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Decr HEki@, 4973. LrBERALISMO Filosofia politica liberal y liberalismo econémico. Panik hater Lo Rect nda y el capitalismo. {Las “leyes econémicas naturales” y el Srecido'f Ei eaptaitna como forimena socaeco némico. { Colonialiemo. {La intervencién del Estado, { Copitalismos de Europa y de América, { Glosa ‘Antes de entrar en materia, debemos hacer una dis- tincién semintica, En, la terminologia_contemporinea, hay_dos “1 que, no obstante, su origen coniin, pueden representar posiciones antagénicas. El sn eeeel que’ derigna tla flosfia politica de Ta Fbertad, del progreso i ial y roptara de has ca- acted de renovacién y avan- concretamente, of Meralisva ce- fen_el_siglo_xvur (cuando ‘diban ss cr el fadisttalsmo maquinsta y el capt aire wa ln teeta ts aloe ate, a la ee Os clisica Adam ay como aplicacion_especi- uslistn al fendmend-22on0- lencia que hoy se considera conser- rogreso de las corrientes colectivistas. feral dice el profesor Sabine:' “Puede tomarse el liberalino, con amplia justfica- - cin histérica, como a culminacién contemporinea de “toda la tradicién politica occidental. En este Tato sen- ido, liberalismo seria igual, en su significado, a lo een luo pltco popu se Tar geerimene * Bemocracta earge M. Sabine, Historia de la teoréa politica, PCE, N)ONTENEGROWALTER Lame RALisMo, eae bert. El fisidetata francés Goumay (1712-1759) ac z apacidad y el in célebie Formula: lates faire, laissez pass faistas de exe tiempo: “La eruel rapacidad y el Rooter) Dee haar este ie ee Sepia monoplizador Ge ls mansfactreros y mer © ciones del intervencionismo y abrir el campo ala ini. alleres... {hacen pensar ave). eee Gini India, OE DpSae brits pueras de las | Gertumente, debevian ser conductores de 1s humani addons suprimiendo It barvras aduaneras, de modo dd En cuanto a la distibucion de i Bquera, oe 56 etinule y active eeuacion de Tass ibid: “Ninguna sociedad podra ser floreciente y | By ste punto, y como compen mina set ee Senet ls ayers de ellaves pobre y miserable” foie lite Fabre hace presente el Heat El primero de los elementos del mea iti o tenia Go a Uberad ecorbmiee ee talistay segin Adam Smith, es cl interés egoista que, a"lbte inicativa mdWwdual movida por el des se de Saxcid en Spetito de Mero, mueve aa in ——lucko; en Ta Tibre-competencia, reguladora-de- Ie oct rivada. Frente a Ta-demanda de los articulos que la SS. dirsin 9 de Tor pevclon oes Y en el libre juego deine Koujdid sequiere para salisfacer sus nosesidades, “Tejas econdintear naturales” o del merendo. individuo busca y crea, en ejercicio de la libert e E] mis_grande expositoro “padre” del liberalismo empresa, In forma (remunerativa de satisfa- econ aia ie Aart SthstTeato 7 seo mi eer esa demanda; produce aquellas mercanetas que los demnis desean adgquirir, y las pone a Ia Menta. Frade tanto como puede, incitado por el impulso egoista de acrecentar sus ultilidades. Naturalmente, si el produc- tor fuese uno solo, estaria en condiciones de clear esas utilidades sin’ medida, pero aqui interviene el |, Segunda elemento del meeanishno: cido_en Escocia eT aio 1738. Su obra Tundamental (uno do los grandes monu- rmentos del pensamiento humano) se Mima Investiga. eid sobre la naturaleza y causas de la riquoza de las | naciones, © mAs, cominmente, La riqueza do las tut. clones, y trata del nuevo fendmeno que se. anuncia ompetencia, Akt en la vida de Europa: el eapitalismo, 4}. einados por los beneficios que obticne el primes pros Frecuentemente, ahora como en vida de Smith, se ductor, y en uso de la misma libertad de empresa, ~ Te han imputado a él todos los vicios del capitalism, otros individuos siguen sus pasos y producen el inismo La verdad, empero, es que La riqueza de las naciones articulo, Tienen que venderlo, porque de eso depende | constituye un anilisis do intenpretacion del fendmeno su subsistencia y" In prosperidadl de sus negocice. La capitalista tal como se presentiba, y- no una justifies, forma de conseguir compradores onsite, obvianents cion de sus métodos. Gv oftecer un producto mejor y, sobre todo, un. pro: Como resultado de ese anilisis e interpretacién, ‘Gucto mis barato, EV primer pioductor, que ve ditmi, adam Smith “educe las leyes orginicas y funcionales fair su clientela (porque ella esti comprstito los pro. del capitalisn,s. No las inventa, sino que las descubre t Guctos similares mis baratos), se ve obligado a reducir jue —esto es sumamente importante In esencia del us precios y sus utilidades, y de esta manera, en fenémeno econémico, sexsin ély los liberales, es que forma “natural", se establece tun nivel rascmsbiy Ge aquellas leyes son “naturales”, existen por si mismas Precios que beneficia al consumidor impidiendo In cs. y se desarrollan por razén de su propia dinimica. peculacién abusiva, Tan evidente es que Adam Smith no condonaba los Al fundar su razanamiento, con criterio deseamada: R ’ PeRDoKA EXCoLPAR =. ; mente realita, en el interés propio, en el egoismo del Productor, Adam Smith pareia day justiceabn hice Eda tun sentiniento altos necesidades del consumidor tores, Pero, simultineamente, dejan sentado ‘que la interaccién de intereses egoistas sirve como regulader espontineo y automitico. Sin embargo, podria ocursr, hi hubiera un campo ilimitado para la fuese posible subir, también ilimit ios. Pero tampoco esto es cierto, y aqui surge el tere factor: Ia ley de In oferta ys domands’ Niet Beeesidad humana es absoluiamente fimitada, loeque quiere decir que no puede requerirse un volumen ii, thud de determinad atele densa de eee de tiempo determinado. Por consiguiente, la nevesidad del consumidor Hega a un punto en que se satisface y deja de existiz. Los articulos ofrecidos al eonsumidor ‘mantienen su precio, tinicamente, mientras el volumen de los mismos no sobrepasa el de la demanda. He aqut otro control automatico. Porque si los productores han ganado utilidades excesivas que les permiten incre. Mentar en forma desmedida su capacidad de produc. i6n, y si el mimero de productores se ha multiplicado frracionalmente en un renglén determinado, Hega ‘un punto en que ya no hay quien compre todo lo que Preducen, Tienen, pues, que apelar, para sobrevivir 5 duces de explotacién de las por parte de los produc. éticamente, que si Yenta de articulos, adamente, Tos prez jentes de reducit precios, de redueir la pro- 0, finalmente, de buscar nuevos eumpos de actividad, lo-que contribuye a la diversifieacién de la economia. Desaparecida la congestion anormal, suben los precios y se restablece el equilibrio entre la oferta y la demands. - Esto, en lo que se refiere a las relaciones del pro- @uctor con el consumidor. Otro tanto, dice Adam Smith, ocurre en las relaciones del capital con el trabajo, HW LIpERALISSSO a 8 La capacidad de trabajo de los obreros (el trabajo jue pueden vender) constituye un volumen potencial Ae fervor” que, lo misma que las mereaneas, ests sometido a la ley de la oferta y la demanda. Cuando los productores elevan sus precios y obtie- nen buenas utilidades, su natural interés los mueve a aumentar a produccién. Para este fin tienen que contratar vn niiero mayor de obreros y pagatles sa- larios mis altos. Pero, alearzando el punto de satura- gin del meresdo, cuando a festa de mercancis aa ser mayor que Ja demanda, se ven obligados ws unten su idaders foducs tas alse y, en iiltimo trance, a despedir a los obreros contra tados en exceso. Los desocupados pasan inmediata- mente a formar un nuevo volumen de oferta de trabajo baarato; tanto més barato, cuanto mayor el volumen. Ese abajo permite a las industrias ya existentes, en otros renglones, ampliar sus negocios, o da margen a 4a creacién de nuevas industrias, incrementindose asi otra vez la demanda de obreros Dentro del proceso indicado, lo mismo que ocurria con los precios, Ia ley de la oferta y la deminda ejerce tuna regulacién automatica del nivel de salarios, impi. diendo que ellos suban desmesuradamente o que bajen fuera de proporcién Finalmente, Smith analiza las leyes de la acumula- sida y de ln pablacén, En vitwd de te uildades ‘de tna emia 4 LipEnaLisMo ueren menos nifios, auments Ia poblacién y hay més bres. Por consguiente, aumenta la oferta de ea bajo y los salarios vuelven a bajar a su nivel, El conjunto y el juego de estos factores fundamen: es lo que constituye el, “mercado” capitalise, | Las leyes de ese mercado son “las leyes natunles” de 4que ya hablaron los fisideratas y que constituyen ie médula de la teoria liberal, porque esas leyes action natural y libremente, sin necesidad de iitenennon alguna por parte del Estado. EI mercado tiene en si mismo los elementos ory: cos indispensables para suf 0. Est ~~ lendo por fuersis permanentes como las que dea van de las necesidades del individuo y de la wociedad 4 ¥.de la codicin del hombre. EI hecho de haber que: Gado, satisfechas las necesidades limita y regula el impulso productive. La evexistenciay ha ‘actividad Simultinea de varios impulsos de lucro encaminados en el mismo sentido y con los mismos ebjetivos, 0 sea Ja competencia, ponen coto al desborde y sefalan tna medida adecuad El fenémeno es esencialmente dinimico. No hay puntos muertos. La produccién tiende 2 subir miet. fras hay demanda y, por ende, mientras los precios ~ sn rltamene als, Cusndo oferta eae ma- jor que la demanda, Jos precios tienen que bajar, e) P con ellos isminuye ia produccidn. Ese destenso con tinéa hasta que la oferta vuelve u ser menor que la demands. Al surgir In escasez, el consumidor esta dis- ~ pucsio pagar is por aquello que quiere adqut Eso hace subir los precios nuevamente y sube la pro- duccién, Los salarios, y hasta la poblacién, aumentan @ deerecen al ritmo de este constante movimiento de flujo y relly, ‘ Y¥ geuil es el papel del Estado? De no intervencién. Sostenian los liberales pasos que cualquier intromi- sign en el juego de las leyes econimicas naturales LIDERALISNO 45 ue ellos vefan como un mecanismo perfecto que sc eee pons cx mara ebay 5 1 si mismo, aulomiticamente), no harla sino alterar su funcionamiento. El interés politico encarnado en el Estado “corromperia” la pureza de ese equilibrio que, no obstante estar fundado en factores reales, di nados, crudamente humanos (el egoismo, el apetito de lucro) y no en concepciones étfeas abstra las de los utopistas, leva a la realizaciin de superior de “armonia social”. Precisamente, el hec! de que Jos repetidos factores no esten sometidos accion de “conceptes” —politions 0 moral y dependientes de circunstancias temporale ‘mejor garantia de su estabilidad y solid Al Estado le corresponderi, cuando mis, la t de-Vigilar le seguridad exterior de la nacion ¥ > los individuos (el “Estado gendarme"), y la de tuar ciertas tareas de benelicio comin que, no 0 iendo incentivo de utilidad a Ia iniciativa priv eben, de todos modos, ser cumplidas, como la con truceidn y conservacién de caminos y la ensefianiza ait clement wee que, al hacer estas tltimas con- cesiones, los apéstoles del liberalismo puro (compos nentes de In que se lamé “Escuela de Manchester’) lo hacian con el gesto de repugnancia con que. se ingiere una droga de sabor intolerable, pero de im. prescindible necesidad. Adam Smith y sus discipulos trazaron con estos cae racteres el euadro de ta sociedad liberal capitalists que fen ese entonces sentaba sus reales en el mundo, minemos ahora Ia trayeetoria seawida por el Ii mo econéinico hasta nuestros dias y sus perspectiy Futuras, a ce Su aparicisn, ig que todas Tas. grandes transtor- el mundo, acarres enormes trastomos Limepatismo Asi como el marsismo engendré en el terreno_poll- tio un_descendiente legitimo, que es el Renthists, el liberalismo. tiene un hijo adoptivo, en el campo econédmico; un hijo, para su época, no’ menos revolucionario: el capitalism, Tanto los liberales como los marxistas hicieron hin- capié doctrinal en el “determinismo”, en el cardcter ineluctable de las leyes que rigen el mecanismo capi- talista. En este sentido, las “leyes naturales” de Adam Smith y sus disefpulos no son menos indestructibles @ inevitables que el “proceso dialéetico” de Marx y sus continuadores. La diferencia que separa diametral- mente a unos de otros es que los primeros ven en aquellas leyes una garantia permanente de desarrollo tendiente a la prosperidad y la armonia, dentro de la sociedad capitalista, mientras que los ‘segundos en- cuentran en el “proceso dialéctico” Ia prognosis de Ia muerte del capitalismo. 7 Una distineién indispensable para no partir de ge- neralizaciones falsas que condi, a. eonclsiones iligicas es Ja que diferencia al capitalismo europeo del norteamerichn: Gh El del Viejo Mundo parceid haber seguido con pre: cisién dramética el pronéstico esencial de Marx. Desde Juego, ése fue el capitalism que conocid, estudié, interprets _y diagnosticé Marx, Lo conocié y-estu. did, ademés, en la époea en que se preseiitaba y actuaba con la cruda desnudez y la absoluta impu- dicia de sus primeros atios. Aferrado a los principios do Ja “iniciativa privada”, del “incentive de la ul dad” y de Ja “competencia”, crecié desmesuradamen. te, se levanté sobre Europa como un castillo fantis. - fico en el que moraba una minoria privilegiada (Ia sia que reemplazb a In aristocracia de’ sangre), pero que tenia los cimientos asentados sobre In arena -Movediza y rencorosa de Ja iniseria de las grandes vias. Se olvids de éstas, hasta que sintié que “LIBERALISM 4 lesde abajo, reclamaban su presa. Hizo del po- Se sttes tun mero instrumento de defensa de Sus intereses. Cuando le faltaron mereados y materias pri- mas, se expandié por el mundo conquistando colonias y subyugando y explotando a pueblos atrasados ¢ in- efensos. Cinco sextas partes de la Tierra: América, Asia, Africa y Australia, enriquecfan las areas de Ja otra sexta parte: Europa. El Dr. Schacht, presidente det Banco de Alemania, afirmaba en 1926: "La lucha por materas primas desompeia el papel mis impor fante de la politica mundial. Un papel mis importante ain que antes de Ta guerra. La tinica solucién para ‘Alemania consiste en la adquisicién de colonias.” Las “leyes naturales” no_dieron los resultados_que de ellas se esperaban. Para comenzar, fueron desna- tualisadas ‘no tanto por la accién del Estado, ea uo incipio, como por obra°de los. propios capitalistas Fisesta de ellos In organizacch de monspoios y césteles que anularon Ia libro competencia y dieron cardcter artificial a los precios, desvirtuando los efec- tos de Ia ley de In oferta y la demanda, Finalmente —para no éntrar en mayores tecnicis- mos econémicos~ el capitalismo demostré ser incapaz de frenar_oportunamente el apetito de lucto y, por ende, 1a produceién; y el ritmo de funcionamiento control mutio de los factores del mercado resulté de- masiado lento. Al sobrevenir la sobreproduccidn, con cafda de precios y desocupacién, y antes —mucho antes~ que hubiese intervenido Ia’ ley de Ia oferta y Ja demanda como regulador, las depresiones econdmi- eas, las eriss, habian hecho’presa en la sociedad, con todos sus rigores. Mas tarde se acabé por descubrit, como veremos adelante, que si la erisis habia sido muy Profunda, ya no bastarian las fuerzas solas del merca- do, su capacidad reactiva intrinseea, para poner de nuevo a flote Ia economia, y el Fstado teria ite intervenir. 48 LIDENALISMO, En aquel tempestuoso proceso, las diferencias que separaban alas clases sociales fueron shondindose progresivamente. Los pobres no eran, literalmente, mas ~ pobres que antes; a costa de duras’ y sangri chas, los primeros sindicatos arrancaron algunas me- < joras graduales a las empresas, y Ia legislacién social © dio sus primeros pasos, Pero los ricos se hacian tan % desmesuradamente ricos y las necesidades de In vida 2 Modena eeclan tin tapdamente, que Ie desproper > cidn entre los extremos del bienestar y la miseria fue iquiriendo caracteres monstruosos. Como consecuencia de esta ciega carrera autocons- tmictiva, una Inena parte de Foropa encarh crisis liticas graves; antes y después de la segunda Guerra Sundial Tos partidos conwntstastuveron a oportun dad (no desaprovechada), de hacer grandes cosechas > proselitistas. El crecimiento del socialismo en cuslquic Ta de sus inatices corresponde, en proporcién direct | fala ineptitud del capitalismo para resolver Jos pro- 5 | blemas sociales. Los paises europeos que pudieron con- A servar ol esuema slemocrition ¥, por ende, fmstrar el avance comunista fueron aqucllos donde el capitalismo individualista hermético dejé de ser una realidad irni- ~* tante; aquéllos, en otros términos, en los que el capi- talismo logré adelantase a. algunos de los postulados del socialismo. Cosa muy légica, si se recuerda que ~ el socialismo fue concehido coma un remedio heroico para los males del capitalismo. 4, El colonialismo estt practicamente acabado. Después de los movimientos libertarios de América en los si- glos xv y xx, nuestro tiempo es testigo de Ja liq dacién del colonialismo en Asia y, sobre todo, Africa. °) tra muestra no menos palpable del fracaso del ca- © pitalismo colonialista es el hervor antiimperialista na Ax sionalista y socialsta de todos los matices que bulle 2 Sen ta América Latina lismo europeo ha acudide en el iiltimo de- LIBERALISMO 49 ‘cenio a recursos de visionaria imaginacién (que exa- tinaremos més adelante), no sélo para salvarse en el presente sino para adelanlarse a un esquema econd- Fifeo-social que sobrepasanu.. ‘as fronteras nacionales se esfuerza por abarcar areas continentales. ; En cuanto al capitalismo norteamericano, su_inicio fue casi tan s6rdido como la de su hermano mayor, el europeo. Lo salvé de algunas de las fealdades que denigraron a este illimo la circunstancia de que no habia en Norteamérica el residuo de servidumbre feu dal que quedé en el Viejo Mundo después de la Edad Media. América del Norte era ya tierra de hombres libres, donde tampoco existian’ las masas indigenas trabajo barato 0 gratuito que los colonizadores es- paiioles encontraron y explotaron en gran parte de las ‘Américas del Centro y del Sur. Los_grandes capitanes_de_industria, cuyas vidas Terjaron Ta estructura de la inmensa tiqueza de los Estados Unidos, actuaban con toda Ia desapren- sién y falta de escripulos de sus antepasados euro- eos. Un_descarado imperialismo norteamericano hizo presas indefensas en México, en el Caribe y en el Pa- cifico, Este ritmo se mantuvo casi inaltérado hasta fines de la centuria pasada y principios de la presente. Pero las depresiones econdmicas que culminaron en Ja eatastrofica crisis de 1929, ocasionadas por el des- fenfreno productivo, fueron impartiendo severas Ieecio- ‘nes que los norteamericanos supieron aprender, en parte por lo menos. El capitalismo norteamericano compren- Wié que, para sobrevivir, tenia que modificar sus. pro- cedimientos. Asi lo hizo, y ést fue una posibilidad que Marx no habia previsto, En lo individual, apenas queda rastro del mul millonesio norteamericano de tiempos legendarios. Un tema de impuestos proporcionales progresivos a la renta, que se leva la totalidad de la misma cuando ésta tebasa casi ciertos limites, y los impuestos sobre las 50 LIBERALISMO_ hherencias, han dado origen y realidad a wy pular: "From shirslocves to shir-sosocy i ch? PO ration.” (De trabajar en mangas de camisn wen Ga manggs do catisas co ant a8 trabajar des herederos del pasado. son hoy era em dea) pasado son hoy curiosidades de Las astronémicas fortunas de ayer han deja una mera. acumulaciin, de ‘ngueen peat jet men una funcién econémico-social de vaso acorn Los herederos de Rocketeer han levad a Ios canes puntos cardinales del mundo su obra sanitaria de het? sentra ls endemis, Elsitema de fdacine, dna nes y becas de los Guggenheim sirve a estudiosos Baristas de todo el muro pare veilae ss eae ne periodos que llegan a tres aos sin preocupaciones do. némicas. Los Camegie fundaron y sostienen biblisteens pilicas hasta en las mas pequetias ciudades del pis Los Ford han creado centros de estudios sociales part el meforamiemo de las condiciones de vida de los tra bajadores, inclusive en In India, y anuaimente donan sumas de muchos millones de délares para la educa ign. Cast todas las grandes universdades norteame. Ficanas se sostienen con fondos provenientes de aque- 4; Ils fortunas, Hosptales insttutos de investgacin clentifica son testimonio de la funcién social de la 1- queza norteamericana. ©” El més elocuente indicio de ee la relacién de clase trabajadora burguesia en los Estados Unidos et muy “Giferente de la de Europa, es que el proletario nor- Hteamericano que debia ser arma viva y mulitudinyi Side la revoluclon marnista es un hombre cuyo nivel de {Gla ys por ende, cuya mentalidad corresponden a los Ue del hombre de clase media europeo y he * Gamo consecuencia, no hay en los Estadoe Uni ios de In Gran § comunista de masa. Lo huibo cn los afi ran S Depresién (1929-1984). Decrecié cuando volvié ot © piehestar, Aetualmente tiene algo asi como s a fhe of a LIBERALISMO SL miembros, en un pats superindustralizado de 205 millo- nes de habitantes. Tampoco hay importantes partidos Comunistas en Inglaterra o Suecia donde el capitalismo dig. paso al socialismo reformista. : EI movimiento sindieal norteamerieano —con 21 mi- llones de afiliados que en general no estén ideolégica- mente comprometidos— ha obtenido y sigue obteniendo de las empresas —por negociacién directa que trata de evitar Ia huelga— tuna serie de ventajas casi inconcebi- bles fuera de fos Estados Unidos, en materia de salarios beneficios marginales. El sistema de participacién de fos obreros y empleados en las utilidades empresarias esti generalizado y si bien es cierto que aproximadamen- te una sexta parte de la poblacién de los Estados Uni- dos vive todavia debajo del nivel de ingresos “de pobre: za" —5 mil délares por afio— el ingreso per capita norte- americano es cerea de cuatro veces mayor que el de Francia aunque en este tiltimo pais ha subido mas que en lor Extndor Unidos durante los wltimos seis af. Sobre Ia concentracién de la riqueza que predijo Marx, hay que tener en cuenta dos aspectos: la pro- picdad de Ia riqueza por una parte y su manejo por Ja otra. Porque ocurre ahora que el poscedor de la riqueza, del capital, no es gencralmente quien Jo maneja, sobre todo si su’cuantfa pasa de ciertos limites. La propiedad se ha ido dispersando en manos de un niémero cada vez mayor de accionistas, precisamente de aquella clase media cuvo empobrecimiento progre- sivo, segiin Marx, debia haber contribuido a la concen- traciin de la riqueza en poder de cada vez menos per- sonas de In aa burgusa. Las eras que se dan en el 1adro de la pigina siguiente correspondientes el perio- izaan Bie tsar op ‘on muy rarns excepeiones que quedan como ejem- plares de ‘exhibicén y andedota, Ihe multimilonseos pilotes personales de ‘sus empresas han desapareeido, especialmente en los Estados Unidos. Los ha reempla. LIDERALISMO Pnorretanios DE acctoxes Clasificados de acuerdo con ol nivel de sus i esos Ingresos anuales 1959 106219051970, ‘en miles Menos de 5000 ‘O15 3074 9183 25T7 De 5000. 7000 3700 43m! ©4479 3081 De 8000 9999 2921 3167 3113 S152, De 10000 2 14999 1769 3258 5199 901 De 15600 a 24999 700 2021-2689 BTR 25.000 y mis a9 8027 4.437 (Statistical Abstract of The United States — 1972) zado la llamada “clase gerencial” formada por expertos cen la refinada técnica (hasta se pretende laiarla cia) de la administraciin de empresas. Son ellos Tos que, generalmente en equipo, tierca el timén de las gi- gantescas empresas conteinporimeas. ‘Mas alli del ritmo y medida de crecimiento norma}, Ja empresa contemporinea tiene ante si tres eaminos principales hacia las dimensiones de la elefantiasis: 2)_ I oligopoio que, a diferencia del monopaio, al que nos referiremos después, significa no la absoreién total de un renglén de actividad de negocios por una empresa, sino por un reducido nimero de empresas, El nejor ejemplo es el de la industria del automévil, Las muchas fibricas que antes hacian automéviles en Esta- dos Unidos han quedado reducidas a “Las tres Gran des”: General Motors, Ford y Chrysler y wna cuarta ue dificilmente sobrevive todavia: American Motors Tas demis fueron gradualmente climinadas 0 degluti das. Algo parccido ocurre en Europa. 1 En el fondo, esta concentracién no es el sélo resul tado del apetito financiero de los mis fuertes, sino de £ James Burtham: The Managerial Revolution. Mel dolar. Ejemplos extremos, dan LIBERALISMO_ 53 las exigencias de la alta tecnologia moderua que, €3 ra- Tin ditcoso de produccion, hacen cada vee wis died, incficiente y poco lucrativa la. pequefia empresa 'b) El “conglomerado” 0 amalgama de empresas que bajo una administracidn central, abarcan una gran va- edad de actividades de producciin y comercio. La International Telephone and Telegraph Co, controla 260-compafias en 86 paises y se ocupa de cosas tan extrafas entre si como las comunicaciones telegrificas y tadiofénicas, la elaboracién de cares ahumadas, el Arendamiento de automéviles o los planes subversivos ara derrocar a gobiernos poco favorables a sus intere= Ses como el de Salvador Mende-en Ch ¢)_La empresa. multinaci wal (que es Ia expansion del eapital-mis alli de eras de un pals, pero no én la eruda forma del tradicional eolonialismo econd~ rico, sino mediante Ja.asociacién del capital exportado con el de los pafses recipientes de Ia exportaciin). Fste lipo de masiva e incontrolada inversion internacional (particularmente de los Estados Unidos en Japén y de unos paises europeos en otros) ha s de Tas causas de los grandes desajustes monetarios de principios de la década del 70, inclusive la devaluacién mpl extremes, dramiticos; de estas op raciones que llevan al capital y su tecnologia por extci- mma de las fronteras geogrifics o ideologieas son las masivas ventas de granos y otros productos de los Esta dos Unidos o Rusa Sovtte, asi como la insalacin de tuna fabrica de automéviles’ en la URSS por In Fiat de Walia, La contraparte probablemente sexy li venta a los Estados Unidos de gas natural y el petrdleo que actualmente se busean en la Siberia. (Ver Comunismo. Kas contactor indy pot oor : or jugadores norteamericanos de Ping Pong con Ia Repiblica Popular de China que n con Ia visita del presidente Richard M. Ni- xon a Fekin, son seguraments cl comiense de cae oe 50 de intereambio econémica entre freas del muntlo se- id LIBERALISMO panidas por el dogma polition y hasta por acciones de mona rol gms pay ate pr ines de ambos poteneias. Jn fendmeno totalmente imprevisible hace pooos a es el que parece inmiente "Si acas0 no ve tts prods cciendo ya— como resultado de la inmensa cantidad de fo (dolares) que Ios paises srabesvienen acumulando por la venta de petréleo, de retomo hacia la compra de acciones de empresas’ norteamericans y curopeas. Si se toma en cuenta Ja cuantia de la riqueza de los frabes —decenas de miles de millones de délares— no queda en el campo de la pura fantasia Ia posibilidad de que un dia adquieran el control de grandes firmas entre las cuales podrian estar las mismas que aetualmen- ite explotan su petrileo, . Por Jo demis, es un hecho consumado el flujo de {capital europeo y japonés hacia los Estados Unidos ps compra de firmas industriales y comerciales o instala- ‘cién. de fabricas propias. La industria japonesa, vigo- < izada por capital y tecnologia norteamericana <, invadido el mercado de los Estados Unidos con produc- tos (radios, televisores, cimaras fotogrificas, automé- viles pequefios, telas de algodén y seda, ete.), de buena calidad y precio més bajo que el de los similares nor- <_ teamerieanos. ‘Las motivaciones bisicas del incentivo de Iucro, ini- ciativa privada, etc., y Jas leyes del mercado, compe- tencia, oferta, demands, etc., estin sin duda presentes en el fondo de todo este mecanismo desmedidamente grande y complejo del capitalismo contemporéneo. Pero $0 mecénica, sus efectos securdarios y sus incidencias finales todavia no son totahnente comprensibles ni ma- nejables, como se demostré en los periodos de crisis Imonetarias de principios de la déeada del 70, evando por momentos parecia que ninguna de las medidas Adoptadas para controlarlas daba resultado. Seguramente tenfa razin un famoso financiero ale LIBERALISMO. 8S nin al decit: “Quizi lo mejor que podemos hacer ¢s Uejar que las cosas se ajusten por si mismas’s o 69° tnetanitanoresmeican en cays epiniin “eS ie las empresas multinacionales y Jos conglome 10d, Mn nuovo todavia que, mis alli de las peridas y-ganancias, as grandes empresas ain no comprenden loeefectos de lo que estin haciendo”. ‘Por atta parte, los procesos de integracién econémica que dan resultados como el Mercado Comin Europes. € Mercado, Comin Centroamericano,, ol acd de Cartagena (principio de integracién de la Subregién Sear, EAlnza,Latinosmerieann de Libre Co- encomiables esfuerzos mercio (aLaLc), constituyen para oat marcha del fenémeno econémico con Eiques de contencién racional: complementar los pro- ‘esos productivos, por ejemplo, en vez de ponerlos onto Bronte en lr lucha sin cuartel de Ia competen- cia; ampliar los mereados para justificar econémicamen- tela produecn, ete. Desde lego, bre wn esperanea, mis Clara, mis asequible para los paises subdesarrolla- dos y esa esperanza arraigada en la economia pro) hhatural y direeta hacia la solucién de los problemas politico-sciales. La injerencin del Estado en el fendmeno econémico es cada vez mayor y més imperiosa, Aun en el pais capitalista por excelencia, Estados Unidos de Norteamé- rica, el proeeso que comenz5 en 1890 con la Ley Sher- mann contra los monopolios, sigue en marcha. La politi- oa del New Deol del president Franklin Delano Hoose velt salvé a su pais de la erisis de superproduccién de 1829, Congelo precios ysalaris y limit severamente las ttilidades, y con obras iniciadas por el Estado, como las del valle del rio Tennessee, cuyos benéficos frutos se cosechan hasta hoy, dio trabajo a 14 millones de desocupados. Las “leyes del mercado” no habian sido suficientemente eficaces y ripidas para enmendar sus ropias falls, y el Estado tuvo que intervenir EBERALINO . como Ia que deter Standard Oil en 1911. A prinelos de_18 ‘ocho de las grandes empre- leras norteamericanas, cuyos capitales suman ‘76-mil millones de délares y que, por signed e influencia, podrian considerarse inmunes, han sido ofi- cialmente enjuiciadas por la Comisién Federal de Co- mercio por “monopolizar ilegalmente Ia refinacién de petréleo y cosechar excesivas utilidades”. En un comen- tario sobre la materia se hace notar que las compatiias no trataron abiertamente de monopolizar el mercado (lo gue las habria sometido directamente a Ia accién de la Ley) sino que pusieron en prictica lo que los téenicos Taman un “consciente paralelismo” que consiste en “ob- servarse unos a otros para coordinar precios, producaon y mereadeo, en forma de no datiarse mutuamente, pero Hi exear condiciones que imposibiliten Ia competencia para los demis. El comentario afiade que “el juicio Ihiciado contra las ocho gigantescas firmas podré arra trarse durante afios ante los tribunales, pero pod Ja larga, significar Ja mis profunds reestucturag de Ia industria petrolera desde 1911" (cuando se que- bré el imperio onopoisti de Ja Standard Oil). Otr accién semejante se ha iniiado contra es de las mis andes firmas productoras de acero. Bada de extrafo tiene quo presidentes deméeratss, progresistas, como Harry S. Truzcx y John F. Kennedy, Fubiesen utilizado y quizé sobrepasado las atribuciones $ onsen de 3in9 el fracciosiato de Is la década del 70, para hacer frente a la amenaza de una inflacion descontrolada y alos efectos de Ia devaluacién del délar. Hablar de que hay en Estados Unidos una econo- 1c. } mfa capitalista liberal pura es, pues, incurrir en un | error o en una deliberada distorsién de la realidad. |” | Precisamente por haber perdido su “pureza”, el capita- | lismo norteamericano ha logrado no sélo sobrevivir sino (= Megar al grado de desarrollo en que se encuentra. El capitalimio europea, menos flexible hasta hace unos quince aiios, empieza a seguir los pasos del norteame- ricano y éa es, en no pequefia medida, una de las ‘causas de la prosperidad de paises como Alemania Oc cidental, Francia ¢ Italia donde el nivel de los salarios y beneficios sociales ha subido considera ds modo que también alli se esti iniciando el de “aburguesamiento” de la clase proletaria. Desde la guerra de Cores y tltimamente con la de Vietnam, la economia norteamericana ha tenido el es- ; timulo anormal de las necesidades de abastecimiento mi- litar que en cierto momento (principios de los aiios 60) se calcularon en un 20% del total de los pedidos que re- cibia de ln industria, Habri que ver de qué manera se compensa la diferencia que se produciri al quedar liquidado el conflicto de Vietnam, Cambodia y Laos, | 88 que Ia economia norteamericana sufra un grave 58 LIDERALISMO, quebranto, Piensan algunos expestos des. distorsiones emergentes ome Ja lama el economista John K. 6 Adelantindose a lo que en triendo, economistas neo-liberales Se le affluent socieny hn X. Cabra la prdctica Viene oc. como John Maynard Keynes djeron ya por lo menos 25 aioe atris Sd pirdietse las depresiones econ sémicas como secuela de 3a San Breduccin y prosperiad a interes ion “moderada y temporal” ~ para salvar la economia de un ~ In°supervivencia del cap que antes de haber Te nes, muchas veces el Estado, Estado ‘es necesa is. En otros términos, {gus las “leyes naturales” de Adam Smith y la Eecnck, le Manchester son ineapaces, por i i solas, de cen los Estados Unidos, ha intervenido preventivamente, para evitar que levey . Teeesiones como las que se experimentaron a‘fines de Ja década del 50 se ‘conviertan en catastrificas erste como la de 1999, Podré decirse que ya no puede lamarse capitalismo ¢l sistema dentro del cual el ejercicic totalmente libre ¢ individual de Ia iniclativa, priv lucro han quedado sustituidos ia y del incentivo de por Ia accién de orga- nismos amorfos, sociedades literalmente andnimas en las cuales el “espiritu de empresa” del antiguo “capitan el famoso enfeprencr md gest anciero y mitad pirata~ esti suplantado por la habil dad fria, impersonal y tecnificada de gerentes o profe- Sionales que ni siquiera son propictarios de la empresa; * que no puede haber capitalismo propiamente dicho de industria”, - Suando las leyes del mercado son alteradas y distorsio. nnadas por disposiciones legales = Tika tipaiciones que no absoreién del m © grande; que permiten lo fijac 2h; ue fijan precios yu permiten un dessrollo * pequeio. por el mit én de salaries no or \ LIBERALISMO ce emanda en el mereado labora) sino por nego- ote dtect cn i que sctian, de igual gu seers Zaps muyor pare ls demakdas do he, igeneralmente con franco y Taste demagérice apoyo del ado; ua mundo, en fin, donde las propias grande caprete phous jo sqpedste wae & tee & a tony potametos qu elie mass jn, sel se peer y valine de ens ode duc asi sea y que el nombre de capi y an cl Je neocapiaitne sean inadeseasos, impre. Zsos, peto parece, a la luz de la experiencia, que £60 ‘podria garantizarse la supervivencia del sistema, a) en } Etanto contrariando una’de las aormas bisieas’que le Scfalaron sus teGrios, acepte que cl Estado le ayude 8 tmoderar sus impulos y que vengs a resestarlo’en lg horas de peligro; b) en cuanto sea eapaz de “eiviisarse _ihumete!y de somprener gb ool ena txlectvo, el mayor poder de compra de las grandes ma. = Jonas pisde dar Sop ineercns Sante a dfmerade (el mercado de gue wine ol all'y ape iguar el esprit de rebeldia daticapitalists SHE cuanto a a acon todas seradora del » Estado, los defensores del eapitalsno, ven ots pe ~ gros remotos: ZEs posible contar con una intereneion del Estado “raviondl, modorada y tempora’> Panece implia y pro- fundamente para ajustar el funcionamiento de los Ooga- Roy zo intervenidos todavia al ritmo de los que ys'lo estén; y, Segundo, la accién impersonal y fria de Is nueva Velase gerencial", despojada de los moviles (sebre tode el luero desmedido) que daban vitalidad y autone Heide “Mbera” a lor negocios de Ia libre empress, éno legard a estratificarse hasta perecer? Sobre la posiilidd de evolucion y creacién de nuc- 60 LIBERALISMO vas formas de capitalismo dice el profesor Joseph A. Schumpeter ( Capitalism, Socialism and Democracy): “El punto esencial que debe comprenderse cuando se habla de capitalismo es por naturaleza un método de transformacién econédmica y nunca es ni puede ser es- tacionario”. .. Afiade que el proceso de “mutacién indus- trial que incesantemente revoluciona Ja estructura eco- némica desde adentro, incesantemente destruye la vieja e incesantemente crea una nueva. Este proceso —con- cluye— de destruccién creadora es el hecho ese: relativo al capitalismo”. De la posibilidad que tenga el capitalismo de man- tener y alimentar casi ilimitadamente ese proceso, de- penderé su futuro, sobre todo frente a Ia amenaza de otros sistemas que radicalmente ponen en duda su efi- cacia para resolver los grandes problemas sociales de la Humanidad. ncial

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