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Georges Didi-Huberman Pueblos expuestos, pueblos figurantes MANANTIAL Buenos Aires “Tele origina:Peuplesexpsts,pouples rents Lgl de Peri Lesions de Minit ©2012 Le Bone de Minuit CCOLECCION TEXTURAS: DIRECCION GERARDO YOEL “TRADUCCION DE HORACIO PONS Disebo de tps: Eduardo Raz ‘ce ouvtage a bint da souien dx Programmes Sides la pletion de nwt fans Esa ob sh beficido del apoyo de os programas de ayuds ‘a publencn det inser nga Didier, Geo seman bls Gres. 1a i. -Cdad Ausbnoma de “Teaco por Horacio Pons EN Sry 387 s00 1784 1. akica.2. Poin Horace Pos tad coor Hecho el depésitoqoe marca a ley 11.723 Teopes a Argentina 6 2014 de a raduscin y denen en castellano, Ediciones Maaantl Sly Asda. de Mayo 1365, 6° piso GD8S} Buenos Altes, Argentina spd ga ty 085-7350 4883-6059 inio@emananta omar iveremanantialeonr Impresos 2000 sjemlaresen febrero de 2014 las Porter CIA SRL, Pluss 1202, ABA, Argentina Derechos reservados Poh la eproducein pari o total el slmacenamins, el alge, "Eetumisin ola eaaformcion de ext libro, en cusulerforns0po Tet medio gx leernico o mecinio, mediante foroopia, digitalinacioa ‘Tottor merodonsnel perm peeve yeseito dl editor Sines sts Dona por ls lye 12.728 9 25446. .. Reparros Ds coMUNIDADES, Indice general Pagcatas oe umantDgoes opera ver aun orb Sotrcexpstoryshespstn Pelee palabras Rese lengua = Roxros, mukilidade, deren, intron Para que aprerca una paca de nai Estee ie Ross dss, nando sostenidss RetRaTos pe cxuros . Pathos del rostro 0 logos dal dspasiivo el humanismo, ola personalided soberana De civismo, oe retrato de $690 enna Del mlitarismo, o el retrato de tropas De a clinica, o el poder de encuadramiento Politica del encuadre:l geto de acecarse Mirar con tacro| —— Rostros en consteuecién, Equivocos de fa cultura: el humanismo herido. linconfesabe lgar de lo comin 5 [La exposicida puesta en reparto El reparto formalizado, “Povera,e nuda, vai Filosofia”. A vor en ellos Un hombre libre, sea quien fuete, es mis belo gue el mérmol” Gestos sobreviventes, cuerpos politicos 4. PorMAS DE PUEBLOS, ne Salidas de la falbrica, enteadas en escena El pueblo imagination Los figurances. Figuracién, realism, pasion soso (Cuerpos decumentads, everposliicos “Falguraciones fgurasivas” Abgivia, poemas de aciones: hacer gu los conflicts baler Figurantes del infierno... En busca de los pueblos perdidos. 1a imagen al acecho, EpiLoco pet, Howse sis NOMBRE. ‘Agujero, hombce, cémara, Seguir con la mitada, lmagenes de miseria 0 imagenes de trabajo? La Jes seca, la sopervivencia de bien comin. Saber hacer Fuctiticar a paris de casi nad téenica y digaidad del poe wrnmnee A tas de las cosas: encuadre, duracin, sonido, Directo e indirect: delicadeza dela forma Una imago humilis de las “tranaformaciones silenciosas” efeetuadas por algunos gestos, Nota pintiocsAreca, 109 249 253 256 259 26 268 “Esa bisque de personajes secundaros, que encuen- tro en las novelas, obras de teatro, etc (El seaimiento de selidaridad que experiment entonce! Eo Las donclles de Dischofaerg (se llarard as?) habla de dos costarras ‘qu cosen el sjuar de la dnica aova ela obra, Ques de ‘has muchachas?Dénde ven? Qué babe hecho para no poder intervenic en la obra? Oblgadas = quedare ales, frente al arcade Noé,shogndose ca bj lluvia tosen- lal solo pueden aprerae por alma ver Is eras conta plo, el pobre pueblo humid de las “elerrelidades", que se parte rT Parcelas de humanidades 15 deisa, cre sinceramente brillar pero pronto lloras, apiadado de simismo ~siempre bajo contrato, perdedor programado~ antes de desaparecer en los cubos de basura del espectécuo, Es probable que oshistoriadores del futuro tengan motivas paca asombrarse de una stuacida de hecho que reine sobreexposicin y subexposicién en la misma imagen de los pueblos contemporineos. Hay innumerablesfotografias,inaumerables secuenciae televisivas donde “la gente” se expone, cierto, pero “borrose", como sue- Te decese. Algin dia habed'que exestionat la simetria que, vista desde lejos, redne las censuras originadas en sistemas poitticos {que s prociaman opuestos: por un Jado, los rostro velados; por ‘0210 los costros borrosos. Por un lado, los rosteos en guerea sata " (por desdicha, pueblo © {imagen no forman parte de su repertorio seméntico)- Por estar los pes expuestos a desaparecer, tanto en el uso de las palabras ‘como en el de las imagenes, hay que “resstcse en Ia lengua” y reconstrur, sin descanso, ls condiciones de una reaparicsén de los pueblos en el espectéculo de nuestro mundo. [ROSTROS, MULTIPLICIDADES, DIFERENCIAS, INTERVALOS Al plantear esta euesti de apariciém,zn0 nos incinamos por prvilepiar la apariencia dels pueblos su "imagen"-, diferenciada ddealgo mucho mis fundamental y mucho menos ilusorio, algo que, cventualmente,defina su esenca (puesio que, ademis, desde Platén Tos fil6sofos han tomado la costurnbre de esgrimir la oposicion cannica ente esenciay apavienca)? La respuesta es que tal cues én, por venerable que sea, se revela sin dada mal planteada. Una expreson como “los pueblos” no apunta en nads a Ia unidad de ‘una esencia, cle una entidad con referencia ala cual pueda glosarse su foca una, ineligible y verdadera, complet su apariencia miltiple, sensible y fctica, Pasa ‘como con es0s “vies objetos” =pelos, batro, mugre a cuyo res- ecto Socrates, en el Parménides, dudaba de que hubiese “una Idea decellos"> Las distnciones y los axiomas de la filosofia idealist 22 Pusblos expucstos, pueblos figuraates ‘se aplican muy mal a esas cosas, humanas y demasiado humanas, ‘ue llamarhoe “pueblos, “masas”o “multitudes”. Hannah Arende, ‘ue intent6 a lo largo de toda su vida no dejar pasar nanca una apariencia fiticia o una mentira politica,» no vacilaba en integcar {Jo que daba el nombre de “vida de! espiritu” —cosa que también cs la vida politca~ un verdadero pensarniento dela apariencia."" ‘Todas las cosas humanas, afirma Arendr, “tienen en comdn el hecho de parecer y por es mismo estar hechas para verse, escu- charse, tocarse, ser sentidas y gustadas", a punto tal que se torna rnecesario decir: "Ser y parecer coincides”. “Este punto de partda muy general ene una consecuencia direc: tay conereta en el plano de la experiencia politi, como bien lo hha comentado Etienne Tass: El espacio public [debe ser} defnido come dominio de apa ‘cia para la palabra ylaaccin,[.] No extamos condenados 4 4a apariencia J, por ende, ampoco ana presuntaautenticdad, Ser y apaciencia son realmente lo mismo, Solo hay politica de la apariencia, yes e su noblers. La relaeion del ser com la pariencia no debe comprenderse como una rlacié mimetia, pero tampoco ‘en una oposcion de lo oeulo la presentado, lo cncubierto y 10 ‘exhibido: la politica esta siempre del lado de To que se presenta [eo Esa presencacisn estan extrafia a una problemtica de a representaién fen el sentido clisieo| como a una problemaica de lo impreseneable Como hay que entender entonces ese aparecer politico, ese parecer de los pueblos? Para responder, Hannah Arendt acudis 2 cuatro paradigmas:rostros, mukiplicidades, diferenciae inter- valos, Rostros: los pueblos no son abstracciones, estén hechos ‘de cuerpos que hablan y actan. Presentan, exponen sus rostros Muliplicidades, desde luego: todo esto constituye una mulitud sin nimero de singularidades ~movimientos singulares, deseos singulaces, palabras singulares,accionessingulares~ cuya sinte- sis no podria hacer ningin contcepto. Por eso no hay que decir “el hombre” 0 “el pueblo”, sino, en verdad, “los hombres”, “los pacblos”, “La politica ~dice Arende-, se basa en un hecho: la plucalidad humana, Dios ere6 af hombre; os hombres son un producto hurmano,rerrenal el producto dela naturaleza mat Por ocuparse siempre del hombre, Ia filosofia y la teologia (. - Parcels de humanidades 23 unca encntrron una reapucsaflosfcament valedera ala vines cquées la poltat™” PT Apaeer politi expos sna earn de dfrencias “La pola se ocops del comunidad y a recprcidad de srs die Figs (J: Ladera orginal se borea com ano mayor facia ‘Sno ie la puldad esential de odos fos hombres ex desta fe bien eet del hom bre™2* En dein, ens Incomnidad Fin ecirocdad de esos sees diferentes equvale, poco tanto, 4 erorel espacio poco como lard de los iteealos que empl fan ls diftencies unas com ote: 1 polca nace en el epcionque-et-entre los homies, y por cosigilente en algo fundameatalmentsexterio-al hombre ‘Ro hays ues, una sustnclaverdaderamente pola, La plies note etl expacia intermedia ae coasuye coma eelaion, pole organiza de entrada a eres abatement diferente, ontderando a igualdad relation y haciendo abtaccdn de 90 Stvesdadvelatioa” Platearentnces La custén de Ia exposicin de los pueblos 0 dela exposiciés en cuanto paridigna politico equivaldla embarcars eo que Alby Warburg lamaba con tanto cierto una teomologta de los interalos, na exploracin dl “espacio quest enue” (Zurschenraun,clespacio por donde pasa se onsiuyen ta elaciones entre diferencias en un conflito permanente ente rmonsta asta 0, como desia Walter Benjamin, ents “barbaric” 9 “cultura Conflict ene que se cuenta, como en un perpetwo huevo monje dels espacisylos tiempos, oda la histcia gia ‘ea expesicién de los pueblos ‘PARA QUE APAREZCA UNA PARCELA DE HUMANIDAD En un cflebre discurso pronunciado en oportunidad del recep «in del premio Lessing, otorgado porla ciudad libre de Hamburg 128 de septiembre de 1958, Hannah Arende decid plantearse la ‘uestin de ls humanidad ~en un juego con el doble sentido dela Ijumanizas como especie humana y como sabiduria humana o pot rica del conocimiento-, [a humanidad tal como quersiamos verla ro desapazecer en las épocas de opresién politien aqui lamadas, 24 Pucblosexpuestos,pucbos figurantes cen una referencia a Bertolt Beech, “tempos de oscucidad” (Vo der Menschlichkeit in finstven Zeiten). 2Qué son, pues, los “tiempos de oscuridad”? Arend pretende haba ante todo de la época de las guerras -guereas mundiales 0 sgucrras "fras"-, pero por nuestra parte, en esta época conten ppordnea, eambién debemos pensarlos en el simulacro organizado, al menos en Occidente, alrededor de la mentira de que e tiempo de las guertas habria terminado, Oscuras guercas declaradas ‘oscuras presuntas paces, ls insteven Zeiten secaractrizan sabe todo, ajuicio de Hannah Arendt, pr el hecho de que “el dominio pablico ha perdido fen ellos el poder de iuminar®" E igual te oscuros se revelan los tiempos en que la vida pblica, la vida ellos pueblos, e organiza ~como se organiz6 explictamente en los regimenes “comunistas”, y como siempre se organiza, pero de ‘manera implicit, en nuesteosregimenes“libersles"~ en torno del concepto de una verdad daica” del hombre. Es, en realidad, [a inhumanidad la que toca en suerte a las soviedades capaces de blandir asi al hombre o al pueblo en detei- ‘mento de fs hombres o fos pueblos. Al ser la politica humana el, espacio de las diferencias, toda verdad situads fuer de ese espacio, va teiga felicidad o inf Jieidad alos hombeesesiahumana en el eaido literal de térino, 1 no por el hecho de que pueda levancar a los hombres los unos conte los otros y separarlos. Muy por el contearo, lo es porque poda tener la consecuencia de que todos los hombres coinciieran {eso en una opinion nica, de modo quel plaraidad legara 2 ‘ser une, como s sobre la Tierra tvieran que vivir no los hombres ‘ensu pluralidad infin, sino el hombre en singular una especie y| ‘sus representantes. Desuceder es, el mundo, que no se forma sind fee! intervaloente los hombres en so plualidad, desaparecela| ‘dela Tierra Ciertos hombres, certs mujeres se singulacizan -en el eescicio| el arte, del pensamiento, de la historia 0 de la politice~ al hacer de los rostros, las makipficidades, les diferencia y los intervalos su propia inguierud de bumanitas.Ellos mismos se sitdan en la diferencia oe interval, sin perjuicio de “entrar en conficto con el mundo de la vida pablica” cuando esta se organiza en tarno de 1a inbumanitas de una verdad tnice." Bn ese punto cobra todo Pareelas de humanidades 25 su sentido en el discurso de Arendt el elogio de Lessing, escritor, “dramatungo y pensador cuya“retirada fuera del mundo fu] toda~ ‘adel al mando, y cuya actitud, “radicalmente critica” y hasta Jevolucionata, articulaba poesia acciGw en un mismo y petinae nfrentamiento de todos los prejucios En la peespectva abiecta por Arends, Lessing, sin duda, se drige por lo tanto alos pueblos: Leasing se retira en el pensamieno sin eplegarse sobre su yo; 1 sihubo paca él un vinculo stereo entre aceign y pensamienta {Li} ese vinculo consist ene hecho de que acion y pensamien: {@ advienen ambos bajo la forma del movimiento y, por end a [ber que los funda a ambos, el libertad de movimiento. [Cc] El pensar de Lessing no es un hablar eonsigo mismo sino la atiipacion deus bablar con otros Aioca bien, en nnestos das esx anticipaci solo tiene sentido ‘contra un fondo de desastze: "Nos hasta con mantenet los os abiertos”, escrbe Arende, “para ver que nas encontramos en veedadero campo de escombros™.” Se rata entonces de procurae ‘gue, pese « todo, aparezea wna forma singular, una “parcela de hhumanided”, por humilde que sea, en medio de las euinas 0 la ‘opresin. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando los esertores fanceses de los sigios XVIII v XIX se consagran cada vex con mayor precisin ala suerte de los pueblos “oprimidos”, de los “perseguidos", los “explocados”, los “humilladas", los “risers bles" O cuando los poetas producen una “queja que se eleva de la reminiscencia” es Goethe, al escribir: “El dolor cambia, |a gueja repite/ De la vida el vagabundeo laberintico”~ a fin de indicar un “sentido para el obras” sobre la base de una historia narrable: “El poeta, en un sentido muy general, y el historiador, ‘en un sentide muy particular, tienen la tarea de desencadenac esta nnareacin y guiarnos en ella" [En este punto es preciso vlver ala “politica deta piedad” y, cen especial, de la amistad (pbilla) que Hannah Arendt analiza tan bien, sobre todo en la obra de Jean-Jacques Rousseau, sin omitir prolongar su trayectoria hasta Bereole Brecht, Walter Benjamin 6 Franz Kafka.5° "Dondequiera que trunfe en esta época una amistad semejante (J, dondequiera que esta se haya mantenido en su poreza es decir, sn falsos complejo de culpa, por un lado, ¥ falsos complejo de superioridad o inferiridad, por el oto, 9° 26 Pucblos expuesos, pueblos Figurantes hhabré realmente conguistado una parcela de humanidad en un ‘mundo devenido inhumano”.* -EXPONER A105 SIN NOMBRE. Conguistar una “parcela de humanidad”: de eso deberta set capaz une obra de arte, con la condicin de hacer la “historia narrable" con la condicién, tambign, de produc a “antcipacion den hablar con oto”. Almenciona esta capacidad del arte como ‘rumanitas, Hannah Atendt tenia en ment, sobre todo, algunas grandes obras podticas: de Esquilo a Bertolt Brecht, de Lessing 2 Kafka ode Shakespeare a René Chat. Peto también nosoteos pode- mos examinar la producein de obrs visuals conforme al crteio ddeesa misma exigencia cConquistar una “parcela de humanidad” haciendo una imagen? ¢Cémo puede ser ain posible en una epoca ‘que parece tan lejos de los Desastes de Goya e ineluso del Guer ‘ca de Passo? Alvomienzo de su libro De Calegaria Hitler Siegfried Kracauer quiere prevenirasu lector de que, despecho de sucarictr visual por lo tanto, de su forma expuesta a todos, las obras cinematogra ficas~y esto vale en la misma medida, no cabe duda, para las obras pictéricas, ecultricasofoogrificas-partcipan de una “historia Secreta", una histori sintomal en la que se declinarian, dice quel, las “disposicions inerioces del pueblo": "Mis al dela historia ‘manifesta def cambios econémicos, de as exigencias sociales y elas maguinaciones politica, hay una historia seereta que involu- cralas dsposiciones ineriores del pueblo alemn, La revelacon de «sas dsposiciones por conducto del cine alemin puede contibuir a la comprensin dl ascenso y el ascendiente de Hitlee".% Paradoja ddeuna historia visual que no dice niexplcita aquelloeayo sintoma ‘oftece, es deci, la exposiciémy el mistero ala ver. Con esta paradoja, Kracauer no hace sino reiterar para la his- toria del cine lo que otros historiadores,antrop6logos osaciélogos ya habian sefialado en lo concermiente ala dimensién “estética” de toda realidad social. Asi, Ahy Warborg busca en las formas Figurativas ~y hasta ornamentales—cl surgimientosintomal de los conflctos religiosos, politicos y culturales mas profundos.* As, ‘Marcel Mauss sta los fendmenos estéticosentee otros grandes Paccelas de humanidades 27 mdipmas ~tcnica, economia, derecho, moral, eligin- nece- ‘os pra leva buen pucrocualir ands antropolopco dune clara dada.** As, Georg Simmel descubre que toda rea- fad social tiene como tnio destino ede tomar formas exo es, require en un momento deteminado que nos imtetoguenion sobre Sus modos de apariciéno exposiién Nos una eatalidad, por fs pare, que estos res autres hayan considerado necesaio Que Sus ivestigacions sociales” pudisen examina centralmente ls roviones de indviduo, sujeto persona através dels valores de expen del ost la mdscarao el retat.* Tn ese dominio inestable del pensamieno, Walter Beajain replanted de manera decisiva la eestion politica de las imagenes. ‘Todos conocen ~0 deherin conocer~su llamado a una politi. cid del ere conte a “estetzacon dea politica” practicada con tote por los ascismoseuropeos en as décadas de 1920 y 1930." Pero el problema general es, en realidad, més complejo defo que Io sugiee esta nia indiacin en forma de consign. En efecto, cenval mismo texto a saber, el famoso arcu sobre “La obra de Scena época desu reproduceilidad tzniea”, exerito en 1935 y tevisado en 1938- Benjamin comienza por tomar note de una onmocin hstrica que habria de mareat profundamente el aso ‘moderno lai de las inigenes, en conzeaste cons us0 rligioso dos tiempos pasados: “A medida quelas diferemesprctica arti tieas se emancipan del culo [religioso, se tornan mas numerosas las opoctnidades de exponesas J fe especial en la fotografia, donde] el valor de exposicion (Ausselhegswer comienzas hacer rerroceder en toda la lines el valor calual(Kulert) Ta distincén entre lo culualy valor de exposén se presen ta dentro deuna flexi mis amplia ~qvepodtiamos calilcar de neobegelians~sobrela evolucin general de as artes. Se trata, dice Benjamin, de “reeesentarla historia delat como la controntacén entze(e03} dos pols enc sno mismo de La obra de are” Al alirmar que en La época dela fotograia el cine la abra de art, “en vez de apoyatseen el ritual eligiosl, se funda ahora en [J 4a poca"/®Bexjamin 0 plantealscueston de manera unlteral sino, en verdad, dialéctica si Charles Chaplin hace ua fine con Ia vealdad social de los Tiempos modernosy Eiseastein lo hace con el acontecimient histrico de Octubre, no es solo que en lo sucesvo el arsta eli exponer alos pueblo sucede ambien que, 28 Pueblos expuestos, pueblos figuranes polticamente, fos pueblos al esta expustos a desapatecer, como Yaocurrisn 1914-1918, har deiddo exponere por smismes de tina manera més radical ydecisva, por ejemplo mediante esta. blecmieno de ls laos con a gstarevolocionaia del siglo XIX; ‘en una palabra, mediance la vuelta la calles para hacerlo gue se llama de modo tan pertinent "nanifestacione (que Eisenstein y ‘Chaplin represenan, desde luego, de dos maneras muy diferentes) Poreso Benjamin no vac en jugar potoment las democra: clas modernasconforme al criteco de st capacidad de apaect, st poder deexposiion: "Lact de as demnocracis puede compren- dese esxbe, “como una crisis dels condiciones de exposicin lal ene Krise der Aussellangsbedingungen) del hombre co" 5" En la economia totalitria ests condiciones de expovicin estin reglamentadas por una *slecin”vilenta, una selecein “dela cual el campeda [deportivo, la vedetie ye dctador salen vencedores" Pero, al mismo tempo, la exgencia democriica sefala que “ada uno puede hoy revindicrlegitmamente se fit mado" revindicaci legtima, por crt, pero cao uso ~habra ddeconstatere~ puede llevar en lo mejor come ao peo, sein ‘ue los pueblo sean simples uguetespuszosenesena pr wn fe {pensemos en lero de tabsjadores de El erunfo de la vol ‘ud de Leni Riefenstah) ols auteaiosactoes desu exposcin {pensemos en las muchedumbres de Octubre o La hulea Como quiera que ea, la exposicin de los pueblos se ha conver ‘ido en un objrivo fundamental dela vida pablicay politica -no solo, entonces, de la vida arstica~ conemporduea. Enel momen- to de redactat su testament flowin, ose, si tess “Sobre el concepio de historia", de 1940, Wale Benjamin se encontrabaen la situacién desesprada de reconocer en In“seleccin” etsliaria ~ente los desaparecdosy los aparcids, sa como Primo Levi podia hablar de los *ndulragos”yls “sbreviventes”~la instar cia vietoriosa de esa lucha por la exposicién politica. Era a epoca fen que las faerzas de la resistencia se ocultaban ene monte las ‘ocevillasczculaban bajo cued la experaza solo se sostena, tuchas veces, dela tansmisin lena de inererencias de las ondas de Radio Londres. En esa situacin, a dsesperaién cid el “pesinismo”, la “sta, dice simplemente Benjamsin~ consis en reconocer que Inhistoria legible porel mayor aimero es seria ante odo polos Pareelas de humanidades 2 vencedores, ee “enemigo [que] noha terminado detriualar” yeuyo “oti” corre muy répidameate el riesgo deidentificarse con todo “lo que llamamos bienesculturales”S" Pero Benjamin bien sabia ~y hoy, ratindose de nuestra propia contemporaneidad, today To sabemos- que frente o al margen de esa “radicin de Jos veu- cedores” que nos miente, resist, sobrevive y persete una menos legible “teadiciGn de los oprimidos". Tradicion de los puchlos aya exigenciatendrian a su cargo valver¢ exponer, “a contrape To", ranto el historiador y el pensador come el artists. Me parece muy probable que la situacion de desesperacin histérica en que ‘se encontraba Benjamin euando eseribi esas lineas condicione en notable medida la gran paradoja de sus formlaciones para una exigencia como aquella, Por un lado, en efecto, Benjamin parece pediclo todo, como si cexigita lo imposible: de alli el tono mesiénico de algunos de sus picrafos; de ali también, [a idea de que “nada de lo que ha tendo lugar alguna ver ese perdido para la historia”, por lo cual podria imaginarse una practica historiogrica para la que “el pasado [se Inubiera] convertido en integramence citable" La nica manera, al parecer, de no olvidar a nadie en la exposicién de los pueblos. Es seria, en cierto modo, la vertiente maniaca ~pero aqui mani x hasta ia desesperacion, porque la “fuerza mesiénica” de la que hhabla Benjamin en su texto solo se califia desde la perspective de [a “debilidad™- de las esis "Sobre el concepto de historia”. La otra vertiente, depresiva o melancolica, ya casi no pide nada; se contenta con el mis magro kairos, una simple parcela de ‘memoria involuntaria aparecida en medio dela eaistrofe: “Hacet ‘obca de historiador [significa apoderarse de un recuerdo, tal ‘como surge en el instance del peligeo”«” Podriamos entonces pre= {guntarnos: eno hay que olvidar nada, cita integramente,cepresen- fara todos los pueblos de la historia, vencidos con vencedores? 0 bien basta con apoderarse de unas migsiasinadvertidas,restituir tana parcela,exponer un mero vestgio de humanidad? Si “el sujeto del conocimiento histrico es [verdaderamente la clase opi dda" es decir la clase expuesta a desaparecer 0, como minimo, 4 verse “subexpuesta" en las representaciones consensuales dela historia, ze6mo, entonces, hacer visible y legible su gigantesca parce maldita? {Cémo hacer la historia de los pueblos? zDénde halla la palabra de los sin nombre, a escrtura de los sin papees, 30 Pueblos expuestos, pueblos fgurantes lugar dels sa techo, la revindiaci6a dels sin derecho, la ‘igndad dls snitndgenes? Déndehallat el archivo de aquellos ! En su habitacin de “larga estadia el cuerpo dela cia mujee 38 Pueblos expuestos, pueblos figarantes, (figara 3) esd a la vex solo y emparejado, La imagen de Philippe Bavin nos muestra, aqui la vida residual enfrentada a su empresa de “gestion”, es decir de proteccién y control, pero también de subexposicin 0 desaparicin sociales, En el encuadte de deta del instante en que su rosto es sorprendido, al contrario (figuea 2), el otco cuerpo de anciano esté ala ver desnuda y sostenido, Expone su deveni trigico en primer plano, pero en una tensién hacia el otro que destaca alas claras la intensidad ~aunque esté vvacia de contenido de su mirada y su orientacién vertical, a la ‘que Bazin atribuye una importancia de primerisimo orden, Pot un lado esté, pues, la desnudez de ese rosero: es eso lo que hace decir a Bernard Lamarche-Vadel que las earas de Bazin son menos rerratos que desnudos.”? Y es eso lo que, frente a estas imagenes, 108 acerea abropeamente a la “nuda vida? la “vida impersonal, {samba inglar ue desrende so puro coediie= Pero por otro lado esta la compacidad vertical dels ostros, st naturaleza, casi, deestelas. Como sila eesistencia al languidecer se tornara piedra, Como sla vida residual y zcurrucada seconvirter, ‘enka operacin focogrsfica en una vide erguida que se nos impone en su frontalidad, su precsiOn, su dimension. Y Philippe Bazin reivindiea,en esa eleceién formal, una dimensién ética inherente latoraldad de sa abajo: La érica dels forogrfia es la responsabilidad que tengo con sespecto a cada persona que fotografi, Procure exgur® la gente De una manera u oct, sea en el hospical donde atin tendidas en sus camas,o en la insttucin que las aplasta, las personas estén fisie o simbolicamente acostadas. Mi deseo es devolve a cad una se las personas cuyo rostrofotografio la dignidad del ser human ‘erticelizado.™ Dignidad de lx mitada que hay que sostener. Sin duds, esen ese sentido, ya, que las caras de Philippe Bazin llevan ala prctica la exigenciaformlada por Waker Benjamin, la de exponer aos sn nombre. Una forogealla,e¢ cierto, no devuelve 4a palabra al sujeto forografiado. Ademés, las imagenes de Bazin, tal como se nos muestran en setes, no Festiruyen sus nombres propios a las personas cuyos rosteos se exponen, Su emprese no esti ex la Orbita ni del memorial aide a investigacién sociol6g- <2, Pero erguir los rstros, sostenerlos, devolverlos a su poder de Parcels de humanidades 39 encarar, 200 es ya exponerios en la dimensién de una posi {de palabra? En el marco de una elaboracién metapsico [a stuacin psicoanalitia, Pierze Fédida enteelazaba de manera notable todos estos temas, al definir el “sitio dl exerano”, como fan bien lo lamaba, mediante una conjuneién espacial y temporal compeja en a que ningin elemento debe separarse de los demas Imanzenerse “al mismo tempo atras y adelante" aun el rec 120 de lo familiae™ dentro mismo dela proximidad, el “cont ddentco mismo del encuentro; apear a “ls snica comunidad que ‘esposible “la lengua~ [sgn] la condicién acomunicacional [gue] depende dela mera existencia del lenguaje; constituiese a parte del “movimiento de a vertical que engendra en la palabra la memor del lengusje, y acepta, por sltimo, la imagen como “el instance de a superficie que se forma con el aire", entre el alisnta que se exhala de un suetoy el rostro que seexpone af mirada del otro. Exponer alos sin nombre, acoger al otro. Bernard Lamarche- adel veia con mucha justeza, en el gesto de Bazin, una decsin politica tan radical como modestay local: Gesto inaudito,gesto nico, verdadero gesto humano de un joven médico el de romper consi tareaadministrativa para insta Tans ala cabececs de sus vejos pacientes y habares, miralos ala ara, ltografiales, Gest politico de vecadera politica humans, saber gest de proteccién de a visibilidad de eada quien y sobre todo de aquellos que, para ser miados, deben encontrar fuera de amos y casi pr azar la manera de acceder ss propio ostt0 yaa posibildad de ques los encae y se los represent © .

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