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ESPERMA

GUERRAS
Infidelidad, Conflicto Sexual y Otros
Batallas de dormitorio

petirrojo panadero 

CUARTO ESTADO • Londres

 
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Publicado por primera vez en Gran Bretaña en 1996 por

cuarto estado limitado
Calle de Salem, 6 aK
Londres, W2 4BU
Y
Copyright © 1996 por Robin Baker
j
El derecho de Robin Baker a ser identificado como el autor de este trabajo
ha sido afirmado por él de conformidad con la Ley de derechos de autor, F,Y
diseños y patentes de 1988.
A, J, K, P, P, R, S, 'W'
Un registro de catálogo para este libro está
disponible en la Biblioteca Británica.
y Thomas, Howard, David, Nathanial, Amelia
ISBN 1-85702-356-0
y el bebe que nunca fue nombrado

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser
reproducida, transmitida o almacenada en un sistema de recuperación, de
ninguna forma o por ningún medio. sin permiso por escrito de Fourth Estate Limited.

Compuesto por Palimpsest Book Production Limited,

Polmont, Stirlingshire
Impreso en Gran Bretaña por

Cox & Wyman Ltd, Lectura, Berks.

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Contenido

Prefacio xi

1 El juego de la generación

1 ¿Tío abuelo quién? 1

2 sexo de rutina

2
Servicio normal 5
3 la sábana mojada 15
4 El relleno 26
5 Diseño 32

3 guerras de esperma
 6 Un asunto casual 36
7 Una guerra de esperma 48

4 Contando el Costo

8 ¿No se parece a su padre? 55

9 Cometiendo errores 61

10 lamiendo la infidelidad 69
11 Mate 76

vienes

 
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Prefacio

El sexo y la reproducción ocupan una parte importante del tiempo de las

personas, no tanto el hacer, sino más bien el pensar y el hablar. A pesar de toda
esta atención, la mayoría de las personas encuentran que sus propias actividades,
respuestas y emociones sexuales son los más desconcertan
desconcertantes
tes de todos llos
os
aspectos de sus vidas. Considera lo siguiente.
¿Por qué, en medio de una relación perfectamente feliz y satisfactoria, a
veces sentimos un impulso increíblemente fuerte de ser infieles? ¿Por qué los
hombres inseminan suficiente
suficiente esperma en cada relación sexual para fertilizar a

toda la población de los Estados Unidos, dos veces? ¿Y por qué, entonces, la
mitad de ellos gotea hacia abajo por la pierna de la mujer? ¿Por qué deberíamos
tener ganas de sexo tan a menudo cuando la mayor parte del tiempo no
queremos tener hijos? ¿Por qué, cuando menos deseamos tener hijos, nuestro
cuerpo aparentemente nos decepciona y los produce? ¿Por qué, cuando
queremos hijos, nuestros cuerpos aparentemente nos defraudan y no los
 producen? ¿Por qué es tan difícil saber cuál es el mejor momento para tener
relaciones sexuales para concebir o no concebir? ¿Por qué el pene tiene la forma
que tiene y por qué empujamos durante el coito? ¿Por qué tenemos deseos tan
fuertes de masturbarnos y por qué algunos de nosotros tenemos orgasmos
mientras dormimos por la noche? ¿Por qué el orgasmo femenino es tan
impredecible y tan difícil de inducir? ¿Por qué algunas personas están más
interesadas en el sexo con miembros de su mismo sexo?

Estas son solo algunas de las preguntas a las que la mayoría de las personas,
si son honestas, no tienen una respuesta sensata o al menos consistente.
Sin embargo, cabalgando sobre la ola de una revolución en la comprensión
sexual que comenzó en la década de 1970 pero que no terminó

xi

 
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PREFACIO PREFACIO

cobrar impulso hasta la década de 1990, estas son preguntas
que este libro se propone responder.
Hasta ahora, esta revolución en la interpretación del comportamiento
comportamiento sexual ha sido
prerrogativa exclusiva de los académicos, biólogos evolutivos, para ser precisos. En este
libro, mi objetivo es traer la nueva interpretación por primera vez al alcance de un público
mucho más amplio.
audiencia.
Existe el potencial para revolucionar la forma en que todos pensamos sobre el sexo.
Mi ambición es ayudar a la revolución en su camino. El mensaje principal de esta
revolución es que nuestro comportamiento sexual ha sido programado y moldeado por
fuerzas evolutivas que actuaron sobre nuestros antepasados, y que aún actúan sobre
nosotros, incluso hoy. El empuje principal de estas fuerzas estaba dirigido a nuestros
cuerpos, no a nuestra conciencia. Nuestros cuerpos simplemente usan nuestros cerebros
para manipularnos para que nos comportem
comportemos
os de una manera dictada por nuestra
programación.
La fuerza central que dirigía esta programación era el riesgo de una guerra de
esperma. Cada vez que el cuerpo de una mujer contiene esperma de dos (o más)
hombres diferentes al mismo tiempo, el esperma de esos hombres compite por el "premio"
de fertilizar su óvulo. La forma en que estos espermatozoides
espermatozoides compiten es similar a la
los espermatozoides tienen la mejor oportunidad de triunfar en cualquier guerra que ella
promueva.
Para cada uno de nosotros hubo un momento crítico, en algún momento del pasado,
cuando un espermatozoide de nuestro padre entró en uno de los óvulos de nuestra madre
y fuimos concebidos. Ese evento desató un conjunto complejo de instrucciones para el
desarrollo. Esas instrucciones fueron heredadas mitad de nuestro padre y mitad de nuestra
madre y
eventualmente
eventualmente produjo la persona que somos hoy. Si nuestro padre y nuestra madre no
hubieran tenido sexo cuando lo hicieron, con quien lo hicieron, habiéndose preparado
para ello como l o hicieron, nunca hubiéramos existido.
Detrás de cada concepción se esconde una historia. Pero los detalles de estas
historias rara vez se conocen. ¿Cuántos de nosotros sabemos, por ejemplo, si nuestra
madre llegó al clímax en nuestra concepción y, de ser así, si lo hizo antes, después o al
mismo tiempo que nuestro padre? ¿Se masturbó nuestro padre o nuestra madre en los
días u horas anteriores a nuestra concepción? ¿Alguno de ellos era bisexual o alguno de
ellos le estaba siendo infiel a su pareja en ese momento? Cuando fuimos concebidos,
¿nuestra madre contenía esperma
esperma de un solo hombre o contenía esperma de dos o
incluso más? ¿Es el hombre al que llamamos nuestro padre en realidad el hombre que
produjo el esperma que fertilizó el óvulo del que nos desarrollamos?

guerra. Muy pocos (menos del 1 por ciento) de los espermatozoides en una eyaculación
humana son la élite, fértiles 'captadores de óvulos'. El resto son espermatozo
espermatozoides
ides infértiles
'kamikaze' cuya función no tiene nada que ver con la fertilización como tal, sino con evitar Estas cosas habrán marcado una diferencia en nuestros orígenes personales, y la
que el esperma de otro hombre fertilice el óvulo. comprensión de las formas precisas en que lo hicieron es uno de los resultados más
interesantes de la nueva revolución.
La guerra de esperma es una historia en sí misma, pero también tiene consecuencias La mayoría de las personas, por supuesto, son concebidas durante un acto sexual
de gran alcance en todos los niveles del comportam
comportamiento
iento sexual humano. En parte rutinario entre un hombre y una mujer que viven juntos en algún tipo de relación a largo
conscientemente, pero mucho más importante inconscientemente, todas nuestras plazo. Esto es cierto ahora y probablemente lo haya sido durante al menos los últimos tres
 actitudes, emociones,
emociones, respuestas y comportamientos sexuales giran en torno a la guerra
de esperma, y todo el comportamiento sexual humano puede reinterpretarse desde esta
nueva perspectiva. Por lo tanto, la mayor parte del comportamiento masculino es un
intento de evitar que una mujer exponga su esperma a la guerra o, si falla en esto, darle
a su esperma la mejor oportunidad de ganar esa guerra. La mayor parte del
comportamiento
comportamiento femenino es un intento de superar en maniobras a su pareja y a otros
machos, o de influir en cuál de los machos
xi
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PREFACIO
En 1995, el Dr. Mark Bellis y yo publicamos un libro llamado Competencia
de esperma humano: cópula, masturbación e infidelidad. En ese libro,
publicado por Chapman & Hall, presentamos los resultados de investigaciones
biológicas recientes, muchas de ellas propias, sobre las repercusiones para
la sexualidad humana del riesgo de la guerra de espermatozoides.
Argumentamos que casi todos los aspectos de la sexualidad humana,
incluyendo gran parte de lo familiar y monótono, debían sus características a
la ocurrencia, o al menos al riesgo, de la guerra de espermatozoides. Si
desea leer una justificación científica de las ideas y afirmaciones hechas en
este libro, lea Competencia de esperma humano. Necesariamente, ese libro
está lleno de jerga, datos, gráficos y tablas, que inevitablemente lo alejan de
la experiencia de la mayoría de las personas. Sin embargo, contiene una
interpretación y explicación de todo el comportamiento sexual que está dentro
de la experiencia de la mayoría de las personas:
comportamiento que a menudo parece irracional e inexplicable. La
investigación muestra, sin embargo, que el comportamiento sexual, en todas
sus formas mundanas, vergonzosas, placenteras, arriesgadas, criminales,
amorales y exóticas, obedece a reglas fundamentales.
Para ilustrar estas reglas y dar vida al comportamiento, he escrito este
libro como una serie de escenas ficticias. Cada escena implica algún tipo de
conflicto sexual: entre hombres, mujeres o, con mayor frecuencia, entre
hombres y mujeres. Muchas escenas también involucran una u otra faceta
de la guerra de espermatozoides que, según argumento a lo largo del libro,
es el elemento subyacente en todo comportamiento sexual. Cada pieza de
ficción es seguida por una interpretación del comportamiento recién
presenciado, desde el punto de vista de un biólogo evolutivo.
Las escenas de ficción muestran a las personas actuando esas
estrategias sexuales que han sido los principales objetivos de investigación
e interpretación en los últimos años. Si bien he extraído evidencia sobre
cómo se comportan las personas a partir de una amplia gama de encuestas
científicas y estudios experimentales en los que, en total, han participado
miles de personas en todo el mundo, las historias en sí mismas, naturalmente,
son artificiales. Después de todo, su objetivo es mostrar a las personas que
experimentan costos y beneficios particulares de su comportamiento sexual
para ilustrar claramente
xiv
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PREFACIO
información y explicación que requieren en el tratado que escribí con Mark
Bellis.
No todos mis compañeros académicos estarán de acuerdo con mi
interpretación o incluso con los detalles de lo que sucede entre hombres y
mujeres, entre el esperma y el tracto femenino, entre el esperma y el óvulo,
o entre los propios espermatozoides. Hay personas, eminentes en sus
campos, que considerarán que todo este libro es una ficción, tanto las
interpretaciones como las escenas. Que así sea. La cuestión es que he
optado por contar una historia, una historia basada en una interpretación
académica genuina de investigaciones recientes. Aparte de este punto de
partida autoimpuesto, mi principal consideración a partir de entonces es
que la historia debe ser consistente e interesante. Ni siquiera he comenzado
a presentar todos los lados de las opiniones de otras personas. De haberlo
hecho, el libro habría resultado confuso, demasiado largo e incluso aburrido.
o cuatro millones de años. Tales concepciones pueden parecer monótonas, pero incluso
el sexo rutinario tiene sus sorpresas, como espero que este libro ilustre. Y para esas una
de cada cinco personas que no son producto del sexo rutinario, hay una historia aún más
interesante detrás de su concepción. Muchos de esos
las historias se cuentan en este libro.
XIII
PREFACIO
la subsiguiente prueba e interpretación. Mi desafío era crear personajes y
escenarios que ofrecieran una pieza de ficción razonablemente entretenida
y plausible, y que al mismo tiempo reflejaran esa evidencia.
Al escribir estas historias, me he basado en información menos global
que los estudios y experimentos mismos, y aunque algunas historias se
originan en informes de noticias en los medios, la mayoría se derivan de
eventos en mi propia vida y la vida de amigos cercanos y familiares. Todas
las escenas se han inspirado en hechos reales.
Aun así, mis amigos no deben perder el tiempo tratando de adivinar
identidades, ni el lector debe perder el tiempo tratando de identificar noticias
particulares. Cada personaje es una amalgama y cada historia un mosaico
de varios eventos diferentes. Además, cada personaje descrito podría ser de
cualquier raza (y casi cualquier nacionalidad), y cada escena podría estar
ambientada en casi cualquier país.
No todos los eventos en cada escena se interpretan en el acto, pero cada
elemento de comportamiento mencionado se interpreta por derecho propio
en alguna parte del libro. Por ejemplo, he dedicado dos escenas a la
masturbación, una masculina (Escena 12) y otra femenina (Escena 22).
Después de cada una de estas escenas, analizo la función de la masturbación.
En otros lugares, las escenas de comportamiento sexual a menudo involucran
personajes que se masturban o se han masturbado, sin que yo interprete su
comportamiento en ese momento y lugar. Pero una vez que se han recogido
las funciones de la masturbación de sus escenas dedicadas, la participación
de la masturbación en otras escenas debería quedar clara.
Al escribir mis interpretaciones, he tratado de no caer en el estilo
académico que es mi inclinación natural. He tratado de evitar mencionar
demasiado los números y, cuando una explicación en particular es compleja,
he tratado de dar una versión breve y entretenida, incluso si eso significa
sacrificar la precisión académica. También he evitado usar las palabras
'probablemente' y 'posiblemente' en muchas ocasiones cuando, estrictamente
hablando, eran necesarias. Cualquier lector con formación científica que se
sienta frustrado por la falta de rigor académico en mi texto debe buscar la
XV
PREFACIO
en la Escena 33 en relación con la violación, el primer paso para lidiar con
el comportamiento antisocial es comprenderlo, y ese y nada más es el
objetivo de todas mis interpretaciones.
Este libro nunca podría haberse escrito si no hubiera sido por mi
colaboración científica con Mark Bellis. Tengo una gran deuda con él.
Durante siete años, desde 1987 hasta 1994, discutimos, investigamos y
discutimos sobre todos los aspectos de la sexualidad humana. No estuvimos
de acuerdo en todo, pero en un grado sorprendente, uno u otro de nosotros
finalmente se convenció de los argumentos del otro:
suficientemente persuadido, es decir, a colaborar en la redacción del
libro académico que es la base científica de éste.
Aunque Mark no estará de acuerdo con todas las ideas que presento aquí,
algunas de las cuales han surgido desde que dejó la Universidad de
Manchester para comenzar su importante trabajo sobre la epidemiología
 Manchester para comenzar su importante trabajo sobre la epidemiología
Las interpretaciones de otras personas se discuten y evalúan extensamente
del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, la mayoría de las
en Human Sperm Competition, en el que Mark Bellis y yo decimos
ideas presentadas aquí son tanto suyas como la mía. Sin embargo, no
precisamente por qué pensamos que la historia que presento aquí es la
mejor disponible actualmente. Habiendo discutido el caso allí, me siento debe responsabilizarse por la forma en que se presentan estas ideas.
Naturalmente, él también está totalmente libre de culpa por mis representaciones ficticias.
libre aquí para contar la historia de la manera más simple y entretenida que pueda.
También agradezco a Fourth Estate, en particular a Michael Mason y
Uno de los problemas que encontré al escribir este libro es que gran
Christopher Potter, por mostrar lo que considero un gran coraje al publicar
parte del comportamiento que intento interpretar requiere una imagen
este libro, no por el tema sino por su confianza en que realmente podría
totalmente explícita de lo que sucede. Muchas de las escenas y detalles
entregar un producto vendible. Antes de que me ofrecieran su apoyo, no
que describo podrían, en otro contexto, ser considerados pornográficos. He
tenía motivos para pensar que podría escribir un libro como este, habiendo
tratado de no ser innecesariamente explícito y espero que, por cada escena
escrito anteriormente solo textos académicos. Espero que el resultado final
o detalle que un lector pueda encontrar vergonzoso o excitante, las
haya justificado su confianza inicial.
explicaciones que siguen proporcionen una justificación adecuada.

Con mucho, mi mayor agradecimiento debe ir a mi socia, Elizabeth

Tengo un problema adicional. Una gran parte del comportamiento que
Oram, quien me animó y ayudó en cada paso del camino. Lo hizo a pesar
describo e interpreto es, para muchas personas, en el mejor de los casos,
de la considerable incomodidad física: la concepción, gestación y parto de
amoral y, en el peor, criminal. Desde mi punto de vista, lo más importante
este libro coincidieron con la concepción, gestación y parto de nuestro
es que no adopte ninguna postura moral. Como biólogo evolutivo, mi
segundo hijo. El libro fue concebido durante el desayuno de un sábado de
objetivo es interpretar el comportamiento humano sin prejuicios ni críticas.
octubre de 1994, tres meses después de la concepción de nuestro hijo. Sin
El peligro es que mucha gente interpretará mi falta de crítica de ciertas
su apoyo inmediato, nunca me hubiera atrevido a emprender este proyecto.
formas de comportamiento como que apruebo o aliento ese comportamiento.
Sin embargo, como explico

xvi 17

 
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PREFACIO

A medida que Liz y el libro crecían, aplicó sus considerables

habilidades editoriales y de escritura para evitar que cometiera
muchos de los errores que me habrían expuesto como el novato CAPÍTULO UNO

que soy en el género popular. Primero, me salvó de mi impulso de

ser aún más gráfico en mi descripción de las escenas sexuales de
lo que soy. Si los resultados finales son interesantes y explícitos,
pero aún así de buen gusto, deben mucho a su moderación y sus
consejos. En segundo lugar, me salvó tanto como pudo de ser
extravagantemente pomposo y didáctico al escribir las
interpretaciones. Si el libro todavía contiene elementos de
pornografía o pomposidad, la culpa no es de sus consejos sino de
mi terquedad y renuencia a matar palabras que con tanta dificultad concebí.
Finalmente, cuando la carrera por entregar el manuscrito antes de
que Liz diera a luz a nuestro bebé cobraba impulso, ella hizo todo lo
posible para asegurarse de que no sacrificara la calidad por la velocidad.
Para tener tiempo libre para terminar el manuscrito, ella me permitió eludir
muchas de mis responsabilidades paternas y domésticas. Ni una sola
vez me hicieron sentir culpable. Además, leyó y releyó borradores
sucesivos de cada escena e interpretación cada vez que se lo pedía,
incluso a altas horas de la noche. A lo largo de toda la presión, cuando
podría haber decidido tan fácilmente que este o aquel párrafo descuidado
'sería suficiente', ella nunca permitió que sus estándares editoriales cayesen.
¡Su esfuerzo final fue sobrehumano! Cuando no pude completar
el manuscrito antes de la fecha prevista de parto de nuestro bebé,
ella aguantó y se negó a dar a luz durante diez días más. Gracias
al tiempo que me dio, logré entregar el manuscrito a Fourth Estate
 justo antes de que naciera nuestra primera hija, Amelia, el 25 de abril.
1995.
los
Juego de generación
ESCENA 1
¿Tío abuelo quién?
Los rostros de la fotografía marrón arrugada miraban impasibles
a la mujer, sus miradas abarcaban los cien años entre ellos.
Le encantaba esta fotografía ya menudo pedía verla cuando visitaba a su
abuela. Los rostros pertenecían a tres niños pequeños, todos muertos
hace mucho tiempo, congelados en el tiempo por una cámara antigua en
un momento temprano en sus vidas. Estaban de pie en una fila, los más
altos y los más viejos a la izquierda, los más bajos y los más jóvenes a la
derecha. Los dos niños de cada extremo tenían unos diez y dos años, la
niña bonita del medio unos cinco.
Cada vez que la joven miraba estos rostros, percibía una
continuidad con el pasado que nunca experimentó en ningún
otro momento. La fotografía mostraba a su bisabuela con sus
dos hermanos. Pero, con muy poca imaginación, podría ser
ella quien mira desde la fotografía, no su bisabuela. El parecido
entre ellos cuando eran niños era asombroso. Su abuela lo
llamó 'la cara de la familia', ya que muchos de su clan tenían la
misma estructura ósea y los mismos ojos.
La mujer miró la fotografía un poco más, luego le pidió a su
abuela que le contara la historia de su familia 'solo

xviii 1

 
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GUERRAS DE ESPERMA EL JUEGO DE LA GENERACIÓN

 una vez más'. Antes de hablar, la anciana buscó a tientas el frente del álbum
y sacó una hoja grande de papel. Este árbol genealógico era su orgullo y
alegría y le encantaba mostrárselo junto con las fotografías a sus numerosos
nietos.
La joven se concentró mucho mientras su abuela hablaba, determinada
esta vez a recordar lo dicho. Sabía que uno de los niños de la fotografía no
había vivido lo suficiente para tener hijos. Su bisabuela, sin embargo, no solo
sobrevivió sino que también escapó de la pobreza de su entorno familiar. Era
una niña bonita que se había convertido en una hermosa joven, perseguida
por todos los jóvenes del pueblo. Un día, mientras trabajaba como sirvienta
en una casa numerosa, quedó embarazada del hijo del dueño. El bebé era su
abuela, la narradora de la historia.
En lugar de ser repudiada y expulsada, su bisabuela fue bienvenida en la
familia. Todo sucedió tan rápido que, a pesar de los chismes, nadie supo con
certeza que el bebé había sido concebido ilegítimamente. Luego, la joven
pareja vivió junta con relativa comodidad por el resto de sus vidas y tuvo cuatro
hijos más. Todos eran niños y, algo inusual para su generación, todos habían
sobrevivido.
La abuela señaló entonces al niño mayor de la fotografía, su tío. No había
tenido tanta suerte como su hermana.
Al no poder escapar de la pobreza en la que había nacido, había trabajado
duro toda su vida. Al igual que su hermana, también tuvo cinco hijos.
Tres habían muerto de bebés, y uno de los supervivientes, un niño, había
muerto en la guerra cuando solo tenía dieciocho años. La otra sobreviviente,
una niña, era infértil y murió sola, en la cincuentena, unos años después que
su pareja. El niño más pequeño, el de los ojos brillantes y la sonrisa, había
muerto de sarampión unos dos años después de que se tomara la fotografía.
La joven estudió detenidamente el árbol genealógico con su abuela. El
árbol tenía forma de pirámide, tres nombres en la parte superior, los tres niños
pequeños de la fotografía, y unos cincuenta en la parte inferior, la propia
generación de la mujer. Entonces, de repente, notó algo que nunca antes se
le había ocurrido:
2 3
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GUERRAS DE ESPERMA
sexualidad', transmitida a tantas personas por los fundadores de la
dinastía, sus bisabuelos. Nadie habrá heredado directamente la
sexualidad del tío abuelo que. Cualquiera que haya sido su estrategia
sexual, no tuvo éxito y no dejó descendientes para heredar esa estrategia.
Es irrelevante para nuestra generación si la gente en el pasado quería
muchos hijos y nietos o si simplemente sucedió. El único factor que
moldea nuestras características es quién tuvo hijos en el pasado (y
cuántos) y quién no. La bisabuela y el bisabuelo en la Escena 1
probablemente se sintieron más consternados cuando su diversión
sexual produjo un hijo.
Pero si no lo hubiera hecho, la mujer más joven y sus cincuenta o más
contemporáneos de la familia no habrían vivido. En efecto, cada
generación juega un juego en el que sus miembros compiten para pasar
sus genes a la siguiente generación. Cada generación tiene sus
ganadores, como la niña bonita de la foto, y cada una tiene sus
perdedores, como sus dos hermanos y su tío abuelo. Somos los
descendientes de los ganadores, las personas cuya estrategia sexual rindió frutos.
El juego generacional no ha terminado. Continuará mientras algunas
personas en una generación tengan más hijos que otras. En nuestra
propia generación, el juego es tan activo y cruel como siempre. Seguirán
siendo los genes de aquellos entre nosotros que producen la mayoría de
los descendientes los que caracterizarán a las generaciones futuras, no
los genes de aquellos que producen pocos o ninguno.
Ya sea que lo sepamos o no, queramos o no, y nos importe o no,
todos estamos programados para tratar de ganar el juego de reproducción
de nuestra generación; todos estamos programados para perseguir el
éxito reproductivo. Nuestros ancestros exitosos nos han ensillado
inevitablemente con instrucciones genéticas que nos dicen no solo que
debemos competir, sino también cómo hacerlo. Inevitablemente, algunos
de nosotros habremos tenido antepasados más exitosos que otros, de
modo que incluso en nuestra generación habrá algunas personas que
hayan heredado instrucciones para estrategias potencialmente mejores.
Cuando nuestra generación llegue a calcular su puntaje final, algunas
personas lo habrán hecho mejor que otras. Estamos a punto de comenzar
cada una de las cincuenta personas de su generación se remontaba a su
bisabuela, la niña bonita de la foto. Ninguno, por supuesto, se remontaba a
ninguno de esos dos chicos.
La joven se inclinó para mirar el árbol genealógico más de cerca. Estaba
buscando a otros que, como los dos muchachos, no tuvieran descendientes
vivos y cuyas líneas en el árbol, por lo tanto, terminaran en el aire. El más
conspicuo era uno de los hermanos de su abuela, el tío abuelo cuyo nombre
nunca pudo recordar pero que se decía que tenía una nariz de forma muy
extraña.
Vio dos líneas más que terminaban en el aire antes de que su postura se
volviera demasiado incómoda. Incapaz de seguir inclinada hacia adelante, se
enderezó y se alejó del papel y las fotografías. Mientras lo hacía, el bebé en
su matriz pateó. Ella hizo una mueca, luego sonrió y se sostuvo el estómago.
Al menos su línea no iba a terminar en el aire.
nuestras características personales dependen de nuestros genes — chemi
O instrucciones cal en cuanto a cómo debemos desarrollar y funcionar.
Estas instrucciones están empaquetadas en espermatozoides
espermatozoides y óvulos y se transmiten a
través de nuestro árbol genealógico, y finalmente nos llegan a través de nuestros padres genéticos.
Y heredamos más que nuestro 'rostro familiar' a través de estos genes:
también heredamos muchos aspectos de nuestra fisiología, psicología y
comportamiento, incluido gran parte de nuestro comportamiento sexual.
La tarea de este libro es averiguar por qué nos comportamos sexualmente
como lo hacemos. Nuestro enfoque es simple. Nos preguntaremos por qué
las personas con algunas estrategias sexuales (patrones de comportamiento
sexual) tienen más éxito reproductivo que las personas con otras. Nuestra
medida del éxito será la cantidad de descendientes que las personas logren,
porque esto es lo que da forma a las generaciones futuras.
Las familias y las poblaciones quedan dominadas por los descendientes
de sus antepasados más exitosos. También se vuelven dominados por las
características de esas personas. En la escena que acabamos de ver, la
generación de la mujer más joven estaba dominada por su
la cara de la bisabuela, no por la nariz del tío abuelo. Por lo que ella sabía,
su generación también estuvo dominada por una 'familia
CAPITULO DOS
Sexo de rutina
ESCENA 2
Servicio normal
Es tarde en la noche del sábado y un hombre y una mujer de veintitantos
años se están preparando para ir a la cama. Mientras vagan por sus
habitaciones, atendiendo a las minucias de la vida, están desnudos. Para
ellos, esto es habitual y sin importancia sexual. Ya no se emocionan
simplemente por estar desnudos en presencia del otro. De hecho, ahora
apenas notan el cuerpo del otro. Como es sábado por la noche, saben
que tendrán sexo antes de irse a dormir. Sin embargo, mientras siguen
distraídamente sus rutinas separadas, no hay indicios de juegos previos,
incluso cuando en ocasiones sus caminos hacen que sus cuerpos se
rocen entre sí.
Hace una semana que tuvieron sexo, de hecho, el sábado pasado. Hace
cuatro años, cuando se conocieron, tenían sexo al menos una vez al día
(excepto durante los períodos menstruales de ella, cuando ninguno de los
dos estaba particularmente interesado). En aquellos primeros días habrían
ridiculizado la posibilidad de tener relaciones sólo una vez en una semana
entera. Ahora, una vez por semana se había vuelto cada vez más común,
aunque su rutina habitual seguía siendo tener sexo dos veces por semana.
Hasta, es decir, hace dos meses cuando habían dejado de usar anticoncepción.
No es que tuvieran prisa por tener hijos. Todavía no habían
contemplado las serias campañas nocturnas de concepción en las que
algunos de sus amigos treinta y tantos se habían deleitado.
 a investigar por qué algunas personas tienen más éxito que otras en el
 juego de generación de la vida.
4 5
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GUERRAS DE ESPERMA
describiéndoles. Más bien, prefirieron dejarlo en manos del destino (y hasta
ahora el destino había decretado 'no concepción'). Ambos habían encontrado
una leve excitación sexual en la posibilidad de concebir y durante un tiempo
su ritmo había vuelto a ser de tres o cuatro veces por semana. Esta
semana, sin embargo, había sido diferente. Un par de salidas nocturnas
separadas y, si eran honestos, una frialdad inexplicable entre ellos había
conspirado en contra de que llegaran a tener sexo.
La calidez habitual de su relación no había regresado por completo hasta
este sábado por la mañana mientras conducían en una visita acordada
previamente a su hermana. Incluso ahora, cuando finalmente se metían en la
cama, ambos podían sentir el legado de la frialdad de la semana. Fue con
cierta vacilación que el hombre hizo sus primeros contactos vacilantes con el
cuerpo desnudo de su pareja. Sin embargo, una vez que comenzaron,
rápidamente se deslizaron en su rutina habitual.
Comienza besando suavemente su rostro y acariciando sus senos.
Luego se besan profundamente. Él le acaricia las piernas hasta las rodillas.
Después de un rato, baja y le chupa los pezones. Todo este tiempo, ella
le acaricia la espalda y las nalgas superficialmente. Esta noche, como
suele ser el caso, no puede concentrarse y su mente sigue regresando a
las conversaciones con su hermana más temprano en el día. Ella vuelve
al presente cuando él le coloca la mano entre las piernas, le mueve el
vello púbico más largo, le abre los labios e inserta un dedo para comprobar
si está mojada. Él piensa que ella está lista. Ella sabe que no lo es y se
estremece ante la perspectiva de una penetración sin lubricar. Ella mueve
su mano, encuentra su pene y lo aprieta suavemente, en parte para ver
qué tan listo está, pero principalmente para retrasar su movimiento hacia
la posición. Brevemente, su estratagema funciona. Hace una pausa para
saborear la sensación y responde con un masaje poco entusiasta de sus genitales.
A pesar de que su masaje pasa por alto su clítoris por un centímetro, detecta
(o imagina) un aumento de la humedad en su dedo dentro de su vagina.
Mueve su mano y comienza a cambiar su cuerpo a la posición del misionero.
Ella mantiene su mano sobre su pene, y cuando llega el momento ayuda a
guiar su punta hinchada a su posición. Ella deja su mano entre ellos durante
unos segundos para evitar que empuje demasiado fuerte, demasiado pronto
(todavía no está lo suficientemente húmeda). Entonces, ella no tiene alternativa.
6 7
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GUERRAS DE ESPERMA
relación. Mientras que la mayoría de las escenas del libro involucrarán a diferentes
personajes en diferentes situaciones, estas primeras (Escenas 2 a 7) siguen a una
sola pareja. Nos quedamos con ellos y seguimos su rutina sexual hasta que la
mujer concibe y nosotros
han desentrañado la historia completa detrás de su concepción.
Mientras interpreto estas primeras escenas, aprovecho para explicar algunos
conceptos básicos de la sexualidad humana. Muchos de estos serán bien conocidos
por los lectores, pero garantizo algunas sorpresas. Algunas de las descripciones
descripciones
pueden parecer un poco detalladas, pero este detalle ayudará más adelante
cuando discutamos algunos de los aspectos más interesantes del comportamiento
sexual humano, como la masturbación masculina y femenina y el orgasmo
femenino.
Cualquiera que haya vivido alguna vez una relación sexual durante algunos
años debería encontrar elementos familiares en la escena que acabamos de
presenciar. De hecho, es tan familiar que existe el peligro de pasar por alto la
sutileza del comportamiento de ambas personas. Aquí nos encontramos con una
pareja que ha tenido sexo con penetración quizás quinientas veces en los cuatro
años de su relación. Sin embargo, ninguna de esas inseminaciones ha conducido
a un embarazo. Por supuesto, han estado usando anticonceptivos, pero de vez en
cuando habrán sido descuidados y la mujer podría haberse quedado embarazada,
pero no lo hizo. Ahora han dejado de tomar anticonceptivos, pero ella todavía no
SEXO RUTINARIO
Pero abandonarle el acto a él. Pasa un tiempo antes de que su suave
movimiento hacia adelante y hacia atrás haga que los lubricantes de ella
realmente comiencen a fluir y su pene pueda entrar por completo.
Hasta que estuvo lubricada, la mujer había centrado su mente en sus
genitales y en la mecánica de la penetración. Pero una vez que ella está
lubricada y él comienza la rutina de empujar, su mente vuelve a su hermana.
Su atención vuelve al presente solo cuando él hace un movimiento incómodo.
A pesar de su abstracción, los años de práctica le permiten sincronizar los
ruidos silenciosos de su garganta con las embestidas del hombre. Entonces,
de repente, su mente vuelve al miércoles por la noche y al hombre que había
coqueteado
mente, es él con ella cuando
encima estaba
de ella. Su con un
corazón se grupo desu
acelera, amigas.
brea seAhora, enysusus
acelera
ruidos se vuelven más fuertes. Pero justo cuando su fantasía comienza a
tomar forma y siente que i ncluso podría correrse, su pareja hace un empujón
particularmente incómodo. Su fantasía desaparece. El momento se ha ido, y
al segundo siguiente se da cuenta de que está eyaculando. Ella emite un
sonido para cada una de sus contracciones, luego se relaja con él mientras
su pene se encoge dentro de ella. Impaciente por que él se quite su ahora
peso muerto, ella tose suavemente. Su apéndice fláccido es expulsado, él se
aparta de ella y se deslizan en su habitual abrazo poscoital. Ambos se sienten
culpables por no haberse esforzado más por el bien de su pareja y ambos se
sienten deprimidos. Brevemente, intercambian mentiras sobre lo placentero
que había sido todo antes de finalmente caer en el sueño poscoital.
o la mayoría de las personas, la situación más común en la que tienen
F las relaciones sexuales son en casa y con una pareja a largo plazo.
Rápidamente, tales relaciones sexuales se convierten en una cuestión de
rutina dentro de la relación; pero, por rutinaria que sea, juega un papel
sorprendentemente importante en la búsqueda del éxito reproductivo del
hombre y la mujer.
Este capítulo consta de las Escenas 2 a 5, cada una de las cuales
explora una o más facetas de las relaciones sexuales dentro de un largo plazo
SEXO RUTINARIO
para otros primates, probablemente somos bastante promedio en términos de
número de inseminaciones por descendencia. Palidecemos hasta la insignificancia
en comparación con los chimpancés pigmeos, que parecen estar siempre teniendo
sexo. Fuera de los primates, el león, que toma tres
mil inseminaciones para producir otro león, también nos gana con bastante facilidad.
Algunas aves pueden aparearse solo un puñado de veces por cada polluelo, pero
otras son casi iguales a nosotros y se aparean cientos de veces para producir cada
ave joven. Entonces, ¿por qué nosotros, y todos estos otros animales, nos
apareamos tan a menudo si no es para procrear?
¿Cómo ayuda el sexo rutinario tanto a hombres como a mujeres en su búsqueda
del éxito reproductivo?
La explicación que se suele sacar a relucir es que nosotros (y presumiblemente,
por lo tanto, todos estos otros animales) tenemos sexo porque lo disfrutamos,
porque nos brinda placer. ¿Pero es eso realmente cierto? Mira a la pareja en
nuestra escena de nuevo. Por supuesto, en esas primeras semanas de su relación
cuando tenían sexo todos los días, la penetración, el contacto e incluso la
perspectiva de estar desnudos juntos era emocionante para ambos. Además, por
supuesto, incluso desde esa primera oleada de excitación, uno, el otro o ambos
habrán obtenido ocasionalmente verdadero placer de una relación sexual. Pero
recientemente, nuestra pareja ha experimentado ese placer con menos frecuencia.
En la escena que acabamos de presenciar, ninguno de los dos tenía muchas ganas
 ha concebido.
de sexo y, si ambos habían sido honestos, ninguno de los dos obtuvo tanto placer
de su relación.
Claramente, no han repetido este acto en particular quinientas veces para
tener hijos. Tampoco son inusuales en esto. El hombre y la mujer promedio, sin
importar si viven en la selva del desierto de Kalahari o en una casa de varios La mujer ciertamente no lo hizo. Todo el proceso fue incómodo, incluso un poco
dormitorios
doloroso, y casi totalmente infructuoso. Había experimentado mucha más excitación
casa ejecutiva, tendrá sexo con penetración de dos a tres mil veces en su vida. sexual simplemente coqueteando con otro hombre el miércoles anterior que con el
Sin embargo, incluso sin la anticoncepción moderna, la mayoría de las personas
sexo completo con su pareja este sábado. En cuanto al hombre, estaba aburrido
tienen menos de siete hijos. durante los juegos previos, irritado por tener que insertarse en una vagina sin
Esto da como resultado unas quinientas inseminacione
inseminaciones
s para producir cada niño, lubricar, y aburrido e irritado esperando que ella se excitara mientras él empujaba.
aunque la cifra precisa no es importante. Cualesquiera que sean los finos detalles Tuvo una breve sensación placentera en los segundos previos a la eyaculación,
de la aritmética, la conclusión es ineludible. pero casi inmediatamente después se hundió en una depresión llena de culpa.
Desde el punto de vista del éxito reproductivo, las personas no tienen relaciones Además, no sólo la pareja había ganado poco
sexuales rutinarias principalmente
principalmente para tener hijos.
Los humanos tampoco son únicos en este sentido. De hecho, comparado

8 9

 
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GUERRAS DE ESPERMA SEXO RUTINARIO

placer de su unión, ambos sabían que no lo harían incluso antes de comenzar. otras cosas, como alimentarse, solo para poder vigilarla de cerca.

Entonces, ¿por qué esta pareja tuvo relaciones sexuales este sábado por la Por el contrario, muchos otros primates, particularmente aquellos que, como los
noche en particular, y por qué lo harán una y otra vez durante las próximas semanas,
humanos, forman relaciones monógamas (gibones, por ejemplo), ocultan su fertilidad
meses e incluso años?
en lugar de anunciarla. ¿Por qué? Bueno, si el macho no sabe cuándo la hembra es
En su sentido más general, la explicación del sexo rutinario es tautológica. Los más fértil, no puede cuidarla tan intensamente. Después de todo, no puede dejar de
cuerpos de hombres y mujeres están programados por sus genes para buscar sexo
comer y dormir indefinidamente. Entonces, al ocultar su fertilidad, una primate hembra
con sus parejas a intervalos, como una cuestión de rutina, ya sea que sus cerebros
se da mucho más control sobre cuándo y por quién concibe. En particular, hace que
vean una buena razón para ello o no. ¿Por qué? Porque el sexo rutinario en realidad
sea más fácil para ella ser infiel a su pareja si alguna vez quiere o necesita serlo. Esto
puede marcar la diferencia en el número y la calidad de los hijos, nietos, bisnietos,
funciona para las mujeres tan bien como para los gibones.
etc., que puedan tener los hombres y las mujeres.

Puede hacerlo a pesar de conducir a la concepción en solo una de cada quinientas

La elegancia y la eficacia de la capacidad de una mujer para ocultar su fertilidad a
ocasiones. Además, lo hace sin que el cerebro consciente lo sepa y, en la mayoría de
los hombres es impresionante. Por un lado, su cuerpo crea un entorno en el que la
los casos, sin que realmente le importe.
concepción es relativamente fácil, pero solo si el momento es absolutamente adecuado.
Por otro lado, su cuerpo no le da absolutamente nada al macho que pueda ayudarlo a
Entonces, ¿cuál es el gran beneficio del sexo rutinario dentro de las relaciones
encontrar el momento adecuado. Los detalles de esta estrategia de confusión son
que no necesita la participación del cerebro consciente? los
fascinantes.
la respuesta precisa depende de si eres hombre o mujer, y nos presenta el primer
ejemplo de un tema que se repite a lo largo de este libro: lo que es mejor para una
Primero, como regla general, el cuerpo de una mujer permite que los
pareja a menudo no es lo mejor para la otra. En este caso, lo que el cuerpo de los
espermatozoides permanezcan fértiles por no más de cinco días después de haber
hombres está tratando de hacer es mantener una población de espermatozoides
sido depositados dentro de ella. En segundo lugar, los espermatozoides parecen
dentro de su pareja.
necesitar unos dos días dentro de la hembra para alcanzar su máxima fertilidad. En
Lo que el cuerpo de la mujer intenta es confundir al hombre para que nunca sepa, ni
tercer lugar, las mujeres producen solo un óvulo por ciclo menstrual, pero este óvulo
consciente ni inconscientemente, cuál es el mejor momento para inseminarla.
muere al día siguiente de haber sido producido por su ovario. Lo que todo esto significa
es que para que un hombre tenga alguna posibilidad de fertilizar a una mujer, tiene
Algunas hembras de primates, como los chimpancés y los babuinos, en realidad
que inseminarla al menos una vez durante el período de cinco días antes de que ella
anuncian cuándo son más fértiles cada mes al desarrollar grandes y visibles ovule hasta unas doce horas después. Para tener la mejor oportunidad, que todavía
hinchazones rojas y costrosas alrededor del ano y la vulva y, a veces, también
no es muy alta (alrededor de una de cada tres), debe inseminarla unos dos días antes
enrojecimiento de la piel en el pecho.
de que ovule. Un día más o menos a ambos lados de este momento óptimo y sus
Los babuinos y los chimpancés machos se excitan con estas señales y están mucho
posibilidades
más interesados en el sexo con la hembra cuando ella
disminuir dramáticamente.
está en este pico de belleza! Los machos compiten por una hembra con más fuerza
A primera vista, puede parecer que todo lo que un hombre tiene que hacer es
durante los pocos días en que es más fértil, y cada macho hace todo lo posible para
notar cuando su pareja comienza a menstruar, esperar doce días y luego inseminarla.
evitar que se aparee con otros machos. A menudo deja de hacer
De esa manera, su esperma alcanzaría la fertilidad máxima dos días después, el día
14 de su ciclo. Este es el

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GUERRAS DE ESPERMA SEXO RUTINARIO

día que muchas personas suponen marca el pico de la fertilidad de una mujer. una parte tan importante de la estrategia de su cuerpo como todos los demás
Sin embargo, el cuerpo de la mujer se burla fácilmente de una aritmética tan elementos.

simple: un ciclo menstrual predecible es una rareza en lugar de la norma, y solo
ocasionalmente una mujer ovula el día 14. La clave de la estrategia de su cuerpo
es la variabilidad y, por lo tanto, la imprevisibilidad.
La duración total del ciclo menstrual, desde el comienzo de un período hasta
el comienzo del siguiente, puede oscilar entre catorce y cuarenta y dos días. Esta
Ante una estrategia femenina tan poderosa y efectiva, el hombre no tiene
ninguna posibilidad de poder predecir el mejor momento para inseminar. Como
resultado, la única estrategia subconsciente abierta para él es tratar de mantener
una presencia continua de esperma en su pareja. De ahí la ventaja del sexo
rutinario tanto para él como para ella. Si un hombre logra inseminar rutinariamente
a su pareja cada dos o tres días, siempre debería tener esperma fértil dentro de
 variación ocurre no solo de mujer a mujer sino también de ciclo a ciclo para la
misma mujer. Además, la parte del ciclo que más varía es la parte que sería más
útil para el hombre: el número de días desde el comienzo de la menstruación
hasta la ovulación. Lejos de ser catorce días predecibles, esta fase puede variar
en duración de aproximadamente cuatro a veintiocho días en cualquier mujer
sana y normal. Ni el hombre ni la mujer pueden predecir el día más fértil de su
ciclo simplemente contando hacia adelante desde el comienzo de su período
anterior.
Por supuesto, confundir a la pareja requiere que una mujer haga más que
variar el día de la ovulación y evitar desarrollar un trasero con costras delator y
labios vulvares rojos. Incluso sin estos atributos, u na mujer delataría el juego si
mostrara interés en las relaciones sexuales solo cuando era más fértil. Ella evita
este peligro a través de una apariencia sofisticada de cambios subconscientes
en el estado de ánimo y el comportamiento. Primero, su cuerpo está preparado
para permitir que su pareja la insemine en cualquier momento de su ciclo
menstrual, tanto cuando es fértil como cuando es infértil. En segundo lugar, su
cuerpo muestra una sucesión errática de intereses sexuales genuinos, falsos y
de tómalo o déjalo a lo largo de su ciclo. Si muestra uno o dos días de interés
sexual cuando es más fértil, está bien escondido entre fases de interés señuelo
intercaladas con períodos genuinos de frialdad. Finalmente, y lo más sofisticado
de todo, confunde bien a su pareja porque también se confunde a sí misma. No
es casualidad que un
la mujer no es naturalmente consciente de cuándo es más fértil.
El desacoplamiento de su mente consciente de la fertilidad de su cuerpo es
12
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GUERRAS DE ESPERMA
tienen un tabú contra las relaciones sexuales menstruales. Encontramos la
misma reducción en la tasa de coito durante la menstruación en todos los
primates que se aparean a lo largo del ciclo menstrual, incluso en aquellos, como
los titíes, en los que no fluye sangre hacia el exterior. Esta reducción en el interés
sexual durante la menstruación no debería sorprender, porque la menstruación
es un momento de riesgo ligeramente mayor de infección tanto para hombres
como para mujeres si tienen relaciones sexuales con penetración.
En segundo lugar, y tal vez esto sea sorprendente, es más probable que una
mujer tenga relaciones sexuales de rutina en las dos semanas posteriores a la
ovulación, cuando no puede concebir, que en las dos semanas anteriores,
cuando podría concebir. La diferencia puede comenzar a detectarse
estadísticamente, pero es demasiado leve para que el hombre o la mujer la
noten. Este cambio sutil en el comportamiento no se debe a una decisión
consciente de las parejas de evitar la concepción.
Las mujeres que usan anticonceptivos confiables, incluida la píldora, muestran
los mismos ligeros cambios en el comportamiento. También lo hacen otros
primates. El cambio sutil en la disposición de una mujer a tener relaciones
sexuales con su pareja en diferentes etapas de su ciclo es hormonal, no cerebral.
Diseñar cuándo y con qué frecuencia tienen relaciones sexuales es solo una
de las formas en que el cuerpo de una mujer manipula las posibilidades de que
su pareja fertilice su óvulo. Otra forma es deshacerse de una parte o la totalidad
de su esperma. La mayoría de la gente nunca habrá mirado la mancha húmeda
en su sábana después del sexo y se habrá maravillado con el poder y la
sofisticación de las mujeres. Mi esperanza, sin embargo, es que después de leer
la siguiente escena, esa mancha húmeda nunca vuelva a parecer la misma.
14
ella, en cuyo caso, sus posibilidades de fertilizar su óvulo en un mes determinado
serán de una en tres. Sin embargo, una inseminación fallida podría ser crítica, y
en la Escena 2 lo fue.
El hombre no pudo fertilizar el óvulo de su pareja.
Cuando eyaculó dentro de ella este sábado, hacía una semana que lo había
hecho por última vez, y sus últimos espermatozoides habrían perdido su fertilidad
el miércoles. Su pareja ovuló el jueves por la noche y, aunque algunos
espermatozoides todavía estaban vivos dentro de ella el viernes, cuando su óvulo
aún estaba vivo, esos espermatozoides eran infértiles. Ella no concibió y dentro
de dos semanas comenzará su próximo período. Lo más probable es que
comience a sangrar el sábado de esa semana. Podemos predecir esto con cierta
certeza porque, a diferencia de la cantidad de días desde el comienzo de un
período hasta la ovulación, la cantidad de días desde la ovulación hasta el
comienzo del próximo período es catorce días bastante predecible, que varía solo
entre trece y dieciséis. .
Cuando ella empiece a sangrar, es casi seguro que la pareja verá su fracaso
para concebir este mes como uno conjunto.
Sin embargo, existe una interpretación alternativa: que el cuerpo de la mujer en
realidad diseñó la situación para evitar la concepción este mes, al menos a través
de su pareja.
Vimos anteriormente que las mujeres confunden a los hombres al buscar o
permitir el coito de forma errática a lo largo de su ciclo. Pero esto no es toda la
verdad. La incidencia incluso del sexo rutinario no
variar un poco durante el ciclo menstrual.
En primer lugar, tanto las mujeres como los hombres están menos dispuestos a tener relaciones sexuales.
mientras la mujer está menstruando. Incluso algunas culturas humanas
13
SEXO RUTINARIO
ESCENA 3
la sábana mojada
La mujer se agitó en su sueño poscoital cuando una sensación familiar comenzó
a hacerle cosquillas en las nalgas. Abrió los ojos y miró los núme ros rojos
luminosos en su reloj de noche. Habían pasado casi cuarenta y cinco minutos
desde que su pareja había eyaculado dentro de ella. Ahora sintió el primer indicio
de humedad saliendo de su vagina. Mientras oscilaba entre el sueño y la
conciencia, trató de decidir si levantarse e ir al baño, buscar un pañuelo
desechable o simplemente dejar que el líquido familiar rezumara de su vagina,
goteara entre sus nalgas y mojara el sábana.
Durante la semiconsciencia, su mente retrocedió siete años a su primer
semestre como estudiante. Al comienzo de su último y largo verano de colegiala,
conoció a un estudiante universitario, dos años mayor que ella. A los pocos días
de conocerse, tuvieron relaciones sexuales y, a partir de entonces, lo hicieron
cada vez que se presentó la oportunidad. Al principio habían usado condones,
pero finalmente ella accedió a tomar la píldora. Cuando terminó el verano y cada
uno se fue a sus universidades por separado, durante unos meses continuaron
su relación, turnándose los fines de semana para visitarse en sus pequeños
departamentos. En esos fines de semana, siempre pasaban la tarde del domingo
en la cama teniendo sexo. Invariablemente, se quedaban en la cama hasta el
último momento. Entonces habría una lucha loca por vestirse y llegar a la
estación a tiempo para tomar el último tren. Cada vez que regresaba de visitarlo,
podía garantizar que tan pronto como se acomodara cómodamente en su
asiento, comenzaría a sentir los frutos de su relación sexual deslizándose por
sus bragas. Luego pasaría el resto del viaje con una sensación húmeda entre las
piernas.
15

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GUERRAS DE ESPERMA
Ahora, siete años después, acostada en la cama, se despertó. Con gran
esfuerzo se levantó de la cama, se dirigió tambaleante al baño, encendió la
luz, se sentó y orinó. Cuando se puso de pie para tirar de la cisterna, miró
hacia el cuenco. Allí, en el agua, había cuatro glóbulos blancos, casi esféricos.
Mientras volvía a la cama, cruzó por su mente somnolienta que tal vez aún no
había concebido porque tenía problemas para retener el esperma. Sin
embargo, tan pronto como el pensamiento llegó, se fue, y al minuto de
acostarse estaba dormida. Esta noche, al menos, la sábana se había
mantenido seca.
Aquí hay probablemente algunos aspectos del sexo que se malinterpretan.
T y calumniado como el 'flowback', esa colección de material
que fluye hacia afuera de la vagina en algún momento después del coito.
Para la mayoría de las personas es una irritación y para algunos incluso una
preocupación, una amenaza para su fertilidad.
El flowback es una producción conjunta hombre-mujer. La parte principal
es el líquido seminal introducido por el hombre, casi todo el cual es expulsado
por la vagina. A esto la mujer agrega una cantidad de moco de su cuello
uterino. También hay células del interior de la vagina, desprendidas por el
empuje del pene. Pero las células más comunes en el flujo de retorno son los
espermatozoides, y generalmente hay millones de ellos. Desde la perspectiva
humana, es difícil ver el reflujo como otra cosa; que un evento negativo, pasivo.
A primera vista, podría parecer una transformación de imagen imposible
convertir una mancha húmeda en la sábana o un regate en la pierna en un
evento positivo y dinámico. Sin embargo, eso es justo lo que quiero tratar de
hacer. Quiero argumentar que el reflujo es una de las principales armas de
una mujer en su búsqueda del éxito reproductivo.
Una de mis fotografías favoritas de los últimos años es de una familia de
cebras: un semental, una yegua y un potro joven. El semental acaba de
inseminar a la yegua y todavía está de pie sobre sus patas traseras, con las
patas delanteras sobre el lomo de ella. El potro está mirando hacia otro lado,
aparentemente avergonzado de mirar, mientras su madre sale disparada de
su
dieciséis
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GUERRAS DE ESPERMA
cabello que estorbe y separe los labios principales para que pueda ver la
entrada a su vagina. La cámara justo dentro es el vestíbulo. Si tu vista es buena
y separas los labios vulvares lo suficientemente bien, verás, abriéndose en la
parte superior del vestíbulo, la uretra a través de la cual orina.
A continuación, deslizas dos dedos entre los labios de la vulva dentro de su
vagina y los empujas suavemente hasta donde lleguen. Primero, tenga en cuenta
que la vagina está en contacto con sus dedos en todo su recorrido. Esto se debe
a que, cuando no hay nada dentro, la vagina no es un túnel sino una hendidura,
con las dos paredes presionadas entre sí. Y la vagina no solo no es un túnel, ni
siquiera es un paso. La imagen popular de un tubo que conduce directamente al
útero a través del cuello uterino es bastante errónea. También es bastante
erróneo imaginar que los penes sin vida pueden disparar su eyaculación a través
del cuello uterino directamente al útero.
Ambas imágenes son falsas porque la vagina es, de hecho, un callejón sin salida.
Por supuesto, hay una salida al útero, pero no es directa; encontrar esa salida
requiere virtualmente un ángulo recto
girar.
Sin retirar los dedos, gire la mano de modo que el dorso quede sobre la cama
y la palma de la mano hacia arriba. La matriz, que tiene forma de pera, se
equilibra sobre el extremo más alejado de la vagina, probablemente un poco más
allá de la punta de los dedos. El extremo angosto de la pera es el cuello uterino y
es el cuello uterino el que penetra el techo de la vagina, sobresaliendo un par de
centímetros. Si tus dedos son lo suficientemente largos (muchos no lo son), sus
puntas pueden sentir el cuello uterino atravesando el techo vaginal. El cuello
uterino tiene un canal angosto que lo atraviesa, y es este canal el que conecta la
SEXO RUTINARIO
vagina un dramático chorro de reflujo. En cebra, a los pocos minutos de la
inseminación, la yegua expulsa rápidamente la mayor parte de la eyaculación
del semental. Las mujeres no son tan descaradas como las cebras hembras,
y podría parecer que un regate por la pierna difícilmente puede compararse
con la vigorosa respuesta de la cebra. Pero como parte de mi investigación he
tenido que interesarme más en los flujos de retorno que en
quizás la mayoría de la gente, y puedo informar que las mujeres no necesitan, en
realidad, sentirse inferiores en absoluto a este respecto.
La mujer en la Escena 3 notó glóbulos blancos en el inodoro después de
haber orinado. Si es mujer, intente usar un espejo para observar cómo emerge
el reflujo cuando orine entre treinta y cuarenta y cinco minutos después del
coito. No puedes hacer esto en un inodoro, así que trata de orinar en un baño
vacío. Agachate.
Separe el vello púbico y los labios de la vulva para que la orina salga a
chorros. Elige tu momento. Espere hasta que pueda sentir que el reflujo se
acumula, luego orine. Mirándolo desde un lado, verá que el chorro de orina
sale disparado de la uretra mientras que, aproximadamente un centímetro
más abajo, cuando los músculos correctos se contraen, el reflujo sale de la
vagina con una fuerza impresionante. (Si es hombre, vea si puede persuadir
a su pareja para que le permita verla expulsar el flujo de retorno). Ya sea que
sea hombre o mujer, le quedarán muy pocas dudas de que el flujo de retorno
es la eyección de la hembra de parte del inseminado . que acaba de recibir
del macho.
Las mujeres y las cebras no son los únicos dos animales hembras capaces
de hacer esto. Monos, conejos, ratones, gorriones, y probablemente todas las
demás hembras de mamíferos y aves, también expulsan un flujo de retorno.
¿Cómo lo hacen las hembras? Antes de que pueda explicar lo que sucede
en los humanos, necesito hacer dos cosas. Primero, necesito describir con
cierto detalle la arquitectura del tracto reproductivo de una mujer.
En segundo lugar, necesito describir lo que sucede con la eyaculación en esa
crítica primera media hora más o menos después de la inseminación. Estas
las descripciones llevarán algún tiempo.
Imagina que eres médico y que estás a punto de
Dale a la mujer en la cama frente a ti un examen interno. Ella está acostada
sobre su espalda. Primero, te separas de cualquier pubis
17
SEXO RUTINARIO
es la principal contribución de la mu jer al reflujo y tiene un
papel protagónico en este libro. Para comprender gran parte de la sexualidad
humana, debemos apreciar la belleza de la mucosidad de una mujer y las cosas
asombrosas que hace con ella. Ella tiene necesidades complejas de moco
cervical. Por un lado, es su última defensa contra las bacterias y otros organismos
patógenos que siempre intentan invadir su cuello uterino y matriz. Por otro lado,
lo necesita para permitir el paso de los espermatozoides al entrar y al flujo
menstrual al salir.
En otras palabras, lo necesita para funcionar como un filtro de dos vías.
La mayoría de la gente piensa que la mucosidad es una sustancia amorfa y
desordenada, probablemente porque su principal contacto es con la mucosidad
que sale de la nariz. Moco cervical
puede verse y sentirse como mucosidad nasal, pero en realidad es muy diferente.
Es un material maravilloso con una estructura inmaculada y es absolutamente
vital para la salud, la seguridad y el poder sexual de la mujer. Contiene fibras y
está permeado por canales.
La mayoría de estos canales son muy estrechos, algunos solo tienen el ancho
de dos cabezas de esperma una al lado de la otra, pero no obstante, son las
carreteras a través de las cuales nadan los espermatozoides a medida que
migran desde la vagina hasta las regiones internas del cuello uterino y más allá.
El moco cervical se secreta continuamente, principalmente por glándulas en
la mitad superior del cuello uterino, más alejadas de la vagina. Después de ser
secretada, fluye lentamente en forma de glaciar a través del cuello uterino y
finalmente gotea en la vagina. La tasa de flujo de este glaciar cervical es lenta en
comparación con la velocidad de un espermatozoide nadando, pero rápida en
comparación con la velocidad de los organismos invasores de enfermedades. Las
 vagina con el interior del útero y a través del cual deben pasar los espermatozoides
en su camino hacia adentro. También es a través de este canal que, en una
hazaña fenomenal de ingeniería y elasticidad, un bebé debe pasar al salir. Por el
momento, sin embargo, concentrémonos en la estrechez del canal y en la entrada
de esperma.
El canal a través del cuello uterino no está vacío. Está lleno de moco y, si deja
los dedos dentro de esta mujer el tiempo suficiente, un poco de moco cervical
fluirá hacia ellos. Esta
18
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GUERRAS DE ESPERMA
Las demandas que las mujeres hacen sobre su moco cervical son
particularmente grandes debido a su estrategia de copular donde parece que no
necesitan esperma. Ya hemos discutido por qué las mujeres tienen relaciones
sexuales en las etapas infértiles de su ciclo menstrual (Escena 2), para confu ndir
a los hombres. Las mujeres posmenopáusicas también copulan para confundir a
los hombres, y a menudo continúan siendo sexualmente activas durante muchos
años después de su último período. Al evitar que una pareja identifique el final
de su
vida reproductiva con certeza, una mujer posmenopáusica puede reducir las
posibilidades de ser abandonada por una mujer más joven y fértil. De hecho, las
mujeres que aparentemente son posmenopáusicas pueden concebir
ocasionalmente, al menos hasta los cincuenta y siete años y, según se informa,
hasta los setenta (Escena 34). Incluso las mujeres embarazadas continúan
copulando, nuevamente para confundir a los hombres, pero por razones
particulares que discutiremos en relación con la Escena 17.
En todo momento, una mujer tiene que sopesar las ventajas de dejar pasar
los espermatozoides y mantener alejados a los organismos patógenos.
Claramente, hacer la vida más fácil para los espermatozoides también lo hace
más fácil para los organismos patógenos. Durante el embarazo, una mujer no
tiene nosotros para el esperma que recolecta durante la cópula, y expulsa todo
el inseminado en su reflujo; su filtro cervical hace la vida imposible a los
espermatozoides para maximizar su defensa contra las enfermedades. Sin
embargo, en todo momento excepto durante el embarazo; una mujer sexualmente
activa puede tener algún uso para los espermatozoides, y entonces necesita
sacrificar parte de su defensa contra las enfermedades para permitir que los
espermatozoides pasen. Y así como la ventaja de permitir el paso de los
espermatozoides varía a lo largo de su vida y durante su ciclo menstrual, también
lo hace la fuerza de su filtro cervical.
Una mujer que no está embarazada tiene menos uso de esperma durante
las fases subfértiles de su vida (como durante la mayor parte de cada ciclo
menstrual y después de la menopausia). Sin embargo, incluso durante estas
fases, ella obtiene algún beneficio al permitir el paso de los espermatozoides,
porque los espermatozoides que pasan durante una fase subfértil pueden influir
en los espermatozoides presentes al comienzo de la
20
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GUERRAS DE ESPERMA
más días después. En consecuencia, aunque el moco cervical da alguna pista sobre el
momento de la fase fértil de una mujer, es demasiado impredecible como para arruinar su
estrategia general.
Entonces, el moco cervical es un filtro de esperma adecuado por derecho propio.
Y no importa cuál sea la fase de su ciclo menstrual, una mujer puede mejo
mejorar
rar la eficiencia
de filtración de la mucosidad bloqueando los canales. Cuantos más canales bloquee, más
fuerte será el filtro. Entonces, ¿qué usa ella para bloquear sus canales de moco? Hay tres
cosas. Uno es la sangre, el tejido y otros desechos de la menstruación.
menstruación. Otro son los glóbulos
blancos (Escena 4). 4). Y el tercero es esperma (Escena 7). Estos bloques pueden du
durar
rar
varios días, pero finalmente se pierden cuando son transportados inexorable
inexorablemente
mente por el
glaciar cervical de moco hacia la vagina. Más adelante, veremos que esta capacidad de una
mujer para mejorar o no mejorar su filtro cervical es un arma muy poderosa en sus intentos
bacterias y otros invasores salen del cuello uterino y regresan a la vagina antes
de que puedan arraigarse. En la vagina, son asesinados por la acidez de los
 jugos vaginales. Durante la menstruación, el flujo menstrual simplemente se suma
al flujo de moco. El doble flujo lo hace aún más
difícil de invadir por los organismos de la enfermedad, especialmente importante
porque durante la menstruación el revestimiento del útero en carne viva lo hace
particularmente vulnerable.
19
SEXO RUTINARIO
cualquier siguiente fase fértil (como veremos primero en la Escena 7). Pero dado
que la ventaja de retener el esperma durante las fases subfértiles es relativamente
pequeña, una mujer puede darse el lujo de hacer que su filtro cervical sea más
hostil al esperma para aumentar su defensa contra la infección. Al acercarse la
ovulación, la ventaja de permitir que más espermatozoides atraviesen su cuello
uterino aumenta naturalmente, por lo que hace las cosas lo más fáciles posible
para los espermatozoides en este momento. La forma en que facilita o impide el
paso de los espermatozoides durante las fases fértil y subfértil es alterando la
naturaleza del moco cervical.
A lo largo de las muchas y largas fases infértiles de una mujer, se dificulta la
penetración del moco cervical. Los estrechos canales de moco son pequeños
en número, y aunque los espermatozoides pueden entrar en el moco, pocos
pueden nadar a través de él. Incluso aquellos que pueden penetrar lo hacen
más lentamente. Durante esta fase, el flujo de moco es lento, pero lo
suficientemente rápido como para hacer su trabajo de combatir la enfermedad.
Por el contrario, durante sus breves fases fértiles, la mucosidad cambia: se
vuelve mucho más líquida y elástica y los canales se agrandan. Es más
fácilmente invadido tanto por espermatozoides como por bacterias.
El único problema importante que enfrentan los espermatozoides invasores
durante las fases fértiles de una mujer es que no todos los canales están libres
de los bloqueos mencionados anteriormente. Para eliminarlos y combatir el
mayor riesgo de infección, la mujer aumenta la tasa de flujo de la mucosidad. De
esta manera, elimina células, bacterias y otros desechos. Ella es consciente de
estar mojada la mayor parte del tiempo y aparece una secreción clara y de olor
dulce en su ropa interior.
Aunque el beneficio de estos cambios en el moco cervical es claro, podrían
crear un problema. Podrían amenazar los intentos de una mujer de ocultar su
fase fértil tanto a su pareja como a sí misma (Escena 2). Su cuerpo supera esta
amenaza al hacer que el aumento de la secreción de moco sea más errático y
más extendido de lo que sería necesario solo para ayudar al paso de los
espermatozoides a través de su cuello uterino. Los síntomas de moco pueden
ocurrir más de una semana antes de la ovulación y pueden continuar
para dos o
21
SEXO RUTINARIO
Ayúdame en mi descripción, supón que te has ofrecido como voluntario para participar en
tal experimento. Está teniendo relaciones sexuales en la posición del misionero y su pene
erecto (si es hombre) o el de su pareja (si es mujer) tiene una cámara en la punta. Puede
ver lo que se está filmando en una gran pantalla de televisión en la pared frente a
usted.
A medida que el pene empuja hacia la vagina por primera vez, las paredes de la vagina
se separan y, cuando el pene está completamente dentro, se puede ver el extremo ciego
de la vagina a cierta distancia. Todavía un poco más adelante, asomando por el techo de
la vagina, está el cuello uterino. Por el momento, con su abertura central en forma de
hoyuelo, parece una anémona de mar rosa despojada de sus tentáculos. Pero cambiará a
medida que avance el coito.
 de burlar a los hombres (Escenas 22 a 26).
Incluso una vez que está en la vagina, el trabajo de la mucosidad no ha terminado.
Fluye por las paredes de la vagina, cubriéndolas con una película delgada.
Algunas salidas contribuyen a la 'humedad' que siente una mujer en sus labios vaginales.
Gran parte de la película de moco, sin embargo, permanece en las paredes vaginales, lo
que representa una preparación anticipada
anticipada para su próxima relación sexual, incluso si no
ocurre durante días. Cuando finalmente se excita durante los juegos previos, sus paredes
vaginales comienzan
comienzan a 'sudar'. El sudor en sí no es resbaladizo. Pero cuando se mezcla
con la película de moco cervical viejo, el resultado es un lubricante muy efectivo. La vagina
ahora está lista para la penetración y el coito.
Ahora tenemos toda la información necesaria para seguir los eventos que tienen lugar
desde la primera penetración de un pene en la vagina hasta la producción del reflujo. Pero
para ayudarnos, requerimos un cambio de imagen de la del examen médico interno que
hemos utilizado hasta ahora. lo que estoy por hacer
describe se filmó por primera vez colocando un endoscopio de fibra óptica en la parte
inferior del pene de un hombre justo antes de que él y su pareja tuvieran relaciones
sexuales. Esto le dio una vista de pene de lo que sucedió; entonces, a
22
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GUERRAS DE ESPERMA
ayudándolo pero manteniendo el charco de semen adentro. Con el encogimiento del
pene, perdemos nuestro cámara y la pantalla de nuestro televisor se oscurece. Sin
embargo, por ahora no importa mucho —
aunque están ocurriendo eventos críticos, estos son químicos y microscópicos más
que obvios.
Lo primero que sucede, y casi podríamos haberlo visto en la pantalla de nuestro
televisor justo antes de que el pene se encogiera demasiado en la vagina, es que el
depósito seminal se coagula, volviéndose un poco menos acuoso y un poco más
gelatinoso. Lo segundo que sucede es que los espermatozoides comienzan a migrar
fuera del depósito seminal.
Su destino es el canal cervical, al que pueden ingresar solo atravesando la interfaz
que se forma entre el moco cervical y el semen. Imagina que el cuello uterino es
realmente la trompa de un elefante, sumergiéndose en un gran charco de semen. El
tronco está lleno de mucosidad. Este moco, sin embargo, no se disuelve ni se mezcla
con el semen cuando los dos entran en contacto. En cambio, ocurre algo mucho más
estructurado.
La interfase entre la mucosidad y el semen en la boca del
El tronco cervical no es plano. Los 'dedos' de semen entran en algunos de los
canales más grandes en el moco cervical y crecen. Penetran una corta distancia en
el tronco cervical, extendiéndose hacia arriba en el moco como los dedos de un
guante de goma. Los espermatozoides nadan frenéticamente hacia estos dedos y
desde allí fluyen hacia los canales más estrechos del moco, dejando atrás el líquido
seminal. Más adelante seguiremos más estos espermatozoides, pero por el
momento nuestro interés está en el flujo de retorno.
Después de sumergirse unos minutos e n la piscina seminal, el tronco cervical
comienza a contraerse hasta el techo de la vagina, metamorfoseándose una vez
más de trompa de elefante a anémona de mar. Pierde contacto con el depósito
seminal y, por lo tanto, corta la ruta de escape ascendente para los espermatozoides.
Una vez que el cuello uterino se ha retirado, los espermatozoides que aún se
encuentran en la piscina están condenados a la eyección ya una muerte prematura.
Unos quince minutos después de la eyaculación, el charco comienza a decoagular
y se vuelve más acuoso nuevamente. Pronto, muscular imperceptible e inconsciente
24
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GUERRAS DE ESPERMA
Si observa la pantalla cuando comienza el empuje, verá que cada vez que el pene tira
hacia atrás, las paredes de la vagina se cierran detrás de él.
Cada vez que el pene empuja hacia adelante, las paredes se separan. Siempre que el pene
esté completamente insertado,
insertado, puede ver la pared final de la vagina y el cuello uterino que
sobresale. A medida que continúa el empuje, la imagen en la inserción completa cambia. El
otro extremo de la vagina se vuelve más como una cámara, llenándose lentamente de aire
y volviéndose resbaladiza con mucosidad. Aún más dramático, el cuello uterino comienza a
estirarse y colgar más y más. Gradualmente
Gradualmente se parece cada vez menos a una anémona de
mar y cada vez más a una trompa de elefante rosada y bastante ancha. Eventualmente,
todo lo que ve frente al pene completamente insertado es la pared frontal del t ronco cervical.
Su abertura apunta hacia el piso vaginal y realmente no se puede ver.
Hacia el clímax de la relación sexual, la abertura cervical puede incluso descansar sobre el
suelo vaginal. Cuando el pene eyacula, los chorros de semen golpean la pared frontal del
cuello uterino y descienden hasta el suelo de la vagina, formando un charco en el fondo de
la cámara.
Colgando, sumergido en este charco de semen, como la trompa de un elefante en un
abrevadero, está el cuello uterino.
Después de un minuto más o menos, con la eyaculación completa, el pene
comienza a encogerse. Mientras lo hace, las paredes vaginales se cierran detrás
23
SEXO RUTINARIO
las ondas comienzan a masajear la mezcla de semen viejo, moco, esperma y otras
células por la vagina. Eventualmente, la mezcla se acumula en el vestíbulo. En
promedio, esto sucede alrededor de media hora después de la eyaculación, pero
puede ocurrir tan pronto como diez minutos o hasta dos horas. Antes de esto, una
mujer puede ponerse de pie, caminar, incluso orinar, y no expulsará el reflujo. Sin
embargo, una vez que el reflujo se haya acumulado en el vestíbulo, cualquiera de
estas actividades, o incluso toser o estornudar, la librará del material no deseado.
Incluso si se queda dormida, el reflujo se vuelve tan líquido después de unas dos
horas que eventualmente comenzará a filtrarse de todos modos, produciendo la
sábana mojada.
En promedio, el reflujo contiene aproximadamente la mitad de los espermatozoides
que se han introducido, a veces más, a veces menos. La cantidad depende en parte
de la gravedad del filtro cervical de la mujer. Muy a menudo (alrededor de una de
cada diez ocasiones) el relleno es tan severo que expulsa casi todo el inseminado;
más raramente, su filtro es tan débil que se queda con casi todo. Lo más importante
de todo, la proporción de espermatozoides que guarda no se debe a la simple
casualidad.
En gran medida, está bajo el control de su cuerpo, y no solo de su filtro cervical.
Cada vez que tiene relaciones sexuales, el cuerpo de una mujer decide cuántos
espermatozoides conservar y cuántos expulsar. Cómo y por qué, lo veremos más
adelante. No pasará mucho tiempo antes de que esta habilidad femenina se vuelva
muy importante en la vida de nuestra pareja. Pero no todavía.
25
SEXO RUTINARIO

Escena 4
El relleno
Durante las siguientes dos semanas, la pareja se volvió bastante activa sexualmente.
El frescor de la semana fértil de la mujer se evaporó. Ambos compañeros
pasaron por una fase de anticipación y disfrute de su actividad sexual
más de lo que habían hecho durante aproximadamente un año. Después
de reconciliarse el sábado por la noche, tuvieron relaciones sexuales dos
veces el domingo, una por la mañana cuando se despertaron por primera
vez y otra vez por la tarde alrededor de las tres. Media hora después,
incluso lo intentaron de nuevo. Tenía una erección impresionante pero, a
pesar de los diez minutos de estimulación y empujones intermitentes,
finalmente tuvo que aceptar que no iba a eyacular. Luego se perdieron unos días.
el miércoles por la noche era la noche semanal de la mujer con sus
amigas; Jueves por la noche la noche semanal del hombre 'con los
chicos'. En ambas noches, cuando el juerguista finalmente se metió en la
cama, la pareja estaba dormida, o al menos fingía estarlo. El viernes por
la noche, sin embargo, tuvieron relaciones sexuales y lo volvieron a hacer
tanto el sábado como el domingo. La semana siguiente siguió un patrón
similar, hasta que el período de la mujer comenzó el sábado por la
mañana. Luego se abstuvieron hasta el sábado siguiente, momento en el
cual había terminado su sangrado menstrual.
Pocas parejas tienen su rutina sexual a horas absolutamente fijas.
F
intervalos En las cuatro semanas que llevamos siguiendo a esta
pareja, han tenido
inseminada nueve sexo con
veces. penetración
Pero diez
el intervalo deveces
tiempoy de
la mujer
uno ha sido
el coito al siguiente ha variado desde tan solo treinta minutos (aunque sin
eyaculación) o siete horas (con eyaculación) hasta siete días.
26
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GUERRAS DE ESPERMA
simplemente siéntate ahí, atascando los canales de moco. Eventualmente mueren, o
son asesinados. Sus asaltantes letales son las hordas merodeadoras de glóbulos
blancos que la hembra libera de las paredes de su matriz a los pocos minutos de la
inseminación. A medida que avanzan a través del moco cervical, estas células
asesinas engullen y digieren los espermatozoides vivos y muertos por igual. En su
apogeo, los glóbulos blancos pueden igualar el número de espermatozoides, pero
dentro de las veinticuatro horas posteriores a la inseminación, estas hordas se han
ido, dejando un número mucho menor para completar la operación de limpieza.
Aunque los glóbulos blancos pueden ser múltiples, no persiguen los espermatozoides
hacia las criptas cervicales.
Un inseminado promedio contiene alrededor de trescientos millones de
espermatozoides. De estos, la mujer expulsará unos 150 millones en el reflujo. Unos
cientos de espermatozoides pueden ir directamente a los oviductos y alrededor de un
millón pueden ir primero a las criptas cervicales para formar reservorios, saliendo
para completar su viaje a los oviductos durante los próximos cinco días. En total,
alrededor de veinte mil espermatozoides de cada inseminado eventualmente pasan
a través de los oviductos.
El resto, los que no son expulsados en el flujo de retorno, acumulan la mucosidad
cervical, y eventualmente son absorbidos por glóbulos blancos o transportados por el
flujo lento, similar a un glaciar, de la mucosidad cervical (Escena 3) de regreso a la
vagina.
Puede parecer un derroche excesivo introducir trescientos m illones de
espermatozoides cuando sólo un millón entra en los reservorios. Pero no todo es lo
que parece. En lo que respecta a la recarga de la mujer, el punto importante es que
el tamaño de los reservorios depende de cuántos espermatozoides introduzca el
hombre. Si pone solo doscientos millones, entonces los depósitos estarán solo la
mitad de llenos que si pusiera cuatrocientos millones.
De cada inseminación, un hombre y una mujer se las arreglan para producir un
paso constante de esperma fresco a través de cada oviducto durante un período de
unos cinco días. Este tráfico probablemente alcanza su punto máximo alrededor de
uno o dos días después de la inseminación, luego disminuye gradualmente a medida
que las reservas de esperma en las criptas cervicales se reducen lentamente. Aquí
Los hombres obtienen un trato bastante duro en este libro. Nuestra historia
será la de los cuerpos de los hombres que siempre intentan sacar lo mejor de
un mal trabajo, mientras que el cuerpo de la mujer los supera en astucia y en
maniobras en casi todo momento. Pero esta escena poco inspiradora a
primera vista nos da la oportunidad de ver a los hombres haciendo algo
bastante impresionante. Un hombre puede no parecer particularmente
sofisticado en el momento de la eyaculación, pero de hecho está ocurriendo algo extraordinari
Cada vez que tiene relaciones sexuales de rutina, no introduce más
esperma del necesario para "rellenar" a su pareja. ¿Cómo le ayuda esa
moderación en su búsqueda del éxito reproductivo? Para entender lo que
el hombre está tratando de hacer, tenemos que seguir más allá de esos
espermatozoides que vimos por última vez nadando a través de los
canales en el moco cervical de la mujer.
Una pequeña proporción de estos espermatozoides, la vanguardia, nada
directamente a través de su cuello uterino hacia el útero. Excepto cuando está
embarazada, su útero tiene aproximadamente el tamaño de una pera y su
forma. Al igual que con la vagina, las paredes se presionan muy juntas, por lo
que hay poco espacio en el interior. Una vez en el útero, los espermatozoides
nadan cerca de las paredes y son ayudados por el útero a alcanzar su parte
superior, la parte más ancha de la pera: en efecto, hacen surf, transportados
en las crestas de las ondas musculares que pasan a lo largo de las paredes
del útero. En la parte superior de la matriz a cada lado (donde estarían los
cuernos si la forma de pera de la matriz fuera la cara de un toro) está la
abertura de un tubo angosto, el oviducto. Aunque hay dos oviductos, solo uno
contendrá un óvulo durante un ciclo menstrual determinado. Una vez fuera del
útero, los espermatozoides nadan una corta distancia a lo largo de un oviducto
hasta llegar a un área de descanso. Aquí dejan de nadar, se asientan y esperan desarrollos.
De vuelta en el moco cervical, otro conjunto de espermatozoides nada a
lo largo de canales más diagonales y fluye hacia pequeñas criptas en la
pared del cuello uterino. Estos espermatozoides también, una vez en las
criptas, dejan de nadar, se asientan y conservan su energía. Durante los
próximos cuatro a cinco días se despertarán gradualmente y volverán a
entrar en el canal cervical. Luego, ellos también completarán su viaje a
través de la mucosidad, la tabla de surf a través del útero y se dirigirán al
área de descanso en los oviductos.
El conjunto final de espermatozoides simplemente
simplemente permanece en el moco cervical. Ellos
27
SEXO RUTINARIO
asegurar un paso continuo de esperma fresco a las áreas de descanso en los
oviductos. Si inyecta más esperma del necesario, se desperdiciará; los depósitos
se desbordarán e incluso más espermatozoides simplemente se quedarán en
el moco cervical y serán presa de los glóbulos blancos de la hembra. También
existe el peligro de que demasiados espermatozoides lleguen al oviducto y, con
un exceso de productos químicos que llevan en la cabeza (Escena 7), de hecho
maten cualquier óvulo que pueda estar presente. Por otro lado, si el hombre no
llena lo suficiente los reservorios, llegarán muy pocos espermatozoides al
oviducto o los reservorios se secarán prematuramente. El desafío del hombre
es ajustar el número de espermatozoides que introduce de acuerdo con el
número necesario para llenar las reservas de su pareja. Esto parece hacerlo
con notable precisión.
Los ajustes de los que estamos hablando son más o menos los siguientes.
Si ha pasado más de una semana desde la última vez que el hombre inseminó
a su pareja, sus reservas estarán vacías y él introducirá una carga completa de
esperma, digamos cuatrocientos millones.
De estos, quizás poco más de un millón llenarán los embalses. Si la brecha es
de solo tres días, introducirá unos doscientos millones, y medio millón llenará
los depósitos medio vacíos. Si el desfase es de solo tres horas, introducirá unos
treinta millones y si son solo unos minutos, no introducirá ninguno. Incluso
después de media hora, puede resultarle difícil eyacular, como el hombre de
nuestra escena. Su cuerpo está diciendo efectivamente que no tiene sentido.
Los depósitos de su pareja están llenos y cualquier esperma eyaculado
simplemente se desperdiciará.
Nuestra pareja ha tenido sexo con penetración diez veces en las cuatro
semanas que los hemos observado. En ese tiempo habrán pasado unos tres
mil millones de espermatozoides de uno a otro. Tan precisa es la capacidad del
hombre para recargar a su pareja que si hubieran duplicado la tasa de coito, o
si la hubieran reducido a la mitad, apenas habría cambiado el número total de
espermatozoides que ella habría recibido.
Entonces, los cuerpos de los hombres inyectan solo la cantidad de esperma
 es donde entra en juego el relleno. Si el hombre puede mantener llenos los depósitos
de esperma en las criptas cervicales, puede
28
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GUERRAS DE ESPERMA
Imagine que usted es un médico, está sentado en una silla y un hombre desnudo está
de pie frente a usted esperando a que lo examinen. Sus genitales están al nivel de tus
ojos. Note su ombligo, su vello púbico y el pene colgando, ligeramente torcido, frente al
saco escrotal que contiene su par de testículos. Sostén su pene flácido en la palma de tu
mano derecha y, si lo tiene, asegúrate de que el prepucio esté hacia atrás.
La protuberancia bastante hinchada al final del pene se llama glande y, justo frente a ti,
está la abertura vertical en forma de hendidura de la uretra. A través de esto, el hombre
orina y eyacula. Fija la línea de su uretra en tu mente. Corre en línea recta desde la
hendidura de apertura, de regreso a través del eje del pene, dentro de su cuerpo y hacia
arriba para unirse a su vejiga. Fija tus ojos en la parte superior de su vello púbico e imagina
que puedes ver el interior donde se unen la uretra y la vejiga. Justo debajo de este punto,
la uretra está unida de izquierda a derecha por dos tubos. Estos tubos llegan hasta los
testículos y cada uno contiene, en efecto, una columna de esperma. Donde estos conductos
se unen a la uretra, están rodeados por una masa de tejido del tamaño de una nuez. Esta
es la próstata, que produce la mayor parte del líquido seminal.
Entonces, ¿de dónde vienen estas dos columnas de esperma? Incluso cuando el
hombre está parado frente a ti, sus testículos son un hervidero de activ idad.
En el interior, las células se multiplican, crecen y finalmente maduran hasta convertirse en
espermatozoides. Para cuando los espermatozoides están maduros y aptos para la
eyaculación, ya han sido reunidos en la única columna de espermatozoides de sus
testículos. Están en el tubo de esperma, pero todavía están en, o mejor dicho, en la
superficie de los testículos. El tubo de esperma cambia de carácter a lo largo de su
longitud: en el testículo, el tubo se llama epidídimo, y desde el testículo hasta la uretra se
llama conducto deferente. Mientras que el conducto deferente es más o menos recto, el
epidídimo es increíblemente zigzagueante y enrevesado.
Una vez que los espermatozoides están en el epidídimo, en realidad, simplemente
hacen cola para ser eyaculados. Cada vez que el hombre eyacula parte de su esperma,
el resto se desvía hacia adelante. Como parte del frente de cada cola se pierde a t ravés
de la eyaculación, los espermatozoides recién maduros se unen al final de la cola en el
testículo. Aproximadamente, un espermatozoide tarda dos meses en desarrollarse y viajar
desde las profundidades
30
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GUERRAS DE ESPERMA
difícil ver cómo su cuerpo puede recargar a su compañero con tanta precisión.
Nadie sugiere, por supuesto, que un hombre tenga un control consciente
sobre el número de espermatozoides. En medio de la penetración ya
punto de cargar la uretra, no se pregunta conscientemente: '¿Es esta
una ocasión de cien millones o de cuatrocientos millones?' Su
la mente y el cuerpo subconscientes han hecho esto por él. Cuando
llegan los momentos para cargar y eyacular, las diversas partes de su
cuerpo responden en consecuencia. Esto deja su mente consciente l ibre
para concentrarse en sus embestidas y en la mujer.
Escena 5
Diseño
Es viernes por la noche y han pasado veintiún días desde el comienzo
de su último período, ¡sangrado que indica un segundo! mes sin
concepción. Brevemente, la pareja había temido: por su fertilidad. Sin
necesaria para recargar a su pareja. ¿Cómo lo hicieron? Para responder a esto,
necesitamos entender más acerca de la arquitectura del
aparato reproductor masculino y la mecánica de la eyaculación.
29
SEXO RUTINARIO
dentro de los testículos y unirse a esta cola. Luego, cada espermatozoide pasará otras dos
semanas haciendo cola en el epidídimo y hasta cinco días más en el conducto deferente.
Hay un pequeño salto de cola cuando algunos espermatozoides jóvenes del final de la cola
son desviados hacia adelante.
de espermatozoides mayores en la parte delantera, pero esto no tiene por qué preocuparnos aquí.
Ahora, sigamos lo que le sucede a nuestro modelo médico cuando sale con sus dos
columnas de esperma y tiene relaciones sexuales. Mientras estaba parado frente a ti, no
tenía espermatozoides en la uretra, sino dos tubos de esperma que contenían en total
hasta mil millones de espermatozoides. Nada cambiará cuando su pene esté erecto, ni
siquiera durante las primeras etapas de penetración y empuje.
Eventualmente, sin embargo, los espermatozoides serán desviados de cada tubo de
esperma hacia la uretra. Un esfínter redondo que normalmente evita que la orina se escape
de la vejiga también evita que los espermatozoides entren en la vejiga. La uretra del
hombre ahora está cargada, lista para disparar.
Mientras carga, el hombre sentirá una placentera urgencia en la base
de su pene También sabrá que la eyaculación es inminente. sólo
cuán inminente está, hasta cierto punto, bajo su control consciente.
Cuando finalmente eyacula, el líquido seminal sale de la próstata hacia la uretra. Entonces
los músculos se contraen y la mezcla de líquido y
el esperma se proyecta en una serie de chorros a lo largo de la uretra y hacia el interior de
la mujer.
Ahora bien, no es difícil entender cómo el cuerpo del hombre controla la cantidad de
espermatozoides que eyacula. Dependiendo de cuántos de sus músculos de carga trabajen
y con qué fuerza, puede desviar cualquier longitud de cada una de sus columnas de
esperma fuera de sus tubos y hacia su uretra. I ncluso después de cargar, su cuerpo puede
cambiar de opinión. Variando el número de chorros, generalmente entre tres y ocho, puede
eyacular una proporción diferente del esperma cargado.
Cualquier esperma y líquido seminal que quede en su uretra después de la eyaculación
puede eliminarse en la próxima micción.
Por supuesto, en algún lugar tiene que haber un vínculo entre el
el cerebro del hombre, que realiza un seguimiento de la última vez que inseminó a su
pareja y su musculatura genital. Dado tal vínculo, no es
31
SEXO RUTINARIO
había hecho todo el trabajo. Lentamente había comenzado a disfrutar.
No tenían mucha práctica en tener sexo con ella encima, y un par de
veces se le había escapado. Ella había tenido que trabajar muy duro pero
finalmente él había eyaculado. Esta noche, habían intentado la misma
posición pero esta vez, por alguna razón, simplemente no había funcionado.
Con el tiempo, habían vuelto a su rutina misional habitual.
Mientras se quedaba dormida, sucedían cosas dentro de su cuerpo.
eso cambiaría su vida para siempre. Ella había ovulado a Wilier esa
noche y su óvulo estaba llegando al lugar en su oviducto izquierdo donde
ocurriría la fertilización. Como llegó en la fecundación
zona, tres espermatozoides fértiles llegaron simultáneamente.
Comenzaron a cavar a través de las capas exteriores del huevo. Dos de
ellos se retrasaron unos segundos al chocar entre sí, intentando penetrar
en el mismo punto de las defensas del huevo.
El premio de la fecundación fue para el tercer espermatozoide, que tuvo una
carrera clara, sin obstáculos por parte de ningún otro. Cuando llegó otro
espermatozoide, solo unos segundos después, el óvulo había levantado sus
barreras y no había forma de entrar. El óvulo había sido fertilizado por el
primer espermatozoide que logró pasar. Tres meses después de abandonar
 embargo, se tranquilizaron tanto por las experiencias de los amigos como
por el descubrimiento de que una pareja debe tener relaciones sexuales
sin protección durante todo un año antes de calificar para una investigación
médica. Con estas garantías, habían dejado atrás el mes y habían
comenzado de nuevo. Ahora, acaban de tener relaciones sexuales y se
están quedando dormidos después del coito. Esta noche no se despertará
para ir al baño y su reflujo mojará la sábana.
En las últimas dos semanas, su vida sexual había seguido más o menos
la rutina que habían establecido desde que abandonaron la anticoncepción.
El sexo los sábados, l os domingos ya veces, como esta semana, también
los viernes se había convertido en la norma. Esta semana, sin embargo,
había sido ligeramente diferente. El miércoles por la noche, tan pronto
como se metió en la cama después de regresar de su noche semanal, le
acarició el cuerpo hasta que se despertó y jugó con su pene hasta que
estuvo erecto. Luego, ella se sentó a horcajadas sobre él y maltrató su
pene dentro de su vagina. Se había deslizado fácilmente, porque ella
estaba muy mojada, y desde ese momento ella
32
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GUERRAS DE ESPERMA
oviducto. Allí los dejamos, esperando la etapa final de su viaje.
Los espermatozoides pueden descansar en un oviducto durante un día y, en
cualquier momento, hasta unos pocos miles pueden estar descansando y esperando.
Uno por uno, se despiertan y nadan más a lo largo del oviducto. Su destino inicial
es una región en la que, si hay un óvulo presente, puede ocurrir la fertilización. Pero
por lo general no hay ningún óvulo presente, y el esperma simplemente pasa y
finalmente muere.
Cuando un espermatozoide se acerca a la zona de fecundación, cambia su
comportamiento. Su cola comienza a batir con más fuerza y, una vez que llega,
suele nadar frenéticamente en círculos o en ocho. En cualquier momento, la zona
de fertilización puede contener desde uno o dos hasta mil espermatozoides, todos
buscando el óvulo que generalmente nunca llega. Después de un tiempo, abandonan
la zona, uno por uno. A medida que cada uno se va, su lugar es ocupado por una
nueva llegada más fresca del área de descanso. Habiendo dejado la zona de
fertilización, cada espermatozoide viaja la distancia restante por el oviducto hasta
que finalmente nada hacia la cavidad del cuerpo de la mujer, que puede manejar
fácilmente porque el extremo de su oviducto se abre, su abertura está rodeada por
proyecciones en forma de dedos.
Ahora consideremos el huevo.
A poca distancia del final de cada oviducto, suspendido como un planeta
relativamente grande junto a un agujero negro, se encuentra un ovario. Diminutos
pelos en el interior del oviducto crean una corriente en el líquido corporal de modo
que cuando un ovario libera un óvulo, se transporta lentamente hacia el agujero
negro del oviducto. Como una mano que espera, las proyecciones similares a dedos
canalizan el huevo dentro del tubo. Desde aquí, el óvulo comienza su viaje de cinco
días hacia el útero.
Para lograr la fertilización, un espermatozoide tiene que hacer más que
simplemente encontrarse con un óvulo en la zona de fertilización, porque el óvulo
llega a esa zona rodeado por tres líneas de defensa, una fortaleza que el
espermatozoide debe atravesar antes de que el óvulo se produzca. La línea exterior
de defensa, el cúmulo, es una gruesa capa de células informes que el óvulo ha
traído consigo desde el ovario. Debajo del cúmulo hay otro relativamente grueso y
liso.
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CAPÍTULO TRES
la anticoncepción, la mujer había concebido.
Dentro de veinte días, un período atrasado la impulsaría a realizarse
una prueba de embarazo. Doscientos cincuenta días después daría a luz.
La identidad del padre, sin embargo, nunca se conocería. Porque el
esperma que esperaba en su oviducto ese viernes por la noche había
sido de dos hombres diferentes.
aquí hay una fase final de la odisea de la fertilización: una
T fase que puede ser crítica en la búsqueda del éxito reproductivo de
un hombre y una mujer.
En escenas anteriores, hemos seguido a los espermatozoides desde
su vida más temprana en los testículos hasta el momento en que son
inyectados en la vagina de la mujer. Los hemos visto intentar escapar de
la piscina seminal, migrar a través de los estrechos canales de moco
cervical y finalmente llegar a un área de descanso en un
33
SEXO RUTINARIO
capa, la zona, que es la membrana externa del propio huevo.
Debajo de la zona hay un espacio estrecho que rodea la última barrera, la más
vulnerable, la membrana vitelina.
Usando su cabeza, el esperma se abre camino a través de las células del
cúmulo. Si tiene éxito y llega a la zona de abajo, pega el costado de su cabeza a la
membrana con productos químicos. Con este
el accesorio químico que sirve como compra inicial, el esperma nuevamente usa su
cabeza para abrirse camino, esta vez empleando una punta puntiaguda que ha sido
expuesta en la punta de su cabeza. La cola que azota proporciona la fuerza para
empujar los espermatozoides hacia adelante. Finalmente, si este espermatozoide es
el primero en atravesar la zona, atravesar el espacio subyacente y tocar la membrana
vitelina, es engullido por el óvulo en un abrazo de bienvenida. Habiendo abrazado a
un espermatozoide, el óvulo transmite un mensaje químico a través de su superficie
y, en cuestión de segundos, se vuelve impenetrable. Si eres un espermatozoide
humano, no hay premio por quedar en segundo lugar.
El espermatozoide exitoso arroja sus membranas dentro del óvulo, liberando su
corazón genético de ADN. Este luego viaja para fusionarse con el corazón similar
del huevo. La fusión del ADN del espermatozoide y el óvulo mezcla los genes del
padre y la madre en proporciones iguales. Se ha concebido una nueva persona, con
características que son una mezcla sutil de sus dos padres.
Conocemos con certeza a la madre del niño en nuestra escena.
Después de todo, el niño pasará nueve meses desarrollándose dentro de ella.
¿Pero quién es el padre? Como vimos, en esos pocos días críticos antes de ovular,
la mujer había recolectado esperma de dos hombres: su pareja y su amante. Para
ver qué sucedió y determinar quién es el padre, primero debemos retroceder diez
días. Estamos a punto de presenciar una guerra de esperma.
35
GUERRAS DE ESPERMA
finalmente terminó con él al descubrir sus muchas y variadas infidelidades.
En esa etapa vulnerable de su vida había necesitado a alguien en quien
pudiera confiar. Ahora, sin embargo, al conocerlo de la nada, muchos de sus
viejos sentimientos regresaron.
regresaron. De todos modos, HI al final de la noche se
reincorporó a su grupo.

Guerras de esperma
ESCENA 6
Un asunto de oportunidad
La mujer estaba en su ritual del miércoles por la noche con ocho de sus
amigas. Ella había estado saliendo así durante más de un año.
Alrededor de una docena de ellos estaban involucrados, pero no todos salían
todas las semanas. Por lo general, su noche se centraba en mucho beber y
hablar, una comida y, a veces, un club. De vez en cuando, uno o dos hombres
se acercaban y trataban de apartar a alguien del grupo.
Se esperaban de vez en cuando para hablar con un hombre y tal vez incluso
para irse con él. Aunque la mayoría de ellas tenía una pareja masculina en
casa, el grupo disfrutaba de una complicidad fraternal tácita.
Esta noche, era su turno. Por casualidad, ¿quién debería entrar en el bar
sino el hombre que había conocido durante su último verano de colegiala, el
que, durante unos meses, había sido su pareja sexual de fin de semana
durante su primer trimestre como estudiante? Se reconocieron de inmediato
y pasaron prácticamente toda la noche hablando, poniéndos
poniéndosee al día sobre
los acontecimientos desde su última reunión, bastante enconada. Se enteró
de que él ahora trabajaba en el otro extremo del país, pero que estaba en la
ciudad durante una semana por negocios, alojándose en un hotel cercano.
Ahora
o dos. con casi treinta años, todavía no vivía con nadie, pero t enía una novia,
Todavía rezumaba masculinidad, promiscuidad y falta de fiabilidad.
A pesar de que había habido felicitaciones por ser su novia, ella había
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GUERRAS DE ESPERMA
hora de la noche salió a la superficie lo suficiente para darse cuenta de que había
llegado al clímax mientras dormía.
Durante todo el día siguiente, en el trabajo, no podía creer lo fácil que había sido
todo. Había pasado la velada, aunque de manera bastante inocente, con otro hombre,
y nadie lo sabía en absoluto. El hombre, su velada, su conversación y su beso, así
como los recuerdos de su vida sexual anterior cuando ella todavía era una adolescente,
estaban en el fondo de su mente continuamente mientras trabajaba. Sus pensamientos
la mantuvieron en un estado casi permanente de excitación subliminal. Sus bragas
estuvieron húmedas prácticamente todo el día y en una visita al baño se masturbó.
No tuvo relaciones sexuales con su pareja ese viernes por la noche, pero lo hizo
tanto el sábado como el domingo. El sábado por la noche ella más o menos insistió en
que él le diera un orgasmo antes de penetrarla. Era raro que ella llegara al clímax
durante el coito mismo. Nunca esperó hacerlo y en las ocasiones en que realmente
quería un orgasmo se aseguraba de que fuera durante los juegos previos. El domingo
por la mañana se había masturbado mientras estaba en el baño, luego apareció
desnuda en el salón y sedujo a su pareja para tener sexo en el suelo. Durante cada
orgasmo durante el fin de semana, incluso durante los juegos previos, la fantasía en su
mente no era de su pareja (¡nunca lo era en estos días!) sino de una escena real o
imaginaria del pasado con su ex novio.
Todo el fin de semana disfrutó en secreto de su explosión de actividad sexual y
excitación. Sin embargo, en ningún momento contempló hacer algo más peligroso que
fantasear con sexo ilícito.
Pero el lunes, de vuelta al trabajo, su estado de ánimo empezó a cambiar. Su exnovio
se iba el jueves y tal vez nunca lo volvería a ver. Una idea comenzó a formarse en su
mente y su entusiasmo se convirtió lentamente en nerviosismo. Tal vez debería verlo
solo una vez más. Sería fácil de arreglar. En lugar de salir con sus amigos el miércoles
por la noche, podría pasar la noche con él. Todo lo que tenía que hacer era levantar el
teléfono, llamar a su móvil y arreglarlo. Fácil.
La idea la emocionó y la asustó, tanto que durante todo el lunes no hizo más que
saborearla. El martes
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A la hora del almuerzo del día siguiente, se presentó en su trabajo y la
llevó a almorzar en un bar arrebatado. Durante el almuerzo, acordaron
reunirse para cenar esa noche. Como era jueves y su pareja saldría con sus
amigos, razonó que no había necesidad ni sentido de decírselo. En lo que a
ella respectaba, la velada sería totalmente inocente y, por lo tanto, no valdría
la pena mencionarla de todos modos. Aun así, llevó a su exnovio a un
restaurante en las afueras de la ciudad donde era poco probable que los
vieran.
Durante toda la noche, era obvio que esperaba que terminaran en la cama
en su hotel. Era muy atento y coqueto y de vez en cuando encontraba una
excusa para tocar
su. Pero la idea de la infidelidad nunca pasó seriamente
seriamente por su mente.
Todavía lo encontraba atractivo y sus caricias excitantes, pero también
encontraba sus expectativas de sexo irritantes, casi ofensivas.
Como resultado, tuvo largas fases frías hacia él durante toda la noche.
Finalmente, captó el mensaje y retrocedió. En el viaje de regreso a su casa
simplemente intercambiaron bromas.
En los pocos momentos antes de que ella saliera de su auto, hablaron
como si nunca fueran a encontrarse de nuevo. Se sorprendió a sí misma
cuando un repentino sentimiento de calidez, nostalgia y tal vez culpa la
impulsó a besarlo brevemente en la mejilla. Se sorprendió aún más cuando
lo besó de nuevo, esta vez en los labios. Algo aturdida por esta oleada
momentánea de pasión, salió rápidamente del auto, le deseó buena vida y
entró.
Cuando su pareja regresó a casa una hora más tarde, ella estaba en la
cama fingiendo estar dormida. Cuando él cayó en un sueño ebrio y comenzó
una noche de ronquidos, los pensamientos y los sueños de ella se
precipitaron con la emoción de la noche. En algún desconocido
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GUERRAS DE ESPERMA
encontró el coraje de llamar por teléfono solo una vez, pero no obtuvo respuesta.
Después de eso, le fallaron los nervios y no volvió a intentarlo ese día. El miércoles por
la mañana, su estado de ánimo cambió de miedo y culpa a uno de tranquila confianza.
¿Por qué no debería volver a verlo? Era un viejo amigo y esta podría ser su última
oportunidad. Después de todo, su velada anterior juntos había sido bastante inocente ,
no había necesidad de sentirse culpable o nervioso. Pero tal vez tampoco había
necesidad de decírselo a nadie.
En su tercer intento, contestó su teléfono. Estaba complacido y sorprendido de
saber de ella, pero tenía prisa y, sin tiempo para discutir los arreglos, sugirió que lo
llamara a su hotel esa noche. Ella estuvo de acuerdo y pasó el resto del día en un
estado de gran excitación. Les dijo a sus amigos en el trabajo que tenía que visitar a
su hermana y que por eso no estaría con ellos en su reunión semanal. Le dijo a su
pareja, cuando lo dejó a las siete, que tenía ganas de ir a un club y que tal vez llegaría
tarde. Se quejó, pero no mucho.
Estaba nerviosa cuando llegó al hotel y los primeros
Los minutos de conversación fueron muy incómodos. Sin embargo, incluso antes de
que terminaran su primera copa en el bar del hotel, era como si fueran estudiantes de
nuevo. Los últimos seis años separados nunca habían sucedido. Esta noche, su estado
de ánimo y su comportamiento eran bastante dif erentes a los del jueves anterior.
Después de otro trago, ella se sentó con las rodillas tocando las de él y, mientras la
conversación fluía, le tocaba frecuentemente la pierna o el brazo con la mano abierta.
Cuando sugirió que comieran en el restaurante del hotel "para evitar salir con el frío",
ella accedió de inmediato. Después de comer, 'solo tuvo que subir a su habitación' para
obtener una fotografía para mostrársela. Ella fue con él porque 'siempre había querido
ver cómo eran las habitaciones en este hotel'.
Él nunca le mostró la fot ografía. Momentos después de cerrar la puerta, se estaban
besando y quitándose la ropa. Casi antes de que pudiera respirar estaban desnudos en
el suelo y él estaba dentro de ella, eyaculando. Su urgencia la había tomado por
sorpresa, pero no hizo ningún intento por detenerlo. No se ofreció a usar preservativo
ni a retirarse, y
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GUERRAS DE ESPERMA
nunca se le pasó por la cabeza preguntar. Su vagina había estado mojada
con anticipación todo el día y cuando entró en su habitación había estado
en pleno flujo. La penetración había sido rápida y fácil y la eyaculación
rápida.
Cuando terminó, se disculpó, diciendo que su urgencia se debía a que
nunca había dejado de amarla y estaba desesperado por ella. Le prometió
que si se levantaban del suelo y se metían en la cama, él se lo compensaría.
Y él hizo. Durante media hora acarició y jugó con su cuerpo con una
comprensión de su feminidad que su pareja nunca había mostrado. Después
de que ella llegó al clímax, dormitaron por un rato en] los brazos del otro.
Luego empezaron todo de nuevo. Todavía la penetró temprano, pero esta
vez su urgencia había desaparecido. Empujar era lento y largo. Inusualmente
para ella, llegó al clímax durante el empuje, solo unos segundos antes de
que él eyaculara.
Se acomodaron en otro abrazo post-coital, pero su tranquilidad no duró
mucho. Por primera vez esa noche, la culpa y el pánico comenzaron a
crecer en su mente. Se estaba haciendo tarde. Rápidamente, su miedo se
volvió abrumador. Ella tenía que llegar a casa.
Él la instó a quedarse a pasar la noche, a llamar a su pareja y darle alguna
excusa para no ir a casa. Pero ella no quiso oír hablar de eso.
Ella solo tenía que llegar a casa. Finalmente, se escapó de su cama con el
pretexto de ir al baño. Luego se negó a regresar y comenzó a vestirse. La
conversación se volvió tensa y forzada.
Incluso se volvió irritable con él y su separación fue un asunto incómodo.
Mientras rodaba a casa, su reflujo se filtró en sus bragas en una repetición
de tiempos pasados. Pero ella no se dio cuenta. Su mente estaba demasiado
ocupada con lo que debería hacer cuando llegara a casa.
Silenciosamente, para no despertar a su pareja, se desvistió, se lavó
bien y luego se metió en la cama. Luego se dedicó a despertarlo y
excitarlo. Cuando estuvo erecto, incluso antes de que estuviera
completamente despierto, ella se sentó a horcajadas sobre él, insertó su
pene y después de un rato logró que eyaculara dentro de ella. Él registró
vagamente que ella estaba muy mojada, pero no pensó más en ello y se
concentró en cambio en disfrutar de una relación sexual sin esfuerzo.
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GUERRAS DE ESPERMA
paternidad de la primera hija de la mujer. Cabe señalar de paso la masculinidad
poco fiable y promiscua del exnovio de la mujer y que su hijo presentaba ciertas
características
características más positivas que los hijos que la mujer tuvo con su pareja.
También debemos tener en cuenta el número y el momento de sus orgasmos, tanto
inducidos por hombres como por autoestimulación. Hablaremos más adelante de la
importancia de estos elementos. Aquí nos concentramos en la infidelidad en sí
misma y en los factores que llevaron a que el semen del exnovio, y no el de la
pareja, lograra la fecundación. Claramente, el resultado tuvo un gran impacto en el
éxito reproductivo de los tres personajes de la escena.
Ya hemos mencionado que es ligeramente más probable que una mujer tenga
relaciones sexuales rutinarias con su pareja durante la fase postovulatoria infértil de
su ciclo (Escena 2). No ocurre lo mismo con la infidelidad. Es mucho más probable
que una mujer tenga relaciones sexuales con penetración con un hombre que no
sea su pareja durante su fase fértil.
Además, es mucho menos probable que use o insista en que el hombre use
anticonceptivos en tales ocasiones.
Para que estos patrones de infidelidad se detecten estadísticamente, las mujeres
deben tener ciclos de humor y comportamiento que los promuevan. Podemos ver
un indicio de cómo podría ocurrir esto, no solo en la escena que acabamos de
presenciar, sino también en la primera escena que involucra a esta pareja. El primer
mes que los conocimos, la mujer no concibió. Ella fue fría con su pareja durante su
período fértil y sugerimos que su falta de concepción fue un éxito para su cuerpo,
no un fracaso de la pareja. En ese momento, el único hombre disponible para ella
GUERRAS DE ESPERMA
Al día siguiente, su exnovio se fue a casa. Nunca se volverían a ver. Al día
siguiente ovuló y concibió. Durante las siguientes tres semanas, ella y su
pareja tuvieron relaciones sexuales casi todos los días. Cuando descubrió
su embarazo, su noche de infidelidad se había convertido en un recuerdo
lejano.
La culpa y el miedo casi habían desaparecido y casi podía creer que nunca
había sucedido. Poco a poco se convenció de que el bebé era de hecho de
su pareja. Después de todo, había tenido sexo con él unas dieciséis veces
ese mes en comparación con esa única noche con su exnovio.
Nueve meses después iba a tener una hija. Dos años después, ella y su
pareja tuvieron un hijo, seguido tres años más tarde por otra hija. A medida
que la hija mayor crecía, se parecía cada vez más a su madre. También se
volvió notablemente más atractiva, más dinámica y más popular que los dos
niños más pequeños. Sin embargo, las diferencias entre ellos no parecían
mayores que entre muchos hermanos y hermanas.
En los años siguientes, la pareja de la mujer nunca inspeccionó que en
la concepción de su primer hijo su cuerpo había contenido esperma de otro
hombre, así como de él. Incluso ella, por supuesto, nunca supo con certeza
lo que sucedió dentro de su cuerpo durante esos pocos días críticos.
Ninguno de los dos supo nunca que el diminuto espermatozoide que entró
en su óvulo para producir a su primera hija en realidad no era de su pareja
sino de su exnovio.
Las dos escenas (6 y 7) de este breve capítulo exploran primero
T la promoción y luego el proceso de guerra de esperma. En (acto,
solo una de estas escenas involucra a personas, la que acabamos de
presenciar. La escena 7 no es realmente una escena en absoluto. Como
descripción de las guerras de esperma en acción, es la única ocasión en
este libro en la que fue más apropiado combinar escena con interpretación.
Acabamos de presenciar una escena de manual de infidelidad. los
las sutilezas del comportamiento juegan su papel en la influencia del
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GUERRAS DE ESPERMA
luego el miércoles siguiente. Ella aprovechó una oportunidad, Mil no la otra. La
velada del jueves había sido instigada por su exnovio y la mujer se encontraba en
una fase infértil de su ciclo. Su cuerpo apenas encontraba atracción en el sexo con
este hombre.
Su frialdad esa noche lo había mantenido a distancia, a pesar de que manifiestamente
esperaba tener sexo. El miércoles, sin embargo, su estado de ánimo era bastante
diferente. A medida que avanzaba hacia su fase fértil el lunes, la idea de ver a su
exnovio comenzó a atraerla. Sin embargo, su motivación para hacer algo al respecto
no alcanzó su punto máximo hasta el miércoles. Desconocido para todos, incluida
ella misma, este era el día en que era más probable que la inseminación condujera
a la concepción.
Cuando llegó el miércoles por la noche, su estado de ánimo y su lenguaje
corporal eran muy diferentes a los del jueves anterior. La mayoría de las principales
sugerencias seguían proviniendo del hombre, pero mientras que la semana anterior
había dejado en claro que no estaba interesada, esta vez cooperó de buena gana.
En su dormitorio, ella cooperó aún más para asegurarse de obtener su esperma.
Aceptó la penetración y la eyaculación con el mínimo de juegos previos e ignoró por
completo la cuestión de la anticoncepción. Más tarde, su mente consciente
racionalizaría su comportamiento en términos de
sentirse abrumado por la emoción y la pasión del momento. En realidad, era
simplemente que, dos días antes de la ovulación, su cuerpo estaba ansioso por
recolectar el esperma de este hombre. La razón por la que su cuerpo quería una
segunda inseminación la veremos más adelante (Escena 25), pero una vez que
 era su pareja, y su cuerpo había decidido —pues aquí no está involucrado el cerebro
consciente— que aún no era un buen momento para darle la paternidad de su
primer hijo. Para lograrlo, había generado un sentimiento de frialdad hacia él durante
el tiempo que duró su período fértil.
Este mes, un encuentro casual con su ex novio significó que la mujer tenía un
padre potencial alternativo para su primer hijo, una alternativa que su cuerpo
realmente prefería. Tuvo dos oportunidades de serle infiel, la primera el jueves,
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GUERRAS DE ESPERMA
Su cuerpo generó un miedo al descubrimiento y una sensación de pánico, pero
necesitaba reclutar su mente consciente para trabajar en los detalles más finos.
del tiempo y la narración de historias. Los dos juntos parecen funcionar bien.
Las encuestas sugieren que las infidelidades únicas como esta rara vez se descubren,
e incluso las infidelidades a más largo plazo tienen solo un cincuenta por ciento de
posibilidades de ser descubiertas. En esta ocasión, como hemos visto, la mujer logró
borrar sus huellas.
Hay una etapa más en la estrategia de su cuerpo que es muy poco probable que
su mente consciente comprenda. Cuando llega a casa, trabaja muy duro para tener
sexo con su pareja. Conscientemente, ella habrá visto esto como una ayuda para
evitar la detección. Si consigue que su pareja la insemine, cualquier mancha de
humedad delator en las sábanas o cualquier olor a semen no despertará sus
sospechas.
Sin embargo, lo que su mente consciente no se dará cuenta es que, habiendo
recolectado esperma de su exnovio, su cuerpo ahora también está muy interesado en
recolectar esperma de su pareja. Su organismo ya decidió que, en general, su exnovio
sería un mejor padre genético que su pareja. Lo único que no sabe es cómo se
comparan sus eyaculaciones. Ella quiere que su exnovio fertilice el huevo del infierno
solo si su eyaculación también es más fértil y competitiva. La forma de que ella
descubra esto es enfrentar una eyaculación contra la otra. En otras palabras, su
cuerpo quiere promover la guerra de esperma entre los dos hombres, y esta es
probablemente
probablemente su única oportunidad de hacerlo.
Una vez que el cuerpo de una mujer contiene espermatozoides
espermatozoides de dos o más
hombres diferentes, esos espermatozoides
espermatozoides compiten por el premio de fertilizar su
óvulo. Pero el concurso que se lleva a cabo no es un simple juego de azar, ni es solo
una carrera. De hecho, es una guerra, una guerra entre dos (o más) ejércitos. Y es
esta guerra entre eyaculaciones, o la amenaza de ella, lo que ha dado forma a la
sexualidad de todos los hombres y mujeres vivos hoy en día, así como a la sexualidad
de casi todos los demás animales que han existido.
La guerra de esperma es más común y más importante de lo que la mayoría de
la gente supone. Un estudio reciente en Gran Bretaña concluyó que el 4 por ciento
de las personas son concebidas a través de la guerra de esperma. En otras palabras,
uno de cada veinticinco debe su existencia a que su genética
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GUERRAS DE ESPERMA
tiempo que un hombre pasa con su pareja, mayor es la posibilidad de su infidelidad.
Si él pasa más del 80 por ciento de su tiempo con ella, prácticamente no hay
posibilidad de que ella le sea infiel. Pero si él está con ella por tan solo el 10 por
ciento de su tiempo, hay más de un 10 por ciento de posibilidades. Es decir, en lo
que respecta al cuerpo del hombre, si ha pasado menos tiempo con su pareja
desde la última vez que tuvieron relaciones sexuales, hay más posibilidades de
que cuando la insemine su cuerpo ya contenga semen de otro hombre. Para
aumentar sus posibilidades de ganar las guerras de esperma que podrían seguir,
necesita introducir más esperma. Y esto es justo lo que hace.
La diferencia en el número de espermatozoides que eyaculará, dependiendo
recogió su esperma perdió interés en quedarse con él. Entonces, con mucho, lo
más importante era volver con su pareja.
Subconscientemente, probablemente
probablemente hubo dos razones principales por las que
su cuerpo diseñó un cambio de humor tan repentino hacia su amante. En parte, el
razonamiento también habrá estado en su mente consciente, aunque ella misma se
habrá dado explicaciones ligeramente diferentes. La estrategia subyacente que
perseguía su cuerpo era que, sin importar quién fuera el padre del niño, el hombre
más adecuado para ayudarla a criarlo era su pareja. Era vital para esta estrategia,
por lo tanto, que no se descubriera ninguna infidelidad.
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GUERRAS DE ESPERMA
el esperma del padre superó al esperma de uno o más hombres dentro del tracto
reproductivo de su madre. Si esto no parece mucho, sin embargo significa que desde
alrededor de 1900 cada uno de nosotros habrá tenido un antepasado que fue
concebido a través de la guerra de esperma. Cada uno de nosotros, por lo tanto, es
la persona que somos hoy porque uno de nuestros ancestros recientes produjo una
eyaculación lo suficientemente competitiva como para ganar una guerra de esperma.
La mayoría de las veces, debido a que una mujer solo produce un óvulo a la vez,
la guerra de espermatozoides puede producir solo un ganador, como en la Escena 6.
Ocasionalmente,
Ocasionalmente, sin embargo, una mujer produce dos óvulos al mismo tiempo y da
a luz mellizos. Bajo tales circunstancias, es posible un resultado diferente de la
guerra: un empate. Hay varios casos notables registrados, la mayoría
obvio cuando los dos rivales en la guerra de espermatozoides son de razas diferentes,
en las que los mellizos tienen padres diferentes.
Volvamos al momento de la concepción que presenciamos anteriormente.
anteriormente. Tres
espermatozoides
espermatozoides llegaron al óvulo simultáneamente
simultáneamente.. Todos eran del amante de la
mujer. Si volvemos a bajar por su oviducto hasta la colección de espermatozoides
espermatozoides
que esperan tranquilamente
tranquilamente en el área de descanso su turno para nadar hacia arriba
por el oviducto, encontramos que nueve de cada diez también son del amante. El
compañero de la mujer había perdido este juego de guerras de esperma a lo grande,
a pesar de que había hecho todo lo posible para prepararse. Volvemos a la rutina
sexual.
Hasta ahora, hemos interpretado
interpretado el interés de un hombre en el sexo rutinario
simplemente en términos de su intento de mantener un flujo constante de esperma
fértil a través del oviducto de una mujer. Sin embargo, el sexo rutinario hace más que
llenar a la pareja con esperma fértil: también prepara para la guerra de esperma.
Además, el nivel de preparación depende del riesgo de guerra. Al decidir cuánto
esperma cargar y eyacular durante el sexo de rutina, el cuerpo del hombre sopesa las
posibilidades de que su pareja pueda contener esperma de otro hombre.
Su cuerpo hace esto simplemente registrando cuánto tiempo ha pasado con la mujer
que está a punto de inseminar desde la última vez que tuvieron relaciones sexuales.
Si no han tenido relaciones sexuales durante más de una semana, registra cuánto
tiempo ha pasado con ella durante los últimos ocho días.
Por cruda que parezca esta estrategia, funciona. Lo menos
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GUERRAS DE ESPERMA
cien millones más o menos. En lo que respecta al 'Miércoles de infidelidad', las
guerras de esperma comenzaron con el amante poniendo un ejército de esperma en
el tracto de la mujer que era dos veces más grande que el de su pareja.
Así que el amante tenía una doble ventaja sobre el compañero desde el principio.
Sin embargo, cuando la guerra estaba llegando a su clímax y el premio de la
fertilización estaba casi listo para ser reclamado, el amante tenía una ventaja nueve
veces mayor. (Recuerde que en el área de descanso del oviducto de la mujer, nueve
de cada diez espermatozoides que esperaban para partir hacia la zona de fertilización
eran del amante). ¿Qué había sucedido durante la guerra de espermatozoides para
cambiar aún más las probabilidades a favor del amante? El primer paso para
averiguarlo es conocer y apreciar a los propios soldados: el esperma.
 de las circunstancias que acabamos de señalar, es bastante grande. En la escena
de infidelidad que acabamos de presenciar, la mujer regresaba a casa el miércoles
por la noche y mantenía relaciones sexuales con su pareja. Al decidir cuántos
espermatozoides introducir, su cuerpo dormido primero habrá registrado que han
pasado tres días desde la última vez que tuvieron relaciones sexuales (domingo).
La recarga promedio para tal brecha es de unos trescientos millones de
espermatozoides. Luego, su cuerpo registró que habían estado juntos alrededor
del 50 por ciento del tiempo desde entonces, dando una probabilidad promedio de
infidelidad. Entonces, la recarga promedio de alrededor de trescientos millones es
correcta, y esa es la cantidad de esperma que su cuerpo debería haber cargado y
luego eyaculado. Si la pareja hubiera estado en compañía continua durante esos
tres días, el riesgo de infidelidad de ella habría sido casi nulo y él habría introducido
solo alrededor de cien millones de espermatozoides. En cambio, si uno u otro de
ellos hubiera estado fuera desde la madrugada del lunes hasta la noche del
miércoles, el riesgo de su infidelidad habría sido mayor y le habría inyectado unos
quinientos millones.
Para el amante de la mujer, la situación era muy diferente. Era la primera vez
que inseminaba a esta mujer en más de seis
años. Además, incluso durante los últimos ocho días había pasado solo unas pocas
horas con ella. Su cuerpo juzgó, correctamente por supuesto, que su cuerpo tenía
una probabilidad muy alta de contener esperma de otro hombre, y habrá respondido
cargando y eyaculando seiscientos millones. Media hora más tarde, inyectó otra
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GUERRAS DE ESPERMA
los espermatozoides tienen colas cortas, algunos tienen colas enrolladas como un
resorte y algunos tienen dos, tres u ocasionalmente cuatro colas. Algunos
espermatozoides,
espermatozoides, los jorobados de la fuerza, tienen partes intermedias dobladas en
ángulo recto. Sin embargo, otros, como los excursionistas que llevan una mochila,
tienen bolsas de material celular en sus piezas intermedias. En promedio, solo alrededor
del 60 por ciento del ejército son atletas elegantes y familiares; el resto son esta
colección de desviados. Todos, sin embargo, tienen un papel importante que desempeñar
en la guerra de los espermatozoides.
En el 'Miércoles de infidelidad', fue la actuación del ejército de amantes en su
conjunto lo que ayudó a aumentar las probabilidades a su favor, a medida que avanzaba
la guerra del esperma, de 2:1 a 9:1. Para saber cómo, tenemos que entrar en el cuerpo
de la mujer con un microscopio y seguir la guerra en detalle a través de todas sus
campañas. Comenzaremos en el momento en que la mujer y su amante entran en la
habitación de su hotel, se desnudan y empiezan a tener sexo en el suelo.
ESCENA 7
una guerra de esperma
Cuando la mujer y su amante se hunden en el suelo, a pocos minutos de tener relaciones
sexuales, su cuerpo ya contiene esperma. Su pareja inseminó un total de seiscientos
millones durante sus relaciones sexuales de rutina el fin de semana anterior. La mayoría
fueron expulsados en sus diversos flujos de retorno, pero aún así algunos todavía están
dentro de ella.
Sin embargo, su capacidad para influir en el resultado de la guerra de espermatoz
espermatozoides
oides
depende de dónde se encuentren.
Unos pocos espermatozoides ineficaces
ineficaces están en la parte superior de su vagina,
transportados
transportados allí por el moco cervical, que ha estado goteando de su cuello uterino y
rezumando por su vagina todo el día en anticipación de este momento de infidelidad.
Cada goteo de moco llevaba consigo algunos espermatozoides de su pareja. A medida
que estos espermatozoides se perdieron del futuro campo de batalla en su cuello uterino,
fueron reemplazados en parte más arriba por los últimos puñados de espermatozoides
de su cuello uterino.
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El esperma más común en la eyaculación humana es, por supuesto, la célula
atlética magnífica y elegante que la mayoría de la gente conoce, con una cabeza,
una pieza intermedia y una cola larga y delgada. La cabeza tiene forma de paleta,
de contorno ovalado pero aplanada y con una gorra. Esta tapa está llena de fluidos
importantes. Dentro de la cabeza, densamente plegado, está el paquete de ADN,
los genes que un espermatozoide fértil llevará al corazón del óvulo. La cabeza se
posa como una piruleta en la parte media corta y rígida que es el centro neurálgico
del esperma, el lugar donde se moviliza la energía almacenada para activar la cola
para nadar.
Estos elegantes individuos viajan sin esfuerzo a través de los fluidos corporales de
la hembra, impulsados por elegantes olas que azotan en cámara lenta a lo largo de
su cola.
Aunque esta imagen será familiar para la mayoría de las personas, tales
espermatozoides comprenden solo un poco más de la mitad del total en una
eyaculación normal. Un ejército de esperma es una colección de personajes mucho
más variopinta de lo que la mayoría de la gente espera. Por ejemplo, algunos
espermatozoides tienen una cabeza grande, otros una pequeña. Sin embargo, otros,
las cabezas de alfiler, tienen una cabeza que es tan pequeña que no hay espacio
para llevar el paquete genético de ADN. Algunos espermatozoides tienen una cabeza
redonda, otros con forma de cigarro, otros con forma de pera, otros con forma de
pesa de gimnasia y otros con una cabeza que tiene una forma tan irregular que
desafía toda descripción. Algunos espermatozoides, las verdaderas tropas de
monstruos, tienen dos, tres o, muy ocasionalmente, cuatro cabezas.
La forma de la cabeza no es la única característica que difiere. Algunos
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GUERRAS DE ESPERMA
criptas. Estos emergieron y entraron en sus canales mucosos en un vano intento de
compensar los números que se perdían en su vagina.
Sin embargo, la cantidad de personas que se perdían era mayor que la cantidad de
reemplazos, y durante todo el día las defensas cervicales de su pareja habían ido
disminuyendolentamente.
Los espermatozoides
espermatozoides alojados en su moco cervical no son los tipos lisos a los que
ya se ha hecho referencia. En cambio, son bloqueadores perezosos de esperma cuyo
papel es evitar que cualquier esperma posterior pase a través de sus criptas cervicales y
matriz. esperma con colas enrolladas,
una pieza intermedia doblada, una 'mochila' grande, una cabeza grande, o con dos, tres
o cuatro cabezas pueden bloquear muy eficazmente cualquiera de los canales de moco
muy estrechos en los que se alojan. Así también pueden dos espermatozoides
espermatozoides uno al
lado del otro. Sin embargo, a medida que su amante empuja dentro de ella, relativamente
pocos de sus canales mucosos aún están bloqueados por esta colección de esperma de
su pareja que disminuye rápidamente.
rápidamente.
Estos espermatozoides
espermatozoides bloqueadores no son la única defensa interna de su pareja.
su cuerpo. Deambulando por el vacío de su matriz hay algunos espermatozo
espermatozoides
ides más,
aunque estos también están disminuyendo en número.
Estos espermatozoides parecen familiares. Son esbeltos y atléticos, pero no están allí
para fertilizar. Estos son espermatozoides asesinos, deambulando en busca de
espermatozoides
espermatozoides de otros hombres para destruirlos. Cada vez que un asesino se
encuentra con otro espermatozoide, prueba los químicos en la superficie de la cabeza del
otro. Si esos productos químicos son los mismos que por sí solos
cabeza, el asesino reconoce a un aliado y avanza para continuar su búsqueda. Hasta
ahora, todos los encuentros dentro de esta mujer han sido con aliados y no se han
necesitado los servicios mortales de los asesinos. Muchos ahora están comenzando a
moverse lentamente
lentamente y un gran número está muriendo de vejez. Los más débiles han
estado en su vientre durante tres días.
Los más activos son los recién llegados de los depósitos de sus criptas cervicales.
El útero de la mujer no es el único territorio acechado por asesinos.
Algunos más están dispersos a lo largo de sus oviductos. Incluso hay uno nadando
solitario en la cavidad de su cuerpo cerca de su ovario izquierdo.
Estos espermatozoides asesinos en sus oviductos acompañan al último puñado de
espermatozoides fértiles de la pareja, los captadores de óvulos. Los captadores de óvulos
espermatozoides
y espermatozoides asesinos se parecen mucho. Ambos son elegantes y atléticos.
49
 GUERRAS DE ESPERMA
en forma pero, mientras que los asesinos tienen cabezas de tamaño medio, las cabezas de los
cazadores de huevos son un poco más grandes. Si la mujer ovulara ahora, su pareja aún tendría
buenas posibilidades de fertilización.
Pero aún faltan dos días para la ovulación y la guerra está a punto de comenzar.
Después de muy pocas embestidas, el amante deposita su balsa seminal en la vagina de la
mujer. Su cuello uterino se hunde y permanece en el estanque, y la vanguardia de su ejército
comienza a fluir hacia los canales de su moco cervical. Este ejército contiene alrededor de
quinientos millones de espermatozoides asesinos,
asesinos, alrededor de un millón de captadores de
óvulos y alrededor de cien millones de bloqueadores. A algunos se les niega el paso a través
de los canales de moco por el bloqueo de los espermatozoides de la pareja. Sin embargo,
quedan tan pocos de estos bloqueadores que casi todos los canales cervicales ahora están
limpios. Los invasores se derraman en oleadas. Unos cientos de captadores de óvulos con el
apoyo de asesinos viajan directamente a través del cuello uterino hacia el útero, y se dirigen
inmediatamente
inmediatamente al área de descanso en el oviducto. El resto de los cazadores de huevos,
algunos de los asesinos y los bloqueadores más jóvenes (unos pocos millones en total) se
dirigen a las criptas cervicales. Llegan, se establecen y esperan desarrollos. El resto de los
asesinos viajan más lentamente a través del cuello uterino hacia el útero, dejando atrás a los
bloqueadores mucho más lentos. Estos últimos se distribuyen a lo largo de los canales de moco,
luego se asientan, muchos inmediatamente enrollan sus colas como si anticiparan una larga
espera.
Algunos de los cazadores de huevos de la vanguardia de los amantes no llegan al oviducto.
Como hemos visto, la pareja tiene relativamente pocos espermatozoides asesinos aún activos
en el útero, pero los que están allí hacen todo lo posible para detener la marea del amante. Tan
pronto como un asesino de cualquiera
el hombre se encuentra por primera vez con un espermatozoide del rival, se le advierte que la
guerra ha comenzado. Durante aproximadamente una hora, los asesinos de ambos hombres
nadan mucho más rápido de lo normal, buscando tantos espermatozoides rivales como sea posible.
Su objetivo es envenenar a los cazadores de huevos y asesinos del rival usando el cóctel mortal
de fluidos en la gorra que cada uno lleva en la cabeza. Lo hacen a través del combate cabeza
a cabeza. Primero, como hemos visto, palpan con la punta de la cabeza
50
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GUERRAS DE ESPERMA
sentarse a horcajadas sobre su pareja, empujar su pene dentro de su vagina y
estimularlo para que eyacule. Al hacerlo, ha protagonizado una verdadera guerra.
Sin embargo, a pesar de que su pareja ahora ingresa a la arena con un nuevo ejército
de trescientos millones de espermatozoide
espermatozoides,
s, la competencia seguirá siendo unilateral.
Tan pronto como los espermatozoide
espermatozoides
s recién introducidos de la pareja intentan
abandonar el depósito seminal, se encuentran con problemas. Los canales del moco
cervical de la mujer están casi todos bloqueados, no sólo con el esperma del amante,
sino también con los glóbulos blancos de la propia mujer. La gran cantidad de
espermatozoides del amante y el número correspondiente de glóbulos blancos están
haciendo su trabajo casi a la perfección, y los espermatozoides de la pareja tienen
muchos más obstáculos para abandonar el estanque seminal que los del amante, un
par de horas antes.
Se desarrollan filas de espermatozoides de la pareja en los canales bloqueados, lo
que produce retrocesos hasta el estanque seminal. Como resultado, solo una pequeña
proporción del ejército de la pareja logra escapar de la piscina antes de que la mujer
expulse su reflujo.
Incluso aquellos espermatozoides que escapan de la piscina y encuentran un canal
despejado todavía no están fuera de problemas. La pequeña vanguardia de cazadores
de huevos y asesinos que se dirigen directamente al útero se encuentran teniendo
que correr el guante de hordas de asesinos de amantes. Inevitablemente, uno o dos
pasan sin ser envenenados, pero solo para encontrarse con más problemas cuando
intentan salir del útero. La entrada a cada oviducto es estrecha, lo suficientemente
grande como para permitir el paso fácil a un huevo descendente. Además, ambas
entradas del oviducto están bloqueadas por el esperma del amante y patrulladas por
asesinos, y muchos de los espermatozoides de la pareja mueren cuando intentan
abrirse paso. Incluso aquellos pocos que escapan y finalmente llegan a salvo al área
de descanso del oviducto todavía están en riesgo para los asesinos de los amantes,
que patrullan todo el lugar.
área.
Más abajo en el tracto de la mujer, en su cuello uterino, muchos de los
GUERRAS DE ESPERMA
en cada espermatozoide que encuentran, comparando los químicos de su superficie con los
suyos y buscando similitudes y diferencias. Si un asesino encuentra un espermatozoide
de del
ejército rival, intenta pinchar la punta mortal de su cabeza contra el lado vulnerable de la
cabeza de su oponente, aplicando una pequeña cantidad de veneno corrosivo con cada golpe.
Habiendo pinchado varias veces, sigue adelante, dejando que el otro esperma muera.
Un solo esperma asesino lleva suficiente veneno para matar a muchos espermatozoides del
ejército rival, pero gradualmente su capa se queda sin productos químicos, ya que no tiene
reservas de energía para producir más. En un último intento por acabar con un espermatozoide
más, intenta pegar la cabeza a la de un rival y aplicar las últimas gotas de sus letales fluidos.
A medida que avanza la guerra, hay un aumento gradual de estos pares de espermatozoides
muertos y moribundos, unidos por la cabeza en un abrazo mortal.
En esta escaramuza inicial, uno o dos de los asesinos del compañero hacen su trabajo y
algunos de los cazadores de huevos y asesinos del amante mueren en el combate cuerpo a
cuerpo, con la cabeza cubierta de veneno. Sin embargo, cualquier éxito inicial del esperma de
la pareja es de corta duración. A su vez, son encontrados por las bandas invasoras de
asesinos del amante que acompañan a sus buscadores de huevos. En un frenesí de caos
kamikaze, los espermatozoides asesinos
asesinos de ambos bandos intentan aniquilar a las tropas del
otro. Sin embargo, superados en número por al menos mil a uno, los últimos espermatozoides
espermatozoides
restantes de la pareja pronto mueren.
El frente de batalla ahora se traslada a los oviductos, donde continúa la matanza. Con solo
unas pocas pérdidas propias, el esperma del amante elimina sistemáticamente a los últimos
captadores y asesinos de óvulos restantes de la pareja. Para cuando la mujer y su amante
vuelven a tener relaciones sexuales, una hora después, la primera batalla ha terminado y
ninguno de los espermatozoides de la pareja quedan vivos dentro de ella. En realidad, el papel
de la segunda inseminación en esta guerra de esperma en particular es más complicado de lo
que parece, pero aquí esa discusión sería una distracción.
Hasta ahora, nuestra guerra ha sido tan unilateral que ha sido poco más que un descuido.
La batalla principal aún está por venir. Comienza cuando la mujer llega a casa y su cuerpo la
insta
51
GUERRAS DE ESPERMA
canal que conduce a una cripta vacía, pero la mayoría quedan varados en el moco
donde caen presa de las fuerzas combinadas del esperma del amante y los glóbulos
blancos de la mujer.
Claramente, el encuentro del miércoles en esta guerra ha ido mucho a favor del
amante, y no sucede mucho en los próximos dos días para restablecer el equilibrio.
A medida que la mujer se comporta normalmente el jueves y el viernes, la población
de espermatozoides bloqueados de ambos hombres en su moco cervical disminuye
lentamente. Algunas gotean en su vagina, transportadas por mucosidad. Otros son
absorbidos por los glóbulos blancos de la retaguardia. Incluso cuando algunos de
estos bloqueadores se reemplazan más arriba en su cuello uterino con esperma de
las criptas cervicales, los nuevos reclutas no logran compensar la pérdida y los
bloqueadores
bloqueadores disminuyen. El esperma asesino en su útero, después de un declive
inicial por las pérdidas de la batalla, en realidad se acumula en números el jueves
con un nuevo reclutamiento de las criptas cervicales. Luego, los asesinos también
comienzan a disminuir en número. Un flujo constante de captadores de huevos de
ambos hombres (pero principalmente del amante) abandona las criptas y se dirige a
las áreas de descanso en los oviductos. En el camino, tienen que correr el desafío
de los espermatozoides asesinos rivales en el útero, y la mayoría de los captadores
de óvulos de la pareja fallan porque estos asesinos son casi todos del amante. Para
el viernes por la noche, con solo unas horas para la ovulación, los captadores de
óvulos de la pareja en los oviductos son superados en número por alrededor de cien
a uno.
Cuando la mujer y su pareja tienen relaciones sexuales el viernes por la noche,
solo queda una hora más para la ovulación. Ahora, los espermatozoides de la pareja
tienen un paso mucho más fácil a través del moco cervical porque la cantidad de
bloqueadores se reduce mucho. Aunque la mayor parte de su esperma se dirige a
las criptas cervicales ahora medio vacías, una vanguardia de buscadores de óvulos
y asesinos se dirige directamente a los oviductos. Muchos son asesinados o
ralentizados en el útero por los asesinos patrulleros del amante, pero pasan
suficientes para reducir las probabilidades en los oviductos de cien a uno a diez a
uno. Es en este punto que la mujer produce un óvulo de uno de sus ovarios y una
 espermatozoides de su pareja están tratando de entrar en sus criptas cervicales. Pero
las entradas de las criptas también están patrulladas por asesinos y, en todo caso,
por dentro están virtualmente llenas del esperma del amante. Ocasionalmente, algunos
de los espermatozoides de la pareja tropiezan con un
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GUERRAS DE ESPERMA
de espermatozoides empiezan a subir por el oviducto hacia la zona de
fecundación. Ahora es una carrera, o más bien una carrera de obstáculos
porque todavía hay asesinos en el oviducto, principalmente del amante. Los
espermatozoides de la pareja, en particular los pocos que acaban de llegar
directamente de la inseminación, son más rápidos que los del amante: si
todo lo demás fuera igual, la pareja aún podría ganar el premio de la fertilización.
Pero todo lo demás no es igual. Uno tras otro, los buscadores de óvulos de la
pareja se topan con el esperma asesino del amante. A medida que el óvulo llega a
la zona de fecundación en el oviducto y llegan los primeros espermatozoides, las
probabilidades en contra de la pareja se reducen a cinco a uno, pero eso no es
suficiente. Los primeros tres espermatozoides en llegar son todos del amante, y
uno de ellos reclama el premio. Una hora más tarde, con el esperma fresco de la
pareja ahora abrumando al amante en todos los puntos del tracto de la mujer, las
probabilidades en los oviductos oscilan fuertemente a favor de la pareja. Pero es
demasiado tarde. El amante lo ha hecho y la hija de la mujer, que nacerá dentro de
nueve meses, no habrá sido engendrada por el hombre al que llamará su padre.
Pero nadie lo sabrá nunca.
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GUERRAS DE ESPERMA
pezón inexistente. Fue el momento más emotivo de la vida del hombre,
su propia carne y sangre allí en sus brazos.
El hombre volvió a abrir los ojos. Aun así, todo lo que podía ver era a
su compañero. Después de que nació su hijo, ella nunca había querido
tener más hijos, pero a él no le había importado. El solo hecho de tener
un hijo significaba que nunca habían necesitado escatimar en la
comodidad, el desarrollo y la educación de su hijo. Al mismo tiempo, les
había resultado relativamente fácil volverse modestamente ricos. Su
inversión de tiempo y dinero había sido más que recompensada por los éxitos de su hijo.
Tres veces, mientras su hijo crecía, el hombre estuvo a punto de caer
en la tentación de la infidelidad. Pero cada vez, en el último momento, se
había resistido por temor a que se rompiera su hogar. Hubiera estado
triste por perder a su pareja, pero hubiera estado desconsolado por
perder a su hijo. Los dos siempre habían sido cercanos. Habían
compartido todas esas cosas que un padre y un hijo pueden compartir,
incluso durante la difícil adolescencia del niño. Revivió el orgullo que
había sentido al verlo graduarse, luego vio una vez más cómo su carrera
iba viento en popa. Volvió a encontrarse con la sucesión de muchachas
señal química pasa por el oviducto adyacente. Esta señal activa cientos de
espermatozoides
espermatozoides en el área de descanso y una ola
53
CAPÍTULO CUATRO
Contando el costo
ESCENA 8
¿No se parece a su padre?
Cuando el hombre volvió a la conciencia, giró dolorosamente su mano izquierda
que había estado apoyada, con la palma hacia abajo, sobre la cama. Su
compañera se acercó y colocó su mano en la de él, angustiada por la frialdad
de su piel. Cuando sus ojos se encontraron, ella negó con la cabeza,
respondiendo a su muda pregunta.
El hombre sabía que la muerte no estaba muy lejos, pero aún no podía morir.
Se había propuesto una última tarea y tenía que vivir un poco más. A pesar
de las drogas y el dolor, el pánico se apoderó de él ante la posibilidad de
fracasar y morir demasiado pronto. Su hijo estaba en camino, volando desde
el otro lado del mundo, y el hombre deseaba desesperadamente verlo solo
una vez más. Nada más haría que sus últimos momentos fueran pacíficos.
Sus ojos se cerraron y se dejó llevar una vez más a la semiconsciencia.
Las escenas del pasado se abrían y cerraban tan vívidamente que podía
 jurar que en realidad estaba allí. Entró en la habitación donde conoció a su
pareja de toda la vida y la vio por primera vez. Vio la sangre y el agua cuando
su hijo disparó esa última distancia corta hacia el
mundo. La partera recogió al bebé, identificó su infancia y, en el siguiente
aliento, comentó cuánto se parecía a su padre. Luego lo envolvieron y lo
colocaron en los brazos de su padre, su diminuto y marchito rostro apuntando
hacia arriba, el labio inferior temblando mientras chupaba un
55
CONTANDO EL COSTO
entrar en la habitación. Estaba seguro de que era su hijo, y se veía tan bien,
tan exitoso y tan extrañamente joven. El hombre sonrió. Él lo había hecho.
Había aguantado lo suficiente.
Su compañero sabía que estaba muerto. Había sentido su mano cada
vez más y más fría. Ahora se había ido. Ella pensó que había usado todas
sus lágrimas, pero vinieron más. Después de un rato, llamó a una
enfermera; luego, después de unos momentos más de contemplación,
salió de la habitación para esperar a su hijo. Finalmente llegó dos horas
después. Después de que ella le dio la noticia, los dos entraron y se
pararon sobre el cuerpo del hombre, ahora totalmente frío. La mujer trató
de consolar a su hijo diciéndole que en las últimas horas del hombre,
durante sus pocos momentos de conciencia, no había hablado más que
de él y su familia.
Mientras lloraba abiertamente, su hijo maldijo los retrasos en el
aeropuerto y el tráfico pesado que lo habían hecho llegar demasiado
tarde. Luego, en un arrebato del que más tarde se arrepentiría, se volvió
hacia su madre y la maldijo. Maldijo su infidelidad y lamentó el día en que
 bonitas que clamaban por su atención y con la belleza que se convertiría
en una hija para él. Recordó las oleadas de gran paternalismo cuando,
uno por uno, le habían dado cinco nietos.
Tan real como si realmente estuviera sucediendo, se sintió levantar
la fotografía que ahora estaba al lado de su cama de hospital pero que
durante años había tenido un lugar de honor en su salón. Después de la
emigración de su hijo, impulsada por un cambio de carrera aparentemente
demasiado lucrativo como para rechazarlo, la imagen había adquirido
un significado especial. Era de su dinastía, como él la llamaba; una
fotografía profesional de él, su hijo y los cinco nietos. Como nunca se
cansaba de decir, la imagen mostraba su contribución al mundo ya las
generaciones futuras, una contribución más duradera que cualquier obra
de arte. Su hijo y sus nietos ya habían heredado sus genes. Ahora, muy
pronto, heredarían gran parte de su riqueza.
Su corazón dio un vuelco cuando pensó que vio a un joven
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GUERRAS DE ESPERMA
las repercusiones reproductivas para un hombre de ser engañado sin saberlo para
criar al hijo de otro hombre.
Los comentarios que hace la gente cuando se enfrenta por primera vez a un
bebé recién nacido muestran una preocupación sorprendente por buscar un
parecido entre el bebé y el presunto padre. No se sabe con qué frecuencia dichos
comentarios y comparaciones son precisos. En la Escena 8, la comadrona estaba
equivocada, pero el hombre no lo habría encontrado menos tranquilizador. Pero,
tal como resultó la vida, podría haber sido mejor si no lo hubiera hecho: podría
haber tenido más probabilidades de recuperar su situación, reproductivamente.
En la cruel competencia de su generación por transmitir sus genes, el moribundo
era un fracaso reproductivo. Para él no hubo descendencia; sin dinastía. Había
sido superado en el juego de apareamiento de la vida por su compañero y un
hombre que nunca conoció, el hombre que era el padre real, genético, de su 'hijo'.
Entre los dos, lo habían engañado para que dedicara todo su esfuerzo reproductivo
a criar a un niño que no era suyo, como el pequeño pájaro que es engañado para
criar a un monstruoso polluelo de cuco.
Si no hubiera sido engañado de esta manera, en principio no habría nada de
malo en su estrategia de tener un solo hijo. Estudios recientes han demostrado
que, en igualdad de condiciones, aumentar la riqueza e invertir más en cada hijo
puede aumentar el éxito reproductivo tanto como tener más hijos. Lo hace porque
cada niño tiene una mayor probabilidad de sobrevivir, crece para ser más saludable
y más rico, y por lo tanto es más probable que atraiga al sexo opuesto.
Eventualmente, ese niño debería tener más nietos o bisnietos que un niño que
recibió menos inversión de sus padres.
Los hijos, en particular, hacen buenas inversiones (Escena 18). Los hijos más
ricos y saludables tienen más oportunidades de inseminar a las niñas antes de
elegir una pareja a largo plazo, es más probable que obtengan una pareja atractiva,
fértil y fiel, y es más probable que tengan la oportunidad de ser infieles. Incluso
aparte de los nietos que tal hijo podría tener a través de sus relaciones a largo
plazo, también es más probable que produzca nietos 'satélites' a través de otras
mujeres, a menudo en el proceso.
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GUERRAS DE ESPERMA
Tener menos nietos. Tal como resultaron los acontecimientos, su estrategia fue buena.
La estrategia también funcionó bien para el padre genético. No solo disfrutó de los
mismos beneficios reproductivos a través de su hijo que la mujer, sino que indudablemente
ella le había ensillado su secreto. Durante diez largos años ella lo había
hecho seguir fingiendo hasta que, al final, la carga se volvió demasiado
pesada y se sintió impulsado a emigrar. Pero sobre todo, la maldijo por
hacer que hoy se odiara a sí mismo. Durante el largo vuelo a casa, un
solo pensamiento había plagado su mente. ¿Por qué me molesto? - ni
siquiera es mi verdadero padre.
En muchas ocasiones en este libro, nos encontramos con
O personas que mejoran su éxito reproductivo a través de la
infidelidad. Sin embargo, tal comportamiento sólo es ventajoso si la
persona en cuestión logra obtener los beneficios de la infidelidad sin
incurrir en costos aún mayores.
Este capítulo se ocupa de los costos potenciales de ser infiel. Consta
de las Escenas 8 a 11, cada una de las cuales explora uno o más de los
costos y peligros de la infidelidad. Algunos de estos peligros los
experimenta la persona que le está siendo infiel; algunos por su pareja.
En esta primera escena, examinamos
57
CONTANDO EL COSTO
engañar a otros hombres para que críen a sus hijos como si fueran sus
propio.
El mayor éxito reproductivo lo logran las personas que logran el mejor
equilibrio entre la búsqueda de riqueza y estatus y la producción de niños.
Este principio se aplica tanto a un pastor de ganado africano como a un
industrial occidental. También
se aplica a otros animales. Un ave macho, por ejemplo, tiene que lograr un
equilibrio entre ganar un mejor territorio y alimentar a sus crías por un lado, y
encontrar oportunidades para aparearse por el otro. El mejor equilibrio, por
supuesto, puede ser difícil de alcanzar. Pase tanto tiempo acumulando recursos
para invertir que nunca encuentre tiempo para reproducirse, y su estrategia
fracasará. Pasa todo tu tiempo teniendo hijos y ninguno acumulando recursos,
y tu estrategia vuelve a fallar. Sus hijos pueden morir de desnutrición o volverse
tan poco saludables y llenos de enfermedades que se vuelvan poco atractivos
o infértiles.
La estrategia de un solo hijo, que es lo último en inversión, puede tener
éxito como hemos visto, pero también puede fallar. Además, cuando falla, lo
hace espectacularmente. Si ese niño muere por accidente o enfermedad o es
infértil por alguna desgracia genética o infección, la estrategia del hijo único
es un fracaso total. O, si su situación es como la del hombre en la Escena 8,
la estrategia del hijo único es nuevamente un fracaso total.
Sin embargo, para la mujer de la escena, la estrategia funcionó
maravillosamente. Ella tuvo un hijo que sobrevivió y evitó enfermedades
graves. Además, a través de su recepción y uso de la riqueza familiar superior
al promedio, pudo alcanzar un estatus en términos de salud y riqueza que lo
convirtió en un objetivo popular para las jóvenes atractivas y fértiles (Escena
18). Por lo que su madre sabía, su hijo podría haber tenido hijos con algunas
de estas otras mujeres. Incluso podría haber engañado a otros hombres de la
misma manera que su padre genético había engañado al hombre que acababa
de morir. Incluso aparte de esos posibles hijos satélite, su hijo había tenido
con éxito cinco hijos con su pareja a largo plazo. Si la mujer hubiera tenido
más de un hijo, la inversión reducida en cada uno podría haber llevado a su
59
CONTANDO EL COSTO
las agencias de apoyo informan una tasa de no paternidad de alrededor del 15 por ciento.
Todas las cifras de no paternidad son de la proporción de niños realmente nacidos. El
nivel de no paternidad de los hijos concebidos será aún mayor. Esto se debe a que es
más probable que una mujer aborte a un niño concebido a través de un hombre que no
 disfrutó de un mayor éxito reproductivo con su propia pareja a largo plazo. Biológicamen
Biológicamente,
te,
su éxito contrasta con el f racaso del hombre que crió a su hijo, el del padre genético, como
si fuera suyo.
Habiendo sido engañado al principio de su vida reproductiva, este último tuvo varias
oportunidades para recuperar la situación pero, como resultaron los acontecimientos,
respondió de manera desventajosa. Podría haber sido más persuasivo al cambiar la
opinión de su pareja acerca de no tener más hijos, pero no lo fue. Podría haber
aprovechado las oportunidades de infidelidad que se le presentaron, pero no lo hizo.
Incluso podría haber dejado a su pareja e intentado una relación a largo plazo con otra
mujer que le hubiera dado hijos, pero no lo hizo. Para él, la peligrosa estrategia de tener
un solo hijo fue un desastre.
Si el niño que estaba criando hubiera sido suyo, su carácter y sus respuestas al desafío
de criar niños habrían sido ventajosos. La pareja habría cosechado las recompensas de
un hijo exitoso . Pero debido a que el niño no era suyo, biológicamente su paquete genético
de características fue un fracaso. Con toda la crueldad que es la selección natural, sus
genes fueron eliminados, para nunca ser transmitidos a las generaciones futuras.
La experiencia del moribundo en la Escena 8 no es rara.
En todo el mundo, se ha calculado a partir de estudios de grupos sanguíneos que alrededor
del 10 por ciento de los niños, de hecho, no son engendrados por el hombre que cree que
es su padre. Este es también el nivel que se encuentra en la industria occidental.
sociedades (ver escena 18 para más detalles). Existe una necesidad real de un estudio
extenso utilizando técnicas modernas como la toma de huellas dactilares de ADN.
Hasta ahora, lo más parecido a un estudio de este tipo proviene de las pruebas de
paternidad realizadas por las agencias de manutención infantil. Están respondiendo a los
'padres' ausentes que exigen este tipo de pruebas en un intento de evitar o retrasar el
apoyo económico forzoso de una expareja. Internacionalme
Internacionalmente,
nte, niño
60
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GUERRAS DE ESPERMA
Todavía de pie bajo la luz, la mujer se tocó el pómulo.
La sensibilidad casi había desaparecido, pero sabía que no pasaría mucho tiempo
antes de que los moretones volvieran a aparecer. Respiró hondo, se preparó y caminó
la distancia restante hasta la puerta principal. Tenía la esperanza de que él ya estaría
en la cama, pero mientras subía por el sendero pudo ver que la luz de la sala de estar
todavía estaba encendida.
Su compañero no levantó la vista cuando ella entró en la habitación, su mirada
permanecía firmemente fija en la pantalla del televisor. Tenía una lata de cerveza en
la mano y otras ocho vacías aplastadas esparcidas por el suelo. Reconoció muy bien
la atmósfera y supo que tenía que tener cuidado. Durante un tiempo se ocupó de las
minucias, limpiando los escombros de su velada en casa con sus dos hijos. Al final,
no pudo soportar más el silencio y preguntó, con toda la calma que pudo, si los niños
se habían ido a la cama sin alboroto. Sin mirarla, escupió su respuesta. Sus hijos se
habían acostado bien. Él no tenía ninguno.
Ella sabía que no debía contradecirlo. Ambos niños estaban
de hecho suyo, pero recientemente había decidido que no lo eran. Desde entonces,
no había perdido la oportunidad de expresar sus nuevas dudas: a ella, a los niños, a
los vecinos, de hecho, a cualquiera que quisiera escuchar. Ella suspiró más
agresivamente de lo que pretendía, luego dijo que si él iba a empezar de nuevo, ella
se iría a la cama.
 —Ven aquí —ordenó.
Ella vaciló, un miedo familiar creciendo dentro de ella.
 —Ven aquí —repitió, aún con más fuerza, todavía sin mirarla.
Sabía que no tenía elección. Huir solo lo empeoró.
Ella se acercó y se paró frente a él. Permaneció sentado.
"Has estado con él de nuevo", dijo rotundamente, mirando a través de ella.
estómago a la televisión detrás.
Dijo que no había estado con nadie, sólo con su hermana. Ahí
no era nadie. Debería llamar a su hermana si no creía.
62
sea su pareja a largo plazo. Es casi seguro que esto sucede principalmente cuando su
pareja sabe o tiene buenas posibilidades de descubrir que él no es el verdadero padre. El
aborto representa entonces un intento de la mujer de evitar los costos de la infidelidad
discutidos en las Escenas 9 y 11.
Aunque no se han llevado a cabo estudios de huellas dactilares de ADN adecuadamente
controlados en humanos, se han llevado a cabo en una amplia gama de aves
aparentemente monógamas.
monógamas. Los resultados sugieren una incidencia de aproximadame
aproximadamente
nte
el 30 por ciento de machos que crían descendencia de otros machos, comparable pero
ligeramente superior al nivel en humanos. Así que parecería que el ave macho promedio
tiene incluso menos motivos para sentirse tranquilo por un parecido pasajero con su
descendencia que el hombre promedio.
ESCENA 9
Cometiendo errores
La mujer dobló la esquina, luego se detuvo debajo de una farola para verificar que sus
llaves estuvieran en su bolso. Unos minutos más la verían en casa, y su ánimo se hundió
rápidamente. Aunque la noche era fría, se detuvo un rato bajo la luz, cualquier cosa para
retrasar el momento de la llegada.
Había pasado la noche en casa de su hermana, a unos quince minutos a pie.
lejos, buscando la paz y pidiendo consejo. Su hermana no tenía ninguna duda.
«Llévate a los niños y vete», había dicho. Quédate con mamá, ella
tenerte mientras arreglas las cosas.
61
CONTANDO EL COSTO
su. No necesitaba llamar a su hermana, dijo, lo sabía. Ella le dijo que estaba borracho
y loco, que ya no podía hablar con él y que se iba a la cama. Ahora, por primera vez
desde su regreso, la miró a la cara y le dijo que se quedara donde estaba.
Vio la mirada salvaje que siempre aparecía en sus ojos antes de atacarla. Cuando
exigió saber con quién había estado, el miedo se apoderó de ella. Dijo que sabía que
ella estaba jodiendo. Ella siempre había jodido. Solo quería saber quién era, para que
esta vez pudiera matarlo.
Cuando él se puso de pie tambaleándose, ella retrocedió, rogándole que no
volviera a lastimarla. Exigió aún más fuerte saber con quién se estaba tirando. Medio
lloró, medio gritó que no había nadie.
Ignorándola, él le gritó que quienquiera que haya sido, no iba a tener un viaje gratis.
Él le dijo que se quitara la ropa y aceptara lo que le esperaba. Ella gimió 'No', pero no
sirvió de nada. Sus puños y manos estaban por todas partes mientras la tiraba al
suelo. A medida que se añadían nuevos moretones a los viejos, el dolor era familiar
pero más intenso, tan intenso que fue casi un alivio cuando dejó de golpearla para
arrancarle la ropa interior. Luego se desabrochó los pantalones y la penetró,
empujando vigorosa y dolorosamente.
Casi tan pronto como la hubo inseminado, se levantó y le dijo que si alguna vez
descubría con quién estaba saliendo, era hombre muerto. Si tenía suerte, él podría
dejarla vivir . Ahora, él se iba a la cama y ella podía dormir en el suelo donde
pertenecía.
Al día siguiente, empacó sus pertenencias y las de sus hijos y se fue, siguiendo el
consejo de su hermana y mudándose con su madre. Durante las próximas semanas,
consideró emprender acciones legales por violencia y violación, pero finalmente
decidió que su mejor opción era no tener nada más que ver con él. Ella nunca lo
volvió a ver, y él nunca trató de contactarla a ella ni a los niños. Más tarde, se enteró
de que solo dos semanas después de que ella se mudara, se había mudado una niña
de unos diecinueve años. Un año después, él estaba muerto, asesinado por el padre
de la joven de diecinueve años.
La mujer se quedó con su madre mucho más tiempo que cualquiera
63

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GUERRAS DE ESPERMA
de ellos quería. Eventualmente, se mudó con el primer hombre que estuvo
preparado para hacerse cargo de ella y sus hijos. Habiendo sido abandonado
por su pareja anterior después de una relación estéril, él mismo no tuvo hijos.
Al principio, fue un buen padre para ella. Pero tan pronto como ella dio a luz
a su hija, su actitud cambió. Comenzó a golpear a su hijo y, sin que ella lo
supiera, a abusar sexualmente de su hija mayor, que se volvió malhumorada
y rebelde. Después de una paliza particularmente salvaje de su padrastro, su
hijo se fue de casa para vivir con su abuela hasta que pudiera mantenerse.
Muchos años después le diagnosticaron infertilidad, fruto, siempre sostuvo,
de aquella paliza final. Su hija mayor, una vez en su adolescencia,
simplemente se escapó y nunca más volvió a establecer contacto.
La mujer nunca perdonó a su nuevo compañero por alejar a sus hijos
mayores, pero en lugar de repetir los errores del pasado se quedó con él.
Una vez que su hijo y su hija mayor se fueron, su relación con él pareció
mejorar. Tuvieron otro hijo y lograron sacar adelante a su familia sin
demasiados problemas.
aquí están los pros y los contras tanto de la fidelidad como de la infidelidad. Desde el
T desde el punto de vista del éxito reproductivo, ninguno es
inevitablemente ventajoso o desventajoso. Lo que siempre es desventajoso
es cometer errores. Elegir un socio inadecuado entre los disponibles es un
error. Otra es juzgar mal una situación y ser infiel cuando sería mejor ser fiel,
y ser fiel cuando sería mejor ser infiel. Otro más es ser
Falta o exceso de celo al tratar de evitar que una pareja sea infiel. Las
personas a las que les va mejor en el juego de generación de la vida son
aquellas que juzgan su situación correctamente y luego responden
apropiadamente.. Un hombre tiene mucho que perder con la infidelidad de su pareja.
apropiadamente
Primero, puede ser engañado para que dedique toda una vida de riqueza y esfuerzo
a criar al hijo de otro hombre (Escena 8). En segundo lugar, tiene un mayor riesgo
de contraer enfermedades de transmisión sexual, porque su pareja está en
64
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GUERRAS DE ESPERMA
su descendencia mayor. Nótese la similitud de tal comportamiento con el que se
muestra en la Escena 9 del segundo compañero de la mujer.
Hay dos formas en que un hombre puede tratar de reducir las posibilidades de
infidelidad de su pareja. Crudamente, estos se disfrazan de posesividad y celos.
Como se observa en la Escena 6, por un lado, puede pasar tanto tiempo con su
pareja que ella tiene muy pocas oportunidades de serle infiel. Por otro, puede
amenazarla con consecuencias indeseables si le es infiel. Sus dos amenazas
principales son, en primer lugar, el abandono y, en segundo lugar, la violencia,
hacia ella, su amante o ambos. El hombre de la Escena 9 utilizó la violencia y la
llevó al exceso.
Tal comportamiento no es raro.
La infidelidad y, con la misma potencia, la sospecha de infidelidad son dos de
las principales causas de la violencia doméstica. Se dan como la razón de más de
la mitad de los casos denunciados de abuso y asesinato de una pareja. En esto,
los humanos son, por una vez, relativamente inusuales. Los estudios de otros
animales, principalmente aves, han demostrado que los machos rara vez responden
con agresión a la infidelidad de una pareja, aunque pueden comportarse
agresivamente con el otro macho. Los monos y simios son un poco más parecidos
a las personas. Aun así, siguen siendo menos predecibles que los humanos a la
hora de mostrar agresividad hacia una pareja infiel.
No está claro por qué los humanos deberían mostrar más agresión que otros
animales en tales circunstancias. Una posibilidad se deriva de las diferencias de
tamaño y fuerza entre hombres y mujeres. En la mayoría de los animales, hay
poca diferencia entre los sexos. Las víctimas potenciales generalmente pueden
CONTANDO EL COSTO
mayor riesgo. En tercer lugar, corre el riesgo de que su pareja lo abandone
si ella considera que el otro hombre es una mejor perspectiva, en cuyo caso,
puede llevarse a sus hijos con ella o dejarlos atrás.
Haga lo que haga, su éxito reproductivo puede verse afectado.
Si ella se lleva a sus hijos, es posible que sean criados por un padrastro,
lo que podría ser costoso desde el punto de vista reproductivo. Los estudios
de muchas culturas diferentes en todo el mundo han demostrado que los
niños tienen muchas más probabilidades de ser abusados o incluso
asesinados por un padrastro que por su padre genético. Pero si su ex pareja
trata de criar a sus hijos por su cuenta, esto también puede ser costoso. En
al menos algunas sociedades, los niños de familias monoparentales tienen
un mayor riesgo de mortalidad. El mismo riesgo existe si su pareja deja a
sus hijos para que los críe él solo. Incluso si logra atraer a otra pareja, aún
corre el riesgo de que la maltraten o la asesinen, esta vez por parte de su
madrastra.
Los humanos no son los únicos animales que se sabe que se comportan
de manera más agresiva con sus hijastros. Los leones machos son un buen
ejemplo. Las manadas de leones contienen dos o tres machos y hasta ocho
hembras y sus crías. Deambulando por la sabana hay grupos de solteros de
dos o tres machos, cada grupo buscando una manada de la que puedan
expulsar a los machos actuales. Si tienen éxito, lo primero que hacen es
matar a los cachorros, el legado de la manada de los machos anteriores.
Las hembras entran en celo por la pérdida de sus crías, lo que les da a los
nuevos machos una oportunidad temprana de engendrar su propia descendencia.
Algunos monos que viven en grupos de harén, un macho con varias hembras,
se comportan de la misma manera. si el dueño del harén es expulsado, el nuevo
macho mata a la descendencia del macho anterior. Incluso los monos que viven
en grupos mucho más grandes, formados por muchos machos y hembras,
muestran un comportamiento similar. La mayoría de las veces, un macho actúa
agresivamente hacia los jóvenes que no pueden ser suyos. En ocasiones, sin
embargo, puede hacer exactamente lo contrario y hacer todo lo posible para
ayudar a una hembra a cuidar a una cría tan joven. Pero este no es el acto de
desinterés que podría parecer, es más bien una estratagema para obtener acceso
sexual. Una vez que la hembra da a luz un bebé que podría ser del macho, éste
se comporta de forma más agresiva con
sesenta y cinco
CONTANDO EL COSTO
al menos tres posibles desventajas de comportarse agresivamente con la pareja
sexual. En primer lugar, siempre que un hombre (o una mujer) necesite la
cooperación de la pareja para tener y criar hijos, la salud y la fertilidad continuas
de esa pareja son esenciales. La violencia, y los perjuicios que pueda causar a la
pareja, son por tanto desventajosos tanto para el agresor como para la víctima. En
segundo lugar, existe el peligro de una represalia tan enérgica por parte de la
víctima que sea el agresor quien finalmente termine más dañado. Finalmente, otras
personas que tienen en mente los intereses de la víctima, como padres, hermanos
o parejas potenciales, también pueden ofrecer una defensa vigorosa, como
descubrió a su costa el hombre violento en la Escena 9.
Este hombre mostró un nivel de agresión hacia su pareja inusual entre los
animales. Sin embargo, su impulso de inseminarla al sospechar una infidelidad es
menos inusual y tiene su comportamiento equivalente entre muchas otras especies.
Los pájaros machos, por ejemplo, al ver a su pareja teniendo sexo con otro macho,
vuelan directamente hacia ese macho y lo derriban. Luego inseminan
inmediatamente a la hembra. Las ratas macho y los monos responden de manera
similar. Después de inseminar a su pareja, una rata o un mono macho normalmente
esperaría un tiempo antes de volver a hacerlo.
Sin embargo, si la ve apareándose con otro macho, la vuelve a inseminar
inmediatamente. Incluso si simplemente han estado separados por más tiempo de
lo habitual, es más probable que él la insemine la próxima vez que se vean.
Tal reinseminación rápida es una estrategia importante para el éxito en la
guerra de esperma (Escena 21). Si el segundo macho espera demasiado tiempo,
 dar lo mejor que reciben. En los seres humanos, sin embargo, los hombres tienen
una ventaja física considerable sobre las mujeres, y la mayor parte de la violencia
doméstica la perpetúan los hombres contra las mujeres, y no al revés. Esta
diferencia física les da a los hombres más potencial que los machos de otras
especies para ser violentos con s us parejas femeninas.
La agresión medida, o su amenaza, puede jugar un papel importante en la
prevención de la infidelidad de la pareja. Pero si se juzga mal, ya sea en el
momento o en el vigor, los costos reproductivos pueden superar con creces los
beneficios reproductivos. Esto se debe a que hay
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GUERRAS DE ESPERMA
cuantos más cachorros haya en la camada serán engendrados por el primer macho. La
velocidad lo es todo.
Es por esta razón que las ratas, los monos y los hombres se excitan sexualmente
al ver a otra pareja teniendo relaciones sexuales.
El pene del macho se pone erecto e incluso puede llenar su uretra con esperma. Junto
con casi todos los demás aspectos de la sexualidad humana, el atractivo de la
pornografía dura debe su existencia al comportamiento moldeado para el éxito en la
guerra de esperma.
Los hombres buscan evitar los costos de la infidelidad de su pareja estando atentos
a las señales, minimizando las oportunidades y amenazando con la deserción o las
represalias. Si se detectan signos de infidelidad, se intensifican la vigilancia y las
amenazas. Sin embargo, sólo si la infidelidad se produce realmente, las amenazas
suelen llevarse a cabo. Incluso entonces, un hombre puede decidir que sus perspectivas
de reproducción a largo plazo son aún mejores si se queda con su pareja actual que
con cualquier otra persona, en cuyo caso, las amenazas se reducen.
En la Escena 9, la separación fue costosa tanto para el hombre como para la mujer.
Su hijo, al menos, puede haber sufrido reproductivamente como consecuencia directa
de la separación. La hija también pudo haberlo hecho, aunque se desconoce su destino.
Si el hombre violento realmente hubiera estado en lo cierto al afirmar que ninguno
de los hijos era suyo y que la mujer le estaba siendo infiel, su comportamiento extremo
aún podría haber sido ventajoso. Comenzar de nuevo con una pareja nueva y más
 joven podría haber sido una mejor estrategia que qued arse con una pareja mayor infiel.
Pero estaba equivocado y, como sucedió, su violencia mal calculada redujo su éxito
reproductivo de dos maneras: primero, a través de los dos hijos que había engendrado;
en segundo lugar, al conducir a su muerte prematura le privó de la posibilidad de tener
más hijos.
Aunque abandonar a su primera pareja fue costoso para la mujer por el efecto que
tuvo sobre sus hijos, probablemente hizo lo mejor que pudo con un mal trabajo, en lo
que respecta a su supervivencia reproductiva, al menos. Si se hubiera quedado con él
por más tiempo, su violencia podría haber sido tan dañina físicamente que ella no
habría podido tener más hijos. Incluso podría haberse vuelto contra sus hijos, actuando
sobre su conclusión errónea de que
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GUERRAS DE ESPERMA
Ella había llevado a los niños a la escuela y había hecho las compras; de lo contrario, ella
había estado en todo el día. Lo más destacado había sido tomar el sol durante una hora a
primera hora de la tarde. Luego, sin motivo aparente, ofreció la información de que había
que cambiar la cama y que había lavado las sábanas. Al final de la noche, mientras subían
las escaleras, ella se quejó de lo caluroso que había sido el día y dijo que tenía ganas de
un largo baño.
Mientras su pareja se bañaba, el hombre yacía desnudo en su cama, disfrutando del
calor húmedo de la noche de verano. Pensó en la otra mujer, en su picnic, en su casi
infidelidad y en su promesa de otras ocasiones y momentos mejores. Se excitó. Cuando su
más esperma del primer macho tendrá tiempo de abandonar el depósito seminal.
Además, el ejército del primer macho tiene la oportunidad de distribuirse a l o largo
del tracto de la hembra de una manera óptima, bloqueando los canales cervicales,
llenando las criptas cervicales y organizando el paso de asesinos y captadores de
huevos para los próximos días. Por otro lado, si el segundo macho puede inseminar
a la hembra lo suficientemente rápido, su propio ejército estará allí a tiempo para
competir por las primeras posiciones en la hembra.
Los estudios en ratas han demostrado que prácticamente cada segundo cuenta.
Cuanto más espere el segundo macho antes de inseminar a la hembra,
67
CONTANDO EL COSTO
él no era su padre, en cuyo caso, sus perspectivas no habrían sido mejores ni peores
con su verdadero padre que con un padrastro.
Dada su situación, la mujer siempre iba a estar en peligro de lograr pocos o ningún nieto
a través de su primera familia. Sin embargo, al dejar a su violento compañero cuando lo
hizo, al menos logró engendrar una segunda familia, esta vez con todas las posibilidades
de tener nietos.
ESCENA 10
lamiendo la infidelidad
En los primeros momentos después de que terminó, se sintieron incómodos. Habiendo
comido al sol en un campo de heno apartado, la excitación sexual los había llevado al
borde de la infidelidad. Pero ella se resistió y al final, con su aliento, él simplemente
eyaculó sobre la hierba. Ahora, a medida que la pasión y la frustración se calmaban,
también lo hacía la incomodidad. Ella prometió que habría otras ocasiones y mejores
momentos. Pronto comenzaron a relajarse.
Permanecieron en el campo durante otra media hora, él tendido al sol, ella sentada
a la sombra y hablando de vez en cuando. De mala gana, finalmente empacaron y
regresaron a su ciudad natal. La dejó en el estacionamiento del trabajo y luego se
dirigieron a casa por separado con sus respectivas parejas.
Tan pronto como el hombre entró por la puerta de su casa e intercambió
saludos, percibió algo extraño en el estado de ánimo de su pareja. El teléfono
sonó, pero cuando contestó, la persona que llamaba colgó. Durante la cena,
su pareja no mostró interés en su día. Él le dijo a dónde lo había llevado su
negocio y quién había ido con él, pero no obtuvo ninguna reacción. Toda la
noche estuvo ocupada, sin pasar apenas tiempo con él. En las pocas ocasiones
en que hablaron, ella apenas lo miró. Cuando se le preguntó cómo había sido
su día, se encogió de hombros y dijo que había sido normal.
69
CONTANDO EL COSTO
el campo de heno también estaba teniendo problemas con su pareja. Una vez que sus hijos
estuvieron en la cama, la pareja se sentó en el sofá en bata, supuestamente relajándose
antes de irse a la cama. Cada uno tenía un gato acurrucado en su regazo. El hombre había
estado irritable toda la noche y ella sabía por qué. No estaba feliz de que ella hubiera
estado en un viaje de negocios todo el día con otro hombre. De vez en cuando, desde que
habían comido, había tratado de preguntarle sobre su día, pero los niños y su rutina
nocturna habían impedido cualquier conversación sensata. Ahora, tranquilo por fin, buscó
tranquilidad.
Le preguntó cómo se había llevado con el otro hombre, comentando que un día entero
era mucho tiempo para estar en compañía de alguien si no lo conocías muy bien. Ella
 pareja entró en la habitación, estaba visiblemente listo para el sexo, pero ella lo ignoró y se
ocupó de arreglar la ropa. Por lo general, caminaba desnuda después de un baño nocturno,
pero esta noche estaba usando su bata de baño. También apagó la luz antes de desvestirse
y meterse en la cama, pero probablemente no debería haberse preocupado. Las marcas en
su espalda no eran tan obvias como imaginaba.
Cuando él comenzó sus propuestas sexuales, ella se quejó de su cansancio. Pero
estaba decidido a que no se le negara por segunda vez que
día. Por un momento ella se puso rígida y sostuvo su cabeza mientras él trabajaba con sus
labios desde sus senos hasta su ombligo. Cuando llegó a su vello púbico, ella se quejó de
nuevo de que realmente no tenía ganas de tener sexo.
Él le dijo que se relajara y se ofreció a lamerla de la forma que a ella le gustaba.
Esta noche, dijo, ella tampoco se sentía así. Pero fue demasiado tarde.
Su cabeza ya estaba entre sus piernas.
Le acarició el vello púbico, que olía dulce y todavía estaba ligeramente húmedo por el
baño. Sus muslos también lo estaban, pero cuando él comenzó a separar sus labios
vulvares con la lengua, ella se puso en movimiento, se movió hacia abajo de la cama y
comenzó a besar su rostro. Sin apenas más juegos previos, ella agarró su pene y lo guió a
su posición. Pensó que era demasiado pronto pero, por dentro, estaba sorprendentemente
mojada. El coito fue largo. Ella no llegó al clímax, pero él sí.
En el otro lado de la ciudad, la casi amante del hombre de
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GUERRAS DE ESPERMA
sueño, el gato ahora en su regazo le había estado dando sexo oral. Su lengua
había sido áspera, pero suave. Se había emocionado mucho y casi se corre,
sintiéndose avergonzada cuando se despertó en caso de que el conductor
hubiera notado su rubor. Ahora, con toda la atención de su pareja, continuó
diciendo que la idea del sexo oral había estado en su mente desde entonces.
Quejándose de que hacía mucho tiempo que él no la complacía, ella lo instó a
que lo hiciera ahora.
Como de costumbre, se salió con la suya. Ella no llegó al clímax por sus
lamidas, pero fingió que lo hizo. Luego, con la farsa terminada, ella lo dejó
tener relaciones sexuales.
Los humanos no son, por supuesto, los únicos animales que se entregan al sexo oral.
H sexo. La mayoría de los mamíferos machos, desde ratas y perros hasta
elefantes y monos, acarician, huelen y lamen la vulva de la hembra durante los juegos previos.
Los monos también tocan los genitales de una hembra, a veces insertando sus
dedos en su vagina, luego oliéndolos y lamiéndolos al retirarse. Lo que todos
estos machos están haciendo es recopilar información.
Están buscando la respuesta a tres preguntas. ¿La hembra está sana?
¿Es ella fértil? ¿Y ha tenido relaciones sexuales recientemente con otro hombre? Un
hombre está haciendo exactamente lo mismo, y la información que recopila puede
ser de gran ayuda en su búsqueda del éxito reproductivo.
Si las secreciones de una mujer huelen o saben particularmente
desagradables, el hombre puede perder por completo el interés en la
penetración. El olor puede indicar enfermedad. Tal información es más útil cuando un hombre está pequeñas marcas dejadas por su amante. Sin embargo, lo más importante de
contemplando el sexo con una mujer nueva. Y debido a que las enfermedades pueden
aparecer y desaparecer, también vale la pena que un hombre pruebe de vez en cuando la
salud de las secreciones, incluso de una pareja a largo plazo.
En muchos mamíferos, el olor de las secreciones de la hembra es
claramente diferente y más agradable al de los machos durante su fase fértil.
En las mujeres, sin embargo, y en otros mamíferos que ocultan su fase fértil,
el cambio de olor durante el ciclo es mucho menos evidente. En un experimento
en los EE. UU., un grupo de mujeres voluntarias usó un tampón durante la
noche en diferentes
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era mucho tiempo para estar en compañía de alguien si no lo conocías muy bien. Ella
respondió que había estado bien, dijo sinceramente que habían hablado principalmente
sobre el trabajo en el camino y luego mintió que había dormido la mayor parte del camino
de regreso. Se quejó de que deberían haber ido en tren, porque no le gustaba la idea de
haber estado solos en la privacidad de un automóvil. La mujer se encogió de hombros,
diciendo que no había tenido elección. El hombre había querido conducir, y él era el jefe.
Luego, en un momento de inspiración, dijo que estaba contenta de que hubieran conducido.
Significaba que podían abrir las ventanas. Hacía mucho calor, y el hombre había olido muy
mal todo el día.
Hubo una pausa, por lo que hizo hincapié en la ventaja obtenida con su mentira. Se
quejó de que el hombre realmente la había molestado durante el almuerzo. Parecía
desaprobar todo lo que a ella le gustaba y en lo que creía. A veces, había sido realmente
difícil no decirle lo que pensaba de él. Su pareja se relajó un poco, algo tranquilizada por
sus mentiras.
De repente, tuvo una idea. Empujó suavemente al gato de su regazo, se giró hacia su
pareja y colocó su mano en parte sobre su muslo y en parte sobre el gato que aún estaba
en su regazo. Inventando la historia a medida que avanzaba, le contó un sueño que había
tenido mientras dormitaba en el auto en el camino de regreso. Mientras hablaba, acarició al
gato en su regazo, aparentemente frotando accidentalmente el pene de su pareja debajo
de su bata con el dorso de la mano. En detalle gráfico, describió cómo, en el
71
CONTANDO EL COSTO
días de su ciclo menstrual. Los tampones se colocaron en tubos abiertos, para
que se pudieran oler pero no ver, y luego se entregaron a un panel de asesores.
El olor de cada tampón se clasificó en una escala de "muy desagradable" a
"muy agradable". La dulzura del olfato cambiaba con la etapa del ciclo
menstrual, siendo más desagradable durante la menstruación. En promedio, el
olor fue levemente, pero no consistentemente, más agradable durante la fase
fértil. Entonces, al acariciar la vulva de una mujer, un hombre al menos puede
saber si ella tiene la menstruación.
Siempre que las secreciones de una mujer pasen la prueba de salud y
fertilidad de un hombre, la principal información que busca es si ella ha tenido
relaciones sexuales recientemente con otro hombre. El cuerpo del hombre
puede usar esta información para cambiar la cantidad de asesinos y cazadores
de huevos que introduce en el de ella. Como ya hemos visto, los ajustes toscos
se hacen sobre la base de la proporción de tiempo que ha pasado con la mujer
durante la última semana o desde su última relación sexual (Escena 6).
Cuanto menos tiempo ha pasado con ella, mayor es la posibilidad de que
pueda contener esperma de otro hombre y más esperma introduce. Este
método funciona, pero es tosco. Si su cuerpo pudiera saber si el esperma de
otro hombre está presente, podría hacer un ajuste mucho más fino a sus
propios números de esperma.
En la Escena 10, el hombre llega a casa y se encuentra con una pareja
que, en algún momento del día, claramente le había sido infiel. Ella había
borrado sus huellas lo mejor que pudo cambiando la cama, lavando las
sábanas y evitando que él la viera de espaldas en caso de que notara las
todo era que también se había dado un largo baño para tratar de eliminar todo
rastro de su amante de su vello púbico, muslos y labios vulvares. En todo esto,
estaba obedeciendo a su mente consciente, aunque impulsada por un cuerpo
que no quería ser golpeado ni abandonado.
Su cuerpo había expulsado el reflujo de su amante hace muchas horas,
pero siempre quedan algunos rastros de semen en la vagina, a veces hasta
por un día. Al principio, había tratado de evitar por completo el contacto sexual
con su pareja. Su cuerpo favorecía la
73
 GUERRAS DE ESPERMA
amante y quería darle a su esperma una victoria lo más fácil posible. Sin embargo, al
mismo tiempo, no quería perder el apoyo de su pareja.
En consecuencia, cuando él comenzó a acariciar su vulva y aumentó el riesgo de
que se descubriera su infidelidad, ella cambió de estrategia. Pasó de evitar el coito a
precipitarlo únicamente para distraerlo del sexo oral.
Al otro lado de la ciudad, la mujer había regresado a casa con una pareja
sospechosa. Sin embargo, tenía la ventaja de que su vagina no contenía evidencia
de lo cerca que había estado de la infidelidad. Como resultado, tuvo la oportunidad
tanto de tranquilizar como de engañar a su pareja, no solo verbalmente (criticando al
hombre con el que había estado) sino obligándolo a oler y lamer su vulva para
confirmar su inocencia. Al final de la noche, tanto su mente como su cuerpo deberían
haberse tranquilizado.
Juntas, las dos escenas de sexo oral que acabamos de presenciar ilustran la
interacción de tranquilidad y subterfugio que es un sello distintivo del sexo rutinario
entre parejas. Es posible que los hombres no puedan vencer la infidelidad de su
pareja a través del sexo oral, pero ciertamente pueden recopilar información útil para
decidir qué hacer a continuación. A corto plazo, esta información puede ayudar a los
hombres a prepararse para la guerra de esperma. A medio plazo, les puede ayudar
a ajustar la intensidad con la que vigilan a su pareja o buscan otra pareja. A largo
plazo, puede ayudarlos a evaluar la conveniencia de la deserción y, si su pareja tiene
un hijo, a juzgar la probabilidad de que el niño haya sido engendrado por otra
persona. Al mismo tiempo, mediante la prevención estratégica o el fomento del sexo
oral, una mujer puede intentar tranquilizar o engañar a su pareja con respecto a la
situación real.
Por supuesto, las personas no siempre se dan cuenta de que se están entregando
al sexo oral por las razones anteriores. Conscientemente, lo que un hombre cree que
está haciendo cuando lame los genitales de una mujer es estimularla para que se
lubrique para la penetración. La mayoría de las veces, en ausencia de infidelidad, lo
que una mujer piensa que está haciendo es buscar estimulación sexual. Ambas cosas
están sucediendo, por supuesto, pero son simplemente el barniz consciente del
comportamiento, no su función última. Como en gran parte del comportamiento
sexual, el
74
MachineTranslatedbyGoogle
GUERRAS DE ESPERMA
acariciando, oliendo, lamiendo y tocando los genitales de la hembra. Nosotros
también, tanto hombres como mujeres, heredamos una predisposición a encontrar
estimulante ese comportamiento.
ESCENA 11
Mate
La pantalla de color rojo brillante
br illante en el reloj de la mesita de noche cambió de
11:59 a 12:00. Era medianoche. Mientras su amante dormía su sueño
poscoital, el hombre había estado mirando el reloj. Aunque estaba reacio a
cambiar el calor de su cama por el aire frío de su habitación, realmente era
hora de irse.
Empezó a despertarla suavemente besando la mitad de su espalda.
Su relación había comenzado medio año antes en un oscuro bosque de verano
cuando, en un momento de abandono no planeado, se desnudaron el uno al
otro y ella lo ayudó a eyacular. Dos meses más tarde, poco después de que
ella se mudara a una habitación propia, tuvieron relaciones sexuales completas
por primera vez. Aunque trabajaban en el mismo edificio, rara vez se reunían
durante el día, cuidándose mucho de ocultar su relación a todo el mundo. Dos
o tres veces por semana visitaba a su camarera para tener sexo. Siempre se
iban directamente a la cama. El tiempo era corto: rara vez tenían más de una
hora juntos. Aun así, a menudo tenían sexo dos veces en una sesión. Él la
inseminaba unas cinco veces por semana, mientras seguía inseminando a su
pareja una o dos veces por semana. Su amante era once años menor que él,
pero había aprendido más sobre sexo en seis meses de momentos arrebatados
con ella.
que en diez años con su pareja.
CONTANDO EL COSTO
la mente persigue conscientemente la estimulación superficial a instancias de un
cuerpo que apunta a lograr fines mucho más potentes.
No hay ninguna razón intrínseca por la que lamer los genitales de una mujer deba
estimularla sexualmente más que patearle el pie.
Sin embargo, una acción es un estímulo sexual, la otra no lo es. Lo que suele ocurrir
en la evolución de la estimulación sexual es que signos inequívocos de interés sexual
se vuelven estimulantes, mientras que otros no. Si no fuera así, machos y hembras
estarían continuamente respondiendo sexualmente a las señales más irrelevantes.
Por las razones que ya hemos discutido, los ancestros masculinos se vieron
impulsados por sus cuerpos a buscar la valiosa información contenida dentro y
alrededor de la vagina de una mujer, el sitio inevitable de la inseminación.
El hecho de no buscar esta información antes del coito le costó al hombre de cuatro
maneras: significó un mayor riesgo de enfermedad, más posibilidades de inseminar a
una mujer infértil, menos posibilidades de ganar guerras de esperma y menos
posibilidades de combatir la infidelidad. Desde la perspectiva de la mujer, estas
presiones sobre el hombre significaban que, cuando un hombre acariciaba su vulva,
indicaba inequívocamente su interés sexual. Si ella no estaba interesada, simplemente
podría irse. Si estaba interesada, necesitaba prepararse para el coito lubricando su
vagina, y así sucesivamente. Tal preparación previa haría que el proceso de
inseminación en sí fuera más eficiente y menos dañino. En general, las hembras que
respondieron a ser acariciadas por un macho atractivo excitándose se habrán
reproducido con más éxito que aquellas que no lo hicieron.
Los mismos argumentos se aplican al varón. Si los antepasados femeninos le
permitieron acariciar su vulva, en lugar de alejarse, esto indicaba que estaban
interesadas en recibir su esperma. Los hombres que respondieron excitándose
habrán perdido menos oportunidades de coito que los hombres que no lo hicieron. En
general, los machos que obtuvieron estimulación sexual al acariciar la vulva de una
hembra se habrán reproducido más que aquellos que no lo hicieron.
Todas estas respuestas se formaron mucho antes de que existieran los humanos.
Cuando nuestra especie evolucionó por primera vez, los machos simplemente
heredaron de nuestros ancestros primates una predisposición a
75
CONTANDO EL COSTO
cumpleaños de su amante y ella había insistido en más de su tiempo que la
hora habitual. De lo contrario, pasaría la noche con amigos. Al final había
inventado una historia que, tenía que admitirlo, parecía bastante buena. Le
había contado a su socio que un visitante del otro lado del mundo, al descubrir
su interés por el ajedrez, lo había retado a un partido y se había ofrecido a
prepararle una auténtica comida étnica. Le había recordado a su compañero
que el ajedrez tomaba mucho tiempo, que probablemente jugarían al mejor de
tres y que podría ser una noche larga, tal vez incluso medianoche, antes de
que él llegara a casa.
La velada había sido perfecta, un recuerdo para toda la vida. Le había
preparado una comida a su amante y a las siete estaban en la cama, bebiendo
vino, escuchando música y jugando con los cuerpos del otro mientras la pasión
iba y venía. En total, iba y venía, aunque con dificultad creciente, cuatro veces.
La última vez él solo fingió eyacular, pero ella llegó al clímax por segunda vez
esa noche.
Ahora, sin embargo, su fiesta había terminado, y por delante de él había dos
perspectivas de las que podía prescindir: correr el desafío de ser arrestado por
conducir ebrio y, lo que es peor, la culpa y la incomodidad de tener que inventar
los eventos de la noche para satisfacer los deseos de su pareja. curiosidad.
Nunca había sido capaz de comprender por qué le preocupaba tanto que lo
descubrieran. No era realmente la perspectiva de que su pareja lo dejara,
aunque extrañaría a sus dos hijos. En verdad, le preocuparía más si perdiera
a su amante. Tal vez fue la amenaza de su pareja de gastar cada centavo que
tenía en lugar de dejar que lo despilfarrara en otra mujer. O tal vez fue su
'broma' tan repetida de que si alguna vez le era infiel, ella le cortaría las bolas.
estaba seguro de que ella
no quise decir eso Pero, ¿volvería a sentirse seguro cuando ella cogiera unas
tijeras o un cuchillo? Cualquiera que sea la razón, la perspectiva de ser
descubierto lo aterrorizaba.
 Para beneficio de su socio, había creado una red ficticia de eventos
semanales en el trabajo. Estos le dieron coartadas rutinarias, casi infalibles,
que lo liberaron para visitar a su amante a veces de camino al trabajo, a veces
de regreso. Esta noche, sin embargo, había sido especial. Esta gélida noche
de finales de enero fue su
76
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GUERRAS DE ESPERMA
le dijo que debe irse. Se vistió en el frío de su habitación, la besó, vaciló un poco en
un vano intento de apaciguarla, luego se fue caminando hacia su auto. Siempre
estacionaba a dos calles de distancia. La policía no lo detuvo mientras conducía a
su casa, a pesar de los malos minutos en los que parecía estar siendo seguido.
Treinta minutos después de dejar a su amante, poco después de la una de la
madrugada, estaba en casa y su pareja lo estaba esperando.
Apenas había cerrado la puerta principal cuando le preguntaron casi
histéricamente qué estaba pasando. Sorprendido, se disculpó por llegar tan tarde.
Los juegos habían durado más de lo esperado. Pero al final ganó, agregó, buscando
convicción en los detalles. Hizo una pausa y luego le preguntó por qué, si había
estado jugando al ajedrez con su amigo extranjero toda la noche, esa misma
persona llamó hace un par de horas y pidió hablar con él. El hombre sintió que se
le helaba la boca. El pánico se apoderó de él. No podía creer su mala suerte. En los
dos años que su colega había estado en su institución, no había llamado ni una
sola vez. ¿Cómo era que, de todas las noches para romper su silencio, había
elegido esta noche?
La mente del hombre se aceleró cuando su cara se enrojeció y sus axilas
cosido de sudor. Por un momento, él casi le dijo todo.
Luego mintió diciendo que había sido el cumpleaños de su asistente. Lo habían
invitado a una noche de hombres con bebida, comida, strippers y piscina. Sabía
cuánto odiaba ella que él fuera a esas noches y le preocupaba que bebiera y
condujera, así que pensó que era mejor no decírselo.
Ella lo miró a los ojos, tratando de averiguar si estaba diciendo la verdad, luego
se acercó al teléfono. Haciendo una pausa, teléfono en mano, le pidió el número de
su asistente. Dijo que no sabía. De todos modos, los demás no volverían todavía,
porque se habían ido a otro club. Los había dejado para volver a casa porque sabía
que ella
estaría preocupado si llegaba demasiado tarde. Ella lo miró de nuevo. Sin saber
cómo responder, se escondió detrás de la risa. Dijo que esto era una tontería.
Lamentaba haberle mentido, pero realmente había estado tratando de ahorrarle
preocupaciones. No volvería a pasar. el le diria
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GUERRAS DE ESPERMA
No esperaba que pasara nada después de todo este tiempo. Pero se habían
emborrachado, ella lo había invitado a su hotel y las cosas simplemente habían
sucedido.
Él estaba realmente arrepentido. Deseó haberse resistido, pero ella se había
ido ahora y nunca volvería a suceder. Había tenido tiempo para pensar y el
miedo de perderla a ella ya sus hijos le había hecho darse cuenta de que todo
lo que realmente quería era a ella, a su hogar ya su familia. Él se iría si ella
quisiera, pero ¿se había dado cuenta de que no podían permitirse el lujo de
quedarse con la casa y pagarle un apartamento? Si quería que se fuera, tendrían
que vender la casa y comprar algo más pequeño para ella y los niños.
¿Realmente valió la pena someter a los niños a una separación? ¿Todo por la
debilidad de una noche de su parte que nunca volvería a suceder?
Al final ella estuvo de acuerdo en que él podía quedarse, pero dijo que
tendría que dormir en el piso del dormitorio. Tampoco debería imaginar que
volvería a tener sexo con ella . O que ella se mantendría fiel. Tan pronto como
pudiera encontrar a otro hombre, se iría, llevándose a los niños con ella.
Cuando su joven amante finalmente salió a la superficie de su sueño, ella le
pidió que no se fuera, suavemente al principio, luego con creciente irritación.
Finalmente, indicando más que un poco de desagrado, ella
77
CONTANDO EL COSTO
la próxima vez, y no podían por favor irse a la cama porque estaba borracho y
cansado.
Ella se movió hacia él hasta que sus rostros casi se tocaron y lo miraron a los
ojos. Ella le dijo que estaba mintiendo, que sabía que estaba mintiendo. ¿Por qué
no olía a humo y cerveza? Hizo una pausa y luego lo acusó de infidelidad. Él lo
negó, pero ella lo gritó y le preguntó quién era. Él proclamó su inocencia una vez
más y se opuso a su negativa a creerle.
Se quedó en silencio por un segundo, pensando mucho. Entonces ella le dijo
que se quitara los pantalones. Protestó. Ella insistió. Dijo que estaba siendo
estúpida. Enojada, ella comenzó a desabrocharle los pantalones. Él la empujó, le
dijo que se detuviera y dijo que lo haría. Mientras se bajaba los pantalones y la ropa
interior, esperaba contra toda esperanza que no hubiera nada que ella pudiera ver
u oler. Pero habia. Ella lo maldijo, lo abofeteó, le dijo que la dejara a ella, a sus hijos
y a su casa, y dijo que no quería volver a verlo nunca más. Cuando él vaciló, ella lo
empujó, con los pantalones todavía alrededor de los tobillos, hacia la puerta.
Al principio no se resistió pero en la puerta se negó a irse.
Finalmente, accedió a que él pasara la noche en el sofá siempre que se hubiera ido
por la mañana. Pasó una noche inquieta, incapaz de dormir en parte por la
incomodidad, en parte por la preocupación por el futuro, pero sobre todo porque
tenía miedo. La idea de que su compañero estaba a punto de entrar en la habitación,
cuchillo u otra arma en mano y con la intención de vengarse, lo acosó toda la noche.
Se fue temprano, antes de que ella bajara, pero regresó a casa al mediodía. Con
los niños en la escuela, tuvieron una larga discusión. Su pareja le dijo que nunca
podría volver a confiar en él y que no podía vivir con alguien en quien no podía
confiar. Sostuvo que la velada fue única. Dijo que la mujer era una exnovia que
había emigrado hace años y luego, la semana pasada, lo había contactado de la
nada. A punto de visitar el país nuevamente por unos días, quería buscar viejos
amigos y volver a verlo. él había accedido,
79
CONTANDO EL COSTO
él tenía gonorrea y ella partió justo a tiempo para evitar que ella misma se
contagiara.
Este fue el comienzo de la peor etapa de su vida. Con tratamiento, se
recuperó de su infección, pero su médico le advirtió, correctamente como
resultó, que ya no sería fértil. Se vio obligado a vender la casa para que su
expareja pudiera quedarse con su parte del capital social. El costo de mantener
a sus dos hijos combinado con las pérdidas de dos apuestas financieras tontas
lo redujeron casi a la penuria.
Aparentemente, sus días de aventuras con chicas más jóvenes terminaron, se
mudó con una viuda, diez años mayor que él, cuyos hijos vivían en el extranjero.
Después de esto, la vida comenzó a mejorar lentamente.
Al principio, sus propios hijos adolescentes habían vivido amigablemente
con su madre y su nueva pareja. Pero cuando comenzó una segunda familia,
las relaciones en el hogar se volvieron tensas. Eventualmente, sus hijos
regresaron a vivir con él y su nueva pareja. Afortunadamente, demostró ser
una buena madrastra, tratando a sus hijos en los pocos años antes de que se
fueran de casa como si fueran suyos.
 De hecho, se le permitió volver a su cama después de unos pocos días y
volvieron a tener relaciones sexuales después de seis semanas. Nunca le dijo
a su amante lo que había sucedido y su relación continuó sin disminuir durante
otros seis meses. Luego conoció a un hombre de su misma edad y terminó su
relación. Se quedó con su pareja otros cinco años pero durante ese tiempo, sin
que ella lo supiera, le fue infiel con tres mujeres. La primera, otra niña once
años menor que él, concebida durante su aventura. Pero luego, después de
dos meses, el hombre con el que vivía la abandonó, dudando que el niño fuera
suyo, y ella abortó.
Por un momento, consideró dejar a su pareja por esta mujer más joven, pero
después de algunas dudas, la chica misma decidió que no lo quería.
Irónicamente, a pesar de sus cuatro aventuras, no fue su infidelidad sino la
de su pareja lo que finalmente terminó con su relación de quince años.
Cumpliendo su palabra, tan pronto como conoció a otro hombre, se fue,
llevándose a los niños con ella. Ella no lo sabía, pero su momento fue perfecto.
Su infidelidad final había dado
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GUERRAS DE ESPERMA
afectarla. A diferencia de un hombre, ella no corre peligro de que el amante de
su pareja la engañe para que críe hijos. Esto significa que, en general, la
infidelidad es una amenaza levemente menor para una mujer que para ella.
un hombre.
Esta conclusión es tan aplicable a las aves, monos y simios monógamos como
a los humanos. El resultado es que, aunque tanto machos como hembras de
todas estas especies intentan evitar que su pareja les sea infiel, los machos son
significativamente más posesivos con su pareja que las hembras. Son
significativamente más agresivos y significativamente menos indulgentes. Las
hembras pueden intentar ahuyentar a otras hembras. Pueden intentar intervenir
entre su pareja y otra hembra. Incluso pueden abandonar a sus crías si reciben
muy poco tiempo y ayuda de su pareja. Sin embargo, dado que su compromiso
físico para prevenir la infidelidad es menor que el del hombre, es menos probable
que deserten si su pareja les es infiel. Lo mismo es cierto para los humanos.
Las mujeres a veces hieren o matan a su pareja si éste les es infiel.
A veces hieren o matan a su amante, abandonan a su pareja o lo expulsan, y
también a veces le abandonan a sus hijos para que los críe. Pero, de nuevo, es
menos probable que hagan todas estas cosas que los hombres y es más probable
que pasen por alto las indiscreciones descubiertas. Sin embargo, la amenaza de
retribución siempre está presente y es lo suficientemente real como para que la
mayoría de los hombres intenten ocultar su infidelidad.
Podría decirse que los animales machos nunca son tan sutiles sobre su
infidelidad como las hembras, tal vez porque los costos de descubrimiento son menores.
Mi descripción favorita de la infidelidad sofisticada por parte de la hembra se
refiere a un pequeño pájaro marrón, el acentor común. El macho y la hembra, el
epítome de la monogamia satisfecha, fueron vistos por primera vez mientras
saltaban uno al lado del otro en un césped, picoteando bocados de comida.
Cuando llegaron a un arbusto, el macho dio la vuelta por un lado y la hembra por
el otro. Tan pronto como el arbusto la protegió de su pareja, la hembra voló en un
instante hacia la densa vegetación cercana. Allí, copuló con un macho que
acechaba y luego voló de regreso a su posición detrás del arbusto.
82
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GUERRAS DE ESPERMA
Si no se hubiera descubierto la infidelidad del hombre, probablemente
probablemente le
habría ido mejor reproductivamente: como mínimo, habría tenido la oportunidad
de tener un tercer hijo con su pareja. Tal como estaba, no lo hizo. Tampoco
¿Por qué es tan importante para una mujer prevenir o, en su defecto,
EN detectar la infidelidad de su pareja? ¿Cuáles son las repercusiones
del fracaso en su búsqueda del éxito reproductivo?
Una mujer tiene mucho que perder con la infidelidad de su pareja. Y
muchos, aunque no todos, de los peligros son los mismos que para un hombre.
Primero, existe el riesgo de que ella tenga que compartir su riqueza, tiempo,
energía y otros recursos con la otra mujer. En segundo lugar, existe el peligro
de que eventualmente la deje por la otra mujer, reduciendo aún más su apoyo
hacia ella. Cualquiera que cuide a los niños, se enfrenta a los peligros de la
paternidad monoparental o padrastro que comentamos en relación con la
Escena 9. En tercer lugar, existe el mayor riesgo de contraer enfermedades de
transmisión sexual, porque su pareja corre un mayor riesgo.
Sin embargo, existe un riesgo que no
81
CONTANDO EL COSTO
Unos segundos más tarde, el macho y la hembra saltaron de nuevo a la vista del
otro, más allá del arbusto. Todavía picoteando atentamente los bocados, la
hembra actuó como si nada hubiera pasado.
Casi igual de atractiva es la película, exhibida en todo el mundo, de una mona
que busca comida en el suelo mientras su consorte la observa atentamente desde
una rama alta. Junto a ella viene otro macho. Se sienta, tocándose inocentemente,
escondiendo su erección de su consorte. Cada vez que se distrae la atención de
la consorte, el otro macho toca a la hembra en el hombro. En un instante se pone
de pie y se presenta y el macho la insemina. Su relación sexual es tan rápida que
cuando su consorte mira hacia atrás en su dirección, han reanudado sus
actividades anteriores: la inocencia personificada.
Tal vez una hembra de acentor común que vuela entre la vegetación no sea
más sutil que un macho que se esconde allí, esperando. Tal vez una mona que
finge inocencia hasta que su pareja se distrae no sea más sofisticada que un
macho que oculta su erección e insemina a la velocidad de la luz. Y tal vez una
mujer que tiene sexo con el limpiacristales mientras su pareja está de compras no
es más sofisticada que un hombre que tiene sexo con su secretaria en un armario
en la fiesta de la oficina. Pero, en fin, uno siempre tiene la sensación de que la
hembra de la especie, sea cual sea la especie, tiene esa ligera ventaja en cuanto
a ingenio e imaginación se refiere. En lo que respecta a los humanos, lo mejor
que podemos usar como evidencia es que, teniendo en cuenta miles de casos, es
más probable que el hombre, en promedio, descubra su infidelidad que la mujer.
En la Escena 11, la mujer necesitaba revisar los genitales de su pareja solo
superficialmente para confirmar su infidelidad. Si hubiera sido más cauteloso y se
hubiera lavado antes de regresar a casa, podría haber escapado a la detección.
Si hubiera inventado una historia mejor, podría, nuevamente, haber escapado a la
detección. Pero no lo hizo y sufrió las consecuencias.
Desde el momento en que se descubrió su infidelidad, su pareja decidió que
cuando llegara el momento adecuado lo dejaría, en lugar de esperar a que él la
dejara a ella.
83
CONTANDO EL COSTO
es probable que sufran aún más si su pareja les es infiel.
especialmente si no lo detectan.
A veces, los beneficios de la infidelidad superan los costos y, a veces, no.
 logró compensar esta pérdida engendrando un hijo a través de la infidelidad o
mediante una segunda pareja a largo plazo. Casi logró engendrar un hijo de la
pareja de otro hombre, pero fracasó.
Estuvo a punto de atraer a otra pareja fértil a través de su infidelidad, pero falló
cuando se trataba de eso. Cualquier otra oportunidad que tuviera de tener hijos
se desvaneció cuando contrajo gonorrea (al menos la mitad de todas las
infertilidades humanas se deben a enfermedades de transmisión sexual).
Aunque hubiera permanecido fértil, su edad y sus reducidas circunstancias lo
hacían menos atractivo para las mujeres fértiles. En cambio, su principal
estrategia reproductiva se convirtió en su asociación con una mujer mayor,
probablemente posmenopáusica,
posmenopáusica, en el sentido de que, con su ayuda, sus hijos
probablemente se habrán ido de casa plenamente capaces de realizar su
potencial reproductivo. Eventualmente,
Eventualmente, le darían nietos. Si no se hubiera
descubierto su infidelidad, podría haber tenido más nietos, pero al menos tenía
algunos.
Si la mujer no hubiera descubierto la infidelidad de su pareja, probablemente
le habría ido peor reproductivamente. Por supuesto, ella podría haber tenido
otro hijo con él. Pero todo el tiempo que estuvo con él, sin saberlo, habría sido
vulnerable a la deserción repentina y la disminución del apoyo. Daba la
casualidad de que eventualmente también habría contraído gonorrea y correría
el riesgo de sufrir esterilidad en el futuro. En cambio, su descubrimiento la
ayudó a aprovechar su apoyo durante cinco años más y luego elegir el
momento para dejarlo por otro hombre y una segunda familia. Ella habrá
terminado con la misma cantidad de nietos que él a través de sus hijos mutuos,
y más a través de los hijos de su segunda familia.
Reproductivamente,
Reproductivamente, la infidelidad tiene el potencial de beneficiar tanto a
hombres como a mujeres, como veremos más adelante en este libro. Sin
embargo, como han demostrado estas últimas cuatro escenas, también puede
ser costoso incluso si se oculta con éxito al socio. Además de esto, por mucho
que una persona pueda sufrir por su propia infidelidad,
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CAPÍTULO CINCO
Secreto
Anticipación
ESCENA 12
una doble vida
Había terminado otro día de trabajo y el hombre del quinto piso se marchaba a
casa. Cuando entró en el ascensor, le llamó la atención un nuevo grafiti. Él
sonrió. En una jerga pintoresca, implicaba que no se podía confiar en el jefe de
su sección, porque pasaba demasiado tiempo masturbándose.
El ascensor se detuvo en el tercer piso y entró una joven. La había
visto solo una vez antes, pero de inmediato se ganó un papel
protagónico en sus fantasías. Ella era nueva en la sección, una
secretaria adicional para el hombre que era el objetivo del graffiti.
Observó su rostro mientras la puerta se cerraba. Ella vio las palabras
inmediatamente. Sus ojos se movieron hacia los lados y atraparon los
de él. Se sonrieron y ella se sonrojó, pero no dijeron nada. Cuando el
ascensor llegó a la planta baja y salieron, ella giró a la derecha y él a la
izquierda, en dirección al aparcamiento ya la casa.
Treinta minutos después, condujo hasta su garaje. Una vez en la casa
besó a su pareja, admiró los últimos dibujos de sus hijos y subió a
desvestirse para la ducha. Incluso mientras cerraba la puerta del baño,
estaba manipulando sus genitales, fomentando una erección. Para
cuando hubo cerrado la
85
Como apuntábamos anteriormente,
anteriormente, los éxitos reproductivos de cada generación
serán de aquellas personas que, consciente o inconscientemente, juzguen
correctamente cuándo es y cuándo no es ventajoso ser infiel. Entonces, cuando
la infidelidad se juzgue ventajosa, los más exitosos serán aquellos que ocultan
su propia infidelidad mientras previenen o al menos detectan la de su pareja.
Los fracasos reproductivos serán aquellos que juzguen mal su situación, no
oculten su propia infidelidad o no prevengan o detecten la de su pareja.
Debido a estos conflictos de intereses, hay muy poca variación en la
estrategia mostrada por hombres, mujeres y prácticamente todas las demás
especies de animales que forman relaciones a largo plazo: intentar una
infidelidad secreta, por un lado, mientras se impide que una pareja haga lo
mismo. en el otro.
85
ANTICIPACIÓN SECRETA
puerta del cubículo y encendió la ducha, su pene estaba listo para la
acción. Mientras se bombeaba, buscó en su mente una imagen sexual.
Por décima vez en los últimos meses, intentó desnudar mentalmente a la
hermana de su pareja, pero la imagen estaba perdiendo poder. Intentó
desvestirla de nuevo, esta vez por la espalda, pero aun así falló. Entonces
recordó a la joven en el ascensor. Bien, entonces el ascensor se
descompone entre pisos. Ambos se desnudan, él se arrodilla, ella se
monta a horcajadas sobre él, comienza a agacharse para sentarse sobre
su pene erecto. y.
. Pero
. no había necesidad de un 'y'. Con esa
imagen, eyaculó, tiró el semen por el desagüe y luego siguió con
su ducha como si nada hubiera pasado. Todo el ejercicio había
durado unos dos minutos.
Mientras se duchaba, reflexionó sobre estos impulsos rutinarios de masturbarse.
Era como si tuviera una doble vida: sexo con su pareja los sábados y
domingos, sexo consigo mismo los martes y jueves. A veces se perdía
una ocasión, a veces se ganaba una ocasión, pero en conjunto ésas eran
sus dos rutinas.
Eso sí, su vida sexual consigo mismo no era del todo rutinaria. Hubo
momentos destacados ocasionales, particularmente cuando era más joven.
Un beso de buenas noches con una chica nueva, o una intensa pero no
consumada sesión de caricias en una fiesta, en un momento u otro lo
habían enviado al baño para buscar alivio en la eyaculación. Incluso ahora,
una escena erótica en el cine o en la televisión a veces tendría el mismo efecto. Tal
Sin embargo, aparte de los aspectos más destacados, su vida sexual
consigo mismo era tan rutinaria como su vida sexual con su pareja. Por lo
general, al igual que esta noche, apenas era sexual, teniendo más en
común con la micción y la defecación que con el coito y la excitación sexual. Había
poca urgencia, poca emoción y poca sensación de satisfacción, solo una
sensación de alivio.
La mayoría de los hombres deberían poder identificarse con esta escena. Para dos
METRO tercios, su primera eyaculación habrá sido provocada por la
autoestimulación. Más del 98 por ciento se masturbará
87

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GUERRAS DE ESPERMA
en algún momento de sus vidas. Además, prácticamente todos lo habrán hecho a la
edad de veinte años. Sin embargo, a pesar de esta práctica generalizada, pocos
hombres verían su hábito de derramar esperma como un arma importante en su
búsqueda del éxito reproductivo. Sin embargo, esto es justo lo que es. La escena 12
es la primera de tres en este capítulo, cada una de las cuales explora uno o más
aspectos del derramamiento de esperma (a través de la masturbación o 'sueños
húmedos').
La frecuencia con la que un hombre se masturba depende de la edad que tenga
y de la frecuencia con la que eyacule por otras razones. En promedio, la frecuencia
con la que eyacula en total (relaciones sexuales, masturbación y por la noche)
reflejará de cerca su tasa de producción de esperma. Esto varía de hombre a hombre,
dependiendo del tamaño de sus testículos. También varía con la edad. Desde casi
inmediatamente después de la pubertad hasta los treinta años, un hombre promedio
produce alrededor de trescientos millones de espermatozoides por día y eyacula
entre tres y cuatro veces por semana. A la edad de cincuenta años, estas tasas se
han reducido a unos 175 millones por día ya dos veces por semana y, a los setenta
y cinco, a unos veinte millones por día y menos de una vez al mes. Si un hombre
menor de treinta años tiene relaciones sexuales tres o más veces por semana, rara
vez se masturbará. Si tiene relaciones sexuales solo una vez a la semana,
probablemente se masturbará unas dos veces.
Los hombres no son los únicos mamíferos que arrojan esperma a través de la
masturbación. Los perros, por supuesto, son conocidos por tal comportamiento. Uno
de sus hábitos es abrazar cariñosamente a una persona alrededor de la rodilla con
sus extremidades delanteras y frotar sus genitales arriba y abajo de la pierna de la
persona consternada. Aunque se utilizan otros métodos de autoestimulación, también
se sabe que una amplia gama de otras especies, como ratas, ratones, ardillas,
puercoespines, cerdos, ciervos, ballenas, elefantes y monos, arrojan su esperma. Al
igual que los hombres, los machos de estas especies a menudo se masturban entre
las inseminaciones de rutina de las hembras.
La masturbación puede no parecer una actividad muy sofisticada, pero lo es.
Es el medio por el cual un hombre activo, o esperanzado, adapta su próximo
inseminado a sus circunstancias probables. Al anticipar cuáles podrían ser esas
circunstancias, puede usar la masturbación para ajustar la edad y la cantidad de
espermatozoides que luego introducirá.
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GUERRAS DE ESPERMA
más antiguo. Los de atrás, muy abajo en sus testículos, son los más jóvenes.
Puede haber cierta mezcla de edades a medida que los espermatozoides se cargan en la
uretra. Aun así, cuando coloca su piscina seminal en la parte superior de la vagina de una
mujer, los espermatozoides más viejos tienden a introducirse primero y van al fondo de la
piscina. Los espermatozoides más jóvenes llegan en chorros posteriores y van a la cima.
Los espermatozoides más jóvenes, al ser más activos, serán los primeros en entrar
en el moco cervical. Los espermatozoides más viejos abandonan la piscina más
lentamente. Los espermatozoides muy viejos no pueden salir de la piscina y están
condenados a ser expulsados por la mujer en su reflujo. Desde su posición más alta en la
piscina seminal, los espermatozoides más jóvenes pueden tener que nadar hacia abajo a
través de grupos de los más viejos antes de que puedan nadar hacia arriba y entrar en la
trompa de elefante del cuello uterino. Mucho depende de qué tan profundo se sumerja el
cuello uterino en la piscina. Demasiados espermatozoides viejos en la piscina obstaculizan
a los jóvenes cuando intentan escapar por el cuello uterino.
La masturbación entre relaciones suele significar que un hombre insemina a su pareja
con menos esperma que si no se hubiera masturbado. Sin embargo, los espermatozoides
que introduce son más jóvenes, más dinámicos y menos obstaculizados por los
espermatozoides supernumerarios geriátricos. Como resultado, muchos, si no más, logran
escapar del estanque seminal y permanecer en la mujer. Además, los espermatozoides
que escapan son más jóvenes y más activos, en conjunto un ejército más eficiente.
De todos modos, un hombre necesita inyectar algunos espermatozoides viejos como
ANTICIPACIÓN SECRETA
en la hembra potencial. No solo eso, sino que también puede ajustar qué proporción
de esos espermatozoides serán bloqueadores, asesinos y captadores de óvulos.
El cuerpo de un hombre puede distinguir entre la masturbación y la inseminación.
Los eyaculados producidos no son idénticos. Muchos factores influyen en la cantidad
de espermatozoides introducidos durante el coito, como cuántos se necesitan para
recargar a su pareja y tener éxito en la guerra, dado el nivel de riesgo percibido.
Pero, aparte de la edad de un hombre, solo un factor importante, el tiempo transcurrido
desde la última eyaculación, afecta el número arrojado durante la masturbación.
Cuando un hombre se masturba, expulsa alrededor de cinco millones de
espermatozoides por cada hora desde la última eyaculación. Esta parece ser la tasa
a la que los espermatozoides superan su fecha de caducidad como bloqueadores,
asesinos y captadores de óvulos.
Los espermatozoides cambian sus funciones a medida que envejecen. La mayoría
son asesinos cuando son jóvenes y bloqueadores cuando son viejos. Los asesinos
deben estar llenos de energía y movimiento y tener una gorra llena de químicos
letales (Escena 7). Los bloqueadores, sin embargo, pueden ser viejos. O, dicho de
otro modo, el único uso de los espermatozoides geriátricos es como bloqueadores.
Para bloquear un canal cervical, un espermatozoide necesita tener la energía
suficiente para nadar fuera de la piscina seminal y viajar un poco hacia el moco
cervical. Entonces puede simplemente enrollar su cola y quedarse quieto. Incluso
puede morir si quiere. El canal seguirá bloqueado.
Los consumidores de huevos también cambian con la edad. Importantes cambios
químicos tienen que ocurrir en la superficie de un receptor de óvulos antes de que
pueda penetrar un óvulo, cambios que no ocurren hasta que el esperma se acerca a
la zona de fertilización en un oviducto. Como resultado, la vida de quien busca
huevos se divide en dos fases de actividad. Tiene su primer estallido de energía
antes de ser fértil: esto es cuando hace surf y nada hasta el área de descanso en un
oviducto. Luego, durante su breve fase de fertilidad, tiene un segundo estallido de
energía: cuando llega a la zona de fertilización y luego nada a través de ella. Después
de eso, muere.
Las dos columnas de esperma que hacen cola para ser eyaculados (Escena 4)
no son solo una mezcla homogénea y sin carácter. Inevitablemente, los que están al
frente de la fila, cerca de la uretra del hombre, son los
89
ANTICIPACIÓN SECRETA
otros bloqueadores son redundantes. De hecho, son peores que redundantes, ya que
probablemente dificultan el escape de su esperma más joven desde el estanque seminal
hacia el cuello uterino. Más allá de cierto punto, por lo tanto, la mejor política del hombre
es deshacerse de la parte más antigua de su columna de esperma antes de inseminar a
una mujer, en lugar de dejar que ella los expulse en su reflujo. Esta es una de las funciones
de la masturbación.
Si el intervalo entre inseminaciones supera los cuatro días, la inseminación ideal se
produce masturbándose dos días antes de la siguiente relación sexual. Esto le da a un
hombre dos columnas de esperma, cada una con cerca de veinte millones de bloqueadores
viejos al frente de la cola y de cien millones a quinientos millones de bloqueadores y
asesinos más jóvenes más atrás. Esparcidos entre estos espermatozoides más jóvenes
hay captadores de óvulos, en una proporción de aproximadamente un captador de óvulos
por noventa y nueve tipos kamikaze. Alrededor del 10 por ciento de las que obtienen
huevos ya están en su punto máximo de fertilidad y pasarán inmediatamente al oviducto.
El resto alcanzará su punto máximo en diferentes momentos durante los cinco días
posteriores a la inseminación.
Este perfil permite a un hombre la máxima flexibilidad para ajustar su ejército de
esperma de acuerdo con el riesgo de guerra. Si ha protegido a su pareja de cerca desde
la última vez que tuvieron relaciones sexuales, necesita introducir en ella una cuota
completa de bloqueadores, pero solo unos pocos asesinos y cazadores de huevos. Así
que inyecta todos los bloqueadores al principio de la cola, además de una pequeña porción
de la cola detrás que contiene a los asesinos y cazadores de huevos. Si ha pasado menos
tiempo con ella, de modo que el riesgo de una guerra de espermatozoides es mayor,
 bloqueadores, tantos como sean necesarios para aumentar la población de bloqueadores
en el moco cervical de su pareja. Durante tres días después de la última relación sexual
de rutina de una pareja, el envejecimiento de los espermatozoides en las trompas de un
hombre rastrea la pérdida de bloqueadores en el cuello uterino de su pareja con una
precisión exquisita. Dada cualquier brecha entre relaciones sexuales sucesivas de treinta
minutos a tres días, puede introducir en su pareja la eyaculación perfecta para completar
su población de bloqueadores. Sin embargo, una vez que la brecha supera los tres o
cuatro días, su cola de esperma desarrolla un exceso de bloqueadores. Esto sucede
porque hay pocos canales en el moco cervical, y una vez que tiene suficiente esperma
viejo para bloquearlos, cualquier
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GUERRAS DE ESPERMA
de sexo los sábados. Ocasionalmente, puede masturbarse solo los miércoles. El
resultado es que rara vez insemina a su pareja con un eyaculado de más de tres
días o menos de dos. Esto debe significar que, en cada coito, el ejército que
inyecta es ideal para las circunstancias. La mayoría de las veces, por supuesto,
un ejército es innecesario: no tiene lugar ninguna guerra, y todo lo que realmente
necesita es introducir unos pocos millones de huevos de diferentes edades. Pero,
en caso de que su pareja haya sido o pueda ser infiel, inyecta una cantidad
medida de bloqueadores y asesinos.
El principal problema reproductivo que un hombre encuentra con la
masturbación rutinaria es que hay un elemento impredecible en el sexo rutinario.
Como hemos visto, esta imprevisibilidad se genera en gran parte por el conflicto
entre hombres y mujeres sobre la función del sexo rutinario, y el problema ocurre
cuando las inseminaciones anticipadas no se materializan (aunque la seducción
espontánea e inesperada por parte de su pareja también puede ser problemática).
Por ejemplo, gracias a su rutina de masturbación, el hombre de la Escena 12
llega para tener relaciones sexuales todos los sábados por la noche con una
eyaculación ideal esperando en sus tubos: una mezcla equilibrada de
bloqueadores, asesinos y captadores de huevos. Supongamos, sin embargo,
que un sábado por la noche la pareja discute, se desmaya por la bebida o
experimenta cualquiera de las innumerables circunstancias que pueden impedirles
tener relaciones sexuales. El domingo, el hombre ahora tiene en sus trompas
una eyaculación que rápidamente está pasando de su mejor momento. Su cuerpo
entonces tiene la opción de esperar la próxima relación sexual o masturbarse. Si
espera a la próxima relación sexual, introducirá en su pareja una eyaculación
que está en el lado viejo de su mejor momento, con demasiados bloqueadores
geriátricos y muchos asesinos del envejecimiento y captadores de óvulos. Por
otro lado, si se masturba, pero inesperadamente tiene la oportunidad de tener
relaciones sexuales con su pareja solo una hora más tarde, introducirá una eyaculación sin bloqueadores.
Ninguna alternativa es ideal y podría ponerlo en desventaja si cualquiera de esos
eyaculados realmente tiene que pelear una guerra de esperma.
Este problema para el hombre es una oportunidad para la mujer. Una forma
en que puede maniobrar a su pareja para que inyecte un ejército subóptimo es
cambiar su rutina sexual inesperadamente. Si ella
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GUERRAS DE ESPERMA
ellos desnudos, retorciéndose sobre su cuerpo, cada uno rogándole que entrara en ella
primero.
A medida que se desarrollaba su fantasía, su pene creció en su mano y su cerebro susurró
que tal vez le gustaría eyacular. Se quedó un rato en la cama, disfrutando de sus fantasías y
de la creciente sensación en sus genitales. Luego, llegado el momento, se acercó al lavabo y
se acabó. Más tarde, cuando se quedó dormido, se preguntó qué tan bien coincidirían con su
fantasía las próximas dos noches.
necesita más asesinos y captadores de óvulos. Así que envía más de cada columna. El
número de bloqueadores sigue siendo el mismo, pero introduce más espermatozoides más
 jóvenes, asesinos y captadores
captadores de óvulos.
Para tener una columna de esperma de dos días esperando ser introducida, un hombre
necesita anticipar su próxima relación sexual con su pareja. Subconscientemente, el
cerebro debe desempeñar un papel importante en esta anticipación. Los impulsos que
tienen los hombres de masturbarse están cronometrados por sus cerebros y cuerpos para
lograr esta brecha entre la masturbación y el coito. El hombre de la escena 12 se masturba
con mayor frecuencia los martes y jueves con anticipación rutinaria.
91
ANTICIPACIÓN SECRETA
es entonces infiel en los próximos días, el ejército de su amante tendrá la
ventaja (Escenas 6 y 26).
Escena 13
Multiplique, pero no divida
El vuelo de la tarde había durado tres horas. Al llegar poco después de la
medianoche, los cuatro colegas de negocios, dos hombres y dos mujeres,
tomaron un taxi desde el aeropuerto y se dirigieron directamente a su hotel. Sus
habitaciones estaban todas en el mismo pasillo. Cuando abrieron sus respectivas
puertas, el hombre se despidió de sus tres asociados y luego entró en su habitación.
Todos ellos tenían un comienzo temprano en la mañana.
Una vez desempacado, se desvistió y se duchó. La habitación estaba muy
caliente. Demasiado inquieto para dormir, encendió un c igarrillo y luego se tumbó
desnudo en su cama, mirando al techo. Manejando diestramente su cigarrillo
con una mano y abstraído sus genitales con la otra, un caleidoscopio de
pensamientos comenzó a pasar por su cabeza. Pasaron imágenes momentáneas
de sus hijos, seguidas de cerca por imágenes de su pareja. Recordando su
última relación sexual, hace dos noches, reflexionó sobre si ella realmente había
llegado al clímax. ¿O había estado fingiendo? Quizás su actuación había sido un
regalo para él, un recuerdo para llevar en su viaje. Si es así, fue una pena que
su acto sexual mutuo hubiera sido reemplazado. La noche siguiente, la anterior
a su viaje, se había metido en el baño y se había masturbado mientras ella
hablaba por teléfono con su madre.
Sus pensamientos se dirigieron a sus compañeros y su estrategia para los
próximos dos días. Difícilmente podría haber tenido más suerte. Las dos mujeres
más deseables de la organización estaban en el viaje, y tenía dos noches para
tratar de acostarse con ellas. No por primera vez desde que se había anunciado
el viaje, jugó con la idea de estar en la cama con los dos al mismo tiempo. el
imagino
93
ANTICIPACIÓN SECRETA
decir, ambos entraron en la habitación de su jefe. A las cinco creyó oírla irse.
La noche siguiente fue muy diferente. El jefe ignoró su conquista de la noche anterior e hizo
propuestas inmediatas a la otra mujer. Sin dudarlo, ella respondió cálidamente. Trató de sacar
provecho del giro de los acontecimientos, pero durante un tiempo la mujer abandonada se
mostró decididamente hosca. Entonces, de repente, casi como si se hubiera accionado un
interruptor, ella comenzó a responder a sus avances. Eventualmente, se dio cuenta de que su
capacidad de respuesta tenía más que ver con poner celoso a su jefe que con un interés
genuino, pero lo aprovechó al máximo. Se emborrachó mucho y cuando los cuatro regresaron
 La noche siguiente, de vuelta en su habitación de hotel, llamó a casa.
Después de hablar durante diez minutos, envió su amor a los niños, le lanzó un beso a su
pareja y colgó. Tranquilizado de que todo estaba como debía estar con su familia, se acercó a
la ventana de su quinto piso y miró hacia el horizonte de la ciudad. Quizás el suyo no era un
mal trabajo, después de todo. El negocio había terminado por el día. Ahora todo lo que tenía
que hacer era esperar la noche con sus tres colegas. Habría comida, bebida y, con un poco
de suerte, sexo.
La velada empezó bien pero acabó mal. En el taxi al restaurante, se sentó al lado de la
mujer que más deseaba ver en su cama e interpretó favorablemente su lenguaje corporal. Sin
embargo, tan pronto como llegaron a los bares de la ciudad, era obvio que ella prefería al otro
hombre, su jefe. A medida que avanzaba la noche, no podía hacer nada más que observar
cómo se volvían más y más físicos. Hizo algunos vanos intentos de interponerse entre ellos,
pero ella prácticamente lo ignoró. Tratando de sacar lo mejor de la situación, dirigió su atención
a su segunda opción.
Pero después de unos cuantos tragos, comenzó a quejarse de cansancio y malestar. Sugirió
acompañarla de regreso al hotel, con la esperanza de que la noche aún no hubiera terminado,
pero así fue. En el hotel, se excusó y fue directamente a su habitación. Se quedó un rato en el
bar del hotel y luego se fue a su propia habitación.
Todo lo que le quedaba para la noche eran sus f antasías. Por tercera noche seguida, se
masturbó antes de acostarse. Era como volver a ser un adolescente, masturbándose
masturbándose casi
todos los días durante una semana más o menos. Dormía sólo de forma irregular. A las dos
de la mañana escuchó que su jefe y la mujer regresaban y, hasta donde pudo,
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MachineTranslatedbyGoogle
GUERRAS DE ESPERMA
era hora de tomar un taxi al aeropuerto. Hubo una cortesía incómoda, y no se
dijo nada de los acontecimientos de la noche. En el aeropuerto, el hombre
compró juguetes para sus hijos y perfume para su pareja.
La mujer con la que había compartido la cama la noche anterior pasó la mayor
parte del vuelo en el baño, enferma.
Esa noche, de vuelta en casa, le dijo a su pareja que pensaba que su jefe
había tenido relaciones sexuales con las dos mujeres. Respondiendo a su
interrogatorio, negó haber encontrado atractivos a ninguno de los dos.
Más tarde esa noche, inusualmente para un jueves, él y su pareja tuvieron relaciones
sexuales y durante los días siguientes la vida en el hogar y en el trabajo volvió a la
normalidad.
Dos meses después, la mujer que se había acostado con ambos hombres en
el viaje de negocios anunció su embarazo. Había alguna historia sobre estar
enferma y su píldora fallando, pero el hombre nunca la interrogó demasiado.
Seis meses después del viaje de negocios, conoció a la mujer ya su pareja en
una fiesta. Mientras escuchaba la certeza con la que la pareja hablaba sobre su
próximo bebé, incluso él comenzó a preguntarse si realmente alguna vez había
tenido relaciones sexuales con ella.
El papel de la masturbación en la búsqueda de la reproducción por parte del hombre.
T el éxito no se limita a su papel en el sexo rutinario (Escena 12). De hecho,
en muchos sentidos, se convierte en un arma mucho más potente en su
preparación para la infidelidad y la guerra de esperma.
Como discutimos en la Escena 12, la mayor parte de la vida sexual de un
hombre consigo mismo es tan rutinaria como su vida sexual con su pareja. No
es sorprendente que, dado que el sexo rutinario es el foco principal de su
actividad sexual, es a esto a lo que su cuerpo se adapta mejor. Pero la infidelidad
introduce un elemento no rutinario en su vida sexual con su pareja y, por lo tanto,
también en su vida sexual consigo mismo.
Cuando un hombre tiene la oportunidad de inseminar a una mujer que no sea
su pareja, tiene un problema. La eyaculación que espera en sus tubos de
esperma está diseñada para recargar a su pareja, por lo que es relativamente
rica en bloqueadores. Lo que necesita para la infidelidad,
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  MachineTranslatedbyGoogle
al hotel, él pensó que se iba a desmayar o a vomitar. No estaba seguro de si debía intentar
tener sexo con ella, pero ella tomó la decisión por él.
Esperando hasta que el jefe y la otra mujer pudieran ver lo que estaba pasando, lo agarró
del brazo y prácticamente lo arrastró a su habitación. Una vez dentro, se tiró sobre la cama y
comenzó a agredir verbalmente a sus dos acompañantes. Su diatriba apenas vaciló, incluso
cuando él se desvistió y luego la penetró. Como se había masturbado tres veces en los últimos
tres días y estaba bastante borracho, el coito fue largo.
Necesitó muchos minutos de empuje antes de que comenzara a tener ganas de eyacular. Su
concentración no se vio favorecida por la forma en que la mujer apenas parecía saber que él
estaba dentro de ella. A lo largo de su actuación sexual, ella nunca dejó de hablar.
Después de que él hubo eyaculado, ella gradualmente se quedó sin fuerza verbal y cayó
en un sueño de embriaguez. Dos horas después, intentó tener sexo con su cuerpo dormido.
Pero ella se despertó y, con irritación en su voz y actitud, le dijo que se detuviera y se fuera.
Quería dormir, pero primero tenía que estar enferma. Al final se dio por vencido, se levantó de
la cama y volvió a su propia habitación. Llegó justo a tiempo para ver a la segunda mujer
cerrando la puerta del jefe y cruzando el pasillo, con las nalgas desnudas asomando por la
ropa que se agarraba por delante.
Los cuatro se extrañaron en el desayuno y no se encontraron hasta
95
ANTICIPACIÓN SECRETA
sin embargo, si va a tener éxito reproductivo, es una eyaculación rica en asesinos
y captadores de huevos. La mujer a la que está a punto de inseminar tiene una
probabilidad superior a la media de contener esperma de otro hombre,
especialmente si tiene una pareja habitual. Ella ya tendrá esperma bloqueador en
el cuello uterino. Estos pueden o no necesitar recargarse, dependiendo de qué
tan recientemente haya tenido relaciones sexuales, pero los bloqueadores no son
la principal preocupación de un amante. Lo que necesita es esperma joven y
activo que pueda atravesar el cuello uterino en gran número y prevalecer en el
combate. Los bloqueadores son, en el mejor de los casos, un lujo; en el peor de
los casos, un estorbo. Al igual que con el hombre en la Escena 13, una vez que
el cerebro comienza a anticipar la infidelidad, el cuerpo aumenta la tasa de
masturbación, produciendo y manteniendo así una eyaculación joven, rica en
asesinos en sus trompas, lista y esperando la acción. El inseminado ideal para la
infidelidad es aquel que lleva esperando a ser eyaculado no más de unas
veinticuatro horas. Otra situación en la que el inseminado ideal tiene veinticuatro
horas o menos se da cuando el hombre no tiene pareja sexual habitual.
(Todos los hombres tienen una fase de este tipo durante la adolescencia, y
muchos tienen fases adicionales más adelante cuando están 'entre parejas').
También en esta situación, necesita mantener su columna de esperma joven y en
un estado de preparación continua: relaciones sexuales y guerra de esperma.
podría estar a la vuelta de la esquina. Mientras busca una oportunidad sexual,
necesita una eyaculación en espera que esté fuertemente dominada por asesinos
 jóvenes y enérgicos y captadores de huevos preparados para dirigirse directamente
a los oviductos. La masturbación frecuente mantiene tal eyaculación, de ahí los
impulsos apropiados que experimentan los hombres solteros.
Casi tan interesante como la función de la masturbación es su secreto y falta
de aceptación social. Entre los humanos, la mayoría de las veces se lleva a cabo
en privado. A menudo es también el blanco de los prejuicios. El grafitero del
ascensor de la Escena 12 tiene sus homólogos en todo el mundo. En todas
partes, la gente vilipendia a los hombres por masturbarse, a menudo usando
términos de abuso específicos para el comportamiento. Tan fuerte es esta
desaprobación social que muchas culturas y religiones prohíben la actividad.
Incluso
97
 GUERRAS DE ESPERMA
en culturas que no llegan a prohibirla, pueden existir historias y folclore (como 'la
masturbación conduce a la ceguera') que están diseñadas para asustar a los
hombres para que se abstengan. La ironía, por supuesto, es que el artista del
grafiti y todos sus homólogos en todo el mundo seguramente practicarán la
masturbación ellos mismos. Entonces, ¿por qué la masturbación suele estar
rodeada de secretos, prejuicios e hipocresía ?
Si un hombre va a ocultar la infidelidad de su pareja, es importante que no
haya un cambio manifiesto en su comportamiento: cualquier cambio podría
alertarla sobre su nueva situación. No puede, por ejemplo, alterar su rutina sexual
habitual. Tampoco, si ella es consciente de ello, su pareja debe notar un cambio
en su rutina de masturbación. Como hemos visto, un aumento repentino en su
tasa de masturbación podría significar que está anticipando una infidelidad. Una
disminución repentina podría significar que ya está siendo infiel, eyaculando con
tanta frecuencia durante el coito que no obtendría ningún beneficio de la
masturbación.
Suponiendo, de nuevo, que siempre ha sido un secreto sobre su masturbación,
tiene dos opciones. La primera es mantener su rutina habitual. Pero si hace esto,
inyecta ejércitos de esperma ineficientes en su amante. La alternativa es continuar
siendo generalmente reservado sobre su masturbación para que no se note
ningún cambio en la rutina. Por supuesto, no es una amenaza para la estrategia
de un hombre si su pareja detecta un episodio ocasional. De hecho, permitir
deliberadamente la detección a veces puede ser una estrategia en sí misma,
especialmente si tranquiliza o engaña. Un hombre solo debe preocuparse si su
pareja detecta tantas ocasiones que ella es capaz de resolver toda su
masturbación.
rutina.
Obviamente, el secreto es más importante una vez que los machos tienen
parejas o compiten por ellas. Entonces, los patrones de masturbación deben
ocultarse no solo de la pareja sino también de otros hombres.
Imagine una situación en la que un hombre le permite a un amigo conocer su
rutina. Luego, su cuerpo lo instó a aumentar su tasa de masturbación en previsión
de la infidelidad, ¡con la pareja de su amigo! En caso de que surja una situación
así, es mucho mejor
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GUERRAS DE ESPERMA
no se despertó del todo hasta que sintió que el semen le corría por el vientre,
bajaba por el costado y llegaba a la sábana bajera. Gimió por dentro y se limpió la
eyaculación de su cuerpo con la sábana de arriba.
Ese fue su primer sueño húmedo en un año. Se dio la vuelta, alejándose de la
zona húmeda que se enfriaba rápidamente. Brevemente, volvió a ser un
adolescente, preocupado por cómo podría ocultarle el parche a su madre por la
mañana. A veces, durante sus primeros años de adolescencia, i ncluso se había
preocupado por irse a la cama en caso de que eyaculara. Ya era bastante malo
en casa, pero si alguna v ez se quedaba en la casa de un amigo, apenas podía
dormir en toda la noche por miedo a dejar su marca. Con el tiempo, descubrió que
si se masturbaba antes de irse a dormir cuando estaba fuera de casa, rara vez
tenía sueños húmedos.
Desde entonces, estas sorpresas nocturnas prácticamente habían desaparecido
de su vida. Ahora, con poco más de treinta años, eran un evento raro. La última
vez, hace un año, fue cuando tuvo gripe y un poco de fiebre. Luego, s u pareja
reaccionó mal al descubrir la marca en la sábana, alegando que era un desaire a
su atractivo sexual, y ¿c ómo podía tener ganas de sexo si estaba enfermo? Se
preguntó si ella reaccionaría de la misma manera esta vez. Pero, a diferencia de
la adolescencia, la idea de ser descubierto no lo desvelaba. En un minuto, se
había vuelto a dormir.
o uno de cada cinco hombres, se produce su primera eyaculación
F espontáneamente. La mayoría de las veces, esta primera ocurrencia es un
sueño húmedo, pero para algunos niños desafortunados ocurre en público. Esto
generalmente se debe a la estimulación subliminal (ver una película, trepar a un
árbol) o al estrés extremo (leer frente a una clase en la escuela). Sin embargo,
después de las primeras ocasiones, casi todas las eyaculaciones espontáneas
ANTICIPACIÓN SECRETA
que un hombre oculte su rutina de masturbación de todo el mundo en primer lugar.
Sólo entre grupos de varones adolescentes sin pareja tal secreto es quizás menos
importante. Todos los adolescentes saben que están en busca de relaciones
sexuales. La masturbación frecuente, incluso si es obvia para otros hombres sin
pareja, revela poco.
El secretismo que rodea a la masturbación es comprensible, dada su función
en el contexto del éxito reproductivo. También lo son el prejuicio y la hipocresía.
Dado que el objetivo de la masturbación es darle al hombre una ventaja sobre los
demás en la guerra de esperma, gana más si se masturba, pero puede disuadir a
quienes lo rodean de hacerlo. De esa forma, obtiene beneficios competitivos que
sus rivales no obtienen. La tendencia mundial a criticar, incluso victimizar, a otras
personas por masturbarse mientras uno mismo continúa masturbándose es, por lo
tanto, tan estratégica como la masturbación misma.
Hay un elemento adicional en la Escena 13 que debe ser discutido
ahora, alcohol. Este es, y ha sido (probablemente durante muchos miles de años),
un factor importante en la vida sexual de muchas personas. También tiene un
efecto muy bien documentado sobre el comportamiento sexual. Cuanto más beben
hombres y mujeres, más buscan ambos el coito o, al menos, menos lo resisten.
Sin embargo, perversamente, más allá de un cierto nivel de intoxicación, tanto
hombres como mujeres encuentran más difícil excitarse. Los hombres encuentran
más difícil la erección (el síndrome de 'caída del cervecero') y las mujeres
encuentran que sus vaginas y, a menudo, sus clítoris, son menos sensibles. Este
efecto secundario eventualmente hace que el coito sea imposible para un hombre,
pero no para una mujer. Por lo tanto, cuanto más beben los hombres, más desean
el sexo pero menos capaces son de tenerlo. Por el contrario, cuanto más beben
las mujeres, más quieren y pueden tener sexo. Es solo que, más allá de cierto
punto, es posible que no lo disfruten mucho.
El alcohol no niega ninguna de las estrategias que discutimos en este libro.
Todos los patrones siguen ahí: por ejemplo, las mujeres todavía muestran un ciclo
menstrual de interés sexual variable. Incluso bajo la influencia del alcohol, es más
probable que sean infieles
99
ANTICIPACIÓN SECRETA
los adolescentes ocurren con la suficiente frecuencia como para ser un sustituto directo
de otros puntos de venta. El cuerpo del adolescente apunta a eyacular al menos tres
veces por semana, y si omite hacerlo mediante la masturbación (o el coito, si tiene
suerte), los sueños húmedos actúan como un seguro.
Durante la adolescencia, los sueños húmedos probablemente adapten la eyaculación
con la misma precisión que la masturbación. Más tarde, ocurren con demasiada poca
frecuencia para ser parte del sistema de tres por semana. A partir de los veinte años,
incluso si un hombre no logra eyacular mediante el coito o la masturbación durante
días o incluso semanas, es posible que no se produzcan sueños húmedos. Todavía
tendrá erecciones prácticamente todas las noches durante el sueño REM (el tipo más
profundo) y los sueños, pero su cuerpo parece inhibir la eyaculación.
Después de la adolescencia, es más probable que ocurran eyaculaciones
nocturnas cuando los espermatozoides que esperan para salir se han dañado de
alguna manera. Una temperatura alta, por ejemplo, durante la gripe u otras
infecciones, puede matar o dañar estos espermatozoides en espera. El cuerpo
todavía genera un impulso de masturbarse en tales circunstancias, pero si el hombre
no tiene la oportunidad de mantener el secreto durante el día, el cuerpo fuerza un
sueño húmedo para librar sus columnas de esperma de estos inquilinos moribundos por la noche.
Los humanos no son de ninguna manera la única especie que eyacula
espontáneamente. Las ratas, los gatos y probablemente la mayoría de los
mamíferos eyacularán de vez en cuando mientras duermen, especialmente
alrededor de la pubertad. En los hombres, es dormir con una pareja lo que más a
menudo parece marcar el cambio de la función de los sueños húmedos como
respaldo en su sistema de tres a la semana, a ser eventos raros.
Como ya hemos discutido (Escena 13), el momento y la frecuencia con la que
un hombre arroja esperma puede dar una indicación clara a un observador tanto
de su actividad sexual actual como de sus expectativas. El secreto es importante
para el éxito de la estrategia masculina, y es probablemente esta necesidad de
secreto lo que ha causado que los cuerpos de los hombres eviten los sueños
 ocurren en privado, por la noche, mientras se duerme, como sueños húmedos. En
algún momento de su vida, más del 80 por ciento de los hombres experimentan
estos eventos nocturnos. Entonces, ¿cómo ayudan a un hombre en su búsqueda
del éxito reproductivo?
Los sueños húmedos pueden ocurrir en cualquier momento de la vida, pero son más
comunes en la adolescencia y principios de los veinte, y es más probable que ocurran después
de períodos de abstinencia de las relaciones sexuales y la masturbación. Pero solo durante el
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CAPÍTULO SEIS
fracaso exitoso
ESCENA 15
Hogar por el día
El soldado dejó de pedalear y permitió que su bicicleta rodara libremente
por la empinada colina. Dio la bienvenida al breve momento de relajación.
Habían pasado más de dos horas desde que había salido en bicicleta de
su cuartel en el calor de la tarde de junio. Ahora, mientras el sol se
ocultaba en el horizonte detrás de él, todavía necesitaba otra media hora
para llegar a casa. Su bicicleta no tenía luces, pero podría llegar antes
de que importara. Mientras ganaba velocidad y los campos y setos
pasaban a su lado, apenas podía creer su suerte, tanto mala como
buena. La mala suerte fue que, por alguna razón en tiempos de guerra,
todo el cuartel estaba siendo trasladado mucho más lejos de su casa. La
buena suerte era que le habían dado un permiso inesperado de
veinticuatro horas. Tenía su bicicleta, tenía la fuerza y la energía, y ciertamente tenía la motivación.
¿Un viaje de tres horas? Nada de eso.
Su pareja no sabía que él volvía a casa. Por un momento se quedó
atónita cuando, justo cuando oscurecía, se abrió la puerta trasera.
Sus dos hijas, de once y siete años, estaban arriba, dormidas.
Por lo demás, estaba sola en la casa. Cuando identificó al intruso, se
sintió a la vez complacida y desconcertada. Complacido, porque
extrañaba su compañía durante las largas semanas entre visitas a casa.
Satisfecha, porque se había sentido sexualmente frustrada durante días.
Inquieto, porque si él
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GUERRAS DE ESPERMA
secó el sudor de ciclista mientras ella preparaba la comida que podía de una
despensa temporalmente delgada. Esperó hasta que estuvieron en la cama y
se excitaron antes de darle la noticia de que no había tenido oportunidad de
comprar o pedir prestados condones. Ella protestó diciendo que lo último que
quería en ese momento era un bebé. Dijo que todo estaría bien porque se
retiraría antes de venir. Tal vez no importaba de todos modos, dijo, porque su
período vencía cualquier día.
No se retiró, ni entonces, a primera hora de la mañana, ni de nuevo a primera
hora de la tarde. Una hora más tarde se había ido, haciendo el viaje de tres
horas en bicicleta de regreso a su cuartel y su inminente reubicación.
Incluso mientras ciclaba, uno de sus espermatozoides estaba entrando en el
óvulo de su pareja, y cuando la volvió a ver, ella estaba experimentando la
enfermedad del embarazo. Unos meses después, durante la semana más
calurosa de marzo en veinte años, nació su hijo.
Cincuenta años después, la mujer tendría siete nietos, el soldado seis, uno
húmedos como salidas sexuales una vez que tienen una pareja. No son tan fáciles
de ocultar a una pareja como la masturbación, porque la evidencia queda en la
hoja. Dado que un hombre tiene mucho más control sobre cuándo y dónde eyacular
durante la masturbación, los sueños húmedos son un respaldo adecuado para la
masturbación solo en hombres jóvenes sin pareja.
103
FRACASO EXITOSO
hubiera llegado una hora antes, habría encontrado a otro hombre en el
casa.
Hasta ahora, sus genuinas afirmaciones de fidelidad durante sus
largas ausencias siempre habían sido aceptadas, eventualmente. Su
posición en tales alegatos era particularmente vulnerable porque su hija
mayor no era suya y él lo sabía. Era el producto de una indiscreción
primaveral. Siendo una granjera de veintidós años, se había dejado
obligar a tener relaciones sexuales con el hombre para el que trabajaba. nunca lo harí
la mujer olvida ese día, hace doce años, que casi arruina su vida. Incluso
ahora, lossu
rostro de ojos del hombre todavía la miraban en sus sueños y en el
hija.
Al enterarse de que estaba embarazada, había perdido su trabajo, el
amor de su madre y su libertad. Fue desterrada, primero a vivir con su
abuela durante unos meses durante la fase más evidente de su
embarazo, y luego a un confinamiento en la casa de una partera tiránica
y moralista. No había duda de que le debía a este soldado que acababa
de cruzar la puerta una gratitud de por vida por ofrecerse a asumir y
apoyarla a ella ya su pequeña hija. Y lo había hecho a pesar de la
oposición de sus propios padres ya pesar de los prejuicios de los
aldeanos en cuya comunidad vivían y trabajaban. Cuatro años después
de conocerse, ella le había dado a su propia hija, como consecuencia de
las celebraciones de Año Nuevo, pero él deseaba desesperadamente un
hijo. Tal vez si no hubiera estallado la guerra, habrían tenido otro hijo.
Pero lo hizo, y ellos no.
Disfrutaba de la camaradería de la vida militar,
mili tar, pero estaba
constantemente preocupado por lo que hacía su compañero en casa.
Sabiendo esto, se estremeció ante lo que podría haber sucedido si él
hubiera llegado
su relación a casa
con este otroy encontrado a otro
hombre hasta hombre
ahora habíaen la totalmente
sido casa. De hecho,
platónica. Pero sabía que sus intenciones estaban lejos de ser inocentes
y esta noche, por primera vez, se había sentido tentada. ¿Quién sabe qué
hubiera pasado si las chicas se hubieran ido a la cama a la hora adecuada,
en lugar de quedarse despiertas como carabinas involuntarias?
Después de un abrazo y un beso de bienvenida, le dijo a su pareja que se lavara
105
FRACASO EXITOSO
Casi el único elemento confiable en el ciclo es que una vez que una mujer ha
ovulado, menstruará catorce días después (pero vea a continuación). Todo lo
demás es muy variable, ya que su cuerpo se las arregla para volverse
impredecible para los hombres. Particularmente crucial para su estrategia es la
tremenda variación en el número de días desde el final de la menstruación hasta
la ovulación. Sin embargo, esta variación (que pronto discutiremos más adelante)
es solo un elemento de su imprevisibilidad.
imprevisibilidad.
Otra característica menos conocida es que incluso los ciclos aparentemente
normales no siempre son fértiles: una mujer que experimenta tales ciclos puede,
de hecho, no estar ovulando en absoluto. Dispersos entre sus ciclos fértiles,
cada mujer sana y fértil rutinariamente también tiene ciclos infértiles.
Hay al menos tres t ipos diferentes de ciclos menstruales infértiles, y la
mayoría de las mujeres los experimentan todos. En el primer tipo, una mujer no
menstrúa ni produce un óvulo. En el segundo, menstrúa normalmente, pero aún
no produce un óvulo. En el tercero, ella menstrúa y ovula, pero reduce (de
 de su hija y cinco del hijo concebido cuando estuvo en casa ese día de junio.
Cada una de las tres escenas de este capítulo trata de una situación en
Y que una mujer diferente parece fallar de alguna manera. Sin embargo, al
fallar, cada uno se beneficia, como si su falla fuera estratégica. En la Escena
15 nos encontramos con una mujer que aparentemente está convencida de
que lo último que quiere es concebir. Sin embargo, no solo no logra evitar la
concepción, sino que su cuerpo hace todo lo posible para asegurarse de que lo
haga. Cincuenta años después, está claro que su cuerpo había diseñado un
fracaso muy exitoso, una verdadera ventaja en su búsqueda del éxito
reproductivo.
La razón consciente por la que esta mujer permitió el sexo sin protección, a
pesar de que no quería concebir, fue porque pensó que la concepción era poco
probable. Su razonamiento espontáneo fue que había pasado tanto tiempo
desde su último período que el siguiente debía llegar en cualquier momento.
Pero como notamos en la Escena 2, y como pronto descubrió, el ciclo menstrual
humano no es tan predecible como mucha gente piensa.
106
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GUERRAS DE ESPERMA
A los cincuenta, las mujeres dejan de ovular más o menos, aunque hay informes no
confirmados de mujeres que dan a luz hasta los setenta años.
Lo que parece suceder en cada ciclo es que en los días posteriores al inicio de la
menstruación, el cuerpo de la mujer pasa por una serie de cambios hormonales. Estos
cambios preparan su cuerpo para producir un óvulo pero, aproximadamente uno o dos
días antes de que ocurra la ovulación, su cuerpo se detiene. Si finalmente produce un
óvulo o no, depende de los acontecimientos de los siguientes días, o incluso semanas.
Este período de espera es una oportunidad para recolectar esperma, tal vez solo de su
pareja, tal vez no, tal vez solo de un hombre, tal vez de dos o más. En parte, el hecho
de que ella ovule o no dependerá de cómo se sienta su cuerpo con respecto al hombre
o los hombres de quienes haya recolectado esperma. Sin embargo, sobre todo
dependerá de cómo se sienta al tratar de tener un bebé en las circunstancias actuales.
La mujer en la Escena 15 pensó que su próximo período debería llegar pronto porque
había pasado mucho tiempo desde el último. Ella estaba equivocada. Su cuerpo estaba
en espera. Ante la ausencia de su pareja en el futuro previsible, había considerado
momentáneamente recolectar esperma de otro hombre.
Pero cuando recolectó esperma de su pareja, respondió produciendo un óvulo.
Conscientemente, la mujer pensó que era un mal momento para concebir, pero su
cuerpo lo sabía mejor. Dado que habían pasado ocho años desde la última vez que
concibió y que su capacidad para tener y criar a un tercer hijo pronto comenzaría a
disminuir, ahora era precisamente el momento de concebir, especialmente porque era
 junio.
Muchos mamíferos, como las ardillas, las ovejas y los osos, se reproducen solo en
una época determinada del año. De esta manera, sus cuerpos pueden programar el
parto y la crianza de las crías para que coincida con el mejor clima y la mayor
disponibilidad de alimentos. Por el contrario, la mayoría de los monos y simios más
grandes, que viven en ambientes tropicales más uniformes, se reproducirán en cualquier
época del año. Sin embargo, las concepciones y los nacimientos no se distribuyen
uniformemente a lo largo de las estaciones: todavía ocurren más en algunos meses que
en otros. Los humanos somos iguales.
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GUERRAS DE ESPERMA
éxito había sido una buena decisión aceptar a esta mujer, a pesar del costo de
criar a su hija de otro hombre. También había sido una buena decisión dar un
catorce días a unos diez) el intervalo normalmente constante entre la ovulación
y la menstruación. Esta restricción evita que se implante un óvulo fertilizado.
A corto plazo, las f ases de infertilidad son un método importante por el cual
el cuerpo de una mujer busca inconscientemente hacer dos cosas: por un lado,
confundir a los hombres; y por otro, ordenar el número y espaciamiento de los
hijos a lo largo de la vida. Solo si dichas fases infértiles persisten durante
períodos prolongados, como varios años, podrían indicar un problema. Incluso
entonces, todavía pueden ser parte de la capacidad subconsciente natural de
una mujer para planificar su familia.
La proporción de ciclos que son fértiles varía de manera bastante predecible
a lo largo de la vida de una mujer. Obviamente, ella no ovula durante la infancia,
aunque puede ovular antes de tener su primer período. E incluso una vez que
ha comenzado a tener períodos, pocos ciclos son fértiles. A la edad de veinte
años, una mujer sana y normal produce un óvulo en menos de la mitad de sus
ciclos. Incluso en su apogeo, cuando tiene alrededor de treinta años, solo
alrededor del 80 por ciento de los ciclos son fértiles. Después de los t reinta, la
proporción comienza a declinar, lentamente al principio, luego rápidamente
después de llegar a los cuarenta.
107
FRACASO EXITOSO
En la latitud de Gran Bretaña y Canadá, nacen más bebés a principios de la primavera
(febrero y marzo) que en cualquier otra época del año.
Hay un segundo pico más pequeño a principios de otoño (septiembre). En la latitud de
América Central, nacen más bebés en la época más fresca del año (diciembre/enero).
En el hemisferio sur, las estaciones de nacimiento son las mismas que en el norte. Pero
los meses, por supuesto, son medio año diferentes.
Así como estos picos de nacimientos estacionales reflejan picos de concepción nueve
meses antes, estos picos de concepción reflejan picos de ovulación. Supongamos que la
escena 15 se desarrolla en Gran Bretaña. Allí, es más probable que las mujeres
produzcan un óvulo en mayo/junio y diciembre que en cualquier otro mes del año. Si la
escena se hubiera representado en octubre en lugar de junio, el resultado podría haber
sido muy diferente. En octubre, incluso si el cuerpo de la mujer hubiera estado en espera,
es posible que no haya respondido al coito ovulando. Pero era junio. Además, tenía
treinta y cuatro años, habían pasado ocho años desde la última vez que concibió y su
cuerpo rara vez tenía la oportunidad de recolectar esperma. A pesar de lo que su cerebro
podría haber pensado, su cuerpo decidió ese día de verano que en realidad era un muy
buen momento para concebir, y así fue.
Cincuenta años después, su hijo no solo había sobrevivido, sino que le había dado
cinco nietos. Es probable que el número promedio de mujeres que vivían en su época y
en su sociedad fuera cuatro. Sin su hijo, solo habría tenido dos nietos, la mitad del
promedio. Gracias a que había tenido a su hijo, logró siete nietos en total, casi el doble
del promedio, lo que le dio todas las posibilidades de que sus descendientes estuvieran
presentes en las generaciones venideras.
Al hombre, por supuesto, no le fue tan bien como a la mujer de su sociedad. Pero
aun así le fue bastante bien, y para él el hijo era aún más importante: sin él, solo habría
tenido un nieto. Entonces habría existido un peligro muy real de que un accidente o la
infertilidad le robaran todos los descendientes dentro de una generación o dos (Escena
1). Debido a que había tenido a su hijo, él también logró un número de nietos superior al
promedio. Así que desde el punto de vista de su reproducción
109
FRACASO EXITOSO
conoció a su pareja actual y comenzaron a vivir juntos casi de inmediato.
 paseo en bicicleta de tres horas en el calor de ese día de junio.
ESCENA 16
El estrés de todo
Mientras la mujer toqueteaba el papel que tenía en la mano, las lágrimas
comenzaron a rodar por sus mejillas. Irónicamente, solo ayer había pensado
que las cosas no podían empeorar.
Hace siete años, cuando ella y su pareja comenzaron a vivir juntos, el futuro
parecía brillante. Pero, de alguna manera, t odo había salido mal. Tal vez no
deberían haberse esforzado demasiado financieramente con su primera casa.
Tal vez no deberían haber gastado t anto en vacaciones y entretenimiento
durante los primeros años juntos.
Tal vez deberían haber visto las señales de peligro antes y ponerse nerviosos
cuando comenzaron a endeudarse. Pero su pareja había insistido en que
podían arreglárselas. La promoción y la solvencia siempre estuvieron a la
vuelta de la esquina. Pero ahora, al ver esta demanda final, se dio cuenta de
que las cosas nunca iban a mejorar. Mientras sollozaba, le parecía como si la
vida hubiera sido un largo capítulo de estrés e infelicidad.
Había comenzado hace diez años. Al final de su adolescencia se había
involucrado con un joven brillante. Pero su relación f ue tensa. Él había sido
continuamente crítico con su cuerpo y su apariencia general y se había negado
por principio a usar o permitir que ella usara cualquier forma de anticoncepción
que no fuera el ritmo y la abstinencia.
Atormentada por el miedo al embarazo y obsesionada por el miedo a engordar,
había caído en la anorexia. Después de un año de desesperación, terminó con
él, se aconsejó a sí misma para salir de sus problemas de alimentación y
finalmente calificó con distinción para la carrera que siempre había deseado.
Dos años después, ella
110
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GUERRAS DE ESPERMA
discutía con frecuencia, a veces con violencia, y con frecuencia tenía episodios de
mala salud.
De repente, dejó de llorar, arrugó el papel y lo arrojó a la pared. Su mente estaba
decidida. Garabateó una nota para su pareja y salió por la puerta. Al final de la calle,
entró en una cabina telefónica y marcó un número familiar. Cuando el hombre
respondió, ella le dio el mensaje que había estado esperando durante todo el mes: si
su oferta aún estaba abierta, estaba lista para dejar a su pareja y mudarse con él.
Diez minutos después, ella estaba en su auto. Treinta minutos después de eso,
estaban en su casa en las afueras. Desde que comenzó su relación, él había estado
tratando de persuadirla para que se mudara. Su casa no era nada especial, pero
comparada con el foso en el que ella vivía, era un palacio. Aunque los pagos de
mantenimiento a su ex pareja eran una sangría, él no estaba endeudado, su casa era
cálida, seca y bien equipada, y tenía un automóvil.
Pasó la mayor parte del día llorando y la mayor parte de la noche teniendo sexo. A
la mañana siguiente, volvió a s u piso a recoger sus pertenencias. Su nuevo compañero
quería acompañarla, pero ella no lo dejó y tomó un taxi. Su ex pareja estaba en la cama
cuando ella llegó. Mientras recogía su ropa y otras posesiones, las discusiones y
recriminaciones reverberaban en el dormitorio.
Finalmente se derrumbó en lágrimas. Luego, rogándole que no fuera, le dijo cuánto la
quería todavía.
Ella respondió de una manera que más tarde todavía no podía creer. Mientras él
sollozaba, de repente recordó al joven atlético, ambicioso y arrogante que alguna vez
había encontrado tan atractivo. En un torrente de compasión, ella lo consoló, lo calmó
y luego lo animó positivamente a tener relaciones sexuales con ella. Sin embargo, casi
inmediatamente después, ella se volvió contra él, anunció que todavía había t erminado
y se fue.
Durante las próximas semanas, se instaló en su nueva relación.
Sexualmente, eran muy activos, hasta que ella comenzó a sentirse
112
Durante cuatro años, siempre habían podido encontrar una excusa para
esperar 'solo un mes más o así' antes de formar una familia. Más que nada,
estaban esperando su ascenso, pero nunca llegó. Eventualmente, a pesar de
sus problemas financieros, decidieron no esperar más. Parte de su motivación
provino de su esperanza secreta de que una familia los uniría nuevamente,
porque a medida que sus deudas habían aumentado, su relación se había
deteriorado. Cada vez con más frecuencia, la irritabilidad había comenzado a
dar paso a una abierta hostilidad.
Para su consternación, no había concebido. Mes tras mes pasó, y ella
comenzó a preocuparse de que era infértil. Al final resultó que, sus temores
eran infundados. Pero pasó casi un año de sexo sin protección antes de que,
relajándose en unas vacaciones que no podían pagar, finalmente concibiera.
Luego, casi tres meses después, su pareja perdió su trabajo y en una semana
ella tuvo un aborto espontáneo.
Desde ese trágico momento, sus vidas habían ido de mal en peor.
La casa fue embargada y se vieron obligados a trasladarse de un alojamiento
alquilado a otro. Con cada mudanza, mientras luchaban por arreglárselas con
sus ingresos, bajaron sus miras y su nivel de vida. Su piso actual era estrecho.
Aunque bastante agradable en verano, hacía frí o, humedad y moho en invierno.
Eventualmente, su pareja había conseguido otro trabajo, peor pagado que el
primero pero al menos con perspectivas. Para entonces, sin embargo, estaban
tan endeudados que no tuvieron más remedio que quedarse en su apartamento
barato, esperando ayuda financiera.
recuperación.
Durante las peores de sus privaciones, rara vez tenían relaciones sexuales
y, a veces, pasaban meses enteros sin coito. Sin embargo, con el nuevo empleo
de su pareja, volvió su interés sexual mutuo. Pero ya habían pasado dos años
desde su aborto espontáneo y aún no había concebido. Sus finanzas estaban
mejorando lentamente, pero su nivel de vida aún era mucho peor de lo que
originalmente habían esperado que sería ahora. Estan aún
111
FRACASO EXITOSO
enferma todas las mañanas. Después de haberle dicho a su nueva pareja que era
infértil, fue una sorpresa para ambos descubrir que estaba embarazada. No tenían idea
de cuándo había sucedido hasta que una exploración de rutina le indicó la edad del
bebé. Luego calcularon que ella había concebido la primera semana que habían
comenzado a vivir juntos.
Su expareja se negaba a dejarlos en paz, y de vez en cuando a lo largo de su
embarazo le provocaba un gran estrés. El bebé amenazó con abortar en varias
ocasiones, pero esta vez se aferró a él. A su debido tiempo, dio a luz, aunque un poco
prematuramente, a una hija pequeña pero sana. Ahora su expareja se volvió aún más
exigente, reclamando que el niño sea suyo. Rodeada por el conflicto, la mujer cayó en
una profunda depresión posparto y comenzó a descuidar e incluso a maltratar al bebé.
Podría haber muerto si su nuevo compañero no se hubiera dedicado a su protección y
cuidado, perdiendo su trabajo en el proceso. La mujer volvió al t rabajo, dejando que su
nueva pareja asumiera el papel principal en la crianza del niño.
Su ex pareja se desvaneció de sus vidas por un tiempo. La mujer salió de su
depresión, su nueva pareja encontró empleo nuevamente y pudieron pagar el cuidado
de los niños. Entonces, justo cuando su vida se acomodaba en una cómoda rutina por
primera vez en años, reapareció su ex pareja. Ahora, con un buen trabajo y rejuvenecido
física, mental y financieramente, quería reclamar por el bebé que, según insistía, era su
hija. Pagó por una prueba de paternidad. El nuevo socio cooperó, confiado en que los
resultados terminarían con la discusión de una vez por todas. Lo hicieron, pero no de la
manera que él esperaba.
Estaba devastado. La niña a la que tanto había querido no era en realidad su hija.
A las pocas semanas del resultado, la mujer se fue para compartir el nuevo y
mejorado estilo de vida de su antiguo compañero, llevándose a su hija con ella. A partir
de entonces, la fortuna de la mujer fue viento en popa y tres años después de su
reencuentro, ella y su pareja original tuvieron dos hijos más.
113
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GUERRAS DE ESPERMA
I
En la Escena 15, conocimos a una mujer que mejoró su éxito
reproductivo al concebir cuando, conscientemente, lo último que
deseaba era otro hijo. En esta escena nos encontramos con lo contrario: un
mujer que mejora su éxito reproductivo al no poder concebir cuando
conscientemente realmente lo desea.
La mayoría de la gente piensa que la planificación familiar y la anticoncepción
son invenciones modernas. Ellos no son. Incluso la anticoncepción 'deliberada' no
es tan nueva. Durante siglos, las mujeres de diversas culturas han estado
colocando hojas o frutas (¡incluso estiércol de cocodrilo!) en sus vaginas en un
intento de evitar la concepción. La anticoncepción química, como la píldora, ni
siquiera es un invento humano. Las chimpancés hembras, por ejemplo, en los
momentos apropiados mastican hojas que contienen químicos anticonceptivos.
De hecho, el cuerpo femenino estaba planeando familias y evitando la concepción
durante decenas de millones de años antes de que los humanos evolucionaran.
Las mujeres simplemente heredaron estos rasgos naturales de sus ancestros mamíferos.
Para las mujeres y todos los demás mamíferos, el mediador natural
entre las malas condiciones y la evitación de la reproducción es el
estrés. La reacción al estrés suele parecer un enemigo, una condición
patológica de la que no podemos deshacernos y que nos impide
funcionar de manera eficiente y normal. Pero hay otra interpretación:
que la reacción al estrés es un amigo, un medio por el cual el cuerpo se
previene a sí mismo de hacer algo desventajoso cuando los tiempos
son malos. En particular, el estrés es un poderoso anticonceptivo. Y,
para una mujer, ¡evitar la concepción es un aliado invaluable en su
búsqueda del éxito reproductivo! ¿Cómo puede ser esto?
La paradoja clave es que una mujer no necesariamente logra el mayor
éxito reproductivo simplemente teniendo tantos hijos como sea posible en
el menor tiempo posible. El mismo hecho de que las mujeres, como la
mayoría de los primates, por lo general sólo tengan un hijo a la vez, es
testimonio de los peligros y dificultades de tratar de criar a más de un hijo
simultáneamente. Los gemelos pueden parecer una buena manera de aumentar
114
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GUERRAS DE ESPERMA
será un tamaño de familia que le dará el mayor número de nietos. Si tiene una
familia más pequeña que esta, naturalmente tendrá menos nietos. Del mismo
modo, si trata de tener una familia más numerosa, corre el riesgo de tener un
hogar superpoblado y distribuir demasiado sus recursos y ella misma. La
enfermedad resultante y la infertilidad nuevamente significan que ella termina
con menos nietos. El desafío que enfrenta t oda mujer es primero identificar el
tamaño óptimo de la familia para sus circunstancias y luego asegurarse de tener
esa cantidad de hijos. Otro factor que influye en la cantidad de nietos que una
mujer puede tener es cómo cronometra sus concepciones. La vida es un mosaico
de situaciones. La salud, la riqueza y las circunstancias varían con el tiempo, y
algunos períodos en la vida de una mujer son mejores para t ener hijos que otros.
Aquellos que programan sus concepciones para que coincidan con los buenos
tiempos producirán la mayor cantidad de nietos.
No son solo los niños los que pueden sufrir al ser concebidos cuando los
tiempos son malos, la madre también puede sufrir. Una concepción prematura
puede dañar tanto su salud y su situación que tal vez nunca más pueda concebir.
Si la mujer de la Escena 16 hubiera tenido un hijo durante alguna de las fases
más estresantes de sus relaciones, podría haber sufrido un daño irreparable (las
exigencias de un hijo cuando una pareja apenas puede mantenerse pueden
incluso ser fatales). En circunstancias tan tensas, existe un mayor riesgo de mala
salud y la subsiguiente infertilidad. La hostilidad también aumenta, haciendo más
FRACASO EXITOSO
éxito reproductivo, pero hay más del doble de peligro de que ambos
mueran. A menos que las circunstancias de la mujer sean muy favorables,
es menos probable que ella críe dos niños sanos y fértiles al concebir
mellizos que al concebir dos hijos con unos pocos años de diferencia.
Las mujeres heredaron un problema básico de sus ancestros primates:
es muy difícil cargar con más de un hijo a la vez cuando se camina largas
distancias. Esta dificultad es particularment
particularmente
e grande cuando se camina
erguido sobre dos piernas, y ha afectado a las mujeres a lo largo de la
evolución humana; no es del todo desconocida incluso para quienes
viven en las sociedades industriales modernas. Por supuesto, la limitación
fue, y sigue siendo, particularmente crucial en aquellas culturas en las
que las mujeres son responsables de recolectar y transportar grandes
cantidades de comida, agua, leña u otros materiales. Cargar incluso a un
niño también es difícil. En tales circunstancias, el mayor éxito reproductivo
lo logran quienes evitan tener otro hijo hasta que el anterior no sólo
puede caminar sino mantenerse al día.
El intervalo de tiempo entre los hijos sucesivos no es el único aspecto de
la 'planificación familiar' que influye en el éxito reproductivo de una mujer.
Los niños tienen más probabilidades de sobrevivir y convertirse en adultos
sanos y fértiles si nacen en un entorno favorable. Un montón de espacio y
un suministro adecuado de alimentos saludables y nutritivos son primordiales.
Los niños tienen entonces el menor riesgo de contraer enfermedades y la
mayor resistencia a las que contraen. En las sociedades modernas, el
espacio y la nutrición dependen de la riqueza. Incluso ahora, las posibilidades
de que un niño de una familia pobre muera antes de reproducirse son el
doble que las de un niño de una familia rica. En el pasado histórico y
evolutivo, cuando la riqueza no se habrá medido en términos de dinero sino
en términos de cultivos y ganado, o incluso simplemente en términos de
acceso a las mejores áreas para obtener alimentos, agua y refugio, estas
diferencias habrán sido aún mayores. mayor que.
Hay un principio general, considerado brevemente en la Escena 8 en
relación con los beneficios y peligros de una familia de 'un solo hijo': a
saber, que para cualquier mujer dada en cualquier situación particular hay
115
FRACASO EXITOSO
al contrario, sino porque perdieron el interés el uno por el otro. A veces, incluso
se sentían hostiles. Sus cuerpos estaban manipulando sus emociones para
reducir las posibilidades de concepción. Rara vez, sin embargo, abandonaron el
sexo rutinario por mucho tiempo. Esto se debe a que, en general, la abstinencia
es desventajosa como estrategia anticonceptiva general, por las siguientes
razones.
Como discutimos en la Escena 2, la f unción principal del sexo rutinario no es
la concepción: la mujer debe confundir al hombre, y el hombre debe protegerse
contra la infidelidad de su pareja manteniendo un ejército de esperma dentro de
ella. Dado que ninguno de los miembros de la pareja puede permitirse el lujo de
abandonar el sexo rutinario durante demasiado tiempo, tanto hombres como
mujeres cuentan con mecanismos distintos a la abstinencia que, a pesar de la
actividad sexual continua, reducen las posibilidades de concepción cuando la
situación es desfavorable.
Las mujeres en particular tienen una amplia gama de tales mecanismos. Uno
de ellos es ampliamente conocido: la influencia de la lactancia en la ovulación.
Si una mujer amamanta a su bebé durante algunos meses después de dar a luz,
es poco probable que ovule durante ese tiempo. Este es el caso incluso si ella
reanuda sus períodos. La ausencia de ovulación es una de las principales formas
en que una madre espacia la concepción de los sucesivos hijos.
Sin embargo, la mayoría de las formas en que evita reproducirse en
momentos inapropiados implican
implican estrés. En la Escena 16, la mujer no solo evitó
 probable el abuso físico o incluso el asesinato. La mujer de la escena, al retrasar
su primer hijo hasta que las circunstancias mejoraran, logró, finalmente, tener
tres hijos para los que disponía de espacio, tiempo y recursos. Al final, ella
también contó con el apoyo de un compañero capaz. Si hubiera intentado
reproducirse antes, no solo podría haber fallado, sino que también podría haber
perdido sus posibilidades de concebir en el futuro.
El mejor método para evitar la concepción es, por supuesto, la abstinencia
sexual, y la mujer y su pareja efectivamente tuvieron períodos sin sexo en sus
días más estresantes. Esto sucedió no porque conscientemente quisieran evitar
la concepción, en
116
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GUERRAS DE ESPERMA
ciento) emergen de la condición de vivir una vida normal, saludable y eventualmente
reproductiva.
La mayoría de las reacciones anticonceptivas son menos extremas que la anorexia.
Aun así, cuanto más estresada está una mujer, menos probable es que ovule (Escena
15). También es menos probable que ayude a los espermatozoides a llegar al óvulo
o que permita que un óvulo fertilizado se implante en su matriz. Finalmente, es más
probable que aborte, particularmente durante los primeros tres meses de
el embarazo.
Se estima que, mientras que la mayoría de los óvulos fertilizados sobreviven para
llegar al útero, en promedio alrededor del 40 por ciento no se implantan y, del resto,
alrededor del 60 por ciento muere antes del duodécimo día de embarazo.
Incluso entonces, alrededor del 20 por ciento sufre un aborto espontáneo durante los
próximos tres meses. Todas estas cifras son más altas si una mujer está estresada,
más bajas si no lo está. Se sabe que la muerte de una pareja, la infidelidad de una
pareja o el estallido de una guerra, por ejemplo, aumentan las posibilidades de aborto
espontáneo. Durante los primeros meses, el aborto espontáneo también es más
probable si hay algún problema con el bebé, ya sea genéticamente o en el desarrollo.
Al principio, puede parecer extraño que una mujer tenga tantas maneras diferentes
de evitar tener un hijo. Ciertamente, si cualquiera de estos sistemas fuera eficiente,
no parecerían necesarios otros. Pero este aparente exceso de respuestas no es un
error en la programación femenina.
Las circunstancias cambian, a menudo rápidamente, y el cuerpo de una mujer necesita
responder con la misma rapidez. Por ejemplo, las circunstancias pueden ser favorables
cuando ella ovula pero ya no lo son cuando el óvulo llega a su matriz. Entonces ella
ovulará, pero luego evitará la implantación.
O las circunstancias pueden ser f avorables en el momento de la implantación, pero
pueden volverse desfavorables aproximadamente un mes después. Entonces,
habiendo quedado embarazada, aborta.
Incluso si las circunstancias s iguen siendo favorables durante las primeras etapas
del embarazo, es posible que se deterioren antes de que nazca el bebé. Los últimos
tres meses de embarazo a menudo se asocian con cambios marcados en la psicología
de la mujer. En primer lugar, est án los hechizos bien conocidos de 'construcción de
nidos': fuertes impulsos para preparar el entorno en el que nacerá el bebé. También
hay hechizos de
118
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GUERRAS DE ESPERMA
un mecanismo anticonceptivo propio. Es más probable que los intereses entren en conflicto
cuando las circunstancias de la pareja son casi, pero no del todo, lo suficientemente buenas
como para tener un hijo. En esta situación, si la mujer conoce a alguien que su cuerpo
considera genéticamente superior a su pareja, puede verse tentada a intentar tener un hijo
con otro hombre. En tales circunstancias, discutidas más adelante en la Escena 18, el beneficio
reproductivo para la mujer de un niño con este otro hombre valdría la pena el riesgo.
de sobrecargar sus recursos y los de su pareja. Obviamente, su pareja no obtendría tal
la concepción durante sus fases más estresantes, sino que también tuvo un
aborto espontáneo y luego amenazó la vida de su bebé recién nacido, en
respuesta al estrés.
La reacción al estrés se manifiesta de muchas maneras. En la escena, ante
una relación difícil durante la adolescencia, la mujer cae en la anorexia, al igual
que el 1 por ciento de las niñas entre dieciséis y dieciocho años. El estrés
fisiológico causado por una inanición tan cercana es anticonceptivo: se inhibe la
ovulación y, a menudo, la menstruación. Por lo general, la situación es temporal.
Aunque unos pocos anoréxicos (5-10 por ciento) mueren como resultado de su
comportamiento y algunos más (15-20 por ciento) siguen siendo anoréxicos
durante toda su vida, la mayoría (75 por ciento)
117
FRACASO EXITOSO
reevaluación intensa: los objetivos principales son s u pareja, el hogar y el entorno
general. Estos episodios a menudo se manifiestan como fases de preocupación,
depresión e irritabilidad. Finalmente, a menudo existe una preocupación por el futuro.
Cualquier deterioro importante en las circunstancias de una mujer en este momento
puede conducir a una depresión patológica y al post erior rechazo, o incluso abuso, del
bebé.
La depresión posparto como un impulso irresistible de abandonar, abusar o incluso
matar a un nuevo bebé es ampliamente reconocida. Tan ampliamente, de hecho, que
muchos sistemas legales de todo el mundo aceptan que una mujer puede no s er
responsable de sus acciones en la f ase inmediatamente posterior al parto.
A lo largo de la historia humana, el infanticidio ha sido, y sigue siendo, una de las
principales formas de planificación familiar empleada por las mujeres. Entre los
cazadores-recolectores, personas que viven de la caza y la búsqueda de alimento en
lugar del cultivo, alrededor del 7 por c iento de los niños son asesinados por su madre.
Según la Organización Mundial de la Salud, el infanticidio era la forma más frecuente
de planificación familiar en la Gran Bretaña de f inales del siglo XIX.
Tal comportamiento no está restringido a los humanos. como todos los demas
formas de planificación familiar natural, heredamos el infanticidio de nuestros
antepasados mamíferos. Cualquiera que haya tenido mascotas como conejos, jerbos,
hámsteres o ratones sabrá que si la madre está estresada poco después de dar a luz,
es probable que mate, e incluso se coma, a una parte o a toda su camada. Tal
infanticidio no es patológico: refleja la decisión subconsciente de la madre de no criar
la camada en el actual
circunstancias. En cambio, opta por retrasar su intento hasta que las circunstancias
mejoren.
Hasta ahora nos hemos concentrado en la planificación familiar desde el punto de
vista de la mujer. Pero los hombres también tienen muchos de los mismos problemas.
Dirigen gran parte de su esfuerzo reproductivo a preparar un entorno para sus hijos.
Durante tiempos difíciles, un hombre debe querer evitar criar hijos tanto como su pareja.
La mayoría de las veces, los intereses de una pareja coinciden. El cuerpo de la
mujer planificará su familia en beneficio mutuo. Pero hay momentos en que sus
intereses no coinciden. Entonces, un hombre necesita
119
FRACASO EXITOSO
respondió al estrés absteniéndose del sexo rutinario, no habría tal posibilidad.
En la Escena 16 esta estrategia funcionó con éxito para la primera pareja de la mujer.
Logró evitar que ella quedara embarazada durante sus semanas de infidelidad. Pero cuando,
finalmente, ella concibió, él fue el vencedor en la guerra de esperma que ella había promovido.
Como ya hemos visto, los cuerpos de hombres y mujeres tienen una serie de métodos
naturales, desencadenados principalmente por el estrés, por los cuales evitan tener hijos
 beneficio.
Para él, este es un giro de los acontecimientos peligroso y delicado. De alguna manera,
tiene que evitar que suceda la situación que acabamos de describir. Al mismo tiempo, tiene
que evitar dejar embarazada a su pareja. Sin saberlo, el hombre de la Escena 16, la pareja
original de la mujer, estuvo en esta situación en las semanas previas a su deserción. La única
opción para un hombre así es usar el sexo rutinario para evitar que su pareja conciba a alguien,
incluido él mismo. Y l os hombres tienen un mecanismo muy sofisticado mediante el cual
pueden hacer precisamente eso: hacen la guerra a su propio esperma.
Hay dos tipos de espermatozoides en la eyaculación de un hombre que reducen
considerablemente las posibilidades de concepción si están presentes en grandes cantidades.
Parece que estos espermatozoides en realidad podrían estar programados para destruir los
propios captadores de óvulos de un hombre. Uno de ellos tiene una cabeza en forma de
cigarro y se llama esperma ahusado. El otro tiene una cabeza en forma de pera y se llama
espermatozoide piriforme. Al igual que para las mujeres, el estrés es anticonceptivo.
Cuando los hombres están estresados, producen cantidades mucho mayores de estos
llamados espermatozoides de planificación familiar.
Cuantos más espermatozoides para la planificación familiar y menos captadores de óvulos
introduzca un hombre en su pareja, menores serán las posibilidades de que ella conciba. Pero
si ella le es infiel y se produce una guerra de espermatozoides, el esperma de planificación
familiar de su pareja puede ayudar a sus asesinos convencionales a vencer a los cazadores
de óvulos del otro hombre. Además, si, a pesar de los esfuerzos de la pareja, un buscador de
huevos logra pasar, existe al menos una posibilidad de que el niño sea suyo. si el hubiera
120
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GUERRAS DE ESPERMA
el estrés va y viene. Al hacerlo, determina cuándo tiene cada hijo mientras se
esfuerza por alcanzar el total deseado.
Las familias pequeñas no son un invento nuevo. Durante la mayor parte de la
historia humana, desde hace aproximadamente un millón de años hasta hace tan
solo diez o quince mil años, todas las personas vivieron como cazadores-
recolectores. Los hombres cazaban animales y las mujeres buscaban frutas y
verduras. Las sociedades estaban formadas por pequeños grupos dispersos de
personas. Tenían una buena dieta rica en proteínas y la mayoría de las muertes se
debieron a accidentes, depredación y guerras entre grupos más que a enfermedades.
Los hijos de los cazadores-recolectores
cazadores-recolectores tenían una excelente oportunidad de
sobrevivir. Usando nada más que los métodos naturales relacionados con el estrés
que hemos discutido, las mujeres dieron a luz a solo tres o cuatro niños en su vida.
De estos, dos o tres s obrevivieron.
Las familias numerosas no aparecieron hasta hace unos diez mil años, cuando
la agricultura trajo consigo un cambio de estilo de vida. En las áreas más fértiles,
se desarrollaron comunidades grandes y concentradas, viviendo con una dieta rica
en carbohidratos. Las enfermedades y la mortalidad infantil abundaban.
El promedio de hijos era de unos siete u ocho, pero las cifras dobles eran habituales.
Aun así, familias enteras podrían ser aniquiladas en días por una enfermedad
virulenta. Al igual que con los cazadores-recolectores, en promedio, solo
sobrevivieron dos o tres de cada uno.
Con el advenimiento de la 'modernización', la tasa de mortalidad infantil comenzó
a caer y también, unas décadas más tarde, la tasa de natalidad. En Europa
occidental, esta disminución en la tasa de natalidad fue nuevamente producto de la
planificación familiar natural, ya que precedió hasta en un siglo a la disponibilidad
y uso de la anticoncepción moderna. Entonces, esta reducción en el tamaño de la
familia a los niveles que se encuentran en las sociedades industriales modernas no
se debió a la mejora de la tecnología anticonceptiva, sino a que las mujeres
planearon subconscientemente familias más pequeñas en respuesta a las mejores
perspectivas de supervivencia de sus hijos.
Muchas mujeres leerán esta discusión sobre la planificación familiar natural con
cierto cinismo, preguntándose cómo, si sus cuerpos son tan maravillosos en la
planificación familiar, lograron concebir precisamente en el momento que menos
deseaban. Este es otro
122
cuando los tiempos son malos. Podríamos esperar, por l o tanto, que las sociedades que viven
en situaciones generalmente más estresantes tendrían menos niños. Pero no lo hacen; de
hecho, exactamente lo contrario es cierto. ¿Cómo es esto posible?
La explicación es que los factores que influyen en el mejor número de hijos a tener son
diferentes de los factores que influyen en el mejor
hora de tener esos hijos. Histórica y geográficamente, la cantidad de veces que una mujer da
a luz en su vida está estrechamente relacionada con las posibilidades de que sus hijos
sobrevivan hasta la edad adulta. Cuando las perspectivas de supervivencia son malas, una
mujer da a luz a muchos niños. Si no lo hace, pocos o ninguno pueden sobrevivir hasta la
edad adulta. Ella evita tener hijos solo en los peores momentos y concibe cuando las
circunstancias muestran signos de mejora. Por el contrario, como vimos antes, cuando las
perspectivas de supervivencia son buenas, una mujer da a luz a menos hijos y dedica mucho
más de su tiempo y recursos a cada uno. Es menos probable que su esfuerzo se desperdicie
porque la probabilidad de supervivencia de cada niño es alta. De nuevo, evita tener hijos en
los malos momentos y solo concibe cuando las circunstancias son realmente favorables.
En todas estas situaciones, el estrés es el anticonceptivo. Pero debido a que las mujeres
en diferentes circunstancias tienen diferentes expectativas, están estresadas por diferentes
niveles de privación. Las circunstancias que estresarían a una mujer en los suburbios de
Europa Occidental o América del Norte no estresarían a una mujer que vive en un desagüe
en el Tercer Mundo. Es la expectativa de vida de una mujer lo que determina el número de
hijos que intenta tener. Cualquiera que sea su expectativa, ya que las circunstancias fluctúan
y sus expectativas se superan o se decepcionan,
121
FRACASO EXITOSO
ejemplo del conflicto entre el cerebro consciente y el cuerpo subconsciente.
Como hemos visto repetidamente, el cuerpo de una mujer puede interpretar sus
circunstancias de manera muy diferente a su cerebro. Encontramos este conflicto
en la Escena 15, en la que la mujer pensó que lo último que deseaba en medio de
la guerra era concebir. Sin embargo, su cuerpo realmente hizo todo lo posible para
quedar embarazada. En ese caso, se demostró que el cuerpo tenía razón y que la
mujer logró la mayor parte de su éxito reproductivo a través del hijo concebido
"erróneamente" en esa ocasión.
Por supuesto, sería un error concluir que el cuerpo si empre tiene la razón.
Ningún cuerpo está programado para responder perfectamente a cada situación.
El mismo hecho de que en cada generación algunas personas logren un mayor
éxito reproductivo que otras indica que algunos organismos cometen más errores
que otros. Sin embargo, es muy posible que los cuerpos cometan menos errores
que los cerebros. Sin embargo, recientemente, se ha dado mayor poder a los
cerebros en esta cuestión de la anticoncepción. Los anticonceptivos modernos,
como la píldora y la tapa, a primera vista parecerían quitarle el control de la
concepción al cuerpo y entregárselo mucho más firmemente al cerebro. Pero este
cambio de control puede no influir, como hemos visto, en el número total de hijos
que puede tener una mujer. Más bien, los métodos anticonceptivos modernos
complementan los mecanismos naturales de la mujer ayudándola a controlar cuándo
tendrá hijos y con quién, como veremos en la siguiente escena.
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GUERRAS DE ESPERMA
ESCENA 17
que olvidadizo
Cuando el taxi se detuvo, la mujer escuchó a su pareja abrir la puerta principal.
Escuchó mientras él regresaba a la casa y recogía sus maletas. Conteniendo la
respiración, esperó a ver si él regresaba a la habitación para despedirse. Pero la
puerta principal se cerró, más fuerte que de costumbre, y caminó hacia el taxi
sin mirar atrás. Se iría por cuatro semanas y se estaban separando en malos
términos.
Llevaban un año discutiendo de vez en cuando, y casi siempre sobre lo
mismo. Quería otro hijo, preferiblemente un varón, pero ella no. Había estado
bajo presión para dejar la píldora desde que la menor de sus dos hijas había
comenzado la escuela. Ahora, con poco más de treinta años, la mujer quería
volver a su carrera. Durante los últimos meses, su pareja se había desilusionado
cada vez más con su trabajo y recientemente había estado enfermo. Su
desilusión parecía haberlo despojado de su salud y energía y había estado fuera
del trabajo durante seis semanas, regresando hace solo un mes.
Esas seis semanas habían sido una pesadilla. Sabía que lo que él realmente
necesitaba para acelerar su recuperación era paz y tranquilidad pero, a pesar
de sí misma, simplemente no podía complacerlo. La irritaba t enerlo bajo sus
pies todo el día mientras transportaba a los niños a la escuela, hacía las compras
y cuidaba la casa. Él había insistido en sentarse abajo en lugar de no estorbarla
en la cama. Por más que lo intentaba, no podía evitar mostrar su irritación y las
discusiones eran frecuentes. Incluso habían discutido por el nuevo limpiador de
ventanas.
Era un hombre joven que ganaba dinero durante el verano para ayudar a
financiar su lugar en una expedición tropical. Apuesto, confiado
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GUERRAS DE ESPERMA
cafetera y tazas en la cocina. Lo único que sabía era que en algún momento se dio cuenta
de que sólo su bata de baño anudada a toda prisa separaba su cuerpo de sus ojos y que
él la miraba fijamente, esperando vislumbrar su desnudez. A medida que la emoción se
apoderaba de ella, encontró excusas para tocarle los brazos y la espalda mientras se
movía en
La cocina. Ella se rió exageradamente de sus comentarios e inventó razones para doblarse
y retorcerse frente a él, fingiendo no darse cuenta mientras su bata se aflojaba y el bulto
en sus pantalones crecía.
Cuando las bebidas estuvieron listas,
listas, pasaron a la sala de estar. Ella se sentó frente a
él, los senos apenas cubiertos. La conversación se volvió tensa mientras cada uno
esperaba una señal de que no serían rechazados. En un movimiento final, levantó las
piernas sobre la silla, metiéndose hábilmente la bata de baño entre las piernas para
cubrirse. Luego, durante los minutos siguientes, observó cómo sus ojos se deslizaban
hacia adelante y hacia atrás entre su rostro y sus genitales mientras permitía que la bata
de baño se deslizara lentamente, mostrándole abiertame
abiertamente
nte su vulva.
Minutos después estaban teniendo sexo en el suelo y diez minutos después él se había
ido, repentinamente avergonzado por lo que acababa de pasar pero diciéndole que su
cuerpo había sido irresistible.
e.
Este evento comenzó una semana que más adelante en su vida le parecería la escena
de una película, una película muy mala. Seguramente no pudo haber sido ella haciendo
todas esas cosas, representando eventos tan cliché. En ese momento, sin embargo,
parecía simplemente impulsada por una poderosa fuerza en su interior. A medida que
avanzaba la semana, iba a tener muchos momentos de miedo: miedo de que de alguna
manera su pareja se enterara de lo que había hecho y miedo de que se hubiera contagiado
de algo. Cuando, dos días después de esta primera infidelidad, se dio cuenta de que se
había olvidado de empezar a tiempo su nuevo paquete de pastillas, también temió estar
embarazada. Pero durante la mayor parte de la semana que acababa de comenzar,
FRACASO EXITOSO
y coqueta, le había comentado una vez sobre el bikini que llevaba en el jardín.
Su pareja la había escuchado y la acusó de insinuarse al joven.
A pesar de su regreso al trabajo, su relación no había mejorado.
A principios de mes había vomitado intermitentemente durante dos días, y
estaba tan preocupada por si había perdido la protección anticonceptiva de su
píldora que había insistido en que él usara un condón. Se había enfurruñado
todo el mes. Luego, la noche anterior, él había querido sexo sin protección, un
gesto de ella hacia él para ayudarlo a pasar las cuatro semanas lejos de ella.
Ella se había negado y no habían hablado desde entonces. Ahora se había ido,
mal presentimiento sin resolver. Al día siguiente de su partida, sucedieron dos cosas.
Terminó el suministro de la píldora del mes en curso y recibió una llamada
telefónica de larga distancia de disculpa de su pareja. Se reconciliaron por
teléfono lo mejor que pudieron. Luego, durante los siguientes días, volvieron a
su relación normal a distancia, intercambiando tópicos de preocupación y cariño.
Ocurrió apenas una semana después de su viaje. Era media mañana y ella
acababa de regresar a casa de llevar a sus dos hijas a la escuela y hacer las
compras. Justo cuando había terminado de ducharse y secarse el pelo, sonó el
timbre de la puerta. Se puso la bata de baño y se dirigió a la puerta, para ser
confrontada por el superior inmediato del trabajo de su pareja.
La había llamado para ver si ella había tenido noticias de su pareja recientemente,
porque él no. Había intentado llamarla pero no había obtenido respuesta y, como
había un mensaje urgente sobre un cambio de itinerario, había decidido volver a
llamar. Ella lo invitó a pasar y, después de discutir el motivo de su llamada,
cortésmente le ofreció un café.
Se habían reunido socialmente un par de veces antes. Una vez, para gran
irritación de sus respectivas parejas, se habían entregado a una conversación
coqueta en una fiesta de Año Nuevo en la que estaban borrachos. Él le recordó
esa noche, y se rieron. Gradualmente, su conversación giró hacia los problemas
que cada uno tenía con sus respectivas parejas. No se dio cuenta de lo que
desencadenó su primer aleteo de excitación sexual mientras se ocupaba de
125
FRACASO EXITOSO
tomando el sol en el jardín trasero, escuchó al joven limpiacristales
limpiacristales llegar al frente. Estaba
dentro de la casa y subió a su dormitorio en segundos, de pie frente al espejo de su
dormitorio, de espaldas a la ventana.
Cuando vio el reflejo del rostro del joven aparecer en la ventana, lentamente se quitó el
bikini y luego se volvió hacia él.
Fingiendo sorpresa al verlo, saludó con la mano despreocupadamente, luego se ocupó de
ordenar la habitación, eligiendo deliberadamente trabajos que implicaban estirarse y
doblarse mucho. Cuando tocó el timbre para pedir su dinero, ella abrió la puerta desnuda,
"ocultando" su cuerpo detrás del panel de vidrio esmerilado. Se quejó del calor y, mirando
su desnudez, se rió de que no tenía dinero encima.
Invitándolo a pasar mientras ella iba a buscar un poco, ella bromeó diciendo que él podría
tener sexo con ella si quisiera.
No se limpiaron más ventanas en su camino esa tarde hasta que, después de su mejor
clímax durante años durante las relaciones sexuales,
sexuales, se fue a recoger a los niños a la
escuela.
No volvió a masturbarse esa semana, pero tuvo sexo dos veces más con el jefe de su
pareja y una vez más con el joven limpiador de ventanas. Ese fin de semana, que pasó
con sus dos hijas, fue como si de repente despertara de un sueño. La emoción de la
semana desapareció, para ser reemplazada por pura incredulidad ante lo que había hecho.
El lunes, les dijo a ambos amantes que había sido divertido pero que había sido un error y
que ya no estaba disponible. El anciano se sintió aliviado, el joven desilusionado.
Cuando su pareja regresó, dos semanas después, ella le contó que se olvidó de
empezar a tomar las pastillas a tiempo, pero que de todos modos le permitió tener
relaciones sexuales sin protección como regalo de regreso a casa. Después de eso, en los
días que estuvieron esperando que comenzara su período, ella insistió en que usara condón.
 simplemente iba a sentir una gran inquietud sexual y excitación que no había experimentado
en años y que nunca volvería a experimentar.
Solo una hora después de su infidelidad, se masturbó. ella se masturbo
de nuevo a la mañana siguiente. Esa tarde, mientras
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GUERRAS DE ESPERMA
La mayoría de los lectores reconocerán la seducción de los jóvenes
METRO limpiador de ventanas como un cliché (como, más tarde, el personaje
principal en la escena 17 misma). Este, o algo similar, se ha utilizado como un
'dispositivo dramático' no muy imaginativo en una multitud de películas, obras
de teatro y libros. Si el hombre involucrado no es un limpiacristales, es un
electricista, un plomero, un constructor, un reparador de televisores o (en Gran
Bretaña, el cliché más grande de todos) un lechero. En definitiva, es todo hombre
que tiene un motivo legítimo para visitar a una mujer en su domicilio mientras su
pareja está ausente.
De hecho, tan trillado es este escenario que existe el peligro, si no tenemos
cuidado, de pasar por alto el punto importante: a saber, que el comportamiento
se ha vuelto trillado precisamente porque es tan común.
Como tal, juega un papel importante en la promoción de la guerra de esperma y,
por lo tanto, en la paternidad de los niños concebidos a través de dicha guerra.
¿Por qué la mujer en la escena, y tantas como ella, de repente se arrojan sobre
dos visitantes masculinos en su casa? Cuál es el
significado de la saga de sus pastillas anticonceptivas? ¿Y cómo se benefició
ella de su comportamiento en términos de éxito reproductivo?
Cuando comenzó esta escena, la mujer creía genuinamente que no quería
otro hijo. Para evitar la concepción, tomaba la píldora y, cuando era necesario,
se aseguraba doblemente obligando a su pareja a usar un condón. Luego, en
medio de lo que, sexualmente, fue la semana más activa de su vida, se 'olvidó'
de tomar precauciones anticonceptivas. ¿Fue este lapso de memoria realmente
un error, o fue una estrategia subconsciente? ¿Y fue otro ejemplo más de un
'fracaso' destinado realmente a aumentar el éxito reproductivo de una mujer? Lo
que realmente había decidido el cuerpo de esta mujer era que no quería otro hijo
de su pareja. Luego, su cerebro simplemente fue obligado a encontrar una razón
convincente por la cual ellos, como pareja, deberían evitar la concepción.
Esa razón fue tan convincente que incluso logró convencerse a sí misma de que
quería volver a trabajar.
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GUERRAS DE ESPERMA
machos a su alrededor. Si una mujer perdiera interés en el sexo tan pronto como
concebida, sería una señal clara para los hombres que la rodean de que se ha
producido la concepción. Esto permitiría a cada uno de ellos hacer una evaluación
de quién podría y no podría ser el padre genético.
Continuar las relaciones sexuales hasta bien entrada la gestación garantiza la
máxima confusión de todos los posibles padres. Esto explica por qué nuestro
personaje principal estaba ansioso por tener relaciones sexuales sin protección con
su pareja a su regreso. Significaba que a sus ojos, e incluso a los de ella, él podría
haber sido el padre de su tercer hijo, aunque no lo fuera.
Dada una oportunidad tan efímera e ideal para una infidelidad no detectada, el
cuerpo de la mujer hizo un movimiento astuto al recolectar esperma de más de un
hombre. Obtuvo dos beneficios. Primero, redujo a la mitad sus posibilidades de tener
la mala suerte de recolectar esperma de un hombre que casualmente era infértil (el
10 por ciento de los hombres, en gran parte debido a una enfermedad de transmisión
Ella nunca tuvo su período. Tres semanas después del regreso de su pareja, una
prueba de embarazo confirmó que estaba embarazada. Su pareja estaba encantada,
incluso cuando el niño resultó ser otra niña. Y nunca se enteró de su jefe y el limpiacristales.
127
FRACASO EXITOSO
A sus ojos, su pareja había disminuido de estatura a lo largo de los años. Él
no había estado a la altura del potencial que había mostrado cuando ella
comprometió a sus dos primeros hijos con sus genes. Ahora su salud también
estaba fallando, y estaba demostrando ser menos que robusto. En lo que a ella
concernía, él tampoco tenía gracia salvadora en términos de intelecto o carácter.
En efecto, su cuerpo había decidido que un tercer hijo fuera engendrado por
alguien con signos de una constitución genética más robusta que él. Entonces,
cuando se presentó la oportunidad, su cuerpo se aseguró de aprovecharla al
máximo.
Es menos probable que una mujer use métodos anticonceptivos cuando tiene
relaciones sexuales con alguien que no sea su pareja. Y no siempre es porque
las circunstancias que rodean la infidelidad dificulten el uso de métodos
anticonceptivos. La primera vez que la mujer de la Escena 17 tuvo relaciones
sexuales con el jefe de su pareja o con el limpiador de ventanas, habría sido difícil
insistir en que usaran condón. Pero en ocasiones posteriores, ella y ellos podrían
haber estado mejor preparados, pero no lo estaban. En cualquier caso, ella no
dependía de estos hombres y de los condones. Si hubiera tomado su píldora en
el momento adecuado, aún podría haber evitado la concepción. Pero ella se
olvidó. ¿Fue realmente un accidente, un verdadero lapso de memoria? ¿O su
cuerpo la manipuló inconscientemente para que olvidara, de modo que concibió a
un hombre que no era su pareja?
El repentino aumento de excitación sexual que experimentó la mujer durante
una semana fue la manifestación externa de las hormonas producidas durante
su período fértil. Ya hemos discutido (Escena 6) cómo las mujeres se vuelven
más interesadas en la infidelidad en este momento. Su repentina pérdida de
interés sexual al final de su semana de infidelidad marcó el final de su período
fértil y, como sucedió, el comienzo de su embarazo. Para cuando su pareja
regrese y acepte una relación sexual sin protección como regalo de regreso a
casa, la mujer ya habrá tenido dos semanas de embarazo.
Las mujeres, como la mayoría de los animales hembra que ocultan la fase
fértil de su ciclo menstrual, continúan teniendo relaciones sexuales hasta bien
entrada la gestación. Este es el toque final por el cual pueden confundir a los
129
FRACASO EXITOSO
ella puede influir en qué esperma del hombre es más probable que tenga acceso a
un óvulo. De hecho, nuestro personaje principal hizo un uso completo de la
anticoncepción moderna
moderna para asegurarse de que no concibiera a través de su pareja.
Los otros dos hombres, sin embargo, tuvieron las mismas oportunidades. Todo lo que tenían que
hacer era ganar una guerra de esperma.
Como discutimos en la Escena 16, la anticoncepción moderna
moderna puede no tener
mucha influencia sobre cuántos hijos tiene una mujer en su vida.
Pero le ha brindado una herramienta poderosa y eficiente con la que mejorar su
capacidad natural para cronometrar cuándo y a través de quién concibe. Rara vez se
usa la tecnología anticonceptiva de esta manera conscientemente. Pero en manos
de los impulsos de una mujer, es una nueva y poderosa arma con la que puede
aumentar su éxito reproductivo.
 sexual, Escena 11), a pesar de que parecía ser un padre genético adecuado (Escena
18). Pero en segundo lugar, al poner en competencia dos ejércitos de hombres,
aumentó sus posibilidades de ser fertilizada por un eyaculado competente en la
guerra de espermatozoides
espermatozoides (Escenas 6 y 21). Es posible que nunca más tenga una
oportunidad tan perfecta de concebir un hijo con mejores genes que los que su
pareja podría proporcionar,
proporcionar, no sin dejarlo, de todos modos. No sabemos cuál de los
dos competidores era en realidad el padre, pero quienquiera que fuera, fue el hombre
que ganó la guerra del esperma que ella había promovido.
Cuando una mujer tiene relaciones sexuales con dos hombres durante un corto
período de tiempo, tiene tres formas de influir en cuál de ellos engendrará cualquier
hijo que pueda resultar. Primero, ella puede tener sexo con uno de los hombres en
una fase más fértil de su ciclo menstrual (Escena 6). En segundo lugar, puede
retener un ejército de esperma más grande de uno de los machos (Escenas 22 a 26).
En tercer lugar, al igual que la mujer de la escena 17, puede utilizar técnicas
anticonceptivas modernas.
Si una mujer usa un método de barrera, como un gorro o un condón, con un
hombre pero no con el otro, puede evitar que el primero ingrese esperma en la
guerra. Alternativamente,
Alternativamente, al usar la píldora y luego no usarla, como la mujer en la
escena,
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CAPÍTULO SIETE
Buscando genes
Escena 18
Mucho donde elegir
A pesar de las ventanas abiertas, la habitación estaba caliente y
húmeda. La mujer desnuda se movió lentamente fuera de la cama para
no despertar al joven tendido a su lado. Sin vestirse, bajó las escaleras,
atravesó las ventanas francesas abiertas y salió a la brillante luz del
sol. Las baldosas del patio estaban calientes a sus pies. Hizo una
pausa por un segundo, luego corrió unos pasos y se zambulló en la
gran piscina. El agua felizmente fría lavó los restos de su reciente relación sexual de su
muslos y vello púbico y, mientras nadaba a lo largo de la piscina, se
llevó su reflujo.
Llevaba unos diez minutos en el agua cuando el joven que había
dejado en su cama apareció en el patio. Observó su cuerpo
desnudo, bronceado y musculoso correr sobre las baldosas
calientes y sumergirse no del todo perfectamente en el agua. Nadó
con fuerza hacia ella, pisó el agua a su lado y luego la besó.
Después de unos minutos juntos, disfrutando del agua, ella le pidió
que se fuera. Sin discutir, cruzó la piscina a nado, salió del agua y
desapareció en la casa para ducharse y vestirse.
La mujer también salió de la piscina. Se secó con una toalla que
colgaba de la tumbona junto a la piscina, luego bajó los escalones hasta
el césped, disfrutando de la frescura de la hierba debajo de ella.
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GUERRAS DE ESPERMA
No era realmente un extraño. Cuando no estaba en su departamento en la
131
COMPRAR GENES
pies. No había peligro de que se viera su desnudez. El jardín era tan
grande, los árboles que lo rodeaban
r odeaban y las vallas de seguridad eran tan
altas y los vecinos estaban tan lejos que su privacidad era total. Cuando
el joven apareció en las puertas francesas para gritarle adiós, ella
regresaba al patio. Se sintió como una estatua griega cuando se paró
en medio del césped y se despidió. Para una mujer a sólo unos meses
de su cuadragésimo cumpleaños y con tres hijos, uno ahora en sus
veinticinco años, su cuerpo estaba en una forma impresionante.
Cuando el joven se dio la vuelta para irse, ella caminó de regreso al patio.
En cinco años, probablemente era su mejor hallazgo hasta ahora. Su anuncio
era simple pero efectivo: 'Se necesita jardinero a tiempo parcial para
mantener un gran jardín durante el verano. Ideal para estudiante durante las
vacaciones de verano'. Cada año había entrevistado a más de veinte
candidatos. Su elección se basó en la apariencia, la inteligencia, la madurez,
la confianza en sí mismo y el aura sexual de la estudiante. Ella lo tomó como
testimonio de su propia buena apariencia y buen juicio de que nunca le había
llevado más de quince días seducir a cualquiera de sus opciones. El resultado
fue que durante dos días a la semana, durante unos tres meses cada verano,
tuvo la compañía sexual de un joven casi veinte años menor que ella. Y ella
hizo cortar el césped y desmalezar el jardín.
Este año había contratado a dos hombres, ambos estudiantes de
medicina, a quienes había encontrado igualmente atractivos. Uno trabajaba
los martes, el otro los viernes. Mientras se estiraba al sol en la tumbona,
 jugaba una vez más con la fantasía
fantasía de tener a los dos jóvenes en la cama
con ella al mismo tiempo. Pero eso era para el futuro. Mientras entraba y salía de
un sueño bañado por el sol, reflexionó sobre los acontecimientos que le habían dado
una vida tan buena.
Todo comenzó en su decimocuarto cumpleaños. Había salido
con su madre, comprando un nuevo par de jeans. Era un día de
invierno helado y, mientras estaban de compras, había empezado a nevar.
La ciudad estaba a cuarenta y cinco minutos en autobús de su casa, incluso
en un buen día. Cuando llegaron a la parada del autobús, la nieve se estaba
asentando rápidamente. El autobús nunca llegó. Pero el hombre del coche
grande y muy caro sí.
133
COMPRAR GENES
en realidad discutió qué días podría hacerlo, y ella lo esperaría.
 ciudad, vivía en una mansión virtual en su pueblo natal. Su padre trabajaba para
él como jardinero y manitas, ayudando a mantener su casa y sus terrenos.
Aunque durante años lo había visto conduciendo, en realidad nunca lo había
conocido antes. Todo lo que sabía era que él tenía unos cincuenta años, era
muy rico y aparentemente no tenía hijos, a pesar de haber vivido con la misma
mujer durante unos veinte años. Había escuchado a sus padres hablar sobre la
infidelidad y los hijos de otras mujeres. También les había oído hablar de la
infertilidad y de los problemas de la mujer, pero les había mostrado poco interés.
En el viaje de regreso a casa, la impresionó su amabilidad. A los catorce
años, estaba bien desarrollada y ya era atractiva, con una madurez y confianza
en sí misma que habría adornado a una chica de veinte años. Durante el viaje,
ella se encontró haciendo la mayor parte de la conversación.
A ella le gustaba y se sentía cómoda con este hombre y no dudó, una semana
más tarde, en aceptar otro aventón de él cuando pasó junto a ella en la parada
del autobús escolar. Después de eso, la llevó a su casa cada vez con mayor
frecuencia. Sus compañeros de escuela se burlaron un poco de ella, pero no le
molestó.
El verano siguiente, durante las largas vacaciones, perdió la virginidad. Su
amante era un chico de diecisiete años a quien ella y sus amigas habían adorado
a la distancia durante meses. Después del trauma de su primera relación sexual,
ella comenzó a disfrutar de sus actividades sexuales. Se convirtió en la envidia
de sus amigos al describir con gran detalle, aunque a veces imaginario, sus
aventuras sexuales con este joven ídolo.
Ese otoño, reanudó sus viajes a casa desde la escuela con el empleador de
su padre. Ella estaba en su automóvil el día antes de que a su pareja le
diagnosticaran cáncer terminal. Después de eso, ella no lo vio durante varios
meses, ya que él y su pareja se mudaron a la ciudad para que ella recibiera
tratamiento. No reapareció hasta unas semanas después de la muerte de su
pareja que, según supo más tarde, había sido el día después de su decimoquinto
cumpleaños. A partir de entonces, siempre que no estaba en la ciudad por
negocios, se aseguró de ir a buscarla a la escuela. Pronto, ellos
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GUERRAS DE ESPERMA
diferentes parejas sexuales. Aun así, dos veces por trimestre se citaba con su
benefactor en su apartamento de la ciudad para pasar un fin de semana de
sexo y probar la buena vida.
Ella nunca se graduó. En su tercer año, ante la elección entre
meses de ardua revisión y una oferta tentadora de su benefactor,
dejó la universidad. Viajaron mucho durante unos meses y luego,
a su regreso, comenzaron a vivir juntos con la hija, que ahora tiene
seis años. A instancias de ella, vendió su mansión y compró la
maravillosa casa en la que ahora vivía. Pasaron casi diez años
 juntos en la comodidad
comodidad y el lujo, viajand
viajando
o por el mundo y
mezclándose
mezclándos e con personas igualmente ricas. También tuvieron
otros dos hijos, ambos varones.
Los tres hijos de la mujer fueron criados por niñeras, enviados a un
internado y pasaban muy poco tiempo en casa. Su pareja era sin duda el
padre de su hijo mayor, pero no podía estar segura de quién era el padre
del menor. Podría haber sido su p areja, pero también podría haber sido el
político con el que tuvo relaciones sexuales todos los días durante una
semana aproximadamente a la hora pertinente . Además, si él hubiera
estado un mes después de llevarla a la cama, también podría haberlo
estado el cirujano, un amigo de la familia que había tratado a su predecesor por cáncer.
Su pareja vivió lo suficiente para ver el octavo cumpleaños del hijo
menor. Luego, a los sesenta y cinco años, murió de un infarto. Eso
fue hace diez años. Heredó la casa y dinero más que suficiente para
vivir muy cómodamente: siguió pagando la educación de sus hijos,
viajó cuando quiso y se permitió lujos ocasionales, como jóvenes
 jardineros.. Después de
 jardineros de la muerte de su pareja,
pareja, no hab
habían
ían faltado
hombres deseosos de compartir su vida. Muchos enviudaron o se
separaron y la mayoría eran ricos. Rara vez estaba sin pareja sexual
y, a menudo, las parejas sucesivas se superponían. Sin embargo, se
negó obstinadamente a permitir que nadie viviera con ella de forma permanente.
Además, se sentía cada vez más atraída por los jóvenes luchadores,
llenos de energía y ambición, más que por los hombres agobiados por
la complacencia del éxito o la herencia.
Su hija, que ahora tiene veinticinco años y vive en el extranjero con
Winter redujo la actividad sexual con su novio hasta que pasó su examen de
manejo y adquirió un automóvil prácticamente abandonado. Luego, se volvieron
adeptos al sexo apretado en el asiento trasero, frío y mal hinchado.
Empezó a fantasear con hacer lo mismo con el empleador de su padre en el lujo
de su automóvil. Sería como estar en la cama. Ahora, tendida al sol al borde de
su piscina, la mujer aún recordaba claramente la mudanza que cambió su vida.
De camino a casa desde la escuela, esperando en los semáforos, ella le puso la
mano en el muslo y se inclinó para besarlo en la mejilla.
Nunca tuvieron sexo en su auto. Pero una semana después de ese beso ella
estaba en su cama, experimentando por primera vez la diferencia entre el sexo
con un hombre de cincuenta y el sexo con un chico de diecisiete.
A lo largo de esa primavera y verano tuvo relaciones sexuales al menos dos
veces por semana, más o menos alternadamente con su novio y el hombre
mayor. Ninguno sabía de la existencia del otro. Era otoño antes de que ella y su madre
se dio cuenta de que estaba embarazada de tres meses.
Se negó a discutir la paternidad con nadie excepto con sus padres y el
empleador de su padre. A sus padres les dijeron que el padre era el joven novio
que acababa de irse a la universidad y cuyos padres ahora s e habían mudado
fuera del área. Al empleador de su padre le dijeron que el bebé era suyo, como
bien podría haber sido. Temía ser condenado por tener relaciones sexuales con
una chica de quince años. Pero también sentía un afecto genuino por ella y por
el hijo que creía suyo. Al explicarles a sus padres que él haría lo mismo con
cualquier empleado que tuviera problemas, se ofreció a ayudar con el
mantenimiento
mantenimiento del niño. Gracias a este ingreso adicional, sus padres se
ofrecieron como voluntarios para cuidar a la niña, mientras su hija terminaba su
educación.
Cuando, a pesar de las distracciones de la maternidad, se desempeñó bien
en sus exámenes, el hombre nuevamente se ofreció a ayudar. Esta vez él
proporcionó dinero para que ella tuviera una educación universitaria. Durante
sus dos años y medio en la universidad, tuvo unas diez
135
COMPRAR GENES
su pareja, acababa de anunciar su primer embarazo. Sus hijos, de
dieciocho y diecinueve años, estaban ambos en la universidad
estudiando medicina. Se enorgullecía mucho de todos sus hijos,
especialmente de sus hijos, no por lo que había hecho por ellos, que
en verdad era muy poco, sino por lo que eran y por lo que habían
hecho por sí mismos. Los niños eran muy diferentes entre sí, tal vez
reflejando una paternidad diferente. Pero ambos eran guapos e
inteligentes, precozmente maduros y confiados, pero aun así amables
y afectuosos. No tenía dudas de que i ban a romper el corazón de muchas chicas.
Anteriormente, a mediados de la adolescencia, tenían la costumbre de
traer a casa amigos de la escuela para quedarse un rato durante las vacaciones.
Muchos niños pequeños se habían sorprendido y avergonzado por
la práctica de la familia de nadar desnudos juntos en la piscina.
Dentro de dos semanas, sus hijos comenzarían sus vacaciones de
verano. Esta vez se quedarían con ella solo una semana antes de
viajar al extranjero y, además, iban a traer chicas, no chicos. Con
picardía, la mujer se preguntó si nadarían desnudos con ella este
verano y, si lo hicieran, si sus novias se unirían a ellos.
Se levantó de la tumbona y se paseó por el patio, arrastrando su
toalla detrás de ella. Era hora de ducharse y vestirse para estar lista para
la escolta de la noche. Mientras se dirigía al interior, disfrutó una vez
más de la idea de que, para ser la hija de un jardinero, lo había hecho
bastante bien.
n felicitándose por su vida, la mujer de esta escena era de
I curso midiendo su éxito en una escala hedonista. Según sus propios
criterios y, probablemente, los de la mayoría de las personas, lo había
hecho "bastante bien". E incluso a escala biológica, lo había hecho bastante bien.
Pocos factores tienen más influencia en el éxito reproductivo de una persona que
la selección de pareja o parejas. Sin embargo, la selección de pareja es compleja,
particularmente para una mujer. La mayoría de las veces tiene que comprometerse de
muchas maneras diferentes. La escena que nosotros
 136
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GUERRAS DE ESPERMA
Lo que acabo de presenciar es el primero de cuatro en los que exploraremos dos
asuntos: los problemas que enfrentan las personas, particularmente las mujeres,
cuando seleccionan pareja; y los métodos que emplean para resolver esos
problemas.
Aquí, el personaje central eliminó con éxito todos los obstáculos para el éxito
reproductivo que las mujeres normalmente encuentran al elegir pareja. Primero, a
través de su elección de pareja a largo plazo, diseñó un entorno propicio para la
crianza fácil y exitosa de los niños (desde el punto de vista de estar en condiciones
de ofrecerles todas las oportunidades, de todos modos). En segundo lugar, logró
recolectar algunos de los genes masculinos más buscados en su vecindad. Como
resultado, produjo niños con la apariencia y la capacidad para aprovechar al
máximo el entorno confortable en el que nacieron. Su estrategia era arriesgada,
pero la habilidad innata estaba de su lado. Aprovechó al máximo su audacia y
astucia, su compostura y su buena apariencia, y caminó con éxito por la cuerda
floja de la enfermedad, el descubrimiento y la deserción.
Al elegir un hombre u hombres con los que compartir su vida, una mujer tiene
que considerar dos cuestiones importantes. Por un lado, necesita un hombre que
la ayude a criar a sus hijos. Por otro lado, necesita genes que, combinados con
los suyos, produzcan hijos atractivos, fértiles y exitosos. Cuanto mejor sea el
medio ambiente y mejor
asistencia, más plenamente logrará cada niño su potencial genético.
La dificultad de una mujer es que tiene una elección mucho más amplia de
hombres que le proporcionarán genes que de parejas a largo plazo. Probablemente
podría persuadir a muchos hombres de su elección para que le den sus genes;
después de todo, solo se necesitan unos minutos de sexo. Sin embargo, sus
opciones para una pareja a largo plazo son mucho más limitadas. La mayoría de
los hombres en la mayoría de las sociedades no tienen el tiempo, la energía ni los
recursos para ayudar a mantener a más de una mujer y sus hijos al mismo tiempo.
Por lo tanto, su elección de pareja a largo plazo está restringida a aquellos hombres
solteros, listos para abandonar a su pareja actual, o que tienen tanto tiempo,
energía o riqueza que pueden mantener a más de una familia.
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GUERRAS DE ESPERMA
es posible que nuevamente tengan que comprometers
comprometerse.
e. Tienen dos opciones principales.
Pueden elegir la mejor pareja disponible a largo plazo y luego confiar en la infidelidad
para obtener los mejores genes. Esto puede tener éxito, pero solo si logran evitar las
desventajas de la infidelidad que ya hemos discutido (Escenas 8 a 11). Alternativamente,
pueden elegir a un hombre que, aunque no sea el mejor proveedor de genes ni el mejor
compañero, sea al menos el mejor compromiso disponible
e..
Como hemos encontrado en tantos aspectos del éxito reproductivo, el comportamiento
y la experiencia de las mujeres se reflejan en otros animales. En este caso, las mujeres
no son las únicas que tienen que negociar entre el apoyo masculino y los genes
masculinos. Uno de los estudios más reveladores del problema se refiere a un pájaro, el
herrerillo común. Las hembras de esta especie muestran todo el comportamiento que
acabamos de describir para las mujeres. Aquellos afortunados emparejados con machos
genéticamente superiores con los mejores territorios son totalmente fieles. Las hembras
vecinas, emparejadas con machos genéticamente inferiores, aprovechan cada oportunidad
para buscar la infidelidad con los machos superiores. Se cuelan en los territorios de los
mejores machos, solicitan el coito y luego regresan sin ser observados a la pareja que
acaban de engañar. En promedio, alrededor de un tercio de las aves jóvenes en un nido
no han sido engendradas por la pareja de su madre. Los niveles reales van desde el 0 por
ciento en los nidos de los machos más favorecidos hasta alrededor del 80 por ciento en
los nidos de los menos favorecidos.
137
COMPRAR GENES
Un problema igualmente difícil es identificar cuál de los pocos hombres
disponibles sería la mejor pareja a largo plazo. La forma más confiable sería
observar el desempeño anterior, pero inevitablemente las mejores parejas a largo
plazo ya están emparejadas con otras mujeres. Gran parte de la elección de la
mujer, por lo tanto, se limita a hombres jóvenes y solteros que aún no han
demostrado ser socios a largo plazo. Todo lo que puede hacer es buscar signos de
potencial y esperar que su juicio sea preciso.
Las encuestas de muchas culturas alrededor del mundo muestran
consistentemente que, al buscar una pareja a largo plazo, las mujeres prefieren
hombres que tengan, o tengan el potencial de, riqueza, estatus, estabilidad y
durabilidad. En el pasado, en todas las culturas, los hijos de mujeres emparejadas
con hombres en la parte superior de la escala de estas cualidades tenían muchas
más posibilidades de supervivencia, salud y posterior fecundidad. Lo mismo es
cierto incluso en las sociedades industrializadas de hoy.
Las preferencias son claras, pero para la mayoría de las mujeres es necesario
un nivel de compromiso. Un hombre puede ser rico pero indiferente; otro puede ser
de alto estatus pero inestable; otro más puede ser pobre, pero estable y afectuoso.
Entonces, inevitablemente, una mujer tiene que optar por el mejor compromiso. Por
supuesto, ella no tiene que quedarse con su primera pareja. Nuevamente, los
estudios muestran que cuando una mujer deja a una pareja por otra, i nvariablemente
asciende en la escala hacia un mejor compromiso.
Al elegir a un hombre para que la ayude a criar a sus hijos, la apariencia
impresiona a la mujer solo en segundo lugar, mientras que al elegir una pareja
sexual a corto plazo, la apariencia es mucho más importante. Las características
que encuentra más atractivas son los ojos claros, la piel y el cabello sanos, las
nalgas firmes, una cintura que tiene aproximadamente la misma circunferencia que
las caderas de él, piernas bien formadas, hombros anchos, ingenio rápido e
inteligencia. También se siente atraída por la simetría en sus rasgos físicos. Estas
diversas cualidades son indicadores razonablemente confiables de la salud
genética, la fertilidad y la competitividad. Como tales, implican una constitución
genética que también sería deseable en sus hijos.
Dado que las mujeres buscan diferentes atributos a corto plazo y
socios a largo plazo, pero tienen más opciones de corto plazo
139
COMPRAR GENES
comienzan a reproducirse antes, es menos probable que otros hombres fecunden a sus
parejas y es más probable que hagan exactamente eso con otros hombres. Entonces, en
todos los sentidos, los hombres ricos y de estatus tienen el potencial de ser
reproductivamente
reproductivamente más exitosos que sus contemporáneos de estatus más bajo.
Volviendo a las aves, es raro, a menos que el macho sea infértil, que todas las crías
de 'su' nido hayan sido engendradas por otros machos. Es como si la hembra siempre le
diera a su pareja alguna posibilidad de paternidad para retener su ayuda en el cuidado
paterno. Lo mismo puede ser cierto para los humanos.
Además, cuando observamos qué hijos tienen más probabilidades de pertenecer a su
pareja, las mujeres muestran un patrón claro. Al igual que con la mujer en la Escena 18,
el niño que con mayor probabilidad fue engendrado por la pareja de una mujer es el
segundo; los niños menos probables son los primeros, y particularmente los últimos. Las
razones, sin embargo, son ligeramente diferentes para el primero y el último.
A menudo, una mujer ya está embarazada cuando se establece con una pareja a largo
plazo y, en ocasiones, esta pareja no es el padre de su hijo. A veces lo sabe y se enfrenta
a la mujer y a su
niño de todos modos (Escena 15), por las razones que hemos discutido (Escena 9), pero
a veces no lo sabe. La mujer tiene menos probabilidades de ser infiel en las semanas o

Un patrón sorprendentemente similar se encuentra en los humanos. En promedio,
alrededor del 10 por ciento de los niños no son engendrados por su supuesto padre.
Algunos hombres, sin embargo, tienen una mayor probabilidad de ser engañados de esta
manera que otros, y son aquellos con poca riqueza y estatus a los que les va peor. Las
cifras reales oscilan
oscilan entre el 1 % en áreas de alto estatus de Suiza y EE. UU., pasando
por el 5-6 % de hombres de estatus moderado en Gran Bretaña y EE. UU., hasta el 10-30
% para hombres de estatus bajo en Gran Bretaña y Francia. y los Estados Unidos.
Además, los hombres con más probabilidades de engañar sexualmente a los hombres de
menor estatus son los hombres de mayor estatus. Los estudios antropológicos han
mostrado precisamente el mismo patrón. Los hombres de mayor riqueza y estatus
obtienen socios antes,
140
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GUERRAS DE ESPERMA
los hombres consideraban que el sexo con ella valía la pena el riesgo. En resumen,
triunfó porque resultó atractiva para los hombres, tanto como pareja como amante.
Entonces, ¿qué tenía esta mujer que los hombres encontraban tan atractiva?
¿Qué criterios utilizan los hombres para elegir parejas y amantes, y en qué difieren
estos criterios de los utilizados por las mujeres?
Básicamente, los hombres seleccionan a las mujeres por su salud, fertilidad y
fidelidad, aunque no conscientemente, por supuesto. Al v er a una mujer, los hombres
no comentan inmediatamente sobre su potencial para engendrar y criar hijos.
Sin embargo, las características que el cuerpo de los hombres está programado para
encontrar atractivas son precisamente las que reflejan este potencial. A diferencia de
una mujer, un hombre usa criterios similares ya sea que esté seleccionando una pareja
o un amante; para ambos, su principal preocupación es la apariencia y el comportamiento.
Una característica importante es la forma del cuerpo, particularmente la relación cintura-
cadera. Independientemente de si una mujer es delgada o gorda, los hombres prefieren
a alguien cuya cintura sea aproximadamente el 70 por ciento de la medida de su
cadera. Esta preferencia es notablemente constante tanto a lo largo de la historia (a
 juzgar por las estatuas, pinturas y revistas de chicas) como de una cultura a otra (a
 juzgar por las pinturas rupestres y las figurillas). En algunas culturas, los hombres
prefieren a las mujeres delgadas; en otros, grasa. Pero en todas las culturas, prefieren
mujeres con cinturas significativamente más estrechas que sus nalgas. La explicación
es que esta forma refleja un buen equilibrio hormonal, buena resistencia a las
enfermedades y buena fertilidad.
Además de la forma, los hombres de todo el mundo también responden fuertemente
a ojos claros, cabello y piel sanos y la forma de la cara, particularmente su simetría.
Nuevamente, estas características son fuertes indicadores de salud y, por lo tanto, de
fertilidad. Los hombres de la mayoría de las culturas también responden al tamaño y la
forma de los senos, aunque las preferencias reales varían y no existe un vínculo simple
entre la apariencia de los senos de una mujer y su capacidad para amamantar y
mantener a un niño. Finalmente, los hombres responden fuertemente a ciertos rasgos
de carácter, como la mansedumbre y la dependencia, que pueden indicar una fidelidad
potencial. Sin embargo, tales rasgos son relativamente fáciles de falsificar, al menos
por períodos cortos.
Hay otra diferencia en la preferencia de pareja entre los hombres.
142
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GUERRAS DE ESPERMA
ha dejado de ser capaz de atraer a mujeres más jóvenes y fértiles (Escena 11), sus
criterios para la elección de pareja cambian. La elección de una pareja a largo plazo aún
puede influir en su éxito reproductivo, pero ahora, por supuesto, no es a través de ningún
hijo que puedan tener juntos. En cambio, es a través de su efecto sobre la supervivencia
y la reproducción de los hijos que cada uno de ellos ya pueda tener de una relación
anterior (Escena 11). La riqueza, el estatus y el potencial para ser un buen padrastro o
padrastro ahora se vuelven de primordial importancia para ambos sexos en su elección
meses anteriores a la concepción de su segundo hijo. Los hijos posteriores, sin embargo,
tienen cada vez más probabilidades de ser producto de la infidelidad.
Identificar las mejores parejas y los mejores proveedores de genes, y luego buscar el
mejor compromiso disponible,
disponible, es solo un aspecto del problema de una mujer para obtener
pareja. Habiéndolo seleccionado,
seleccionado, ella tiene que reclutarlo para el rol elegido. Ella puede
hacer esto solo si el hombre la encuentra lo suficientemente atractiva. Si no puede atraer
a su primera opción, entonces tiene que comprometerse una vez más. El hombre que
finalmente reclute será el mejor compromiso entre los que quiere y los que puede atraer.
La mujer de la Escena 18 tuvo éxito porque un rico
y un hombre de éxito, treinta y cinco años mayor que ella, la eligió entre la multitud. Luego,
sin que se detectara su infidelidad, se dedicó a recolectar genes de otros hombres
exitosos. Tuvo éxito una vez más porque estos
141
COMPRAR GENES
y mujeres. Como parejas a largo plazo, las mujeres tienden a preferir hombres mayores
que ellas. Tales hombres han tenido más tiempo para demostrar su valía y más
posibilidades de acumular los recursos que una mujer t endrá.
necesidad de mantener a los hijos que pueda tener. Sin embargo, a menos que sea
muy rico, un hombre de más de cincuenta años se vuelve cada vez menos atractivo
para una mujer más joven y aún fértil, debido al creciente riesgo de que muera antes
de que los hijos que ella t enga con él se vuelvan independientes.
Los hombres, por otro lado, prefieren a las mujeres que tienen la edad suficiente
para ser fértiles, pero que aún tienen la mayor parte de su vida reproductiva por delante.
De esta manera, obtienen más hijos de su inversión. Ya sea que un hombre tenga
veinte o setenta años, por lo tanto, su edad preferida para una nueva pareja es
alrededor de los veinte, o incluso más joven. De ahí la frecuencia con la que los
hombres más exitosos dejan a su pareja de mediana edad ya su primera familia para
establecer un hogar y formar una segunda familia con una mujer mucho más joven.
Una mujer mayor pero aún fértil t ambién podría beneficiarse de una relación con un
hombre más joven. Esto se debe a que puede juzgar la calidad física de un hombre
más fácilmente cuando está en su apogeo físico. Pero la mayoría de las veces, un
hombre así no está en c ondiciones de mantener a una mujer mayor, y mucho menos a
sus hijos existentes y cualquier hijo nuevo que pueda producir su relación.
En consecuencia, es más probable que las mujeres mayores apunten a los hombres
 jóvenes para cometer actos de infidelidad dentro de una pareja segura a largo plazo, y
es menos probable que los elijan como parejas a largo plazo.
La mujer de la Escena 18 había sido liberada de restricciones por su riqueza
personal. Podría haber invitado a cualquiera de sus 'jardineros' a vivir con ella por un
tiempo y tal vez darle otro hijo; todos habían sido elegidos cuidadosamente por su
potencial genético. Indudablemente podría haber criado a otro hijo de un hombre así
sin perjudicar ni su propia salud ni el éxito de sus hijos actuales y futuros nietos.
Tampoco necesitaba haber defraudado a su nuevo hijo. Cuando s alimos de la escena,
la mujer no había seguido este camino, pero todavía tenía tiempo para hacerlo. M uchas
mujeres ricas lo hacen.
Finalmente, una vez que una mujer es post-reproductiva o una vez que un hombre
143
COMPRAR GENES
(más de veintisiete embarazos). E incluso a un nivel más mundano, es mucho más fácil
para un hombre, potencialmente, tener más hijos que una mujer, por la razón obvia de
que mientras que un hombre puede tener su
hijos con varias mujeres diferentes, una mujer (hasta el reciente advenimiento de la
maternidad subrogada) ha tenido que tener a todos sus hijos ella misma. Un hijo exitoso,
por lo tanto, puede darle a una mujer muchos más nietos que una hija exitosa. Cuanto
más alto sea el estatus social eventual de un hijo, más éxito tendrá. Dado que la riqueza
 de pareja. De todos modos, la mayoría de la gente todavía tiene que comprometerse.
Podemos ver claramente que en ninguna parte el conflicto de intereses entre hombres
y mujeres es mayor que en la selección y contratación de una pareja, a cualquier edad.
Todos buscan el mejor socio en su categoría preferida, pero es posible que no coincidan
con las preferencias de esa persona elegida. La competencia es feroz. Todo es
compromiso, y el tiempo es limitado. Si una persona se conforma con demasiada facilidad
con un compromiso pobre, puede perder la oportunidad de un compromiso mucho mejor
más adelante. Sin embargo, pasar demasiado tiempo buscando el mejor compromiso
puede ser igualmente desventajoso. Él o ella puede entonces pagar el precio de tener
que conformarse con un compromiso peor, o incluso de no poder atraer a nadie en
absoluto. Los mejores premios son para las personas que juzgan correctamente cuándo
continuar su búsqueda y cuándo conformarse con lo que pueden obtener, aunque solo
sea por el momento.
Hay una consecuencia fascinante de los criterios que usan las mujeres para la
selección de pareja, particularmente su preferencia y mayor fidelidad hacia los hombres
ricos y de estatus. Los hijos de tales hombres logran un mayor éxito reproductivo que sus
contemporáneos de menor estatus. Hacen esto no solo a través de sus relaciones a largo
plazo, sino también porque tienen las mismas oportunidades por encima del promedio de
engendrar hijos con las parejas de otros hombres que tuvieron sus padres. De esto se
deduce que una mujer emparejada con tal hombre logrará un mayor éxito reproductivo si
engendra hijos varones que si engendra hijas.
El mayor número de hijos jamás reclamado por un hombre es 888 (por un ex-
emperador de Marruecos); que por una mujer, sesenta y nueve
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GUERRAS DE ESPERMA
quien engendra seis hijos con tres mujeres diferentes, habrá dos que no logren
engendrar ninguno. Hay dos formas en las que una hija es la opción más segura:
primero, aunque relativamente pocas hijas producen un gran número de nietos
para sus madres, relativamente pocas no logran producir ninguno; segundo, una
madre puede estar segura de que todos los nietos producidos a través de una
hija son suyos. No puede estar tan segura de los nietos aparentemente producidos
por un hijo.
Por lo tanto, solo cuando hay una muy buena posibilidad de que un hijo no
solo sobreviva sino que también sea reproductivamente competitivo contra otros
machos, vale la pena producir un niño. Entonces, en principio, no debería
sorprendernos encontrar que las mujeres sin parejas a largo plazo y las mujeres
emparejadas con hombres de menor estatus produzcan un exceso de hijas, o
encontrar que aquellas emparejadas con hombres de mayor estatus produzcan
un exceso de hijos. Tampoco debería sorprendernos que, entre estos dos
extremos, la mayoría de las mujeres se comprometan y no muestren prejuicios hacia ningún sexo.
La mujer en la Escena 18 lo hizo exactamente bien cuando tuvo una hija de su
'accidente' mientras aún estaba en la escuela, y dos hijos cuando fue emparejada
con un hombre rico de alto estatus. No se sabe cómo habrá logrado este sesgo.
La explicación no es que los machos de mayor estatus produzcan un exceso de
esperma 'masculino': los amantes ocasionales de tales hombres producen un
exceso de hijas, como deberían.
Tampoco parece probable que los hombres de alto estatus introduzcan un exceso
de esperma 'masculino' en sus parejas pero un exceso de esperma 'femenino' en
sus amantes. La única explicación razonable es que el sesgo lo genera la mujer.
O su cuerpo sesga la proporción de espermatozoides masculinos y femeninos
que pasan a la zona de fertilización en sus oviductos, o es selectiva sobre qué
embriones permite implantar después de la fertilización. Tal vez, si el embrión es
del sexo 'incorrecto' para sus circunstancias, su útero no le permite implantarse
(Escena 16).
146
y el estatus, así como el potencial genético para alcanzar la riqueza y el estatus, se
pueden heredar, podríamos esperar que las parejas de mayor estatus produzcan más
hijos que las parejas de menor estatus, y lo hacen. Estudios en todo el mundo han
mostrado una proporción de sexos sesgada hacia los hombres entre los hijos de parejas
de mayor estatus (tome, como ejemplo, los hijos de los hombres y mujeres enumerados
en el Quién es Quién nacional). Por lo general, el sesgo es más estadístico que obvio
(alrededor de 115 niños por cada 100 niñas), pero a veces puede ser impresionante. Los
presidentes de los Estados Unidos, por ejemplo, han producido entre ellos noventa hijos
y sesenta y una hijas, el equivalente a 148 hijos por cada 100 hijas.
Entonces, ¿por qué no todas las mujeres producen un exceso de hijos varones? En
realidad, hasta cierto punto lo hacen. En promedio, nacen alrededor de 106 niños por
cada 100 niñas. Pero debido a que es más probable que los niños mueran durante la
niñez, cuando los sobrevivientes comienzan a reproducirse, la proporción es casi igual.
Aun así, la mujer promedio no solo tiene menos probabilidades de tener un niño que una
mujer emparejada con un hombre de alto estatus, sino que las mujeres emparejadas con
hombres de bajo estatus y las mujeres sin pareja tienen más probabilidades de tener una
hija. ¿Por qué?
La respuesta es que un hijo es una opción reproductiva mucho más precaria que una
hija. A pesar de su potencial para producir grandes cantidades, es más probable que
muera antes de comenzar a reproducirse, y tiene muchas más posibilidades de no
reproducirse en absoluto, incluso cuando lo intenta. Si no son reproductivamente
competitivos, los hijos varones son una mala opción.
Imagine una sociedad en la que todas las mujeres tienen sólo dos hijos: por
cada hombre
145
COMPRAR GENES
Para la mayoría de las personas, todo el proceso de selección de pareja es un
campo minado de distracciones y trampas, particularmente durante la adolescencia
tardía cuando un niño o una niña buscan su primera pareja a largo plazo. La
mujer en nuestra escena inconscientemente se abrió paso a través de este campo
minado con precisión. Lo hizo en virtud de los excelentes genes que ella misma
había recibido de sus padres. Como resultado, ella terminó con tres hijos, y quizás
eventualmente más, todos engendrados por un hombre o hombres que sobresalían
reproductivamente en su grupo de pares. Su hija ya había comenzado a tener
nietos; sus hijos tenían un gran potencial, no sólo para formar sus propias familias,
sino también para ser el blanco de las infidelidades de otras mujeres. Tenía todos
los indicios de que sus descendientes se multiplicarían y florecerían. En
generaciones posteriores, sus genes marcarían más a la población que los genes
de sus contemporáneos menos exitosos. Su vida había sido un éxito, tanto
biológica como hedonísticamente.
ESCENA 19
Intercambio justo
Era sábado por la noche y las dos parejas estaban sentadas en círculo en el
suelo con las piernas cruzadas. Con mucho para beber a su lado, comenzaron a
 jugar a las cartas. Cada uno de
de ellos estaba en privado h
hormigueando
ormigueando con
excitación nerviosa y sexual. Tenían grandes esperanzas de que la próxima hora
fuera un hito sexual en todas sus vidas.
Se conocían desde hacía siete años. Aunque siempre habían encontrado
sexualmente atractiva a la pareja del otro, nunca se habían producido infidelidades.
La primera pareja, a pesar de cinco años de sexo sin protección, no tuvo hijos.
La segunda pareja tenía dos. En los últimos años, por distintas razones, la
relación de cada pareja había ido a pique.
147

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GUERRAS DE ESPERMA
La pareja sin hijos sentía un innegable vacío en su vida, del que no podían sacarse de
encima a pesar de todo su dinero y sus viajes.
Cuando se conocieron, parecían perfectos el uno para el otro. Era alto, musculoso,
ambicioso, ingenioso y dominante. Era efervescente, abierta y liberada, siempre vistiéndose
provocativamente. Las mujeres lo rodeaban dondequiera que fuera y podría haber tenido
una nueva pareja sexual cada semana si lo hubiera deseado, y lo hizo. . con frecuencia.
. grandes
Ella, también, era muy buscada. Una vez considerados como un artículo,
elogios porobtuvieron
ser el socio del
otro y, a pesar de sus promiscuidades anteriores, se establecieron en una relación seria.
Cuatro años más tarde, después de un año de relaciones sexuales sin protección, se
les había hecho una prueba de infertilidad, pero no había indicios claros de que ninguno
de los dos fuera infértil. Estaba ovulando, no tenía trompas bloqueadas y parecía normal.
Estaba produciendo una gran cantidad de e spermatozoides, pero por lo demás también
parecía normal.
Al principio, respondieron a su problema con una intensa actividad sexual, pero
después de un año más de fracaso, gradualmente perdieron interés en el sexo rutinario.
En secreto, ambos esperaban que su fracaso combinado fuera culpa del otro, y este
pensamiento los había llevado a criticar la sexualidad del otro. Ahora veía su tamaño y
poder como inútiles, groseros y egoístas. Ahora veía su conversación libre y su forma de
vestir provocativa como vulgaridad pública, una fachada para ocultar su frigidez privada.
La pareja con hijos era muy diferente. Ambos eran atractivos a su manera, pero eran
mucho menos extrovertidos que sus amigos.
El poco prestigio social que tenían provenía de su asociación con la pareja sin hijos. El
hombre era pequeño, tranquilo, trabajador y confiable.
La mujer era recatada, simpática y maternal. Les tomó ocho meses de esfuerzo concebir
a cada uno de sus dos hijos, pero finalmente sucedió y, como equipo de padres, fueron
maravillosos. Cuando él no estaba trabajando, casi nunca estaban fuera de la compañía
del otro.
Últimamente, sin embargo, las crecientes dificultades financieras habían producido
fricción entre ellos. Su situación se había agravado
148
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GUERRAS DE ESPERMA
Cuando se quitó las bragas, sorprendió y entusiasmó a la otra pareja al revelar
un triángulo de vello púbico que les pareció incongruentemente grande para una
mujer tan recatada. Una sugerencia inmediata de que se deberían cambiar las
reglas para que las parejas no tuvieran relaciones sexuales entre s í fue derrotada
por la idea alternativa de que aún deberían tener relaciones sexuales, pero a la
vista de la otra pareja.
Menos exhibicionistas que sus amigos, a la 'afortunada' pareja le costó
empezar su actuación. La risa, la timidez y una erección que menguaba
rápidamente casi acabaron con la empresa. Eventualmente, mientras yacían
 juntos, fueron las serias
serias caricias y besos de sus cuerpos por parte de la ot
otra
ra
pareja lo que los llevó a cruzar el umbral de la vergüenza a la intensa excitación
sexual. El coito que tuvieron, mientras seguían siendo acariciados por la otra
pareja, fue el más excitante que jamás habían experimentado.
Excitado casi al punto de la eyaculación espontánea por lo que acababa de
ver, el hombre sin hijos sugirió que deberían abandonar las cartas. Ahora debería
tener relaciones sexuales con la mujer ya desnuda y postrada en lugar de con su
propia pareja. Casi antes de que nadie pudiera comentar, estaba encima de ella.
La mujer iba a revivir este momento muchas veces durante los próximos años.
La emoción que siempre iba a recordar cuando lo sintió, con un pene incluso más
grande que el de su pareja, deslizarse suavemente dentro de ella no era ni culpa
ni excitación. En cambio, fue una abrumadora sensación de bienvenida. La
emoción siguió, pero duró poco. Había estado tan excitado que eyaculó en
cuestión de segundos.
Todos ahora desnudos, siguió un interludio crudo y borracho de
aproximadamente media hora mientras primero esperaban y luego intentaban
ayudar al primer hombre a recuperar su erección. La mujer sin hijos, que tal vez
COMPRAR GENES
cuando sus empleadores, consternados por su falta de ambición y carisma, lo trasladaron
a un puesto de perfil más bajo. Ahora, cada vez más frustrada por el trabajo mundano de
su pareja, a menudo criticaba su incapacidad para mejorar su situación. Por su parte,
después de haber empujado a su pareja a la maternidad a tiempo completo, ahora
encontraba su recatada quietud aburrida y poco atractiva.
Recientemente, cada pareja había tratado de reforzar su decaído interés sexual con
la pornografía. Pero con el paso de las semanas, el impacto de las imágenes había
desaparecido. Luego, cuando los cuatro comenzaron a ver películas juntos, la emoción
se reavivó brevemente. Sin embargo, incluso esa fuente de emoción había comenzado a
desvanecerse, hasta esta noche. La idea del 'juego' que estaban a punto de jugar había
sido sembrada por una película que mostraba el intercambio de parejas. En el video que
acababan de ver, los hombres arrojaron las llaves de su auto en una pila en el centro de
la habitación. Las mujeres eligieron una llave y luego se emparejaron con el dueño.
Pronto la habitación estuvo llena de cuerpos desnudos copulando.
Era la mujer sin hijos que con su descaro típico había sugerido que deberían intentar
el intercambio. Al principio, todos tomaron la sugerencia como una broma, pero a medida
que se emborrachaban cada vez más, comenzaron a hablar seriamente sobre la
posibilidad. Pronto estaban discutiendo los aspectos prácticos del ejercicio en lugar de su
conveniencia.
Idearon un juego de cartas, basado en el azar, no en la estrategia, que requería que el
ganador se quitara una prenda de vestir. Se decretó que el hombre que fuera el primero
en perder toda su ropa debía tener sexo con
la mujer que perdió todo lo suyo primero.
Una racha de victorias dejó al más pequeño de los dos hombres desnudo casi antes
los demás habían comenzado. Estaba lejos de ser musculoso y tenía testículos
relativamente pequeños, pero su pene era más grande que el promedio. Mientras se
recostaba para ver a las dos mujeres exponer progresivamente más y más su feminidad,
se sintió cada vez más orgulloso de su erección. Al final, las cartas fueron decepcionantes.
En una carrera tardía, fue su compañero el siguiente en estar desnudo. Como ella
149
COMPRAR GENES
de ambas mujeres, funcionó. A sugerencia de la mujer sin hijos, la penetró por
detrás cuando ella se arrodilló, inclinándose hacia adelante sobre una silla. Ver
a su pareja tener sexo con otro hombre excitó una vez más al hombre sin hijos.
Apenas podía esperar a que su amigo se retirara antes de tomar el relevo.
Nunca repitieron el ejercicio. Un mes después, ambas mujeres descubrieron
que estaban embarazadas. Ambos supusieron que el padre de sus hijos era el
que ya había probado su fertilidad. Pero estaban bastante equivocados. El padre
de ambos era el que antes parecía estéril.
Las parejas debían permanecer juntas durante otros cinco años. Durante un
tiempo, hasta que nacieron sus bebés, ambas relaciones se estabilizaron.
Sin embargo, a medida que los niños crecían, ambas relaciones se deterioraron
una vez más. A pesar de continuar teniendo relaciones sexuales sin protección,
la pareja extrovertida no pudo tener otro hijo y sus recriminaciones mutuas se
intensificaron. El hombre comenzó una aventura con la otra mujer. Esta vez, lo
mantuvieron en secreto. Sin embargo, finalmente confesaron su infidelidad,
ambas parejas se separaron y la pareja infiel comenzó a vivir junta, junto con los
tres hijos de la mujer.
Económicamente, la vida del hombre más extrovertido fue de éxito en éxito y
pudo mantener con cierta comodidad no sólo a los dos hijos concebidos esa
noche, sino también a sus dos hijastros. Ahora estaba convencido de que era
infértil. Sin embargo, su creciente riqueza y estatus y su continuo atractivo físico
lo convirtieron en un imán aún más para otras mujeres. A menudo le era infiel.
Su pareja sabía de sus infidelidades, pero accedió a tolerar su comportamiento
a cambio de una garantía de que, sin importar lo que sucediera, ella y sus tres
hijos estarían económicamente seguros. En los años siguientes, sin saberlo,
 había deseado que todo esto sucediera más que cualquiera de ellos, comenzó a
preocuparse por no tener su turno. La presión sobre el primer hombre fue intensa,
pero finalmente la perspectiva de tener relaciones sexuales con una mujer
diferente, combinada con el estímulo sexual ahora totalmente abandonado que
recibió.
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GUERRAS DE ESPERMA
En escenas anteriores, hemos visto a hombres y mujeres hacer todo lo posible
I para ocultar su infidelidad. Si fallaban, sufrían. Sin embargo, aquí nos
encontramos con cuatro personas que son abiertamente infieles. El intercambio de
parejas no es particularmente común en la sociedad occidental, pero ocurre con la
suficiente frecuencia como para formar una parte reconocible del rico mosaico de
la sexualidad humana, una parte, además, que promueve la guerra de esperma.
Una encuesta en los EE. UU. en la década de 1970 reveló que casi el 5 por ciento
de las parejas, en un momento u otro, habían intercambiado abiertamen
abiertamente
te parejas
con otra pareja, aunque casi el 80 por ciento de estos lo habían hecho solo una o dos veces.
¿Qué circunstancias pueden llevar a tal comportamiento a mejorar realmente el
éxito reproductivo de una persona?
La respuesta está en la forma en que los criterios para elegir parejas y
amantes pueden cambiar con el tiempo a lo largo de la vida de una
persona. Por supuesto, cuando se planteó por primera vez la infidelidad
abierta en la Escena 19, la preocupación consciente de los cuatro
personajes habrá sido por cuestiones superficiales. La excitación y el
miedo habrán sido disfrutados en proporciones iguales: la excitación de la
infidelidad inminente habrá sido atenuada por los temores relacionados
con sus cuerpos y sus actuaciones sexuales. Subconscientemente, sin
embargo, sus cuerpos habrán estado luchando con asuntos más
importantes. ¿Los beneficios reproductivos de sus acciones planificadas superarían los costosparecido mayor que antes.
La pareja más extrovertida tuvo una decisión fácil. Después de cinco
años de sexo sin protección, no habían logrado tener hijos. Cada uno
pensó que su pareja podría ser estéril, y aquí había una oportunidad de
oro para tener sexo con alguien de fertilidad comprobada. Tanto su cerebro
consciente como su inconsciente bien podrían haber llegado a la misma conclusión.
La otra pareja tuvo una decisión más difícil, aunque conscientemente
probablemente ninguno habría apreciado la lógica de su cuerpo. Su familia
estaba superando rápidamente su casa y sus finanzas. Incluso dos niños
podrían ser demasiados para que ellos puedan criarlos con éxito sin una
mejora en las circunstancias. Entonces
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GUERRAS DE ESPERMA
tenía el estrés de criar a un tercer hijo (que no era suyo, aunque pensaba que lo
era). Finalmente, su pareja lo abandonó por un hombre con el que ella le había
sido infiel primero con su consentimiento. Como resultado, también
también perdió el
contacto diario con los niños, a quienes quería mucho.
A primera vista, la suya puede no parecer una gran historia de éxito. Sin
embargo, como resultado de los eventos de esa noche, los dos hijos que realmente
eran suyos se criaron con más facilidad y se les dio un mejor lanzamiento a la
vida de lo que él les podría haber dado. Todavía los veía a menudo y les brindaba
la ayuda que podía. De vez en cuando vivían con él por períodos cortos y
probablemente nunca se sintieron realmente abandonados por él. Si no hubiera
estado de acuerdo con los eventos de esa noche, podría haber tenido problemas
para criar a sus dos hijos. Y vale la pena tener en cuenta que, como vimos en las
engendró dos hijos más a través de su promiscuidad.
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COMPRAR GENES
¿Cómo podrían tener cada uno al otro? El hombre podría lograr
tener un tercer hijo solo si pudiera encontrar a alguien que lo criara
sin su ayuda. El socio de su amigo le ofreció esa posibilidad.
Su propia pareja, por otro lado, podría tener un tercer hijo exitoso solo con
un mejor apoyo financiero que el que él, su actual pareja, podría
proporcionar. La pareja de su amiga tenía potencial, argumentó el cuerpo de la mujer.
No solo era rico, estaba en una relación que parecía cada vez más
inestable. Tal vez, si ella tuviera un hijo que él pensara que podría ser
suyo, él la ayudaría económicamente. O incluso podría arrebatárselo a
su amiga, su pareja actual. Además de todo eso, su cuerpo podía ver un
beneficio al concebir a través de este hombre: no solo era muy atractivo
para las mujeres, sino que también había alcanzado un estatus más alto en la vida.
Genéticamente, un hijo de este hombre podría tener mucho más
éxito que otro hijo de su pareja actual.
Por supuesto, algunos de los costos potenciales de la infidelidad seguían
presentes para ambas parejas, por ejemplo, el riesgo de enfermedad. Pero la
mayoría de los peligros generalmente asociados con la infidelidad fueron
minimizados por la naturaleza de la situación. Todos los personajes sabían y
estaban de acuerdo con lo que iba a suceder, por lo que no había necesidad
de engaño y, por lo tanto, no había riesgo de que los descubrieran. Al aceptar
tener relaciones sexuales frente al otro, eliminaron toda posibilidad de engaño.
Ambas relaciones ya eran inestables, y el riesgo de que alguien fuera
abandonado por su pareja debido a los eventos de la noche no habría
reproductivos?
Los cuatro, por lo tanto, calcularon subconscientemente que
podrían ganar con un intercambio de parejas. Y resultó que los
cuatro estaban en lo correcto. Esto es fácil de ver para tres de ellos.
La mujer sin hijos concibió. Su pareja engendró dos hijos en una
noche. La otra mujer luchó inicialmente, pero finalmente arrebató al
primer hombre de su pareja, se benefició de su riqueza y crió con
éxito a tres hijos. Sin esa noche de abandono, podría haber
levantado solo dos, y esos, con dificultad. Sólo para el otro hombre
es menos fácil ver el valor de su decisión. Por supuesto, pensó que
engendró dos hijos más esa noche. Pero no lo hizo. Además, durante cinco a
153
COMPRAR GENES
agrupados alrededor del huevo de su pareja. Múltiples espermatozoides entraron
en el óvulo simultáneamente y las hordas de espermatozoides circundantes
liberaron densas concentraciones de sustancias químicas mortales. El huevo
siempre moría. Pero enviar su esperma a la batalla, y él era virtualmente
invencible. Sus enormes ejércitos diezmarían a los de los oponentes menores y,
habiendo sido ellos mismos reducidos en número, enviarían el número correcto
de espermatozoides para buscar un óvulo.
En esa noche de juerga sexual, el hombre menos extrovertido produjo
pequeños ejércitos, ricos en bloqueadores (Escena 7) y esperma de planificación
familiar (Escena 16). Su estrategia reproductiva en el pasado se había centrado
en proteger a su pareja de otros hombres. Entonces podría usar el sexo rutinario
a largo plazo para tener hijos a intervalos largos pero medidos cuando los tiempos
fueran buenos (Escena 16). Dos veces necesitó ocho meses de sexo sin
 Escenas 9, 11 y 16, tal lucha a veces puede tener consecuencias nefastas.
Todavía podría haber sido abandonado por su socio, pero en circunstancias
menos favorables. En particular, bien podría haber sido menos afortunado en el
hombre que tomó su lugar en la crianza de sus hijos. De hecho, un factor clave
en el éxito del hombre menos extrovertido fue que su amigo resultó ser un buen
padrastro. Por supuesto, en parte esto puede deberse a que vigilaba de cerca la
forma en que se trataba a sus hijos en su nueva situación. Sin embargo, la mayor
parte se debía a que su expareja toleraba las infidelidades de su nueva pareja.
Este último no era monógamo por naturaleza, pero mientras pudiera ser promiscuo,
estaba feliz de ayudar a mantener a sus hijos. En efecto, ella cambió su libertad
sexual por una garantía de que, sin importar lo que pasara, ella y sus tres hijos
estarían económicamente protegidos.
Los cuatro ganaron con su noche de abandono sexual. Pero si las cosas
hubieran resultado diferentes, y el hombre que antes no tenía hijos no hubiera
podido ganar esas dos batallas de esperma, habría perdido a lo grande. Pero, de
hecho, era muy poco probable que perdiera. Era un especialista en guerras de
esperma, produciendo demasiados espermatozoides. Su amigo no lo estaba,
produciendo muy pocos. Ponga al especialista en una situación monógama y será
subfértil. Después de cada inseminación, un gran número de sus asesinos y
captadores de huevos
154
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GUERRAS DE ESPERMA
ESCENA 20
Exhibición de buen gusto
Por casualidad, su viaje de negocios coincidió con el primer día caluroso del verano.
El hombre había diseñado la visita y la habían estado esperando durante días. El
clima fue una verdadera ventaja.
La mujer se había asegurado de decirle a su pareja adónde iba y con quién iba.
Lo último que quería era hacerlo sospechar. Era estable y confiable, tanto como
pareja como padre de sus dos hijos, y ella no quería perderlo.
Pero, al mismo tiempo, sentía que necesitaba algo de emoción en su vida, y el
hombre que la acompañaba en el auto podría serlo. Era un desafío, y era atractivo.
Disfrutaba bromear y coquetear con él, incluso disfrutaba discutir con él, lo cual hacía
a menudo.
En cambio, el hombre no se había molestado en decírselo a su pareja. No era tan
inusual para él emprender un viaje así o llevar a alguien con él. De hecho, a su pareja
ya no parecía importarle lo que hiciera y parecía darle la bienvenida a sus días libres.
En secreto, había decidido que ella estaba teniendo una aventura. No es que le
molestara mucho; de hecho, casi habría dado la bienvenida a su infidelidad, tomándolo
como una licencia para perseguir la infidelidad él mismo.
Mientras conducían las dos horas hasta su destino, reflexionó sobre su incipiente
relación. Después de un año de relación platónica, sabían mucho el uno del otro.
Suficiente, por ejemplo, para saber que no había manera de que pudieran vivir juntos.
Sin embargo, de alguna manera, incluso esta incompatibilidad resultaba atractiva.
Recientemente,
Recientemente, habían comenzado a tocarse mientras hablaban. En algunas
ocasiones, como hoy, incluso se habían saludado con un beso amistoso. Estaba
seguro de que tenían un entendimiento tácito. Un día tendrían una aventura adecuada,
arrebatamiento
arrebatamiento y sexo de ingeniería cuando
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GUERRAS DE ESPERMA
protección para embarazar a su pareja. Aun así, probablemente habría tenido
más hijos con su pareja si hubiera tenido más éxito social y económico. Pero en
la guerra de los espermatozoides estaba condenado al fracaso.
Discutimos la existencia de estos dos tipos masculinos en la Escena 35. Ya
hemos discutido por qué las mujeres a veces responden al coito ovulando en el
momento justo (Escena 15) y por qué los hombres responden al ver a otra pareja
teniendo relaciones excitándose y erectos (Escena 9). Estas respuestas sexuales
fueron factores importantes para determinar el resultado de la escena que
acabamos de presenciar. Quizás lo más importante de todo fue la decisión de las
mujeres de abandonar la timidez y el secreto habituales que una, si no la otra,
normalmente habría conservado, en favor de una infidelidad flagrante y abierta.
La motivación inconsciente era la misma para ambos. En su vida de
buscando genes, cada uno había llegado a una etapa en la que valía la pena
probar con alguien nuevo. Como resultaron las cosas, el suyo fue un intercambio
 justo.
155
COMPRAR GENES
ellos podrían. Y, mientras conducía, tenía grandes esperanzas de que hoy pudiera
marcar el comienzo de ese asunto.
Terminados sus negocios al mediodía, decidieron disfrutar de su libertad y el
clima y comprar comida y bebida para un picnic. Mientras conducían por el campo,
pasando campo tras campo y bosque tras bosque, ella comenzó a burlarse de él.
Estaba buscando un lugar apartado. Fingió no darse cuenta y siguió señalando los
arcenes de las carreteras o los campos abiertos cerca de las casas, adecuados para
un picnic, pero nada más. Eventualmente, cada vez más hambrienta, decidió que ya
lo había molestado lo suficiente. Cuando él señaló un campo pequeño y apartado,
ella aceptó. Hileras de heno recién cortado yacían de color verde plateado bajo la
intensa luz del sol. Pensó que se veía perfecto. Ella dijo que serviría.
En el coche había una manta grande que cogieron y extendieron en un rincón del
campo, en parte a la sombra moteada, a petición de ella, y en parte al sol, a petición
de él. Llevaba un vestido holgado de algodón y, sabiendo desde el momento en que
se levantaba por la mañana que podía organizar un picnic, había traído consigo un
sombrero de paja. Había comenzado el día con traje y corbata, pero a los pocos
minutos de terminar su reunión de negocios se quitó la chaqueta y se desabrochó el
cuello. Aun así, sentado allí en el campo bajo el calor, parecía incómodo.
Sabiendo que él no era ajeno a tomar el sol desnudo, comenzó a burlarse de él
nuevamente, desafiándose
desafiándose a sí misma para persuadirlo de que se quitara la ropa.
El desenlace llegó cuando ella lo acusó de tener algo que ocultar.
Interpretando
Interpretando sus bromas como una insinuación sexual, se estaba excitando. Aun
así, se sintió un poco tonto cuando se quitó los zapatos y los calcetines, y aún más
tonto cuando se puso de pie, se quitó la camisa y luego, con un solo movimiento, se
bajó los pantalones y los pantalones. Ahora desnudo
desnudo,, se quedó allí, con el pene
medio erecto, preguntándose qué debería hacer a continuación. Evitando cualquier
reacción a su desnudez, simplemente comentó que ahora estaría mucho más
cómodo y se ocupó del picnic.
Todavía de pie, sugirió que ella también debería quitarse la ropa.
Ella negó con la cabeza, diciendo que se quemaría, incluso en la sombra moteada.
157
COMPRAR GENES
 Ella lo tomó en su mano, besó su punta y le habló suavemente, acariciándolo
como si fuera un gato. Después de unos momentos, se lo met ió en la boca
y lentamente lo movió hacia adelante y hacia atr ás. Sabía limpio y ceroso.
Después de unos veinte segundos, lo sacó, form ó un túnel con la mano y
comenzó a bombear muy lentamente. Luego lo soltó, diciendo que quería
verlo terminar.
Convencido ya de que no iban a tener relaciones sexuales, necesitaba
poco estímulo. Si no eyaculaba pronto, se volvería loco. Mientras lo
observaba bombear, su mirada cambió de su pene a su rostro y viceversa.
Observó atentamente, para no perderse el momento. Se corrió rápidamente,
girándose de costado para no rociarla. Los dos primeros chorros salieron
tan rápido que no pudo ver adónde iban. Entonces vio los últimos tres
chorros emerger más lentamente y gotear sobre la hierba frente a ellos.
Después de sacar la última gota con la mano, él también se echó hacia
atrás sobre sus patas traseras.
Casi inmediatamente terminó, se sintió deprimido y un poco engañado.
Había querido correrse dentro de ella, no en el aire. Por su part e, se sintió
aliviada de que su urgencia se hubiera ido. También sentía una ternura
genuina por su cuerpo y, tenía que admitirlo, cierto placer por la forma en
que lo había hecho bailar cuando tiraba de sus hilos.
Los humanos no son los únicos mamíferos a los que huele la hembra,
H lame o chupa el pene del macho como parte del cortejo. Los monos
y simios lo hacen a menudo. También lo hacen las ratas, los perros y
muchos otros. Por lo general, tal actividad íntima sigue al coito, pero no siempre.
A veces (como en esta escena, que involucra a la misma pareja que en las
escenas 10 y 26), el macho responde eyaculando en el aire, en lugar de en
la hembra. ¿Es esto un er ror, algún error en la programación m asculina o
femenina? ¿O es posible que cuando un macho eyacula sin coito en
presencia de una hembra ambos aumentan su éxito reproductivo? Por
supuesto, la mayoría de la gente probablemente argumentaría que tal
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GUERRAS DE ESPERMA
tuve la oportunidad de ser infiel, mientras yo estaba fuera también lo ha hecho mi
pareja.' En el caso del hombre de la escena, esta posibilidad era de hecho una realidad:
su pareja le había sido infiel en su ausencia (Escena 10). Entonces, cuando él la
inseminó más tarde ese día, tenía el inseminado que necesitaba. Era el inseminado
 joven, agresivo y fértil apropiado para la guerra de esperma inmediata, no el tipo
defensivo y de baja fertilidad apropiado para el sexo de rutina. Una vez que un hombre
entra en una fase de infidelidad, eyaculaciones similares se vuelven apropiadas tanto
para su pareja como para su amante. Tener relaciones sexuales con dos mujeres no
le impide producir una eyaculación adecuada para ambas, sin importar la frecuencia
con la que tenga relaciones sexuales con cualquiera de ellas.
Así que el hombre perdió poco o nada al eyacular sobre la hierba, excepto, por
supuesto, que eyacular sobre la hierba no fertiliza los huevos.
Podría haber perdido la oportunidad de dejar embarazada a su compañera.
Pero incluso eso puede no ser una oportunidad tan perdida como podría parecer al
principio. Si la mujer no quería que la inseminara, era muy probable que no estuviera
en su fase fértil de todos modos. Dado que, como vimos en la Escena 6, es más
probable que las mujeres tengan relaciones sexuales con un amante durante su fase
fértil, un hombre tiene poco que perder reproductivamente si deja que su amante
decida cuándo deben tener relaciones sexuales.
La estrategia del hombre era ser paciente ahora con la esperanza de futuras
recompensas. Para que esta estrategia valiera la pena, su comportamiento en el
campo hoy necesitaba aumentar sus posibilidades de obtener esas recompensas futuras.
Él no lo sabía, pero mientras los dos se preparaban para su picnic, sus perspectivas
estaban al filo de la navaja.
El cuerpo de la mujer no quería su sociedad, sólo sus genes. En este nuevo
hombre, su cuerpo vio cualidades que se adaptarían a su próximo hijo, si tuviera uno.
Ella se comprometería a tener su hijo solo si estas cualidades superaban los costos
potenciales de la infidelidad. La ecuación estaba finamente equilibrada, sobre todo
porque su amante potencial hasta el momento no había dado pruebas de potencia
sexual. Desde el punto de vista de su cuerpo, esta tarde iba a ser una prueba de su
potencial: la recopilación final de hechos, el equilibrio final de la
el comportamiento es simplemente el resultado de la generación de excitación
sexual y su gratificación. Sin embargo, como ya hemos discutido (Escena 10),
cualquier comportamiento que haya evolucionado para ser sexualmente
excitante generalmente tiene repercusiones en términos de éxito reproductivo.
Esto es tan cierto para un hombre que eyacula en presencia de una mujer como
para cualquier otra conducta sexualmente excitante.
En efecto, un hombre busca o permite el sexo oral como muestra de
salud o fidelidad. Eyacula abiertamente como muestra de salud y potencia.
De vez en cuando, los beneficios de tal exhibición superan cualquier costo.
El hombre en la escena, por ejemplo, ganó al eyacular frente a su amante
potencial. Además, ganó más de lo que hubiera ganado guardando esos
espermatozoides para inseminar a su pareja más tarde ese mismo día
(Escena 10).
El esperma que eyaculó se derramó, no se desperdició: las consecuencias
para su siguiente eyaculación fueron las mismas que si simplemente se hubiera
masturbado (Escena 12). Ya sea que un hombre se estimule a sí mismo o que
sea estimulado por una mujer, la cantidad de esperma que arroja es la misma.
Sólo cuando tiene relaciones sexuales los números son diferentes. A
menudo, por supuesto, como en esta escena, un hombre no sabe hasta el
último minuto si va a tener relaciones sexuales o eyacular en el aire. Que
los dos eyaculados sean diferentes muestra lo rápido que un hombre puede
ajustar su eyaculado (Escena 4).
Después de arrojar esperma, el hombre de la Escena 20 tenía una
eyaculación aún más joven y más asesina esperando en sus trompas que antes.
Si la mujer ahora cambiara de opinión y le permitiera inseminarla más tarde
de todos modos, su nuevo ejército de esperma sería tan bueno, si no mejor,
que el que él habría presentado antes. El problema viene cuando regresa a
casa con su pareja. Su eyaculación de espera ahora es adecuada para
inseminar a una amante (Escena 13), no para el sexo de rutina con una
pareja (Escena 12), o al menos, no con una pareja fiel. El punto es, sin
embargo, que si su pareja es realmente fiel, puede darse el lujo de introducir
en su cuerpo la eyaculación subóptima ocasional. Si ella no lo es, él no
puede.
Los cuerpos de los hombres parecen funcionar con la siguiente regla: "Si tengo
161
COMPRAR GENES
ecuación. Subconscientemente, no buscaba esperma, sino información.
Primero, estaba su cuerpo. Nunca lo había visto desnudo pero, cuando lo hizo,
encontró su cuerpo tan bueno como esperaba. Como la mayoría de los hombres, por
supuesto, él asumió que su principal interés estaría en el tamaño de su pene y sus
músculos. De hecho, lo que más le interesaba de su desnudez eran sus nalgas. La
mejor indicación de la salud de un hombre y
hormonas es la proporción entre la cintura y las nalgas. Idealmente, una cinta
alrededor de su cintura debería medir casi lo mismo (alrededor del 90 por ciento) que
una cinta alrededor de sus caderas y nalgas. Los glúteos firmes y apretados son una
buena indicación, aunque por supuesto no perfecta, de su salud y fertilidad.
Luego, estaba su capacidad para lograr una erección y eyacular. No fue sino hasta
que él comenzó a besarla después del incidente con el auto que su cuerpo finalmente
se aseguró de que él no era impotente.
Finalmente, estaba su salud sexual. La mejor manera de verificar si había infección
era examinar su pene de cerca. Ella miró de cerca, luego lo lamió y lo probó. La
ausencia de erupciones y llagas y un sabor razonablemente agradable son una buena
señal de salud, y su cuerpo lo sabía. La eyaculación también regala mucho. Una
eyaculación líquida y blanquecina con un olor normal es un signo de salud, mientras
que la decoloración, particularmente de color amarillo brillante o naranja, o un mal
olor, a menudo son signos de infección.
También lo son los rastros de sangre.
En esos pocos minutos la mujer recolectó una gran cantidad de
información sobre el hombre, gran parte de la cual se le habría ocultado si simplemente
hubiera tenido relaciones sexuales con él. Dio la casualidad de que pasó todas las
pruebas.
No es solo durante su primer encuentro con un amante potencial que una mujer
puede ganar al probar el pene de un hombre. De vez en cuando, también puede
beneficiarse al hacerlo durante las relaciones sexuales de rutina. Las parejas que
alguna vez estuvieron sanas pueden enfermarse. Una mujer se beneficia de ser
alertada de este cambio al ver, oler o saborear un pene desagradable. También puede
usar el sexo oral para saborear u oler la infidelidad (al igual que un hombre, Escena
10). Las huellas de un amante pueden permanecer en el pene de un hombre durante

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GUERRAS DE ESPERMA
su pareja pero también su amante pueden ganar con el sexo oral. Esta última esperará
encontrar rastros de la pareja de su amante en su pene; si también puede saborear
su vagina, puede estar segura de que la otra mujer está sana o ser alertada de que no
lo está.
Hay otras formas en las que una mujer puede beneficiarse al hacer que un hombre
muestre su eyaculación, nuevamente, no solo en su primer encuentro con un amante
potencial, sino también de vez en cuando como parte de la rutina sexual. Además de
ver y oler su eyaculación, su sabor puede alertarla de una posible enfermedad.
También debe examinar más de cerca a una pareja que inesperadamente no puede
eyacular o que produce una pequeña eyaculación. Por supuesto, si han pasado varios
días desde la última vez que tuvieron relaciones sexuales de rutina, la explicación
puede ser simplemente que se haya masturbado recientemente. Incluso descubrir esto
es útil para ella (Escena 13), pero, mucho más importante, la explicación puede ser
que él le ha sido infiel recientemente. La escala de tiempo para el escrutinio es bastante
corta, pero no tanto como para que una mujer a veces no pueda atrapar a su pareja.
Por ejemplo, muchos hombres tendrían dificultades para eyacular frente a su pareja
durante la primera hora después de inseminar a una amante. Además, el volumen de
su eyaculación no volverá a la normalidad durante doce horas después de la infidelidad.
A pesar de este escrutinio, un hombre aún puede beneficiarse eyaculando
deliberadamente frente a su pareja de vez en cuando. Elegir cada ocasión con cuidado
para mostrar una buena eyaculación puede ser una forma poderosa de anunciar su
buena salud continua. También puede tranquilizar, o engañar, a su pareja sobre si le
ha sido infiel recientemente. Es testimonio del éxito de esta estrategia masculina que
la mayoría de las mujeres probablemente no noten una eyaculación más pequeña de
lo habitual. Esto se debe precisamente a que la mayoría de los hombres no muestran
su eyaculación con mucha frecuencia, y cuando lo hacen, eligen su momento. Así que
la mayoría de las mujeres nunca tienen la oportunidad de aprender las sutilezas de
cómo varía normalmente la eyaculación de su pareja. En consecuencia, nunca tienen
la oportunidad de aprender a reconocer una desviación de la normalidad. Cualquier
hombre que muestre su eyaculación con demasiada frecuencia puede tener más
dificultades para ocultar la mala salud o la infidelidad si alguna vez lo necesita. En
particular, debe evitar
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GUERRAS DE ESPERMA
continente como pudieron, tan barato como pudieron. Desde que llegaron a la costa
una semana antes, habían pasado sus días en playas solitarias.
Habían pasado las noches en los chiringuitos, intoxicados por alcohol barato,
drogas baratas y buena compañía. Fue en una de esas tardes, hace dos noches,
que conocieron al joven extraño que ahora estaba con ellos.
Después de caminar unos minutos, llegaron a la cima de un alto acantilado que
dominaba la arena y el mar. Haciendo una pausa, contemplaron la vista, cada uno
pasando casualmente un brazo alrededor de la persona a su lado. La chica tenía
un brazo alrededor de la cintura de la mujer, el otro alrededor de la del extraño. En
un repentino regocijo, besó primero a la mujer y luego al hombre, luego corrió hacia
adelante instando a los demás a que la siguieran. Una vez sobre el borde del
acantilado, tuvieron que bajar por un camino largo y en zigzag, lo suficientemente
empinado y oscuro como para disuadir al turista casual. Ellos fueron afortunados.
Tenían información privilegiada: el joven extraño había nacido en la zona. Aunque
había viajado por el mundo, cada verano regresaba a su amada costa.
El camino era muy estrecho. La niña, al frente, no se percató de los cuatro
 jóvenes que caminaban por el sendero hasta que dobló la esquina y casi choca con
ellos. Intercambiaron saludos, pero ella estaba tan concentrada en no caer por el
horas. No solo de un hombre
163
COMPRAR GENES
colocar su pene en la boca de su pareja o mostrar su eyaculación demasiado pronto
después de ser infiel. De ello se deduce que la mejor estrategia de una mujer es
ocasionalmente elegir su propio momento para dar sexo oral o para estimular la
eyaculación abierta. Cuanto más inesperado pueda hacer esos momentos, más
información es probable que recopile.
ESCENA 21
¿Una selección abandonada?
La chica vestía sólo un bikini y un fino chal transparente, pero aún estaba caliente.
Se abanicó la cara con la mano. El joven que estaba a su lado en el asiento trasero
del auto vio su acción.
Asintiendo y sonriendo, imitó el movimiento de su mano en un acuerdo tácito. Ella le
devolvió la sonrisa, deseando que él pudiera hablar mejor su idioma.
Bajo un cielo azul claro, el camino que tenían delante serpenteaba y rodeaba la
ladera de una colina. El mar estaba a su izquierda, las montañas a su derecha. Ella
gritó sus intenciones al conductor y su acompañante masculino en el frente, luego se
puso de pie, asomando la cabeza y los hombros a través del techo solar.
A pesar de su calor, el aire la enfrió mientras pasaba a toda velocidad. Un poco más
adelante, apenas desapareciendo en la primera esquina, había un automóvil similar
que contenía a los otros tres miembros de su grupo. La única otra mujer, una mujer
unos años mayor que ella, también estaba de pie.
La niña trató de llamar su atención, pero el sonido del viento ahogaba sus gritos.
Pronto, ambos autos se detuvieron en un área de descanso debajo de árboles
colgantes. Cuando el ruido de los motores murió, fue reemplazado por el fuerte canto
de las cigarras. Las siete personas recogieron sus bolsos, sombrillas, colchonetas de
playa y toallas, y luego se pusieron en marcha por un camino bordeado de árboles,
tranquilos y relajados en compañía de los demás. Seis de ellos habían estado viajando
 juntos durante semanas, viendo la mayor parte de los
165
COMPRAR GENES
afloramiento en una pequeña cala de arena. Acomodadas bajo una sombrilla,
estiradas a la sombra estaban dos mujeres desnudas. Cerca, sus hijos desnudos
 jugaban con una pelota de playa. A poca distancia mar adentro, un pequeño bote
lleno de turistas pasó lentamente. En lo alto de la playa, casi escondido en la
entrada de una pequeña cueva, se encontraba un anciano.
Sin nada más que un sombrero de paja, estaba sentado en una silla plegable.
Una mano sostenía un bastón, la otra descansaba sobre sus genitales. Estaba
observando de cerca a las mujeres desnudas.
El grupo trepó por más rocas y cruzó dos calas más, ambas desiertas, antes de
entrar en una tercera, más apartada. La cara de un acantilado que sobresalía
protegía la playa desde arriba, y una curva en las rocas hacia el mar la ocultaba de
los mirones en bote. El grupo arrojó sus toallas y bolsas y de inmediato se quitó la
escasa ropa. El hombre local no era ajeno a la desnudez y agradeció esta
oportunidad de llevar a sus nuevos amigos a la playa nudista. Parecían compartir
su actitud relajada ante la desnudez y obviamente estaban muy acostumbrados al
cuerpo del otro. Lo que no sabía era que en una
Una u otra vez desde que llegaron de vacaciones, ambas mujeres habían tenido relaciones
sexuales con cada uno de los hombres, así como entre ellas.
Casi segundos después de quitarse la ropa, todos estaban refrescándose en el
 precipicio que no se dio cuenta del gran interés que tenían en ella y el resto de su
grupo.
Iban a cambiar su vida de una manera que nunca podría haber imaginado, pero
incluso si lo hubiera sabido, es posible que no le hubiera importado. Eufórica por su
entorno y emocionada por las perspectivas de la tarde, se sentía particularmente
 juguetona.
La primera en llegar a la playa, la niña se quitó las sandalias y corrió por la arena
hasta la orilla del agua, para pronto unirse a los demás.
Después de dejar que el agua lamiera sus pies por unos momentos, el grupo siguió
su camino, siguiendo a su amigo local. Caminaron resueltamente por la playa
desierta hacia las altas rocas que se adentraban en el mar. A medida que se
acercaban, pudieron ver que las rocas tenían un 'solo nudista' toscamente rociado
con pintura blanca, en lo alto de su superficie.
Los seis amigos y su guía treparon por el primer
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GUERRAS DE ESPERMA
hablando, a veces entrando y saliendo del sueño. Después de un tiempo, la niña comenzó a
sentirse inquieta. Mientras miraba a su alrededor, pudo ver que algunos de los hombres también
estaban dormidos. Sentándose y estirándose,
estirándose, le dio un codazo a la otra mujer y señaló al joven
extraño que estaba a su lado. Dormido profundamente,
profundamente, sus brazos y piernas se contraían
suavemente. También lo era su pene muy erecto. La niña susurró al oído de su amiga.
Sonrieron con anticipación, luego cruzaron sobre manos y rodillas al lado del hombre.
Allí, la niña observó y esperó mientras la mujer se arrodillaba junto a su cabeza y se
inclinaba para besarlo en los labios. Saltó, luego saltó de nuevo cuando la chica besó sus
genitales. Mientras las dos mujeres besaban y acariciaban su cuerpo, cada parte de él se relajó,
excepto una.
Y eso se hizo aún más difícil. Después de unos minutos, la chica se sentó a horcajadas sobre
su ingle, masajeando su cuerpo con las manos y masajeando suavemente su pene con los
labios vaginales.
En ese momento, los otros cuatro hombres estaban despiertos. Al principio, fingieron un
aire de desinterés casual. Observando las travesuras de las mujeres solo de manera
intermitente, reanudaron su hábito de fumar y beber, dejando pasar algún que otro comentario
 jocoso sobre el progreso
progreso del extraño.
Eventualmente, sin embargo, sus erecciones traicionaron sus verdaderos sentimientos.
La niña, todavía sentada a horcajadas sobre su presa, finalmente inició el coito con él. No
era ajena a esta posición, ella lenta pero expertamente se levantó y cayó como si estuviera
empalada en su pene erecto. Mientras lo hacía, su amiga se inclinó más hacia adelante para
lamer sus pezones, descansando uno de sus senos sobre su rostro en el proceso. Su
movimiento levantó su trasero en el aire como si fuera una exhibición para el hombre sentado
detrás de ella. Arrojando su cigarrillo, proclamó que no podía soportarlo más. Se movió
rápidamente hacia la mujer y, con un mínimo de juego previo, la penetró por detrás. Durante un
rato, los tres hombres restantes observaron y luego se acercaron para esperar su turno.
Debido a sus posiciones, las dos mujeres estaban una frente a la otra.
Si se hubieran inclinado hacia adelante, podrían haberse besado. Pero no lo hicieron.
En cambio, a medida que avanzaba la relación sexual, se miraron a los ojos, compartiendo las
crecientes sensaciones
sensaciones del otro. La mujer
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GUERRAS DE ESPERMA
piernas, pero él no se dio cuenta. Una vez dentro de ella, era vigoroso hasta el
punto de ser agresivo. Resignada a s u situación, a la chica al principio no le
importó que él la embistiera, pues est aba muy mojada con el semen de los
hombres anteriores. Pero el coito pareció durar una eternidad y, poco a poco,
sintió que su vagina se secaba. Fue un alivio cuando eyaculó y se retiró.
mar. La niña más joven comenzó a jugar con dos de los hombres, salpicándolos,
saltando sobre sus espaldas y agarrando sus genitales. Respondieron empujándola
bajo el agua y luego nadando con fuerza hacia el mar. Comenzó a seguirlo, pero
pronto se dio la vuelta y nadó de regreso a la playa.
Uno por uno, salieron del agua. Pronto, todos estaban tendidos desnudos al sol,
pasándose una botella de vino y el primero de los porros de la tarde. Hubo poca
conversación real, solo una sensación de bienestar relajada e inducida por las
drogas. La niña estaba acostada con la otra mujer, apoyando la cabeza en el
estómago de la otra. Mientras hablaban, bebían y fumaban, de vez en cuando
tocaban y acariciaban las partes del cuerpo del otro que podían alcanzar sin esfuerzo.
Las mujeres permanecieron así durante casi una hora, a veces
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COMPRAR GENES
se sintió decepcionada cuando, justo cuando estaba llegando al clímax, el extraño
eyaculó dentro de ella demasiado pronto y comenzó a desvanecerse.
Habiendo quedado en lo alto de una meseta de excitación sexual, ella se apartó de él y en
un movimiento continuo se sentó a horcajadas sobre el hombre.
acostado junto a ella. Apenas la había penetrado cuando ella llegó al clímax. Siguió empujando,
pero una vez que ella dejó de cooperar después de su orgasmo, sus movimiento
movimientoss se volvieron
torpes. Empujando lo mejor que podía, le resultaba difícil llegar a la eyaculación. No fue
ayudado por el hombre a su lado que, esperando su turno, se quejó de que estaba t ardando
demasiado. Menos lo ayudó cuando el hombre rodeó la cintura de la chica con las manos y le
hizo cosquillas en las costillas, haciéndola reír. Concentrándose mucho, su empuje finalmente
lo llevó al borde de la eyaculación. Luego, en el último momento, sintió que empujaban a l a
chica hacia un lado y que su pene se deslizaba fuera de su vagina. Sin dejar de reír, cayó de
espaldas sobre la arena y el otro hombre se desplomó sobre ella.
El hombre postrado estaba más que un poco irritado. Después de todo su arduo trabajo,
todo lo que había logrado era eyacular sobre su estómago. Su molestia creció cuando, con la
muchacha todavía riéndose, el hombre que le había estropeado la diversión entró en ella y
comenzó una larga pero suave cópula.
Él hizo todo lo posible por interferir a cambio, pero la posición de misionero adoptada por su
usurpador le permitió resistirse a ser empujado, especialmente una vez que la chica lo rodeó
con sus piernas.
Mientras el tercer amante de la chica en diez minutos estaba llegando lentamente a su
clímax, los eventos a su alrededor se volvieron borrosos, incluso después de que dejó de reír.
Ella registró vagamente los intentos del hombre anterior de interferir, y el hecho de que la otra
mujer todavía estaba a cuatro patas.
teniendo sexo con el mismo hombre. El único hombre que aún no había tenido relaciones
sexuales parecía estar instándolo a que se corriera. Él se negaba, diciendo que no había
terminado. Brevemente, las voces se alzaron. Cuando su amante más reciente finalmente la
inseminó y se retiró, el último hombre, frustrado, dejó a la otra pareja y se acercó a ella. Ella
protestó un poco cuando él se acostó encima de ella y la abrió.
169
COMPRAR GENES
Mientras ella y la mujer conversaban, las manos de la niña jugaban
ociosamente con el pene del joven. Cuando finalmente se endureció, se empaló
a sí misma. Era una sensación de plenitud, no de excitación, lo que sentía
cuando él estaba dentro de ella. P ermanecieron así durante unos diez minutos:
ella conversando con la mujer, él acostado boca arriba y fumando. Todo el
tiempo, a pesar de sus otras actividades, sus cuerpos estaban haciendo
 Terminada temporalmente la orgía, el grupo se relajó y volvió a beber y
fumar. Uno tras otro, entraban y salían del mar, alternando períodos cortos de
natación con períodos más largos de tomar el sol, beber y fumar. En un
momento, la mujer mayor invitó al hombre local a tener sexo con ella, lo cual
hizo. Pero la actividad orgiástica del grupo realmente no se reanudó hasta una
hora más, cuando la chica anunció que quería al hombre que aún no había
tenido sexo con ella. Esto provocó que el resto reclamara el mismo favor de la
otra mujer.
Esta vez, sin embargo, el ambiente frenético había desaparecido. Durante
las siguientes tres horas más o menos, los cinco hombres entraron a ambas
mujeres y eventualmente las inseminaron. Pero ninguna relación fue apresurada;
el empuje, cuando ocurría, era largo y lento; en ocasiones, un hombre y una
mujer permanecían simplemente acoplados, sin empujones, mientras
conversaban, fumaban o bebían. A menudo, los hombres se retiraban sin
eyacular, solo para reanudar algún tiempo después con la siguiente mujer que
se volviera libre y dispuesta. Había actividad sexual casi continua, pero la
urgencia se había evaporado.
Gradualmente, los intervalos entre el acoplamiento se hicieron más largos a medida que, uno
por uno, los hombres eyaculaban por última vez y perdían interés en una mayor penetración.
El último en inseminar a la niña fue el hombre del lugar. Treinta minutos
antes, uno de los otros se había desvanecido dentro de ella sin eyacular.
Había ido a nadar, luego regresó a la playa para disfrutar de los últimos rayos
de sol del día. Todavía estaba caliente. A pesar de toda la actividad de la tarde,
su vagina todavía tenía hambre. Sin pene, se sentía vacío. Caminó hacia el
local postrado y se sentó a horcajadas sobre su estómago, de espaldas a él
para poder hablar con su amiga. Todavía se repartían bebidas y porros, pero
con menos entusiasmo que antes.
170
MachineTranslatedbyGoogle
GUERRAS DE ESPERMA
arrebataron el sueño cuando y donde pudieron. Fue mientras estaban
todos apretados en la parte trasera de un camión que la mujer notó por
primera vez lo inusualmente retraída que se había vuelto la niña. Cuando
la presionaron, explicó que sus píldoras anticonceptivas estaban en el
equipaje pero que todos habían estado tan preocupados con los
pasaportes que no le había gustado mencionarlo. La mujer misma no
tenía ese problema: como todos sabían, había estado teniendo relaciones
sexuales sin protección con muchos hombres diferentes durante diez
años y estaba totalmente convencida de su infertilidad. Pero
inmediatamente se preocupó por su amiga. Planeaban hacer algo al
respecto en la ciudad, pero el tiempo que les tomó sacar sus pasaportes
y lidiar con la burocracia, los problemas de idioma y el cansancio les hizo decidir esperar hasta
costa.
Tan pronto como regresaron, la niña reclutó la ayuda del hombre
local, el primero y el último en inseminarla en la playa cuatro días antes.
Pasó un día más antes de que lograra conseguir un nuevo paquete de
píldoras. Para entonces, la policía había recuperado los dos autos, pero
no el equipaje, y la niña estaba embarazada. La guerra de esperma
entre cinco ejércitos diferentes que había tenido lugar dentro de ella
había producido un ganador.
En las escenas 18 a 20 discutimos los problemas que enfrentan las mujeres en
I seleccionando pareja. Pero en la escena que acabamos de
presenciar, las dos mujeres parecen renunciar a todo intento de
elección de pareja en favor de la promiscuidad desenfrenada. ¿Qué
circunstancias podrían favorecer tal conducta de abandono desde el
punto de vista del éxito reproductivo de la mujer y cuáles son las posibles repercusiones? descendiente masculino con una eyaculación competitiva en la próxima generaci
En la mayoría de las sociedades, relativamente pocas personas
participan en una orgía en su vida, tal vez no más del 1 por ciento según
una encuesta británica reciente de casi cuatro mil mujeres. Ocasionalmente,
sin embargo, tal comportamiento es más común. Los ejemplos clásicos,
por supuesto, son históricos, por ejemplo, las orgías bien documentadas
de la antigua Roma. Antropológicamente,
Antropológicamente, hay algunas sociedades que
tienen orgías ritualizadas, particularmente para
172
movimientos subliminales, produciendo un empuje diminuto, suave pero continuo
de su pene dentro de ella. Esta sensación era justo lo que ella quería. Entonces,
repentina e inesperadamente, sus sentimientos cambiaron: notó el cosquilleo
de un orgasmo potencial. Ella respondió primero meciéndose sobre su pene
con más vigor, luego agachándose para masajear su clítoris. Él, a su vez,
aumentó gradualmente su empuje. Al principio, a medida que aumentaban las
sensaciones, cerró los ojos. Entonces, por segunda vez en la tarde miró
fijamente a los ojos de la mujer frente a ella. La mujer la apremió y, en el
momento justo, se inclinó hacia delante y empezó a besarle el muslo. La chica
llegó al clímax, y en cuestión de segundos también lo hizo el hombre.
Una hora más tarde, cuando el sol desapareció detrás del acantilado, el
grupo comenzó el largo camino de regreso. Todos estaban cansados, tanto por
sus esfuerzos sexuales como por sus diversas drogas. Pero la adrenalina los
disparó a la actividad cuando llegaron al área de estacionamiento y descubrieron
que sus autos se habían ido. Lo que no sabían era que se las habían robado
los muchachos que las habían visto llegar a la playa, horas antes.
La pérdida de su transporte en tal remanso fue devastadora.
Los autos habían sido sus casas de viaje y contenían todo su equipaje, así
como sus pasaportes y dinero. Tomó una hora caminar hasta el pueblo más
cercano, y luego otra hora de llamadas telefónicas de su amigo local para
alertar a la policía y organizar un aventón de regreso al próximo
pueblo.
Sin sus pasaportes tuvieron problemas inmediatos con la burocracia local,
sobre todo cuando intentaron obtener dinero. Al final, tuvieron que pedir
prestado algo de dinero a su amigo local, lo suficiente para pasar los siguientes
dos días haciendo autostop hasta la ciudad más cercana donde podrían obtener
nuevos pasaportes. Ellos
171
COMPRAR GENES
adolescentes, además de las que pueden ocurrir espontáneamente.
Tomado como un todo, el comportamiento orgiástico extremo es relativamente
poco común, pero en una forma menos extrema, el comportamiento equivalente
no es tan inusual.
En un extremo está una orgía en la que una mujer, como en la Escena
21, permite que varios hombres la inseminen no sólo en un corto período de
tiempo sino también en presencia de los demás. En el otro extremo está la
infidelidad convencional
convencional en la que una mujer permite que dos hombres la
inseminen durante un período de tiempo un poco más largo y no en presencia
del otro. En ambos extremos, lo que hace la mujer es esencialmente lo
mismo. Habiendo seleccionado a dos o más hombres (según los criterios
que
discutimos
estar en laen
de regreso Escena
el 18) como padres genéticos adecuados para su
próximo hijo, llama a su esperma a la batalla. Esto asegura que su hijo
heredará no solo todas las demás cualidades que ella ha seleccionado, sino
también los genes para la producción de una eyaculación competitiva.
Siempre que este último beneficio supere cualquier costo asociado, como un
mayor riesgo de enfermedad por tener relaciones sexuales con dos hombres
en lugar de uno, ella se beneficiará de su comportamiento.
A primera vista, podría parecer que tal estrategia solo funciona si
la mujer concibe un hijo. Después de todo, una hija no producirá una
eyaculación, competitiva o no. Y hasta cierto punto esto es correcto:
el sexo del niño hace alguna diferencia en la ganancia de la mujer.
Pero no mucho, porque tanto los hijos como las hijas heredarán
genes, que se transmitirán a sus nietos, bisnietos, etc., para todas
las cualidades que la mujer ha seleccionado en el hombre que gana
la guerra, incluidos sus genes para competir. eyacular. La única
ventaja de tener un hijo es que la mujer habrá producido un
Al seguir esta estrategia, una mujer se encuentra con un problema
importante: los hombres que selecciona para competir rara vez tendrán la
misma oportunidad de demostrar su destreza en la guerra de esperma,
porque cuando el intervalo de tiempo entre las inseminaciones es
relativamente largo, el resultado de esa guerra es determinado más por el
momento de la ovulación que por la competitividad de los dos ejércitos. En
la Escena 6 vimos que si el compañero de la mujer tenía
173

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GUERRAS DE ESPERMA
la hubiera inseminado apenas unas horas antes, habría ganado la guerra en lugar
de perderla. No porque su ejército hubiera sido más o menos competitivo, sino
simplemente porque su repentina inundación de nuevos espermatozoides habría
llegado al óvulo justo a tiempo, en lugar de demasiado tarde.
Cuanto más cerca en el tiempo una mujer pueda obtener eyaculaciones de
diferentes hombres, mejor prueba la competitividad de sus eyaculaciones.
Lo último sería si dos inseminados pudieran mezclarse en el estanque seminal
antes de que se permitiera la salida de cualquier esperma. Entonces los eyaculados
tendrían exactamente las mismas oportunidades, y la victoria sería para los más
competitivos. Pero esto solo podría suceder si una mujer tuviera los penes de dos
hombres en su vagina al mismo tiempo y ambos eyacularan simultáneamente. Tal
vez esto suceda a veces, pero no lo suficiente como para disc utirlo seriamente.
Curiosamente, este problema del tiempo puede convertirse en una ventaja para
la mujer. Al ajustar el intervalo entre las inseminaciones de diferentes hombres,
puede sesgar la competencia para favorecer la competitividad de la eyaculación o
las otras cualidades de los hombres. Esencialmente, cuanto más juntos permite que
diferentes hombres la inseminen, más peso le da a la competitividad de sus
eyaculaciones; cuanto más separados, más peso le da a sus otras cualidades
(especialmente si su cuerpo programa la ovulación para favorecer al hombre cuyas
cualidades prefiere).
Siempre, no importa cuánto sesgue la competencia a favor de un macho, otro macho
aún puede ganar si su eyaculación es lo suficientemente competitiva.
La mayoría de las veces, cuando una mujer sigue una estrategia de guerra de
esperma, hay horas o incluso días entre las inseminaciones de diferentes hombres.
Una encuesta británica a fines de la década de 1980 mostró que, a lo largo de su
vida (en el momento en que han tenido tres mil inseminaciones), alrededor del 80
por ciento de las mujeres han tenido relaciones sexuales con dos hombres diferentes
en cinco días; 69 por ci ento dentro de un día; 13 por ci ento dentro de una hora; y el
1 por ciento en treinta minutos. Esto sugiere que, en la mayoría de los casos, las
mujeres tienen preferencias claras basadas en las cualidades discutidas en la Escena 18.
Sin embargo, la encuesta también sugiere que en
174
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GUERRAS DE ESPERMA
una mujer más propensa a comportarse como la mujer en la escena. No muchas
mujeres aparentemente infértiles toman esta ruta promiscua hacia la concepción, pero
algunas lo hacen. El comportamiento de la mujer era tanto un reflejo de la búsqueda
del éxito reproductivo de su cuerpo como lo era el de la joven fértil. También lo era su
bisexualidad (Escena 31).
Al participar en una orgía, las dos mujeres ponían a prueba a los hombres tanto
como fuera posible en busca de diferencias en destreza en la guerra de esperma.
Aunque en gran parte esta destreza dependerá de la competitividad de sus eyaculados,
una serie de otros factores inevitablemente habrán influido en ella, algunos más que
otros.
A primera vista, por ejemplo, algunas posiciones sexuales pueden parecer mejores
para la retención de esperma que otras, en cuyo caso, los hombres que logran diseñar
la mejor posición tendrán la mayor cantidad de esperma retenido y, por lo tanto, más
posibilidades de ganar la guerra. Da la c asualidad de que la posición de acoplamiento
probablemente hace poca diferencia en el resultado final. La piscina seminal se
deposita en la parte superior de la vagina sin importar la posición que se adopte. Como
vimos antes, el charco permanece allí cuando se retira el pene, en parte porque se
coagula rápidamente alrededor del cuello uterino y en parte porque la vagina se cierra
detrás del pene que se retira, manteniendo el charco en su lugar. Solo en la posición
de la mujer arriba existe el peligro de que parte del grupo se pierda antes de que los
espermatozoides hayan tenido tiempo de escapar al cuello uterino. Incluso entonces,
esto solo es un peligro si el hombre se retira demasiado rápido después de la
inseminación.
La posición de apareamiento no solo tiene poca influencia en la retención de la
reserva seminal, sino que también t iene poca o ninguna influencia en la c apacidad de
los espermatozoides para abandonar la reserva y pasar al cuello uterino. Esto se debe
COMPRAR GENES
ocasión las mujeres dan prioridad a la eyaculación de la competitividad.
En la Escena 21, las dos mujeres permitieron, incluso alentaron, que dos o tres
hombres diferentes las inseminaran en cuestión de minutos. También permitieron
que cinco hombres diferentes las inseminaran en unas pocas horas.
Estas mujeres habían seleccionado cinco padres potenciales para sus hijos.
Ahora, al tener sexo con los cinco en tan poco tiempo, estaban dando tanta prioridad
como podían a la competitividad de los eyaculados de los hombres.
A primera vista, puede parecer extraño, desde el punto de vista del éxito
reproductivo, que la mujer en la escena que sospechaba que era infértil, sin embargo,
siguiera una estrategia de guerra de esperma con el mismo entusiasmo que la niña
más joven. Podríamos haber esperado que ella tuviera poco que ganar al poner
eyaculados en competencia. También podríamos haber esperado que, conociendo
sus sospechas, los hombres estarían menos interesados en inseminarla que a la
niña. Había alguna indicación de esto último, pero no mucho. Y la diferencia que
hubo podría deberse simplemente a que la niña era l a más joven de los dos (Escena
18). Pero el hecho es que, en general, todos se comportaron como si la mujer fuera
fértil, incluida la mujer misma. ¿Por qué?
La explicación es que nadie sabía realmente si la mujer era infértil o no. Es
posible que lo haya sido, por supuesto: uno de los costos de tener muchas parejas
sexuales es un mayor riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual, y
uno de los costos de una enfermedad de transmisión sexual puede ser la i nfertilidad
(más del 50 por ciento de los casos de infertilidad son resultado de dicha enfermedad).
Aun así, a pesar de sus sospechas, es posible que aún fuera fértil. La anticoncepción
natural (Escena 16) puede hacer que una mujer parezca infértil, tal vez durante años.
Pero entonces, con el hombre adecuado en las circunstancias adecuadas, puede
concebir.
Ya sea que la mujer en la escena fuera infértil o no, su comportamiento no se
habrá visto afectado. Todo lo que su cuerpo puede hacer en su búsqueda del éxito
reproductivo es asumir que realmente es solo una cuestión de ser inseminada por
el hombre adecuado en el momento adecuado y motivarla en consecuencia. La
incapacidad para concebir puede incluso hacer
175
COMPRAR GENES
cambia de posición después de la inseminación, la gravedad se asegurará de que
incluso un charco de semen coagulado se deslice a una nueva posición. La gravedad
también se asegurará de que su cuello uterino continúe colgando en la piscina,
manteniendo el contacto entre la mucosidad y el semen.
Las principales diferencias entre las posiciones de pareja no se refieren a su
influencia en la retención de esperma, sino a su influencia en la vigilancia y
vulnerabilidad de la pareja durante el coito. Como descubrió uno de los hombres de la
Escena 21, es mucho más fácil defender unas posiciones que otras. Además, la
posición de entrada trasera permite al menos al hombre estar más alerta (Escena 34).
En lo que respecta a la guerra de espermatozoides, mucho más importante que la
posición que adopta un hombre para el c oito es el tamaño del ejército de
espermatozoides que introduce en la mujer. Todos los hombres deberían haber
introducido tantos espermatozoides como fuera posible, ya que debería haber quedado
claro que la guerra era inminente. Si no se hubieran inyectado grandes números, se
habría garantizado un desempeño muy pobre.
Sin embargo, los hombres tenían un problema de estrategia porque había dos
mujeres para inseminar. Mientras que deberían haber puesto un ejército más grande
en su primera mujer porque no se podía garantizar la oportunidad de inseminar a su
segunda mujer, deberían haber evitado poner todo su esperma en la primera porque
la oportunidad de inseminar a la s egunda parecía probable. Precisamente cuántos
espermatozoides habrán desplegado dependerá en parte de cuánto tiempo haya
pasado desde la última vez que tuvieron relaciones sexuales con cada mujer.
Supongamos que fueran cuarenta y ocho horas.
En tal circunstancia, deberíamos esperar que el hombre promedio inyecte alrededor
de 450 millones de espermatozoides en la primera mujer y alrededor de 350 millones
 al diseño prolijo del cuello uterino. En la posición del misionero, por ejemplo, la piscina
se deposita en el suelo de la vagina con el cuello uterino sumergiéndose en ella
(Escena 3). En la posición de entrada trasera, el cuello uterino está debajo de la piscina
seminal, como un desagüe en un fregadero, o sobresale y cuelga hacia abajo, como
un resorte en espiral 'caminando' hacia abajo. En la posición de mujer arriba, el cuello
uterino sobresale hacia un lado y cuelga hacia la piscina. Además, no importa cómo un
mujer
176
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GUERRAS DE ESPERMA
estético. Lo que la mayoría de la gente no se da cuenta es que hay más en su
función que simplemente llevar esperma a la parte superior de la vagina. El pene
humano es un pistón de succión muy efectivo. Su forma no es un accidente, ni
lo es el empuje hacia atrás y hacia adelante que acompaña a la penetración. El
pene ha evolucionado en tamaño y forma para eliminar cualquier material que
ya esté presente en la vagina de la mujer. En los seres humanos, es
particularmente eficaz para eliminar cualquier acumulación de semen o cualquier
flujo de retorno aún no expulsado que aún pueda estar presente. A medida que
el pene empuja hacia adelante, con el prepucio ahora retirado del glande hacia
el eje, la punta suave y roma del glande empuja a través del semen o la
mucosidad en la vagina. A medida que comienza a retroceder, suceden dos
cosas: cualquier material detrás de las pestañas verticales en la parte posterior
del glande es arrastrado hacia abajo por la vagina; y cualquier material por
delante del pene es succionado más abajo por la vagina, listo para ser empujado
en el próximo empuje hacia adelante. Los movimientos rápidos hacia adelante y
hacia atrás durante el coito succionan cualquier material seminal de una
inseminación reciente. Incluso puede ayudar a eliminar un poco de moco y
bloquear el esperma del cuello uterino. Cuanto más largas y rápidas sean las
embestidas, más se succiona la vagina para limpiarla de cualquier inseminación
previa. Cuanto más grande sea el pene, más eficaz será la extracción.
Como cada hombre en la escena 21 intentaba reclamar los premios que
tenía delante, el éxito o el fracaso dependía en parte de cómo ajustaba su
comportamiento según su posición en la cola para el cuerpo de cada mujer.
El extraño, el primero en inseminar a la niña más joven, estaba en la primera
posición: el hombre con la máxima oportunidad de desplegar su ejército y
dificultar la vida de todos los que lo seguían. Incluso si tuviera un
oportunidad de inseminar a la otra mujer más tarde, su situación sería menos
favorable. Más que cualquiera de los otros hombres, tenía más que ganar
inyectando más esperma ahora (digamos seiscientos millones) y ahorrando
menos (digamos doscientos millones) para más adelante. Como estaba en la
pole position, también necesitaba eyacular rápidamente. Cualquier retraso
podría haberle dado a otro macho la oportunidad de expulsarlo físicamente y
depositar su propio esperma en su interior.
178
MachineTranslatedbyGoogle
GUERRAS DE ESPERMA
la mujer. Su vagina ya contenía una reserva seminal de dos hombres diferentes. Su
única opción era tratar de eliminar la mayor cantidad posible de ese charco mediante
un empuje largo y vigoroso. En esto tuvo éxito, porque la niña finalmente sintió que
su vagina se secaba. Entonces, cuando eyaculó, su piscina tenía la vagina de la
niña para sí misma. Pero el costo de remover la piscina fue que perdió tiempo, y el
esperma de los dos primeros hombres tuvo preciosos segundos adicionales para
nadar en su cuello uterino y preparar una emboscada para el ejército del cuarto
hombre.
Debido a que la mejor estrategia para todos los hombres era tratar de inseminar
a cada mujer lo antes posible, la primera ronda de actividad sexual fue frenética y
levemente agresiva. La segunda ronda, sin embargo, fue bastante diferente. A
medida que avanzaba la tarde, tanto el ritmo como las tácticas cambiaron. ¿Por
en la segunda. No todos los hombres, sin embargo, son promedio.
Si alguno de ellos hubiera sido un especialista en la guerra del esperma, como el
que encontramos en la Escena 19, habría tenido una ventaja inmediata. Sus grandes
testículos y sus enormes ejércitos de esperma podrían haber ganado el día. Pero
podría haber otra característica anatómica que separara a los hombres: el tamaño del
pene, así como el tamaño de los testículos, podrían haber marcado la diferencia.
La mayoría de la gente ve el pene humano como funcional en lugar de
177
COMPRAR GENES
la niña primero. Fue por esta urgencia que eyaculó antes de que la chica
llegara al clímax.
Habiendo logrado ser el primero en inseminar a la niña, lo que el extraño
debería haber hecho, pero no lo hizo, fue tratar de retrasar al siguiente hombre
tanto como fuera posible. De esa manera, le habría dado a su ejército el tiempo
máximo para abandonar el estanque seminal y desplegarse. (El hombre que
fue el primero en inseminar a la mujer mayor logró hacer exactamente eso, a
pesar de desencadenar la agresión). La chica que el extraño había inseminado,
al no haber llegado al clímax mientras él estaba dentro de ella, tenía otros
planes. Se movió inmediatamente del extraño al siguiente
hombre.
Este hombre necesitaba meter su pene dentro de la chica lo más rápido
posible después de que el extraño hubiera terminado; cuanto antes pudiera
hacer esto, antes podría seguir su mejor estrategia. Él, por supuesto, habría
sido ayudado en su urgencia por haber observado el coito anterior de la chica.
Como la mayoría de los hombres, habría encontrado sexualmente excitante ver
a una pareja copulando (Escena 9). Mientras esperaba su turno, su pene habría
estado erecto y listo para la acción.
Una vez dentro de ella, de hecho, tenía una opción de estrategia. Podría haber
eyaculado muy rápido, reduciendo tanto como fuera posible la ventaja inicial
del extraño, pero la desventaja de esta opción era que habría disparado su
esperma directamente al estanque seminal del extraño. Entonces, en lugar de
eso, primero trató de empujar vigorosamente y por mucho tiempo para eliminar
ese charco seminal, y pagó el precio. Debido a su retraso, fue desplazado y
relegado de la posibilidad de ser segundo a no inseminarla en absoluto, al
menos, no en la primera ronda.
Así como es mejor ser el primero en inseminar a una mujer que el segundo,
así es mejor ser el segundo que el tercero. En lugar de esperar su turno, por lo
tanto, el tercer hombre diseñó con éxito los eventos para inseminar a la niña en
segundo lugar, no en el tercero. A riesgo de agresión por parte del hombre que
desplazó, se mudó en el momento justo.
El cuarto hombre entonces no tenía alternativa real. Habiendo sido frustrado
en su intento de ser el segundo en inseminar a la otra mujer, tuvo que
conformarse con ser el tercero en inseminar.
179
COMPRAR GENES
estrategia. Un hombre agrega nuevos asesinos jóvenes y captadores de óvulos al
final de su cola de esperma a un ritmo de unos doce millones por hora. En las cinco
horas más o menos desde la primera inseminación hasta la última en ese abandono
tarde, cada hombre habrá movilizado otros sesenta millones de jóvenes
espermatozoides. Cuanto más esperara cada uno para hacer su inseminación final
de cada mujer, más esperma joven tendría disponible.
En la segunda fase de actividad, los hombres estaban tratando de hacer dos
cosas. En primer lugar, estaban tratando de eliminar la mayor cantidad posible de
grupos seminales anteriores. Iban a inseminar pocos espermatozoides de todos
modos y, por lo tanto, necesitaban una ruta de escape lo más fácil posible hacia el
cuello uterino. En segundo lugar, estaban tratando de ser los últimos en inseminar
a cada hembra con tantos espermatozoides
espermatozoides jóvenes
 jóvenes como pudieran manejar. Su
 qué?
Es importante darse cuenta de que ganar la primera batalla de esperma dentro
de la niña no garantizaba necesariamente reclamar el premio de la fertilización. Lo
haría solo si ovulara en algún momento dentro de los dos días siguientes, durante
los cuales su tracto sería monopolizado por esos primeros ejércitos. Si ella ovulara
no dos sino cuatro o cinco días después de la orgía, la situación podría ser muy
diferente. Entonces, habiendo hecho lo mejor que pudieron para ganar las primeras
escaramuzas, había algo de valor para l os hombres en una estrategia de respaldo
a más largo plazo.
Cuatro o cinco días después de la orgía, la mayoría de los espermatozoides de
las primeras escaramuzas estarían muertos o agonizantes. A medida que pasaba
el tiempo y aún no había ocurrido la ovulación, las posibilidades de que se lograra
la fertilización mediante un esperma introducido en la niña relativamente tarde en la
orgía mejoraron considerablemente, especialmente porque estos espermatozoides
posteriores también habrían sido muy jóvenes. Serían los últimos en perder su
fertilidad dentro de la niña, lo que significaba que si la ovulación se retrasaba,
tendrían buenas posibilidades de reclamar el óvulo. Por supuesto, tal espermatozoide
tardío tendría que pasar por el guante de los bloqueadores y asesinos anteriores,
pero, sin embargo, podrían tener éxito.
El hecho de que cada hombre dividiera más o menos todo su almacén inicial
de esperma entre las dos mujeres durante sus dos primeras inseminaciones no le
impediría buscar una copia de seguridad
180
MachineTranslatedbyGoogle
GUERRAS DE ESPERMA
las erecciones disminuyeron. Finalmente, cuando sus cuerpos juzgaron que no había nada
que ganar introduciendo más esperma en ninguna de las dos mujeres, perdieron el interés
por completo.
En esta compleja interacción de reacciones e interacciones, el hombre con la mejor
oportunidad de victoria sería aquel cuyo cuerpo sincronizara mejor sus propias
inseminaciones, interfiriera más con las inseminaciones de otros hombres y juzgara mejor
cuándo y cuándo no acoplar y empujar. Sería este hombre que los cuerpos de las mujeres
buscaban para engendrar a su hijo. El papel de las mujeres, al tratar de promover su propio
éxito reproductivo, era dar a cada hombre la máxima oportunidad de probarse a sí mismo,
y la máxima posibilidad de cometer errores. En la primera ronda de actividad, las mujeres
se beneficiaron más al permitirles a los hombres su urgencia y sus empujes. En la segunda
ronda, se beneficiaron más al permitir que los hombres jugaran sillas musicales con sus
vaginas.
En la segunda ronda, dar a cada hombre la máxima oportunidad de acoplarse durante
largos períodos y elegir su momento, correcto o incorrecto, para eyacular por última vez
fue un método astuto de selección. Al permitir un acoplamiento tan prolongado sin ninguna
otra actividad sexual abierta, cada mujer estaba probando la capacidad de cada hombre
para proteger su vagina de otros hombres, mantener una erección y juzgar el mejor
momento para eyacular, todas las cualidades que le gustaría tener en hijos y nietos.
Durante esta segunda fase larga, lenta y relajada, los cuerpos de las mujeres habrán
experimentado satisfacción simplemente al sentir un pene erecto dentro de ellas. Hasta
que cada cuerpo decidió que les había dado a los hombres la máxima oportunidad de
mostrar su destreza en la guerra de esperma, no habría perdido interés en simplemente
aparearse. Sin embargo, durante la primera fase, breve y frenética, y una o dos veces
durante la segunda, sus cuerpos habrán buscado una satisfacción diferente. En lugar de
la sensación suave y tranquila de un pene en sus vaginas, habrán buscado el momento
adecuado para comenzar una carrera precipitada hacia el orgasmo.
No sabemos si la mujer mayor de la escena llegó al clímax o no. La chica llegó al
clímax dos veces, una inmediatamente fue penetrada por el segundo hombre y otra justo
al final, mientras
182
MachineTranslatedbyGoogle
problema era que si inseminaban a cualquiera de las mujeres demasiado pronto,
tendrían menos esperma y, en cualquier caso, podrían no ser los últimos en
inseminar. Si esperaban demasiado y la mujer perdía el interés, podrían perder su
oportunidad por completo. Cada hombre, una vez acoplado a una mujer, permanecía
en la posición todo el tiempo que podía, empujando lo más lentamente y durante el
mayor tiempo posible, tratando su cuerpo de juzgar el mejor momento para depositar
su eyaculación. Si decidía que era demasiado pronto, se retiraría sin eyacular y
esperaría hasta más tarde. Uno por uno, cada hombre tomó su decisión y eyaculó
por última vez.
Conscientemente,, por supuesto, ninguno de los hombres sabía nada de lo que
Conscientemente
sus cuerpos estaban tratando de hacer. En lo que a ellas respectaba, simplemente
sentían diferentes niveles de excitación a medida que una a una llegaban sus
oportunidades de entrar e inseminar a una u otra mujer.
Cuando sus cuerpos consideraron que la inseminación rápida era lo mejor,
experimentaron una intensa excitación y una eyaculación prácticamente espontánea
tan pronto como estuvieron dentro. Cuando sus cuerpos querían eliminar tantos
rastros de las eyaculaciones anteriores como fuera posible, experimentaron solo la
excitación suficiente para la erección. Tuvieron que trabajar muy duro para empujar
antes de que sus cuerpos finalmente les dieran el cosquilleo de la carga y el clímax
de la eyaculación. Durante los períodos en los que era mejor esperar un rato,
perdían temporalmente el interés y su
181
COMPRAR GENES
ella fue empalada en el extraño. Estos dos clímax en realidad significaban que, a pesar de
todo, todavía no les estaba dando a todos los hombres las mismas oportunidades de ganar
la guerra del esperma dentro de ella. Todavía mostraba favoritismo, y la persona a la que
favorecía era el extraño. Cómo implementó este favoritismo no quedará claro hasta la
escena 25. Por el momento, la pregunta de interés es por qué prefería al extraño.
La xenofilia, una preferencia por los extraños, es un factor poderoso en la elección de
pareja de una mujer, particularmente como blanco de la infidelidad. En esto, las mujeres
son primates típicos. Se observó a una mona roja hembra, por ejemplo, que permitía que
casi todos los machos nuevos que conocía la inseminaran, mientras evitaba a los que
conocía. Del mismo modo, se sabe que las hembras de los macacos hacen todo lo posible
para permitir que los machos recién llegados a su manada tengan relaciones sexuales con
ellas. Lo hacen a pesar de que estos recién llegados ocupan un rango muy bajo y, a
menudo, son víctimas de los machos residentes.
Por supuesto, una primate hembra no permite que todos los hombres extraños la
inseminen. Los machos aún tienen que satisfacer sus otros criterios para la elección de
pareja. El punto es que, si dos machos satisfacen sus criterios por igual, es más probable
que ella prefiera al extraño. Generalmente se piensa que lo que hace la hembra aquí es
tomar precauciones para el futuro. Si el nuevo macho finalmente logra una posición
poderosa en la jerarquía de la tropa, es más probable que se comporte favorablemente con
ella y su descendencia si existe alguna posibilidad de que él sea el padre.
No podemos decir si la chica de la escena 21 prefería al extraño simplemente porque
era un extraño o porque satisfacía sus criterios mejor que los hombres que ya conocía.
Cualquiera que sea la razón, ella favoreció su esperma. Primero, ella le solicitó sexo tanto
antes como después de cualquiera de los otros. En segundo lugar, llegó al clímax con él, y
sólo con él, durante la segunda fase de la actividad sexual. Puede parecer contradictorio,
por lo tanto, que ella no llegara al clímax con él, sino con el hombre que lo seguía, durante
la primera fase frenética. Pero, de hecho, esto no es una contradicción, como quedará
claro en la Escena 25.
183

CAPÍTULO OCHO
El clímax de la influencia
ESCENA 12
Dedo en el botón
La mujer dijo buenas noches y cerró la puerta del dormitorio de su hija pequeña.
Entró en su habitación, se desnudó, se puso la bata y bajó las escaleras para
servirse un café. Su pareja no estaba, la casa estaba en silencio y ella tenía al
menos dos horas maravillosas y tranquilas para ella sola. Encendió la televisión,
cogió una revista y empezó a hojear ociosamente las páginas. Felicidad.
Pasaron quince minutos, la televisión solo un ruido silencioso de fondo. A
pesar de toda la atención que le dio, la revista también podría haber estado en
un segundo plano. La imagen o el titular ocasionales le llamaron la atención
mientras pasaba mecánicamente las páginas, pero esencialmen
esencialmentete estaba
perdida en sus propios pensamientos, como mariposas, bailando alrededor de
su cabeza, persiguiéndose unas a otras dentro y fuera de su mente.
No estaba segura de qué vino primero, si la idea de que podía o el hormigueo
entre sus piernas que le decía que debía hacerlo. Pero de repente la idea
estaba ahí. Sería bueno, pero ¿podría ella molestarse? Pasaron unos minutos
más. Dejó la revista y se quedó mirando el fuego.
Tal vez ella lo haría. Incluso habiendo decidido, esperó hasta que hubo bebido
lo último de su ahora fresco
184
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GUERRAS DE ESPERMA
minutos, se puso de pie y se volvió a abrochar el cinturón de la bata. Abajo, volvió a
colgar el teléfono, se sirvió un vaso de leche y volvió al calor de la sala de estar y al
zumbido de la televisión. Calentándose frente al fuego, trató de recordar la última
vez que se había masturbado. No sucedía tan a menudo, tal vez sólo tres o cuatro
veces al mes. Tal vez la última vez fue hace unos diez días. Cuando se masturbaba,
el orgasmo solía ser bastante bueno. Ciertamente mejor que cualquiera que le haya
dado su pareja. De vez en cuando, él podía darle un 5 de 10 con sus manos, pero
con su pene por lo general era alrededor de 2 de 10. En realidad, por lo general era
0 de 10 porque rara vez llegaba al clímax durante el coito.
La masturbación había añadido por primera vez color sexual a su vida a finales de su vida.
adolescentes. Al principio, sus orgasmos eran patéticos, simples cosquilleos. Apenas
sabía cuándo había llegado al clímax: 1 de cada 10 como máximo. Sin embargo,
cuando tenía veinte años, a menudo llegaba a los 7.
Su pareja no sabía que ella se masturbaba. De hecho, la única persona que sí lo
sabía era la mujer que, junto a su pareja, acababa de protagonizar su fantasía.
Habían sido amigos durante años, habiéndose conocido mucho antes de que cada
uno conociera a sus respectivas parejas. En una conversación de borrachos cuando
tenían veinte años habían hablado de masturbación. Se había sentido bastante
atrevida cuando admitió que sí, "a veces", pero luego se desinfló por completo
cuando su amiga anunció que recientemente se había estado masturbando
prácticamente todas las noches. Si no lo hacía, afirmó, era difícil dormir. Esto había
parecido particularmente sorprendente
sorprendente porque en ese momento su amiga sufría de
un episodio prolongado de cistitis. La enfermedad había invadido su riñón izquierdo
y estaba resultando difícil de cambiar.
Durante una semana después de esa conversación, intentó emular a su amiga y
se masturbaba todas las noches. Sin embargo, dos noches seguidas parecían ser
su límite. Incluso entonces, la segunda noche fue un trabajo duro.
Rápidamente, ella había vuelto a una vez a la semana más o menos que venía
naturalmente.
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
café. Mientras subía las escaleras, descolgó el teléfono. Silenciosamente, pasó
por delante del dormitorio de su hija hacia el suyo propio y echó el cerrojo a la
puerta.
Por un momento, jugó con la idea de hacer algo diferente esta vez. Tal vez
miraría las fotos que había escondido, pero no podía recordar dónde estaban.
Tal vez se pondría algo en la vagina, pero no se le ocurría nada rápido a mano.
Hace dos o tres años, había usado el mango del bate de tenis de mesa de su
pareja, pero luego había pasado días imaginando astillas y gérmenes.
Un día, se compraría un vibrador, si pudiera pensar en algún lugar para
esconderlo. Al final decidió no molestarse con
cualquier cosa y simplemente seguir su rutina habitual. Acostada en la cama,
se desató el cinturón de la bata de modo que se abrió. Su mano izquierda fue
hacia su pezón derecho. Su mano derecha fue primero a su boca para
recolectar saliva en sus dedos, luego bajó entre sus piernas hasta su clítoris.
Ella comenzó a masturbarse
masturbarse..
Al principio, tuvo dificultad para concentrarse en sus sensaciones. Otros
pensamientos aleatorios, no sexuales, seguían entrometiéndose. Intentó varias
fantasías. Los viejos favoritos, como ser desnudada, lamida y acariciada por otra
mujer o que dos hombres la trabajaran, la ayudaron a comenzar, pero no la
llevaron muy lejos. Luego, después de unos cinco minutos de estimulación, una
escena de fantasía con una amiga y su pareja finalmente hizo que sus sensaciones zumbara
El lubricante se estaba esparciendo por sus genitales y sus dedos. Su respiración
se volvió más pesada y su corazón comenzó a acelerarse. Las imágenes ahora
habían desaparecido y su enfoque estaba completamente en la sensación entre
sus piernas, debajo de sus dedos en movimiento. Mientras masajeaba su clítoris
cada vez con más fuerza, primero de esta manera, luego de aquella, primero con
este ritmo, luego con ese, sintió el rubor extendiéndose por su pecho, garganta y cara.
Su cuerpo se tensó, al borde del abismo. Solo un toque más de su clítoris
húmedo e hinchado, y ella estaba allí. En un clímax silencioso, sus muslos y
genitales se contrajeron, rápidamente al principio, luego a intervalos cada vez
más largos. Finalmente, se relajó. Está hecho. No está mal, pensó.
Tal vez 7 de 10. Después de acostarme en la cama en un letargo posclimático durante
unos
185
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
Cuando su pareja regresó de su noche de fiesta, ella estaba acurrucada en el
sofá, viendo la televisión. Intercambiaron broma
bromas
s y después de un rato comenzaron
a prepararse para ir a la cama. Mientras se acostaban, sintió ganas de tener
relaciones sexuales. La idea de un pene dentro de ella era levemente atractiva.
Intentó coquetear a medias, pero su pareja respondió con ese borde de irritabilidad
que ahora sabía que significaba "ninguna posibilidad". Encogiéndose de hombros
mentalmente, ella le dio la espalda y en cuestión de minutos estaba dormida.
En todos los aspectos de la sexualidad humana, el orgasmo femenino tiene
O probablemente
probablemente ha sido el más enigmático. Las mujeres difieren
considerablemente
considerablemente en sus experiencias (Escena 36). Algunos nunca tienen un
orgasmo. Otras tienen orgasmos pero nunca durante el coito. Sin embargo, otros
tienen un orgasmo casi cada vez que tienen relaciones sexuales. Aunque es
claramente un fenómeno sexual, el orgasmo femenino (a diferencia de l a eyaculación
masculina) no es necesario para la concepción. Las mujeres que nunca tienen un
orgasmo conciben fácilmente.
La variabilidad es uno de los principales problemas al discutir el orgasmo
femenino. Cada orgasmo es un poco como cualquier otro orgasmo, un poco como la
mayoría de los otros orgasmos y un poco como ningún otro orgasmo. Además, no
hay dos mujeres que tengan exactamente el mismo rango, frecuencia y patrón de
orgasmo. Las mujeres difieren mucho más que los hombres sobre cuándo, cómo y
con qué frecuencia llegan al clímax.
Las cinco escenas de este capítulo exploran las formas en que el orgasmo y, lo
que es igualmente importante, evitar el orgasmo pueden mejorar el éxito reproductivo
de una mujer. Cada escena ilustra una situación que será muy familiar para algunas
mujeres y totalmente más allá de la experiencia de otras. En cada situación, la
función del orgasmo será la misma para todas las mujeres que tengan un orgasmo
en esa situación particular. Pero cuándo y con qué frecuencia hacen uso de esa
función diferirá de una mujer a otra, por muy buenas razones. Estas diferencias entre
mujeres son extremadamente interesantes
interesantes y en la Escena 36 l as discutiremos por

186
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GUERRAS DE ESPERMA
en el éxito reproductivo de una mujer dependiendo de la situación en la que
se produzca.
De alguna manera, es difícil ver alguna función en una parte del comportamiento
que es tan variable e impredecible, razón por la cual muchas personas han llegado
a la conclusión de que el orgasmo no tiene otra función que la de dar placer. Pero
como ya hemos visto, el placer no es en sí mismo una función (Escena 10), sino un
subproducto de la función. Básicamente, cada vez que el cuerpo tiene la intención
de realizar un curso de acción en particular, genera un impulso para realizar esa
acción. A medida que se satisface ese impulso, l a sensación que se genera es
placer. El orgasmo femenino es placentero porque tiene una función. Una mujer
siente ganas de un orgasmo cada vez que su cuerpo juzga que mejorará su éxito
reproductivo. Cuando su cuerpo juzga que reducirá su éxito reproductivo, no siente
ese impulso. Comenzamos, quizás sorprendentemente, no con orgasmos asociados
con el coito (Escenas 24 a 26) sino con orgasmos generados por la masturbación.
Casi el 80 por ciento de las mujeres se masturban hasta el orgasmo en algún
momento de sus vidas y para la mayoría, como la mujer de la escena, es una
actividad rutinaria pero no muy frecuente. La tasa promedio de masturbación es un
poco menos de una vez por semana, un poco más alta en la semana anterior a la
ovulación, y un poco más baja en otros momentos. Una mujer también es más
propensa a masturbarse, y a masturbarse con más frecuencia, a medida que
envejece, al menos hasta los cuarenta años.
El método más común de masturbación femenina es estimular el
clítoris, generalmente con sólo los dedos. A veces se introducen los dedos en la
vagina, pero esto suele ser un complemento de la estimulación del clítoris, no un
reemplazo. En ocasiones, se puede insertar un sustituto del pene en la vagina,
nuevamente, como complemento del masaje del clítoris.
En diferentes culturas, objetos tan diversos como músculos de reno, frutas, verduras
y vibradores comerciales pueden usarse como ayudas para la masturbación. Incluso
se sabe que las mujeres reclutan un gato o un perro para que les lama los genitales
durante la masturbación. Aún más raramente, una mujer puede permitir que un
perro o algún otro animal tenga relaciones sexuales, nuevamente como una forma
de masturbación.
Debido a la confusión que ha rodeado la función de
188
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GUERRAS DE ESPERMA
objetos, provocando vibraciones. Tampoco la masturbación femenina solo se encuentra en los
primates. Se ha visto a puercoespines hembra pararse a horcajadas sobre un palo y luego correr,
haciendo que el palo vibre y así estimule el clítoris.
Anécdotas aparte, sabemos relativamente poco sobre la masturbación femenina y el orgasmo
en otras especies además de los humanos, aunque sabemos que una chimpancé hembra llega al
clímax si alguien le masajea el clítoris. Además, una vez que el chimpancé ha descubierto este
sustituto de la masturbación, solicitará periódicamente un masaje en el clítoris presentando su
trasero a la mano de la persona. Una vaca también llegará al clímax si alguien le masajea el
clítoris. Unos minutos después de que comienza el masaje, se ve que el cuello uterino de la vaca
se abre y se mueve.
Los mismos movimientos cervicales se observan después de la estimulación del clítoris en
humanos. Una película tomada por una pequeña cámara colocada dentro de la vagina de una
mujer que se masturba muestra que cuando llega al clímax, su cuello uterino también se abre,
sumergiéndose en la vagina al mismo tiempo. Este boquiabierto y sumergido a veces se denomina
"tienda de campaña" y puede ocurrir varias veces durante el curso de un solo clímax. La tentación
orgásmica del cuello uterino, combinada con eventos climáticos dentro del mismo cuello uterino,
son la clave para la función de la masturbación, ya que tienen tres principales
derecho propio. En estas cinco escenas, si n embargo, nos preocupa principalmente
la forma en que el orgasmo tiene una influencia diferente
187
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
el orgasmo femenino, confusión similar ha rodeado el papel del clítoris. Este órgano
se desarrolla en el feto femenino a partir de las mismas células que el pene en el
feto masculino. Todos los mamíferos hembra tienen un clítoris, cuya punta (o 'bulbo')
contiene muchas terminaciones nerviosas y es muy sensible, más sensible, de
hecho, que la punta del pene.
En algunos monos, principalmente los de América del Sur, el clítoris es tan
grande, si no más grande, que el pene. A menudo, también tiene ranuras y transporta
la orina fuera del cuerpo de la mujer durante la micción, al igual que lo hace el pene
en los hombres. Tales clítoris grandes podrían desempeñar un papel activo en el
coito. No son estimulados directamente como un macho empuja, porque la posición
de entrada trasera habitual en los primates significa que el clítoris está por delante
del punto donde el pene entra en la vagina.
Sin embargo, debido a su tamaño, el clítoris es relativamente fácil de encontrar y
manejar tanto para el hombre como para la mujer durante el coito. Esto es muy
diferente de la situación en la mayoría de los otros monos, así como en los simios y
los humanos, en los que el clítoris es mucho más pequeño que el pene y, a menudo,
está oculto en los pliegues de la piel.
Inevitablemente, es aún menos probable que se estimule un clítoris pequeño
durante el coito con entrada trasera. Incluso las especies que a veces se acoplan
frontalmente (algunos monos, orangutanes, chimpancés, gorilas y, por supuesto,
humanos) no estimulan necesariamente el clítoris durante el coito. De hecho, en
tales especies el clítoris está tan astutamente posicionado que en realidad parece
diseñado para no ser estimulado automáticamente por el coito. Además, los clítoris
pequeños, semiocultos o totalmente ocultos son difíciles de encontrar para un
hombre. La impresión predominante, por lo tanto, es que un clítoris pequeño y oculto
como el de una mujer es principalmente un botón para la auto-mastu
auto-masturbación,
rbación, no un
órgano para la participación automática en el coito (Escena 25).
Las mujeres no son las únicas hembras de mamíferos que se masturban. Se ha
visto a muchos otros primates estimulando sus clítoris, ya sea con las manos o
frotando sus vulvas contra el suelo o las ramas.
Se ha visto a chimpancés insertándose ramitas frondosas en sus vaginas y luego
rozándolas contra superficies verticales.
189
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
sin embargo, la eliminación de mucosidad hace más que simplemente mejorar la lubricación
vaginal. Debido a que es la sección más antigua de moco que se expulsa, lleva consigo gran parte
de los desechos del cuello uterino, incluidos los espermatozoides bloquead
bloqueadores
ores viejos y los
organismos patógenos. Esta es una forma efectiva de combatir la infección. En la Escena 22 la
amiga de la mujer fue impulsada a masturbarse
todas las noches durante un episodio de infección urinogenital.
En segundo lugar, la masturbación aumenta la acidez del moco cervical.
Cuando las tiendas de campaña del cuello uterino de una mujer, la mucosidad en el i nterior se estira hacia los lados.
Se forman nuevos canales a través de la mucosidad y, al mismo tiempo, el material de la parte
superior de la vagina es efectivamente 'succionado'
'succionado' hacia la punta de la 'trompa de elefante' del
cuello uterino (Escena 3). Los fluidos en la parte superior de la vagina son muy ácidos y, a medida
que el cuello uterino se dilata varias veces durante el clímax, el ácido se esparce a través de los
canales de moco, lo que hace que la porción más antigua del glaciar cervical sea más ácida que
antes. Cuando finaliza el clímax, parte de esta mucosidad ácida (más cualquier organismo patógeno
que contenga) será expulsada hacia la vagina como se describió anteriormente, pero una parte
permanecerá en el cuello uterino. Ni los espermatozoides ni las bacterias funcionan correctamente
en la mucosidad ácida. Por un tiempo después de la masturbación, por lo tanto, y tal vez incluso
durante días, los espermatozoides son menos capaces de nadar a través de los canales de moco y

Consecuencias.
En primer lugar, la masturbación (mediante tentación orgásmica, etc.) aumenta temporalmente
el flujo de mucosidad desde el cuello uterino hacia la vagina. La mucosidad fluye lentamente desde
el cuello uterino todo el tiempo, pero el orgasmo lo acelera, casi equivalente a la diferencia entre
una nariz que moquea y un estornudo. Cuando una mujer se excita sexualmente durante la
masturbación, las glándulas en la parte superior de su cuello uterino aumentan su tasa de
producción de moco, especialmente si llega al clímax. Esto aumenta rápidamente el tamaño del
"glaciar" de moco que fluye a través de su cuello uterino (Escena 3).
Al principio, esto es acomodado por el cuello uterino en forma de carpa. Luego, cuando cesa la
formación de tiendas de campaña, una parte de la sección más antigua del glaciar agrandado se
introduce en la vagina, como pasta de dientes fuera de un tubo. Esta inundación de mucosidad
recubre sus paredes vaginales, depositando una gruesa película de lubricante lista para su próxima
relación sexual (Escena 3). Esta
190
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GUERRAS DE ESPERMA
cuanto más se inyectan en los canales de moco y más fuerte es su filtro resultante.
En consecuencia, la masturbación veinticuatro horas después del coito, cuando
muchas criptas contienen espermatozoides, fortalece el filtro más que la
masturbación cuarenta y ocho horas después del coito, cuando hay menos criptas
que contienen espermatozoides, y así sucesivamente. Siempre que suficientes
criptas aún contengan esperma, una segunda masturbación aproximadamente un
día después de la primera fortalece aún más el filtro, pero una tercera o cuarta
generalmente no tiene ningún efecto adicional. Presuntamente, después de la
segunda masturbación, pocas o ninguna cripta contienen esperma. Del mismo
modo, si las criptas están vacías de espermatozoides por otros motivos (por
ejemplo, porque han pasado más de ocho días desde la última relación sexual o la
pareja usó capuchón o condón en la relación anterior), la masturbación nuevamente
no fortalece el filtro cervical.
Ya hemos señalado la tendencia de una mujer a tener ganas de masturbarse
con más frecuencia durante la fase fértil de su ciclo que en otros momentos. Esto
ahora tiene sentido: este es precisamente el momento en que ella tiene más que
ganar al preparar su lubricante vaginal y su filtro cervical para el coito. De todos
modos, es posible que todavía sienta la necesidad de masturbarse en otros
momentos. Por supuesto, incluso durante las fases infértiles todavía necesita
combatir la enfermedad, preparar su vagina para el coito y ajustar su filtro cervical.
También necesita confundir a su pareja (Escenas 23 y 26).
La masturbación no es la única forma en que una mujer puede combatir la
enfermedad y prepararse para su próxima inseminación a través del orgasmo. Hay
otra forma, no tan común como la masturbación, pero experimentada por varias
mujeres. Esta fuente de orgasmos es el tema de la Escena 23.
192
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GUERRAS DE ESPERMA
de frente, comenzaron a encerrarla. Trató de retroceder aún más, pero se
encontró contra una pared. Un hombre entre la multitud se adelantó, se empujó
detrás de ella y le sujetó los brazos para que no pudiera moverse. Su corazón
comenzaba a acelerarse y tenía dificultad para respirar. Intentó hablar, pero el
hombre le puso la mano en la garganta.
los organismos patógenos son menos capaces de invadir y multiplicarse.
En tercer lugar, la masturbación cambia la fuerza del filtro cervical de una mujer y, en la mayoría
de los casos, lo fortalece. Esto se debe no sólo al aumento de la acidez que acabamos de comentar,
sino también al orgasmo que activa aproximadamente la mitad de las criptas cervicales (Escena 4)
para vaciar su carga de esperma de la última inseminación. Esto fortalece el filtro porque estos
espermatozoides,
espermatozoides, al volver a entrar en la mucosidad, bloquean nuevos canales de mucosidad.
Además, debido a que muchos de estos nuevos bloqueadores se encuentran en la parte superior
del cuello uterino, su influencia puede durar días y persistir hasta que el glaciar cervical los lleve a
la vagina. A veces, la masturbación no aumenta la fuerza del filtro. El factor crítico parece ser
cuántas de sus criptas cervicales todavía contienen
esperma.
Cuantas más criptas contengan esperma cuando una mujer llega al clímax,
191
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
ESCENA 23
Secreto oscuro
La neblina púrpura que colgaba en el aire parecía bastante natural, mientras la
mujer caminaba por el supermercado. Ella estaba sola. Delante de ella,
extendiéndose por millas en la distancia, el pasillo de la carne estaba completamente
vacío de gente. Pasó lentamente por delante de la carne de res, y luego más
despacio por delante del pollo, preguntándose ociosamente qué cocinar esa noche.
Justo más allá del tocino se detuvo junto a una gran exhibición de cabezas de cerdos sonrientes.
Esta sección fue refrigerada y debe estar helada. Entonces, ¿por qué estaba tan
caliente?
Por un rato se quedó de pie con las piernas separadas, tratando de dejar que
el aire fresco llegara a su ingle caliente y hormigueante. Tan pronto como pensó
en quitarse las bragas, lo hizo, y estaban colgando sobre la parte delantera de su
carrito. Una mujer atractiva con uniforme de dependienta apareció de repente
frente a ella. Recogiendo la ropa interior del carrito, la asistente la sostuvo en el
aire.
'¿Por qué sacaste esto de su mochila?' ella preguntó.
'Yo no lo hice, son míos. Tenía calor, así que me los quité.
La asistente miró las bragas y luego se las apretó contra la cara.
'Mmm, me gusta el olor', dijo, sus hermosos ojos mirando a la mujer por encima
de la prenda delgada que todavía sostenía sobre su nariz y boca.
Si son tuyos, no llevarás nada debajo de esa falda, ¿verdad? ella dijo. Respiró
hondo a través de las bragas de la mujer unas cuantas veces más y luego
continuó: "Y olerás igual que esto". Dejó caer las bragas. Déjame ver si son tuyos.
Levanta tu vestido y déjame olerte.
La mujer se negó y retrocedió. Como de la nada, un
multitud reunida. De pie en semicírculo con el ayudante en
193
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
luego se dio la vuelta. Cuando su cuerpo volvió a la normalidad, volvió a
quedarse dormida.
Ya hemos discutido las formas en que los 'sueños húmedos' son

La asistente comenzó a desvestirse, entregando primero su uniforme y luego,
una por una, sus otras prendas a alguien en la multitud. Su mirada todavía
hermosa pero ahora demoníaca nunca se apartó de los ojos de la mujer mientras
revelaba gradualmente más y más de su cuerpo. La mujer se sobresaltó y la
multitud se quedó sin aliento cuando se quitó la última ropa.
Su mitad superior era la de una mujer hermosa, con senos perfectos. Pero su
mitad inferior era la de un hombre, un hombre muy emocionado.
El hermafrodita desnudo dio un paso hacia ella. Mientras lo hacía, la multitud
comenzó a corear, '¡Violarla!' La mujer trató de luchar, pero el hombre aún la
sujetaba con fuerza. En un movimiento, el hermafrodita arrancó el vestido de la
mujer y se presionó contra ella: senos contra senos, pene contra ingle. El hermoso
rostro femenino comenzó a besarla apasionadamente mientras los cánticos de la
multitud se hacían más fuertes. La mujer trató de forcejear, balanceándose de un
lado a otro. De vez en cuando, un pequeño ruido escapaba de su garganta cuando
intentaba gritar. Iba a ser violada.
Después de besarla con fuerza en los labios, la cara se movió hacia abajo y
comenzó a morderle los pezones. Más sonidos escaparon mientras la mujer
luchaba aún más fuerte. Su corazón se sentía como si fuera a saltar fuera de su cuerpo.
La cara dejó sus pezones y comenzó a lamer su camino sobre su vientre hacia
su ingle. Entonces, justo cuando estaba a punto de darle sexo oral, llegó al clímax.
En medio de sus contracciones, se despertó.
Cuando salió de su sueño, la mujer registró brevemente lo que había sucedido.
Había pasado un mes desde la última vez que había llegado al clímax por la
noche. De hecho, probablemente había pasado un mes desde la última vez que
llegó al clímax sola. Esta había sido buena: 9 de 10, pensó. Miró de soslayo a su
compañero roncador,
EN importante en la batalla de un hombre por el éxito reproductivo (Escena
14). Aquí, consideramos si los orgasmos nocturnos son igualmente importantes
para las mujeres.
Aunque todas las mujeres tienen sueños sexuales, no todas las mujeres tienen
orgasmos nocturnos. A la edad de veinte años, solo alrededor del 10 por ciento ha
experimentado alguna vez un "nocturno". Algunos pueden tener su primera tan
tarde como a la edad de cuarenta años. La mayoría de las mujeres, sin embargo,
nunca experimentan (o al menos recuerdan) tal orgasmo. A lo largo de su vida,
solo alrededor del 40 por ciento compartirá alguna vez la experiencia de la mujer
en la escena, pero para aquellos que lo hacen, los orgasmos nocturnos serán una
parte importante de su sexualidad. De hecho, para las mujeres que los tienen, los
nocturnos suelen producir los clímax más fuertes de todos. A veces, sin embargo,
el despertar momentáneo justo en el clímax puede evitar que sean tan satisfactorios
como puede ser un orgasmo masturbatorio.
Los orgasmos nocturnos casi siempre se asocian con sueños, aunque estos
sueños no siempre son sexuales. Incluso cuando lo son, el elemento sexual a
veces solo hace una entrada de último minuto en el sueño. A menudo parece que
el orgasmo inminente desencadena el sueño sexual, y no al revés. En el sueño
que acabamos de relatar, la mujer estaba excitada sexualmente incluso antes de
conocer al dependiente de la tienda. El clímax ya estaba en camino y el sueño fue
fabricado por su cerebro simplemente para acompañar la acumulación de su
cuerpo.
Es raro soñar con hermafroditas. La mayoría de las veces, las personas sueñan
con situaciones que reflejan su propia actividad sexual habitual, aunque las
escenas lésbicas para mujeres que nunca han tenido una relación lésbica son
relativamente comunes, más comunes que las escenas homosexuales para
hombres heterosexuales.
Las mujeres no son las únicas hembras de mamíferos que alcanzan el clímax.
taneamente en su sueo, aunque la informacin para otras especies

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GUERRAS DE ESPERMA
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA

es escaso Las observaciones más claras son de perras. Cuando las perras en abril/mayo y nuevamente en noviembre. Y como en el ciclo menstrual, los picos
celo están dormidas, ocasionalmente se ponen muy agitadas, presumiblemente son más pronunciados para las nocturnas que para la masturbación.
soñando. En algunas de estas ocasiones, la mucosidad humedece sus vaginas y
Aunque no existen grandes diferencias fisiológicas en la función de los orgasmos
tienen contracciones rítmicas de sus genitales, al igual que las mujeres.
nocturnos y masturbatorios, existen algunas diferencias estratégicas menores. La
mayoría de estos se derivan de la relativa facilidad con la que una mujer puede
Las funciones de los orgasmos nocturnos parecen ser idénticas a las de los mantener en secreto los dos tipos de orgasmo de su pareja.
masturbatorios. Ambos tipos ayudan al cuerpo de la mujer en su batalla contra las
infecciones. Ambos preparan su vagina para su próximo coito depositando En la Escena 14 concluimos que el número de sueños húmedos
lubricante. Y ambos fortalecen su filtro cervical, siempre y cuando haya
disminuye a medida que el hombre envejece y obtiene una pareja, porque los
espermatozoides en sus criptas cervicales. De hecho, no se pueden detectar
sueños húmedos son más difíciles de esconder de una pareja que la masturbación.
diferencias fisiológicas entre los dos tipos de orgasmo. No es de extrañar, por
Probablemente lo contrario sea cierto para las mujeres: los hábitos nocturnos son
tanto, que los nocturnos muestren un vínculo con el ciclo menstrual similar al que
menos difíciles de ocultar de una pareja que l a masturbación. En la Escena 23, la
muestran los orgasmos masturbatorios.
pareja de la mujer estaba dormida cuando ella llegó al clímax. Pero incluso si
De la misma manera que las perras son más propensas a tener noches cuando
hubiera estado despierto, todavía no podría haber estado seguro de que ella estaba
están en celo, las mujeres tienen más probabilidades de tener noches durante, o
teniendo un orgasmo en lugar de simplemente soñar. Por el contrario, ¡difícilmente
al menos al comienzo de su fase fértil. El momento más probable es
podría haber malinterpretado sus intenciones si la hubiera atrapado con la mano
aproximadamente una semana antes de la ovulación, precisamente cuando todos
entre las piernas y una banana en l a vagina!
los beneficios de los orgasmos nocturnos y masturbatorios son mayores. Este pico
Probablemente debido a que las nocturnas son más crípticas que la
coincide más o menos con el momento del pico de la necesidad de masturbarse,
masturbación, también están más estrechamente relacionadas con el ciclo
pero es más claro para los nocturnos. Las mujeres que usan la píldora
menstrual. Dado que ambos tipos de orgasmos son ventajosos si ocurren al
anticonceptiva no muestran tal pico en el ciclo menstrual para ningún tipo de
comienzo de la fase fértil, los nocturnos son probablemente la mejor opción, ya que
orgasmo. Esto indica que los hábitos nocturnos y la necesidad de masturbarse
es menos probable que traicionen la fase fértil de la mujer a su pareja. Probablemente
están en gran parte bajo control hormonal. también se deba a que los nocturnos son crípticos por lo que las mujeres, a
Una consecuencia de este vínculo entre la ovulación y el momento de las
diferencia de los hombres, tienen más probabilidades de tenerlos a medida que
noches y la masturbación es que estos dos tipos de orgasmo tienen un pico
envejecen y obtienen una pareja, no menos.
estacional. Como ya hemos visto, debido a que l as mujeres tienen más
Muchas mujeres tienen ambos tipos de orgasmo, pero difieren en si tienen más
probabilidades de ovular en algunos meses del año que en otros, los humanos
orgasmos masturbatorios que nocturnos o viceversa.
tienen más probabilidades de nacer en algunos meses que en otros (Escena 15).
Aunque los desencadenantes y los impulsos para ambos tipos están en gran
Como es más probable que ocurran las masturbaciones nocturnas y la semana
medida bajo el control hormonal, también están influenciados por situaciones
antes de que una mujer ovule, también es más probable que ocurran en algunos
externas, una de las cuales es l a infidelidad potencial (Escenas 6 y 17), como
meses que en otros. Por ejemplo, en Gran Bretaña hay picos de nacimientos en
veremos pronto (Escena 26). Juntos, los dos tipos de orgasmo ayudan al cuerpo
febrero/marzo y septiembre, picos de ovulación en mayo/junio y diciembre, y picos
de la mujer a darle una v entaja al hombre que más le gustaría ganar la guerra del
de noches y masturbación en
esperma. el de su cuerpo

196 197

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GUERRAS DE ESPERMA
Sin embargo, el potencial para influir en esa guerra no termina con la
masturbación y las noches.
La próxima vez que sea inseminada, una mujer todavía tiene una variedad
de opciones. Ahora todo depende de si tiene un orgasmo durante el coito
(Escenas 24 y 25).
ESCENA 14
Otro fracaso exitoso
'¿Viniste?' preguntó el hombre, jadeando, mientras, apoyado en sus brazos, se
sostenía sobre su cuerpo.
 —Casi —respondió amablemente.
amablemente. "Pensé que iba a hacerlo, pero
simplemente se fue y no pude recuperarlo".
El hombre se retiró lentamente, luego más o menos se derrumbó a su lado.
 —Pensé que lo habías hecho, justo antes de que yo llegara
llegara —jadeó, su
entonación era una mezcla de decepción e irritación.
'No en realidad no. Pero lo disfruté. Fue agradable sentirse tan cerca.
La pareja se relajó en su habitual abrazo poscoital y volvió a sumergirse en
sus propios pensamientos. No podía ver cuál era el problema.
Esta vez, realmente había ido a por ello. Se había tomado su tiempo con los
 juegos previos y no cabía duda de que ella se había excitado. Tal vez no estaba
tan mojada como podría haber estado, pero estaba sonrojada. Unos segundos
más jugando con su clítoris y se habría corrido, él sabía que lo haría. Había
sido la introducción de su pene lo que la había detenido.
Mientras él se subía a la cima y se empujaba, ella había perdido visiblemente
el interés; su nivel de excitación había descendido inmediatamente unos veinte
puntos. Incluso entonces, había hecho todo lo posible para recuperarla. Había
empujado tanto tiempo y con tanta consideración como pudo, no demasiado
fuerte, no demasiado lento. Se había demorado todo lo que pudo. En realidad,
sin embargo, sabía que no iban a llegar a ninguna parte. el podia sentir
198
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GUERRAS DE ESPERMA
tenido la consideración de concentrarse en ella hasta que se corriera, habría
estado muy feliz de tenerlo dentro de ella. Pero no, todo lo que había querido
era sentirse dentro de ella, sin pensar en ella en absoluto. Sabía que en el
momento en que él dejara de estimularla y comenzara a ponerse en posición,
perdería los estribos. Y para cuando su pene había comenzado a entrar, ella
lo había hecho. Ese frágil enfoque en sus propias sensaciones, que
necesitaba si quería llegar al clímax, simplemente se había evaporado. Toda
la excitación se había ido y sus interminables embestidas lo habían matado
como una piedra.
Envidiaba a las mujeres, y estaba segura de que había muchas, que solo
necesitaban unos pocos empujones de un pene dentro de ellas para enviarlas
a múltiples clímax de gritos y garras. A veces se encontraba mirando mujeres
en los supermercados, preguntándose cómo eran sus clímax. Esta mañana
había una mujer bajita, de cabello oscuro y ojos desorbitados frente a ella en
la caja. Mientras esperaba pacientemente su propio turno para pagar, había
tenido esta imagen de la mujer, desnuda en una cama, con el pelo cayendo
sobre sus hombros, teniendo relaciones sexuales enérgicas y gritando de
éxtasis. Para ella, sin embargo, las relaciones sexuales eran casi siempre
una decepción. Si llegaba al clímax durante el coito mismo, lo que sucedía
una vez al mes si tenía suerte, siempre era un asunto bastante manso; ni
cerca de ser tan poderosos como los de los juegos previos o los que ella
misma se dio.
La verdad era que no le molestaba especialmente intentar correrse
durante el coito. Si sucedió, fue una ventaja levemente agradable, pero
realmente no vale la pena agonizar y hacer un gran esfuerzo.
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
que se estaba volviendo aburrida e impaciente en lugar de excitada. Al final,
se dio por vencido y solo se concentró en obligarse a eyacular. Fue una ilusión
más que una falta de conciencia lo que le hizo sugerir que ella se había corrido
 justo antes de que él eyaculara.
eyaculara. ¿O le había estado dando la oportunidad de
mentir?
Por lo que podía ver, tenía que ser su compañero quien tenía el problema.
Hacía más o menos un año había tenido una breve aventura con una chica
más joven. Había venido casi todas las veces. Mientras él le hubiera dado un
poco de juego previo y mientras no eyaculara demasiado rápido, ella se
correría. Fue tan fácil como eso. Su compañero, sin embargo, rara vez se
corría mientras estaba dentro de ella. Una o dos veces al mes, tal vez, si tenía
suerte. Pero, por más que lo intentó, había fallado por completo en encontrar
una fórmula mágica. La última vez que habían tenido sexo, hacía una semana,
 justo antes de su período, ella se había corrido. Y había hecho exactamente lo
que había hecho esta noche. La había excitado durante los juegos previos, casi
hasta el punto de correrse, la penetró rápidamente, empujó varias veces y ella
se corrió. Esta noche, había fallado. Sin embargo, a veces, prácticamente podía
perderse los juegos previos por completo, y ella se corría. En otras ocasiones,
si él trataba de eludir los juegos previos, ella se quejaba.
La mujer yacía de lado, de es paldas a su pareja, sintiéndose decepcionada.
Realmente no había esperado que él quisiera sexo esta noche y ahora deseaba
que no lo hubiera hecho. Más que nada, se sintió decepcionada por el camino,
después de haber hecho las propuestas, él había juzgado mal lo que ella
quería. Hubo momentos en que ella realmente quería un pene dentro de ella y
no estaba particularmente preocupada por tener un orgasmo. Y hubo momentos
en que ella realmente quería ambos. Esta noche, lo que ella realmente quería
era un orgasmo. ¿Seguramente podría haber sentido eso? Ella también habría
estado muy feliz de tener relaciones sexuales, pero lo que realmente quería
era el clímax y el alivio, y había estado muy cerca de lograrlo. Unos segundos
más de juego previo y se habría corrido. ¿Por qué no pudo haber esperado un
poco más antes de penetrarla? si solo hubiera
199
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
Los presagios difieren considerablemente en su respuesta al coito.
EN Algunos casi siempre llegan al clímax durante el coito; algunos nunca lo
hacen. Estas diferencias son una parte importante del cuadro general de la
sexualidad humana, y las exploraremos en la escena 36. Tomando a las mujeres
como un todo, es más común fracasar en llegar al clímax con un pene en la vagina
que tener éxito. En promedio, solo un poco más del 60 por ciento de los episodios
sexuales de rutina (desde el comienzo de los juegos previos hasta la eyección del
reflujo) involucran a la mujer teniendo un orgasmo. Incluso cuando lo hacen, por lo
general llega al clímax durante los juegos previos (35 por ciento) o después del
 juego (15 por ciento), no durante el coito en sí. De
De hecho, solo entre el 10 y el 20
20
por ciento de los episodios sexuales de rutina involucran a la mujer promedio
llegando al clímax mientras el pene está en su vagina.
Hay varios elementos de interés en la escena que acabamos de presenciar.
La confusión del hombre es una, particularmente su confusión sobre por qué
un enfoque que estimula a su pareja al orgasmo en una ocasión falla
miserablemente en la siguiente. Otra es su observación de que durante su
aventura, su amante llegó al clímax durante el coito mucho más fácilmente
que su pareja. Otra más es por qué el hombre hubiera preferido que su pareja
llegara al clímax durante el coito, no durante los juegos previos. Pero estos
elementos son los temas de escenas posteriores; por el momento, el problema
principal es la falta común de clímax femenino durante el coito. ¿Refleja algún
tipo de falla? ¿O es más bien un
 Especialmente porque la mayoría de los intentos estaban condenados al
fracaso y a la leve recriminación. Preferiría con mucho que su pareja le diera
un orgasmo cuando le apeteciera, y luego se satisficiera dentro de ella. Lo
que necesitaba era una pareja que fuera lo suficientemente sensible a sus
necesidades para poder juzgar lo que quería y cuándo lo quería. ¿Debería
ella realmente tener que decirle cada vez? El hombre a su lado realmente no
estaba midiendo demasiado bien en este momento.
200
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GUERRAS DE ESPERMA
una cierta fuerza de filtro cervical, y una cierta población de cero a millones de
espermatozoides en sus oviductos, matriz y criptas cerv icales. Si ella ha
previsto correctamente su situación, estos diferentes niveles harán que el
estado de su filtro cervical sea lo más ideal posible, y obtendrá el máximo
beneficio de la relación que está a punto de comenzar. Precisamente qué
estado de filtro cervical es ideal v aría según sus circunstancias.
Por ejemplo, el filtro ideal variará según la etapa de su ciclo menstrual
(Escenas 22 y 23). También variará según esté contemplando o no la infidelidad
(Escena 26). El filtro ideal vuelve a ser diferente si está a punto de ser
inseminada por un hombre que no es su pareja habitual. En particular, difiere
según quiera que el inseminador tenga ventaja o desventaja en cualquier guerra
de espermatozoides que pueda estar a punto de producirse (Escena 26). No
importa cuál sea el filtro cervical ideal para una mujer dada en una circunstancia
dada, sin embargo, el principio general que estamos a punto de discutir sigue
siendo el mismo. Entonces, para ilustrar este principio, concentrémonos en la
mujer de la Escena 24.
Esta mujer acababa de terminar de menstruar. La ovulación (si iba a ocurrir
este ciclo — Escena 15) estaba por lo tanto entre siete y veinte días, y el coito
que acababa de terminar no la dejaría embarazada. Sin embargo, el esperma
de esta relación sexual podría influir en la retención de esperma en su próxima
relación sexual, lo que a su vez podría dejarla embarazada (Escena 7). Por lo
que sabemos, la infidelidad durante su próxima fase fértil era poco probable,
pero, como siempre, no era imposible. Entonces, aunque esta relación sexual
actual fue durante su fase infértil, era importante para ella retener una cantidad
óptima de espermatozoides; por lo que sabía, estos espermatozoides podrían
de repente, aunque indirectamente, influir en la paternidad de su próximo hijo.
Dada su situación, todo lo que la mujer necesitaba de su relación sexual era
una pequeña cantidad de espermatozoides jóvenes para almacenar en sus
criptas cervicales (Escena 4). Tener tal depósito le daría la máxima flexibilidad
durante los próximos días. Cuando, en algún momento durante esos días
siguientes, su cuerpo decidió qué cervical
202
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GUERRAS DE ESPERMA
sexo inesperado al tener un orgasmo nocturno o masturbatorio, su cuerpo en
cambio trató de diseñar un orgasmo durante los juegos previos.
Un 'orgasmo de juego previo' realiza todas las funciones de un orgasmo
nocturno o masturbatorio, y para la mujer de la Escena 24 habría sido un sustituto
de último momento perfectamente adecuado. El problema al que se enfrentó al
optar por esta opción fue que su estrategia requería la cooperación de su pareja.
En parte, lo necesitaba para que la estimulara. Más importante aún, ella también
necesitaba que él le diera tiempo para llegar al clímax. Pero el no lo hizo.
Discutiremos por qué no lo hizo en la Escena 25. La respuesta simple es que
se beneficiaría más de que su pareja llegara al clímax durante el coito, no
una parte exitosa de la estrategia subconsciente de una mujer, ¿otro aspecto
más de la sexualidad que en realidad aumenta su éxito reproductivo?
Cuando comienzan los juegos previos, el cuerpo de una mujer habrá
llevado a cabo al menos alguna preparación previa. La naturaleza de esta
preparación acaba de ser discutida (Escenas 22 y 23) en conexión con los
orgasmos nocturnos y masturbatorios. Tener estos orgasmos prepara su filtro
cervical de una manera; no tenerlos lo prepara de otra manera.
Sea cual sea la opción que haya tomado su cuerpo, sabemos que se acostumbrará
a tener relaciones sexuales con un cierto nivel de protección contra las
enfermedades, un cierto nivel de lubricante vaginal,
201
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
filtro sería ideal para su próxima inseminación anticipada, tendría todas las
materias primas necesarias. (Sin esperma en sus criptas cervicales, sus
opciones serían mucho más limitadas (Escena 22).)
Además, cuanto más joven fuera el esperma que pudiera r ecolectar ahora, más
duraría su flexibilidad de elección. Por supuesto, al mismo tiempo que recolectaba
el esperma que le daría esta flexibilidad, necesitaba, como siempre, minimizar
el riesgo de enfermedad.
Antes del coito, su filtro cervical era fuerte debido a la presencia de desechos
menstruales (Escena 3). La mayor parte del esperma de su última relación
sexual, una semana antes, había sido expulsado de su cuerpo por el flujo
menstrual. Es posible que todavía hubiera algunos espermatozoides infértiles
en sus oviductos y algunas de sus criptas cervicales aún podrían haber contenido
una cantidad de espermatozoides, aunque bastante geriátricos. Aunque esta
configuración constituía un filtro adecuado, se beneficiaría de un poco de 'limpieza'.
Es en esta etapa del ciclo menstrual que muchas mujeres se masturban o tienen
un orgasmo nocturno (Escenas 22 y 23), ayudando así a eliminar el moco
cervical de los últimos desechos menstruales, rellenando su lubricante vaginal y
vaciando sus criptas cervicales de esperma geriátrico. Tal orgasmo facilitaría la
lubricación en su próxima relación sexual. En general, también fortalecería
ligeramente su filtro cervical; en particular, les daría protección adicional contra
la invasión de cualquier organismo patógeno transportado en la próxima
inseminación. Pero también minimizaría su retención de esperma, particularmente
los viejos y menos móviles.
La mujer en la Escena 24 podría haber tenido un nocturno, tal vez incluso
más tarde en la noche en cuestión. Si hubiera tenido uno, habría producido el
filtro cervical ideal para sus circunstancias.
Pero intervino una relación sexual inesperada antes de que esto pudiera
suceder, y cuando su pareja inició los juegos previos, su filtro cervical no era el
ideal para la inseminación que estaba a punto de recibir. Ella podría, por
supuesto, haberse resistido a sus propuestas sexuales y esperado hasta que su
cuerpo hubiera preparado su filtro cervical adecuadamente. Sin embargo, tenía
otra opción, y esta fue la que buscó. Habiendo fallado en prepararse para esto
203
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
éxito. (Precisamente por qué se aclarará en la siguiente escena). Estamos a
punto de observar a la pareja por un poco más de tiempo.
ESCENA 15
Corrigiendo errores
A ambos les resultó difícil relajarse. Su sueño post-coital fue irregular, y después
de unos treinta minutos ambos estaban completamente despiertos de nuevo.
 durante los juegos previos. En esta ocasión, los intereses masculinos y femeninos
no eran mutuos. Este suele ser el caso, lo que significa que una mujer no
siempre puede confiar en la cooperación de un hombre cuando su cuerpo opta
por tener un orgasmo durante los juegos previos. La mujer en la escena 24 casi
logró diseñar el orgasmo de juego previo que su cuerpo necesitaba para crear el
escenario ideal para la inseminación, pero falló. Habiendo fracasado, su siguiente
mejor respuesta fue no llegar al clímax en absoluto. Y eso es lo que pasó.
Cuando una mujer no tiene un orgasmo durante el coito, la cantidad y los
tipos de espermatozoides que retiene son dictados por el filtro cervical colocado
antes de que comenzara el coito (al igual que su resistencia a la invasión de
organismos patógenos). Si su cuerpo ha anticipado los eventos correctamente,
este filtro será el adecuado para retener la mejor cantidad y tipos de
espermatozoides para los próximos días de su vida reproductiva. Por lo tanto, al
no tener un orgasmo durante el coito, el cuerpo de una mujer está diciendo en
efecto: 'No cambies nada. La situación en su cuello uterino es tan buena como
puede ser. Deja que te insemine y tu filtro cervical hará el resto.
En la escena, la situación en el cuello uterino de la mujer no era la ideal
cuando su pareja eyaculaba. Cuando se frustró su mejor estrategia, su cuerpo,
al evitar un orgasmo durante el coito, hizo lo siguiente mejor. Su clímax de
fracaso representado
para
204
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GUERRAS DE ESPERMA
el pelo negro volaba por todas partes mientras contorsionaba su cuerpo,
ahora para frotar sus genitales, ahora para besarla por todas partes. Con
la combinación de las sensaciones de su pareja y su fantasía, el cuerpo
de la mujer se enroscó hacia el clímax. Los ruidos en su garganta se
estaban volviendo más urgentes, más rítmicos. Solo un poco más de
enfoque, solo un poco más. . .
A estas alturas, el hombre se dio cuenta de que su pareja se dirigía
hacia un orgasmo. Sus sonidos se estaban volviendo más intensos.
Respondió con sus propios sonidos. La abrumadora humedad de su
vagina ahora se había ido, y estaba comenzando a tener las sensaciones
en su pene que necesitaba. Pero todavía no estaba seguro de si iba a eyacular.
Trabajó en una fantasía. No era su pareja debajo de él sino la coqueta
chica de diecisiete años del trabajo. Ella lo miraba a los ojos y se
masajeaba los senos con las manos. Entre los sonidos guturales y rítmicos
de su garganta ella le decía lo maravilloso que se sentía y que no debía
parar. Eso lo hizo, y justo a tiempo: su compañero estaba llegando al
clímax. Mientras lo hacía, él perdió brevemente la concentración, pero aun
así logró eyacular en el siguiente medio minuto.
Para ella, el clímax fue satisfactorio y justo lo que quería. Para él, su
clímax combinado le había dado una sensación de logro y satisfacción.
Ella no venía a menudo con él dentro de ella y él quería
para aprovechar al máximo la ocasión. Pero no lo hizo. casi dentro
segundos de expresar sorpresa y placer por el episodio, ambos estaban
dormidos.
A primera vista, la pareja de esta escena se ha comportado muy
A extrañamente. ¿Por qué ambos tenían ganas de volver a tener relaciones
sexuales tan pronto? ¿Por qué la mujer ahora se sentía como si tuviera relaciones
sexuales y no como un juego previo? ¿Por qué tenía ganas de un orgasmo
durante el coito ahora, cuando solo media hora antes no había sentido tal inclinación?
¿Podría el comportamiento de cada persona haber sido realmente parte
de una estrategia que en suficientes ocasiones mejoraría su éxito
reproductivo? Como sabemos, una mujer no necesita llegar al clímax durante
206
MachineTranslatedbyGoogle
De repente, sin razón aparente, el pene del hombre comenzó a moverse y en
cuestión de minutos estaba duro contra la espalda de su pareja. No había duda
de este sentimiento en sus entrañas. Quería sexo de nuevo.
La mujer había sentido que su pene se elevaba y luego se endurecía, y se
preguntó si haría alguna propuesta. Se encontró esperando que lo hiciera,
asumiendo que su interés se debía a que no había llegado al clímax durante su
reciente juego previo. Sin embargo, para su sorpresa, se dio cuenta de que lo
que realmente sentía era tener su pene dentro de ella nuevamente. Tan claros
eran sus sentimientos que cuando su pareja, vacilante, le puso la mano entre
las nalgas para acariciarle los genitales, ella se le adelantó girándose para
mirarlo. Después de besarse unas cuantas veces, ella agarró suavemente su
pene y lo guió a su posición para que él no tuviera dudas sobre lo que ella quería
que hiciera.
Cuando él se deslizó dentro, ella estaba tan mojada por su relación anterior
que casi sintió como si no estuviera tocando los costados. Cuando empezó a
empujar lentamente, empeoró. Casi no había ninguna sensación en su pene,
excepto la humedad. Estaba muy lejos de la eyaculación.
Ella en cambio, casi tan pronto como él la penetró, sintió la primera sensación
que le decía que podría correrse. Mientras él trabajaba hacia adelante y hacia
atrás, hacia adelante y hacia atrás, ella comenzó a concentrarse en sus genitales
a y estaba funcionando. Luego vino la fantasía. Era la mujer de pelo oscuro y ojos
desorbitados de la cola del supermercado. Ella yacía desnuda de ella,
en cima
205
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
relaciones sexuales para que los espermatozoides entren en su cuello uterino.
Incluso sin un clímax, el inseminado se acumula en la parte superior de su
vagina para formar una piscina, su cuello uterino cuelga en la piscina y el
esperma sale para escapar a su moco cervical (Escena 3). Sin embargo, un
clímax hace una diferencia en la cantidad de esperma que ingresa a su cuello
uterino. Por lo general, un clímax durante el coito debilita en gran medida su
filtro cervical, lo que permite que muchos más espermatozoides abandonen el
depósito seminal, penetren en el moco cervical y, por lo tanto, sean retenidos.
Tal clímax, por lo tanto, significa que se expulsan menos espermatozoides en
el flujo de retorno. Un orgasmo múltiple (en el que una mujer tiene dos, o incluso
más, clímax sin "bajarse" en el medio) tiene un efecto aún mayor en la retención
de esperma. Esencialmente, esta influencia del orgasmo, ya sea único o
múltiple, se logra de cuatro maneras.
Primero, cuando una mujer llega al clímax durante el coito, su cuello uterino
se abre de la misma manera que lo hace durante la masturbación (Escena 22).
Como vimos entonces, esta apertura estira el moco cervical hacia los lados,
ensanchando los canales de moco existentes y creando otros nuevos al
dividir el moco y, por lo tanto, abriendo muchas más vías para muchos más
espermatozoides. Cualquier canal bloqueado en su cuello uterino se pasa
por alto de manera efectiva y se vuelve ineficaz.
En segundo lugar, cuando llega al clímax durante el coito, su cuello
uterino sube y baja y se abre, nuevamente, tal como lo hace durante la
masturbación. Ahora, sin embargo, se sumerge arriba y abajo en el fluido
seminal, mezclando así la piscina. Esta mezcla ayuda a que más
espermatozoides, particularmente los más viejos y menos móviles, entren
en contacto y penetren en el moco cervical.
En tercer lugar, la contracción culminante y la ondulación de los músculos
de la matriz y la vagina durante el orgasmo generan cambios de presión en la
matriz y el cuello uterino. Estos cambios ' chupan' efectivamente los dedos
habituales de semen (Escena 3) mucho más adentro de los canales del moco cervical.
Esta succión más fuerte de semen en canales que ya están aumentados
en número y agrandados por el orgasmo hace dos cosas. Ayuda a
neutralizar cualquier acidez de la parte inferior del glaciar mucoso, lo que
facilita que los espermatozoides escapen del estanque seminal hacia el
cuello uterino; y aumenta el volumen
207
 GUERRAS DE ESPERMA EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA

de semen en contacto con la mucosidad, permitiendo nuevamente que escapen muchos

ser su clímax es solo el comienzo de una serie de eventos en su matriz y cuello uterino que no
más espermatozoides.
puede sentir pero que pueden continuar durante varios minutos. El pico de la actividad cervical
En cuarto lugar, el clímax de una mujer durante el coito vacía muchas de sus criptas
que afecta la retención de esperma en realidad ocurre uno o dos minutos después de su clímax
cervicales de esperma viejo. Aunque estos espermatozoides expulsados pueden eventualmente
subjetivo. Para cuando su cuello uterino alcanza este pico, ya está comenzando a relajarse.
bloquear algunos de los canales recién formados de la misma manera que lo hacen después
Siempre que la piscina seminal esté en su lugar antes de que su actividad cervical alcance su
de un orgasmo masturbatorio, los espermatozoides recién llegados de la piscina seminal aún
punto máximo, se omitirá su filtro. De hecho, mientras todavía esté en su lugar, un clímax incluso
descubren que tienen muchas más criptas para ellos solos. Efectivamente, por lo tanto, un
una hora después de la eyaculación permitirá que se pase por alto su filtro. No es necesario que
orgasmo sexual crea más espacio de almacenamiento para que lo ocupen los espermatozoides.
el pene del hombre esté en su vagina, y no importa si es él quien la estimula al orgasmo durante

esta fase post-coital o si ella misma se estimula a través de la masturbación. Así que incluso si
Esta combinación de abrir, sumergir y succionar el cuello uterino de una mujer durante un
una mujer
orgasmo sexual le permite retener mucho más esperma que si no tuviera un orgasmo durante

el coito. Como guía aproximada, retiene del 50 al 90 por ciento del esperma si tiene un clímax

durante el coito en comparación con el 0 al 50 por ciento si no lo tiene. De hecho, un clímax

evita el clímax mientras el pene está en su vagina, su cuerpo todavía tiene hasta una hora para
durante el coito es tan efectivo para ayudar a los espermatozoides a salir del estanque seminal
cambiar de opinión.
que, sin importar qué tan fuerte sea el filtro que una mujer prepara de antemano, tal clímax lo
Ahora podemos discutir por qué, en las escenas 24 a 25, a medida que avanzaba la noche,
niega. En efecto, entonces, cuando tiene ganas de llegar al clímax durante el coito, su cuerpo
las necesidades de la mujer cambiaron en lo que respecta a los orgasmos. La palabra 'episodio'
le está diciendo: 'Hemos cometido un error en nuestra preparación para este coito.
se usará aquí para referirse a todo el tiempo desde el comienzo de los juegos previos hasta la

expulsión del reflujo.

En la noche en cuestión seguimos a la mujer ya su pareja a través de dos episodios

Las circunstancias han cambiado y nuestro filtro cervical es demasiado fuerte.
sexuales. Al comienzo de la primera (Escena 24), el requisito principal de su cuerpo para el coito
Necesitamos muchos más espermatozoides que están en camino de los que obtendremos si
en esa etapa de su ciclo menstrual era retener una pequeña cantidad de esperma que fuera lo
no hacemos algo. Pasar por alto el filtro. De esa forma dejaremos entrar más esperma y
más joven posible. También necesitaba minimizar el riesgo de infección. Para cumplir con este
expulsaremos menos en el reflujo.
requisito, necesitaba fortalecer su filtro cervical antes de que su pareja tuviera la oportunidad de
Por supuesto, para que un orgasmo durante el coito tenga las consecuencias que
inseminar. Esto mejoraría su resistencia a la infección y dificultaría la vida de los espermatozoides
acabamos de describir, es necesario que haya un estanque seminal en la vagina. Deberíamos
más viejos y menos móviles en su eyaculación. El filtro adecuado para sus necesidades podría
esperar, por lo tanto, que un orgasmo durante el coito sea efectivo para eludir el filtro solo si
haber sido producido con un día de anticipación a través de un orgasmo nocturno o masturbatorio,
ocurre después de que el hombre haya eyaculado. Esto resulta ser cierto, pero la situación no
pero su cuerpo había fallado en esto.
es tan simple como cabría esperar, porque el clímax subjetivo de una mujer durante el orgasmo

no es en realidad el evento crítico en lo que respecta a la retención de esperma.

Aun así, no era demasiado tarde. Su motivación y comportamiento durante el primer

Incluso si ella llega al clímax alrededor de un minuto (dos minutos como máximo) antes de
episodio fueron justo lo que necesitaban ser, porque aunque no pudo diseñar un orgasmo
que el hombre eyacule, el orgasmo aún permitirá que una gran cantidad de espermatozoides
durante
pasen por alto su filtro cervical. ¿Cómo puede ser esto? Es porque en el momento en que ella

se identifica subjetivamente con

208 209

 
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GUERRAS DE ESPERMA EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA

los juegos previos, hizo lo siguiente mejor y evitó llegar al clímax durante el coito. Se había quitado la piscina y su pareja estaba casi lista para eyacular.

Al comienzo del segundo episodio sexual (Escena 25), las necesidades de la
mujer seguían siendo las mismas (pequeños números de espermatozoides
 jóvenes con un riesgo mínimo de enfermedad), pero las circunstancias habían
cambiado. Lo más importante, su pareja ahora le estaba ofreciendo un pequeño
inseminado rico en esperma muy joven, más joven que cualquiera de sus
inseminados anteriores. Esto era justo lo que había querido todo el tiempo, y fue
esta oferta lo que hizo que su cuerpo se interesara en una segunda inseminación.
Sin embargo, la primera inseminación la había dejado con dos problemas.
Primero, su filtro cervical ahora era más fuerte que antes debido a la entrada
de bloqueadores de la primera inseminación. Si delegara la retención de esperma
en su filtro cervical ahora demasiado fuerte, perdería más esperma joven en la
segunda inseminación de lo que le gustaría. En segundo lugar, todavía tenía la
reserva seminal de la primera inseminación en la parte superior de su vagina. Si
tuviera un orgasmo durante los juegos previos ahora, pasaría por alto su filtro
con una gran cantidad de esperma mayor de la primera inseminación, justo lo
que se había esforzado por evitar durante el primer episodio.
Su solución a estos dos problemas fue sencilla. Lo que necesitaba era
deshacerse del primer estanque seminal y luego usar un orgasmo sexual para
pasar por alto su filtro cervical. De esa forma, ella retendría una gran proporción
de los espermatozoides muy jóvenes y deseables del segundo grupo seminal.
Entonces, ¿cómo podría deshacerse de la vieja piscina, dado que probablemente
aún no se había decoagulado lo suficiente como para expulsarla como un reflujo?
Su mejor opción era animar al hombre a que se lo quitara empujando el pene
(como se describe en otras circunstancias en la Escena 21) antes de introducir
su segunda eyaculación.
Su cuerpo generó los impulsos necesarios. Primero, ya no tenía ganas de
 juegos previos, sino que quería un pene dentro de ella lo antes posible.
En esta discusión, inevitablemente, hemos considerado solo una secuencia
específica de eventos: la secuencia relacionada con la mujer en las Escenas 24
y 25. Y aunque, obviamente, no podemos discutir cada combinación de
circunstancias y respuestas, hay algunos principios generales que vale la pena
señalar. .
Primero, una mujer se prepara para su próxima relación sexual anticipada
teniendo un orgasmo nocturno o masturbatorio, o no teniendo un orgasmo
nocturno o masturbatorio, lo que sea apropiado, como se explicó anteriormente.
En segundo lugar, si ha anticipado correctamente, debe dejar que todo el episodio
sexual transcurra sin orgasmo y dejar que su filtro haga su trabajo. Por otro lado,
si no ha anticipado correctamente, debe tratar de corregir su error teniendo un
orgasmo en algún momento del episodio.
En esta última situación tiene dos opciones, según el tipo de error que haya
cometido. El hecho de que los orgasmos durante los juegos previos sean más
frecuentes que los orgasmos durante las relaciones sexuales sugiere que es más
probable que una mujer se equivoque por tener un filtro demasiado débil que
demasiado fuerte. Esto podría ser estratégico. Es más fácil animar a un hombre
a ayudarla a llegar al clímax durante los juegos previos (fortaleciendo su filtro)
que ayudarla a llegar al clímax durante el coito (debilitando su filtro).
Una vez que ella le permite insertar su pene en su vagina, pierde gran parte de
su control sobre lo que él hace y cuándo lo hace. Incluso
entonces, sin embargo, tiene una estrategia alternativa: los orgasmos después
de que el hombre se haya retirado son un sustituto de los orgasmos sexuales,
permitiéndole pasar por alto su filtro cuando lo necesite o quiera (de nuevo, como
se acaba de describir).
El mejor momento para que una mujer llegue al clímax (o no) durante un
episodio sexual varía considerablemente de una ocasión a otra. Sin embargo, el
mejor momento para que ella llegue al clímax en lo que respecta al hombre varía
 En segundo lugar, sintió ganas de un orgasmo durante el coito. Una vez que
había comenzado el coito, su cuerpo cronometraba su acumulación para que no
llegara al clímax hasta el viejo seminal.
210
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GUERRAS DE ESPERMA
intereses. La mayoría de las veces, lo mejor será que una mujer llegue al clímax
durante el coito, porque solo de esta manera su inseminación cuidadosamente
preparada logrará retener la mayor cantidad posible de su esperma.
Pero hay un límite en la cantidad de t iempo y esfuerzo que vale la pena poner
para que una mujer llegue al clímax durante el coito. Primero, si su cuerpo no está
interesado en un orgasmo sexual, él no puede obligarla a llegar al clímax, sin importar
cuánto lo intente. En segundo lugar, el filtro de esperma cervical que a veces puede
tratar de eludir con tanta fuerza en algunas ocasiones puede no exist ir realmente. Si
la mujer ha retenido muy pocos espermatozoides de su inseminación anterior, si no
se ha masturbado ni ha tenido un sueño nocturno desde esa inseminación, y si se
han eliminado espermatozoides o desechos menstruales aún más antiguos, el filtro
en su cuello uterino será tan débil como puede ser de todos modos. En este caso, el
hombre gana poco si hace un gran esfuerzo para animarla a llegar al clímax durante
el coito.
Todo esto lo deja con una serie de decisiones muy difíciles, si no imposibles, que
tomar durante el sexo. Primero, tiene que juzgar si la mujer tiene un filtro que vale
la pena pasar por alto. Si no, no necesita que ella llegue al clímax durante el coito.
Si ella tiene un filtro importante, su mejor opción es que ella tenga un orgasmo
durante su episodio sexual. Incluso un orgasmo durante los juegos previos será
suficiente, siempre que él logre inseminarla dentro de un minuto más o menos
después. Si opta por tratar de hacer que ella llegue al clímax durante el coito, es
posible que tenga problemas para lograrlo y, de ser así, t endrá que decidir cuánto
tiempo vale la pena seguir empujando. Él podría optar por eyacular primero y luego
ver si puede estimularla para que llegue al clímax después, antes de que expulse el
reflujo. O simplemente puede abandonar todos los intentos de eludir su filtro y
esperar que esta sea una ocasión en la que no haya un filtro real que eludir.
Visto de esta manera, un episodio sexual es en realidad una competencia entre
el hombre y la mujer. Excepto en esas raras ocasiones en que el mismo resultado,
pasando por alto el filtro, les conviene a ambos, cada uno está siempre tratando de
maniobrar al otro para que
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GUERRAS DE ESPERMA
un cuarto de hacerlo tan a menudo. Que a menudo logran engañar a la pareja es
evidente en otra encuesta, que encontró que el hombre invariablemente reporta una
frecuencia más alta de orgasmos simultáneos que su pareja. Hay casos registrados
en los que un hombre ha informado que su pareja siempre llega al clímax durante el
coito, mientras que ella misma ha declarado que nunca lo hace. La escena que
acabamos de presenciar fue una de esas ocasiones relativamente infrecuentes en
las que tanto el hombre como la mujer tenían los mismos requisitos en sus relaciones
sexuales y la cooperación era de interés mutuo. En la siguiente escena, sin embargo,
las necesidades de la mujer que encontramos son muy diferentes a las de uno de
los hombres que la inseminan. la hembra
el orgasmo está a punto de entrar en la arena de la guerra de esperma.
escena 26
Poniendolo todo junto
mucho menos. Como ya hemos visto (Escenas 12 y 14), él también habrá
anticipado el coito y adaptado su eyaculación en consecuencia. Se habrá
masturbado o no, según corresponda, para adaptarse mejor a su propio cuerpo.
211
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
haciendo algo que va en contra de los intereses de su cuerpo. Si el hombre tiene
éxito en lo que es su estratagema más segura, eyacular unos segundos después de
que la mujer haya llegado al clímax, inevitablemente depende más de la mujer que
de sí mismo.
Una mujer puede insistir en un orgasmo de juego previo y luego cooperar o
dificultar que el hombre intente inseminarla aproximadamente un minuto después. Si
restringe los juegos previos, son posibles varias estrategias durante el coito. Ella
puede cooperar esperando hasta que él esté a punto de eyacular y luego llegar al
clímax con él. O puede que ella no coopere. Ella puede llegar al clímax tan rápido
que él no puede eyacular en el minuto crítico que sigue. O puede evitar llegar al
clímax y esperar a que él se rinda y simplemente eyacular, en cuyo caso el coito se
convierte en una guerra de desgaste, cada uno esperando que el otro llegue al
clímax. Una vez que el hombre ha eyaculado, la mujer puede evitar llegar al clímax
antes de expulsar el reflujo, o puede cooperar ayudándolo a lograr un clímax
poscoital. O, casi la máxima c ooperación, puede 'terminarse' masturbándose hasta
el orgasmo antes de expulsar el reflujo.
Al principio, puede parecer extraño que, dada la naturaleza competitiva de las
relaciones sexuales, los hombres y las mujeres parezcan facilitarse entre sí el juzgar
qué tan cerca están de su clímax. Incluso para el observador objetivo, los sonidos
que hacen los hombres y las mujeres durante el c oito dan una indicación clara de
cómo están cambiando sus niveles de excitación sexual (razón por la cual los sonidos
más exagerados se copian en películas pornográficas). Cuando llega el clímax,
queda claro por los sonidos, lo que parecería indicar una cooperación entre un
hombre y una mujer que podría desmentir nuestra interpretación del coito como una
competencia. Los sonidos, sin embargo, se han convertido en parte del concurso.
A veces, por supuesto, los sonidos realmente dan una indicación precisa de lo
que está sucediendo. En aquellas ocasiones en que un clímax virtualmente
simultáneo interesa a ambas personas, son el método utilizado para lograr este
objetivo mutuo. Pero es precisamente porque los sonidos a veces son honestos que
en ocasiones ambos hombres
y las mujeres pueden usarlos para engañar a la pareja. En las encuestas, más de la
mitad de las mujeres admiten que a veces fingen orgasmos, y una
213
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
era porque había dejado la píldora recientemente, después de haber convencido a
su pareja de que realmente quería otro hijo. Sin embargo, no cuestionó demasiado
su cuerpo: estaba disfrutando de este atípico estallido de sexualidad. Reflexionó
sobre la forma en que hace dos noches, solo un par de horas después de haberse
masturbado, más o menos había insistido en que su pareja también le diera un
orgasmo durante los juegos previos, resistiendo suavemente sus intentos de
penetración hasta que accedió. Tres orgasmos en una semana. Ella estaba bien.
Durante el fin de semana siguiente, tuvo relaciones sexuales de rutina con su
pareja solo una vez, el sábado, y nuevamente la obligó a tener un orgasmo durante
los juegos previos. El domingo por la mañana temprano, justo antes de despertarse,
tuvo un orgasmo nocturno, su quinto orgasmo de esa semana. Sin embargo, fue la
última cosa emocionante que sucedió ese día. El resto lo pasó viajando, en el largo
viaje de ida y vuelta a sus padres, que se habían ofrecido como voluntarios para
cuidar de sus dos hijas mientras ella no estaba. Cuando ella y su pareja regresaron
a casa y ella hizo las maletas, ya era tarde. Todavía quería tener sexo. 'Uno para el
camino', como él lo expresó. Pero ella estaba cansada y logró disuadirlo. El lunes
 o e do o todo ju to
La mujer se recostó en su baño del viernes por la noche y dejó que las últimas
oleadas de su orgasmo se calmaran. Había terminado su período hace solo una
semana y esta era la segunda vez desde entonces. En ambas ocasiones, el
pensamiento y la acción surgieron de la nada. Un minuto antes ella había estado
enjabonando y enjuagando sus senos, sin nada más erótico en su mente que si
debería limpiar el baño este fin de semana o sugerirle a su pareja que lo haga
mientras ella no está. Tal vez había sido el toque de su mano jabonosa en su pezón,
pero al segundo siguiente el pensamiento estaba en su mente, el hormigueo estaba
entre sus piernas y supo que necesitaba alivio. Ahora, después de cinco minutos de
cooperación exitosa entre sus fantasías, su dedo y su clítoris, su respiración se
estaba relajando, su corazón se estaba ralentizando y estaba revolcándose en la
calidez combinada del agua del baño y el resplandor posclimático.
Masturbarse dos veces en cinco días era inusual para ella; una vez por semana
o una vez cada quince días era más adecuado. Ella se preguntó si
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GUERRAS DE ESPERMA
cada vez que él sugería un plan, ella había encontrado alguna excusa. No había
sido difícil.
También habían reconocido que nunca podrían vivir juntos.
Ambos eran obstinados y competitivos, con fuertes gustos y disgustos. Su relación
funcionó solo mientras hablaron sobre sus problemas separados, sus objetivos
separados y sus deseos separados. Siempre que hablaban de principios, actitudes
o simplemente de la vida en general, discutían. No podía imaginar un hogar sin al
menos tres gatos; odiaba a los gatos. Estaba pálida y propensa a las quemaduras
solares; era moreno y adoraba el sol, a menudo pasaba horas desnudo en su jardín
apartado. Era agresivamente vegetariana; no podía imaginar la vi da sin carne. Era
obsesivamente ordenada; aún tenía aire de adolescente, poniendo los pies sobre
las mesas y tirando al suelo las latas de cerveza aplastadas. Era provocativa y
traviesa, bromista; era crédulo, pero obstinado, ambicioso y obstinado.
Cada uno de ellos encontró que los rasgos del otro eran i rritantes pero atractivos,
cada uno viendo en los otros características que moderaban su propia polaridad.
Su relación había cambiado hacía seis semanas. Ese día, en un campo bajo un
sol abrasador, ella le había practicado sexo oral y le prometió que algún día tendría
a su bebé. Cierto, lo había hecho en parte como una estratagema para evitar tener
sexo con él en ese momento, pero lo decía en serio.
Simplemente no había esperado que la oportunidad surgiera tan pronto. Luego, tan
pronto como dos semanas después de su promesa, su jefe les pidió que lo
acompañaran en un viaje de negocios al extranjero. Su futuro amante le había
hecho prometer que, si tenían la oportunidad, tendrían sexo mientras estuvieran
fuera.
Aun así, ella todavía no se rindió fácilmente. Él visitó su habitación de hotel casi
tan pronto como llegaron temprano el lunes por la tarde, pero ella esquivó sus
avances y señaló que esta era su única oportunidad de ver la ciudad durante el
día. Juntos, se mezclaron con los turistas de verano en las calles y en los canales
y disfrutaron de la compañía del otro, viendo el mundo pasar mientras se sentaban
y bebían en los bares de la acera. Por
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GUERRAS DE ESPERMA
sexo seis veces, y en tres de esas ocasiones había llegado al clímax mientras
él estaba dentro de ella. Su cuerpo estaba lleno del esperma de su amante,
desde el cuello uterino hasta el oviducto, y solo faltaban cuarenta y ocho horas
para la ovulación.
partió hacia el aeropuerto y su tan esperado viaje de conferencias de tres días al
extranjero. Sus acompañantes iban a ser su jefe y otros dos compañeros, uno de
los cuales era su nuevo amante.
En realidad, 'amante' era una exageración, o al menos prematura. Se conocían
desde hacía casi un año, desde que ella se unió a la empresa. Era su primer trabajo
desde el nacimiento de su hija menor.
Lentamente, se habían acercado. A ninguno de los dos les había resultado fácil
entablar amistad con personas de su mismo sexo, pero el uno en el otro había
encontrado lo más cercano a un 'mejor amigo'. Cuando tenían poco más de treinta
años, ambos tenían hijos pequeños y ahora ambos tenían relaciones duraderas
pero cada vez más obsoletas. Incluso estaba convencido de que su pareja estaba
teniendo una aventura. A los pocos meses de conocerse, habían reconocido
libremente su atracción física mutua. Había intentado algo a medias hacer algo al
respecto, pero
215
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
A última hora de la tarde, se sintieron muy unidos cuando regresaron al hotel. Pero
aun así se resistió al sexo, diciendo que apenas tenía tiempo para prepararse antes
de reunirse con su jefe para la noche.
La comida y la socialización eran una tensión porque tenían que mantener una
fachada de distancia. Ambos habían acordado que nadie debía sospechar que eran
tan cercanos. Era medianoche cuando llegaron al hotel. Señaló que al día siguiente
estaría muy ocupado. Trató de persuadirlo de que necesitaban una buena noche de
sueño y que tal vez deberían esperar hasta mañana por la noche. Pero esta vez, no
se dejaría disuadir.
Lo había visto desnudo antes, pero era la primera vez que él veía o tocaba
realmente alguna de las partes más excitantes de su cuerpo. En el momento en que
ambos estuvieron desnudos, porque ella todavía bromeaba y se demoraba, él estaba
al borde de la eyaculación. Sin apenas juegos previos, trató de penetrarla. Ella se
opuso fuertemente a su urgencia, pero él estaba ahora tan desesperado que
virtualmente se forzó dentro de ella. Eyaculó de inmediato, con apenas una estocada.
Una vez que se hubo retirado, ella lo reprendió. Se disculpó y dijo que la próxima
vez sería más considerado. ella dijo que no lo haria
ser una próxima vez si se comportaba así. Pero ella no lo echó de
su cama y en quince minutos l a había acariciado, besado, lamido y masajeado hasta
el clímax. Al cabo de una hora, su pene estaba de nuevo dentro de ella por segunda
vez esa noche, y después de un largo y sensual coito llegaron al clímax más o
menos juntos.
A mitad de la noche, mientras se libraba una guerra de esperma dentro de su
cuerpo, ella le dijo que regresara a su habitación. Cuando él protestó, ella dijo que
le preocupaba que los descubrieran juntos por la mañana. Durante los siguientes
dos días, mantuvieron una distancia profesional, tanto durante el día como mientras
socializaban por la noche.
Pero ambas noches pasaron unas horas juntos en la cama antes de que ella lo
hiciera regresar a su habitación. Para cuando partieron para volar a casa, habían
tenido
217
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA

Llegó tarde a casa ese jueves por la noche, sintiéndose muy cansada, muy
culpable y un poco nerviosa. Se bañó, esquivó los avances de su pareja
alegando cansancio y náuseas, y se durmió. En algún momento durante la
noche, tuvo un nocturno.
En el trabajo, el viernes, trató de evitar en lo posible a su amante. La buscó
en cada oportunidad y puso a prueba su ingenio hasta el límite. Eventualmente,
cuando trató de arrebatarle un beso, ella se volvió hacia él. Su viaje había sido
fantástico, le dijo, pero ahora que estaban de vuelta las cosas tenían que
volver a la normalidad. No quería lastimar a su pareja y no quería arriesgarse
a que la descubrieran. Lo habían pasado bien y parecía que se habían salido
con la suya. Ella quería que siguiera siendo así. Si quería permanecer cerca
de ella, tenía que olvidarse del sexo. Un amigo que necesitaba, un amante
que no necesitaba. Se sintió culpable por la mirada de dolor en su rostro
mientras hablaba, pero su diatriba funcionó. Después de eso, no hizo más
insinuaciones sexuales.
Esa noche, la última que ella y su pareja iban a tener solas antes de recoger
a sus hijas, ella se bañó, se masturbó y luego apareció desnuda en su salón
instando a su pareja a que le diera otro bebé. Tuvieron relaciones sexuales en
el suelo, sólo una vez, y ella fingió llegar al clímax con él. Eso lo agradó porque
en estos días rara vez llegaba al clímax con él dentro de ella. Luego se
sentaron y se relajaron en el calor de la tarde de verano, un gato en cada
regazo. Cuando ella le dio la versión pública de su viaje de negocios, la guerra
de esperma se reanudó dentro de su cuerpo y continuó toda la noche. Pero
esta guerra fue muy unilateral.
Mientras conducían a casa de sus padres al día siguiente, un espermatozoide
entró en el óvulo que acababa de llegar a uno de sus oviductos. Ella había
concebido, y con su ayuda el esperma de su amante había ganado ambas batallas y la guerra.
Ella había cumplido la promesa que le había hecho.
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GUERRAS DE ESPERMA
Esta es la segunda escena en la que una mujer aumenta su índice de
masturbación en el marco de una infidelidad. En la Escena 6, la mujer se masturbó
más a menudo de lo habitual en la semana anterior a la infidelidad con su exnovio.
A primera vista, tales eventos parecen simplemente reflejar un aumento en la
excitación sexual.
 — la anticipación
anticipación del sexo con al
alguien
guien que no sea una pareja.
Sin embargo, una inspección más cercana muestra que esta es una explicación
demasiado simple. Las mujeres en las dos escenas se masturbaban o tenían
noches solo en momentos en que, aunque la infidelidad estaba en el horizonte, la
persona más probable para inseminarlas a continuación era su pareja. En ninguna
ocasión en estas dos escenas tuvieron estos orgasmos cuando era probable que
su próxima relación sexual fuera con su amante. En esto, las mujeres difieren de
los hombres (Escena 13).
Por supuesto, las mujeres tienen orgasmos nocturnos y masturbatorios justo
antes de tener relaciones sexuales con un amante, pero estos son a menudo
"errores". En la escena 26, la mujer tuvo un nocturno el sábado por la noche, pero
resultó que su próxima inseminación fue realizada por su amante el lunes por la noche.
En ese momento tuvo su relación nocturna, aunque la siguiente relación sexual
más probable fue la 'una para el camino' sugerida por su pareja el domingo por la
noche. Como sucedió, esta inseminación nunca se materializó.
Su noche fue un 'error', pero que luego pudo corregir, como veremos.
Entonces, ¿cuál es ese vínculo entre la infidelidad y la frecuencia de los
orgasmos nocturnos y masturbatorios si no es simplemente excitación sexual? ¿Y
por qué, si son una respuesta a la anticipación de la infidelidad, es más probable
que estos orgasmos ocurran justo antes del sexo con la pareja que justo antes del
sexo con el amante?
Es porque cada vez que una mujer anticipa una guerra de espermatozoides,
la mayoría de las veces tiene alguna preferencia sobre quién debería ganar.
Por lo general, esa preferencia es por el amante, no por la pareja; de lo contrario,
ella no correría el riesgo de costos de todo el potencial
infidelidad (Escenas 8 a 11). En esta escena, al igual que en la Escena 6, hemos
visto a una mujer que, anticipándose a la guerra de los espermatozoides, preparó
inconscientemente el campo de batalla para favorecer al ejército de su amante.
En la escena actual, el cuerpo de la mujer había decidido que el
la suya, por supuesto, es la tercera vez que nos encontramos con esta mujer y
T su amante. Los vimos en un campo de heno en una tarde soleada
mientras ella le practicaba sexo oral y prometía tener un día a su bebé (Escena
20). También las seguimos esa misma tarde cuando regresaban a casa con
sus respectivas parejas y tenían sexo oral (Escena 10). Ahora, acabamos de
ver el cuerpo de la mujer manipular la guerra de esperma de una manera que
aseguró que cumpliera su promesa. Su tercer hijo heredaría la apariencia, el
impulso y la habilidad de su amante en combinación con su propia astucia e
inteligencia. Su cuerpo había decidido que, como padre genético de su tercer
hijo, su amante era el mejor compromiso (Escena 18).
En las Escenas 22 a 25 hemos desentrañado, paso a paso, la función del
orgasmo femenino. Hemos visto los efectos de tener un orgasmo masturbatorio
o nocturno en los días previos al coito, y de no tenerlo; de llegar al clímax y de
no llegar al clímax, mientras que una piscina seminal está en la parte superior
de la vagina. En esta escena más reciente, fuimos testigos del cuerpo de una
mujer juntando todos estos orgasmos y predisponiendo la guerra de esperma
en su propio beneficio. Como resultado, concibió un hijo que fue engendrado
por su amante, no por su pareja.
Este movimiento habrá mejorado su éxito reproductivo, siempre que su cuerpo
fuera correcto al juzgar que un hijo de su amante tendría más éxito reproductivo
que otro hijo de su pareja.
Habiendo llegado a su decisión sobre el mejor padre para su próximo hijo,
su cuerpo se dispuso a diseñar la paternidad. Lo hizo generando y orquestando
una secuencia de impulsos para llegar al clímax y no llegar al clímax. Su
cuerpo dictaba la secuencia y el momento de estos impulsos según quién era
el próximo inseminador más probable. Ahora podemos discutir los detalles de
esta y otras secuencias similares. De todas las armas utilizadas por una mujer
en su búsqueda del éxito reproductivo, la secuencia de su orgasmo bien puede
ser la más importante, particularmente cuando promueve la guerra de
espermatozoides.
219
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
amante sería un mejor padre genético para su hijo que su pareja actual, pero
una peor pareja a largo plazo. La estratagema de su cuerpo, por lo tanto, era
recolectar esperma para la fertilización del amante, pero no hacer nada más que
pudiera causarle la pérdida de su pareja actual. Esto significaba que tendría que
tener relaciones sexuales con su pareja antes y después de la infidelidad. De lo
contrario, sus sospechas se despertarían.
En consecuencia, no pudo evitar la guerra de esperma. En cualquier caso, su
cuerpo no querría perderse los beneficios de promover tal guerra (Escenas 17 y
21). Su mejor opción, por lo tanto, era hacer la vida lo más fácil posible para el
ejército de su amante y al mismo tiempo darle una competencia para ganar. Tal
como resultaron los acontecimientos, su cuerpo diseñó la situación a la perfección.
El cuerpo de la mujer inició su estrategia una semana antes de la infidelidad
prevista. Su objetivo era permitir que el sexo rutinario con su pareja continuara
sin ser molestado, al tiempo que se aseguraba de que su ejército fuera lo más
pequeño posible cuando las tropas finalmente fueran llamadas a la batalla. La
técnica de su cuerpo consistía primero en hacerle sentir ganas de masturbarse
un día o dos antes de cada relación sexual de rutina prevista, y esto fortaleció su
filtro cervical. Luego, durante cada episodio sexual de rutina, la hacía sentir como
un orgasmo durante los juegos previos. Este orgasmo reforzó aún más su filtro.
En el evento, la mujer y su pareja tuvieron dos episodios de sexo de rutina durante
la semana crítica antes de su infidelidad. En ninguna ocasión sintió ganas de un
orgasmo durante el coito. Así que el resultado de los preparativos de su cuerpo
fue que en ninguna ocasión retuvo muchos de los espermatozoides de su pareja.
Su nocturna del sábado por la noche fue una continuación de la estrategia de su
cuerpo. Existía una gran posibilidad de que su pareja quisiera tener sexo el
domingo por la noche, justo antes de que ella se fuera de viaje. El nocturno
preparó un filtro fuerte, asegurándose de que incluso si él hubiera insistido, ella
habría logrado mantener baja la cantidad de su esperma en su tracto,
especialmente si también tuvo otro orgasmo de juego previo durante el episodio.
Así las cosas, se las arregló para evitar la inseminación de su pareja el domingo
por la noche por completo.
Cuando la mujer finalmente fue inseminada por su amante
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GUERRAS DE ESPERMA
el lunes por la noche, solo contenía un pequeño ejército de esperma de su pareja, tal
como su cuerpo lo había planeado. Sin embargo, todavía tenía un filtro cervical
razonablemente
razonablemente poderoso, sobre todo por la noche innecesaria del sábado por la noche.
Trató de retrasar la primera relación sexual con su amante un día más para dar tiempo al
ejército de su pareja a disminuir aún más de tamaño, pero su amante no se retrasaría más.
Debido a la fuerza de su filtro, cuando tuvo sexo con su amante por primera vez, su
cuerpo se sintió como un orgasmo durante el coito. De esa forma, podría corregir el 'error'
de su anterior preparación nocturna y pasar por alto su filtro. Su amante, sin embargo,
estaba siguiendo una estrategia propia. Habiendo sido frustrado en sus intentos de tener
sexo con ella en tantas ocasiones anteriores, su prioridad absoluta era eyacular dentro de
ella. Cuando por fin ella permitió la penetración, él eyaculó lo más rápido que pudo, antes
de que ella cambiara de opinión una vez más y lo hiciera retirarse.
Su urgencia impidió que su cuerpo pasara por alto su fuerte filtro durante el coito y, al
principio, algunos de sus espermatozoides lograron escapar del estanque seminal hacia el
cuello uterino. Pero, con su cooperación, llegó al clímax de sus caricias quince minutos
después. Con el estanque seminal todavía en posición, su enorme ejército ahora pasó por
alto su filtro e inundó su cuello uterino y matriz. La amante había obtenido lo mejor de
ambos mundos: inseminación rápida antes de que cambiara de opinión y un alto nivel de
retención de esperma. Y había satisfecho el impulso de su cuerpo de recolectar tantos
espermatozoides de este hombre como fuera posible. Siempre que su ejército fuera
razonablemente
razonablemente competente, ahora debería derrotar fácilmente a los restos del pequeño y
envejecido ejército de su compañero.
Una hora más tarde, cuando el amante de la mujer se ofreció a complementarla con
un pequeño ejército de esperma joven, su segundo inseminado, ella aceptó y cooperaron
para producir un orgasmo sexual.
Esto pasó por alto el filtro en su cuello uterino, aunque ese filtro ahora era sustancial y
contenía bloqueadores
bloqueadores de ambos hombres, con el resultado de que una alta proporción
del pequeño ejército joven del amante llegó a su cuello uterino y matriz. La combinación
de
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GUERRAS DE ESPERMA
Las mujeres también cambian su probabilidad de tener un orgasmo sexual
durante la infidelidad. En promedio, es más probable que lleguen al clímax durante
o después del coito con un amante (33 por ciento de las ocasiones) que durante o
después del coito de rutina con su pareja (22 por ciento de las ocasiones). Así, el
ejército de un amante recibe ayuda para entrar en el campo de batalla con más
frecuencia que el de un compañero.
Estas diferencias significan que, en general, no solo una pareja encuentra un
filtro más fuerte que un amante, sino que también es menos probable que reciba
ayuda para eludir ese filtro. En promedio, la ventaja que disfruta un amante en la
guerra de esperma es relativamente grande. Cuando una mujer no está siendo infiel,
ayuda a su pareja a colocar un gran ejército de espermatozoides en su interior en el
55 por ciento de las ocasiones. Cuando ella le está siendo infiel, lo ayuda solo en el
38 por ciento de las ocasiones, pero ayuda a su amante en el 65 por ciento de las
ocasiones, casi el doble de veces.
La parte realmente impresionante de la estrategia de una mujer, sin embargo, es
la forma en que se las arregla para diseñar un fuerte sesgo sobre la retención de
esperma a favor de su amante sin revelar ningún indicio de infidelidad a su pareja.
En primer lugar, mantiene la misma frecuencia con la que llega al clímax durante o
después del coito con su pareja (22 por ciento de los coitos), tanto si es infiel como
si no. En segundo lugar, su arma principal contra su pareja es aumentar su frecuencia
de masturbación y de noches, pero debido a que estos orgasmos son secretos, el
cambio pasa desapercibido para él. En tercer lugar, su arma principal para favorecer
a su amante es tener menos orgasmos nocturnos y masturbatorios antes, y más
221
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
su primer ejército relativamente grande y su segundo ejército pequeño y joven obtuvieron
una victoria fácil mientras ella dormía más tarde.
Durante los siguientes dos días, la mantuvo llena de esperma joven, y en la mitad de
las ocasiones ella pasó por alto su filtro con un orgasmo sexual. A su regreso a casa,
contenía un ejército grande y poderoso de su amante. El objetivo de su cuerpo ahora era
diseñar un fortalecimiento de su filtro antes de permitir que su pareja la inseminara. Ella
tuvo éxito. En primer lugar, evitaba tener relaciones sexuales con él antes de lo necesario
sin despertar sus sospechas. En segundo lugar, tenía un nocturno. En tercer lugar, incapaz
de confiar en su cooperación sobre un orgasmo de juego previo después de tal ausencia,
ella tomó la opción más segura la noche siguiente y se masturbó, luego inmediatamente
solicitó sexo.
Esta iba a ser la i nseminación que engañ
engañó
ó a su pareja haciéndole creer que él podría
ser el padre de cualquier niño concebido ese mes.
No sintió la necesidad de llegar al clímax durante el coito, solo l a necesidad de fingir que lo
había hecho. Como resultado, pocos de los espermatozoides de su pareja atravesaron su
cuello uterino y llegaron al campo de batalla. Y los que lo hicieran estarían fuera
compitió por la superioridad numérica de los asesinos y captadores de huevos de su
amante. Nunca hubo ninguna duda de que esta guerra en particular s ería ganada por el
amante de la mujer.
Su estrategia funcionó con mucho éxito, pero, por supuesto, nada de eso se logró a
nivel consciente. Su cuerpo logró sus objetivos orquestando subconscientemente
subconscientemente la
secuencia de estados de ánimo, motivaciones y respuestas que servirían mejor a sus
intereses reproductivos.
Conscientemente,
Conscientemente, simplemente habrá saboreado sus placeres sexuales, sus excitaciones
y sus miedos mientras sorteaba hábilmente el slalom de la infidelidad y el engaño.
El comportamiento y las respuestas de esta mujer durante su infidelidad fueron bastante
típicos. En Gran Bretaña, la frecuencia promedio de orgasmos nocturnos y masturbatorios
para las mujeres durante las fases de fidelidad es de poco menos de uno por semana
(Escenas 22 y 23). Durante las fases de la infidelidad, la tasa aumenta aproximadament
aproximadamente
e
cada dos días. Estos orgasmos ocurren con mayor frecuencia cuando las mujeres anticipan
que su próxima relación sexual será con su pareja. Cuando anticipan que será con su
amante, ocurren con menos frecuencia.
223
EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA
más atentamente y, en general, le dificultan más recolectar el esperma de otra
persona. Su estrategia para influir en el resultado de la guerra de espermatozoides,
por lo tanto, al igual que la de un hombre, depende de poder cambiar sus patrones
de masturbación y nocturnos sin ser detectada. Por lo tanto, la masturbación
femenina y los nocturnos han sido
moldeado para ser reservado tan rigurosamente como la masturbación masculina y
los sueños húmedos. Y de nuevo, al igual que para los hombres, es la participación
de la masturbación y los noctámbulos en la infidelidad y la guerra de esperma lo que
ha generado en las mujeres el impulso subconsciente por el secreto y la privacidad.
El hecho de que, en general, las personas no conozcan los patrones de masturbación
de los demás es un testimonio del éxito de ese impulso. Por las mismas razones
que discutimos para los hombres (Escenas 12 a 14), el anhelo de privacidad y
secreto sobre la masturbación que muestran la mayoría de las mujeres a menudo
se compara con su curiosidad, sospecha, disgusto e incluso prejuicios con respecto
a la práctica en general.
Por supuesto, las mujeres no siempre llegan al clímax en secreto. Al igual que
un hombre, una mujer a veces lo hará a la vista de su pareja sin que luego continúen
teniendo relaciones sexuales (Escena 20). A veces lo hace mediante una exhibición
abierta de masturbación, pero la mayoría de las veces lo hace con la ayuda de él.
Ya hemos discutido aspectos de esta situación con respecto al sexo oral (Escena
10), pero a menudo un hombre estimula a la mujer solo con sus dedos. Aquí es el
orgasmo en sí lo que es estratégicamente importante tanto para el hombre como
para la mujer, no cualquier información que la mujer desee dar o que el hombre
 orgasmos de derivación durante el sexo con su amante que con su pareja. Una vez desee recopilar oliendo y lamiendo sus genitales.

más, su pareja no puede detectar su favoritismo.

Tales orgasmos abiertos, sin coito inmediatamente después, tienen exactamente
las mismas consecuencias para la retención de esperma que la masturbación

Ahora podemos ver por qué es tan importante para una mujer ocultar sus privada de una mujer y las noches. Los estudios muestran que los tres tienen un

masturbaciones y noches nocturnas a su pareja como lo es para un hombre (Escenas efecto igualmente fortalecedor en su filtro cervical, particularmente si en el orgasmo

12 a 14). Si un hombre supiera exactamente cuándo y con qué frecuencia su pareja todavía tiene una gran población de espermatozoides en sus criptas cervicales. El

se masturba o tiene noches durante su actividad sexual de rutina, cualquier cambio resultado es que los tres reducen la retención de esperma en su próxima

en el patrón podría alertarlo sobre el hecho de que su cuerpo podría estar anticipando inseminación, incluso si esto no sucede hasta días después.

la infidelidad. Con esta advertencia, él podría estar más atento, protegerla

Para el hombre, hay un elemento de tranquilidad al ver

224 225

 
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GUERRAS DE ESPERMA EL CLIMAX DE LA INFLUENCIA

o ayudar a su pareja a tener tal orgasmo. Su mente subconsciente registra que, si Sin embargo, para llegar al clímax durante los juegos previos, un hombre a menudo

ella tiene relaciones sexuales con otro hombre durante el día siguiente (por ejemplo, muestra una gran urgencia en sus intentos de penetrar e inseminar, porque si tiene
éxito dentro de uno o dos minutos del clímax de la mujer, puede
a través de una infidelidad o una violación), al menos comienza esa relación sexual
con un filtro fuerte, y cualquier ejército colocado en su tracto será reducido. Por todavía pasa por alto su filtro cervical (Escena 25).

supuesto, la estratagema del hombre no es infalible, y su pareja puede hacer que su Como hemos visto una y otra vez, la mayoría de las estrategias mostradas por

preparación sea ineficaz al tener un orgasmo de derivación con el otro hombre. hombres y mujeres en relación con la eyaculación y el orgasmo son subconscientes,

Además, si, como es muy probable, su próxima relación sexual es con su pareja, la orquestadas por el cuerpo a través de secuencias de estado de ánimo, libido y

preparación de él habrá sido contraproducente: habrá reforzado el filtro de ella contra sensibilidad a la estimulación. De hecho, la mayor parte del comportamiento descrito

sí mismo. en este libro es igualmente subconsciente, producto de la programación genética más

que de la racionalización cerebral. Pero el elemento consc iente se presenta, no

Como hemos señalado, ayudar a una mujer a llegar al clímax durante los juegos obstante, a medida que los hombres y las mujeres aprenden por ensayo y error cuál

previos es, en general, una desventaja para el hombre. A diferencia de los clímax es la mejor manera de satisfacer sus sentimientos. Los hombres tienen que aprender

entre episodios sexuales que acabamos de c omentar, siempre es él, nunca otro muchas cosas, desde los conceptos básicos de la penetración hasta las sutilezas del

macho, el que va a sufrir una menor retención de esperma. La otra desventaja aquí orgasmo femenino. Las mujeres tienen que aprender cómo llegar al clímax, cómo

es que cuanto más espere para penetrar, mayor será la posibilidad de que pierda la alentar a los hombres a que las ayuden a hacerlo, y cuándo y cómo fingir. Ambos

oportunidad: la pareja podría verse perturbada o ella podría cambiar de opinión sexos también tienen que aprender las sutilezas estratégicas de la infidelidad y la

acerca de permitir el coito. prevención de la infidelidad; y cómo seleccionar una pareja, cómo cortejar y seducir a
la pareja seleccionada, así como también cómo evitar la atención no deseada.

Probablemente sea por estas razones que, como en muchas escenas de este
libro, la mayoría de los hombres preferirían penetrar a una mujer y comenzar el coito La capacidad de aprender todas estas cosas bien y rápidamente, cometiendo la

sin tratar de ayudarla a llegar al clímax durante los juegos previos. Pero debido a que menor cantidad posible de errores en el c amino, tendrá una gran influencia en el

las mujeres a menudo tienen mucho que ganar con un orgasmo previo (Escenas 24 éxito reproductivo de una persona. Las escenas 27 a 29 se ocupan de cómo los

y 25) y con frecuencia buscan la cooperación de un hombre para lograrlo, el nivel y hombres y las mujeres aprenden estas sutilezas sexuales necesarias.

la duración de la estimulación durante los juegos previos es una de las principales

áreas de conflicto entre hombres y mujeres durante su vida. encuentros sexuales.

Un hombre está más preparado para cooperar con los orgasmos previos cuando
tiene menos que perder, es decir, cuando la mujer no tiene espermatozoides en las
criptas cervicales o cuando el inseminado que está a punto de producir tiene pocas
posibilidades de verse involucrado en una guerra de espermatozoides; y cuando
tiene menos opciones, es decir, cuando la mujer se niega a permitir la penetración
hasta que haya tenido un orgasmo durante los juegos previos. Por lo tanto, no
sorprende que los hombres sean más propensos a cooperar en un orgasmo de juego
previo cuando han pasado la mayor parte del tiempo con su pareja (por lo que la
infidelidad es poco probable) y cuando la mujer es más insistente. Aun habiendo
ayudado a la mujer

226 227

 
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APRENDIENDO LAS MANOS

había pensado que estaba dentro de ella y había comenzado a empujar.

Pero cuando ella agarró su pene y lo guió hacia adentro, la sensación
CAPÍTULO NUEVE fue tan diferente que se dio cuenta de que debía haber estado en otro lugar.
de nuevo, probablemente entre sus nalgas. Casi había eyaculado
prematuramente, pero se había aguantado lo suficiente como para empujarse.
Mientras yacía en la oscuridad a su lado, su sentido de logro y satisfacción no
Aprendiendo el conocía límites. Él le dijo lo fantástico que había sido y
preguntó cómo había sido para ella.
a tientas Ella dijo, 'Genial' con un sarcasmo que hubiera desinflado a cualquiera
menos a un novato. Cuando lo vio por primera vez en la fiesta, lo descartó

ESCENA 27
La práctica hace bastante bien
Cuando el joven se quitó a la chica debajo de él en la cama, una pila de
abrigos y suéteres se derrumbó sobre él en la oscuridad. Los empujó hacia el
suelo. Él lo había hecho. Por fin lo había hecho. Sin lugar a dudas, finalmente
había eyaculado dentro de un
mujer.
Se había acercado dos veces antes. La primera vez, cuando tenía
dieciséis años, fue durante una intensa sesión de caricias con una chica
dos años menor que él. En esa ocasión, se había contentado con
eyacular, y en realidad no había intentado penetrarla. Luego, el año
pasado, en una fiesta como esta, lo intentó
i ntentó de nuevo pero falló.
Convencido de que estaba dentro de la chica, felizmente
fel izmente empujó hasta que eyaculó.
No fue hasta después que ella le dijo que todo lo que había hecho
fue empujado hacia abajo entre sus nalgas y eyaculó sobre la cama, o tal
vez sobre el abrigo de alguien. Esta vez, sin embargo, definitivamente lo
había logrado. Diecinueve años y había perdido la virginidad.
virgi nidad.
Es cierto que había sido rápido; como máximo unos segundos, una vez que
estuviera dentro de ella. Es cierto que también había necesitado ayuda. Como
en la ocasión anterior, las punzadas de su pene no habían logrado encontrar la
vagina de la chica, aunque él no lo habría sabido. Una vez más,
228
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GUERRAS DE ESPERMA
que realmente había permitido que tal insignificancia tuviera sexo con ella y
ansiosa por olvidarse de la experiencia, la chica mintió diciendo que necesitaba
ir al baño y que, por favor, ¿la ayudaría a mirar?
A regañadientes, se subió los pantalones y los pantalones hasta las rodillas,
se abrochó la cremallera y se levantó de la cama para ayudarla.
En verdad, no podía recordar lo que había hecho con sus bragas. Estaba
asombrado de que esta chica, quienquiera que fuera, hubiera accedido a entrar
en el dormitorio en primer lugar. Solo había hablado y bailado con ella durante
una hora. Incluso una vez que la había metido en el dormitorio, estaba tan
seguro de que cambiaría de opinión en cualquier momento que él le había
quitado las medias y las bragas a la velocidad de la luz, mientras ella seguía
dócil. En su prisa, podría haber tirado su ropa interior en cualquier parte.
Le preguntó de qué color eran
er an sus bragas. Cuando dijo que eran negros,
parecía claro que no había posibilidad de encontrarlos entre todos los abrigos
y suéteres que cubrían la habitación. Él sugirió que encendieran la luz, pero
ella le dijo que se olvidara, que se quedaría sin ella. Al segundo siguiente
estaba en la puerta, buscando a tientas el pestillo.
Cuando el joven tropezó con la ropa hacia ella, la puerta se abrió y ella se fue.
Tan pronto como ella se fue, la siguiente pareja estaba en camino y él tuvo
que empujarlos. Cuando salió por la puerta, la chica se había escapado por las
escaleras y se sumergió en una conversación.
En parte al principio para evitar más atención por parte del joven del que
acababa de escapar, se unió al hombre mayor de la fiesta. Tenía casi treinta
años, diez años mayor que ella. Sabía quién era él y conocía también su
reputación como mujeriego. Apuesto y razonablemente exitoso, le dijo que
había logrado asistir a la fiesta solo porque su pareja había ido a visitar a su
madre durante el fin de semana. Se quedó con él el resto de la velada y quedó
totalmente cautivada por su encanto y dulzura, por su humor y sensualidad.
Cuando él sugirió, mientras la gente comenzaba a irse, que debería dejar que
él la llevara a casa, ella aceptó. Cuando ella sugirió, como ellos
230
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como un prospecto, pensando en lo joven e inexperto que parecía. Pero
cuando él se centró en ella, ella
ell a había cambiado de opinión. Era bastante
guapo y su ropa era cara.
Su conversación había sido un poco inmadura e ingenua, pero sus ingeniosas
historias de logros y fracasos la habían impresionado. Cuando él le preguntó
descaradamente si tenía ganas de tener sexo con él, ella estaba lo
suficientemente borracha y excitada como para pensar que podría ser una
buena idea. Tan pronto como estuvieron en la habitación oscura, más o
menos le había arrancado la ropa interior. Luego, se había perdido todos los
 juegos previos, se acostó sobre ella como un peso muerto y empujó entre
sus nalgas y la cama. Incluso cuando ella lo ayudó a entrar en ella, él había
eyaculado tan pronto como estuvo adentro. Ahora quería elogios. Se sentía
avergonzada, molesta y sexualmente frustrada; prometió que, la próxima
vez, prestaría más atención a sus primeras impresiones.
Alguien llamó a la puerta del dormitorio y, al no obtener respuesta,
trató de abrirla. Cuando el cerrojo en el interior se mantuvo firme, el
posible intruso instó a quienquiera que estuviera dentro a darse prisa,
recordándoles que no eran los únicos que necesitaban la habitación.
Cuando la niña comenzó a revolverse en la cama, el joven le preguntó
qué estaba haciendo y le dijo que no necesitaban dejar la habitación
todavía. Estaba tan oscuro que ninguno podía ver al otro.
La chica dijo que estaba buscando sus bragas, y ¿podría recordar
r ecordar lo que
había hecho con ellas? Los había puesto en el suelo en alguna parte,
dijo, y los buscaría en un minuto; no había prisa, repitió. Avergonzado
229
APRENDIENDO LAS MANOS
besó en su auto y su mano descubrió que ella no estaba usando ropa interior,
que debería dejarla compartir su cama por la noche, él aceptó. Pasó el resto
de la noche, toda la mañana siguiente y parte
par te de la tarde siendo besada y
acariciada, mimada y estimulada. Tres veces la llevó al orgasmo y cuatro
veces la inseminó. Entre sus amores ella dormía y soñaba con una larga
relación con él.
Por un tiempo después de ese fin de semana, logró vivir su sueño. Ella
siguió siendo la amante del hombre hasta que descubrió que, además de su
pareja, él estaba teniendo sexo con al menos otra chica además de ella.
Luego dejó de reunirse con él.
Aproximadamente al mismo tiempo, su compañera de piso comenzó a ver
al joven al que había perdido las bragas la noche de la f iesta. Después de que
la pareja había sido pareja durante algunas semanas, la curiosidad de la chica
se apoderó de ella y le preguntó a su compañero de piso cómo era él en la cama.
Podía creer a su amiga cuando le decía que al principio no sabía nada.
Evidentemente, sin embargo, estaba aprendiendo rápido, y unos días antes
había encontrado su clítoris. Todo lo que tenía que hacer ahora era aprender
qué hacer con él; entonces, pensó ella, podría llegar a ser bastante bueno.
Tenía grandes esperanzas.
la técnica sexual no viene instintivamente a un hombre. Tiene que
S ser aprendido En este sentido, no es diferente de todos los pájaros machos.
y mamíferos La excitación, la erección y la eyaculación están preprogramadas
y son automáticas, pero las sutilezas del sexo deben adquirirse. Si un macho
quiere persuadir a una hembra para que permita la inseminación, tiene que
captar las sutilezas del cortejo y la estimulación. Luego tiene que aprender a
copular rápida y eficientemente para no perder las oportunidades que le brinda
su técnica de cortejo.
Los pájaros machos, por ejemplo, primero tienen que aprender a pararse
sobre la espalda de una hembra, luego a doblar la cola para
par a presionar contra
sus genitales antes de transferir el esperma. Los mamíferos machos tienen
que aprender qué hacer con sus erecciones: dónde poner sus
231
 GUERRAS DE ESPERMA
penes Incluso un animal tan inteligente como un chimpancé macho adulto es
totalmente inepto si se le niega la oportunidad sexual durante la adolescencia. Su
desarrollo sexual depende, en primer lugar, de observar a otros teniendo sexo y, en
segundo lugar, de practicar el coito él mismo. En compañía de una hembra, un
macho adulto inexperto como este se excita y se pone erecto, pero no tiene idea de
qué más hacer. Incluso tiene problemas
sabiendo a qué extremo de la hembra acercarse con su pene, y rara vez logra
copular en su primer encuentro o incluso en los siguientes. Por lo tanto, si un
mamífero macho no quiere perder la primera oportunidad de su vida de inseminar a
una hembra, necesita practicar durante la adolescencia, y los machos humanos no
son una excepción. Como descubrió el joven en la escena a su costa, el hecho de
no aprender rápidamente la técnica sexual durante la adolescencia puede resultar
pronto en oportunidades perdidas para la inseminación. Y puede tener una influencia
importante en el nivel de éxito reproductivo de un hombre. En todas las culturas
humanas, los hombres jóvenes primero escuchan y ven los c onceptos básicos de la
técnica sexual de aquellos con experiencia, ya sean compañeros precoces o
educadores mayores. En muchas culturas, la experimentación sexual por parte de
niños y niñas jóvenes, incluso prepúberes, se alienta abiertamente o al menos se
aprueba. Un niño que aprende temprano cómo persuadir a una niña para que tenga
sexo con él, cómo preparar sus genitales para la penetración, cómo estimularla para
que se lubrique y cómo encontrar y entrar en su vagina con su pene erecto, será
menos probable que se pierda su primeras oportunidades para reproducirse. El
 joven de la escena 27 tuvo su primera oportunidad de aprender
aprender técnicas sexuales a
los dieciséis años. Esta sola ocasión no fue suficiente. Dos años después, perdió su
primera oportunidad de inseminar a una niña porque aún no había aprendido cómo
encontrar su vagina con el pene ni cómo se sentía una vez que estaba dentro. A los
diecinueve años, aunque con ayuda, logró encontrar la vagina de una chica e
inseminarla, pero aun así su inexperiencia le costó una relación plena con su
conquista y, por lo tanto, c ualquier otra oportunidad sexual con ella.
Por supuesto, un hombre tiene que aprender mucho más que simplemente cómo
ganar el interés sexual de una mujer, cómo mantener ese interés
232
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GUERRAS DE ESPERMA
pasables, pruebas para aquellos machos que satisfacen sus otros criterios de
selección de pareja. Inevitablemente, estas pruebas son más difíciles para los
hombres sin experiencia. Como ejemplo, consideremos la posición del clítoris. Como
ya hemos señalado en humanos, simios y muchos monos, este órgano es pequeño,
difícil de encontrar y está alejado de la estimulación directa del pene durante el coito
(Escena 22). Puede ser estimulado por alguna parte de la anatomía del hombre
durante el coito , generalmente el pene, pero a menos que el hombre sepa
exactamente qué hacer, no tiene por qué ser así.
Más que nada, la estimulación del clítoris durante el coito depende de la postura o
el movimiento de la mujer, por lo que está mucho más bajo el control de la mujer que
del hombre. Esto es tan cierto para los humanos como
para cualquier otro mamífero, y no es sorprendente en vista de nuestras conclusiones
sobre la función del orgasmo sexual (escena 25). Este hecho hace que la vida sea
extremadamente difícil para un hombre inexperto, que lucha por aprender las técnicas
del coito. Si su propio comportamiento a veces estimula ya veces no la
mujer, un hombre solo puede aprender a explotar esta poderosa fuente de estimulación
sexual, ya sea a través de una gran cantidad de prueba y error o de la educación
directa de una mujer. Incluso entonces, una técnica de clítoris que funciona con una
mujer no necesariamente funciona con otra (Escena 36).
En la noche de la Escena 27, la chica estaba buscando una pareja a largo plazo
(Escena 18) y, como parte de su procedimiento de selección, su cuerpo estaba
ansioso por probar la competencia sexual del hombre elegido.
Debido a que al menos había aprendido algo sobre el cortejo, el joven pasó sus
primeras pruebas y tuvo la oportunidad de pasar su prueba de relaciones sexuales.
Fracasó estrepitosamente. El hombre más experimentado, sin embargo, pasó sus
pruebas en todos los niveles. La chica probablemente prefería al hombre mayor por
muchas razones, pero una era sin duda su técnica sexual superior.
el tiempo suficiente para tener la oportunidad de tener relaciones sexuales y dónde
poner su pene cuando finalmente llegue
APRENDIENDO LASelMANOS
momento. Un hombre que también puede
aprender cómo influir en el patrón de orgasmo de una mujer tiene muchas más
posibilidades de influir en su patrón de retención de esperma (Escenas 24 a 26). Pero
el cuerpo de una mujer hace poco para facilitar que los hombres aprendan las técnicas
necesarias. De hecho, hace lo contrario. ¿Por qué? La respuesta radica en la selección
de pareja y la forma en que las mujeres recopilan información sobre los hombres.
Ya hemos discutido con cierto detalle los criterios por los cuales una mujer
selecciona a un hombre (u hombres) para que sea su pareja a corto o largo plazo
(Escenas 18 a 21). Allí consideramos la importancia del estado, el comportamiento, la
apariencia, la fertilidad y la salud sexual de un hombre. También discutimos cómo la
mayoría de la selección de pareja es un proceso de compromiso; cómo un hombre
que puede parecer la mejor opción en una etapa de una relación puede no parecerlo
más adelante; y cómo una mujer a veces necesita equilibrar las cualidades visibles de
un hombre, como su estatus y apariencia, con sus cualidades menos visibles, como
su destreza en la guerra de esperma.
En efecto, para recopilar información sobre un hombre, una mujer necesita
someterlo a una serie de pruebas. Dependiendo de cuántas pruebas pase en
comparación con otros candidatos disponibles, ella lo aceptará o lo rechazará. Necesita
establecer pruebas que sean desafiantes pero no imposibles. No tienen ningún valor
para ella si son demasiado fáciles o si son tan difíciles que ningún hombre puede
superarlos. El cuerpo y el comportamiento de una mujer han s ido moldeados para
presentar tal prueba. Y la mayoría de las v eces, la cualidad masculina que se pone a
prueba es su capacidad para aprender a usar su cuerpo y hacer frente a su
comportamiento.
El aprendizaje siempre es más difícil cuando un comportamiento dado no siempre
provoca la misma respuesta. La respuesta femenina a cualquier estímulo masculino
en particular es notoriamente impredecible. Esto es cierto desde los primeros
momentos del cortejo hasta la ocurrencia del orgasmo durante el coito. No solo las
mujeres difieren (por una buena razón, Escena 36), sino que los individuos difieren de
una ocasión a otra (nuevamente por una buena razón, Escenas 24 y 25).
Esta variabilidad le permite a la hembra establecer desafíos, pero
233
APRENDIENDO LAS MANOS
es a pesar de la aparente desventaja de que, cuanto más influencia tiene un hombre
sobre su patrón de orgasmo, menos control tiene ella misma. Sin embargo, hemos
argumentado (Escenas 22 a 26) que el control de la mujer a este respecto es un arma
importante para influir en su éxito reproductivo. ¿Es posible que esta pérdida de
control sea más aparente que real?
Ningún hombre puede obligar a una mujer a llegar al clímax si su cuerpo no quiere.
Un hombre competente simplemente la ayuda a llegar al clímax cuando ella quiere un
orgasmo. Un hombre menos competente la obliga a hacer mucho más por sí misma a
través de la masturbación y los hábitos nocturnos. Por lo tanto, un hombre
experimentado y competente es una ayuda, no una amenaza. Pero hay otro aspecto
en la preferencia de las hembras por los machos más experimentados.
Básicamente, una mujer utiliza el enfoque de un hombre para los juegos previos y
las relaciones sexuales para obtener información sobre él. Un hombre que es capaz
de excitar a una mujer y estimularla hasta el orgasmo indica que tiene experiencia
previa con otras mujeres. Esto le dice que otras mujeres también lo han encontrado lo
suficientemente atractivo como para permitir el coito.
Cuanto más eficazmente la estimule, más experimentado debería ser y, por lo tanto,
mayor será el número de mujeres que hasta ahora lo han encontrado atractivo.
Mezclar sus genes con los de él, por lo tanto, puede producir hijos o nietos que
también son atractivos para las mujeres, aumentando así su éxito reproductivo.
Curiosamente, también se sabe que las hembras de algunas especies de aves
usan este criterio durante la selección de pareja. Si una hembra ve que una o más
hembras se aparean con un macho en particular, también es más probable que se
aparee con él. Así que ser visto como atractivo para otras mujeres es un rasgo
masculino atractivo por derecho propio. A pesar de las dificultades, virtualmente todos
los hombres eventualmente aprenden los conceptos básicos del coito, y la mayoría
aprende incluso las sutilezas. Pero cuanto más rápido sean capaces de aprender,
menos oportunidades de inseminación perderán en su vida, y es probable que
engendren más hijos, con más mujeres, que sus contemporáneos de aprendizaje más

Cuando se les pregunta por qué les gustan los hombres que pueden estimularlas
hasta el orgasmo, las mujeres responden naturalmente en términos del placer que
obtienen del orgasmo. Pero las ventajas que obtiene una mujer al seleccionar a los
hombres más competentes son tanto biológicas como sensuales. Esta
234
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GUERRAS DE ESPERMA
los niños y niñas que experimentan más antes de la pubertad, particularmente si esa
experimentación implica contacto genital, tienen más parejas sexuales a lo largo de
su vida. Aprovechar al máximo las oportunidades tempranas para la práctica sexual
le da al niño una ventaja sobre sus contemporáneos y asegura que en las
generaciones venideras tendrá más descendientes en la población.
Obviamente, el hecho de no practicar cuando es más joven no condena totalmente
a un joven a una vida sin relaciones sexuales exitosas. Si una niña o mujer encuentra
a un hombre lo suficientemente deseable como pareja a corto o largo plazo en otros
aspectos, es posible que tolere la inexperiencia, la falta de consideración y otras
deficiencias sexuales. La selección de pareja es, después de todo, un proceso de
compromiso (Escena 18). En la Escena 27, el compañero de piso se encarga de
educar al joven en las sutilezas del coito. Su objetivo era crear una pareja que,
además de las cualidades que obviamente le gustaban bastante, fuera moderadamente
competente para ayudarla a llegar al clímax cuando le convenía. Mientras lo educaba,
también estaba probando su capacidad para aprender técnicas sexuales. Se estaba
volviendo 'bastante bueno', sugiriendo que cualquier hijo o nieto que pudiera darle
también sería al menos 'bastante bueno'.
Es importante destacar que, al educarlo para que la ayudara a llegar al clímax, no lo
estaba educando para que ayudara a otras mujeres a llegar al clímax, o, al menos,
no en la misma medida (Escena 36). Aprendería algo de ella, pero no tanto como
podría parecer.
En esta discusión, nos hemos concentrado en el desarrollo sexual de los machos
 jóvenes en su lucha por pasar las pruebas creadas por las mujeres en nombre de la
selección de pareja. Aunque las mujeres jóvenes tienen mucho menos que aprender
sobre los conceptos básicos de las relaciones sexuales que los hombres jóvenes, sí
necesitan aprender a reconocer y actuar sobre los impulsos generados por sus
cuerpos. Por ejemplo, una niña tiene mucho que aprender sobre cómo masturbarse
y cuándo hacerlo, o no. Ella también tiene que aprender cómo y cuándo buscar la
cooperación de un hombre para estimular el orgasmo durante los juegos previos, las
relaciones sexuales y los juegos posteriores. Finalmente, tiene mucho que aprender
sobre las técnicas de engaño y tranquilidad dentro de las relaciones.
236
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GUERRAS DE ESPERMA
unos a otros entre los árboles. Las dos chicas se tomaron del brazo e,
inclinándose una hacia la otra mientras avanzaban, susurraban comentarios
sobre el cuerpo y el comportamiento de los chicos, riéndose a carcajadas cada
vez que una de ellas decía algo particularmente malvado.
Dejando a los dos niños con sus juegos, las niñas continuaron por una curva
en el camino. Delante de ellos, en un pequeño claro iluminado por el sol, un
estrecho puente de madera cubierto de hierba llevaba el camino a través de un
río. Si las chicas hubieran sabido lo que sucedería en las próximas horas, podrían
haber pensado que la oscura plantación de pinos en la que desembocaba el río
parecía amenazadora. Así las cosas, encontraron el lugar fresco y hermoso.
El río era poco profundo, y los guijarros en su lecho hacían que el agua balbuceara
suavemente mientras fluía.
Este sonido de agua corriendo fue el antídoto perfecto para el calor del día.
Aún mejor, justo antes de que el río se doblara bajo el puente y entrara en la
plantación, el agua formó una gran piscina poco profunda de poco más de un
metro de profundidad.
lento. Los estudios han demostrado que
235
APRENDIENDO LAS MANOS
Sus impulsos de hacer todas estas cosas serán orquestados subconscientemente
por su cuerpo, pero la experiencia que desarrolle para satisfacer estos impulsos
dependerá de su capacidad para aprender, y para aprender rápidamente. Es
improbable que la falta de aprendizaje rápido de la técnica sexual haga que una mujer
pierda oportunidades de inseminación tan claramente como lo puede hacer la
inexperiencia para un hombre. Sin embargo, influirá en la medida en que aproveche
al máximo las oportunidades que se le presenten. No menos importante, la eficiencia
con la que aprende influirá en su capacidad para aprovechar al máximo la guerra de
esperma.
Discutimos este proceso de aprendizaje para las mujeres en la Escena 31. Primero,
observamos los peligros y las repercusiones de la forma en que las mujeres prueban
la destreza sexual masculina en las primeras etapas del cortejo.
ESCENA 18
Áspero y caído
Los cuatro adolescentes caminaban ruidosamente por el bosque de verano, al fin
protegidos del abrasador sol de la tarde por los árboles frondosos. Delante de ellos,
las ardillas se apartaron del camino y los pájaros volaron hacia los arbustos, haciendo
sonar sus llamadas de alarma. Nadie había pisado este camino por un tiempo.
Uno de los dos niños había pasado recientemente su examen de manejo y había
tomado prestado el auto de su madre para ese día. Habían aparcado al lado de la
carretera y durante los últimos quince minutos habían estado caminando por el bosque
de camino a un lugar conocido por una de las chicas. Al principio, habían recorrido el
camino angosto en parejas, la pareja de cabello oscuro al frente, el segundo chico y
su novia detrás.
Cada pareja caminó de la mano. Pero cuando el camino se ensanchó, se separaron.
Los chicos se habían quitado las camisas y, con algún pretexto, habían empezado a
sacudirse con ellas. Luego se habían escapado, persiguiendo
237
APRENDIENDO LAS MANOS
Secretamente envidiaba al moreno; envidiaba su masa muscular, su capacidad
atlética y su habilidad para nadar. Era como un imán para las chicas. En las
fiestas, se apiñaban a su alrededor, pendientes de cada una de sus palabras,
riéndose a carcajadas de sus bromas, cada una tratando de que él la notara.
Según los rumores, había tenido relaciones sexuales con casi todas las chicas
atractivas de su círculo, incluso con la actual novia del segundo chico.
Él, en cambio, todavía era virgen. Ni siquiera había sido capaz de persuadir a su
novia, nada ajena al sexo, para que le permitiera penetrarla. A ella no le importaba
que sus dedos estuvieran dentro de ella y felizmente jugó con él hasta que
eyaculó, pero ni una sola vez en tres meses lo había dejado tener relaciones
sexuales.
Uno de los pocos de su grupo que hasta ahora no había tenido sexo con el
chico de cabello oscuro era la chica de cabello oscuro que estaba con él hoy.
Era, en muchos sentidos, la chica más at ractiva de su año en la escuela.
Sin embargo, hasta el día de hoy, tendía a distanciarse socialmente y, por lo
general, se la veía conducida por hombres mayores. Ninguna de estas escoltas
 Cuando las niñas se acercaron a la piscina, fueron alcanzadas por sus dos
compañeros, ahora sin aliento por el esfuerzo. El de cabello oscuro se detuvo en
el borde, rápidamente se quitó los shorts de baño y saltó, inmediatamente a
gusto en el agua fría. Las chicas eran mucho más lentas desnudándose hasta
quedar en bikini y él se impacientaba, salpicando y tirando agua en su dirección,
provocando gritos de 'No', '¡Basta!' y '¡No hagas eso!' Hubo muchas carreras
hacia adelante y hacia atrás ya que, cada vez que se acercaban, los salpicaba.
Las blasfemias volaron en medio de los gritos de sorpresa y risa. Al final, las dos
chicas intervinieron y comenzaron a vengarse fría y húmedamente de su
antagonista.
El segundo chico miraba desde la orilla del río y se desnudó lentamente hasta
quedar en calzoncillos. Había estado temiendo este momento. No sabía nadar y
en verdad tenía fobia al agua. Habría podido arreglárselas solo, pero con todas
las payasadas que estaban sucediendo, estaba secretamente aterrorizado. No
había forma de que pudiera meterse en el agua con los demás. Se sentó y
observó su diversión y esperó con nerviosismo lo inevitable.
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GUERRAS DE ESPERMA
había estado inconsolable, y todavía no había perdido la esperanza de que algún día
lo recuperaría. En ese momento estaba mucho más preocupada por coquetear con
él que con su novio. Cuando los otros dos decidieron que era hora de obligar a su
novio a meterse en el agua, ella se unió a ellos. Salieron, agarraron sus pies y manos
y, a pesar de su miedo evidente y sus súplicas genuinas, lo arrojaron a la piscina.
Tratando de no mostrar su pánico, rápidamente volvió a salir del agua, maldijo a sus
compañeros y luego se acomodó en la orilla del río.
Eventualmente, su novia vino y se sentó con él y pronto todos estaban afuera,
calentándose bajo el sol. Después de un período breve y silencioso, comenzó a
arrojar tallos de hierba al otro niño. Hubo otra persecución y un combate desigual que
perdió fácilmente. Cuando regresaron, fue el turno de las chicas de arrojar vegetación
al chico de cabello oscuro. Amenazó con recriminar, bajó al río, ahuecó las manos
para sacar un puñado de agua y se la arrojó a las dos niñas entre carcajadas. Ellos
tomaron represalias uniendo fuerzas y empujándolo al agua. Luego saltaron tras él y
la refriega continuó.
El otro chico se sentó, miró y envidió. En medio de todos los chapoteos y gritos,
escuchó a su novia decir que iba a bajarle los shorts al moreno. Pronto, las dos
chicas estaban luchando con él. Tan pronto como se dio cuenta de lo que estaba
pasando, se agarró los pantalones cortos y gritó: 'No. . . ¡para!' y maldiciendo en voz
alta. El otro chico miraba, con una media sonrisa celosa en su rostro, deseando que
algo así le pasara a él de vez en cuando.
El chico de cabello oscuro estaba emocionado. La idea de perder sus pantalones
cortos ante las dos chicas le atraía, pero aun así luchó y protestó. Gritó: '¡No!' unas
cuantas veces más, maldijo, insistió en que sus pantalones cortos se romperían, y
luego, cuando sintió que había protestado lo suficiente, dejó de luchar y dejó que se
salieran con la suya. Fue la novia del otro chico quien completó el trabajo, agitando
su trofeo en el aire con entusiasmo. Cuando él agarró sus pantalones cortos, ella se
los arrojó a la otra chica.
El moreno y el otro
240
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GUERRAS DE ESPERMA
La novia del otro chico se había excitado por su contacto cercano con el
chico de cabello oscuro, los recuerdos regresaban de la ocasión en que habían
había durado mucho, y se rumoreaba que todavía era virgen y algo provocativa.
Siempre se había negado a salir con alguien de su edad, incluso con el chico de
cabello oscuro. Hoy, sin embargo, su persistencia había sido recompensada
cuando por fin ella aceptó su invitación. Cuando el segundo chico vio que su bikini
blanco se volvía prácticamente transparente al mojarse, tuvo que aceptar que en
realidad era mucho más atractiva que su propia novia. Mientras observaba a las
dos niñas jugando y haciendo las paces con el muchacho en el agua, se puso
cada vez más celoso.
Los otros tres sabían que no sabía nadar, pero subestimaron su miedo al
agua. Lo instaron a unirse a ellos, señalando que en realidad no era muy
profundo. A medida que continuaba declinando, se irritaron e impacientaron.
Incluso su novia, avergonzada por lo mal que se comparaba con el otro chico, se
molestó. Aunque disfrutaba genuinamente de la compañía de su novio, se sentía
mucho más atraída por el de cabello oscuro. Hace unos meses ella había tenido
sexo con él, pero él la había dejado casi de inmediato. Por un tiempo ella
239
APRENDIENDO LAS MANOS
la novia de uno se derrumbó en un montón en el agua. Mientras tanto, la chica de
cabello oscuro salió de la piscina, recogió la otra ropa de su novio y desapareció
con ellos en el bosque. El chico desnudo estaba tan ocupado jugando con la novia
del otro chico y excitándose que no se dio cuenta de lo que estaba pasando en el
banco, hasta que reapareció su propia novia. Cuando se dio cuenta de lo que había
sucedido, se hundió de nuevo en el agua para ocultar su erección, mientras pensaba
qué hacer a continuación.
Después de escuchar las bromas y las acusaciones de cobardía por no ponerse
de pie, se volvió hacia su novia, instándola a que le trajera la ropa. Sin embargo, a
pesar de las bromas de buen humor y las amenazas, se negó a cooperar. Una falsa
irritación se deslizó en su voz y, eventualmente, anunció que no le importaba quién
lo viera 'con una erección' y que su novia iba a pagar. Con eso, nadó hacia la orilla y
salió del agua. Su
La novia se quedó parada por un segundo, congelada por la emoción y la indecisión.
Entonces, mientras él estaba frente a ella en la orilla, ella comenzó a correr por el
camino hacia el puente. El chico lo persiguió. La pareja estaba apenas a la vista de
los demás cuando él la agarró, la tiró al suelo y se sentó a horcajadas sobre ella,
sujetándole los brazos al suelo. Ambos estaban sin aliento. Ella se estaba riendo,
pero él no. Todavía visiblemente emocionado, estaba a punto de perder el control.
Le preguntó dónde había escondido su ropa. Ella dijo que tenía que
Encuéntralos. Puso su mano en la parte superior de su bikini y dijo que si ella no le
mostraba dónde estaban, se lo quitaría. Ella fingió ceder, diciendo que le mostraría
dónde estaban, pero tan pronto como él la dejó levantarse, salió corriendo de nuevo,
riendo. Él la agarró, le puso una mano en la nuca, le retorció un brazo detrás de la
espalda y le pidió de nuevo que se lo mostrara.
Ella protestó que él la estaba lastimando. Él no la soltó hasta que ella le mostró su
ropa, dijo, y comenzó a hacerla marchar como una rana por el bosque, de regreso
al lugar donde pensó que ella las había llevado. Desaparecieron entre los árboles.
241
APRENDIENDO LAS MANOS
cuál era su preferencia a pesar del hecho de que él realmente la había obligado
a tener sexo. El cóctel de emociones lo estaba llevando al límite. Quería tener
 tenido relaciones sexuales. Decepcionada por su partida, ella redirigió su
excitación hacia su novio. Extendió la mano para ponerlo de pie y sugirió que
ellos también salieran a caminar. Una vez que estuvo de pie, tiró de su cuerpo
húmedo y frío contra él y la besó.
Cuando sintió que él se excitaba, volvió a sugerir que siguieran adelante en
caso de que los demás regresaran. Caminaron un poco hasta que encontraron
un lugar apartado en la orilla del río y se acostaron ocultos del camino por la
vegetación. Cuando él se quejó de que sus ropas mojadas eran incómodas y
que debían quitárselas, ella estuvo de acuerdo. Por primera vez desde que se
conocieron, en realidad podían verse la desnudez del otro, en lugar de estar
hurgando en la oscuridad del auto de su madre. Sabía que ella estaba tomando
la píldora, y supuso que por fin iban a llegar hasta el final. Supuso que, como
siempre se había contenido en el pasado, lo volvería a hacer.
Al principio, sus caricias siguieron su curso habitual. Besó y acarició su piel
que rápidamente se calentaba. Ella le acarició la espalda. Él jugueteó
inexpertamente con sus genitales, ella sostuvo su pene en su mano. Dijo que
no quería correrse todavía, y se movió para ponerse encima de ella. Cuando
ella se quejó, él dijo que solo quería frotarse contra ella. Ella dijo que no quería
que lo hiciera. Él la instó a que lo dejara y, finalmente, ella cedió. Después de
unos segundos encima, dijo que quería penetrarla. Ella dijo que no. Él suplicó,
ella se negó. Él le preguntó por qué había dejado que su amigo de cabello
oscuro tuviera relaciones sexuales con ella, pero no se lo permitió. Ella no
había querido tener sexo con el otro chico, mintió. De todos modos, y lo dijo
con más honestidad, él no le había dado muchas opciones.
Fue la última gota. Acostado desnudo al sol, encima de una chica desnuda,
su pene no más que un empujón lejos de su vagina, estaba más excitado de lo
que jamás había creído posible. Toda la tarde se había sentido inadecuado y
sospechaba, con razón, que su novia todavía prefería a su amigo a él. ahora
aprendió
242
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GUERRAS DE ESPERMA
Él se disculpó, dijo que no v olvería a suceder y le rogó que no le dijera a nadie.
Como una ocurrencia tardía, dijo que en realidad no estaba tratando de
penetrarla, que por supuesto que lo habría logrado si realmente lo hubiera
querido, y que solo era un juego. Él debe pensar que ella era estúpida si pensaba
que ella o cualquier otra persona creería eso, le dijo, iba a recibir su merecido.
Con eso, ella le arrojó sus shorts mojados, le dijo que cubriera su patético pene
y se alejó diciendo que iba a buscar a los demás y contarles lo que había
sucedido.
Incluso si los hubiera encontrado, los demás no se habrían interesado ya
que acababan de representar su propio drama. El moreno desnudo, con el pene
todavía erecto, había conducido a la chica como una rana a través de los pinos
hasta el lugar donde ella decía haber escondido su ropa.
Ella lo había llevado a la oscuridad de la plantación. Había un suave lecho de
agujas de pino de olor dulce bajo sus pies, y estaban ocultos del cielo y del
camino por un regimiento de árboles de diez años. Ambos estaban muy
emocionados por las emociones de los últimos minutos. La lucha en el agua
como habían luchado con sus pantalones cortos; las persecuciones, las
torsiones de brazos, su estado de desnudez, todo se había combinado para
producir en cada uno de ellos un subidón de excitación sexual. No había ninguna
duda en la mente del chico, pero cuando ella le había mostrado dónde estaba
su ropa, iban a tener sexo. Para él, no podía haber otro resultado. La excitación
sexual siempre despertaba en él agresión y un impulso de dominar, incluso de
herir. Esto sucedía cada vez que tenía relaciones sexuales, incluso sin los
 juegos previos bruscos y las burlas que había experimentado hoy. Quería sexo
con esta chica, pero también tenía un fuerte impulso de humillarla de la misma
manera que ella había tratado de humillarlo a él.
La niña siguió alimentándose de su frustr ación, agresividad y visible
excitación. Los rumores sobre ella eran ciertos. ella todavía era una
Virgen. Dedos, pero no penes, habían estado en su vagina. En verdad, tenía
miedo a la penetración real, miedo a que su vagina se partiera; la idea la había
mantenido despierta muchas noches. Sin embargo, al mismo tiempo, tenía un
alto nivel de motivación sexual. Se masturbaba a menudo y disfrutaba del
contacto cercano con el macho.
sexo con ella, y lo iba a tener. Si su amigo pudiera obligarla, él también podía.
Si a ella todavía le gustaba su amigo a pesar de que él la obligó, todavía le
gustaría él. Movió su cuerpo hacia abajo solo la distancia necesaria para
empujarse a sí mismo, y falló.
Tan pronto como la niña se dio cuenta de lo que estaba tratando de hacer,
le dijo que se detuviera y comenzó a forcejear. Brevemente le suplicó que lo
dejara entrar, pero cuando ella todavía dijo que no, usó su peso y fuerza para
inmovilizarla contra el suelo. Lucharon mientras él intentaba sujetarla y encontrar
su vagina. Apuñaló y golpeó con su pene, pero siguió fallando. Lentamente, la
chica se dio cuenta de que, a diferencia de su amigo, él no sabía lo que estaba
haciendo. Tenía la fuerza y el peso, pero no la experiencia. Estaba intentando
en todas partes menos en el lugar correcto.
Ella siguió mordiendo y arañando y protestando enojada, mientras cambiaba
sutilmente su posición para tratar de facilitarle la penetración.
Pero fue demasiado tarde. Los sentimientos de frustración e insuficiencia se
fusionaron con el pánico en el cuerpo del joven. Todavía no estaba dentro de
ella, y no podía contener la eyaculación por más tiempo. Cuando llegaron los
chorros, el semen corriendo entre sus nalgas sobre la hierba, se sintió
totalmente patético. Lo había arriesgado todo y había fallado.
Por unos breves momentos, la chica se quedó en silencio. Entonces sus
emociones se hicieron cargo. La mezcla de miedo y excitación sexual que tenía
experimentado mientras luchaban, la falta de liberación a través de la
penetración o el orgasmo, y el desdén por él que había estado creciendo a lo
largo de la tarde, todo estalló en ira. A cada paso durante las últimas horas
había disminuido en estatura en comparación con su amigo. Ella lo llamó
bastardo, le dijo que era patético, se burló de él diciéndole que ni siquiera podía
violarla y dijo que iba a denunciarlo.
Cuando ella se puso el biquini y se movió para ponerse de pie, él se encogió
aún más ante sus ojos. La liberación posclimática había eliminado todo rastro
de agresión y orgullo, y tenía lágrimas en los ojos.
243
APRENDIENDO LAS MANOS
cuerpo. Más que nada, disfrutó de su creciente tensión mientras esperaba el
momento de negar la penetración a un hombre que se había excitado con su
cuerpo. Conocía la reputación de rudeza y agresión de este chico durante el
sexo. Después de todo, había tenido relaciones sexuales con casi todos sus
amigos en el pasado Bar. Sin embargo, estaba convencida de que podía
manejarlo.
Cuando fingió demasiadas veces que no recordaba dónde había puesto su
ropa y luego se rió de él, le dio la excusa que estaba buscando. Nuevamente le
torció el brazo detrás de la espalda hasta que le dolió, la atrajo hacia él y le
preguntó dónde estaba su ropa. Todavía pensando que estaba bromeando, ella
repitió que no podía recordar y se quejó de que estaba herido. Al segundo
siguiente ella estaba en el suelo, boca abajo sobre el suave lecho de agujas de
pino, y él le estaba quitando el biquini, casi poniéndola de cabeza en su urgencia
por arrancarle la mitad inferior. Por unos momentos se sorprendió, pero aún
pensó que era un juego. Pero cuando se sentó a horcajadas sobre sus nalgas,
le puso ambos brazos en la espalda para que le doliera y le apretó la cara
contra las agujas de pino de modo que apenas podía respirar, su entusiasmo
comenzó a desvanecerse rápidamente. Él est aba yendo demasiado lejos y
lastimándola demasiado.
Él le dijo que si conseguía su ropa ahora, ella podría recuperarla antes de
que terminara la tarde. La agarró del cabello, levantó su cabeza del suelo y
volvió a preguntar. Ella dijo que estaba bien, pero que dejara de lastimarla.
Cuando soltó un brazo, ella señaló una rama caída más adelante, a la altura de
la cintura. La arrastró para que se pusiera de pie, una vez más tirando de sus
dos brazos detrás de ella y sujetándolos dolorosamente contra su espalda.
Luego la condujo hasta la rama caída, empujó su estómago contra ella, la obligó
a inclinarse hacia adelante y le preguntó dónde. Ella lloró que él la estaba
lastimando, le suplicó que se detuviera y le dijo exactamente dónde estaba la
ropa. Él los vio y luego le dijo que le enseñaría a no volver a molestarlo.
Le dolía el lugar donde la rama le rozaba el estómago y por la forma en que
él le subía los brazos por la espalda con la mano izquierda, pero aun así no se
dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Entonces
 244
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GUERRAS DE ESPERMA
Hasta ahora, todo había sido físico, no sexual, y aunque estaba adolorida y sorprendida
de lo impotente que era para resistir su fuerza, todavía estaba eufórica en lugar de
asustada. No fue hasta que él comenzó a separar sus piernas con los pies que el miedo
de repente se apoderó de su estómago. Casi antes de que pudiera encontrar las palabras
para preguntarle qué
estaba haciendo, él estaba dentro de ella. Ella le dijo que no estaba tomando la píldora
y le rogó que parara. Cuando trató de gritar, el sonido se atascó en su garganta. La
fuerza con la que la presionaba contra la rama y el dolor de sus brazos, estómago y
vagina virginal le quitaron el aliento. Cada embestida era una agonía. Ella comenzó a
llorar, y una y otra vez le rogó que se detuviera. No lo hizo, pero al menos eyaculó
rápidamente.
Con la eyaculación, su agresión se desvaneció. Él le dijo lo bueno que había sido y
que ella era la mejor hasta ahora. Dijo que lamentaba haberla lastimado, la levantó
suavemente de la rama y trató de atraerla hacia él para abrazarla. Ella se resistió. Era
un bastardo, sollozó, y la había lastimado. Le acarició la cabeza, besó sus lágrimas y le
dijo que en realidad no había tenido la intención de lastimarla; que pensó que ella había
querido que fuera así. Por un rato, se sentaron con la espalda contra un árbol, él con su
brazo alrededor de los hombros de ella. Dejó de llorar, se quedó muy callada y comenzó
a chuparse el dedo. Tenía dolor, tanto mental como físicamente, y no sabía qué hacer.
Tres pensamientos rondaban por su cabeza: la habían violado; ya no era virgen; y su
vagina podría aceptar un pene después de todo, aunque le doliera.
Habló intermitentemente, diciendo al menos tres veces lo bueno que había sido y
cuánto le gustaba. Solo una vez, ella lo acusó de violarla. Se rió y dijo que suponía que
era un poco como una violación. Ella dijo que no era un poco como una violación, era
una violación. Un poco más tarde, dijo que debería haber usado un condón. Se disculpó,
dijo que había traído algunos y que estaban en el bolsillo del pantalón que ella había
escondido. Luego dijo que no debería haberlo emocionado tanto, y en el siguiente aliento
trató de tranquilizarla sobre el embarazo y el SIDA.
Eventualmente, ellos
246
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GUERRAS DE ESPERMA
despertó los celos de sus amigas por haber conseguido el chico que todas
querían. A pesar de las infidelidades ocasionales mientras estaban en la
universidad, continuaron viéndose de forma intermitente durante los siguientes tres años.
Eventualmente comenzaron a vivir juntos.
Su primer coito en el pinar marcó el estilo de su relación sexual. En los años
que siguieron, recrearon esa y otras escenas similares con consentimiento
mutuo. Para ellos, el coito era casi siempre agresivo y, a menudo, doloroso.
Disfrutaron ideando escandalosos escenarios para generar miedo y humillación
como antesala.
Cuatro años después de empezar a vivir juntos, tuvieron su primer hijo.
el juego sexual de peleas y revolcones es un elemento común en el
R cortejo de humanos y de muchos otros animales, ya que toman
decisiones sobre si tener relaciones sexuales o no. Tal comportamiento
tiene muchas facetas, la mayoría de las cuales se ilustran en la escena, y todas
implican una interacción entre la selección de pareja por parte de las hembras
y la exhibición de calidad por parte de los machos. Las hembras establecen
pruebas de fuerza física y competencia sexual (Escena 27), que luego los
machos pasan o fallan. En su búsqueda del éxito reproductivo, el uso juicioso
de la rudeza y la caída puede tener beneficios importantes para una mujer, y
245
APRENDIENDO LAS MANOS
se vistió y regresó al río pa ra reunirse con sus amigos.
Durante la caminata de regreso al automóvil y en el camino a casa, las dos niñas y
el niño que conducía estaban muy callados y retraídos.
Solo el moreno parloteaba como si nada hubiera pasado. Más tarde esa noche, cuando
los niños se fueron, las dos niñas se confiaron la una a la otra. La novia del conductor
inició su conversación al decir que había sido violada. Afirmó que era la segunda vez y
le contó a su amiga sobre su experiencia anterior con el chico de cabello oscuro.
Su amiga luego describió su tarde.
Compararon notas sobre lo que les había hecho el moreno. Luego se contaron los
rumores que habían oído sobre el trato que daba a algunos de sus amigos. Reflexionaron
sobre por qué obligaba a las chicas cuando la mayoría de ellas, con el tiempo,
felizmente tendrían sexo con él de todos modos. No muy en serio, consideraron
denunciarlo a la policía, para evitar que violara a otros. Tal vez ambos deberían ir y
reportar a los dos chicos por los incidentes de la tarde. Hablaron sobre el posible
escenario en la estación de policía, pero decidieron que la experiencia podría ser peor
que la violación real. Además, significaría que sus padres se enterarían y probablemente
nunca más se les permitiría salir.
La novia del conductor ya no tenía nada que ver con él, y a los pocos días comenzó
a salir con otro chico que tenía auto propio.
Cada vez que lo encontraba, lo desairaba o lo llamaba violador. Nunca perdía la
oportunidad de decirles a sus amigos lo patético que era y cómo no podía entender por
qué había salido con él en primer lugar. Una vez que estaba en la universidad, rara vez
regresaba a casa, ansioso por evitar a las personas que pensaban tan poco en él.
El día después de que la otra chica perdiera su virginidad, tomó la píldora y, después
de rechazar al chico de cabello oscuro dos veces, finalmente accedió a salir con él
nuevamente. Siguieron viéndose durante el resto del verano, el más largo que había
estado con alguien. Obtuvo los elogios apropiados y
247
APRENDIENDO LAS MANOS
un hombre que suele ser un completo extraño para su víctima (Stone 33).
En principio, debería ser fácil trazar una línea inequívoca entre las relaciones
sexuales bruscas y la violación en una cita. Si una mujer dice que no, pero el
hombre fuerza el coito de todos modos, entonces el coito fue una violación. Sin
embargo, como reconocen todos los ordenamientos jurídicos del mundo, la
situación no es tan sencilla. Uno de los problemas es que, en muchos aspectos
de la vida, la gente a menudo dice que no cuando lo que realmente quiere decir
es 'A ver si me puedes persuadir'.
En la Escena 28, vimos cinco incidentes en los que la gente dijo que no. En
dos de estas ocasiones parecía que lo decían en serio y en tres no. Primero, las
chicas le dijeron al pelinegro que no las salpicara, pero no fue en serio y en
unos minutos estaban disfrutando de su represalia. En segundo lugar, el otro
niño tenía un miedo genuino al agua, dijo que no cuando lo invitaron a unirse a
los Otros y suplicó que no lo arrojaran. Los otros tres subestimaron su miedo,
ignoraron sus súplicas y lo arrojaron. En tercer lugar, la oscuridad El chico de
pelo al principio no quería perder sus pantalones cortos, dijo que no y luchó por
conservarlos. Pronto cambió de opinión y decidió que le gustaría perderlos. Sin
embargo, siguió diciendo que no y luchando. En cuarto lugar, la novia del otro
chico se resistió a los intentos de coito de su novio. Ella dijo que no y luchó.
Pero cuando se dio cuenta de que él no era capaz de forzar el coito, cambió de
opinión en el último minuto y trató de ayudarlo a penetrar. Sin embargo, ella
siguió luchando y dijo que no. Finalmente, la chica de cabello oscuro tenía un

un desempeño satisfactorio puede ser igualmente beneficioso.
a un hombre.
En la gran mayoría de las ocasiones, estos juegos bruscos se desarrollan
sin que la mujer ni el hombre sufran ningún daño. De hecho, ambos ganan. La
mujer obtiene la información que desea y al hombre, si se comporta
satisfactoriamente, se le puede permitir tener relaciones sexuales. De vez en
cuando, sin embargo, estos juegos pueden ser peligrosos. Hay un pequeño
paso desde las relaciones sexuales violentas y tumultuosas, a través del límite
del consentimiento mutuo, hasta la violación. Esto es una violación en una cita:
cuando un hombre fuerza el coito a una mujer que al menos lo ha encontrado
lo suficientemente atractivo como para 'salir' y, a menudo, lo suficientemente
atractivo como para besarlo y 'acariciarlo'. No es la violación depredadora al azar por
248
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GUERRAS DE ESPERMA
En un estudio de estudiantes estadounidenses publicado en 1982, se encontró
que las niñas que fueron expuestas a un intento de violación en una cita tenían tres
veces más probabilidades de reanudar su relación con el hombre en cuestión si su
intento tenía éxito que si fracasaba. Presumiblemente, el hecho de que todas estas
mujeres hayan afirmado que el hombre había intentado violarla significa que en ese
momento dijeron que no y querían decir que no. Sin embargo, si el hombre lograba
forzar el coito, casi la mitad (40 por ciento) reanudaba más tarde su relación con él,
al igual que la chica de cabello oscuro en la escena. Si fallaba, casi nueve de cada
diez mujeres (87 por ciento) se negaban a tener más trato con él, como la novia del
chico menos popular de la escena.
Esta reacción de las mujeres hace aún más difícil dibujar el
línea entre la violación en una cita y las relaciones sexuales bruscas. En la discusión
que sigue, no intentaremos más distinguir entre los dos: ese es un trabajo para la
profesión legal, no para un biólogo. El fenómeno en discusión es el coito rudo y
violento, y los argumentos que siguen se refieren a la influencia que este
comportamiento
comportamiento puede tener en el éxito reproductivo masculino y femenino.
En la Escena 27, discutimos cuánto tienen que aprender los hombres y las
mujeres para aprovechar al máximo sus primeras oportunidades
oportunidades sexuales. También
discutimos el vínculo entre el aprendizaje y la selección de pareja, particularmente
la forma en que una hembra necesita establecer prueb
pruebas
as de competencia para los
machos como parte de su proceso de selección.
Esta prueba es un proceso importante: una mujer la usa para identificar qué
hombres le darán hijos y nietos sexualmente competent
competentes.
es.
Pero cuando tales pruebas involucran juegos sexuales bruscos, como en la Escena
28, pueden convertirse en un asunto peligroso. Sin embargo, incluso en la escena,
ambas chicas sobrevivieron relativamente ilesas y ambas tomaron una decisión
sobre sus respectivas parejas. A juzgar por el comportamie
comportamiento
nto posterior de cada
niña, uno de los niños pasó las pruebas de esa tarde, el otro falló. Entonces,
¿cuáles fueron estas pruebas y qué información nos dan sobre la función del juego
sexual brusco en humanos y otros animales?
250
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GUERRAS DE ESPERMA
en cuestión podría abandonarla (Escenas 8 a 11 y 16). Además, concebir a través
de un hombre que luego resultó ser genéticamente inferior podría resultar en que
ella criara a un hijo menos exitoso que si hubiera esperado a un hombre más
adecuado (Escena 18). Juntos, estos dos peligros significan que una relación
imprudente y única puede reducir considerablemente el éxito reproductivo de una
mujer. Sus prioridades deben ser cuándo (escena 16) y con quién (escena 18) tiene
sexo único, en lugar de con qué frecuencia. La precaución y la selectividad son de
máxima importancia.
miedo genuino a la penetración. Aunque había disfrutado de la rudeza y la
caída, dijo que no al primer indicio de que el chico tenía la intención de forzar el
coito, y luchó y suplicó a partir de entonces lo mejor que pudo. Subestimando
su miedo y sin creer que ella realmente quería decir que no, ignoró sus súplicas
y la inseminó.
A primera vista, el segundo y el quinto de estos eventos encajan en una
categoría y el resto en otra. Desafortunadament
Desafortunadamente,
e, la situación no es tan simple.
En lo que respecta a la violación en una cita, existe una complicación adicional:
la reacción de las niñas que han sido violadas en una cita en las semanas
posteriores a su experiencia.
249
APRENDIENDO LAS MANOS
Antes de que podamos responder a esta pregunta, debemos tener claro cómo
difieren los intereses de un hombre y una mujer cuando comienzan tal
comportamiento.
comportamiento. Muchos de los factores importantes se abordan en otras partes
de este libro, pero en la discusión que sigue se vuelven cruciales, y esto se debe
a que aquí nos interesa principalmente, como en la escena, la primera relación
sexual de una pareja.
Una vez que un hombre y una mujer han establecido una relación a largo plazo,
los costos y beneficios que cada uno experimenta de la relación sexual se vuelven
similares (Escena 16), aunque la unción puede diferir (Escena 2). Pero con l a
primera relación sexual la situación es muy diferente Aparte de l a posibilidad de
contraer enfermedades,
enfermedades, que es un riesgo que comparten, sus costos y beneficios
potenciales no son los mismos, especialmente si existe una gran posibilidad de
que su primera relación sexual juntos también sea la última. el hombre, como
todos los animales machos, tiene mucho menos que perder y mucho más que
ganar con una sola relación sexual que una mujer.
Desde el punto de vista del éxito reproductivo, y sin tener en cuenta aquí las
presiones sociales a las que el hombre pueda estar expuesto, engendrar
engendrar un hijo
con una mujer que no sea su pareja permanente no tiene por qué resultarle caro
(Escena 13). Después de haberla inseminado, puede, si lo desea, intentar evitar
todo contacto posterior tanto con ella como con la descendencia resultante. Una
sola relación sexual no tiene por qué tener un costo mayor que el que implica
evitar futuras solicitudes de ayuda y apoyo si ella tiene un hijo. Contra lo que
podría ser, por lo tanto, un costo relativamente menor, puede establecer
establecer la
posibilidad de tener un hijo. Si no aprovecha cada oportunidad para inseminar a
una nueva mujer a medida que se presenta, es posible que nunca tenga otra
oportunidad.. En cuyo caso, quien sea el padre de su próximo hijo, no será él. El
oportunidad
éxito reproductivo de un hombre depende en gran medida de su capacidad para
aprovechar al máximo las oportunidad
oportunidades
es únicas.
La situación es muy diferente para una mujer. Para ella, la concepción es un
acontecimiento importante.
importante. Puede comprometerla por lo menos a meses de
embarazo y generalmente a años de esfuerzo dedicado. El hombre
251
APRENDIENDO LAS MANOS
Podemos ver, entonces, que existe una gran diferencia entre hombres y mujeres
en los costos y beneficios potenciales de una relación sexual única.
Esta diferencia significa automáticamente que los dos sexos abordan cualquier
situación potencialmente sexual con un conflicto de intereses.
Un hombre solo puede satisfacer su urgencia si puede convencer a la mujer en
cuestión de que realmente quiere ser inseminada por él, ahora, y no por él o por
otra persona, más tarde. Su única alternativa es tratar de forzar la inseminación, lo
quiera ella o no. A primera vista, podría parecer que los dos chicos de la Escena 28
simplemente optaron por el segundo curso de acción. Nuevamente, la situación no
 Por supuesto, las mujeres no siempre son cautelosas. La situación principal en la
que una mujer puede abandonar la precaución, aunque no suele ser selectiva, es
cuando tiene una oportunidad única de recolectar esperma de un hombre
particularmente deseable. Por lo general, este es un hombre que ella ya ha juzgado
desde la distancia sería un buen padre genético para su próximo hijo (Escena 18).
En este libro hemos visto a varias mujeres comportarse de esta manera (Escenas 6,
17, 19, 21 y 26). La mayoría de las veces, como en esas escenas, tal comportamiento
está dentro del contexto de la infidelidad. Una vez que una mujer tiene una pareja a
largo plazo, los costos de una relación sexual única se reducen siempre que su
infidelidad no se detecte (Escenas 9 a 11). Su relación a largo plazo proporciona un
trampolín desde el cual explotar los beneficios genéticos del sexo único con hombres
seleccionados sin arriesgar demasiado. Sin embargo, no tiene esta libertad si no
tiene pareja.
El resultado de estas presiones es que las mujeres, como todas las hembras de
aves y mamíferos, están genéticamente programadas para ser cautelosas y
selectivas. En generaciones pasadas, las mujeres que no lo eran tenían menos éxito
reproductivo que las que sí lo eran. Todas las mujeres vivas hoy en día son
descendientes genéticas de las antepasadas más cautelosas, no de sus
contemporáneas más temerarias. Los hombres, por otro lado, están genéticamente
programados para ser urgentes y decididos sobre el sexo único. En generaciones
pasadas, los hombres que no eran urgentes ni persuasivos tenían menos éxito
reproductivo que los que sí lo eran.
Todos los hombres vivos hoy en día son los descendientes genéticos de los ancestros
masculinos más urgentes, no sus contemporáneos más complacientes.
252
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GUERRAS DE ESPERMA
animales, la resistencia femenina es en realidad una prueba de c ompetencia masculina.
El juego sexual brusco en humanos es similar.
De media, los hombres que son físicamente capaces de superar las defensas finales de
una hembra y lograr la inseminación dejan más descendencia que los que no lo s on. Por lo
tanto, las mujeres cuyos hijos y nietos también tengan esta capacidad disfrutarán de un mayor
éxito reproductivo. Por lo tanto, uno de los criterios (Escena 18) que una mujer puede agregar
a su lista al seleccionar pareja es la capacidad de él para vencer su resistencia física, pero
¿cómo prueba tal capacidad?
Inicialmente, ella simplemente puede observarlo en competencia con otros machos. Los
 jóvenes de la Escena 28 pasaron gran parte
parte de su tiempo persiguiéndose
persiguiéndose y luchando entre
entre sí,
haciendo todo lo posible para mostrar sus fortalezas y ocultar sus debilidades. Pero finalmente,
la única prueba real que una mujer puede establecer es si un hombre puede negociar y superar
sus propias defensas. Para probar esto, primero tiene que resistirse verbalmente y luego
físicamente. Cuanto más fuerte y realista sea su resistencia, mejor será la prueba.
Este es, por supuesto, un juego peligroso. Resiste muy poco, y la prueba no tiene sentido.
Si se resiste demasiado, el macho puede causar, sin darse cuenta, un daño real en lugar de
superficial. El hecho de que la agresión brusca del cortejo rara vez provoque daños graves en
gatos, visones o incluso humanos muestra la precisión con la que esta característica del
comportamiento sexual ha sido moldeada por la selección natural.
Incluso en el visón, el nivel de trauma que estimula a una hembra a ovular se establece en un
nivel lo suficientemente alto como para probar la capacidad del macho para superar sus
defensas, pero no lo suficientemente alto como para que sufra daños a largo plazo.
En especies como los humanos que forman relaciones a largo plazo, el comportamiento
sexual brusco es más importante durante las primeras etapas del cortejo. Una vez que una
mujer ha probado la habilidad de un hombre para forzarla, no necesita hacerlo a menudo a
partir de entonces. Pero como en todas estas pruebas de salud y capacidad masculinas
(Escena 20), incluso dentro de una relación, una mujer se beneficia de la reevaluación
ocasional de su pareja.
Por supuesto, en esto como en la mayoría de los rasgos de la sexualidad humana,
254
es tan simple. El factor que complica la situación es que la persistencia del macho
frente a la resistencia de la hembra puede ser una faceta normal y mutuamente
aceptable del cortejo y los juegos previos. Lo mismo ocurre con la agresión y un
nivel de trauma físico. Volvemos a la forma en que las mujeres ponen a prueba a los
hombres como una ayuda para la selección de pareja, lo que nos lleva a la función
del juego sexual rudo.
Este es un tema emotivo, tan emotivo que probablemente sea mejor abordarlo
considerando primero el cortejo de animales distintos de los humanos. Por ejemplo,
si observamos el cortejo de los perros, muchas veces vemos a un macho torpe que
persiste y persiste con sus avances a pesar de rechazo tras rechazo por parte de la
hembra. Si observamos gatos domésticos, vemos hembras arañando, arañando y
escupiendo a los posibles pretendientes. Si observamos al visón, vemos a un macho
extrayendo sangre mientras trata de dominar la enérgica resistencia de la hembra.
Al presenciar tal comportamiento, es difícil no sentir lástima por las hembras. En
el mejor de los casos, están siendo molestados y, en el peor de los casos, están
siendo dañados físicamente por hombres que se niegan a aceptar un no por respuesta.
Sin embargo, a pesar de su resistencia, las gatas y las perras finalmente permiten
que uno de sus persistentes y agresivos pretendientes se aparee. En cuanto a las
hembras de visón, si no experimentan un trauma físico a manos del macho, no
ovulan. Sus cuerpos están en espera, esperando que el macho adecuado los
insemine antes de que produzcan un óvulo (Escena 15). en todos estos
253
APRENDIENDO LAS MANOS
las personas varían (Escenas 35 a 36). Para algunos, el juego sexual rudo es de hecho un
elemento menor e infrecuente en su relación. Para otros es un elemento esencial incluso hasta
el nivel del sadomasoquismo, si quieren aceptar a la otra persona como una pareja adecuada.
La pareja de cabello oscuro en nuestra escena claramente se inclinó en esta dirección. Su
relación sexual esa primera tarde fue dura, dolorosa y humillante para la niña, pero a través de
la experiencia reconoció al niño como una pareja compatible. En los años que siguieron, su
vida sexual continuaría en la misma línea: incluso una vez que él fue su pareja a largo plazo,
ella puso a prueba su capacidad para forzarla en muchas ocasiones durante las relaciones
sexuales de rutina.
Ahora podemos entender las decisiones tomadas por las dos niñas en la escena en los
días y semanas que siguieron a los escritos del río. El chico que obligó a la chica de cabello
oscuro a tener relaciones sexuales pasó sus pruebas.
Ella ya se sentía atraída por él, como la mayoría de las otras mujeres, y su cuerpo percibía
que sus cualidades lo hacían parecer un buen candidato para darle hijos y nietos con éxito
reproductivo. Estas cualidades incluían el poder físico y la competencia sexual, cualidades que
sus propias características la hacían muy adecuada para probar.
En contraste, el otro chico perdió estatura a los ojos de su novia en todos los niveles a
medida que avanzaba la tarde. En parte, sufrió por la comparación.
Principalmente, sin embargo, fracasó en un sentido absoluto en cumplir con los criterios de
aceptabilidad de su novia. Probablemente había dos formas en las que podría haber pasado
sus pruebas, pero falló en ambas. La causa básica de su doble fracaso fue la inexperiencia.
Primero, con más experiencia, probablemente habría optado por la moderación y eventualmente
podría haber obtenido beneficios a largo plazo (como, por ejemplo, el hombre experimentado
en la escena 20 que, cuando se enfrentó a una situación similar, optó por la paciencia en lugar
de la fuerza). y seis semanas después cosechó los beneficios reproductivos (Escena 26)). En
cambio, sin embargo, optó por la fuerza. Incluso entonces, con una mayor experiencia en el
coito, aún podría haber cimentado una relación a más largo plazo y, por lo tanto, ganado
muchas oportunidades futuras para la inseminación.
255

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GUERRAS DE ESPERMA
ESCENA 29
Cómo engañar
Fuera del coche, estaba muy oscuro y hacía mucho frío. Adentro, estaba tibio y
cada vez más tibio. Después de salirse de la carretera entre los árboles, había
dejado el motor en marcha y la calefacción encendida mientras subían al asiento
trasero. Ahora todo se estaba calentando muy bien. Los senos de la chica
estaban expuestos, sus bragas estaban alrededor de sus rodillas y su mano
estaba entre sus piernas en el lugar más cálido del auto. Ella estaba luchando
con la parte delantera de sus pantalones y él estaba muy emocionado. Mientras
besaba y mordisqueaba el costado de su cuello, su oreja se frotaba contra la
ventana del auto, fría y húmeda por la condensación
condensación..
Desde que adquirió su propio automóvil, hace seis meses, esta era la tercera
vez que ocupaba este puesto. Pero en las dos primeras ocasiones, cada una
con una chica diferente, había perdido su oportunidad.
La primera vez, había asumido ingenuamente
ingenuamente que cualquier chica interesada
en el sexo tomaría la píldora. No lo estaba, y no lo dejaría tener relaciones
sexuales sin un condón, que de todos modos no tenía. Él le había suplicado que
lo dejara entrar, prometiéndole que se retiraría antes de llegar. Ella dijo que le
habían prometido que una vez antes, nunca volvería a confiar en un chico, luego
inmediatamente perdió el interés y le pidió que la llevara a casa.
La segunda vez, simplemente lo habían tomado por sorpresa. Ofreciendo
llevar a una chica que apenas conocía, se sorprendió al descubrir que antes de
que estuvieran a mitad de camino a casa, estaba siendo seducido para encontrar
un lugar tranquilo para que ellos se divirtieran. Habían estado a punto de tener
relaciones sexuales
sexuales cuando ella de repente se detuvo y le pidió que usara un
condón. Cuando dijo que
256
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GUERRAS DE ESPERMA
profusamente, admitió la posibilidad de que no se lo hubiera puesto
correctamente, pero sugirió que tal vez habían sido demasiado
vigorosos al hacer el amor y ella se lo había quitado.
Mientras la conducía a su casa, trató de argumentar que en realidad no
había ningún peligro. El condón todavía le habría impedido disparar el
esperma en su matriz y tenía un químico que mataba el esperma. I ncluso
si se desprendiera un condón, argumentó, todavía funcionaba como una
gorra. Siendo ella misma relativamente ingenua, la chica le creyó. En los
días que siguieron, compró un suministro de condones y practicó. Con un
gran gasto financiero, practicó hasta que pudo ponerse un condón con
cualquier luz, en cualquier posición y con cualquier mano.
Nunca volvió a perder accidentalmente un condón durante el coito,
pero lo hizo deliberadamente en cinco ocasiones más, cada vez con
una chica diferente y cada vez después de haber tenido relaciones
sexuales con el condón correctamente colocado. Cada vez, frustrado
por las sensaciones reducidas de usar la goma, hizo rodar el condón
hacia abajo de una manera tan corta que se desprendió casi
inmediatamente que comenzó a empujar.
Ninguno de estos engaños deliberados produjo un bebé. Cuatro
de las niñas no ovularon después de su 'accidente'. La quinta
ovuló y su óvulo fue fertilizado. Sin embargo, el 'accidente' con el
condón y la perspectiva del embarazo y la maternidad justo antes
de los exámenes más importantes de su vida la estresaron tanto
que, cuando el óvulo fertilizado llegó a su matriz, pasó directamente
sin implantación. Cuando comenzó su período, salió a celebrar.
Sin embargo, el mal uso de condones por parte del joven lo convirtió en
padre, pero por accidente, no por diseño. La madre de su hijo era la niña con
la que accidentalmente descubrió por primera vez el potencial del condón
para tener relaciones sexuales sin protección. Ingenuamente tranquilizada
APRENDIENDO LAS MANOS
no tenía uno, ella lo empujó lejos. Él se ofreció a irse y comprar algunos, pero
ella también había perdido el interés y quería irse a casa.
Con ambas chicas, solo tuvo una oportunidad para tener relaciones sexuales.
Ninguno de los dos le había dado una segunda oportunidad. Había jurado no
perder nunca otra oportunidad, y desde su segunda experiencia había llevado
consigo un preservativo. Ahora, dos meses después, con la lámina alrededor
del condón luciendo descolorida y gastada, aquí por fin tenía la oportunidad de
cosechar los beneficios de la lección que tanto le costó ganar. Si fallaba esta
vez, no sería porque no estaba preparado, o eso creía.
Llegó el momento, y sin que siquiera se lo pidieran, buscó a tientas el condón
en su bolsillo. Mientras él arrancaba el papel aluminio, la chica se quitó las
bragas y se puso en una posición lo más cómoda que pudo.
Sacó el condón del envoltorio, lo colocó en la punta de su pene y trató de
enrollarlo. Pero no iría. El condón simplemente no rodaba. Lo sostuvo en la
oscuridad para tratar de averiguar en qué dirección debía girar, pero no pudo
ver nada. Le dio la vuelta y volvió a intentarlo. Empezó a entrar en pánico
cuando sintió un movimiento profundo en su pene.
La chica le preguntó si estaba teniendo problemas. Estaba bien ahora, mintió, y
con el condón desenrollado todavía en precario equilibrio sobre la punta de su
pene, se colocó en posición y la penetró sin ayuda.
Sabía que el condón se había soltado tan pronto como comenzó a empujar,
pero había estado esperando este momento demasiado tiempo para cortar
ahora. Con suprema fuerza de voluntad luchó contra la eyaculación que estaba
tan cerca cuando entró y se deleitó con la excitación de una relación sexual sin
protección. No fue hasta que fue a retirarse, varios minutos después de la
eyaculación, que le dio la mala noticia a la chica, fingiendo sorpresa mientras
buscaba el extremo del condón con los dedos. La niña maldijo y, presa del
pánico, trató de encontrar el condón dentro de ella. Al final, con dedos más
largos y mejor ángulo, fue él quien encontró y retiró la goma aún desenrollada
desenrollada..
se disculpó
257
APRENDIENDO LAS MANOS
I En las escenas 27 y 28 hemos explorado la forma en que los jóvenes
y las mujeres tienen que aprender diversas técnicas para aprovechar
al máximo sus oportunidades sexuales. En el mundo moderno, también
tienen que aprender a usar métodos anticonceptivos. El joven de la escena
actual perdió dos oportunidades de tener relaciones sexuales debido a su
falta general de experiencia con las chicas. Estuvo a punto de perder un
tercio por su falta de experiencia con los condones.
Cuando discutimos la planificación familiar en las Escenas 16 y 17,
concluimos que los anticonceptivos modernos pueden tener poco
impacto en la cantidad total de hijos que una mujer tiene a lo largo de su
vida. No obstante, complementan sus métodos naturales de planificación
familiar, lo que le otorga aún más control sobre cuándo y con quién
concibe. Para una mujer hoy en día, los anticonceptivos modernos son
una ayuda importante en su búsqueda del éxito reproductivo. No menos
importante, son un arma útil en su manipulación de la guerra de esperma.
En esta sección, discutimos las formas en que un hombre también puede
usar métodos anticonceptivos modernos para mejorar su éxito reproductivo.
La idea de obstaculizar o matar los espermatozoides cuando salen del
pene no es nueva. Hace más de dos mil años, Plinio sugirió frotar goma
de cedro pegajosa sobre el pene antes del coito. La funda se conoce
desde la época de los romanos y estaba en uso en muchas partes de
Europa en 1700. Fallopio diseñó la primera funda de lino medicinal en el
siglo XVI, pero el artículo tomó su nombre del médico personal del rey
Carlos II, el conde de Condom. , quien recomendó su uso al rey como
ayuda para prevenir la contracción de la sí filis. En la década de 1890,
todos los métodos anticonceptivos de barrera que se utilizan en la
 por su historia de que el condón funcionaba como un gorro, esperó
pacientemente durante siete semanas un período que nunca llegó.
258
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GUERRAS DE ESPERMA
Gran Bretaña confiaba en el hombre para su anticoncepción. Solo el 30 por ciento
usaba condones; el 20 por ciento restante simplemente usaba el retiro.
La incidencia tal vez sorprendentemente alta de abstinencia como medio
anticonceptivo durante las relaciones sexuales de rutina es en parte un reflejo de cómo
se sienten los hombres acerca del uso de condones. Como la mayoría de las mujeres
pueden atestiguar, si se espera que un hombre use un condón durante el coito, se
vuelve mucho más arrogante en su actitud hacia la anticoncepción. Por supuesto,
cuando se les pregunta por qué no les gusta usar condones, los hombres dicen que
simplemente no disfrutan tanto del sexo con ellos puestos: el síndrome de la 'bota de
agua'. Las mujeres, por otro lado, tienden a tener una disposición mucho más favorable
hacia ellos. Esta diferencia entre los sexos en la actitud hacia los condones refleja una
consecuencia muy importante de su uso: al evitar que los espermatozoides entren en
la vagina, los condones niegan el beneficio reproductivo de un hombre de las relaciones
sexuales mucho más que el de una mujer.
Esta diferencia es menos marcada durante el sexo de rutina que durante el sexo
casual. Cuando un hombre y una mujer t ienen una relación a largo plazo, el momento,
el espaciamiento y la cantidad de hijos que son mejores para una pareja generalmente
también lo son para la otra. En consecuencia, una concepción extemporánea sería
igualmente desventajosa para ambos (Escena 16). Dado que el uso de condones es
una forma en que ambos miembros de la pareja pueden evitar la concepción, podemos
esperar que tanto el hombre como la mujer aprecien por igual su uso. Incluso en una
relación a largo plazo, sin embargo, hay alguna diferencia entre el gusto de un hombre
y el de una mujer por los condones. ¿Por qué?
La razón principal es que, como y a hemos discutido (Escena 2), la concepción no
es la función principal del sexo rutinario. Ese sexo es el medio por el cual una mujer
oculta su fase fértil (Escena 2) mientras su pareja trata de mantenerla llena con su
esperma como defensa contra la guerra de esperma (Escenas 2, 4 y 6). Los condones
no estropean la lógica subconsciente de una mujer para tener relaciones sexuales de
rutina, pero estropean la de un hombre. Una mujer aún puede ocultar su fase fértil a
través de relaciones sexuales de rutina, ya sea que use un condón o no. Obviamente,
sin embargo, si el esperma que eyacula un hombre no
260
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GUERRAS DE ESPERMA
explicando por qué los hombres son mucho más urgentes, obstinados y arrogantes
sobre el sexo casual que las mujeres. Brevemente, el coito con tantas mujeres como
sea posible es una de las principales formas en que un hombre puede mejorar su éxito
reproductivo. Cada hijo producido de esta manera es una bonificación que se suma a
ese pilar de su éxito: los h ijos de una relación a largo plazo. Un hombre sufre muy pocos
costos del sexo casual que podrían erosionar esta ventaja potencial. Por duro que
parezca, todo lo que tiene que costarle cada concepción son unos minutos de su tiempo,
una eyaculación y un ligero riesgo de contraer una enfermedad. Si una relación a largo
plazo con la madre está en sus intereses reproductivos, puede decidir ofrecer cuidado
paterno. Pero si no es así, puede que simplemente la deje criar al niño (o no, Escena
16) lo mejor que pueda, mientras él busca otras oportunidades sexuales y busca una
relación a largo plazo más prometedora.
El principal problema con el que se encuentra un hombre al tratar de reforzar su
actualidad estaban a la venta abiertamente en el Reino Unido. Sin
embargo, es poco probable que su uso se generalizara hasta bien entrado
el siglo XX. En la década de 1980, alrededor del 50 por ciento de las parejas en países
259
APRENDIENDO LAS MANOS
no toman residencia en el tracto de la hembra, no le proporcionan defensa contra la
guerra de esperma.
No es de extrañar, entonces, que incluso durante el sexo de rutina los hombres son
consciente y subconscientemente menos entusiasmados con el uso de condones que
las mujeres (Escena 17). No menos importante, es mucho más probable que los
hombres aboguen por tomar riesgos ocasionales.
Para entender por qué esta diferencia de actitud es aún más marcada durante el
sexo 'casual', consideremos primero las presiones sobre una mujer durante el sexo
casual y cómo éstas se ven afectadas por el uso de un condón.
Como ya hemos discutido (Escena 28), una mujer normalmente es más cautelosa y
selectiva sobre el sexo casual que un hombre. De todos modos, habiendo decidido el
momento, el lugar y la pareja adecuados, aún puede obtener una serie de ventajas del
coito casual, siempre que no conciba (véanse las Escenas 18, 20, 27 y 28). Por
ejemplo, si no tiene una pareja a largo plazo, las relaciones sexuales pueden ayudarla
a ganar la atención de un hombre en su búsqueda de una. Además, puede utilizar el
coito para medir la competencia sexual, la potencia y, hasta cierto punto, la salud y la
fertilidad de un hombre. Por lo t anto, las relaciones sexuales ocasionales pueden ser
una vía para la protección y la ayuda financiera o de otro t ipo de un hombre que ella
 juzga que podría ser una
una pareja adecuada a largo plazo. Si ya tiene una p
pareja
areja a largo
plazo, el sexo casual con otra persona puede proporcionar una 'reserva': un hombre al
que pasar si su relación actual se rompe (Escenas 16 y 19). Ninguno de estos beneficios
del sexo casual requiere que ella conciba. De hecho, conserva más opciones si no
concibe. Solo cuando busca específicamente los genes de un hombre en particular
(Escenas 6 y 26), o cuando está tratando de maniobrarlo para que tenga una relación a
largo plazo al quedar embarazada (Escena 18), se beneficia de concebir como resultado
de una relación sexual casual. Excepto en estas ocasiones, por lo tanto, una mujer se
beneficia del uso de un condón durante el sexo casual. Los condones incluso ayudan a
reducir uno de los costos potenciales del sexo casual, el riesgo de infección.
Por supuesto, un hombre también se beneficia en este último aspecto. Sin embargo,
por lo demás, las presiones sobre un hombre son bastante diferentes de las de una
mujer. Discutimos estas presiones en detalle en la Escena 28 en
261
APRENDIENDO LAS MANOS
Hay alguna evidencia de esto. Los hombres todavía hacen todo lo mismo
Relleno (Escena 4) y ajustes de guerra (Escena 6) en la cantidad de espermatozoides
que eyaculan durante las relaciones sexuales, ya sea que usen un condón o no.
Probablemente eyaculen alrededor de un 10 por ciento menos de esperma si usan un
condón, pero los ajustes son los mismos. Esto sugiere que el cuerpo de un hombre
todavía 'piensa' que su esperma eyaculado puede tener un trabajo que hacer, incluso
si es simplemente una 'ilusión' de que en esta ocasión el condón puede haberse salido
o reventado accidentalmente.
Incluso si esto fuera un error en la programación del cuerpo masculino, no sería
tan sorprendente. Relativamente pocas generaciones de hombres han estado
expuestas al uso de condones. En consecuencia, el juego generacional de la selección
natural (Escena 1) ha tenido muy poco tiempo para reprogramar adecuadamente el
cuerpo masculino. Pero incluso si descubrimos que los hombres realmente redujeron
su éxito reproductivo a través del uso de condones, deberíamos esperar que las cosas
 éxito reproductivo a través del sexo casual es la dificultad de encontrar suficientes
mujeres que cooperen con él. Pocos hombres, si es que hay alguno, obtienen tantas
oportunidades para el sexo casual como están programados para buscar y, por lo tanto,
les gustaría. Cuando surgen tales oportunidades, están programados para dejar pasar
el menor número posible sin inseminación (Escena 28). Usar un condón para eliminar
toda posibilidad de concepción niega la razón fundamental de un hombre para buscar
sexo casual.
Subconscientemente, su cuerpo se da cuenta de la inutilidad del sexo casual sin
posibilidad de concepción, al igual que, de nuevo subconscientemente, el cuerpo de
una mujer se da cuenta del poder del sexo casual sin posibilidad de concepción.
Sin embargo, a pesar de la aparente inutilidad de sus acciones, los h ombres a veces
están preparados para usar un condón en tales ocasiones. ¿Por qué?
Una posibilidad es que el cuerpo de un hombre sea engañado por este invento
relativamente reciente para que haga algo que va en contra de sus intereses
reproductivos. Está programado para asumir que cuando eyacula dentro de una mujer,
el esperma hará su trabajo. Quizás, a pesar de la evidencia de su cerebro consciente,
su cuerpo se niega a aceptar que un condón niega inevitablemente esta suposición.
262
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GUERRAS DE ESPERMA
un condón estratégicamente a lo largo de su vida sexual en promedio se mantendrá
más saludable y por lo tanto disfrutará de un mayor éxito reproductivo que un
hombre que no lo hace.
La tercera forma sería mucho más tortuosa: usar (mal) el condón para engañar
a las mujeres para que sean inseminadas de una manera que permita alguna
posibilidad de fertilización. Si cien parejas usaran condones correctamente durante
todo un año, no más de tres de las mujeres deberían quedar embarazadas. Sin
embargo, en la práctica hasta veinte o treinta conciben.
Esto es casi la mitad del número (setenta y cinco) que conciben si no usan ninguna
forma moderna de anticoncepción. La explicación más probable para esta tasa de
fallas relativamente alta es que los condones no se usan correctamente durante las
relaciones sexuales de rutina. No se sabe si las fallas son verdaderos accidentes o
si los hombres involucrados, como el joven en la Escena 29, usan deliberadamente
condones sin cuidado.
Cualquiera que sea la explicación de los fracasos durante el sexo rutinario, es
casi seguro que la tasa de fracaso será mayor durante el sexo casual. No hay duda
de que muchos hombres usan condones durante el sexo casual en las tres formas.
En varias ocasiones, el joven de la escena los abusó para darse una oportunidad
de fecundación durante el coito. Además de eso, usó condones para aumentar su
número de encuentros casuales. Al no haber tenido un condón a mano, había
perdido dos oportunidades de tener relaciones sexuales y nunca tuvo otra
oportunidad de inseminar a ninguna de las dos niñas en cuestión. Sin embargo, con
un condón en el bolsillo, pudo aprovechar al máximo las oportunidades con otras
seis chicas. En una de estas ocasiones, dio a luz a un niño que probablemente iba
a dejar que la niña criara lo mejor que pudiera. Es muy posible que no hubiera tenido
este hijo ni ninguna de sus otras oportunidades si no se hubiera ofrecido a usar un
condón.
Tal vez el joven de la escena no sea tan inusual. Existe una posibilidad intrigante
de que, en promedio, los hombres ya estén usando condones para mejorar en lugar
de reducir su éxito reproductivo. Si es así, la estrategia de sus cuerpos es la
siguiente. Primero, trate de tener relaciones sexuales sin protección siempre que
sea posible. En segundo lugar,
264
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GUERRAS DE ESPERMA
engañada por la promesa de retirarse, es mucho menos crédula. De hecho, la
cambien en las generaciones venideras. Eventualmente, la población humana debería
ser dominada por los descendientes de hombres que usaron condones para mejorar,
no reducir, su éxito reproductivo.
Al principio, parece contrario a la intuición que los condones puedan mejorar el
éxito reproductivo de un hombre. Sin embargo, hay al menos tres formas en las que
podrían hacerlo.
Una forma sería si un hombre pudiera usar condones para intercambiar
oportunidades con una mujer. Podría ofrecer evitar la concepción cuando tengan
relaciones sexuales por primera vez a cambio de la oportunidad de tener relaciones
sexuales sin protección en el futuro (similar a la situación representada en la Escena
20). Entonces podría usar las ocasiones protegidas para convencer a la mujer de que
realmente es un compañero adecuado. Como resultado, ella podría considerar
arriesgarse a tener relaciones sexuales sin protección con él en algún momento en el futuro.
Otra forma sería si la mayor protección contra la infección que brinda el uso de l
condón compensara con creces cualquier oportunidad perdida de inseminar. Desde la
llegada del SIDA, el poder de los condones para reducir el riesgo de en fermedad se ha
vuelto ampliamente conocido. Es posible que un hombre que usa
263
APRENDIENDO LAS MANOS
ofrecer el uso de condones, como estrategia para aumentar el número de
oportunidades de relaciones sexuales. En tercer lugar, mientras usa un condón,
continúe haciendo todos los ajustes necesarios de relleno (Escena 4) y guerra
(Escena 6) en caso de que el Condón se rompa o se salga. Finalmente, en
ocasiones, deliberadamente usa mal condones para lograr inseminaciones 'furtivas'.
Quizás, a través de esta estrategia, las disposiciones aprendidas e instintivas ya se
han combinado para permitir que los hombres que están preparados para usar
condones logren un mayor éxito reproductivo que los hombres que no lo están.
Se pueden presentar argumentos similares para explicar la abstinencia como un
estrategia masculina. Por supuesto, en lo que respecta al sexo casual , la oferta de
retiro le da al hombre muchas menos oportunidades de inseminación que la oferta
de un condón. Como en la Escena 29, es mucho menos probable que una mujer
acepte la oferta de la primera que la segunda. Hay dos razones principales. Primero,
la abstinencia ofrece mucha menos protección contra quedar embarazada que un
condón. En segundo lugar, proporciona menos protección contra la infección. En
cuanto a la fecundación, una vez que el hombre ha conseguido penetrar
ofreciéndose a retirarse, le resulta mucho más fácil inseminar y fecundar que si
utiliza preservativo. Esto se ilustra por el hecho de que la retirada como medio
anticonceptivo tiene una tasa de fracaso aún mayor que el preservativo . Si nuestras
cien parejas usaran la abstinencia durante un año en lugar de condones, solo siete
concebirían si usaran el método correctamente. En la práctica, sin embargo,
concebirían hasta cuarenta mujeres.
En parte, estas fallas ocurren porque los pocos espermatozoides que se escapan
del pene antes de que el hombre se retire son particularmente fértiles. Principalmente,
suceden porque los hombres a menudo no se retiran según lo prometido.
Ofrecer retirarse en lugar de usar un condón le brinda al hombre menos
oportunidades de tener relaciones sexuales, pero una mejor oportunidad de
fertilización cuando esas oportunidades surgen. Es muy posible que el éxito relativo
de las dos tácticas dependa principalmente de la experiencia de la mujer. Como
descubrió el joven en la escena, una vez que una mujer se ha dado cuenta de que
puede ser
265
 mayoría de las mujeres rara vez son engañadas más de una vez, ya sea por
la falsa promesa de abstinencia o por un condón mal colocado.
Cuando ha sido estafada una vez, es probable que a partir de entonces vigile
de cerca toda la operación.
Aunque, naturalmente, los humanos son los únicos animales que usan
condones, no son los únicos animales que usan la abstinencia. Se sabe que
muchos simios y monos penetran y empujan sin eyacular. ¿Hasta qué punto
este comportamiento es simplemente que el macho usa su pene para extraer
material del interior de la vagina de la hembra (Escena 21), y hasta qué punto
indica un acuerdo tácito entre el macho y la hembra de no inseminar —como
en los humanos— no es conocido.
Sin embargo, cuando se trata de esto último, podemos estar seguros de que, de vez
en cuando, los monos y simios hembra también son engañados por los machos, al
igual que sus contrapartes humanas.
266
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GUERRAS DE ESPERMA
las fantasías de los hombres, hasta que ella habló. Ella le había pedido que lo
llevara una calurosa noche de verano después de la escuela. Los idiomas
extranjeros fueron su materia principal, pero se duplicó como profesor de Educación
Física. Hacía calor esa noche y no se había molestado en quitarse los pantalones
cortos antes de subirse a su coche para volver a casa.
Debería haber dicho que no cuando ella pidió un aventón. Debería haberle dicho
que se detuviera cuando ella comenzó a acariciarle el muslo mientras conducía. Y
debería haberle dicho que saliera cuando se quitó las bragas. Pero no lo hizo. En
cambio, condujo hasta un terreno baldío junto a un almacén en desuso, se sentó en
el asiento trasero y permitió que ella le bajara los pantalones cortos y se le subiera
encima. Mirando hacia atrás, recordó cuán hábilmente ella había manejado su ropa
y sus genitales y dudaba de que ella fuera ajena al sexo.
También dudaba de que él fuera el padre, suponiendo que ella realmente estuviera
embarazada, por supuesto. Tal vez ella había tendido una trampa a otros hombres,
a otros maestros, y luego trató de chantajearlos también. Tal vez la amenaza era
hueca y no pasaría nada si la ignoraba. Pero tal vez ella y su padre hablaban en
serio y él tendría que pagar o confesar.
El miedo que le carcomía el estómago se hizo más fuerte. Todavía no había
cumplido los treinta años y sus finanzas estaban en un estado terrible: aún no se
había recuperado de sus años en la universidad, su año en el extranjero y su año
de formación docente. Todavía estaba enviando dinero al extranjero para mantener
al niño que había engendrado durante su año de intercambio, justo antes de conocer
a su actual pareja. Aunque se las había arreglado para conseguir un trabajo de
medio tiempo una vez que su hija menor comenzó la escuela, todavía estaban
endeudados. No sería capaz de pagar una demanda de chantaje. Su única opción,
si la chica hablaba en serio, era negar haber tenido sexo con ella y esperar que
nadie los hubiera visto esa noche.
En verdad, no era la nota lo que realmente lo preocupaba. Si fuera simplemente
un caso de su palabra contra la de ella, tendría poco de qué preocuparse, financiera
o legalmente. Tampoco estaba excesivamente preocupado por cómo reaccionaría
su compañero. La suya era una relación libre y fácil y ella tenía una actitud
sexualmente liberada mucho más típica de su cultura que de la de él. Ella sabía de
su hijo en su país de origen y, a pesar de su situación financiera, había
CAPÍTULO DIEZ
De una manera u otra
escena 30
Lo mejor de ambos mundos
El joven maestro levantó la vista de su marca cuando sus dos hijas, de seis y
siete años, saltaban para darle un beso de buenas noches, conducidas por
detrás por su compañero como dos corderitos juguetones. Una de las niñas
le deseó buenas noches en el idioma nativo de su madre, otra en el de él. La
mayor parte del tiempo la casa hablaba su idioma, pero en momentos de
ternura o enfado cualquiera de ellos podía deslizarse hacia la lengua materna.
Cuando ella volvió de llevarlos a la cama, él abandonó su marca, embrujó en
la televisión y se sentó a su lado en el sofá. Puso sus piernas sobre sus
rodillas y se sentaron, con los ojos en la pantalla, acariciando ociosamente
las manos y las piernas del otro. Él la miró de soslayo, con el estómago
revuelto por un miedo que había estado con él todo el día.
¿Cómo podía decirle que todo su mundo podría estar al borde del colapso?
"Estoy embarazada y es tuya", decía la nota garabateada,
empujado en su mano durante el descanso de la mañana. 'Mi papá dice que
debes darnos una suma de dinero o te delataremos'. La niña tenía quince años y
solo un poco más analfabeta que la mayoría de sus contemporáneos en la
escuela. Precoz y de un entorno familiar duro,
sin embargo, tenía la apariencia y el porte que dispararían más
267
DE UNA MANERA U OTRA
nunca sugirió que no debería brindarle algún apoyo a su madre.
Aunque no conocía toda la historia, sabía que él no le había sido totalmente fiel.
Una combinación de mala suerte e imprudencia la había llevado a enterarse de la
primera de sus tres infidelidades. Pero ella
lo había perdonado y en un mes habían vuelto a la normalidad.
Sospechaba que lo mismo volvería a pasar con esta colegiala, especialmente si
negaba todo por completo.
No, no se le revolvía el estómago por miedo a que su pareja descubriera sus
pasadas indiscreciones con mujeres y niñas. Estaba agitado por el miedo de que
ella descubriera sus aventuras amorosas con hombres y niños. Su pánico era que,
al defenderse de la nota de la chica, podría provocar que hablaran personas que
conocían la otra mitad de su muy activa vida sexual. Incluso aparte de los peligros
legales, que eran graves, dudaba que su pareja lo apoyaría si supiera toda la
historia, a pesar de su conocimiento y comprensión sexual.
Su actividad homosexual se remontaba hasta donde podía recordar.
Tenía unos seis años la primera vez que su tío, su niñera habitual, se subió
desnudo a su cama para abrazarlo. Los juegos que jugaban eran 'su secreto' que
su madre 'no entendería' y que la pondrían 'muy enojada'. En cualquier caso, los
disfrutaba.
Le gustaba el olor y la sensación del cuerpo de su tío, la forma en que sus genitales
reaccionaban al contacto del otro y la forma en que podía ayudar a su tío a
descargarse. Tenía diez años cuando experimentó por primera vez la penetración y
doce cuando penetró por primera vez a su tío.
Su primera experiencia homosexual con alguien de su edad fue con su prima.
Ambos tenían once años cuando, un día, jugando en su dormitorio mientras sus
padres estaban de compras, convenció a su compañero de juegos de que debían
quitarse la ropa y luchar. En cuestión de minutos ambos tenían erecciones y en
una hora estaba enseñando a su prima algunas de las técnicas que había aprendido
de su tío. Cuando tenían trece años y ambos podían eyacular, se reunían al menos
una vez a la semana para masturbarse mutuamente y tener sexo anal.
 268
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GUERRAS DE ESPERMA
Todavía tenía trece años cuando tuvo sexo por primera vez con una chica.
Un vecino joven, de la misma edad que él, con el que había jugado toda su
infancia, había sucumbido a su rutina de 'te mostraré lo que puedo hacer si tú
me muestras lo que puedes hacer'. Y él tenía mucho que mostrarle. Los años
de práctica con su tío y su prima le habían dado un conocimiento del cuerpo y
una seguridad y confianza en el tacto que la mayoría de los machos no
adquieren hasta que le doblan la edad. La joven volvía, semana tras semana,
para que él la acariciara y estimulara, permitiéndole cada vez ir un poco más
lejos.
Al final, él estaba tocando y acariciando su cuerpo desnudo, ano y genitales
con sus manos, boca y pene con tal longitud y tan exquisitamente que su
cuerpo joven estaba t eniendo sus primeras experiencias hormigueantes de
orgasmo. Cada semana su clímax era un poco más fuerte, y cada vez que
tenían la oportunidad quería más de lo mismo. Después de tres meses, la
convenció de que no podía
tener un bebé del coito anal y que lo disfrutaría, y después de varios
experimentos, lo hizo. Antes de que terminara el año, ella también le había
pedido que tuviera relaciones sexuales vaginales y cuando cumplió los catorce
años, su educación sexual estaba completa.
En la universidad, cuatro años más tarde, se unió a la escena gay, pasando
muchas de sus noches en bares y clubes gay. Durante un año vivió con otro
hombre en una relación más o menos monógama, aunque ambos le fueron
infieles ocasionalmente,
ocasionalmente, principalmente con otros hombres pero de vez en
cuando también con mujeres. Nunca hubo escasez de mujeres a su alrededor,
muchas de las cuales le dijeron que era mucho mejor amante que sus
contemporáneos
contemporáneos heterosexuales.
Para su año de intercambio, se fue al extranjero a estudiar el idioma
extranjero que pretendía enseñar. La persona en el piso contiguo al suyo resultó
ser una mujer. Se hicieron amantes en cuestión de días, incluso antes de que
él encontrara la comunidad gay local. Y en tres meses ella había concebido,
pero no antes de que él le hubiera sido infiel con
la mujer que se convertiría en su pareja a largo plazo. Antes de fin de año, ella
también había concebido. Incluso mientras vive con uno
mujer
270
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GUERRAS DE ESPERMA
atrás. Con su amante, había visitado la ciudad en busca de prostitutas infantiles.
Acababan de recoger a dos niños cuando se encontraron con dos niños de trece años
de su escuela que estaban solicitando.
Era difícil saber quién estaba más desconcertado por el encuentro. Su fin de semana fue
tenso, ya que le preocupaba lo que pudiera pasar. Se relajó un poco cuando, de regreso
en la escuela el lunes, los dos niños se le acercaron y le dijeron que no lo dirían si los
maestros no lo decían.
Tal alianza podría haber sido estable si el otro maestro no hubiera comenzado a
invitar a los niños a su departamento y pagarles por favores sexuales. Una noche, cuando
visitó a su amante, los dos niños todavía estaban allí. La tentación de un cuarteto así era
demasiado grande para él, y se dejó reclutar en sus juegos de sillas musicales sexuales.
A partir de entonces, los cuatro se habían reunido para tener sexo en grupo más o menos
semanalmente. Sintiendo su creciente ascendencia, los dos muchachos habían
comenzado a pedir más y más dinero. Hace apenas una semana, habían pedido una
cantidad exorbitante.
Cuando se negó a pagar tanto, comenzaron a amenazarlo. Ahora, también estaba la
nota de la niña y él estaba asustado, realmente asustado
asustado..
Al final resultó que, su miedo estaba justificado. La niña no mentía y, además, estaba
269
DE UNA MANERA U OTRA
y siendo infiel con otra, todavía se las arreglaba de vez en cuando para
escabullirse para tener sexo homosexual casual sin que ninguna de las
mujeres lo supiera. En general, sin embargo, la mayor parte de su actividad
sexual en el extranjero fue con mujeres.
Cuando regresó a la universidad para comenzar su último año de estudios,
renovó sus actividades en la comunidad gay. Se mantuvo en contacto con las
dos madres de sus hijos por carta, enviándoles el poco dinero que pudo.
Después de graduarse, se mudó a una nueva ciudad para formarse como
profesor. Tan pronto como llegó, la mujer que ahora estaba
su pareja apareció en la puerta de su casa con su hija de cinco meses. Ella se
mudó con él y habían vivido juntos desde entonces. De vez en cuando, todavía
recogía a un amante casual en un bar gay, pero su pareja nunca se había
enterado y, que él supiera, ella nunca había sospechado de su bisexualidad.
bisexualidad.
Hacía seis años había conseguido su trabajo como profesor en un pueblo
agreste y deprimido con un alto nivel de desempleo. Se prometió a sí mismo
que nunca haría nada sexual que pudiera perjudicar su carrera o dificultarles
salir de la deuda. Y durante tres años había logrado contenerse. Pero luego,
en años sucesivos, había sucumbido a los encantos de dos estudiantes de
magisterio. La primera, una jovencita, la había detectado su pareja.
El segundo, un joven, no lo hizo. Ambos asuntos duraron sólo un mes. Luego,
hace un año, había respondido a los avances tentativos de otro miembro
masculino del personal y había comenzado una relación homosexual a largo
plazo, que aún continuaba.
Bajo el pretexto de jugar squash, los dos hombres tenían relaciones
sexuales al menos semanalmente en el piso del otro hombre. Era asombroso
lo similar que era su nuevo amante en sus estados de ánimo, comportamiento
y respuestas a la chica que había embarazado a los pocos meses de llegar al
extranjero. Además del sexo entre ellos, los hombres a veces visitaban bares
gay para ligar con otros hombres o explorar las calles y los baños en busca de
 jóvenes prostitutos.
prostitutos. Para estas diversiones,
diversiones, se dirigieron al anonimato
anonimato de la
gran ciudad más cercana, a unos treinta minutos de distancia.
El problema que ahora lo perseguía comenzó hace seis meses.
271
DE UNA MANERA U OTRA
 juzgado y declarado culpable
culpable de tener relacione
relaciones
s sexuales con menores, tanto hombres
como mujeres. Pasó poco tiempo en la cárcel, pero II WHS lo suficiente como para
contraer el VIH por actividad homosexual con otros reclusos. Desempleado y sin un
centavo, murió de SIDA poco antes de cumplir treinta y siete años.
La mayoría de los lectores de este libro serán exclusivamente heterosexuales.
METRO Después de un período de exploración sexual y selección de pareja durante
la adolescencia tardía, se reproducirán en el contexto de una o dos r elaciones sucesivas
a largo plazo. Los hombres tendrán relaciones sexuales a lo largo de su vida con una
docena de mujeres, y las mujeres con unos ocho hombres. En promedio, producirán
dos hijos y eventualmente cuatro nietos.
Una minoría, sin embargo, buscará su éxito reproductivo de una manera muy
diferente. Algunos serán bisexuales y pasarán fases de su vida dirigiendo la mayor
parte, si no toda, su atención sexual hacia personas del mismo sexo que ellos. Otros
serán muy promiscuos y tendrán cientos, si no miles, de parejas sexuales a lo largo de
su vida. Sin embargo, otros, en el otro extremo del espectro, solo tendrán relaciones
sexuales con una persona. Y habrá algunos hombres que orientarán parte de su
actividad sexual a obligar a mujeres que no conocen a tener sexo con ellos. Algunos de
 decidida a tener el bebé. Cuando se negó a pagar su demanda de chantaje, su padre lo
demandó por manutención. Negó tanto la paternidad como haber tenido relaciones
sexuales con ella, pero se vio obligado legalmente a realizar una prueba de paternidad.
La publicidad que rodeó el caso animó a los dos muchachos, que ahora tenían catorce
años, a decidir que se podía ganar dinero vendiendo su historia. Acusaron al maestro ya
su amante de obligarlos a participar en orgías homosexuales en contra de su voluntad.
El maestro había juzgado correctamente a su compañero. Ella lo apoyó durante las
primeras etapas del caso de paternidad, pero lo dejó cuando estalló el escándalo
homosexual y se llevó a sus dos hijas a su propio país. Nunca más los volvió a ver. Una
semana después de su partida, la prueba de paternidad lo confirmó como el padre del
hijo de la colegiala. Tras su detención fue
272
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GUERRAS DE ESPERMA
la forma en que el comportamiento homosexual masculino puede ser una alternativa reproductiva
exitosa a la heterosexualidad exclusiva.
Cualquier discusión sobre la homosexualidad está plagada de la ambigüedad de las palabras
que se utilizan. En las siguientes páginas, usaré las siguientes convenciones. Un heterosexual
es un hombre que solo tiene relaciones sexuales con mujeres. Un homosexual exclusivo es un
hombre que
a lo largo de toda su vida solo ha tenido relaciones sexuales con otros hombres. Un bisexual es
un hombre que tiene sexo tanto con hombres como con mujeres.
El comportamiento homosexual, por otro lado, es el comportamiento que se muestra hacia otros
comportamiento
hombres, ya sea que el hombre en cuestión sea un hombre exclusivo.
homosexual o bisexual.
A primera vista, el comportamiento homosexual puede parecer una forma extraña de
perseguir el éxito reproductivo. Sería particularmente extraño si, como la mayoría de las personas,
cometiéramos el error de suponer que solo porque un hombre se siente atraído sexualmente por
otros hombres, inevitablemente es menos probable que se reproduzca. La evidencia, de hecho,
indica lo contrario. Lejos de ser un camino hacia un nivel más bajo de éxito reproductivo, la
inclinación homosexual
homosexual es en gran medida una alternativa reproductiva exitosa a la
heterosexualidad.
Los hombres que se sienten atraídos por otros hombres aún se reproducen y, en general, se
reproducen con mucho éxito. En promedio, toda persona que lea este libro habrá tenido en las
últimas cinco generaciones, en otras palabras, desde aproximadamente
aproximadamente 1875, un antepasado
masculino que practicaba la homosexualidad. Esto no quiere decir que todos hayamos heredado
una predisposición al comportamiento homosexual. Algunos lo habrán hecho, como veremos,
pero sólo una minoría. Sin embargo, sí significa que ninguno de nosotros sería la persona que
somos hoy si uno de nuestros antepasados no hubiera mostrado un comportamiento homosexual,
y hermano de su madre que el de su padre; era más probable que su primo hubiera sido hijo de
reproducido
Antes de comenzar a discutir cómo el comportamien
comportamiento
to homosexual puede ayudar a un
hombre en su búsqueda del éxito reproductivo, debemos considerar cuatro hechos básicos sobre
la homosexualidad masculina que generalmente no se conocen y que brindan una perspectiva
muy importante.
Primero, el comportamiento homosexual no es exclusivo de los humanos. Alharaca
Las aves y los mamíferos menores a menudo muestran tal comportamiento. Masculino
274
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GUERRAS DE ESPERMA
para el comportamiento homosexual, nunca podría haber desarrollado sus
tendencias homosexuales si no hubiera sido por su temprana relación con su
tío. Lo contrario también podría ser cierto, aunque debería ser menos común:
los niños sin la inclinación genética pueden, sin embargo, ser seducidos u
obligados a tener un comportamiento homosexual durante la infancia. La
evidencia moderna sugiere que, en la mayoría de los casos, los homosexuales
y bisexuales exclusivos nacen y no se hacen.
estos se unirán en pandillas antes de encontrar una mujer para violar.
La mayoría convencional suele tener dificultades para entender a la minoría que
muestra estas estrategias alternativas. Su comportamiento inusual a menudo se
interpreta como una aberración. La verdad a veces desagradable del asunto es, sin
embargo, que tales minorías persiguen el éxito reproductivo tan vigorosamente y
estratégicamente como la mayoría convencional. Y no debemos asumir que solo porque
estas estrategias alternativas son poco comunes, necesariamente no tienen éxito.
Cada una de las siete escenas de este capítulo se centra en un área de la sexualidad
humana en la que las personas persiguen una estrategia reproductiva poco común pero
a menudo exitosa. En esta primera escena exploramos
273
DE UNA MANERA U OTRA
los monos muestran el mismo rango de comportamiento homosexual que los hombres, desde
las caricias mutuas y la masturbación hasta el coito anal. Hay informes, por ejemplo, de un
mono macho que se masturba hasta la eyaculación mientras otro macho lo penetra analmente.
En segundo lugar, en lo que respecta a los seres humanos, el comportamien
comportamiento
to homosexual es
mostrado solo por una minoría de hombres, al menos en las sociedades más grandes e
industriales. En Europa y los Estados Unidos, por ejemplo, solo alrededor del 6 por ciento de
los hombres experimentan algún contacto homosexual durante su vida, con mayor frecuencia
durante la adolescencia. Para dos tercios de esos hombres, ese contacto es íntimo y genital, y
a menudo involucra relaciones sexuales anales.
En tercer lugar, en todas las aves y mamíferos, incluidos los hombres, la gran mayoría de
los machos que muestran un comportamiento homosexual
homosexual son bisexuales. por ejemplo, los
monos machos que tienen relaciones sexuales anales con machos más aceitosos no reducen
su tasa de relaciones sexuales con las hembras. los
lo mismo es generalmente cierto para los hombres. La gran mayoría (80%) de quienes tienen
relaciones sexuales con hombres también tienen relaciones sexuales con mujeres. Muchos,
como el hombre de la Escena 30, pueden tener fases que son exclusiva o casi exclusivamen
exclusivamente
te
homosexuales,
homosexuales, pero para menos del 1 por ciento de los hombres esta 'fase' dura toda la vida.
Finalmente, ahora hay evidencia convincente de que el comportamiento homosexual se
hereda. La herencia genética es más a menudo a través de la
madre que el padre: por ejemplo, es mucho más probable que los hombres con inclinaciones
homosexuales
homosexuales tengan tíos y primos con inclinaciones similares
similares por parte de su madre que por
parte de su padre. En
En la escena que acabamos de presenciar, es más probable que el tío del hombre haya sido el
uno de los hermanos o hermanas de su madre que de su padre.
Una base genética para el comportamiento homosexual no significa que las circunstancias
as
encontradas por los niños durante su infancia no influyan también en su comportamiento.
comportamiento. Los
niños genéticamente inclinados hacia el comportamiento homosexual pueden no mostrar esa
inclinación en algunas situaciones
situaciones de la infancia, pero pueden hacerlo en otras. El hombre de la
escena, que casi con seguridad portaba los genes
275
DE UNA MANERA U OTRA
desventaja reproductiva en comparación con heterosexuales y bisexuales.
Entonces, ¿qué tan grande es la ventaja de la bisexualidad en
comparación con una vida de tener sexo solo con mujeres?
En lo que respecta a los niños dentro de parejas a largo plazo, los hombres
bisexuales tienen menos hijos a lo largo de su vida, pero probablemente los
tengan más temprano en la vida. El hombre de la escena 30 tenía dos hijos.
con su pareja a largo plazo, probablemente en el promedio de la sociedad en la
 Este descubrimiento proporciona una pista importante para los biólogos en
que vivía. Pero los tuvo antes de los veintitrés años, varios años antes que el
su intento de comprender la evolución del comportamiento homosexual. Ningún
heterosexual promedio. Tal reproducción temprana puede no parecer muy
gen puede persistir en una población al nivel del 6 por ciento a menos que, en
ventajosa, pero puede serlo.
promedio, imparta alguna ventaja reproductiva al individuo en cuestión. Por
Los biólogos miden el éxito reproductivo no simplemente en términos de número
supuesto, una vida de homosexualidad exclusiva no puede tener ningún
de hijos o nietos, sino en términos de tasa reproductiva. Una persona puede
beneficio reproductivo, pero la bisexualidad sí. Parece más probable que la
tener una tasa de reproducción más alta que otra, ya sea teniendo más hijos a
homosexualidad exclusiva sea un subproducto genético de la ventaja
lo largo de su vida o teniendo el mismo número de hijos pero antes. Aunque a
reproductiva característica de la bisexualidad. Si es así, el comportamiento
homosexual se une a las filas de una serie de otras características humanas lo largo de la mayor parte de este libro ha sido adecuado discutir simplemente
la búsqueda del éxito reproductivo, aquí es crucial recordar que cuando hablamos
que son ventajosas cuando una persona ha heredado algunos de los genes
de éxito reproductivo, en realidad nos referimos a la tasa productiva.
relevantes, pero desventajosas si ha heredado más.

Es bastante difícil comparar el éxito reproductivo de diferentes categorías

El ejemplo clásico de tal característica es la anemia de células falciformes.
de hombres, como bisexuales y heterosexuales, incluso si limitamos nuestra
En los trópicos, un solo nivel del gen de células falciformes es ventajoso, ya
comparación a parejas a largo plazo. El riesgo de incluir niños criados dentro de
que otorga a su poseedor una mayor resistencia a la malaria en comparación
esas parejas pero engendrados por otros hombres siempre hará que tales
con las personas sin el gen. Sin embargo, un nivel doble del gen de la célula
comparaciones sean frágiles. Y nuestro intento se vuelve imposible cuando
falciforme condena al poseedor a una muerte prematura y/oa una vida de dolor
tratamos de comparar su éxito posterior a través de relaciones a corto plazo con
y sufrimiento.
varias mujeres. Incluso las mujeres que dan a luz a los niños pueden no saber
Por supuesto, esta comparación entre la genética del comportamiento
siempre quiénes son los padres, por lo que los hombres ciertamente no lo
homosexual y la genética de la anemia de células falciformes no debe
sabrán. Sin embargo, es precisamente esta vía hacia el éxito reproductivo la
malinterpretarse: no hay ninguna implicación aquí de que la primera también
que parece ser la más importante para los bisexuales. La expectativa es que
sea una enfermedad. Más bien, la anemia es el ejemplo mejor estudiado de un
dicha reproducción permita a los bisexuales lograr un mayor éxito reproductivo
principio genético que también podría aplicarse a la herencia del comportamiento
que los heterosexuales, pero la evidencia es imposible de obtener.
homosexual. Podemos pensar que los bisexuales tienen una pequeña cantidad
de genes para el comportamiento homosexual y que los homosexuales
Múltiples parejas, tanto masculinas como femeninas, son una característica del sexo masculino.
exclusivos tienen una mayor cantidad: los bisexuales tienen una ventaja
reproductiva en relación con los heterosexuales; los homosexuales exclusivos 277
nunca se reproducen y tienen un

276

 
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DE UNA MANERA U OTRA

GUERRAS DE ESPERMA

Por ejemplo, el hombre de la Escena 30 era consciente de la similitud entre

bisexualidad Casi una cuarta parte de los hombres que muestran un
su último amante masculino y una de las mujeres con las que
comportamiento homosexual
homosexual tienen más de diez parejas masculinas a lo largo
había engendrado un hijo. La experiencia con uno le dio experiencia en el
de su vida. Para algunos, la cifra puede ser de cientos. Sin embargo, lo que es
manejo de una relación con el otro. En este caso, experimentó a la mujer
más importante, cuantas más parejas masculinas tenga un hombre bisexual
antes que al hombre. Cuando ocurre lo contrario, la experiencia adquirida con
durante su vida, más parejas femeninas es probable que también tenga. Dado un hombre de un tipo de carácter particular puede ayudar al bisexual a
que, en promedio, un hombre bisexual inseminará a más mujeres a lo largo de su vida que
aprovechar al máximo una relación con una mujer de un tipo de carácter
Será un hombre heterosexual, un hombre bisexual tiene más probabilidades
de tener hijos con diferentes madres. similar. La experiencia puede ayudar en todas las etapas y niveles de esa
relación: seducción, estimulación, interacción social e incluso engaño.
La pregunta importante, por supuesto, es si el éxito del bisexual promedio
en atraer y seducir a muchas mujeres diferentes se debe a sus experiencias
La última forma en que la actividad homosexual puede ayudar al éxito
con muchos hombres diferentes. Probablemente hay tres formas principales
heterosexual es a través de la infidelidad dentro de una relación heterosexual
por las que podría hacerlo.
a largo plazo. La práctica de ser infiel a su pareja femenina con un hombre da
La primera es que el aprendizaje temprano con otros chicos le da al bisexual
la experiencia bisexual de caminar por la cuerda floja de la infidelidad con una
una competencia sexual precoz. Más del 80 por ciento de los hombres que
mujer. Aunque los hombres bisexuales disminuyen notablemente su actividad
alguna vez van a mostrar un comportamiento homosexual lo han hecho cuando
homosexual a medida que salen de la adolescencia y comienzan relaciones
tienen quince años, y el 98 por ciento cuando tienen veinte. La homosexualidad
con mujeres, su inclinación homosexual rara vez desaparece por completo.
masculina es una actividad que ocurre con mayor frecuencia durante la
Un hombre con una pareja femenina a largo plazo es tan reservado sobre su
adolescencia o incluso la niñez, ya sea con contemporáneos o con hombres
infidelidad homosexual como sobre su infidelidad heterosexual.
mayores. Para apreciar la diferencia de competencia entre los chicos con
experiencia homosexual y sus contemporáneos heterosexual
heterosexuales,
es, compare, por
Hay alguna ventaja en practicar la infidelidad con un hombre. La pareja
ejemplo, el hombre de la Escena 30 con el hombre de la Escena 27. Este último
femenina a largo plazo de un bisexual tiene menos éxito en detectar sus
apenas podía tener relaciones sexuales, incluso a los diecinueve años, y mucho
infidelidades homosexuales
homosexuales que sus infidelidades heterosexuales (a menudo
menos lidiar con las sutilezas. del orgasmo femenino. Por el contrario, incluso
porque ella no sabe que él es bisexual). Es probable que una mujer que no
a los trece años, el bisexual de la Escena 30 podía seducir a las chicas para
conoce la verdadera sexualidad de su pareja asuma que él es heterosexual,
que tuvieran relaciones sexuales. A los diecinueve años, las mujeres hacían
porque la mayoría de los hombres lo son. En consecuencia, por lo general se
cola para obtener sus favores, e incluso cuando tenía veinticinco años, su aura
sentirá menos amenazada por sus relaciones con otros hombres que por sus
sexual lo hacía atractivo para las chicas de quince años en adelante. El
relaciones con mujeres: es menos probable que las relaciones del hombre
resultado fue que, antes de cumplir los treinta años, había engendrado cuatro
promedio con otros hombres sean sexuales que sus relaciones con mujeres.
hijos con tres mujeres diferentes, más de lo que la mayoría de los hombres de
Incluso en aquellas ocasiones en que las relaciones de su pareja con hombres
su sociedad logran con toda una vida de heterosexualidad.
heterosexualidad.
son sexuales, una mujer tiene menos que perder, al menos inicialmente, que si
La segunda forma en que la actividad homosexual puede ayudar al éxito
él le es infiel a una mujer.
heterosexual es permitiendo la práctica con diferentes personalidade
personalidades.
s. La
Aunque algunos de los costos de la infidelidad (Escenas 9 y 11), como el riesgo
experiencia con múltiples parejas masculinas de diferentes tipos de personajes
de infección, aún se aplican, la mayoría no lo hace. Por ejemplo, él nunca
le da al bisexual una ventaja al interactuar con múltiples parejas femeninas de
necesitará reducir su apoyo a ella para ayudar a mantener al hijo de su amante.
diferentes tipos de personajes (Escena 36).
el es probablemente
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279

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GUERRAS DE ESPERMA
También es menos probable que la abandone para vivir con su amante si este último es un
hombre.
Así que el comportamiento homosexual durante la adolescencia y más allá puede dar a un
hombre ventajas reproductivas considerables sobre sus contemporáneos heterosexuales. En
cuyo caso, ¿por qué la bisexualidad no es más común?
La respuesta es relativamente sencilla. La bisexualidad tiene costos que pueden anular los
beneficios. El costo más importante del comportamiento homosexual es un mayor riesgo de
enfermedad. Incluso antes de la llegada del SIDA, el comportamiento homosexual traía consigo
un mayor riesgo de muerte prematura por enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis.
En efecto, los bisexuales están programados por sus genes para seguir un estilo de vida que
intercambia el beneficio de una procreación de niños más temprana y quizás mayor (con más
mujeres) contra el riesgo de una muerte prematura.
Otro costo es genético, y aquí hay otro paralelo con la anemia de células falciformes.
Aunque las personas con una pequeña cantidad de genes pueden obtener una ventaja aparente
inmediata, como hemos visto, esa ventaja puede no ser tan grande como parece. Esto se debe
a que, en comparación con las personas que no tienen los genes, aquellos con un número
pequeño producirán descendientes con una mayor proporción de individuos con un número
mayor. En otras palabras, aunque los bisexuales producen más hijos y nietos a un ritmo más
rápido que los heterosexuales, entre esos descendientes habrá algunos homosexuales
exclusivos que a su vez no lograrán reproducirse.
Otro costo surge porque una proporción de la mayoría heterosexual muestra homofobia, un
prejuicio contra las personas que muestran un comportamiento homosexual. Tal prejuicio es
ocasionalmente tan extremo y violento que cualquier hombre sospechoso de comportamiento
homosexual se enfrenta a un mayor riesgo de lesiones o incluso de muerte. Encontramos un
prejuicio similar, aunque menos extremo, en las Escenas 12 y 13 en relación con la masturbación.
Con la masturbación, por supuesto, tal prejuicio es todo fanfarronería e hipocresía: es tan
probable que los intimidadores se masturben como los intimidados. Inevitablemente, algunos
homófobos también son hipócritas, mostrando
280
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GUERRAS DE ESPERMA
no solo disminuye la ventaja de la bisexualidad, sino que aumentan los costos.
De los tres costos discutidos anteriormente, dos, la genética y la enfermedad,
aumentan claramente a medida que la bisexualidad se vuelve más común.
En lo que se refiere al riesgo genético, cuanto más comunes sean los genes
del comportamiento homosexual, mayor será la posibilidad de que dos personas
sean portadoras de esos genes y, por lo tanto, mayor será la posibilidad de que
un hombre y su pareja produzcan hijos y nietos que sean exclusivamente
homosexual y, por lo tanto, no se reproducirá en absoluto. Cuando se trata del
riesgo de enfermedad, cuanto mayor sea el nivel de actividad homosexual en
la población, más rápida será la propagación de la enfermedad. Más personas,
tanto heterosexuales como bisexuales, se infectarán. Pero debido a que los
bisexuales siempre corren un mayor riesgo de contraer enfermedades, serán
los que más sufrirán. Por lo tanto, las posibilidades de que cualquier bisexual
tenga una muerte prematura son mayores.
Hemos visto que, en una población en la que los bisexuales son escasos,
los bisexuales disfrutan de considerables ventajas sobre los heterosexuales. El
resultado es que los genes para la bisexualidad aumentan en proporción en la
población. Por el contrario, a medida que el comportamiento bisexual se vuelve
más común, la ventaja que disfrutan las personas bisexuales disminuye y los
costos aumentan. Si el comportamiento
se vuelve demasiado común, la tasa de reproducción de los bisexuales cae por
debajo de la de los heterosexuales y la proporción de bisexuales en la población
comienza a disminuir una vez más.
El resultado inevitable de esta interacción de costos y beneficios a medida
que aumenta y disminuye la proporción de bisexuales es que eventualmente la
proporción de bisexuales se estabiliza. Además, se estabiliza precisamente en
el nivel en el que el éxito medio del comportamiento bisexual en cada
generación es exactamente igual al éxito medio del comportamiento
DE UNA MANERA U OTRA
homofobia pública mientras se comporta bisexualmente en secreto. Sin embargo, en general, la
mayoría de los homófobos son parte de la mayoría heterosexual.
Cada vez que nos encontramos con este tipo de prejuicio común, generalmente se debe a
que el objetivo es de alguna manera una amenaza para las personas que muestran el prejuicio.
Es muy posible que los homófobos, como los bisexuales, nazcan y no se hagan, un resultado
evolutivo inevitable del éxito mismo de la bisexualidad que acabamos de discutir. Las ventajas
reproductivas que disfrutan los bisexuales significan que , por esa sola r azón, deberían ser
considerados una amenaza por los heterosexuales que los rodean. Desafortunadamente, el
papel de los bisexuales en la propagación de enfermedades se suma a esta amenaza. Entonces,
tal como discutimos sobre la masturbación (Escena 13), una defensa para los individuos que los
rodean es tratar de reducir las ventajas reproductivas de los bisexuales a través de amenazas e
intimidación.
La imagen final, por lo tanto, es que, en comparación con sus contemporáneos
heterosexuales, los bisexuales experimentan tanto ventajas como desventajas en su búsqueda
del éxito reproductivo. En cuyo caso, la pregunta importante es si los costos totales son mayores
que los beneficios totales, o viceversa. ¿Los bisexuales tienen más éxito reproductivo que los
heterosexuales, o tienen menos éxito? La respuesta es que depende de qué tan comunes sean
los bisexuales en la población. Cuando son raros, tienen más éxito que los heterosexuales.
Cuando son comunes, tienen menos éxito. Las razones son las siguientes.
La ventaja de la bisexualidad radica en que sus exponentes tienen potencialmente una tasa
de reproducción superior a la media de la sociedad en la que viven. Como hemos señalado, un
aprendizaje más temprano y mejor de la técnica sexual les da a los bisexuales una ventaja
competitiva sobre otros hombres para obtener acceso sexual a las mujeres. Sin embargo,
cuantos más bisexuales haya en la población, mayor será la posibilidad de que sus competidores
también sean bisexuales, y cuanto más comunes sean los bisexuales, menor será la ventaja que
disfruta cualquier individuo como resultado de su bisexualidad. A medida que aumenta la
proporción de bisexuales en la población,
281
DE UNA MANERA U OTRA
asesinados por homófobos y contrayendo el VIH, también tienen el potencial
de ser muy exitosos. En promedio, los mayores riesgos y el mayor potencial
simplemente se equilibran entre sí.
La conclusión, por lo tanto, es que en las sociedades más grandes e
industriales, los genes de la bisexualidad se han estabilizado en alrededor del
6 por ciento de la población porque este es el nivel en el que los hombres
bisexuales y heterosexuales, en promedio, lo hacen igual de bien.
La situación sería muy diferente, por supuesto, si los costos de la bisexualidad
nunca fueran tan grandes como los beneficios, sin importar cuán comunes se
vuelvan los genes bisexuales en la población. Supongamos, por ejemplo, que
hubiera algunas sociedades en las que hubiera muy poco riesgo de
enfermedades de transmisión sexual. En tales sociedades, los beneficios de la
bisexualidad siempre podrían superar los costos, sin importar cuántas personas
usaran la estrategia. Deberíamos esperar que los genes de la bisexualidad se
propaguen por toda la población. ¿Es concebible que haya habido alguna vez
sociedades en las que la bisexualidad tuviera unos costes suficientemente
bajos? La respuesta es sí.
Hasta ahora, en esta discusión, nos hemos concentrado en las grandes
sociedades industrializadas, que son excepcionalmente desfavorables para la
propagación y persistencia de la bisexualidad. En particular, albergan y
facilitan la propagación de aquellas enfermedades de transmisión sexual que
generan los principales costos de la estrategia. La reciente aparición y
propagación del VIH y el SIDA son simplemente los ejemplos más recientes
de una secuencia de eventos que habrán ocurrido muchas veces a lo largo de
la historia humana. Por ejemplo, desde la Edad Media hasta el siglo XX, la
sífilis fue la principal causa de muerte por transmisión sexual en las sociedades
más grandes.

heterosexual. Por lo tanto, la respuesta a nuestra pregunta: ¿a quién le va
mejor reproductivamente, los bisexuales o los heterosexuales? - Es ninguno'.
La única diferencia entre los dos es que el éxito reproductivo de los bisexuales
es más precario: tienen muchas más posibilidades de no reproducirse en
absoluto.
Sin embargo, si logran evitar ser
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GUERRAS DE ESPERMA
su comportamiento. Los sobrevivientes fueron nuevamente aquellos con algún
tipo de inmunidad, que transmitieron a su descendencia. En consecuencia,
antes de que se encontraran con el mundo exterior y estuvieran expuestos al
sarampión, la viruela, la sífilis y ahora el SIDA, estas pequeñas sociedades
aisladas disfrutaron de largos períodos con poco peligro de enfermedad. En
tales circunstancias, la bisexualidad no habría acarreado ni de lejos los riesgos
que conlleva ahora en sociedades más grandes, con el resultado de que los
genes de la bisexualidad deberían haberse propagado sin el control de la
enfermedad. No importa cuán común se volviera la bisexualidad, sus
exponentes aún se habrían reproducido más rápido que los heterosexuales.
Por lo tanto, no debería sorprendernos encontrar que muchas de estas
comunidades, cuando se encontraron y estudiaron por primera vez, contenían
una proporción mucho mayor de bisexuales que el mundo industrializado. Y debería ser no
Sorprende, tampoco, encontrar que, cuando la mayoría de las personas son
bisexuales, la homofobia se vuelve mucho menos común o desaparece por
completo.
En lo que respecta al nivel y la tolerancia de la bisexualidad, son las
principales sociedades industrializadas
industrializadas las que son la excepción, no la regla.
Antropológicamente,, en el 60 por ciento de las sociedades humanas, la
Antropológicamente
bisexualidad es común y socialmente aceptada. Algunas sociedades, como
ciertas pequeñas comunidades insulares de Melanesia, aceptan como normal
que todos los varones adolescentes en algún momento tengan relaciones
sexuales anales homosexuales. Las mujeres también aceptan que su pareja a
largo plazo tendrá sexo de vez en cuando con otros hombres, y toleran más la
infidelidad homosexual de su pareja que la heterosexual. La actitud habitual es
que sus parejas pueden continuar con su actividad homosexual siempre que
no interfiera con su relación heterosexual. Pero incluso en estas sociedades,
donde todos los adolescentes varones tienen fases de homosexualidad, a
veces dentro de relaciones 'monógamas' a corto plazo, la homosexualidad
exclusiva durante toda la vida es muy rara. El comportamiento homosexual es
muy claramente parte de una estrategia reproductiva bisexual.
Además, es una estrategia tan exitosa que ha desplazado por completo la
heterosexualidad que es la norma en sociedades más grandes y más
propensas a las enfermedades.
284
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GUERRAS DE ESPERMA
Después de un rato, la niña se sentó a horcajadas sobre su pareja, de
espaldas a ella, y luego se inclinó hacia delante para lamerle los muslos y
los genitales. Mientras lo hacía, levantó su trasero en el aire, presentándose
a la lengua de su pareja. Esta era la parte que más le gustaba. Cada vez
que tenía ganas de un orgasmo, esto nunca fallaba en llevarla al borde.
Mientras la cálida y húmeda lengua lamía y sondeaba sus labios vaginales,
y luego masajeaba suavemente su clítoris, sintió las sensaciones que había
estado esperando todo el día. Se mantuvieron en lo alto durante minutos
mientras se acercaban al borde, pero nunca se cruzaron. Aunque ambos
encontraban exquisito el sexo oral, rara vez llegaban al clímax solo con eso.
Finalmente, incapaz de esperar más la liberación, se recostó junto a su
pareja. Su pérdida momentánea de concentración pronto pasó cuando se
besaron profundamente, cada uno probando brevemente sus propios jugos
en la lengua del otro. Mientras se besaban, sus dedos acariciaban y
Históricamente, las comunidades pequeñas y más aisladas han albergado
relativamente pocas enfermedades. Dado que los miembros de tales
comunidades eran descendientes de los sobrevivientes de epidemias pasadas,
heredaron la inmunidad natural, quizás genética, de sus antepasados.
Raramente aparecían nuevas enfermedades porque la gente tenía poco
contacto con el mundo exterior. Cuando tenían tal contacto, pocos escapaban
a la exposición a la enfermedad sin importar lo que pasara.
283
DE UNA MANERA U OTRA
ESCENA 31
La llegada de las mujeres
La chica limpió el vapor del espejo del baño para poder examinar su rostro
una vez más. Tras asegurarse por cuarta vez esa noche de que la mancha de
la barbilla casi había desaparecido, siguió secándose con la toalla. Veinte
años y todavía le salían manchas. ¿Seguramente se las quitaría pronto?
Mientras colgaba la toalla sobre el radiador, notó el paquete de tampones casi
vacío en el estante y sonrió. ¿Cuál de ellos haría el esfuerzo supremo y lo
volvería a poner en el gabinete este mes? Hacía una semana que sus periodos
habían terminado —es extraño cómo tendían a coincidir— y ninguno de los
dos había logrado guardar el paquete. Al empolvarse, sintió que se le tensaba
la garganta.
Incluso después de un año juntos, todavía se emocionaba ante la perspectiva
de tener relaciones sexuales con su pareja. Había estado esperando esto
todo el día y ya sentía un hormigueo entre las piernas.
Mientras caminaba desnuda desde el baño lleno de vapor hasta el calor
seco de la habitación, su pareja ya estaba recostada en la cama. Diez años
mayor que ella y madre de un niño pequeño, todavía tenía un cuerpo
maravilloso. Cuánto mejor era acostarse junto a una mujer suave, tersa,
complaciente y complaciente que un hombre musculoso, apremiante y egoísta.
Inmediatamente ella estuvo sobre la cama, se abrazaron y besaron.
Mientras lo hacían, sus manos se deslizaron expertamente sobre el cuerpo
del otro, acariciando suavemente aquí, acariciando suavemente allá. De vez
en cuando, uno masajeaba los senos del otro, jugaba con un pezón o
acariciaba suavemente el vello púbico. Por turnos, descendieron por el cuerpo
del otro, besándose y lamiéndose a medida que avanzaban, cada uno
haciéndole al otro lo que más deseaba que le hicieran a sí misma.
285
DE UNA MANERA U OTRA
podía quedarse, pero realmente no quería llegar tarde por tercera semana
consecutiva.
Cuando entró al baño, su pareja la gritó, quejándose de que en estos días
siempre parecía estar fuera por las noches. Ella le recordó que al principio
nunca estaban fuera de la compañía del otro. Eso había sido hace un año,
gritó la chica en respuesta. Al regresar a la habitación, le aseguró a su
compañero que una vez que terminaran sus exámenes, podrían volver a ser
como antes. Mientras tanto, no podía darse el lujo de perderse nada.
Antes de irse, su amante le hizo prometer que no llegaría tarde. Diciendo
que haría todo lo posible, pero advirtiendo que probablemente la arrastrarían
para tomar una copa una vez que terminara la reunión, la chica se fue.
Una vez sola, la mujer se levantó, aún desnuda, y puso música iónica.
 sondeaban los húmedos labios vaginales del otro, luego se masajeaban el clítoris.
Cada uno sabía exactamente qué hacer. Cuando la niña sintió que el rubor
se extendía por su pecho, garganta y rostro, vio que lo mismo le sucedía a
su amante. Su respiración se convirtió en un jadeo, sus pulsos se aceleraron
y los sonidos en sus gargantas se hicieron más fuertes y urgentes. Por un
breve y maravilloso momento estuvieron al borde del abismo, luego llegaron
al clímax más o menos simultáneamente. Fácilmen
Fácilmente
te había estado a la altura
de las expectativas del día. Se acomodaron en su habitual abrazo post-
orgásmico, las manos ahora acariciando ociosamente el cuerpo del otro. En
los segundos antes de quedarse dormida, pensó cuánto más expertos se
habían vuelto en darse orgasmos desde que comenzaron a vivir juntos.
Normalmente, dormían solo unos quince minutos después del sexo, pero
cuando ella se despertó, había pasado casi una hora. Su pareja seguía
dormida y le pareció cruel despertarla. Sin embargo, estaba empezando a
inquietarse. Solo tenía una hora para vestirse y cruzar la ciudad.
Eventualmente, no pudo demorarse más e hizo ademán de salir de la cama.
Inmediatamente,, su amante se despertó y, somnolienta, la instó a quedarse
Inmediatamente
un poco más, sugiriendo que no importaría si llegaba un poco tarde a su
reunión. Deslizándose de la cama y yendo en busca de ropa, la niña dijo
que deseaba
286
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GUERRAS DE ESPERMA
Mirando alrededor de las mesas, se preguntó si él todavía estaría allí. Esta era su
primera cita real, aunque él la había estado presionando durante algún tiempo.
Realmente no quería engañar a su pareja, especialmente ahora. Los problemas
de esta última sobre el acceso a su hijo y la preocupación por los resultados
anormales de su frotis cervical los estaban poniendo a ambos bajo una tensión
considerable. De alguna manera, sin embargo, no se sentía tan culpable por un
encuentro clandestino con un hombre como lo haría con otra mujer.
Hacía más de un año que no tenía sexo con un hombre. De hecho, su relación
lésbica actual había sido tan gratificante que había comenzado a pensar que
nunca volvería a tener ganas de tener sexo con un hombre. Siempre había sabido
que era bisexual, desde que era una niña. A lo largo de la infancia y la adolescencia,
había persuadido a novia tras novia para que se quitaran la ropa y se metieran en
la cama con ella. Una vez en su adolescencia, sin embargo, también había cedido
a algún hombre ocasional.
Al principio solo había sentido curiosidad por el sexo heterosexual, pero
después de algunas experiencias había comenzado a disfrutarlo, a su manera. Sin
embargo, más que nada, había disfrutado la s ensación de poder que podía tener
sobre los chicos. En comparación con sus amigas, primero los chicos y luego los
hombres le habían parecido tan crédulos, tan fáciles de manipular y engañar, que
le había resultado difícil respetarlos. Además, los hombres eran tan sexualmente
ineptos; tan egoísta. Mientras estuviera de humor, prácticamente podría garantizar
que otra mujer podría darle un orgasmo. Con un hombre, casi siempre tenía que
aplicar ella misma los toques finales, si le apetecía. Entonces, ¿qué estaba
haciendo ella en este restaurante, conociendo clandestinamente a un hombre?
Realmente no lo sabía, excepto que tal vez estaba lista para otra experiencia, y
este hombre realmente era bastante atractivo. Una mano saludó desde la mesa de
la esquina. Ella le devolvió el saludo y fue a
unirse al dueño de la mano.
En el otro lado de la ciudad, mientras la pareja comía en el restaurante, el
amante de la chica yacía desnudo en la cama, llevándose al clímax. Después pasó
al salón a relajarse con una botella de vino, música y un libro. Pero ella no podía
conformarse. Había algo extraño en los modales de su amante.
288
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GUERRAS DE ESPERMA
Ociosamente, caminó por la habitación. Un momento de miedo la golpeó
cuando vio la carta en el estante, que le recordaba que tenía que repetir el
frotis cervical mañana: células anormales, ¿eso era grave? En un intento por
distraerse, tomó la fotografía enmarcada de ella y la niña de vacaciones el
verano anterior, ambas bronceadas, borrachas y felices. No muy lejos, en el
estante, había una fotografía de ella con su hijo pequeño. Ahora tenía diez
años, pero hacía varios meses que ella no lo había visto. Una vez que ella
había comenzado a vivir abiertamente con su amante actual, su padre le
había negado el acceso, insistiendo en cuidar al niño él mismo con su nueva
pareja. Ojalá supiera, pensó, que el niño casi con toda seguridad no era suyo,
sino que, muy probablemente, el producto de una noche salvaje que había
pasado en una habitación de hotel con dos hombres y una niña mientras él
no estaba. Los recuerdos de esa noche desencadenaron el hormigueo
familiar entre sus piernas. Solo había pasado una hora desde su último
clímax, pero en el momento en que sintió esa sensación, supo que se
masturbaría.
antes de que terminara la noche.
La niña se bajó del autobús y entró al restaurante. Ella llegó tarde. Sabía
que sería un error tratar de encajar en el sexo antes de irse, pero había
estado desesperada por tener un orgasmo todo el día.
287
DE UNA MANERA U OTRA
durante el último día más o menos y la estaba molestando. De repente, empezó a
buscar el número de teléfono del bar donde la chica y sus amigas solían ir después
de sus conferencias y reuniones. Llamó por teléfono, pidiendo hablar con ella, con
la intención de sugerir que viniera y se uniera a ellos. No sería la primera vez. Sin
embargo, le dijeron que ni la niña ni sus amigos estaban allí. Decidiendo que
debían haberse ido a otra parte, trató de concentrarse en su libro una vez más.
Hubo una inquisición cuando la niña finalmente regresó, tarde, pero no
indebidamente. La historia que contó fue que después de c onocerse, sus amigos
habían decidido que todos deberían probar un lugar nuevo. Eventualmente,
convenció a su pareja de que estaba diciendo la verdad, pero todavía había una
atmósfera entre ellos cuando se acostaban.
De hecho, la chica y su acompañante masculino no habían tenido relaciones
sexuales esa noche, pero solo había pasado una semana antes de que lo hicieran.
Posteriormente, con el paso de las semanas, su relación se desarrolló de una
manera que ella solo había creído posible con una mujer. Su infidelidad a su pareja
lesbiana se hizo cada vez más difícil de ocultar a medida que se dio cuenta de que
quería pasar más y más tiempo con su amante. Su ingenio se estiró hasta el límite.
También comenzó a sentirse culpable por los problemas adicionales que podría
estar causando a una mujer cuya vida se estaba volviendo cada vez más tensa en
todos los sentidos. Su frotis repetido nuevamente indicó células anormales, y ella
comenzó el proceso estresante de hacerse más pruebas y esperar los resultados.
Como si eso no fuera lo suficientemente malo, se le siguió negando el acceso a su
hijo y no le dieron un ascenso en el trabajo cuando comenzó a correr el rumor de
que era lesbiana, que había estado en el aire por un tiempo. La mujer había
comenzado a sospechar que su joven amante le era infiel, y cada vez más
comenzaron a discutir.
Su peor pelea se desató cuando se acusaron mutuamente de fingir orgasmos.
Pero aún no podía estar segura de la infidelidad de su pareja, es decir, hasta el
momento en que esta última le dio la noticia de su embarazo. Al principio, trató de
convencerla de que podían cuidar juntas al bebé, pero
289
DE UNA MANERA U OTRA
 la niña insistió en mudarse y vivir con el padre del bebé.
Durante un tiempo, la mujer estuvo enferma de estrés y soledad.
Después de perder su trabajo, comenzó a sentirse suicida. Pero luego,
en! En lo más profundo de la depresión, conoció a un hombre que acababa
de ser abandonado por su pareja y su familia. Se aconsejaron el uno al
otro debido a su desesperación conjunta y en cuestión de semanas vivían
 juntos. Un año después, ella ttuvo
uvo a su hijo, una
una hija. Poco tiempo
tiempo después
fue operada con éxito de cáncer de cuello uterino, y desde entonces su
vida mejoró.
Una vez que su hijo se independizó de su padre, vino a verla. Sin
estar contaminado por la homofobia de su padre, rápidamente se acercó
a su madre y su media hermana menor y se convirtieron en una gran
familia. Aunque la mujer murió relativamente joven, a los sesenta años,
no fue antes de haber disfrutado quince años felices como una abuela
cariñosa.
Habiendo discutido la forma en que el comportamiento homosexual
H puede ayudar a los hombres en su búsqueda del éxito reproductivo
(Escena 30), es relativamente sencillo hacer lo mismo aquí con las
mujeres. Esto se debe a que existen muchas similitudes entre la
bisexualidad masculina y femenina y relativamente pocas diferencias.
Incluso las diferencias que existen son en gran medida solo una cuestión de
grado. Por ejemplo, en promedio en todas las sociedades hay menos mujeres
bisexuales que hombres, una tendencia que también se muestra en la mayoría de las sociedades.
animales En cualquier sociedad humana dada, tiende a haber entre un tercio y la
mitad de mujeres bisexuales que de hombres. En las grandes sociedades industriales,
en las que sólo alrededor del 6 por ciento de los hombres muestran un comportamiento
homosexual, entre el 2 y el 3 por ciento de las mujeres lo hacen. En sociedades en
las que todos los hombres muestran un comportamiento homosexual, alrededor de 30-
El 50 por ciento de las mujeres lo hacen. Esta diferencia significa que, en
promedio, cada uno de nosotros debería retroceder un poco más en
nuestro árbol genealógico para encontrar una mujer bisexual que para
encontrar un hombre. Pero la diferencia es solo de una generación, de
vuelta a 1850 en lugar de 1875.
290
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GUERRAS DE ESPERMA
el éxito reproductivo de las mujeres bisexuales y heterosexuales, llegamos
precisamente a la misma conclusión que llegamos para los hombres (Escena 30):
como estrategia para la búsqueda del éxito reproductivo, la bisexualidad femenina
es una alternativa real y exitosa a la heterosexualidad.
Brevemente, las mujeres bisexuales se reproducen antes que las heterosexuales,
pero también corren un mayor riesgo de contraer enfermedades y una reducción
temprana de su vida reproductiva. Al igual que para los hombres, la ventaja neta
de la bisexualidad tiende a ser mayor cuando el comportamiento es raro. La
proporción de mujeres en cualquier población dada que s on bisexuales, por lo
tanto, debe reflejar el nivel en el que los costos y los beneficios se equilibran entre
sí.
En muchos sentidos, sabemos más sobre los costos y beneficios de la
bisexualidad femenina. Esto se debe a que es mucho más fácil saber cuántos hijos
ha tenido una mujer en diferentes etapas de su vida que un hombre, especialmente
un hombre que ha tenido muchas parejas diferentes. Por ejemplo, sabemos que a
los veinte años una mujer bisexual tiene cuatro veces más probabilidades que una
heterosexual de tener un hijo, y que incluso a los veinticinco años todavía tiene el
doble de probabilidades. La mujer de la Escena 31 había tenido un hijo a los veinte
años y dos a los treinta y uno. Sin embargo, al final de su vida reproductiva, las
mujeres bisexuales tienden a tener menos hijos que las heterosexuales. En Gran
Bretaña, en la década de 1980, por ejemplo, una encuesta arrojó cifras promedio
de 1,6 hijos para bisexuales y 2,2 para heterosexuales. Las tendencias de niños
bisexuales antes pero con menos hijos simplemente se cancelan, dándoles la
misma tasa general de reproducción que los heterosexuales.
Como se mencionó brevemente anteriormente, parte de la razón por la que los
bisexuales a menudo terminan con menos hijos a pesar de un comienzo más
temprano que los heterosexuales es que, como la mujer en la escena, su vida
reproductiva puede verse restringida por la enfermedad. Al igual que los hombres
bisexuales, las mujeres corren un mayor riesgo de contraer enfermedades de
transmisión sexual. A la edad de veinte años, es más probable que hayan
experimentado infecciones genitales. A la edad de veinticinco años, es más
No solo hay menos mujeres bisexuales que hombres, sino que, en
promedio, comienzan sus actividades homosexuales (lesbianas) un poco
más tarde en la vida. Solo el 50 por ciento de las mujeres bisexuales han
tenido su primera experiencia homosexual
homosexual a la edad de veinticinco años,
y solo el 77 por ciento a la edad de treinta. Algunas no tienen su primera
experiencia lésbica hasta los cuarenta años.
Otra diferencia entre hombres y mujeres bisexuales es que
las mujeres bisexuales no tienen tantas parejas homosexuales como los
hombres bisexuales. Solo el 4 por ciento de las mujeres bisexuales tienen
más de diez parejas homosexuales a lo largo de su vida, en comparación
con el 22 por ciento de los hombres bisexuales. Del mismo modo, es más
probable que las mujeres tengan relaciones 'monógamas' más duraderas
entre sí que los hombres. Un patrón común, mostrado por la niña en la
escena, es que una mujer permanezca en una relación homosexual de
uno a tres años antes de pasar a una relación heterosexual. También
como en la escena, las mujeres mayores a menudo 'encajan' en una
relación homosexual estable entre sucesivos heterosexuales.
En comparación con estas pequeñas diferencias entre el comportamiento
homosexual masculino y femenino, existen muchas similitudes importantes.
Por ejemplo, la mayoría de las mujeres que muestran un comportamiento
homosexual son bisexuales. Menos del 1 por ciento de las mujeres en
cualquier sociedad son exclusivamente homosexuales a lo largo de su vida.
Más del 80 por ciento de las que muestran un comportamiento lésbico
también muestran un comportamiento heterosexual,
heterosexual, al igual que las dos
mujeres en la Escena II. Todas las sociedades humanas
humanas contienen
mujeres bisexuales; además, la bisexualidad femenina es genética y
hereditaria. Y, como todas las características que hemos comentado, la
bisexualidad femenina está muy extendida entre diferentes especies de
mamíferos, aves y reptiles. De hecho, hay una especie de lagarto que
consiste solo en hembras. Estos no desarrollarán huevos a menos que
otra hembra los monte primero en un acto pseudocopulatorio. Se turnan
para montarse y estimularse mutuamente la producción de huevos.
Las muchas similitudes y las pocas diferencias entre la bisexualidad
masculina y femenina son lo suficientemente significativas como para justificar
una interpretación similar de los dos tipos de comportamiento. cuando comparamos
291
DE UNA MANERA U OTRA
No se sabe en qué medida este mayor riesgo de enfermedad es un resultado
directo de la actividad bisexual. Las enfermedades de transmisión sexual, como el
herpes y las verrugas genitales, pueden transmitirse directamente de mujer a
mujer durante el acto sexual. Pero hay otros aspectos de la bisexualidad femenina
que también podrían aumentar el riesgo de infección, como veremos pronto.
El hecho de que la bisexualidad f emenina sea menos común que la masculina
sugiere a un biólogo evolutivo que las mujeres tienen menos que ganar con la
bisexualidad que los hombres o que tienen más que perder, o ambas cosas. Sin
embargo, es poco probable que las mujeres bisexuales tengan más que perder,
de hecho, todo lo contrario. Por ejemplo, los hombres bisexuales no solo parecen
tener un riesgo mucho mayor de contraer enfermedades, sino que corren mucho
más riesgo de sufrir violencia por parte de homófobos que las mujeres bisexuales.
Esto probablemente se deba a que las lesbianas representan una amenaza
reproductiva mucho menor para las mujeres heterosexuales que los homosexuales
para los hombres heterosexuales.
La conclusión, por lo tanto, es que si las mujeres no tienen más que perder
con la bisexualidad que los hombres, deben tener menos que ganar, y esto no
debería ser tan sorprendente. Ya hemos visto que los varones tienen mucho más
que aprender sobre técnicas sexuales durante la adolescencia temprana que las
mujeres (Escenas 27 a 30). La experiencia homosexual en el momento apropiado
puede conferir una competencia sexual precoz en ambos sexos, pero lo hace
mucho más claramente en los varones. De hecho, dado que las mujeres tienen
menos técnicas sexuales básicas que aprender que los hombres durante la
adolescencia (Escena 27), tenemos que preguntarnos qué tiene la experiencia
sexual con otras mujeres que les da a los bisexuales una ventaja tan temprana
sobre los heterosexuales.
Lo principal que una mujer tiene que aprender sobre el sexo son aquellas
técnicas que le permitan sacar el máximo provecho de las relaciones a largo plazo
(Escena 18). En particular, necesita aprender las técnicas de la infidelidad y el
engaño. Ella también necesita aprender cómo aprovechar al máximo sus orgasmos
de una manera que le brinde el mayor control sobre la retención y la guerra de los
espermatozoides (Escena 26).
 probable que muestren células anormales en las pruebas de frotis cervical y, a los
treinta, es más probable que tengan cáncer de cuello uterino.
292
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GUERRAS DE ESPERMA
probablemente se practica mejor con otra mujer que con un hombre.
Además, se practican mejor en el contexto de una relación monógama
relativamente prolongada con una mujer, que es una de las características
clave del comportamient
comportamiento
o homosexual femenino.
Si una mujer puede engañar a una pareja femenina a largo plazo sobre la
infidelidad, los orgasmos fingidos y cosas por el estilo, entonces debería
resultarle relativamente fácil engañar a una pareja masculina similar. Esto le
permite explotar las ventajas de la infidelidad y la guerra de esperma
(Escenas 21 y 26) mientras reduce el riesgo de tener que pagar los costos
(Escenas 9 y 11).
Si las mujeres bisexuales aprenden antes y mejor cómo explotar las
relaciones y cómo promover e influir en la guerra de espermatozoides, no
debería sorprender que hagan un mayor y más temprano uso de estas
habilidades. Las mujeres bisexuales son inseminadas por un hombre tantas
veces a lo largo de su vida como las mujeres heterosexuales. Además, las
mujeres bisexuales tienen más probabilidades de tener más de una pareja
masculina simultánea y de tener relaciones sexuales con dos hombres
diferentes en un período de tiempo lo suficientemente corto como para
promover la guerra de esperma.
Las mujeres bisexuales no solo promueven la guerra de espermatozoides
más a menudo, sino que parecen más capaces (aunque no se han medido
los detalles más finos) de controlar la retención de esperma y, por lo tanto,
el resultado de esa guerra. Es más probable que se masturben y se
masturben con más frecuencia que las mujeres heterosexuales. Así crean
filtros cervicales más fuertes (Escena 22). Cuando tienen sexo con un
hombre, los bisexuales no tienen ni más ni menos probabilidades de tener
un orgasmo. Pero es más probable que tengan un orgasmo de derivación
(Escena 25), anulando el efecto de su filtro cervical.
Debido a que muchas de las respuestas al orgasmo que son el arma
más poderosa de una mujer en la guerra del esperma en realidad ocurren
en ausencia de los hombres de todos modos (masturbatorias; nocturnas —
Escenas 22 a 26), pueden practicarse fácilmente en el contexto de una
relación lésbica — incluso aquellas orgasmos que en una relación
heterosexual normalmente
normalmente ocurren antes, durante o después de la
penetración. Esto se debe a que los estímulos que las mujeres se dan
durante el sexo lésbico son muy similares a los que da un hombre durante los juegos previos. los Esto sugiere que, como
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GUERRAS DE ESPERMA
los otros animales descritos anteriormente, la motivación de una lesbiana para
tener orgasmos con su pareja también está bajo control hormonal más que cerebral.
Nuestra imagen final del comportamiento homosexual de las mujeres, entonces,
muestra un proceso de práctica con mujeres para lograr el éxito en las relaciones a
largo plazo con hombres individuales.
Esto no es realmente diferente de nuestra conclusión sobre la ventaja de la
bisexualidad para los hombres. Los hombres bisexuales, sin embargo, practican
principalmente para tener éxito con muchas mujeres. A diferencia de un hombre,
una mujer no puede aumentar su éxito reproductivo simplemente teniendo más
sexo con más hombres. Lo hace, en cambio, siendo mucho más selectiva y
estratégica y aprovechando al máximo la explotación de los hombres que la rodean.
En esto, una mujer bisexual es ayudada por una habilidad precoz para promover y
manipular la guerra de esperma y por una habilidad a más largo plazo para hacer
un mejor uso de la infidelidad. Sin embargo, al igual que para los hombres bisexuales,
la estrategia reproductiva de las mujeres bisexuales trae consigo mayores riesgos
que pueden resultar en una reducción temprana de su actividad reproductiva por
enfermedad o muerte prematura. El resultado neto, por lo tanto, es que las mujeres
bisexuales y heterosexuales tienen un éxito reproductivo similar, pero lo logran por
medios diferentes.
Los elementos de engaño necesarios para explotar la infidelidad son
293
DE UNA MANERA U OTRA
La técnica más común utilizada por las lesbianas es la caricia y el manejo de
los genitales, particularmente
particularmente el clítoris. Después de eso, en orden decreciente
de frecuencia, vienen las caricias y masajes de los senos, lamer y chupar los
pezones, el sexo oral y el apretar y frotar los genitales. En sociedades como
algunas en Melanesia, las lesbianas solo usan la boca y las manos durante
el sexo. En otros lugares, a veces se utilizan objetos, ya sea para estimular
el clítoris o para insertarlos en la vagina. Estos van desde músculos de
pantorrilla de reno en partes de Siberia hasta plátanos, batatas y elegantes
falos de madera tallada en otras partes del mundo. En las sociedades más
industrializadas, por supuesto, a veces se utilizan vibradores y consoladores
disponibles comercialmente.
comercialmente. Sin embargo, la penetración con los dedos o
con objetos sigue siendo una parte relativamente poco frecuente de la
estimulación lésbica. En una encuesta estadounidense, solo el 3 por ciento
de las lesbianas dijeron que usaban regularmente la penetración para
estimular a su pareja durante las relaciones sexuales.
La "tasa de éxito" del orgasmo es aproximadamente el doble si una mujer
es estimulada por otra mujer en lugar de por un hombre. Además, es mucho
más probable que los orgasmos que las mujeres se dan entre sí ocurran
durante la fase fértil de su ciclo. El pico de actividad sexual que presenciamos
 justo al comienzo
comienzo de la escena 31 tuvo lugar una semana desp
después
ués de que
las mujeres terminaran sus períodos. Si iban a ovular ese mes (y puede que
no —Escena 15) sería dentro de los próximos días. Ambos estaban en su
fase fértil.
Curiosamente, este pico de frecuencia de orgasmos durante la fase fértil
del ciclo menstrual de una lesbiana se refleja en los picos de actividad
homosexual de otros animales hembra en una fase similar de su ciclo. Ya
sea que estudiemos vacas, ratas o cobayos, encontramos que las hembras
son mucho más propensas a montarse unas a otras durante su fase fértil. Se
ha demostrado experimentalmente que dicho comportamiento
comportamiento de montaje
está relacionado con las hormonas, de modo que cambiar el equilibrio
hormonal durante el ciclo menstrual altera el momento del montaje e incluso
puede detenerlo por completo. Las lesbianas que toman anticonceptivos
orales pierden su punto máximo de actividad orgásmica a mitad del ciclo.
295
DE UNA MANERA U OTRA
si la sincronía menstrual es un fenómeno real. La investigación más reciente sugiere
que lo es, pero también lo es la desincronía. En algunos grupos de mujeres, los
ciclos menstruales se vuelven más similares, en otros, más diferentes. La dirección
que tome un grupo en particular no se debe al azar, sino que depende más que
nada de cuántas de las mujeres del grupo están ovulando regularmente (Escena
15). Los grupos en los que pocas ovulan, sobre todo si algunas toman la píldora,
tienden a sincronizarse.
Los grupos en los que la mayoría está ovulando tienden a desincronizarse. Es como
si los cuerpos de las mujeres estuvieran tratando de ovular con tantos días de
diferencia como sea posible.
Todavía es un misterio por qué deberían existir estas respuestas, pero
probablemente tenga algo que ver con ocultar la fase fértil a los hombres (Escena
2). Si un grupo de mujeres ovulara al mismo tiempo, incluso los hombres más
inconscientes podrían notar los cambios de comportamiento asociados con la fase
fértil (Escenas 1, 6, 10 y 22).
De forma aislada, una persona puede ocultar más fácilmente estos cambios a su
pareja en medio de cambios aleatorios en el estado de ánimo y el comportamiento.
El hecho de que las dos mujeres de la Escena 31 estuvieran sincronizadas
sugiere que no habían ovulado en los últimos meses. Esta es una respuesta común

Hay una última característica de interés en la Escena 31 que tenemos
aún no discutido. Cuando las mujeres viven juntas, a menudo sincronizan sus
períodos. No solo lesbianas, sino también madres e hijas, monjas, prisioneras,
enfermeras y estudiantes también suelen sincronizarse cuando viven juntas. En
una fascinante serie de experimentos llevados a cabo en los EE. UU. a principios
de la década de 1980, cada mujer de un grupo de voluntarias accedió a que se
frotaran debajo de la nariz las secreciones de las axilas de otra mujer cada dos
días durante unos meses. Cada mujer que recibió la secreción ajustó su ciclo
menstrual para sincronizarlo con el de la mujer que la proporcionó, lo que implica
que hay sustancias químicas presentes en las secreciones de las axilas de una
mujer que permiten que los grupos que pasan mucho tiempo juntos sincronicen
sus ciclos menstruales.
En los últimos años se ha debatido mucho sobre
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GUERRAS DE ESPERMA
ESCENA 32
El décimo esta noche
El timbre sonó. Era sorprendente la forma en que podía decir algo sobre la
persona en la puerta solo por la forma en que tocó el timbre. El anillo anterior
había sido agresivo y persistente, pero este tenía una vacilación al respecto.
Se levantó de la cama y se puso la bata de baño sobre la ropa interior.
Joven, pensó para sí misma, o un vicario.
Mientras bajaba las escaleras, hizo algunos cálculos mentales rápidos.
Había sido una noche ocupada. Este sería el décimo, tal vez ella también
debería convertirlo en el último.
Cuando lo vio parado allí, sonrió para sí misma: era joven, no un vicario.
Y parecía claramente incómodo.
Con timidez, le preguntó cuánto. Ella le dijo, luego señaló que era más si él
no quería usar un condón. Tomado
Sorprendido en parte por el precio y en parte por su apariencia, vaciló y
luego asintió. Ella retrocedió para dejarlo entrar, le dijo que subiera y cerró
la puerta. Antes de seguirlo, sacó su cartel de 'Modelo - primer piso' por la
ventana.
Una vez en la habitación, ella le preguntó cuál sería, con condón o sin
condón. Dijo que tendría que ser con condón.
porque no tenía suficiente dinero para pagarlo sin él.
"El dinero primero", le dijo.
El joven se veía muy nervioso. Para tranquilizarlo le dijo su nombre, o
más bien un nombre, y le preguntó por el de él. Él le dijo su apellido. A pesar
de sí misma, se rió. Ella le preguntó si estaba en el ejército. Avergonzado,
explicó que era estudiante, que acababa de salir de la escuela y que no
podía quitarse la costumbre de dar su apellido cuando se lo preguntaban.
Ella le dijo que se relajara y luego le preguntó si era su primera vez. cuando
lo dijo
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GUERRAS DE ESPERMA
Cuando se graduó, ganaba tanto dinero con el sexo, había acumulado una
clientela propia tan grande y, francamente, se estaba divirtiendo tanto que no vio
ningún sentido en embarcarse en otra carrera.
En un momento u otro durante sus quince años, había explotado casi todas las
vías por las que una chica atractiva podía ganar dinero con el sexo. Un encuentro
casual le dio un breve hechizo haciendo películas pornográficas duras. En general,
a la ausencia de hombres (Escena 15). Con el comienzo de la actividad heterosexual
de la niña más joven, debemos esperar que primero ovule y luego desincronice su
ciclo de su amante femenina.
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DE UNA MANERA U OTRA
ella le preguntó si era la primera vez que lo hacía o solo la primera vez que
lo pagaba. Era la primera vez que pagaba y podría ser la primera vez, dijo.
No estaba seguro. Se había acercado un par de veces, pero no sabía si
realmente lo había hecho o no.
Ella no le pidió que diera más detalles, solo le dijo que se relajara y se lo
dejara a ella. Luego se quitó la bata de baño y las bragas, se acostó en la
cama y le dijo que se quitara los pantalones y los pantalones y se uniera a
ella. Ella no reaccionó en absoluto cuando vio que su pene estaba fláccido y
pequeño, como si hubiera estado escondido debajo de su ropa. Con dificultad,
ella le puso un condón, luego hizo todo lo posible para estimular una erección.
Pasaron muchos minutos antes de que ella sintiera alguna reacción de su
parte, a pesar de su charla tranquilizadora y su mano practicada. Luego, justo
cuando él comenzaba a ponerse rígido y ella pensaba que, después de todo,
podría ayudarlo, él eyaculó, mucho antes de que pudiera intentar meterlo
dentro de ella. Su mirada de abatimiento y vergüenza la conmovió. Ella le dijo
que no se preocupara y, mientras él se vestía a toda prisa para salir de la
escena de tal humillación, trató de asegurarle que la próxima vez estaría
bien. Solo eran nervios. Lo vio suceder todo el tiempo, dijo.
Después de que él se hubo ido, ella se vistió. Mientras calculaba las
ganancias de la noche, cinco con condón y cinco sin condón, se le pasó por
la cabeza que tal vez debería convertirse en terapeuta sexual cuando se
 jubilara. Unos minutos
minutos más tarde, salía por la puerta prinncipal
cipal y salía a la
calle. Llamó a un taxi y se dirigió a su casa.
Mientras observaba cómo se desarrollaba la ruta familiar, sus pensamientos
se desviaron hacia el estudiante y se maravilló de la forma en que la
educación parecía ralentizar el desarrollo sexual de una persona. No es que
ser estudiante la hubiera impedido. De hecho, fue cuando estaba en la
universidad, hace unos quince años, que había comenzado su carrera. Nadie
podría negar que había sido rentable, incluso si no hubiera sido la carrera
que había imaginado cuando se fue de casa. Escasa de dinero, al igual que
muchos de sus compañeros de estudios, había explotado su apariencia y se
unió a una agencia de acompañantes. Tentado por las ofertas económicas
que recibió, había comenzado a pasar alguna que otra noche con aquellos
clientes que encontraba más atractivos. Por
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DE UNA MANERA U OTRA
episodios de enfermedad y todo había desaparecido rápidamente con la ayuda de
antibióticos. La habían golpeado varias veces, pero no le habían hecho ningún daño
grave. Sin embargo, lo más importante es que se las había arreglado para evitar
las drogas que habían sido, y aún eran, la ruina de tantas de sus compañeras
prostitutas. Durante todos estos años había estado ganando tanto dinero cada
noche como la mayoría de la gente gana en una semana, o incluso en un mes.

había sido divertido.
Se rió para sí misma al recordar las contorsiones necesarias, en medio de una
docena de hombres desnudos, para tener un pene en ambas manos y los tres
orificios y aún así dejar espacio para una cámara. Aun así, cuando un rico político
de entre sus clientes decidió que quería acceso exclusivo y la instaló en un piso
caro en el corazón de la ciudad, ella se retiró de su carrera cinematográfica para
convertirse en una amante profesional. No renunció por completo a tener relaciones
sexuales con otros hombres, pero fingió que lo había hecho y se salió con la suya.
Eventualmente, la vida sexual de la política había sido expuesta por un periódico
sensacionalista y ella siguió adelante, esta vez ante un juez.
Después de la muerte de la jueza, las conversaciones con algunos de sus
compañeros profesionales la llevaron a probar las c alles por un tiempo. En muchos
sentidos, había disfrutado su tiempo en las calles más que cualquier otra fase de
su carrera. Ciertamente había pagado bien. Eventualmente, sin embargo, ella lo
abandonó. Después de algunos afeitados al ras, una mala experiencia con un
cliente particularmente violento la había llevado al hospital por unos días. Después
de eso, se había mudado a la relativa seguridad de un burdel, que t ambién
disfrutaba. Solo se fue cuando su apariencia comenzó a desvanecerse y ya no
pudo competir en un desfile abierto con las chicas más jóvenes. Al menos con su
método de reclutamiento 'Modelo - primer piso', los hombres ya se habían
comprometido a medias cuando ella abrió la puerta. De todos modos, todavía era
lo suficientemente atractiva como para que la mayoría aceptara su precio en lugar
de alejarse cuando la vieran.
Había gastos generales, por supuesto: protectores que pagar y lugares para alquilar.
Pero aun así, podría haberse jubilado hace años y seguir viviendo cómodamente
de los intereses de sus ahorros. Y la razón por la que no se había jubilado era
simplemente que disfrutaba demasiado de su trabajo. Se resistiría a dejarlo todo
atrás. De hecho, estaba considerando seriamente comenzar su propia agencia de
acompañantes o burdel cuando finalmente decidió que era hora de detenerse.
El taxi se detuvo frente a su casa, una gran casa unifamiliar en las afueras de la
ciudad. Su pareja gritó desde la cocina que era un buen momento: la cena estaba
casi lista y los niños ya estaban en la cama. Subió las escaleras, se lavó y luego se
bañó. Mientras se recostaba en el agua tibia, su pareja le trajo una copa de vino y
luego volvió a bajar para terminar de cocinar.
Antes de bajar para unirse a él, miró a sus cuatro hijos, cada uno en su propia
habitación. Sería interesante saber quiénes fueron sus padres. Le gustaba pensar
que las dos hijas, ahora de diez y ocho años, eran engendradas por el político y el
 juez, pero no podía estar segura. Su hijo mayor fue concebido mientras ella estaba
en
el burdel, y podría ser de cualquiera. Muchos de los clientes eran hombres
adinerados y de estatus y había varios a los que ella no hubiera querido.
le importaba ser su padre. Su hijo menor debería ser de su pareja.
Ella dejó de trabajar por un tiempo específicamente para concebir a su hijo, pero
quedó embarazada tan rápido que aún no podían estar completamente seguros de
que él era el padre.

Su pareja era cinco años menor que ella. Un ex alumno y

Iba a jubilarse pronto. Sabía que había tenido suerte y que debería renunciar un ex cliente, se había ofrecido como voluntario para cuidar a los niños
mientras estaba ganando. A pesar de varios miles de parejas sexuales en su vida, a cambio de su mantenimiento y acceso sexual. Llevaban juntos cinco años.
solo había tenido tres

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GUERRAS DE ESPERMA
DE UNA MANERA U OTRA

Después de la comida, la pareja bebió y conversó. Por primera vez

mujer catalogada como prostituta. A menudo, el intercambio se ritualiza,
esa semana, tuvieron relaciones sexuales antes de acostarse.
como durante las ceremonias de matrimonio. Incluso en la noche de bodas,
la mujer o su familia pueden exigir dinero antes de que se permita la
relación sexual.
iológicamente, una prostituta es un individuo que ofrece otros
B acceso sexual de los individuos a cambio de uno o más recursos. Claramente, hay grados de prostitución. En principio, es difícil saber
dónde trazar la línea entre una tradicional
En los humanos, el recurso buscado y ofrecido suele ser dinero, pero
prostituta intercambiando inseminación por dinero y una mujer en una
también podría ser comida, cobijo o protección.
pareja a largo plazo intercambiando inseminación por apoyo, protección y
En ninguna parte es más frecuente la guerra de esperma que en el tracto
'regalos'. La mujer en esta escena es claramente una prostituta, pero ¿qué
reproductivo de las prostitutas activas. Al final de una noche de trabajo, el
pasa con la mujer en la Escena 18?
número de ejércitos de espermatozoides que libran una guerra dentro del
Es igualmente difícil decidir para otros animales qué es prostitución y
cuerpo de una prostituta a menudo asciende a cifras dobles. Y, de vez en
qué no lo es. En un extremo, hay claros actos de prostitución, como la
cuando, el ganador de esa guerra reclama el premio de la fecundación.
mosca empírica hembra que intercambia sexo por comida.
Las prostitutas se reproducen. A menudo, como la mujer de la escena,
Para que un empid macho tenga la oportunidad de aparearse, primero tiene
se reproducen con mucho éxito. ¿Por qué algunas mujeres abandonan la
que encontrar un enjambre de mosquitos, atrapar uno, envolverlo en seda de
fidelidad, o la infidelidad en secreto, y persiguen abiertamente su éxito
sus glándulas salivales, luego encontrar una hembra esperando y ofrecérselo.
reproductivo a través de la prostitución? Cuando lo hacen, ¿cómo se
Mientras ella desenvuelve y luego come su comida, a él se le permite aparearse.
compara su éxito reproductivo con el de las mujeres que siguen estrategias
Cuanto más grande sea el regalo, más tiempo tardará en alimentarse, más
más convencionales?
tiempo se permitirá que el macho se aparee, más esperma transferirá y
Las prostitutas han sido y son una característica casi universal de las
más óvulos fertilizará. Una vez que se ha ido, el macho espera a que el
sociedades humanas. Antropológicamente, sólo el 4 por ciento de las
próximo macho le traiga comida y se aparee. En algunas especies, las
sociedades afirman no contener ninguno. El resto reconoce su presencia.
hembras tienen tanto éxito como prostitutas que nunca necesitan encontrar
Sin embargo, es difícil, incluso en estas sociedades, estimar qué proporción
comida por sí mismas.
de mujeres se dedican a la prostitución en algún momento de sus vidas.
Las aves migratorias ocupan una posición en el otro extremo de la
Las estimaciones del número de prostitutas manifiestas activas en cualquier
escala de la prostitución. Los machos regresan primero a las áreas de
momento oscilan entre menos del 1 por ciento de las mujeres en Gran
reproducción y compiten por los mejores territorios, aquellos en los que
Bretaña a fines de la década de 1980 y aproximadamente el 25 por ciento
ellos y una hembra pueden criar a sus crías con mayor éxito. Las hembras
de las mujeres en Addis Abeba, Etiopía, en 1974. Sin embargo, tales
llegan más tarde e inspeccionan los diferentes territorios y los machos que
estimaciones no son confiables. y son probablemente subestimaciones.
los defienden. Luego, cada hembra elige el mejor compromiso (Escena 18)
Más mujeres que estas a veces se dedican a la prostitución.
entre la calidad del territorio, la calidad del macho y la disponibilidad
Parte del problema radica en la falta de una definición precisa.
(porque las hembras más tempranas se apoderan rápidamente de los
El sexo abierto y promiscuo a cambio de dinero es, en muchos sentidos,
mejores territorios y machos). Eventualmente, una mujer permitirá que un
simplemente el intercambio menos ambiguo de acceso sexual a cambio de
hombre en particular tenga sexo con ella. En estocada se le permite
recursos o 'regalos'. A lo largo de la historia y la cultura humanas, hay
compartir su territorio. Si el macho es expulsado por otro, la hembra no se
ejemplos de hombres que dan a la mujer (o a su familia) un 'regalo' en el
va con su ex pareja, sino que permite que el nuevo macho se aparee con
momento de su primera relación sexual, sin la
ella a cambio.

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GUERRAS DE ESPERMA DE UNA MANERA U OTRA

porque se le permite continuar viviendo en lo que ahora es su territorio, la heredaría sus genes debido al éxito competitivo de sus descendientes masculinos.

hembra tiene la intención de vivir en un territorio particular y está preparada

Esta ventaja de la prostitución como estrategia reproductiva
reproductiva es la misma
para aparearse con cualquier macho que reclame ese territorio con éxito para
ventaja que obtiene cualquier mujer que promueva la guerra de esperma al por
poder hacerlo. En principio, esto sigue siendo prostitución, el intercambio de
mayor en su tracto (Escena 21). Es solo que las prostitutas explotan esta técnica
sexo por recursos, aunque se lleva a cabo dentro de una relación monógama.
con más frecuencia que cualquier otra categoría de mujeres en la población.
Como tal, es poco diferente del comportamiento de la mayoría de las mujeres
Pocas mujeres, excepto aquellas que sufren una violación en grupo (Escena 34)
en todo el mundo, pocas de las cuales se considerarían prostitutas.
o que buscan sexo en grupo (Escena 21), es probable que contengan el esperma
de tantos hombres diferentes al mismo tiempo.
Los hombres, por supuesto, también pueden prostituirse. El joven jardinero
de la Escena 18 es un ejemplo. En la mayoría de las circunstancias, sin
El éxito de la prostitución como estrategia reprod
reproductiva
uctiva significa que la
embargo, es mucho más difícil para un hombre encontrar una mujer que esté
mayoría de nosotros tendremos los genes de una prostituta entre nuestros
dispuesta a pagar, en cualquier sentido, por el acceso sexual a su cuerpo. La
mayoría de los hombres están demasiado dispuestos a tener sexo con una antepasados. En promedio, cada uno de nosotros debería necesitar retroceder
en nuestro árbol genealógico no más allá de la década de 1820 (siete
mujer sin otra recompensa que la oportunidad sexual en sí. En contraste, por
generaciones) antes de encontrar un antepasado que nació de una prostituta
todas las razones que hemos discutido en este libro (ver particularmente la
(suponiendo, de forma conservadora,
conservadora, que solo el 1 por ciento de la población es
Escena 28), las mujeres tienen mucho más que perder en cualquier encuentro
concebida por vía abierta). prostitutas).
sexual que los hombres y por lo general necesitan algún tipo de compensación
Sin embargo, como forma de vida, la prostitución tiene muchos riesgos. En
para equilibrar el costo potencial. Sólo cuando una mujer está ansiosa por
primer lugar, como hemos comentado en numerosas ocasiones, existe un alto
recolectar los genes de un hombre en particular, podría estar dispuesta a pagar
riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual. Este factor por sí solo
de alguna manera por el privilegio.
puede condenar a una prostituta a la infertilidad temprana y la muerte. Muchos
Independientemente
Independientemente de cómo definamos la prostitución, sin embargo, la
intentan reducir el peligro usando condones, pero siempre luchan contra la
mujer en la Escena 32 está claramente en el extremo de la 'mosca empírica' de
aversión masculina (presumiblemente
(presumiblemente por las razones discutidas en la Escena
la escala que acabamos de describir en lugar del extremo del 'pájaro'. Para ella,
29). Las prostitutas informan que hombres intentan subrepticiamente quitarse el
la prostitución es una forma de vida. Biológicamente, también es una estrategia
condón que acordaron usar. Incluso desde la llegada del SIDA, la mayoría de los
para la reproducción y, además, muy exitosa. A mediados de los treinta, había
clientes prefieren no usar condones. Tan fuerte es la preferencia del cuerpo
tenido cuatro hijos y había ganado dinero más que suficiente para brindarles un
masculino por la inseminación que, como la mujer en la Escena 32, muchas
ambiente cómodo y saludable en el que vivir. Cada niño tenía un padre diferente,
prostitutas están dispuestas a conformarse con simplemente explotar la situación
al menos dos de los cuales podrían haber sido hombres de estatus. Lo que
cobrando más por el coito sin condón.
todos los padres tenían en común

era que producían eyaculados muy competitivos: ejércitos de espermatozoides

También existe el peligro de ser herido o muerto por un cliente.
capaces de derrotar a los de muchos otros hombres. Los hijos de la mujer, sus
Las prostitutas intentan reducir este riesgo reuniéndose en un burdel o salón de
nietos y cualquier descendiente masculino posterior también deberían tener una
masajes, pagando a un hombre o hombres para que las vigilen y brinden
probabilidad superior al promedio de producir eyaculaciones competitivas. En
protección, o simplemente teniendo un chaperón (a menudo su madre o su
generaciones posteriores,
posteriores, muchas personas de la población
padre). Sin embargo, con mucho, el mayor peligro para las prostitutas son las
drogas.

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DE UNA MANERA U OTRA

GUERRAS DE ESPERMA

Las prostitutas también son potencialmente costosas, tanto financieramente

adicción: un peligro tanto físico como financiero. A pesar de que a veces tienen
como en términos de riesgo de enfermedad. Así, aunque la inseminación es fácil,
que pagar el alquiler de la habitación desde la que trabajan, o por protección, las
como acabamos de ver, los beneficios reproductivos son relativamente bajos.
prostitutas tienen una capacidad de ingresos con la que la mayoría de las personas
Cualquier eyaculado individual tiene pocas posibilidades de lograr la fertilización
solo pueden fantasear. Sin embargo, pocas prostitutas son ricas.
debido a la intensa guerra de espermatozoides que encontrará. Además, incluso
En parte, esto se debe a la explotación: primero se introduce a las jóvenes en el
durante largos períodos de sexo sin protección, las prostitutas tienen menos
mundo de las drogas y luego se las 'anima' a prostituirse como el único medio de
probabilidades de concebir en un mes determinado que una mujer que solo tiene
ganar suficiente dinero para mantener su hábito.
relaciones sexuales ocasionales con una sola pareja. Esto podría deberse a que
Luego, los agentes toman su propia comisión por proporcionar 'protección'. Estos
tristes casos incurren inevitablemente en los costos de la prostitución sin cosechar las prostitutas tienen una tasa de ovulación más baja (Escena 16) o un filtro

los beneficios. cervical más eficiente (Escena 22). También podría deberse a la guerra de
esperma. Quizás tal guerra es tan intensa dentro de las prostitutas que los ejércitos
La prostitución no solo es una estrategia reproductiva para las mujeres, la visita
de esperma de diferentes hombres a menudo se neutralizan entre sí.
de prostitutas también es una estrategia reproductiva para los hombres. En la
Un hombre necesita inseminar prostitutas muchas, muchas más veces que una
antigua Grecia y Roma, casi todos los hombres inseminaban a una prostituta en
amante convencional para tener un solo hijo fuera de su relación a largo plazo.
algún momento de sus vidas. En los Estados Unidos en la década de 1940, el 69
Por supuesto, ningún hombre diría que su razón para visitar a una prostituta es
por ciento había inseminado a una prostituta al menos una vez y el 15 por ciento
tener la oportunidad de engendrar un hijo. Sin embargo, de vez en cuando un
lo hacía de manera regular. En el Reino Unido en la década de 1990, el 10 por
hombre tendrá éxito en esto, transmitiendo a su hijo en el proceso el programa
ciento de los hombres entre cuarenta y cinco y cincuenta y nueve años han pagado
genético que hizo que su eyaculación tuviera tanto éxito en la guerra de esperma:
por sexo al menos una vez en la vida. Además del sacerdote ocasional, el hombre
las prostitutas no son objetivos adecuados para los hombres que no son
promedio que paga por sexo generalmente tiene otras salidas reproductivas; en el
especialistas en guerra de esperma (Escenas 19, 30 y 35).
Reino Unido, por ejemplo, también es más probable que tengan un número
superior al promedio de parejas no remuneradas.
El enigma final es por qué algunos hombres están preparados para formar
Como opción reproductiva para los hombres, las prostitutas proporcionan un
asociaciones a largo plazo con prostitutas. Claramente, un hombre así experimenta
objetivo para la inseminación que es rápida y fácil. Cuantas más prostitutas
todas las desventajas que acabamos de mencionar para los clientes de una
insemina un hombre, mayor es su éxito reproductivo potencial . También puede
prostituta. Por lo general, sin embargo, intercambia estos costos por el beneficio
ganar de otras maneras, dependiendo de su situación. Por ejemplo, el joven
de una parte de su riqueza. El hombre en la Escena 32 intercambió su dinero
estudiante de la Escena 32 esperaba ganar experiencia (Escena 27) que luego le
y beneficio de estilo de vida para cuidar de ella, de su hogar y de sus hijos de
 sería útil en sus intentos reproductivos más convencionales con otras mujeres (en
promedio, los estudiantes se retrasan dos años con respecto a otras personas en
sus experiencias sexuales). Los hombres sin pareja simplemente están incluyendo
a las prostitutas en su búsqueda de mujeres para inseminar. Ocasionalmente, un
hombre puede encontrar una pareja a largo plazo a través de su contacto con
prostitutas, como la pareja de la mujer en la Escena 32. Los hombres que ya tienen
pareja están utilizando a las prostitutas como blanco de su infidelidad.
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GUERRAS DE ESPERMA
habría ayudado si también hubiera sido un especialista en guerra de esperma (Escena
35).
Dado que la prostitución y el uso de prostitutas son estrategias reproductivas con
altos beneficios potenciales y considerables riesgos potenciales, las prostitutas
comparten muchas similitudes con los bisexuales (Escenas 30 y 31). No sabemos si
existe una predisposición genética para la prostitución del mismo modo que la hay para
la bisexualidad, pero si la hay, parecería que sólo una minoría de mujeres posee los
genes para la prostitución. Entonces, es posible que, como concluimos para la
bisexualidad, la prostitución sea una estrategia ventajosa solo mientras siga siendo
relativamente poco común, al menos en sociedades en las que sus costos son altos.
Si todas las mujeres estuvieran disponibles para todos los hombres, el valor potencial
de la prostitución y la ventaja reproductiva que le daría a cada prostituta sobre otras
mujeres desaparecería. Al mismo tiempo, la propagación de enfermedades aumentaría
considerablemente.
Si esta interpretación de la prostitución de "minoría genética" es correcta, el
corolario, en cuanto a la bisexualidad, es que, en promedio, el éxito reproductivo de
las prostitutas y otras mujeres debería ser el mismo. Sin embargo, sin un análisis
genético similar al que se ha llevado a cabo para los bisexuales, no podemos estar
seguros, y hay una interpretación alternativa. Esto es que todas las mujeres son
prostitutas potenciales , pero que solo unas pocas se encuentran en una situación en
la que juzgan que los beneficios potenciales superan los costos potenciales. Si esta
interpretación es correcta, el corolario es que las mujeres que juzgan correctamente la
situación y se prostituyen deberían tener un mayor nivel de éxito reproductivo que
otras mujeres.
mujeres.
Esta interpretación tiene menos en común con nuestra interpretación de la
bisexualidad (Escenas 30 y 31) que con nuestra interpretación de otra estrategia
sexual minoritaria de alto riesgo: la violación. Este es el tema de las siguientes dos
escenas.
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GUERRAS DE ESPERMA
noche— que una hora antes había estado en el mismo lugar con otra de las chicas de
su grupo. Siempre le gustó tener más de una chica cada día festivo, se jactó, y si ella
realmente quería saber, prefería con mucho a la otra chica, de todos modos. Pero no
le importaba seguir teniendo sexo con ella durante el resto de las vacaciones, si ella
quería.
Después de insultarlo hasta los límites de su vocabulario, había regresado borracha
al bar para buscar la simpatía de sus amigos. Ahora, después de la ira y las lágrimas,
tuvo la repentina necesidad de hablar con su novio en casa y buscar la seguridad de
que al menos él todavía la quería. Torpemente, se puso de pie, su silla cayó al
pavimento. Le dijo a sus amigos que iba al teléfono. Su mejor amiga se ofreció a
acompañarla, pero ella dijo que quería estar sola.
manera efectiva. Además, tuvo alguna oportunidad de engendrar un hijo con ella
y es posible que ya lo haya hecho. Su estilo de vida probablemente también
significaba que tendría la oportunidad de inseminar a otras mujeres como
bien. Su estrategia reproductiva era arriesgada. Las ganancias potenciales eran
altas, pero también lo eran los costos potenciales. Aparte de cualquier otra
característica genética que necesitaba para beneficiarse de tal estrategia, como
mínimo
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DE UNA MANERA U OTRA
ESCENA 33
El depredador
El hombre cerró su auto con llave y luego siguió su camino por el camino oscuro.
Mientras caminaba, podía escuchar el sonido del tráfico a una cuadra de distancia en
la carretera principal que atravesaba la ciudad. Era medianoche pero aún hacía calor,
y los cafés y bares alrededor de la concurrida plaza principal todavía estaban llenos de
gente y ruidosos, principalmente con turistas. Alejándose de la plaza, vio al final de un
camino angosto el faro que estaba buscando. Era una cabina telefónica que brillaba en
la oscuridad de una plaza con azulejos de mármol frente a una iglesia.
Llamó a casa, comprobó con su pareja que ella y sus dos hijos estaban bien y le
dijo que la vería la noche siguiente. Con eso, caminó un poco por el camino, entró en
las sombras más oscuras y se apoyó contra la pared fría de la iglesia. Después de
revisar la navaja en su bolsillo trasero, encendió un cigarrillo y se acomodó para
esperar. Aparte del resplandor del cigarrillo, era totalmente invisible. Su garganta se
secó y se tensó en una mezcla de emoción, miedo y anticipación. La espera era la
parte que más le gustaba.
La chica del bar de la acera estaba llorando. La ira se había ido pero el dolor y la
preocupación seguían ahí. Dos mesas más allá, riéndose borracho con sus amigos,
estaba la pareja sexual de esta festividad. Mientras se sentaba con sus amigas, podía
sentir el reflujo humedeciendo sus bragas. Hacía apenas más de una hora habían
practicado sexo sobre el césped del parque cercano.
Ella no estaba tomando la píldora. Toda la semana, desde que se conocieron,
había usado condón. Esta noche, solo había fingido ponerse uno. Como si eso no
hubiera sido lo suficientemente cruel, tan pronto como se retiró, se regodeó de que ella
era la segunda que
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DE UNA MANERA U OTRA
apartándose de la iglesia. Quería gritar, pero el miedo al cuchillo, el brazo del hombre
alrededor de su garganta y el pánico ciego la dejaron totalmente muda.
Desde ese primer momento, todo pareció suceder a la velocidad de la luz. Todavía
de pie detrás de ella, el hombre presionó el frío metal contra su mejilla y oreja.
Hablando en voz baja, en un idioma que ella no entendía, movió el brazo desde su
garganta hasta su cintura y la hizo inclinarse hacia adelante, como para tocarse los
dedos de los pies. Le levantó el vestido por encima de la cabeza, colocó el cuchillo
en sus bragas y, con dos cortes rápidos y practicados, se los quitó. A los pocos
segundos de hacerla abrir las piernas, él estaba dentro de ella. Cincuenta embestidas
después, eyaculó. Por unos segundos, hizo una pausa antes de retirarse y por un
momento de pánico ella pensó que la iba a matar. Pero él la empujó al suelo y salió

El hombre llevaba unos quince minutos apoyado en la pared a la sombra y estaba
fumando su segundo cigarrillo cuando vio aparecer a la chica al final de la calle. En
todo ese tiempo, solo una pareja había venido al teléfono y la plaza de la iglesia ahora
estaba vacía. Esperó, esperando que alguien estuviera con la chica.
Pero no, ella estaba sola. Tenía suerte, una vez más. Por unos instantes, estuvo
iluminada por las luces de la plaza principal y pudo ver la silueta de sus caderas y
piernas a través de su delgado vestido.
Entonces ella estuvo en la sombra y él la oyó, más que la vio, acercándose a él. Dio
una última calada a su cigarrillo y lo tiró. Su pene sintió acción, comenzando a
endurecerse en la barra de hierro que no lo había defraudado ni una sola vez. Esta
chica sería su quinta este verano. Buscó el cuchillo en el bolsillo trasero de sus
pantalones.
La chica había notado el resplandor de un cigarrillo en las sombras, pero estaba
demasiado borracha y demasiado enfadada para sentir el peligro. Apenas notó al
hombre cuando pasó junto a él en la oscuridad, pero un segundo después la agarraron
por detrás y le rodearon la garganta con un fuerte brazo. El cuchillo que tenía delante
de la cara se recortaba contra la luz de la distante cabina telefónica. Mientras la
abrazaba, ella vislumbró a un grupo de personas que pasaban por el final de uno de
los otros caminos.
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GUERRAS DE ESPERMA
criar lo que él creía que era su hijo, ella decidió quedárselo. Para cuando
nació su bebé, se las arregló para convencerse de que probablemente era
suyo de todos modos. Pero no fue así. El padre de su hijo era, de hecho, un
violador depredador de un país lejano.
Los iólogos rara vez son menos populares que cuando ofrecen una
B análisis objetivo de la violación. Si dicen que la violación produce
beneficios reproductivos, se les acusa de alentar el acto. Si concluyen que la
violación tiene una base biológica, se les acusa de tolerarla. Si se atreven a
sugerir que el comportamiento femenino a veces puede invitar a la violación,
se les acusa de violar a las mujeres con tanta seguridad como si hubieran
cometido el acto ellas mismas. Sin embargo, reportar conclusiones apropiadas
no es automáticamente alentar, tolerar o violar. ¿Se acusa a los historiadores
de alentar la guerra si concluyen que un país se benefició de una guerra?
¿Se les acusa de tolerar la guerra si concluyen que el comportamien
comportamiento
to tiene
una base biológica? ¿Son acusados de violación si concluyen que un país
invitó a la invasión? ¿O son, por el contrario, felicitados por el análisis
histórico incisivo y por ayudar a la prevención de futuros conflictos?
La prevención de un comportamiento socialmente inaceptable, ya sea una
violación o una guerra, exige una comprensión adecuada de las circunstancias
que desencadenan dicho comportamiento. Si la conclusión objetiva es que bajo
ciertas circunstancias todos los hombres cometerán violaciones o todos los
países irán a la guerra, no tiene ningún valor desear o pretender que los hombres
o los estados nacionales sean de alguna manera diferentes. El valor residirá en cambio en
identificar las circunstancias que facilitan la violación o la guerra. Entonces, se
puede hacer algún intento para asegurar que esas circunstancias ocurran
raramente, si es que alguna vez ocurren. El único camino confiable para
comprender la situación es a través del análisis objetivo, incluso si en el camino
algunas conclusiones pueden ser desagradables, desagrada
desagradables
bles o socialmente 'incorrectas'.
El primer paso es tener claro el fenómeno que estamos
a punto de discutir La violación en esta escena fue un evento sexual.
312
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GUERRAS DE ESPERMA
corriendo hacia la oscuridad.
Al cabo de un minuto estaba de vuelta en su coche y se dirigía a su hotel, a dos
pueblos de distancia.
La niña yació tirada en el suelo en estado de shock durante varios minutos. Luego
vinieron las lágrimas. Finalmente, se levantó y se alejó, una figura triste y desaliñada.
No vio a nadie. De vuelta en su cálida y húmeda habitación de hotel, se quitó la ropa,
se metió en la ducha y permaneció allí durante casi una hora, lavándose y lavándose.
Cayó sobre la cama y pasó la noche medio en estado de shock, medio dormida.
Dentro de su cuerpo, se desató una guerra de esperma entre los ejércitos de su
amante de vacaciones y el violador, mientras su ovario derecho se preparaba para la
ovulación. Dos días después, mientras todavía estaba agonizando sobre si decírselo
a sus amigos oa la policía, concibió. La guerra había terminado.
Intimidada ante la perspectiva de explicar lo que había sucedido a la policía que
no hablaba su idioma, y preocupada por cómo reaccionaría su novio si alguna vez se
enteraba, no le contó a nadie sobre la violación. Una semana más tarde, de vuelta en
su propio país con su novio, en su primera noche juntos logró tener relaciones
sexuales sin protección.
Al descubrir su embarazo, primero consideró un aborto, pero con las garantías de
su novio de que la ayudaría.
311
DE UNA MANERA U OTRA
Que tuvo un resultado reproductivo. La niña fue violada, pero Hot sufrió
daños físicos y pudo concebir y dar a luz. El arma del violador, en este
caso una navaja, se usó como medio de coerción, no para infligir daño
físico. Este es el escenario más común. Como testimonio de la naturaleza
reproductiva de su comportamiento, estos violadores suelen seleccionar
víctimas que están en su punto máximo de fertilidad, con edades
comprendidas entre los veinte y los treinta y cinco años.
En tales ocasiones, los cuerpos de los hombres en cuestión están
claramente utilizando la violación como estrategia reproductiva. Sin
embargo, en una minoría de ocasiones, aunque sean las que reciben la
mayor publicidad, una mujer no solo es violada, sino que también es herida
físicamente, mutilada
mutilada o asesinada. En estas ocasiones, los hombres en
cuestión están empeñados en la violencia y el asesinato, no en la
reproducción. Como testimonio de la naturaleza no reproductiva de su
comportamiento,
comportamiento, es más probable que estos violadores seleccionen mujeres
mayores, a partir de los 30 años, mujeres que ya han pasado su punto máximo de fertilidad.
Estos últimos eventos, más violentos, no son parte de nuestra discusión.
Aquí nos preocupamos únicamente de los eventos sexuales en los que la
mujer no es dañada físicamente por el violador, al menos no tanto como
para que no pueda concebir a partir de la relación sexual o más tarde.
dar a luz (aunque puede sufrir consecuencias psicológicas).
En estas, la mayoría de las ocasiones, el éxito reproductivo tanto del violador
como de la víctima está influenciado por su interacción.
Además, tal violación a menudo implica una guerra de esperma. Esta
relación entre violación, guerra de espermatozoides y éxito reproductivo es
un tema esencial y apropiado para ser considerado en este libro.
Tenemos que preguntarnos si la violación puede ser una estrategia
alternativa exitosa en la búsqueda masculina del éxito reproductivo. Y, por
desagradable que sea la pregunta, también tenemos que preguntarnos si
concebir a través de un ataque de violador puede ser una estrategia
alternativa para el cuerpo femenino también. Antropológi
Antropológicamente,
camente, la
violación del tipo descrito en la Escena 33 es común en casi el 50 por ciento
de las sociedades y, según se informa, es rara en solo el 20 por ciento. Se
estima que en algunas de las principales ciudades industriales del mundo,
en
casi la mitad de las mujeres sufren un intento de violación en sus
DE UNA MANERA U OTRA
 de por vida, y una cuarta parte son realmente violadas. Tales estimaciones son, por
supuesto, muy aproximadas y se confunden sobre todo por el hecho de que, como
en nuestra escena, en realidad se denuncian muy pocas violaciones. La estimación
actual es que solo una de cada diez violaciones se da a conocer a las autoridades.
La violación está tan extendida y con tanta frecuencia los niños resultan de la
violación que todos nosotros probablemente podríamos encontrar un violador entre
las últimas cinco generaciones de nuestros antepasados.
Los humanos no son de ninguna manera el único animal en el que la violación
es parte del repertorio sexual masculino. Se sabe que los machos de especies tan
diversas como insectos, patos y monos fuerzan la cópula en determinadas
circunstancias.
Al menos un insecto, la mosca escorpión macho, tiene un gancho especial en el
ala que usa para agarrar a la hembra mientras fuerza la cópula. Sin ese anzuelo,
por ejemplo, si lo quita un biólogo experimental, la hembra siempre escapa al intento
de fuerza del macho. Todos los machos de esta especie tienen anzuelo, pero no
todos los machos necesitan usarlo. Las hembras se sienten atraídas por los machos
más grandes y les permiten apa rearse sin ser forzadas. Los violadores de esta
especie son los machos más pequeños, poco atractivos para las hembras, que no
pueden obtener pareja de ninguna otra manera. Aun así, tienen relativamente poco
éxito y tienen la suerte de forzar un apareamiento más de una vez en toda su vida.
Por el contrario, los machos más grandes tienen hembras haciendo cola para
obtener sus favores no forzados. En este insecto, por lo tanto, los violadores son
machos que sacan lo mejor de un mal trabajo, habiendo nacido pequeños y
relativamente poco atractivos para las hembras. Este no es el caso de la mayoría de
los animales.
La mayoría de las veces, la violación es una opción adicional para los hombres
que, en todos los demás aspectos, son reproductivamente normales y atractivos.
Entre los abejarucos de garganta blanca (una especie de ave), por ejemplo, los
violadores son individuos que, habiendo logrado reproducirse temprano en la
temporada y haber criado crías con una pareja monógama, luego se embarcan en
incursiones de violación. Persiguen a cualquier hembra que aún sea fértil y que su
pareja la haya dejado sin vigilancia, e intentan forzar la inseminación. A veces, estas
hembras ofrecen resistencia.
En otras ocasiones, como la niña en la Escena 33, pueden simplemente permitir
que el macho se aparee.
314
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GUERRAS DE ESPERMA
sociedad en general. Los hombres no se quedan de brazos cruzados mirando cómo
violan a sus parejas oa las de otros hombres si pueden evitar el ataque.
Los grupos de vigilancia contra los violadores no son infrecuentes, especialm
especialmente
ente en
las grandes ciudades. Los humanos tampoco son los únicos que muestran tal
comportamiento defensivo. Los miembros masculinos de una manada de leones, por
ejemplo, se unirán para repeler los ataques de bandas merodeadoras
merodeadoras de machos
solteros que intentan obtener acceso sexual a las hembras. Las lesiones, a veces
fatales, son comunes.
Sin embargo, en la mayoría de las culturas humanas modernas, la mayor parte
de la defensa contra los violadores está institucionalizada. El encarcelamiento en lugar
de la violencia, las lesiones o la muerte prematura es el destino de un violador si
alguna vez lo atrapan.
La violación es claramente una estrategia reproduct
reproductiva
iva peligrosa. Puede ser muy
exitoso, pero también puede ser un completo fracaso. Como resultado, los violadores
exitosos entre nuestros antepasados, aquellos que dejaron más hijos y por lo tanto
cuyos genes es más probable que poseamos ahora, eran los que mejor juzgaban las
circunstancias; aquellos que evaluaron con mayor precisión (subconscientemente)
(subconscientemente) si
los beneficios reproductivos potenciales de una oportunidad de violar realmente
superaban los costos potenciales.
Hasta ahora, hemos analizado la violación como una estrategia reproductiva
reproductiva para
los hombres. Cuando consideramos
consideramos a las mujeres y su respuesta fisiológica al ser
violadas, nos encontramos con un enigma desagradable
desagradable..
Teóricamente, si ser violada es una desventaja reproductiva para una mujer, debería
ser menos probable que conciba a partir de ello que de una relación sexual de rutina.
Por otro lado, si ser violada es ventajoso, debería ser más probable que ella conciba
por ello que por una relación sexual rutinaria. ¿Así que lo que pasa? ¿Las mujeres
tienen más o menos probabilidades de concebir a través de un violador?
Toda la evidencia disponible apunta en la misma dirección. Sugiere que, al igual
que la niña en la escena 33, es más probable que una mujer conciba a partir de una
violación que del sexo rutinario con su pareja. Es posible que esta conclusión sea
falsa, ya que los datos reflejan, en cambio, una mayor probabilidad de que una mujer
Independientemente del comportamiento de las hembras, el resultado es el mismo.
Los violadores no solo producen crías con su pareja, sino que también producen
algunas al forzar la cópula de otras hembras. El resultado es que, en promedio,
los violadores de esta especie tienen un mayor éxito reproductivo que los no
violadores.
Como pronto veremos, es crucial para nuestra comprensión de la violación
humana, particularmente la respuesta de la mujer, saber si los violadores tienen
un éxito reproductivo superior o inferior al promedio. ¿Son los violadores humanos
más como la mosca escorpión o el abejaruco de garganta blanca? ¿Están
reproductivamente por debajo del promedio, sacando lo mejor de un mal trabajo
después de una falta de éxito a través de estrategias más convencionales? ¿O
están por encima del promedio?
sumando su éxito a través de la violación a un éxito promedio logrado de manera
más convencional?
Desafortunadamente, la evidencia es un poco ambigua. Ha habido algunas
afirmaciones, aunque bastante débiles, de que los violadores son, de hecho, como
la mosca escorpión, sacando lo mejor de un mal trabajo. Dichos estudios describen
al violador promedio como joven, pobre y físicamente poco atractivo para las
mujeres. Otros estudios mucho más completos han demostrado que edad por
edad, estatus social por estatus social y atractivo físico por atractivo físico, los
violadores no tienen menos probabilidades que los no violadores de tener pareja e
hijos. Si creemos en estos últimos estudios, parecería que, en general, los
violadores humanos, como los violadores abejarucos de garganta blanca, tienen el
potencial para un éxito reproductivo superior al promedio. Sin embargo, el hecho
de que se den cuenta de ese potencial depende de si logran que las ventajas
reproductivas potenciales superen los costos potenciales. Al igual que las otras
estrategias minoritarias discutidas en esta sección (bisexualidad, prostitución), la
violación es un negocio riesgoso.
No solo existe la posibilidad siempre presente de infección, también existe un
peligro real de que la violación desencadene una retribución fuerte y, a menudo,
violenta.
En primer lugar, existe cierto riesgo de qu e los violadores resulten heridos o
incluso asesinados por la propia víctima, aunque, como en la escena, las mujeres
no siempre se resisten. En segundo lugar, y más importante, corren el riesgo de
represalias tanto de la pareja de la víctima como de la
315
DE UNA MANERA U OTRA
una mujer tiene que denunciar una violación mucho antes de saber si ha concebido.
En segundo lugar, la diferencia en la tasa de concepción entre la violación y el sexo
rutinario es mayor durante las fases menos fértiles del ciclo menstrual: durante la
menstruación y nuevamente tres o más semanas después de la menstruación. Estos
son precisamente los momentos en que una mujer menos esperaría concebir.
Por lo tanto, aunque sea a regañadientes, deberíamos aceptar que una mujer tiene
más probabilidades
probabilidades de concebir a partir de una violación que a través del sexo rutinario.
La explicación más plausible es que el trauma de la violación en realidad estimula la
ovulación, especialmente
especialmente si su cuerpo está "en espera" (Escena 15). Ya hemos vi sto
que los juegos sexuales bruscos y bastante violentos pueden desencadenar la
ovulación en el visón (escena 28).
Sin embargo, el trauma puede no ser el único factor. Aunque una mujer tiene más
probabilidades
probabilidades de concebir a partir de una violación que de una relación sexual rutinaria
con su pareja, existen otras situaciones menos traumáticas en las que es igualmente
probable que conciba.
Una es cuando tiene relaciones sexuales con una pareja a la que no ha visto en mucho
tiempo y a la que ve solo brevemente, como cuando un soldado llega a casa con una
breve licencia (escena 15). Otro es durante momentos arrebatados
arrebatados de infidelidad
(Escenas 6, 17 y 19). Lo que estas dos situaciones tienen en común con la violación no
es un trauma sino una oportunidad limitada de recolectar los genes de un hombre en
particular. También es probable que el mecanismo fisiológico para la concepción sea el
mismo en las tres situaciones: la ovulación en respuesta al coito (Escena 15).
No es difícil ver por qué una mujer debería querer aprovechar una oportunidad
limitada para recolectar los genes de una pareja o un amante. Pero, ¿por qué iba a
querer aprovechar al máximo una oportunidad única de recolectar los genes de un
violador?
Fue para responder a esta pregunta que necesitábamos considerar antes si los
violadores humanos tienen un éxito reproductivo superior o inferior al promedio. Como
hemos visto en muchas ocasiones en este libro, los genes de los hombres que tienen
 denuncie una violación si es probable que conciba. Pero esto es poco probable por
dos razones. Primero,
316
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GUERRAS DE ESPERMA
éxito a través de descendientes masculinos que heredan el mismo potencial
de éxito. Dado que decidimos que los violadores, en general, tienen un
potencial superior al promedio, no debería sorprendernos descubrir que
cuando el cuerpo de una mujer tiene una oportunidad única de recolectar los
genes de un violador, a menudo lo hace.
Esta conclusión no significa, como la gente suele suponer, que una mujer
deba buscar ser violada. Por el contrario, es reproductivamente importante
para la mujer que su cuerpo recolecte genes solo de los violadores más
exitosos. Si ella concibe a un violador inepto, condenado rápidamente a ser
atrapado ya sufrir retribución social y encarcelamiento, sus descendientes
varones heredarían características fracasadas. Como discutimos anteriormente
(Escena 28), un hombre necesita pasar ciertas pruebas para que sus genes
sean aceptables para una mujer. La única forma en que el cuerpo de una
mujer puede seleccionar al violador más exitoso es hacer todo lo posible para
evitar ser violada. Debe evitar situaciones de riesgo y aprovechar al máximo
la protección que le ofrece su pareja, otras personas y la sociedad en general.
El que ella también deba tratar de defenderse físicamente del violador
dependerá de su evaluación del peligro de sufrir daño físico. A diferencia de
las pruebas a las que se someten las mujeres durante los juegos sexuales
violentos (escena 28), a menudo es mejor aconsejarle que siga el ejemplo de
la chica de la escena 33 y que no se resista. Es poco probable que una mujer
que sigue esta estrategia general sea víctima de los violadores más astutos,
decididos y competentes. El resultado es que solo una minoría de mujeres es
violada alguna vez, pero aquellas que lo son pueden responder concibiendo.
Nuestra discusión no debe terminar aquí. Si la violación puede ser una
estrategia reproductiva alternativa exitosa para los hombres, y si concebir a
través de los violadores más competentes puede ser una estrategia
reproductiva exitosa para las mujeres, debemos preguntarnos por qué la
violación no es más común. En particular, necesitamos discutir si los
violadores son una minoría genética, como los bisexuales (Escenas 30 y 31),
o si todos los hombres son violadores potenciales. Esta pregunta será
examinada en la Escena 34.
318
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GUERRAS DE ESPERMA
ESCENA 14
soldado, soldado
Sonó un solo disparo. Una bandada de grandes pájaros negros salió volando
ruidosamente de los árboles cuando los cinco soldados se tiraron al suelo.
Mientras los hombres yacían en silencio en la cubierta de vegetación al costado
del camino, los pájaros volaban en círculos brevemente sobre ellos antes de
volver a posarse uno por uno en los árboles. Volvió la tranquilidad. Los soldados
se miraron unos a otros, comprobando primero si alguien había sido alcanzado,
luego si alguien tenía idea de dónde había venido el disparo.
Esperaron un rato, luego se arrastraron por el borde de la carretera sobre sus
rodillas y codos, buscando la protección de los árboles justo delante de ellos.
Una vez resguardados, discutieron la situación. Hace unos minutos, uno de
ellos había notado una casa. Casi oculta por los árboles, estaba al lado de un
un éxito reproductivo superior al promedio son objetivos deseables para el cuerpo de
una mujer.
Si puede recolectar esos genes, aumentará su capacidad reproductiva.
317
DE UNA MANERA U OTRA
La única pregunta que queda por responder aquí es por qué el violador
en la Escena 33 fue el ganador de la guerra de esperma dentro del cuerpo de
su víctima. De hecho, la contienda fue muy unilateral. Primero, el novio de la
chica, debido a que normalmente usaba un condón, no pudo ingresar al
ejército hasta que fue demasiado tarde. El trofeo de la fecundación ya había
sido reclamado. En segundo lugar, durante toda la semana su pareja de
vacaciones también había estado usando preservativo. Entonces, cuando
comenzó el día de nuestra escena, la niña no contenía esperma. La noche
de la violación, su amante de vacaciones la inseminó. Pero esto hizo poca
diferencia porque su cuerpo, incapaz de permitirse el haber usado un condón
previamente (Escena 29), habrá calculado que se necesitaban pocos
espermatozoides para recargarla, siendo solo un día desde la última vez que tuvieron relacione
Además, acababa de inseminar a otra hembra y, como era su primera
relación, le habría dado una gran inseminación.
El resultado fue que la víctima recibió de su amante de vacaciones solo un
pequeño inseminado, uno rico en jóvenes asesinos y cazadores de huevos
pero relativamente bajo en bloqueadores inmediatos. Además, ella había
expulsado el reflujo de ese coito antes de ser violada.
El resultado general fue que, cuando el violador inseminó a la niña, su
piscina seminal tenía su vagina para sí mismo. Además, su permanente se
enfrentó con solo un filtro cervical mínimo y un pequeño ejército de asesinos.
Habrá inyectado un gran ejército, lleno de asesinos y cazadores de huevos.
Es cierto que el amante de las vacaciones tenía una hora más o menos para
comenzar, pero aún faltaban dos días para la ovulación. Es probable que
para el momento en que los recolectores de huevos en su oviducto encuentren
un huevo, prácticamente todos habrán sido del violador. Otro conjunto de
genes violadores habrá pasado a la siguiente generación.
319
DE UNA MANERA U OTRA
el soldado al mando le preguntó al abuelo quién más estaba en la casa. —
Nadie —dijo el anciano, con miedo en los ojos y en la voz. El soldado vaciló,
muy al límite. Señaló HOLA a los niños y preguntó por el paradero de sus
padres. El anciano miró a su compañero, luego dijo que estaban muertos,
baleados por personas como ellos.
El soldado miró a su alrededor, le dijo al anciano que si estaba mintiendo
también estaba muerto, luego ordenó a sus dos compañeros que registraran la
casa. La pareja se movió tentativamente hacia mí, solo otra salida de la
habitación. No tenía puerta, sino una cortina improvisada. Cuando llegaron a la
puerta, hubo un movimiento repentino en la habitación más allá. La esquivaron
rápidamente a ambos lados de la salida, con las armas en alto. Uno de ellos
alcanzó la cortina justo cuando escucharon que la puerta trasera se abría de
golpe. Los otros dos miembros de su patrulla habían llegado. Se oyó un
forcejeo, luego se abrió el telón y aparecieron los dos soldados, empujando a
una mujer de veintitantos años delante de ellos. Ella cayó al suelo. Como ella
se puso de rodillas, su hija corrió hacia ella y se colgó de su cuello, sollozando.
 camino tosco que se unía a la carretera. Un francotirador en la casa podría
haber tenido una oportunidad de dispararles a través de los árboles cuando
pasaban. Decidieron investigar y planificaron su aproximación para cubrirse al
máximo, dividiéndose en dos grupos: tres para entrar por el frente de la casa,
dos por la parte de atrás.
La casa era pequeña y estaba en mal estado, pero obviamente estaba
habitada. No había señales de un posible francotirador en las ventanas, pero
los soldados no se arriesgaron en su acercamiento final. Hacía mucho calor y
el grupo de tres estaba empapado en el sudor del esfuerzo y la tensión cuando
se detuvieron frente a la puerta principal. Cuando irrumpieron, no encontraron
nada más amenazante que una pareja de ancianos, un bebé y una niña de
unos doce años. Sin embargo, los soldados permanecieron tensos y alertas.
La niña corrió gritando hacia su abuela, que sostenía al bebé. La adrenalina
aún corre por sus venas,
320
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GUERRAS DE ESPERMA
hija, y le rogó al soldado que se la llevara a ella, no a la niña. El soldado
apartó a la niña de su madre y la arrojó de espaldas a su abuela. Luego,
aguijoneando a la madre con su arma, le dijo que se pusiera de pie y se
quitara la ropa. Cuando estuvo desnuda, la empujó hacia una mesa en la
esquina de la habitación, obligándola a inclinarse para apoyar la cara y el
pecho sobre la mesa. Él había elegido el
ubicación con cuidado, de modo que mientras estaba de pie detrás de ella
todavía podía ver la habitación. Una vez satisfecho con su punto de vista,
arrojó su arma a uno de sus compañeros, se abrió los pantalones y penetró
a la mujer por detrás. A lo largo de la relación sexual, estuvo fríamente
vigilante, y solo perdió la concentración durante la eyaculación. Mientras se
retiraba, le dijo a la mujer que se quedara donde estaba.
Luego caminó para recuperar su arma y le dijo al soldado que la había
estado sosteniendo que él era el siguiente.
Uno por uno, los soldados se turnaron para inseminar a la mujer frente
a su hija y sus padres. A lo largo de su terrible experiencia de cuarenta
minutos, la mujer ocasionalmente sollozaba pero, temiendo que pudieran
volverse contra su hija, no les pidió ni una vez que se detuvieran. Cuando
todos los soldados habían tenido su turno, se desplomó en el suelo en un
rincón, incapaz de mirar a nadie. Los soldados permitieron que su hija
corriera y se uniera a ella, pero la obligaron a quedarse desnuda, impidiendo
que la abuela se hiciera cargo de su ropa.
Durante un rato, los soldados se sentaron, fumando y riendo,
recuperándose del esfuerzo. Inevitablemente, alguien finalmente sugirió
que tal vez deberían tener a la hija de todos modos. Estalló una acalorada
discusión. Dos de ellos expresaron su desaprobación y maldijeron a sus
compañeros por siquiera considerar la perspectiva.
Pero el soldado al mando estaba entusiasmado. Les dijo a los otros dos
que podían abstenerse si querían, pero que iba a aprovechar al máximo su
hallazgo. Cuando la madre trató de impedir que se llevara a su hija, él la
dejó inconsciente con la culata de su arma.
Cuando tres de ellos violaron a la joven, su comandante decidió que era
hora de irse. estaban a punto
322
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GUERRAS DE ESPERMA
Por sí solo, a un ave macho le resulta casi imposible forzar la cópula de una hembra. El
coito en las aves implica que el macho se balancee precaria
precariamente
mente sobre la espalda de la
hembra y luego doble su cola debajo de la de ella. La mayoría no tienen genitales como
tales, sino simplemente un pequeño saco que tienen que evertir. Los sacos masculinos y
femeninos son similares, y el macho y la hembra transfieren los espermatozoides
espermatozoides
El soldado a cargo apuntó su arma al anciano.
"Mientes, estás muerto", dijo.
 —Tú mataste a su padre —replicó el anciano.
'Y ahora te vamos a matar', continuó el soldado, 'pero tal vez no todavía.
Creo que te mereces vernos divertirnos, primero.
Ordenó a los demás que revisaran la casa, por dentro y por fuera. Mientras
estaban fuera, se paró sobre sus cautivos, pistola en mano, esperando y
sonriendo. Los otros regresaron. Ordenó a uno que vigilara la parte de atrás, a
otro el frente y a los otros dos que vigilaran a la pareja de ancianos.
Los soldados sabían lo que venía y comenzaron a relajarse. Esta no era la
primera vez durante esta guerra que habían estado en esta posición.
Su comandante miró a la madre ya su hija de doce años, sollozando
abrazadas. Entonces gritó a sus compañeros, preguntándoles cuál sería, la
madre o la hija. La madre gritó histéricamente, se agarró
321
DE UNA MANERA U OTRA
para abrir la puerta principal cuando les dijo a sus compañeros que se detuvieran.
Dirigiéndose al abuelo, le preguntó al anciano si realmente había pensado
que se olvidaría de hacer lo que, al llegar por primera vez, le había
prometido; luego le disparó. Luego, dirigió su arma hacia la anciana, que
todavía sostenía al bebé. Hizo una pausa, con el dedo en el gatillo, y luego
sonrió. Diciéndole que su familia le había dado suficiente diversión por un
día, bajó su arma.
Ese día nacieron dos hijos, uno de la madre y otro, contra todo
pronóstico, de la niña de doce años. Sin embargo, los soldados nunca
sabrían ni les importaría cuál de ellos era el padre, en cualquier caso. Tan
pronto como salieron de la casa, todos estaban muertos, baleados por los
guerrilleros. El padre de la joven vio que los soldados se acercaban y fue
en busca de ayuda.
Ya hemos discutido la presencia de violación depredadora
EN en el repertorio sexual masculino (Escena 33). Nuestra conclusión
fue que la violación es una estrategia mediante la cual un hombre puede
aumentar el número de mujeres que podrían tener sus hijos. Cualquier hijo
engendrado de esta manera es una bonificación, una adición a los
engendrados a través de una relación convencional a largo plazo. Y para
ganar este bono, un violador tiene que sortear con éxito las defensas que
rodean a una mujer. La violación es una estrategia arriesgada, y los
violadores incompetentes pierden en lugar de ganar con su comportamiento.
También hemos discutido por qué las mujeres deberían hacer todo lo
posible para evitar ser violadas. Sin embargo, después de haber sido
violada, una mujer puede ganar, reproductivamente, al concebir.
Todos los argumentos ensayados en la Escena 33 se aplican con igual
fuerza a la 'violación en grupo' que acabamos de presenciar (que se basa
libremente en un evento documentado en una guerra reciente). Antes de
examinar la violación en grupo en humanos, primero veremos el fenómeno
en otros animales. Se sabe que los machos de al menos una especie de
mono se agrupan para este propósito. Pero la información más detallada
está disponible para las aves, en las que la violación en grupo es
particularmente común y se ha descrito para muchas especies.
323
DE UNA MANERA U OTRA
en violar a las hembras como un grupo de cinco; sin embargo, un macho en la pandilla más
grande tiene solo la mitad de posibilidades de ganar la guerra de esperma que un macho
en la más pequeña.
En lo que respecta a los humanos, una proporción significativa de todas las violaciones
depredadoras
depredadoras son violaciones en grupo, incluso en tiempos de paz. Algunas estimaciones
 presionando
presionando sus sacos juntos una vez que el macho está en posición. Por sí solo, un macho
puede ser desalojado fácilmente de la espalda de una hembra. Además, ella puede evitar
aceptar su esperma simplemente al no evertir su saco genital. Sin embargo, un grupo de
machos puede efectuar la cópula obligándola a tirarse al suelo por el peso de los números
y luego continuar picoteándola y atacándola hasta que acepte la transferencia de esperma.
Se sabe que las hembras que no cumplen mueren en el tumulto.
Hay más beneficios en pertenecer a una pandilla que simplemente poder forzar la
inseminación. Una pandilla también
también es más capaz de hacer a un lado las defensas de la
hembra, ya sea las suyas propias o las de los machos guardianes.
En algunas especies de patos, por ejemplo, las cuadrillas dividen su trabajo. Al descubrir a
una hembra y su pareja, algunos miembros de la pandilla persiguen y mantienen alejado al
macho que vigila, mientras que los demás violan a la hembra. Los miembros de la pandilla
intercambian roles, de modo que durante un período todos se benefician de su membresía.
Por lo tanto, el beneficio de la violación grupal en lugar de individual para los pájaros
machos es que, a través de la cooperación, cada uno de ellos aumenta sus posibilidades de
inseminar a una hembra que no lo desea. El costo es que en cada ocasión su esperma tiene
que entrar en guerra con el esperma de otros machos de la pandilla. Que un hombre obtenga
una ventaja general por ser miembro de una pandilla depende de cómo se equilibren estos
costos y beneficios. Principalmente, depende de si el mayor número de hembras que un
macho insemina por pertenecer a una pandilla compensa su menor probabilidad de
fecundación en cada ocasión. Si es miembro de una pandilla de cuatro, solo tiene una
probabilidad
probabilidad entre cuatro de engendrar
engendrar un hijo producido por sus actividades, por lo que
solo si la pandilla en su conjunto logra inseminar a más de cuatro veces más hembras que
el macho. por sí solo vale la pena su membresía. Por esta razón, las pandillas tienden a ser
más bien pequeñas. Un grupo de diez no será el doble de efectivo
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GUERRAS DE ESPERMA
La mayor incidencia de violaciones durante la guerra se debe a que más hombres
se convierten en violadores, no a un número limitado de hombres que violan con más
frecuencia. Este patrón es mucho más de lo que deberíamos esperar si todos los
hombres fueran violadores potenciales, en lugar de si solo una minoría genética fija
tuviera inclinaciones violadoras. Por desagradable que esto pueda ser, no debería ser
más que esa otra faceta del comportamiento masculino resaltada por la guerra: que
todos los hombres son asesinos potenciales.
Los soldados de la Escena 34 eran esencialmente jóvenes comunes y corrientes
que, de haber nacido en otro momento en otro lugar, se habrían declarado incapaces
de violar o matar.
Sin embargo, en un escenario de tiempos de guerra, encontraron dentro de sí mismos
para cometer ambos. Esto no debería ser tan sorprendente. Como descubrimos en la
Escena 33, todos poseemos los genes de antepasados violadores. Por las mismas
razones, todos poseemos los genes de asesinos del pasado.
Primero, consideremos la matanza en tiempos de guerra. Pocas personas negarían
que la predisposición a hacer la guerra contra las comunidades vecinas tiene una base
biológica. Muchos animales sociales muestran un comportamiento similar, desde
insectos hasta primates. Se ha visto a comunidades vecinas de chimpancés, por
ejemplo, cada una de ellas de unos cuarenta miembros, involucrarse en lo que solo
puede describirse como una guerra entre grupos. Se observó a un grupo social durante
un período de varios meses asesinando sistemáticamente a individuos del otro grupo,
hasta que no quedó ninguno. En lo que respecta a los humanos, las batallas históricas
entre aldeas en Nueva Guinea y América del Sur deben considerarse como poco
diferentes, ya sea en escala o en motivación territorial. Solo la distancia desde la cual
las personas podían matarse entre sí era diferente. Y aunque la guerra humana moderna
entre estados nacionales es claramente mayor en términos de escala y caos, el
comportamiento, las motivaciones y los temores de las personas involucradas mientras
se matan entre sí son exactamente l os mismos.
Por desagradable que pueda ser aceptarlo, la mayoría de las personas están vivas
hoy solo porque en algún momento del pasado, la sociedad en general en la que
vivieron sus antepasados libró con éxito la guerra.
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sugieren que el 70 por ciento en las sociedades industrializadas son violaciones en grupo.
Otros sugieren alrededor del 25 por ciento. Inevitablemente, los machos humanos obtienen
los mismos beneficios reproductivos de la pertenencia a pandillas que otros animales
machos. Se aplican los mismos argumentos y el tamaño de las pandillas humanas tiende a
ser pequeño, generalmente
generalmente de cuatro o cinco individuos.
En nuestra discusión sobre la violación depredado
depredadora
ra en la Escena 33, dejamos abierta
una pregunta muy importante. Si la violación puede ser una estrategia reproductiva
alternativa exitosa para los hombres, y si concebir a través de los v ioladores más
competentes puede ser una estrategia reproductiva exitosa para las mujeres, ¿por qué la
violación no es más común? Hay dos posibilidades extremas, como las había para las
prostitutas (Escena 32). Una es que los violadores son una minoría genética, c omo los
bisexuales (Escenas 30 y 31). La otra es que todos los hombres son violadores potencia
potenciales,
les,
pero que la violación sigue siendo rara porque pocos hombres se encuentran alguna vez
en una situación en
cuales los beneficios reproductivos potenciales de la violación superan los costos
reproductivos
reproductivos potenciales (muchos de los cuales son impuestos por la sociedad en general
(Escena 33)). De estas dos posibles explicaciones, la última parece estar más cerca de la
verdad, porque en tiempos de guerra la incidencia de todas las formas de violación, incluida
la violación en grupo, aumenta drásticamente.
Hay tres razones principales por las que esto es así. Primero, habiendo derrotado
derrotado a su
enemigo, un ejército exitoso ha eliminado efectivamente a los hombres que de otro modo
podrían defender a las mujeres. En segundo lugar, la movilidad y la confusión de la guerra
hacen que sea muy difícil localizar a los violadores. En tercer lugar, debido al riesgo siempre
presente de muerte inminente, la perspectiva de recriminación social por violación parece
trivial. En general, por lo tanto, a diferencia de los tiempos de paz, los hombres en medio
de la guerra tienen muchas más probabilidades de encontrarse en una situación en la que
los beneficios reproductivos de la violación superan los costos.
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DE UNA MANERA U OTRA
y mataron gente. Esa sociedad atacó con éxito o se defendió en la guerra contra un
intento enemigo de defensa o expansión territorial. Los libros de historia están llenos
de civilizaciones y sociedades que han sido aniquiladas por sus vecinos.
Obviamente, es más probable que seamos descendientes de los asesinos y no de los
que fueron asesinados, por lo que todos tenemos el potencial para matar. Mientras que
en tiempos de guerra, muchas personas se encuentran continuamente en circunstancias
en las que los beneficios de matar a otra persona superan con creces los costos, en
tiempos de paz muchas menos personas se encuentran con tales circunstancias. A
continuación, consideremos la violación en tiempos de guerra. Todos hemos heredado
nuestros genes de aquellos hombres entre nuestros ancestros en tiempos de guerra
que aprovecharon sus oportunidades para reproducirse cuando pudieron, •von cuando
se trataba de una violación. No hemos heredado los genes de hombres que optaron
por esperar una oportunidad más segura y convencional en un futuro que para ellos
nunca llegó. Esos hombres en la escena 34 que decidieron no violar a la joven no
vivieron para tener más hijos que heredarían su compasión, mientras que uno de los
hombres que la violó sí tuvo un hijo para heredar su falta de compasión. Es a través de
este proceso de eliminar los genes de las nueces que no mejoran el éxito reproductivo
que la evolución ha cargado a la mayoría de los hombres con la propensión a
comportarse como violadores en la situación apropiada.
La violación y el asesinato durante la guerra también se combinan para dar forma a
nuestras características en el proceso conocido como infiltración genética.
La guerra desplaza ya veces aniquila linajes enteros mediante este proceso. Los
ejércitos invasores anexan tierras y violan a las mujeres. Luego, los colonos posteriores
establecen relaciones y tienen hijos de manera menos agresiva. De esta manera, las
reservas genéticas completas pueden ser infiltradas y diluidas casi hasta desaparecer
por líneas genéticas más exitosas. Hay pocas personas en el mundo de hoy que no
contengan al menos algunos genes de antepasados que, hace dos mil años, vivían en
un área geográfica completamente diferente. La violación en tiempos de guerra es uno
de los elementos clave en este flujo y reflujo de genes a través de la superficie de la
tierra. Ninguno de ellos sería precisamente el
nosotros ser persona
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