Parte del ejército permanece hasta el 30/
Vl/1647 en el cuartel de Vilanoveta. Este es el último día del asedio, ya que el lwll/1647 Condé decide retirarse definitivamente de la ciudad.

++\

de la Torre con unos 400 soldados y pertrechos para resistir A partir de aquí empezaron los trabajos de zapa hacia la Seu
un cerco. Vella. Dos trincheras, una dirigida por el mariscal Gramont y
otra por Condé, empezaban respectivamente en el convento
EL SEGUNDO ASEDIO de los Predicadores y el convento de San Francisco. La de
El 12 de mayo el ejército francés llegó a Lérida y ocupó las Condé recibió una mayor atención del fuego hispánico. Poco
trincheras excavadas por Harcourt, pues los trabajos no habían después se abrió una tercera trinchera al lado de las otras dos.
sido destruidos. El primer objetivo antes de aproximarse a las Unos días después, con los puentes sobre el Segre rotos de-
murallas de la ciudad fue la conquista del convento de San bido al deshielo, Brito organizó una salida por el puente de
Francisco. Batido por dos piezas desde el 27 de mayo, los his- piedra. En total, reunió 1200 infantes y 330 jinetes para atacar
pánicos retiraron de allí todas sus tropas excepto veinticinco a Marchin. El combate se saldó con una treintena de muertos e
soldados. Ante la feroz resistencia, que mereció elogios y pre- igual número de heridos en cada bando, intercambiándose los
bendas a los supervivientes, los franceses construyeron una prisioneros a continuación.
mina que volaron el día 30, lo que les permitió apoderarse de El 3 de junio comenzó el día con un concierto de violines y
las ruinas del convento. tambores ordenado por Condé, al que siguió el bombardeo de
EiE | DESFiERTAFERRn

la muralla con doce cañones. La alegría duró poco, pues en las ceses quemaron sus obras, retiraron la artillería y se replegaron
trincheras cercanas al glacis, y por lo tanto a tiro de mosquete, a la orilla izquierda del Segre. Y es que, faltos de minadores,
el caballero de La Valiére, gobemador de Flix, que se movía que eran exterminados en el interior de la mina cada vez que
embriagado fuera de las trincheras de Gramont, murió de un los hispánicos ocupaban las trincheras, y habiendo encontrado
certero tiro en la cabeza. Su sucesor, el señor de Jumeaux, falle- roca en la excavación, Condé, que advertía además el peligro
cería de coma etílico. Y es que además de buen militar, Condé de verse atrapado entre el ejército del marqués de Aytona y la
también era un hombre de excesos. Al final, el gobiemo de Flix guarnición de la plaza, acabó por desistir.
recaería en el conde de Sainte-Colombe Marins. A la mañana siguiente continuó el repliegue, protegido por
Brito dificultó el avance levantando dos bastiones de tierra el regimiento de caballería de Margarit. Acometido por unos
que flanqueaban las líneas de aproximación y que impedían que doscientos jinetes hispánicos, el conde de Aguilar perdió su
las obras progresasen. Los ingenieros franceses, por su parte, caballo, pero sus tropas aguantaron la embestida y derrotaron y
iban consolidando el avance mediante la construcción de fuer- dispersaron a los atacantes, 1o que garantizó el repliegue.
tes en los lugares en que las trincheras cambiaban de dirección. En los veintisiete días de asedio los franceses dispararon
Condé también mandó minar el castillo de Gardeny. unos 7300 cañonazos por 6884 los hispánicos. Así, podría ser
Las noches del 4 y 5 de junio los hispánicos hicieron dos que la artillería francesa se estuviera quedando sin munición.
salidas desde la puerta de los lnfantes, ocuparon las trinche- Las pérdidas confesadas por Brito fueron de 80 muertos y
ras, mataron a los minadores y quemaron las obras. Aunque 250 heridos. Una cifra más realista sería de 500, en todo caso
finalmente las tropas francesas los expulsaron, sus destrozos muchos menos que las pérdidas de Condé, de unos de 3000
retrasaron los trabajos. El día 6 sorprendieron a los sitiadores hombres, causadas principalmente por las deserciones. Para no
con un ataque al mediodía con ciento cincuenta soldados. Como reconocer su fracaso, el príncipe pemaneció diez días más en
cuenta Brito: ``fue tan impetuossa la salida y con tanto animo Vilanoveta a la vista de Lérida, hasta que el 30 de junio decidió
retirarse a Les Borges.
y esfuerco de los ntros que les obligaron el desamparar todas
las trincheras retirandose viendo todos los esguicaros [suizos]
zediendo la suia natural ferocidad a la bicarria y valor español. EL FIN DE LA CAMPAÑA
Y era cuitamente deber uyr a toda carrera los tropeles de ellos". Una vez fortificado el campamento del ejército en Les Bor-
Los atacantes quemaron a conciencia las obras durante dos ges Blanques, el comandante francés inició una gira de ins-
horas. Los suizos, con unas doscientas bajas y desmoralizados, pección de las fortalezas francesas y dispuso 1o necesario
no sirvieron más en las trincheras. Solo la intervención de para su defensa. En primer lugar visitó Flix y luego pasó
Condé, montado en su caballo blanco, con su guardia perso- a Salou. Después demostró su maestría y, a pesar de su
nal y sus compañías de chevaux-le'gers y gendarm€s, más los inferioridad numérica, desde su posición central rechazó
regimientos de Champagne y de Balthazar, consiguió repeler todos los ataques del marqués de Aytona desde Lérida y de
a los atacantes. Tuttavilla desde Tarragona, consiguiendo conquistar además
El s de junio los franceses reunieron escaleras y se prepa- la plaza de Ager. En definitiva, la campaña de 1647 resultó
raron para el asalto, pero Brito les lanzó un carro repleto de en frustraciones para los dos contendientes y mejoró muy
barriles de pólvora, cuya explosión hizo abortar el ataque. El ligeramente las posiciones francesas en Cataluña, eso sí, a
11, en otra salida, los sitiados volvieron a ocupar las trincheras un coste muy elevado.
y una mina, y destruyeron de nuevo los trabajos. En la acción
participó una compañía fomiada por cien oficiales reformados y FUENTES PRIMARIAS
uniformados con una banda roja. Los franceses del Regimiento
Archives du Ministére d'Affaires Étrangéres, Correspondance
de Montpouillan se desbandaron, y es que los sitiadores estaban
Politique Espagne 26, 27 y 28.
tan cerca de la plaza que prácticamente no podían sacar la ca-
Biblioteca Nacional de España, manuscritos 1441, 2377 y 2378.
beza de sus pequeñas trincheras, cavadas en terreno pedregoso, Biblioteca del Palacio Real: Apunfcim/.enío5 de /a5 guerrt7s enfr€
y los defensores escogían el momento en que los veían más des- España y Francia en ltalia y Cataluña (1636-1647), Mariuscr.rft!o
prevenidos. Normalmente, en un asedio, el asaltante hacía bre- n.o |1/1113.
cha en la muralla y destruía la artillería enemiga. Pero este no
era el caso, ya que la artillería francesa estaba completamente BIBLI0GRAFÍA BÁSICA
dominada por la hispánica, que disparaba desde posiciones Gonzalo, J. L; Ribes, Á.; Uceda, Ó. (1997): E/5 5etge5 de L/e/.da, 7644-
más altas. Sin embargo, la lucha fue feroz. El teniente coronel 7647.Lleida:AjuntamentdeLleida.
del regimiento de Du Hamel fue herido, y un sargento mayor
resultó muerto. En el habitual contraataque, se reunieron los = Bibl iografía completa en www.desperfoferro-ed/.c/.ones.com
regimientos de infantería de Champagne y de Rhom junto con
los de caballería de Gault y Mazarin, más los chevaux-le'gers y
Pere cristófol, abogado civilista, ejerce en Andorra.
gendarmes de Condé. Es también ingeniero industrial. Desde 2009 investiga
El 13 por la noche Brito organizó una nueva salida en la la Guerra Franco-Española de 1635-1659 en los
que, una vez más, sus hombres ocuparon las trincheras y la archivosfrancesesyespañoles.Colaboradordela
mina, aunque fueron expulsados después. En el combate recibió revista electrónica A Com./, ha publicado también en la
dos heridas. Todavía el 17 se llevó a cabo otra salida con dos- RevistaarqueológicadeTamagona(2016)yend.Nersas
cientos soldados, pero en esta ocasión el ataque hispánico no publicacioneslocales.En2020publicasuprimerlibro,Lafide/aGuem
tuvo éxito porque las trincheras tenían una guarnición mucho delsSegadors.ElsetgedeBarcelona(1651-1652).Lacrónicadelgovernador

mayor que la habitual. Sin embargo, esa misma noche los fran- JosepdeMargaritideBiureUFarell,2020).
La historia de los e].ércitos y aiTnadas
de la Monarquía Hispánica, a tu alcance
1490
DESPERTA FERRO ESPECIALES

1630

1640

1650

1660

1710
EE | DE§FIERTAFERRn

11
Cataluña en las
de paz de úÜ:gE[ca.ñ=.ones
Fernando Negredo del Cerro - Instituto de Estudios Hispánicos en la Modernidad

LA REvuELTA y posTERioR GUERRA DE GnALUÑA (1640-1652) sE soLAPAN EN EL TiEMpo coN EL pERioDo cRuciAL
DE LA GURRA DE LOS TREINTA AÑOS, ESE QU LA HSTORIOGRAFÍA TRADICIONiu IIA VENIDO EN LLAMAR, NO SIN UNA
CARGA DE SUBJETTVIDAD MÁS QUE DISCUTTBLE, LA "FASE FRANCESA" DEL CONFLICIO (1635-1648). SU EVOLUCIÓN
SE ENLAZA POR TANTO INEXTRICABLEMENTE CON LA DEL GRAN CONFLicTO EUROPEO Y, EN LAS CONVERSACION.ES DE
I'AZ ABIERI.AS I'ARA BUSCAR UN FINAL AL MISMO, LA CUESTIÓN CifflALANA TUVO UNA IMPORIANCIA MANIFIESTA EN
ESPECIAL A LA HORA DE PERFILAR LAS ESTRjffiGIAS NEGOCIADORAS DE FRANCESES Y ESPAÑOLES.

anterioridad había habido diferentes intentos -la Paz de Praga,


sujeto en dichas negociaciones, y su porvenir quedaría el congreso en Colonia ...- pero todos habían fracasado por la
Como vinculado
habremos al de ver,
albur Cataluña
de la evoluciónfue más
de la objetoentre
contienda que escasa voluntad negociadora de los principales implicados. Sin
Madrid y París sin que la opinión de los catalanes, a pesar de embargo, la evolución de la guerra y, sobre todo, la dinámica
débiles intentos en contrario, fuese tenida en cuenta en unos de dificultades por las que comenzaban a. transitar los Habs-
acuerdos que, como es sabido, no se cerraron en Westfalia, sino burgo tras las revueltas peninsulares de 1640 y la desafección
que acabarían por tomar forma definitiva once años después en de diferentes adherentes del lmperio propiciaron un .clima, si
la Paz de los Pirineos. no de entendimiento, al menos de voluntad negociadora que
Los inicios de la quinta década del siglo XVIl pueden con- permitió los primeros contactos sinceros. Por fin, a finales de
siderarse como el momento en que comenzaron a encarrilarse 1641, se firmaron los preliminares de Hamburgo, documento
las negociaciones de paz para acabar con el sangriento con- por el cual se designaba a las ciudades westfalianas de Münster
flicto que arruinaba gran parte de Europa desde 1618. Con y Osnabrück como territorios neutrales y a salvo de la vorá-
DESFIERTAFERRD | 59

1 L'E5pagne emp/.rée (cc}.1646-1649), grabado anónimo, Bibliothéque nationale de France, París. En esta ESTAMPA SATÍRICA, varios caballeros
españoles de aspecto caricaturesco tratan de alcanzar en vano orbes que simbolizan el dominio del mundo mientras distintos personajes,
identificados como un holandés, un sueco y dos franceses, Ies arrebatan una serie de ciudades -Hulst (1645), Dunkerque (1646), Piombino
(1646), Porto Longone (1646) ...-. El ti'tulo consiste en un juego de palabras que aprovecha la cercanía fonética entre los términos franceses
empi.re (imperio) y empí.rée (empeorado) para describir la difi'cil situación que afrontaba la Monarqui'a Hispánica en el plano internacional en
los últimos años de la Guerra de los Treinta Años, cuando combatía en Flandes, Alemania, ltalia, Cataluña, Portugal y las lndias. La idea de la
decadencia está muy presente en el tratado político /deo de un prí'r}cÍ.pe po//`í/.co cri.5íÍ.c]r)o represenícido en c/.en empre5cÜ ( 1640), la última obra
de Diego de Saavedra Fajardo, que dirigió la delegación hispánica en Münster antes de la llegada del conde de Peñaranda, en la que escribió
que, más que en la conquista, `'la dificultad está en la conservación, siendo más dificultoso el arte de gobernar que el de vencer, porque en las
armas obra las más veces el caso, y en el gobierno, siempre el consejo". El diplomático español concluyó que, a pesar de los esfuerzos de los
soberanos hispánicos de la casa de Austria durante más de un siglo, la defensa de la monarquía universal y del catolicismo estaban abocados
al fracaso ante la creciente e inevitable multiplicidad política y religiosa de Europa.

gine bélica que los rodeaba con el objeto de que allí pudieran claro que el Rosellón y Cataluña debía presentarse como dos
reunirse los compromisarios de ambos bandos para comenzar realidades diferentes, pues la primera se consideraba parte
las negociaciones. Es de destacar que en este documento se inalienable de la corona de san Luis arguyendo que el Tra-
explicitan "1os príncipes a cuyos plenipotenciarios o diputados tado de Barcelona-Narbona de 1493 no había tenido ningún
se deberán dar por una y otra parte salvoconductos", quedando valor. Sin embargo, con respecto al principado, la posición
claro que el bando hispano-imperial se comprometía a expe- francesa era mucho más ambigua. En estas mismas instruc-
dirlos a franceses, suecos, saboyanos y plenipotenciarios de ciones se discurría sobre la obligación del soberano Borbón
las Provincias Unidas, así como a los diputados del elector de de defender los derechos de los catalanes tanto por haberlo
Tréveris, a los del conde palatino, el duque de Brunswick, los elegido como su conde como por el derecho de conquista que
representantes de Hesse y "para todos los estados del lmperio, las armas le conferían. Ambas interpretaciones, no siempre
aliados y adherentes de Francia". Como es fácil observar, la fáciles de congeniar, formaban el armazón jurídico con que
diplomacia hispana se había cuidado mucho de omitir deli- los diplomáticos franceses deberían enfrentarse a las reivin-
beradamente a cualquier mediador de sus territorios rebeldes dicaciones hispanas. Pero para reforzarlo, la regencia había
-Cataluña y Portugal-, realidad a la que con posterioridad se impulsado también una medida que, no obstante, muy pronto
aferraron los diplomáticos de Felipe IV con fuerza. Estos pre- presentaría enormes complejidades, y de ahí su desaparición.
liminares convocaban a los interpelados a acudir a Westfalia en Nos referimos a la petición cursada a las instituciones catala-
la primavera siguiente "quiera Dios sea para bien y felicidad de nas para que remitiesen a Münster a una "persona capaz, fiel
la Cristiandad", fijando como fecha de inicio de las conversa- y bien instruida en las leyes e historia del país para informar
ciones el 25 de marzo. a mis embajadores sobre este negocio". La Generalitat y el
Las negociaciones de paz comenzaron su andadura, por Consell de Cent acogieron de forma muy positiva tal petición
tanto, coincidiendo con la conversión de la revuelta catalana y en muy breve tiempo designaron a un hombre de su entera
en una guerra intemacional tras haber proclamado Cataluña confianza para la misión, el doctor Josep Fontanella, regente
al rey francés Luis XIIl como su conde y señor natural por de la Audiencia de Barcelona, quien marcharía acompañado
el Tratado de Péronne de 19 de octubre de 1641. En realidad, de su hermano, el poeta Francesc. La idea que la oligarquía
debido a retrasos por cuestiones de protocolo y organización antifelipista perseguía era hacer de Cataluña un protagonista
intema del lmperio, las verdaderas negociaciones no empeza- más en las negociaciones y tener voz con la que defender los
rían hasta 1643, fecha a la que debemos prestar cieiia atención intereses y deseos del principado. Ahora bien, desde casi el
para entender en su enorme complejidad los acontecimientos primer momento la delegación francesa se dio cuenta de los
que después acaecieron. problemas que esta decisión les planteaba tanto desde el punto
de vista diplomático como político.
LA MISIÓN DE FONTANELLA En efecto, nada más saber que Francia pensaba incluir en
La campaña de 1642 había sido de las más fructíferas para las el séquito de sus plenipotenciarios a representantes catalanes,
armas francesas en el principado con la toma de Monzón y la los embajadores españoles comenzaron su labor de zapa y se
conquista del Rosellón, entre otras victorias. El recibimiento al negaron en redondo a aceptar su presencia como tales. Don
virrey La Mothe en Barcelona y la gran fiesta en su honor ce- Diego Saavedra, jefe de la legación hispana en ese momento,
lebrada por la nobleza del día 14 de diciembre, que se extendió se mostró desde el principio muy crítico con su presencia, pues
hasta las cinco de la madiugada, pueden ser el símbolo de una abogaba por que los intermediarios -el nuncio y el embajador
unión que se antojaba entonces muy consolidada, mientras que veneciano- no les reconocieran y ni siquiera hablasen con ellos,
la caída de Olivares apenas un mes después significaría, por y triunfante escribía al rey el primero de abril de 1644 nanando
el contrario, la enorme debilidad del gobierno de Felipe IV. cómo había presionado a ambos para que así lo hiciesen por-
Los objetivos de Barcelona y París parecían confluir a pesar que lo contrario "sería contra lo ajustado en los preliminares
del relevo en el gobierno francés tras la muene de Richelieu y contra el decoro de Vuestra Majestad". La intransigencia de
y su sustitución por el cardenal Mazarino. No obstante, ya por la diplomacia española tuvo éxito, pues el mismo Fontanella
entonces circulaban escritos que desvinculaban el Rosellón de daba cuenta el 9 de julio de la negativa del nuncio a recibirle y,
Cataluña y lo hacían territorio francés, tesis enseguida adoptada aunque lograse pequeños contactos informales, la realidad es
por la corte gala. que en Münster nunca fue reconocido como un legítimo repre-
Así las cosas, en las primeras instrucciones remitidas por sentante de un territorio en guerra. En honor a la verdad, poco
la regente Ana de Austria a sus emisarios para que nego- se le puede achacar al regente catalán, ya que los representantes
ciasen en Münster (30 de septiembre de 1643) ya se dejaba franceses apenas le apoyaron en sus pretensiones.
EÜ | D[§pERTAFERRn

• Retrato de Gaspar de Bracamonte, conde de Peñaranda (1648), gra-


bado de Anselm van Hulle (1601-ca.1674), Bibliotheek van het
Vredespaleis, La Haya. Destacado hombre de Estado con Felipe IV
y Carlos 11, GASPAR DE BRACAMONTE no fue solo plenipotenciario
español en Münster, sino también presidente de los consejos de Ór-
denes y de lndias y virrey de Nápoles. Pendiente en todo momento
de la evolución del teatro de guerra catalán, Bracamonte insistió, tras
las victorias francesas en la campaña de 1645, en la firma de una tre-
gua en el principado y, si bien la propuesta no prosperó, supo apro-
vechar la oferta de la delegación francesa de restituir a la monarquía
Cataluña -incluido el Rosellón si era preciso-a cambio de los Pai'ses
Bajos para provocar divisiones entre París, La Haya y Barcelona, lo
que facilitó el entendimiento entre la Corona española y las Provin-
cias Unidas, sellado en el Tratado de Münster, y permitió a aquella
concentrar sus recursos en la guerra contra Francia.

Noestádarohastaquépuntolainfomaciónaquírecogidahace
honor a la verdad o tiene bastante de autojustificación. El hecho es
queduantetodoelmesdemayoSaavedrasiguióenviandocartasde
tenor parecido Uegando a afimar ``que la negociación con estos di-
putados de Cataluña cainina bien", pues habían llegado a reconocer
que los minisúos casteuanos les trataban mejor que los de Francia.
Por otiio lado, es indudable que la situación de Fontanella, quien
confesaba que cuando se enconúaba con los españoles ``se hacían
grandes saludos", no ei'a nada cómoda. Él había sido comisionado,
según sus propias palabras, para poner fin a los excesos que el
Ejéitito francés cometía y evitar que una paz entre Madrid y Paris
no respetase la unidad de Cataluña, pues era de todos conocida la
propuestadeunatreguaquepodriadejaralprincipadotalycomose
encontiaba en esos momentos. A pesar de las exhortaciones en con-
trario, don Josep era cada vez más consciente de que las palabras de
Mazarino al respecto diferian mucho de 1o que sus hedos dejaban
entrever. La escasa atención prestada al fiente peninsular en com-
paración con el ita]iano o el flamenco había devenido en el desasti€
de Lérida y la defenestración del viney La Motiie, y todo ello había
influido en los complicados equilibrios políticos de un territorio
donde las fidelidades eran mucho más fluidas que en otros lugares.
Quizáporelloelenviadocatalánnocerraselosoídosaloscantosde
sirena de Saavedra. El caso es que en diciembre de 1644 Luis XIV,
Pero si la presencia de Fontanella y sus acompañantes ha- en dos cartas remitidas a Münster, ordenaba a Fontaneua "que a
bía generado un problema diplomático para Francia, mucho pesar de haber resultado muy agradables sus servicios en Münster,
peores eran las implicaciones políticas que de sus gestiones losjuzgabamásnecesariosencataluña[...]deseoportantoque,los
podían desprenderse. Porque, casi desde su llegada a la ciudad más pronto posible, os trasladéis a esta corte para recibir las órdenes
alemana, el mediador catalán fue contactado por Saavedra en que debéis cumplimentar al regresar a Barcelona".
una clara estrategia de dividir las posiciones rivales. Así, el 23 Al embajador francés, el rey le ordenó que hiciera cumplir su
de abril de 1644, don Diego escribía a Felipe IV que: disposición de inmediato. Ante un mandato imperativo de tal caLi-
bre, al regente catalán no le quedó más remedio que abandonar el
Habiendo considerado que la provincia de Cataluña es- escenariodelasnegociacionesyvolverasupatia,endondeelpoder
tará dependiente de lo que aquí se tratare y resolviere, y fiancés andaba adverido de sus andanzas de una foma un tanto
que si entendiere que franceses tratan de acomodar sus cruel, pues Mazarino había escrito:
cosas sin hacer caso de ella se moverá a acomodarse con
Vuestra Majestad y aún a echar de ella a los franceses, No podía consentirse que un hombre [Fontanella] que
voy tratando de ganar a los catalanes que están aquí, había sido enviado a Münster para facilitar memoriales a
enviados del Principado, por medio de un jesuita alemán los embajadores, para justificar el derecho del Rey sobre
confidente inío y de ellos, y que se comuniquen conmigo Cataluña y los justos motivos que ha tenido el Principado
secretamente y entonces yo les prometeré algunas mer- para deshacerse de la obediencia del rey de Castilla, se
cedes de Vuestra Majestad para ellos y para sus parientes haya atrevido a ofrecer proposiciones de paz por su cuenta
[...] y espero que se dispondrá bien porque ya se ha aprovechando el mal estado de los negocios del rey en la
comenzado la plática poniéndoles en ella el jesuita a lo Provincia (BNF, Fonds Francais vol. 4199, f. 154; Sana-
largo y confiesan las calamidades que padece Cataluña bre, La acción de Francia en Cataluña, p. 356.).
y que les conviene volver a Vuestra Majestad que sufrir
a los franceses, excusándose de lo hecho con las razones De esta foma acabó la participación catalana independiente
ordinarias (AGS, E, leg, 2345; CODOIN, 82, p. 37). en las conversaciones de Westfália. Poco se había logrado, ya que,
OESPERTAFERRU | lil

además de las intigas descritas, duante todo el año 1644 casi nada discutiendo no se aceptase la separación de Cataluña de Francia y,
es 1o que se había hablado de paz y el horizonte negociador apenas en caso de tregua, que esta no se fimase sin recuperar Lérida, Ta-
había llegado a plantear las grandes cuestiones. Cuando estas em- iTagona y Tortosa. Para asombro de los dirigentes catalanes, tanto
pezaran, los delegados de Cataluña estan'an lejos y su capacidad Marti Vfladamor como Ardena, que seguía en la capital francesa,
de actuación sen'a nula. fueron convencidos por la diplomacia gala para que aceptasen una
tregua con España sin que esta entregase las plazas recién referidas
UN TRUEQUE FRUSTRADO (9 de mayo). Esta daudicación se asumió como una deslealtad por
En efecto, a partir de 1645 las negociaciones adquieren nuevos las autoridades barcelonesas y, además de propiciar el castigo para
tintes. Las deiTotas imperiales de Jankovice (marzo) y Allerheim ambos emisarios, contibuyó a enrarecer aún más las relaciones en-
(agosto) llevaron la desesperanza a los negociadores de Femando 111. tre la regencia y los catalanes. Por eno, Pierre de Marca, siguiendo
A pesar de las palabras de ánimo de sus corTeligionarios hispanos, la insm]cciones de Mazarino, volvió a insistir en que Francia se negan'a
ramavienesadelosHabsbugo,convencidadelainevitabilidaddela a "consentir al tratado de la paz sino con condición de retener esta
derrota, inició, ahora sÍ, conversaciones daras de paz de foma unfla- provincia". Pero el mal ya estaba hecho, y la ambigüedad diplomá-
teral.LallegadadelcondevonTrauttmamsdorf,principalconsejero tica, sumada a los reveses en la campaña -la retirada de Lérida- y,
del emperador, ratificaba este proyecto que dislocaba totalmente el sobretodo,alyadecididopactohispano-neerlandés,quesuponíaun
plan español. La situación en que esto dejaba a la Monarqu'a His- vuelco en el escenario negociador, hicieron que la cuestión catalana
pánica era, sencillamente, desesperada. Son conocidas las palabras pasase a un segundo plano. Madrid, libre del doble fiente en los
de Peñaranda, jefe de la legación española desde el verano de 1645, Pai'ses Bajos, pudo renovar la ofensiva mi]itar en varios escenarios
ugiendo la necesidad de alcaiizar acuerdos a toda costa, pero quien yPan'ssevolcóenconseguirladesafeccióndelaliadoimperial,algo
quizá mejor lo describió fue el conde de Chinchón en la Junta de que lognó en Münster. Recordemos que ese tratado in Osnabrück
Estado el s de enero de 1646, cuando acabó su voto afimando: "con laMonarqu'aHispánicahabíadelegadosurepresentaciónenmanos
quedelasdoscosas,capitularmenosbienoperder1oquequedacon imperiales-nofueratificadoporloshispánicosapesardequevarios
la espada en la mano, si bien lo último es más bizarro, lo primero puntos le atañían directamente y, por lo tanto, el contencioso con
tenía por más prudente y que deja abierta puerta a la recuperación", Francia, y con él la cuestión catalana, se mantuvieron activos hasta
cifrando en las posibles revueltas intemas ffancesas dicho deseo. la Paz de los Pirineos; aquí se sancionó, a pesar de las protestas,
Pues bien, en este contexto Cataluña se entendió como una la división de Cataluña con la pérdida del Rosellón; una Cataluña
posible moneda de cambio eme Francia y España. Mazarino, en vuelta ya a la obediencia de Felipe IV.
principio, llegó a aceptar la propuesta veneciana de ma tregua que
dejase el país dividido entre ambos contendientes, algo que alamó
BIBLloGRAFÍA BÁSICA
enomemente a los dirigentes catalanes que, no autorizados a enviar
Costa, J.; Quintana, A.; Serra, E. (1991 ): '`El viatge a Münster dels
nuevos emisarios a Westfalia, remitieion a París al conde de llla,
germans Josep i Francesc Fontanella per a tractar les paus
Josep d'Ardena, con insu.ucciones para ``que en manera alguna se de CairiEilurvyd', Polyglotte Romania. Homenatge a Tilbert Di'dac
discuta ni consienta que esta provincia sea separada de la Corona de 5íegmc7m, 1. Frankfurt am Main: Domus Editoria Europaea,
Francia". Su influencia fue nula sobre el cardenal valido, quien, a la
pp. 257-294.
vista del desempeño bélico, pergeñó una nueva estrategia como era Negredo del Cerro, F. (2016): [a Guem de /o5 rre/.nfa Años. Una
intercambiar Cataluña (induido el Rosellón) por los Países Bajos. visióndesdelaMonarqui'aHispánica.Madr.id..Simestis.
Así, a lo largo del primer timestre de 1646 fue tomando cuerpo la Sanabre,J.(1956)..LaaccióndeFranciaencataluñaenlapugnapor
idea de un oueque que podiía ir asociado, induso, a un matimonio lahegemoni'adeEuropa:(1640-1659).Barcelona..RealAcadem.ia
real. Si desde 1644 se había insinuado que la infanta Man'a Teresa ca- de Buenas Letras.
saseconelduquedeAnjoullevandocomodoteelFrancoCondadoy Sánchez Marcos, F. (1999): ``El ftituro de Cataluña: Un 5u/.ef brú/aní
Aitois o el ducado de Milán, en 1646 la apuesta subió de grado, pues en las negociaciones de Münster'; Pednt]/bes. Rew.5fci d'H/.stór/.a
el negocio consistia en que fuera el propio Luis XIV el novio, y la Modema, 19, pp. 95-116.
dote,latotalidaddelospaísesBajosacambiodelacataluñaocupada stmón.iTarrés,A.(201l)..Dell640all705.lJautogoverndecatalunya
oalmenos,lanegociacióndemaü.egua.Estapropuestasesabíaque i la classe dirigent catalana en el joc de la política internacional
europecJ.Valencia:PublicacionesdelaUniversidaddeValencia.
produciría agrias reacciones en los aliados, y de ahí que se escribiese
a los embajadores fianceses "que se procurara no se infomaran nas
= Bi bliografía com pleta en www.de5períc7Íerro-edí.ci.one5.com
autoridades catalanas] de tales proyectos porque se creen'an ti.aicio-
nados". Como es de imaginar, a los españoles les fáltó tiempo para
filmtalespropuestas,enespecialalosnegociadoresdelaProvincias Fernando Negredo del Cerro, catedrático de
Unidas, creando todo ello un gran desasosiego en Barcelona. enseñanza secundaria, doctor en Historia Moderna

Para evitar la desafección de Cataluña, la corte ffancesa mantuvo (con premio extraordinario de doctorado) y máster en
Historia Contemporánea, ha sido profesor asociado en
duante todo ese año la ficción de conseivar su voluntad de defender
las universidades Complutense y Carlos 111 de Madrid
los derechos y territorios del principado. De hecho, en maizo, el
y profesor invitado en diversas universidades tanto
ministro Le Tellier escribió al virrey, conde de HarcourL para que
españolas como extranjeras. Especialista en la España del Siglo de
comunicase a la Diputación del General "la conveniencia de mandar Oro, ha publicado más de cincuenta arti'culos y capítulos de libro, así
una o dos personas a la Coite para infomar a los plenipotenciarios como diferentes monografías, la última de ella junto a sir John Elliott,
de Münster de los intereses del rey en Cataluña". El eleado hie el centrada en la edición de la correspondencia entre el cardenal infante
Dr. Francesc Maití Viladamor, mo de los más activos portavoces don Fernando y el condeLduque de Olivares. En la actualidad prepara
de la rebelión y significado partidario de Francia, quien marchó para una monografía sobre las relaciones hispano-imperiales en los años
París con la orden de trabajar para que en los ti.atados que se estaban inmediatamente anteriores a Westfalia.
Las Guerras Napo]eónicas. Una historia global
Alexander Mikáberidze representa, junto a Michel Leggiere, Jean-Marc Lafon o PieiTe 0. Juhel, enm
oüios, a la nueva generación de estudiosos de las GueiTas Napoleónicas que se suma a la anterior, enca-
bezadaporBrunoColson,ThienyLentzyCharlesEsdaile,herederaasuvezdelcaminotrazadopordá-
sicos como David G. Chandler, Alain Pigeard o Jean Túlaid. Encama, en consecuencia, la i€generación
y continuidad de la investigación sobre la etapa compi€ndida entie la Revolución ffancesa y el Primer
lmperio(1789-1815).Deorigengeorgiano,sehaespecializadoenelanálisisdeladiplomaciaylaconcep-
ción mi]itar rusa, donde destacan sus estudios sobre la milicia a parir de los escritos de combatientes en
las campañas de 1807 a 1814, y en diversos episodios de la de 1812, como la ocupación y el incendio de
Moscú;laretiradadelaGrandeAméeylabatalladelaBerézina;eldestinodelosprisionerosdelejército
napoleónicoy,especialmente,labatalla.deBorodinóa)espertaFeiTo,2018),empleandounaperspectiva
critica tanto de la concepción militar de los contendientes como de los aspectos políúcos, sociales y eco-
nómicosgeneradoresdelconflicto.Unavisiónqueplanteadesdeunaposicióndeequilibroincidiendoen
los aciertos y eiTores de Napoléon, Alejandro 1 y sus iespectivos consejeios políticos y generales, aban-
donando las consmcciones haaográficas y justificativas presentes, por ejemplo, en la obra de Doininic
ISBN: 978-84-124830-5-5
Lieven,propagandistadelaactuaciónpristinadeRusiaduanteelperiodo.Condichosinimbres,elautor
Páginas: 1040 + 32 en color
acomete una historia dobal de las Guerras Napoleóiiicas, uniendo el análisis de las campañas militares
Autor: Alexander
que caracterizaba las obras de Chandler o Tülard, con las visiones integrales sustentadas en la política
Mikaberidze
intemayextemadelaFranciaimperialdelosestudiosdeLentz.Ungranacieitoquelepemitedemosúar
Traductor: Joaquín Mej ía
quelascampañasinilitarescom.alassucesivascoalicionesantiffancesasnosonsinolacondusiónlóaca
Alberdi
de la suma de los enfientamientos eme las potencias (Gran Bretaña, Rusia, Austia y Francia) tendentes
Editor: Desperta Ferro
al establecimiento y ampnación de las áreas de influencia política y control teritorial; la imposición de
Ediciones
un sistema de dependencias entre Estados derivado de la crisis del Antiguo Régimen y la necesidad de
Web editor:
hacer fiiente a la expansión de las ideas renovadoras impulsadas por la revolución; el sugimiento de los
~.despertaferro- nuevosconceptosdeciudadaníaynación;laÚansfomacióndelosregímenesabsolutistasenmonarqu'as
ediciones.com
parlamentarias de corte burgués-liberal y el consecuente ascenso de los naciona]ismos; la modificación
Reseñador: Francisco Gracia
ymodemizacióndelmodeloeconómicodelViejoContinenteenotiopropiodeunsistemaglobal-mm-
Alonso
dial derivado de la suma del colonialismo, la creciente producción industial y la necesidad de conmlar
las fuentes de materias primas y los mercados, y las repercusiones de las Úansfomiaciones a todos los
niveles, especialmente ideológicos y sociales, que marcarán la nueva etapa de los imperios fiente a los
Estados emergentes eme 1815 y 1914. Mikaberidze uansita en su análisis desde el reconociiniento del
papelcenualdeNapoleón:``elserhumanodemayorescapacidadesquehayaexistidojamás.Sudominio
de los detalles políticos, militares y logísticos, o de mudios otros factores, era proditioso", a la crítica
de su deriva autócrata y el desmenuzamiento de la sucesión de errores que deterTninaron el demmbe
del imperio, asumiendo la función de un riguioso Stendhal. Pero el libro huye tanto del etnocentismo
fiancés, como de la reducción de la época a la polarización de la pugna enm Francia y Gran Bretaña.
Su gran acierto es abrir el foco de atención y conseguir brillantemente enmarcar el conflicto europeo
con sus consecuencias a escala mundial, induyendo teams de operaciones e impücaciones políticas
que por reaa general no se tiiatan en el estudio de las campañas napoleóiiicas, pero cuya trascendencia
queda demostrada en el libro. Se analizan en profundidad la expansión del lmperio riiso en el Báltico y
las consecuencias de la GueiTa Ruso-Sueca; el papel jugado por el lmperio otomano como oponente de
RusiaypotencialaüadodeFrancia;lainfluenciadelaspotenciaseuopeasenelPróximoOrienteyPeisia
comopasopi€vioalosconflictosdelsidoXIX,basesdelgranjuegoquededesaiTollaráenAsiaCentral
duantelasegundamitaddelacenturia;elpapeldelalndia,ylaampliacióndelascoloniasbritánicasen
Áficaparaprotegerlasrutasdenavegaciónycomerciales;elconmldelCaribeylosintentosdeepan-
sión británicos en América Latina aprovechando la debüidad estructural de las monaiqu'as de España y
Portugal, y la gueiTa conúa Estados Unidos eme 1812 y 1815 por el control de la región del Adántico
Norte, obteniendo como condusión que la principal aportación de la etapa napoleónica es la conveisión
de la historia euopea en mundial debido a los múltiples intereses de sus contendientes, al tiempo que
remarcaquelainfluencianapoleóiiicanofinalizaenloscamposdeWaterloo.Alnotiatarsedeundiscuiso
que realice un seguidismo de las transfomaciones asociadas o atibuidas al gobiemo napoleórico, las
condusionesdelautor,ponderadas,explicandequéfomalosacuerdosdelCongresodeVienasirvieron
para asentar el papel determinante de Gran Bretaña, el banquero +io sin una amplia contestación social
y consecuencias económicas intemas- de las sucesivas coaliciones antiffancesas, pero también que a
medio plazo resultarán inútiles para mantener los sistemas políticos en sus témiinos prebéHcos, siendo
la concepción ciudadana y la redamación de liberhdes políticas derivadas del ideario ffancés la dave
paracomprenderunsidodeconvulsionesqueprwocarálasrevolucionesde1830y1848,lacreaciónde
nuevos Estados, y los intentos de independencia de oaicts, con las inevitables reacciones autoritarias que,
en diversos casos, debieron enfrentarse a la constiucción de la leyenda napoleónica, resumida por René
de Chateaubriand al indicar sobre el emperador que "en vida, el mundo se le escapó de las manos, pero
ma vez muer[o se ha apoderado de él''. En una obra excelentemente escrita y traducida, que consigue
mantener el pulso naiTativo a lo largo de sus mil páginas incorporando un apaiato documental y crítico
tan abundmte como necesario, con gran apoitación de documentación de archivo y fuentes primarias,
Mikáberidze pi€senta un imprescindible fiesco del periodo.

Soldados
Todos nuestros lectores conocen sobradamente el buen hacer del pamplonés Jorge Moreno, más
conocido por su pseudónimo de Jordi Bm, fotógrafo y veidadero aitista, especializado desde 2013 en
trasladamos mediante sus composiciones fotográficas a momentos clave de nuestra historia de forTna
inmeisiva y siempre con el máximo rigor, y dándoles Lma aueola épica, que ha sabido cautivar a
todos los amantes de la recreación histórica y de la historia en general. En su anterior trabajo sobre los
ISBN: 978-84-124964-4-4 tercios pudimos conocer a fondo dicho periodo, pero ahora nos encomamos con un estudio mucho
Páginas: 208 más amplio, ya que se ocupa de la evolución e historia de nuesúos ejércitos a lo largo de quinientos
Autores: Jordi Bru, Daniel años y, para reforzar y comentar dichas imágenes, ha contado con ma de nuestras fimas más prome-
Aquillué tedoras, el joven doctor Daniel Aquillué, autor entre otros trabajos de Guerra y cuchi.JJo.. Los si.f].os
Editor: Desperta Ferro de Zaragoza,1808-1809 (La Esfera de los Libros, 2021), estudio sobre los sitios de Zaragoza, al que
Ediciones ya nos referimos recientemente, y cuyos textos para la presente obra bien no son un simple relleno
Web editor: o mero comentario de las imágenes, pues bien podrían constituir por sí mismos un verdadero libro
www.despertaferro- de la historia de nuestros ejércitos con multitud de datos curiosos y desconocidos. El libro, ordenado
ediciones.com cronológicamente, comienza con dos láminas dedicadas a la conquista de México en 1519, para las
Reseñador: Luis Sorando cuales Jordi viajó exprofeso a este pai's y fotografió a los pocos recreadores indígenas alh' existentes,
Muzás para después colocar sus sfluetas en paisajes ya desaparecidos pero que él, como por arte de magia, ha
sabido recrear. Sigue la obra con ooas cuati.o láininas inéditas y espectaculares dedicadas a los tercios
que nos Úasmiten la dueza de 1o que debió ser luchar en medio de u agobiante mar de picas. La
GuemadeSucesiónestárepresentadapormaespectacularvistadelabatalladeA]mansaydosvisiones
del asedio de Barcelona (1714), una con la vida en el interior de la ciudad y otra con su defensa del 11
de septiembre, todas ellas con docenas de peisonajes eme los que los más perspicaces serán capaces
de identificar muchos rostios conocidos, pues los modelos, al igual que en todas las restantes, son
iniembros de los más importantes grupos de recreación de nuesúo pai's, que ya poco o nada tienen que
envidiar a los de oúas naciones. En las páginas siguientes se suceden acciones como la poco conocida
expedición del regimiento Galicia a Escocia (1719), la carga de nuesü-os dragones en Madoma del
Olmo (1744), la desasü.osa expedición a Argel (1775), o la heroica defensa de Tenerife fiente a Nelson
(1797). Llegamos así a uno de los platos fuer[es de este libro, la Guerra de la lndependencia, a la que
dedica diez composiciones que van desde el levantamiento del 2 de mayo hasta la defensa de Zaragoza,
Bailén, la retirada de Astorga, la defensa de Cádiz o la toma de Badajoz, y que son peisonalmente mis
preferidas demio de este libro, y seguimos con otras tres dedicadas a la Primera Guerra Carnsta, y otia
a la tercera, en la que ya aparecen nuestros famosos roses. No podían fáltar dos dedicadas a la Guerra
de Cuba (1898) y otras dos a la sangrienta Fuem de MaiTuecos, ma con los primeros legionarios y la
otraconlalegendariacargadelAlcántara(1921).LlegamosasíalaGueiTacivil,concincoláminasque
reflejan la dueza de la lucha en ambos bandos y en las que vemos a los requetés en sus tincheras o a
los republicanos cruzando el Ebro y, como secuela de esta, nos acercamos de un lado a la División Azul
luchando sobre la nieve y, del otro, a los miembros de la 9 entrando en París. Conduye este trabajo con
sieteláminasdedicadasanueso-oejércitoactualquevandesdelainteivenciónenBosnia(1995)hastala
actual en Letonia, pasando por las misiones del Libano y Afganistán, y he de reconocer que el texto de
estas últimas me ha resultado sumamente esdarecedor y que Daniel ha sabido expHcarlas sabiamente,
citando incluso los nombres de todos los caídos en estas difíciles operaciones que en ocasiones nos
han sido fálsamente presentadas como simples paseos carentes de riesgo.
Banderas y estandartes del Museo del Ejército (1843-
1931). Las banderas de la lnfantería
Sin duda, en la disciplina de vexilología, Luis Sorando es mo de los mayores expeitos a nivel nacio-
nal. Esta obra es uno de los volúmenes que cubren la catalogación de banderas del ejército español,
ti.as Banderas y estandartes del Museo del Ejército 1843-1931. Arillería, ingenieros, carlistas y
trofieos. Catálogo razonado (2020) y Banderas y estandartes del Museo del Ejército 1843-1898.
Las banderas de ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). Catálogo ra2onado (2020), `odos dis-
ponibles en la web del Ministerio de Defensa. En esta ocasión, 1a cronología elegida es desde 1843,
implantación de la rojigualda, hasta 1931, sustitución por ticolor, y el foco se pone sobre el ama
de infanteiía. A pesar de la teórica unificación de modelos y supuestamente menor presencia en
combate, Sorando, a través de una minuciosa investigación, nos muestra una historia más compleja.
Paraempezar,hubovariasexcepciones:cuatromodelosdiferentesdebanderas,banderasquefueron
a la batalla y una frecuente reutilización de banderas por razones económicas. Cuando en 1843 se
ISBN: 978-84-909162-1-6 instauó la rojigualda como bandera del Ejército existi'an en la España peninsular treinta y u regi-
Páginas: 701 mientos de tres batallones cada uno, más el Batallón Fijo de Ceuta. Cada batallón tenía una bandera
Autor: Luis Sorando Muzás blanca, salvo el Regimiento del Rey n.° 1, que las tenía moradas. A partir de entonces se iniciaba
Editor: Ministerio de Defensa un cambio vexilológico que no sería inmediato. Y aún persistirian excepciones, como el citado
Web editor: RegimientodelReyn.°1yeldelaReinaGobemadoran.°27,quienesmantendriansusbanderasan-
https://publicaciones. teriores. A la altura de 1845, el resto de los regimientos ya habían recibido sus nuevas banderas con
defensa.gob.es los colores nacionales. Duante el Sexenio Revolucionario de 1868-1874 hubo cambios simbólicos
Reseñador: Daniel Aquillué en la bandera, bien cambiando el escudo dinástico del Borbón al Saboya, bien ocultando cualquier
Domínguez referencia a la monarquía en tiempos de la Primera República. Con la restauación de los Bortx)nes
se aprobó un nuevo reglamento para la lnfanten'a en 1889, en el cual se describían detalladamente
sus banderas y en 1904 se dispuso la reducción del número de banderas de infantería a una sola
por regimiento. Un último cambio significativo es que a varios regimientos en 1919 se entregaron
banderas con su escudo central cuartelado, con las amas de Castilla, León, Aragón y Navarra, en vez
del usado desde 1843 que solo tenía las de Castilla y León. Eso fue confimado y recomendado por
la Real Academia de Historia en un dictamen de 1924, de lo que se tomó conveniente nota. A partir
de entonces ese sería el escudo de todas las banderas. ¿Qué perrnite este estudio, además de poner
orden en lo que para cualquier profano es un galimati'as, pero en el que Sorando se desenwelve con
maestiía?Reconstmirloshistorialesdeimportantesunidadesquetodavíapemanecíanincompletos.
Así pues, la vexilología no es una mera descripción detallada de una cultura material militar, sino
que peimite una aproximación a la historia de la guerra a través de las unidades que portaban aque-
llas banderas, combatían y morían bajo ellas. Todo ello lo hace Sorando en este catálogo, además,
contextualizado en un periodo tan turbulento como fascinante: la segunda mitad del siglo XIX y
los inicios del XX. Esta obra es, por tanto, no solo un catálogo de banderas, sino ma historia de
unidades del Ejército español en unos momentos trascendentales en su confomación. Y como no
podi'aserdeotramanera,unodelospuntosfuerteseselaparatográfico,puesalasfichasdelcatálogo
las suelen acompañar, además de las imágenes de las banderas, grabados o fotografías de interés.

La guerra de Portugal (1640-1668)


El año del señor de 1640 fue, indudablemente, m annus horrz.bz.7z.s para la Monarquía Hispánica. De he-
cho,esteañomerecióunconceptohistoriográficopropioquesigueplenamentevigenteenlaactuandad:
la "crisis de 1640". Esta tuvo lugar d amarse ma auténtica miríada de factoi€s de todo tipo: político,
ISBN: 978-84-973920-8-2 social, económico, bélico o demográfico. Una de las principales consecuencias de didia crisis fue la
Páginas: 536 + 24 láminas rebehóndelanoblezaportuguesa,queestauóenelpeormomentoparaelcondeduquedeOlivaresyse
Autor/es: Enrique F. Sicilia conviriótambiénencausadelempeorainientodelamisma.AsílonarraelautordeLaguemadePortu-
Cardona gaJ (]640-1668), Enrique F. Sicilia Cardona: ``[. . .] la mvuelta de esa nobleza portuguesa debe ser vista
Editor: Actas en el contexto final de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), marcada por la participación directa
Web editor: www.actas.com de Francia en el conflicto (1635) y por el aumento de la presión que esto provocó a los Habsburgo. En
Reseñador: Antonio Miguel cuantoaPortugal,lainsubordinacióndeCataluñahizoquelasdificultadesderivadasporlosintentosde
Jiménez Serrano Olivaies de imponer el sistema largamente planeado de solidaridad fiscal y numérica entre el rey y sus
dominios na Unión de Amas] provocaran el detonante definitivo para alzaise en Portugal" ®. 38). Si
bien la gueiTa de Portugal no la peidió Olivares en el campo de batalla, con los datos que aporta Sicilia
CardonabiensepodiíaargumemarquedidhaderTotatuvolugarenelinismoañode1641.'Enlacuestión
de las fueizas hispánicas en la Península señala el autor que las "dos masas de maiiiobra marcial princi-
pales se encontiaban en Flandes y en Milán", por lo que "no es de exüiañar el éxito de Joáo IV en 1640
y la escasa entidad del llamado luego Ejército de Exmmadua, principal encargado de salvaguardar la
Raya por aquellas tieiTas, o de penetrar en teiritorio luso con intenciones ofensivas" ®p. 39ú0). Hace
hincapié el autor en los "enfientamientos intemos que socavaron la capacidad de respuesta dobal de la
Monarqu'aHispáiiica[...].TantoelcataláncomoelportuguéssecircLmscribenenconflictosintemosde
envergadua" ®. 38), lo que lleva al autor a sentenciar: "Madrid no tenía fiierzas suficientes para acome-
ter dos fi€ntes al unísono en la piopia peúisula" ®. 40). Tras los primeros tres capítulos donde epüca
solventementeydefomasiméticalascausasdelarebeHónylasrazonesdeumiespuestahispánicaque
se demostió incapaz, Sici]ia Cardona se adenoa en Lm concienzudo estudio de las cuestiones propias de
la gueiTa: el team de operaciones (cap. 4), los ejércitos y su amamento (cap. 5), las distintas fases de la
guerra (cap. 6) y, finalmente, un corolario (cap. 7) del que se infiere, en palabras del propio autor, que "lo
fLmdamental fue que la Monaiquía Hispánica, con estas revueltas intemas en marcha, se debüitó en su
estructura, ampüó sus fi€ntes de combate, ayudó de igual modo a que sus enemigos participaran de las
mismas y, como consecuencia de todo eno, comprometió seriamente sus posibiHdades de victoria final
en el Continente" ®. 39).

Un imperio de ingenieros. Una historia de] Imperio


español a través de sus infraestructuras.
Las últimas décadas han vivido la recuperación de la fascinación por la arquitectura, la ingenieria y el
UN IMPERIO
l)E INGli\TIEROS ubanismo del lmperio español. La publicación de Un z.rr¡peri.o de i.ngen[.eros se epnca en este contexto,
y ofiece, a modo de adas escrito, una densa galen'a de las más importantes obras de ingenien'a desde
el ieinado de los Reyes Catóncos hasta 1898 y un impresionante recorido geográfico por casi todos
los rincones de la monarqu'a española. Es por ello que sin duda saciará la sed de unos aficionados que
por fin tienen acceso a un compendio extensivo de los proyectos púbncos españoles en Ulü.amar. El
libio, a pesar de celebrar los logros de la ingenien'a española en América, no cae en ningún caso en el
tiunfálismo, sino que e}presa daramente la gravedad de las circunstancias de escasez de recursos y
personal técnico, dispeBión de los esfuerzos ieales y lentitud en el ritmo de los oabajos. Según Femán-
dez-Amesto y Lucena Giraldo, "algunos lugams remotos nunca recibieron la visita de profesionales".
Los avances eran lentos para una monarquía cuyo tiempo empezaba a agotaise a finales del XVIII: "la
tarea era fomidable, induso para 1o que era habitual en aquellos tiempos". Es muy comprensible que
una obra que tiene por objetivo principal "expncar la contibución de la ingeiiien'a al desempeño de la
ISBN: 978-84-306244-7-8
monaiquía española" bascule netamente hacia América coiBiderando las oayectorias de los autores de
Páginas: 480 páginas + 16 de
OurAmerica..aHispanicHistoryoftheUnitedStatesyAloscuatrovieníos..lasciudadesdelaAmérica
imágenes en color
h[.spana.Femández-AmestoyLucenaGiráldovuelcansueiudiciónenlosasuntosamericanossiguiendo
Autores: Felipe Fernández- una estnictura que no es cronológica (salvo en su último capítulo, i€lativo al si9o XIX), sino temática,
Armesto, Manuel Lucena con capítulos dedicados a las comunicaciones maritimas o teiTesdes, las forificaciones, los puer[os o las
Giraldo
misiones. La amplitud del análisis es vasta, pues abama con detalle aspectos dispares que van desde la
Editor: Taurus
organización municipal al feiiocarril en Cuba y Puerto Rico. Sin embargo, cabe señalar que tistemente
Web editor: los piopios ingenieros tienen una vez más un papel secundario y sus cmaciones absorben gran paite de
www.penguinlibros.com
la atención, por lo que el n'tulo del nbm puede resultar engañoso. Su subtítulo, Una hi.síorz.a deJ z.mperz.o
Reseñador: Víctor García españo7 a frave's de sL/s [.nftaesmcftirias, quizá resulte más descriptivo, pues solamente algums fimi]ias
González
de ingenieros destacados, como los Antonelli, gozan de cierto protagonismo. Se echa de menos también
unmayorusodelasfuentesprimariasounamejorreferendacióndelasmismas.Sibienlacaüdaddelas
numemsasfiientesconsultadasesenome,permanececiemsensacióndeoportunidadperdidaenielación
conlasdoscimmstanciasseñaladas.Además,alconcenoarsegranpar[edelénfasisenAmérica,lasobras
deingenien'aenEuropayelMediteiTáneoapenassonmencionadas.Peseatodo,probablementeestemos
ante el mejor intento de sistematizar, con un tono ameno y divulgativo, no ya únicamente los proyectos
de ingenien'a en el Nuevo Mundo, sino el conjunto de las iniciativas en materia de infiaestiucturas, obi'as
púbncas y organización del imperio a lo largo de cuatpo sidos.
ALFONSO XI Y 1797. LA GUERRA
LA BATALLA DEL ANGLO-ESPAÑOLA
ESTRECH0 EN EL MAR
I.a calma que precede a la tormentLL De La forja de la alianza hispanoflancesa
` la paz de Fez a \acampaña del salado
por Antoiiio Juan Calvo Maturana
` E:rj:aeu#:nanc¡gmoaoropco¥LueL FLoms OMA)
La crisis nava\ española de la década de
Díaz ]790 por Rafael ToiTes Sánchez (UNAV)
l.a bata\\a del Salado poi E:kaí:Ü I.a ba&alla de\ Cabo de San Vi\ceme poi
Etxeberia Ganastegi aJPvffiHU) Agustín Ramón Rodríguez González
El asedio de Algeciras por Framcisco El r\acimiento del mito de Ne\son
García Fitz UNEX) por Andrew Lamber[ (King's College
Granaday\osbenimerinesporRafael London)
Peinado Santaella QJGR) EJbJoqueodcCa'dízporÍñigoBemaola
Don Juui Mmuel y los nobles rebe\des. Martín
ijaoposiciónaAlfionsoXlye\tiunfo JervisyMazarredo:Dosliderazgos
regio por Femando Arias Guillén (UVA) 'iÁiba&aiiade§anmáruzdeTenerifepor±±¿=
ftm?after)ZgporÍñigoBernaolaMarñ
Concdosylcusmiiicicusconcdíiesen
las campañas de\ r®i poi ]esús GardLa Agustín Guimerá Ravina (CSIC)
Alycysí) Los ataques a Trinidad y Puerto
El cerco de Gibrahar y la muerte Ri.co por Milagros Flores Román
deAIÍonsoXrporManuelLópez (Comité Científico lntemacional sobre
Femández ONED) Foitificaciones y Patimonio Militar)

LA BATALLA DEL HEREJÍAS MEDIEVALES


JARAMA El año mi\ y las nuevas hereiías
Estra&egiasdeguerraeinmligenciapoi por Michael Frassetto (University of
Hemán Rodríguez Velasco Delaware)
ln otna ba&a]la de Madrid. El Las grandes hereáías de ia Edad Media.
abasiecimienm de una ciudad enqe Los ca'mnos por Sergi Grau (UAB)
e\ fleme y la remguaTdia por Aínhoa PedTo Valdo Naldés) y el valdismo por
Campos Posada UCM) Emilio Mitre (UCM)
InofiemshrarebeldeporDaN±dAlegre La coristrucción de la repumción
Lorenz OAB) herética en el sur de Francia por A+essLa
riconmaofensivarepub\icanapomÁngd Trivellone (Université Paul Valéiy-
Aparicio Cámara y José Manuel García Montpeuier)
Ranrirez En manos de la lglesia. La autoridad
El bmallón briúnico. I,a colina del papa\ y \a lnquisición por Ri:ccaido
sui.cídio por Jesús González de Miguel Paimeggiani (Uriversitá di Bologna)
Guerm aérea sobre el Jarama Franciscanos en la Edad Media. Entre
\aonodoxiaylaherejíaporDe\ñ
por Michael Alper[ aJniversity of
Wesúnillster) Nieto lsabel (Queen Mary University of
Arqueo\ogía de una bam\la por L\iis London)
ihtonio Ruiz Casero Sanm y herdes. Las mujeres y las
Un largo camino a la capital. In vicisiaides de \a hisioria po[ De+ñ
divisiónreforzadadeMadridyla Nieto lsabel (Queen Mary University of
organización del Eiército nacional pcii London)
Roberto Muñoz Bolaños auGM-UNED) Anunciando \a Reforma. De ]ohn
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