“ESE | PUAN SAEZ CARRERAS ¥ JOSE GARCIA MOLINA
cualesquiera sean las condiciones y cizcunstancias bajo las que
se produce. Bl propio Ranciare no atribuye al orden policial un
caracter intrinsecamente perverso”. Pero, en cualquier caso, estas
cautelas no permiten excluir que, en su labor, los educadores —al
menos, algunos y/o en determinados momentos- no sean ajenos
«la transformacién de sujetos politicos, quizas no tanto de otros
cuanto de si mismos.
Diidem #6.
Cocineros
Marta Venceslao
Universidad de Barcelona
Estimados lectores, aunque pudiera parecerlo, las pginas que
siguen no son, stricto sensu, un tratado de cocina. La causa no
hay que buscarla, dnicamente, en mi incompetenciaen la materia
sino, entre otras cosas, en que en educacién no hay recetas, ins-
trucciones ni manuales que valgan. Es més, ya sabemos que, aun
utilizando los mismos ingredientes, el resultado de cada mezcla
es siempre distinto, ineluctablemente enigmatico.
‘Me inclino més bien a proponerles un particular cocinado
disciplinar que, entrecruzando coordenadas pedagégicas y an-
‘tropologicas, me permita bosquejar la figura del edacador como
cocinero y la educaci6n como coccién simbolica de los recién llegados.
El registro metatérico que incardina este breve recorrido corres
ponde a una de las figuras canénicas del pensamiento mitolégico,
estudiadas por Lévi-Strauss. Me refiero al paso delo crudo a lo