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Folio Final
Folio Final
ASIGNATURA:
Historia del Perú en el Contexto Mundial Contemporáneo
DOCENTE:
Gutierrez Carrillo, Jesús Javier
EXPOSITORES: (GRUPO 5)
Espinoza Junco, Sofia Nicole
Giraldo Dávila, Julio Fernando
León Castillo, Ayleen Gioalhy
Méndez Quevedo, Carla Patricia
SALÓN 304-M
LIMA-PERÚ
2023
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EXPOSITOR 1: CARLA PATRICIA MENDEZ QUEVEDO
INTRODUCCION
La economía peruana a lo largo de los años ha estado en constante cambio, ya sea de manera positiva o negativa. Esto ha
llevado a la realización de diversos estudios para comprender las causas o razones que llevan al país al desarrollo, como también
los factores que conducen al estancamiento, a la crisis.
Tal periodo de 1920 hasta 1980 refleja esta constante evolución en donde se pueden notar como de tener un gran apogeo
económico, pasamos a tener niveles de crisis altísimos; debido a las malas políticas públicas y acciones tomadas por presidentes,
que conllevaron al endeudamiento y estancamiento, como también los factores externos que influyeron decisivamente en el
comportamiento de la economía; quien se vio fuertemente afectada.
Un ejemplo de estos factores son La gran depresión de 1929, la 2da Guerra mundial o la Guerra de Corea.
En este capítulo se podrán evidenciar episodios de estancamiento, crecimiento, variedad de acciones y políticas, con respecto a
ello el Perú ha experimentado distintos tipos de políticas en donde también hubo intervención del estado, como también periodos
de modernización, reformas, y conflictos.
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EXPOSITOR 2: GIRALDO DAVILA, JULIO FERNANDO
La transmisión de esta crisis a la economía peruana se produjo sobre todo a través de la menor demanda mundial y precios de
productos agrícolas y minerales. En promedio, los precios de las exportaciones peruanas cayeron en 21% por año entre 1929 y
1932 y el volumen de las exportaciones cayó en 12% por año en ese mismo periodo.
Esta crisis internacional no afectó en la misma medida a los precios de las materias primas y a los de los productos
manufacturados. Dado que nuestras exportaciones eran mayoritariamente materias primas, mientras que nuestras importaciones
se componían en gran parte de bienes intermedios y finales, estos cambios en los precios relativos deterioraron nuestros términos
de intercambio. La crisis económica en el Perú tuvo un costo político: el final del gobierno de Augusto B. Leguía; y también afectó
el sistema financiero peruano sobre todo a los bancos que habían colocado grandes cantidades de recursos en el sector
exportador.
Inicialmente la Gran depresión había afectado a nuestra economía a través de menores precios de nuestras exportaciones, pero
con el transcurso de los meses se hizo sentir en todos los sectores de la economía: la producción agrícola, la producción minera,
el comercio y la industria y la recuperación de la economía se produjo solamente cuando los precios de las exportaciones
empezaron a recuperarse. La incapacidad del Estado para aplicar políticas fiscales contracíclicas se debió en gran medida al
excesivo endeudamiento del Estado durante el gobierno de Leguía.
La situación mundial cambió a partir de 1933. A partir de este año, se produjo la recuperación de varias economías
industrializadas, lo que llevó a un aumento de los precios internacionales de nuestras principales exportaciones: los precios
crecieron en 4,9% por año entre 1932 y 1937. Además, el volumen de las exportaciones creció en 11,7% por año entre 1932 y
1937, y el valor de las exportaciones aumentó de 42 millones de dólares en 1932 a 81 millones en 1935 y 92 millones en 1937.
Casi todos los sectores productivos experimentaron un crecimiento notable. La producción agropecuaria, la producción minera,
la manufactura, la construcción y la actividad comercial.
La mejoría de la economía llevó a la recuperación del sector financiero. La rentabilidad de los bancos aumentó de solo 3,9% en
1932 a 8% en 1935 y se mantuvo hasta 1939 por encima de 8%. En estas circunstancias, hacia finales de los años treinta, la
economía peruana se había recuperado de los difíciles años de la Gran Depresión en gran parte debido al aumento de los precios
de nuestras exportaciones, pero además por la política fiscal expansiva.
Los precios internacionales de los alimentos subían, y ello incidía en el costo de vida, frente a lo cual el gobierno de Manuel Prado
emprendió una política alimenticia que tenía como objetivo mantener los precios de los alimentos en niveles bajos y algunas
medidas adoptadas más, pero esto conllevo a que se afectara la capacidad exportadora del Perú en los primeros años de la
guerra.
Luego de los primeros años de ajuste en los flujos comerciales y financieros, la economía peruana empezó un proceso de
recuperación, sobre todo por el aumento del comercio con otras economías latinoamericanas y, especialmente, con los Estados
Unidos. La recuperación económica se observó en varios sectores productivos. En 1944, el sector construcción creció en 20%,
el sector comercio en 12%, la producción manufacturera en 21% y el sector agropecuario creció en 8,4%.
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En 1945, se produjeron elecciones presidenciales en las que ganó José Luis Bustamante y Rivero, como líder del Frente
Democrático Nacional. Este frente congregaba a intelectuales y políticos, entre los cuales los más importantes eran los apristas
y los reformistas moderados. La llegada de Bustamante prometía la aplicación de políticas que beneficiaran directamente a los
sectores populares.
Por otro lado, el fin de la guerra no eliminó la incertidumbre mundial inmediatamente. Si bien se preveía un período de pacificación,
gran parte de la actividad económica en los Estados Unidos y otras economías industrializadas tendría que reconvertirse, dejando
los fines bélicos por otros propósitos, entonces esto llevo el crecimiento de los precios de las materias primas que fue favorable
al sector exportador, sobre todo en los primeros dos años del gobierno de Bustamante: los precios de las exportaciones crecieron
en 7% en 1945 y 15% en 1946; sin embargo, algunas de las políticas de Bustamante pronto generaron serios problemas; en
particular, los controles de cambios produjeron especulación, corrupción y, finalmente, escasez de divisas; otros fueron los efectos
significativos en la inversión y el crecimiento económico a partir de 1946. La inversión bruta fija cayó sucesivamente en 1947 y
1948, por lo que la tasa de inversión disminuyó de 17,6% del PBI en 1946 a 14,6% en 1948. Pese a que los precios de las
exportaciones aumentaron en 1947 y en 1948,86 su volumen cayó en 26% en 1947 y en 2% en 1948, y su valor permaneció
prácticamente estancado.
Los controles de cambio llevaron a que el tipo de cambio libre supere en gran medida al tipo de cambio oficial, el cual se mantuvo
en 6,5 soles por dólar durante el gobierno de Bustamante; pero el tipo de cambio en el mercado libre fue 7,99 soles en enero de
1947, 14,96 soles en agosto y 12,33 soles en diciembre del mismo año. Las medidas del Gobierno ante la depreciación de la
moneda consistieron en la aplicación de mayores restricciones a las importaciones.
El crecimiento de la demanda y el aumento del tipo de cambio generaron presiones al alza en los precios y la aparición de
mercados negros; por lo que el descontento popular tras la escasez y el encarecimiento de los productos de primera necesidad
generaba el ambiente propicio para la ruptura del orden constitucional. En octubre de 1948, se produjo una insurrección de
militares influidos por el Apra, pero tras el fracaso de esta medida, el Gobierno declaró al Apra fuera del orden legal y días
después, se amotinó en Arequipa el general Manuel Odría, quien tras lograr el apoyo de las Fuerzas Armadas derrocó a
Bustamante.
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EXPOSITOR 3: ESPINOZA JUNCO, SOFIA NICOLE
EL RETORNO DE LA ORTODOXIA
La crítica situación económica del Perú a finales del gobierno de Bustamante hizo necesario profundos cambios en la política
económica. Una medida de Odría fue la modificación en los controles de cambio e importaciones. En diciembre de 1948, se
aprobó un decreto ley que buscaba el restablecimiento de la libertad de comercio y de cambios, pues según el Gobierno la forma
en que se había establecido el control de cambios y la regulación del comercio exterior no era “conveniente a los intereses de la
economía de la Nación”. Odría optó por reducir el crecimiento del gasto público, pues los ingresos fiscales no eran abundantes.
Ya en 1948, se había reducido el gasto público en 14% y para el siguiente año el Gobierno continuó ajustando el gasto público
para luego de pasar de un déficit a un superávit.
Fomentando la inversión privada, teniendo como una importante medida el código de mineria de 1950 para la reducción de la
carga impositiva del sector. En particular, los elevados impuestos a la exportación fueron reemplazados por impuestos sobre los
ingresos netos que daban “generosos márgenes para la depreciación y el agotamiento”. Además, se estableció la ley estabilidad
tributaria por 25 años y posibilidad de que el Gobierno exima el pago de impuestos a la explotación de yacimientos marginales
de alto riesgo.
Una importante medida fue la promulgación de la Ley de Petróleo en 1952 autorizando al Gobierno a conceder nuevas
concesiones de exploración y explotación, eliminó las reservas estatales existentes y las abrió a la inversión privada, otorgó
ventajas a los inversionistas extranjeros y estableció un nuevo sistema impositivo a los ingresos netos.
La coyuntura internacional favoreció a la economía peruana a inicios de los años cincuenta. En particular, la Guerra de Corea
tuvo efectos positivos en las cotizaciones de los productos agrícolas y minerales en los mercados internacionales. Así, los precios
de las exportaciones crecieron en de 1950 un 26% a 1951. Los precios cayeron luego fuertemente en 1952 y 1953, pero volvieron
a crecer en 1954 a 1956.
En promedio, la inversión privada creció en 12% por año entre 1950 y 1956, por lo que la tasa de inversión privada aumentó de
13,2% del PBI en 1950 a 18,3% en 1956.Por un lado, aunque los ingresos superaron a los egresos en 1954, nuevamente el
Gobierno central incurrió en déficits fiscales en 1955 y 1956. La deuda pública interna entonces aumentó de 1072 millones de
soles en 1950 a 2071 millones en 1956, mientras que la deuda pública externa en dólares aumentó de 89 millones de dólares en
1950 a 142 millones en 1956.
Cuando Manuel Prado Ugarteche asumió la presidencia en 1956, se propuso seguir con los lineamientos generales de política
económica, mantuvo las leyes de promoción de inversión extranjera, tales como la Ley de Minería y la Ley de Petróleo, en la
defensa del valor de la moneda, el control del déficit fiscal y la inflación, y mantener la libertad de cambios, así como la libertad
de empresa y de comercio. Además, que Las políticas de obras públicas durante la década de 1950 habían llevado a crecientes
déficits fiscales. Así, hubo sucesivos déficits fiscales entre 1955 y 1959.Tras la aplicación de un programa de ajuste fiscal y
monetario supervisado por el Fondo Monetario Internacional, se logró reducir el déficit fiscal y las presiones inflacionarias. Así, el
Gobierno central incurrió en superávits fiscales en 1960 y 1961, y la inflación se redujo a solo un dígito en 1960.
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Uno de los motores de crecimiento fue el sector exportador después de la crisis. Entre 1959 y 1962, El sector pesquero (la
industria de harina de pescado) experimentaron un boom a inicios de los años sesenta por lo que exportaciones pesqueras
aumentaron entre agrícolas y mineras.
Ante el análisis de las políticas económicas y del desempeño económico durante los gobiernos de Odría y Prado, podemos
concluir que en el período 1948-1963 las políticas promovieron la inversión privada y que se logró alcanzar altas tasas de inversión
y de crecimiento económico, impulsado por el crecimiento del sector exportador (materias primas). Sin embargo, aunque las
políticas económicas fomentaron la inversión y el crecimiento económico, no solucionaron el grave problema de la desigualdad
¿CAMBIO DE RUMBO?
Desde la década de 1930, los sucesivos gobiernos peruanos habían prestado atención a las demandas de los sindicatos de
trabajadores y organizaciones populares. Con el ascenso al poder de Fernando Belaunde, el Gobierno profundizó algunas
reformas con el fin de alcanzar un crecimiento económico más sostenido con una mayor distribución de la riqueza.
En el campo, los intentos de una reforma agraria para aumentar la productividad de la agricultura y mejorar la distribución de la
tierra habían empezado bajo el gobierno de Prado. La ley de reforma agraria fue una de las principales propuestas electorales
de Belaunde, lo que generó grandes expectativas en la población.
Belaunde no pudo llevar a cabo una reforma del agro, pero sí implementó otras reformas. En particular, el Gobierno llevó a
cabo un programa de sustitución de importaciones para fomentar la manufactura local, lo que implicaba la reducción de la
oferta de importaciones que competían con la producción nacional y el subsidio a la manufactura local. Se consideraba que el
sector manufacturero, como toda industria naciente, requería de la protección del Estado con el fin de elevar sus niveles de
productividad y estar en condiciones de competir con la producción extranjera. Dentro de esta política, una medida clave era la
restricción de las importaciones que competían con la manufactura local. Además, de otorgarse exoneraciones tributarias a las
inversiones en la sierra y la Amazonía, y se crearon parques industriales cerca de Arequipa y Trujillo.
Por años, la economía creció a costa de un mayor endeudamiento externo, debido en gran parte a los continuos déficits
fiscales. El deterioro de la balanza de pagos generó presiones sobre las reservas internacionales, las cuales cayeron en 26
millones de dólares en 1966 y 30 millones en 1967. En consecuencia, generaron importantes problemas en las cuentas fiscales
y de balanza de pagos. Hacia finales del gobierno de Belaunde, la prioridad había dejado de ser el fomento de la demanda
interna y la manufactura, para ahora ser mantener los equilibrios fiscales y monetarios. Por otro lado, el gobierno de Belaunde
llevó a cabo una política fiscal expansiva con el fin de dinamizar la demanda, aumentar la capacidad productiva y reducir la
pobreza.
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EXPOSITOR 4: LEÓN CASTILLO, AYLEEN GIOALHY
CONCLUSIONES
Se muestra que entre 1920 y 1980 la economía peruana estuvo influenciada fuertemente por las condiciones de los mercados
internacionales de materias primas y las políticas macroeconómicas. La bonanza de los años veinte no fue sino la manifestación
del crecimiento mundial y una política fiscal expansiva. La crisis de principios de los años treinta se debió a la Gran Depresión
norteamericana y a sus efectos recesivos mundiales, pero también a la incapacidad del Estado de aplicar una política fiscal contra
cíclica. Luego, la recuperación mundial y el aumento del gasto público desde 1933 llevaron a la recuperación de la economía
peruana. Desde 1939 y en gran parte de la década de 1940, la economía nuevamente entró en un período de estancamiento,
primero como consecuencia de las desfavorables condiciones externas y luego por las distorsiones de la política económica
durante la administración de Bustamante. En la década de 1950, las políticas de Odría y Prado y los altos términos de intercambio
llevaron a una recuperación de la inversión y la producción, proceso de crecimiento que se vio interrumpido por la crisis de 1958-
1959. El gobierno de Belaunde siguió una política más activa a favor de un crecimiento más inclusivo, pero generó problemas
fiscales hacia finales de los años sesenta. Con Velasco, el Estado adoptó un rol nunca visto en el país. Inicialmente las
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condiciones externas fueron favorables, lo que contribuyó a mantener un crecimiento moderado de la economía; pero con el
deterioro de los términos de intercambio, el efecto negativo de dichas políticas en la economía peruana fue significativo.
Reconocer esta relación es importante, pues de otro modo corremos el riesgo de sobrevalorar el impacto de las políticas que se
aplicaron en épocas de subvalorar el impacto de las políticas seguidas en épocas de menor crecimiento económico. Así, las
políticas de Odría pueden haber tenido un efecto positivo en el crecimiento económico, pero la expansión de los años cincuenta
se produjo no solo como consecuencia de dichas políticas, sino además de altos precios de nuestras exportaciones. Asimismo,
los períodos de crisis económica han estado usualmente asociados a una caída en la demanda por nuestras exportaciones.
Durante el gobierno de Bustamante, por ejemplo, los controles de precios y de cambios generaron corrupción, desabastecimiento,
inflación y en el mediano plazo menos crecimiento económico. Más aún, las políticas de Velasco, mantenidas por Morales
Bermúdez. Por el contrario, las políticas que fomentan la inversión privada con reglas poco confusas tienden a acelerar el
crecimiento de la economía. Así fue en los gobiernos de Leguía, Odría y Prado, cuando los niveles de inversión aumentaron y el
país gozó de varios años de prosperidad económica
No podemos comprender la evolución de la economía y en particular de las políticas económicas si no analizamos la interacción
entre los distintos grupos de poder que presionan al Gobierno por determinadas demandas.