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PEDRO PARAMO Y ARTEMIO CRUZ: DOS PERSONAJES DE LA REVOLUCION MEXICANA [ANA MARIA HERNANDEZ DE LOPEZ. Mississippi State University [Nos hemos rebelado contra el gobierno y contra ustedes porque ya estamos .burridos de soportarlos. Al gobiemo por rastrero y a ustedes porque no son més ‘sue unos méndeegos bandidos y mantecosos ladrones. Y del sefior gobiemo ya no 0 nada porque le vamos a decir a balazos lo que la quetemos deci! estas palabras se dirigid a Pedro Péramo el cabecilla de un grupo de ros del ejército de Pancho Villa, Pedro Péramo en seguida le pregunta: sto necesitan para hacer su revoluci6n? Tal vez yo pueda ayudarlos». #101). ‘> difiere mucho el siguiente parrafo de ta obra de Fuentes en donde Arte~ vucha también la protesta de los peones que labran sus tierras cuando el nista todavia no ha legado al poder absoluto: «El sefior gobiemo no se de nosotros, sefior Artemio, por eso venimos a pedirle que usted nos dé ano»? Y Artemio los promete en seguida su ayuda: Para eso estoy muchachos. Tendrén su camino vecinal.. pro con wna condi- idm: que ya no Heven sus cosechas al molino de don Cistulo Pizarro. ¢No ven {ue ese viejo se niega a reparirni un cacho de tierra? Traigan todo a mi molino y gjenme a mi colocar las cosechas en el mercado. (A.C., 95) Suan Rotro, Pedro Pérama, México, Fondo de Cultus Beonsmica, Decimacuana edicén, 101, Las cas de esta ediciénapareerin en el testo entre paréntsis. Carlos Futures, La muerte de Ariamio Cruz, Masi, Fondo de Cultura Econdmics, 1983, mont, las itas de esta edicin se pondrén enue puratsis en eexio. Fs interesante resallar c6mo al principio los dos protagonists dialogn cm {os rebeldes e incluso los sientan a su mesa tratando de sacar partido: Pardeando le tarde aparecieron los hombres. Venfan encarabinados y tt 4 carilleras, Eran cerca de veinte. Pedro Péramo los invit6 a eenar. Yella (uitarse ol sombrero se acomodaron a Ja mesa y esperason callados. Séi ‘y6 sorber el chocolate cuando les trajeron el chocolate, y masticar sof tortilla cuando les arimazon los fijoles. (PP., 100) 2 De la misma forma Artemio Cruz, seni6 ala mesa «esos hombres capataces de Is tera, peones de mirada bl te, gente que desconocia las buenas maneras..Conviris aquella casa en Ut bio'de gaftanes que le hablaban de cosas incomprensibles, tedioss, sin gem (Ac, 104) a A pesar de estas muestras de confianza ninguno de ellos se fia. Cuando temio se da cuenta de que los rebeldes tienen miedo por el poderio de don Git» tulo, ordena a uno de sus criados: «Ventura: reprteles sus rifles a los mia chos para que aprendan a defenderse.» (A.C., 95) Este rcach6n en ciemes &8 6 primero que alignta a los alzados que no tardarn mucho en usar esos misMO3) 2 Fifles contra él en cuanto se declare sucesor de don Gamaliel Bernal cuy Cacia cazgo hereda al casarse con Catalina, su hija. auc Pedro Paramo también ordena a Damasio, el pe6 centre aun peloton de pelones, que results ser todo un ej Yate he dicho que hay que esar con el que vaya ganando... ¥ este no's il ‘consejo ni mucho menos, {pero no ge te ha ocurrido asaltar Contla? Pare qué $833 {Que andas en la revoluci6n? Si vas a pedir imosna estis atrasado, Valin us i fnejor te fueres con tu mujer a cuidar galinas.(A.C., 111-112) pe La Revolucién Mexicana de 1910 que se prolonga por muchos afios foe ‘campo fértil para que tos novelistas més destacados de México situaran ef escenario de sus narrativas. : Juan Rulfo en su coleceién de eventos Et tlano en lamas, de 1953. ¥ SOME | todo, en su novela Pedro Pdramo de 1955, y Carlos Fuentes en varias de S08 bras (aqul nos vamos a eferir a La muerte de Artemio Cruz de 1962), coloca 4 sus protagonistas anclados en la época revolucionaria, y hacen ver a los leet res que estos personajes, Pedro Péramo y Artemio Cruz, en concreto, son justi: ‘mente el fruto de una época, el fruto de un perfodo zarandeado por luchas int ce nas, en un pais en el que cada generacién tiene que anular a los antigties poseedores y sustituirlos por nuevos amos, tan rapaces y ambiciosos come anteriores. 692 Suan Rulfo sufrié en su propia care los trigicos efectos de este perfodo. Sendo todavia niflo vio la muerte de su padre a manos de-uno de los peones de ‘hacienda. «A mi abuelo lo colgaron de los dedos gordos y los perdi6», dice Ralfo, y durante Ia guerra de los cristeros, s6lo unos afios después, murieron va- os fos carnales como consecuencia de estas revueltas. Casi de inmediato falle- 50) su madre abrumada ante tanta desgracia. No es, pues, nada extrafio que Rul- “> presente en su obra tantos tipos de muertes y de muertos en relacién directa zon.una época abatida en todos los aspectos por las revoluciones. La asercién 2 Rutfinelli es evidente: «El proceso creativo ha producido en Rulfo la litera- sta que conocemos, pero si raz, su Origen, est allt, en el pueblo nativo.» (12). Psir0 Péramo, ese «rencor vivo», ejemplifica con su vida y su muerte la tesis ue trataremos de probar. En cuanto at personaje de Fuentes, Artemio Cruz, comienza su aventura co- +9 teniente de la revolucién en lucha con los federales reorganizados por Obre- 0a, Es un mestizo bastardo que va a la revoluci6n por egotsmo, se acerca al (Historia Grtica, $43) Al conacerse los acontecimientas en el estado de Sonora, deciden traici6n de Vietoriano Huerta, sucesos que conociendo la historia es fet ficar, Fuentes se fia en diciembre de 1913, cuando Huerta celebs su ono ca con gran pompa 5 En el siguiente apartado y séptimo del libro, octubre 22, 1915, ten sangriento encuentro enue los hombres de Villa Estamos eansidos —le dice— son muchos sos de pelear desde que ns evans ‘mor contre don Porfirio. Leg pleamos con Madero, lego conta los tad de Orozco, luego conta los pelones de Huerta, luego conta ustedes or carte. nes de Carranza. (A.C., 184-185) Este pasaje alude a una de las grandes derrotas de la Divisién del Noro Pensamos que cl corone! Zagal representa en la novela al general Rodolf Fie. = tro. Ambos mueren en octubre de 1915 pelcando al lado de Pancho Villa gontia las tropas de Venustiano Carranza. = La continuacién de este capitulo, séptimo de ta novela, puede encontratse. tetrsediendo al segundo, 20 de mayo de 1919, donde os vistas son dpe os pore presidente Caranza a Como no hay espacio para més, vamos aterminar con cl capitulo quin.gue corresponde al 23 de noviembre de 1927. Este apartado de trece paginas eviden- cia la mas enacia realidad vivida en MExico en noviembre de 1927, cuando atentado al candidato a a presidenea, Alvaro Obregon, que habia gobernadeeh- pais con antevioidad desde diciembre de’ 1920 hasta diciembre de 194, 1927 Ia guerra de los cristeros et en pleno apogeo. Se dio un decreto ceranda las iglesias al cult, y el clero unido a los revolucionarios combats conta gobierno a la vox de {Viva Cristo Rey! Una religiosa, la made Concepe Acevedo, se distinguis por su ayuda a los rebeldes. Es Ta época del pr Plutarco Elias Calle Un parafo dela novela, eae otros muchos aluivos, dee refiriéndose al protagonista que Je comprs el periico aun voceadory rats de lerio mientras manejaba, pero 96 'e pudoechar un visazo alos eneabezados que hababan del filaments de 1, {que atentaron conta Ia vida del otro eal, el candidat, Ello records en I {grandes momentos, en la campafa conta Vil, en la presidencia, cuando i068 JraronIealtad y mits esa foto del Padre Pro, con los brazos abietos,recibien0” la descarga. (A.C, 136) : ‘Stectivamente, 10s autores del atentado a Obregén, convictos y confesos, sc:on ajusticiados, fusikindolos en el patio de la Inspeccién de Policia; entre “= susticiados estaba el presbitero Miguel Agustin Pro-Juérez. El asesinato de -6n se Ilev6 a efecto en julio siguiente durante un banquete. ? titulo de las dos novelas indica terminacién, aniquilamiento, En Ia de 225 con la palabra «muerte» todo ha concluido, Artemio ha dejado de exis- nla de Rulfo, Pedro es piedra y Paramo es algo seco, sin vegetacién, bal- ‘in vida, Los dos titulos significan entonces algo que termina también 0 que ‘se tetminar La guerra entre hermanos, el abuso de los terratenientes que es “owvign el abuso del poder, y la violencia de los otros, todo ello germen com- 19 de la RevoluciGn Mexicana, ZOGRAFIA, LasoLA, GUSTAVO, Historia gréfica de la Revoluci6n Mexicana, México, Baitoriel F. ‘rillas, S.A. 1967. f ‘CARLOS, «Rulfo, el tiempo del mitos, en Inframundo, ef México de Juan Rut sico, Ediciones del Norte, 1983. Gurianez, Geonawsa, Los disfraces. La obra mestita de Carlos Fuentes, ME ‘ico, El Colegio de México, 1981. etal, Inerpretaciones de la Revolucién Mexicana, México, Péitorial Nueva Ima- on, 1980, SIWAIS, CARLOS, «Sf, tampoco los muertos retornan, desgraciadamente>, en Infra ‘nundo, el México de Juan Rulfo, México, Ediciones del Norte, 1983. SNELL, JORGE, El lugar de Rulfo y orres ensayos, México, Universidad Veracruza- 1980. ScSOREN, Mania, La muerte de Artemio Cruz: Una novela de denuncia y traicién, Mé- ‘ico, Universidad Auténoma de México, 1982.

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