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Biología

David Ricardo Suárez Galvis 10-C

Resumen del articulo

Historia de los cultivos de células animales in vitro y su importancia en la actualidad

Desde el siglo XIX los biólogos iniciaron a desarrollar técnicas para extraer, cultivar y hacer
proliferar células provenientes de órganos y/o tejidos de organismos pluricelulares, imitando
al mayor grado posible las condiciones a las que se verían sometidas en su medio natural.
Con los avances científicos y tecnológicos del siglo XX, como, por ejemplo, la revolución de
los antibióticos, el proceso de cultivo in vitro (por fuera del cuerpo del organismo que se
quiere estudiar) se especializo y tecnifico, dando como resultados importantes alcances para
tanto la biología teórica como la aplicada; como lo sería la producción de fármacos a escala
industrial.

En la actualidad se pueden comprobar diversos tipos de cultivos dependiendo de la naturaleza


de las células con las que se quiere trabajar, y del propio método de manipulación. En primer
lugar, hay que mencionar los cultivos de órganos, que constituye la obtención de una forma
muy cercana a la condición original in vivo a la que las células del órgano extraído se verían,
no obstante, no expandiéndose casi. También existen los llamados explanes primarios, en las
que solo un fragmento de órgano o tejido se ubica ya en una superficie solida: las células se
adhieren a estas, migran y proliferan libremente.

Sin embargo, es el cultivo celular primario el más usado por su alta practicidad, y relativa
facilidad. Tiene una lógica similar a la anterior, pero su enfoque va hacia la disgregación
celular, aunque se pierda la interacción intercelular (incluyendo aquella con la matriz).
Existen dos tipos de cultivos primarios: en monocapa y en suspensión, que vienen de células
especializadas con este particular tipo de crecimiento (eg: células hematopoyéticas).

La propiedad de adherencia vuelve a adquirir entonces un destacable papel. Esta es llevada a


cabo por las proteínas incrustadas al exterior de la membrana citoplasmática, encargadas
también, entre otras cosas, de la comunicación de señales químicas entre diferentes células, y
más importante para el cultivo en monocapa: permitir la adhesión focal, que conlleva al
cultivo a “pegarse” al sustrato para el eventual crecimiento poblacional. El cultivo primario
tiene la intención de dar inicio a secuenciales cultivos en los que se superen las limitaciones
del primero. Solo se tiene verdaderamente a partir del cultivo secundario una considerable
velocidad de crecimiento y aumento de la densidad celular. A partir de los diversos pases el
crecimiento, independiente, ya deja de ser inhibido y, de evitarse una posible invasión por
contaminantes, en lo sucesivo podría llegar a diferenciarse y progresar con naturalidad.

Lo anterior hace referencia a los cultivos continuos, o subcultivos en los que los individuos
empiezan a adquirir características genotípicas con notables diferencias de las células
originales: las llamadas líneas celulares transformadas genéticamente. Llegados a este punto
(aproximadamente 70 pases), y con las medidas asépticas garantizadas en todo momento, se
obtiene un crecimiento de escala indefinida. Ahora bien, cuando lo pretendido es llevar a
cabo un proceso de estructuras más complejas, o enteras, en cultivos histotípicos (tejidos) u
organotípicos (organos) se pueden llevar a cabo tridimensionalmente pero no se garantiza
gran crecimiento, solo periférico.

Teniendo en cuenta todo lo anterior no cabe duda que las utilidades de estas técnicas desde
campos de biotecnología, ingeniería de tejidos, farmacología, inmunología, toxicología,
virología, microbiología, ecología celular, bioquímica y genómica; teóricas y práctica, es
enorme. Pese al enorme grado de esterilización que se debe tener en el laboratorio para evitar
colonizaciones( fúngicas, virales, microplasmáticas o bacterianas) que pueden amenazar al
cultivo y otras precisiones para preparar la correcta (y más rápida) evolución de los productos
celulares (eg: suplementos o marcadores) -en pocas palabras alta sensibilidad del proceso-;
las ventajas que la ciencia, y toda la humanidad saca del trabajo en cultivos celulares es muy
significativa, solo por mencionar algunas: las variables son controladas siempre y la
experimentación in vivo, que fácilmente seria contemplada en otros animales, se puede evitar.

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