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TODO LO PUEDO EN

CRISTO QUE ME
FORTALECE
Lecciones de positivismo inspiradas en Cristo para ir a
dormir.

Presentado por David Arbelaez

Narrado por ____

Visita nuestro sitio web en


www.TusDecretos.com
Bienvenida ............................................................................ 1
Induccion 1 ........................................................................... 3
Induccion 2 ........................................................................... 5
Frases que deben grabarse sueltas: .................................... 7
Cree en ti ............................................................................... 9
Las Reglas de la Transformación ..................................... 13
El Poder de la Perspectiva ................................................. 18
Vacía tu Mente y Dale Paz a tu Corazón ......................... 22
Tienes poder sin límites ..................................................... 28
Energía Infinita .................................................................. 33
El Poder De La Oración .................................................... 37
Atención Divina .................................................................. 42
Crear Tu Propia Felicidad ................................................ 47
Dejar de Darle Vueltas al Asunto ..................................... 52
Esperar Lo Mejor .............................................................. 57
La Derrota no Existe .......................................................... 60
Cómo Dejar De Preocuparse............................................. 63
Cómo Resolver Cualquier Problema Personales ............ 70
Fe Para Sanar ..................................................................... 77
Cuando tu salud decaiga, prueba esto….......................... 84
Cuando te duela el corazón ............................................... 91
El Poder Superior .............................................................. 96
Cierre .................................................................................. 99
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Bienvenida
Bienvenido a este audiolibro. Una serie de
narraciones creadas especialmente para acompañarte
en los momentos previos al sueño y brindarte paz y
serenidad a través de las enseñanzas de Jesucristo.

A lo largo de este audiolibro, encontrarás


múltiples historias y reflexiones para la vida actual que
te ayudarán a conectarte con tu fe y nutrir tu alma
mientras te preparas para descansar.

Cada capítulo ha sido narrado en un tono suave y


relajante, perfecto para ayudarte a conciliar el sueño
con facilidad. Permitiendo que la sabiduría y el amor
de Cristo se conviertan en tu compañía antes de dormir,
este audiolibro te guiará hacia un estado de calma y
serenidad que te facilitará un sueño reparador.

Recuerda que "Todo en Cristo es Posible". Al


despertar, te sentirás renovado y fortalecido en tu fe,
listo para enfrentar los desafíos de un nuevo día con la
certeza de que Cristo está a tu lado, guiándote y
protegiéndote en cada paso del camino.

Que este audiolibro sea un bálsamo para tu


espíritu y una fuente de inspiración en tu camino de fe.
Ahora, acomódate en tu cama, cierra los ojos y

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

prepárate para sumergirte en el amor y la sabiduría de


Cristo mientras te entregas al dulce abrazo del sueño.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Induccion 1
Antes de comenzar con nuestra narracion, te invitamos
a relajarte y preparar tu mente y cuerpo para un
descanso profundo y tranquilo.

Sigue estos pasos de respiración y relajación para


lograr un estado de calma y serenidad:

Encuentra una posición cómoda en tu cama,


asegurándote de que tu cuerpo esté bien apoyado y sin
tensión. Cierra los ojos y comienza a prestar atención a
tu respiración.

Inspira profundamente por la nariz durante cuatro


segundos, llenando tus pulmones de aire fresco y
revitalizante.

Mantén la respiración durante cuatro segundos,


permitiendo que el aire circule y oxigene cada célula de
tu cuerpo.

Exhala lentamente por la boca durante seis segundos,


liberando cualquier tensión, preocupación o estrés que
puedas sentir.

Repite este ciclo de respiración cuatro veces más,


permitiendo que tu mente y cuerpo se relajen cada vez
más con cada inhalación y exhalación.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

(Pausa)

Ahora, enfoca tu atención en tus pies y dedícate a


liberar cualquier tensión en esta área. Imagina que cada
músculo se relaja y se vuelve más ligero, como si
estuvieras dejando ir todo el peso del día.

Continúa subiendo por tus piernas, liberando la tensión


en tus pantorrillas, rodillas y muslos. Siente cómo tu
cuerpo se va relajando y entregándose al confort de tu
cama.

Libera la tensión en tu abdomen, pecho y espalda,


permitiendo que tu cuerpo se hunda aún más en un
estado de profunda relajación.

Relaja tus hombros, brazos y manos, y siente cómo el


cansancio se desvanece y la paz se apodera de cada
parte de tu ser.

Por último, suelta cualquier tensión en tu cuello,


mandíbula, rostro y cuero cabelludo. Deja que tus
pensamientos se calmen y tu mente se vuelva tranquila
y serena.

Ahora que has alcanzado un estado de relajación


profunda, estás listo para disfrutar de la siguiente
narración de nuestro audiolibro. Permite que las
palabras te guíen hacia un sueño reparador y
rejuvenecedor. Dulces sueños.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Induccion 2
Bienvenido a esta narración que te acompañará en
tu viaje hacia un descanso pleno y reparador. Antes de
sumergirte en las palabras que te atremos, te invitamos
a relajarte y preparar tu cuerpo y mente para un sueño
tranquilo y profundo. Sigue estos sencillos pasos de
relajación y respiración para alcanzar un estado de paz
y serenidad:

Acomódate en una posición confortable en tu


cama, asegurándote de que todo tu cuerpo esté en una
postura relajada y sin tensiones. Cierra los ojos y dirige
tu atención hacia tu respiración.

Comienza a inhalar lentamente por la nariz


durante cinco segundos, llenando tus pulmones con aire
fresco y revitalizador.

Retén el aire en tus pulmones durante tres


segundos, permitiendo que el oxígeno llegue a cada
rincón de tu cuerpo.

Exhala suavemente por la boca durante siete


segundos, liberando cualquier tensión, inquietud o
preocupación que puedas tener.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Continúa con este patrón de respiración por cinco


ciclos más, permitiendo que tu mente y cuerpo se
sumerjan cada vez más en un estado de relajación.

Ahora, concéntrate en tus manos y libera


cualquier tensión que puedas sentir en ellas. Imagina
una cálida sensación de relajación que se expande
desde tus manos hacia tus brazos y hombros.

Deja que esta sensación de calidez y relajación


llegue a tu pecho y espalda, liberando cualquier tensión
en estos músculos y permitiendo que tu respiración se
vuelva aún más profunda y relajada.

Siente cómo la relajación se extiende hacia tu


abdomen, caderas y glúteos, y cómo tu cuerpo se va
entregando cada vez más al confort de tu cama.

Permite que la sensación de relajación fluya hacia


tus muslos, rodillas y pantorrillas, liberando cualquier
tensión y dejando que tus piernas descansen
plenamente.

Finalmente, siente cómo la relajación llega a tus


tobillos y pies, envolviéndolos en una suave y cálida
sensación de paz y tranquilidad.

Con tu cuerpo y mente ahora en un estado de


relajación profunda, estás listo para disfrutar de la
siguiente narración. Deja que las palabras te
transporten hacia un sueño sereno y restaurador. Que
tengas dulces sueños.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Frases que deben grabarse


sueltas:
Bienvenido a una nueva narración del audio libro
Todo lo Puedo en Cristo que me fortalece. Compilado
por Juan David Arbelaez, narrado por____

Fin.

Este ha sido el audiolibro Todo lo Puedo en Cristo


que me fortalece.

Fin

Esta narración es parte del audiolibro Todo lo


Puedo en Cristo que me fortalece

Esta lección se llama:

Esta narración se llama:

Este cuento para dormir en Cristo se llama:

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Comencemos.

BIenvnidos.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Cree en ti
Después de ofrecer una charla en un auditorio de
la ciudad para un grupo de empresarios, el orador
estaba en el escenario saludando a las personas cuando
un hombre llamado Pedro se acercó a él y, con cierta
intensidad, le preguntó: "¿Podría hablar contigo sobre
un tema de vital importancia para mí?".

El orador le pidió que esperara hasta que todos se


hubieran ido y luego se dirigieron al área detrás del
escenario para sentarse y conversar. Pedro compartió:
"Vine a esta ciudad para llevar a cabo el negocio más
importante de mi vida. Si lo logro, significará todo para
mí. Pero si fallo, estaré acabado".

El orador aconsejó a Pedro que se tomara las cosas


con calma, que no todo era tan absoluto. Si lo
conseguía, genial, y si no, mañana sería otro día. Pedro
confesó, abrumado: "Me siento terriblemente inseguro.
No tengo confianza en mí mismo. No creo poder
superar esto. Estoy desanimado y deprimido". Y agregó
con tristeza: "Estoy al borde del abismo. Aquí estoy, a
los cuarenta años. ¿Por qué he estado atormentado toda
mi vida por sentimientos de inferioridad, falta de
confianza y dudas sobre mí mismo? Escuché tu charla
de esta noche sobre el poder del pensamiento positivo

9
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

y quiero preguntarte cómo puedo obtener algo de fe en


mí mismo".

El orador le respondió que debía dar dos pasos.


"Primero, es importante averiguar por qué tienes esos
sentimientos de impotencia. Eso requiere un análisis y
llevará tiempo. Tenemos que abordar los problemas de
nuestra vida emocional como un médico busca
encontrar algo físicamente malo. No podemos hacer
esto de inmediato, ciertamente no en nuestra breve
conversación de esta noche, y puede requerir un
tratamiento para lograr una solución permanente. Pero
para ayudarte con este problema inmediato, te daré una
fórmula que funcionará si la usas.

"Te sugiero que, mientras caminas por la calle esta


noche, repitas ciertas palabras que te daré. Repítelas
varias veces antes de dormir. Al despertar mañana,
repítelas tres veces antes de levantarte. De camino a tu
importante cita, repítelas otras tres veces. Hazlo con
una actitud de fe y recibirás la fuerza y habilidad
necesarias para enfrentar este desafío. Más adelante, si
lo deseas, podemos analizar tu problema fundamental,
pero independientemente de lo que descubramos, la
fórmula que te voy a dar ahora puede ser un factor clave
en la solución final".

Luego, le dio a Pedro esta afirmación: "Todo lo


puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).
Pedro no estaba familiarizado con estas palabras, así

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

que el orador las escribió en una tarjeta y le pidió que


las leyera en voz alta tres veces.

"Ahora, sigue ese consejo y estoy seguro de que


todo saldrá bien", le dijo el orador.

Pedro se levantó, guardó silencio por un instante


y luego, emocionado, exclamó: "Está bien, doctor.
¡TRATO HECHO!". El orador lo vio enderezar sus
hombros y adentrarse en la noche. Parecía una figura
desconsolada, pero su actitud al desaparecer
demostraba que la fe ya estaba influyendo en su mente.

Más tarde, Pedro compartió con el orador que esa


simple fórmula "hizo maravillas" en su vida y agregó:
"Es increíble cómo unas pocas palabras de la Biblia
pueden cambiar tanto a una persona".

Este hombre, más adelante, analizó las razones de


sus sentimientos de inferioridad. Logró superarlos
mediante asesoría especializada y la aplicación de su fe
religiosa. Aprendió a tener fe y se le dieron
instrucciones específicas para seguir. Poco a poco, fue
adquiriendo una confianza sólida, firme y bien
fundamentada. No dejaba de sorprenderse de cómo
ahora las cosas fluían hacia él en lugar de alejarse. Su
personalidad se volvió positiva, en lugar de negativa, lo
que le permitió atraer el éxito en lugar de rechazarlo.
Ahora, Pedro tenía una verdadera confianza en sus
propias habilidades.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Las causas de los sentimientos de inferioridad son


variadas y muchas de ellas tienen origen en la infancia.
Sin embargo, este cuento nos enseña cómo enfrentar
nuestros miedos y fortalecer nuestra confianza en
momentos de adversidad.

¡Ten fe en ti! ¡Confía en tus capacidades! Sin una


sencilla y razonable seguridad en tus habilidades, la
felicidad y el éxito parecen inalcanzables. Pero con una
sólida autoconfianza, puedes lograr grandes cosas. La
sensación de insuficiencia e incompetencia puede
bloquear la realización de tus sueños, mientras que la
confianza en uno mismo te orienta hacia la
autorrealización y el éxito. Dada la importancia de esta
actitud, este relato sobre la fe en Dios te mostrará cómo
creer en ti mismo y desatar tu fuerza interior.

Es lamentable ver cuántas personas quedan


atrapadas y vencidas por el problema tan conocido
como el complejo de inferioridad. Sin embargo, no es
necesario que sufras este escollo. Al tomar las acciones
apropiadas, puedes superarlo. Cultivarás una fe
creativa en ti mismo, una fe justificada.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Las Reglas de la
Transformación
Antonio era un hombre conocido por su sabiduría
y experiencia en el mundo de los negocios. Un día,
Antonio compartió con sus amigos una valiosa
enseñanza que había aprendido de uno de sus mentores,
el fallecido Benjamín. Benjamín solía decir que el
problema de muchas oraciones es que no son lo
suficientemente grandes. "Para avanzar con la fe",
aconsejaba Benjamín, "aprende a rezar oraciones
grandes. Dios te juzgará según el tamaño de tus
oraciones". Y, en efecto, las palabras de Benjamín se
basaban en una antigua sabiduría que afirmaba: "Según
vuestra fe os sea hecho" (Mateo 9:29).

Un día, Antonio conoció a un cantante llamado


Rubén, quien le compartió las palabras de su abuelo, un
hombre cuya educación no se comparaba con la de su
nieto, pero cuya sabiduría innata era claramente sólida.
El abuelo de Rubén solía decir: "El problema de
muchas oraciones es que no tienen fuerza". Para
fortalecer sus oraciones, recomendaba adentrarse en las
dudas, temores e inferioridades de uno mismo. Según
él, al rezar oraciones grandes y profundas, uno podría
obtener una fe poderosa y vital.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Un día, Antonio fue invitado por otro amigo,


Carlos, a dar una conferencia en una ciudad cercana.
Carlos, un representante de ventas, había encontrado un
método singular para superar sus propias
inseguridades. Mientras conducía a Antonio a la
conferencia, Carlos compartió su método con él. Carlos
había coleccionado varias tarjetas pequeñas, cada una
con una afirmación inspiradora sobre la presencia, el
apoyo y la ayuda de Dios. Al leer y memorizar estas
tarjetas mientras conducía, Carlos había aprendido a
pensar de manera diferente, y sus antiguas
inseguridades habían desaparecido casi por completo.
En lugar de pensar en el fracaso y la ineficacia, ahora
pensaba en la fe y el valor.

Antonio reflexionó sobre las historias de


Benjamín y Rubén, así como sobre el método de
Carlos, y llegó a la conclusión de que la falta de
autoconfianza era uno de los problemas más
significativos que afectaban a las personas en la
actualidad. En una universidad cercana, se había
realizado una encuesta entre estudiantes, y el 75%
mencionó la falta de confianza como su problema
personal más complicado.

Inspirado por las enseñanzas de sus amigos,


Antonio decidió compartir esta valiosa sabiduría con
otras personas para ayudarles a superar sus
sentimientos de inferioridad y desarrollar la fe en sí
mismos. Con el tiempo, Antonio elaboró diez

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

sugerencias para superar el patrón de inferioridad y


desarrollar la fe. Al practicar estas reglas con esmero,
Antonio y sus amigos descubrieron que podían ganar
confianza en sí mismos, disipar sus sentimientos de
inferioridad y enfrentar la vida con valor y seguridad.

Antonio siguió el consejo de su mentor espiritual


y comenzó a aplicar diez reglas que transformaron su
vida por completo. Estas reglas eran tan poderosas que
Antonio se convirtió en un ejemplo de superación para
sus amigos y conocidos. A continuación, se describen
las diez reglas que Antonio siguió:

1. Antonio se visualizaba a sí mismo como


un ganador y mantenía esa imagen mental en su mente
sin permitir que se desvaneciera. Aprendió que la
mente materializa lo que imagina y siempre se enfocó
en el éxito, sin importar las circunstancias.

2. Cada vez que surgía un pensamiento


negativo sobre sus habilidades personales, Antonio
enfrentaba ese pensamiento con uno positivo,
contrarrestando el efecto negativo.

3. Antonio no permitía que su imaginación


creara obstáculos insuperables. En lugar de eso,
analizaba y enfrentaba las dificultades de manera
eficiente, sin exagerarlas.

4. Aprendió a no dejarse intimidar por los


demás ni a intentar imitarlos. Antonio sabía que nadie

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

podía ser él mismo tan efectivamente como él y que


muchas personas, a pesar de su apariencia segura,
también tenían miedos y dudas.

5. Antonio repetía diez veces al día estas


palabras llenas de energía: "Si Dios está con nosotros,
¿quién estará contra nosotros?". (Romanos 8:31)

6. Buscó un consejero experto que le ayudó


a comprender el origen de sus sentimientos de
inferioridad y dudas, que a menudo comenzaron en la
infancia. El autoconocimiento llevó a la sanación en su
vida.

7. Practicaba diez veces al día la siguiente


afirmación: "Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece". (Filipenses 4:13) Esta afirmación se
convirtió en un antídoto poderoso contra los
pensamientos de inferioridad.

8. Antonio evaluó sus habilidades de


manera objetiva y luego añadió un 10% más de
confianza en sí mismo, cultivando un respeto sano por
sí mismo y creyendo en sus capacidades liberadas por
Dios.

9. Se entregó en manos de Dios y creyó que


estaba recibiendo todo el poder que necesitaba para
enfrentar los desafíos de la vida. Afirmó que el reino de
Dios estaba dentro de él en forma de poder suficiente.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

10. Se recordaba a sí mismo que Dios estaba


con él y que nada podía derrotarlo. Creía que estaba
recibiendo poder de Dios en cada momento.

Con el tiempo, la vida de Antonio cambió


drásticamente. La aplicación de estas diez reglas lo
llevó a superar sus miedos, inseguridades y dudas,
permitiéndole alcanzar un nivel de éxito y satisfacción
personal que nunca antes había experimentado. Los
demás notaron el cambio en Antonio y comenzaron a
preguntarle cuál era su secreto. Al compartir estas diez
reglas, Antonio pudo ayudar a otros a transformar sus
vidas de la misma manera que él lo había hecho.

Antonio lo hizo, tú también puedes hacerlo.

Tu eres tu propio Antonio.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

El Poder de la Perspectiva
Roberto, un hombre de 52 años, se encontraba
sumido en la desesperación, creyendo que había
perdido todo en su vida y sin esperanzas de recuperarse.
Un día, en busca de consejo y consuelo, acudió a
Ernesto, un sabio conocido por su comprensión y
sabiduría.

Al encontrarse con Ernesto, Roberto le confesó su


angustia: "Estoy acabado. Todo lo que construí en mi
vida se ha desvanecido. No me queda nada. Todo se ha
ido. No hay esperanza y soy demasiado mayor para
comenzar de nuevo. He perdido toda la fe".

Ernesto, sintiendo empatía por Roberto, lo miró


con comprensión y le propuso un ejercicio:
"Imaginemos que tomamos un pedazo de papel y
escribimos los valores que aún conservas".

Roberto, sin embargo, suspiró con pesar: "Es


inútil. No me queda nada. Pensé que ya te lo había
dicho".

Paciente, Ernesto insistió: "Probemos de todos


modos". Luego preguntó: "¿Tu esposa sigue contigo?".

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

"Sí, por supuesto, y es maravillosa. Llevamos


treinta años casados. Nunca me abandonaría, por muy
mal que estuvieran las cosas", respondió Roberto.

Entonces Ernesto continuó: "¿Y tus hijos?


¿Tienes hijos?"

"Sí", respondió Roberto, "tengo tres y son


realmente maravillosos. Me ha emocionado la forma en
que se han acercado a mí y me han dicho: 'Papá, te
queremos y estaremos a tu lado'".

Con una sonrisa cálida, Ernesto preguntó:


"¿Tienes amigos?".

"Sí", dijo Roberto, "tengo muy buenos amigos.


Debo reconocer que han sido bastante leales. Han
venido y han dicho que les gustaría ayudarme, pero
¿qué pueden hacer? No pueden hacer nada".

A medida que la conversación avanzaba, Ernesto


continuó haciendo preguntas sobre la integridad de
Roberto, su salud, su aprecio por el país en el que vivía
y su fe religiosa. A cada pregunta, Roberto respondía
de manera positiva, revelando que aún conservaba
muchas cosas valiosas en su vida.

Al final de la conversación, Ernesto le mostró a


Roberto una lista con todo lo que aún tenía: una esposa
amorosa, tres hijos devotos, amigos leales, integridad
personal, buena salud, vivir en un país lleno de
oportunidades y una fe religiosa sólida.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Al ver la lista, Roberto sonrió avergonzado.


"Supongo que no había considerado esas cosas. Nunca
lo había visto de esa manera. Tal vez las cosas no sean
tan terribles después de todo", reflexionó. "Quizás
pueda empezar de nuevo si logro tener confianza en mí
mismo, si consigo sentir algo de fuerza dentro de mí".

A partir de ese momento, Roberto comenzó a


cambiar su perspectiva y a recuperar la fe en sí mismo.
Descubrió que tenía la fuerza y el poder para enfrentar
y superar sus desafíos. Esta transformación en la
mentalidad de Roberto demostró que, en efecto, las
actitudes son más importantes que los hechos y que un
pensamiento seguro y optimista puede modificar o
superar cualquier adversidad.

Si te encuentras desanimado y sin confianza en tus


habilidades para tener éxito, en lugar de centrarte en lo
negativo, elabora una lista de los factores positivos en
tu vida. No permitas que las dificultades adquieran un
poder excesivo en tu mente; en cambio, enfócate en tus
ventajas y fortalezas. Al hacerlo, encontrarás la fuerza
para superar los desafíos.

Recuerda que Dios está a tu lado, apoyándote y


guiándote en cada paso. La fe en esta creencia te llenará
de confianza y fuerza. Practica afirmaciones y
visualizaciones diariamente para reforzar esta idea y
liberar el poder que llevas dentro.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Tus pensamientos influyen directamente en tus


sentimientos de confianza. Al cultivar pensamientos
positivos y hacerlos un hábito, desarrollarás una sólida
autoestima que te permitirá enfrentar cualquier
adversidad. La confianza en ti mismo y la fe te liberarán
de tus miedos e inseguridades, permitiéndote alcanzar
tus metas y triunfar en la vida.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Vacía tu Mente y Dale Paz a


tu Corazón
Mientras saboreaban su desayuno en el comedor
de un hotel, tres amigos se sumergían en una
conversación sobre lo bien que habían dormido la
noche anterior. Aarón se quejó de haber pasado la
noche en vela, incapaz de dormir y sintiéndose tan
agotado como cuando se había acostado. "Creo que
debería dejar de escuchar las noticias antes de dormir",
dijo, "anoche las escuché y me llené la cabeza de
problemas".

Qué expresión, "una cabeza llena de problemas".


No es sorprendente que Aarón haya tenido una noche
inquieta. "Quizás el café que tomé antes de acostarme
tuvo algo que ver", reflexionó.

Bruno intervino: "En mi caso, he dormido


estupendamente. Leí las noticias en el periódico de la
tarde y las escuché en una emisión temprana, así que
tuve tiempo de procesarlas antes de irme a la cama. Por
supuesto", continuó, "utilicé mi método infalible para
dormir".

Carlos preguntó acerca del método, y Bruno lo


explicó así: "Cuando era niño, mi padre, un agricultor,

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

solía reunirnos en la sala de estar antes de acostarnos y


nos leía la Biblia. Todavía puedo escuchar su voz. De
hecho, cada vez que escucho esos versículos bíblicos,
pareciera que los oigo en la voz de mi padre. Luego de
las oraciones, subía a mi habitación y dormía
profundamente. Pero cuando me mudé, dejé la
costumbre de leer la Biblia y rezar.

"Debo admitir que durante años, prácticamente la


única vez que oraba era cuando me encontraba en
problemas. Pero hace unos meses, mi esposa y yo,
enfrentándonos a varios desafíos difíciles, decidimos
intentarlo de nuevo. Nos pareció una práctica muy
beneficiosa, así que ahora todas las noches, antes de
dormir, leemos juntos la Biblia y compartimos un
momento de oración. No sé qué tiene, pero he dormido
mejor y las cosas han mejorado en general. De hecho,
me resulta tan útil que incluso cuando estoy fuera de
casa, como ahora, continúo leyendo la Biblia y rezando.
Anoche me acosté y leí el Salmo 23. Lo leí en voz alta
y me hizo mucho bien".

Dirigiéndose a Aarón, Bruno dijo: "No me metí


en la cama con la cabeza llena de problemas. Me fui a
dormir con la mente llena de paz".

Así que aquí tienen dos frases enigmáticas: "una


cabeza llena de problemas" y "una mente llena de paz".
¿Cuál eliges?

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

La clave del secreto radica en un cambio en la


mentalidad. Debes aprender a vivir con una perspectiva
diferente, y aunque cambiar la forma de pensar requiere
esfuerzo, es mucho más fácil que seguir viviendo como
lo haces. La vida llena de tensión es complicada. La
vida de paz interior, armoniosa y libre de tensiones, es
la forma de existir más sencilla. El principal desafío
para obtener la paz mental es el esfuerzo de transformar
tu pensamiento hacia una actitud relajada y aceptar el
regalo de la paz de Dios.

Carlos recordó una experiencia en una ciudad


donde había dado una charla una noche. Antes de subir
al escenario, estaba repasando su discurso entre
bambalinas cuando un hombre se acercó para hablar
con él acerca de un problema personal.

Le explicó que en ese momento no podía


conversar, ya que estaba a punto de ser presentado, y le
pidió que esperara. Mientras hablaba, vio al hombre
detrás del escenario caminando nerviosamente de un
lado a otro, pero luego desapareció. Sin embargo, el
hombre le había entregado su tarjeta, lo que indicaba
que era una persona influyente en esa ciudad.

Al volver al hotel, a pesar de que ya era tarde,


Carlos seguía preocupado por ese hombre, así que lo
llamó. El hombre se sorprendió con su llamada y
explicó que no esperaba porque, evidentemente, Carlos
estaba ocupado. "Solo quería que rezaras conmigo",

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

dijo el hombre. "Pensé que si rezabas conmigo, quizás


podría encontrar algo de paz".

"No hay nada que nos impida rezar juntos por


teléfono en este momento", dijo Carlos.

Sorprendido, el hombre respondió: "Nunca he


oído hablar de rezar por teléfono".

"¿Por qué no?", preguntó Carlos. "El teléfono es


simplemente un medio de comunicación. Estás a unas
cuadras de mí, pero a través del teléfono estamos
juntos. Además", continuó, "el Señor está con cada uno
de nosotros. Está en ambos extremos de esta línea y en
medio. Está contigo y conmigo".

"Está bien", aceptó el hombre. "Me gustaría que


rezaras por mí".

Entonces Carlos cerró los ojos y rezó por el


hombre a través del teléfono, como si estuvieran en la
misma habitación. El hombre podía oír y el Señor podía
oír. Cuando Carlos terminó, le sugirió: "¿No quieres
rezar?". No hubo respuesta. Luego, al otro lado de la
línea, escuchó sollozos y, finalmente, el hombre dijo:
"No puedo hablar".

"Sigue llorando un minuto o dos y luego reza", le


sugirió Carlos. "Dile al Señor todo lo que te preocupa.
Supongo que esta es una línea privada, pero si no lo es,
y si alguien está escuchando, no importa. Para nosotros,

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

no somos más que un par de voces. Nadie sabría que


somos tú y yo".

Animado así, el hombre comenzó a rezar,


titubeante al principio, y luego con gran fervor derramó
su corazón, lleno de odio, frustración, fracaso... un
amasijo de todo ello. Finalmente, rezó con voz
suplicante: "Querido Jesús, tengo mucho atrevimiento
para pedirte que hagas algo por mí, porque yo nunca he
hecho nada por ti. Supongo que sabes lo inútil que soy,
aunque me ponga en evidencia. Estoy cansado de todo
esto, querido Jesús. Por favor, ayúdame".

Carlos volvió a rezar, pidió al Señor que


respondiera a la oración del hombre y dijo: "Señor, al
otro lado de esta línea telefónica, pon tu mano sobre mi
amigo y dale paz. Ayúdale ahora a rendirse y aceptar tu
don de paz". Luego Carlos se detuvo, y hubo una pausa
bastante larga, y nunca olvidaría el tono de la voz del
hombre cuando le escuchó decir: "Siempre recordaré
esta experiencia, y quiero que sepas que por primera
vez en meses me siento limpio por dentro y feliz y en
paz". Este hombre empleó una técnica simple para
alcanzar la paz mental. Vació su mente y recibió la paz
como un obsequio de Dios.

La clave para lograr esta paz interior radica en la


práctica del vaciado mental. Se aconseja realizar este
ejercicio al menos dos veces al día o más a menudo si
es necesario. Esencialmente, se trata de liberar la mente

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

de temores, rencores, inseguridades, arrepentimientos


y remordimientos. El simple acto de hacer un esfuerzo
consciente para vaciar la mente de estos pensamientos
ya trae consigo una sensación de alivio. De hecho,
muchas personas encuentran consuelo al compartir sus
preocupaciones y problemas con alguien en quien
confían.

En Romanos 12:2 se dice: "No os conforméis a


este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta."

En este versículo, se insta a los creyentes a no


dejarse llevar por las costumbres y patrones de
pensamiento del mundo, sino a transformarse a través
de la renovación de sus mentes. Esto implica cambiar
la forma en que piensan y perciben el mundo a su
alrededor, lo que les permitirá discernir y seguir la
voluntad de Dios para sus vidas.

Vacía tu mente de preocupaciones, llora si es


necesario, suéltalo todo y dale espacio a Dios.
Recuerda que su tiempo es perfecto y todo siempre sale
de manera perfecta.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Tienes poder sin límites


La manera en que percibimos nuestras emociones
ejerce un efecto tangible en nuestro bienestar físico.
Cuando nuestra mente nos convence de que nos
sentimos agotados, el cuerpo, los nervios y los
músculos acatan esta creencia. Por otro lado, si nuestra
mente se encuentra profundamente absorta en algo,
podemos mantenernos activos durante periodos
prolongados sin dificultad. La religión tiene un impacto
significativo en nuestros pensamientos, ya que
funciona como un sistema de disciplina mental. Nutrir
nuestra mente con actitudes de fe puede potenciar
nuestra energía, permitiéndonos llevar a cabo hazañas
asombrosas al infundirnos la confianza de contar con
un sólido respaldo y vastos recursos de poder.

Bastián Laverne, un reconocido entrenador de


fútbol americano, sostenía que un jugador no podía
desplegar la energía necesaria si no controlaba sus
emociones a nivel espiritual. Incluso llegó a decir que
no quería a nadie en su equipo que no sintiera afecto
genuino por sus compañeros. Según él, era imposible
extraer la máxima energía de un jugador si albergaba
odio hacia otro. El odio bloquea la energía y solo al
eliminarlo y cultivar sentimientos amistosos se
recupera la vitalidad. Las personas con falta de energía
suelen estar desorganizadas emocional y
psicológicamente, lo que les provoca conflictos

28
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

internos. Aunque los resultados pueden ser extremos,


siempre hay posibilidad de sanar.

En cierta ocasión, le pidieron a Marianne, una


terapeuta espiritual, que hablara con un hombre
llamado Thomas que había experimentado una drástica
pérdida de energía vital. Antes, Thomas había sido un
ciudadano activo y comprometido con su comunidad,
pero ahora parecía haber sufrido un colapso. Su forma
de moverse y su actitud letárgica daban la impresión de
que había tenido un derrame cerebral. Pasaba horas
sentado en una silla, abatido y llorando. Mostraba
signos de una crisis nerviosa.

Acordaron encontrarse en la habitación de hotel


de Marianne. La puerta estaba abierta y ella pudo ver a
Thomas arrastrándose por el pasillo con dificultad,
como si fuera a caerse en cualquier momento. Le invitó
a sentarse y entablaron una conversación, aunque
resultó difícil obtener información debido a su
tendencia a quejarse y su incapacidad para responder a
sus preguntas. Se notaba que estaba sumido en la
autocompasión.

Cuando Marianne le preguntó si deseaba


recuperarse, Thomas la miró intensa y patéticamente.
Su desesperación era evidente al decir que daría
cualquier cosa por volver a tener la energía e interés en
la vida que tenía antes.

29
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Marianne comenzó a indagar sobre detalles


íntimos de su vida y experiencias, muchos de los cuales
estaban profundamente enraizados en su conciencia y
eran difíciles de sacar a la luz. Estos incluían actitudes
infantiles, temores originados en su niñez y situaciones
de culpa, la mayoría relacionados con la relación
madre-hijo. Con el tiempo, estos factores se
acumularon, obstruyendo el flujo de energía en su vida,
como arena acumulada en un río. Su mente estaba tan
cerrada que parecía casi imposible iluminarla y hacerla
razonar.

Buscando orientación, Marianne se sorprendió al


encontrarse de pie junto a él y colocar su mano en la
cabeza de Thomas. Oró, pidiendo a Dios que sanara a
ese hombre. De repente, sintió como si una fuerza
fluyera a través de su mano, que estaba sobre su cabeza.
Marianne sabía que no había ningún poder curativo en
su mano, pero a veces un ser humano podía actuar
como canal, y al parecer eso ocurrió en este caso. En
ese instante, Thomas la miró con una expresión de
felicidad y paz, y dijo simplemente: "Estuvo aquí. Me
ha tocado. Me siento completamente diferente".

Desde ese momento, la recuperación de Thomas


fue notable, y hoy en día es casi la misma persona que
antes, salvo que ahora tiene una confianza tranquila y
serena que le faltaba antes. Al parecer, el bloqueo en su
personalidad, que había impedido el flujo de energía,
se eliminó gracias a un acto de fe y la energía volvió a

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

fluir libremente. La intervención de Marianne y su


disposición para actuar como un canal de energía
positiva fueron cruciales en la transformación de
Thomas, demostrando el poder de la fe y la conexión
espiritual en la recuperación y el bienestar emocional.

Este acontecimiento nos revela que estas


curaciones milagrosas pueden suceder y que la
acumulación progresiva de factores psicológicos tiene
el potencial de interrumpir el flujo de energía en una
persona. También pone de relieve que estos factores
negativos pueden ser desmantelados por el poder de la
fe, permitiendo así que la energía divina humana vuelva
a fluir en un individuo.

El impacto de la culpa y el miedo en nuestra


energía es ampliamente reconocido por los expertos en
la naturaleza humana. La cantidad de energía vital
requerida para liberar a alguien de la opresión de la
culpa, el miedo o ambos es tan colosal que a menudo
queda poco para las funciones esenciales de la vida. El
agotamiento de energía ocasionado por el miedo y la
culpa es tan significativo que apenas queda energía
para desempeñar el trabajo de una persona. Como
resultado, se fatiga rápidamente.

Al verse incapaz de cumplir con todas las


demandas de sus responsabilidades, la persona se
sumerge en un estado de apatía, aburrimiento y
desgana, e incluso puede llegar a rendirse y dejarse

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

vencer por la fatiga y el desgaste. Pero al reconocer y


abordar estos obstáculos, y al recurrir al poder de la fe,
podemos liberarnos de estos lastres emocionales y
recuperar nuestra vitalidad.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Energía Infinita
Gustavo Delmonte, un exitoso hombre de
negocios, fue enviado a encontrarse con el reverendo
Esteban Serrano por recomendación de su psiquiatra.
Aparentemente, Gustavo, quien en general era
considerado un hombre estricto y moralmente correcto,
había comenzado un romance ilícito con una mujer
casada. Había intentado poner fin a la relación, pero su
amante, Mariana, se negaba a dejarlo ir, a pesar de sus
súplicas para poner fin al romance y regresar a su vida
respetable de antaño.

Mariana amenazó con exponer su aventura a su


esposo si Gustavo seguía intentando poner fin a la
relación. Gustavo admitió que, si el esposo se enteraba
de la situación, sería una desgracia para él en su
comunidad. Era un ciudadano distinguido y valoraba su
posición en la sociedad.

El miedo a ser descubierto y la culpa que sentía le


impedían dormir y descansar adecuadamente. Durante
dos o tres meses, su energía había disminuido
considerablemente y carecía de la vitalidad necesaria
para llevar a cabo su trabajo de manera eficiente. Con
importantes asuntos pendientes, la situación era crítica.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Cuando el psiquiatra sugirió que consultara al


reverendo Serrano debido a su insomnio, Gustavo
protestó, alegando que no había forma de que un
clérigo pudiera resolver la situación que causaba su
insomnio. En cambio, creía que un médico podría
proporcionarle una medicación eficaz.

Al escuchar su punto de vista, el reverendo


Esteban simplemente le preguntó a Gustavo cómo
esperaba dormir si tenía dos compañeros de cama muy
incómodos y desagradables con los que intentaba
conciliar el sueño.

"¿Compañeros de cama?", preguntó Gustavo,


sorprendido. "No tengo compañeros de cama".

"Por supuesto que sí", le respondió Esteban, "y no


hay nadie en este mundo que pueda dormir con esos
dos, uno a cada lado".

"¿A qué te refieres?", preguntó Gustavo,


intrigado.

Esteban explicó: "Estás intentando dormir cada


noche con el miedo a un lado y la culpa al otro, y estás
intentando algo imposible. No importa cuántos
somníferos tomes, y admites que has tomado muchos,
pero no te han hecho ningún efecto. La razón por la que
no funcionan es que no pueden llegar a las capas más
profundas de tu mente, donde se origina este insomnio
que está agotando tu energía. Debes eliminar el miedo

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

y la culpa antes de poder dormir y recuperar tu


vitalidad".

Juntos, enfrentaron el temor a ser descubierto


mediante el sencillo procedimiento de preparar a
Gustavo mentalmente para enfrentar cualquier
situación que pudiera surgir como resultado de hacer lo
correcto, que era, por supuesto, poner fin a la relación
sin importar las consecuencias. Esteban le aseguró que
todo lo que hiciera bien tendría buenos resultados.
Nunca se equivoca al hacer lo correcto. Le animó a
confiar en Dios y simplemente hacer lo correcto,
dejando los resultados en manos divinas.

Gustavo siguió el consejo, aunque con miedo,


pero con gran sinceridad. Mariana, ya fuera por astucia,
alguna expresión de su propia naturaleza o el más
cuestionable recurso de trasladar sus afectos hacia otro
lado, finalmente lo liberó.

La culpa se abordó buscando el perdón de Dios.


Cuando se busca con sinceridad, nunca se niega, y
Gustavo encontró alivio en su fe. Fue sorprendente
cómo, al liberarse de esta doble carga en su mente, su
personalidad volvió a funcionar con normalidad. Pudo
dormir nuevamente. Encontró paz y fuerzas renovadas,
recuperando rápidamente su energía. Más sabio y
agradecido, Gustavo pudo retomar sus actividades
cotidianas, aprendiendo de su experiencia y buscando

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

en adelante vivir una vida más recta y en armonía con


sus creencias y valores.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

El Poder De La Oración
En la actualidad, las personas han incrementado
su práctica de la oración al percatarse de que esta
potencia su eficacia personal. La oración les brinda
acceso a fuerzas y energías que, de otro modo, no
estarían a su alcance.

El poder de la oración se manifiesta como una


forma de energía. Así como existen técnicas científicas
para liberar la energía atómica, también hay métodos
científicos para desatar la energía espiritual mediante el
mecanismo de la oración. Las demostraciones de esta
fuerza energética resultan emocionantes y reveladoras.

Sorprendentemente, el poder de la oración parece


ser capaz de normalizar el proceso de envejecimiento,
evitando o reduciendo enfermedades y deterioros. No
es necesario perder tu energía esencial o poder vital,
debilitarte o volverte apático simplemente a causa del
paso del tiempo. No es imprescindible permitir que tu
espíritu decaiga o se vuelva estancado o apagado. La
oración puede refrescarte cada noche y renovarte cada
mañana. Si permites que la oración penetre en tu
subconsciente, podrás recibir orientación en tus
problemas, accediendo a la fuente de las fuerzas que
determinan si realizas acciones correctas o incorrectas.
La oración tiene el poder de mantener tus reacciones
saludables y adecuadas. Llevada profundamente a tu
subconsciente, la oración puede transformarte,

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

liberando y manteniendo el poder fluyendo sin


restricciones.

Si aún no has experimentado este poder, quizás


necesites aprender nuevas técnicas de oración. Es
beneficioso estudiar la oración desde el enfoque de su
eficacia, más allá del aspecto puramente religioso,
aunque ambos conceptos no se encuentran divididos.
La práctica espiritual científica descarta el enfoque
estereotipado, tal como sucede en la ciencia en general.
Si has estado rezando de cierta manera y, aunque te
haya traído bendiciones, es posible que puedas orar de
una manera aún más fructífera modificando el esquema
y probando nuevas fórmulas de oración. Adquiere
nuevas perspectivas y desarrolla nuevas habilidades
para lograr los mejores resultados en tu vida espiritual.

Hace varios años, un hombre llamado Víctor abrió


un pequeño negocio en Nueva York. El primer local
que tuvo era, según sus propias palabras, "un diminuto
hueco en la pared". Contaba con un único empleado.
Con el tiempo, se mudaron a un espacio más amplio y
luego a otro aún mayor. Su negocio se convirtió en una
empresa sumamente exitosa.

La filosofía empresarial de Víctor consistía en


"llenar el diminuto hueco en la pared con oraciones y
pensamientos positivos". Aseguraba que el trabajo
duro, el pensamiento optimista, la justicia, el trato
adecuado a las personas y el tipo correcto de oración

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

siempre daban resultados. Este hombre, dotado de una


mente creativa y única, desarrolló su propia fórmula
sencilla para resolver problemas y superar dificultades
mediante el poder de la oración. Aunque peculiar, él
mismo la practicaba y sabía que funcionaba. La
compartió con muchas personas que también
encontraron un gran valor al utilizarla. Esta fórmula
podría ser de utilidad para ti también.

La fórmula consta de tres partes: (1) ORAR, (2)


VISUALIZAR, (3) CONCRETAR.

Cuando Víctor hablaba de "orar", se refería a un


sistema diario de oración creativa. Al enfrentarse a un
problema, conversaba con Dios de manera sencilla y
directa en sus oraciones. No veía a Dios como un ser
lejano y abstracto, sino que lo concebía como alguien
presente en su oficina, hogar, calle, coche, siempre
cerca, como un amigo, como un socio íntimo. Tomaba
en serio el mandato bíblico de "orar sin cesar". Lo
interpretaba como si debiera dialogar con Dios de
forma natural y normal sobre las cuestiones que
requerían decisión y tratamiento cada día. La Presencia
de Dios llegó a dominar su pensamiento consciente y,
finalmente, su pensamiento inconsciente. Oraba
mientras caminaba, conducía o realizaba otras
actividades cotidianas. Llenaba su vida diaria de
oración, viviendo a través de ella. En lugar de
arrodillarse para rezar, le hablaba a Dios como a
alguien cercano: "¿Qué voy a hacer al respecto,

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Señor?" o "Dame una nueva perspectiva de esto,


Señor". Oraba por su mente y, de esta manera, oraba
por sus actividades.

El segundo punto de su fórmula de oración


creativa es "visualizar". El factor básico en física es la
fuerza, mientras que en psicología es el deseo
alcanzable. Quien asume el éxito tiende a tener éxito, y
quien asume el fracaso tiende a fracasar. Al imaginar el
fracaso o el éxito, existe una fuerte tendencia a
concretarse en términos equivalentes a la imagen
mental visualizada.

Para garantizar que algo valioso suceda, primero


reza sobre ello y comprueba si está de acuerdo con la
voluntad de Dios. Luego, imprime una imagen mental
de ello sucediendo y mantén la imagen firmemente en
la conciencia. Continúa entregando la imagen a la
voluntad de Dios, es decir, pon el asunto en manos de
Dios y sigue su guía. Trabaja duro e inteligentemente,
aportando así tu parte para lograr el éxito en el tema.
Practica la fe y conserva la imagen firmemente en tus
pensamientos. Hazlo y te sorprenderás de las extrañas
maneras en que la imagen se hace realidad. De esta
forma, la imagen se "concreta". Lo que has "orado" y
"visualizado" se "concreta" según el modelo de tu
deseo básico alcanzable, cuando está condicionado por
la invocación del poder de Dios sobre él y si, además,
te entregas plenamente a su realización.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Así, Víctor llevó a cabo su negocio con esta


fórmula en mente, y a medida que pasaba el tiempo, el
éxito seguía llegando. Su negocio creció y se convirtió
en un referente en su campo, gracias al poder de la
oración, la visualización y la concreción. Aquellos que
conocían a Víctor y seguían su fórmula también
experimentaron cambios positivos en sus vidas,
encontrando soluciones a sus problemas y superando
sus dificultades.

La historia de Víctor y su fórmula peculiar es un


ejemplo inspirador de cómo la oración, la visualización
y la acción pueden transformar nuestras vidas. Su éxito
demuestra que, si nos enfocamos en estos tres pilares,
podemos superar cualquier obstáculo y alcanzar
nuestros sueños.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Atención Divina
Hace algunos años, una mujer llamada Clara notó
que su esposo, Tomás, se estaba distanciando de ella.
Habían compartido un matrimonio feliz, pero con el
tiempo, Clara se había centrado en asuntos sociales,
mientras que Tomás se había sumergido en su trabajo.
Inadvertidamente, habían perdido la cercanía que
alguna vez tuvieron. Un día, Clara descubrió que
Tomás estaba interesado en otra mujer. Desesperada y
angustiada, buscó el consejo de su pastor, el reverendo
Martín.

Hábilmente, el reverendo Martín cambió la


conversación hacia Clara. Ella admitió haber
descuidado su matrimonio y haberse vuelto
egocéntrica, con palabras hirientes y constantes quejas.
Clara confesó que nunca se sintió a la altura de Tomás
y que sentía una profunda inferioridad hacia él, lo que
la llevaba a refugiarse en una actitud hostil,
manifestándose en irritabilidad y crítica.

El reverendo Martín percibió que Clara tenía más


talento, habilidad y encanto de lo que mostraba. Le
sugirió que creara una imagen mental de sí misma
como una persona capaz y atractiva. Juguetonamente,
le dijo que "Dios tiene un salón de belleza" y que las
técnicas de fe podrían poner belleza en su rostro y

42
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

encanto en sus modales. Le enseñó a Clara cómo rezar


y "visualizarse" espiritualmente. Además, le aconsejó
que mantuviera en su mente la imagen de recuperar la
antigua camaradería con Tomás, que visualizara su
bondad y la restauración de la armonía entre ambos.
Clara debía sostener esta imagen con fe.

Entonces, Tomás le comunicó a Clara que quería


el divorcio. Para su sorpresa, ella pudo recibir esta
noticia con serenidad. Simplemente respondió que
estaba dispuesta si él lo deseaba, pero sugirió posponer
la decisión noventa días, argumentando que el divorcio
es algo definitivo. Tomás aceptó, desconcertado por la
respuesta tranquila de Clara.

Durante ese tiempo, Clara se imaginaba a Tomás


en su antigua silla, leyendo cómodamente como en los
viejos tiempos. Imaginaba a los dos juntos jugando al
golf y haciendo excursiones como antes. Sostuvo esta
imagen con fe firme y, finalmente, una noche, Tomás
estaba realmente allí, sentado en su vieja silla. Poco a
poco, las cosas volvieron a ser como antes.

Los días transcurrieron placenteramente hasta que


Clara se dio cuenta de que había llegado el día noventa.
Esa noche, le dijo en voz baja a Tomás: "Hoy es el día
noventa".

"¿A qué te refieres?", preguntó él, desconcertado.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

"¿Acaso no recuerdas? Acordamos esperar


noventa días para tomar una decisión sobre el divorcio
y hoy es el día", respondió Clara.

Tomás la miró un momento y, oculto tras el


periódico, pasó una página y dijo: "No seas tonta. No
podría vivir sin ti. ¿De dónde sacaste la idea de que iba
a dejarte?".

La fórmula de rezar, visualizar y materializar


resultó ser un mecanismo poderoso en la vida de Clara
y Tomás. Ella había rezado y visualizado el resultado
deseado, y este se materializó ante sus ojos. El poder de
la oración resolvió no solo su problema sino también el
de Tomás, y logró restaurar la armonía en su
matrimonio. A través de la fe, la perseverancia y el
amor, Clara y Tomás redescubrieron la conexión que
alguna vez compartieron y encontraron un camino
hacia una vida juntos más feliz y plena.

Ella descubrió un poder sorprendente al


experimentar el poder de la oración. Tú también puedes
lograrlo. Aquí tienes diez pautas para obtener
resultados efectivos a través de la oración:

1. Tómate unos minutos cada día para estar


en silencio y centrar tus pensamientos en Dios. Este
momento de introspección espiritual te permitirá ser
más receptivo a su guía y presencia en tu vida.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

2. Al orar, habla en voz alta utilizando


palabras sencillas y cotidianas. Comparte tus
pensamientos y sentimientos con Dios como si
estuvieras hablando con un amigo cercano, sin
necesidad de emplear un lenguaje religioso específico.
Dios te comprende perfectamente.

3. Incorpora la oración a tus actividades


diarias, ya sea en el transporte público, en tu lugar de
trabajo o en casa. Aprovecha momentos breves para
cerrar los ojos, desconectar del mundo exterior y
centrarte en la presencia de Dios. Cuanto más lo
practiques, más cercana sentirás su presencia.

4. En lugar de pedir constantemente en tus


oraciones, afirma que las bendiciones de Dios ya están
siendo dadas y dedica gran parte de tu tiempo de
oración a expresar gratitud.

5. Ora con la convicción de que tus


oraciones sinceras pueden envolver a tus seres queridos
con el amor y protección divina.

6. Evita los pensamientos negativos al orar,


ya que solo los pensamientos positivos generan
resultados. Mantén una actitud optimista y
esperanzadora.

7. Demuestra siempre tu disposición a


aceptar la voluntad de Dios. Pide lo que desees, pero

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

también sé receptivo a lo que Dios te conceda, pues


podría ser incluso mejor de lo que habías imaginado.

8. Cultiva la actitud de confiar en Dios y


entregarle tus preocupaciones. Haz tu mejor esfuerzo y
deja los resultados en sus manos.

9. Ora por aquellos que te han causado dolor


o con quienes no tienes buena relación. El
resentimiento es el mayor obstáculo para el crecimiento
espiritual y el poder de la oración.

10. Elabora una lista de personas por las que


orar. Cuanto más ores por los demás, especialmente por
aquellos con quienes no tienes vínculos directos, más
beneficios experimentarás en tu vida espiritual.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Crear Tu Propia Felicidad


La infelicidad se ve potenciada cuando llenamos
nuestra conciencia con emociones negativas como el
resentimiento, la malicia y el odio. Asimismo, el
proceso que engendra infelicidad también abarca
elementos como el miedo y la preocupación. Cada uno
de estos temas se aborda en otras secciones de este
libro. Sin embargo, en este momento, queremos
subrayar que gran parte de la infelicidad que
experimenta el individuo promedio es, en realidad,
autoinfligida. Entonces surge la pregunta: ¿cómo
podemos cambiar el rumbo y, en lugar de generar
infelicidad, fomentar la felicidad en nuestras vidas?

El Dr. Samuel Shoemaker, un amigo cercano,


compartió en cierta ocasión una conmovedora historia
sobre un conocido en común, Ralston Young, también
conocido como Redcap nº 42 en la Gran Estación
Central de Nueva York. Ralston trabajaba llevando
equipaje para ganarse la vida, pero su verdadera misión
era compartir el espíritu de Cristo como redcap en una
de las estaciones de tren más transitadas del mundo.
Mientras transportaba las maletas de alguien, intentaba
ofrecer un poco de comunión cristiana con esa persona.
Estudiaba cuidadosamente a sus clientes para ver si

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

podía infundirles ánimo y esperanza. Además, era muy


astuto en cómo lograba hacerlo.

Un día, por ejemplo, le pidieron que llevara a una


ancianita en silla de ruedas al tren. La bajó en el
ascensor, y al subirla, notó que tenía lágrimas en los
ojos. Ralston Young se quedó junto a ella mientras el
ascensor descendía, cerró los ojos y preguntó al Señor
cómo podría ayudarla, y el Señor le dio una idea. Al
sacarla del ascensor, le dijo sonriendo: "Señora, si no le
molesta que lo mencione, tiene un sombrero muy
bonito".

Ella lo miró y respondió: "Gracias".

"Y debo agregar", dijo él, "que lleva un vestido


muy bonito. Me gusta mucho".

A ella le agradó el comentario y, aunque no se


sentía bien, se animó y preguntó: "¿Por qué me dices
cosas tan bonitas? Es muy amable de tu parte".

"Bueno", respondió él, "vi lo infeliz que estabas.


Vi tus lágrimas y le pregunté al Señor cómo podría
ayudarte. El Señor dijo: 'Háblale de su sombrero'.
Mencionar el vestido", añadió, "fue mi idea". Ralston
Young y el Señor juntos sabían cómo distraer la mente
de una mujer de sus problemas.

"¿No te sientes bien?", le preguntó entonces.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

"No", contestó ella. "Me duele constantemente.


Nunca me libro del dolor. A veces creo que no puedo
soportarlo. ¿Sabes, por casualidad, lo que significa
tener dolor todo el tiempo?".

Ralston tenía una respuesta. "Sí, señora, lo sé,


porque perdí un ojo y me dolía como un hierro al rojo
vivo día y noche".

"Pero", dijo ella, "ahora pareces ser feliz. ¿Cómo


lo lograste?"

Para entonces, él ya la había acomodado en su


asiento del tren y le dijo: "Sólo con la oración, señora,
sólo con la oración".

Ella preguntó con dulzura: "¿La oración, solo la


oración, te quita el dolor?".

"Bueno", respondió Ralston, "quizás no siempre


lo quite. No puedo afirmar que lo haga, pero siempre
ayuda a sobrellevarlo para que no parezca doler tanto.
Sigue rezando, señora, y yo también rezaré por ti".

Se secaron sus lágrimas, lo miró con una sonrisa


encantadora, tomó su mano y le dijo: "Me has ayudado
mucho".

Pasó un año, y una noche en la estación Grand


Central llamaron a Ralston Young para que fuera a la
cabina de información. Allí estaba una joven que dijo:
"Te traigo un mensaje desde el más allá. Antes de

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

fallecer, mi madre me pidió que te buscara y te dijera


cuánto la ayudaste el año pasado cuando la llevaste al
tren en su silla de ruedas. Siempre te recordará, incluso
en la eternidad. Se acordará de ti, porque fuiste muy
amable, cariñoso y comprensivo". Entonces la joven
comenzó a llorar y sollozó por su dolor.

Ralston la miró en silencio. Luego dijo: "No


llores, señorita, no llores. No debes llorar. Reza una
oración de acción de gracias".

Sorprendida, la muchacha preguntó: "¿Por qué


debo dar gracias?".

"Porque", respondió Ralston, "hay personas que


se quedaron huérfanas mucho más jóvenes que tú.
Tuviste a tu madre durante mucho, mucho tiempo, y
además, aún la tienes. La volverás a ver. Ahora está
cerca de ti y siempre lo estará. Tal vez", sugirió, "esté
con nosotros en este momento, mientras hablamos".

Los sollozos cesaron y las lágrimas se secaron. La


amabilidad de Ralston tuvo el mismo efecto en la hija
que en la madre. En esa inmensa estación, con miles de
personas pasando por allí, ambas sintieron la presencia
de quien inspiró a ese maravilloso pelirrojo a recorrer
este camino repartiendo amor.

"En donde hay amor", decía Tolstoi, "está Dios"


y, podríamos agregar, donde están Dios y el amor, está

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

la felicidad. Entonces, un principio práctico para crear


felicidad es practicar el amor.

¿Quieres conocer el camino hacia la felicidad?


Entonces El mantén tu corazón libre de odio y tu mente
despejada de preocupaciones. Vive con simplicidad,
aguarda poco y ofrece mucho. Llena tu existencia de
amor. Emite luz. Deja de lado el ego y enfócate en los
demás. Trata a los otros como desearías ser tratado. Pon
en práctica esta filosofía por una semana y te
maravillarás.

Este es el misterio de la felicidad. Todo lo demás


es secundario. Alcanza este estado de ser y encontrarás
la alegría auténtica, incondicional, lo más sublime que
el mundo puede brindarte. No permitas que se te
escape, sin importar lo que hagas en esta vida, porque
en ello reside la verdadera dicha.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Dejar de Darle Vueltas al


Asunto
Mucha gente se complica la vida al malgastar su
energía en la agitación y la preocupación. Si te
identificas con esto, considera el consejo bíblico: "No
te inquietes" (Salmo 37:1). Para vivir de manera
efectiva, debemos dejar de preocuparnos y relajarnos.

Un primer paso es reducir la velocidad de nuestras


vidas. Muchos están desgastando sus cuerpos, mentes
y almas debido al ritmo acelerado que llevamos. La
vida moderna nos sobre estimula, generando toxinas en
nuestro cuerpo y trastornos emocionales, que nos
llevan a la fatiga y la frustración.

Si queremos paz en el alma, debemos desacelerar.


Dios no se apresura, se mueve con calma y
organización. El ritmo de vida ideal es el ritmo de Dios:
sin preocupaciones ni agitaciones.

En una cálida tarde de verano, un hombre llamado


Roberto y su esposa, Isabel, quienes decidieron dar un
largo paseo por el bosque. Durante su caminata, se
detuvieron en la maravillosa Casa de Montaña del Lago
Celeste, ubicada en uno de los parques naturales más
imponentes de Estados Unidos. El parque albergaba

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

7.500 acres de colinas vírgenes y un lago que yacía


como una joya en el corazón del bosque. Lago Celeste,
que significa "lago en el cielo", era un lugar que ofrecía
refugio y paz a aquellos que lo visitaban.

Esa tarde, mientras caminaban, el cielo les


regalaba una mezcla de lluvias de verano y momentos
de sol. A pesar de mojarse y sentir cierta incomodidad,
Roberto e Isabel se recordaron mutuamente que no les
hacía daño mojarse con agua de lluvia limpia.
Continuaron caminando bajo los árboles, conversando
y luego guardando silencio para escuchar los sonidos
del bosque.

En ese momento, la naturaleza les brindó su


serenidad curativa, y pudieron sentir cómo el estrés se
desvanecía. Sin embargo, justo cuando comenzaban a
disfrutar de la tranquilidad, escucharon débilmente los
sonidos de música agitada y nerviosa. De repente, tres
jóvenes, dos mujeres y un hombre, aparecieron en el
bosque, llevando consigo una radio portátil.

Eran jóvenes amables de la ciudad que habían


venido a dar un paseo por el bosque, pero trágicamente,
habían traído consigo su ruido. Roberto e Isabel
mantuvieron una breve conversación con ellos antes de
que continuaran su camino, dejándolos a solas de nuevo
en el bosque. Reflexionaron sobre la pérdida que
representaba para aquellos jóvenes no poder disfrutar
de la música ancestral de la naturaleza: el canto del

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

viento entre los árboles, las dulces notas de los pájaros


cantando con el corazón y la armonía de la música de
las esferas.

En otra ocasión, durante un día otoñal, Roberto e


Isabel se dirigieron a Massachusetts para visitar a su
hijo, Enrique, en la Academia Deerfield. Aunque se
enorgullecían de ser puntuales, en esta ocasión iban
algo retrasados, así que condujeron rápidamente a
través del paisaje otoñal. Isabel señaló a Roberto la
belleza de una colina y un árbol en particular, pero él
estaba tan concentrado en la conducción que no pudo
apreciarlos.

Al darse cuenta de que no estaba prestando


atención a su entorno, Roberto detuvo el automóvil y
retrocedió hasta llegar a un lago rodeado de imponentes
colinas cubiertas con los colores del otoño. Se sentaron,
observaron y reflexionaron sobre la belleza de la escena
que Dios había pintado para ellos. El silencio se
mantuvo por un tiempo, hasta que finalmente Isabel
rompió el silencio con una declaración adecuada: "Me
guía junto a aguas tranquilas" (Salmo 23:2). Aunque
llegaron a Deerfield a las once en punto, no se sintieron
cansados en lo absoluto. De hecho, se sentían
profundamente renovados.

Roberto e Isabel aprendieron a lo largo del tiempo


que, para contribuir a reducir la tensión que parece
dominar a las personas en todas partes, debían

54
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

comenzar por disminuir su propio ritmo. Se dieron


cuenta de que para lograrlo, tendrían que tomarse las
cosas con más calma y serenarse. No dejarse llevar por
la ira ni la angustia, sino practicar la paz. Practicar "la
paz de Dios, que supera todo entendimiento"
(Filipenses 4:7). Y así, al hacerlo, descubrieron la
sensación de poder sereno que surgía dentro de ellos,
permitiéndoles vivir una vida más plena y en armonía
con la naturaleza y con ellos mismos.

¿Te has planteado alguna vez lo vital que es tener


la paz de Dios en tus músculos y articulaciones? Tal
vez si la paz de Dios reina en ellos, no te duelan tanto.
Habla a tus músculos, articulaciones y nervios a diario,
diciéndoles: "No te inquietes" (Salmo 37:1). Relájate,
piensa en cada músculo desde la cabeza hasta los pies
y dile: "La paz de Dios te está tocando". Luego, siente
esa paz en todo tu cuerpo. Con el tiempo, te
obedecerán.

Ve más despacio, porque lo que deseas estará ahí


cuando llegues, si trabajas sin estrés ni presión. Si,
siguiendo el ritmo tranquilo y sin prisas de Dios, no está
ahí, quizás no debía estarlo. Así que intenta desarrollar
un ritmo normal y natural, guiado por Dios. Practica y
conserva la quietud mental. Aprende a soltar el
nerviosismo, deteniéndote y afirmando: "Renuncio al
nerviosismo; estoy en paz". No te enfades ni te
inquietes. Practica la paz.

55
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Aquí tienes una técnica de seis pasos para


combatir la agitación y la ansiedad:

1. Siéntate cómodamente y relaja todo tu


cuerpo. Visualiza y afirma la relajación de cada parte,
desde los dedos de los pies hasta la cabeza.

2. Imagina tu mente como un lago en


tormenta que se calma hasta quedar en paz.

3. Durante unos minutos, recuerda las


escenas más hermosas y serenas que hayas vivido.

4. Repite lentamente palabras que evoquen


calma y paz, como tranquilidad, serenidad y quietud.

5. Rememora momentos en los que Dios ha


cuidado de ti y recita: "Tu poder me ha protegido tanto
tiempo, seguramente AÚN me guiará".

6. Repite: "En paz completa mantendrás a


aquel cuyo pensamiento persiste en ti" (Isaías 26:3)
varias veces al día, imaginándolas como un bálsamo
sanador para tu mente.

Practicando estas técnicas, la tendencia a


preocuparte disminuirá y aumentará tu capacidad para
enfrentar las responsabilidades de la vida.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Esperar Lo Mejor
El reconocido psicólogo William James dijo que
la fe al comienzo de un proyecto incierto es lo único
que garantiza un resultado exitoso. Aprender a tener fe
es esencial para el éxito. Al esperar lo mejor, liberas
una fuerza en tu mente que atrae lo mejor hacia ti. Pero
si esperas lo peor, alejas lo mejor. La expectativa
constante de lo mejor activa fuerzas que lo
materializan.

En un pequeño pueblo americano, existió un


equipo de béisbol llamado San Antonio Club, dirigido
por el entrenador John O'Reilly. Este equipo tenía
mucho talento, pero no conseguía victorias. La mala
suerte y la negatividad parecían ser la causa de sus
problemas.

Un día, después de una derrota particularmente


dolorosa, el entrenador O'Reilly recordó al predicador
local llamado Schlater, quien afirmaba ser un sanador
y tenía una reputación sorprendente. Tomó los bates de
sus jugadores y los llevó al predicador para que los
bendijera.

Cuando O'Reilly regresó y les contó a sus


jugadores lo que había hecho, la atmósfera en el
vestuario cambió. Los jugadores comenzaron a pensar

57
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

en términos de expectativas en lugar de dudas. De


repente, comenzaron a ganar, logrando carreras y
victorias.

La moraleja de este cuento es que no había


ninguna diferencia en los bates, sino en las mentes de
los hombres que los utilizaban. Ahora sabían que
podían batear, anotar y ganar. Un nuevo patrón de
pensamiento les permitió que el poder creativo de la fe
pudiera actuar.

Si te encuentras enfrentando dificultades en la


vida, prueba este método basado en la fe y las
expectativas. Miles de personas han puesto a prueba
este enfoque con excelentes resultados, y las cosas
podrían ser muy diferentes para ti también.

Empieza a leer el Nuevo Testamento y fíjate en


las menciones a la fe. Escoge y memoriza tus frases
favoritas sobre la fe. Repítelas constantemente,
especialmente antes de dormir. Así, modificarás tu
patrón de pensamiento y te convertirás en un creyente
que espera lo mejor, lo que te llevará al éxito.

La técnica del poder espiritual en la Biblia es una


fuerza potente en la naturaleza humana. Destaca la
importancia de la fe, el pensamiento positivo y la
confianza en Dios, los demás, uno mismo y la vida. "Si
puedes creer", dice, "todo es posible para el que cree"
(Marcos 9:23). La fe puede mover montañas.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Al esperar lo mejor en lugar de lo peor, te libras


de la duda en ti mismo y puedes invertir todo tu ser en
el esfuerzo. Nada puede detener al hombre que se
enfoca completamente en un problema. Cuando
enfrentas una dificultad unificado, la dificultad misma,
producto de la desunión, tiende a debilitarse.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

La Derrota no Existe
Si tienes pensamientos de fracaso, te animo a que
los elimines, porque al pensar en el fracaso, es más
probable que lo experimentes. Adopta la mentalidad de
"No creo en la derrota".

Quiero contarte acerca de algunas personas que


han aplicado esta filosofía con excelentes resultados y
explicarte las técnicas y fórmulas que usaron con tanto
éxito. Si lees cuidadosa y reflexivamente estos casos y
crees como ellos, piensas de manera positiva y aplicas
estas técnicas, también podrás superar fracasos que
actualmente pueden parecer inevitables.

Se cuenta la historia de un hombre al que


llamaban "Sr. Obstáculo" debido a que, ante cualquier
propuesta, su mente se centraba automáticamente en las
dificultades en lugar de las oportunidades. Pero un día,
conoció a alguien que le enseñó una lección que
cambiaría su forma de pensar.

En su empresa, los directivos estaban evaluando


un proyecto arriesgado pero prometedor. En las
reuniones, el Sr. Obstáculo siempre señalaba los
problemas y decía, con aire de sabiduría: "Un
momento, consideremos los obstáculos aquí
presentes". Otro hombre, conocido por su habilidad y

60
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

espíritu indomable, intervino y preguntó: "¿Por qué te


centras en los obstáculos en lugar de las posibilidades
de esta propuesta?".

El Sr. Obstáculo replicó: "Porque ser inteligente


significa ser realista, y es un hecho que existen
obstáculos en relación con este proyecto. ¿Puedo
preguntarte cuál sería tu enfoque ante estos
obstáculos?". El otro hombre respondió: "¿Qué haría
con estos obstáculos? Los eliminaría, eso es todo, y me
olvidaría de ellos".

El Sr. Obstáculo dudó y preguntó si tenía alguna


técnica especial para lograrlo. El otro hombre sonrió y
sacó su billetera, mostrándole una tarjeta con una cita
escrita. Le pidió que la leyera en voz alta: "Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece". (Filipenses 4:13)

El hombre confiado explicó que había vivido


mucho tiempo enfrentando dificultades, pero había
poder en esas palabras. Su actitud positiva y su
experiencia convinieron a los presentes, y el proyecto
siguió adelante, resultando exitoso a pesar de los
riesgos.

La lección de esta historia es no temer a los


obstáculos. Practica la creencia de que Dios está a tu
lado y, junto a Él, tienes el poder para enfrentar
cualquier desafío. Enfrenta tus obstáculos con decisión
y acción, y descubrirás que no son tan fuertes como
creías.

61
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

No hay obstáculo que no puedas vencer. Un sabio


me contó su enfoque ante problemas: intenta rodearlo,
pasar por debajo, por encima o, si es necesario,
atravesarlo con la ayuda de Dios.

Toma en serio la fórmula: "Todo lo puedo en


Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13). Repítela
cinco veces al día y liberarás un poder indomable.

Tu subconsciente puede resistirse al cambio, pero


enfrenta a esa negatividad y afirma tu creencia.
Alimenta tu subconsciente con pensamientos positivos,
y con el tiempo, te devolverá la verdad: con Jesucristo,
puedes superar cualquier obstáculo.

Por favor pronuncia la siguiente frase en voz alta:


"No creo en la derrota". Continúa afirmando esto hasta
que la idea domine tus actitudes subconscientes.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Cómo Dejar De Preocuparse


La ansiedad es la gran plaga moderna, el miedo es
el enemigo más desintegrador de la personalidad
humana, y la preocupación es la más insidiosa y
destructiva de todas las enfermedades humanas. No
permitas que la preocupación te domine. ¿En qué
consiste la preocupación en su esencia? Es
simplemente un hábito mental perjudicial y
destructivo. No naciste con la costumbre de
preocuparte, la adquiriste. Dado que puedes modificar
cualquier hábito o actitud que hayas obtenido, también
puedes eliminar la preocupación de tu mente. La acción
decidida y enérgica es clave en el proceso de
eliminación, y no hay un mejor momento para combatir
la preocupación que ahora. Así que, empecemos a dejar
atrás el hábito de preocuparnos de una vez por todas.
La ansiedad es el azote moderno, el miedo es el
enemigo más corrosivo de la personalidad humana, y la
preocupación es la más sutil y dañina de todas las
dolencias humanas.

Un empresario destacado ideó un plan ingenioso


para combatir su preocupación. Su preocupación lo
estaba volviendo extremadamente nervioso y enfermo.
Constantemente dudaba si había hecho o dicho lo
correcto y siempre repasaba sus decisiones,

63
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

inquietándose por ellas. Era un auténtico maestro en


análisis post-mortem. Este hombre, excepcionalmente
inteligente, había obtenido honores en dos
universidades. Se le sugirió que ideara un método
sencillo que le permitiera dejar atrás el día cuando
hubiera terminado, avanzar hacia el futuro y olvidarse
de él. Se le explicó la eficacia cautivadora de una
verdad espiritual simple y dramatizada.

Como se ha dicho, las mentes más brillantes


poseen la mejor habilidad para simplificar, es decir,
diseñar planes sencillos que ponen en marcha verdades
profundas. Este hombre lo hizo en relación con sus
preocupaciones. Notaron que estaba mejorando y le
preguntaron al respecto.

"Oh, sí", respondió, "finalmente encontré el


secreto y ha funcionado de manera sorprendente". Le
dijo a su amigo que si lo visitaba en su oficina al final
del día, le mostraría cómo había erradicado el hábito de
preocuparse. Un día, su amigo lo visitó y lo invitó a
cenar esa noche. Se encontraron en su oficina a la hora
de cerrar. El empresario explicó que había eliminado el
hábito de preocuparse creando "un pequeño ritual" que
realizaba todas las noches antes de salir del trabajo. Y
era muy singular. Dejó una impresión duradera en su
amigo.

Recogieron sus sombreros y abrigos, y se


dirigieron hacia la puerta. Al lado de la puerta de la

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

oficina había una papelera y, en la pared, un calendario.


No era uno de esos calendarios en los que ves una
semana o un mes, o tres meses; era un calendario de un
día. Solo se podía ver una fecha a la vez, y esa fecha
estaba en letras grandes. Dijo: "Ahora voy a realizar mi
ritual nocturno, el que me ha ayudado a romper el
hábito de la preocupación".

Levantó la mano y arrancó la hoja del calendario


de ese día. La enrolló en una bolita y su amigo observó,
fascinado, cómo sus dedos se abrían lentamente y
dejaba caer ese "día" en la papelera. Luego cerró los
ojos y movió los labios; su amigo supo que estaba
rezando, así que guardó silencio respetuosamente. Al
terminar su oración, dijo en voz alta: "Amén. Bueno, se
acabó el día. Vamos, salgamos a disfrutar".

Mientras caminaban por la calle, su amigo le


preguntó: "¿Podría decirme qué ha dicho en esa
oración?".

El empresario se rio y dijo: "No creo que sea el


tipo de oración que te guste". Pero su amigo insistió, y
el empresario dijo: "Bueno, yo rezo algo así: Señor, me
diste este día. No lo pedí, pero me alegré de tenerlo.
Hice lo mejor que pude con él y tú me ayudaste; te
agradezco por ello. Cometí algunos errores, fue cuando
no seguí tus consejos , y lo lamento. Perdóname. Pero
también tuve algunas victorias y logros, y estoy
agradecido por tu guía. Ahora, Señor, sean errores o

65
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

éxitos, victorias o derrotas, el día ha terminado y yo


también, así que te lo devuelvo. Amén".

Tal vez no era una oración ortodoxa, pero


ciertamente resultó efectiva. Dramatizó el final del día
y miró hacia el futuro, esperando hacerlo mejor al día
siguiente. Colaboró con el método de Dios. Cuando el
día termina, Dios lo borra dejando caer el manto de la
noche. Con este enfoque, los errores y fracasos pasados
del empresario, sus pecados de omisión y comisión,
fueron perdiendo gradualmente su dominio sobre él. Se
liberó de las preocupaciones acumuladas de sus días
pasados.

Con esta técnica, este hombre estaba practicando


una de las fórmulas más eficaces contra la
preocupación, que se describe en estas palabras: "...
pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta,
al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús." (Filipenses 3:13-14)

Es probable que encuentres otras estrategias


efectivas contra la preocupación, y me encantaría que
compartas aquellas que hayas aplicado con éxito. Creo
que todos los interesados en el desarrollo personal
somos colegas en el vasto laboratorio espiritual de
Dios. Juntos, creamos métodos prácticos para vivir
triunfantes. Gente de todas partes me escribe sobre sus
técnicas y resultados. Intento ser útil compartiendo

66
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

estos métodos probados a través de libros, sermones,


columnas de periódicos, radio, televisión y otros
medios. De esta manera, se puede formar un gran grupo
de personas que poseen el conocimiento para superar
no solo la preocupación, sino también otros problemas
personales.

Aquí te muestro una fórmula en diez pasos para


dejar atrás las preocupaciones:

1. Repítete a ti mismo: "La preocupación es


solo un mal hábito mental. Y puedo cambiar cualquier
hábito con la ayuda de Dios".

2. Te volviste una persona preocupada al


practicar la preocupación. Puedes librarte de ella
practicando el hábito opuesto y más poderoso: la fe.
Con toda la energía y perseverancia que puedas reunir,
comienza a practicar la fe.

3. ¿Cómo se practica la fe? Todas las


mañanas, antes de levantarte, pronuncia en voz alta:
"Tengo fe", tres veces.

4. Reza con esta fórmula: "Pongo este día,


mi vida, mis seres queridos, mi trabajo en manos del
Señor". No hay mal en las manos del Señor, solo bien.
Suceda lo que suceda, sea cual sea el resultado, si estoy
en las manos del Señor, es la voluntad del Señor y es
bueno".

67
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

5. Practica decir algo positivo acerca de todo


aquello sobre lo que solías hablar negativamente. Habla
con optimismo. Por ejemplo, no digas: "Este será un día
espantoso". En cambio, afirma: "Este será un día
maravilloso". No digas: "Nunca podré hacer eso". En
su lugar, afirma: "Con la ayuda de Dios, lo conseguiré".

6. Evita involucrarte en conversaciones


llenas de preocupaciones. Inyecta fe en todas tus
conversaciones. Un grupo de personas hablando
pesimistamente puede contagiar a todos con su
negativismo. Al hablar con optimismo, puedes disipar
esa atmósfera deprimente y hacer que todos se sientan
llenos de esperanza y alegría.

7. Eres una persona preocupada porque tu


mente está llena de pensamientos de ansiedad, derrota
y pesimismo. Para contrarrestarlos, subraya y
memoriza cada pasaje bíblico que hable de fe,
esperanza, felicidad, gloria y resplandor. Repite estos
pensamientos creativos una y otra vez hasta que
empapen tu subconsciente. Entonces, el subconsciente
te devolverá lo que le diste: optimismo, no
preocupación.

8. Cultiva amistades con personas llenas de


esperanza. Rodéate de amigos con pensamientos
positivos que fomenten la fe y creen un ambiente
creativo. Esto te ayudará a mantener una actitud de fe.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

9. Ayuda a tantas personas como puedas a


superar su propio hábito de preocupación. Al ayudar a
otros a vencer la preocupación, obtienes un mayor
poder sobre ella dentro de ti mismo.

10. Cada día de tu vida, piensa que vives en


compañía de Jesucristo. Si Él caminara a tu lado, ¿te
preocuparías o tendrías miedo? Entonces, recuérdate:
"Él está conmigo". Afirma en voz alta: "Yo estoy
siempre contigo". Luego, cámbiala por: "Él está
conmigo ahora". Repite esa afirmación tres veces al
día.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Cómo Resolver Cualquier


Problema Personales
Déjame contarte la historia de un matrimonio, dos
amigos muy cercanos desde hace mucho tiempo. A lo
largo de los años, Jack, el esposo, trabajó
incansablemente hasta llegar a ocupar el puesto más
alto en su empresa. Estaba en la carrera por la
presidencia de la compañía y confiaba en que, cuando
el presidente se jubilara, sería él quien ocuparía ese
cargo. No había motivo aparente para que su ambición
no se cumpliera, ya que estaba calificado en términos
de habilidad, educación y experiencia. Además, le
habían hecho creer que sería el elegido.

Sin embargo, cuando llegó el momento del


nombramiento, lo dejaron de lado. Un hombre de
afuera fue contratado para ocupar el puesto. Llegué a
su ciudad justo después de que ocurrió el golpe. Su
esposa, Lisa, estaba en un estado de ánimo
particularmente vengativo. Durante la cena, expresó
amargamente todo lo que le "gustaría decirles". La
profunda decepción, humillación y frustración se
convirtieron en una intensa ira que descargó sobre su
esposo y sobre mí.

Jack, por otro lado, permanecía en silencio.


Claramente herido, decepcionado y desconcertado,
enfrentó la situación con valentía. Siendo

70
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

esencialmente una persona amable, no era sorprendente


que no se enojara ni reaccionara violentamente. Lisa
quería que renunciara de inmediato. Le instó a "darles
un buen regaño y luego renunciar".

Él parecía reacio a tomar esa medida, diciendo


que quizás era lo mejor y que continuaría con el nuevo
hombre y lo ayudaría en todo lo que pudiera. Es cierto
que esa actitud podría ser difícil, pero había trabajado
tanto tiempo para la empresa que no sería feliz en otro
lugar y, además, pensaba que en el puesto secundario
la empresa podría seguir utilizándolo.

La mujer se volvió hacia mí y me preguntó qué


haría. Le dije que, como ella, sin duda me sentiría
decepcionado y herido, pero que trataría de no dejar
que el odio me dominara, ya que la hostilidad no solo
corroe el alma, sino que también desorganiza los
procesos de pensamiento.

Sugerí que lo que necesitábamos en esta situación


era orientación divina, una sabiduría más allá de
nosotros mismos. Había tal carga emocional en el
problema que posiblemente seríamos incapaces de
pensar en el asunto de manera objetiva y racional.

Sugerí, por lo tanto, que guardáramos unos


minutos de silencio, sin que nadie dijera nada, que nos
sentáramos en silencio en actitud de comunión y
oración, dirigiendo nuestros pensamientos a Aquel que
dijo: "Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí

71
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

estoy yo en medio de ellos" (Mateo 18:20). Indiqué que


éramos tres y que, si buscábamos alcanzar el espíritu de
estar reunidos en "Su" nombre, Él también estaría
presente para consolarnos y mostrarnos qué debíamos
hacer.

No fue fácil para Lisa adaptarse al estado de


ánimo sugerido, pero en esencia era una persona
inteligente y sensata, y se sumó al plan.

Luego, tras unos minutos de silencio, sugerí que


uniéramos nuestras manos y, aunque estábamos en un
restaurante público, orara en voz baja. En la oración
pedí guía. Solicité paz para Jack y Lisa e incluso fui
más allá pidiendo la bendición de Dios para el recién
nombrado. También oré para que Jack pudiera
adaptarse a la nueva administración y brindar un
servicio más eficiente que antes.

Después de la oración, permanecimos en silencio


por un momento y, con un suspiro, Lisa dijo: "Sí,
supongo que así es como debemos actuar. Cuando supe
que vendrías a cenar con nosotros, temía que nos
aconsejaras adoptar una postura cristiana al respecto.
Francamente, no tenía ganas de hacerlo. Me consumía
la ira, pero por supuesto me doy cuenta de que la
respuesta correcta a este problema se encuentra a través
de ese enfoque. Lo intentaré de todo corazón, por difícil
que sea". Sonrió con resignación, pero la animosidad
había desaparecido.

72
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

De vez en cuando, me puse en contacto con mis


amigos y descubrí que, aunque no todo era como
deseaban, gradualmente se sentían bastante satisfechos
con el nuevo arreglo. Lograron superar su decepción y
resentimiento.

Jack incluso me confesó que le agradaba el nuevo


hombre y que, de alguna manera, disfrutaba trabajando
con él. Me dijo que el nuevo presidente a menudo lo
llamaba para consultarlo y parecía apoyarse en él.

Lisa era amable con la esposa del presidente y, de


hecho, ambos se esforzaban al máximo por cooperar.

Pasaron dos años. Un día, llegué a su ciudad y les


llamé.

"Estoy tan emocionada que apenas puedo hablar",


dijo Lisa.

Comenté que cualquier cosa que la pusiera en ese


estado debía ser de gran importancia.

Ignorando mi comentario, exclamó: "Oh, ha


ocurrido algo maravilloso. El señor Fulano de Tal",
mencionando al presidente, "ha sido seleccionado por
otra empresa en una gran promoción para un trabajo
especial que lo sacará de nuestra organización a una
posición mucho mejor y", preguntó emocionada,
"¿adivina qué? Jack acaba de recibir la notificación de
que ahora es presidente de esta empresa. Ven ahora
mismo y agradezcamos los tres juntos".

73
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Más tarde, mientras estábamos sentados juntos,


Jack dijo: "¿Sabes? Estoy empezando a comprender
que, después de todo, el cristianismo no es solo teoría.
Hemos resuelto un problema siguiendo principios
espiritualmente científicos bien definidos. Me
estremezco al pensar", dijo, "en el terrible error que
habríamos cometido si no hubiéramos abordado este
problema siguiendo la fórmula contenida en las
enseñanzas de Jesús".

"¿A quién se le ocurrió la absurda idea de que el


cristianismo no es práctico? Nunca más permitiré que
surja un problema sin enfrentarlo tal como los tres
resolvimos este".

Bueno, han pasado varios años y Lisa y Jack han


enfrentado otros problemas, y a cada uno de ellos han
aplicado esta misma técnica, invariable mente con
buenos resultados. A través del método de "dejarlo en
manos de Dios", han aprendido a resolver sus
problemas de manera efectiva.

Así, Lisa y Jack continuaron su vida juntos,


enfrentando desafíos y problemas con una perspectiva
de fe y sabiduría divina. A lo largo de los años, su
relación se fortaleció y su amor creció, mientras
aprendían a confiar en la guía espiritual en sus vidas.
Sus amigos y familiares no podían dejar de notar la paz
y armonía que irradiaban, y muchos también

74
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

comenzaron a aplicar estos principios en sus propias


vidas.

Al final, la historia de Lisa y Jack se convirtió en


un testimonio del poder transformador del amor, la fe y
la comprensión en la vida de una pareja. A través de sus
luchas y triunfos, demostraron que, incluso en las
situaciones más difíciles, el verdadero amor y la guía
divina pueden triunfar y llevar a la felicidad y la
satisfacción duraderas.

Ahora te voy a compartir diez consejos sencillos


como técnicas generales para enfrentar tus retos en la
vida:

1. Cree firmemente que hay una solución


para cada dificultad.

2. Mantén la tranquilidad. El estrés bloquea


el flujo del poder mental. Tu cerebro no puede
funcionar de manera eficiente bajo presión. Aborda tus
problemas con calma.

3. No intentes forzar una respuesta. Deja


que tu mente esté relajada para que la solución se revele
con claridad.

4. Reúne todos los datos de forma neutral,


sin emociones y con criterio.

5. Escribe los datos en un papel. Esto te


ayuda a aclarar tus ideas y a organizar los diferentes

75
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

aspectos. Te permite visualizar y pensar al mismo


tiempo. El problema se vuelve objetivo en lugar de
subjetivo.

6. Ora sobre tus dificultades, pidiendo que


Dios ilumine tu mente.

7. Cree y busca la guía divina en la promesa


del Salmo 73: "Me guiarás con tu consejo".

8. Confía en tu capacidad para discernir e


intuir.

9. Visita la iglesia y deja que tu


subconsciente trabaje en el desafío mientras te
sumerges en el ambiente de adoración. El pensamiento
espiritual creativo tiene un poder increíble para brindar
respuestas "acertadas".

10. Si sigues estos pasos con dedicación,


entonces la respuesta que surja en tu mente o que se
manifieste será la solución apropiada para tu problema.

76
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Fe Para Sanar
Déjame contarte una historia de sanación relatada
por una mujer llamada Emily, a quien respeto
profundamente por su sinceridad y buen juicio. La
evidencia en este caso es completa y científicamente
convincente. A Emily le informaron que necesitaba una
cirugía urgente para extirpar un tumor diagnosticado
como maligno.

Cito sus palabras: "Se tomaron todas las


precauciones posibles, pero los síntomas regresaron.
Como era de esperar, estaba aterrada; sabía que los
tratamientos hospitalarios no eran suficientes. No había
esperanza, así que recurrí a Dios en busca de ayuda. Un
devoto y espiritual hombre llamado Jacob me ayudó a
través de la oración a comprender que el conocimiento
adecuado de Dios y su Cristo sanador también me
ayudaría a mí. Fui muy receptiva a este tipo de
pensamiento y me entregué en manos de Dios.

"Había pedido ayuda una mañana, como de


costumbre, y pasé el día realizando mis quehaceres
domésticos, que eran muchos en ese entonces. Estaba
preparando la cena, sola en la cocina. Noté una luz
inusualmente brillante en la habitación y sentí una
presión en todo el lado izquierdo, como si hubiera
alguien muy cerca de mí. Había escuchado sobre

77
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

curaciones; sabía que oraban por mí, así que decidí que
debía ser el Cristo sanador quien estaba conmigo.

"Decidí esperar hasta la mañana siguiente, para


estar segura; si los síntomas del problema desaparecían,
entonces lo sabría. Por la mañana, la mejoría era tan
notable y yo estaba tan liberada en mi mente, que estaba
convencida, e informé a mi amigo Jacob que la
curación había ocurrido.

"El recuerdo de aquella curación y la presencia de


Cristo están tan vivos en mi mente hoy como en aquel
entonces. Eso fue hace quince años, y mi salud mejoró
constantemente hasta que ahora estoy en excelentes
condiciones."

En muchos casos de problemas cardíacos, la


terapia de la fe (una fe tranquila y serena en Jesucristo)
sin duda estimula la curación. Aquellas personas que
sufren un infarto y luego practican con profundidad y
plenitud la fe en la gracia sanadora de Cristo, siguiendo
al mismo tiempo las pautas prescritas por sus médicos,
reportan notables historias de recuperación. Tal vez
dicha persona incluso pueda alcanzar un nivel de salud
mayor que antes, al haber aprendido sus limitaciones y,
al darse cuenta de las tensiones excesivas que se ha
impuesto, ahora conserva su energía.

Un hombre extraordinario llamado David sufrió


un infarto hace aproximadamente treinta y cinco años.
Le dijeron que nunca podría retomar su trabajo. Le

78
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

indicaron que debía permanecer la mayor parte del


tiempo en reposo. Probablemente estaría discapacitado
el resto de su vida, que sería relativamente corta, según
le informaron. Es poco probable que en la medicina
actual se le hicieran tales afirmaciones. De todos
modos, escuchó estos sombríos pronósticos sobre su
futuro y los reflexionó cuidadosamente.

Una mañana, se despertó temprano, tomó su


Biblia y, por azar (¿o fue realmente azar?), la abrió para
leer el relato de una de las curaciones de Jesús.
También leyó la declaración: "Jesucristo es el mismo
ayer, hoy y siempre" (Hebreos 13:8). Pensó que si Jesús
pudo sanar a la gente hace mucho tiempo y si sigue
siendo el mismo, ¿por qué no podría sanar hoy? "¿Por
qué Jesús no puede sanarme a mí?", se preguntó.
Entonces, la fe surgió en su corazón.

Así, con simple confianza, le pidió al Señor que


lo sanara. Le pareció escuchar a Jesús preguntarle:
"¿Crees que puedo hacerlo?". Y su respuesta fue: "Sí,
Señor, creo que puedes".

Cerró los ojos y "sintió como si el toque sanador


de Cristo estuviera en su corazón". Ese día experimentó
una extraña sensación de paz. Con el transcurso de los
días, se convenció de que había una creciente fuerza en
su interior. Finalmente, un día oró: "Señor, si es tu
voluntad, mañana me vestiré, saldré a la calle y en unos
días volveré al trabajo. Me entrego completamente a tu

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

cuidado. Si mañana muriera como resultado del


incremento de actividad, quiero agradecerte por todos
los maravillosos días que he vivido. Con tu ayuda,
mañana comenzaré y estarás conmigo todo el día. Creo
que tendré la fuerza necesaria, pero si muriera debido a
este esfuerzo, estaré contigo en la eternidad, y todo
estará bien de todos modos".

Con esa tranquila fe, fue incrementando sus


actividades a medida que pasaban los días. Siguió este
enfoque todos los días durante su carrera, que duró
treinta años desde la fecha de su infarto. Se retiró a los
setenta y cinco años. Pocos hombres he conocido que
hayan sido más enérgicos en sus emprendimientos o
que hayan contribuido más al bienestar humano. Sin
embargo, siempre conservó su fuerza física y nerviosa.
Tenía la costumbre de acostarse y descansar después de
comer, y nunca se permitía sentirse abrumado. Se
acostaba temprano y se levantaba temprano, siguiendo
siempre reglas de vida estrictas y disciplinadas.

En todas sus actividades, había ausencia de


preocupación, resentimiento y tensión. Trabajaba duro,
pero con facilidad.

Los médicos tenían razón. Si hubiera continuado


con los hábitos debilitantes de su vida anterior,
probablemente habría muerto hace tiempo o, al menos,
sería un discapacitado. El consejo de los médicos lo
llevó al punto en el que la obra sanadora de Cristo pudo

80
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

realizarse. Sin el infarto, no habría estado mental ni


espiritualmente preparado para la curación.

Cuando se trata de prevenir enfermedades y sanar


tu mente y cuerpo, no olvides aprovechar uno de tus
recursos más valiosos: la fe sanadora. Teniendo en
cuenta los principios que hemos discutido, ¿qué pasos
positivos puedes tomar cuando tú o alguien cercano a ti
están enfermos? Aquí tienes ocho consejos prácticos:

1. Haz caso al sabio consejo de un


reconocido decano de medicina que afirmó: "Cuando
estés enfermo, contacta con tu guía espiritual, al igual
que lo harías con tu médico". En otras palabras, confía
en que las fuerzas espirituales y las habilidades médicas
son igual de importantes para la recuperación.

2. Ora por tu médico. Entiende que Dios


utiliza a seres humanos capacitados como herramientas
para colaborar con Su poder curativo. Como dijo un
médico: "Nosotros tratamos a los pacientes y Dios los
sana". Por tanto, reza para que el médico sea un canal
receptivo de la gracia sanadora de Dios.

3. No importa qué, evita el pánico y el


miedo, ya que al hacerlo enviarás pensamientos
negativos y destructivos hacia tu ser querido cuando
necesita pensamientos positivos y sanadores para
ayudarle.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

4. Recuerda que Dios actúa siguiendo leyes.


También ten en cuenta que nuestras leyes materialistas
son solo revelaciones parciales del gran poder que fluye
por el universo. La ley espiritual también rige la
enfermedad. Dios ha establecido dos remedios para
todas las enfermedades. Uno es la curación a través de
las leyes naturales aplicadas por la ciencia, y el otro es
la curación mediante la ley espiritual aplicable a través
de la fe.

5. Confía plenamente en Dios y deja a tu ser


querido en Sus manos. Por medio de tu fe, puedes
colocar a esa persona en el flujo del poder divino.
Existe sanación en ese flujo, pero para que sea efectiva,
el paciente debe ser liberado por completo a la voluntad
de Dios. Esto puede ser difícil de entender y de llevar a
cabo, pero es cierto que si el profundo deseo que tu ser
querido viva se combina con una voluntad igualmente
fuerte de entregárselo a Dios, los poderes curativos se
activan sorprendentemente.

6. También es crucial que haya armonía en


la familia, una armonía espiritual. Recuerda el énfasis
en la escritura, Mateo 18:19: "Si dos de ustedes se
ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa
que pidan, les será concedida por mi Padre que está en
los cielos". Aparentemente, la falta de armonía y la
enfermedad están relacionadas.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

7. Visualiza a tu ser querido sano. Imagínalo


en perfecto estado de salud. Ve a esa persona irradiando
amor y bondad de Dios. La mente consciente puede
sugerir enfermedad, incluso muerte, pero la mayor
parte de tu mente está en el subconsciente. Deja que la
imagen de la salud penetre en el subconsciente y esta
poderosa parte de tu mente enviará energía radiante de
salud. Lo que creemos en el subconsciente
normalmente lo obtenemos.

8. Habla con Dios de manera natural y


pídele que cure a tu ser querido. Hazlo con todo tu
corazón, pero trata de decir "por favor" solo una vez.
Después de eso, puedes darle gracias a Dios por su
bondad en tu oración. Si tienes fe positiva, esto te
ayudará a liberar un gran poder espiritual y a sentir la
alegría de saber que Dios cuida y ama a todos. Esta
alegría puede ser muy sanadora, así que recuerda que
no solo es importante pedir por la sanación, sino
también encontrar la felicidad en las pequeñas cosas.
¡Ánimo!

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Cuando tu salud decaiga,


prueba esto…
Esta historia de cómo un tratamiento espiritual y
emocional logró devolver la vitalidad a un hombre cuya
vida estaba en declive comienza con un gerente de
ventas llamado John. Él solía ser un empleado
destacado y lleno de energía, pero de un momento a
otro, comenzó a perder su capacidad y energía,
afectando su desempeño laboral. Los colegas de John
notaron rápidamente su decadencia y lo instaron a ver
a un médico. La compañía lo envió a Atlantic City y
luego a Florida en un intento de ayudarlo a recuperarse,
pero ninguna de estas vacaciones pareció mejorar su
situación.

El médico de John, familiarizado con una clínica


religioso-psiquiátrica, recomendó al presidente de la
compañía que John visitara la clínica para una
entrevista. A regañadientes, John aceptó ir, aunque no
estaba contento con la idea de ser enviado a una iglesia.
"Es ridículo", gruñó, "cuando envían a un hombre de
negocios a un predicador. Supongo que van a rezar
conmigo y a leer la Biblia", dijo irritado.

"No me sorprendería", respondió el terapeuta, "ya


que a veces nuestros problemas radican en un área
donde la oración y la terapia de la Biblia pueden tener
un efecto significativo". A pesar de su actitud, el

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

terapeuta instó a John a cooperar, diciéndole que su


empleo estaba en juego si no lograba recuperarse.

Asombrado, John finalmente preguntó qué


debería hacer. El terapeuta le explicó que las personas
a menudo llegan a un estado de colapso emocional
debido a una acumulación de miedo, ansiedad, tensión,
resentimiento y culpa. Le sugirió que viera al terapeuta
como un amigo comprensivo y confiable, y que
compartiera sus preocupaciones y pensamientos sin
reservas.

Con el tiempo, John reveló que había cometido


una serie de errores que lo habían llevado a un enredo
complicado de mentiras. Vivía con miedo a ser
descubierto y estaba consumido por la confusión
interna. El terapeuta lo animó a desahogarse
completamente y a enfrentar sus problemas.

Después de hacerlo, John experimentó una


sensación dramática de liberación y alivio. El terapeuta
le sugirió que rezara y pidiera a Dios que lo perdonara
y lo llenara de paz y limpieza. Aunque al principio
dudó, John finalmente ofreció una oración sincera y
sencilla.

Regresó a su oficina ese mismo día, y poco a poco,


su desempeño comenzó a mejorar. Eventualmente,
John volvió a ser uno de los mejores gerentes de ventas
de la ciudad. Cuando el presidente de la compañía se

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

reunió con el terapeuta, comentó: "No sé qué le hiciste


a John, pero desde luego es una bola de fuego".

"Yo no hice nada. Dios lo hizo", respondió el


terapeuta.

"Sí", dijo el presidente, "lo entiendo. De todos


modos, es el John de siempre". Y así, la fórmula de
salud que le devolvió la eficiencia normal a John fue un
tratamiento psicosomático que lo curó de una condición
espiritual y mental insalubre Al enfrentar sus miedos y
angustias, y al buscar ayuda tanto emocional como
espiritual, John pudo recuperar su vitalidad y retomar
su exitosa carrera. La historia de John es un
recordatorio de que, en ocasiones, la sanación y la
recuperación requieren una combinación de terapias y
enfoques que aborden no solo el cuerpo, sino también
la mente y el espíritu.

Hoy en día, nos damos cuenta de cómo nuestras


formas de pensar influyen en nuestra salud física.
Entendemos que el resentimiento puede provocar
enfermedades, la culpa puede generar síntomas físicos
y el miedo y la ansiedad pueden manifestarse en
nuestro cuerpo. También sabemos que, al cambiar
nuestros pensamientos, podemos alcanzar la sanación.

Es fundamental ser conscientes de que nuestras


emociones y pensamientos afectan realmente nuestro
bienestar físico. Para llevar una vida más sana y feliz,
es esencial reconocer y enfrentar estos patrones

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

negativos de pensamiento y sentimientos. Así que,


toma las riendas de tus emociones y pensamientos, y
verás como no solo mejorará tu salud mental, sino
también tu salud física en general.

Ya que el enojo, la furia, el odio y el resentimiento


pueden afectar negativamente nuestra salud, ¿cuál es la
solución? Evidentemente, es llenar nuestra mente con
actitudes de buena voluntad, perdón, fe, amor y
tranquilidad. ¿Cómo lo conseguimos? Aquí tienes
algunas sugerencias prácticas que han ayudado a
muchos a luchar contra la ira en particular. Aplicar de
manera constante estos consejos puede mejorar tu
bienestar emocional:

1. Recuerda que la ira es una emoción y las


emociones suelen ser intensas, incluso ardientes. Para
disminuir una emoción, hay que enfriarla. ¿Cómo lo
haces? Cuando te enfadas, es probable que aprietes los
puños, subas el tono de voz y tensas tus músculos.
Resiste conscientemente la intensidad de esta emoción
con calma: refréscala. Deliberadamente, evita apretar
las manos y mantén los dedos extendidos. Baja
intencionalmente el volumen de tu voz, incluso hasta
un susurro. Recuerda que discutir en voz baja es difícil.
Siéntate en una silla o acuéstate si puedes. Es difícil
enfadarse estando tumbado.

2. Dite a ti mismo en voz alta: "No seas


absurdo. Esto no me lleva a ninguna parte, así que

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

déjalo estar". En ese momento, quizás te resulte difícil


rezar, pero intenta de todos modos; al menos imagina a
Jesucristo en tu mente e intenta visualizarlo tan enojado
como tú. No podrás hacerlo, y el esfuerzo te ayudará a
disipar tus emociones de enojo.

3. Un buen método para calmar la ira lo


sugirió Grace Oursler. Antes solía contar hasta diez,
pero descubrió que las primeras diez palabras del Padre
Nuestro eran más efectivas. "Padre nuestro que estás en
el cielo, santificado sea tu nombre". Cuando te enfades,
repítelo diez veces y tu ira perderá su poder sobre ti.

4. La ira es un término general que engloba


el enojo acumulado por numerosas irritaciones
pequeñas. Estas irritaciones, aunque menores por sí
solas, ganan fuerza al sumarse y, finalmente, estallan
en una furia que a menudo nos hace sentir
avergonzados. Entonces, haz una lista de todo lo que te
molesta. No importa cuán insignificante o ridículo
pueda parecer, anótalo. El propósito de esto es secar los
pequeños arroyos que alimentan el gran río de la ira.

5. Convierte cada irritación individual en un


objeto especial de oración. Logra la victoria sobre cada
una de ellas, una por una. En lugar de intentar destruir
toda tu ira, que es una fuerza consolidada, utiliza la
oración para eliminar cada molestia que alimenta tu
enojo. De esta manera, debilitarás tu ira hasta el punto
de que finalmente tendrás el control sobre ella.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

6. Practica la autoconciencia cada vez que


sientas un arrebato de ira. Pregúntate: "¿Realmente vale
la pena lo que me está haciendo emocionalmente? Voy
a quedar mal y perder amigos". Para dominar esta
técnica, repítete varias veces al día: "No tiene sentido
alterarse o enojarse por nada". También convéncete de
que: "No vale la pena gastar 1000 dólares de emoción
en una irritación de cinco centavos".

7. Si te enfrentas a una situación que te


lastima, resuélvela lo más pronto posible. No le des más
vueltas de las necesarias. Toma acción. No te permitas
caer en la autocompasión ni en la tristeza. Al igual que
cuando te lastimas un dedo, aplica de inmediato un
remedio. Si no lo haces, la situación podría
descontrolarse. Así que aplica un poco de yodo
espiritual en la herida, rezando una oración de amor y
perdón.

8. Libera las quejas de tu mente. Abre tu


mente y permite que fluyan. Habla con alguien en quien
confíes y comparte tus problemas hasta que no quede
rastro de ellos en ti. Luego, olvida todo.

9. Comienza a rezar por la persona que ha


herido tus sentimientos. Hazlo hasta que sientas que el
rencor se desvanece. Quizás necesites rezar durante un
tiempo para lograrlo. Un hombre que probó este
método contó las veces que tuvo que rezar hasta que el
resentimiento desapareció y encontró la paz: fueron

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

exactamente 64. Realmente oró para liberarse. Esto está


garantizado para funcionar.

10. Ora esta pequeña plegaria: "Que el amor


de Cristo llene mi corazón". A continuación, añade:
"Que el amor de Cristo por (nombre de la persona)
inunde mi alma". Reza esto, compártelo (o pide que te
lo compartan), y encontrarás consuelo.

11. Sigue el consejo de Jesús de perdonar


setenta veces siete, lo que significa literalmente 490
veces. Antes de que hayas perdonado a alguien tantas
veces, te habrás liberado del resentimiento.

12. Finalmente, ese impulso indómito,


indisciplinado y primitivo que surge en ti solo puede
ser controlado si permites que Jesucristo tome las
riendas. Así que termina esta lección pidiéndole a
Jesucristo: "Así como puedes transformar la moral de
una persona, te pido que transformes mis nervios. Así
como das poder sobre los pecados de la carne, dame
poder sobre los pecados de la actitud. Pon mi
temperamento bajo tu control. Dame tu paz sanadora en
mi sistema nervioso y en mi alma". Si te aqueja el mal
humor, repite esta oración tres veces al día. Sería útil
imprimirla en una tarjeta y colocarla en tu escritorio,
sobre el fregadero de la cocina o en tu billetera.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Cuando te duela el corazón


William James, un académico destacado de
América, después de muchos años de investigación,
llegó a la conclusión de que el cerebro humano es
simplemente un vehículo para la existencia del alma y
que, eventualmente, la mente tal como la conocemos
hoy será reemplazada por un cerebro que permita a su
poseedor acceder a regiones desconocidas del saber. A
medida que nuestro ser espiritual se desarrolla aquí en
la Tierra y avanzamos en edad y vivencias, nos
volvemos más conscientes del vasto mundo que nos
envuelve, y al morir, simplemente entramos en una
capacidad ampliada.

Eurípides, uno de los pensadores más prominentes


de la antigüedad, estaba convencido de que la vida
futura sería inmensamente superior. Sócrates compartía
el mismo pensamiento. Una de las afirmaciones más
alentadoras jamás pronunciadas fue su comentario:
"Ningún mal puede ocurrirle a un hombre bueno, ni en
esta vida ni en la próxima".

Caroline Thompson, una experta científica en la


tecnología de colores, compartió la experiencia de la
muerte de su hermana. El siguiente relato de esta mujer
con formación científica apareció en la revista de
inspiración Guideposts. Caroline Thompson cita a su

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

hermana moribunda diciendo: "'Caroline, prométeme


que no me administrarán ninguna droga. Sé que
intentan aliviar mi dolor, pero quiero ser plenamente
consciente de cada sensación. Estoy convencida de que
la muerte será una experiencia hermosa'".

"Se lo prometí. Más tarde, a solas, lloré pensando


en su valentía. Luego, mientras daba vueltas en la cama
durante la noche, me di cuenta de que lo que yo creía
una calamidad, mi hermana lo consideraba un triunfo.

"Diez días después se acercaba la hora final.


Había estado junto a su cama durante horas. Habíamos
hablado de muchas cosas, y siempre me maravillaba su
tranquila y sincera confianza en la vida eterna. Ni una
sola vez la tortura física pudo con su fortaleza
espiritual. Era algo que los médicos no habían tenido
en cuenta.

'Querido y bondadoso Dios, mantén mi mente


clara y dame paz', había susurrado una y otra vez
durante esos últimos días.

"Hablamos tanto tiempo que me di cuenta de que


se estaba quedando dormida. La dejé tranquilamente
con la enfermera y me retiré a descansar. Unos minutos
después oí la voz de mi hermana llamándome. Volví
rápidamente a su habitación. Se estaba muriendo.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

"Me senté en su cama y le tomé la mano. Estaba


ardiendo. Entonces ella pareció levantarse en la cama
casi hasta una posición sentada.

"'Caroline', dijo, 'hay tantos de ellos. Está Fred...


y Ruth... ¿qué hace ella aquí? ¡Oh, ya sé!'

"Una descarga eléctrica me recorrió. Había dicho


Ruth. Ruth era su prima, que había muerto
repentinamente la semana anterior. Pero a Eleanor no
le habían dicho nada de la muerte repentina de Ruth.

"Un escalofrío tras otro me recorrió la espalda. Me


sentí al borde de un conocimiento poderoso, casi
aterrador. Había murmurado el nombre de Ruth.

"Su voz era sorprendentemente clara. 'Es tan


confuso. Son tantos.' De repente, sus brazos se
extendieron tan felices como cuando me había dado la
bienvenida. 'Voy a subir', dijo.

"Entonces dejó caer sus brazos alrededor de mi


cuello y se relajó en mis brazos. La voluntad de su
espíritu había transformado la agonía final en éxtasis.

"Cuando apoyé su cabeza en la almohada, tenía


una sonrisa cálida y apacible en el rostro. Su cabello
castaño dorado yacía descuidadamente sobre la
almohada. Cogí una flor blanca del jarrón y se la puse
en el pelo. Con su figura menuda y esbelta, su pelo
ondulado, la flor blanca y su suave sonrisa, parecía una
vez más -y para siempre- una colegiala".

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

La mención de su prima Ruth por parte de la joven


moribunda y el hecho evidente de que la vio claramente
es un fenómeno que se repite una y otra vez en los
incidentes que han llegado a mis manos. Tan repetitivo
es este fenómeno y tan similares son las características
de esta experiencia descrita por muchos que equivale a
una prueba sustancial de que las personas cuyos
nombres se pronuncian, cuyos rostros se ven, están
realmente presentes.

¿Dónde están? ¿En qué estado se encuentran?


¿Qué tipo de cuerpo tienen? Son preguntas difíciles. La
idea de una dimensión diferente es probablemente la
más defendible, o puede ser más exacto creer que viven
en un ciclo de frecuencia diferente.

No es posible ver a través de las palas de un


ventilador eléctrico cuando está detenido. Pero, cuando
gira a alta velocidad, las palas parecen volverse
transparentes. En la frecuencia más elevada o en el
plano en el que habitan nuestros seres queridos, las
cualidades impenetrables del universo pueden
revelarse ante la mirada de aquel que se adentra en sus
misterios. En momentos profundos de nuestras propias
vidas, es totalmente factible que alcancemos, al menos
en cierta medida, esa frecuencia superior. En una de las
frases más hermosas de la literatura inglesa, Robert
Ingersoll sugiere esta gran verdad: "En la noche de la
muerte, la esperanza ve una estrella y el amor que
escucha puede oír el susurro de un ala".

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

El Nuevo Testamento te muestra la


indestructibilidad de la vida de una manera sencilla y
cautivadora. Representa a Jesús después de ser
crucificado en una secuencia de encuentros,
desapariciones y reencuentros. Algunos lo observaban
y luego desaparecía ante sus miradas. Es como si nos
estuviera diciendo: "Me ves y después ya no". Esto
insinúa que quiere comunicarnos que cuando no lo
vemos, no significa que no esté presente. No verlo no
es lo mismo que no existir. Las visiones místicas que
algunas personas experimentan señalan la misma
verdad: Él está cerca. ¿Acaso no afirmó: "...porque yo
vivo, también ustedes vivirán"? (Juan 14:19) En otras
palabras, nuestros seres amados que han fallecido en la
fe también están cerca y, en ocasiones, se acercan para
darnos consuelo.

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

El Poder Superior
Por Susana Rodríguez

Un hombre llamado Richard y su esposa, Mary,


quienes atravesaban tiempos difíciles, decidieron
buscar consejo. Richard, exeditor de una revista, era
conocido y estimado en los círculos artísticos y
musicales por su simpatía y amabilidad. Su esposa,
igualmente apreciada, padecía problemas de salud, lo
que los había llevado a retirarse al campo y vivir en una
especie de semireclusión.

Richard compartió que había sufrido dos infartos,


uno de ellos bastante grave. Su esposa no mejoraba y él
estaba muy preocupado por ella. Le preguntó:
"¿Podemos encontrar algún poder que nos ayude a
recuperarnos físicamente y nos brinde nuevas
esperanzas, valor y fuerza?". La situación, tal como la
describía, era una serie de desilusiones y fracasos.

Al principio, el consejero dudaba de que Richard


pudiera adoptar y utilizar la simple confianza necesaria
para que la fe lograra rehabilitarlo. Sin embargo,
Richard le aseguró que estaba hablando en serio y que
seguiría cualquier indicación que se le proporcionara.
El consejero percibió su honestidad y autenticidad, lo
que lo llevó a sentir un gran cariño hacia él. Le ofreció

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

una receta simple: debía leer el Nuevo Testamento y los


Salmos hasta que su mente estuviera impregnada de
ellos, memorizar pasajes y entregarse a Dios.

Richard y Mary adoptaron una fe pura y su


confianza fue absoluta. Se entusiasmaron con la Biblia
y, a menudo, compartían descubrimientos de pasajes
maravillosos. Fue un proceso verdaderamente creativo
trabajar con ellos.

La siguiente primavera, Mary expresó: "Nunca


había vivido una primavera tan maravillosa. Las flores
de este año son las más hermosas que he visto jamás, y
¿te has fijado en el cielo con sus extraordinarias
formaciones de nubes y los delicados colores del
amanecer y el atardecer? Las hojas parecen más verdes
este año, y nunca había escuchado cantar a los pájaros
con tanta alegría y melodía". Al decir esto, había una
luz extática en su rostro y se supo que había renacido
en espíritu. Su salud mejoró y recuperó gran parte de su
antigua fuerza.

En cuanto a Richard, no experimentó más


problemas cardíacos y su energía física, mental y
espiritual lo definió como alguien excepcionalmente
vital. Se mudaron a una nueva comunidad, donde su
vida cobró un nuevo sentido.

El secreto que encontraron fue acudir a un Poder


Superior. Este poder está disponible constantemente y
puede transformar la vida de las personas de manera

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

profunda y abrumadora. Si te abres a él, llegará como


una poderosa corriente, refrescando y fortaleciendo tu
vida con salud, felicidad y bondad.

¿Por qué no acudir a ese Poder Superior?

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TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

Cierre
Llegaste al final de este audiolibro. ¿Qué has
encontrado en sus lecciones? Pues, un conjunto de
técnicas prácticas y realizables para llevar una vida
llena de éxito. Has encontrado una fórmula de creencias
y acciones que te servirán para superar cada fracaso que
enfrentes.

Te hemos presentado ejemplos de personas que


han adoptado y aplicado las técnicas propuestas con
éxito. Sus historias demuestran que, al seguir sus pasos,
tú también puedes alcanzar los resultados que ellos
obtuvieron. Pero leer solo no basta. Te animo a que
vuelvas y pongas en práctica, de manera constante,
cada técnica descrita en este libro. Persiste hasta que
logres los resultados que anhelas.

Este contenido ha sido recopilado con el genuino


deseo de echarte una mano. Confiamos plenamente en
los principios y métodos que aquí se detallan. Han sido
puestos a prueba en el laboratorio de la experiencia
espiritual y la aplicación práctica. Funcionan cuando se
llevan a cabo.

Tal vez nunca nos crucemos cara a cara, pero a


través de este libro, ya nos conocemos. Somos amigos

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en el ámbito espiritual. Rezo por ti. Dios te brindará


ayuda: cree y vive con éxito.

- Los Autores

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