En los últimos años las actividades de responsabilidad social empresarial que
ejecutan las empresas mineras peruanas han cobrado especial relevancia. Esta nueva forma de participación es el resultado de la ejecución de proyectos en los cuales intervienen armónicamente las empresas, la sociedad civil, el gobierno local y la comunidad. Perú ha mostrado un favorable desempeño económico, con un crecimiento sostenido del PBI con tasas anuales superiores al 5%, llegando al 9.8% en el 2008. De tal modo que las expectativas son favorables y se han firmado tratados comerciales con países como EEUU que permitirán el desarrollo sustancial de la industria y de los servicios locales. La minería ha sido uno de los principales motores de este crecimiento, siendo el 6% al PBI y el 62% de las exportaciones totales. La mayoría de las empresas mineras son del extranjero o de capitales mistos, el resto de medianas y pequeñas empresas de capitales peruanos. Algunas empresas mineras asumieron los estándares socio-ambiental y están aplicando buenas prácticas corporativas promoviendo acciones con diversas partes interesadas(stakeholders). A pesar de todo el buen comportamiento de las mineras, algunas empresas son más conocidas por sus conflictos con las comunidades, en algunos casos, porque la comunidad percibe a la empresa minera como el sustituto del Estado, generándose un exceso de expectativas sobre su rol en dicho entorno, en otros, debido a que los impactos ambientales y sociales que produce la extracción minera afecta a la población y la respuesta de la empresa no ha sido adecuada ni oportuna.