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Universidad Pontificia de México

Facultad de Teología
Bachillerato Teológico
Liturgia. Introducción y Misterio Pascual
Hno. Edgar Iván de Santiago Alonso DJ
Reporte de Lectura
22/02/2023

La realización de la teología litúrgica


(Introducción a la Teología Litúrgica. Juan Javier Flores Arcas OSB)
La teología litúrgica es un campo de la teología que se enfoca en el estudio y la
reflexión sobre la liturgia, entendida como la celebración de los sacramentos y otros actos
de culto en la Iglesia. En su libro "Introducción a la Teología Litúrgica", Juan Flores Arcas
aborda diversos temas relacionados con la liturgia y su significado teológico.
Uno de los aspectos más destacados es el enfoque en la dimensión comunitaria de
la liturgia. La liturgia no es solo un conjunto de ritos y gestos, sino que es una acción que
involucra a toda la comunidad de creyentes. Es a través de la liturgia que la Iglesia se
reúne para adorar a Dios, escuchar su Palabra y recibir los sacramentos.
Es muy importante el simbolismo en la liturgia. Cada gesto, cada palabra, cada
objeto utilizado en la liturgia tiene un significado simbólico que nos ayuda a comprender
mejor la verdad teológica que se está expresando. Por ejemplo, la luz de las velas en la
vigilia pascual simboliza la resurrección de Cristo, mientras que el agua bendita nos
recuerda nuestro bautismo y nuestra llamada a la santidad. También es vital comprender
la relación entre la liturgia y la vida cristiana, pues se sostiene que la liturgia no es un
evento aislado, sino que está intrínsecamente relacionada con la vida y la misión de la
Iglesia. A través de la liturgia, los creyentes son fortalecidos y renovados para llevar el
Evangelio al mundo. La liturgia nos llama a la conversión, a la santificación y a la acción en
favor de los demás.
La Iglesia, en su misión evangelizadora, debe ser capaz de inculturarse en los
diferentes contextos culturales donde se encuentra. Esto implica adaptar la liturgia a las
diversas culturas, respetando al mismo tiempo su esencia y su integridad teológica.
"Mediator Dei" de Pío XII es un llamado a la renovación de la liturgia católica y una
afirmación de la importancia de la tradición y la continuidad. El Papa argumenta que la
liturgia es un medio para experimentar la presencia de Dios y participar en su obra de
salvación, y que debe ser tratada con respeto y cuidado para asegurar que se cumpla esta
función espiritual.
Pío XII sostiene que la liturgia debe ser un reflejo de la fe y la doctrina de la Iglesia,
y que cualquier cambio debe ser considerado cuidadosamente antes de ser
implementado; también hace hincapié en la importancia del latín en la liturgia, y la
necesidad de mantener su uso en ciertas partes de la misa. Además, aborda el tema sobre
la participación activa de los fieles en la liturgia. El Papa insta a los sacerdotes a asegurarse
de que los fieles comprendan y participen plenamente en la liturgia, y sugiere varios
métodos para lograr esto, como la educación litúrgica y la promoción de la piedad
eucarística.
La renovación de la liturgia propuesta por la “Sacrosanctum Concilium” tenía como
objetivo hacer que la liturgia fuera más relevante y significativa para los fieles, y promover
una mayor participación y compromiso en la vida espiritual. La liturgia renovada debía ser
una fuente de inspiración y fortaleza para los fieles, y un medio para experimentar la
presencia de Dios en sus vidas.
La historia de la salvación es una parte esencial de la liturgia cristiana, que permite
a los fieles participar en la obra redentora de Dios de una manera tangible y significativa.
La liturgia es una expresión ritual de la fe de la Iglesia en esta historia de la salvación y su
importancia para la vida espiritual de los fieles. La historia de la salvación se refleja en la
estructura de la liturgia, que se divide en dos partes principales: la Liturgia de la Palabra y
la Liturgia de la Eucaristía. La Liturgia de la Palabra se centra en las Escrituras y en la
historia de la salvación tal como se revela en ellas, mientras que la Liturgia de la Eucaristía
se centra en la presencia de Cristo en el sacramento de la Eucaristía, que es la culminación
de la historia de la salvación.
La Liturgia de la Eucaristía culmina con la consagración del pan y el vino, que se
convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Esto se hace en memoria del sacrificio de
Cristo en la cruz, que es la culminación de la historia de la salvación y la fuente de la
redención para la humanidad. Los fieles participan en la Eucaristía para recibir la gracia y
la fuerza que necesitan para vivir sus vidas cristianas y continuar la obra de la salvación en
el mundo; así, brota de la anamnesis del Misterio Pascual que se actualiza en la liturgia.
La sacramentalidad de la liturgia es una creencia central en la fe cristiana. La
liturgia es sacramental porque es una forma en que Dios se revela y se comunica con los
fieles a través de signos y símbolos concretos. A través de la participación activa en la
liturgia, los fieles pueden experimentar la presencia de Dios en sus vidas y recibir su gracia
para crecer en la fe y en la santidad.
Finalmente, se hace hincapié en que la liturgia es una acción sagrada, comunitaria
y viva de la Iglesia, que tiene como finalidad glorificar a Dios, santificar al hombre y
construir la comunión fraterna entre los fieles. La liturgia no es un espectáculo, ni una
exhibición artística, sino una acción que une a los fieles en la oración y la alabanza a Dios.
Además, la liturgia no es estática, sino que debe adaptarse a las necesidades y realidades
de cada comunidad cristiana.

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