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| ZRancrred . : ; Pengamre° Laicg ee ae Jove Marti Ee a ee ee part eee tad es — gam SERAL ARGENTINO 2EII5S PENGAMIENTO LAIGO DE JOSE MARTI “Los CONSERVADORES ME AGEN LA CRUZ, ¥ ESTAN EN SU DERECHO: YO DEBO PARECERLES UN DIABLO CON anyira cnuzapa.” — JOSE MARTI. (PROLOGO DE M. ISIDRO MENDEZ) Editorial “Modas Magazine” nt ‘Monte 502 (por Indio) 7 La Habana, Cuba 19506 ES PROPIEDAD DEL AUTOR Queda hecho el depirite que marea la Lay. ATENEO LIBERAL ARGENTINO ¥ suena Am Buenos Aires 25 de Bere ae 1954) tee Treasiaee as Fonte Deaingues cok Betinade setor: Mucho nos complace hacer saber s Udi que el treba Je que en sa oportunidad presentaza al “Concurso Pensamiento tat cteta do uart{", bajo el soudénino do “Orestes”, ba resultado a= perecimientos, al primer preniog Im claridad de conceptoe, 1a profunidad del conts, hide y 1a fluides 7 perfeceiém dei ostilo empleado, son elenen= tos que comtifiean harte acabafanents 1a justicla y ecuantnl dad orector, por 2 do} fatio del alto jurado encargado de dictaninar en esta oportn, nadnd. os detalles concamnientes 1a fecha y lugar ae entrege oficial det pronto correspondiente, senén osunivados & as por una pSbztma carta. Retterendo nuestres mhs efuatras felicitaciones, Le saludacos muy apentansnte A MI ESPOSA Colina Angulo de Ponte, quien yi. siempre ha practicado el pen- samiento Inico de José Marti, dedico este ensayo. con todo carifio. Francisco J. Ponte Dominguez. X.—Libertad espiritual Bibliografia activa de José Marti que revela laicismo en el pensamiento . Fuentes bibliograficas de las frases capitulares Indice Onomdstico .... esse sees reese e ewes Espiritu de la Portada En el negro callejon Donde en tinieblas paseo, Alzo los ojos, y veo La iglesia, erguida, a un rincén. ¢Serd misterio? ¢Serd Revelacién y poder? ¢Seré, rodilla, el deber de postrarse? ¢Qué sera? Tiembla la noche: en Ja parra Muerde el gusano el retofios Grama, Hamando el otofio, La hueca y hosca cigarra. Graznan dos: atento al dio Alzo los ojos, y veo Que Ia iglesia del paseo Tiene la forma de un buho. JOSE MARTI. (Versos Sencillos, XXXID Prélogo En el concurso. sobre el pensamiento laico de José Marti, celebrado en la Repablica Argentina con motivo del centenario buuvo el primer ugar este estudio, que puede considerarse definitivo en la materia por lo extenso de su infor macién y la fidelidad y limpieza de reservas mentales con que se dispone el andlisis para que resplandezca, como resplandeve, l altisimo, aleccionador ejemplo de su espiritualismo. El doctor Francisco J. Ponts ‘Domingues hace detent com ‘buena 1a proposicién martiana acerca del hombre de su patria, porque su mente esti dotada del “singular poder de andlisis y moderacién”, que son. cualidades imprescindibles para el historia dor. Su obra intelectual, lo coloca en la fila de aquellos insignes mantenedores de Ia cultura cubana en el pasado sigle, que se Aesvivian. por cl mejoramiento intelectual y material, en armé- h nico esfuerzo, Pocos escritores han dedicado tan pausada labor | de escudrifiamiento a los hombres y sucesos de la pasada contu- } ria, y pocos la han obtenido mis sazonada y patridtica. q 1 EE] largo tiempo que Hevamos en el estudio y comentario de | la vida y la obra del Apéstol, acaso-sugirié al autor el deseo, para 1 } nosotros honroso, que su libro Ieve unas sucintas palabras nues- tras considerando tema tan importante y tan propenso a invo- Tncraciones; por el afin, més de una vez intentado, de asignarle doctrinas que, ciertamente, no se manifiestan en el hombre. “més puro de Ia xaza", como la Mistral reputé a Marti. No creemos que al grande hombre —en este caso al genio— se le deba atenuar ni obscurecer expresiin alguna de su idegrio, compirtase o no, pugne con el de nuestros tiempos 0 esté con ellos; y menos, porque no sea del agrado- de esta persona 0 gru- Po; ni porque enfade a los de acd o a los de acullé, La primera condicién del genio es Ja originalidad, pues intuye o ve lo que no es dado al comin de los seres, y nadie puede proveer en cosa ™ tan esencial sino Ia documentacidn de su vida y su obra. 10 FRANCISCO J, PONTE DOMINGUEZ Ademés, en el caso, insélito en muestra época, que se hu- hieran impreso sus escritos exeluyendo cartas y notas, en las que ‘e] magnifico gestor de la independencia de la Gran Antilla, se declara librepensador y mantiene sin ninguna restricciém el de- recho del género humano a la libertad de conciencia y obsta con inusitada energia, no sélo el clericalismo de una iglesia, sino el de todas las iglesias, sin oponerse a ninguna manifestacién re- ligiosa; si tal escamoteo de su pensamienta se hubiese perpetra- do, so pretexto del cardctor intimo de esas cartas y notas y por- que en el testamento literario no se indique su publicacién, tam- poco se ocultaria su salvadora posicién espiritual, ya que el Apés- tol la mantiene en sentido aseendente desde que aleanza uso de razén hasta el sepulcro, Y aun se puede agregar que, del pen- samiento martiano, las ideas més constantes y més reiterada- ‘mente expuestas, son acerca del imperialismo ye] Iaicismo, Bien sabido es como la claridad en expresarlas, le causé graves difi- cultades en México, Guatemala y Venezuela, Sélo un periédico, il Partido Liberal, de México, respet6 integramente su pensa- miento; y esto puede que explique por qué ciertos escritos no se publicaron durante su vida. Son pocas las opiniones valorativas del Apéstol, formuladas con anterioridad a completarse la publicacién de sus obras, que puedan convalidarse integramente, porque a medida que se rea- lizaba la impresiém, nuevos y muy determinativos aportes, fuc- ando vigencia a las apreciaciones preopinantes, conse- cuencia natural por haber sido formuladas sin el conocimiento del rnayor ntimero de sus escritos, ejemplo: la de Miguel de Una- muno, que lo justiprecia por sélo seis libros —y no los mas apro- piados para verlo como pensador—, y la de Rubén Daria, quien, mis informado en 1913, rectified totalmente Jo que habia dicho del héree como poeta a poco de su muerte, y afirma que entonces “no conocia sino muy escasos trabajos posticos de Marti”; las cuales explicaciones no obstan que sigan dindose como buenas las opiniones por sus propios autores rectificadas. En 1931, Pedro Henriquez Urefta decia que ain “estaba por hacer la vida de Marti", Hay est, pero lo que no se ha hecho y es menester hacer y debié haberse hecho en el Gente- nario de su nacimiento, es librar el nombre sacrosanto de tantas jideces, singularmente la de amorios, pues, aunque no obs- curezca la vida de tan valeroso cumplidor del deber, descamina PENSAMIENTO LATICO DE Josi Mani cn) fa Ia juventud de lo sano y verdadero de Marti en lo que, nos parece, fué mis pulcro y virtuoso. Sabe el autor de este amplio estudio del pensamiento reli- riot del mértir de Dos Rios, las desfiguraciones intentadas, en ocasiones realizadas, y crey6 pertinente el estudio directo ¥ por extenso de la cuestién —replanteamiento de ella— para po- der fijar su ideario con la fidelidad, repetimos, que esta obra lo fija, No era tarea liviana la que el Dr. Ponte Dominguez se proponia, mas la terminé de modo tan exhaustivo y brillante que nadie podré, nos parece, alegar en contra cosa que la sélida informacién de este libro, de modo irrefragable, no destruya. Muestra eficiente del empefio de justipreciar metédicamen- te el sentido religioso del Apéstol, la constituye el Deciilogo laico de José Marti, que precede a la obra, y 1a lista completa de los articulos en que el héroe trata el tema religioso, que figura al final, seguido del indice onoméstico. Los que han pensado, al modo medieval, en esa expurgacién del imperecedero mensaje martiano, se aliogan en la estrechez de ‘sus propios sentimientos. En la obra de Marti, cual en la de todo hombre extraordi- .rio, movido por el bien del xaundo, estén las ideas de la mi- noria que sabe mas en cada época y es, naturalmente, sintesis motora de los problemas que sé le enfrentan. Los hombres que secundaron. al libertador cubano sentian y pensaban como él, porque como él conoeian las causas de sus padecimientos y el modo de superarlos. Un Marti, atado a los apasionamientos de clericales 0 anti- clericales, no habria aleanzado nunea el dictado de Apéstel que de modo tan claro obtuvo y lo sefala en grado universal Conviene anotar que los principales escritos donde Marti muestra sus mayores inconformidades con los procedimientos po- tico-clericales, no las motivan hechos cubanos, cual puede ver- seen la minuciosa bibliografia que nos da Ponte Dominguez. Marti estaba convencido, por la historia del comportamiento del dero native, de que el mal del fanatismo, que tanto anate- matizé Warela, era del sacerdote imporiado y, por tanto, cesaria con la independencia. En su famosa Vindicacién de Cuba, entre las virtudes de su patria, advierte “la ausencia absoluta de into- lerancia religiosa", y en la carta al New York Herald, considera # Jos cubanos “con habitos de tolerancia y convivencia que exce- en renrnerere Nr nr ene 12 FRANCISCO J. PONTE DOMINGUEZ den, 0 por lo menos igualan las fuentes de discordia” y es prueba sv humano.comportamiento guerrero del 1895. No nace, como se ha propuesto, lo que podriamos lamar heterodoxia de Marti, por efecto de sus sufrimientos, que nunca tuyo en cuenta més que los del préjimo. La crisis de su catolicismo y el proceso de la libertad de su conciencia, nos lo da bien perfilado esta reflexién filoséfica, que consta en sus cuadernos de estudiante: “Cuando yo era nifio, muy nif, 1a idea no adguirida de Dios se unia en mi a la idea adquirida de adoracién. —Hoy, que se ha obrado en mi, por mi mismo, esta revolucién que acato porque es natural; y me regocija porque deslinda y precisa, la idea de Dios ha sobrevivido a mis antiguas ideas, —la idea de adoracién ha pasado para no volver jamis’.— ¥ Ja condensacién de su pensamiento libre nos la manifiesta con toda ecuanimidad en 1894, en la necrologia de Federico Proa- io: “Venérese a los hombres de religién, sean catélicos 0 tara- hhumaras; todo el mundo, lacio 0 lanudo, tiene derecho a su plona conciencia; tirano es el catélico que se pone sobre un hindi, y el metodista que silva a un catélico, Hillenos de escudo suyo el criollo a quien se impida negar, y el catélico a quien se impida afirmar, El hombre sincero tiene derecho al error”. ™M. ISIDRO MENDEZ. Motivo de este Libro El 28 de enero de 1953 tuvo efecto la conmemoraciém del primer centenario del natalicio, en La Habana, Cuba, del genial José Marti y Pérez. El Ateneo Liberal Argentino acordé rendir homenaje a] ilustre americano, no sélo declarando que “1953 ‘es ¢l aiio de Marti, pensador y combatiente por la libertad”, sino invitando a participar en un certamen a todos los hombres de letras, sin limitaciin alguna, Como tema de la justa intelectual convocada sefialé “El pensamiento laicista de Marti”, por cons- tituir materia fundamental en el ideario del précer ‘cubano, Y £536, como bases del concurso, que los trabajos fuesen monogré- ficos y de investigacién, absolutamente inéditos, escritos en es- pafiel, de extensién no menor de cincuenta paginas, y presen- tados bajo seudénimo y sobre lacrado que especificase el nom- bre del concursante. En su oportunidad el Ateneo Liberal Argentino designé un Jurado calificador de los estudios, compuesto por el ilustre re- Publico espaiiol don Augusto Barcia Trelles, y por los distingui- dos ateneistas don Roberto F, Giusti y don Agustin J. Alvarez, Para que emitiesen audo en orden a Jos tres premios ofrecidos como recompensas, Este Jurado fall6, por unanimidad, en 16 de diciembre de 1953, el otorgamiento del primero de dichos pre- mios all ensayo que motiva este libro, de que soy autor. Al amable lector hago constar, como palabras introductorias, que este ensayo ha sido escrito a base de presentar el pensamiento vivo del excelso cubano José Marti Pérez, Débese al criterio de que tal método brinda més garantias de fiel exposicién de las ideas del Maestro en punto a laicismo, Y es por ello que en la ilustracién de los temas tinicamente figuran citas de la produc- cién intelectual del erudito hombre de Nuestra América, 14 PRANCISCO J. PONTE DOMINGUE Es bien sabido que las Obras Completas de Marti, que brin- dan los textos de obligada consulta para un trabajo literario de esta naturaleza, han sido impresas por la Editorial Lex en dos gruesos voltimenes, y por la Editorial Trépico, ambas de La Habana, en setenta y cuatro tomos. Resulta incuestionable que esta tiltima, aunque primera en tiempo, abarca algunos materia- Jes no incluidos en la otra; pero se ha preferido sefialar las notas con referencia a las Obras publicadas por la Editorial Lex a fin de facilitar su pronta comprobacién, salvo en aquellos casos en ‘que los parrafos sélo aparecen en las Obras Completas impresas por la Editorial Trépico, Ademds, como en el aiio 1951 el Ar- chivo Nacional de Cuba dié a la estampa un opiisculo conteniendo Apuntes inéditos de José Marti, de ahi la imperiosa nevesidad de mencién de dicho folleto editado con posterioridad a las Obras Completas precitadas, Y también de los articulos que vieron la luz en Ia Seccién Constante del diario caraquefio “La Opinién Na- ional”, los cuales tampoco figuran en las publicadas como Obras Completas de Marti, para no omitir particular alguno de interés en este modesto estudio. Francisco J. PONTE DOMINGUEZ. Decélogo Laico de José Marti I. Préctica sin la cual no puede haber pueblo dichoso: Ia separacin de la Iglesia y ol Estado. IL La ley no asiste a los actos religiosos, porque la ley es el Estado. IIE, El Estado no puede tener principios religiosos, porque no puede imponerse a la conciencia de sus miembros. IV. El Dios Conciencia y el Dios Patria son en nuestra sociedad y en nuestra vida las dos tinicas cosas adorables. V. Ni religién catélica hay derecho a ensefar en Jas escue- las, ni religidn anticatélica, La educacién serd bastante religiosa con que sea honrada. VL. Los articulos de la fe no han desaparecido; han cam- biado de forma. A los del dogma catélico han sustituido las en- sefianzas de la razén. VII. No hay rito mejor de religién que el libre uso de la razén humana. VIII. La libertad es la religién definitiva, Y la poosin de Ja libertad el culto nuevo, IX. El primer deber de un hombre es pensar por si mismo. ‘Por eso no quiero que quieras al cura; porque él no-te deja pensar. X. Al darnos el bautismo el cura quema, Dale a tu hijo un ‘beso y abrzalo, Uxi beso fuerte y un abrazo fuerte. Y ese es el bautismo. EL CULTO DE LA RAZON “No may nto Mtryon RELIGION QUE EL LIBRE USO DE LA RAZON HUMANA”.— JOSE MARTI. 1.- Idea de Dios “VULGAR Y DE TODOS ES LA IDEA pe Dios ¥ xs LA Mis GRANDE bE TopAS Las xpEas,” — JOSE MARTI. La primera manifestacién publica de José Marti contraida a su idea de Dios aparece en El Presidio Politico en Cuba, expuesta con arreglo a la tipica filosofia religisa del Liberalismo y de la Tustracién, segtin Ja cual no es una deidad caprichosa que in- terviene en Jos asuntos terrenales de los hombres, El Presidio Politico en Cuba es un ensayo concebido por los embates de su infortunio y el de sus semejantes, cuando casi nifio Marti tuvo encadenado el cuerpo mientras trabajaba ruda- mente en las canteras de San Léizaro, ubicadas en los suburbios de su ciudad natal, La Habana, donde purgaba el enorme delito: de alentar un espiritu libre, ¥ en esas péginas desgarradoras, de estilo conciso y flagelante, empezadas a escribir probablemente duramte los meses de relegacién que pas en la isla de Pinos, y publicadas apenas lIlegé a Madrid en calidad de desterrado po- Iitico el aiio 1871, con sentida emocién Marti hizo resaltar la iniquidad en el castigo de los verdugos, mas que carceleros, que a diario deshonraban el nombre de Espafia. Eran los mismos guardianes que Ie habian arrancado de su frente la corona de la inovencia a la temprana edad de diez y sels aftos, a la vez que Je alejaron del rostro Ia sonrisa juvenil y motivaban que el dolor dejase una negra légrima en cada una de las flores de su alma, Pero echando al olvido esa laceraciin moral, el precoz pensador cubano dijo en este tiempo frases de alto sentido espiritualista, como son las siguientes: “Dios existe en la idea del bien, que vela el nacimiento de cada ser, y deja en el alma que se encarna en él una ligrima pura, EY bien es Dios, La ligrima es la fuente de sentimiento eterno, 20 PRANCISCO J, PONTE DOMINGUEZ “Dios existe, y yo vengo en su nombre a romper en las almas espafiolas el vaso frio que encierra en elas la ligrima, “Dios existe, y si me hacéis alejar de aqui sin arrancar de vosotros la cobarde, la malaventurada indiferencia, dejadme que ‘os desprecie, ya que yo no puedo odiar a nadie; dejadme que’ ce compadezca en nombre de mi Dios. “Ni os odiaré, ni os maldeciré, ‘Si yo odiara a alguien, me odiaria por ello a mi mismo. “Si ini Dios maldijera, yo negaria por ello a mi Dios” (1). Porque José Marti levaba en si al Dios de la infinita bon- dad, de la limpida esencia de la vida, de la humanidad; como todo un verdadero cristiano, pero “pura y simplemente cristiano!” (2). Ya por entonces, préximo Marti a cumplir su mayoria de edad civil, por propia conviccién intelectual deseché, de una vea y para siempre, la idea de la adoracién a Ja divinidad que natu- ralmente adquiriera en el medio catdlico tipico que sirvid de marco a st infancia, En términos precisos lo acreditan sus cua~ demos de apuntes, que son los papeles que traducen todo el pensamiento intimo de José Marti durante sus dias estudiantiles de Madrid, en la Espaiia liberal que precedié a la primera Re- publice, Y en ellos constan sus palabras de que “cuando yo era nifio, muy ‘nif, la idea no adquirida de Dios se unia en mi a la idea adquirida de adoracién. —Hoy, que se ha obrado en mi, por mi mismo, esta revolucién que acato porque ‘es natural, y ‘me regocija porque deslinda y precisa. la idea de Dios ha sobrevivido a antiguas ideas, —la idea de adoracién ha pasado para no volver jamis” (2). El opiisculo £! Presidio Politico en Cuba contiene, ms exten- samente que otras producciones debidas a Ia fecunda pluma del erudito Marti, su idea de Dios. Alli, aunque confesaba que no venia “a cantar el poema intimo de sus luchas y sus horas de Dios” (3), (1) Et presidio potirice en Cuba, 1871, en Obras Completas de Mart (Bitorial Lex), La Habana, vel. 1, 1946, plgina 9. (2) Tol aparece oh JOSE MARTI, Apuntes inéditos, recogides publicado en Revista Universal, México, 32 PRANGISCO J, PONTE DOMINGUEZ i familia que la ritualista logia “Toltecas”, cons cous pars Chan Logia Valle de México, eae fan al elegante templo masénico ubicado en la segunda calle de ddencia. nettle snc, nol acogedor México donde José Marti particip6 en ee: tividades extras de Ta Tnstituciin Eel io ae i rablico de su cali mie! la Orden. cores Por eu partiipacion en la festa masénica que 8170 Juger el 21 de marzo de 1876, pronunciando “um discurso que no fué mal recibido” (4), ‘il ib la ibiendo la crénica de la brillante jomada, En ésta elogié ta thitica del diputado Francisco Hernéndez Hamada sae toe = oradores que ocuparon la tribuna y quien goraba de renombre des, de que calzé con su firma la iniciativa congresianal que prog) Ta clausura de veinte y dos casas de monjas y cinco de jerites como la expulsion del territorio nacional de mis de doscientas Setenta personas de esos conventos catélicos que decretara el Ho tierno liberal del presidente Sebastiin Lerdo de Tejada, Tampoce silencié Marti, en su resefia, que el acto estuvo pretgia = Tn presencia de Ins madres de las nifias que habian de recibir 1 bautismo a Ta vida de Hiram, de las dignas progenitoras de esas infantiles criaturas vestidas con alba indumentaria, Ys comentario de que la fiesta masénica “fué especialmente notable porque ha sido una conguista ono) Jinimo de las mujeres, que ya no repugan asistir al Sugar Conce saben que concurren sus maridos, sus. jos, sus hermands. que por esto padezea en nada su moralidad ni su honrade: : ‘o hubiese habido mis en el particular, pese a que Ja pu- btiesshe concitaba la inquina de los ultramontanos alee de las Leyes de Reforma, Pero ocurrié, como incidente, que don Adriin Segura, catedratico de Historia de 1a Filosofia en le Es: ‘cuela Nacional Preparatoria, solicité rectificacion en = ae que no era la persona mencionada con ese nombre sees lores masones, bajo el alegato de que se sentia perjudicado én ‘el orden personal. El cronista José Marti hubo de complace carta abierta, bajo sm firma, expresiva de que ’ revista Universal, “) Artelo La Festa Masiizn, que vib Ya Yor en Revise Unie Méxien, eatin del 23 eo mareo de 1876. PENSAMIENTO Larco Dx Jost Manzi 33 “hubiera yo deseado que aquel Segura fuera Ud. porque asi me Hevaria hacia Ud. un lazo més de fraternidad y simpatia” (5). Y tras ese suceso vino el severo reproche que el periddico EI Fe. deralista hizo a Marti por haber revelado los nombres de los hermanos masones que disertaron en la velada, reconvencién que reprodujo el érgano clerical La Voz de México. Ante esa tacha, para lanzar a los masones de la Revista Universal la pre- gunta de sila masoneria es @ no una sociedad secreta, hizo bien Marti en dar cumplida respuesta a la demanda formulada, Amén de que él no era hombre que rehufa un lance semejante, cabia interpretarse como sefal de ilicitud de la Orden Fraternal cual- quicra actitud de silencio 0 de evasiva por su parte, Asi entablé Ja polémica, precisando conceptos en los términos ya expuestos, a la vez que destacé Ia piiblica actuacién de Ja masoneria en to. dos Jos pueblos Tibres del orbe; pues sus miembros eran conoci dos, los talleres simbélicos radicaban en edificios con rétulos vi- sibles, y mmiltiples fiestas y ceremonias tenian efecto con acceso social. Y como estimaba que el avance de la civilizacién debia reflejarse en la obra a realizar por la Masoneria en un pals de libertad, no juzg6 peligroso divulgar su criterio de que la ma- soneria, iniciadora de la mueva forma, ha de adaptarse a la mis- ma vida libre para cuya proteccién o iniciacién se cred, Ese cardcter piblico en el desenvolvimiento de la Masoneria merecié corroboracién de José Marti, citando al efecto casos ocu- rridos en tierras de respeto ciudadano, Entre otros refirié uno en Ia Espaia del rey importado Amadeo de Saboya, cuando los ma- sones con banda al pecho y collar al cuello acompaiiaron el ca- aver del ilustre hombre de letras y repiiblico Carlos Rubio, en funerales grandiocos presididos por los ministros del Ejecutivo, donde los masones hablaron en el cementerio para despedir el duclo y se publicaron sus oraciones ftinebres. Ademés, en el pro- pio pais azteca, la Orden Fraternal habia invitado a profanos piiblicas de aspecto masénico al singular hermano para honra Benito Juarez y Garcia, benemérito de la patria. No requeria mayor examen las frecuentes procesiones masdnicas en los Esta- dos Unidos de América, del 30 de mario de 1876, (Ha fo. como prucha conclayénte de que a Fraternal), sido subrayado por el autor de este Marth declars per oF FANGISCO J, PONTE pomiNGUEZ “sin que los hombres de cana cabellera que las autorizan y les dan un tinte augusto, se cubran con disfraces sus rostros, 0 se arranquen sus nombres de la frente, Los conoce todo el que los vé, ¥ todo el mundo puede saber quienes son” (6). Y, por iiltimo, Marti divulgé que en Ja tierra libre del Pert, en. 1875, ‘Jos masones acaban de hacer solemnisimas y piblicas honras, costeadas por cierto por él Estado, en Ia eeremonia ftinebre del gran cristiano Francisco Paula Vigil” (6), el combative autor de la Defensa de la cutoridad de tos gobier- nos y los obispos contra las pretensiones de la Curia Romana que Pio IX declaré libro diabélico a la par que excomulgaba all ¢ivico- sacerdote que lo habia escrito. En mérito al laicismo programitico contenido en las litur- gias y ensefianzas de la Orden Fraternal, José Marti puso de re- lieve muy frecuentemente los fines generosos, racionales y altruis- tas de la Institucién Orginica de la Moralidad, y la beneficiosa ‘participacin de sus miembros en la colectividad. Asi destacé, en. 1881, las ceremonias masénicas Ievadas a cabo durante la colo- eacién de la primera piedra del monumento que, en. los. campos de Yorktown, perpetuaria la memoria de aquella batalla deci- siva para los patriotas comandados por el “Jefe de logia” Jorge ‘Washington (7). Luego, en 1889, con motivo del cente- nario de Ja instalacién del austero libertador como Primer Man- datario de la Unién, hizo ver que habia jurado servir fielmente el empleo de Presidente de los Estados Unidos de América en “aquella biblia misma de los masones” (8) perteneciente a la logia “Saint John number 1” de la ciudad de Nueva York, De esos dias es también su erénica descriptiva de Tos actos celebrados para la ereceién del monumento a los (©) Al Federalista, articulo publicado en Revista Universal, México, clicién del 4 do abril de 1876, (2) Wéaso Carta de Nueva: York, 29 octubre 1881, en Obras Completas de Marti (Lex), vol. 1, pagina 1338. (8) Rl Centenario Americano, 1889, en Obras Cornpletas de Marti (Lex), vol, 1, pligina 1953, PENSAMIENTO LAIOO DE José MAnTi 8 perogrinos religiosos dela goleta “Flor de Mayo” (la Mayflower), y ¢émo en ellos intervinieron los francmasones “con ritos en que fué parte principal el ungir Ia piedra con j dle maiz, y con nceite-y vino” (0). u Wa Y la mente del ilustre hermano Marti, fija en el espiritu de moral ciudadana que informa a la Institucién Fraternal, no se imité # proclamar Ja influencia beneficiosa que, en Buenos Aires, Juve Ia Jogia secreta “Lautaro” junto al adalid José de San Mar- Un (10), sino que hubo de precisar que este taller masénico fundado por el abnegado criollo de la América Meridional, en tinién del caudillo conterréneo Carlos Maria Alvear y del eru- dito Bemardo Monteagudo, lo fué con plan y sistema en la independencia de Amé- idad, cbrando con honor y procediendo con jus- Hien para que cuando un hermano desempefie e] supremo gobier- #0, no pueda nombrar Fee si diplomiticos y peel ‘ni gober- adores, n i altos funcionarios eclesiasticos o' militares; para trabajar por adquirir la opinién publica; para ayudarse entre 1 ¥ cumplir sus juramentos, so pena de muerte” (11). Pero la devocién fraternal de Marti quedé atin més exterio- Hisada en 1888, Entonces dedicé todo un articulo periodistico de ‘Si correspondencia all diario argentino La Naciére para presentar ‘i etopeya de un masén ilustre de Ja colonia china de Nueva de Li In Du, a propésito de los solemnes funerales que le sus hermanos y conterrémeos, Con acopio de erudicién eribié todo el proceso ceremonial; expuso las ereencias de inj tiel wobelde: que a allore de Zugadn Ye he estado eblendemo ln cabers al de aquel General que derroté a Francia en Tonquin, de aquel Vallenie que usé su prestigio personal para favorecer a los ami- i de Jo libertad sin que de nada luego le sirviese contra Ta Wrerrericién de Jos autoritarios; y también narré la procesién y ‘4 entien que le ofrendaron, donde estuvieron bien visibles los 0) Cartas nortoamericanas, 1889, en Obras Completas de Marti ce jo ipletar de Marti, (Ken), a Lilt Gamma Eevee, 199% en Obras Completes de Marti ee). mt isheinia M1 ‘Whats 64, ) Sia Afartin, 1891, en Obras Completas de Marti, (Lex), vol. 11, 36 FRANCISCO J, PONTE DOMINGUEZ atributos de la Orden Masénica. Porque Marti hubo de recal- car que ‘ “Lj In Du es masén, es librepensador, es cabeza propia, es vene- rable en la masoneria china, que usa el mandil con bordes ver- des, Por todas partes hierve el mundo y padece el hombre, por fasequrar la libertad de su albedrio” (12). La redencién espiritual también la advirtié José Marti en Jos francmasones republicanos de Cuba y Puerto Rico errantes en tierras de libertad. Por ello el afio 1887, en la primera ocasion que pudo juntar a esa gente honrada con otros emigeados, tam- Dién leales a la Patria pero militantes en distintas agrupaciones, ‘a fin de conmemorar todos, con uncién religiosa, el 10 de octu- ‘pre que inmortalizara el masén Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, convocé el solenme acto para el templo central de Ja Gran Logia del Estado de Nueva York, existente todavia hoy en el edificio de la calle 23 esquina a Sexta Avenida de la populosa urbe de Norte América, En el propio marco escénico del “Maso- nic Temple” neoyorkino fué Ia cita al siguiente afto, como silen- cioso homenaje de Marti a sus hermanos que formaron legién en las filas de a Guerra Grande de Cuba. Y para avivar el fuego cen Ios altares de los expatriados, mis de una ver menciond los entusiasmos de la antigua y prestigiosa logia de habla espafiola “Rraternidad sniimero 387”, inaugurada el afio 1855 en Nueva York bajo la direccién y auspicios del cubano Andrés Cassard, fundador éste de la masoneria regular en las Antillas; aplaudien- do Marti el hecho de que algunos de los miembros de ese taller simbélieo viesen a Ja Masoneria como la antorcha de la verdad, y todos creasen, “desde el taburete del obrero, una religién nueva de amor active entre los hombres, el sibade en la logia’” (13). ‘La muerte en el exilio de des patriotas que siempre rindieron culto a la virtud, de dos apasionados miembros de la Institucién Fraternal, proporciond tema a Marti para poner de manifiesto también su amor a la Orden, Asi eseribié una pagina de subido (12) Un funcral chino, 1888, en Obras Completes de Marti (Lax), vol Ty plgina 1922, (13) Persona, ¥ Patria, 1893, en Obras Completas de Marti (Lex), vol, 1, pina 6. PENSAMIENTO LAICO DE Josit MAWTi 3ar valor moral al fallecimiento de Ramén del Valle en 1892, de aquel cubano con alma de héroe que fué desterrado a Fernando Poo como idor separatista y que supo burlar su ciircel para ir ‘un paise libertad y, pese ‘a sus vastos conocimientos, abrazar la humilde vida de tabaquero, En elogio del finado dijo que “al caer en Ja tierra ajena del cementerio de Woodland, con los ritos de la hermandad amasénica en que vid ¢L eae ead Triton, par ser la patria imposible sinvel trato libre e indulgente ‘de Ios que han de vivir en ella como hermanos, no cayé solo, iii emtre pechos frios, sino rodeado de cabezas descubiertas” (14) 'Y en 1894 recordé al noble octogenario Salvador Cisneros, manu- misor de eselavos y revolucionario en dias de prueba a mitad del siglo XIX, porque el inclito camagiieyano “ereyé en aquella primera masoneria de Cuba, de hijos del muér- inmortal, jurados a extinguir la servidumbre, ajena 0 pro- ‘pila, de la faz’ —y de las entrafias— de la tierra: que importa ie Ta)" cosas se quiten de la faz, si siguen en las entra- ‘Tal fué cl interés de Marti por las esencias masénicas de la vid que el concepto masénico de Logia - Universo lo levé impli- - ciuwmente a la revista infantil La Edad de Oro, editada en 1889; yhiew juzgé, con acierto, que "Je niios son la esperanza del mundo, y queremos que nos quie- '¥ ios Yean como cosa de su corazén” (16). ‘oi las piginas iniciales de aquel mensuario anuncié que les se hace en los talleres, donde suceden cosas mis e que en los cuentos de magi 3 Werlail, més linda que la otra” (17). Ee ee habilmente a quien fué Gran Constructor en la jendo que supo 8) Un alma do héror, 1892, en Obras Completes da Marti (Lax Bw I lane 931-50 ae Naliwdor Ciauevos, 1804, en Obras Completes de M. Woh Th piri 1783. = oe (HO) A bo ol hf Marti (Lax), vol, TI, pégina 1908, A los sitios que tear “La Edad de Oro”, julio 1889, en Obras dé Marth (Lox), vol. U1, plgina 4207, i te 38 FRANCISCO J. PONTE pomiNGUEZ “el hebreo Salomén, levantar templos magnificos al Creador del mundo, y hacer con alma de padre justicia entre los hombres (1g). Y en el tiltimo cuaderne del periddico trajo a colacién “que el mundo es un templo hermoso, donde caben en paz. los hombres todos de Ja tierra, porque todos han querido conocer la verdad, y han escrito en sus libros que es util ser bueno, y han ide -y peleado por ser libres en su tierra, libres en su pen- samiento” (19). {Es un lenguaje puramente masénico y transido de puro laicismo! En fecha posterior, no obstante estar Marti absorto en deberes revolucionarios, el recuerdo del taller simbélico de la Institucién Masénica motivé su parecer de que “los pueblos aprenden el hébito y los métodos de crear en los talleres” (20). Y sontencié rotunde: “Taller es la vida entera, Taller es cada hombre, Taller es la Pa- tria” (21), ideas acordes con su laicismo de pensamiento. (UB) Lar ruimas indias, agosto 1880 de “La Edad de Oro", on Obvas Completa: da Marti (Lox), vol. II, pigina 1255. (19) Un paseo por ta tierra de las anamitas, octubre 1869 de “La Edad de Oro", en Obras Completas de Marti (Lex), vol. 11, pagina 1301. (00) En los Talleres, 1892, on Obras Completa: de Marti (Lex), vol. 1, pigina 547. (21) En los Telleres, 1892, en Obras Completas de Marti (Lex), vol. 1, pigina 546, IH1.- Religion Nueva “La RELIGION VENIDERA ¥ PER- DURABLE PSTA ESCRITA EN LAS ANMONIAS DEL UNIVERSO.” — JOSE MARTI, El problema religioso constituyé seria preocupacién para Jo- @ Marti, tanto como el ideal politico de una América libre y la independencia de Cuba, su patria de nacimiento. Con verdadera claridad resalta el laicismo de sus ideas, en consecuencia de prin- cipio a témino; ya que si bien de pequefio sintié el natural in flujo del catolicismo profesado por sus mayores, pudo desatar bien temprana edad, y por propio pensar, esas amarras de Ia in- fancia, comprendiendo que igién, esto es, en Ja interpretacién de Dios, todo seria posible, Ics preciso buscar lo probable” (1) Y In razin te dicté que lo probable hallabase distante de las doc- Arinns que oyera en el hogar, segiin Io declaré ocasionalmente en quel su discurso politico pronunciado el 17 de febrero de 1892, is conocido como Ia Oracién de Tampa y Cayo Hueso, al de- dr que “en la nifiez, cuando le nace al corazén ingenuo la flor primera lo la maravilla, y 1a educacién necia nos aparta —en Cuba como fen todas partes— de la joyeria viva del jardin, y en el templo rave y solemne de la naturaleza péstrase el alma de admi ¥ poosia al oir en la iglesia, —que rehuird después... jpues digo ‘que jamds tuye un goce tan. puro y de tan intima majestad, coro ‘snkre los mios, entre mis cubanos, entre mis guerreros y mis an- elanos y mis trabajadores; —jamiis, ni en la iglesia de nifio ni nla cumbre del monte!” (2), (1) JOSIE MARTI, Apunter inéditos, pigina 8. (2). Discurso en Hardman Hall, Nucva York, 17 febrero de 1890, en ‘Obra Completag de Marti (Lex), vol. 1, pigina 711. (Lo subrayado es por ff eater de ete ensayo) * wo FRANCISCO J. PONTE DOMINGUEZ Como José Marti se aparté espontaneamente de las ereencias que, por tradicién familiar, recibiera en su nifiez, buseé orienta- cin en materia religiosa leyendo con provecho a la Biblia, que en verdad es libro que, en cosas del alma, di- jo todo” (3), segin hnubo de juzgarlo, Asi, el estudio de la Escritura forjé al pensador laico, al amante del culto racionalista, por Jo cual apre- ci6 que s religiones todas son iguales: puestas una sobre otra, no se evan un codo ni una punta: se necesita ser un ignorante cabal, como salen tantos de Universidades y Academias, para no Teco- nocer la identidad del mundo. Las Teligiones todas han nacido Ye las miemas raices, han adorado las mismas imdgenes, han pros- perado pas, Jag Soa virtudes y se han corrompide por los mis- mos ¥ é He abi expuesta por Marti, en su cardinal ensayo La excomu- nién del Padre Mc Glynn, que vié la luz a mediados de 1887, To conclusién a que Llegara acerca del origen y evolucién histérica de las religiones, Quiz por ello escribié meses antes, aplaudiendo el espirita de fraternidad religiosa que inspiraba la conducta del ‘ministro protestante Henry Ward Beecher, bien evidente en la prictica de brindar su pilpito a los adversarios de su teologia amo- rosa, para Ja prédica de sus respectivos credos, que “Jas religiones se funden en Ja religién. Surge la apoteosis tran- quila y radiante del polvo de les iglesias, que se vienen abajo: Yo no cabe en los templos, ;ni en éstos ni en aquellos! el hombre ierecido” (5) Como Marti fué adulto de meme a prematura edad, pues usé libremente de la razén en la adolescencia, pudo en sus dias de primera juventud trazarse como norma la de vivir fuera de toda religién positiva, Asi actué desde la época estudiantil, en Espafia, cuando estampara en apuntes intimos, conservados iné- ditos hasta fecha reciente: ©) Cartas de Marti, 20 junio 1883, en Obras Completas de Marti (Eal- torial Trépica), tome 29, La Habana, 1944, pigina 123. (4) La excomunitin del Padre Me Glynn, 1881, en Obras Completa de Marti (Lx), vol. 1, pigina 1820. (6) Henry Ward Boscher, 1887, en Obras Completas de Marti vol, [, mina 1063. Lex), _ PENSAMIENTO Lalco pe sosit MAW, a “No soy. bastante instruido en cada una de las eeligiones para po- der decir con razén que pertenezco a una de ellas.— Me basta, ons un absurdo para alejar mi simpatia, Pero es mecesaria en sas la carencia total de absurdo para merecer mi convic- (6). Y Ja conviecién munca llegé a tenerla, porque su conocimiento del objeto de la vida Io hizo compartir el modo de pensar de Peter Cooper, quien murié nonagenario, en cuanto a que “In tinica religiin digna de los hombres es aquella que no ex- cluye a hombre alguno de su seno” (7); frase condenatoria, en forma ticita, del sectarismo exclusivista do ln Iglesia de Roma. Por otra parte, José Marti idealizé el sentimiento religioso, modinnte una identificacién de poesia y religién. Para él “la religion, fala siempre como Jogme «la le de un alto juicio, fos olornamente verdadera como poesia: gqué son en suma dhymas relics. ipo Ia infoncia de las verdades naturales? Su fay candor mismos enamoran, como en los poemas” (8). Hira una idea que tenia bien arraigada, y que iba de la mano del sonsio eriterio de la necesidad que sentian los pueblos débiles dle crver en algo superior y poderoso, para contento general. Esas roligiones luego perduraban, lo mismo entre los cultos que entre Yow salvajes, “como anticipo, en que el hombre se goza, del bienestar final ico que confusa y tenazmente desea. Las religiones —afiadié on lo que tienen de durable y puro, son formas de la poe. ombre presiente fuera de Ja vida, son la poosia del “ann lero... Por eso la religién no muere, sino se en- lw y acrisola, se engrandece y explica con la verdad de la fnilven y tiende a su estado definitive de colosal poesia” 16 nw afirmacién de tendencia panteista. Kip ncontraba vigencia examinando la libertad reli- wn los Estados Unidos de América, Marti escudrifié con ojo ‘a¥ieor, mpreciando que todas las cid! (@) JOSE, MARTI, Apuntes inéditos, pixina 17. (P) Peter Cooper, 1883, om Obras Completas de Marti (Lex). vol. ly elie 1077, (8) Kl cinne de for cathlicas en Nucua York, 1887, en Obras Cormpletas de Marti (lex), vol. 1, pgin 1782, (0) [4 excomuiin del Padre Mc Glynn, 1887, en Obras Completas de Mori Cha 1, pginas. 1820 - 1821, 2 WMANCISCO J, PONTE DOMINGUEZ ‘iglesillas se unian, como en un témplo de acero, en una iglesia fundamental, fecunda como todo lo digno, y era el ejereicio de Ja razin humana” (10), Pero en esa evolucién, vista con gemolos prismaiticos, y José Mar- {i usaba Tentes de generaciones futuras, descubriase que la Iglesia de Roma ganaba sefiorio en el pais con su sistema autoritario, y echaba “al cielo impasible, rodeada de palacios, una catedral de marmol, mis frecuentada y rica que todas las que proclaman el uso legf- timo de Ia razén libre” (11). Por ello estaba amenazando con abatir a los cultos protestantes, a “todas las Iglesias, desde el Episcopalismo al Abeismo, que man- tienen el derecho inalienable del hombre al ejercicio de su pro- pia razén” (11). ‘YY Marti hacia notar, con mirada previsora, la realidad que con- templaba, si bien en vuelo de fguila su alma vislumbraba mo- radas mejores, Hevindolo a decir: “pada ayuda mits eficazmente que Ia libertad 2 Ia verdadera rel sién: ni cl que la religién mude de forma en nuestros tiempos, como muda a ojos vistas, quiere decir que la religién, que e e-encial e inmortal. se acaba, sino que esti ahora en una de sus crisis de acomodamiento, y la primera acaso que se resolverd, por fe] beneficio de la libertad, sin catéstrofe ni sangre. El hombre se ensancha. y Ja religién con él, Lo que sucede con la religion tes gue esti a umto de comenzar a ser més divina que humana, ¥ més durable en sv forma nueva que en la antigua, porque sé derivari en la naturaleza del hombre, en vez de negarla e ir con- tra ella” (12). Sus observaciones proseguian con él penetrante apunte de que “de esta reforma religiosa y de In persistente demanda de un camibio que ponga a la religién sobre bases racionales, tenemos buena prucba, por lo que hace al pais vecino, en la censura com gue los mismos diarios que defienden disimiladamente, al_ cato- Ticismo castigaron, temerosos de divorciarse de la opinién, Ia tenacidad con que los presbiterianos viejos se opusieron en la’ til- (10) Cartas de Merti, 20 marzo 1885, en Obras Completas de Mari (Laz), vol. T plginns 1586 - 1587. (18) Thidems,pigina (12) La libertad veligioea ev Tos Estados Unidos, on Obras Completon de Mersi (EAitorial Tripico), tome 5t, La Habana, 19%, gina 181, PENSAMIENTO LAICO DE Jost MAnTi 48 tima asamblea de la secta a revisar, como obra, humana que es, el dogma innatural y violento de Juan Calvino” (13). Vinculacidn estrecha con la Naturaleza advirtié Marti en las jubilosas conmemoraciones de la Pascua de Resurreceién. por los pueblos anglosajones, Aunque modificadas algunas costumbres, en low del aio 1882 descubria que “no hay secta, ni hay herejes, ni hay rebeldes, para esta fiesta dle Pascuas, que parece religiosa y es pagana, porque con el albo- rear de la Primavera, la tierra alborea, Ia esperanza renace, los enfermos se alegran, los nifios triscan, los ojos se encienden, se enjubila el alma, ¥' todos los credos, a despecho suye y como fmuncio de mejores dias de paz, se juntan en esta creencia suma en la Naturaleza. De ella nacieron, y el capricho humano les dié Iindagnes 3 formas quo ppersisten, porque persisten los intereses ¢reados a Su amparo, pero el amor Henaré al eabo el pecho de los hombres, y todas las creencias vendrin a ser en suma, en ; daw de las almas tranguilas, esta mejoradora y reverente en la divinidad de la Naturaleza.” Al buen Jesis celebran los cristia- ‘0s, y los teutones viejos celebraban a la Primavera buena” (14). Hd culto de la razén y el acatamiento a las leyes de la natu- ruleta Ie permitieron discurrir a José Marti que el espiritu de lei amiiltiples intérpretes de Tas mumerosas sectas religiosas exis- twmtos en los Estados Unidos de América iw quieve techumbres que ahoguen su cntico, ni piedra en que . 4 potrifique, ni mas mirra ni incienso que la invisible de fslnawe y las fragantes de los drboles. Mientras las formas perecen a Lo ‘que de cllas viven, —la esencia moral que les dié aparien- ‘le vida, como que se nutre del alma humana i ra y perfuma:— asi asisten las gentes no a los templos de- se discuten apreciaciones nimias o textos aislados (we convencionales de las sectas que luchan, —sino a aquellas , com genteroso criterio, se eleva con la palabra de pertad, que fué la que Dios dié al hombre para hablarle, mo- Wo te fe erstiana al Hacedor misterioso del cielo y de la ; Jor, o como se diria con lenguaje masénico: al Gran el Universo. wm, phginas 181-182. (4) Carta de Nueva York, 1% abril 1882, en Obras Completes de Marti thee), at 1, pligima 1467, (16) Novigias de tos Estados Unidos, 16 septiembre 1881, en Obras Cnpletwe de Marti (Lex), vol. 1, pigina 1307, Co PRANGISGO J, PONT DOMINGUE Estas apreciaciones, en Ja mente de un reformador como Marti, convencialo de que las querellas de iglesia desmerecian toda la virtud de la plegaria espontimea de los hombres libres, Por ello hubo de proclamar la necesidad de “una iglesia si dogmitico, sino con ese grande y firme una iglesia sin credy 20? mverso 9 la del alma bueia © in- mortal inspiran” (16). -¥ acoté de inmedia “qué gran ‘iglesia fuera! jy cémo dignificaria Ia religiém desa- ‘ditadal jy como contribuiria a mantener encendido el espiritu ‘gn estos tiempos ansiosos y enmonedados! jy c6mo juntaria a to- dos los hombres enamorados de lo maravilloso y necesitados de fratarlos, pero que no canciben que pueda haber creado on el hombre facultades inarménicas la Naturaleza que es toda armo- wnia, ni quieren pagar a precio de su razin y Hbertad el trato com To maravilloso!” (17). Pues lo que ocurria era, en opinién del ilustre pensador Marti, que “no ven la iglesia portentosa, la iglesia natural, que se esti Te- vantands, como drbol que tendré por copa el ‘cielo, del pecho Ye todos los hombres a Ia ver, En la iglesia tinica, inexpugnable, J hermosa, parardn como zorras encadenadas, todas estas igle- sias” (18). Fsa iglesia ‘mica, a manera de templo de fraternidad universal cobijaba “a religién, sobrado natural para que quepa en recinto menos vasto y variado que la misma naturaleza” (19), con lo cual daba riendas a su clisico laicismo de conducta, Quien no estaba, come el genial José Marti, en plano de gravar su carécter de librepensador, a fuer de cristiano sin secta- iso de culto, buscé amparo en la moral, en ese conjunto de (i) Una distribucién de diplomas en unt Colegio de los Estatos Unidos, 1884, en Obras Completas de Marti (Lex), vol. Tl, piginas 497-408. (7) Tide, péigina 498. (U8) Crinica Norteamericana, 7 febrero 1889, en Obras Completas de Marti (Tripico), tomo 37, La Habana, 1941, pigina 30 (89) Cartas de Marti, 24 octubre 1883, en Obras Completas de Marti (Trépico), tomo 29, La Habana, 1941, pigine 197. PENSAMIENTO LAICO DE Jost MARTI 6 facultndes del espirity sélo apreciable por el entendimiento © por la conciencia, juzgando que “la moral es la base de una buena religién" (20). En el mis estricto cumplimiento de los principios éticos vid Ia solucién al conflicto intima, por lo eual dijo que la “observancia rigida de la moral, —mejoramiento mio, ansia por el mejoramiento de todos, mi vida por el bien, mi sangre por la sangre de los demas; he aqui la tnica religién, igual ¢ innata en todos los corazones” (21). Marti no pudo hallar la férmula verdadera en los mandatos de aquella religién pretensamente catélica, aquella que iba con- tm las leyes de la Naturaleza disponiendo cl celibato perpetuo a sus ministros del culto y que constrefifa el libre examen de los textos sagrados, Por ello, su légico pensar en este punto ya lo situnba fuera de la Iglesia de Roma; criterio que sustenté desde su dpoca de estudiante universitario, pues en sus cuademos inti- mos dej6 constancia de que “| naturaleza ha preserite uma ley, ineludible, como todas las 0s. La Religién catélica impone a sus apéstoles la inobservan- ia precisa de esta ley. Si Religién es la manifestacién clara de Dios en la tierra, si es Dios que crea y que manda y, hombre (que adora y que obedece. écémo es natural, cémo es legitima reli- n que manda al hombre que se rebele'contra el precepto de joe “Mis claro, “,Cémo es natural religién que se rebela contra la natura- wen “,Cémo es legitima religion que se alza contra la Ley?” (22). ‘Ademis, José Marti reflexioné que el catolicismo habia he- muerte a la doctrina de Cristo; por lo cual, vido “pare amar a Cristo, es necesario arrancarlo. a las nanos torpes de ens hijos” (23), tho lor representantes de (00) Frajinentos, em Obras Completes de Marti (Tropico), tino 54, Va Matans, 194, pigina 176. (M1) JOSE MARTI, Apuntes inéditos, piginn 9. (i) JOR MARTI Apacs indie, ning & (WY) “Francisco de Paula Vigil, 1875, en Obras Completas de Marti fen), vol TT, pina 85, 46 FRANCISCO J, PONTE BOMINGURZ “uma iglesia que ha venido a ser desdichadamente e! instrumento tui elfen de los detentadores del Tinaje humano” (24). ‘Siendo ese su pensamiento acerca de los falsos pastores espiritua- Jer, obediiontes a los mandatos del Sumo Pontifice Romano; y-abri- gando la firme opinién de que “ fs misero que el de esos ciegos que andan. por po nyt dillascopidos de la fimbria de uma sotana como Jos brahmanes que se asen, para morir en la gracia, de la cola del buey sagrado” (25), facilmente se colige que el preclaro cubano jamés se condujo como tun siervo de los jerarcas del Vaticano. Pero en calidad de hombre libre, con ojos exentos de pre- juicio, cumplié el deber de criticar igualmente aquella religi6n. pro- testante que se apartase de la buena causa, 0 que no se practicara ‘al estilo del pastor de almas Henry Ward Beecher, quien. “predicaba, con abundancia de similes amenos, el amor de Dios, la Lmpieza dela patria y la dignidad del hombre” (26). Asi el genial cubano José Marti Pérez dié una nueva prueba de su deismo y de que no ocultaba su heterodoxia cuando hablé de rivalidad de reverendos en los campamentos de oracién y de pue- los que comentaban la “lana y cémoda sabiduria de los ancianos santones protestantes” (27). Y también cuando refirié que “Ja pelea por Ja revisién del credo de Calvino es um paso mis hatin esa religién venidera que ha de fundarse; con belleza pro- funda y sin misterios pueriles, en la naturaleza divina y reverente del hombre” (28). (2h) Bl cixma de los catélicas en Nueva York, 1887, en Obras Completas de Marti (Lex), vol. 1, pigina 1781. (25) La excomunién del Padre Me Glynn, 1887, en Obras Completas, de Marti (Lex), val. 1, pligina 1825. (28) Henry Ward Beecher, 1887, en Obras Compleias de Marti (Lex), vol. I, pigina 1069, (87) Cartas de Marti, 21 octubre 1883, en Obras Completas de Marti (Trspico), tomo 29, La Habana, 1941, pigina 195, (08) La libertad religiosa vn Jos Estados Unidos, en Obras Comptetas da Marti (Frépico), tomo 5+, La Habana, 144, pogina 182, PENSAMIENTO LAICO DE José Mani 47 De ahi que Marti pensase en una religién timica y en verdaderos curas de almas, a base de la solidaridad humana. No hay que olvidar al reformador que vivia en Marti, Ni al hombre superior que supo aplaudir el discurso de Eduardo Me Glymn, sacerdote irlandés con parroquia en Nueva York, quien ‘os sumarse a las doctrinas econémicas de Henry George y, por ese motivo, hubo de excomulgarlo el papa Leén XIII, Como es- pirita libre, Marti admiré la palabra inflamada de ese clérigo sano de conciencia en la “Sociedad contra la Pobreza”’, diciendo “que aquel discurso irregular, impetuoso, desgarrador, violento, era una fiesta de la razon, no menos Sands jue aquel que se promuncié en la ruta de Worms bajo el titulo de Maera” (29). Porque el librepensador cubano, fascinado por el cura rebelde que hablaba con sentido evangélico, “con palabras que involuntariamente recordaban los martillazos con que clavé Lutero su tesis en la puerta de la iglesia de Witten- ern” (29); cl cristiano y nada més que cristiano que fué siempre Marti, desde ¢l afio 1877 abogé por lo que calificaria como. la nueva religién; no Ia virtud por el castigo y por el 1 ber; la virtud por el patriotismo, el convencimiento y el trabaj * (0). Era una religién, pues, que recogia su laicismo medular sumido fen las més puras esencias de una filosofia fraternal; sin duda por resultarle aplicables los rasgos que advirtié en su amigo el poeta yenezolano Juan Antonio Pérez Bonalde, aquel que apenas puso los ojos sobre si se vid “eateciimeno- enérgico de una religién no establecida, con el co- rwzin necesitado de adorar, con Ia razén negada a la reverencia, into, incrédulo por reflexién” (31). De una nueva religién afincada en bases racionales hizo hin- api el insigne pensador cubano en estudios suyos publicados en afios venideros, Ya 1884 era firme el parecer de Marti en este particular, pues entonces exclamé que (20) a4 excomuniin del Padre Me Glynn, 1887, en Obras Completes de Marth (Lex), vol. 1, pigina 1824. (30) Los Céidigor Nuevos, 1877, en Obras Completas de Marti (Lex), ‘vol Th, pining 208, 1) AF poema det Niagara, 1882, en Obras Completas de Marti (Lex), lH, phpinos 450-451. ‘ 48 FRANCISCO J. PONTE DoMiNGUE? “jada menos proponemos que la religidn nueva y_los sacerdotes nhevoe! ;Nada menos vemos pintando que las misiones con que tomenzari a espareir pronto su religién la épaca nueva! E_mun- do esti de cambic ti ; yas piirpuras y las casullas, necesarias én Joe tiempos misticos del hombre, estin. tendidas en el lecho de Ta agonia, La religién no ha desaparecido, sino que se ha transfor- mado” (32) Y obrando cualquier individuo bajo los dictados de su conciencia, dijo que a pesar de los rezos de la madre, y_ de la poesia de la infancia erédula, y del temor de todos los nacidos al poder de la creacién, ¥ del perenne sentimiento religioso, buscar’ el hombre fuera de Jos dogmas histéricos y puramente humanos, aquella armonia del spirit de religién con el juicio libre, que es la forma religiosa del mundo Sue a donde ha de venir a parar, como el rio al mar, la idea cristiana” (33). El cullto de Ja razén aparejaba la armonia del universo, con arreglo al laicismo de pensamiento que sustentaba José Marti. Por ello aseguré que “el ejercicio de la libertad Meva a una religién universal y en vano frunce la razén desconfiada el cefio, y, recatando con estudiado livor la fe inyencible, escribe la duda sus versos raqui- tices y atormentados” (34) ; para preguntarse al punto y responder: “2A qué, sino a dudar de la eficacia de Ia vida, han de evar las religiones que eastigan y los gobiemnos tétricos? Asi, donde la razén campea, florece la fe en Ja armonia del universe” (34). ‘Y declarando su peregrinaje para alcanzar una meta de espiritua- lidad placentera, de esencial moral en el desenvolvimiento de la razén humana, su prédica educadora estuvo impulsada por este Jatigazo sublime, que también data de 1884 (32) Maestros ambulantes, 1884, en Obras Completas de Marti (Lex), sol Hl, pigina 514, (Lo eubrayado es por el autor de esto ensayo). (33) EL problema religioso en los Eston Unidos, 1890, en Obras Com pleves de Marti (Lex), vol. T, piginn 2008. (81) Henry Ward Beceher, 1887. on Obras Completas de Martt (Lex), ‘vol. 1, pitinn 1063. Con toda seguridad ala mente de Marti vino La iden de at alianza de Ia Tglesin Catéica Romana com lo monaeeas abso- Tutistas y dictadoree do pelos, ci rolgity eatiicn yas. gobleros 44 PENSAMEENTO Lalco DE ssi materi ” “Glo los necios hablan de desdichas, o los epoistas. La felicidad ‘existe cobre la tierra: y se la conquista con el ejercicio prudente de la razén, el conocimiento de la. armonia del ‘universe, y la prictica constante de Ia generosidad, El que la busque en otra parte, no la hallara: que después de haber gustado todas las copas de la vida, sélo en esas se encuentra sabor” (35). {Qué gran mistico fué Martil ‘Ademés, en 1887 abundé en el tema, recaleando su laicismo. de pensamiento al manifestar que escribiria ampliamente, tan yranto como la idea estuviese a punto, “del deseo de las iglesias protestantes de Jevantar, por sobre todas los edificios metropolitanos (de Nueva York), una catedral que tlesde mares y campos se divise, y domine los atrevidos palacios de negocios, las espiras de piedra parda de las sectas viejas, los campanarios relamidos de los templos estéticos, las dos torres Blancos, atin no acabadas, de la catedral catélica” (36) Por e] momento colocé su estoque en punta expresando que jral debiera hacerse, porque los edificios grandiosos entusias- mun, conservan ¥ educan; pero no catedrales de ritos, a que los hombres s6lo se apegan para salvar su hacienda y privilegios en esta hora obscura, y son, més que catedrales, murallas, -y més jItares, parapetos; sino una de arquitectura nunca vista, don- se consagrara la redencién del pensamiento y fuese al entrar en ella como en la majestad, y como sublimarse en la compafila » los heroes, vaciados en bronee; jy las puertas siempre abiertas! La a 4 debiera ya tener su arquitectura. Padece, por no te- nero” (36). Porque, para José Marti, in definitiva. Y la poesia de la libertad el “Wu libertad es ta rel culto nuevo, Ella aquieta y hermosea lo presente, deduce e ilumi- Halo futuro, y explica el propidio inclable y secactore bondad lel Universo” (37) (0) Aoestrox amnbulantes, 1884, en Obras Compleins de Marti (Lex), sol Hy pin B13, ‘ (30) Proyerto de una eatedral protestante, 28 julio 1887, en Obras Completas de Marti (Lex), vol. 1, piina 1807, (M7) EL poeta Walt Whitman, 1887, on Obras Completar de Marti (Hae), 0h 1. gina 1138, IV.-Soldado de Luz “EL GRISTIANISMO HA MUERTO A_MANOS DEL CATOLICISMO” — JOSE MARTI. Como buen librepensador José Marti compartia las ideas de Courtlandt Palmer, el gran norteamericano que tuvo por credo supremo aquel en que el mundo era la patria y la religién el obrar bien, Tanta simpatia sintié por ese ilustre ciudadano del Universo que, haciende la resefia de sus exequias, transcribié pa- labras pronunciadas por el ateo Roberto Ingersoll durante

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