Ymdad 2 I
Escritos PsicoANAaLiticos
SOBRE
Marta B, Vion
Jost BaRRIONUEVO
Vexonica C. Vion
Boiudeba
2c capCapitulo 7
‘SEXUALIDAD E IDENTIDAD DE GENERO
EN LA ADOLESCENCIA.
EL CONCEPTO DE SEXUALIDAD COMO SISTEMA VINCULAR
Verénica Vega
Fl peiccansliss, tl como Freud lo concibi6, es una tearla sobre la
sexualidad ert la sociedad humana. Desde los inicios, Freud asim la
sexalidad «otras necesidades fisiol6gicas tales como la respiracié, la
alimentacién y ls exerecién (Freud, 1895, 1905). En 1905, Freud dife-
rencia sexualidad de genitalidad e introduce un coneepto revolucio-
nario: Ia existencia de una sexualidad infantil. Ast, inscribe a lasexua-
lidad en una dimensién evolutiva al considerarla una linea de desarco-
llo que va desde la nifiez hacia la adultes (Freud, 1905, 1908 [1907)).
Basado en la idea de una bisexualidad originaria tanto pars la
anazornfa cotno para lo pstquico (el complejo de Edipo es completo:
positivo y negativo en ambos sexos) a sexualidad infantil freudiana
se conctbe idéntica en nifios ynifias vse caracterica por la posibilided-
de hellar Ia satisfaccién en la estimulacién de determinadss zonas.
etogenas imperantes segin la fase evolutiva que elfla nito/a osté
atraverando (boca, ano, pene o clitoris). Ast, Ia sexualidad en ln
teorfa freudiana se despliega en una dimensisn en la cual la meta es
doble: la consecucidn del placer y la pornetuacién de la especie a
partir de la procteacién, meta que sélo-se despliega tras la segunda
oleada de la sexualidad: la adolescencia
151Escaros PStCoANALINOOSSOERE ADOLESCENCHA
Talcomelohan demostrado Spite (1965) yMahler (1957) entre
‘tos 1os primeros 36 meses de vida del nifio son cnuciales en cuanto
iquisicidn de ciercos pilares de la pers
ima, independencia, autonomfa). El individuc
jualmente desde una fase de autism normal ysimbiosis propia
de'los primeros meses de vida, pasando por la posibilidad gradual de
difere lel de la mosricidad y.la palabra, hasta
quirir sobre el cercer afio de vida una separacién intrapsiquica y
una individuacién endopsfquica (Mahler, 1957). Ahora bien, el se-
undo paso hacia la individuacién definitiva (Blos, 1971) ¢s la ado-
lescencia y tiene como telén d€ fondo la temdtica del duele y el
desarrollo de una identidad sexual y-de.género.
“Cuando Ia excitacién sexual se anuda a un objeto de amor surge
el deseo erdrico que puede manifestarse en fantasfas sexuales. El deseo,
exético arraiga en sf el foco de la eleccién de objeto ¢ incluye a un
objeto en particular, mientras que en la excitacién sexual el objeto es
parcial y primitive” (Kemnberg, 1998). “El deseo erético escenifica
inconscientemente las fantasas y actividades sexuales que simbolizan
las relaciones objetales més tempranas. El estado afectivo entonces
incluye una elacién objetalinternaliza, es decir una represencacién
particular del self en relacién con una representacién particular del
objeto bajo el impacto de determinado matiz afectivo”. Kemberg
(2998) encuentra que en la clinica con pacientes borderline las tender
cias autodestrucivas, automutilantes, se presentan en varias ocaslones
aacompatiadas de una incapacidad para sentir placer sensual yerotismno
dérmico, Estos pacientes no presentanrningén deseo sexual vineulado
‘aun cbjetoni descarga sexual, niplacec masturbatorio y son incapaces
de lograt placer en Jas relaciones sexuales. En su historia se rastrea una
notable ausencia de objeto empético.
El vinculo de roles entre el selfy el objeto, enmarcados por el
afecto correspondiente, se expresa ~por lo general-en una fantastao
en un deseo, La fantasfa inconsciente consiste en unidades de repre-
sentacién del Yo, del objeto y del afecto ligado a ellas. Como se
podré observar, entonces, la sexualidad es intersubjetiva desdeelini-
cio, aun cuando reine el autoerotismo_o cwands_haya.un otro.que
‘epresente al Yo, Para Braunschweig y Fain (1971) la primera relacién
152,
(Captruvo 7: SUALIDADE IBEITIDAD DE OENEROENLA ADOLESCENCIA
de los infarites con la madre determina la capacidad posterior del
nifio o nifia para la excitacién y para el deseo erético.
Juan Carlos Romi (1996) define ala sexualidad como “la capa-
cidad funcional del sexo que abarca toda !a vida del individuo (des-
de el nacimiento hasta la. muerte) y.que tiene por finalidad bdsica el
placer dentro del marco modelador de la estructura social en que.
vive e] individuo” (p. 293). Segdn esta definicién, el concepto de
sexusilidad incluye los tees aspectos enunciados por Freud, en tanto:
Tees aratGimica: “Je capacidad funcional del sexo"/2) es evolutiva
arca toda la vida del individuo (desseel nacimiento hasta la
‘)se hala ligada a la satisfacci6n ya que “tiene por fnali-
sica al placer”. Y agrega un cuarco aspecto fundamental a mi
|individuo", es decirdel concepro de Género que normativiza
idad. Por ende, la séxualidad no ce agots en la dimensi¢n
Gmmica-evolutiva del placer sexual, sino que incluye una.vertien-
tefundamencal relacionada con los valores de una estructura social
qué le enmatca.
La sexualidad en los adolescentes
Desdé el final de la Segunda Guerra Musial, han sucedido
‘nuumerosos cambios socioculturales respecto de las actitudes sexuales
(Coleman y Hendry, 1990, citado par Facio y Batistuta, 2000). Las
relicions sexuales prematrimoniales son aéeptadas, hay mayor tole-
rancia ante los diferentes tipos de comportamiento sexual, el divor-
cio es ings ffecuente, la sexyalidd se televisa, se lee, se escucha, se
publica. A todo allo Coleman (1985) lo denorina una "nueva mo-
ral sexual” y es itidudable que esto ejerce sobre ef mundo de los
adolescentes un efecto en su propia sexualidad (citado por Facio y
Batistuta, 2000).
‘Duranté la adolescencta,lairupcida dela tensién genital hace
esurgit los complejos de Edipo ycastraciGn reprimidos en la latencia
Laaparicién de los caracteres sexuales primacios y secundarios hacen
‘que en esta etapa el cuerpo del vardn y de la mujer se diferencien no,
153scams PatcoANALITIons SOE ADOLESCRICA,
solamente en curantga asfunciones bioldgicas, sino también en cuan
0 a la adquisicign poulacina de una idéntidad relacionada a la idea
de masculinidad}femnineidad. Los adolescentes de ambos sexos-expe-
‘imentan una ruptura dela imagen corporel,aunque en los varones la
aparicién de los caracteres sexuales secundarios {vello, musculatura)
refuerza una identidad masculina yen las mujeres los cambios corpo-
rales dlisminuyen su satisfaccién corporal
Recordemos que la adolescencia es un momento vital de suma
vulnerabilidad, en el cual la sociedad'y el grupo de pares ejercenuna |
fuerve influencia debido al duelo por los padres de la infancia. Ya
Aberastury y Knobel (1970) plantean tres duelos como tareas propias
de la etapa adolescente: 1), el duelo por la identidad bisexual, 2) el
Guelo por el cuerpo de la infancia y 3) el duelo por los adres de fa
infancia. Tal como se advierte, estos tes duelos se unen al final del
camino en el concepto de identidad de género. La diferencia entre
géneros indica que, a partir de le adolescencia, los eaminos de los
jovenes y de las muchachas irén en distintos sentides. Al respacto,
Facio y Batistuta (2000) concluyeron, tras una investigacién empfei-
can la Argentina, que "la incidencia del género es tan poderosa ext
el desartolio de las accieudes respecto a sexualidad y pareja que po-
defa decitse que, incluso en los 90, los las adolescentes constituyen,
prcticamente dos poblaciones distintas” (p. 114). 4
Laadolescencia genera en la mujer und serie deansiedadesrespec-
tode le integridad de su cuerpo y de determinadas consecuencias no
deseadas que podria acarrear la satisfaccién del deseo sexual. Esta
época es consicerada por Jacobson (1976) y por Plaut y Hutchinson
(1986) la epoca del desarcollo ms eritiea pare la nitia, en contrapo-
sicign al complejo de eastracin como cispide del conllicto del va
rm en la fase fica. Bsdecir, que xsi como en la fase félica la amenaza
dle castracién hace que el vax6n cema por la incegridad de su cuerpo,
pata las mujeres Ia amenaza a la propia integridad parece situarse
durante la adolescencia, Elhhecho es que la aparicién de las manifes-
taciones sexuales impone [a declinaci6n de eiertos intereses y el sut-
gimiento de nuevas activudes (Stone y Baker, 1939, eitado por Blos,
1971, 16). Lacafda de la omniporencia parental hace surgir, en esta
jeapa, sentimientasde désomparo y soledad. Tanto para el adolescente
134
(Capfruxo 7. SSCUALIDADE IDENTIDAD DEGENEROR LA ADCLESCENCIA
come
ra [a familia es el momento de mayores cambios. En este
‘Tog giuBoe dé’ pares Constituyen el sostén y el.refugio del
adolescente y le permicen ir realizando el [ento duelo por los padces
omnipotentes de la infancia.
El acceso Jo cultural bace de la adolescencia una fase inmersa
en un proceso psicosocial que vartasegin les tiempos. A través de las
Beneraciones, los adolestentes van cambiando en sus manifestacio-
nes y por ello, para conocer el fenémeno adolescente, es necesario
tener en cuenta e] contexto social en el cual se trarisita. Los adoles-
centes de paises deserrollados, con acceso a un sistema educativo ya
una sociedad protectora no tienen la misma realidad ni deben ser
pensados de igual manera que aquellos que pertenecen a zonas carentes,
sin escolaridad y con la necesidad de esumir roles adultos a edades
muy tempranss.
Para Erikson (1968) y Winnicott (1971), el adolescente se in-
serta en [a cultura gradualmente, aunque de hecho viene atravesado
por ella desde antes de su nacimiento. Independizarse
‘emocionalmente de los padres es una ardua tarea para ellos y para los
rmismos padres y, en ocaslones, nose concreta
Sexualidad femenina
Hasta fines de los afics 20, el movimiento psicoanalitico no
tenia una teorta especifica sobre el desarrollo femenino, Se habian
ppropuesto variantes de un complejo de Electa en el que suponfa que
la experiencia de las mujeres era una imagen especular del complejo
de Edipo descripto para loshhombres. sel concepto de fase preedipica
bisexual lo que le permitié a Freud y a Lampl de Groot articular la
‘eorla clésica de la fernineidad.' La fase preedipica plantea la impor
sibilidad de distinguir el desarrollo femenino del inasculino debidoa
Ia bisexualided que la caracteriza. La actividad y la pasividad (como
1. Las eeoris stconnaliteas dela femineidad surpieron ert un debate que cava
lugar en grin pare en el Irtmadanal eursal of Pyshoonalnisy The Pgchaanalise
‘Que a fines de Tos ef 20 4 comiensos de Toe 30.
155scares PSICOMNALINODS SOBRE ADOLESCENEIA
polatidad de la fase anal) son caracterfsticas tancode nifias como de
nifigs y ambos tienen como objeto de arnor ala madre. Esta premise
Gesafiaba por entonces Ia idea de una heterosexualidad posterior, por
fo cual habria que explicar.posteriormente eémo una nifia deviene
en mujer.
Es al explicar la adguisicién de la fernineidad que Freud plan-
tea los conceptos de envidia del pene y castracidn, conceptes que
tanto han enfurecido a las erinistas desde entonces,Pattiendode la
base de unt sexualided infantil masculina para ambos sexos, Freud
(1905) sitda la complejidad del desarrollo sexual fernenino en dos,
cambios: el de zona erégena y el de objeto. El primera se.sivia.en
tomo a la zona genital originalmente dominante
anglogo del pene), en favor de una nueva, zonai.la vagina (Freud,
1905, 1907, 1931) a la que Freud vincula con lana. Elaegundade
nb eto de amor, pasando dela madre al padre.
sido al compleio de
ia quien ciene el
esta teoria, existen para, Freud tres.caminos.en.el desarrolla-dela
sexualidad femenina (Freud, 1951):
73) Apartamienta general de la sexualidad: la mujer angustiada por,
~Aacomparacién de s{ misma con el varén, se torna insacisfecha
con su clitoris, renuncia a su activacién félica y con elloa su
sexualidad en general,
38), Complejo de masculinidad: la mujer se aferra a la masculinidad
‘amenasada, conserva hasta una edad insospechads la esperan-
rade que, a pesat de todo, legard.a tener alguna.vee un pene,
sea parece sr la finalidad de su vida al punto talque la fanca
sfa de ser realmente un hombce dominaa menudo largosperio-
des de su existencia. Este carnino puede desemboear en una
cleceién de objezo maniflescamente homosexual o bien en un
__ carter de tipo masculine.
SPy Actitud ferenina: a mujer desilusionada de su madre recurre
al padre, tomandolo como objeto y esperando de él un pene,
aque luego se transformard en el deseo de un hijo del padie y
156
(Caetrut 7. SEKUALIDAD EIDENTIDAD DE GENERO BLA ADOLESCENCIA
ins tarde en el deseo de un hijo de un sustituto patemo. Sein,
se desprende de esta ceorfa, la actitud femenina y la eleccién,
de objeto en la mujer esté condicionada por el deseo de tener
un hijo (equivalente de un pene).
En la misma linea de Freud (1905), se hallan J. Lampl de Groot
(1927), H. Deutsch (1944) y R. Mack Brunswick (1943), quienes
afirman que la nifia tiene una v ion casi eiclusiva con suma-
de hasta la fase edfpica y que desconoce su vagina como zona de
excitaciGn erégena hasta entrada la pubertad. Para estos autores, la
nifia solo estimula su clitoris y la masturbacién clitoridiana da prue-
bas del cardcter masculino estruccurante en la sexualidad de la nia.
Psicoanalistas como L. Andrea Salomé (1916) yJ. André (1995) se
dedican a estuciat la teorfa cloacal sobre las transferencias precoces
del ano a la vagina como fundamento dela fernineidad.
‘Contratiamente-a_lo_expuesto, K.. Homey. (1926), M. Klein
(1928),.E Jones. (1922, 1935), JuMilller-(2932)-y-A. Aberastury
(1964) parten de la concepeién de una femineidad innata, Sostienen
que la ntia conoce su vagina sea por procofantaslas heredadas o por
“equiparacién con la boca’ y que la misma.es fuente de impulsos
sexuales tempranos, siendo efectivamente una zona erégena en la
infancia, Tanto para Homey como para Maller, existe una masturba-
cin vaginal infantil y los impulsos vaginales son receptivos pasivos,
dexeando recibir un pene como equivalente del pecho. La dentidad
femenina no deriva para dichos autores de una envidia por el pene,
sino que se basa en la idea del conocimiento de la vagina y tl cono-
cirniento da acceso en la nif a su sexualidad,
‘Ahora bien, a pesar de que la diferencia entre ambas corrientes
‘esradical en cuanto a la importancia que se le adjudica a la envidia
alpene, las dos teorfas torhan Comio punto de partida la posicién de la
niffa en una dimensién anatémica-evolutiva. Sea el objeto de amor
Ja madre o el padre, y [a zona erégena la vagina, el clitoris ol pene,
parece que lo que estd en tela de juicio se refiere en ultima instancia
‘aqué parte de laanatomsiaes el destino, Sin embargo, existe.otra mirada
segiin la cual la nitia no se halla igada.a la madre desde una posicién
rmasculina como afirmaba Freud (1931), “sino que slo en una elacisn
157.Escnrros PAco\ALnioosSomRE ADCLESCENCIA
narcisista, en la cual aspica al primer puesto: quiere ser preferida,
amada jsatisfecha por la madre con exclusividad” (Bleichmar, 1997,
». 59}. Sin embargo, el cuestionamiento va més alld de la discusién,
concrete del [ugar de la nifia respecto de su madre. La critica de
Bleichmar se refiere ala importancia que se le adjudica a la diferen-
cia anatémica como aquello sobre lo cual se basa Ia diferencia de
hombees y mujeres como sujetos sexuados. Seguramente las diferencias
aanatémicas contribuyen a la distincidn entre hombres y mujeres pero son
insufcentes sino se considera que fa sesualdad humana y la eiferencia
sexual se institunen por efectos de wn poder estructurante de las mitiples
insttuciones de lo simbdlico.*
Aparece ast la necesidad de recurtir al concepto de “eénero”
pata podder.comprender que la identidad sexualfde géntro no deriva
de la nnaromia y del complejo de Edipo, sino que tiene sus rafees en
elnareisismo, tema que seré revornado mas adelante,
La segunda controversia en toma al concepto de sexualidad
femenina se inscribe en Francia. Pare la teorfalacaniana, Freud no se
seferia a la anacomfa conereta, sino al lenguaje y a lor significadas
cculturales impuestos, y esta idea abre la posibilidad a una perspectiva
ssicoanalitica sobre el género. Irigaray (1974, 1984), Kristeva (1993)
yMontrelay (1977) repcesencan en dicho pats la concepeiéa de una
identidad femenina basada en la hegemon‘a del falo y en el comple-
jo de casteacién como ejes del orden simbélico en la constisucién de
la subjetividad, Para ls autoras mencionadas, el cuerpo "es el sitio de
la produccién de nuevos modos de subjetividad’ (Bordo, 1993 p. 35)
Pero, como afirma Dio Bleichmar (1997), el hecho de situar a la
‘mujer por fuera de lo simbslico “sea por anterioridad evotutiva (la
cosa matemal) o por exterioridad conceptual (la mujer esté por fuera
de la nacutalesa de le palabra), nos parece no sélo una imposibilidad
tosrica sino une duplicacién del discurso dominante que ha sitiado
ala mujer coma naturaleza y fuera de la cultura” (p. 24).
nando s Colombo (1994) se denomina instieuciones de lo simbico &
aouellrs proguctos cultuzales que se cotmcterisay par sus dixcuros
noemativizanees como lis institcines edvcnivas, médias, juriiens, ete
158
Cantruio 7. SauALinAD e BETDADDE GENEROEN LA ADOLESCENCA
Laeduccidn de la senualidad fernenina ala cuestién edipica oa
conocimienso(desconocimiento de la vagina deja de lado cuestiones
fundamencales que intervienen en la eonfotmacién de la sexualidad
del ser humano, cuestiones que exceden a lo corporal y que se relacio-
nan con las marcas ela ideologia de otro sex humano (como la figura
de apego) yde las institiciones defo simbélico en e! aparato psfquico.
Tal como ae expuso, la sexualidad es je ne
ciente se estructura a partir de otro significativo, y ese movimiento
identificatorio se da dindimicamente en relacién a otro ser hursanoy
& les instituciones que lo rodean.
En este sentido, la“sexualad femenina” se halla ntimamente ligne
daa concepta de “género", ya que logue indica su condicin de ser "feme-
ninalmasculina’ no se relaciona want con la anatomta en juego (wagina 9
bene) como con la visiin eoliica indivi, fra socil que ttre
tadicka idea
Freud (1921) consideraba que una mujer activa era una mujer
Sijada en su masculinidad infantil y que la femineidad normal resida
en el deseo pasvo de recibir un hijo dentro del vientre. En un sentido
similar, Ravazzolla (1987) sostene que la pasivided parece ser inhe-
rante a la femineidad, delegando el deseo ce la mujer en el deseo de
otro ser humao sobre ell, Pero, para est autora, la pasivided no est
‘asada en la anatomfa de una interioridad teceptiva como suponta
Freud, sino en una actitad ensefiada, fomentada y esperada como
femenina desde lo familiar y lo social.
Decia Simone de Beauvoir (1949) que “no se nace mljer, se
llega serlo" Esto significa qu lainterpretacién culeural de los ati-
butos sexuales se distingue del hecho de haber nacido con uno w ett
cardcter sexual. Por ende, la sexualidad se desarrolla en un eontexto
familiar social y cultural bajo un determinado sistema idealdgico
azerea de lo que se considera femeninojmasculino. Por ello, para
poder pensar a sexualidad femenina adolescente no sélo se ha de
conocer acerca de las manifescaciones de In conducca sexual (juegor
sexual, masturbacisn, coito,caracteristicas del objeto, ete), sino
también de la estructura donde la misma se desarrolla. Esto entonces
introduce Ia necesidad de explicitar qué se entiende por “género"
159EscuTos PSOnyALos Som ADCUEIONCA
El concepto de “género”
Muchas pueden ser las vertientes a desartollar en este punto.
Abordaré el concepto de género en tanto relacionado con la sexuali-
dad y propiciante de una identidad psicolégica y vincular. Dejaré de
lado expresamente la cuestin politica referida a la diferencia sexual
ya las relaciones de podes-dominio, opresién y sometimiento, que
‘ocupan el eje de todo debate feminista.
Cada sociedad considera que ciertos atributos son
estereotigadamente femeninos o masculinos, expresando de esta ma-
nera una ideologia sobre los roles de cada género. Person y Ovesey
(1983) denominaron al conjunto de comportamientos propios de
cada género a través de los cuales hombres y mujeres se diferencian
“identidad de rol genérico”. La identidad genérica es un fendmeno
complejo que se inicia en la primera infancia y se consolida al final
de la adolescencia, En ella intervienen una amplia gama de varia-
bles, como las caracteristicas psicologicas individuals, la estructura
anatémica y fisiolégica del individuo, las pautas educacionales y
Culturales, y los discursos sociales imperantes del grupo en el que se