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Capitulo 2 LAS TAREAS INMEDIATAS DE LOS ESTUDIOS LITERARIOS El reflejo del medio ideolégico en el «contenido» de la obsta literaria La unidad de las disciplinas de la ciencia literaria (poética teotica, woética histérica, historia literaria) se funda, por una parte, en Ja uni GLE pein put concepcion de las superesiractaras ideologicas y de su relacién con Jas bases, y en la especificidad de la propia literatura, por otra, studios literarios representan una de ‘Todas las tareas inmediatas de esta iltima, ‘que analizamos en el capitulo anterior, se extienden también a los es” tudios literarios, siendo también las tareas inmediatas a éstos. Pero qué el correcto planteamiento y la elaboracién de los problemas sefia- lados se complica por una circunstancia especial “Entre los rasgos particulares de la literatura existe uno muy im- portante, que tuyo y sigue teniendo un papel nefasto en Ia historia del conocimiento cientifico de los fenémenos literarios. Gracias a esti . los historiadores y los tedricos solian al obstaculizarseles un 9 # (Objto ytareas ce los estuios liertios macxistas plantcamiento corzecto de los problemas de los estudios literatios. Esta particularidad se refiere a la relacion de la literatura con otras ideologies, a su posicisn singular en le woralidad del medio ideolépico, La literatura forma parte del entomo ideolgico de Ia realidad como suparte auténoma, en forma de obras verbales organizadas de tan modo determinaco, can una estructura especifica, propia tan sélo de estas obras. Esta estructura, igual que cualquier estractura ideol6. cay reftate la existenciasocioeconsmica en su proceso generativo, la refracta muy a su modo. Pero al misino tiempo, la literatura en oa «contenido» refleja y refracta Jos reflejos y refracciones de otras esfe. #2 ideol6gicas (ética, cognicibn, doctrinas politica, religién, eta), es dlecis, J literatura reflja en su «contenido» la totalidad del horizonte ‘deol6gico, del cual ellaes una patie. La literatura no suele tomar estos contenidos éticos, epistemolégi- 08 y otros del sistema del conocimiento.o del etbos, ni de los sistemas ideolégicos preformados (asi, y s6lo en parte, procedia el neoclasivis mo), sino directamente del proceso generativa viviente de la cogni ibn, del etbos y de oxras ideologias. Por eso, la literatura ha antieipa. do con tanta frecuencia los ideologemas filosdficos y éicos, augue en forma poco desarrollada, mal fundamentada cintuitiva. Es capaz de enetrat en el mismo laboratorio social le sus formaciones y construc. ciones. Elamtista posee a menudo un ofdo sensible para los problemas ideol6gicos germinados que se encuentran en proceso de generacin, Jn stati nascendi el artista los oye a menudo mejor que un «hom. bre de ciencia», més cauto, mejor que un filésofo o un prictico, La ge- netacién del pensamiento, dela voluntad ética-y sentimental, sus diva. gaciones en las profundidades dela llamada «psique socials, todo este #ujo atin inartculado de tna idcologia en su deveni se reflejay sere fracta en cl contenido de las obras literarias. Lallteratura refleja al hombre, su vide y su destino, su «mundo in- tetiop», siempre dentro de un horizonte ideolépico; alli todo se realiza a el mundo de los parimetros y valores ideolégicos. El medio ideol6 gico es a nica atmeésfera en la que la vide, en cuanto objeto de repre. sentacién literati, puede llevarse a cabo, lo al plasmarse ideoldgicamente, al refractarse por el prisma ‘deolégico, la vida como conjunto de determinadas acciones se com. Wicrte en argumento [siuzbet], asunto [fébuda), tema, motivo, Una ren, lidad aiin no refractada ideolégicamente, cruda, por decitlo asf, no puede formar parte de un contenido litereio. No importa cual sea el argumento 0 motivo que exeminemos, Las tens inmediatas de los estudios liters 6 hhemos de descubrir los pardmetros puramente ideolégicos eee coneebimos en forma abstracta, si colocamos al hombre directamente en el medio material de su exis tencia produetiva, esto es, si nos lo imaginamos dentro de una real dad absolutamente pura, ideol6gicamente no refractada, nada queda- + del argumento o motivo. Todo argumento como tal, para no hablar de ninguno en concrete, como por semple ol mpurento. de Edo Rey o de Antigona, representa una formula de la vida refractada i légicamente, Esta formula esté constituida por eonflitos ideol6xicos, por las fuerzas materiales ya rfractadas ideolégicamente. Bien, mal, verdad, crimen, deber, muerte, amor, proeza, etc; fuera de &08 y ‘otros parametros ideolégicos semejantes no hay argumento, no hay tivo. me Dede Inego, todos estos parimetros son profundamente diferen tes y dependen de si extn incluidos en el horizonte ideolégico de un sefior feud, de un gran burgués, de un campesino o de un proletario Segrin el caso, os argumentos construidos de acuerdo con estos par metros son profundamente diferentes. Sin embargo, la refruecién ideolégica del mundo convertido en objeto de una representacién lte- aria, relracci6n cognitiva, étiea, politica o religiosa viene a ser una condicion previa, obligatoriac includible, de su acceso a la estructura ‘de una obra lteraria, a su contenido. SSE No sélo el argumento, sino tambign uxt motive ic, algrin proble- Fa o, en general, cualquier momento significativo del contenido se so- mete a esta ley general; mediante ella cobra forma artistica la realidad ya reftactada. Los tres errores metodol6gicos principales de la critica y la historia literaria ruses ‘Asi pues la literatura reflejaen su contenido un hosizonte ideol6- ico, es decir, formaciones ideol6gicas ajenas (éticas, cognoscitvas y otras). Empero, al reflejar estos signos wienos, la propia literatura crea ‘nuevas formas, nuevos signos de la comunicacién ideolégica. Y estos sipnes —obras literarias— se conwierten en la parte objetiva dela res- oe ae eee Se cllas, Jas obras literarias se vuelven, al mismo tiempo, valor sien y fenémenos singulares del medio ideoligico. Su realidad no se reduce a un papel auxiliary téenico de reflejar otros ideologemas, @ (Objezo y taveas de los ests literati maesietes Poseen su prc ic Ogi 40 tis 61 esen su propio papel deol y su propitpo de refrac dela Por eso, al hablar de reflejo de la exi cesaro dstinguir entre dos tipos de relle eee 2) refco del medio ideolgico en cl contenido etary el reflejo de las bases socioeconémicas en la propia literatura en cuanto superesuctry aun 0 de todas la idcologi te doble > de la literatura en la existen- complica y dficula extrardinatizment a metodologia general y os metals conerers de. estudio de los fendmenes literatios. a critica y la historia lteraria rusas (Pypin, Vengueroyy otros) estudiatlos tefljos del medio ideolopico crcl contentio woken oo terres crores meodoléicamene tales ; lejar de lado casi por completo la realidad axiols aurénoma de las obra train, su Independencia yardedede ‘solic lintabun I Iieratura exclisivamente a ee cello, de- SE Fetaban al papel de un simple sevidotsy rensminos de 2. Tomaba el reflejo de un horizonte ideol6gi co por el [Ff le etenia misma, dele vida misma Rosdwan ect hecho de que el contenido rela tan solo un horizonte iceolico, gl nfcmente represen ens un refejorefractado de la xisten- escubrir un mundo ft penetra ena redidad losin delaaa, Ph" aA Snen convertir el devenir viviente de fos probl aseciones, decisions yachas —filossficas,eias politica, relia. ss dopmasizaban y dejaban_conclusos los principales aspectes ideolggcos sefleacos por un arta en el contenido, Tampoeo com. prendicton ni tuvieron en cuenta un especto fundamentalmente im ortante: que la literatura reflea tan s6lo ideologias en su generacion, ‘inicamente el proceso vivo del devenir de un horizon ideologico, In artista no tiene nada que ver con postulados ya hechos, que inevitablemente aparecen como cuerpos ajenos en una obra un pao. Saismo, una tendencia, Bl lugar natural de estos postulados esta en los sistemas cienfficos 0 morales, en los programas de un partido polity Pypin,Alesande Nikoicich 183 a ci Nh 02 20 Bt rn, veh ss 309, [sorados dela items rs, flsloge, ie 4 Unwenidad de San Peersbutgo, representa de a me ersbungo, dele iseoriador y eit Senion Afanasi. alo, profesor de ‘endencinhistetco-caltral [Las tareasinmediztas de los estos literati 6 co, etc. En una obra de arte los postulados dogmiticos tan sélo pue- den ocupar, en el mejor de los casos, sélo un lugar secundario; pero j ims formaa parte del nticleo del contenido. Estos son los tes principales exrores metodolégicos que cometen snés o menos burdamente casi tds los ericos e hstoradores de lx literatura, En consecuencia, una ideologia auténoma y singular, como Jo esl literatura, se reduce a otras ideologias y se disuelve en ellas sin dejar rastro, Como resultado de un anélisis de una obra literara se ob- tiene una mala filosofia, una frivola declaracién sociopolitica, una mo- ral ambigua, una doctrina religiosa hecha al vapor. Lo que queda de esta operacién, es decir, lo mas importante en una obra lteraria —su estructura artistica— se pasa por alto, sencillamente, como si se trata- 1a de un simple soporte técnico para otras ideologfas. 'No obstante, estos residuos ideol6gicos eran profundamente ina- decuados con respecto al contenido real de una obra, Aquello que aparecfa en la obra como un vivo proceso de generacién, y en medio de la unidad concreta del horizonte ideol6gico, se ordenaba, se aislaba y se desarrollaba hasta lograr une construccién dogmstica acabada, pero siempre distorsionada. La critica literaria y el «contenido» Esta clase de reaccién por parte del ertico y, sobre todo, de un crf- tico contemporineo, es muy comprensible y en parte Logica. El eritico, asi como el lector a quien el exftico representa, suele set atraido por esta corriente de la ideologia en su proceso de gencracién, ideologia que el artista descubre ante el lector y el critico. Si una obra cs real- ‘mente profunda y actual, el critico y el lector se teconocen a s{ mismos, sus problemas, su propio devenir ideol6gico (sus ebtisquedas»), zeco- nocen las contradicciones y los contflictos de su hotizonte ideolégico siempre vivo y siempre enredado. End horizonte ideol6gico de cualauier época y de cualquier otro stupo social no existe sélo una verdad, sino varias verdades murua- ‘mente contradictorias, no sélo un camino, sino varios, ideolégicamen- te divergentes, Cuando el hombre escoge una de las verdades como in- discutible y toma uno de los caminos por evidente, escribira un trata- do cientifico, formard parte de alguna cortiente, ingresaré en algin partido. Pero tampoco dentro de los limites de su tratado, de su parti- do, de su ereencia podré «dormirse en los laureles»: el flujo de la ge- 6 (Objet y areas dels extdios iteraias marian netacién ideolégica volverd a colocarlo ante dos caminos, dos verda: des, ete. El horizonte ideol6gico se encuentra en un continuo proceso de generacién, siempre y cuando el hombre no se vea atrapado en un Sitio estancado de la vida. Tal es la dialéctica de la auténtica vida, Porlo tanto, cuanto mis intenso, tormentoso y dificil sea este pro: ceso generativo, y cuanto més profundo y sustancial sea su rellejo en luna auténtica obra literati, tanto mas ideologizada, interesada y com. prometida seréla reaccién del critco y del lector. Es inevitable y posi. tivo. Pero es malo que el cttico empiece a atribuire a escrtor alguna aserci6n, como si se tratara de una afitmacién positiva, o bien de la ««ilima palabra», y a dela generacién del pensamiento, Bs malo que olvide que en la literatura no hay filosofia, sino tan s6lo un filosofar;no hay conocimiento, sino cognicién, Es malo que se dogmatice el con. junto ideol6gico extra-artistico, en cuanto tal, del contenido. Es malo, también que el exitico, solo por cansa de esta generacidn retleja de un horizonte ideolégico, deje de notar y de aprecias una auténtica geners- de este objeto, de | acuerdo con lo que propone nuestro formalismo), como el peligro in- Las tres inmediatas de los estos literarios B verso de la conversién de la literatura en una simple subsidiaria de otras ideologias: cl riesgo de que se pierda la especificidad artistica de tuna obra de arte. Objeto, tareas y métodos de Is historia literaria El horizonte ideolégico, ademis de reflgjarse en el contenido de tuna obra antistica, influye determinantemente en la totalidad de la obra La obra literaria es parte, de forma inmediata, de un medio litera- rio, entendido como la totalidad de las obras literaras socialmente in- fluyentes durante una época y para un grupo social dado. Desde el ppunto de vista estrictamente hist6rico, una obra literaria aislada no aparece como auténoma, y por lo mismo es un elemento inalienable , asi como en él caso de la ciencia, de un «factor extracientifico», etc. son los respon- sables de confusiones y supturas. En realidad, la ley’socioeconémica ejerce una accién sobre todos

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