Está en la página 1de 8

UNIVERSIDAD ANÁHUAC MÉXICO NORTE

ENSAYO FINAL: EL PRINCIPITO

ELABORADO POR: ANA VÉJAR QUIROGA

DOCENTE: MÓNICA CHÁVEZ AVIÑA

28 DE ABRIL DE 2021

MATERIA: ANTROPOLOGÍA FUNDAMENTAL

NRC: 14914

ID: 00427595
Introducción
El Principito es un libro de corta extensión del escritor Antoine de Saint-
Exupéry, publicado en 1943 en Estados Unidos, debido a que por la Segunda
Guerra Mundial no pudo se publicado en Francia. Este libro narra la historia de un
piloto al que se le avería su avión y queda varado en el desierto del Sahara. El
piloto se topa con un príncipe proveniente del asteroide B 612, que le cuenta cómo
es que llegó a la Tierra. En su travesía por el universo el principito tiene la
oportunidad de conocer la extraña forma en la que los adultos ven a la vida y
comprenden al amor y la amistad. Este es un libro catalogado como una historia
para niños. No obstante, presenta una narración con un carácter bastante reflexivo
sobre la vida, la sociedad y el amor (Coelho, s.a.). Aspectos que pueden ser más
de una actitud madura, es decir, estas fases, presentes en la vida de todos y
todas, pueden comprenderse y analizarse ya en la etapa adulta, mientras en la
infancia es muy común que no se comprenda la complejidad de estas. El presente
trabajo tiene como objetivo analizar el libro de El Principito desde una perspectiva
antropológica, particularmente sobre la unidad de la persona a través de autores
como San Agustín de Hipona, Platón, Kierkegaard, Aristóteles, Martín Buber, Max
Scheler, Leonardo Polo, entre otros.
Sobre la unidad de la persona
Respecto a las nociones que tenemos como personas, se mencionarán
tres. Este apartado se usará para explicar cada uno, pero a lo largo de los
siguientes subtemas se demostrará la integración de dichas nociones en estos. La
primera es la inteligencia, esta es el deseo de conocer y buscar la verdad. Nos
presenta las opciones y así se puede deliberar. La voluntad es aquella facultad
volitiva de tender al bien conocido intelectualmente. Una vez valoradas las
opciones que brinda la inteligencia, la voluntad elige el fin deseado. Finalmente, el
cuerpo y alma, aunque hay varias posturas sobre esto, se tratarán dos en
particular, la primera es la teoría de Aristóteles llamada Hilemorfismo quien afirma
que el cuerpo y el alma son inseparables formando una totalidad unificada. Por
otro lado, Platón también habla del compuesto cuerpo y alma y los deseos
carnales en El mito del carro alado. Explica esta dualidad con la alegoría de un
auriga en un carro alado con dos caballos, uno es un caballo sabio, bueno y bello
y el otro es un caballo descontrolado, representa los deseos mundanos
(Universidad Anáhuac, 2021). Aquel auriga que no sabe controlar a este caballo
pierde las alas y cae a la Tierra para convertirse en cuerpo. A diferencia de
Aristóteles, Platón menciona que el cuerpo y el ama son independientes e
irreductibles entre sí (Molera, s.a).
Sobre la dignidad humana
En el Hilemorfismo se interpreta a la persona humana como un compuesto
de cuerpo y alma, únicos en el mundo. Como personas tenemos un valor,
conocido como dignidad humana. Puesto que tenemos espíritu e intelectiva, estás
características que diferencian a la humanidad de todo ser, nos hacen acreedores
de la dignidad humana. Así, sin importar creencias, apariencia, origen o cualquier
otra condición, todas las personas son dignas por el hecho de ser personas. Para
garantizar que se respete la dignidad de todos y todas se crea la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en 1948 (ONU, 1948). Ahora bien, aun
cuando existe una “garantía” de aquellos derechos que deben protegerse, como
sociedad seguimos presentando obstáculos a diferentes individuos a pesar de su
condición como persona. Aquí la primera relación con el libro, el narrador cuenta el
descubrimiento del asteroide B 612 por un astrónomo turco, que fue invisibilizado
por su forma de vestir. Después “el astrónomo repitió su demostración en 1920,
con un traje muy elegante. Y esta vez todo el mundo compartió su opinión” (de
Saint-Exupéry, 2007, p.19). Aún como semejantes, la historia ha llevado a tener
conductas que cegadas por el privilegio limitan a los demás. San Agustín de
Hipona en su texto Confesiones, menciona que la humanidad ha llegado a vivir
dentro de escenas fingidas, buscando condolencia. ¿No es así como se han
invisibilizado acciones que atentan a la dignidad humana? También dice San
Agustín que debemos vivir en misericordia, la misericordia auténtica es aquella en
la que a través de la compasión por la miseria del otro se busca que en ellos no
exista más dolor. Es así, como llegaremos proteger la dignidad de todos los seres
humanos.
Sobre las relaciones entre personas
Es innegable que como seres humanos necesitamos de otros seres
humanos para sobrevivir, somos seres sociales. Desde nuestro nacimiento es
necesario el cuidado materno para subsistir. Conforme un individuo se desarrolla
la complejidad de la relación que tiene con los demás crece. Así pues, la
necesidad que tenemos hacia los demás se presenta en el libro a través de la
visita de los planetas que visita el principito. Cada personaje tenía una tarea, y a
los ojos del principito ninguna tenía sentido. El rey no tenía súbdito, el vanidoso no
tenía admirador, el geógrafo no tenía explorador, sin los demás estos personajes
no pueden ser lo que son (de Saint-Exupéry, 2007, p.41-66). Necesitamos de los
demás y es importante la manera en la que nos relacionamos con otros. El
personalismo nace en Europa como una reacción a dos movimientos sociales
imperantes, el individualismo y el colectivismo. El individualismo coloca al
individuo sobre la sociedad, mientras que el colectivismo coloca a la sociedad
sobre el individuo. El personalismo busca un equilibrio entre ambos y establece
que la persona tiene deber de solidaridad social (Burgos, 2010). Con el
personalismo se reconoce que todos y todas tienen un deber social, y por lo tanto
dependemos unos de los otros si buscamos desarrollarnos de manera plena. De lo
contrario se caen en posturas en contra del personalismo, como lo es el
egocentrismo o el individualismo. Como es el vanidoso del libro, siempre en busca
de aprobación, sin importar lo que los demás piensen, “pero el vanidoso no le oyó.
Los vanidosos no oyen sino las alabanzas” (de Saint-Exupéry, 2007, p.50). Estar
encapsulado dentro de uno mismo evita el crecimiento social que se mencionó
anteriormente.
Asimismo, es necesario que no solo se establezca nuestra posición entre
humanos, sino con todos los seres vivos. Max Scheler en su libro El puesto del
hombre en el cosmos (Universidad Anáhuac, 2021), se cuestiona la diferencia que
hay entre persona y animal. Si los animales también tienen inteligencia, entonces,
¿qué nos diferencia de ellos? La esencia del hombre y lo que le das sus
facultades y virtudes es el espíritu. El hombre puede tomar conciencia de su
propia existencia a través de la reflexión, a diferencia de lo animal que únicamente
posee un sentido concreto de la realidad y no se percata ni reflexiona sobre su
propia existencia. ¿Esta cualidad nos hace más valiosos? ¿Tenemos cierto poder
sobre todo por el simple hecho de ser humanos? Es importante cuestionarse cómo
se usa la inteligencia y hacia dónde se dirige nuestro sentido por buscar la verdad.
El impacto de la actividad humana ya no puede pasar desapercibido como
uno de los factores que altera por completo el entorno en el que vivimos, somos
los baobabs de nuestro planeta y esta vez no hay nadie que limpie esa mala
hierba. Como los seres que tienen una cualidad que ninguno otro, sería importante
que cuestionemos nuestra forma de relacionarnos con los demás seres vivos.
Martín Buber establece que hay tres esferas en las que nos relacionamos: con la
naturaleza, con el ser humano y con los seres espirituales. Sin lenguaje es muy
difícil que tengamos una relación Yo-Tú con las criaturas que se mueven ante
nosotros. Irónicamente, en El principito, quienes enseñan los valores son los
animales. Esto para mostrar que como seres humanos en conjunto nos olvidamos
de lo que verdaderamente importa.
-Adiós- dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el
corazón. Lo esencial es invisible a los ojos (de Saint-Exupéry, 2007, p. 84).

El uso de animales como simbolismo en esta historia es necesario, puesto


que como ya se mencionó ellos no están consientes de su existencia, y por tanto
su alma es pura, no experimentan actitudes como la soberbia o amargura como lo
hacen los humanos. Esto no quiere decir pues, que las personas no sean capaces
de experimentar el bien, debemos buscar el bien. Debemos aprovechar nuestra
capacidad intelectual para conocer y tomar decisiones informadas para alcanzar el
medio deseado.
Sobre el sentido a la vida
Nuestro tiempo en tierra siempre avanzará de forma lineal,
independientemente si para nosotros ese tiempo es significativo. Así pues, aún
cuando vivamos, puede que tengamos un propósito o no. Søren Kierkegaard en
su Carta del 1 de agosto de 1835 (Universidad Anáhuac, 2021) reflexiona sobre la
búsqueda de la verdad y sentido a la vida. Menciona que “lo que importa es […]
encontrar esa idea por la cual querer vivir y morir”. Ese es el propósito de vida,
pero uno debe conocerse a sí mismo antes que cualquier otra cosa. Es necesario
entender la complejidad de nuestra existencia solo así podremos trascender, evitar
la monotonía. El bebedor del libro es un ejemplo a esta idea. Bebía para evitar la
vergüenza por beber, se redimió a esa rutina, sin propósito y sin poder con su
propia existencia. Los deseos terrenales nunca llenan el espíritu. Según
Kierkegaard importa más la acción interior del hombre, su lado divino que la
cantidad de conocimientos que tenga, puesto que estos serán alcanzados con el
propio espíritu.
El sentido de vida para Platón está en la filosofía, en ella encontraremos la
verdad y podremos recuperar las alas. Así pues, no hay que dejarse guiar por el
caballo descontrolado (Universidad Anáhuac, 2021). Volviendo al ejemplo del
bebedor, sin sentido de vida su alma jamás trascendería, en palabras del mito, no
recuperará las alas pues siempre se inclinará a esos deseos que jalan al auriga a
la Tierra. Entonces ¿qué es lo que nos hace trascender? ¿Está relacionada la
trascendencia con el contexto social? Según Antoine de Saint-Exupéry, “las
personas grandes” se esclavizan a estos deseos carnales, olvidándose de
alimentar su alma. Pueden someterse a los estándares sociales y dedicarse a algo
que sea respetable para la sociedad. El hombre que compra estrellas, por
ejemplo, ¿cuál es la utilidad de que el entregue su vida a algo que nunca va a
enriquecer su alma sino su ego? ¿Qué no hay otras cosas que también importan?
El principito nos deja una gran enseñanza: “¿No es importante la guerra de los
corderos y las flores? ¿No es más serio e importante que las sumas de un Señor
gordo y rojo?” (de Saint-Exupéry, 2007, p.32). Él comprendía que una rosa aún
cuando para los demás no tuviera un significado importante, a él lo hacía feliz, y
eso importaba. El principito demuestra que aquellos estándares sociales a veces
no son suficientes para enriquecer nuestra alma.
Si la búsqueda de la verdad es la que nos llevará a trascender, no podemos
aislarnos de los demás, hay que evitar las posturas en contra del personalismo. El
subjetivismo es una postura que establece que el hombre es el ser más individual
de la creación terrestre. La etapa en la que se puede trascender, según Leonardo
Polo, se llama “persona”. El subjetivismo evita que se llegue a esta etapa y exista
un proceso de regresión, por consiguiente, se consigue el efecto contrario. El
marasmo que deriva del subjetivismo trae consigo limitaciones que alejan a la
persona de la verdad. Una de ella es el desinterés, esto provoca que no se
reconozca cuando hay un problema, no hay fidelidad a la verdad, por tanto, se
pierde el sentido a la vida (Universidad Anáhuac, 2021). Por ello debemos
conocernos a profundidad, una vez que tengamos las herramientas para llegar a la
“persona”, encontraremos esa verdad por la que Kierkegaard dijo que vale la pena
vivir o morir.
Conclusiones
Ante el contexto social que se presenta hoy en día, es indispensable
involucrarnos. Dentro de la sociedad es muy común ver que el estilo de vida ha
cambiado y la gente se desliga del resto, caen a un comportamiento subjetivista.
El Principito, es un libro complejo que muestra esta problemática, el sometimiento
masivo a la ignorancia y el desinterés. Para curar este mal social es necesario
comprendernos, entender que somos más que cuerpo. Para ello es necesario
informarse, ejercitar la inteligencia, tomar decisiones acertadas, y con ello
trascender. La búsqueda de la verdad juega un papel fundamental, dentro del libro
se muestra la importancia de la voluntad y de dar valor a aquello que dentro de un
contexto social no es importante. Así se logran cambios y se reconocen acciones
que pueden atentar contra la dignidad humana.

Bibliografía
Burgos, J.M. (2010). El Personalismo condesado en 10 puntos. Guatemala.
Recuperado de: https://es.slideshare.net/GerardoViau/personalismo-
conferencia-jm-burgos
Coelho, F. (s.a). Libro El Principito. Recuperado de:
https://www.culturagenial.com/es/libro-el-principito/
De Saint-Exupéry. (2007). El Principito. 10ª edición. México: Emecé.
Molera, E. (s.a). Platón: Antropología. Recuperado de: https://cdn.website-
editor.net/33a8871d66e14c2ba0a24b619954bc3f/files/uploaded/PLATON
%2520ANTROPOLOGIA.pdf
ONU. (1948). Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Recuperado de:
https://documents-dds-ny.un.org/doc/RESOLUTION/GEN/NR0/046/82/PDF/
NR004682.pdf?OpenElement
Universidad Anáhuac. (2021) Antología de Textos. Persona y Sentido de Vida.
Dirección Académica de Formación Integral.

También podría gustarte