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TEMA 4. TEATRO ESPAÑOL ANTERIOR A 1939.

TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS


PRINCIPALES

A comienzos del siglo XX, el género teatral presentaba en España dos manifestaciones distintas: un teatro
para ser representado, ya que satisfacía los deseos de diversión del público y un teatro con intención
renovadora, pero que chocaba con los gustos del espectador y que por ello muchas veces no llegaba a los
escenarios

TEATRO COMERCIAL
La comedia burguesa
También conocida como comedia benaventina, ya que fue Jacinto Benavente su autor más representativo.
Benavente (Premio Nobel de Literatura en 1922) ofreció un teatro con un mayor interés por el diálogo y un
tono más realista.

Benavente tuvo una primera época vinculada al Modernismo, en El nido ajeno. Este teatro no triunfó y
evolucionó hacia uno más conservador que se limita a criticar superficialmente las hipocresías y
convencionalismos burgueses, pero sin traspasar lo considerado de buen tono. De su producción teatral
destaca La malquerida.

El teatro poético
Surge directamente del Modernismo. Se trata de un teatro de evasión, sin relación con la realidad, que
recupera temas históricos y legendarios. Destacan Eduardo Marquina (Las hijas del Cid) y los hermanos
Machado (La Lola se va a los puertos).

El teatro cómico
La finalidad de este teatro es el entretenimiento del público. Destacan Carlos Arniches, quien presenta en
sus sainetes los personajes pintorescos de Madrid (chulapos), con sus problemas y su forma castiza de
hablar. La señorita de Trevélez.

Pedro Muñoz fue el creador del astracán caracterizado por los juegos de palabras. Su obra más popular es
La venganza de don Mendo (1916).

Los hermanos Álvarez Quintero estrenaron gran cantidad de obras en las que predomina el ambiente
andaluz. Son obras en las que sobresale el empleo de un diálogo gracioso. La reina mora

TEATRO INNOVADOR
La Generación del 98
Frente a las tendencias del teatro comercial y convencional, encontramos el fracaso teatral al que se vieron
sometidos autores de la Generación del 98 como Unamuno y Azorín. Unamuno cultivó el teatro como un
medio de expresar sus inquietudes existenciales; sus obras se caracterizan por sus diálogos densos y una
mínima escenografía. Es un teatro intelectual y filosófico que refleja su obsesión por la muerte y la
búsqueda de la felicidad. Entre sus obras destacan: Fedra o El otro.
En la generación del 98 también destaca Azorín.

Ramón María del Valle-Inclán


En su trayectoria teatral se consideran cuatro etapas fundamentales:
a. Una primera caracterizada por su reacción antirrealista, con estética modernista.
b. La segunda etapa destacan obras con un ambiente rural de la Galicia primitiva y supersticiosa.
Destacan Comedias bárbaras.
c. La tercera etapa, la del esperpento, que queda formulada a partir de Luces de bohemia
d. Por último, las farsas, en las que la degradación de la realidad llega al máximo, como en Farsa y
Licencia de la Reina castiza.
Federico García Lorca.
En sus obras dramáticas predomina el tema del enfrentamiento del individuo con su contexto, que tiene
como consecuencia la frustración y un destino trágico. Su obra teatral se puede ordenar en tres etapas.
a. En la primera, destacan obras como La zapatera prodigiosa. Se trata el tema de los matrimonios por
conveniencia.
b. La segunda etapa coincide con la influencia del Surrealismo y con su estancia en Nueva York. El tema
que subyace sigue siendo la frustración íntima.
c. La tercera etapa es la de sus grandes dramas rurales: Yerma y La casa de Bernarda Alba. En todos
ellos, la mujer es la protagonista. El ambiente andaluz es símbolo, a su vez, de la presión ambiental
producida por costumbres sociales trasnochadas, que acaban chocando contra el individuo y
provocando la tragedia. El final de todas ellas es, pues, trágico. El lenguaje es realista y a la vez
poético, cargado de símbolos, metáforas y comparaciones.

Otros autores de la generación del 27 y el teatro durante la guerra civil son


Alejandro Casona quien abandona España y en el exilio sigue estrenando obras de éxito: Los árboles
mueren de pie, La dama del alba, etc.
Max Aub, escritor español nacido en París. En su teatro de vanguardia destaca Crimen.

TEMA 5. LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A 1974. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS


PRINCIPALES

En la posguerra se hace evidente la ruptura de la natural evolución literaria. En este panorama de


desconcierto abundan tres tipos de narraciones, de estilo tradicional: ideológica, realista y humorística.

La novela escrita por autores en el exilio había tendido a la rehumanización y el compromiso social. Aquí
se encuentra la literatura de Ramón J. Sender (Réquiem por un campesino español) o Rosa Chacel
(Memorias de Leticia Valle), quienes al acabar la guerra marchan al exilio por su apoyo a la República.

Su obra se realiza al margen de la literatura que se hace en España y, en general, tratan con insistencia
sobre el tema de la guerra.

La novela de los primeros años de posguerra


Durante los primeros años de posguerra destacan dos novelas que comparten el tono sombrío y existencial,
que contrasta con el triunfalismo, general en la novela de éxito de la inmediata posguerra. Son narraciones
inconformistas que reflejan el malestar del momento. C.J. Cela, con La familia de Pascual Duarte
inaugura una corriente llamada “tremendismo”, en la que se deforma la realidad al subrayar lo más
desagradable. En 1944 aparece Nada de Carmen Laforet, dentro de la misma corriente.

Década de los 50. Novela realista y social.


En la década de los 50 España empieza a salir del aislamiento y el incipiente desarrollo del turismo y la
industria conlleva cierta recuperación económica y cambios en los estilos de vida. Al mismo tiempo, los
jóvenes que han vivido la guerra como niños o adolescentes consideran la guerra y el país de posguerra
desde otra perspectiva y aparecen actitudes críticas.

La colmena de Camilo José Cela (1951) es un precedente de la novela social. Como técnica narrativa, se
recurre al objetivismo: el narrador desaparece y todo el relato se basa en el diálogo de los personajes. Se
distinguen dos tendencias:
· El neorrealismo. Que se centra en los problemas del hombre como ser individual. Destaca Rafael
Sánchez con El Jarama y Carmen Martín Gaite (Entre visillos).

· Novela social: se centra en los problemas de los grupos sociales. Destaca Jesús Fernández Santos con
Los bravos

El tema de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo y la banalidad de la


vida burguesa. El estilo es realista y sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa, se pretende
llegar a un amplio público.

La novela en el período 1960 - 1975


Durante la década de los sesenta no se pierde la novela comprometida socialmente, aunque se detecta una
clara evolución hacia la renovación. Autores como Luis Goytisolo o Juan Goytisolo constituyen la
avanzadilla de las nuevas tendencias. Además, los escritores españoles se dejan influir por los autores
europeos, norteamericanos o latinoamericanos

Las novedades no afectan solo al argumento o la estructura, también a la ortografía, ya que algunos autores
suprimen los signos de puntuación o párrafos. No se pretende sólo denunciar la situación social, sino que
también se persigue la belleza formal. La experimentación contribuye a esta finalidad con la introducción
de otros elementos como saltos hacia atrás o hacia delante en el argumento, la alternancia de personajes
narrativos, la creación de neologismos, el uso del monólogo interior libre …

Dos novelas son consideradas los modelos de las nuevas tendencias: Tiempo de silencio de Luís Martín
Santos y Señas de identidad de Juan Goytisolo. A ellas se puede añadir las de autores ya consagrados.
Miguel Delibes: Cinco horas con Mario, Camilo José Cela Oficio de tinieblas.

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