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¿Quién no conoce esos puestos en los mercadillos donde venden piedras? ¿Quién se para
a mirarlos es por simple curiosidad o porque algo le atrae?
Pues bien, si te sucede una de estas dos cosas quiere decir que has conectado con la
energía que, por alguna razón desconocida ha hecho que te fijes en ese puesto, y que
algo te aportara. No creo en las casualidades, pues como decía Voltaire:
“Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser más que la causa ignorada de un efecto
desconocido”
Muchas veces nos sentimos atraídos por esa piedra que vemos en el puesto, bien por su
nombre, su color, su belleza, su brillo que nos parece especial, o no se, porque nada más
llegar nos ha sorprendido y nos hemos fijado en ella. A llegado el momento de comprarla.
Pero, ¿Qué pasa si no tenemos dinero? Quizas nos está indicando que no es el momento
adecuado para adoptar dicha piedra. Puede que no la volvamos a ver en nuestra vida,
quizás porque su energía nos llamaba creíamos que era para nosotros, pero no tiene
porqué ser así.
Luego a la hora de buscar las piedras buscamos la piedra de nuestro signo, algunos
puestos aseguran que la piedra de un signo es tal, pero en otro nos dice que es pascual.
Luego consultas libros y tres cuartos de lo mismo, ninguno se aclara.
Lo que si es cierto es lo siguiente. Todas las piedras sobre la faz de la tierra son para sus
habitantes, independientemente de su signo, raza, condición social, sexo o condición
sexual, pero de la misma forma hay una piedra para cada uno de nosotros, pues como
individuos nos reflejamos en un elemento particular del cosmos que nos rodea. Pero eso
no quiere decir que el resto de las piedras no ejerzan ninguna influencia sobre nosotros.
A la hora de comprar piedras lo que tenemos que tener muy presente es nuestros
objetivos, no son baratas y a nadie le gusta desperdiciar el dinero. Si queremos hacer
magia con piedras tendríamos que tener una colección más o menos buena. Eso no quiere
decir que tenemos que tener 100 piedras. Pero unas doce o quince serían muy
aconsejables. Aquí os dejo una lista de doce piedras básicas y tres más muy
recomendadas:
- Lapislázuli.
- Ojo de tigre.
- Ámbar.
- Cuarzo rosa.
- Amatista.
- Esmeralda.
- Aguamarina.
- Cuarzo citrino.
- Turmalina negra.
- Granate.
- Piedra de Luna.
- Jade.
- Turmalina Verde.
- Piedra de sol.
¿Cómo es posible que suceda esto? Muy sencillo, en cada etapa de la vida tenemos unas
necesidades diferentes, de ahí que también necesitemos sintonizar con energías
diferentes.
El principal problema al que te enfrentas a la hora de comprar piedras son las imitaciones.
Si, muchos son los lugares donde las venden, pero pocos de fiar. Si tienes una tienda
esotérica de confianza, ahí seguro que serán verdaderas. Yo prefiero comprarlas en bruto,
pues así me aseguro de que, verdaderamente la piedra es lo que es, además al tallarla,
tendría que hacerse más potente, pero no nos engañemos, hoy por hoy nadie las talla con
este fin, sino solo decorativos, y, al no hacerse el ritual, se pierde toda esa energía,
aunque lo mismo sucede con su extracción. Un sitio muy bueno para comprarlas son esos
sitios donde venden piedras en bruto para coleccionistas, los museos geomineros o las
convenciones de geomineros.
Debemos mostrar especial interés en dos piedras: el cuarzo citrino y la piedra de luna. La
primera porque muchas veces nos venden un citrino amarillo, muy bonito si, pero no se
trata más que de una amatista expuesta a muchísimo calor por lo que su color cambia.
Esto se hace por una sencilla razón: el citrino es una
variedad del cuarzo muy extraña y que tarda mucho
tiempo en crearse, quizás demasiado, por lo que su precio
es muy elevado. El verdadero cuarzo citrino es como un
cuarzo normal pero con un color verdoso en el interior,
como un espíritu ahí encerrado, es una piedra de fuego.
Lo que pasa cuando calentamos una amatista tanto que
cambia de color es que su energía vibra acorde con la del
citrino, y pasa de ser una piedra espiritual a una de fuego.
Entonces, ¿qué diferencia hay? Si eres coleccionista pues que la piedra no es lo que
tendría que ser, si en cambio la quieres para hacer magia, meditar o cualquier tipo de
trabajo espiritual, es que su energía no es tan potente. Lo que pasa con la piedra de luna
es lo siguiente. De normal nos venden una piedra blanca, con brillos en algunas partes
entre azul, morado, plateado, blanco… pero no nos confundamos. La piedra blanca es
cuarzo lechoso (que se puede encontrar a las orillas de cualquier río del mundo). Los
brillos son las incrustaciones de piedra de luna, ya que esta piedra es originariamente un
cuarzo que ha cristalizado de forma diferente. Si verdaderamente queremos una piedra de
luna tendríamos que ir a la India, y comprarla allí, lugar en el que aún se conserva el rito
para su extracción, o bien un sitio que nos la importe de allí o, en su defecto,
conformarnos con ese cuarzo lechoso con incrustaciones, que es lo que acabamos
haciendo todos y que tampoco esta tan mal.
Por último hablare de una forma muy sofisticada pero al mismo tiempo eficaz, para elegir
una piedra: EL PENDULO.
Antes de nada hay que saber usarlo bien. Sino sería estúpido intentar usar este método.
Cuando nos encontremos delante de los cristales que nos llama la atención, los
separamos y con el péndulo colgando de nuestra mano nos concentramos en para que
queremos la piedra, ¿para meditar?, ¿para rituales de prosperidad?, ¿quizás de amor?,
¿buscamos nuestra piedra personal?, ¿buscamos una para regalarle a un amigo que
necesita ayuda? Sea como sea inmovilizamos el peso del péndulo encima del conjunto de
cristales, enseguida te concentras en tu propósito, con el fin de conectar con la fuerza de
la piedra, así el péndulo, sensible a esta energía, se moverá y nos dará la solución
correcta. Si el resultado es negativo con todas las piedras quiere decir que ninguna de
esas es adecuada.
No olvidemos que las piedras regaladas tiene una carga más potente, si tienes una
especial estimación hacia la persona que se la regalas, pero esto no quiere decir que no
haya que limpiar el cristal, cosa que se explica en otra entrada.
Anteriormente he dicho que no hay una piedra exacta para cada signo del zodiaco. Bien
esto no es del todo cierto. Si la hay, pero no hay que fiarse de los libros, pues como he
dicho al principio del capítulo, cada libro nos dará una información diferente, lo que nos
podría causar mas de un quebradero de cabeza. Pero recordemos una cosa, siempre nos
puede servir de ayuda.
Lo que si es cierto es que tenemos que encontrar una piedra cuyo color y energía vibre al
mismo ritmo que nuestro signo del zodiaco, esto es difícil, lo se, pero con trabajo, no nos
costará distinguir esta energía.
A continuación adjunto una lista de signos del zodiaco y sus piedras, color, planeta,
elemento y metal, lo que nos puede ayudar muchísimo al elegir nuestra piedra personal al
principio:
ARIES:
- ELEMENTO: Fuego.
- COLOR: Rojo.
- PLANETA: Marte.
- METAL: Hierro.
TAURO:
- ELEMENTO: Tierra.
- COLOR: Verde.
- METAL: Cobre.
GEMINIS:
- ELEMENTO: Aire.
- COLOR: Amarillo.
- PLANETA: Mercurio.
- METAL: Mercurio.
CANCER:
- ELEMENTO: Agua.
- PLANETA: Luna
- METAL: Plata.
ESCORPIO:
- ELEMENTO: Agua.
- PLANETA: Plutón.
- METAL: Acero.
LEO:
- ELEMENTO: Fuego.
- PLANETA: Sol.
- METAL: Oro.
VIRGO:
- ELEMENTO: Tierra.
- METAL: Mercurio.
LIBRA:
- ELEMENTO: Aire.
- PLANETA: Venus.
- METAL: Cobre.
SAGITARIO:
- ELEMENTO: Fuego.
- METAL: Estaño.
CAPRICORNIO:
- ELEMENTO: Tierra.
- PLANETA: Saturno.
- METAL: Plomo.
ACUARIO:
- ELEMENTO: Aire.
- PLANETA: Urano.
- METAL: Aluminio.
PISCIS:
- ELEMENTO: Agua.
- PLANETA: Neptuno.
- METAL: Platino.
Ya en los tiempos en que los ángeles entregaron sus conocimientos a las mujeres, la
humanidad tenía el ansia por tener la piedra justa, aquella que va con tu naturaleza, o
con los propósitos que se quieren conseguir.
Entonces se interrogó a los dioses y espíritus. Por ellos se supo que, para hacer más
potentes los ritos, el sumo sacerdote de Israel, debía engastar en su pectoral doce piedras
de poder preciso. En el “Libro de Ezequiel” quedó registrado que esas doce piedras las
había lucido el habitante del paraíso en su vestido.
En el Nuevo Testamento se hace una lista de doce piedras, que aportarían su energía
depositadas en los cimientos de las murallas de la Jerusalén celestial. Estas son:
Amatista, berilio, calcedonia, cornalina, crisolita, crisoprasa (berilio), esmeralda, jacinto,
jaspe, sardónice, topacio y zafiro.
No obstante en esta época las siguientes doce piedras también tuvieron gran valor, tanto
espiritual como de comercio, y su origen se remonta a los extractos meridionales
explotados en Palestina en la edad de hierro: Ágata, cristal de roca, diorita, esteatita,
hematina, lapislázuli, malaquita, nefrita, obsidiana, ónice, turquesa y serpentina.
Casualmente siempre se habla de doce, que numero más extraño, ¿verdad? Coincide con
el número de los signos zodiacales…
El misterio femenino de las piedras.
Esta teoría de la feminidad de las piedras se apoyaba también en el echo que, la corteza
lunar, estaba “fabricada” de piedras. Hay que resaltar que la Luna es un elemento
femenino con muchísima fuerza, sobre todo concentrada en la maternidad, el amor y la
espiritualidad y que influye directamente sobre las aguas, rocas y fuegos terrestres.
Pero aun debemos añadir una razón más. Esta es la potencia femenina sobre los
minerales de Venus.
Nadie desde la aparición del hombre ha dudado que las piedras tiene “alma femenina”,
sobre todo porque la tierra es una deidad maternal, y puesto que siempre se han usado
para honrar a la luna y a Venus, con sus mil nombres, debido a su belleza. Después se
usaron para honrar el mar y la montaña y por último para invocar el poder de todas estas
deidades. Por eso mismo siempre aparecían en todos los ritos: Los altares eran de piedra
escogida, los ropajes de los sacerdotes estaban adornados de piedras, al igual que las
coronas reales, la mayoría de los objetos para realizar rituales o eran de piedra o estaban
decorados con estas (cuando no sucedían las dos cosas al mismo tiempo) y un largo etc…
Pero decir que todas las piedras proceden de la madre tierra sería erróneo, algunos son
producto de la acción del agua, algunos originados por la materia viva misma y otros se
forman a raíz de re-cristalizaciones posteriores.
Pero en el cristianismo también tenemos una afirmación femenina para el alma de las
piedras. Los ángeles, como señala la Biblia, se mezclaron con las mujeres y se dejaron
seducir por ellas, por lo que estas se aprovecharon y les sacaron varios secretos
trascendentales. Les enseñaron que la tierra es un ser vivo en si misma y que es una
entidad femenina así como una gran madre. Y les enseñaron a conocer las propiedades de
cada una de sus piedras, tanto las simples como las nobles, y a ver como de ellas
emanaban luces como rayos o como vapores y como esta energía tenía efecto sobre los
seres vivos.
Aun así, solo queda decir que, aunque muchísimos tengan alma femenina, poseen fuerzas
muy diversas, que se irán viendo a lo largo del blog.
Las piedras y los Dioses.
La potencia que tiene las piedras es conocida desde la Edad de Piedra (valga la
redundancia). Su saber no se trata de un saber acumulado a base de la experiencia, sino
de una revelación. Fue una de las enseñanzas que el hombre
recibió del llamado dios, conocido por los mil nombres en todos
los rincones del mundo, pero de manera particular, como Hermes,
o Mercurio, o Quetzalcóatl, o arcángel Gabriel.
Los egipcios, orientaban hacia el norte el polo positivo de las piedras exteriores y de los
bloques del granito rojo (color de Thot, al que luego se le llamó Mercurio). Y su energía es
tan fuerte, que los visitantes la sienten.
Mercurio declaró que el inventor de las piedras animadas (que serían las que dan energía
al resto), fue el propio Cronos, ya que con sus habilidades les daba vida.
¿Eso quiere decir que las piedras por si solas no tendrían energía?
Es difícil de explicar esto de las piedras animadas. Pero según los egipcios, griegos y
romanos era así. Unas piedras habían sido creadas y esas piedras daban energía al resto,
si estas piedras animadas desaparecieran, la energía de las piedras también lo haría.
El nombre de Mercurio, proviene del griego Hermes, cuyo nombre proviene de “Hermai”,
palabra que designa las piedras que se encuentran en los bordes de los
caminos, pues habían sido dispuestas por este en todo el mundo, por lo
que las piedras tenían una especial energía y poder. Sobre todo las de
los cruces de los caminos, que generaban una energía increíble. Esto fue
lo que llevó a los sacerdotes y sacerdotisas de Hékate a que usaran
estas zonas para realizar sus ritos. Tal y como hacen aun hoy en día los
fieles de la religión Vudú en el Caribe.
Venus, la diosa del amor y la fertilidad entre otras cosas, como ejemplo,
era representada por una piedra cónica, según las revelaciones que hizo
en la prehistoria Mercurio. Lo curioso es que esto se encuentra en varias partes del
mundo al mismo tiempo, en diferentes pueblos que nunca pudieron tener contacto entre
sí.
No están todas las que son ni son todas las que están, pero está bien como una guía de
consulta rápida. Aunque varias piedras tengan la misma correspondencias no tienen por
qué servir exactamente para lo mismo, usad esto como guía y si tenéis alguna duda de
cómo manejarla o para algo en concreto, preguntad.
Adivinación
Amatista, Azabache, Azurita, Cristal de cuarzo, Hematita, Mica, Obsidiana, Ojo de tigre,
Pedernal, Piedra de luna.
Amistad
Amatista, Crisoprasa, Turmalina rosada, turquesa.
Amor
Ágata, Aguamarina, Alejandrita, Amatista, Ámbar, Berilo, Calcita, Crisocola, Cuarzo rosa,
Esmeralda, lapislázuli, lepidolita, Malaquita, Olivino, Perla, Piedra de Luna, Rodocrosita,
Sarda, topacio, turmalina rosada, Turquesa, Zafiro.
Asentamiento
Hematita, Kunzita, Obsidiana, Piedra de Luna, Sal, Turmalina negra.
Belleza
Ámbar, Circón anaranjado, Jaspe, Ojo de gato, ópalo.
Coraje
Ágata, Aguamarina, Amatista, Cornalina, Diamante, Lapislázuli, Ojo de tigre, Piedra de
Sangre, Sarda, Sadónice, Turmalina roja, Turquesa.
Creatividad
Ágata dendrítica, Alexandrita, Ámbar, Andradita (variedad del granate),Apatita,
Calcedonia rosa, Celestina, Citrino, Cornalina roja, Crisoprasa, Cristal de cuarzo, Cuarzo
mandarina, Diamante Herkimer, Fluorita azul, Kunzita, Labradorita, Lapislázuli, Larimar,
Ojo de tigre, Ópalo, Piropo, Rodocrosita, Sodalita, Turquesa.
Curación/ Salud
Ágata, Amatista, Ámbar, Azabache, Azufre, Azurita, Calcita, Celestina, Circón rojo, coral,
cornalina, Crisoprasa, Cristal de cuarzo, Diamante, Estaurolita, Granate, Hematite, Jade,
Jaspe, Lapislázuli, Madera petrificada, Ojo de gato, Pedernal, peridoto, Piedra del sol,
Piedra de Sangre, Piedras agujereadas, Sodalita, Sugilita, Topacio, Turquesa, Venturina.
Dieta
Piedra de Luna, Topacio.
Dinero, riqueza, prosperidad
Calcita, Carbón, Circón pardo, rojo y verde, Citrino, Crisoprasa, esmeralda, espinela,
Estaurolita, Jade, Madreperla, Ojo de gato, Ojo de tigre, Olivino, Ópalo, peridoto, Perla,
Piedra de Sangre, Rubí, Sal, Topacio, turmalina verde, venturina, Zafiro.
Elocuencia
Celestina, Cornalina, Sardónice.
Energía física
Berilio, Calcita, Circón rojo, espinela, Ojo de tigre, Piedra de Sol, Rodocrosita, Selenita,
Turmalina roja.
Energía Sexual
Circón amarillo, Cornalina, Granate, Jaspe rojo, Piedra del sol.
Equilibrio
Calcita, Circón pardo.
Espiritualidad
Amatista, Calcita, diamante, esfena, lepidolita, Sugilita.
Éxito
Amazonita, Crisoprasa, Mármol.
Felicidad
Amatista, Circón amarillo, Crisoprasa, Cuarzo rosa.
Fuerza física
Agata, Ámbar, Berilo, Diamante, Granate, Piedra de Sangre.
Inspiración
Crisocola, Cuarzo verde, Labradorita.
Jardineria
Agata musgosa, Cricón pardo, Jade, Malaquita, Piedra de Luna.
Juegos de azar
Amazonita, Ojo de gato, Venturina.
Longevidad
Agata, Ámbar, Fósiles, Jade, Labradorita, Madera petrificada.
Magia defensiva
Lava, Onice, Zafiro.
Meditación
Amatista, Geodas, Sodalita, Zafiro.
Parto
Geodas, piedra pomez, Sarda.
Paz
Aguamarina, Amatista, Calcedonia, Calcita, Coral, Cornalina, Crisocola, Cuarzo rosa,
Diamante, Kunzita, Lepidolita, Malaquita, Obsidiana, Rodocrosita, Rodonita, Sardónice,
Sodalita, Turmalina, Venturina, Zafiro.
Poderes mentales
Circón, esfena, esmeralda, Fluorita, Venturina.
Poder mágico
Ámbar, Cristal de cuarzo, Granate, Jade, Labradorita, Malaquita, Ópalo, Piedra de Sangre,
Rubí.
Protección
Ágata, Alumbre, Ámbar, Asbesto, Azabache, Azufre, Calcedonia, Calcita, Circón Rojo y
Claro, Citrino, Coral, cornalina, Crisoprasa, Cristal de Cuarzo, Diamante, Esmeralda,
Estaurolita, Fósiles, Granate, Jade, Jaspe, Lagrima de apache, Lapislázuli, Lava,
Lepidolita, Madera petrificada, Madreperla, Malaquita, Marmol, Mica, Obsidiana, Ojo de
Gato, Ojo de tigre, Olivino, Onice, Pedernal, Peridoto, perla, Piedra de luna, Piedra del
Sol, Piedras aguijereadas, Pomez, Rubí, Sal, Sarda, Sadónice, Serpentina, Topacio,
Turmalina negra, turmalina roja, Turquesa.
Proyección Astral
Cristal de cuarzo turmalado, ópalo.
Psiquismo
Aguamarina, Amatista, Azurita, berilo, Citrino, Cristal de Cuarzo,
esmeralda, Labradorita, Lapislázuli, Piedras agujereadas.
Purificación
Aguamarina, Calcita, Cristal de Cuarzo, Sal.
Reconciliación
Diamante, Piedra de luna, Selenita.
Sabiduría
Ámbar, Coral, Crisocola, Jade, Sodalita, Sugilita.
Sueño
Amatista, Peridoto, Piedra de Luna, Turmalina azul.
Sueños
Amatista, Azurita.
Suerte
Alejandrita, Ámbar, Azabache, Calcedonia, Crisoprasa, Lagrima de apache, Lepidolita, Ojo
de tigre, Olivino, Ópalo, perla, Piedra de la cruz, Sardónice, Turquesa, venturina.
Viaje
Amatista, Calcedonia, Circón anaranjado.
Vidas pasadas
Labradorita.
Antes de empezar a trabajar con piedras deberíamos limpiarlas. Si nos las regala un
amigo, le preguntaremos si la ha limpiado, sino lo ha hecho, también debemos hacerlo.
¿Por qué?
Muy sencillo. Desde que una piedra sale de la naturaleza hasta que llega a nuestras
manos, ha recibido millones de energías diferentes. Gente que las ha observado en un
negocio, la energía de quien las ha recogido, la energía de ese animal que uso esa piedra
para hacer su madriguera, los cambios climáticos, el sol, la luna, la energía de odio e ira
que le dio ese chico cuando se la tiró a otro chaval… son muchas las influencias que recibe
el mineral en cuestión Si trabajásemos con estas piedras tal y como las recibimos, podría
ser caótico y no servirnos para nada, o bien, conseguir todo lo contrario que queremos
conseguir.
Una vez, un chamán me dijo una cosa muy curiosa cuando le pregunte como limpiar las
piedras:
“Novato, ¿Crees que con un simple ritual, siendo tan solo un hombre, puedes limpiar las
energías que la madre tierra ha tardado millones de años en dar a ese mineral?”
Y tenía razón, por muy potente que fuese nuestra energía, no es la de la madre tierra, así
que lo único que podemos hacer es limpiar las influencias externas, esas energías que ha
absorbido en los últimos tiempos, o días en esa tienda, nunca la energía con la que la ha
cargado la Gran Madre, eso sería quitarle el alma…
Hay varios métodos, que a continuación describo. Tengo que resaltar que estos métodos
no solo sirven para las limpiar y purificar los minerales, sino también para cualquier
objeto que se precie.
- Tres pizcas de sal gorda (es recomendada, sino tenemos sal gorda usaremos sal
normal).
- Cualquier tipo de fuente de agua corriente (un río, el mar, el grifo de casa…).
Este ritual conviene hacerlo en un día de Luna Llena, así pues, puede formar parte de un
ritual de Luna Llena si los celebramos.
Cogemos el cuenco, lo llenamos de agua, del río o del grifo, dependiendo de donde nos
encontremos en ese momento, le echamos las tres pizcas de sal y removemos tres veces
en sentido de las agujas de reloj con el dedo índice de nuestra mano de poder (derecha
para los diestros, izquierda para los zurdos). A continuación colocamos las piedras que
queramos limpiar en el cuenco, y lo dejamos toda la noche a la luz de la luna llena, de
esta forma el agua con sal las limpiará y la luna llena las purificará. Es importante echarle
sal al agua pues la sal absorbe las energías que queremos eliminar de las piedras.
Si vivimos cerca del mar, podemos usar en vez de agua con sal, agua marina, un agua
incluso muchísimo más potente, pues como dice mi abuela, el agua del mar lo cura todo.
Después de toda la noche, cogemos el cuenco. No importa si le dan algunas horas el sol,
pero sería conveniente quitarlas al amanecer o un par de horas después como mucho.
Lo que necesitamos:
- Un día soleado.
- Tres pizcas de sal gorda (es recomendada, sino tenemos sal gorda usaremos sal
normal).
- Cualquier tipo de fuente de agua corriente (un río, el mar, el grifo de casa…).
Es similar a la limpieza anterior, pero en esta ocasión dejaremos las piedras durante 3 o 4
horas (3 en verano, 4 en invierno) dentro del agua con sal a la luz del sol. Es importante
que les den los rayos de luz directamente. El resto del proceso es igual.
Lo que necesitamos:
En esta lo que intervienen son los poderes de la tierra. Entierra la piedra en un sitio
seguro y que no tenga mucha afluencia de gente durante aproximadamente una semana,
luego sácala, límpiala y comprueba si se ha limpiado energéticamente correctamente,
como en el método anterior. Si es así, ya está lista. Este método también sirve para
piedras que se han desgastado enérgicamente, así conseguiremos que recargue su
energía.
LIMPIEZA CON LOS CUATRO ELEMENTOS:
Lo que necesitamos:
- Un cuenco de agua.
Este es el medio más complejo. Se suele usar cuando no tenemos a disposición los
lugares adecuados para hacer el resto o , como sucede con algunas piedras (que indicaré
al final), que no se pueden limpiar con agua o con sal. Este método si que nos llevará
menos tiempo.
Preparamos una mesa o un altar. Colocamos el cuenco con agua en el Oeste. Encendemos
la vela y la colocamos en el Sur. Encendemos el incienso y lo colocamos en el Este y, para
terminar, ponemos el cuenco con tierra en el Norte. En el medio de todo esto la piedra
que queremos limpiar.
Cuando este todo listo, detenemos nuestra mente, nos dirigimos al norte, al plato con sal
o tierra. Colocamos la piedra allí, la enterramos y decimos algo como:
Nos concentramos unos minutos mientras visualizamos como la tierra absorbe las
energías que queremos limpiar de la piedra.
La sacas de ahí, la limpias un poco con la mano y la pasas sobre el humo del incienso,
unas 9 veces, de derecha a izquierda, mientras dices:
Observa como el humo pasa por la piedra, la atraviesa y se lleva las energías
perturbadoras.
Luego pasas la piedra por la llama de la vela varias veces y rápidamente, para evitar
quemarte, mientras dices:
Comprueba con la forma que he dicho anteriormente si la piedra esta limpia, sino lo está
repite el ritual cuantas veces sea necesario. La piedra ya esta lista para ser usada.
Las frases que he escrito son simples pero eficaces. Puedes cambiar las palabras, hacer
frases más complicadas. Recuerda que la magia está en ti, no en las palabras que
pronuncias.
Ahora es aconsejable dar una relación de piedras que no se pueden limpiar (por sus
cualidades), con determinados tipos de procedimientos:
- CON AGUA Y SAL: Hay piedras que no se pueden meter en la sal o en el agua, algunas
porque la sal las dañaría, otras porque se derretirían con el agua. Entre ellas están las
piedras engarzadas en plata (pues la sal dañaría la plata), la pirita, los metales (por la
misma razón que la plata), la halita o selenita (ya que están compuestas por sal y se
derretirían con el agua) o el lapislázuli (puesto que suele tener incrustaciones de pirita).
- CON SOL: Hay piedras que con exponerlas 3 o 4 horas al sol perderían mucho color.
Estas son, por ejemplo, la amatista, el cuarzo rosa (o cualquier cuarzo con color), el
ópalo, el zafiro o las ágatas. Generalmente aquellas piedras que tienen un color
semitransparente.
Ya hemos hablado del poder que reside en la forma de las piedras, ahora toca hablar del
poder que reside en el color de las mismas. Este poder se genera principalmente por la
vibración que ejerce el color en nosotros. Todo esto viene marcado por la tradición
mágico-ritual de cada cultura, así bien, si el negro para los occidentales nos representa la
muerte, para los egipcios simbolizaba la vida, pues era el color del fango del Nilo, donde
la tierra era más fértil.
¿Qué pasa si uno es daltónico? ¿El color ejerce una energía diferente sobre el?
Los colores son una clave vital para sus usos mágicos, precisamente porqué producen
energía sobre nuestras mentes. Los médicos poseen batas verdes porque este es un color
relajante y de curación.
Aquí describiré los colores básicos de las piedras y sus propiedades mágicas. Si nos
aprendemos esta lista, nos será más fácil conocer las piedras adecuadas para los
momentos adecuados, pues al poseer ese color la piedra, también posee esa energía.
AZUL CYAN: Color de los ríos y del cielo. Están gobernadas por el
elemento agua y tienen una energía receptiva, más suave y
tranquilizadora que la de las piedras azul marino. Se utilizan para
saber la verdad y ver las cosas con claridad. Aumentan las dotes
de comunicación, sobre todo para gente que habla en público.
Estimulan la intuición, la clarividencia y ayudan a explorarnos a
nosotros mismos. En gemoterapia se utilizan para que actúen
como calmante en todo tipo de situaciones. Actúa sobre el sistema nervioso,
tiroides, garganta (es útil para el hipertiroidismo, problemas de garganta y
oído), inflamaciones, quemaduras e irritaciones de la piel. Están relacionadas
con el Chakra de la garganta. Algunos ejemplos son el ágata azul, el aguamarina
(en la imagen), la calcedonia, la celestina, la crisocola, y la turquesa.
La forma de las piedras aumenta sus poderes mágicos. No obstante, las piedras cuya
forma ha creado la naturaleza tiene una fuerza mayor que aquellas cuya forma se debe a
la mano del hombre.
Muchas tribus de indios usaban piedras en forma de animales en sus rituales y para atraer
fortuna, en Perú también se le daba mucha importancia a la forma de la piedra. No
obstante, hoy por hoy, esta energía se está perdiendo, pues casi nadie le da importancia
a la magia de la forma.
Si vas por la calle y te encuentras una piedra de forma extraña, que no sabes bien que
puede ser, concéntrate en la piedra y deja que te “hable”, ella te desvelará su poder.
Cuando se trabaja con la forma de las piedras no es tan importante la piedra en si como
su forma, a no sé qué decidas lo contrario, pues en la forma, reside la magia. Hay que
tener en cuenta que no siempre la forma es idéntica a lo que describimos, pero es
normal, ya que la naturaleza las crea sin querer, no se pretende crear una piedra con la
forma “x”, sino que, debido a diferentes agentes, esta se generas de esa forma. Por eso
hay que echarle un poco de imaginación en ocasiones.
PIEDRAS DE FORMA REDONDA: Estas son generalmente creadas por la erosión del
agua, más conocidas como cantos rodados. Representan los poderes
receptivos del universo, del magnetismo y de la Gran Madre. Están
vinculadas con el sistema reproductor femenino y se suelen llevar en
rituales para representar a la mujer. Son llaves de la espiritualidad y
la conciencia psíquica en desarrollo. Ideales para conjuros de amor y
curación.
PIEDRAS LARGAS Y DELGADAS: Son símbolos fálicos. Esto no incluye las puntas de
cuarzo u otras piedras cristalinas necesariamente. Son receptivas y
representan la electricidad y el Gran Dios. Se ponen en el altar con
este propósito. Delante de un espejo o sobre el marco de la puerta
dan gran protección. En la imagen que muestro a continuación lo
que se ve son hojas de laurel fosilizadas. los fósiles, al igual que las
piedras se consideran mágicos, y su forma también lo es. Este ha
estado vivo en otra época y guarda las propiedades del fósil (que
nos ayuda, entre otras cosas, a aprender del pasado y a realizar regresiones), el de la
forma que posee, en este caso alargado, y algunas de las propiedades que tenía la planta
en el pasado, en este caso, dar fuerza, creatividad y potencia a los conjuros.
Las formas que citaré a continuación son formas que también nos puede ofrecer la
naturaleza, pero es muy difícil encontrar piedras con esas formas por la calle, así que, si
necesitamos el poder de esa forma, seguramente, tendremos que recurrir al comerciante
de turno y pagarla, algunas, a un alto precio.
PIEDRAS CON FORMA DE ANIMALES: Los indios las usaban para atraer suerte y los
egipcios para representar las divinidades. Sirven para representar tu
animal de poder. Si encuentras tu animal de poder y llevas una piedra
con la forma de este animal encima, estarás protegido y te sentirás
más fuerte. Además se usan para contactar con el animal que
representa la piedra o en rituales en los que es necesaria la energía y
fuerza de cierto animal.
PIEDRAS CON FORMA DE CUERNO: Puestas en el cuello tipo
colgante atraen la prosperidad y abundancia.
EJERCICIOS
Como ya se ha dicho en ocasiones anteriores, las piedras son fuentes energéticas, lo que
les convierte en “seres vivos”. Por ello, las piedras, serían amigos, nunca posesiones, eso
las convertiría en esclavas, y nunca podríamos usarlas para nuestros propósitos.
Es muy sencillo. Nos preparamos para meditar. Cogemos la piedra y nos la situamos en el
tercer ojo o en nuestra mano de poder (derecha para los diestros, izquierda para los
zurdos). Apreciamos la piedra, la sentimos primero físicamente, notando que está ahí,
para luego sentir la fuerza que ejerce sobre nosotros, hacemos que nuestra energía fluya
hacia ella, y empezamos a “comunicarnos” con ella, esperando que esta, a su vez, nos
devuelva energía. En este momento, estamos conectados con la piedra, está dispuesta a
ayudarnos.
Ahora que hemos hecho esto no debemos guardar la piedra en un lugar oscuro y
olvidarnos de ella, nunca debemos hacer eso, su energía menguaría muchísimo. Es
conveniente llevarla siempre encima, ponerla en nuestro altar, o en una estantería para
que su energía irradie.
Para personalizarla es muy sencillo el proceso. Basta con llevarla siempre encima, como
he dicho antes, dormir con ella debajo de la almohada, usarla en nuestros rituales y/o
usarla en nuestras meditaciones, así absorberá nuestra energía y será, no una piedra que
va con nosotros, sino, una piedra que es parte de nosotros mismos, pero eso tiempo al
tiempo, en dos días no podemos conseguir muchos progresos, pero con trabajo asiduo
(que no digo duro, aunque también puede ser), todo esto lo controlaremos muy
fácilmente.
Ahora toca el momento de hablar con la piedra. ¿Cómo hacemos esto? La cogemos con
nuestra mano receptiva. Sentimos su energía y dejamos que nos cuente. ¿Su energía es
cálida? ¿Quizás fría? ¿Masculina o femenina? ¿Nos sugiere alguna cosa?
Dejamos que las imágenes vayan surgiendo en nuestra mente, que nos cuente su
historia, de donde viene, que nos cuente sus propiedades, su tipo de energía, si es de
fuego, de tierra, de agua, de aire, si es una piedra de akhasa (el quinto elemento, el
espíritu). Todo lo que te quiera revelar o seamos capaces de “ver”. Cuanto más práctica
tengamos con este ejercicio más sencillo nos será descubrir cosas. No nos deprimamos si
al principio no conseguimos nada. Es normal, pero granito a granito se hace un castillo,
así que recordarlo, aunque nuestros primeros intentos sean inútiles aparentemente, no
será así, pues serán la base de algo muy grande, ya veréis.
Nos sentamos o tumbamos en una postura cómoda, con la espalda recta. Nos relajamos y
nos centramos en nuestro chraka del corazón. Visualizamos una llama azul en el, pequeña
llama. Nos concentramos en ella y vamos alimentándola (con el fin de avivar el fuego),
con sentimientos positivos y de amor. Vemos como la llama se hace cada vez más
grande. Inhalamos aire y vemos como este alimenta la llama, inhalamos y exhalamos aire
tres veces.
Ahora, cuando inhalamos, sentimos como inhalamos energía de la misma tierra, como
esta se mete por nuestros orificios nasales y va a parar a la llama cardiaca, alimentándola
y haciéndola más grande, cuando exhalamos sentimos como la energía se distribuye por
todo el cuerpo antes de salir al exterior. Repetimos este proceso varias veces.
Con la práctica veréis que este ejercicio sale solo. Notaremos siempre la llama encendida
y cuando se esté apagando tan sólo necesitaremos repetir el ejercicio. Además este
ejercicio es interesante que lo conozcamos, pues más adelante lo usaremos para
ejercicios concretos con piedras.
Dificultad: Bajo/medio.
Nos colocamos en una posición que nos resulte cómoda, por ejemplo tumbados, de pie,
sentados en el suelo, en una silla… cogemos la piedra con la mano derecha diestros,
izquierda zurdos. Nos concentramos y tomamos consciencia de nosotros mismos.
Tomamos consciencia de la piedra que tenemos en la mano, primero de forma física
mediante el tacto, luego la fuerza que ejerce en nuestra extremidad. Ahora viene la parte
difícil, empezar a sentir la energía de nuestro alrededor, absorberla, y mandarla por el
cuerpo hacia la mano donde tenemos la piedra. Podemos hacer el ejercicio de la llama
cardiaca, pero en lugar de mandar la energía que absorbemos hacia el corazón, mandarla
a la mano en la que sostenemos la piedra y entregársela a la misma. Empezaremos a
sentir en la mano como la piedra pesa más de lo normal, como se calienta, como vibra o
quien sabe que (ya me contareis). No os preocupéis, se debe a que le estamos insuflando
energía por un lado y, por otro, a que estamos tomando consciencia de que tenemos la
piedra en la mano.
Una vez logrado esto invertimos el proceso, hacemos que la energía de la piedra pase a
nosotros. Sentimos como esta va desde nuestra mano al resto del cuerpo, como nos
recorre el mismo y nos quedamos con las sensaciones que nos produce.
Ahora, para finalizar hacemos los dos procesos, absorbemos la energía de la tierra y el
universo para dárselo a la piedra y la piedra nos devuelve su energía, en un constante
intercambio, hasta que creamos que ya es necesario. Habremos forjado un vínculo muy
fuerte con la piedra.
Al principio es normal que este proceso nos cueste bastante, pero con la práctica, cuando
aprendamos a comunicarnos con la piedra, este proceso será muy sencillo y conseguirá
que forjemos lazos muy estrechos con la piedra.
Ejercicio 4. Sentir la energía e intercambiarla con la piedra
a distancia.
Necesitarás: Una piedra. Si quieres alguna con un fin específico puedes consultar
el apartado: Guía rápida de las propiedades de las piedras.
Lo que trata este ejercicio es sentir las energías de las piedras a distancia. Para ello nos
sentamos de forma cómoda y delante de nosotros, como mucho a medio metro, situamos
la piedra. Nos quedamos mirándola un rato y nos concentramos en ella, sin dejar que nos
interrumpa nada de al rededor. Si sabemos ver auras, intentamos visualizar la de la
piedra.
Hay que empezar dando energía a la piedra a distancia, hasta que no consigamos esto
(que seguramente no será el primer día), no es conveniente seguir adelante. Enviamos
energía, y recibimos su energía, creando un círculo. Es conveniente que nos centremos en
uno de nuestros chakras para ello, que actúe de canal. Hay gente que hace esto mediante
el uso de las manos, pero para este ejercicio no lo vamos a hacer. En el momento que
hemos conseguido que haya intercambio, y no antes, podremos intentar absorber su
energía.
Ahora tendremos que absorber la energía de la piedra sin enviar tu energía, usarla para
recargarnos a nosotros mismos y enviarla a un chakra específico. Si estamos trabajando
con algo en concreto, nos informaremos de la piedra más adecuada para ello y el chakra
correspondiente. Práctica visualizando esto todas las veces que haga falta, al principio
será muy complicado, no desesperéis, o puede incluso que creamos haberlo conseguido,
pero cuando lo consigamos de verdad diréis, mierda, sino lo había conseguido antes.
Cuando cojamos práctica con este ejercicio podremos atraer la energía de la piedra en un
instante, simplemente teniendo la voluntad de hacerlo. ¿Por qué es útil este ejercicio?
Porque normalmente llevamos las piedras en la mochila o el bolso, no siempre en
contacto con nosotros. Así, cuando tengamos dominado este ejercicio (con una piedra, ya
que cada una es diferente), podremos llevarla en el bolso con nosotros y, cuando
necesitamos un chute de su energía, tan solo tendremos que visualizar como nos la da.
Con el tiempo la piedra mermará sus energías, pero siempre podremos purificarla y
recargarla con la luna llena. Así que conviene que todos los meses dejemos las piedras en
un recipiente con agua y sal a la luz de la luna llena una noche para que se limpie y, a la
siguiente noche, la dejemos a la intemperie para que se recargue con la energía de la
luna llena y con los primeros rayos de sol del amanecer. Lo complicado de este ejercicio
será solo al principio, cuando tengamos practica esto será pan comido.
Ejercicio 5. Programar la piedra con un fin concreto.
Necesitarás: Una piedra. Consulta el siguiente apartado para buscar el fin que te
propones y las piedras idóneas: Guía rápida de las propiedades de las piedras.
Siempre que compramos una piedra vemos sus cualidades y las llevamos encima para
que su energía nos ayude. Como mucho la limpiamos y purificamos. Pero nunca tenemos
en cuenta lo siguiente:
Si, por ejemplo, deseamos aumentar nuestra creatividad, decimos, bueno miro la lista y
digo, anda, voy a llevar encima siempre una turquesa, así será suficiente. La limpiamos y
la metemos en una bolsita para llevarla con nosotros. Vale, así lo único que
conseguiremos es que el bolso o la mochila nos pese el doble. La piedra tiene su energía y
tu la tuya, si no trabajas para que vuestras energías se sintonicen NUNCA NOS AYUDARÁ,
es imposible, porque inconscientemente estaremos rechazando sus energías. ¿Y si la
queremos con un fin concreto? Pues más difícil aun. Cierto que hay piedras como el
ámbar que aumentan el poder de los rituales si las colocamos en el altar, estas tan sólo
hay que limpiarlas, o que ayudan a relajarnos por su efecto “sedante” como la amatista.
Pero si queremos que la energía de la turquesa (por ejemplo) sintonice con nosotros para
que nos ayude creativamente, deberíamos hacer el siguiente ejercicio:
Primero deberemos tener en cuenta que queremos atraer a nuestra vida, así que vemos
la lista de las diferentes cualidades y, antes de elegir una en concreto, leemos
atentamente o nos informamos de cómo actúan esas cualidades y así elegiremos aquella
que más sintonice con nosotros mismos. Las piedras de la creatividad (por seguir con el
ejemplo), pueden actuar en general, o ser más apropiadas para escritores, bailarines,
pintores o escultores. Así que deberemos prestar mucha atención a esto.
Preparamos el espacio ritual (ya que esto es un ejercicio pero a la vez es un rito).
Podemos elegir una vela de un color apropiado para el fin que queremos conseguir y un
incienso determinado que comulgue con este fin.
Enciende la vela y el incienso (si es que hemos decidido usarlo), colócate en posición
cómoda y coge la piedra con tu mano izquierda poniendo la derecha sobre él.
Concéntrate, siente su energía y empieza a visualizar lo que quieres exactamente,
mandando toda esa energía a la piedra. Visualiza como si ya hubieses conseguido ese
objetivo, como si estuvieses viendo una escena del futuro en la que la energía con la que
has programado la piedra ya ha hecho efecto, nunca mandes señales o pensamientos de
me gustaría tal, o desearía tal, sino de tengo tal o estoy feliz porque he conseguido tal. Si
te es difícil visualizar (ya que es una tarea complicada), haz afirmaciones con la voz,
siempre en presente y como si lo hubieras conseguido, por ejemplo, siguiendo con el
ejemplo de la creatividad, di: “Tengo la creatividad para crear mis obras” o bien “Soy
creativo y esto me hace muy feliz”. Nunca digas: “Me gustaría tener la creatividad para
crear mis obras” o, “Seré creativo y esto me hará muy feliz”, repito NUNCA.
No dejes de enviar esa energía a la piedra. Mantente así como un mínimo de 10 minutos.
Cuando acabes, deja la piedra al lado de la vela y el incienso hasta que estos se
consuman (si los has usado) y después lleva la piedra siempre contigo. Su energía ya
estará programada para ayudarte en tu empresa.
***
Un acercamiento a la gemoterapia
Ésta terapia, como ya se ha dicho, busca las causas de desequilibrio trabajando con los
sistemas energéticos de los chakras y los nadis, esto es el sistema védico tradicional
(ayurveda), aunque es una terapia que sigue sus propios métodos y ha evolucionado
mucho desde el antiguo Egipto. A veces me sorprendo hablando con compañeras de
medicina china, que se basan en sus propios métodos, y coinciden conmigo en muchas
cosas (cosas del tipo “el pulmón representa la tristeza, el agua, una persona depresiva
tiene tendencia a estos problemas”), y me pregunto si todas estas terapias no se nutrirán
de un saber universal al que todos somos capaces de llegar (sin importar la cultura y
sistema de creencias de cada uno). Así pues, podemos decir que la gemoterapia se nutre
sobre todo del carácter de la persona que realiza la terapia, ya que cada paciente tiene un
método de trabajo y dinámica diferente, y el gemoterapéuta debe llegar a él. Por ejemplo,
hay pacientes que necesitan ser “limpiados” tras la terapia y podemos pasarles el cuenco
tibetano (puede que esta persona funcione mejor con terapias sonoras) o incienso
(porque la persona resuena mejor con el olfato) o que simplemente desee llorar o reír.
-Imposición de manos
A continuación, y tras tener las piedras y cristales colocados sobre el paciente, debemos
“activarlos” mediante una imposición de manos, en la que canalizamos energía de la tierra
y el cielo (lleva práctica canalizar energía que no es nuestra hacia otra persona) hacia la
persona. Debemos pedir mentalmente permiso a los cristales, al paciente y a las energías
que vamos a canalizar. Si en algún momento sentimos algún impedimento, no se hace,
pero esto no es frecuente. Procedemos de abajo a arriba, proyectando la energía sobre
cada chakra o zona afectada si la hay. Tras ésta imposición de manos, o canalización,
pasamos a sentir el aura de la persona, mientras dejamos que las piedras actúen.
Ponemos las manos sobre el paciente y “sentimos” si hay fisuras, carencias, etc. Si las
hay, tendremos a mano una varita de punta roma (colocada sobre nuestro chakra de la
mano proyectiva) acabada en punta, y seguiremos canalizando hacia la zona. Es
recomendable que sea de cuarzo cristal. Después de esto podemos dejar al paciente con
las gemas haciendo su trabajo. Las piedras pueden estar de 30 a 40 minutos, pero si
vemos que las piedras comienzan a caerse es que ya han acabado su trabajo.
-Otras técnicas
Después de retirar las piedras podemos completar la terapia con un toque del cuenco
tibetano en cada chakra, pasarle al paciente una vela e incienso, ponerle una música
calmada o más animada, hacerle una meditación guiada, etc. Antes de concluir la sesión,
tenemos que testar de nuevo los chakras del paciente y comprobar que se ha equilibrado
y todos los chakras funcionan debidamente. A veces alguno no lo hace, y el terapeuta se
plantea por qué: puede que no sea el momento de equilibrar esa energía, o que se vaya
abriendo a lo largo del día.
Lo que hacemos es cambiar el sistema energético del paciente, que venía desequilibrado,
y le damos un esquema nuevo. Parece una terapia un tanto pasiva, por eso hay que
hablar con el paciente acerca de sus causas, explicarle otras técnicas y modelos mentales
para que ahora mantenga el equilibrio que le hemos dado, y así lo
hacemos menos pasivo. Podemos darle alguna piedra con la
puede meditar, hacerse elixires o programar. Por supuesto, el
paciente tiende a volver a su esquema, pero hay muy pocas
personas hoy en día capaces de mantenerse en armonía, así que
seguiremos trabajando las causas principales en próximas
sesiones. La idea es que ahora su cuerpo conoce un sistema
equilibrado, que le vamos a enseñar a mantener.
El trabajo del Gemoterapeuta
Los gemoterapéutas trabajan diariamente con las piedras, aprenden a ver las piedras
como seres de luz, hijos de la madre Tierra, compañeros y no esclavos. Por tanto son
seres, igual que una planta, un animal o nosotros (que somos animales también).
Aprender a comunicarse con los cristales es algo que el terapeuta deberá hacer, meditar
con ellos y “preguntarles” directamente el trabajo que debamos realizar con cada uno.
Aquí explico diferentes formas de trabajo con un cristal:
-Dormir con la piedra bajo la almohada. Podemos colocarla bajo la almohada y anotar
lo que soñamos, para buscar qué nos está diciendo la piedra. A veces es un poco
complicado, porque el lenguaje onírico de casa uno es un mundo, además de algo
subconsciente.
-Meditación sintiendo la energía del cristal: es muy parecido a lo anterior, pero sin
visualizar, solo centrándonos en el cristal y recibiendo las sensaciones energéticas que
nos produce (frio, caliente, femenino, masculino…)
-Tener la piedra cerca de nuestro espacio y observar cómo nos sentimos. Por
ejemplo, si pongo un cuarzo rosa en mi zona de trabajo me siento un poco “tonta” y
“aplatanada”, casi soñadora, pero en cambio, si lo pongo en el comedor de mi casa,
observo cómo se reducen las tensiones y malos humos en casa, todos dialogamos más y
estamos más receptivos, suavizados.
Alguna vez me han preguntado por qué la gemoterapia trabaja de abajo arriba y no al
revés (como trabaja el reiki). La respuesta es sencilla, las piedras salen del vientre de la
Tierra. Los chakras inferiores están más conectados con la tierra y el cuerpo físico, los
superiores son parte del plano espiritual, así pues, la gemoterapia, como buena terapia de
sanación de la tierra, intenta encargarse antes del equilibrio de los chakras inferiores,
dejando a la propia persona el desarrollo de los superiores. Me explico, una moldavita es
un meteorito, por tanto una piedra que contiene mucha información, que puede pegarnos
un viaje importante. Como es de color verde la colocaría en el corazón, para que haga su
función en ese chakra (aunque es una piedra muy trascendental que no todo el mundo
está preparado a llevar), no se me ocurriría ponerla en el tercer ojo o chakra corona. En
el chakra corona no es bueno hacer experimentos. Otra cosa que no se me ocurriría, y a
mi profesora se lo hicieron y sufrió las consecuencias, es enraizar el chakra base con un
meteorito. La gemoterapia funciona de forma sencilla, cada piedra es para una cosa. Por
tanto, equilibramos los chakras de abajo, cuando vamos estabilizando estos pasamos a
los siguientes y el corona lo dejamos para que el paciente lo trabaje él mismo, si así lo
desea.
¿Qué es la gemoterapia?
Es común que algunas personas no sientan la terapia igual que otras. Conozco gente que
no reacciona a la kinesiología y a mí me ayuda de forma contundente, por ejemplo: tras
una sesión para tratar el acné me desapareció en 2 días, con los ejercicios y la sesión.
Hay gente que tiene verdaderas sensaciones físicas en la sesión, como si se hiciera más
alto, o nota sus lado femenino crecer, porque esa era la intención de la terapia, equilibrar
esto. Hay gente que ve a sus guías y hay quien me ha dicho que después de quitarle las
piedras veía los objetos más nítidos y coloridos.
Por otro lado hay personas que después de la sesión se quedan igual, dicen que no han
sentido nada, aunque con mi péndulo les demuestre que sus chakras ahora funcionan
bien y antes no. Así que yo regalo la primera terapia, para que cada cual juzgue por sí
mismo. Normalmente, las personas sensitivas viven más la sesión.
En principio todo es tratable con cualquier terapia, solo que es más recomendable
aplicarla a las dolencias de tipo psíquico y psicológico, ya que es una zona a la que la
medicina tradicional no puede acceder de forma directa (excepto los psicólogos y
psiquiatras). Por ejemplo, poniendo el caso de la bulimia, un doctor internaría al paciente,
le daría antidepresivos, le mandaría al psicólogo… la gemoterapia encontraría los chakras
que no funcionan bien, buscaría los pensamientos y emociones que han creado esta
enfermedad y trataría de cambiar el esquema de la persona. Recuerdo que siempre tiene
que haber un diálogo con el paciente y por supuesto, que éste quiera curarse. A veces no
somos conscientes, pero no siempre queremos curarnos de algo, simplemente no somos
capaces de aprender de ello o no es el momento.
Se puede tratar cualquier cosa, desde un constipado hasta temas más espirituales del tipo
“quiero encontrar mi camino en la vida”. A veces podemos hasta encontrar pacientes que
simplemente acuden a la terapia sin ningún objetivo en particular pero después les van
saliendo cosas que quieren tratar (problema de piernas cansadas, mala circulación, etc.).
Y por último, añadir que estamos en continuo aprendizaje y curar una enfermedad no va
a hacer que acaben los problemas, seguramente encontremos más piedras en el camino,
que se nos ponen para aprender la siguiente lección. La gemoterapia puede ayudarte a
estar más saludable, receptivo y equilibrado, pero es algo que debes buscar también en ti
mismo, como dice Doreen Valiente:
“…a menos que sepas el Misterio: si aquello que buscas no lo encuentras dentro
de ti, no lo encontrarás afuera. Porque he estado dentro de ti desde el principio,
y me encontrarás al fin del deseo.”
Hay personas que les encanta caminar bajo la lluvia, hay personas que prefieren la
música jazz y otros se encuentran a sí mismos en un concierto de rock. Hay quien prefiere
el verano al invierno. Y evidentemente no todos nos caemos igual de bien, puede que
María sea encantadora, pero a lo mejor no soportas más de cinco minutos en una
habitación con ella (porque se dedica a hacer cosas que no te gusten o por cualquier
motivo irracional). Esto sucede con las piedras, gran parte de mis compañeros trabajan
con energías angélicas en terapia y en su vida diaria, conectan muy bien con piedras
del tipo “angélico” tipo, serafinita (en la imagen), angelita, petalita, morganita… yo,
sintiéndolo mucho no conecto igual de bien con éstas energías que con las piedras de
conexión con Gaia (el cuerpo físico y energético de la Tierra) o con las piedras de los
seres elementales. Y está muy bien, mientras nos respetemos y
trabajemos bien con nuestros propios recursos y forma de ser.
Llegados a éste “problema” (no somos iguales), tendremos que
plantearnos el por qué. A nivel energético cada uno lleva sus
trastornos, cada persona tiene, al margen de sus preferencias, unas
tareas kármicas con las que topar, unos trabajos que realizar, y cada
enfermedad es un reflejo de los obstáculos que debemos superar
haciendo introspección (aparte de otras circunstancias sociales, etc.). Pero por otro lado,
nadie tiene un chakra más que nadie, todos seguimos el mismo esquema, y según
caminemos por la vida estará en un estado u otro. Y entonces nos enfrentamos a la
siguiente paradoja: “somos iguales, energéticamente, pero somos diferentes”.
Y aquí es donde entran las piedras. Es normal que, aunque las piedras nos hagan
reaccionar de forma diferente, sigan un patrón. Aquí entra nuestro criterio personal,
nuestra sensibilidad energética. Está bien leer un libro, pero en gemoterapia debemos
estudiar de otra manera, al igual que los médicos necesitan ver desde dentro las
enfermedades del cuerpo humano y comprenderlas. Así pues, los libros son útiles pero
solo como respaldo o reafirmación del trabajo personal con las piedras. ¿Entonces cual es
el misterio? Ninguno, si tenemos en cuenta que las piedras y nosotros formamos parte del
mismo todo, que ellas son la expresión de la energía de los dioses y nosotros también. A
veces se nos olvida y nos cuesta recordar lo natural que es todo. Misterio no hay ninguno,
el problema está en recordar ésta sencilla verdad, estamos hechos de la misma materia,
de la energía a la que debemos regresar y por tanto, podemos trabajar en armonía.
Son muchas las formas que adopta un cristal o bien de forma natural o bien porque se les
dan. Por supuesto que dependiendo de la piedra vamos a tener una aplicación u otra,
pero hay algunas claves que podemos tener en cuenta. Algunas de las formas del cristal
serían:
Esfera: Generalmente sirve para masajear la zona afectada y que elimine la energía
residual de esa zona. En el caso de las obsidianas, sacan esta
energía y se la quedan, así que debemos limpiarlas muy bien.
Dependiendo de la piedra con la que masajeemos podremos
producir un efecto u otro, por ejemplo, un cuarzo rosa activa la
energía de amor universal, una malaquita desbloquea emociones…
Como sabemos, también se usan en adivinación, pero eso es otro
tema. La Prehenita (en la foto) es el único mineral que cristaliza en
forma de esfera naturalmente. Además de ser una piedra impresionante, con una energía
de sanación muy potente, por su forma de cristalización, las esferas representan también
la feminidad, las curvas, la protección del vientre de la madre. Así pues, una prehenita o
alguna piedra con forma de esfera puede ayudarnos a sentir esa maternidad, ese
sentimiento de protección y amparo.
-Puntas naturales: las puntas ayudan a canalizar la energía hacia el lugar deseado, es
decir, si queremos activar un chakra cerrado lo rodearemos de puntas hacia dentro (de
cuarzo) y si queremos sacar el exceso de energía las pondremos
hacia fuera. Otro uso que le damos a las puntas en gemoterapia es
el famoso “circuito de cuarzos”: pondremos en cada mano una
punta de cuarzo, la de la mano derecha hacia fuera y la de la mano
izquierda hacia adentro. Este circuito nos ayudará equilibrar las
energías de ida y pingala, que conectan con los chakras de las
manos aunque no pasen por ahí, y a energetizar al paciente. Otro
uso de las puntas es, con la parte roma, si la tuviere, ponerla sobre
el chakra de la mano proyectiva y usarla como canal de sanación. Son éstas puntas
usadas para dar masajes.
-Biterminadas: es decir, con dos puntas. Esto se usa generalmente entre chakras, para
conectarlos entre ellos. También para que la energía fluya en la dirección deseada, es
decir, si tenemos un chakra que se mueve en horizontal (y si habéis leído el resto de mis
artículos sabréis que lo vemos testando al paciente con el péndulo), para contrarrestar la
dirección de esa energía. Las puntas biterminadas suelen ser de cuarzo, pero también las
encontramos de otros materiales. Por ejemplo, una de mis compañeras de oficio tiene en
su consulta una maravillosa vara biterminada de fluorita, que hacía casi un arcoíris. Esta
en concreto vendría de lujo para armonizar todos los chakras, o conectar el corazón con
tercer ojo (verdes y violetas).
Varitas: las varitas naturales son de selenita (en la imagen), turmalina, etc. Muy útiles
para “peinar el aura”, son muy receptivas, detectan la energía rápidamente. Podemos
pasar una vara de selenita por el aura de una persona y
“sentir” dónde la energía no funciona tan bien, dónde hay
más densidad y pesadez. En ese caso visualizaremos luz
hacia esa zona que se transmite a través de la varita. Son
delicaditas, así que se guardan aparte.
Cubos: Pocas piedras hacen formación de cubo naturalmente. La pirita sería quizás el
ejemplo más representativo (además de la sal común,
podemos hacer el experimento de poner sal disuelta en agua y
dejarla secar atemperatura ambiente y verla cristalizar).
Además de las propiedades de la pirita, podemos sentir que su
energía es pesada, estabilizadora, conectada a la tierra. La
forma cúbica representa el arraigo con la tierra, y culaquier
combinación de piedra pulida en ésta forma va a ser eso
mismo. Por ejemplo, un cubo de amatista, arraigo a la tierra en
unión con lo mental y espiritual, un cubo de cuarzo rosa (lo uso tanto de ejemplo porque
quizás es más accesible) arraigo amoroso y calmado.
Drusas: Las drusas trabajan en conjunto, desprenden luz propia, son como pequeños
cristales individuales que se han unificado para llevar a cabo su tarea de luz. Además, su
energía es potente pero no abrasa, es calmada. Al poner la mano sobre una drusa
podemos sentir éste tipo de energía. A veces se ponen sobre el paciente con la parte
drusa hacia su cuerpo. Ayudan a recargar el chakra en cuestión del trabajo de la multitud
con la unidad. Además, las piedras que van en su matriz (el vientre de su madre)
transmiten una reconfortante energía añadida que no la encontramos el resto. El uso
tradicional de las drusas (sobre todo las de amatista) es recargar otros cristales. Son un
verdadero regalo.
Luego hay otras formas tipo “corazones” o demás (animalitos, flores…) que no son tan
naturales. Es más evidente el uso de estas formas, así que lo dejamos aquí