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CAPITULO 4 DE LA FEMOSPP A LA COMISION DE LA VERDAD PARA EL CASO AYOTZINAPA. NOTAS PARA UNA GENEALOGIA DE LA. JUSTICIA TRANSICIONAL EN MEXICO Erika Liliana Lopez Lopez Introduccién En este capitulo se proporciona una mirada de conjunto a tres de las me~ didas mis representativas de justicia transicional (17) iniciadas en el ém- Dito mexicano, Me refiero a la Fiscalia Especial para los Movimientos, Sociales y Politicos del Pasado (remosr®), a la Comision para la Verdad de Guerrero (Comverdad) y a la Comisién para la Verdad y Ia Justicia de Ayotzinapa. Por razones de espacio, no analizaré a la Comisién para la Verdad de Oaxaca (evo) ni las modificaciones institucionales derivadas del cumplimiento del fallo dado por la Corte Interamericana en contra de México por el caso Rosendo Radilla Pacheco, aunque en rigor podrian considerarse parte de las medidas de y1r desplegadas en el pais, estas son fragmentarias y no necesariamente producto de una politica integral so- bre el tema’. Elegi las tres medidas referidas dada la intrinseca conexién 1 Afiene que ambas forman parte de medidestransicionals, pues su propésit fue contibuit alconocimiento dela verdad acerca de a comision de grivesviolaciones de derechos huss ‘or, Enel eas dela cv0 se aprobé en 2013 su conformacion para investiga Ae diecocho meses, echor ocurridor en 2006 y 2007, donde se presun cones sitematias de derechos humanos yconatitutias de erimenes de tentencia del caso Radilla fue emsitia por la Corte Interamericana de Derechos humnanos respect de una desaptricién ocutria ea el peiodo conocido oneme Guerra Sucia (aqui lo ‘Senoasino tambien peiodo de la contesineurgenca, donde el Gobierno mexicana desplegs ‘ome polite de Estado, seciones cancertudas pars perseglt, eprint, torture y deaype- ‘rece la disidencia politica y a organizaciones guctilerasactvaeentonces or estudiozos divergen acerca del periodo que esta comprende, pero usualmente a de 1968 2 1980), Dado bb vila mnanidad, La 1% 134 que guardan en términos politicos y geogritficos, y porque me interesa observar aqui el desarrollo interno institucional en torno a la represién y las violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado mediato yen el reciente. Sobre los casos deseritos bajo el orden mencionado, presento una mirada del contexto en el que surgieron, luego explico qué mecanis- ‘mos institucionales fueron instalados, cusles fueron sus objetivos, emo se desarrollé su operacién y en qué medida logearon o no sus objetivos. El balance puede ser muy itil para tomar lecciones de cara ala integracién de la justicia transicional que se pretende actualmente, en particular en torno al caso més reciente, que fue la instalacién de la Comisién para la Verdad del Caso Ayotzinapa. Justicia transicional. Coordenadas tedricas La justicia transicional (en adelante, 7) se refiere al conjunto de medidas y précticas tanto legales como politicas que adoptan los gobiernos para encarar pasados autoritarios, represivos o violentos donde se han cometi- do graves violaciones a los derechos humanos. Se erigié como un campo derivado pero independiente del érea de los estudios y de la prictica de los derechos humanos a finales de la década de 1980. La expansion del eés- ino en el nivel internacional y su consolidacién como campo de estudio tuvo lugar hasta la década siguiente’. En sus inicios hizo referencia a las respuestas legales y politicas exigidas a los Estados que pasaban por un periodo de cambio politico para enfrentar un pasado autoritario (Teitel, 2011), El término transicional se referia al cambio o transici6n politica que experimentaban y que se asumia que serfa una “transicién a la democracia” (Arthur, 2011, p. 78). Fue el caso de los paises que dejaban formalmente atras periodos de dictadura, como los del Cono Sur y que continuaron con los paises de Europa del Este y Centroamérica’ {gu los mecanisos legals ordinarios dl pats no habia otorgedo juris, ls familiares de Rovende Radilla Pacheco acudieron a instancias internacionales, 2 Laliteratura en el tema ubica que los tres volimenes coordinados pot Neil Kite islador Transitional Justice: Hose Emerging Demecrais Reon with Former Regimes (19952, 1995b, 19956), en los que se recogen debates de sendas conferencias anteriores en oe cuales e die ‘uti In temdteateanscional,diron un impulesaltrmino y desputs del eval se erigieron como el canon, Rusti Teitel (2003) y Jon Elster (2006) ubian la justia tanseional macho mae atrren a hhietovia, La primera atume como medidas transcionales las que comenaaron despus de Is Primera Guerra Mundial eon el extablesimienta de os juicior de Niremberg El segundo Décadas después, el término y los limites del campo se expandieron para aludir a los retos politico-legales asociados a condiciones poseonfl to extraotdinarias (Teitel, 2011, p. 26): el foco de la yr pas6 de la demo- cracia a la paz (s6-onv, 2004). En consonancia con este significado, Van Zyl define a la yr como “el esfuerzo por construir paz sostenible tras un periodo de conflicto, violencia masiva o violacién sistematica de los dere- chos humanos” (2011, p. 47). Es en ese marco que se entiende la aplica- cin de medidas de justicia transicional para dar salida a conflictos como el de la antigua Yugoslavia, los genocidios de Ruanda y Srebrenica, los crimenes de lesa humanidad cometidos en Sri Lanka o el conflicto arma- do interno en Colombia. Hay un relativo consenso en que la yr supone desarrollar medidas para conseguir cinco propésites: enjuiciar a los perpetradores, descubrir Ja verdad respecto de los abusos y crimenes cometidos en el pasado, otor- gar reparaciones a las victimas, establecer reformas institucionales a las entidades que cometieron abusos y propiciar la reconciliacién (justicia, verdad, reparaciones, reformas institucionales y reconciliacién)’. Por su- puesto, los procesos de justicia transicional no siempre suponen la ejecu~ cidn de avciones para el logro de todos esos propésitos. De hecho, eso cocurre excepcionalmente. En lo que a las medidas de justicia se refiere, estén principalmente los cnjuiciamientos alos responsables de los crimenes y abusos cometidos; aqui surgen dilemas tales como el hacer juicios abiertos 0 cerrados; los Kites del periodo historico a investigar; las conductas que serin enjuiciadas; la aprobacién de mecanismos legales para estimular a declaracién de algunos implicados en los procesos, etc. Las medidas de verdad han sido encaradas sobre todo a través de la creacién de Comisiones de la Verdad, Al respecto, es importante no solo acceder al conocimiento de la verdad de lo ocusrido, plantea que estos dilemas sobre politica de la justicia alos que se enfventan los gobiernos pata procerar lo abutoso crimener desis anteceroes son expresones de un problema pe fene que sha encatado histricamente desde la mista Grevia antigua, Arthus considera tan anacroniemo ere uso transhistrica del termina ceferigo a circunstancaey atores que solo denominaron como tal Aethus, 2011, p. 8), Enseptiembre de 2004, cl secretasio general dela on presents al Consejo de Segatidad un informe donde el organise plntesba por primera vez su enfoque acerca de las evestiones se justia wast expends gu a preoeupacé pra cnsucin ea paps [A parti de a publiacin en 1997 de un informe encargado porla on sobre la lucha conta la impunidad, re eetablecieron Ios contenido esencaler que integraban Ia (los prineipios de Joiner) como fos derechos a saber (que evolucionaria en Ia juisprudencia internacional ‘om el derecho ala verdad, ala justiea ya la eparacione, 15 sino lograr su reconocimiento, es decir, la admisién publica y oficial de esta. En este aspecto, los dilemas surgidos se relacionan con quién posee las eapa~ cidades y la legitimacién para construir la verdad; cémo se Bijarin los limites temporales adecuados para conformarla; si se entender esta como verdad social, como verdad juridica, 0 como ambas, entre otras. Las medidas para otorgar reparaciones a las vietimas han incluido asignaciones monetaris, la cereacién de museos, el establecimiento de memoriales, etc. Lo deseable es que sean tan integrales como sea posible y que eviten establecer jerarquias entre las victimas; esto trae siempre dificultades en términos econémicos ¥ de factibilidad. Las medidas para reformar las instituciones abusivas pue den incluir reformas legislativas, politicas piiblicas, o programas de escru- tinio de las instituciones abusivas o cl establecimiento de responsabilidades ro penales (Van Zyl, 2011, p. 54); su propésito en conjunto es asegurar la no repeticién de las violaciones cometidas. Por su parte, las medidas para promover la reconeiliacién pueden incluir peticiones de perdén pablicas 0 comunitarias, o actividades/talleres que contribuyan al reconocimiento y sanacién de las diferentes partes, Eso las hace muy exigentes y en esa me ida son quiza las que demanden mis creatividad, sutileza y sofisticacién, pues a veces son vistas por las victimas como mecanismos que las fuerzan al perdén o que permiten la impunidad y Ia amnesia. La aplicacién de medidas para el logro de dichos objetivos en las di- versas experiencias historicas ha mostrado las importantes disyuntivas sur- sgidas entre verdad, justicia y paz; esto ha derivado en que muchos de los modelos se orienten por una u otra, pese a que la consecucién de estas no sea en absoluto excluyente. En la documentacién de dichas experiencias, los autores de la literatura transicional también Haman la atencién sobre el contexto y cémo este moldea las singularidades que la yt adquiere en. términos de las medidas tomadas y del logro de sus propésitos en cada caso. La politizacién del derecho y la justicia en periodos transicionales es inherentemente fuerte y con frecuencia exige altas concesiones en los estindares del Estado de derecho; y aunque en el pasado las tensiones po liticas hicieron que se contemplaran como opciones la amnistia o figuras legales como la prescripcién, actualmente el derecho internacional de los derechos humanos las prohibe’. Esto se declaré después de la firma de los Convencién para la prevencién y la Sancién del delito de Genocidio «Me refer alas concesiones de ciertas modalidades institucionales dey, formladas en al snes contexts dond Potdera y saxifica, por ejemplo, el procesumiento ordinate de ener una ganancia socal de verdad, como ocutri en el caso (1946)’ y la Convencién sobre la Imprescriptibilidad de los Crimenes de Guerra y de los Crimenes de Lesa Humanidad (1968)' Justicia transicional a la mexicana @De qué hablamos cuando hablamos de yr en México? No es sencillo ubi- car con claridad los contornos de qué se ha entendido y desarrollado aqui como justicia transicional, quiza porque el modelo mexicano —si es que se puede hablar de eso— hha incluido una mezela de varias medidas, de forma semiaislada a lo largo de las tiltimas dos décadas, como se vera en las si- guientes péginas. Me referiré exclusivamente a las acciones de 17 desarro- adas por iniciativa de instancias nacionales. No analizaré la biisqueda de Justicia en el Ambito internacional que represent6 el caso Rosendo Radilla, formulada para exigir justicia sobre una de las desapariciones forzadas co- metidas en la contrainsurgencia, y por el cual se condené al Estado mexi- cano’. Tampoco profundizaré en los impactos que este juicio internacional tuvo en el ambito legal mexicano, respecto de la reforma al articulo constitucional del 10 de junio de 2011” (Fix, 2011), 0 en el fallo que la Su- prema Corte de Justicia de la Nacisn (scx) hizo al excluir del fuero militar los delitos por graves violaciones a derechos humanos, aunque reconozco que estas dos importantes reformas vinculadas a la sentencia del caso Ra- dilla, desde mi interpretacién, en rigor, hacen parte de la construccién de Justicia transicional”, Tres aspectos han sido los que han contribuido a definir la irregu- lar fisonomia de la yr aplicada en el pais. El primero es que las graves Aunque México lo ratifies poreriormente, 122 de julio de 1952 “Mexico lo ratifies con na declaracisn interpretaiva el 10 de diciembre de 2001 9 Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Human emitida e123 de noviembre de 2009, 1 Esta seforma reconoce que formaria parte dl ordenamiento legal en materia de derechos Ihumanes, en el mismo nivel que Ia Consttucin, oe tratados y convenis internacionales (bloque de consttucionaidad); ademas scala que, al interpretac tensones entre estos cust pos Iogules, ae seguir la interpretacién que ms fovorcaca al titular del esecho respectiva {principio pro persona) (Fix, 2011, pp. 445-446) ‘Consiero exo en la medida en que ambas, en diversapropotcén, estuvieron relacionadas con sentencia dela Core Interamericana porel Cato Radi; la reform ala Consttucisn {Sificimeate puede sec vista como directameate desprendidn del seatenci, pero lain ‘da de esta no pueda ser negada, La segunda s fue un promunciamiento que debi claborar Ia sy rerpeto de Ia ariniccin militar a parte dela referidasentencia 1 laciones a derechos humanos, tanto del pasado como del presente, téc- nicamente han tenido lugar en “democracia”; lo que impidié por mucho tiempo que las practicas autoritarias del pasado fueran reconocidas como tales, y que se coneibiera que en algiin momento habia habido wna tran- sicién democritica. El segundo medidas transicionales; su apl ene que ver con la discontinuidad en las acién ha sido insular e inacabada —una fiscalia 0 comisiones de verdad que no se acompaiian de otras acciones po- liticas o legales. Y el tercero, la existencia de conflictos armados no conven- cionales (la Guerra Sucia en la década de 1960 y 1970; y la guerra contra el narco, entre 2006 y 2012), que dificilmente pueden ser encvadrados en. las categorias existentes del derecho internacional como conflicto armado interno o guerra civil, y que han tenido dinémicas de desarrollo y agentes perpetradores distintos. Las medidas transicionales que se iniciaron en el pais en 2001 con el establecimiento de la Fiscalfa Especializada para Movimientos Sociales y Politicos del Pasado (remosrr), en rigor, no parecen haber instituido un proceso de y7 articulado e integral. Tras resultados exiguos, su abrupta conclusién y sin la consecucién de otras medidas, Ia retérica transicional desaparecié antes de conseguir un lugar destacado en la escena de la politi- cay opinién publicas. Vista la infértil actuacién de la anterior Fiscalia, los siguientes tres mecanismos de yr conformados han sido Comisiones de la Verdad. Doce afios después de ereada la Femosrr, en 2012, se expide una Ley local para conformar la Comisin de la Verdad de Guerrero, encarga- da de investigar las violaciones a los derechos humanos durante la Guerra Sucia, pero solo las ocurridas en ese estado, Finalmente, el 1." de diciembre de 2018, se emite un Decreto para la Conformacidn de la Comision de la Verdad para Ayotzinapa. Dado que dos de los cuatro mecanismos se con- formaron por violaciones graves a los derechos humanos ocurridas por he- chos muy recientes, es posible concluir que las medidas anteriores de yr no aleccionan para evitar nuevos abusos por parte de autoridades del Estado. La remosee. Un naufragio anunciado Lallegada de Vicente Fox Quesada, del Partido Accién Nacional (Pan) ala presidencia de la Reptiblica el 2 de julio del aito 2000, abrié en México lo que podria denominarse como coyuntura transicional, Pese a que, conclui- da la revolucién, la vida politica del pais alo lango del siglo xx habia trans- currido formalmente en democracia —con elecciones periddicas sexenales, 188 partidos politicos, divisién de poderes y prohibicién de reeleccién—, en los hechos, el Partido Revolucionario Institucional (er1) se habia constituido en partido de Estado, pues habia mantenido el poder ininterrumpidamen- te desde 1929 en el jecutivo Federal y en la mayoria de los niveles de gobierno, sin contrapesos; cooptando o reprimiendo y hasta aniquilando a la disidencia politica, Mientras en el ejercicio de su politica exterior los gobiernos priistas acogieron a los exiliados de la Guerra Civil Espafiola y de Jas dictaduras sudamericanas, en su politica interna, al igual que sus pares del subcontinente, combinaron estrategias de cooptacién, castigos selectivos 4 opositores y orquestaron sendas represiones. Entre ellas, as emblemiticas contra estudiantes ocurridas en 1968 y 1971. Como después se corrobora- ria, cl régimen priista desarrollé la contrainsurgencia como politica de Esta do allo largo de toda la década de 1970 y entrada la siguiente. Este periodo es conocido como la Guerra Sucia, y en él se cometieron graves violaciones a los derechos humanos de forma sistematica, tales como desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias, desplazamiento forzado y ejecu ciones extrajudiciales, entre otras (Femosrr, 2006b; cxpxt, 2001), Entre las promesas de campafia del presidente Fox, estaba el com: promiso de abrir ese expediente de la historia nacional para iniciar un pro- ceso oficial que investigara y castigara a los responsables de la represion de ese periodo. Dificilmente podia rehusarse a encarar de algiin modo los abusos del pasado priista, dada la presién proveniente tanto de algunos ricleos de la izquierda —que lo habian apoyado con tal de sacar al pRr de la silla presidencial— como de victimas, familiares, y organizaciones de derechos humanos, de modo que la creacién de la Fisealia fue un impor tante dispositive para su legitimacién. En consonancia con el clima pol tico del pais, la cNDH (Comisién Nacional de Derechos Humanos) emitié el 27 de noviembre de 2001 la recomendacidn 26/2001, que motivé el Acuerdo de creacién de la Sociales y Politicos del Pasado (en adelante, remosrr o la Fiscalia) firma- do el 27 de noviembre de ese aio. De los mecanismos de sr, se opt6 por la ereacién de la Fiscalia en lugar de una Comisién de la Verdad porque teéricamente permit mis alls”, ya que con ella seria posible no solamente conocer la verdad sino “deslindar responsabilidades y, en su caso, sancionar conforme a derecho a Jos responsables” ($6, 2001, p. 2). Como se veria después, aunque aparen- tara lo contrario, una Fiscalia resulté menos costosa politicamente porque pudo ser manipulada, iscalia Especializada sobre los Movimientos 9 El Acuerdo mismo de ereacién de la Fiscalia era general y obscure”. No indies con claridad el objetivo de esta y solo contempls la investigacién de delitos federales (Segob, 2001, art. 1.) lo que excluyé la posibilidad de una indagacién completa en la que necesariamente estaban implicadas au- toridades locales. A contrapelo de cémo opera (o se espera que opere) cual- quier mecanismo de 17, no establecié el periodo del pasado que investigaria, ademas de que el concepto de victima que ij6 era problemtico, ambiguo y Aificil de acreditar, Estuvo integrada por tn comité de apoyo, pero no ins- tituyé sus mecanismos de funcionamiento (Segob, 2001, art. 2"), que solo fueron determinados por la Fiscalfa, tres meses después de constituida” ara ello dividié su plan de trabajo en tres partes: los casos de desaparicién, forzada investigados por la wbx (Programa Juridico Ministerial A); los casos de las matanzas de 1968 y 1971 (Programa Juridico Ministerial B) y los que no estuvieran en las anteriores (Programa Jurfdico Ministerial C)* Aunque su /eié motiv originalmente habia sido la investigacién de los even- tos ocurridos en la Guerra Sucia, tuvo que incluir trabajos por el segundo programa debido a una decisi6n que la Suprema Corte emitié con extraia oportunidad el 30 de enero de 2002", un fallo que derivé en que se asig- nara a la remospr Ia investigacién de la masacre de Tlatelolco. Fue en el Programa B donde més acciones desplegé, inicié y concluyé, La literatura sobre yr transicional advierte que tanto las modalidades que esta adquiere como la efectividad de las medidas que establece, depen- den fuertemente de los pactos politicos y del contexto (Paige, 2011; Teitel, 2011; Van Zyl, 2011). ¥ el caso mexicano no fue la excepcién. Las investiga- ciones de la Fiscalfa estuvieron considerablemente restringidas por la estruc- ttura legal y por las limitaciones que impusieron las negociaciones politicas que hicieron uso de la misma y se manifestaron en la fisonomifa tanto de la normatividad —ratificada en el periodo foxista— como de las peculiares 12 Un acuerdo de 8 artculs y 6 transitorios donde los consderandos merecieron igual ampli tu que el contenido austantiva del artculado "5 Tayo varios Bscales a cargo, el que dur6 mas y conchyé el encargo fue Ignacio Cail Prieto, quien earecia de una tayectriaen el dmbito defo derechos hurnanos 1 Respoctivamsente denominados Programa Juridico Ministerial A, B y C (rox, 2005, pp dicho flo, a Primera Sala de la Core ceslvi cl amparo interpuesto pot los antiguos lideres de 68, yondens el estudio dela maracre ala rex, y eta la remit 2 la PeM@osrr al ia siguiente (eenroser, 20068, p. 1). Claramente, el carte veruporalconseraplado ea. ea Sietribucin, a diferencia de lo rostenide por hstoriadaresy estdiosne sobre el tem, no ‘considers que la matanza de Tlatelolco perpetrada en 1968 fuera parte de la Guetta Sucia sung, en rigor, lo ers, 40 decisiones que el fiscal tomé para construir los casos a partir de ls categorias Iegales en que lo hizo (Aguayo y Treviso, 2007; Trevitio, 2014) ‘res fueron las principales restricciones que impuso el marco legal las acciones de la Fiscalia, La primera fue la irretroactividad. No obstante que las conductas del pasado cometidas por agentes estatales constituye- ron desapariciones forzadas, no pudieron ser procesadas penalmente como tales porque el delito de desaparicién forzada no estaba tipificado en la le- gislacién mexicana en el momento en que ocurrieron los hechos y la cons titucién mexicana prohibe la retroactividad de la ley en perjuicio de nadie (creum, 1917, art. 14). Aqui aparece la segunda limitacin legal, declara ciones interpretativas y reservas a instrumentos normativos internaciona- Jes, Aunque en ese periodo se ratificé la Convencién Interamericana sobre Desaparicién Forzada de personas", se le hizo una recervay una declaracién interpretatioa que insttilizaba 2 la Convencién como instrumento para la Fiscalia y para el proceso de yr. La reserva se hizo respecto del articulo 1x —que establece que los responsables por este delito no podrin ser juzgados por jurisdicciones especiales, en particular la militar— para establecer jus- to lo contrario: “El fuero de guerra no constituye jurisdiccién especial en el sentido de la Convencién’. La declaracién interpretativa se hizo respecto del art. vit —que sefialaba que la accién penal por el delito de desapari cidn forzada no seria preseriptible (art. vit)— y se vineulé con el principio de irretroactividad sefialado, para afirmar que el instrumento se aplicaria alas desapariciones forzadas cometidas “con posterioridad a la entrada en vigor” de este; una declaracién interpretativa igual se formulé respecto a la Convencién sobre la Imprescriptibilidad de los Crimenes de Guerra y de Lesa Humanidad, La tercera restriccién legal fue la preseripeién de los deli zo, al menos de los que s{ se integraron en los poquisimos casos donde se iniciaron juicios penales, pues las reservas habian neutralizado el efecto de imprescriptibilidad que buscaban las convenciones La Fiscalia inicié investigaciones y el 22 de julio de 2004 ejercié ac~ cién penal contra de Luis Echeverria Alvarez y Mario Moya Palencia, por la masacre de 1971 (quienes fueran, respectivamente, presidente de la Repiiblica y secretario de Gobernacién en el momento en que ocurrieron los hechos del primero) junto a otros 10 mandos del ejército, El fiscal des- carté encuadrar la conducta de los responsables en los delitos de desapari cién foraada —debido a lo ya expuesto—, homicidio agravado, privacién ilegal de la libertad (pues la posibilidad de la persecucién penal en ambos 1 Firmads el 4de mayo de 2001 y ratificads 10 de diciembre del mismo af «casos ya habia prescrito) y crimenes de lesa humanidad, este tiltimo era el aque habia sefialado la cND1t en su recomendacién. En cambio, eligié el de- lito de genocidio”. Como dos dias después el juez. asignado al caso" con- cluyé que el delito habia prescrito, la Fiscalia apelé la resolucién y la Por, solicité que la scyN atrajera y conociera del caso. Tras aceptar la atraccién”, la Suprema Corte resolvié el caso el 15 de junio de 2005, En el fallo pre- cis6 que no habia prescrito la accidn penal respecto del delito de genocidio para los dos primeros, pero si para el resto, y ordend devolver al andlisis de fondo del caso al Tribunal de Apelacién para que resolviera sobre la culpa- bilidad del delito (scyx, 2006, p. 18). Ese mismo 2005, la Fiscalia ejercié accién penal nuevamente contra Luis Echeverria y otras 5 autoridades por el mismo delito, pero en esta ocasién por los hechos ocurridos en 1968; en. esa oportunidad, la scyw rechaz6 su atraccién y repitié los eriterios fijados para el caso anterior regresando su analisis de fondo al tribunal inferior que conoceria de la apelacidn. El caso concluyé el 26 de marzo de 2009, donde cl juez afirmé que los hechos si habfan constituido genocidio, pero absolvié a Echeverria por falta de evidencia suficiente Después de sus 5 afios de funcionamiento, habiendo ¢jercido un presupuesto total de $247312824.28 pesos" (Aguayo y Treviflo, 2007, p. 737), consiguié 771 averiguaciones previas, solo 8 érdenes de aprehen- sin y ninguna sentencia condenatoria (ro, 2006, pp. 113-115). Y aun cuando asi hubiera ocurrido, una reforma al articulo 55 del Cédigo Penal Federal publicada el 26 de mayo 2004, apelando a los derechos de la terce- a edad, dio a las personas mayores de 70 aos el beneficio de pasar en su domicilio fa prisién preventiva, y en caso de tener sentencia condenatoria, cotorgé la posibilidad de sustituir la pena por una medida de seguridad si su “senilidad o su precario estado de salud” lo ameritaban (por, 2014, p. 2)" 57 Javier Trevino documenta con dtalle que la preferencia de rare tipo penal de genocidio Frente 4 erimenes de lera hurnanicad twvo tazoner polticas que frtslecieson In imagen fonista frente al exterior dando la apurencia de que te extaba haciendo justia fente al pa sadorepresivo (2017, pp. 58-62), Juez Segundo de Procesos Penales Federalesenel Distrito Federal, quien regnts el expe iente con el rsimera 114/2004-1 19 Bh ses del 13 de octubre de 2004 (67%, 2006, pp. 6). 2 (Poco mas de 12 millones de délaresaproximadamene), Presupuest aignad ala Fisalta centre 2002 y 2008, segiin datos dela Secretaria de Haciends (Aguayo y Trevi, 2007). Eltexto reformado queds as “Artal 5, Cuando a orden de apechension se dicte en contea de tna pecsoun mayor de 70 aia de edad, ljuee podch ordeant que a priséa peeteativa se lleve a cabo en el domicile del indciado bajo la medidas de segutidad que procedan de scverdo con la representa sia. ve Invocando razones humanitarias y bajo una semantica de derechos huma~ nos, esta reforma dio a los perpetradores una amnistia de facto (Aguayo y ‘Trevifio, 2007), pues para esas fechas todos o la mayoria tenian esa edad. Si bien la Fiscalia no tenfa el objetivo de integrar una investigacién histérica del modo en que lo hacen las Comisiones de la Verdad, hizo un amplio informe donde construyé una verdad anfibia, es decir histérica y juridica, segiin los propios términos del mismo. A lo largo de las 897 pé- ginas que integran los 12 capitulos, més el de conclusiones, la FEMOSPP documents un patron de contrainsurgencia desarrollado por el Estado Mexicano con crimenes de lesa humanidad y graves violaciones de dere- chos humanos cometidas por una variedad de agentes estatales durante las décadas de 1960 y 1970®, pero logré hacerlo sin mencionar directamente a los responsables. Tampoco incluyé de forma significativa o consistente Ja participacidn de las vietimas mas alla de algunos testimonios. Un bo- rrador del mismo documento fue filtrado a la prensa en febrero de 2006" Al parecer, la propia divulgacién del contenido del informe resultaba en [No gozarin de esta prerogativa quienes a crterio del juez puedan sustraerse de a acc de la justia o manifieten una condueta que haga presumible su peligeosidad En todo cao la valoracion por part del juez se apoyard en dictimenes de peritos. ‘Una vex dicada la sencenciaejeutoriada, la pena podri ser sustitida por una medida de segutidad,ajuiio del juexo trbunal que laimmpenga de oficio oa petiién de parte, cuando por haber suftido el sujeto activo consecuencias graves en su persona, 0 por su senilidad o Sicha pena En lo cars de senilidad o recario estado de sab, el uence spoyars siempre en dicime- nee de pertor 2 Sobre I sealada Operaciin Amistad con Ia que se inaugural etrategiacontragueril, clinforme (Strada) dela restos? aficna que esta “fue plancada, como se puede documen: tar, desde el Estado Mayor de la sentxa (Secretaria de In Defenes Nacional) Lor rime ‘es cometidos contaron con el conaciniento permisve [ya que no hay orden expliita que conste en documentos ys que esta informaciéa leg al exo (Estado mayor de la Defensa Nacional y quejaral Presidente ano (Gustavo Diaz Ordaa) respect ala actuaciin dl er- ito) Bn dha opeacidn ce deamentan allanomientss de merada,detncign arbitraia, tortura, elcisner de mayre om preven de ras eposory pile secucém extrajudicial decnjuntor de [ente que tl tite acura de tener cenenion on Genaro. Comet eratién i isteura wna po lita de estado id sjrcita Presidente de la Republic, Secretario de Estado, Estado Mayor de a Secretaria, Comandantes de las dos regiones mi litres de Guerrero, oficiales a au mando ytropa-— particpen en las vialsinss ae devcbor ‘umes com la ution de pereguin a a mateante prdfge” (ramos, 20062, p. 51, lat ctrsivas ye texto entre patentesis son mies los corcetes son del original). ® El borsador fue filtrado ala eevista Ene Equi y a reconocidosintlectuales como Elena Poniatowska, Carlos Montemayor y Carlos Monsviis La version stad fe publieada en portal dela orgenizaciin no gubernameatal The National Secusty Archive con una nota Soni explicsba evo, 1 a si misma peligrosa, pues su cotejo con la versién final permitié confirmar que le fue extraida informacién. En un seguimiento a las acciones de ta Fiscalia, la periodista Kate Doyle documenté cémo cientos de archivos del Archivo General de la Nacién (scx) consultados por la Fiscalfa en sus investigaciones se encontraban reservados (2006). El informe final, que constituiria su aporte més sustantivo, solo estuvo disponible en Iinea dos meses y fue retirado de la pagina oficial de la Procuraduria (Radilla, 2008, . 26), en la que hoy dia no se puede consultar. La FeMospr fue cerrada por mandato de Fox, el 30 de noviembre de 2006, su iltimo dia de gobierno. La Comverdad de Guerrero. Construyendo la memoria El infructuoso saldo que habia arrojado la FeMmoser para acceder a la jus~ ticia, y el impulso provisto por el fallo condenatorio que hizo la Coin 4 México en noviembre de 2009 como culpable por la desaparicién de Rosendo Radilla Pacheco, fueron dos aspectos que enmarcaron el sur- gimiento de la Comverdad, La impulsaron familiares organizados gue- rrerenses como un mecanismo que podria abrir una posibilidad real de acceder a la verdad de lo ocurrido en el periodo de la contrainsurgencia. Pero esto se encontraba avivado por la yuxtaposicién de violencias que mostraban la continuidad de las del pasado con las actuales. Una violen- ia politica persistente ejercida por el Estado mediante las autoridades nacionales, pero instrumentada y potenciada a través de estructuras de ejercicio del poder local: los caciques (Calvo y Bartra, 1999). Aunque el periodo contrainsurgente habsa concluido ‘formalmente’ en 1979, la re- presion no habia cesado. Las masacres de Aguas Blancas (1995) y de 2 “Nadie sabe euinda serin devueltos estos expedientes, sex que alguna vez la son. Uno fi cilmente puede imaginarse un escenario en el que la oficina del procursdor general decide retenerlo indeSinidamente cama parte de investigaiones en cured. Ea eat cao, el fxeal ‘apecil no habra servido paca clarficar el pasado ylograr que se rindan cuentas por lar identifica el material mas daino ypeligoso que hay en los archivos afin de emovero para siempre. Todo en nombre de la transparencia, por aupuetto” (Dole, 2006) 2% Pespetsada contra campesinos de la oss (Osganizacion Campesina de la Siert2 del Su) ‘curtis en el municipio de Coyuca de Bente, estado de Guerrero, 28 de junio de 1995, La oess estaba formada por campesinos herederos de la Guersa Suca y de los press poli tices questa de, Sus demandas eran ns de siempre: salud, vviends,carinos,educacion Yyapoyos para el campo. El 18 de mayo de 1996 toman la alealda, fente a incumplisento Ge ls apeyos para ln sombre cinco diss nates (113 del mise med) el gobermador ea turno, Rubén Figuetoa les habia prometidee incumpido, Exe misto dia fieman un nuevo acuerdo que tampoco se cumple. £128 de juni, los campesinos dela oc a bordo de dos EI Charco” (1998), y el posterior asesinato de activistas de la ocss (Orga- nizacién Campesina de la Sierra del Sur), evocaron su vigencia, ‘De manera paralela en el ambito nacional, més alla de los esfuerzos, incipientes de justicia transicional, la politica gubernamental inicié otra guerra. Pero ahora no contra los rebeldes sino contra el narco. Iniciada en 2006 por el entonces presidente panista Felipe Calderdn, después de cinco aiios ya habia sumido al pais en una tragedia con ingente miimero de muer- tos y con una creciente cifta de desaparecidos. Es en este marco que los reclamos de los familiares reciben un empujén internacional dado por el fallo de la Corte Interamericana sobre el caso Radilla Pacheco, y se envia al Congreso de Guerrero en noviembre de 2011 Ia iniciativa de ley para crear la Comisin de la Verdad de Guerrero (Comverdad), La iniciativa se aprobs el 19 de diciembre de 2011, con la cual se creé la Ley 932”, que instituyé la creacién de la Comverdad. Esta se integré para funcionar el 20 de marzo de 2012. Habida cuenta del tamafio de las atrocidades pasadas que podian ser investigadas, y de sucesivos agravios que habian ocurrido en la década de los noventa, se tuvieron expectati- vvas de que también las masacres de Aguas Blancas y de El Charco serian investigadas. Pero no fue ast. La Ley 932 sefial6 que la investigacién solo abarcaria el periodo de la Guerra Sucia acotada entre los afios de 1969 a 1979 (articulo 3.). En sus 28 articulos y dos transitorios, establecié que cl propésito de la Comverdad era garantizar el derecho a la verdad, me- diante investigaciones que permitieran construir una verdad histériea con clementos ttiles para la posible (aunque incierta) judicializacin de casos de violaciones de derechos humanos, comisién de delitos y delitos de lesa humanidad, ocurridos en territorio guerrerense (articulo 2°). Esto supo- nia incluir un relato que explicara el contexto, las causas, y las cireunstan- cias de tiempo, modo y lugar en las que se produjeron dichas violaciones y camionesacuden a protertar a cabecers de Atoyac exigiendo Ia entrega de oe feriizantes prometidos. Enel vado de Aguas Blancas son recibidos a fuego por policas municpales, 17 campesinos son asesinadosy 23 ms rerun herd. Evidencae posteriores dan ever de que el ato fue premeditado y se afr que la orden fue dada por el jccutvo Beata (Bare, 2000, pp. 159'y 160), 4 Aconteida e110 de junio de 1998 cuando un grupo de militares penetra en la cormunidad de ElCharco, municipio de Ayutla, Guerrero, yabre fuego contra los preseaes que dorian ‘era (Ejercto Popular Revalucionaio). ” porla que se erala Comisin dels Verda par investigacién dela vilario- derechos humans durante la Guerta Su sctenta del Estado be Guerser, de lor aos eset 1S delitos, asi como el paradero de las victimas de desaparicién forzada o eje- cucién, y la identidad de los autores materiales e intelectuales. La Comverdad, a diferencia de la remospr, no solamente tuvo un objetivo claro, sino que su naturaleza permitié una composicién colegiada: 5 comisionados propuestos por las victimas —3 varones y 2 mujeres"*—, cuya trayectoria profesional y personal aseguraron la autonomia de la Comisién. Dicha integracién fue bien recibida por familiares y testigos (Rangel y Sanchez, 2015). La duracién del encargo estuvo estipulada para 24 meses, prorrogables previa justificacion técnica ante el Congreso, por seis meses més, Para desarrollar sus funciones, la Comverdad instalé of- cinas en Atoyac, en Acapulco y en Chilpancingo. Combiné el anilisis documental y de archivos, el levantamiento de testimonios a lo largo de dieciocho rutas en nueve municipios de Guerrero, en el estado de Veracruz, Michoacén y en Ciudad de Mexico (Comisién de la Verdad del Estado de Guerrero, 2014, p. 51)", y la realizacién de biisquedas en campo para lo- calizar restos humanos, En su encargo, la Comverdad enfrenté obsticulos de diversa indole. En primer lugar, los que imponia el ticmpo transcurrido desde que hax ban sucedido los hechos; muchas personas habian muerto desde entonces, de manera que algunos de los testimonios fueron indirectos. En segundo lugar, los que impuso el contexto politico tanto local como extra-local Debido a que la recomendacién de la enpH y las acciones de la FEMOSPP pricticamente no habian tenido resultados, la Comwverdad fue reeibida con escepticismo y con una dividida posicién de los familiares de las victimas. Se cuestionaba que los Comisionados no tuvieran dedicacién exclusiva y que el dinero de su operacién no fuese destinado a reparar a las victimas (Rangel y Sanchez, 2015, p. 286). Las posiciones de los familiares os ban entre los que privilegiaban la reparacién econémica del dato frente a la justicia o la localizacién de sus parientes; los que si deseaban conocer la verdad de lo ocurrido y exigian el reconocimiento puiblico de los hechos, la sancién penal de los responsables y el establecimiento de garantias de no repeticidn; y los que consideraban que intereses “inconfesables” guiaban a la Comverdad igual que a la FEMOsP®, ya que ambas lucraban con el dolor 21) Hilda Navarrete Gorin, asesora de gjdataroe de Atoyac durante conflicts con compa Filas madereras entre 1999 y 2008; 2) Maria del Pilar Noriega Garcia, abogada de recone ida reputacign en la defensa de derechos humanos, 3) Enrique Gonzilez Ruiz, abogado, académico, exector de [a Ungro; 4) Arquimedes Morales Carranza, exrector Ungio; 7 5) Nicémedes Fuentes Garcia, actviea estudianil y expres politico en la década de 1970 2 Bntonces Distrito Federal. We de las victimas (Argiiello, 2018, p. 278). La Comverdad enfrenté también, campafas de desacreditacion. Esos aspectos del contexto local, posible- ‘mente combinados con los intereses extralocales que estaba tocando, ¢ in- centivados por el rebotado clima de inseguridad creciente que tenia lugar en Guerrero, producto de la guerra contra el narcotrifico™, se reflejaron en ataques directos contra la seguridad y la integridad de los comisionados y su equipo. En febrero de 2013, un sobreviviente colaborador y otro miem- bro del equipo recibieron amenazas; el 22 de marzo de 2014, la comisio- nada Hilda Navarrete fue amenazada telefénicamente —tras el anuncio de nuevas biisquedas exhumatorias en espacios donde los sobrevivientes pre- sumian enterramientos de victimas de ejecuctones extrajudiciales—; el 28 de enero de ese afio, los comisionados Pilar Noriega y Nicémedes Fuentes fueron atacados en la carretera en el tramo Mezcala-Chilpancingo" y, fi- nalmente, e1 30 de marzo fue robada la camioneta donde estos se traslada- ‘ban en enero (Comverdad, 2014, p. 73). En tercer lugar, se encuentran los obstéculos que pusieron las au- toridades federales. Quiza son estos los mis significativos, no solo como trabas al trabajo de la Comverdad, sino porque son en si mismos ilustra- tivos del patron de impunidad que posibilité las violaciones investigadas, cuya operacién, como veremos, continiia. La PGR impidié el acceso de la Comverdad al acervo documental y de las averiguaciones previas —con- cluidas y en proceso— que consideré como “reservado”. Esta calidad habia sido solicitada por la misma FEmospr para colocarlos “a reserva en una caja de seguridad a la cual nadie pudiera accedes” (Comverdad, 2014, p. 76). ‘También se identifies la desaparicién y la alteracién de documentos que estaban en resguardo del agN —usados por la Fiscalia—, muchos con in- formacién crucial sobre el periodo analizado (p. 76), Para obtener el acce~ so alos documentos reservados la Comverdad interpuso un amparo. Pero Ja PGR levants la reserva de dicha documentacién hasta el 24 de marzo de 2014. Dado el tardio acceso a estos, 1a Comverdad solicité la prorroga de seis meses al Congreso del Estado, pero le fue negada, porlo cual el equipo trabaj6 gratuitamente para concluir el informe (Argiiello, 2018). Estos es- fucrzos deliberados por impedir el real conocimiento de la verdad respecto 9 Para mediados de 2015, la inseguridad y la gobernabilidad del Estado sited de Ia entidadl tenia presencia de sutodefenrar (Cervantes, 2013), grupos ciudadanos ‘que te hablan armado para tomar pore masts el conteal del seguridad de comunidades 7 neces, La emergeacie de estos grupoe también se ettendis ea Micha Bator hechos srian denunciador en la audiencia teatiea de la cxpue del 27 de marzo de 2014 a Te que seuss Ia Cominionada Noriega. an critica que la de pasados donde han ocurrido violaciones graves de derechos humanos constituyen lo que Verénica Oikién identifica como construcciém de la des ‘memoria (2016). Un aspecto destacable respecto dela metodologia en quela Comverdad construyé su informe es la centralidad de los testimonios (que por segu- ridad fueron anénimos) de sobrevivientes y de familiares de las vietimas, a diferencia del informe hecho por la Fiscalia, que estuvo basado pricti- camente en el andlisis documental y de archivo, Esta divergent accesoria. Implica una relacién social en la cual se otorga la vo7.y el prota- gonismo a las vietimas. Ese gesto permite dotar de identidad y de rostro a quienes habian sido cosificados (Oikidn, 2016, p. 60) tanto en la narrativa gubcrnamental que perpetrs las violaciones como en el mero lugar numé rico y marginal que le dio la Fiscalfa. Esta metodologia permitié la com- prensién y la ampliacién de la nocién de victima, extendida més allé de los familiares de los desaparecidos. La Comverdad también realizé biisquedas de restos humanos de per sonas vietimas de desaparicién forzada, y luego, de ejecuciones extrajudicia- les, en sitios donde los sobrevivientes consideraban posible su hallazgo”, asi como en el excuartel militar de Atoyac. De estas diligencias se consiguis la cexhumacién de 2 personas exguerrilleras, que a la postre fueron identifica: das", En dichas exhumaciones participaron la comunidad de la zona donde se encontraron los cuerpos, personal de la Comverdad y expertos forenses de la entonces Comisién de Derechos Humanos del Distrito Federal Debido a que la reparacidn integral a las victimas era una demanda importante de diferentes agrupaciones de familiares, la Comverdad ges- tioné con el gobierno federal la creacién de un fideicomiso para reparar a familiares de 275 vietimas guerrerenses reconocidas en la Recomendacién 26/2001 de la cNDH; el resto deberia continuar procedimientos para los mismos efectos, ante la Comision B (Argiiello, 2018, p. 275). Seria hasta inicios de 2019 que la crav presen- taria su “Plan Colectivo de Reparacidn Integral”, donde incluia 9 medidas de satisfaccién, 3 de restitucién, 2 de no repeticién y 4 de rehabilitacion, (ceav, 2019, pp. 25-38) Finalmente, después de dos aftos y medio de trabajo, habiendo ejer- cido un presupuesto asignado de $19377777.32 de pesos (Comverdad, 2014), la Comverdad presenté su informe final el 15 de octubre de 2014, stiva de Atencién a Vietimas (ceav) 5 Realizadas en junio y julio de 2014, Bn agosto del mismo ate. 8 en medio de fuertes protestas en el estado y en el pais, debido al asesinato y desaparicién de 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida la madrugada del 26 de septiembre de ese afio en Iguala, Guerrero. Este hecho opacé por completo en el nivel regional y nacional Ia presentacién de las conclusio- nes vertidas por la Comverdad en su informe. En él, la centralidad de los testimonios es visible. De sus 237 paginas, més de la mitad (134 piginas) se dedican aun apartado de 408 testimonios de sobrevivientes y familiares de victimas que sirvieron para la integracién de 515 casos que fueron re- mitidos a la cay. También consiguié las exhumaciones de 2 exguerrille- 10s y recabé informacién de 4 enterramientos més, En el referido informe, 1a Comverdad documents un patrén de represién sistemitica y generali- zada disefiada y cjecutada por autoridades de diversos érdenes del Estado con la finalidad de exterminar tanto a miembros de la guerrilla, como a sus colaboradores y simpatizantes, mediante el uso de facultades pricticamen te ilimitadas que implicaron un estado de sitio en la entidad (Comverdad, 2014, p. 22). La sistematicidad de la represién quedé documentada a tra vés de la ejecucién no azarosa, sino metédica, regular y organizada (p. 29) de planes concebidos para los fines referidos, entre los cuales se mencio: nan los Planes Atoyac y Telarafia, y las Operaciones Luciérnaga, Cerca, Cebui y Ranchero; la generalizacién represiva se acredité debido a que !: victimas fueron masivamente atacadas. En la ejecucién de dicha polit ca de Estado se documentaron graves violaciones de derechos humanos yy erimenes de lesa humanidad, tales como detenciones ilegales, ejecucio- nes sumarias, desapariciones forzadas, desplazamientos forzados, torturas yy vuelos de Ia muerte, El informe incluye un registro puntual de victi- ‘mas, comunidades afectadas, y nombres de las autoridades perpetradoras, y exige que, pese al tiempo transcurrido, el Estado mexicano reconozca su plena responsabilidad en las atrocidades y violaciones masivas a los dere- chos humanos perpetradas no solo en la esfera politica local, sino también en la nacional, “pues la impunidad propicia la repeticién crénica” de estas (p. 66). También incluye un apartado de recomendaciones sobre reparacién integral de los dafios. Dadas las caracteristicas de este informe, la partici- pacién de las victimas y la asignacidn de sentido histérico, se trata de un documento que contribuye a contrarrestar la cultura del olvido social y de la desmemoria. En ese sentido es una aportacién al conocimiento de la verdad y a la integracién de una historia reivindicativa que visibiliza a las vvictimas, y con ello controvierte el silencio y la tergiversacién del pasado (ikion, 2016, p. 45). 49 La Comisién para la Verdad y Acceso ala Justicia en el caso Ayotzinapa En un escenario nacional donde Ia politica contra el crimen organizado dejaba una cosecha de mas de 23000 personas desaparecidas (Martinez, 2014), el prt, de regreso a la presidencia, pretendia la reedicién de viejas pricticas politicas con mucho arraigo en las instituciones, mientras algu- nas de sus politicas neoliberales asfixiaban financieramente las normales rurales (Civera, 2015). En la escena local, la Comverdad se encontraba a 25 dias de entregar su informe final, cuando una movilizacién estudiantil derivarfa en varios asesinatos y en la desaparicién de 43 estudiantes de la Normal Rural “Rati Isidro Burgos" de Ayotzinapa™, ocurrida en el muni- cipio de Iguala, Guerrero. E126 de septiembre los normalistas legaron a Iguala, Boteaban en la carretera federal con rumbo a Chilpancingo —eapital del Estado. Como, cada afo, acudian a la marcha conmemorativa de la masacre del 2 de oc~ tubre de 1968. Tomaron’® cuatro autobuses y se afirma que buscaban tomar otros tres. La policfa municipal los persiguis y les disparé en una agresién armada que continus la madrugada del 27, contra aquellos que “parecie- ran normalistas”, de modo que se abrié fuego en contra de un camién que transportaba al equipo local de fiitbol “Los Avispones™. Bl saldo fue de 6 muertos, 25 heridos y 43 normalistas desaparecidos. Estos hechos ocu- rrieron muy cerca de la base militar de Iguala, mientras el alealde José ‘Luis Abarca Hernandez se encontraba en una fiesta. El gobernador Angel Aguirre Rivero, por su parte, no ordené Ia intervencién de la poliefa mu- nicipal en la zona de los hechos alegando que el presidente municipal no respondié a su comunicacién telefénica Lo ocurrido desaté una fuerte e inesperada muestra de indignacién social con grandes movilizaciones locales y nacionales que tuvieron irra diacién internacional. Ayotzinapa representé una inflexién en la historia De esta escuela normal fue egresado Lucio Cabaas Barrientos, lider del Partido de los Pobres, una de las guerillas perseguidas durante a enotrainsurgenci. % Latoma de autobuses es una prctica tradicional ytlerad, usada por los normalistas. Aunque el fueg sbierta contra los normalistas habriapareeido un mero uso excesiv de a acres enol gjerciio de labors de seguridad public, despues se documentaria que la ac iim ve concertada por diferentes estructuras de gblerno. El interés por bos cacniones eo- tarla asociad al empleo de estor como medio para teansportatheroina y cocana eo la ruta Misico- Chicago, empleads poe el grupo criminal “Guerreros Unidos’, con dominio en zona donde ocurreron los hechos (Departamento de Justicia de Estadot Unidos, citado por loth, 2015, p 192). 160 reciente del pais, donde la cara represiva del Estado pasada y presente que- dé descarnadamente expuesta. La estrategia gubernamental que, como en muchos casos, criminalizaba a las victimas relacionndolas con el crimen organizado no tuvo eco en la opinién publica, Las protestas continuaron y la presién nacional e internacional provocaron !a detencién y procesa- miento de Abarea (por pertenecer a una organizacién criminal responsable de secuestros, asesinatos, delitos contra la salud, entre otros; ct81, 2015, p. 191) y forzaron al gobernador Aguirre a pedir licencia definitiva, Bl volucramiento de autoridades con grupos criminales de la zona exhibié la sgtave descomposicién institucional Ademis, el involucramiento conjunto de las policias municipal, esta- tal, federal y el ejército en la detencidn y desaparicién de los estudiantes dio muestra de hasta qué punto el entretejido gubernamental que posibilits fa Guerra Sucia operaba con plena vigencia, E129 de septiembre de 2014, algunas organizaciones de derechos hu- manos” solicitaron a la ctxt medidas para la proteccién de los estudiantes desaparecidos. E13 de octubre fueron otorgadas con la Resolucién 28/2014 (Medida Cautelar MC/409/14), Fundada en esta resolucién,¢1 12 de noviem bre se aprobé un acuerdo para la incorporacién de asistencia técnica interna~ cional para la investigacién de la desaparicién forzada de los 43 estudiantes. Este acuerdo creé el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (G1e: de la c1p1s con un mandato de seis meses con posibilidad de prérroga. En su informe, el cre1 analizé tanto testimonios de los sobrevivientes, como iltiples fuentes documentales incluidas las averiguaciones oficiales hechas por la pcR. Estas sostenian que los normalistas habian sido entregados por los policfas municipales de Iguala y Cocula a grupos del narco (Guerreros Unidos), que habian sido incinerados y sus restos habian sido arrojados en el basurero de Cocula. Dicha versién, denominada como la “verdad historica’, fue controvertida por el cret debido a su insostenibilidad cientifica (6re1, 2015, p. 156). La administracién de Enrique Pea Nieto concluyé sin casti- gar alos responsables, sin una investigacién penal sostenible y sin encontrar el destino de los normalistas desaparecidos. La llegada del opositor Andrés Manuel Lopez, Obrador a la presiden: cia en 2018, tuvo expectativas de cambio generadas en amplios sectores, particularmente los populares. La crisis humanitaria del pais, que para Centeo de Derechos Humanos dela Montata Tlachinollan; el Centeo Regional de Defensa de os Derechos Humanos José Maria Morelos y Pavén; la Red Guerrerense de Organisms CGiviles de Derechor Humanoe y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustia Pro Ivaren 182 entonces sumaba més de 40000 desaparecidos, y los compromisos con- traidos con las madres y padres de los 43 normalistas de buscar la verdad cjercicron presién sobre el presidente. La resolucién del caso Ayotzinapa era politicamente ineludible dada su gravedad, su simbolismo y habida cuenta de las presiones internacionales, que incluian organismos de de- rechos humanos. Ademés, existia ya una sentencia de amparo emitida el 18 de mayo de 2018 en la cual se ordenaba Ia creacién de una Comision de investigacién para la verdad y la justicia que esclareciera lo acontecido 1.26 de septiembre, “ante la falta de una Fiscalia independiente” (Primer ‘Tribunal Colegiado, 2018: 626, pirrs. 1126 y 627, parr. 1128) antecedentes, el 4 de diciembre de 2018 el Ejecutivo Federal emitis el de- creto que creé la Comisin para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa (cvya), de los tres casos analizados; esta es una Comisin vir gente cuyas investigaciones atin estn en proceso y no son concluyentes. En ese marco se emitié el decreto —compuesto por ocho articu- los y cinco transitorios—, que ordené la exeacién de la evia (bor, 2018), Ese documento establecié que estaria integrada por familiares de las vie- timas o sus representantes (sin precisar cusantos), un representante de la Secretaria de Gobernacién a través de fa Subsecretaria de Derechos hu- manos (quien la presidird), un representante de la Secretaria de Relaciones Exteriores, de Hacienda y Crédito Pablico, y por expertos que auxiliarian la labor de la Comision (bor, 2018, art. 2%, pars. segundo) desde un en- foque interdisciplinario', y que incluiria la colaboracisn de la crit y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. No fij6 periodo de duracién para su eneargo. La cvya se instal el 15 de enero de 2019. Su composicién, que conjunté la pasticipacién de autoridades con familiares de las vietimas y reconocidos defensores de derechos humanos”, parecié ser una buena noticia Con esos 119 junio de 2019, los integrantes de la ova decidieron que se integratia Toe 4 cata la Comision Nacional de Basqueda,eegin es portl fal, hrtp//www. ayoteinapa.segob gob.ma/ Como families de lot normalistas desaparecidos, se integearon Emiliano Navarste Vietoriano, Hilda Laguideno Varga, Mario César GonzdlerHlernindes, Maria Martine Zeetino y Cristina Bautista Salvador, como representantes de las organizaciones dela s0 ciedad civil: Santiago Aguirre, subdiceetor, del Centro Miguel Agustin Pro Juier (que the dado acompanamsiento legal a los familiares de las vitimas) Vidulfo Rosales Sis, del Centro de Derechor Humanos Tlachinollan; Miguel Alvarez Gindara, de Servicios y Ascsoria para la Pa y Humberto Guctrero Rosales, de Fundar, Por la Secretatia de Gobernacin, Alea Félix Santana Angeles, sc nes Exteriors, Marcelo Ebrard Casasbon y Maths Delgado Peralta, Por ia Secretaria de Haciends y La cvja tiene un objetivo mixto que procura la biisqueda de la ver dad y la justicia, El decreto indiea que deberd proporcionar asistencia a los familiares de las victimas del caso para el ejercicio de sus derechos a la jus- ticia y al conocimiento de la verdad (nor, 2018, art. 2°, parr. segundo), lo cual conjunta ambos aspectos, pero en un mandato muy general. Si bien enfatiza en el esclarecimiento de la verdad, establece también la creacién de una Fiscalia Especializada (por, 2018, art. 4.9, parr. segundo) y el cui- dado de la legalidad de las pruebas (por, 2018, art. 6, parr. segundo) Nada especifica sobre reparaciones del dao. A inicios de julio de 2020, se recuperaron fragmentos humanos en Ia zona de los hechos que no habian sido recolectados y analizados de forma correcta, Uno de ellos fue examinado por el Instituto de Genética de la Universidad de Innsbruck en Austria y también por el Equipo Argentino de Antropologia Forense, Ambos coincidieron en que el ADN del frag- ‘mento correspondia a Cristian Alfonso Rodriguez, Telumbre, uno de los 48 estudiantes normalistas desaparecidos, Esto refuté con nuevas prucbas cientificas Ia “verdad historica” de la administracién anterior. El sexto ani- versario de Ayotzinapa fue recibido con ese importante dato, con decenas, de drdenes de aprehensidn de presuntos involuerados en el caso'® y con el anuncio de que el 27 batallén de Infanteria de Iguala se pondria a disposi- cin del Ministerio Pablico para los procesos penales respectivos. Detectar mentiras es conveniente, pero la verdad y la justicia siguen pendientes mientras se ignore dénde esti el resto de los normalistas desa- parecidos, cémo desaparecieron, y no haya responsables presos. La cvya y su Fiscalia han dado pasos, pero sus resultados ain estén por verse. Crédivo Pablico el secretario Arturo Herrera Gutigerer y Ia sbsecetaria de Bgreto, Victoria Rodrigues Caja Entre elas, la de’Tomis Zerén, exdirestr de a Agencia de Invetigacén Criminal (ate) de ln-eatoncee pon, acusado de violar deechos humanosyalterar prucbas, quien +e encuentra Poco antes de la impresion de ete texto, se cumplieron siete aos dela desaparcion de los rormalistis. Exploraciones hechas por la Fircalia de Ia eva encontraron nuevoe restos conpéreos que fueron analizadoe pote laboratorio de Genética dela velerida Universidad Se Innsbruck, gue confimé Ia adentifseion de Thosivani Goerrero, uno de los normalis~ tas, en septiembre de 2021, Christan y Jhosivani fueron encontrado en la bagranca de La (Carniceis, no en el rio Cools nen el barucero dela misma loclidsd E16 de octubre de 2021, se emitis un decreta que ere6 la “Comision para el Acceso ala Verdad, el Esclarecimiento Histérico y el Impulso ala Justicia delat vilaciones graves los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990", Entre sus propSsits principales esté el el erclatecimmento hstrico de las graves violaciones de derechos humanos cometidas en «l perodo dela "violeneia politics comprendida de 1965 s 1990", ai como impulse aiones 153, Las lecciones que nos dejan los esfuerzos de st en el pais El recorrido por las medidas de justicia transicional que se han hecho en el pais muestra su discontinuidad, asi como las limitaciones que los acuerdos politicos le han impuesto, También permiten identificar la persistencia de los patrones que posibilitaron las violaciones y los crimenes de lesa hu- manidad del pasado represivo, Dichos patrones muestran una abigarrada complicidad en la que han participado y siguen participando los érdenes de gobierno local, estatal y federal, con una articulacién que involucra al poder ejecutivo, legislativo y judicial Esto ha constituido un decisivo obstéculo para acceder a la justicia y para conocer la verdad de lo ocurrido También ha perpetuado la impuni- dad cuyos efectos perniciosos se observan en la reedicién de graves viola ciones de derechos humanos en el presente, hecho que traslapa agravios y diluye las fronteras temporales yuxtaponiendo el pasado con el hoy. El recorrido también muestra la importancia capital de involuerar a las victimas y a onganizaciones sociales para cualquier proceso exitoso de busqueda de verdad y de justicia como pretendié la Comverdad a cuya di- reccién parece apuntar la cvja. Cualquier intento de narrativa que preten: da reconstruir el esclarecimiento de atrocidades pasadas solo se completa sise expone a la comunidad y victimas afectadas, y al resto de la sociedad. Elcaso de la FeMosP? alerta sobre las perjudiciales perversiones que puede tener una operacién simulada de justicia transicional, que en realidad tiene un propésito de gobernar el pasado y crear desmemoria, También muestra una ventana de oportunidad, pues los efectos mas pujantes de las medidas transicionales comandados por instancias nacionales han estado apunta- lados por la presién de los érganos internacionales de derechos humanos. En todo caso, México enfrenta grandes retos para articular una apropiada y necesaria politica de la memoria, que esclarezca lo sucedido y que asigne responsabilidades para romper la enquistada impunidad. La posibilidad de un digno futuro social nos va en ello. de bdequedsde las personas dessparecida, Tas autoridades msiaisteralsy udiciales ce hmpularestrategias de no repeticia (3 es, medidas de reparacion alas victimas 2024, ar. 3),

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