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Derecho Constitucional III
Derecho Constitucional III
La primera parte de este trabajo se constituye a partir de apuntes hechos en clases presenciales del
profesor Salvador Mohor, semestre de invierno 2018, de la facultad de Derecho de la U. de Chile.
La segunda se constituye de un resumen y actualización de materias seleccionadas del manual
“Derecho Constitucional”, edición 2010, del profesor Hernán Molina Guaita, de la U. de Concepción.
Distinción entra la parte dogmática y orgánica de la Constitución.
La parte dogmática de la Constitución fue estudiada en los cursos Constitucional I y II. Esta parte es la
ideología y argumentación que sostiene a la parte orgánica.
La parte orgánica de la Constitución engloba todo lo que son los órganos del Estado, sus funciones y
atribuciones, las relaciones entre los distintos órganos, la composición de los órganos y la forma en que se
generan sus integrantes. Básicamente, son los medios institucionales por los cuales se ponen en
funcionamiento los principios fundamentales.
(En la práctica, el inciso tercero se incumple, debido a que la cuenta pública se lleva a cabo el primero de
junio.)
Según el artículo previamente citado, el Presidente de la República está investido de tres calidades. El
Presidente es Jefe de Estado, es Jefe de Gobierno y es Jefe de la Administración del Estado. La
concentración de estas funciones en una persona da cuenta de que Chile tiene un régimen político
presidencialista. Esto refuerza la idea de que su autoridad es la más elevada del Estado.
1. Jefe de Estado:
a) El Presidente de la República representa la unidad y continuidad del Estado.
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Unidad del Estado: A pesar de que distintas fuerzas políticas luchan por el poder, el Estado es uno
solo.
Continuidad del Estado: A pesar de que en el interior del Estado se van sucediendo
periódicamente las distintas fuerzas políticas en el poder, el Estado sigue siendo el mismo.
Estos dos conceptos en conjunto dan la idea de que el Estado es “uno y el mismo”. Su efecto práctico es
que los gobiernos de turno deben respetar los compromisos contraídos por los gobiernos de turno previos.
Artículo 32, números 7°, 8°, 15° y 19° de la Constitución Política de la República
“Son atribuciones especiales del Presidente de la República:
7°. Nombrar y remover a su voluntad a los ministros de Estado, subsecretarios,
delegados presidenciales regionales y delegados presidenciales provinciales;
8°. Designar a los embajadores y ministros diplomáticos, y a los representantes ante
organismos internacionales. Tanto estos funcionarios como los señalados en el N° 7° precedente
serán de confianza exclusiva del Presidente de la República y se mantendrán en sus puestos
mientras cuenten con ella.
15°. Conducir las relaciones políticas con las potencias extranjeras y organismos
internacionales, y llevar a cabo las negociaciones; concluir, firmar y ratificar los tratados
que estime convenientes para los intereses del país, los que deberán ser sometidos a la
aprobación del Congreso conforme a lo prescrito en el artículo 54 N° 1°. Las discusiones y
deliberaciones sobre estos objetos serán secretos si el Presidente de la República así lo
exigiere;
19°. Declarar la guerra, previa autorización por ley, debiendo dejar constancia de
haber oído al Consejo de Seguridad Nacional, (...)”
Un tratado internacional no se elabora espontáneamente, sino que debe pasar por un proceso con
una serie de etapas. El Presidente de la República tiene intervención en estas etapas.
Etapas de elaboración de un tratado internacional:
Negociaciones preliminares:
Se busca redactar el texto que contendrá al tratado internacional.
Firma (provisoria del tratado):
Dar testimonio de que el texto en cuestión es el texto del tratado.
Aprobación del tratado:
El Congreso Nacional, por aprobación de ambas Cámaras. Si bien, el Congreso no puede
alterar el texto del tratado, puede sugerir cambios al mismo. Sin embargo cabe especificar este punto de
acuerdo al artículo 54.
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Artículo 54, número 1° de la Constitución Política de la República
“Son atribuciones del Congreso:
1°. Aprobar o desechar los tratados internacionales que le presentare el Presidente de
la República antes de su ratificación. La aprobación de un tratado requerirá, en cada Cámara,
de los quórum que corresponda, en conformidad al artículo 66, y se someterá, en lo pertinente,
a los trámites de una ley.
El Presidente de la República informará al Congreso sobre el contenido y el alcance del
tratado, así como de las reservas que pretenda confirmar o formularle.
El Congreso podrá sugerir la formulación de reservas y declaraciones interpretativas a
un tratado internacional, en el curso del trámite de su aprobación, siempre que ellas procedan
de conformidad a lo previsto en el propio tratado o en las normas generales de derecho
internacional.
Las medidas que el Presidente de la República adopte o los acuerdos que celebre para el
cumplimiento de un tratado en vigor no requerirán de nueva aprobación del Congreso, a menos
que se trate de materias propias de ley. No requerirán de aprobación del Congreso los tratados
celebrados por el Presidente de la República en el ejercicio de su potestad reglamentaria.”
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Jefe de Gobierno
El Jefe de Gobierno es titular de las funciones de gobierno. Son funciones de gobierno o función
política, la alta conducción política del Estado. Orienta al Estado a la consecución de ciertas metas con las
cuales se busca el desarrollo y el progreso del Estado.
Permite:
1. Formular políticas públicas, planes, programas y metas en los diversos ámbitos del quehacer
nacional, tales como educación, economía, vivienda, salud, etc.
2. Relacionarse con los demás órganos del Estado, que están relacionados entre sí en mayor o menor
medida.
Características:
I. El Presidente de la República la lleva adelante en directa ejecución de la ley, es decir, en directa
ejecución de la Constitución. Se encuentra facultado para ello en el artículo 24, inciso segundo.
“Su autoridad se extiende a todo cuanto tiene por objeto la conservación del orden
público en el interior y la seguridad externa de la República, de acuerdo con la
Constitución y las leyes.”
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Ejemplo: El Presidente puede formular políticas, planes, metas, etc. contrarias a la ley,
pero no puede ponerlas en ejecución mientras sea contrario al ordenamiento. Para poner estos en
ejecución, requiere de la derogación o modificación de las normas a las cuales el proyecto del
presidente contraría. De ahí que sea de extrema importancia que el Presidente goce de mayoría
parlamentaria en el Congreso.
¿Cuáles son los organismos que colaboran con el presidente en el ejercicio de la función pública en
sentido orgánico? Artículo primero de la Ley Orgánica Constitucional 18.575 sobre Bases Generales de la
Administración del Estado.
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12. Consejo para la Transparencia
13. Empresas publicas creadas por ley
Características:
1. Los actos administrativos se llevan a cabo en directa ejecución de la ley, según el principio de
legalidad administrativa. El administrador requiere de una ley que lo faculte para actuar, lo que es el
fundamento mismo de validez de la actuación, posibilitando la nulidad del acto si no se encontraba
facultado por ley para llevarla a cabo. (Nulidad de Derecho Público).
2. La ley contiene normas mucho más estrechas que la Constitución. Normas que, si bien son
generales, son mucho menos generales que las normas que están contenidas en la Constitución, por lo
tanto, la actividad del administrador no es discrecional, porque tiene que encuadrarse dentro de los
márgenes que fija la ley. Es la ley misma la que fija el qué, cuándo, cómo y para qué. Es una potestad
reglada.
Existen doctrinas de Derecho Administrativo que sostienen que la facultad administrativa
constituye una potestad discrecional no reglada en los casos en que la ley no establece claramente los
cuándo, cómo y para qué, volviéndose el límite último del administrador el bien común y la Constitución.
2. Si el Presidente se ausenta por más de 30 días, requiere del acuerdo del Senado.
3. Si el Presidente quisiera ausentarse en la última parte de su mandato, [A partir del tercer domingo
de noviembre del año inmediatamente anterior al que cesará en el cargo, son aproximadamente 90 días]
requiere acuerdo del Senado, ya que el Presidente podría ausentarse durante la última parte de su período
para eludir responsabilidades.
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4. El Ex-Presidente no puede ausentarse en los próximos seis meses desde que cesa en el cargo, si
no cuenta con el acuerdo de la Cámara de Diputados.
Debe ser la Cámara baja la que acuerda, ya que es ella la que tiene la facultad de acusar
constitucionalmente en ejercicio y dentro de los primeros seis meses desde el cese del cargo la Presidente
(y Ex-Presidente) de la República.
La elección del Presidente de la República se llevaba a cabo en un sistema llamado a “dos vueltas, de
doble turno”, que constaba de una elección a nivel popular, nacional. De alcanzarse la mayoría absoluta,
no hay lugar a dudas y el candidato que obtuviera esta mayoría sería el Presidente Electo.
Sin embargo, de no alcanzarse la mayoría absoluta, habría dos mayorías relativas. Los dos candidatos que
obtuvieron la mayoría relativa pasaban a una segunda vuelta que se elegiría en el Congreso, donde, por
regla general, ganaba el que tenía la primera mayoría relativa.
Así sucedió en la elección de 1970, donde fueron candidatos R.Alessandri, R.Tomic y S.Allende.
Obtuvieron las primeras mayorías relativas R.Alessandri y S.Allende, llegando a segunda vuelta en el
Congreso Pleno. El Congreso Pleno vota y S.Allende es electo Presidente, tras la bancada de R.Tomic
condicionar su voto a la UP. (La condición era la Ley de Reforma 17.398, que reformaba la Constitución
de 1925, para garantizar la democracia, el pluralismo político partidista y los derechos de las personas).
El problema que generaba este sistema es que podía salir electo un Presidente que no gozara de mayoría,
sino sólo de un tercio del electorado, lo que es profundamente antidemocrático.
Debido a este problema que permitía atropellos a la democracia, el sistema se modificó a un sistema
“mayoritario de dos vueltas”.
La elección debía realizarse el tercer domingo de noviembre del año inmediatamente anterior al que
corresponde el cambio de mando.
Para ser Presidente Electo, se debe alcanzar la mayoría absoluta de los votos válidamente emitidos. Esto
es que los votos blancos y nulos no tienen incidencia para este fin.
La primera votación se hace a nivel nacional, popular, donde las dos primeras mayorías relativas
pasan a una segunda vuelta, que se lleva a cabo nuevamente a nivel nacional y popular para definir el
Presidente Electo, quien debe obtener la mayoría de los votos válidamente emitidos.
Estas votaciones son calificadas, verificadas y constatadas en su validez jurídica por el TRICEL (Tribunal
Calificador de Elecciones). Este órgano está compuesto por cinco ministros y ellos llevan a cabo el
escrutinio general. (El escrutinio local se lleva a cabo en las mesas de votación.)
El Presidente Electo jura desempeñar fielmente su cargo, lo que lo transforma en Presidente en Ejercicio,
salvo que haya un impedimento temporal. En ese caso, asume el Vicepresidente con el propósito de
subrogar al Presidente Electo. El que subroga es el Presidente del Senado; en su defecto, el Presidente de
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la Cámara de Diputados; en su defecto, el Presidente de la Corte Suprema. (Orden tradicional, que se
restableció en 2005. El Gobierno Militar modificó este orden, ya que pensaba que el Presidente de la
Cámara de Diputados, al poder tener 21 años al estar en el cargo, desempeñaría un rol poco apto para
subrogar al Presidente. Por ello, el orden de prelación en la subrogación del Presidente Electo de la
República debe ser 1.Presidente del Senado, 2. Presidente de la Corte Suprema y 3. Presidente de la
Cámara de Diputados.)
Si el Presidente Electo fallece o no pudiere asumir el cargo, quien debiere subrogarlo como
Vicepresidente de la República, dentro de los diez días del mandato, debe convocar a nuevas elecciones
populares para llenar la vacancia..
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De agotarse todos los los precedentes, asumen en el orden tradicional el Presidente del Senado, el
Presidente de la Cámara de Diputados y el Presidente de la Corte Suprema.
Si faltan menos de dos años para concluir el mandato, el Vicepresidente, dentro de los 10 primeros días,
debe convocar al Congreso pleno. La mayoría absoluta debe elegir al Presidente de Reemplazo.
Si faltan más de dos años para concluir el mandato, el Vicepresidente, dentro de los primeros 10 días,
debe convocar a una nueva elección popular.
El Presidente de la República deberá cesar en su cargo tras cuatro años en su desempeño. Al dejar el
cargo de manera regular, habiendo gobernado durante el período completo, no habiendo sido condenado
en Juicio Político ni haber sido Presidente de Reemplazo, adquiere el “status” o calidad de Ex-Presidente
de la República, lo que le da dos beneficios:
1. Remuneración vitalicia equivalente a la dieta parlamentaria.
2. Fuero procesal, esto es, que el Ex-Presidente sólo podrá ser acusado previa autorización de la
Corte de Apelaciones.
Cuando hablamos de atribuciones especiales, queremos contrastarlas con las llamadas funciones del
Presidente.
Su ejercicio le permiten poner en ejecución su función de gobierno y administración.
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5. Atribuciones internacionales del Presidente
6. Atribuciones judiciales del Presidente
7. Atribuciones militares del Presidente
Son tan numerosas y de tal trascendencia, que para darse cuenta de cuáles son y cuál es su implicancia, es
forzoso entrar a analizar el proceso de elaboración de la ley.
Iniciativa legislativa
Es decir, hay materias de ley que solo pueden ser objeto de un mensaje presidencial y no de una moción
parlamentaria. ¿Por qué?
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En primer lugar, gran parte de las materias que se consideran de iniciativa exclusiva del Presidente atañen
a la administración del Estado, de la cual el jefe es el mismo Presidente de la República.
En segundo lugar, la mayoría de las materias de ley de iniciativa exclusiva presuponen gastos y los gastos
deben hacerse de acuerdo a la Ley General de Presupuestos, que también es de iniciativa exclusiva del
Presidente.
En tercer lugar, varios de los proyectos de iniciativa exclusiva podrían prestarse para pagar favores
electorales (ej. Mejorar los sueldos, reducir tributos, etc.). La iniciativa exclusiv, priva a los
parlamentarios de presentar mociones sobre estas materias, para liberarlos de la tentación de tener que
pagar favores electorales.
Por último, se trata de impedir la ingeniería electoral, es decir, impedir que los parlamentarios busquen
alterar la división política y administrativa del país con miras de obtener mayores cantidades de votos en
los distintos territorios.
1. Toda materia que se refiera a la administración presupuestaria o financiera del Estado (toda
materia que implique gastos que graviten en el presupuesto fiscal).
2. Todo proyecto de carácter militar. (Ej. Autorización para declarar la guerra; fijar las fuerzas de
aire, mar y tierra, que habrán de mantenerse en pie en tiempo de paz y guerra; autorización para
que tropas extranjeras ingresen al territorio nacional; autorización para que tropas abandonen el
territorio nacional).
4. Autorizar al Estado o a cualquier órgano del Estado para que contrate empréstitos o bien, para
celebrar contratos u operaciones que puedan comprometer el crédito o la responsabilidad
financiera del Estado (ej. autorizar que Chile perdone alguna deuda).
6. Cualquier materia relativa a los tributos (ej. Fijar tributos, si se quiere modificar tributos,
establecer exenciones tributarias, su distribución en la población, etc.).
7. Establecer o crear un Servicio Público nuevo (implica un gasto y se refiere a la administración del
Estado).
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10. Cualquier materia relativa a la seguridad social (ej. Cualquier materia que tenga incidencia en las
pensiones u otros).
Frente a un proyecto de iniciativa exclusiva del Presidente de la República, el Congreso tiene sus
atribuciones disminuidas. Pueden aprobar, rechazar o disminuir los beneficios que otorga el proyecto. Lo
anterior, porque aumentar los beneficios significa incrementar gastos fiscales.
El proyecto de ley que es presentado por los diputados sólo puede ser recibida por la Cámara de
Diputados, mientras que la moción de los senadores sólo tendrá cabida en el Senado. Los proyectos no
son cruzados.
Si se presentare un mensaje, el Presidente puede elegir en cuál cámara lo presentará. Aquella Cámara que
dé inicio a la tramitación del proyecto de ley, se le llama Cámara de Origen y la que luego recibe y revisa
el proyecto se llama Cámara Revisora.
Por regla general, cualquier cámara puede ser de Origen o Revisora. Sin embargo las excepciones a esta
regla se dan cuando hay una Cámara de Origen Obligada, ya sea el Senado o la Cámara de Diputados.
Senado:
1. Amnistía
2. Indulto General
Cámara de Diputados:
1. Proyecto sobre tributos
2. Proyecto sobre reclutamiento militar
3. Proyecto de Ley de Presupuesto
Esto se justifica con los niveles de experiencia que pueden tener los Senadores o los diputados
dependiendo de su edad.
Etapa Pre-Legislativa
Hay un estudio de los antecedentes, posibilidades, opciones, etc. Esta etapa NO está consagrada
en nuestra Constitución.
Discusión Legislativa
Eta etapa ocurre a nivel interior de las Cámaras y consiste en en las discusiones, debates, etc., que se dan
con motivo de aprobación de un proyecto de ley.
Discusión en general:
Se debate si se aprueba o rechaza la idea de legislar sobre una cierta materia.
Ej.: Se discute sobre si se quiere legislar sobre encuentros terrícola-extraterrestres
Discusión en particular:
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Finalidad de entrar a debatir sobre cada artículo en particular del proyecto de ley.
Ej.: Se discute sobre el alcance y profundidad de un artículo en particular.
El tiempo que cada Cámara emplea para estudiar, discutir y despachar el proyecto se llama Trámite
Constitucional.
Un proyecto pasa por al menos DOS Trámites Constitucionales (1 en cada Cámara) y máximo por
CINCO Trámites Constitucionales (2 en Cada Cámara y 1 por el Pdte).
Gráficamente:
1. Cámara de origen
2. Cámara revisora
3. Veto presidencial
4. Cámara de origen
5. Cámara revisora
Esquema:
I. El proyecto de ley entra a alguna Cámara a través de la Oficina de Partes
II. La Oficina de Partes va a la Mesa Directiva de la Cámara
III. El Presidente de la Cámara da cuenta que ha entrado un nuevo proyecto de ley en la Sala. además,
ordena que el proyecto de ley vaya a la Comisión Legislativa que corresponda. (Las Comisiones
Legislativas son integradas por parlamentarios especializados más o menos, según las
competencias de los Ministerios (minería, educación, agricultura, salud, etc.))
La Comisión de hacienda de cada Cámara revisan que el proyecto de ley venga bien financiado,
es decir, que la fuente de financiamiento del proyecto sea suficiente para financiarlo, de modo tal,
que de no ser la fuente suficiente para ese fin, se considera inadmisible el proyecto.
Discusión Legislativa
Discusión en general del proyecto: Se decide si se aprueba o rechaza la idea de legislar sobre una
determinada materia. Si el proyecto se rechaza en la discusión en general, lo hace la Cámara de origen y
este proyecto no puede volver a presentarse sino después de un año, salvo que el Presidente de la
República solicite que el proyecto pase a la otra cámara. Si en la otra cámara se aprueba con ⅔ (dos
tercios) de los miembros presentes, entonces el proyecto vuelve a la Cámara de origen. Si luego la
Cámara de origen no fuera capaz de contrarrestar los ⅔ de la Cámara revisora con ⅔ con sus propios
miembros presentes, el proyecto se da por aprobado en su etapa de discusión en general. (⅔ a favor en la
Cámara revisora y al menos ⅓ +1 en la Cámara de origen).
El proyecto aprobado puede haber sido o no objeto de indicaciones, proposiciones de reforma, que pueden
provenir tanto del Presidente de la República o sus ministros o desde el mismo parlamento.
Si el proyecto se aprueba sin indicaciones, el proyecto es aprobado en general y en particular en esa
cámara y debe pasar a consideración en la otra cámara.
Si el proyecto se aprueba en general con indicaciones, el proyecto vuelve a la comisión legislativa
correspondiente, para el segundo informe legislativo. El segundo informe solo versará sobre los artículos
que sufrieron indicaciones, los artículos que no fueron objeto de indicaciones se dan por aprobados en
general y en particular.
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Emitido el segundo informe, el proyecto baja nuevamente a la sala respectiva, para que esta se pronuncie
sobre los artículos que sufrieron indicaciones, para decidir si se aprueban o no se aprueban las
reformas/modificaciones a través de esas indicaciones. Entonces, en la sala van a haber tantas discusiones
en particular, como artículos con indicaciones existan (si hay X artículos con indicaciones, habrá X
discusiones).
Las leyes sobre tributos de cualquiera naturaleza que sean, sobre los presupuestos de la
Administración Pública y sobre reclutamiento, sólo pueden tener origen en la Cámara de
Diputados. Las leyes sobre amnistía y sobre indultos generales sólo pueden tener origen en el
Senado.
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Artículo 66 de la Constitución Política de la República
“Las normas legales que interpreten preceptos constitucionales necesitarán, para su
aprobación, modificación o derogación, de las tres quintas partes de los diputados y senadores
en ejercicio.
Las normas legales a las cuales la Constitución confiere el carácter de ley orgánica
constitucional requerirán, para su aprobación, modificación o derogación, de las cuatro
séptimas partes de los diputados y senadores en ejercicio.
Las normas legales de quórum calificado se establecerán, modificarán o derogarán por la
mayoría absoluta de los diputados y senadores en ejercicio.
Las demás normas legales requerirán la mayoría de los miembros presentes de cada
Cámara, o las mayorías que sean aplicables conforme a los artículos 68 y siguientes.”
1. El proyecto se da por aprobado en ambas cámaras con el quórum correspondiente, según el tipo
de ley de que se trate y debe pasar luego al Presidente.
a) Si se trata de una LOC (Ley Orgánica Constitucional) tiene que haber sido aprobada con 4/7
(cuatro séptimos) de los miembros en ejercicio en cada cámara. (miembros que no se encuentran en
ejercicio son aquellos desaforados y los que se encuentran fuera del territorio nacional)
b) Si se trata de una LQC (ley de Quórum Calificado) debe haber sido aprobado en ambas cámaras
con mayoría absoluta ½+1 de los miembros en ejercicio de cada cámara.
c) Si se trata de una LQSC (Ley de Quórum Super Calificado), que versa sobre amnistía o indulto a
favor de terroristas, este deberá haber sido aprobado en ambas cámaras con el quórum de 2/3 de los
miembros en ejercicio de cada cámara.
d) Si se trata de una Ley Común basta que cada cámara lo apruebe la mayoría de los presentes, pero
deben asistir mínimo la tercera parte de los miembros en ejercicio de cada cámara.
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2.
Artículo 70 de la Constitución Política de la República
“El proyecto que fuere desechado en su totalidad por la Cámara revisora será
considerado por una comisión mixta de igual número de diputados y senadores, la que propondrá
la forma y modo de resolver las dificultades. El proyecto de la comisión mixta volverá a la
Cámara de origen y, para ser aprobado tanto en ésta como en la revisora, se requerirá de la
mayoría de los miembros presentes en cada una de ellas. Si la comisión mixta no llegare a
acuerdo, o si la Cámara de origen rechazare el proyecto de esa comisión, el Presidente de la
República podrá pedir que esa Cámara se pronuncie sobre si insiste por los dos tercios de sus
miembros presentes en el proyecto que aprobó en el primer trámite. Acordada la insistencia, el
proyecto pasará por segunda vez a la Cámara que lo desechó, y sólo se entenderá que ésta lo
reprueba si concurren para ello las dos terceras partes de sus miembros presentes.”
3.
Artículo 71 de la Constitución Política de la República
“El proyecto que fuere adicionado o enmendado por la Cámara revisora volverá a la de su
origen, y en ésta se entenderán aprobadas las adiciones y enmiendas con el voto de la mayoría
de los miembros presentes.”
3.bis.
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Si la Cámara de origen rechazara las modificaciones de la Cámara revisora, el conflicto se resuelve en una
comisión mixta de igual número de diputados y senadores, que deben llegar a un Proyecto de Alternativa
que deberá ser ratificado por ambas cámaras.
a) Si el Proyecto de Alternativa elaborado por la comisión mixta es ratificado por ambas cámaras, el
proyecto se da por aprobado y va al Presidente de la República.
b) (Véase punto 2. b)) Si la comisión mixta fracasa, entonces muere la parte del proyecto en
discordia, que fue objeto de modificaciones, el resto se entiende aprobado, a menos que si se trate de un
mensaje que le interesa al Presidente de la República y éste solicite que el proyecto vuelva en Cuarto
Trámite Constitucional a la Cámara de origen. Si la Cámara de origen volviera a rechazar la modificación
de la Cámara revisora, pero con un quórum inferior a los 2/3 de los presentes, entonces el proyecto va en
Quinto Trámite Constitucional a la Cámara revisora. Si la Cámara revisora lograra reunir 2/3 de los
presentes para insistir en sus modificaciones, ellas se dan por aprobadas con 2/3 a favor por la Cámara
revisora y a lo menos 1/3 + 1 en la Cámara de origen.
Sanción o Veto
Aprobado el proyecto por el Congreso Nacional, éste va al Presidente de la República para que lo
sancione (apruebe) o lo vete (oposición al proyecto).
El Presidente tiene 30 días para sancionar o vetar. Si el Presidente de la República deja pasar los 30 días
sin pronunciarse, ha sancionado tácitamente el proyecto.
Si durante el término de 30 días el presidente manifiesta expresamente su voluntad de aprobar el proyecto
y así se lo comunica al Congreso, la aprobación será expresa.
El Presidente de la República puede vetar el proyecto durante la vigencia del término de 30 días.
El veto en materia legislativa, o sea, en materia de elaboración de la ley es siempre parcial, no puede ser
total. El presidente no está facultado para oponerse a todo el proyecto.
El proyecto con los vetos va al Congreso Nacional para que las cámaras se pronuncien sobre éstos.
Si ambas cámaras aprueban los vetos con los quórums que corresponde según sea la materia de ley, el
Presidente de la República luego debe promulgar el proyecto dentro de los 10 días siguientes.
Si sancionó expresamente, dentro de los 10 días siguientes.
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1º.- Concurrir a la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, sancionarlas y
promulgarlas”
2º.- Pedir, indicando los motivos, que se cite a sesión a cualquiera de las ramas del Congreso
Nacional. En tal caso, la sesión deberá celebrarse a la brevedad posible”
Si los vetos no reúnen los quórums requeridos, muere una parte del proyecto, la que fue objeto del veto, a
menos cualquiera de las Cámaras logre insistir en el proyecto primitivo con un quórum excepcionalmente
amplio, 2/3 de los miembros presentes.
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El Presidente de la República está obligado a promulgar dentro de los 10 días el proyecto primitivo, tal
cual lo había aprobado el Congreso, salvo que en alguna de las cámaras, logre reunir 1/3 + 1 a su favor, de
manera tal que el Congreso no pueda insistir.
Etapa de promulgación
La promulgación se hace por decreto, dando origen al Decreto Supremo Promulgatorio. Este último
incluye el texto de la ley promulgada.
El Decreto Supremo es el que se va a publicar, porque contiene el texto idéntico de la ley.
El Decreto Supremo Promulgatorio produce el efecto de transformar lo que hasta ese momento era un
proyecto de ley, en una ley.
El Presidente de la República al promulgar debe ser muy cuidadoso, no puede alterar o cambiar ni el
nombre de la ley, ni alguna disposición.
Años atrás se cuestionó al entonces Presidente Piñera (2010-2014), porque al promulgar la Ley del Sueldo
Ético Familiar, él según se le acusó, habría cambiado el nombre o la denominación de la ley. Porque, el
proyecto de ley no se llamaba “Ley del Sueldo Ético Familiar” sino que el Congreso le había cambiado el
nombre. Sin embargo fue solo el Decreto Supremo Promulgatorio lo que tuvo ese nombre, no el proyecto
de ley que contenía el decreto.
Ese Decreto Promulgatorio debe ir a la Contraloría General de la República para la toma de razón. Se
revisa que el texto de la ley sea igual al proyecto aprobado por el Congreso Nacional.
Por regla general, cuando la Contraloría representa un decreto al Presidente, este último tiene la facultad
de insistir y dictar un decreto de insistencia, con la firma de todos sus ministros para obligar al Contralor a
tomar razón. Sin embargo, el Presidente pierde esta facultad cuando el Contralor ha representado un
Decreto Supremo Promulgatorio por inconstitucionalidad.
Será entonces el Tribunal Constitucional quien resuelva si el Decreto Supremo Promulgatorio promulgó o
no exactamente la letra del proyecto de ley.
Etapa de publicación
El Presidente de la República ordena la publicación de la ley dentro del plazo de cinco días siguientes a la
toma de razón en el Diario Oficial. Desde el momento que se publica la ley se producen todos sus efectos:
1. La ley se entiende conocida por todos (es una ficción)
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2. Nadie puede alegar ignorancia de la ley.
Artículo 8 del Código Civil
“Nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que ésta haya entrado en vigencia.”
1. El presupuesto general de la nación es el cálculo anticipado de los gastos públicos que se van a
hacer en el próximo periodo o ejercicio presupuestario y de los ingresos públicos que en ese
periodo se espera recibir para cubrir esos gastos.
Materialmente, el presupuesto lo elabora el Presidente de la República con la colaboración de la
dirección del presupuesto del Ministerio de Hacienda. Este último es el que en el hecho
confecciona el presupuesto. Presidente y Hacienda tienen que seguir las proposiciones de gastos e
ingresos que hace cada ministerio, Tribunal Constitucional (TC), Congreso Nacional (CN) y
Poder Judicial. A su vez que este ministerio recibe todos los balances de los Servicios Públicos.
2. El presupuesto de la nación debe entrar a regir en un periodo próximo, es decir, al año siguiente.
El periodo siguiente en el cual se va a aplicar el presupuesto de la nación, se llama periodo o
ejercicio presupuestario y se extiende por todo el año calendario.
4. El proyecto debe ser presentado con 3 meses de anticipación a la fecha que va a empezar a regir.
No más allá del 30 de septiembre.
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5. El Congreso Nacional cuenta con el plazo de 60 días para despachar el proyecto. Si no se
despacha dentro de los 60 días, el proyecto que el Presidente de la República presentó entra a
regir automáticamente el 1 de enero. (Aprobación tácita).
-Hasta 2005-
Legislatura ordinaria (Congreso): Desde el 18 de septiembre hasta el 21 de mayo.
Legislatura extraordinaria: Desde 22 de mayo hasta 17 de septiembre.
Durante la legislatura ordinaria, el Congreso puede tratar cualquier asunto.
Durante la legislatura extraordinaria, sólo puede tratar los temas para los cuales ha sido convocado,
dependiendo sus atribuciones de quién y cómo lo convoque.
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a) Si convoca el Presidente del Senado, el Congreso goza de las mismas atribuciones que durante la
legislatura ordinaria. (Puede convocar desde el 18 de septiembre)
b) Si convoca el Presidente de la República, limita las facultades del Congreso a los temas de la
convocatoria. (Puede convocar desde el 8 de septiembre, adelantándose al Presidente del Senado).
-Desde 2005-
El Congreso trabaja durante todo el año, provocando que el Presidente de la República pierda el privilegio
de privar al Congreso. Sin embargo eso no obsta a que el Presidente de la República solicite o pida según
el tema del mensaje.
El decreto con fuerza de ley (DFL) es un decreto que emana del Presidente de la República. Es aquel que
regula una materia de ley, gracias a la delegación que le hace el Congreso Nacional de sus facultades.
Equivale a “legislar por decreto”.
Aunque, el decreto con fuerza de ley atenta contra el principio de separación de funciones del
Estado, “checks and balances”, no lo viola, a que el constituyente estableció resguardos constitucionales,
para asegurar la una correcta aplicación del decreto con fuerza de ley.
Con la finalidad de evitar posibles abusos de poder, se han establecido resguardos constitucionales.
1. El Presidente de la República sólo podrá dictar decreto con fuerza de ley, previa delegación de
facultades legislativas
a. A través de una ley delegatoria de facultades legislativas, que es de iniciativa exclusiva
del Presidente de la República.
b. A través del acuerdo aprobatorio de un tratado internacional, que consta en el acta de
acuerdo aprobatorio de un tratado internacional. Esta puede incluir delegación de
facultades legislativas al Presidente de la República para que ponga en ejecución un
tratado internacional “non-self-executing” por medio de un decreto con fuerza de ley, a
fin de que el tratado sea aplicable en el menor tiempo posible, para no perjudicar el
prestigio internacional del que goza el país.
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b) Facilidad: Al legislar por decreto con fuerza de ley es más fácil adecuar la legislación vigente a la
realidad vigente.
c) Satisfacer necesidades: El Presidente de la República cuenta con asesoría calificada, en su calidad
de Jefe de la Administración del Estado. Cualquier órgano o funcionario de la administración del
Estado está sujeto a las solicitudes del Presidente de la República.
*Noción histórica*
En la Constitución de 1833, hasta 1874; la Reforma Constitucional suprime los decreto con fuerza de ley,
porque el Presidente de la República los dictaba con demasiada frecuencia y sin mayores dificultades,
abusando de sus facultades.
La Comisión de Reforma de la Constitucional de 1925, bajo A. Alessandri P. propone restablecer
los DFL, pero no se acepta dicha proposición en la Comisión, ya que el recuerdo de los abusos previos
estaba aún fresco en la memoria de los miembros del Consejo.
Sin embargo, entre 1927 y 1970 se dictaron más de 1000 decreto con fuerza de ley, casi 2000, a
pesar de no estar observados ni permitidos por la Constitución de 1925. Es decir, los decreto con fuerza
de ley fueron una “práctica presidencial” fáctica que se daba por razones prácticas.
La Corte Suprema, que gozaba de la facultad de declarar la inconstitucionalidad de preceptos
legales, nunca declaró inconstitucional un decreto con fuerza de ley, pues consideraba que no tenía
facultades para declarar aquello sobre otros Poderes del Estado, porque produciría un desequilibrio de la
División de Funciones del Estado.
Sin embargo, aunque no declaraba la inaplicabilidad por inconstitucionalidad en la forma, sí lo
hacía por inconstitucionalidad en el fondo, pasando por alto así que había de manifiesto vicios en la
forma.
Ya en 1970, Eduardo Frei Montalva reintroduce los decreto con fuerza de ley en la Reforma
Constitucional (ley 17284 de 1970), y en la Constitución de 1980 se recogen los decreto con fuerza de ley
de igual modo.
23
Los gastos que realiza el Estado y que decreta el Presidente de la República deben siempre estar
previstos de antemano en la Ley General de Presupuesto, es decir que cada gasto esté establecido en algún
ítem de esta ley.
Si el Presidente decreta un gasto que escapa de la Ley General de Presupuesto, o bien estando
previsto, el gasto ordenado excede los límites previstos, el decreto de gasto es ilegal, caso en el cual el
Contralor no debe tomar razón del decreto de gasto, sino que debe representarlo.
Noción Histórica
*Antes de 1943* El Presidente de la República se daba el lujo de ordenar gastos no previstos, o
bien superaba los previstos. Lo hacía mediante un decreto de gastos que pasaba a Contraloría para la toma
de razón. EL Contralor debe verificar que el gasto esté previsto en la Ley General de Presupuesto. Si el
Contralor detecta un exceso entre el gasto ordenado y el gasto previsto, representa este decreto.
Ante la representación de un decreto que ordena gastos mayores o fuera de los previstos, el Presidente de
la República puede dictar un decreto de insistencia, obligando al Contralor a tomar razón del decreto
representado.
De este modo, el Presidente de la República podía gastar más de lo previsto, produciendo un
mayor déficit presupuestario e inflación, debido a la emisión inorgánica de dinero por el Banco Central
para financiar el nuevo gasto.
El decreto de emergencia económica es una orden que emana del Presidente de la República, con la firma
de todos sus ministros de Estado, para ordenar gastos no autorizados por la Ley General de Presupuesto,
dentro de ciertos límites que buscan asegurar la buena administración financiera del Estado.
Estos límites son de forma, fondo y de cantidad.
a) Forma: Debe llevar la firma de todos los ministros de Estado y del Presidente de la República.
b) Fondo: El país debe estar pasando una situación económica compleja que exija imperiosamente
mayores gastos del fisco. Ataque exterior
i) Conmoción interior
ii) Catástrofe
iii) Peligro para la seguridad nacional
iv) Agotamiento de recursos destinados a mantener servicios (interpretación restrictiva de
“servicios”) que no puedan paralizarse sin grave daño para el país.
c) Cuantitativo: El total de los gastos que ordene el Presidente de la República en un año no puede
exceder del 2% (dos porciento) anual del monto total que autoriza la Ley General de Presupuesto.
Se cuenta acumulativamente.
24
El decreto de emergencia económica pasa a Contraloría, para su análisis de forma y cantidad pero no de
fondo.
Durante el siglo XVIII se presenta con fuerza (antes ya había, pero encuentra su apogeo en esta época) la
idea de que el Poder del Estado debe ser limitado por una Constitución. “Constitucionalismo”. Con esta
idea, comienzan a decaer las monarquías absolutistas y los despotismos.
En la gran mayoría de los casos, las constituciones son difícilmente modificables.
Doctrinariamente se dice que la Constitución es “rígida” . Y es rígida, objetivamente, sólo cuando su
procedimiento de reforma es más complejo que el procedimiento de elaboración de una ley ordinaria.
Casos en que la Constitución es “flexible” son muy pocos. Son Inglaterra, Israel y Nueva Zelanda (Casos
de Constitución no escrita o dividida en múltiples otros textos legales). Constitución “Pétrea” es aquella
que no puede modificarse.
25
Puede haber aprobación tácita o expresa. Al sancionar tácita o expresamente el Proyecto
de Reforma constitucional, El Presidente de la República tendrá 10 días para promulgar
el Proyecto y enviar un oficio al Congreso que dé cuenta de la aprobación.
Si el Proyecto es vetado, este veto es más amplio que en materia legislativa. El veto
puede ser total (a) o parcial (b). Si se trata de a) el veto total, se rechaza por completo el
proyecto de reforma, por lo que en principio, el proyecto muere. Sin embargo, si el
Congreso insiste en el proyecto primitivo con ⅔ (dos tercios) de los miembros de cada
Cámara,el Presidente de la República enfrenta dos opciones: O promulga el Proyecto de
Reforma dentro de los 10 días contados desde la insistencia o convoca a plebiscito dentro
de los siguientes 30 días contados desde la insistencia. (Dictar el decreto de convocatoria,
es decir no implica que el plebiscito mismo se realice dentro del plazo de 30 días. El
Plebiscito es de carácter vinculante.) b ) Si se tratare de un veto parcial, el Presidente de la
República le introduce modificaciones al Proyecto de Reforma Constitucional. Este veto
puede ser: Veto Aditivo, Veto Supresivo o Veto Sustitutivo. El Congreso debe
pronunciarse luego sobre los vetos del Presidente de la República, pronunciación que
requerirá la aprobación bicameral con los quórum necesarios según el capítulo que trate
la Reforma (⅗ o ⅔). Si el Congreso aprueba el veto parcial, este vuelve al Presidente de la
República para que lo promulgue dentro de los 10 días siguientes. Sin embargo, de no
aprobarse los vetos parciales, por no alcanzarse el quórum necesario en ambas Cámaras,
la parte vetada muere, sin perjuicio de que en una segunda votación, el Congreso lograre
reunir cada una ⅔ (dos tercios) de los miembros de cada Cámara para insistir en el
proyecto primitivo, caso en el cual, el presidente tendrá nuevamente las opciones
descritas en el veto total a) (Promulgación dentro de 10 días o plebiscito dentro de 30
días contados desde la insistencia.)
Si el veto parcial afecta a la parte fundamental del Proyecto de Reforma Constitucional y
este resulta no aprobado, el proyecto muere de facto.
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La Toma de Razón que lleva a cabo Contraloría sobre el Decreto Promulgatorio debe constatar que el
texto promulgado sea el que corresponda al texto que fue aprobado por el pueblo mediante el plebiscito o
por el Congreso Nacional.
Tras la Toma de Razón del Decreto Promulgatorio, éste será publicado dentro de los próximos cinco días
en el Diario Oficial, con lo que entra en vigencia, salvo que haya un plazo de vacancia previsto. La Ley de
Reforma Constitucional del Diario Oficial se entiende incorporada al texto constitucional de inmediato;
ipso iure. Las siguientes ediciones de la Constitución incorporan la reforma.
Estados de excepción
Facultades del Presidente de la República para declarar los Estados de excepción
Estados de anormalidad política o calamidad pública. Las normas constitucionales no son suficientes y es
menester poner en práctica mecanismos para enfrentar situaciones complejas. Estos mecanismos son los
Estados Constitucionales de Excepción.
I. Estado de Asamblea
II. Estado de Sitio
III. Estado de Catástrofe
IV. Estado de Emergencia
Estos se ponen en vigencia cuando se producen determinados hechos. Estos hechos que justifican la
declaración de un estado constitucional de emergencia se denominan “situaciones de excepción”.
I. Estado de Asamblea:
Facultades del Presidente de la República:
Suspender o restringir la libertad personal, el derecho de reunión y la libertad de trabajo;
restringir el ejercicio del derecho de asociación; interceptar, abrir o registrar documentos
y toda clase de comunicaciones; disponer requisiciones de bienes; y, establecer
limitaciones al ejercicio del derecho de propiedad.
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Situaciones de excepción que justifican el estado de sitio:
i) Conmoción interior: Estado generalizado de inestabilidad institucional grave. (Ejemplo;
U.P.; Que haya enfrentamientos entre los Poderes del Estado)
ii) Guerra interna: Enfrentamiento violento entre sectores de la comunidad nacional por el
poder para imponerse a la otra parte. (Revolución)
O bien, la autoridad se enfrenta a fuerzas rebeldes organizadas militarmente. (Guerra
civil, guerrillas).
Las declaraciones de estado de excepción que no reúnan los requisitos necesarios, pueden ser reclamados
al Presidente de la República.
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De acuerdo con la reforma del 2005 no era suficiente que para declarar un estado de excepción se
produjera la situación de excepción, además se requiere que esa situación de excepción provoque una
grave alteración en el funcionamiento de las instituciones del Estado.
¿Cómo se declara el estado de asamblea y el estado de sitio? (se declaran de la misma manera)
¿Quién lo declara? Lo declara el Presidente de la República, con acuerdo del Congreso Nacional respecto
a la zona que corresponda. Puede ser todo el territorio nacional o una determinada zona del país.
El Congreso tiene un plazo de cinco días para decidir si le da o no le da su acuerdo al Presidente y esos
cinco días se computan desde el momento en que el Presidente le hace la proposición al Congreso.
Si transcurren los cinco días sin que el Congreso se haya pronunciado, entonces hay que entender que el
Congreso le ha dado tácitamente su acuerdo al Presidente para declare el estado de asamblea o el estado
de sitio.
Si el Presidente de la República considerara que no está en situación de esperar cinco días, para que el
Congreso tome un acuerdo, entonces esperar cinco días podría ser riesgoso para la seguridad nacional,
porque conmoción interior estaría haciendo estragos.
En ese caso el Presidente, sin esperar que se cumplan los cinco días, puede declarar provisoriamente el
estado de asamblea o estado de sitio. Esto le permitirá adoptar medidas para enfrentar la crisis, para
enfrentar la situación de anormalidad.
Si durante esos cinco días el Congreso adopta la posición de no darle su acuerdo al Presidente, este no
puede declarar el estado de asamblea o estado de sitio con carácter definitivo y las medidas que adoptó
quedan sin efecto.
El estado de sitio dura 15 días, pero se puede prorrogar por otros 15 días. También puede renovar.
Prorrogar significa extender el plazo de un mismo estado de excepción sin que se pierda la identidad del
estado de excepción que se ha declarado. Por lo tanto, las medidas que se adoptaron durante ese estado de
excepción siguen vigentes, no hay que volver a decretarlas. En la prórroga, nunca llegó a completarse el
plazo en el estado de excepción, porque el presidente lo extendió.
Renovar significa volver a decretar el estado de excepción cuando el primero se extinguió. Por lo tanto,
habrá que adoptar nuevas medidas, porque las anteriores se extinguieron.
Desde el punto de vista de los derechos de las personas, es mejor la renovación que la prórroga.
¿Cuánto dura el estado de asamblea? Todo lo que dura la guerra externa, sin embargo, la Constitución
permite al Presidente dejarlo sin efecto aun antes de que se acabe la guerra.
29
Para prorrogar, el Presidente requiere el acuerdo del Congreso. La prórroga, según la Constitución,
requiere un nuevo acuerdo del Congreso, lo que es una garantía para los derechos de las personas.
¿Cómo se declara el estado de catástrofe? Lo declara el Presidente unilateralmente, sin acuerdo del
Congreso. A menos, que pretenda declarar el estado de catástrofe por más de un año.
Por un año, solo; más de un año, con acuerdo del Congreso.
La constitución permite al Congreso dejar sin efecto el estado de catástrofe cuando hayan transcurrido a
lo menos 180 días contados desde la puesta en vigencia del estado de catástrofe, siempre que las causas
que lo provocaron, hayan cesado absolutamente (aun contra la voluntad del Presidente).
Cuando se busca mantener por un más de un año el estado de catástrofe, el Congreso dispone de cinco
días para decidir si le da o no su acuerdo al Presidente de la República.
Si pasan cinco días sin que el Congreso se pronuncie, se entiende que tácitamente entrega el acuerdo.
El estado de emergencia lo declara el Presidente por sí solo, cuando se produzca la situación de excepción
de emergencia, casos graves de alteración de orden público o daño.
El estado de emergencia dura 15 días. Se puede prorrogar por otros 15 días más. No necesita acuerdo del
Congreso, salvo en las prórrogas sucesivas. La primera prórroga la hace el Presidente sin acuerdo del
Congreso, las sucesivas necesitan del acuerdo del Congreso.
El presidente determinará la zona en la que se aplicará el estado de emergencia.
Por lo que respecta a la declaración del estado de catástrofe y por lo que respecta a la declaración del
estado de emergencia, hay una particularidad, que la constitución se encarga de resaltar:
En el decreto supremo que dicta el Presidente declarando el estado de catástrofe o el estado de
emergencia, el Presidente tiene que individualizar, indicar el nombre de la autoridad militar que se va a
hacer cargo de la zona de catástrofe o de la zona de emergencia.
A esa autoridad militar se le denomina Jefe de la Defensa Nacional. Pero, el Presidente de la República
tiene que darle cuenta al Congreso periódicamente de todas las medidas que la autoridad militar ha
dictado, como forma de control, considerando que la zona de catástrofe o emergencia quedará a cargo de
una autoridad militar, no emanada de elecciones populares.
¿Para qué se declara el estado de excepción? Se supone que los estados de excepción ponen en práctica,
en funcionamiento un régimen represivo, distinto al régimen represivo ordinario normal.
El régimen represivo ordinario y normal, siempre supone la participación de los tribunales de justicia,
siendo aquellos los que ordenan una privación de libertad.
30
(Presidente, Ministro del Interior y Ministro de Defensa), puede ordenar medidas de detención.
Por mero decreto, con la firma del Ministro del Interior y cuando hay estado de asamblea, del Ministro de
Defensa, pueden suspender o restringir derechos.
Hay una ley que completa a la constitución en lo que respecta a los estados de excepción. Ley 18.415 de
1985. Esa ley nos dice qué debemos entender por suspender el derecho, restringir un derecho.
Suspender supone impedir del todo el ejercicio del derecho afectado durante un tiempo
determinado o menor fijado por el Presidente. Si este tiempo fuera indefinido, se hablaría de privación del
derecho. Verbigracia de limitación de forma: “Prohíbase, durante la vigencia del estado de excepción, las
reuniones”.
Por restringir debe entenderse que sí se puede ejercer el derecho afectado pero con limitaciones
de forma o fondo. Verbigracia de limitación de forma: “Podrán celebrarse reuniones previo permiso” y
verbigracia de limitación de fondo: “Se podrán comunicar todas las noticias, salvo las que atañen a
asuntos terroristas”; “Podrá haber reuniones, pero no con fines políticos”.
Las medidas que dicta el Presidente en el estado de excepción, no pueden exceder en tiempo al estado de
excepción.
Durante el gobierno militar se produjo un asunto que tiene importancia y que podría darse hoy. Durante el
estado de emergencia que permaneció durante el gobierno militar, la constitución permitía restringir la
libertad de opinión y de información, pero no suspenderla. He aquí que, durante la vigencia de este estado
de emergencia, el gobierno militar impuso la censura previa a diarios, revistas y difusión televisiva y
radial.
Cuando el gobierno aplica la censura previa, los tribunales de justicia resolvieron que se trata de
suspender, porque mientras el Ministerio del Interior está revisando material informativo, nadie puede
difundir ni publicar nada.
Cuando no hay normalidad política, puede afectar los derechos por un simple decreto. Entonces por
simple decreto, con firma del Ministro del Interior y Ministro de Defensa Nacional, el Presidente de la
República puede suspender o restringir derechos.
La reforma constitucional del 2005 fue benigna hacia los derechos de las personas:
1. Acortó tiempo que puede durar el estado de sitio y de emergencia.
2. Redujo los derechos que se pueden afectar, ya no se afectan los de opinión e información.
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Derechos que se pueden afectar durante el estado de asamblea:
Se puede suspender o restringir la libertad personal. Cabe restringir la libertad de locomoción. Se
puede arrestar a las personas en sus casas o lugares que no sean cárceles y que hayan sido
predeterminados por la ley. Trasladar forzosamente a una persona de un lugar a otro dentro del territorio,
pero siempre a un área urbana que sea asiento de municipalidad. Expulsar del territorio nacional. Prohibir
el ingreso al territorio nacional. Prohibir la salida del territorio nacional. Se puede suspender o restringir
el derecho de reunión. Se puede suspender o restringir la libertad al trabajo. Restringir el derecho de
asociación se puede además abrir, registrar o interceptar las comunicaciones y se puede además imponer
requisiciones (son empréstitos forzosos que el estado le impone a las personas, cuando está vigente el
estado de asamblea o el estado de catástrofe, con el fin de procurarse bienes, destinados a enfrentar la
situación de anormalidad (ej. Requisar a un vecino la camioneta para trasladar a las tropas). Las
requisiciones son indemnizadas. Lo único que se requiere es que el oficial a cargo sea prudente. Se
pueden hacer limitaciones al dominio y no todas son indemnizables, sólo serán cuando se prive al titular
del uso, goce y disposición, siempre que con eso se produzca daño.
Ley 18.415 cuando se declara estado de asamblea y de sitio, el Presidente puede delegar sus atribuciones
en un jefe militar, intendente o gobernador. También los derechos se pueden ver afectados por una
resolución de las personas mencionadas anteriormente.
No hay incompatibilidad entre los estados de excepción y el principio de estado de derecho, cuando
concurren los controles adecuados para impedir abusos.
Tal como están regulados, ¿atentan contra el principio de estado de derecho?
Bajo el estado de excepción concurren una serie de controles que buscan evitar la materialización de
abusos. Se busca garantizar el estado de derecho por vía de un control adecuado sobre las actuaciones de
quienes tienen la responsabilidad de llevarlos a cabo.
Resguardos constitucionales
● El Presidente de la República necesita del acuerdo del Congreso para declarar el estado de sitio y
el estado de asamblea. Por lo que respecta al estado de catástrofe, si se va a declarar por más de
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un año, también necesita acuerdo del Congreso. En cuanto al estado de emergencia, también se
necesita el acuerdo del Congreso, después de la primera prórroga.
● Los destinatarios de las medidas que se adoptan durante el estado de excepción, disponen del
derecho de iniciar acciones judiciales en su propia defensa para impedir la materialización de
violaciones o transgresiones a los derechos humanos.
Hay que tener en consideración que la declaración misma de un estado de excepción (de cualquiera) si
bien es cierto por si sola no conlleva ni suspensión, ni restricción de derechos (porque se requiere que el
Presidente dicte la correspondiente medida) ¿Por qué se pone a disposición de las personas la facultad de
accionar para atacar esa declaración? La mera declaración de un estado de excepción, representa una
amenaza al ejercicio de los derechos de las personas. Y la amenaza es susceptible de ser reclamada vía
recurso de amparo o vía recurso de protección.
Si la declaración misma adolece de imperfecciones, de vicios de constitucionalidad y vicios de
legalidad, entonces generarían una amenaza susceptible de ser reclamada. El recurso de protección se
puede interponer en contra de cualquier acto u omisión arbitrario o ilegal que provoque privación,
perturbación o amenaza en el ejercicio del derecho. Y el recurso de amparo, se puede interponer con
carácter preventivo ante la amenaza de la afectación indebida de la libertad personal.
Cuando se reclama en contra la declaración misma del estado de excepción, los tribunales ven
debilitada y cercenada su competencia. Los tribunales no pueden calificar los fundamentos y
circunstancias que ha tenido en mente la autoridad para declarar el correspondiente estado de excepción.
Sólo pueden calificar y controlar cuestiones de forma.
Que los tribunales no puedan calificar los fundamentos y circunstancias de hecho que debió de
tener en cuenta la autoridad para declarar el estado de excepción. La doctrina y la jurisprudencia nos
indican que la autoridad reclamada tiene que hacer presente los antecedentes que a su juicio sirven de
fundamento a la declaración del estado de excepción. Sin embargo, presentados los antecedentes, el
tribunal no puede entrar a calificarlos.
La autoridad, para evitar abusos, tiene que presentar los antecedentes que configuran la
correspondiente declaración. Esos antecedentes son los hechos y circunstancias que justificaron la
declaración, las situaciones de excepción, caso que se dio durante el gobierno militar.
33
B) Reclamación en contra de las medidas que la autoridad haya adoptado durante el estado de
excepción.
El Presidente durante el estado de excepción puede adoptar medidas para suspender derechos que la
Constitución menciona expresamente. Para ello tiene que dictar el decreto correspondiente, salvo que
haya delegado sus atribuciones en el intendente o en el gobernador. Caso en el cual las medidas se
adoptarán por resolución del intendente o del gobernador. Si el Presidente delega sus facultades en un jefe
militar, mediante un bando. Lo normal es que el presidente por decreto supremo con la firma del ministro
del interior adopte medidas. Estas deben publicarse en el diario oficial o notificarse al afectado cuando
tiene carácter particular.
Se puede interponer recurso de protección cuando la medida afecte derechos amparados por el recurso de
protección. Además, se puede interponer un recurso de amparo cuando la medida afecte la libertad
personal.
Ahora bien, la reforma de 2005 representa un gran avance en lo que respecta a las declaraciones en contra
de las medidas que se adoptan durante los estados de excepción.
Antes de esta reforma, los tribunales veían su competencia debilitada, cercenada, por dos razones:
1. Porque no podían calificar los fundamentos o circunstancias de hecho que había tenido en
consideración la autoridad administrativa para adoptar la medida.
2. Porque el afectado con la medida no podía pedirle al tribunal que suspendiera la aplicación de la
medida, mientras el tribunal tramitaba su acción, ya sea recurso de protección o recurso de amparo.
Antes del 2005, cuando se reclamaba en contra de una medida como el tribunal no podía calificar, solo
podían reclamarse por vicios de forma.
Gracias a la reforma los tribunales, no tienen disminuida su competencia, porque pueden calificar los
fundamentos y circunstancias de hecho en que se funda la medida. También pueden suspender la medida
mientras se califica.
Dice la Constitución Política de la República, en el artículo 45, que las medidas que son reclamables son
las medidas particulares, que se oponen a medidas generales. Por lo tanto, una persona solo podría
reclamar sobre alguna medida que le afecte personalmente.
Dice la Constitución, que la regulación del detalle relativo a la declaración del estado de excepción, su
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aplicación, su gestión, debe estar regulado en una ley complementaria, que es la ley orgánica
constitucional (LOC) sobre estados de excepción, ley 18.415 del año 1985. Esta ley, gracias a las
modificaciones, también contribuye a la garantía del estado de derecho.
La Constitución Política de la República después de la reforma, dice que la aplicación del estado
de excepción en ningún caso puede alterar la competencia ordinaria de los órganos del Estado. Además,
no se puede llevar a pasar la inmunidad o fuero que tienen algunas autoridades, que no pueden ser
privados de libertad por decisión de la autoridad administrativa y solamente pueden ser detenidas por
orden judicial.
Cuando se declara el estado de catástrofe, se pone en vigencia una ley. Esa ley es la que permite acarrear
recursos, víveres, productos, mercancías a la zona siniestrada de una manera expedita, saltándose todos
los trámites burocráticos ordinarios.
El Presidente de la República utiliza los decretos supremos. Salvo cuando por delegación debe dictar
decretos con fuerza de ley (DFL), pero los decretos con fuerza de ley los dicta en el ejercicio de una
potestad delegada por el Congreso Nacional a través de una ley delegatoria de facultades legislativas.
El decreto supremo (DS) lo dicta en el ejercicio de una potestad propia.
La potestad reglamentaria.
Hay varias especies de decreto supremo. El género es el decreto supremo, las especies son el decreto
supremo simple y el decreto supremo reglamentario; y, a su vez, el decreto supremo de ejecución y el
decreto supremo autónomo.
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Es la orden escrita que emana del Presidente de la República con la firma de uno o más Ministros de
Estado, para aprobar materias de gobierno y administración del Estado.
Requisitos de forma:
1. Es una orden escrita, no verbal.
2. El decreto supremo debe llevar siempre la firma de uno o más Ministros de Estado dependiendo
de la materia que se refiera. Hay algunos que deben llevar la forma de todos los Ministros de Estado,
como el decreto supremo de insistencia y el decreto supremo de urgencia económica.
Dice la Constitución Política de la República, que la firma por un ministro es un requisito esencial
del decreto supremo de tal manera que, si el decreto supremo no lleva la firma de un ministro, no será
obedecido, configurando su inexistencia ipso iure por la falta de requisitos de forma.
La firma del Presidente de la República no es un requisito esencial del decreto supremo, pero cuando este
no lleva la firma del presidente, el decreto debe contener una fórmula “por orden del Presidente de la
República”. En la práctica, la mayoría de los decretos supremos se dictan así, para hacer más expedita y
eficiente la marcha de la administración.
Sin embargo, no todos los decretos supremos se pueden dictar de esta manera. Para que el
Presidente pueda dictar un decreto supremo con esa fórmula, tiene que haberse dictado previamente una
ley que lo autorice a hacerlo. Esto lo lleva a cabo la ley de 1966, que enumera los decretos supremos que
pueden ser emitidos con la fórmula previa. Estos decretos deben ser decretos supremos simples, o decreto,
a secas. Es decir, que sean normas particulares.
A contrario sensu, los decretos supremos que versen sobre normas generales, no pueden omitir la
firma del Presidente de la República y llevar sólo la fórmula antes descrita. Estos son los decretos
supremos reglamentarios o reglamentos, a secas.
Los decretos supremos deben ir a la toma de razón, aunque no todos. La Constitución establece que sólo
deben tomar razón aquellos decretos supremos que la ley señale.
Los decretos supremos que no van a la toma de razón reciben el nombre de decretos exentos. Esto
no significa que estos decretos no sean controlados, son controlados, pero a posteriori. La toma de razón
es a priori, antes de que entre en vigencia el decreto que está siendo controlado.
La Contraloría tiene 15 días para tomar razón de los decretos supremos. El Contralor puede
prorrogar ese plazo.
El Contralor debe controlar en la toma de razón la constitucionalidad y legalidad del decreto supremo.
Requisito de fondo:
El Contralor debe revisar si el contenido del decreto supremo se ajusta a la Constitución y a las leyes, si el
decreto no lo hace, el Contralor no tomará razón, se lo representa al Presidente y en ese caso, al
Presidente de la república se le abren las siguientes alternativas frente a la representación:
A) Rectificar, como lo sugiere el Contralor.
B) Archivarlo. Es decir, abstenerse de firmarlo.
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C) Dictar un decreto de insistencia con la firma de todos los Ministros de Estado para obligar al
Contralor a tomar razón. Lo hará el Presidente cuando tenga la seguridad de que el decreto representado
se ajusta a la Constitución y a las leyes. El Contralor está obligado a tomar razón tras un decreto de
insistencia.
La Constitución favorece la opinión del Presidente, por ser el administrador activo. El Contralor es el
administrador pasivo, que solo debe controlar.
El Contralor, tiene un resguardo, que es mandar todos los antecedentes ante la Cámara de Diputados para
que ésta fiscalice al Presidente, ya que puede iniciar un juicio político contra el Presidente.
Por regla general, el Presidente de la República puede insistir siempre, dictando éste un decreto supremo
de insistencia.
La excepción se da cuando no puede insistir ante un decreto supremo de gastos que haya sido
representado o decreto supremo de emergencia que ha sido representado.
En los casos excepcionales, el Presidente no está facultado para insistir, pero puede enviar un
requerimiento al Tribunal Constitucional para que resuelva la discordia entre el Presidente de la
República y el Contralor.
1) Cuando se trate de la representación de decretos de gastos.
2) Caso decreto de emergencia que haya sido representado por el Contralor.
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Los decretos supremos pueden ser clasificados según su contenido, atendiendo a si son normas generales
o particulares.
Se habla de norma general cuando se aplica por igual a las personas que se encuentran en la
misma situación. Cuando se aplica indistintamente a una persona o situación que cumpla con los
requisitos de la norma, no agota su efecto normativo al aplicarlo. Se les llama decretos supremos
reglamentarios o reglamentos.
Se habla de una norma particular, cuando se aplica única y exclusivamente a una o más personas
individualizadas, o a una situación muy concreta. Al aplicarse agota su efecto normativo. Se les llama
decretos supremos simples o decretos.
Reglamento de ejecución
Más común, importante y vigente. Tiene por finalidad poner en ejecución un precepto legal
predeterminado. Poner en ejecución significa detallar o precisar las normas generales que se contienen en
el precepto legal que se está ejecutando.
Este reglamento versa sobre materias de ley, porque reglamenta, detalla y precisa la materia de
ley que está regulada en el precepto legal que está poniendo en ejecución.
Contribuye a que se respete el principio de igualdad ante la ley, porque hay preceptos legales que
contienen normas tan generales que, si se aplicaran directamente a las personas, las vicisitudes del tiempo
harían variar su aplicación y con ello se vulneraría el principio de igualdad ante la ley.
El reglamento no puede sobrepasar el precepto legal que se está poniendo en ejecución, porque
sino sería un reglamento ilegal y por lo tanto nulo, según el artículo séptimo de la Constitución Política de
la República, que consagra el principio de juridicidad y el principio de legalidad.
Reglamento autónomo
Es aquel que regula materias que no son de ley. Se para de igual a igual a la ley.
El problema reside en determinar la competencia del reglamento autónomo, sobre qué materias
recae. Es muy difícil resolver las materias que son de reglamento autónomo, por lo que dispone el artículo
63, número 20° de la Constitución, que multiplica las materias de ley común al infinito. La idea originaria
del Constituyente era enumerar las materias de ley con carácter taxativo cosa que se lleva a cabo en los
primeros 19 numerales del artículo 63. Lamentablemente ese criterio se diluye con lo que se dispone en el
artículo 63, número 20° de nuestra Carta Magna, porque cada vez que haya que dictar normas generales,
obligatorias y esenciales hay que emplear la ley. Requiere para ser ley, normas que copulativamente sean
generales, obligatorias y esenciales.
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Por ende, se debe determinar la competencia del reglamento autónomo por descarte, teniendo en
mente los preceptos constitucionales previos.
A) Para que una norma sea materia de ley, debe ser copulativamente general, obligatoria y esencial.
1.) De no ser copulativamente general, obligatoria y esencial, será materia de reglamento
autónomo.
2.) Aquellas normas que siendo generales y esenciales, no sean obligatorias.
3.) Aquellas normas que siendo generales y obligatorias, no son esenciales.
En ambos numerales citados de demuestra que son materias de ley aquellos aspectos de corte básico en
estas materias. En contrario sensu, no son materias de ley aquellos aspectos que no son básicos, sino que
son materias de reglamento autónomo.
Excepción:
Artículo 19, número 13° de la Constitución Política de la República
“La Constitución asegura a todas las personas:
13º.- El derecho a reunirse pacíficamente sin permiso previo y sin armas.
Las reuniones en las plazas, calles y demás lugares de uso público, se regirán por las
disposiciones generales de policía.”
(Lo destacado es propio)
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Hasta 1971 las reuniones en lugares de uso público estaban regulados por reglamentos
administrativos. Salvador Allende, mediante el Congreso reforma en 1971 la ley 17.398, creando un
estatuto de garantías democráticas. Esta reforma fue la condición por la cual la Democracia Cristiana
aceptó apoyar a don Salvador Allende en la elección presidencial de 1970.
Esta ley le quitó al Ejecutivo la competencia sobre esta materia, pero jamás se llegó a dictar una
ley que regulará las reuniones en lugares de uso público. En 1980, esta competencia regresó al Ejecutivo.
Hoy los reglamentos autónomos se ven muy reducidos. Existen comisiones asesoras del Presidente de la
República para estas materias
Es de la opinión de la cátedra, que la Constitución debería dar mayor claridad respecto a los reglamentos
autónomos.
Instrucciones son órdenes escritas emanadas del Presidente de la República que llevan la firma de uno o
más ministros de Estado.
Ellas contienen disposiciones que buscan orientar y encauzar el funcionamiento de los empleados
públicos, para ellos saber cómo deben aplicar las leyes.
A diferencia de los decretos supremos, las instrucciones no pasan por el trámite de la toma de
razón de la Contraloría General de la República.
Nombramientos que lleva a cabo el Presidente de la República como jefe de la administración del Estado:
A) Artículo 32, número 7°, 8°, 9° y 11° de la Constitución Política de la República
“Son atribuciones especiales del Presidente de la República:
7º.- Nombrar y remover a su voluntad a los ministros de Estado, subsecretarios,
delegados presidenciales regionales y delegados presidenciales provinciales.
8º.- Designar a los embajadores y ministros diplomáticos, y a los representantes ante
organismos internacionales. Tanto estos funcionarios como los señalados en el N° 7°
precedente, serán de la confianza exclusiva del Presidente de la República y se mantendrán en
sus puestos mientras cuenten con ella.
9º.- Nombrar al Contralor General de la República con acuerdo del Senado.
11º.- Conceder jubilaciones, retiros, montepíos y pensiones de gracia, con arreglo a
las leyes.”
(Lo destacado es propio)
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B) Otros cargos de confianza que no están establecidos en la Constitución, sino en el estatuto
administrativo:
Nombrar y remover a los funcionarios que la ley denomina como su exclusiva confianza (art. 32 Nº 10) la
norma constitucional recogió esta categoría de funcionarios públicos, que no contemplaba la carta de
1925, pero que sí se señalaban en la ley.
Estos funcionarios, a los que la ley denomina como de la “exclusiva confianza” del Presidente de la
República, los puede nombrar y remover discrecionalmente, sin expresión de causa, sin la intervención de
ningún otro órgano.
Esta norma no la establecen los anteproyectos, es obra de la junta de Gobierno. Se recoge en la norma
constitucional, lo que antes se señalaba en el Estatuto Administrativo.
El art. 7 del Estatuto administrativo señala cargos de esta especie.
Las primeras tres categorías del escalafón son de exclusiva confianza del Presidente de la República.
1. Directores, Jefes de Servicios Públicos
A. Servicio electoral: Lo elige el Presidente y lo confirma el Senado a través de la
mayoría de los presentes.
B. Consejo Nacional de Televisión: Lo elige el Presidente con acuerdo del Senado.
C. Consejeros del Banco Central: Los elige el Presidente con acuerdo del Senado.
D. Contralor General de la República: Lo elige el Presidente con acuerdo del Senado
(Art. 32, Nº 9) Por su parte, el art. 98 inc. II, oración final, dispone que “será designado por el Presidente
de la República con acuerdo del Senado adoptado por los tres quintos de sus miembros en ejercicio, por
un periodo de ocho años y no podrá ser designado para el periodo siguiente. Con todo, al cumplir 75 años
de edad cesará en el cargo”
E. Televisión Nacional: Lo elige el Presidente con acuerdo del Senado.
Las atribuciones de este carácter que tiene el Presidente no alteran el principio de separación de
poderes o de funciones, ya que las atribuciones judiciales que imbuyen al Presidente tan solo lo relacionan
con el Poder judicial.
Otorgar indulto particular es una facultad exclusiva del Presidente de la República, que se lleva a cabo
mediante decreto supremo. La ley 18050 establece sus requisitos.
Las personas que hayan sido condenados pueden pedir indulto particular, a menos que sean
terroristas.
La pena de muerte se reduce a presidio perpetuo calificado.
No se permite el indulto sobre indulto. Es decir, una persona condenada que ha sido indultada y
su pena mediante ello rebajada, no puede gozar de otra rebaja de la pena mediante un nuevo indulto.
41
“Son atribuciones especiales del Presidente de la República:
14º.- Otorgar indultos particulares en los casos y formas que determine la ley. El
indulto será improcedente en tanto no se haya dictado sentencia ejecutoriada en el respectivo
proceso. Los funcionarios acusados por la Cámara de Diputados y condenados por el Senado, sólo
pueden ser indultados por el Congreso.”
(Lo destacado es propio)
Las personas condenadas por juicio político no pueden gozar del indulto del Presidente de la República,
pero sí pueden recibir el indulto por el Congreso Nacional.
C) Jueces letrados:
Designación a propuesta de una terna elaborada por la Corte de Apelaciones respectiva
Dentro de las quinas y las ternas, un lugar se llena por antigüedad del escalafón, los cupos restantes por
mérito.
En la práctica, por regla general, el Presidente designa al nominado que se encuentre en primer lugar en la
quina o terna enviada por el Poder Judicial.
La Constitución de 1925 y la Constitución de 1980 contemplan estas tres atribuciones judiciales del
Presidente de la República.
Cuando acusa a un ministro de “delito ministerial” en el ejercicio de sus funciones, el Presidente puede
recurrir al fiscal judicial respectivo.
Cuando se trate de un juez letrado, se recurre ante el Fiscal de la Corte de Apelaciones respectiva.
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La Corte de Apelaciones declara los desafueros, dictando que “ha lugar a la acusación”.
Cuando se trate de un ministro de Corte de Apelaciones o de la Corte Suprema, el Presidente
solicita al fiscal de la Corte Suprema, recurriendo así al Ministerio Público.
Los jueces gozan de fuero procesal. Para que el fiscal del Ministerio Público pueda acusar al juez,
requiere que la Corte de Apelaciones respectiva declare el desafuero del juez o ministro.
El Presidente de la República, al velar por la buena conducta de los jueces, puede reponer ante la Corte
Suprema, mediante un decreto supremo, para solicitar la declaración del mal comportamiento de algún
juez, mediante un procedimiento expedito, con previa audiencia ante el máximo tribunal.
1. Cuando estima que la conducta del juez que se está fiscalizando, constituye un delito cometido en
el ejercicio de sus funciones (delito ministerial), para que el Ministerio Público establezca una
querella ante el juez de garantía. El juez de garantía podrá acusar o sobreseer, previa declaración
de la admisibilidad de los capítulos de la acusación. Esta querella se denomina “querella de
capítulos”, y es apelable ante la Corte Suprema. La palabra “capítulos” hace referencia a los
diferentes motivos de acusación.
El fiscal una vez que concluye su investigación, tiene que decidir si acusa o solicita el
sobreseimiento al juez de garantía.
Pero si pretende acusar, no puede hacerlo sin que antes la Corte de Apelaciones respectiva,
declare la admisibilidad de los capítulos de acusación o que declare que ha a lugar la acusación.
Si se trata de acusar a un ministro de Corte Suprema, también es la Corte de Apelaciones
respectiva la competente. Claro que contra la sentencia que dicta la Corte de Apelaciones
declarando la admisibilidad de los capítulos, se puede apelar ante la Corte Suprema.
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Cuando hay faltas, el Presidente de la República recurre al Ministerio Público ya no para
presentar una querella, sino para solicitar una medida disciplinaria.
Nombramientos
Tribunal Constitucional
El Presidente de la República nombra a 3 abogados para que integren el Tribunal Constitucional
como miembros titulares. En total son diez miembros. (3/10)
Fiscal Nacional
El Fiscal Nacional es designado por el Presidente de la República a propuesta en quina de la
Corte Suprema.
El Senado debe aprobar este nombramiento a través de la aprobación de 2/3 de los senadores en
ejercicio.
Hasta el año 2005 las atribuciones militares del Presidente estaban bien delimitadas.
En efecto, debido al principio de Seguridad Nacional que la Constitución Política de la República
consagra en el artículo primero, inciso final cuando dice que es deber del Estado resguardar la
Seguridad Nacional, principio que nace en EEUU al término de la II Guerra Mundial con el
propósito de defender no solamente a EEUU, sino a los aliados también, de una eventual invasión
de la Unión Soviética, este principio nació como un principio anticomunista. La misión era
promover el desarrollo del armamento militar, ante el temor de ser invadidos.
La doctrina de Seguridad Nacional se difundió no solo por Europa, también en América Latina.
Pues bien, la Constitución de 1980 se construyó, entre otros principios, sobre la base del principio de
Seguridad Nacional, que potencia las atribuciones del elemento militar y lo transforma en un soporte de la
institucionalidad vigente, del ordenamiento constitucional.
Al igual que en EEUU, se creó además un Consejo de Seguridad Nacional, era el encargado de velar por
la seguridad nacional, elaborar la doctrina de Seguridad Nacional y se creó la policía política, la DINA y
la CNI, Central Nacional de Informaciones.
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Impulsado por la doctrina de la Seguridad Nacional, el constituyente creó un consejo para que asesora al
Presidente en materias de Seguridad Nacional.
Creó además, una Academia Nacional de Seguridad Nacional. Todo eso bajo influencia de la doctrina de
seguridad nacional.
Hoy el nombre es Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, ANEPE.
Debido al principio de Seguridad Nacional, se le entregaron a las Fuerzas Armadas una atribución política
de mucha trascendencia: garantizar el orden constitucional de la República. Ellas deben velar por la
mantención de la Constitución Política de la República en el tiempo, y con ella, todo el ordenamiento
constitucional. (Hasta antes de la reforma de 2005).
Esa atribución fue objeto de mucha controversia, porque pone las Fuerzas Armadas como un
“super-contralor” de toda actividad que se desarrolla en el Estado.
En un comienzo, los miembros civiles estaban en minoría numérica respecto de las autoridades militares,
sin embargo, la reforma constitucional de 1989 los equilibró, incorporando al Contralor General de la
República.
Luego, la reforma constitucional 2005 agregó un nuevo miembro civil, al Presidente de la Cámara de
Diputados.
El Consejo de Seguridad Nacional, tenía una atribución catastrófica para una democracia constitucional,
que es, que podía convocarse a solicitud de los militares.
El Consejo de Seguridad Nacional tenía como misión hacerle presente al Presidente de la República, al
Congreso Nacional o al Tribunal Constitucional su opinión, sobre cualquier acto o materia que
representara un peligro para la institucionalidad vigente o un peligro para Seguridad Nacional.
En 2005 se suprime la facultad de ser convocado extraordinariamente por las autoridades militares del
Consejo de Seguridad Nacional. Sin embargo aún pueden hacer presente su opinión respecto a los mismos
asuntos, pero en el seno del Consejo de Seguridad Nacional.
La reforma de 2005 provocó que los militares ya no sean los garantes de la institucionalidad, ya que esta
función pasó a ser responsabilidad de todos los órganos del Estado.
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Artículo 101 de la Constitución Política de la República
“Las Fuerzas Armadas dependientes del Ministerio encargado de la Defensa Nacional están
constituidas única y exclusivamente por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Existen para
la defensa de la patria y son esenciales para la seguridad nacional.
Las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública están integradas sólo por Carabineros e
Investigaciones. Constituyen la fuerza pública y existen para dar eficacia al derecho,
garantizar el orden público y la seguridad pública interior, en la forma que lo determinen sus
respectivas leyes orgánicas. Dependen del Ministerio encargado de la Seguridad Pública.
Las Fuerzas Armadas y Carabineros, como cuerpos armados, son esencialmente obedientes y
no deliberantes. Las fuerzas dependientes de los Ministerios encargados de la Defensa Nacional
y de la Seguridad Pública son, además, profesionales, jerarquizadas y disciplinadas.”
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La Constitución de 1980 busca moderar el efecto de que los más antiguos se vayan a retiro.
II. El Comandante en Jefe o General Director designado, dura 4 años en el cargo y no puede volver a
ser designado. Antes de que cumplan 4 años, el Presidente los puede llamar a retiro, tras la reforma de
2005.
Antes, con acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional. Ahora, el Presidente lo hace por decreto supremo
fundado. Previo informe al Congreso Nacional.
En la práctica, los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y el General Director de Carabineros
tienen reglas similares a los que respecta a funcionarios de exclusiva confianza del Presidente de la
República.
III. Decretar los nombramientos, ascensos o retiros de los Oficiales de Fuerzas Armadas y de
Carabineros mediante decreto supremo.
La Ley Orgánica Constitucional 18.948, relativa a las Fuerzas Armadas y la Ley Orgánica Constitucional
18.961 establecen, que el Presidente de la República sólo puede decretar los nombramientos, ascensos o
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retiros con la proposición del Comandante en Jefe respectivo. Contraloría General respondió que una
proposición es un tipo de invitación, por lo tanto, se puede aceptar o rechazar.
Antes del 2005, el tema era delicado, porque si el Presidente quería llamar a retiro a un oficial que le
hubiera faltado el respeto, el Comandante el Jefe de la fuerza respectiva, podía no autorizar la solicitud de
retiro.
Por ejemplo, durante el gobierno de Patricio Aylwin, solicitó el retiro del Brigadier General Carlos
Parera, que no pidió permiso para iniciar la parada militar de 1990. Aylwin vetó su ascenso a General y lo
envió como agregado militar a Sudáfrica. Fue pasado a retiro al año siguiente.
(Video del hecho en 1990: https://www.youtube.com/watch?v=cy0_uBnO2yQ)
IV. Artículo 32, números 17°, 18° y 19° de la Constitución Política de la República
“Son atribuciones especiales del Presidente de la República:
17º.- Disponer de las fuerzas de aire, mar y tierra, organizarlas y distribuirlas de
acuerdo con las necesidades de la seguridad nacional;
18º.- Asumir, en caso de guerra, la jefatura suprema de las Fuerzas Armadas;
19º.- Declarar la guerra, previa autorización por ley, debiendo dejar constancia de
haber oído al Consejo de Seguridad Nacional”
El numeral 17° ha sido completado por las Leyes Orgánicas Constitucionales 18.948 y 18.961. Ellas han
interpretado esta norma en el sentido de que el Presidente de la República sólo podrá disponer, organizar
y distribuir, a propuesta del respectivo Comandante en Jefe y del Director de Carabineros.
El numeral 18° establece que en caso de guerra la jefatura suprema de las Fuerzas Armadas puede ser
asumida por el Presidente de la República. Este precepto se justifica, porque hubo varios casos que los
que llegaban a la presidencia eran militares. Hoy es raro que esto suceda. Además, este precepto se aplica
durante una guerra externa, siempre cuando el Presidente así lo quiera. Sin embargo, si el Presidente fuera
un civil político, sería prudente no asumir la jefatura, sino dejarla a cargo de los militares.
En cambio, en constituciones de otros países, el Presidente de la República, Primer Ministro, Canciller o
Secretario General (Jefe de Gobierno) es un súper Comandante en Jefe.
El numeral 19° establece que el Presidente puede declarar la guerra previa autorización por ley, dejando
constancia de haber oído previamente al Consejo de Seguridad Nacional.
La ley que faculta al Presidente declarar la guerra es de iniciativa exclusiva del Presidente de la
República.
Al Consejo de Seguridad Nacional le está prohibido constitucionalmente adoptar acuerdos, salvo para
aprobar el reglamento interno del propio Consejo.
El Consejo puede convocar a 5 ministros, con el solo derecho de voz.
1. Ministro del Interior
2. Ministro de Relaciones Exteriores
3. Ministro de Economía
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4. Ministro de Defensa
5. Ministro de Hacienda
(6.) Ministro de Seguridad Nacional, nunca se creó, se reformó la denominación del Ministro del
Interior, ahora se denomina Ministro del Interior y de Seguridad Nacional.
Congreso Nacional
La bicameralidad del Congreso Nacional, se establece por primera vez en la carta de 1822.
Se diferencian ambas Cámaras del Congreso Nacional en cuanto a los siguientes aspectos:
La Cámara de Diputados está compuesta por 155 miembros. El Senado, por su parte, cuenta con 50
miembros.
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Para el nombramiento, existía un sistema binominal. en que se eligen sólo dos diputados por cada uno de
los sesenta distritos electorales, y sólo dos senadores por cada una de las diecinueve circunscripciones
senatoriales, cada lista sólo puede llevar como máximo dos nombres, en el caso de los partidos políticos o
pactos electorales, y uno en el caso de listas de independientes.
El sistema de colegios electorales binominales está inspirado en el propósito de evitar las
divisiones tradicionales de las fuerzas políticas chilenas en tres tercios, de derecha, centro e
izquierda. Con ello, uno de los tercios vería muy disminuidas sus posibilidades de representación.
Diputado:
Artículo 48 de la Constitución Política de la República
“Para ser elegido diputado se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, tener
cumplidos veintiún años de edad, haber cursado la enseñanza media o equivalente, y tener
residencia en la región a que pertenezca el distrito electoral correspondiente durante un
plazo no inferior a dos años, contado hacia atrás desde el día de la elección.”
Senador:
Artículo 50 de la Constitución Política de la República
“Para ser elegido senador se requiere ser ciudadano con derecho a sufragio, haber
cursado la enseñanza media o equivalente y tener cumplidos treinta y cinco años de edad el día
de la elección.”
El requisito de no haber sido condenado por pena aflictiva que establecía la Constitución de 1925 fue
derogado y se recoge hoy, que aquellos que han sido condenados por pena aflictiva y hayan sido
rehabilitados en su ciudadanía, pueden gozar de ser electos a los cargos precedentes.
A) Inhabilidades
Excluye a los afectados para ser electos diputados o senadores.
Pueden ser preexistentes o sobrevinientes y se clasifican en absolutas y relativas.
Inhabilidad absoluta hace referencia a aquellos que no reúnan los requisitos necesarios
para ser electo en el cargo respectivo, como por ejemplo, tener cumplida cierta edad.
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Inhabilidad relativa hace referencia a personas que desempeñan ciertos cargos o
encontrarse en situaciones previstas en la Constitución y a consecuencia de ello, no
pueden ser electos para estos cargos.
El profesor Mario Bernaschina opina que "se necesita ser absoluta y relativamente hábil antes del
principio del proceso electoral, o sea, en el momento en que deben inscribirse las candidaturas".
Por su parte, Silva Bascuñán señala que "la inhabilidad parlamentaria sólo puede fundarse en la carencia
de las condiciones de elegibilidad o en la existencia de la prohibición el día de la elección”.
Mientras que la Carta de 1925 declaraba en su artículo 28 que “no pueden ser elegidos diputados ni
senadores: (...)”, la Constitución de 1980 establece en el artículo 57 que “no pueden ser candidatos a
diputados ni a senadores: (...)”.
(Lo destacado es propio)
Por ende, la habilidad relativa se requiere para ser candidato, no para ser electo directamente. Se
revisará la habilidad relativa al momento de declararse la candidatura.
51
En cambio, la habilidad absoluta se requiere “para ser elegido”, tal como lo establecen los
artículos 48 y 50 de la Constitución Política de la República, citados previamente.
La primera parte del segundo inciso del artículo 57 tiene la finalidad de evitar el uso indebido de cargos
con influencia para conseguir fines ajenos al cargo. Por ello se exige no haber tenido alguno de los cargos
señalados por al menos un año o dos años respectivamente de antelación al momento de inscribir la
candidatura.
La segunda parte de este inciso establece que los candidatos no electos deben esperar un lapso
determinado para poder volver a estar en el cargo previo a la candidatura o un cargo análogo.
B) Incompatibilidades
Son prohibiciones que afectan a los parlamentarios y que les impiden desempeñar simultáneamente otros
empleos, cargos, funciones o comisiones señalados por la Constitución.
Excepciones que contempla el mismo artículo sobre incompatibilidades hace referencia a cargos y
funciones estrictamente académicos. En Derecho Comparado, se observa que otras constituciones
contemplan esta misma excepción, pero reducida al ámbito académico universitario.
Sin embargo, la Constitución de 1925 establecía que los parlamentarios que desempeñasen "los
empleos, funciones o comisiones de la enseñanza superior, secundaria y especial,” debían hacerlo “en la
ciudad en que tenga sus sesiones el Congreso".
La Carta de 1980 modificó aquello y recoge la excepción en el artículo 58 inciso primero, pero
limitada expresamente a los empleos, funciones y comisiones docentes, o de igual carácter. No exige
territorialidad para el desempeño del cargo académico.
52
La ley N° 6.922, de 19 de mayo de 1941, en su artículo 3°; y posteriormente la ley N° 14.631, de
21 de septiembre de 1961, en su artículo 3° indicaban los cargos y funciones comprendidas en la
expresión subrayada anterior.
Pues bien, la Carta de 1980 incorpora en su artículo 58, incisos primero y segundo, la casi
totalidad del contenido de la ley interpretativa N° 14.631, quedando sólo marginadas las filiales de las
entidades indicadas en el artículo 55, pero que debemos entenderlas comprendidas en la expresión
"función o comisión de la misma naturaleza".
En el inciso final de este artículo se expresa la cesación de pleno derecho la incompatibilidad por el
simple hecho de su nombramiento como diputado o senador. Esto es una innovación de la Carta de 1980,
ya que en la Constitución de 1925, el afectado debía escoger entre desempeñar cargo de parlamentario ó
el otro cargo incompatible. Si dentro del plazo no optaba por uno u otro cargo, el parlamentario electo
cesaba en el cargo.
C) Incapacidades
Son prohibiciones que afectan a los parlamentarios y que les impiden ser nombrados para un empleo,
función o comisión incompatible.
Si bien, las excepciones a las incapacidades se hacen respecto a cargos determinados, como Presidente de
la República, Ministro de Estado y agente diplomático, no hay cesación de pleno derecho de estos cargos,
sino que cesa el cargo de parlamentario. Se consideran así estos cargos de manera cargo preferente al de
Parlamentario.
Otra excepción se da en caso de guerra externa, pues se suspenden las incapacidades. Otra última
excepción se da por analogía del artículo 58, en el cual se admiten cargos y funciones académicas
simultáneas al cargo de parlamentario.
La Constitución de 1925, no esclarece desde qué momento se podía ser afectado por una incapacidad.
Nuestra Constitución actual aclara este punto y dice que las incapacidades rigen desde la proclamación
como electos del Tribunal Calificador de Elecciones.
El fundamento de las inhabilidades reside en que se impida que autoridades del Estado puedan ser
candidatos a diputados o senador, lo que haría posible un aprovechamiento abusivo del poder estatal con
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fines electorales.
Las incompatibilidades persiguen la independencia de la función parlamentaria del gobierno, la que se
vería gravemente comprometida si se les permitiera simultáneamente, desempeñar funciones en la
administración del Estado.
Las incapacidades que impiden las incompatibilidades sobrevinientes.
Prerrogativas parlamentarias
A) Inviolabilidad parlamentaria
La inviolabilidad constituye una inmunidad jurídica de fondo, puesto que establece en favor de los
parlamentarios una irresponsabilidad por las opiniones manifestadas y los votos emitidos en las
situaciones indicadas en esta disposición.
Se está protegiendo de un modo privilegiado la libertad de opinión del parlamentario.
Sin embargo, para gozar de este privilegio, el parlamentario debe estar desempeñando su cargo,
las opiniones han de ser manifestadas y los votos emitidos en sesiones de sala o de comisión y no estar
desaforado.
En caso de delito flagrante, el parlamentario aforado es arrestado por detención “in fraganti”.
Situación en la cual el parlamentario será sometido al desafuero por parte del Tribunal del Alzada, quien
conoce del desafuero en Pleno. En caso de que el Tribunal de Alzada conceda el desafuero, el
parlamentario puede apelar ante la Corte Suprema. Sin embargo, en caso contrario, no se puede apelar
ante la misma, ya que se establece esta apelación en favor del parlamentario cuestionado.
Sin embargo, en la práctica, el ciudadano acusador también puede hacer uso de la apelación en
contra del parlamentario.
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De esta apelación, la Corte Suprema conoce en pleno.
Si la resolución declara que no ha lugar al desafuero, el tribunal ante quien penda el proceso
mandará a sobreseer definitivamente al parlamentario favorecido con aquella declaración. Si por el
contrario, por resolución firme, se declara haber lugar a formación de causa, se producen los siguientes
efectos, según el artículo 61 inciso cuarto:
a) El diputado o senador acusado queda suspendido de su cargo. Es privado del ejercicio de sus
funciones de parlamentario. No obstante, como a pesar de ello sigue siendo parlamentario, está sujeto a
las incapacidades, causales de cesación, etc.
b) El diputado o senador acusado queda sujeto al juez competente. Allanado el fuero, el
parlamentario queda sometido en todo al derecho común. Por tanto, podrá ser acusado; privado de su
libertad, y eventualmente, condenado.
B) Dieta parlamentaria
El igual acceso a las funciones públicas sin más condiciones que las establecidas en la Constitución y la
ley, y, en este caso concreto, a través del sufragio universal, se hace indispensable establecer una
remuneración adecuada que permita un tranquilo desempeño, por parte de cualquier elegido a la función
parlamentaria.
C) Prerrogativas protocolares
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La inhabilidad a que se refiere el inciso anterior tendrá lugar sea que el diputado o
senador actúe por sí o por interpósita persona, natural o jurídica, o por medio de una
sociedad de personas de la que forme parte.
Cesará en su cargo el diputado o senador que actúe como abogado o mandatario en
cualquier clase de juicio, que ejercite cualquier influencia ante las autoridades
administrativas o judiciales en favor o representación del empleador o de los trabajadores en
negociaciones o conflictos laborales, sean del sector público o privado, o que intervengan en
ellos ante cualquiera de las partes. Igual sanción se aplicará al parlamentario que actúe o
intervenga en actividades estudiantiles, cualquiera que sea la rama de la enseñanza, con el
objeto de atentar contra su normal desenvolvimiento.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso séptimo del número 15º del artículo 19,
cesará, asimismo, en sus funciones el diputado o senador que de palabra o por escrito incite a
la alteración del orden público o propicie el cambio del orden jurídico institucional por
medios distintos de los que establece esta Constitución, o que comprometa gravemente la
seguridad o el honor de la Nación.
Quien perdiere el cargo de diputado o senador por cualquiera de las causales señaladas
precedentemente no podrá optar a ninguna función o empleo público, sea o no de elección
popular, por el término de dos años, salvo los casos del inciso séptimo del número 15º del
artículo 19, en los cuales se aplicarán las sanciones allí contempladas.
Cesará en su cargo el diputado o senador que haya infringido gravemente las normas
sobre transparencia, límites y control del gasto electoral, desde la fecha que lo declare por
sentencia firme el Tribunal Calificador de Elecciones, a requerimiento del Consejo Directivo
del Servicio Electoral. Una ley orgánica constitucional señalará los casos en que existe una
infracción grave. Asimismo, el diputado o senador que perdiere el cargo no podrá optar a
ninguna función o empleo público por el término de tres años, ni podrá ser candidato a cargos
de elección popular en los dos actos electorales inmediatamente siguientes a su cesación.
Cesará, asimismo, en sus funciones el diputado o senador que, durante su ejercicio,
pierda algún requisito general de elegibilidad o incurra en alguna de las causales de
inhabilidad a que se refiere el artículo 57, sin perjuicio de la excepción contemplada en el
inciso segundo del artículo 59 respecto de los Ministros de Estado.
Los diputados y senadores podrán renunciar a sus cargos cuando les afecte una
enfermedad grave que les impida desempeñarlos y así lo califique el Tribunal Constitucional.”
El artículo precedente fija como órgano competente al Tribunal Constitucional para pronunciarse sobre
las prohibiciones parlamentarias y causales de cesación en el cargo de parlamentario.
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Antiguamente se contemplaba un sistema de votaciones extraordinarias para el reemplazo del puesto
vacante. Hoy, se utiliza el sistema ya descrito previamente, por fines prácticos, para no perturbar la
marcha normal del país.
Estas atribuciones emanan tanto de la Constitución como de otras fuentes, ya sea la ley o el reglamento
interno de cada Cámara.
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La ley orgánica constitucional del Congreso Nacional regulará el funcionamiento y las
atribuciones de las comisiones investigadoras y la forma de proteger los derechos de las
personas citadas o mencionadas en ellas.
2) Declarar si han o no lugar las acusaciones que no menos de diez ni más de veinte de
sus miembros formulen en contra de las siguientes personas:
a) Del Presidente de la República, por actos de su administración que hayan
comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación, o infringido abiertamente la
Constitución o las leyes. Esta acusación podrá interponerse mientras el Presidente esté en
funciones y en los seis meses siguientes a su expiración en el cargo. Durante este último
tiempo no podrá ausentarse de la República sin acuerdo de la Cámara;
b) De los Ministros de Estado, por haber comprometido gravemente el honor o la
seguridad de la Nación, por infringir la Constitución o las leyes o haber dejado éstas sin
ejecución, y por los delitos de traición, concusión, malversación de fondos públicos y
soborno;
c) De los magistrados de los tribunales superiores de justicia y del Contralor General
de la República, por notable abandono de sus deberes;
d) De los generales o almirantes de las instituciones pertenecientes a las Fuerzas de
la Defensa Nacional, por haber comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación, y
e) De los delegados presidenciales regionales, delegados presidenciales provinciales y
de la autoridad que ejerza el Gobierno en los territorios especiales a que se refiere el
artículo 126 bis, por infracción de la Constitución y por los delitos de traición, sedición,
malversación de fondos públicos y concusión.
La acusación se tramitará en conformidad a la ley orgánica constitucional relativa al
Congreso.
Las acusaciones referidas en las letras b), c), d) y e) podrán interponerse mientras el
afectado esté en funciones o en los tres meses siguientes a la expiración en su cargo.
Interpuesta la acusación, el afectado no podrá ausentarse del país sin permiso de la Cámara y
no podrá hacerlo en caso alguno si la acusación ya estuviere aprobada por ella.
Para declarar que ha lugar la acusación en contra del Presidente de la República o de
un gobernador regional se necesitará el voto de la mayoría de los diputados en ejercicio.
En los demás casos se requerirá el de la mayoría de los diputados presentes y el
acusado quedará suspendido en sus funciones desde el momento en que la Cámara declare que ha
lugar la acusación. La suspensión cesará si el Senado desestimare la acusación o si no se
pronunciare dentro de los treinta días siguientes.”
De acuerdo al artículo precedente, son dos las atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados, siendo
la primera la de fiscalizar los actos del Gobierno. La segunda atribución exclusiva es declarar si han o no
lugar las acusaciones, que no menos de diez ni más de veinte de sus miembros formulen en contra de las
personas señaladas y por las causales indicadas en esa disposición. Ésta la acusación constitucional del
juicio político.
Si se acreditan las causales del juicio político, puede también ejercerse la segunda atribución de la
acusación constitucional. Además, puede ejercerse la acusación sin antes hacer uso de la fiscalización.
Por fiscalización se comprende que controlará si los actos del gobierno se encuadran dentro del
marco de la Constitución y la ley, conforme a un Estado de Derecho, pero también, y con igual énfasis,
controlará si los actos del gobierno concuerdan o no con el bien común, con el interés nacional, con el
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servicio a la persona humana, si son o no convenientes para la Nación. También con omisiones puede
quebrantarse el ordenamiento constitucional, legal y lesionarse el bien común.
En sentido orgánico, el gobierno lo comprenden el Jefe del Gobierno, el Presidente de la
República, y todos quienes colaboran con él en una relación de dependencia. Este alcance está en
concordancia con la voz "Gobierno" empleada en los epígrafes de los capítulos IV y XIV.
En sentido funcional, comprende las funciones gubernamentales y administrativas ejercidas por el
Gobierno.
La fiscalización que lleva a cabo la Cámara de Diputados tiene tres posibles vías de acuerdo al numeral
primero del artículo 52, citado previamente.
A) Adoptar acuerdos o sugerir observaciones, con el voto de la mayoría de los diputados presentes,
los que se transmitirán por escrito al Presidente de la República, quien deberá dar respuesta
fundada por medio del Ministro de Estado que corresponda, dentro de treinta días. Cualquier
diputado, con el voto favorable de un tercio de los miembros presentes de la Cámara, podrá
solicitar determinados antecedentes al Gobierno. El Presidente de la República contestará
fundadamente por intermedio del Ministro de Estado que corresponda, dentro del mismo plazo
señalado en el párrafo anterior. la obligación del Gobierno se entenderá cumplida por el solo
hecho de entregar su respuesta. Las relaciones interorgánicas deben conducirse racionalmente,
fundadamente, excluyéndose todo atisbo de arbitrariedad.
C) Crear comisiones especiales investigadoras a petición de a lo menos dos quintos de los diputados
en ejercicio, con el objeto de reunir informaciones relativas a determinados actos del Gobierno.
En el artículo precedente, en el inciso segundo de la letra a), y en las letras b) y c) , minorías
numéricas pueden ejercer el derecho de fiscalización, debido a la posibilidad de que el gobierno
de turno goce de una mayoría en la Cámara de Diputados a su favor, que no pretende fiscalizar
los actos de gobierno.
El juicio político lo contempla la Constitución claramente separado en dos etapas: una, la de la acusación
constitucional; y la otra, la del fallo. La primera la entrega a la Cámara de Diputados y la segunda al
Senado.
Corresponde a la Cámara de Diputados declarar si ha o no lugar las acusaciones que se formulen en
contra de las autoridades o ex autoridades.
59
1.- Presidente de la República. Causales de acusación:
a) Actos de su administración (en sentido amplio, incluye omisiones):
i) Que hayan comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación.
ii) Que hayan infringido abiertamente la Constitución o las leyes.
3.- Magistrados de los Tribunales Superiores de Justicia (Corte Suprema, Corte de Apelaciones,
jurisdicción ordinaria y jurisdicción especial) y Contralor General de la República. Causal de acusación:
a) Por notable abandono de sus deberes. (Hay jurisprudencia para una interpretación tanto extensiva
como restrictiva.)
4.- Generales o Almirantes de las instituciones pertenecientes a las Fuerzas de Defensa Nacional. Causal
de acusación:
a) Por haber comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación. Haber dañado o puesto
en riesgo o peligro de consideración el prestigio de la Nación o la seguridad nacional.
Hay ciertos requisitos formales para dar paso a la acusación constitucional. Ella debe ser
interpuesta por no menos de diez ni más de veinte diputados. Puede ser interpuesta mientras el acusado
esté en funciones.
Si ha expirado en el cargo, la acusación en contra del ex Presidente de la República sólo podrá
interponerse en los seis meses siguientes a su cesación en el cargo de Presidente de la República.
Durante esos seis meses, no podrá el ex Presidente ausentarse de Chile sin acuerdo de la Cámara
de Diputados.
Los demás cargos que pueden ser objeto de acusación, pueden ser acusados durante los siguientes
tres meses a la expiración de su cargo. Durante ese lapso tampoco podrán ausentarse de Chile sin permiso
de la Cámara, si se interpuso la acusación en su contra.
La acusación constitucional se formula por escrito y se tienen por presentadas desde el momento
en que se da cuenta de ellas en la Cámara de Diputados. En la misma sesión en que se da cuenta de una
acusación, la Cámara de Diputados procede a elegir, a la suerte y con exclusión de los acusadores y de los
miembros de la mesa, una Comisión de cinco diputados para que informe si procede o no la acusación.
60
El afectado puede, dentro de décimo día de notificado, concurrir a la comisión a hacer su defensa
personalmente o presentarla por escrito. Si el afectado no asiste a la sesión a que se le cite o no envía
defensa escrita, se procede en su rebeldía.
La Comisión tiene seis días para estudiar la acusación y pronunciarse.
Transcurrido el plazo de seis días, y aunque no se hubiere presentado dentro de él el informe de la
Comisión, la Cámara sesionará diariamente para ocuparse de la acusación.
Antes de iniciar el debate, el afectado puede deducir la cuestión previa de que la acusación no
cumple con los requisitos que la Constitución Política señala.
Si la Cámara acoge la cuestión previa, se tiene la acusación por no interpuesta. Si la desecha, no
puede renovarse la improcedencia de la acusación.
Si el informe de la Comisión recomienda aprobar la acusación, se da la palabra al diputado que la
mayoría de la Comisión haya designado para sostenerla y después se oye al afectado, o se lee la defensa
escrita que haya enviado.
Declarado por la Cámara haber lugar a la acusación, nombra una comisión de tres diputados para
que la formalicen y prosigan ante el Senado, y comunica al Senado de este hecho y al afectado, dentro de
las veinticuatro horas siguientes.
En cuanto al quórum, para declarar que ha lugar a la acusación, se requiere, tratándose del
Presidente de la República, del voto de la mayoría de los diputados en ejercicio. En los demás casos, basta
la mayoría de los diputados presentes.
En cuanto a los efectos que produce la aprobación de la acusación en la Cámara de Diputados,
hay que distinguir si afecta al Presidente de la República o a los demás acusados.
61
1) Conocer de las acusaciones que la Cámara de Diputados entable con arreglo al
artículo anterior.
El Senado resolverá como jurado y se limitará a declarar si el acusado es o no
culpable del delito, infracción o abuso de poder que se le imputa.
La declaración de culpabilidad deberá ser pronunciada por los dos tercios de los
senadores en ejercicio cuando se trate de una acusación en contra del Presidente de la
República o de un gobernador regional, y por la mayoría de los senadores en ejercicio en los
demás casos.
Por la declaración de culpabilidad queda el acusado destituido de su cargo, y no podrá
desempeñar ninguna función pública, sea o no de elección popular, por el término de cinco
años.
El funcionario declarado culpable será juzgado de acuerdo a las leyes por el tribunal
competente, tanto para la aplicación de la pena señalada al delito, si lo hubiere, cuanto para
hacer efectiva la responsabilidad civil por los daños y perjuicios causados al Estado o a
particulares;
2) Decidir si ha o no lugar la admisión de las acciones judiciales que cualquier
persona pretenda iniciar en contra de algún Ministro de Estado, con motivo de los perjuicios
que pueda haber sufrido injustamente por acto de éste en el desempeño de su cargo;
3) Conocer de las contiendas de competencia que se susciten entre las autoridades
políticas o administrativas y los tribunales superiores de justicia;
4) Otorgar la rehabilitación de la ciudadanía en el caso del artículo 17, número 3° de
esta Constitución;
5) Prestar o negar su consentimiento a los actos del Presidente de la República, en
los casos en que la Constitución o la ley lo requieran.
Si el Senado no se pronunciare dentro de treinta días después de pedida la urgencia
por el Presidente de la República, se tendrá por otorgado su asentimiento;
6) Otorgar su acuerdo para que el Presidente de la República pueda ausentarse del país
por más de treinta días o a contar del día señalado en el inciso primero del artículo 26;
7) Declarar la inhabilidad del Presidente de la República o del Presidente electo
cuando un impedimento físico o mental lo inhabilite para el ejercicio de sus funciones; y
declarar asimismo, cuando el Presidente de la República haga dimisión de su cargo, si los
motivos que la originan son o no fundados y, en consecuencia, admitirla o desecharla. En ambos
casos deberá oír previamente al Tribunal Constitucional;
8) Aprobar, por la mayoría de sus miembros en ejercicio, la declaración del Tribunal
Constitucional a que se refiere la segunda parte del Nº 10º del artículo 93;
9) Aprobar, en sesión especialmente convocada al efecto y con el voto conforme de los
dos tercios de los senadores en ejercicio, la designación de los ministros y fiscales
judiciales de la Corte Suprema y del Fiscal Nacional, y
10) Dar su dictamen al Presidente de la República en los casos en que éste lo
solicite.
El Senado, sus comisiones y sus demás órganos, incluidos los comités parlamentarios si
los hubiere, no podrán fiscalizar los actos del Gobierno ni de las entidades que de él
dependan, ni adoptar acuerdos que impliquen fiscalización.”
El Senado, al conocer de la acusación constitucional llevada a cabo por la Cámara baja, actúa
como jurado y debe apreciar la prueba en conciencia y emite su fallo en conciencia. Se limita a dictar
veredicto sobre si el acusado es culpable o no del delito, infracción o abuso de poder que se le imputa.
62
Si el Senado no se pronuncia dentro de los treinta días siguientes, cesa la suspensión que afectaba
al funcionario acusado.
Para que el Senado declare la culpabilidad del Presidente de la República requiere de la
aprobación de los dos tercios de los senadores en ejercicio.
En los demás casos, la declaración de culpabilidad deberá ser pronunciada por la mayoría de los
senadores en ejercicio.
Efectos de la declaración de culpabilidad:
a) El acusado queda destituido de su cargo.
b) El acusado no podrá desempeñar ninguna función pública, sea o no de elección popular, por el
término de cinco años.
c) El acusado queda sujeto al tribunal competente. (El tribunal solamente queda obligado a revisar la
declaración de culpabilidad. Luego quedará a su juicio si los hechos constituyen o no delito.
Finalmente, cabe tener presente que, de conformidad con el artículo 32 numeral 14, los
funcionarios acusados por la Cámara de Diputados y condenados por el Senado, sólo pueden ser
indultados por el Congreso. Queda excluido el indulto presidencial en este caso.
Para la tramitación de la acusación que recibe el Senado por parte de la Cámara de Diputados, el
Senado procederá a fijar el día en que comenzará a tratar de ella, y quedará citado a sesiones especiales
diarias, a partir de él, por el solo ministerio de la ley.
La fijación del día se hará en la misma sesión en que se de cuenta de la acusación. Si el Congreso
estuviera en receso, la determinación la hará el Presidente del Senado.
Citará al acusado y a la Comisión de diputados designada para formalizar y proseguir la
acusación, a cada una de las sesiones que celebre para tratarla.
Formalizarán la acusación los diputados de la Comisión. A continuación hablará el acusado o
leerá su defensa. El acusado puede ser representado por un abogado. Habrá derecho a réplica de la
Comisión, y el acusado tendrá derecho a dúplica. Cumplido lo anterior, la acusación se votará en la sesión
siguiente. Cada “capítulo” de la acusación se vota por separado.
Se entiende por capítulo, el conjunto de hechos específicos que, a juicio de la Cámara de
Diputados, constituyan cada uno de los delitos, infracciones o abusos de poder que autorizan a interponer
la acusación.
En el caso de ser acogida la acusación, se remiten todos los antecedentes al tribunal ordinario
competente.
2.- Decidir si ha o no lugar la admisión de las acciones judiciales en contra de algún Ministro de Estado
Los requisitos para decidir haber lugar a la admisión de las acciones judiciales son:
a) Que el Ministro haya realizado personalmente el acto ministerial que se le imputa
b) Que dicho acto haya producido perjuicios
c) Que esos perjuicios se hayan producido injustamente. Ha habido infracción del orden jurídico
3.- Conocer de las contiendas de competencia que se susciten entre las autoridades políticas o
administrativas y los tribunales superiores de justicia
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4.- Otorgar la rehabilitación de la ciudadanía en el caso del artículo 17, número 3°
“La calidad de ciudadano se pierde:
3º.- Por condena por delitos que la ley califique como conducta terrorista y los
relativos al tráfico de estupefacientes y que hubieren merecido, además, pena aflictiva.
Los que hubieren perdido la ciudadanía por la causal indicada en el número 2º,
la recuperarán en conformidad a la ley, una vez extinguida su responsabilidad penal. Los que
la hubieren perdido por las causales previstas en el número 3º podrán solicitar su
rehabilitación al Senado una vez cumplida la condena.”
En este aspecto, la rehabilitación podría presentar problemas si se tratare de la segunda parte del
artículo. Puede suceder, que el condenado se vea beneficiado por un indulto, lo que conmutaría su
condena a una más favorable. Sin embargo, no podría aún cumplida la condena recuperar la ciudadanía de
acuerdo a la ley, ya que su responsabilidad penal no se habría extinguido al no cumplirse la condena
inicial. El Profesor opina que este aspecto debería ser reformado, para permitir que el que haya sido
condenado por terrorismo o tráfico de estupefacientes, beneficiado por indulto, pueda recuperar sin mayor
espera a la necesaria la ciudadanía.
5.- Prestar o negar su consentimiento a los actos del Presidente de la República, en los casos en que la
Constitución o la ley lo requieran, en el caso del artículo 53, número 5°
6.- Otorgar su acuerdo para que el Presidente de la República pueda ausentarse del país por más de
treinta días o en los últimos noventa días de su período
a) Puede haber sobrevenido al Presidente una enfermedad de tal naturaleza y de tal duración, que
constituya un impedimento absoluto para el desempeño del cargo, y cuya declaración va a
producir la vacancia del cargo de Presidente.
Debe oírse previamente al Tribunal Constitucional.
8.- Aprobar la declaración del Tribunal Constitucional que estableció la responsabilidad del Presidente
Electo o del Presidente en ejercicio.
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Cuando el Presidente Electo o en ejercicio tuvo participación en los hechos que motivaron la
declaración de inconstitucionalidad de partidos, movimientos u otras formas de organización.
El acuerdo del Senado debe ser adoptado por la mayoría de sus miembros en ejercicio.
9.- Aprobar, en sesión especialmente convocada al efecto y con el voto conforme de los dos tercios de los
senadores en ejercicio, la designación de los ministros y fiscales judiciales de la Corte Suprema y del
Fiscal Nacional.
10.- Dar su dictamen al Presidente de la República en los casos en que éste lo solicite.
Es facultativo del Presidente consultar al Senado.
Prohibición al Senado
El Senado, sus comisiones y sus demás órganos, incluidos los comités parlamentarios si los
hubiere, no podrán fiscalizar los actos del gobierno ni de las entidades que de él dependan, ni adoptar
acuerdos que impliquen fiscalización.
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Las disposiciones de un tratado sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en
la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo a las normas generales de derecho
internacional.
Corresponde al Presidente de la República la facultad exclusiva para denunciar un
tratado o retirarse de él, para lo cual pedirá la opinión de ambas Cámaras del Congreso, en el
caso de tratados que hayan sido aprobados por éste. Una vez que la denuncia o el retiro
produzca sus efectos en conformidad a lo establecido en el tratado internacional, éste dejará
de tener efecto en el orden jurídico chileno.
En el caso de la denuncia o el retiro de un tratado que fue aprobado por el Congreso,
el Presidente de la República deberá informar de ello a éste dentro de los quince días de
efectuada la denuncia o el retiro.
El retiro de una reserva que haya formulado el Presidente de la República y que tuvo en
consideración el Congreso Nacional al momento de aprobar un tratado, requerirá previo acuerdo
de éste, de conformidad a lo establecido en la ley orgánica constitucional respectiva. El
Congreso Nacional deberá pronunciarse dentro del plazo de treinta días contados desde la
recepción del oficio en que se solicita el acuerdo pertinente. Si no se pronunciare dentro de
este término, se tendrá por aprobado el retiro de la reserva.
De conformidad a lo establecido en la ley, deberá darse debida publicidad a hechos que
digan relación con el tratado internacional, tales como su entrada en vigor, la formulación y
retiro de reservas, las declaraciones interpretativas, las objeciones a una reserva y su
retiro, la denuncia del tratado, el retiro, la suspensión, la terminación y la nulidad del
mismo.
En el mismo acuerdo aprobatorio de un tratado podrá el Congreso autorizar al Presidente
de la República a fin de que, durante la vigencia de aquél, dicte las disposiciones con fuerza
de ley que estime necesarias para su cabal cumplimiento, siendo en tal caso aplicable lo
dispuesto en los incisos segundo y siguientes del artículo 64, y
2) Pronunciarse, cuando corresponda, respecto de los estados de excepción
constitucional, en la forma prescrita por el inciso segundo del artículo 40.”
66
En cambio, el retiro de una reserva formulada por el Presidente y que tuvo en consideración el
Congreso al momento de aprobar un tratado, requerirá previo acuerdo de éste, de conformidad a lo
establecido en la respectiva ley orgánica constitucional.
La desvinculación de las disposiciones de un tratado incorporado al derecho interno, queda
sometida a la forma prevista en el propio tratado o a las normas generales de derecho internacional.
El quórum de la Cámara de Diputados y del Senado para entrar en sesión y para adoptar acuerdos
es de la tercera parte de sus miembros en ejercicio.
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Si la sesión iniciada con el quórum constitucional, posteriormente cuenta con menos
parlamentarios que el señalado, la sesión puede continuar, pero sin que se puedan adoptar acuerdos
mientras no se reúna nuevamente el quórum.
Dispone el artículo 56 inciso final, que "cada una de las Cámaras establecerá en su propio
reglamento la clausura del debate por simple mayoría".
Tribunal Constitucional
68
reemplazo por quien corresponda, de acuerdo con el inciso primero de este artículo y por el
tiempo que falte para completar el período del reemplazado.
El Tribunal funcionará en pleno o dividido en dos salas. En el primer caso, el quórum
para sesionar será de, a lo menos, ocho miembros y en el segundo de, a lo menos, cuatro. El
Tribunal adoptará sus acuerdos por simple mayoría, salvo los casos en que se exija un quórum
diferente y fallará de acuerdo a derecho. El Tribunal en pleno resolverá en definitiva las
atribuciones indicadas en los números 1º, 3º, 4º, 5º, 6º, 7º, 8º, 9º y 11º del artículo
siguiente. Para el ejercicio de sus restantes atribuciones, podrá funcionar en pleno o en sala
de acuerdo a lo que disponga la ley orgánica constitucional respectiva.
Una ley orgánica constitucional determinará su organización, funcionamiento,
procedimientos y fijará la planta, régimen de remuneraciones y estatuto de su personal.”
Es un Tribunal colegiado, compuesto de diez miembros; es un Tribunal letrado, ya que todos sus
integrantes son abogados; es un Tribunal de Derecho, ya que falla en conformidad a la Constitución y la
ley.
No obstante, como lo dispone el artículo 92 en su inciso penúltimo:
“El Tribunal Constitucional podrá apreciar en conciencia los hechos cuando conozca de
las atribuciones indicadas en los números 10°, 11 ° y 13°, como, asimismo, cuando conozca de
las causales de cesación en el cargo de parlamentario”.
La Ley Orgánica Constitucional del Tribunal es la número 17.997 de 19 de mayo de 1981, la que
deberá ajustarse a los nuevos preceptos de la reforma constitucional del año 2005.
Deberán tener a lo menos quince años de título de abogado, haberse destacado en la actividad
profesional, universitaria o pública, no podrán tener impedimento alguno que los inhabilite para
desempeñar el cargo de juez.
Estarán sometidos a las normas de los artículos 58, 59, y 81, no podrán ejercer la profesión de
abogado, incluyendo la judicatura, ni cualquier acto de los establecidos en los incisos segundo y tercero
del artículo 60.
Durarán nueve años en sus cargos y se renovarán por parcialidades cada tres, y no podrán ser
reelegidos, salvo aquel que lo haya sido como reemplazante y haya ejercido el cargo por un período
inferior a cinco años.
Cesarán en sus funciones al cumplir 75 años de edad.
En caso de que un miembro del Tribunal Constitucional cese en su cargo, se procederá a su
reemplazo por quien corresponda y por el tiempo que falte para completar el período del reemplazado.
69
Los miembros del Tribunal son inamovibles.
Cuando un ministro del tribunal cese en el cargo, será elegido otro, que será electo por quien haya
nombrado al que cesó primitivamente en el cargo.
Las atribuciones del Tribunal Constitucional están previstas en el artículo 93 y pueden agruparse en:
1.- Atribuciones que dicen relación con el control de constitucionalidad de proyectos de ley, de
inaplicabilidad de un precepto legal, de inconstitucionalidad de un precepto legal y de otras normas que
tienen fuerza de ley, y
2.- Otras atribuciones conferidas por la Constitución.
Es posible distinguir, un control obligatorio, que necesariamente deben cumplir esos proyectos y normas,
y un control facultativo o eventual, que puede ocurrir o no, según si se requiera o no la intervención del
Tribunal por un órgano legitimado para accionar ante él.
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7º.- Resolver por la mayoría de los cuatro quintos de sus integrantes en ejercicio, la
inconstitucionalidad de un precepto legal declarado inaplicable en conformidad a lo dispuesto
en el numeral anterior;
8º.- Resolver los reclamos en caso de que el Presidente de la República no promulgue
una ley cuando deba hacerlo o promulgue un texto diverso del que constitucionalmente
corresponda;
9º.- Resolver sobre la constitucionalidad de un decreto o resolución del Presidente de
la República que la Contraloría General de la República haya representado por estimarlo
inconstitucional, cuando sea requerido por el Presidente en conformidad al artículo 99;
10°.- Declarar la inconstitucionalidad de las organizaciones y de los movimientos o
partidos políticos, como asimismo la responsabilidad de las personas que hubieran tenido
participación en los hechos que motivaron la declaración de inconstitucionalidad, en
conformidad a lo dispuesto en los párrafos sexto, séptimo y octavo del Nº 15º del artículo 19
de esta Constitución. Sin embargo, si la persona afectada fuera el Presidente de la República
o el Presidente electo, la referida declaración requerirá, además, el acuerdo del Senado
adoptado por la mayoría de sus miembros en ejercicio;
11º.- Informar al Senado en los casos a que se refiere el artículo 53 número 7) de esta
Constitución;
12º.- Resolver las contiendas de competencia que se susciten entre las autoridades
políticas o administrativas y los tribunales de justicia, que no correspondan al Senado;
13º.- Resolver sobre las inhabilidades constitucionales o legales que afecten a una
persona para ser designada Ministro de Estado, permanecer en dicho cargo o desempeñar
simultáneamente otras funciones;
14º.- Pronunciarse sobre las inhabilidades, incompatibilidades y causales de cesación
en el cargo de los parlamentarios;
15º.- Calificar la inhabilidad invocada por un parlamentario en los términos del inciso
final del artículo 60 y pronunciarse sobre su renuncia al cargo, y
16°.- Resolver sobre la constitucionalidad de los decretos supremos, cualquiera sea el
vicio invocado, incluyendo aquellos que fueren dictados en el ejercicio de la potestad
reglamentaria autónoma del Presidente de la República cuando se refieran a materias que
pudieran estar reservadas a la ley por mandato del artículo 63.
En el caso del número 1º, la Cámara de origen enviará al Tribunal Constitucional el
proyecto respectivo dentro de los cinco días siguientes a aquél en que quede totalmente
tramitado por el Congreso.
En el caso del número 2º, el Tribunal podrá conocer de la materia a requerimiento del
Presidente de la República, de cualquiera de las Cámaras o de diez de sus miembros. Asimismo,
podrá requerir al Tribunal toda persona que sea parte en juicio o gestión pendiente ante un
tribunal ordinario o especial, o desde la primera actuación del procedimiento penal, cuando
sea afectada en el ejercicio de sus derechos fundamentales por lo dispuesto en el respectivo
auto acordado.
En el caso del número 3º, el Tribunal sólo podrá conocer de la materia a requerimiento
del Presidente de la República, de cualquiera de las Cámaras o de una cuarta parte de sus
miembros en ejercicio, siempre que sea formulado antes de la promulgación de la ley o de la
remisión de la comunicación que informa la aprobación del tratado por el Congreso Nacional y,
en caso alguno, después de quinto día del despacho del proyecto o de la señalada comunicación.
El Tribunal deberá resolver dentro del plazo de diez días contado desde que reciba el
requerimiento, a menos que decida prorrogarlo hasta por otros diez días por motivos graves y
calificados.
El requerimiento no suspenderá la tramitación del proyecto; pero la parte impugnada de
éste no podrá ser promulgada hasta la expiración del plazo referido, salvo que se trate del
71
proyecto de Ley de Presupuestos o del proyecto relativo a la declaración de guerra propuesta
por el Presidente de la República.
En el caso del número 4º, la cuestión podrá ser planteada por el Presidente de la
República dentro del plazo de diez días cuando la Contraloría rechace por inconstitucional un
decreto con fuerza de ley. También podrá ser promovida por cualquiera de las Cámaras o por una
cuarta parte de sus miembros en ejercicio en caso de que la Contraloría hubiere tomado razón
de un decreto con fuerza de ley que se impugne de inconstitucional. Este requerimiento deberá
efectuarse dentro del plazo de treinta días, contado desde la publicación del respectivo
decreto con fuerza de ley.
En el caso del número 5º, la cuestión podrá promoverse a requerimiento del Senado o de
la Cámara de Diputados, dentro de diez días contados desde la fecha de publicación del decreto
que fije el día de la consulta plebiscitaria.
El Tribunal establecerá en su resolución el texto definitivo de la consulta
plebiscitaria, cuando ésta fuera procedente.
Si al tiempo de dictarse la sentencia faltaran menos de treinta días para la
realización del plebiscito, el Tribunal fijará en ella una nueva fecha comprendida entre los
treinta y los sesenta días siguientes al fallo.
En el caso del número 6º, la cuestión podrá ser planteada por cualquiera de las partes
o por el juez que conoce del asunto. Corresponderá a cualquiera de las salas del Tribunal
declarar, sin ulterior recurso, la admisibilidad de la cuestión siempre que verifique la
existencia de una gestión pendiente ante el tribunal ordinario o especial, que la aplicación
del precepto legal impugnado pueda resultar decisivo en la resolución de un asunto, que la
impugnación esté fundada razonablemente y se cumplan los demás requisitos que establezca la
ley. A esta misma sala le corresponderá resolver la suspensión del procedimiento en que se ha
originado la acción de inaplicabilidad por inconstitucionalidad.
En el caso del número 7°, una vez resuelta en sentencia previa la declaración de
inaplicabilidad de un precepto legal, conforme al número 6° de este artículo, habrá acción
pública para requerir al Tribunal la declaración de inconstitucionalidad, sin perjuicio de la
facultad de éste para declararla de oficio. Corresponderá a la ley orgánica constitucional
respectiva establecer los requisitos de admisibilidad, en el caso de que se ejerza la acción
pública, como asimismo regular el procedimiento que deberá seguirse para actuar de oficio.
En los casos del número 8º, la cuestión podrá promoverse por cualquiera de las Cámaras
o por una cuarta parte de sus miembros en ejercicio, dentro de los treinta días siguientes a
la publicación del texto impugnado o dentro de los sesenta días siguientes a la fecha en que
el Presidente de la República debió efectuar la promulgación de la ley. Si el Tribunal
acogiera el reclamo, promulgará en su fallo la ley que no lo haya sido o rectificará la
promulgación incorrecta.
En el caso del número 11º, el Tribunal sólo podrá conocer de la materia a requerimiento
del Senado.
Habrá acción pública para requerir al Tribunal respecto de las atribuciones que se le
confieren por los números 10º y 13º de este artículo.
Sin embargo, si en el caso del número 10º la persona afectada fuera el Presidente de la
República o el Presidente electo, el requerimiento deberá formularse por la Cámara de
Diputados o por la cuarta parte de sus miembros en ejercicio.
En el caso del número 12°, el requerimiento deberá ser deducido por cualquiera de las
autoridades o tribunales en conflicto.
En el caso del número 14º, el Tribunal sólo podrá conocer de la materia a requerimiento
del Presidente de la República o de no menos de diez parlamentarios en ejercicio.
En el caso del número 16º, el Tribunal sólo podrá conocer de la materia a requerimiento
de cualquiera de las Cámaras efectuado dentro de los treinta días siguientes a la publicación
72
o notificación del texto impugnado. En el caso de vicios que no se refieran a decretos que
excedan la potestad reglamentaria autónoma del Presidente de la República también podrá una
cuarta parte de los miembros en ejercicio deducir dicho requerimiento.
El Tribunal Constitucional podrá apreciar en conciencia los hechos cuando conozca de
las atribuciones indicadas en los números 10º, 11º y 13º, como, asimismo, cuando conozca de
las causales de cesación en el cargo de parlamentario.
En los casos de los numerales 10º, 13º y en el caso del numeral 2º cuando sea requerido
por una parte, corresponderá a una sala del Tribunal pronunciarse sin ulterior recurso, de su
admisibilidad.”
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Artículo 94 de la Constitución Política de la República
“Contra las resoluciones del Tribunal Constitucional no procederá recurso alguno, sin
perjuicio de que puede, el mismo Tribunal, conforme a la ley, rectificar los errores de hecho
en que hubiere incurrido.
Las disposiciones que el Tribunal declare inconstitucionales no podrán convertirse en
ley en el proyecto o decreto con fuerza de ley de que se trate.
En el caso del Nº 16º del artículo 93, el decreto supremo impugnado quedará sin efecto
de pleno derecho, con el solo mérito de la sentencia del Tribunal que acoja el reclamo. No
obstante, el precepto declarado inconstitucional en conformidad a lo dispuesto en los
numerales 2, 4 ó 7 del artículo 93, se entenderá derogado desde la publicación en el Diario
Oficial de la sentencia que acoja el reclamo, la que no producirá efecto retroactivo.
Las sentencias que declaren la inconstitucionalidad de todo o parte de una ley, de un
decreto con fuerza de ley, de un decreto supremo o auto acordado, en su caso, se publicarán en
el Diario Oficial dentro de los tres días siguientes a su dictación.”
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Control represivo que ejerce el Tribunal Constitucional. Recurso de inaplicabilidad por
inconstitucionalidad y recurso de inconstitucionalidad.
Concepto
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Para acogerlo se requiere del quórum de la mayoría de los miembros en ejercicio del Tribunal.
Recurso de Inconstitucionalidad
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en abstracto, porque no está considerando la constitucionalidad de la ley a la luz de hechos que se debaten
en algún caso concreto, sino que persigue que se declare inconstitucionalidad del precepto legal en sí.
El recurso de inconstitucionalidad es conocido en pleno por el Tribunal Constitucional.
Solo se puede declarar inconstitucional una ley, si con anterioridad a la interposición del recurso
de inconstitucionalidad el precepto legal haya sido declarado inaplicable por inconstitucionalidad a lo
menos una vez.
Tribunal requiere examinar si con anterioridad el precepto legal fue declarado inaplicable por
inconstitucional.
La legitimación activa la tiene la acción pública. Cualquier persona tiene legitimación activa y
acción pública. Además, el Tribunal puede declarar la inconstitucionalidad de oficio, si cuenta con el
quórum de ⅘ (8/10) de los miembros en ejercicio. (Este es el más altos de los quórums, porque en las
democracias occidentales rige el principio de separación de funciones. Aquí resulta que un poder del
Estado, distinto al legislativo, está derogando la ley). Este alto quórum se establece para evitar que las
leyes se estén declarando inconstitucionales muy a menudo.
Si se declara inconstitucional, el efecto es que la norma “se entiende derogada” a partir del momento en
que la sentencia que lo declara inconstitucional se publica en el Diario Oficial.
El efecto de la derogación no es retroactivo, sólo produce efectos hacia el futuro, sin afectar las gestiones
judiciales que ya se hubieren agotado procesalmente.
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