Está en la página 1de 1

UN DÍA EN LA VIDA DE UNA ENFERMERA

Es fácil levantarse cuando tienes un propósito. Estuve pensando en cuantas personas


vamos rumbo al mismo lugar. Todos con historias diferentes. Cada uno con sueños y
proyectos. Con dificultades, alegrías, cada uno con un proyecto de vida.

A diario siento una emoción de convivir con mis compañeros, me la paso muy bien con
ellos.

Cuando veo a los doctores y enfermeras, me imagino todas las historias que se han
contado en estos pasillos; y cómo una enfermedad o accidente puede cambiar la vida de
tantas personas de un momento a otro.

Cada persona con la que me encuentro me saluda con una sonrisa, eso me hace sentir
muy a gusto. Me encanta el ambiente de trabajo.

En mi estación todos son muy amables, nos apoyamos para siempre cumplir con horarios
y reportes. Aquí se llevan muy bien, se nota que hacen su trabajo con mucho gusto y lo
contagian a todos, pero sobre todo, a los pacientes.

De pronto llegó una ambulancia con un señor que tuvo un accidente. Los paramédicos,
doctores, mis compañeros; todos sabíamos perfectamente lo que teníamos que hacer.
Sentir esa confianza que tenemos unos con otros, cada quien haciendo lo que les toca.
Concentrados, sin titubear, fue increíble. ¡Somos parte de un solo equipo!

Estoy muy contenta, hoy fue un gran día. Es curioso cómo después de todos estos años,
la vida me renueva día con día y mi vocación está más fuerte que nunca.

Hoy puedo decir que me siento parte de algo más grande. Que cada acción por pequeña
que parezca, puede convertirse en un milagro. No me cabe duda, estoy en el lugar
correcto.

También podría gustarte