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RESUMEN El Herrero de La Luna Llena
RESUMEN El Herrero de La Luna Llena
RESUMEN El Herrero de La Luna Llena
LUNA LLENA
Editorial: Alfaguara
Argumento:
l conde Guillén de Lavalle recibió a los hombres en el gran salón, sentado en la silla tallada
que, sobre una tarima, presidía la estancia y que había hecho colocar sobre la valiosa alfombra
de lana que se trajera del sur como botín en el año anterior.
Llevaba su mejor túnica de lana sin teñir de aquel color hueso tan de moda en ese momento y
un manto bordado. En el dedo se había puesto la vieja sortija que había sido de su padre y de
su abuelo.
Guillén de Lavalle necesitaba aquellos hombres, la experiencia le había enseñado que la mejor
forma de conseguir el mejor trato era aparentar riqueza y no mostrar excesivo interés.
Los hombres avanzaron hasta el salón antes de detenerse y saludar con una inclinación de
cabeza. No llevaban túnica sino calzones de cuero y abarcas en los pies.
Uno de los visitantes se adelanto al grupo, era un hombre mayor y se escasa estatura.
El rey moro de Zaragoza amenazara el sur. Nuestro rey tendrá que guerrear contra el moro y
necesitara todos sus hombres.
-Necesito de vuestras artes, mis hombres precisan una nueva partida de espadas, recias y bien
forjadas.
-No nos dais mucho tiempo señor, pero ese es nuestro oficio, pondremos nuestras fraguas a
trabajar.
Ahora llegaba los difícil Guillén necesita con urgencia las espadas para defender sus tierras,
pero no tenia ni un sueldo para pagar su trabajo, y los herreros no trabajarían bajo su palabra,
el no había faltado nunca sus promesas.
-¿Cuál será el precio de vuestro trabajo?- Pregunto el conde
-¿Trabajareis de balde?
-No hemos dicho tanto buen conde. Solo que no os pediremos dinero.
Necesitaba espadas y no tenia dinero, no podría defender el condado cuando atacasen los
francos.
-Algo muy sencillo, mi señor hace dos días en la luna llena, vuestra esposa os ha dado un hijo
varón que es el tercero ese niño ha nacido en el momento preciso para ser un buen herrero.
Y como expresión de nuestra gratitud, además de las espadas nuevas forjaremos una espada
especial para vos, que no se rompa nunca, que os acompañara en las batallas y que os
proporcionara la victoria.
-¿Lo juráis?
En la mesa estaban sentados 12 hombres vestidos con ropas oscuras y con capuchas, eran los
hombres de estudio y de oración, hombres que saben trabajar manualmente.
-Se habré la reunión del gremio de herreros. Los hermanos maestros han presentado grandes
acusaciones contra Yago de Lavalle. Como elegido por todos vosotros se da comienzo la
reunión.
Nosotros ayudamos a fabricar las casas y la iglesia, por eso debemos seguir fielmente las
instrucciones que nos dejaron
Nuestros antecesores. Todos sabemos que Yago ha faltado a las costumbres, la mala suerte
cae sobre él.
¡Responde!
¡Habla! ¿Qué tienes que decir?
No creo haber faltado los compromisos del gremio si es verdad que no grabe los signos de la
buena suerte pero mi fragua hay una cruz porque creo que nuestro señor Jesucristo murió por
nosotros, ya no necesitamos signos porque la cruz es nuestro signo de victoria.
No creo que Yago haya obrado de mala fe puede seguir siendo herrero es un joven y no
queremos imponerte mas penitencia.
Me envía el gremio, Abuela, me han castigado porque no guardo mis ritos mágicos.
Mira, muchacho el hombre siempre tiene que dominar lo que le rodea. Si con su inteligencia y
con sus manos no puede hacerlo, crea ritos mágicos. Cualquiera que rompa ese compromiso deja
expuesto al grupo ha fuerzas que no controla.
Espera.
Se levanto y busco en una cajón hasta encontrar una pequeña tabla cuadrada.
Tras la ceremonia los acompañaron hasta las afueras de la ciudad en procesión Yago que
había emprendido la prolongada ascensión se acercaba mas hasta llegar a aquel pueblo a las
afueras de Compostela
¿Cómo esta tu abuela?
Muy anciana
Tu bisabuelo era el mejor, conocía mejor que nadie los secretos del oficio y los símbolos que son
necesarios una construcción de piedra en el templo de Dios
Pero si los varones del rey, los que se enriquecen con la guerra conocen que los maestros
constructores quieren conseguir la paz harán desaparecer el pergamino, y son capaces de colgar
de un árbol al mensajero ¿estáis seguro de querer y poder hacerlo?
Yago asistió
Yago abandono el valle con un mensaje y metido en la caña hueca para un maestro constructor
en Daroca de La Rioja.
Capitulo 5: El encuentro
-yo no
Yago se subió a la mula y continuo su marcha, cruzo el rió Arga entro al pueblo para
encontrarse con los peregrinos. Yago no llevaba dinero.
Nuestra caravana va a ser la primera de esta primavera y juntos nos defenderemos mejor de
los ladrones
Se dieron la mano
La cita era en un aldea a 2 horas del camino, tenia mala fama el puente por los robos y asaltos,
Yago ato a la mula y se sentó a esperar a otros peregrinos.
Se agitaba una cabeza que no conseguía salir del agua, Yago busco ayuda, no nadaba bien y
no podía salir del remolino, levanto el brazo y lanzo con fuerza el rollo de cuerda el agua.
Agarrad la cuerda
Estaba demasiado aterrado para verla. La soga mojada se iba rió abajo Yago se lanzo al agua,
la corriente era rápida el agua bajaba con barro y ramas. Ya no se veía a nadie en la superficie
y tubo que bucear, le saco la cabeza al aire para que respirara y comenzó a tirar de la cuerda
para volver a la orilla.
Que mas da mala gente, me querían atrapar, por eso tuve que tirarme al río.
Caminaron todo le día cada uno al lado de la mula, al final de la tarde pararon cerca de una
fuente, cada grupo busco un rincón para extender sus mantos, el muchacho estaba tumbado
en el suelo dormido con fiebre. Yago busco leche para su compañero.
La mujer dijo -el río es venenoso no pasara de esta noche, si trago agua morirá, te daré la
leche pero no servirá de nada.
Capitulo 8: Logroño
Ya he bebido
Con la amanecida, por la ruta que le habían indicado, tomo el camino hacia Daroca. Cuando
llego se dirigió a una casita pequeña de piedra donde vivía el maestro constructor.
Tras el descanso en Najera los peregrinos reanudaban el camino hacia Santiago. Estaban
atravesando los Montes Oca donde contaban mil historias de robos y asaltos.
Dadme el mensaje
Solo un maestro constructor puede hacer estos cálculos, luego se lo entregáis al Maestro
Mateo en Santiago el hablara con el rey.
Generosamente, señor
¿Una mujer?
Si una mujer...
Si, mi señor
El caballero se marcho y Yago se puso a trabajar durante 2 horas apenas sin darse cuenta de
lo que hacia, menos mal que todas eran reparaciones sencillas que termino rápidamente.
Yago fue a ver a la mula en el establo cuando tropezó con un bulto era Nuño y Yago pregunto
Hay un caballero que esta buscando a una joven que esta marcada en la frente
Al amanecer, Yago fue al establo para buscar a Nuño o como se llamase pero no estaba,
entonces le Dijo A Martín que se tenia que ir a Palencia. Con la mula los alcanzaría.
Yago tomo decididamente el camino hacia Palencia. Estaba seguro que Nuño había partido
para la ciudad donde tendría mejor oportunidad de ocultarse en una gran ciudad.
Yago no podía esperar mas le iba a marcar las mejillas ahí mismo. Los hombres no pensaban
intervenir.
Yago no paro de azuzar a la mula por todo el camino, cuando pararon dijo Yago:
Es hora de hablar ¿Cómo te llamas?
Teresa Núñez
Teresa quiero que volvamos a caminar en cuanto salga la luna tenemos a que ir a Carrión para
unirnos otra vez a la caravana
Yago pregunto por el maestro constructor Rui Yáñez en la entrada de el pueblo El Ganso y le
dirigieron a su casa. Estaba la mujer sola y no les dejo pasar, pero les indico en camino hacia
una fuente donde podían descansar y esperaron hasta que llego el maestro. Cuando llego el
maestro les recibió en su casa encantado.
Os traigo un mensaje.
Dádmelo, lo leeré.
O no quisiéramos molestar
Ningún problema
A la mañana siguiente fueron a la catedral a la misa mayor, Yago meditaba. Fueron a buscar al
maestro Mateo
Tomad el mensaje
¿Y tu Teresa?
15, maestro
Bueno, ya tengo la solución. Teresa esta arrepentida de sus pecados y su mala vida anterior.
Pero...
La caravana en la que habían viajado llego semanas mas tarde, Martín de Irache partió para el
viaje de vuelta.
Un año después el día en que Teresa salía del monasterio, Yago, la estaba esperando en la
puerta para llevarla a la catedral.
Quiero volver a mi herrería. Teresa, ¿Quieres venir conmigo a mi casa y ser mi esposa?
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