STAMMBAUM DER FAMILIE MOZART
Kura
ab Deals Mopar
Girahaa di sigo VIL
Aubin
Gagan
4 Alok etien
dele fata Moped
Aging,
Cate de Mar
VIDA DE WOLFGANG AMADEUS En aquella primavera de 1770, los napolitanos se
MOZART
«Mi qu
Te racgo que me ¢
Dime cdmo esti nuestro canario. Canta todavia?
Silba aun? .
Componia entonces el Ascavio en Albi. BLT de
‘octubre, se representa el Ascasio, con motivo de la
boda del archiduque Fernando U1 de Austria, El
texto es de Parini, El teatro esta, nataralmente, aba~
rrotado. El pablico aplaude, en pie, y el entusiasmo
ha invadido la sala; deste la platea y desde los
ppalcos, se grita: «jMagnifico, Maest-oln. Se pide a
‘gritos que se repitan alpunas Arias. La partitura le
a llevade, en total, doce dias de abajo. EL ef
lebre Hasse, que asiste a la eepresontacion, ba excl
mado con intuicion profética: «Este muchacho nos
eclipses a todos!
Ea el otofio de 1772, Wolfgang esta por tercera
vyex cn Milan, componiendo el Lato Sila: «Cuando
recibas e:ta carts mia, querida hermans, esa misma
noche, querida hermana, estara en escena mi obra
Piensa en mi, quecida hermana... Maiiana comemos
con ef sefior Mayer, gy sabes por qué? ;Adivinal
Porque nos ha invitado... por Talia, La sefora Ana
Maris escxtbe a Leopoldo al pie de ana earta de st
Hijo: «Querido esposo, mira como Wolt
siempre pronto a cn
femiento auevo. Es clet
incomparable, pero no
f propo ines
ha ido a comer, porque n0 q
pend.
Fsta ver, Leopoldo incerviene
mista, repr
ito» rodeado
n energia. Amo
Wolfgang debe
tu corizén a todo el
‘ellb_y espontineo, concede
feonfianzas», critica el padre. Y subraya, entre lepi
dhtio y grandilocuente: «jSal iamediatamente para
140
Manakeim, sobre la mesa de Mozart se mez
les eartas del padre con las hojas de
ia que Wolfgang esti eseribiendo pac
reaparecen. im:
de lk infaneia jamas olvidada:
canturreaba Wolfgang para hacer rei
Y después,
viejo, te encerearé en und caja con tapa de cristal4 nteriee
Prtirs del ion XVI. Nagas
Mane Navisnel de Son Martin,
Paley beta Ace
ru Manin
alee Ie sre Aaron
Caen fa Marea te Aree
nats defender del nr, y te tend siempre con
Fintre Aloysia y Leopoldo, ha veneido Leopoldo.
Wolfgang y su madce dejarin Mannieim, elt! de
marzo de 1778, von destino a Pati
Ten realidad, Leopelde no soda deseaminada at
Siltcrgs Wolfging sw ba conetghids gina come
Experienclas.interesanes, ‘sy peto. pocis. cosas
corte alguna, ni muches ganinetas... F113 de ne
iemine de 1777 «seribia desde Manohein: «Ayer
It ate al cegeld dd Dennen Como! me wa
gintba, no era incro, sino un rcloj de oro. Fa
Iojess estoy decitido s que ine pongan doe bolellos
de teloj en cals pantalon, Cuando vaya a visitar 4
bos grandes sefores, levaré sempre bien visibles
dos telojes, para que a nadie se le oeutra ase
Manges na Pasty Rcron aor he cute, OL
gado a dar clases» aluminos tan ricos de blasones
Cea ‘pobtes de lente, se vio, acount, obligaco,
ie
prctexto, sc ibun retried, Unt ver el duqne de
Gaines llega al extremo de encnogar a su. gober
nents que tae del precio de las leectones, y Mowat,
ecco de Wir decd Me doa
Jos alemaines, gPor qué no hay nunca vn frances
oper de eres un gran obra aoe qué Henen ue
recureie sermpce a los extranetos? Bueno, sie. os
ee eee Lac
no hublemos de su engi, tan «perry para el cao
2 veces, a reclemar los’ pagos que, con
iQue cesastre! ZY sus eantantes? (Por favor, no
gamos que cantan! ;Adllan, ladan a vor en ge
haciendo gorgoritos con la nariz y con las ar
dalas!>,
Fr evidente que Ia incomprensiin de los 9
slenses hacia su genio lo exasperaba: «Estos
tapidos Granceses piensan que toulavia tengo si
aftos, como Ia primera vex que me vieror.. pi
que no me provoquen, porque sabré defendert
[Si se puede evitar la discusidn, eanto mejor, por
ho me gusta pelearme eon enanes!»
in Paris se necesitaba, pura haeer carrera
espalda facil a Ins. reverencins. "Todavia el 37
julio de 1778, escribia a Leopoldo et baron Grim
sEs excesivamente cindido, poco activo, demasia
indefenso... En esta ciudad, si se quiete hacer
trera, hay que ser emprendedores y audaces...
una palabra, todas las puertas eatin eerradas, Cuan
el 3 de julio de 1778, muere su madre y se que
solo en Paris, Leopoldo se apeesura a Hamarlos e
vencido ya de que en Francia no hay nada que hae
espera que el hijo, una vez en familia y al servi
de la Corte, pueda ganar Io suliciente para pay
las deuce ms urgentes,contaldas en i ela
de aquel viaje, Como siempre, Wolfgang acata
voluntad paterna, aunque no muy a gusto, pues
cacla etapa del viaje de represo le eseribe carts
solaclas: «..La perspectiva de volver a la Conte
llena de angustis, No vaya a creer el arzobispo 4
puede venirme con fanfurronadas como acostumb
porqae vi a conseguir que lo deje phantadon.s
Lego a Salzburgo, a peimeros de enero de 17
La ciudad, muda bajo la nieve, entcistece mis &
su eoraz6n, Es el final de un’ sueio. Lejanos |
Viajes triuatales, ln cida Italia canora, las espera
de us Paris acogedor, tiene que declacarse derrotac
Poens dias después, escribiri a Colloredo pidiénd
le que lo admita como organista en su Corte
«Un rayo de soly.—Mozart permanece al x
vicio del arzobispo, con grandes esfuercos Fi
delicado, sensible, sutil en el espiritu y en la ia
ligencia, Wolfgang odia, sobre todo, la vulgarida
en Viena, a donde se ha trasladado ‘iguiendo a G
lloredo, és tratado como un siervo y s ve obliga
a sentarse 4 la mesa con gente vulgar, que se abind
fa a bromas de un gusto més que dudose, Sus m
mas dotes como cortesano son muy escisas; Va
vee al aezobispo, s6lo cuando le es absolutamente
dispensable, y Colloredo, naturalmente, se ds cue
tu de ello. Ast se ball: la sitacidn cuando, el 9
mayo de 1781, Mozart recibe orden del arsobig
de rogresar inmediztamente s Salaburgo, eon er
ce jo Mozact retrasa le putida con:
pretexto de que ciertos compromises le obligan
permanecer algunos dias mis en Viena, La razon
otra: en Viena ha vuclo a encontrar a la fan
Weber. Nioysia, casadt con un til Lange, na le:
ain del todo indifcrente, «Comprendy que 6 t
bien para mi —eserihe por agpellos dias— que s
marido sea terriblemente celoso y no la dee ie
ninguna parte, pot lo que tengo may pots ocasi
nes de verl..s. Entre tanto, en su corzin hie
menzado a naver algo respecco 4 la Kerman Con
tanza, menos brillarte que Aloysia, pero mucho m
tierna y dulce.Desgricindamente, el arzobispo, que es un tipo
cobstinado, epremia: «Bueno, jovencito, ceusndo nos
yamos?».
‘Al sjovencito» se le ocurre Ia pésima idea de
alegar que le ha sido imposible encontrar sitio en
fa diligencia, porque de lo conuario ya se babsfa
ido. A decis verdad, In excusa era muy dédil, y
Colloredo, que estima que se esti burlando de el,
replica sin poder contenerse, acusindolo de mal
gastar el tiempo, de ser an mal sesvidor que apro-
Yechs cualquier excuse para sustraerse a sus deberes,
Wolfgang, tranquilo, comta: «Entonces, Sa Alteza
no esta contento conmigo?
Es como echar aceite al fuego; Hieron:
tala: «No quiere amenazarme este cretino?
bien, ahi esti la puerta, si, ahi esti! jNo quiero saber
Drs vies de Vien
(Grates det sls XVISE
Bibhonce Navional Avsriae
sada ni tener nada que ver eon este miserable!
«Ni yo con vos, tanguilizaoss, es la temeraria
respuesta de Mozart. EI arzobispo lo despide in-
mediatamente y con los términos mis explicitos:
«Entonces, jfuers!, jfueral. Morart, entonces, le
anunela que al dia siguiente Je enviart uns carta
comunicindole ex dimivi6n, El pobee Leopoldo su-
plicari iattilmente 2 Mozart que presente sus. €x-
casas, con el fia de poder contar con su_precioso
sueldo, que ya asciende a 500 florines... Esta vez,
Morart ¢s irreductible Vuelve varias veces a lt
Corte, pero sélo para ver al conde Arco, personaje
importante del séquito de Colloredo, al que quiere
cnitegar la carta de dimaision para el arzobispo.
El conde lo rechaza y Wolfgang vuelve 2 lt
carga. Hasta que, un buen dia, vista 12 insistencia
de Mozart, que probablemente, como siempre, ea
rece de tacto y diplomacia, la paciencia de Arco se
acaba del todo, y el pobre Wolfgang se ve obligado
2 talie precipitadamente de la sala, con la impronta
del clegante zaparo del conde en los pantalones..
No se equivocaba el maestro Kozcluch, cuando,tun mes después, se negaba a sustituir 2 Mozart en’
la Corte de Saleburgo, declasando:
«Mle detiene, sobre todo, lo sucedido a Mozart
Si se despide de esa forma 2 un hombre asf, equé
puedo esperar yo?
Por mucho que lo sienta Leopoldo, Ia ruptura con
el arzobigpo es, en realidad, una suerte para Wolt
ang, quien ha recobrado la libertad y puede dedi-
carse exclusivamente a componer. Escribie musica
es su vocacién, su pasion mie fuerte. «La misica es
en mi un don de Dios»; de esta conciencia de Ia
propia dignidad de artista, se deriva su decidida
‘oposicién al arribismo y a las intrigas cortesanas, y
tambien su desenvoltura frente a los «grandes», que
tantas veces dejé estupefactoe a sus contempord:
cos. «MMajestad, he colocado todas las notas. que
se necesitabany, responde «ranguilamente al empera-
dor José TI, que encontraba demasiado cargada de
aotas un Aria del Rapio en ef Serrallo. Nun cuando
José I aprecia sas dotes, no se decide 4 ofrecerle
tun puesto en la Corte, y Mozart escribe a su padees
«A ningin rey servirfa con tanto gusto como a nues-
a pri de Wolfgeny lmadem Mozart
etrata a pln, dil ale XV IL. sugsings, Cate de Mego
ls certo, los dos vamos de acverdo, porque
tumbidn ela es un tanvo male: juntos, aes burlamas de los ots,
esto esmuy divertco.» (ee cara W. Amadis Mezer)
tro emperidor, pero nunca estaré dispuesto a
mendigar un empleo», Esto supone tenet que de-
dicarse 4 In posits tatea de dat chees de plano si
quiere mantener a Ia familia,
Wolfgang tiene ya una casa el 4 de agosto de
1782, se ha easado con Constanza Weber, una m=
chacha mas bien sencilla, que nunea tendri una
conciencia exacta de la grandeza de su maside, Los
lune un sentimiento tranquilo, hecho de cilida ter-
ura, sin pasiones y sin exaltaciones intclectuales.
Los ‘primeros afios de su matrimonio en Viena
transcurren despreocupados y felices. Mozart com-
pone, da mumerosos concierios, atraviesa un periods
de sereno equilibrio,
Cada dia es mas popular, y sus ciusticas respues-
tas, sus famosas «phisanteries», sus. distracciones
hhacen de ¢l un petsonaje curioso, querido de los
vieneses, Se coments entre soarisas la seca zespucsta
dada al pianista Kozchuich, en defensa de Ia misica
de Haydn, Criticando un Cuarteto del gran Franz
Joseph, Koseluch habia exclmade: «Jamis ee
cribiria’ una cosa semejanteln. Y Mozart postillo:
¥meee — | P 5) as = E
Am EBBVins
#1 Casi de Seboeabrann
(Creiada del silo XVI
Viena,
Bible Nacional Aastra
«iTampoco yo! Y, gsabe por qué? Porque ni usted
niyo Setiamos capacess. Se comenta
también cc,
una vez, en Berlin, durante la representacion del
Rapto en ef Serratia, revolucion’ toda el teatro. Du.
rante cl Aria en re mayor de Pedrilio, el segundo
violin tea reperidas veces un re sostenice, en lngar
del re natural. «(Por todos los diablos! —grita Mo:
zart desde su bntaca de platea—, equiere tocar, de
una vez, ol re justo?», También se han hecho fa
mosis, én los salones, sus sitiras a los alardes de
lis eprimedonne» de la Opera italiana; sentado al
piano, improvisa misicas y letras, aclornando el texto
nguides «(Qh suerte... yo tiem:
‘oh, dulce aertel..
con angustiosos
blo... me agoto,
y nadie puede permancver serio cn el auditorio,
Hi piiblico ha aprendido a estimarle y goza de un
gran prestigio. Leopoldo, que
febrero de 1785, coment
do 4 visitarlo en
asi uno de sus triunfo,
en una carta a Nanaet!: «Tu hermano ha tocado en
lh Opera aquel concierto en si hemol que com-
puso el dia del traslado (ii). Yo estab situado en
tun buen palen, desde donde pude seguirla tadas una
cosa tan maravillosa, que las lagrimas me saltaban
alos ojos. Cuando Wolter! dejé el atril, elemperador
Zito cl
‘i
fico, Mozart!>. Los aplausos no terminakan nusess,
mbreso para felicitarle y le grit: «| Magni
Sor las aleimas alegrias para Leopolda, que regresa
a Salzburgo en abril. Dos anos despues, el 9 de mayo
de 1787, morfa sin haber vuelto a ver a Wolfgang.
En maya de 1786, el estreno Bodas de Fi
gore Fae una apoteotis. Et la a representa
ion, el emperador prohibié las tepeticiones, para
que los vieneses pudieran volver a sas cas
del alba, «No olvidaré nunca el costro del pequeno
Mozart cireundado por los fulgores del genio es
cribe un amigo del maestro, el tenor itlandés Mi
chael K Es imposible describirlo, como es
imposible pintar un rayo de soln.
La noche del 29 de actabre del mismo ado, Mo.
zart esti de nuevo en Praga, para el estreno de Dor
Jue; ba terminado de escribir la Obertura de la
Opera, aguella mismz mafana, a las siete
El éxito es estrepitose. A cu regreso « Viena, el
emperador José le ofrece el puesto de «compositor
de Su Majestads, que habia quedado vacante, a la
muerte de Gluck.
«La verdadei
sélo un breve pat
puramente nominal, no se le encarga nada imporcan
te nj se le ofsece ocasion de expresarse. Sopor
mulentias puede; pero, un buen dia, rechaza desde
Aosamente el sueldo y se lo devuelve al emperador
con este breve mensije: «Demasiado para lo que
meta». —Parccta In felicidad y era
esis. Su mision en la Corte es
Wagon
Moser
tie Epi di
,
a gh
hag
CoeTigo; demasiado poco para lo que podria hacer»
Yiielve a la lucha por ke viela de cade dia, Los al-
Himos afo: dejarin en su rostro las sefiales cel
frimiento. Este eterna nino, enamorado
gk Ia soniisa, de la medida y de Ia atmonfa, ene
Amigo de todo exceso, de todo énfasis, de tod mer.
Guindad que empafie la limpidez de su estro sereno
css bins cel Oley mused,
“Ye acosad por lis preocupaci
mele muerte que se ensaiia cor
Uiittincate, por Ia eafecreda
Tnismo y que le consume lentamente, Los hijos que
IGnstanza le da van cayendo, uno a uno, todavia
en pales, ala tumba, y Mozart no encuentra eon-
leva control alguno
§ y contrac deudas sobee
eeailas, que terminan por convertirse en una idea
jay en cwsa de constantes preacupaciones.
{Gausan una pena profinda sus cartae a Puchborg,
amigo al que tiene que recursir continuamente
Ihusca de présiainos. «Tiene razon, quctide ami
1B6 62 159 honsarme con una respnes'a; mi indis
Grecion es excesiva... «Le miego cons
} puede stearme dle esta momentinea