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PRIMERA PARTE Los elementos de la arquitectura x E E S 5 com — www.gg www.ggi CAPITULO 1 “Utilidad”: ¢cémo funciona un edificio? ‘ace auter ita fer debert, wt habeatr ratio irmitats, utlitais,verusars.(Deben levarse a cabo de tal ‘manera que se tenga en cuenta la resistencia, la utilidad, 1a praca), Marca Vitruvio, De archivectura, hacia e125 a, de C. pert En arquitectura, como en las demas artes operat, clin debe guinea lor medios. Elfin ex construe bien La uena construccion debe cumplir tres condiciones wldad, solider y delete, Sir Henry Wotten, The Elements of Architecture, 1624 Tal vez la definicién mas basica de ara tectura sea la que escribiera el antiguo ar- quitecto romano Marco Vitruvio, hacia el afio 25 a, de C. Como se comprueba al leer este tratado, la arquitectura ya era objeto de es- tudios criticos mucho antes de la época en que fue escrito. Varios arquitectos griegos re- copilaron libros sobre arquitectura durante los siglos anteriores al nacimiento de Cristo, y sus obras condujeron a la escrita por Vitruvio. En esta obra se relacionan 63 libros de arquitectura griegos y romanos consul- tados por el autor para escribir el suyo, al- gunos de los cuales se remontan al siglo 1v ade C.! Los elementos basicos de la arquitectura descritos por Vitruvio han permanecido sin cambios esenciales desde la antigtiedad. “La arquitectura”, escribi6, “debe proporeionar utilidad, solider y belleza” 0, como parafra- se6 sir Henry Wotten en el siglo xv, “uti dad, solidez y deleite”. Por utilidad, Vitruvio entendia la disposicién de las habitaciones y los espacios de forma y manera que no hu- biera trabas a su uso y que el edificio se adap- tara perfectamente a su emplazamiento. Por solidez entendia que los cimientos debian ser sélidos y los materiales de construccién de- bian ser juiciosamente elegidos. Belleza sig- nificaba para é que “el aspecto de la obra esagradable y de buen gusto, y [que] sus ele- mentos estén adecuadamente proporciona- dos con areglo a los principios de la simetria”* No importa cémo se haya enten- dido esta nocién de belleza, o venustas, alo largo de los siglos, el hecho es que la trfada vitruviana sigue siendo un compendio vélido de los elementos de la buena arquitectura Las cuestiones fumdamentales de la arqui- tectura son las siguientes: la primera, ésirve ledificio para cumplir sus fines?, ¢reaiza el edificio su entorno?; segunda, cesté suficien- temente bien construido como para perma- necer en pie?, ¢resisten bien a la intemperie Jos materiales que lo componen?; tercera, aun- ‘que no menos importante, es atractivo el edi- ficio?, csirve para proporcionar satisfaccién y ‘g0ce?, ¢proporciona deleite? La definicin tripartita vitruviana de ar- quitectura serd la base de la exposicién que se hace en los siete capitulos siguientes, em- pezando por el elemento que, a primera vis- ta, podria parecer mas directo pero que, a ‘mediados del siglo xx, mostr6 ser sumamente problematico. Este elemento, el primero ci- tado por Vitruvio, es la funcién. La funcién © utilidad pragmatica de un objeto -o, si se prefiere, su aptitud para un uso particular es.un criterio que ya fue analizado por filé- sofos 0 historiadores griegos como Platén, Aristételes 0 Jenofonte.' Las dificultades que nos hemos encontrado en los titimos tres cuartos de siglo son, en parte, debidas a que en espafiol sélo existe una palabra para de- finir la funcién, de la misma manera que en Ja mayoria de las lenguas europeas existe una tinica palabra para definir la nieve, por cons- traste con los esquimales que tienen nume- rosas voces para describir las diferentes propiedades de la nieve segtim las condicio- x E E 9° 8 D D = = s I E S 8 10 Los elementos de la arquitectura nes del tiempo. Andlogamente, necesitamos variaciones para describir diferentes tipos de funcién, Nuestra alternativa es construir pa- labras compuestas, como funcidn de circu- lacién 0 funcién actistica, por ejemplo. Para agravar atin mas el problema, hacia la década de 1920, la definicién de funcion se restringié a un sentido puramente meci- nico, con el nacimiento de lo que se Ilamarfa arquitectura moderna internacional, el “es- tilo internacional”, como fue bautizado en 1932 por Henry Russell Hitchcock y Philip Johnson. El modelo para este tipo de edifi- cio lo proporcionaron la fabrica de turbi- nas AEG (1908-1909), en Berlin, de Peter Behrens, y la fabrica Fagus (1911), en Alfeld (Alemania), de Walter Gropius (20.7, 20.8]. En ambos casos, la forma del edificio estaba casi absolutamente dictaminada por los pro- esos industriales internos. En 1926, Gropius proyect6 el nuevo edificio para la Escuela de Ja Bauhaus en Dessau (Alemania), cuya ala de talleres ejemplificaba el mismo determi- nismo industrial. Aproximadamente por la misma época, Gropius escribié sobre la nue- va arquitectura: “Cada cosa esté determina- da por su naturaleza y, para que funcione correctamente, su esencia debe ser exami- nada y comprendida en su integridad. Cada cosa debe responder a su propia funcién en todos los aspectos, es decir, debe cumplir su finalidad en un sentido préctico y, por lo tan- to, debe ser itil, fiable y barata’ * El arqui- tecto suizo-francés Charles Edouard Jean- neret (mas conocido por su seud6nimo de Le Corbusier) describié la inadecuacién fun- nal de la casa contempordnea, diciendo que, para la nueva era y la nueva arquitec- tura que demandaba, “la casa es una mé- quina de vivir" En 1929, el arquitecto Bruno Taut resumi6 asf el propésito de la arquitec- tura moderna: “El objetivo de la arquitectu- races la creacion de la més perfecta-y, por cende, mas bella- eficiencia”.* En pocas pala- bras, la belleza surgiria automdticamente de Ja mas estricta y desnuda utilidad. Sin embargo, el problema que se fue des- velando paulatinamente a medida que avan- zaba el siglo xx, es que muy pocas tipologias de edificio (excepeién hecha de las fabricas otros edificios industriales) poseen esa cla- sede proceso interno capaz de determinar la forma de una manera tan directa, univoca yutilitaria, La mayorfa de las actividades hue manas no puede ser cuantificada o reducida a una mera formula mecénica. El arquitec- to norteamericano Louis I. Kahn opinaba que “cuando uno crea un edificio, crea una vida. Surge de la vida y, realmente, se crea vida. Le habla a uno. Si solamente se tiene la com- prensién de la funcién del edificio, dificil- mente podra éste constituir el ambiente para una vida”. Otro problema que se nos ha presentado durante los dos tiltimos siglos es que pocos edificios siguen usandose para la funcin para la que fueron creados. Ello se ha tra- ducido en ampliaciones, reformas o en la construceién de edificios completamente nue- vos, cuando no en la reconversién del e: cio original para un nuevo uso. En este caso, Ia tentacién més inmediata es argumentar {que el viejo edificio nunca fue funcional por- ‘que no puede dar acomodo al nuevo uso que queremos darle, aunque, en realidad, lo mas probable es que, en su tiempo, el edificio cum- pliera perfectamente su funci6n original Una alternativa a esta cuestin seria pro- yectar el edificio de manera que pudiera dar acomodo a cualquier actividad que se plan- tease en el futuro, Este fue el enfoque adop- tado a mediados del siglo xx por Ludwig Mies van der Rohe, quien ideé lo que él mimo llam6 el Vielaweckraum, el espacio multifun- cional 0 espacio universal. Efectivamente, Mies sostenia que él y sus asociados no adap- ‘aban la forma a la funcién: “Damos la vuel- ta a este concepto, es decir, creamos una forma prictica y satisfactoria y, después, aco- modamos las funciones en ella, Hoy en dia, ésta es la tinica manera préctica de construir, ya que las funciones de la mayorfa de los edi- ficios cambian continuamente, mientras que cl edificio no puede alterarse de manera eco- némica” * La demostracién practica de este aserto la tenemos en la gran sala sin pilares de la Crown Hall, en el Instituto Tecnol6gico de Tlinois (TT), en Chicago (1952-1956) (1.1) El problema es que, si bien una sala de tan amplias dimensiones puede dar acomodo a una gran diversidad de actividades, en cam- bio funciona bastante mal actisticamente, ‘ya que un sonido emitido en cualquier pun- to de la sala produce ecos y reverberaciones a través de todo cl espacio, Sencillamente, Mies van der Rohe dio forma construida a Jo que muchos de los arquitectos de la ar- quitectura moderna internacional pensaban “‘Utilidad”: ge6mo funciona un edificio? 11 1.1, Luawig Mies van der Rake, Crown Hall, Instituto Tecnolgico de Minois (17), Chicago, 1952-1956, El imerior ‘consist simplemente en una ampli sala coneebida para satsfacer una gran variedad de fuciones diferentes, desde los afios veinte: que habia una uni- versalidad de necesidades humanas y de fun- ciones. Le Corbusier Ilez6 incluso a afirmar que era posible proyectar “un solo edificio para todos los paises y climas”.’ Por desgra- cia, esta afirmacién, tan atractiva debido a su aparente simplicidad cientifica, ignora dos verdades fundamentales, a saber: que la funcién esta sometida a influencias sociales yculturales, y que la forma del edificio es también una respuesta a su entomo fisico y climatico. La funcién, por lo tanto, tiene muchos componentes, el més basico de los cuales es la utilidad pragmatica, o sea, el acomodo de un uso o actividad determinado a una sala o espacio especifico. Una habitacion puede utilizarse para acoger una simple cama para dormir, puede ser un despacho con un es- critorio, o bien puede ser una gran sala de reunién o cualquier otro espacio piblico. La mayorfa de los edificios, naturalmen- te, estén compuestos de numerosas habita- ciones, con funciones vinculadas entre si. Por consiguiente, la gente necesita desplazarse de una habitacién a otra, raz6n por la cual Ja funcién de eirculacién -es decir, la crea- cin de espacios para dar acomodo, dirigir y facilitar los movimientos de una zona a otra— es casi tan importante como la fumci6n uti- litaria, Cuando Charles Garnier proyect6 la Opera de Paris (1861-1875), analiz6 cual era exactamente la funcién de la épera. jertamente que los parisinos querfan oir la iltima creacién operistica, pero, como Garnier observ sagazmente, para ira la épe- ra existfa un motivo social tal vez mas im- portante que el mero placer de escuchar la misica: la gente querfa ver y ser vista. Por lo tanto, las zonas de circulacion debian ser tan importantes como el escenario y el audito- rio, de modo que, tal como la planta del edi- ficio revela con claridad, la magna escalinata, el foyer y los vestibulos ocupan una parte muy significativa de la superficie total (19.14, 19.15]. Al igual que Garnier, cuando Louis Sullivan, hacia finales del siglo x1x, empez6 12 Los elementos de Ia arquitectura 1.3, Mise won der Roe eifcio decalderas, Instituto Tecnolico de ins (1D), Ccago, 1940. Ese eit, con suchimenea @ ‘modo de tore y sus ventanas lias tine los adibuts fleicas ‘dela iglesias primitives. a proyectar algunos de los primeros rasca- cielos de estructura metalica, lo primero que hizo fue examinar Io que este nuevo tipo de edificio significaba.” Asf, descubrié que se podian establecer cuatro zonas diferencia- das, la mas profunda de las cuales cra el s6- tano, que contenia zonas de maquinari almacenamiento y otras de uso estrictamen- te utilitario, Encima, habia tres zonas fun- cionales visibles en diversos grados: la zona de la planta baja (que contenia las entradas, el vestfbulo de ascensores y tiendas a lo lar- go del perimetro que daba a la calle), la fran- ja central (pisos de oficinas organizados, uno sobre otro, en torno al mticleo de ascensores) y el piso superior de coronamiento (con la maquinaria de los ascensores, los depésitos de agua, las zonas de almacenamiento y otros sos diversos). Dado que el nuevo tipo de edi- ficio desarrollado en altura tenia una forma decididamente vertical, Sullivan argumen- 16 que era misién del arquitecto dar énfasis ala verticalidad y expresar claramente sus tres zonas funcionales, tal y como haria en el edificio de la Guaranty Trust de Buffalo, Nueva York (1895) [1.2] Otro arquitecto que exploté el potencial expresivo de la forma mediante la exteriori- zacién de las diferentes actividades funcio- nales fue el finés Alvar Aalto, Entre sus mejores ejemplos de ello cabe citar uno de los dos edificios que proyects en Estados Unidos, la biblioteca del colegio benedictino de Mount Angel, en Oregén (1967-1971) [21.36]. Su funcién pragmatica principal es la de contener libros, los cuales estan dis- com — www.ggili.com.mx www.ggi puestos en estantes que se despliegan en for- ma de abanico hacia el lado norte, partien- do del micleo central de lectura y circulacion, Pero las demas actividades de apoyo requie- ren espacios diferentes; en el lado sur, ade- mas del vestibulo, se disponen una serie rectilinea y compacta de oficinas y salas de trabajo para el personal, y un auditorio en forma de cufia. Cada uno de los espacios ha sido ubicado por el arquitecto en el lugar ne- cesario y con la forma precisa para dar aco- modo a su uso, a la vez que esta engarzado con los demas para formar un todo armé- El edificio tiene también una funcién simbélica que supone una manifestacién vi- sible de su uso, Por lo general, siempre es- peramos algtin tipo de correspondencia entre el uso que un edificio stagiere y lo que real- mente es. Entre los egipcios, griegos y roma- nos, y para el arquitecto del renacimiento y “Utilidad”: ge6mo funciona un edificio? 13 del barroco entre 1400 y 1750, existfan unas pautas generales sobre la forma y el aspecto de los edifcios destinados a ciertos usos, pero actualmente la libertad sobre este punto es mucho mayor. De ahi que, aproximadamen- te a partir de la década de 1920, los arqui- tectos hayan tenido que afrontar dos cosas simulténeamente: inventar formas origina- les utilizando las nuevas tecnologias cons- tructivas ¢ idear nuevas representaciones simbélicas apropiadas a las funciones que acoge el edificio. Es frecuente que la explo- tacién de nuevas tecnologias se imponga a la representacién simbélica, de manera que mu- chos edificios del siglo xx no nos dicen casi nada de lo que se desarrolla en su interior. A modo de ejemplo, compararemos dos edifi- cios proyectados por Mies van der Rohe para el campus del Instituto Tecnol6gico de Hlinois, durante el perfodo 1949-1952 [1.3, 1.4]. Uno es el edificio de calderas, tal vez el mas uti- 1.4. Mies van der Rohe, capi, Instituto Tenaligico de Minos (HT), Chicaga, 1949-1952. ese a tatarse de una capil, ete eifcio no contiene ninguna de las claves que comvencionalmente se asocian a su funcidn 14 Los elementos de la arquitectura 15, Peto Bellschi, iglesia lterana Sid, Portland (Oren), 1950. Se supine fa imagen tradicional de una iglesia ‘mediante el simple uso de vdvieras de colo arcos de madera laninada. litario del conjunto; el otro es la capilla, Pues bien, no hay nada, ni en la forma ni en los materiales de que esta construida la capi- lla, que nos permita deducir en qué se dilfe- rencia su funcién de la asignada a la casa de calderas. Pudiera ser que Mies van der Rohe concibiera la capilla como un espacio mul- tifuncional y evitara conscientemente con- ferirle una imagen demasiado univoca que pudiera impedir darle cualquier otro uso di- ferente en el futuro. Por contraste, se puede comparar la capilla del Instituto Tecnolbgico con el interior de la iglesia luterana en Portland, de 1950, proyectada por Pietro Belluschi [1.5], y que para muchos erfticos encarna el cardcter funcional de un edifieio religioso, sin tratar de ser una recreacién de los signos identificativos de las iglesias sti- cas, como hévedas, florones 0 agujas. En Estados Unidos, el edificio del Capito- Nacional, en Washington, establecié una imagen de gobierno y, desde el afio de st construccién, en 1830, esta imagen ha sido evocada en innumerables ocasiones. Un ejem- plo notable es el Capitolio del Estado de Minnesota, Saint Paul (1895-1905), de Cass Gilbert [1.6]. Como el Capitolio Nacional, éste tiene dos cémaras, una a cada lado de una cémara central de circulacién rematada, por una ctipula. En este caso, a ctipula esta inspirada especificamente en la de San Pedro de Roma, pero la imagen que transmite es Ja de un edificio en donde se legisla; la bri- ante ctipula de marmol blanco proclama alos cuatro vientos esa funcién, al elevarse por encima de los edificios circundantes. Podemos referirnos a otro ejemplo: cuando, en 1956, Eero Saarinen recibic el encargo de proyectar la terminal de la compaiia Trans ‘World Airlines en el aeropuerto de Idlewild (hoy, aeropuerto Kennedy), en Nueva York, dise’6 unas formas para el edificio que, en “Utilidad’: ge6mo funciona un edificio? 15 1.6, Cass Gilbert Capitolo del Estado de Minnesora, Saint Paul, 1895-1905. Ese edict, basado en el Capitolio de Washington DC, evoca claramente la imagen deelificio subernamental nrteamericano, 1.7. Diagrama de los componentes relatives dela Jiuncin on diferentes tpos de eificio. Un garae o una Fabrice tenen componentesprincipabmenteutlitarios, ‘mientras queen wh satuarioo en wt monumento predamina claramente el componente simbica términos arquitecténicos, querfan transmitir simbolicamente la sensaci6n de vuelo. El y sus socios concibieron un edificio con una gran céscara de hormigén que se extendia a partir del centro como unas alas gigantescas, y cuyas superficies interiores se curvaban y levaban sin angulos agudos ni esquinas [21.14], En consecuencia, cuando lo atrave- samos para embarcar, la propia forma nos prepara para el milagro del vuelo. No hay edificio que esté dedicado ente- ramente a una sola funci6n, La mayoria de los edificios contiene una mezcla de funcio- nes puramente utilitarias y de funciones sim- bolicas. La figura 1.7 representa el universo 16 Los elementos de Ia arquitectura 18, Louis L. Kali, Instituto Biologico Jonas Sak, La Jolla (California), 1959-1965, Vista dl patio interior. Las zonas de trabajo en equipo estdn situadas en amplios espacis muifcncionales, mientras que los etudios para andlisie individuals estan agnapadsen el patio central y ve comunican com ls anteriores mediante escaleras y pasaels. de contenidos utilitarios y simbélicos para cualquier edificio dado; a linea diagonal que atraviesa el diagrama muestra qué conteni- dos relativos puede contener un garaje (90% de contenido utilitario y 10% de simb6lico), mientras que, por contraste, en un monu- mento conmemorativo 0 en una iglesia se pueden invertir las proporciones (10% de contenido puramente utilitario y 90% de con- tenido simbélico). Una vivienda estaria si tuada en un término medio, con unos contenidos utilitario y simbélico aproxima- damente iguales. Una biblioteca piiblica oun ayuntamiento moderno se podrian situar, ms 0 menos, en la misma ubicacién en el grafico, tal vez con un ligero predominio de Ja funci6n simb6lica o representativa sobre la estrictamente utilitaria, mientras que, si ta les edificios se hubieran construido en el si ‘elo xrx, el predominio de la funcién simblica habria sido mayor. De ahi que el diagrama de la figura 1.7 fije la combinacién de fun- cciones simbélicas y utilitarias en un momen- to concreto en el tiempo. Para un periodo di ferente, pasado o futuro, las lineas para diversos tipos de edificio tendrian distintas ubicaciones en el cuadro. La buena arguitectura también tiene que satisfacer funciones fisicas y psicol6gicas Por ejemplo, una sala de espera en el des pacho de un médico o en el departamento de urgencias de un hospital es un lugar en el que Ja mayorfa de la gente experimenta una cier- ta ansiedad. Para contrarrestarlo, el arqui- tecto puede optar por crear un ambiente doméstico, como el de la sala de estar de una vivienda, proporcionando vistas sobre un jar- din interior, en lugar de conferirle la asép- tica atmésfera hospitalaria. ‘También existe una funcién psicolgi cea que se podria definir como la satisfaccién Optima de todos los tipos de funcién que aca- bamos de describir. Tal vez, el arquitecto mo- derno que mejor consiguié responder a la funcién psicol6gica fue el norteamericano Louis I. Kahn, como demostrs en el Instituto Biolégico Jonas Salk, en La Jolla (California), construido entre 1959 y 1965 [1.8]. Al izual que hiciera Garnier en la Opera de Paris, Kahn realizé un agudo analisis del conjunto de funciones que debfa cumplir el laborato- rio y llegé a la conclusién de que resolver la fancién puramente utilitaria, proporcionan. do espacio para realizar los experimentos, era s6lo una parte de su tarea. También es verdad gue tuvo la suerte de contar con un www.ggili.ccom — www.ggili.com.mx cliente, el cientifico Jonas Salk, que ya habia percibido la necesidad de satisfacer algo mas ‘que la mera utilidad. Como dijo Kahn, Salk reconocfa que “el cientifico (..) necesitaba, mas que nada, la presencia de lo inmensu- rable, que es el reino del artista". Asf, los es- pacios de laboratorio se dividieron en dos partes, los espacios de mayor tamafio para el trabajo de investigacién en equipo, y los espacios més pequefios ¢ {ntimos para los andlisis individuales. Los espacios de ma- yor tamafio se dispusieron en la parte exte- rior de la planta en forma de U, y los despachos privados ocupan la parte interior; ambos estén comunicados mediante esca- leras y pasarelas. Los espacios de trabajo son cexpansivos y funcionalmente eficientes, mien- tras que los estudios son pequefios, intimos y privados, estan revestidos en madera de teca y disponen de ventanas en dngulo que NOTAS 1, Desgraciadamente, la mayorfa de esos ma- nuscritos se ha perdido, por lo cual el tratado de Vitruvio, escrito orjginalmente en 10 rolls de per~ ‘gamino, ha adquirido una especial importancia histérica. El libro nos proporciona solamente una vista figaz sobre el pensamiento de los arquitec- tos de la antighedad. La copia completa mas an- tigua del manuscrito de Vitruvio data s6lo del siglo vir d. de C., ¥ fue transcrita por los monjes calf- agrafos del monasterio de Northumbria (Inglaterra). Las otras 16 copias que subsisten del libro de \Vitruvio derivan de ésta y datan de entre los siglos x al xv. Las traducciones mas recientes de Vitruvio al inglés son: Frank Granger (trad.), Vitruvius, On Architecture, 2 vols., Cambridge, Massachusetts, 1931, en Ia que se proporciona una relacién de varios manuscritos. medievales de Vitruvio; y Morris Hickey Morgan (trad.), Vitruvius, Ten Books on Architecture, Cambridge, Massachusetts, 1914, en Ta cual se adapta el tex: to de Vitruvio a un inglés mas sencillo. La dltima versién castellana es: Los diez libros de arquitec- ‘ura, Editorial Iberia, Barcelona, 1970. Las prin- cipales traducciones de Vitruvio a las lenguas ‘europeas aparecen relacionadas en el libro tra- ducido por Granger, xxxiii-xxiy, incluyendo la versién paralrastica de sir Henry Wotten, The Elements of Architecture, Londres, 1624. permiten a los investigadores tener una vi- sin hacia poniente del océano Pactfico. Los espacios de trabajo estan concebidos y dedi- cados al desarrollo de la investigacién em- pirica; el disefio de los despachos pretende fomentar la reflexién sobre el significado de Ja investigacién. Como Kahn y Salk preten- dian dejar patente, la ciencia es algo més que Ja mera acumulacién de datos. Aunque la ciencia emane del inextinguible deseo hu- ‘mano de conocer, tal conocimiento influye, inevitablemente, en la calidad de la vida hu- ‘mana y, por lo tanto, demanda la reflexién mas aguda, Como conocia sobradamente Salk, la ciencia va més allé de la mera acu- mulacién de datos. Andlogamente, la arqi tectura es algo més que la pura utilidad funcional o que la exhibicién de audacia es- ‘tructural; es el recipiente que conforma la vida humana. 2. Vitruvius, Ten Books on Architecture, tra

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