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Karol Dayanna Carvajal Rey 100046281

Angie Viviana Rey Amado 100044117

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Aborto:
Un tema que genera bastante polémica es el hecho de que si una mujer puede o tiene el
derecho de interrumpir o finalizar un embarazo de forma voluntaria, hoy en día existen diferentes
posturas con respecto al aborto algunas de estas nos permiten tener una mirada más analítica
desde el punto de vista de la medicina, como lo es el Gradualismo, Mina (2015) afirma: el
gradualismo “es un modelo sustentado en la evidencia científica que aportan la embriología, la
genética y la neurofisiología, como el idóneo para la regulación del aborto en américa latina”
(p.4).

Gracias a estas posturas en el 2006 en Colombia se despenalizo al aborto como refiere la


Corte Constitucional Colombiana mediante la Sentencia C-355 (2006), en tres circunstancias:

I. Cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud


de la mujer, certificada por un médico. II. Cuando exista grave malformación del
feto que haga inviable su vida, certificada por un médico. III. Cuándo el embarazo
sea el resultado de una conducta, debidamente denunciada, constitutiva de acceso
carnal o acto sexual sin consentimiento, abusivo o de inseminación artificial o
transferencia de óvulo fecundado no consentidas, o de incesto. (p.2)

Pese a la sentencia emitida por la corte constitucional hoy en día se siguen practicando
abortos clandestinos en cualquier parte del país, que no cuentan con las medidas biosanitarias
necesarias para dicho procedimiento y que pueden poner en riesgo la salud de la mujer y generar
más costos para el sistema de salud, “Se estima que una tercera parte del total de mujeres que
tienen un aborto ilegal desarrollan complicaciones que necesitan tratamiento en una institución
de salud” ( Prada et al, 2011, p.5).
Así podemos observar que la penalización del aborto no lo previene ni lo evita por
el contrario lo convierte en un problema de salud pública, que en mi opinión necesita de atención
urgente con el fin de tomar medidas para mejorar la salud sexual y reproductiva de las mujeres.

Referencias:

Fundación Universitaria Konrad Lorenz. (2010). Código ético del psicólogo, Colombia. Revista
Latinoamericana de psicología, 32(1), 209-225.

MINSALUD. (2016). Interrupción voluntaria del embarazo, un derecho humano de las mujeres
– Línea: Salud materna – Derecho a la maternidad elegida.

Prada, E, Singh, S., Remez, L, & Villarreal, C. (2011). Embarazo no deseado y aborto inducido
en Colombia. Guttmacher Institute, 4(2), 1-36.

En el caso de que como futuros psicólogos una paciente consulte porque se


encuentra en estado de embarazo no deseado y requiere apoyo profesional para manejar
esta situación debemos en primer lugar evitar toda clase de prejuiciosos, dejar de lado
nuestras creencias personales (religiosas) y acatar todas y cada una de las leyes que nos
rigen en Colombia como profesionales en psicología.

Nuestros pacientes merecen un trato digno y humanizado que les permita una
evaluación, intervención y seguimiento adecuados. Como refiere: El código ético del
psicólogo en el capítulo 6, apartado 6.1 (2000) “El psicólogo debe actuar con base en el
respeto por los derechos fundamentales, la dignidad y el valor de las personas y de la
sociedad” (p.214). Por otro lado es muy importante que como psicólogos sepamos que
nuestro paciente, su historia clínica y demás documentos e información son únicos e
intransferibles y por lo tanto no debemos compartirlos con nadie, El código ético del
psicólogo en el capítulo 8, apartado 8.1 (2000) afirma: “El psicólogo está obligado a
guardar el secreto profesional en todo aquello que por razón del ejercicio de su profesión
haya recibido información” (p.214).

En el caso específico del aborto como psicólogos debemos ajustar nuestros


posibles tratamientos e intervenciones, a las leyes establecidas en nuestro país,
informando a la consultante dichas leyes con el fin de evitar repercusiones legales, como
señala El código ético del psicólogo en el capítulo 13, apartado 13.1 (2000): “El
psicólogo como ciudadano debe comportarse conforme a los principios, leyes, y normas
de la sociedad en la cual vive. Debe someterse a las disposiciones legales y vigentes del
país” (p.224)

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