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CECILIA MARGARITA DURÁN UJUETA

Magistrada ponente

SL229-2023
Radicación n.° 87281
Acta 02

Bogotá, D. C., treinta (30) de enero de dos mil


veintitrés (2023).

Decide la Sala los recursos de casación presentados


por DIEGO SALAZAR GIRALDO y GEOTECH SOLUTIONS
S. A. contra la sentencia proferida por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, el
veintiuno (21) de noviembre de dos mil dieciocho (2018), en
el proceso que el primero instauró al segundo.

I. ANTECEDENTES

Diego Salazar Giraldo llamó a juicio a Geotech


Solutions S. A., para que se declarara que: i) existió un
contrato a término indefinido, que finalizó el empleador de
forma unilateral e injusta; ii) no se cancelaron los conceptos
derivados de tal nexo, ni las «comisiones» convenidas y, iii)
no se incluyeron todos los factores constitutivos de salario

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para liquidar prestaciones sociales, pues se excluyó dichas


«comisiones».

En consecuencia, se condenará a pagar i) las


bonificaciones no desembolsadas y aquellas pagadas
equivocadamente; ii) las diferencias de los salarios, de las
prestaciones sociales, de los intereses sobre el auxilio de
cesantía, de la indemnización por despido injusto, de los
aportes a seguridad social; iii) «los salarios moratorios»
ordenados en el artículo 65 del CST; iv) los valores
indexados e intereses en mora; v) cualquier concepto que
resultare probado y, vi) las costas.

Fundamentó sus pretensiones, en que el 3 de enero de


2012, ingresó a laborar a la accionada, con un contrato a
término indefinido, que culminó el 30 de mayo de 2013, por
determinación del dador de empleo, por lo que se le canceló
la indemnización por despido injusto; que ejerció el cargo de
director comercial; que era ingeniero industrial
especializado en administración minera; que devengó un
salario de $5.000.000 «más las correspondientes
prestaciones sociales legales y comisiones sobre ventas»; que
recibió este último concepto de forma directa, a través de
terceros como Grupo Empresarial Unir SAS O Fintra S. A. y
en dinero o por tarjeta Sodexo, siendo el valor por tal rubro
de $300.000; que solicitó el pago correcto de sus ingresos y
derechos laborales, pero no recibió respuesta alguna (f.° 1 a
4 y 135 a 136, cuaderno principal).

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Geotech Solutions S. A. se opuso a las pretensiones.


En cuanto a los hechos, aceptó los extremos laborales, la
naturaleza del nexo, la indemnización por despido sin justa
causa, el ingreso pactado, la profesión del convocante, la
entrega de la tarjeta Sodexo, así como su valor y dispendio
mensual. De los demás manifestó que no eran ciertos.

En su defensa, formuló como excepciones de mérito


las de inexistencia de las obligaciones, pago y prescripción
(f.° 30 a 42 y 207 a 209, ibidem).

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Noveno Laboral del Circuito de


Barranquilla, el 5 de octubre de 2015 (f.° 220 CD y 221 a
222 acta, ibidem), declaró probadas la excepción de
inexistencia de la obligación, absolvió a la accionada y
condenó en costas al demandante.

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Barranquilla, por apelación del convocante a
juicio, el 21 de noviembre de 2018 (f.° 246 CD y 247 acta,
ibidem), resolvió:

PRIMERO: REVOCAR la sentencia del 5 de octubre de 2015,


dictada por el Juzgado Noveno Laboral del Circuito de
Barranquilla, para, en su lugar, declarar no probada las
excepciones de inexistencia de la obligación y prescripción,
propuestas por la demandada. En consecuencia, se dispone
CONDENAR a Geotech Solutions S. A. a cancelar a Diego
Salazar Giraldo, la suma de $462.374,67, por concepto de

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reliquidación de liquidación definitiva de prestaciones sociales y


vacaciones, de acuerdo a las sumas ya indicadas por cada uno
de los conceptos involucrados.

SEGUNDO: CONDENAR a Geotech Solutions S. A. a pagarle al


demandante Diego Salazar Giraldo la indemnización moratoria,
a razón de $185.000 diarios, a partir del 1° de junio de 2013,
hasta por 24 meses y a partir del mes 25 intereses moratorios a
la tasa máxime de libre asignación certificada por la
Superintendencia Financiera hasta que se haga efectivo el pago
de la obligación.

TERCERO: CONDENAR a la demandada al pago de la


indexación sobre la suma adeudada por concepto de
vacaciones, al momento en que se efectúe el pago.

CUARTO: CONDENAR a Geotech Solutions S. A. a pagar con


destino al fondo de pensiones al cual se encuentre afiliado el
actor, la diferencia del ingreso base de cotización de los salarios
con base en los cuales cotizó a favor del demandante durante el
periodo que rigió la relación laboral, incluyendo la suma de
$300.000 mensuales adicionales

QUINTO: ABSOLVER a la demandada de las restantes


pretensiones de la demanda.

SEXTO: Las costas de primera instancia corren a cargo de la


parte demandada […]

SÉPTIMO: Las costas de la segunda instancia a cargo de la


parte demandada.

En lo que interesa al recurso extraordinario, estableció


como problema jurídico, determinar si los pagos que se
efectuaron al trabajador, a través de «bonos Sodexo Pass»
tenían connotación salarial y si, en consecuencia, debía
reliquidarse las prestaciones, la indemnización por despido
injusto y los aportes a seguridad social.

Puntualizó que no era materia de discusión que: i)


existió un contrato de trabajo entre las partes de enero del
2012 a mayo de 2014, que terminó el dador de empleo de
forma unilateral; ii) al petente se le desembolsó la

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indemnización por despido injusto; iii) el actor desempeñó el


cargo de director comercial, con un salario mensual de
$5.000.000 y, iv) la accionada reconocía al dependiente la
suma de $300.000 por «bonos Sodexo Pass».

1. Comisiones.

Memoró el contenido del artículo 128 del CST y


aseveró que el demandante alegó que los pagos recibidos
eran por concepto de «comisiones», pero que en el contrato
no se pactó ello, ni tampoco emergía del material probatorio
cancelaciones al respecto por parte de la convocada, ni
acuerdo alguno.

Analizó la certificación de folio 204 del cuaderno


principal emitida por el gerente general de UNIR, que daba
cuenta que el petente «tenía una compensación ordinaria por
concepto de comisiones hasta la fecha en que se expidió, es
decir, el 30 de junio de 2012, de $6.341.094», circunstancia
de la cual no podía deducir que estipularon «comisiones» con
la demandada porque se trataba de empresas diferentes.
Por tanto, arguyó que dicho documental no tenía la
habilidad de producir efectos con relación al dador de
empleo, pues refería a una vinculación disímil al contrato
de trabajo.

También, exaltó que de los correos electrónicos


allegados no emergía diáfano que se hubiera pactado
«comisiones» entre las partes de la litis, en tanto que,
aunque el E-mail del 3 de mayo del 2012 (f.° 199, cuaderno

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principal), refería a la logística del pago de «comisiones» por


parte de talento humano, no se especificaba respecto de
cuál empleador se generaban, ni los valores de estas.

Además, adujo que el Correo Electrónico del 18 de


abril de 2012, no aludía a la accionada, ni mucho menos al
señor Salazar Giraldo y, por el contrario, su asunto refería
al «pago de comisiones de UNIR», motivo por el cual aseveró
que no podía concluir «a partir de la referidas documentales
que el demandante en efecto devengaba comisiones por la
empresa demandada».

Así mismo, esgrimió que el señor Jorge Eliecer


Sandoval Altamar sostuvo que los correos visibles a 199 y
200 del cuaderno principal, fueron enviados por él a la
señora Nubia Pachón como jefe de recursos humanos de
FINTRA, por el que se reclamó «unos incentivos que le
estaban pagando a unos trabajadores de la empresa y los
cuales no estaban siendo pagados en forma oportuna y
manifestó que ella le respondió el procedimiento a seguir». No
obstante, notó algo raro en el E-mail, ya que «no fue
destinatario y se trató de un correo que él envío directamente
a la referida señora».

2. $300.000 pagados a través de la tarjeta Sodexo


Pass.

Sustentó que lo anterior no obstaba para revisar la


índole de los pagos recibidos y reconocidos por la Geotech

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Solutions S. A., de los que no se demostró que no tuvieran


connotación salarial.

Concretó que no se acreditó por la demandada que la


suma de $300.000 cancelada mensualmente al trabajador
en la tarjeta de «bonos Sodexo Pass» era para gastos de
representación, elementos de trabajo, medios de transporte
o que no era retributiva del servicio prestado, carga de la
prueba que le correspondía, como se dijo en providencia
CSJ SL1437-2018. Por tanto, concluyó que constituían
salario y debían ser tenidos en cuenta para la liquidación de
prestaciones sociales.

3. Prescripción.

Encontró que no operó dicha excepción, comoquiera


que la relación laboral terminó el 30 de mayo del 2013, la
demanda se radicó el 29 de septiembre de 2014 y se notificó
el auto admisorio oportunamente.

4. Reliquidación.

Tomó en cuenta que se acreditó el pago de la


liquidación definitiva e indemnización por despido injusto,
conceptos bajo los que procedió a reajustar los montos
debidos, así:

Vacaciones $46.249
Cesantía $125.000
Intereses a las cesantías $168.125
Prima de servicios $125.000
Indemnización por despido No se generaron diferencias a

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injusto favor del actor, la cual fue


liquidada en la suma de
$7.437.500

5. Indemnización moratoria.

Acudió al canon 65 del CST y sostuvo que tenía


carácter sancionatorio, por lo que su imposición estaba
condicionada al análisis de los elementos subjetivos de la
conducta relativos a la buena o mala fe en el empleador,
como se instruyó en providencia CSJ SL11437-2016.

En el examine, aseveró que no se demostraron


«razones atendibles que justificaran al pago deficitario de las
prestaciones sociales del trabajador» y, por el contrario, no
se revelaba «la buena fe en enmascarar la retribución del
servicio a través de esconder una asignación que verdadera
constituye salario».

Por tanto, condenó a pagar la suma diaria de


$185.000, según salario de las nóminas de folios 74 a 82
del cuaderno principal, considerando los $300.000. Ello
daba un total de «$5.550.000 por cada día de retardo» desde
el 1° de junio de 2013 por 24 meses y, a partir del mes 25,
intereses moratorios hasta que se hiciera efectivo el pago de
la obligación.

6. Indexación.

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Argumentó que como prosperó la pretensión de


indemnización moratoria, solo era viable acceder a la
actualización de las vacaciones, «por tratarse de una
acreencia que no corresponde a prestaciones sociales pues la
ley las ha definido como un derecho al descanso
remunerado», lo que guardaba armonía con la sentencia CC
C892-2009.

7. Aportes a seguridad social.

Condenó a la demandada a cancelar al fondo de


pensiones al cual se estuviera afiliado el actor, la diferencia
del IBC, incluyendo la suma de $300.000, para que no se
vieran afectados eventuales derechos.

IV. RECURSO DE CASACIÓN (GEOTECH SOLUTIONS


S. A.)

Interpuesto por la entidad demandada, concedido por


el Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver.

V. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Pretende que la Sala «case totalmente» la decisión de


segundo grado, para que, en sede de instancia, confirme la
providencia de a quo y la absuelva de lo pedido.

En subsidio, requirió que se «case parcialmente» la


sentencia del Tribunal en cuanto a la condena por sanción
moratoria y, actuando como juez de apelaciones, confirme

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la absolución en lo relacionado con dicho rubro (f.° 4,


demanda de casación de Geotech Solutions S. A. del
cuaderno digital de la Corte).

Con tal propósito, formula tres cargos por la causal


primera de casación, los cuales fueron replicados y se
estudian a continuación, por unidad de materia y
atendiendo a los pedimos principales y subsidiarios, de
forma conjunta los dos iniciales y, de manera
independiente, el último

VI. CARGO PRIMERO

Acusa la determinación del ad quem por «la


denominada violación medio, en la modalidad de infracción
directa» de los artículos 50 del CPTSS, 281 del CGP, 145 del
CPTSS, 29 de la Constitución Política, lo que llevó al
quebrantamiento de los cánones 65, 127 y 128 (estos
últimos modificados por el 14 y 15 de la Ley 50 de 1990,
respectivamente) del CST.

Fundamenta que la accionante en su demanda


pretendía la reliquidación de los derechos laborales por la
no inclusión de las «comisiones», para lo cual trascribe los
supuestos fácticos 8 a 13, así como las pretensiones que se
plantearon al respecto. Con apoyo en ello, asevera que
brilla por su ausencia algún hecho relacionado con el bono
Sodexo o reclamación que buscara «que los bonos Sodexo de
$300.000 mensuales que reconocía […] fueran salario».

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Apunta que durante el debate probatorio el


demandante se concentró en acreditar unas «comisiones»,
mientras que ella en que no existían, como se observa de
los interrogatorios de parte y «todas las audiencias en
general», motivo por el que asevera que no se presenta
discusión sobre la naturaleza salarial de dichos bonos.
Recuerda que el a quo fincó la litis en lo siguiente: i) si
el empleador Geotech Solutions S. A. pactó y/o pagó
«comisiones» de ventas al trabajador y, ii) en caso
afirmativo, si tales emolumentos constituyen salario e
inciden en la liquidación de acreencias laborales.

No obstante, afirma que, pese a ello, el operador inicial


se pronunció sobre los «bonos Sodexo Pass», «lo cual hizo por
holgura, sin ser una pretensión de la demanda, ni ser parte
del debate probatorio ni del mismo problema que el juzgado
expresó debía resolver» y tampoco el tema fue materia de
alzada por su parte. Incluso, resalta que el señor Salazar
Giraldo indebidamente sustentó su recurso en las
«comisiones», pero incluyó una nueva petición sobre el
carácter salarial de los bonos aludidos, sin que ello fuese
mencionado en el libelo inicial.

Por lo dicho, arguye que el colegiado, en contra del


principio de congruencia, plantea un problema jurídico
diferente al propuesto en la demanda y fijación del litigio, al
señalar que resolvería si los pagos realizados por el
empleador al dependiente a través de los «bonos Sodexo
Pass» tiene índole salarial y si, en consecuencia, debían

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reajustarse las prestaciones sociales, la indexación por


despido injusto y aportes a seguridad social.

Precisa que las «comisiones» son diferentes a los «bonos


Sodexo Pass» por lo que no entiende cómo el Tribunal los
incluye en su análisis, con lo cual se violó los artículos 50
del CPTSS y el 281 del CST, que transcribe. Precisa que, si
bien la norma autoriza condenas ultra y extra petita, debe
hacerse sobre hechos discutidos y probados en el proceso,
lo que no ocurrió sobre el factor salarial del bono Sodexo,
por lo que le correspondía al operador judicial ceñirse a lo
debatido en el sub lite.

En apoyo de sus argumentos, cita las sentencias CSJ


SL2808-2018 y CSJ SL440-2021 (f.° 5 a 9, ibidem).

VII. CARGO SEGUNDO

Denuncia la providencia impugnada por:

[…] la denominada “violación de medio” de normas procesales,


lo cual conllevó la violación indirecta por aplicación indebida de
las normas sustanciales, así: artículos 65, 127 y 128 (estos dos
últimos modificados por los artículos 14 y 15 de la Ley 50 de
1990, respectivamente) del Código Sustantivo del Trabajo. Las
normas procesales vulneradas que sirvieron de medio de
violación son los artículos: 50 del C.P.L y S.S., 281 del CGP,
145 del CPTSS y 29 de la Constitución Política de Colombia

Presenta como errores notorios en que incurrió el juez


de alzada:

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1. No dar por demostrado, estándolo, que el demandante


pretendía reliquidación de derechos laborales por un supuesto
pago de comisiones por parte de la demandada.

2. Dar por probado, no estándolo, que el demandante pretendió


en su demanda la reliquidación de derechos laborales por la no
inclusión de $300.000 mensuales fijo que percibía en Bonos
Sodexo

3. Dar por demostrado, no estándolo, que el problema a resolver


de la demanda era “1. Si los pagos realizados por el empleador
demandado al trabajador a través de bonos Sodexo Pass, tienen
connotación de salarial.” (negrillas fuera de texto), cuando
realmente no hacía parte de las pretensiones ni el debate en el
proceso.

4. No dar por demostrado, estándolo, que en las pretensiones


contenidas en la demanda no se cuestionó ni era problema
fáctico a resolver que los Bonos Sodexo fueran o no salario

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Lo previo, por la valoración errónea de la demanda, la


contestación, la audiencia de trámite y el contrato de
trabajo, junto con «nóminas».

En el desarrollo, reitera en iguales términos los


argumentos expuestos en la acusación inicial (f.° 9 a 14,
ibidem).

VIII. RÉPLICA

En cuanto al primer cargo, esgrime que en las


pretensiones declarativas quinta y sexta del libelo se
deprecó la no inclusión de todos los factores constitutivos
de salario, además que en aquellas condenatorias cuarta a
octava se requirió la cancelación del salario real convenido y
se pagara la sanción moratoria.

Por su parte resalta los supuestos fácticos 4°, 5°, 10,


12 y 14 en los que se informó: i) la liquidación de una base
salarial inferior a la que correspondía legalmente; ii) que las
«comisiones» se pagaban tanto en dinero como en bonos y,
iii) que para saldar las prestaciones sociales no se
incluyeron los montos de aquellas.

Por lo discurrido, considera que en el libelo inicial se


incluyó la temática de «bonos Sodexo Pass», pues el
empleador los desconoció como factores salariales.

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Cita la sentencia CSJ SL2604-2021, para aseverar


que, contrario a lo dicho por el recurrente, la demanda se
debe entender como un todo y no fraccionada, además que
la decisión de primer grado debe ir en consonancia con
aquella pieza procesal, de la que se extrae que la disputa
sobre el bono Sodexo Pass siempre ha sido objeto de la litis.

Respecto de la segunda acusación, en suma, sostiene


que los fragmentos transcritos de los hechos y pretensiones
evidencian que los bonos con carácter salarial fueron
planteados en el escrito inicial (f.° 1 a 9, documento de
réplica de Diego Salazar Giraldo del cuaderno digital de la
Corte).

IX. CONSIDERACIONES

Sea lo primero puntualizar, que si bien es cierto el


cargo primero no señaló la vía seleccionada, sus
argumentos son totalmente fácticos y la Sala logra
comprender que, en realidad, el querer de la censura era
acudir al sendero indirecto y así lo ratificó cuando en la
denuncia segunda seleccionó tal camino y, de forma
certera, estructuró errores de hecho, individualizó las
pruebas y reiteró, en idénticos términos, los fundamentos
dichos en la acusación primaria.

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Por tanto, se advierte que, con independencia de la


senda que seleccionó en cada uno los reproches, para
confrontar la legalidad de la segunda sentencia, al tenor de
lo esbozado, entre otras, en la decisión CSJ SL10453-2016,
la Corte realiza su labor en perspectiva del conflicto de
legalidad que devela la acusación, esto es, según su
esquema argumentativo, que es fáctico.

Descrito lo anterior, le compete a esta Corporación


establecer si el colegiado incurrió en la violación medio de
los artículos 281 del CGP (principio de congruencia) y 50
del CPTSS (facultades extra y ultra petita), lo que llevó a la
aplicación indebida de los preceptos 65, 127 y 128 del CST,
al valorar indebidamente la demanda y la audiencia de
trámite.

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Sea la oportunidad de señalar frente a los medios de


convicción que, aunque se individualizan como pruebas el
contrato de trabajo y las nóminas, en los fundamentos no
se hace alusión a ellos y de la contestación del petitorio se
refiere en forma general diciendo únicamente, por ejemplo,
que «así se ratificó en la contestación» o «si el ad quem
hubiera apreciado correctamente [..] la contestación […]
habría concluido que el presente pleito se limita [a las]
comisiones», con lo que incumplió la carga argumentativa
que ha exigido esta Corte de explicar «con claridad y
precisión en qué consistió su equivocada valoración o su falta
de apreciación […] qué es lo que ellas acreditan, en contra de
lo inferido por el Tribunal, y cómo incidieron tales fallas en el
yerro evidente denunciado» (CSJ SL3483-2022 y CSJ
SL2328-2021 que reiteran la CSJ SL, 17 may. 2011, rad.
42037), por lo que se prescindirá de su estudio y la Sala se
circunscribirá a aquellas correctamente atacadas.

1. Demanda.

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Esta Corporación ha dicho que el libelo introductor es


una pieza procesal que no se enmarca con estrictez en el
concepto de prueba calificada y alcanza dicha connotación,
si de ella se deduce confesión de los hechos allí alegados o
en el evento de que la voluntad de las partes sea ignorada o
tergiversada ostensiblemente por el fallador (CSJ SL14542-
2016, CSJ SL1516-2018 y CSJ SL3818-2020); último
escenario que, en efecto, busca acreditar el censor al
estructurar su estudio equivocado, como también sucede
con la sentencia de primer grado y el recurso de apelación,
que más adelante se analizan.

Pues bien, la recurrente asevera que el ad quem la


valoró equivocadamente, ya que en ella «brilla por su
ausencia algún hecho en relación al bono Sodexo y alguna
pretensión […] que pretenda que los bonos Sodexo de
$300.000 mensuales que reconocía […] fueran salario», pues
todo se dirigió a las «comisiones», por lo que no podía el
operador judicial estudiar aquel tema.

No obstante, de una lectura simple del documento, en


especial su reforma, se logra extraer lo contrario, ya que en
los supuestos fácticos 1.3 a 1.5 se refirió a ello al concretar
que:

1.3. Al demandante la empresa Geotech Solutions S.A. le


pagaba parte de las comisiones mensuales, a través de bonos
vales electrónicos Sodexo Pass.

1.4. La empresa Geotech Solutions S. A. le entregó al actor la


tarjeta Sodexo n.° 60607602100244735.

1.5. El valor que mensualmente le consignada por concepto de


comisiones en tarjeta Sodexo era de $300.000

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[…]

10. Estos pagos de comisiones los pagó en dinero (consignados


en la cuenta del actor) y por bonos.

[…]

13. La empresa no incluyó el valor de las comisiones (i) pagadas


y no pagadas, (ii) canceladas en dinero o en bonos, (iii) ni las
pagadas directamente ni a través de terceros, como factor
salarial para liquidar y pagar sus prestaciones sociales y todos
los conceptos laborales – durante la vigencia del contrato
laboral – ni las prestaciones y la indemnización al finalizar el
vínculo contractual.

14. La empresa cotizó sus aportes al sistema de seguridad


social sobre un salario incorrecto, pues no lo liquidó ni pagó
sobre el ingreso real del actor.

Mientras que en las pretensiones declarativas deprecó


lo siguiente:

2. Que se declare que la sociedad Geotech Solutions S.A. no


canceló todos los conceptos derivados del contrato laboral,
durante toda su vigencia

[…]

5. Que se declare que la sociedad Geotech Solutions S.A. no


incluyó todos los factores constitutivos de salario para liquidar
las prestaciones sociales durante todo el tiempo laborado, pues
excluyó las comisiones percibidas durante la vigencia del
contrato laboral […].

6. Que se declare que la SOCIEDAD GEOTECH SOLUTIONS S.


A., no liquidó correctamente las prestaciones sociales y la
indemnización por despido injusto, al momento de finalizar el
contrato de trabajo, porque no incluyó las comisiones, por
tanto, los pagó incorrectamente.

En cuanto a las condenatorias, dispuso, entre otras,


que «4. Que se le pague la diferencia de las prestaciones
legales durante todo el tiempo de servicio, porque no se
cancelaron sobre el valor real del salario convenido, ni se

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incluyeron todos los factores constitutivos de salario, tales


como comisiones».

En ese orden, esta Corporación encuentra que, en


síntesis, Diego Salazar Giraldo planteó en su escrito
demandatorio que recibía unas «comisiones» tanto en dinero
como en bonos, que tenían connotación salarial por lo que
debían ser consideradas para reliquidar sus acreencias
laborales, indemnizaciones y pagos a seguridad social; así
que en ningún error de valoración de tal elemento incurrió
el ad quem, ello con independencia de que los operadores
judiciales hubiesen encontrado que lo cancelado por
concepto de «comisiones» era diferente a los «bonos Sodexo
Pass», ya que una forma es como el demandante traza el
objeto de discusión y otra la manera en que los jueces la
resuelven; tan es así que, como se detallará a continuación
con apoyo en la determinación CSJ SL, 27 jul. 2000, rad.
13.507, citada en CSJ SL2808-2018, referentes al principio
de congruencia, el juzgador puede interpretar el escrito
inicial, los hechos y pretensiones, sin que la resolución del
proceso deba ser una copia exacta de lo pedido en el gestor
o de lo planteado por el demandante.

2. Sentencia de primera instancia.

El recurrente aduce que el colegiado valoró


indebidamente la decisión de primer grado, porque la litis se

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centró en el pacto y/o pago de «comisiones» y si eran


salario, pero, pese a que no se dispuso en el debate, el ad
quem centró su problema jurídico en la naturaleza de los
«bonos Sodexo Pass».

En el examine, la Corporación observa que, en efecto,


el juez inicial abordó el carácter de las «comisiones» y,
además, la discusión aludida sobre el pago a través de los
referidos bonos, al sostener que:

[…] vemos entonces que situación distinta se da con los bonos


de Sodexo, cuya existencia y valor confesó la demandada en la
contestación a la reforma a la demanda así: “la empresa le
proporcionó la tarjeta bono Sodexo y le consignaba
$300.000mensuales sin embargo pacto con el trabajador el
carácter no salarial de estos pagos. […] solamente esta
demostrado que el empleador pagaba al trabajador, además del
salario, $300.000 mensuales en bonos Sodexo, pago que las
partes discuten su naturaleza salarial

Naturaleza de los bonos. Artículo 14 ley 50 de 1990.


Reformatorio del art 127 del CST. De acuerdo a la descripción
hecha por las partes tanto en la demanda como en la reforma y
la contestación de la misma, amén de lo dictado por la
experiencia, los bonos Sodexo suministrados por el empleador
al trabajador son tarjetas o cupones que pueden canjearse por
bienes o servicios, lo que podría catalogarse como salario en
especie, de acuerdo con el art 15 de la Ley 50 de 1990,
reformatorio del 129 del CST, sin embargo el carácter salarial
de un pago deviene de su relación con la prestación del servicio
[…].

En vista de ello, siguiendo el art. 27 del CST los bienes y


servicios dados por el empleador en bonos Sodexo al trabajador,
tal como lo manifesté en los hechos 1.4 y 1.5 de la demandada
no constituye salario […] (f.° 220 CD, 14:16 a 20:28 min,
cuaderno principal).

Por consiguiente, tampoco se encuentra un yerro


manifiesto, protuberante o irrisorio por el ad quem al
analizar la decisión del a quo, ya que este -que dicho sea de

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Radicación n.° 87281

paso advertir cuenta con las facultades ultra y extra petita


como juez de primera instancia, también reservadas al de
única y son los llamados a utilizarlas por regla general (CSJ
SL4487-2021, recordada en CSJ SL1106-2022)- abordó el
tema conforme a los hechos y pretensiones debatidas en el
curso del trámite ordinario.

Para complementar el anterior análisis, se ha de


recordar que, como se dijo en providencia CSJ SL2808-
2018, el principio de congruencia, regulado en el artículo
305 del CPC, hoy 281 del CGP, aplicable en materia laboral
por remisión del artículo 145 del CPTSS, significa que:

[…] los fallos de primera y segunda instancia deben guardar co-


herencia entre el contenido del fondo de la relación jurídico pro-
cesal, de los hechos y las peticiones de la demanda, de su con-
testación y de las excepciones formuladas, así como de lo alega-
do por las partes en las oportunidades procesales pertinentes,
con lo resuelto por el juzgador. Luego el sentenciador, debe
obrar dentro del marco trazado por las partes en conflicto.

[…] en atención al precepto legal en el que se sustenta la


acusación la sentencia debe estar acorde con las pretensiones de
la demandada y con las excepciones que se plantean; empero,
ello no obsta para que el juez, eventualmente, pueda interpretar
la demanda, es más, constituye su deber dado que está en la
obligación de referirse «a todos los hechos y asuntos planteados
en el proceso por los sujetos procesales» (art. 55, L. 270/1996), de
manera que su decisión involucre las peticiones del escrito
inicial en armonía con los hechos que le sirven de fundamento.

Al respecto, esta Corte en sentencia CSJ SL14022-2015, dejó


sentado que:

(…) la demostración de la incongruencia no se puede limitar a


un cotejo mecánico entre las pretensiones de la demanda y lo
decidido por el juez, esto es, un simple juicio comparativo entre
los escritos a que se refiere el mencionado art. 305 del CPC,
como lo sugiere el recurrente, pues para tales efectos, también
será preciso poner de presente la actividad que despliega el
fallador en su labor de juzgamiento para resolver el litigio
mediante la interpretación o aplicación de la ley sustancial,

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22
Radicación n.° 87281

según las apreciaciones probatorias del caso.

En efecto, esta Sala en sentencia CSJ SL, 27 jul. 2000, rad.


13.507, sostuvo que «el principio de congruencia en ningún
caso quiere decir que las condenas impuestas en la sentencia
deben ser un calco de las pretensiones de la demanda, pues
bien puede ocurrir que la solución jurídica, resultante del
examen fidedigno y sin alteración de los hechos y con respaldo
en el ordenamiento normativo, sea distinta a la propuesta por el
demandante» (subrayado añadido).

En igual sentido, en sentencia CSJ SL3209-2020,


reiterada en CSJ SL4576-2020, esta Corporación memoró
que:

No empece, tal directriz normativa [haciendo referencia al


principio de congruencia] no puede sopesarse desde una
perspectiva meramente literal, pues si bien es cierto que a ella
llega el legislador desde la aplicación a los procesos nacidos a
instancia de parte --como los procesos del trabajo-- del llamado
‘principio dispositivo’, el cual impone al demandante promover
la correspondiente acción judicial y aportar los materiales sobre
los que debe versar la decisión, esto es, el tema a decidir, los
hechos y las pruebas que los acrediten, elementos con los
cuales el juez queda supeditado a la voluntad de las partes a
través de lo que la doctrina denomina ‘disponibilidad del
derecho material’, que permite a éstas ejercer fórmulas
procesales tendientes a su creación, modificación o extinción,
con las salvedades propias de ciertas materias como lo es la
atinente a derechos ciertos e indiscutibles en el campo laboral,
por ejemplo, también lo es que ello no se traduce en el
desconocimiento del principio universal que rige la estructura
dialéctica del proceso y que reza: ‘Venite ad factum. Iura novit
curiae’, o lo que es tanto como decir, que la vinculación del juez
lo es a los hechos del proceso, que son del resorte de las partes,
en tanto que de su cargo es la determinación del derecho que
gobierna el caso, aún con prescindencia del invocado por las
partes, por ser el llamado a subsumir o adecuar los hechos
acreditados en el proceso a los supuestos de hecho de la norma
que los prevé para de esa manera resolver el conflicto.

[…] la calificación jurídica contenida en el petitum de la


demanda, si bien puede ser relevante para la delimitación de la
acción intentada, no desconoce el deber del juzgador de resolver
la controversia con base, además del examen de las pruebas, en
«los razonamientos legales, de equidad y doctrinarios
estrictamente necesarios para fundamentar las conclusiones,
exponiéndolos con brevedad y precisión, y citando los textos
legales que se apliquen», tal cual lo ordena el artículo 304 del

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Radicación n.° 87281

Código de Procedimiento Civil, aplicable a los procesos del


trabajo por la remisión de que trata el artículo 145 del Código
Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, lo que es tanto
como decir que al juez compete resolver la controversia en
conformidad con las normas que la regulan, a pesar de que no
hayan sido citadas o acertadamente alegadas por las partes, por
no estar el juzgador atado a éstas, sino, se repite, sólo a sus
alegaciones fácticas.

[…]

Conforme lo expuesto, salta a la vista para la Sala que aunque


la sentencia enjuiciada no corresponda a un fiel reflejo del
petitum de la demanda, que entre otras cosas, no tendría por
qué serlo, y aunque, en apariencia, pueda estimarse que no
existe concordancia entre lo pretendido y lo decidido, lo cierto
es que así no se pueden ver las cosas del proceso, tal cual se
recordó en la jurisprudencia de la Sala, pues, para este caso,
las condenas impuestas no se basaron en una causa petendi
rigurosamente diferente, ya que el Tribunal se atuvo a los
hechos esbozados por el demandante, sin que pueda señalarse
con razón que el objeto es distinto, por el hecho de haber
reconocido el ad quem el derecho reclamado de una manera
diferente a como fue formulada la petición.

[…]

En ese orden, siendo la causa para pedir del actor el conjunto


de hechos constitutivos del derecho pensional reclamado, el
juez estaba vinculado a los mismos, debiendo de allí aplicar la
norma que gobernaba el caso, que aun cuando de manera
literal no se plasmó en la demanda, con todo, su indicación
competía al juzgador para resolver la pretensión en
controversia, sin que al ocurrir ello se afectara en manera
alguna la relación entre la petición, la decisión y la causa del
proceso. Por el contrario, con ello se cumplió el principio iura
novit curiae, así como el aforismo latino que regla la actividad
judicial da mihi factum, dabo tibi ius (dame los hechos y te daré
el derecho) (subrayado añadido).

En ese orden, al aplicar la jurisprudencia en cita al


estudio de la demanda y la sentencia de primer grado,
queda claro que el colegiado no incurrió en ninguna
valoración indebida de ellos, ya que, en cumplimiento de su
deber judicial, desde el gestor se planteó como punto de
debate la inclusión de los «bonos Sodexo Pass» en el salario,

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Radicación n.° 87281

por lo que el análisis por aquél trazado fue producto de un


examen sin alteración de los supuestos fácticos,
pretensiones y la fijación de la litis.
No está de más recordar que, según el aforismo latino
«Da mihi factum, dabo tibi ius» que significa «dame los
hechos, yo te daré el derecho», que es connatural con los
principios constitucionales de prevalencia del derecho
sustancial (artículo 228, Constitución Política) y autonomía
judicial (artículo 230, ibidem), el operador judicial está en la
obligación de resolver la controversia, cuando se trata de
derechos mínimos, fundamentales e irrenunciables, de
acuerdo con los fundamentos fácticos discutidos y probados
en el juicio, acudiendo las disposiciones legales que regulen
el asunto en discusión.

3. Recurso de apelación.

Por último, en aras de dar respuesta a la totalidad de


los puntos de las acusaciones, la Sala no puede pasar por
alto que la entidad recurrente afirmó que el análisis de los
«bonos Sodexo Pass» con naturaleza salarial no fue materia
de alzada.

No obstante, al escuchar atentamente el recurso


presentado por la parte activa (f.° 246 CD, parte 5, 00:23 –
6:10 min del cuaderno principal), se observa que se
discurrió que:

a) Si bien en la cláusula 5° del contrato se dijo que no


constituían salario, no era menos cierto «que esta[ba]

SCLAJPT-10 V.00
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Radicación n.° 87281

demostrado que el pago de los bonos fue mensual y se


considera por norma salario en especie» y el carácter de
salarial le corresponde determinarlo al operador judicial
más allá de lo que convengan las partes, como se dijo en
sentencia CC C710-1996.

b) Estaba probado con los certificados a folios 138 y


139 del cuaderno principal, que la accionada realizó 12
pagos mes a mes y que la documental de folios 136 y 2004
ibidem evidencia un importe diferente a su salario, así como
«los valores cancelados por los bonos Sodexo».

c) La confusión del juzgado radicó en el nombre que se


le dio al pago adicional, pero que debía analizarse la
permanencia de estos y aplicar la realidad sobre la
formalidad, valorando el interrogatorio del representante
legal de la parte accionada, quien no supo justificar ningún
desembolso de los que se le hicieron.

Así que, a través de la valoración de tal elemento,


tampoco se acredita alguno de los errores adjudicados al
Tribunal, pues en tal etapa procesal también se propuso el
debate de la calidad de los bonos referidos.

En consecuencia, las denuncias no son prósperas.

X. CARGO TERCERO

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Radicación n.° 87281

Reprocha la decisión del ad quem por la vía indirecta,


en la modalidad de aplicación indebida de los artículos 65
(modificado por el canon 29 de la Ley 789 del 2002), 127 y
128 (modificados por los preceptos 14 y 15 de la Ley 50 de
1990) del CST, así como el 83 de la Constitución Política.

Formula como errores notorios los siguientes:

1. No dar por probado, estándolo, que el Bono Sodexo no era


salarial y así se pactó expresamente entre las partes.

2. No dar por demostrado, estándolo, que Geotech actuó con


buena fe al liquidar los derechos laborales del demandante
durante el desarrollo del contrato de trabajo y a la finalización
de este.

3. No dar por probado, cuando lo estaba, que mi mandante obró


con la conciencia legítima de haber actuado correctamente,
conforme a lo pactado entre las partes en relación a la
naturaleza no salarial del Bono Sodexo.

4. Dar por demostrado, no estándolo, que mi representada


actuó con mala fe en la liquidación de los derechos laborales de
la parte actora.

Lo anterior, como consecuencia de la errada


apreciación del libelo gestor, la contestación, el fallo de
primera instancia y el contrato de trabajo.

Para sustentar el ataque, asevera que comparte lo


discurrido por el ad quem en cuanto a la diferencia entre
«comisiones» y «bonos Sodexo Pass», pero que su reparo es
sobre haber declarado como salario este último concepto, ya
que no se valoró acertadamente el contrato en el que se
declaró que no se habían pactado el primer rubro y que el
segundo no era salarial, en concreto en el parágrafo de la
cláusula quinta que reprodujo.

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Radicación n.° 87281

Menciona que no se puede olvidar que el actor


ocupaba un cargo alto en la compañía, de director
comercial, por lo que le correspondía atender a los clientes,
siendo cancelados los gastos de representación por medio
de los «bonos Sodexo Pass», en la mínima suma de $300.000
frente a su salario de $5.250.000.

Discurre que está suficientemente probado que actuó


de buena fe y no quería defraudar al demandante, porque: i)
se ciñó a lo pactado en el nexo contractual; ii) el actor no
presentó reclamación al respecto y, iii) el valor del bono
Sodexo Pass apenas equivalía al 5.7. % del salario, lo que
indicaba que su intención no era obviar de tal naturaleza
una proporción tan ínfima, «que en últimas no se ve
reflejado en un ahorro en cuanto a costos laborales».

Indica que existe una cláusula en la que se pactó que


el bono no era salarial, conforme a los cánones 127 y 128
del CST, lo que adquiere mayor relevancia si se hubiese
apreciado correctamente la demanda en la que
notoriamente se reclaman las «comisiones» y no el pago de
«gastos de representación y transporte, ni estos bonos
Sodexo», lo que deja en evidencia que para las partes no era
salario.

Por último, puntualiza que de haber estimado


adecuadamente la contestación al libelo inicial, el contrato y
la sentencia del a quo, se habría concluido que las
cancelaciones por bonos no eran salariales y que actuó de

SCLAJPT-10 V.00
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Radicación n.° 87281

buena fe (f.° 14 a 17, demanda de casación de Geotech


Solutions S. A. del cuaderno digital de la Corte).

XI. RÉPLICA

Recuerda la protección a los derechos mínimos


irrenunciables, para lo que transcribe los preceptos 13 y 14
del CST, así como 127 de la misma normativa, para
aseverar que sin mayor esfuerzo se evidencia que su salario
está compuesto por el ingreso fijo, las «comisiones» y los
bonos que se pagaban de manera habitual y no eran
recibidos de mera liberalidad del empleador, ni era
ocasionales, sino retributivos de la labor desempeñada.

En apoyo de su dicho, acude a las sentencias que


identifica «40637 del 2009», «3475 del 2012», CSJ SL10995-
2014, «68303 del 2018» y CSJ SL1798-2018, de las que
transcribe fragmentos en extenso (f.° 10 a 20 del documento
de réplica de Diego Salazar Giraldo del cuaderno digital de
la Corte).

XII. CONSIDERACIONES

Se ha de memorar que la demanda de casación debe


ajustarse al estricto rigor que su planteamiento y demostra-
ción exigen, respetando las reglas fijadas para su proceden-
cia, ya que una acción de esta naturaleza está sometida en
su formulación a una técnica especial, que, de no cumplir-
se, conlleva a que el recurso extraordinario resulte inesti-
mable, con lo cual hace imposible su estudio de fondo.

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Radicación n.° 87281

Y es verdad que se ha reconocido la necesidad de


adaptar los requerimientos formales reseñados a la defensa
y realización material de los derechos fundamentales en el
trabajo y la seguridad social, pero ello no conlleva, en modo
alguno, a que esta sede se hubiera transformado en un foro
abierto, en el que se pueda desplegar cualquier tipo de
argumentación, protesta o lamentación respecto del
resultado de un determinado juicio. Existen ciertas formas
mínimas que no pueden ser desatendidas, puesto que,
además de que constituyen presupuestos legales vigentes,
buscan darle racionalidad y cumplir el debido proceso (CSJ
SL2349-2020).

En efecto, la Corporación encuentra deficiencias de


orden técnico, como pasa a analizarse:

1. El cargo se dirige por el sendero fáctico, bajo el cual


se tiene el deber de detallar las pruebas y errores de hecho,
señalar de modo objetivo el contenido de los medios de
convicción, así como el valor atribuido por el juzgador o la
importancia de su apreciación y la incidencia de estos en
las conclusiones del fallo impugnado, tal como lo se
indicado en sentencia CSJ SL1780-2018, al sostener que:

[…] cuando la acusación se enderece formalmente por la vía


indirecta, le corresponde al censor cumplir los siguientes
requisitos elementales: precisar los errores fácticos, que deben
ser evidentes; mencionar cuáles elementos de convicción no
fueron apreciados por el juzgador y en cuáles cometió errónea
estimación, demostrando en qué consistió ésta última; explicar
cómo la falta o la defectuosa valoración probatoria, lo condujo a

SCLAJPT-10 V.00
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Radicación n.° 87281

los desatinos que tienen esa calidad y determinar en forma


clara lo que la prueba en verdad acredita.

Y en pronunciamiento CSJ SL4800-2019, enfocándose


en la equivocada apreciación del material probatorio, siendo
el concepto aludido en el examine, se expuso que:

[…] debe el impugnante, si quiere que su acusación quede


debidamente fundada, exponer en forma clara lo que la prueba
acredita y en qué consiste la errónea apreciación del juzgador;
demostración que debe hacer mediante un análisis razonado y
crítico de los medios probatorios, confrontando la conclusión
que se deduzca de este proceso intelectual de argumentación
con las conclusiones acogidas en la resolución judicial. Esta
tarea de razonamiento que incumbe exclusivamente a quien
acusa la sentencia, implica para él hacerle ver a la Corte la
ostensible contradicción entre el defecto valorativo de la prueba
y la realidad procesal.

No obstante, en el caso de estudio se soslayó el


cumplimiento de dichas obligaciones, comoquiera que:

1.1. Enlista como medios indebidamente valorados la


contestación del gestor y el fallo de primera instancia, pero
al fundamentar la acusación, acápite en el que se debe
acreditar ciertamente el yerro fáctico en el que incurrió el
colegiado, no acudió a tales elementos y, por ende, no
develó «en forma clara lo que la prueba acredita y en qué
consiste la errónea apreciación del juzgador […]
confrontando la conclusión que se deduzca de este proceso
intelectual de argumentación con las conclusiones acogidas
en la resolución judicial» (CSJ SL544-2013, reiterada en CSJ
SL4800-2019).

1.2. A su vez, se individualizó la demanda, pero de ella


solo se hacen afirmaciones genéricas, sin efectuar la

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Radicación n.° 87281

confrontación exegética requerida, entre lo que la


demuestra, lo que equivocadamente extrajo de ella el
operador judicial y, sobre todo, la incidencia que tiene en la
decisión final, comoquiera que simplemente afirma que
«notoriamente se reclama y cuestiona el pago de unas
supuestas comisiones por resultados, no el pago de gastos
de representación y transporte no estos bonos Sodexo».

Así que la Corte no puede suplir su omisión y deducir


el error con efecto de desquiciar los soportes de la
sentencia; máxime que la decisión llega al recurso
amparada con la presunción de legalidad y acierto que debe
ser plenamente destruida por quien pretenda su casación.

2. Aunado a lo anterior, no se puede esquivar, como se


precisó al abordar las acusaciones previas, que el escrito
inicial ni su contestación son pruebas hábiles en esta sede
y, contrario a lo que sucedió al abordar los cargos
anteriores, en este no se estructura argumento alguno
enfocado a evidenciar que el operador judicial desnaturalizó
su contenido o se desconoció confesión en tales
documentos; escenarios estos que sería los únicos que
permiten a esta Sala a proceder a su análisis (CSJ
SL14542-2016, CSJ SL1516-2018 y CSJ SL3818-2020).

Incluso, se debe destacar de la contestación, que


además de que no se aludió a ella, tampoco podría, a lo
sumo, de las aserciones allí efectuadas, derivarse confesión,
conforme al artículo 191 del CGP, aplicable por remisión del
145 del CPTSS, pues cualquier afirmación a favor de la

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Radicación n.° 87281

demandada, ahora recurrente, no pueden ser de recibo,


porque sería avalar que le es dable a las partes fabricar su
propia prueba (CSJ SL, 4 sep. 2002, rad. 16168, reiterada
en CSJ SL2997-2020 y CSJ SL684-2021).

3. Así mismo, la acusación parte una premisa falsa, en


los términos expuestos por esta Corporación en sentencia
CSJ SL17025-2016, reiterada en la CSJ SL3808-2020,
porque afirma que en el gestor no se reclamó el pago de los
«bonos Sodexo Pass» como salariales, cuando en realidad,
como se discurrió al desentrañar los cargos iniciales
anteriores, sí se peticionó ello, tanto en los supuestos
fácticos como en las pretensiones; argumentos que resulta
innecesario repetir en este aparte.

4. Debido a la interinidad de los fundamentos, como se


esbozó anteriormente, la Sala halla que se dejó libre de
reproche las demostraciones centrales de la decisión, en lo
que compete al tema atacado, a saber, los «bonos Sodexo
Pass» y la indemnización moratoria, que: i) la carga de la
prueba para demostrar que los pagos por $300.000
efectuados mensualmente eran no salariales, le
correspondía al empleador; ii) no se desvirtuó que tales
desembolsos, mes a mes, no retribuía el servicio prestado y,
iii) no se certificaron razones que justificaran el pago
deficitario de las prestaciones y, por el contrario, despojar
un rubro de su naturaleza salarial, era índice de mala fe.

En ese orden, resulta claro que la ratio decidendi de la


decisión impugnada en sede extraordinaria permanece

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Radicación n.° 87281

inmodificable y sigue incólume, luego mantiene su vigencia


y la presunción de acierto y legalidad que la cobija. Sobre
este asunto, en sentencia CSJ SL925-2018 se dijo que:

Así las cosas, al dejar libre de ataque algunos pilares fundantes


de la sentencia gravada, el impugnante no se aproxima al obje-
tivo que se propuso en la formulación del alcance de la impug-
nación, en la medida en que las premisas inatacadas permane-
ces enhiestas en apoyo de la decisión del ad quem, con lo cual
desatiende la carga de socavar los cimientos del fallo que viene
precedido de la presunción de legalidad y acierto, propia de los
que dicta un funcionario judicial en ejercicio de la potestad de
juzgamiento que le confieren la Constitución Política y la Ley.

Bajo esta arista, este órgano de cierre ha defendido


que «las acusaciones exiguas o parciales son insuficientes
para quebrar una sentencia en el ámbito de la casación del
trabajo y de la seguridad social» toda vez que subsisten sus
fundamentos y, por tanto, «nada consigue el censor si se
ocupa de combatir razones distintas a las aducidas por el
juzgador o cuando no ataca todos los pilares, porque, en tal
caso, así tenga razón en la crítica que formula, la decisión
sigue soportada en las inferencias que dejó libres de ataque»
(CSJ SL12298-2017).

5. Y al hilo de lo anterior, sobresale que los


fundamentos del cargo son, esencialmente, un alegato de
defensa, más que la fundamentación propia de un recurso
de casación, sin observar, como lo enseña la
jurisprudencia, que para su estudio de fondo debe la
acusación ser completa en su formulación y suficiente en
su desarrollo, lo cual en el asunto bajo escrutinio no se
acató.

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Radicación n.° 87281

Lo precedente se afirma, porque la totalidad de


argumentos, en vez de reprochar la legalidad de la decisión,
se enfocan a que salgan avante sus intereses, como cuando
manifiesta que: i) el accionante tenía un cargo alto, de
director comercial, por lo que los gastos de representación
debían tenerse como los «bonos Sodexo Pass» ($300.000),
que era una suma minúscula en comparación su ingreso de
$5.250.000 y, ii) su buena fe se acredita, porque el actor no
presentó reclamación sobre los rubros pedidos durante el
nexo contractual, además que el monto del bono aludido
solo equivalía al «5.7% del salario, por lo que su intención no
era pasar como no salarial una porción tan ínfima».

Es de recordar, que el recurso extraordinario de


casación no es una tercera instancia, ni admite argumentos
enunciados como defensa en ellas, como se ha dicho de
forma reiterada, entre otras, en sentencias CSJ SL17901-
2017 y CSJ SL4281-2017.

Con todo, no se pueden pasar por alto dos tesis que,


pese a que no se encauzaron como correspondía, reflejan
amonestación del recurrente a la legalidad de la decisión,
sobre que: i) en la cláusula quinta del contrato laboral se
pactó que el bono Sodexo Pass no era salarial, única prueba
frente a la que se elaboraron demostraciones, a lo sumo,
evidentes de algún yerro de valoración y, ii) la buena fe de
su actuar se acreditó con la ausencia de reclamación del
petente durante la vigencia del vínculo.

En efecto, se tiene:

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Radicación n.° 87281

1. Para estudiar el medio aludido, es importante


memorar que, de conformidad con el artículo 127 del CST,
constituye salario todos los ingresos que percibe el
trabajador en dinero o en especie en contraprestación
directa del servicio, con independencia de la denominación
o forma que presente, por ejemplo, «primas, sobresueldos,
bonificaciones habituales, valor del trabajo suplementario o
de las horas extras, valor del trabajo en días de descanso
obligatorio, porcentajes sobre ventas y comisiones».

En armonía con ello, el precepto 128 de la misma


codificación contempla aquello cancelado al empleado que
no tiene tal connotación, porque se reciben ocasionalmente,
por mera liberalidad del empleador o no busca enriquecer
su patrimonio, sino aportar para el desempeño de sus
funciones y en concreto dispone que no lo serán «los
beneficios o auxilios habituales u ocasionales acordados
convencional o contractualmente u otorgados en forma
extralegal por el {empleador}, cuando las partes hayan
dispuesto expresamente que no constituyen salario en dinero
o en especie […]».

Al analizar tales disposiciones, esta Corporación ha


instruido que los pagos recibidos debido a la relación
laboral se presumen salariales, salvo que se acredite su
esencia de ocasional, de mera liberalidad o que no
remuneran el servicio prestado, como se indicó en sentencia
CSJ SL3272-2018 y CSJ SL1993-2019. En esta última
providencia se instruyó que:

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Radicación n.° 87281

[…] el carácter remuneratorio de un pago no emana directamente


de la ley, sino que en cada caso deben analizarse los elementos
fácticos en aras de establecer cómo se consagró y si con él se
retribuyen o no directamente, los servicios prestados.

De esta manera, no basta con referir que como la denominación


de un rubro coincide con aquellos que consagra taxativamente el
artículo 128 del Código Sustantivo de Trabajo, no es factor
salarial, en la medida que un pago seguirá predicándose como tal
si cumple las condiciones previstas en la ley, aun cuando exista
estipulación en contrario, pues se impone la realidad sobre las
formalidades, a más de que tal y como lo aduce el recurrente la
naturaleza salarial proviene de lo dispuesto en el artículo 127
ibidem y no es dable su desconocimiento por lo previsto en la
primera preceptiva enunciada.

Así lo entendió la Corporación en sentencia CSJ SL, 12220-2017


al referirse a la hermenéutica de los artículos 127 y 128 del
Estatuto Laboral.

Al hilo de lo expuesto, pese a que por disposición legal


prevista en el inciso final del artículo 128 del CST, citada
previamente, es permitido que las parte realicen acuerdos
sobre que determinados valores no constituyen salario, no
es viable abusar de dicha facultad para sustraer de tal
naturaleza a un pago que en realidad obedece al servicio
prestado. Por tal camino se pronunció esta Sala en fallo
CSJ SL12220-2017, memorado en CSJ SL2029-2020, al
disponer que:

No es válido tampoco para las partes, en uso de la posibilidad


consagrada en el artículo 128 del Código Sustantivo del
Trabajo, despojar de incidencia salarial un pago claramente
remunerativo, cuya causa inmediata es el servicio prestado,
pues como lo ha sostenido esta Corporación, «la ley no autoriza
a las partes para que dispongan que aquello que por esencia es
salario, deje de serlo» (CSJ 39475, 13 jun. 2012).

En consonancia con lo precedente, esta Corte, en sentencia SL


35771, 1 feb. 2011, explicó respecto a los pactos no salariales,
lo siguiente:

[…] la Corte recuerda que, conforme a su orientación


doctrinaria, al amparo de la facultad contemplada en el artículo

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Radicación n.° 87281

15 de la Ley 50 de 1990, que subrogó el 128 del Código


Sustantivo del Trabajo, las partes no pueden desconocer la
naturaleza salarial de beneficios que, por ley, claramente tienen
tal carácter.

Ello traduce la ineficacia jurídica de cualquier cláusula


contractual en que las partes nieguen el carácter de salario a lo
que intrínsecamente lo es, por corresponder a una retribución
directa del servicio, o pretendan otorgarle un calificativo que no
se corresponda con esa naturaleza salarial. Carece, pues, de
eficacia jurídica todo pacto en que se prive de la índole salarial
a pagos que responden a una contraprestación directa del
servicio, esto es, derechamente y sin torceduras, del trabajo
realizado por el empleado.

De otro lado, no sobra recordar que el binomio salario-


prestación personal del servicio es el objeto principal del
contrato de trabajo y, por consiguiente, los pagos realizados por
el empleador al trabajador por regla general son retributivos, a
menos que resulte claro que su entrega obedece a una finalidad
distinta. Bajo esta consideración, el empleador es quien tiene la
carga de probar que su destinación tiene una causa no
remunerativa.

Así que es claro que la posibilidad de estipular que un


rubro no sea salario no es absoluta, pues la realidad se
impone sobre la formalidad y si en puridad de verdad
cumple las condiciones de un ingreso salarial, se le deberá
predicar tal linaje. En sentencia CSJ SL5159-2018,
reiterada en CSJ SL1278-2021, se estableció:

3. 2. CRITERIOS PARA DELIMITAR EL SALARIO

Atrás se explicó que es salario toda ventaja patrimonial que


recibe el trabajador como consecuencia del servicio prestado u
ofrecido. Es decir, todo lo que retribuya su trabajo. Por tanto,
no son salario las sumas que entrega el empleador por causa
distinta a la puesta a disposición de la capacidad de trabajo. De
esta forma, no son tal, (i) las sumas recibidas por el trabajador
en dinero o en especie, no para su beneficio personal o
enriquecer su patrimonio sino para desempeñar a cabalidad sus
funciones, tales como gastos de representación, medios de
transporte, elementos de trabajo y otros semejantes; (ii) las
prestaciones sociales; (iii) el subsidio familiar, las
indemnizaciones, los viáticos accidentales y permanentes, estos

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Radicación n.° 87281

últimos en la parte destinada al transporte y representación; (iv)


las sumas ocasionales y entregadas por mera liberalidad del
empleador que, desde luego, no oculten o disimulen un
propósito retributivo del trabajo.

Aunque esta Corporación en algunas oportunidades se ha


apoyado en criterios auxiliares tales como la habitualidad del
pago (CSJ SL1798-2018) o la proporcionalidad respecto al total
de los ingresos (CSJ SL, 27 nov. 2012, rad. 42277), debe
entenderse que estas referencias son contingentes y, en
últimas, han sido utilizadas para descifrar la naturaleza
retributiva de un emolumento. Quiere decir lo anterior, que el
criterio conclusivo o de cierre de si un pago es o no salario,
consiste en determinar si su entrega tiene como causa el
trabajo prestado u ofrecido. De otra forma: si esa ventaja
patrimonial se ha recibido como contraprestación o retribución
del trabajo.

De acuerdo con lo anterior, podrían existir créditos ocasionales


salariales, si, en efecto, retribuyen el servicio; también dineros
que en función del total de los ingresos representen un
porcentaje minúsculo y, sin embargo, sean salario. Por ello, en
esta oportunidad, vale la pena insistir en que el salario se define
por su destino: la retribución de la actividad laboral contratada.

Con dicho recuento jurisprudencial, la Sala procede a


revisar al contrato laboral atacado (f.° 6 a 9, cuaderno
principal), que reza en su cláusula quinta:

QUINTA: Para remunerarle los servicios, EL EMPLEADOR


pagará al EMPLEADO un salario básico de […] $5.000.000. En
este pago se incluye el valor de los descansos legales
remunerador. El pago se hará por quincena vencida, por
consignación en una entidad financiera que la empresa
determine o por cualquier otra forma de pago debidamente
autorizada por la ley. Queda entendido que, si este salario
llegare a pagarse en forma de sueldo, incluirá el valor de los
descansos legales remunerados.

PARÁGRAFO. No constituye salario, ni son tomadas como factor


prestacional, las sumas que ocasionalmente y por mera
liberalidad recibe EL EMPLEADOR del EMPLEADOR, como
primas, bonificaciones y gratificaciones ocasionales,
participación de utilidades, excedentes de la empresa de
economía solidaria, ni lo que recibida en dinero o en especie,
para su beneficio, ni para enriquecer su patrimonio, sino para
desempeñar a cabalidad sus funciones, como gastos de
representación, medios de transporte o gasolina, póliza de

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Radicación n.° 87281

vehículos, elementos de trabajo y otros semejantes. Tampoco


las prestaciones sociales de que trata el título VIII y IX del CST,
ni los beneficios o auxilios habituales u ocasionales otorgados
en forma extralegal y por mera liberalidad por el empleador,
tales como la alimentación, habitación o vestuario o cualquier
bono o prima extralegal que reciba el empleador.

Pues bien, del estudio exclusivo de dicha prueba no se


puede derivar que en realidad:

i) Se haya convenido expresamente entre las partes


que tal emolumento, esto es, los desembolsado por tarjeta o
bono Sodexo Pass, no sería salario, lo cual es indispensable
pues se ha dicho que para que una cláusula de exclusión
salarial sea tomada como tal, debe ser clara, precisa,
detallada en los conceptos y expresa, sin que sea viable «vía
interpretación o lectura extensiva, incorporar pagos que no
fueron objeto de pacto» (CSJ SL1798-2018 reiterada en la
CSJ SL5159-2018 y CSJ SL4608-2019).

ii) El pago realizado mes a mes por valor de $300.000 a


través de «bonos Sodexo Pass» -como lo adujo el Tribunal,
premisa que no fue derruida en casación- no retribuía el
servicio, pues se dispuso en el nexo contractual transcrito
que no tenían tal naturaleza aquellos valores entregados
«ocasionalmente y por mera liberalidad», calidad carente en
el rubro estudiado.

También se indicó que no lo serían los bonos que se


recibían de forma extralegal por parte del dador de empleo
«habituales u ocasionales», pero se debe recordar que, como
no se estipuló en el contrato expresamente el emolumento

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Radicación n.° 87281

referido, se debe aplicar la regla general de que los «pagos


que se perciben en razón a la relación de trabajo se
presumen salario, a menos que se demuestren las
condiciones de ocasionalidad, mera liberalidad del
empleador y/o que no van dirigidos a remunerar los servicios
prestados» (CSJ SL1993-2019),

Entonces, en ese orden, le compete al empleador


demostrar que la causa de lo percibido no obedecía a la
labor proporcionada, sin que sea viable y objetivo descartar
su naturaleza por el hecho de que desde el inicio de la
relación laboral se pactó su supuesta exclusión salarial,
como pretende derivarlo la entidad recurrente con el cargo
estructurado y el medio denunciado, pues corresponde a los
operadores judiciales verificar si tal acuerdo no estaba
desalarizando un devengo que en la praxis remuneraba el
servicio.

Por tanto, la Corporación considera que, aunque se


analizara el contrato de trabajo, se reitera, único elemento
de convicción que en la denuncia presenta argumentos si
quiera evidentes de alguna falencia valorativa del colegiado,
no es viable acceder al quiebre de la decisión, ya que dicho
pacto, per se, no derruye la premisa principal del ad quem
sobre que no se acreditó que la suma pagada de forma
habitual, por el valor de $300.000, no retribuía el servicio
prestado o era destinada a gastos de representación, medios
de transporte o elementos de trabajo, por lo que al
incumplir la aludida carga probatoria, se debía tener como
salarial.

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2. En cuanto a la refrendación de la buena fe de la


entidad, porque el actor no reclamó tales emolumentos
como salariales durante la relación laboral, se ha de
precisar que ello no puede entenderse como una ratificación
del carácter no salarial del rubro y menos eliminar su
connotación propia de retributiva del servicio, pues el
trabajador es la parte débil de la relación y en muchas
ocasiones se ve constreñido por la necesidad de obtener
una fuente de ingreso a aceptar condiciones alejadas de las
que en estricto rigor y en realidad rigen en el mundo del
trabajo.

Tampoco resulta suficiente afirmar, como lo dice el


censor, que obraba bajo la creencia de seguir estipulaciones
contractuales, como lo pactado en la cláusula quinta
aludida, pues este órgano de cierre ya ha sostenido que «no
basta con argüir la existencia y suscripción del contrato
comercial o ampararse bajo el convencimiento de estar
actuando conforme los parámetros de este, para lograr la
exoneración de las sanciones moratorias» (CSJ SL4515-
2020, memorada en CSJ SL3549-2022), ya que es necesario
la concurrencia de otros fundamentos atendibles que
justifican la sustracción de las obligaciones laborales.

Aunado a ello, no le basta al deudor simplemente


oponerse judicialmente a las prestaciones, pues es
necesario que se evidencien razones serias y atendibles,
como se enseñó en proveído CSJ SL986-2021, al
especificar:

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Radicación n.° 87281

Igualmente es errado el argumento del juzgador, al haber


indicado, que como fue en el escenario judicial que se logró
develar la naturaleza salarial del pago realizado al trabajador, el
empleador quedaba exonerado de la indemnización moratoria.
De antaño, como lo sostuvo el apoderado del actor, la Corte ha
señalado que no le basta al deudor oponerse para quedar
eximido de esa sanción, pues se le daría valor a la simple
resistencia judicial a efectos de desconocer el carácter salarial
de un pago, para automáticamente quedar absuelto; por el
contrario, es deber del juez examinar las pruebas en aras de
verificar si se presentaron motivos que verdaderamente resulten
suficientes para exculpar la falta de pago, es decir, razones
serias y atendibles para el momento en que se hizo exigible el
derecho reclamado y no el escario judicial como excusa ofrecida
por el incumplido para absolverlo de esta condena.

Por último, la afirmación de que la suma de $300.000


que recibió el trabajador era ínfima, en comparación con su
salario, no refleja que aquella no tenga naturaleza salarial o
que evidencie buena fe del empleador, pues, como se dijo en
providencia CSJ SL5159-2018, reiterada en CSJ SL1278-
2021, citada con antelación, «podrían existir […] dineros que
en función del total de los ingresos representen un porcentaje
minúsculo y, sin embargo, sean salario».

Por consiguiente, conforme a los errores de técnica


inicialmente expuesto, el cargo se desestima.

Las costas en el recurso de casación estarán a cargo


de la entidad recurrente y a favor del opositor. Se fijan las
agencias en derecho en la suma $9.400.000, que se incluirá
en la liquidación que el juez de primera instancia haga, con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 366 del CGP.

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XIII. RECURSO DE CASACIÓN (DIEGO SALAZAR


GIRALDO)

Interpuesto por el demandante, concedido por el


Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver.

XIV. ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Pretende que la Sala «case parcialmente» la sentencia


del Tribunal en cuanto a los numerales 1°, 2°, 3° y 4° que
no accedió a la totalidad de las pretensiones en la forma
pedida en la demanda, en especial la inclusión de los
abonos realizados en su cuenta de nómina, para que, en
sede de instancia, además de revocar la decisión inicial y
declarar no probadas las excepciones propuestas, condene
a reliquidar las prestaciones sociales, las vacaciones, los
aportes a seguridad social, la indemnización moratoria,
debiendo incluir como salario lo recibido como bono Sodexo
Pass y los demás montos consignados en su cuenta de
nómina, de acuerdo con las pretensiones 5°, 6° y 7° y
disponiendo sobre las costas lo que corresponda (f.° 3 de la
demanda de casación de Diego Salazar Giraldo del
cuaderno digital de la Corte).

Con tal propósito, formula un cargo, por la causal


primera de casación, el cual fue replicado y se estudia a
continuación.

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XV. CARGO ÚNICO

Endilga la providencia del ad quem por la vía indirecta,


en la modalidad de aplicación indebida de «los artículos 127
y 128 del Código Sustantivo del Trabajo, modificados
respectivamente por los artículos 14 y 15 de la Ley 50 de
1990, y el artículo 53 de la Constitución Política de
Colombia».

Presenta como errores protuberantes de hecho, los


siguientes:

No dar por demostrado, estándolo, que el demandante recibió


pagos habituales constitutivos de salario al ser contraprestación
directa de los servicios prestados por él a favor de la empresa
demandada

No dar por demostrado, estándolo, que el demandante además


de los bonos Sodexo, recibió pagos habituales por parte de la
empresa demandada como contraprestación de los servicios
prestados por él, sin que ello fuera desvirtuado por la parte
demandada.

No dar por probado, estándolo, que la demandada no logró


desvirtuar la naturaleza salarial de los pagos habituales
recibidos por parte del demandante en su cuenta de nómina de
empleado.

Lo preliminar por la no apreciación del elenco


probatorio que a continuación enlista:

Reporte de consignaciones a cuenta de nómina del demandante


(folio 136 y 137).

Reporte bancario de consignaciones a cuenta de nómina del


demandante por parte de la empresa demandada (folio 138).

Certificado de transacciones a la cuenta de nómina del


demandante por parte de la empresa demandada (folio 139).

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Movimiento de las cuentas de nómina del demandante donde


figuran las consignaciones a su cuenta de nómina por parte de
la empresa demandada, respecto a pagos habituales diferentes
al salario básico mensual (folios 140 a 162).

Confesión de parte proveniente del representante legal de la


demandada Geotech Solutions S. A.

Así como por la indebida valoración de la certificación


de folio 204 del cuaderno principal.

En los fundamentos, sostiene que discrepa de la no


inclusión como factor salarial de las consignaciones
realizadas en la cuenta de nómina de febrero de 2012 a
mayo de 2013.

Señala que:

El error en el cual incurrió el Ad quem consistió en que no da


por demostrado, a pesar de estar demostrado en el expediente,
los pagos habituales constitutivos de salario, so pretexto de no
haberse acordado entre las partes en el contrato de trabajo el
pago de comisiones a favor del demandante, y he aquí el yerro
evidente, pues de haber siquiera valorado las pruebas
calificadas antes referenciadas, hubiera concluido que las
mismas constituyen salario.

Pues, resulta totalmente desacertada la no valoración


probatoria por parte del Ad quem, habida cuenta que en el
plenario a folios 136, 137, 138 y 139, obra relación de los pagos
habituales cancelados por la demandada a favor de mi
representado, de los cuales no se desvirtuó su connotación
salarial

Esgrime que esta Corporación tiene adoctrinado que


los ingresos que perciba el trabajador son salario, a menos
que se demuestra una destinación especifica, como se dijo
en providencia CSJ SL5159-2018, que cita.

Arguye que en ese sentido:

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[…] se observan pagos durante los meses de julio, agosto,


septiembre y octubre de 2012; así como también pagos
habituales en su cuenta de nómina de empleado durante los
meses de febrero, marzo, abril y mayo del año 2012, y
finalmente en los meses de enero, febrero, marzo, abril y mayo
del año 2013.

No puede soslayarse que la relación laboral existente entre


empleador y trabajador se fundamenta en la retribución y/o
pago que este recibe por parte de aquel, como consecuencia de
los servicios que le presta de manera personal bajo continua
subordinación. Valga decir, si bien es cierto el empleador por
mera liberalidad puede reconocer pagos o emolumentos a favor
del trabajador; cuando ello se hace, destaca por el hecho de
tratarse de un evento ocasional, pero no recurrente, tal como ha
acontecido en el presente caso.

Insiste que las pruebas documentales enunciadas


(folios 136 a 139, cuaderno principal), dan cuenta «no de un
pago esporádico», sino habitual generado por la única
relación que lo ligaba a la empresa accionada, de tal suerte
que dicho rubros del 2012 y el 2013, bajo el criterio de la
habitualidad, constituyen salario, sin perjuicio del hecho
que las parte no hayan acordado en el contrato el pago de
sumas bajo la denominación de «comisiones», para lo que
acude a las sentencias «30547 del 2009» y CSJ SL, 16 may.
2018, rad. 639388, que reproduce.

Puntualiza que los medios de folios 136 a 139 del


cuaderno principal evidencian los movimientos de la cuenta
de nómina, que obra a folios 140 a 162 ibidem, por lo que
no existe lugar a dudas que la demandada realizó
desembolsos a su favor así:

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Resalta que, en el interrogatorio de parte, el


representante legal de la accionada se limitó a expresar, en
cuanto a la naturaleza, origen y causa de los desembolsos
realizados, que «no era el tesorero de la empresa y, por ende,
desconocía la naturaleza de dichos pagos», por lo que
cuestiona «¿entonces quién está llamado a conocer la
naturaleza de los pagos realizados?». Discurre que con tal
prueba no se logró derrumbar la esencia salarial de
aquellos.

Frente a la documental indebidamente apreciada, dice


que el colegiado concluyó que por provenir de un tercero
ajeno al proceso no podía tenerla en cuenta, pero que, si
bien es cierto no acredita que devengaba el salario allí
indicado, también lo es que no «es un medio que desvirtúe o
liquide la naturaleza salarial de los pagos habituales de
febrero de 2012 y mayo de 2013, de conformidad con los
elementos no valorados y que obraba a folios 136 a 139 del
cuaderno principal, lo que se ve reflejado en los movimientos
de nómina de folios 140 a 162 ibidem» (f.° 3 a 9 de la

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demanda de casación de Diego Salazar Giraldo del


cuaderno digital de la Corte).

XVI. RÉPLICA

Aduce que el recurrente denuncia algunas pruebas


como no apreciadas, cuando en realidad fueron valoradas
por el ad quem. Señala que la decisión es correcta en lo que
compete a las «comisiones» pretendidas por el recurrente, ya
que quedó demostrado que no se pagaron (f.° 1 y 2 del
documento de réplica de Geotech Solutions S. A. del
cuaderno digital de la Corte).

XVII. CONSIDERACIONES

Este órgano de cierre en varias oportunidades ha dicho


que este medio de impugnación no le otorga competencia
para juzgar el pleito a fin de resolver a cuál de los litigantes
le asiste la razón, habida cuenta que la labor de la Corte,
siempre que el recurrente sepa plantear la acusación, se li-
mita a enjuiciar la sentencia con el objeto de establecer si el
juez de apelaciones, al dictarla, observó las normas jurídi-
cas que estaba obligado a aplicar, para dirimir rectamente
el conflicto (CSJ SL14055-2016, reiterada en CSJ SL10092-
2017).

No obstante, en el examine, la acusación presenta fa-


lencias de orden técnico, como se detalla a continuación:

1. La censura acusa la no valoración de la siguiente

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documental: a) los reportes de consignaciones a la cuenta


de nómina (f.° 136, 137 y 138, cuaderno principal); b) el
certificado de transacciones a la cuenta de nómina del de-
mandante por parte de la empresa demandada (f.° 139, ibi-
dem) y, c) el «movimiento de las cuentas de nómina […] donde
figuran las consignaciones a su cuenta de nómina por parte
de la empresa demandada, respecto a pagos habituales dife-
rentes al salario básico mensual (f.°140 a 162, ibidem)».

Sin embargo, aunque el censor no discrimina quién


emitió tales medios de convicción, al revisar los mismos en
las ubicaciones aludidas, se avizora que son legajos de terce-
ros, que proviene de las entidades bancarias Davivienda y AV
Villas, sin signos de que fueron suscritos o recibidos por al-
guno de las partes en litigio, por lo que no son calificados en
casación, ya que, de conformidad con el artículo 7º de la Ley
16 de 1969, éstos corresponden al documento auténtico, la
confesión judicial y la inspección judicial.

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En ese orden, le está vedada a la Corte su estudio para


establecer un eventual error, pues recibe el mismo
tratamiento de una testimonial, salvo que se acredite un
yerro con una que si tenga tal naturaleza (CSJ SL2644-
2016, reiterada en CSJ SL2041-2020), lo que no ocurrió en
el caso objeto de estudio.

2. Incluso, los que reposan a folios 140 a 144 ibidem,


solo registran en el borde superior izquierdo «saldos y
movimientos – banco AV Villas» y carecen de firma de su
autor o de logotipo, marca, sello o algún carácter que dé
certeza de su emisor, por lo que no se encuentra alguna
característica que permita constatar su autenticidad (CSJ
SL14236-2015, citada en CSJ SL2744-2022).

Así que por tampoco se circunscribe en la categoría de


hábiles, pues, conforme al artículo 244 del CGP, aplicable
en el sub lite por remisión del 145 del CPTSS, un
instrumento es auténtico «cuando existe certeza sobre la
persona que lo ha elaborado, manuscrito, firmado, o cuando
exista certeza respecto de la persona a quien se atribuya el
documento».

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3. En cuanto al interrogatorio de parte del


representante legal de la accionada, es de precisar que no
es elemento calificado en casación, a menos que se tipifique
confesión, de conformidad con el artículo 195 del CPC, hoy
191 del CGP y la providencia CSJ SL, 29 jul. 2008, rad.
32044, reiterada en la CSJ SL3543-2019, lo que no se
demostró en la acusación, pues el censor alude que aquél
se limitó a expresar que no era el tesorero de la empresa y
desconocía la naturaleza de dichos pagos; aserciones que
no tiene la connotación requerida, en los términos del
artículo 191 del CGP, aplicable por analogía del 145 del
CPTSS, toda vez que no versa «sobre hechos que produzcan
consecuencias jurídicas adversas al confesante y que
favorezcan a la parte contraria», ya que de lo dicho no se
desliga que los desembolsos bajo el título de «comisiones»
eran salariales.

4. Además, no se puede obviar que es deber del


impugnante atacar todas las pruebas que sirvieron de
soporte al fallo del juez colegiado, aun cuando no sean
calificadas (CSJ SL, 17 jun. 2008, rad. 31615, reiterada en
CSJ SL5260-2019 y CSJ SL3420-2020).

Sin embargo, en el caso de estudio se dejó libre de


cuestionamiento el contrato de trabajo, los Correos
Electrónicos del 3 de mayo de 2012 y del 18 de abril del
mismo año, así como el testimonio de Jorge Eliecer
Sandoval Altamar.

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5. Y aunque sí enlistó como mal valorada la


certificación de folio 204 del cuaderno principal, que fue
analizada por el ad quem, no estructuró argumento alguno
enfocado a evidenciar dicho yerro apreciativo, ya que ni
siquiera adujo qué acredita la prueba, tampoco en qué
consistía la equivocada valoración, ni tampoco confrontó tal
ejercicio con la conclusión del colegiado (CSJ SL4800-
2019), pues se limitó a aseverar que:

[…] si bien es cierto, no acredita que el actor devenga el salario


que allí indica, tal como lo indicó el a quem(sic), no es menos
cierto que tampoco sea un medio de prueba que desvirtúe o
liquide la naturaleza salarial de los pagos que de manera
habitual recibió el demandante durante el periodo comprendido
entre febrero de 2012 y mayo de 2013

Con lo que dejó por fuera de cualquier embate lo


argüido por el operador judicial de tal elemento de
convicción, sobre que fue una constancia expedida por el
gerente general de la UNIR, que reflejaba que el actor
percibió unas «comisiones» hasta el 30 de junio de 2012,
pero no podía concluir que aquellas se hubiesen devengado
por la accionada, ya que eran empresas diferentes, es decir,
una vinculación laboral ajena a la del sub lite.

6. En suma, la Sala no puede pasar por alto que se


vulnera absolutamente la exégesis requerida cuando se
acude a este recurso extraordinario, ya que los argumentos
son propios de una defensa en instancias, para obtener la
inclusión de los rubros en su liquidación, como cuando
sostiene:

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a) Al referirse al interrogatorio de parte de la acciona-


da, que «¿entonces quién está llamado a conocer la naturale-
za de los pagos realizados?» en vez de, como se indicó con
antelación, acreditar cuál fue la confesión que soslayó el co-
legiado, con incidencia en la decisión.

b) Que la documental indebidamente apreciada, esto


es, la certificación de folio 204 del cuaderno principal, no es
un medio de prueba que desvirtué la naturaleza salarial de
los pagos.

Fundamento último con el que, además, a través del


recurso extraordinario, de manera desacertada, pretende rea-
brir el debate y cuestionar las conclusiones fácticas del ad
quem, obviando que los operados judiciales cuentan con la
facultad de valorar libremente la prueba, haciendo uso de las
reglas de la sana crítica, como se indicó en sentencias CSJ
SL1982-2020 y CSJ SL3596-2020.

Se debe memorar que, como se dijo en proveído CSJ


SL454-2021, «la labor del recurrente se debe centrar en de-
mostrar la existencia de algún error de hecho protuberante y
manifiesto, derivado de la falta de apreciación o la inadecua-
da valoración de alguna de las pruebas calificadas estableci-
das legalmente», más no exclusivamente sostener «que no ha-
bía prueba de los supuestos de hecho discutidos en el proce-
so, pues ese es uno de los alegatos típico y característico de
las instancias».
Con todo, si se omitieran los yerros aludidos, cuya mag-
nitud no es minúscula y se procediera al estudio de los me-

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dios atacados como no valorados, que fue en los que el cargo


dirigió algún esfuerzo a evidenciar un yerro, pese a que son
legajos de terceros y se excluyeran el interrogatorio de parte
por no contener confesión y la certificación de folio 204 del
cuaderno principal ante la ausencia de argumento alguno
que acredite falencia del ad quem y de una u otra forma ha-
bilite a esta Corte a descender en ella, su análisis en nada
lleva a evidenciar un yerro de connotación evidente, protube-
rante y manifiesto para lograr quebrar la decisión de segundo
grado, por lo siguiente:

a) El Correo Electrónico del 26 de junio del 2014 (f.° 136


y 137 del cuaderno principal), que el censor titula como «re-
porte de consignaciones a cuenta de nómina del demandante»,
expedido por el señor Diego Felipe García Vásquez en calidad
de analista II del departamento de operaciones electrónicas
de Davivienda, aluden a unas transacciones a la Cuenta n.°
26270063808 en julio, agosto, septiembre y noviembre del
2012 originadas por «Grupo Empresaria Unir de Colombia», lo
que refleja que tales pagos se generaron por una entidad di-
ferente a la aquí, hoy demandada y, además, se carece del
convencimiento y del conocimiento con el grado necesario de
certeza, que dicha cuenta corresponda al demandante, pues
de tal medio de convicción no se puede derivar ello.

b) El reporte bancario emitido por banco Av Villas (f.°


folio 138, ibidem), constata que se ejecutaron unas operacio-
nes bancarias de la cuenta de origen a nombre de Geotech
Solutions S. A, con destino a la Cuenta 806-839275, en fe-
brero, marzo, abril y mayo del 2012, inscritas como «crédito

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proveedores», mientras que de la certificación de folio 139 ibi-


dem, expedida por la misma entidad bancaria, también se re-
gistran movimientos entre las mismas cuentas de origen y
destino, registradas como «crédito proveedor»; medios de los
que tampoco se tiene la convicción suficiente de que la cuen-
ta de destino corresponda al accionante, ni de la naturaleza
del rubro.

c) Los movimientos de cuentas visibles a folios 140 a


144 ibidem, como se dijo en casación, no se encuentran sus-
critos y aunque esta Corte ha dicho en sentencia CSJ
SL14236-2015 que la firma no es el único medio para tener
conciencia de quien emitió o creo un pliego, «ya que existen
otros que también ofrecen seguridad acerca de la persona que
ha creado un documento», tales como «la conducta procesal de
las partes, sus afirmaciones, los signos de individualización
de la prueba (marcas, improntas y otros signos físicos, digita-
les o electrónicos)», lo cierto es que en este caso se carece de
elemento característico alguno que de certeza de su autoría,
por lo que no resulta equivocado, menos con condición de
protuberante, no otorgar eficacia probatorio a pruebas de las
que se desconoce su autenticidad.

Ahora, aquellos que reposan de folios 144 a 154 y 160


a 162 ibidem del banco AV Villas registran movimientos ban-
carios, sin que se detalle en la descripción de algunos desem-
bolsos qué entidad efectuó los mismos, pues, por ejemplo,
puntualiza «CRE PAGO NÓMINA NOVD AUTOM SISTEMAS»;
información requerida para poder, a lo sumo, adjudicar los
pagos aludidos al demandado, máxime que, como se vio en

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pruebas previas, se efectuaron algunas cancelaciones por


parte de la entidad UNIR.

Lo mismo sucede con aquella documental de folios 156


a 159 ibidem que proviene del banco Davivienda, en el que
en la casilla denominada clase de movimiento se registra,
verbigracia, «abono en cuenta por pago de nómina», sin que se
observen pagos adicionales al respecto, por lo menos, sobre
las aludidas «comisiones» del actor en su calidad de director
comercial, así:

Entonces, la ausencia de estudio de los elementos alu-


didos, en nada conduce a acreditar algún yerro manifiesto de
hecho endilgado, dado que «para que se configure es indis-
pensable que su existencia aparezca notoria, protuberante  y
manifiesta» (CSJ SL3721-2020).
 
En consecuencia, por las falencias de técnica aludidas,
el cargo se desestima.
Las costas en el recurso de casación estarán en cabeza
del demandante recurrente y a favor de la opositora. Se
fijan las agencias en derecho en la suma $4.700.000, que se

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incluirá en la liquidación que el juez de primera instancia


haga, con arreglo a lo dispuesto en el artículo 366 del CGP.

XVIII. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO
CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, el
veintiuno (21) de noviembre de dos mil dieciocho (2018),
dentro del proceso ordinario laboral seguido por DIEGO
SALAZAR GIRALDO contra GEOTECH SOLUTIONS S. A.

Costas en el recurso extraordinario como se dijo en las


consideraciones

Notifíquese, publíquese, cúmplase y devuélvase el


expediente al Tribunal de origen.

SANTANDER RAFAEL BRITO CUADRADO

CECILIA MARGARITA DURÁN UJUETA

CARLOS ARTURO GUARÍN JURADO

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