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BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano El Ejército argentino en democracia: de la “doctrina de la seguridad nacional” a la definicién de las “nuevas amenazas” (1983-2001)*. The argentine army in democracy: from the “doctrine of national se- curity” to the definition of the "new threats"(1983-2001). Germén Soprano. CONICET / Universidad Nacional de Quilmes / Universidad Nacional de La Plata, Argentina. E-mail: gsoprano69@ gmail.com Resumen: Este trabajo analiza concepciones militares acerca de la politica de defensa nacional y de seguri-dad internacional en la Argentina entre 1983 y 2001. Centrandonos en un estudio de articulos publicados por oficiales en la Revista de la Escuela Superior de Guerra, nos interesa comprender de qué modo militares argentinos analizaron diferentes fen6menos de aleance na- cional, regional e internacional relacionados con esos temas a fines del siglo XX; y reconocer si los debates profe-sionales castrenses de esos afios acom- paflaron los cambios producidos en la agenda de la defensa en democracia. Demostraremos, por un lado, que la “doctrina de la seguridad nacional” in- fluy6 en la Revista entre 1983 y 1993 y, por otro lado, que desde la década de 1990 se atirmaron per-cepciones sobre el conflicto relacionadas con las denominadas “nuevas amenazas” Palabras clave: Defensa Nacional, Seguridad Internacional, Bjército Ar- gentino, Doctrina de la Seguridad Nacio-nal, nuevas amenazas Abstract: This paper analyzes military conceptions about the policy of na- tional defense and international security in Argentina between 1983 and 2001. We focus on a study of articles published by offic-ers in the Revista de ta Escuela Superior de Guerra, we want to understand in which way ar- gen-tine military analyzed different phenomena of national, regional and in- ternational scope related to these issues by the end of the 20th century; and recognize if military professional discussions of those years was accompa- nied by changes in the agenda of defense in democracy. We will demonstra te, on the one hand, that the "national security doctrine” influenced the re- ' Recibido: 15/03/2015 Aceptado: 11/06/2015 Publicado: 25/06/201 RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2254-6111 86 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano view between 1983 and 1993, and on the other hand, since the 1990s affir- med perceptions of conflict related to the so-called "new threats” Keywords: National defense, Intemational Security, Argentine Army, Na~ tional Security Doctrine, New Threats Introduccién ste trabajo tiene por objeto analizar concepciones militares acerca de la politica de de- fensa nacional y de seguridad internacional de Ia Argentina desde diciembre de 1983 fhasta diciembre de 2001. Para ello nos centraremos en un estudio de articulos escritos por oficiales para la Revista de la Escuela Superior de Guerra del Ejército, una presti- giosa publicacién editada por esa Fuerza desde 1923 con circulacién entre oficiales en actividad y en situacién de retiro.” Nos interesa comprender de qué modo militares argentinos analizaron fendmenos de aleance nacional, regional e internacional relacionados con esos temas hacia fines del siglo XX; y reconocer si sus debates profesionales acompanaron los cambios en la agenda de la defensa producidos en democracia, Demostraremos, por un lado, que la “doctrina de la seguridad nacional” mantuvo su influencia en articulos publicados por la Revista entre 1983 y 1993, aun cuando la Girigencia politica democritica habia definido una nueva concepei6n y marco normative para la defensa y el empleo de su instrumento militar; y, por otro, que hacia comienzos de la década de 1990 se afirmaron renovadas percepciones sobre el conflicto en torno de Jas denominadas “nuevas amenazas”.* 1. Politica de defensa y Fuerzas Armadas en la agenda democratica. En diciembre de 1983 en la Argentina se inicié un periodo democritico de una exten- sin inédita en la historia del pafs, signada desde 1930 por recurrentes golpes de estado y gobiernos de facto, Las Fuerzas Armadas ~que en buena parte del siglo XX intervinie- ron en la politica nacional afrontaban una crisis institucional y desprestigio en sectores de la sociedad producto de dificultades politicas y econdmicas atravesadas por los go- biernos del “Proceso de Reorganizacién Nacional” o del “Proceso” entre 1976-1983, la derrota en Ia “Guerra de Malvinas” en 1982, el activismo de los partidos politicos y del movimiento de derechos humanos que cuestionaba a la dltima dictadura, ® Revista de ta Escucla Superior de Guerra: en adelante citada como Revista o RESG. Entre diciembre de 1983 y diciembre de 2014 se publicaron 200 numeros de la misma (unos cinco nimeros por aio, oseilan- do cada tno entre 100 y 200 paginas de extensién). Para la realizacién de este articulo se efectu un rele- ‘vamiento, clasificacion sistemsitica por temas y anilisis de los articulos publicados en ese periodo, ha- ciendo foco de estudio en esta ocasion en aquellos escritos por militares (en actividad y en situacién de retiro) y relacionados con la politica de defensa y seguridad internacional de la Argentina *Desed agradecer las sugerencias y comentarios criticos de los editores y los evaluadores andnimos de la Revista Universitaria de Historia Militar, pues contribuyeron a precisar las ideas formaladas en este articulo RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2254-6111 87 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano El triunfo de la Unién Civica Radical con Rat Alfonsin como candidato a presi- dente de la Nacién advirtié a la conduccién castrense que no estaba asegurada una la que preservara a las Fuerzas Armadas importantes mirgenes de poder politico y corporativo, Durante la campaia electoral de 1983, Alfonsin promovis el juicio a los maximos responsables de crimenes de lesa humanidad cometidos en el “Proceso”. También rechaz6 el decreto-ley de “Pacificacién Nacional” 0 “Auto- amnistia” militar promulgada por el gobierno del teniente general Reynaldo Bignone en septiembre de 1983, que dejaba extintas responsabilidades penales de actos y delitos ‘cometidos entre el 25 de mayo de 1973 y el 17 de junio de 1982 para “prevenir, conjurar © poner fin” a acciones “terroristas” o “subversivas”. Entre 1983 y 2001, durante las presidencias democréticas de Rail Alfonsin, Car- Jos Menem y Fernando de la Riia, se definié por amplio consenso partidario un nuevo marco normativo para la defensa nacional y seguridad interior que separ6 taxativamente ambas politicas y senté bases para la conduccién civil de la defensa y su instrumento militar, El Congreso de la Nacién plasmé sus principios con la sancién de las Leyes de Defensa Nacional (1988), Seguridad Interior (1991), Servicio Militar Voluntario (1994), Reestructuracién de las Fuerzas Armadas (1998) ¢ Inteligencia Nacional (2001).* Ahora bien aun cuando a ditigencia politica democritica establecié esta nueva concepeién de la defensa, la Revista continué publicando hasta 1993 articulos con enfo- ques de anilisis y contenidos propios de la “doctrina de la seguridad nacional”. Esta Ultima concepeién fue incorporada por el Ejército hacia 1956 con la “doctrina de la gue- rma revolucionaria” francesa y, desde comienzos de la década de 1960, también recibié influencias doctrinarias norteamericanas de “guerra contrainsurgente”.' La “doctrina de * Adicionalmente sefialamos que el recorte temporal comprende hasta el afio 2001 porque un relevamien- to sistematico de la Revista entre 2002 y 2014 muestra desde entonces una abrupta desaparickin de articu- los de militares analizando y/o debatiendo Ia politica de defensa y de seguridad internacional del pafs. Los ‘motivos por los cuales esto ha sucedido requieren de una expiicacién especitica. No obstante sobre la base de consulta informales a oficiales en actividad y situacion de retro puede entenderse como produc- to del silenciamiento impuesto por la conduccién de la Fuerza a las autoridades de Ia Escuela Superior de Guerra y editores de la Revista, dela autocensura practicada por esas autoridades y/o autores de articulos ‘que ~dicen- de este modo evitar sanciones y represalias (ficticias 0 reales) del Ministerio de Defensa por expresar criticas sobre fas orientaciones de aquellas politicas en las presidencias de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernindez de Kirchner (2007-2011 y 2011-2015). Las tnicas excepciones fueron dos trahajos deseriptivos y sin consideraciones crticas de: Coronel (R) Domingo C. DAMO: “El control politico de las operaciones militares. Enfoque introspectivo basado en el pensamiento de Clausewitz”, RESG N°568, Enero Marzo (2008: pp.5-30. Coronel (R) Jorge José TABARES: “Seguridad Nacional y Defensa Nacional”, del. RESG N°S68. Enero-Marzo (2008), pp.83-98. * Para Esteban Pontoricro no debe considerarse la “doctrina de la guerra revolucionaria” como un corpus Uuniforme, pudiendo distinguirse entre su concepcién sobre la guerra contra el “comunismo” y un conjunto de métodos y téenicas. Para este historiador la influencia de Ia vertiente norteamericana se acrecent6 ‘como consecuencia de In crisis del Ejército francés tras su derrota en Argelia en 1962, por la renovada politica de defensa y seguridad de Estados Unidos en América Latina desde el triunfo de la Revolucisn ‘Cubana en 1959, y por la resolucién del conflicto interno en las Fuerzas Armadas Argentinas entre las facciones de “Azules” y “Colorados” en 1962-1963. Esteban PONTORIERO: De la conmocisn interior a Ja guerra revolucionaria: legislacion de defensa, pensamiento militar y caracterizacién de ta amenaca a {a seguridad interna en la Argentina (1958-1970), Casetos, Untref, 2012. Sobre la “escuela francesa” en Argentina: Samuel AMARAL: “Guerra revolucionaria: de Argelia a la Argentina, 1957-1962”. Investiga- cones y Ensayos N°48 (2011), pp.173-195. Marie-Monigue ROBIN: Fscuadrones de la muerte. La es- ‘cuela francesa, Buenos Aires. Sudamericana, 2005. Mario RANALLETTI: “La guerra de Argelia y la Argentina. Influencia ¢ inmigracion Argentina desde 1945”. Anuario de Estudios Americanos 62, 2 RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2254-6111 88, BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano Ja seguridad nacional” reemplazé la preexistente “doctrina de la defensa nacional.” Esta innovacién modified la sociabilidad profesional del Ejército, su perfil politico- ideol6gico, las definiciones sobre el escenario internacional, el modelo de Nacién, las hipétesis de conflicto, la identificacién de los enemigos y la 16gica de la guerra en las siguientes tres décadas en la Argentina. Como observa Emesto Lopez esa sustitucion doctrinaria no implicé una reestructuracién radical del disefio del Ejército, que conservé su despliegue territorial, reclutamiento, asignacién presupuestaria e hipstesis de conflic~ to con Chile y Brasil.’ No obstante supuso nuevas conceptualizaciones ideolégicas e introdujo el sistema de cuadriculacién del territorio en zonas, subzonas y Areas de segu- ridad bajo mando militar e intervencién de grupos de tareas con autonomia operativa. Su primera aplicacién prictica fue el “Plan Conmocién Interna del Estado” (CONIN- TES) en 1960 en la presidencia constitucional (si bien con proscripcién del peronismo) de Arturo Frondizi y se objetivé en el decreto-Ley N°16.970 de Defensa Nacional de 1966 del gobierno de facto del teniente general Juan Carlos Ongania.* A principios de la década de 1990 se desarrollaron nuevas percepeiones militares sobre el conflicto en los escenarios nacional, regional -Cono Sur, Sudamérica y/o el conteniente americano- y global post-Guerra Fria, Esas percepciones no Ilegaron a cambiar el marco de las Leyes de Defensa Nacional de 1988 y de Seguridad Interior de 1991 —que limitaba el empleo del instrumento militar a la defensa externa del pais segtin una concepcién defensiva, auténoma y cooperativa. Pero reivindicaban enfiticamente la necesidad de ajustes para repeler “nuevas amenazas” como el narcotratfico, terrorismo, narcoterrorismo, crimen trasnacional organizado, catéstrofes naturales y antr6picas, conflictos sociales, politicos e institucionales.” Estos cuestionamientos a la distineién (2005), pp. 285-308. Mario RANALLETTI: “Contrainsurgencia, catolicismo intransigente y extremismo de derecha en laformacisn militar argentina. nfuencias francesas en ls origenes del terrorism de esta «do (1985-1976)", en Daniel FEIERSTEIN (comp }: Terrorismo de estado y genocio en America Latina, Buenos Aires, Prometeo, 2009, pp. 249-280, Emesto LOPEZ: El primer Peron. Militar antes que el polt tico, Buenos Aires, Capital Intelectual, 2008, Daniel MAZZEL: Bajo el poderde la caballeria. El Ejército Argentino (1962-1973). Buenos Aires, Eudeba, 2012. Mas ampliamente sobre la “doctrina de la seguridad nacional”: Marina FRANCO: Un enemigo para la nacion. Orden interno, violencia y “subversion. 1973- 1976, Buenos Aires, Fondo de Cultura Beonémica, 2012. “La “doctrina de la defensa nacional” concebia a las Fuerzas Armadas como componente especifico de ddefensa extcma integradas en cl conjunto de la *nacin en armas”. Emesto LOPEZ, Emesto: “Doctrinas militares en Argentina. 1932-1980", en: Carlos MONETA et.al (comps): La reforma militar, Buenos Aires, Legasa, 1985, pp. 87-112. Marcelo SAIN, Los votosy lax botas. Estudios sobre la defensa nacio- hal y tas relaciones cvi-militaresen la democracia argentina, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2010 *Emesto LOPEZ: El primer Perbn.. * El problema de la “seguridad nacional” y la “amenaza del enemigo subversive” o el “enemigo interno” no debe asociarse exclusivamente con militares y gobiernos defacto de los anos 1985 a 1983. Su apropiae cio fue reconocible en gobiernos consttucionales del period y encontré legitimiaa en sectores pal cos y sociales de la sociedad argentina, particularmente, en la represién a la “subversién” por medios legaieseilegales en los gobiernos de Juan Domingo Pern, Rail Lasiri y Maria Estela Martinez de Peron entre 1973 y 1976. Marina FRANCO: op ct ° Para un andlisis del marco normativo de la defensa nacional y la seguridad interior en democracia: José Manuel UGARTE: Los conceptos juridicos y politicos de la seguridad y la defensa, Buenos Aires, Plus Ultra, 2005. German MONTENEGRO: “El marco normativo y doctrinario de la defensa nacional”, Revis- ta de la Defensa Nacional N°Y (2007), pp.14-27. Paula CANELO: ;Un nuevo rol para las Fuercas Ar- ‘madas? Politicos y militares frente a la protesta social, los derechos humans y la ers presupuestaria Argentina (1995-2002), Buenos Aires, Clacso, 2010, Sobre las “nuevas amenazas": Emesto LOPEZ y RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2254-6111 89 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano taxativa entre defensa nacional y seguridad interior ocurtieron sin el recurso a la fuerza militar y aceptando el principio de subordinacién a la conduecién civil; y también la defensa contra ame- reivindicando como “misién principal” de las Fuerzas Armada nazas exteriores, y como “misiones subsidiarias” las operaciones multilaterales de paz. de Naciones Unidas, de apoyo a la seguridad interior, a la comunidad nacional paises amigos, y la participacién en la construccién de un sistema de defensa regional." “Intervencién militar en politica” del coronel Leopoldo H. Flores fue publicado en no- viembre-diciembre de 1983, pero escrito originalmente en 1973 sobre el final del go- bierno de facto del teniente general Alejandro Agustin Lanusse y antes del advenimien- to del gobierno constitucional de Héctor Cémpora tras dieciocho aftos de proscripcién del peronismo y su lider Juan Domingo Perén.'! Siguiendo a un analista clasico de las relaciones civiles-militares -el politélogo briténico Samuel Finer— definfa como «inter- vencién military situaciones donde las Fuerzas Armadas imponian «sus propios princi- pios y/o personas para el ejercicio del gobierno en lugar de las autoridades civiles reco- nocidas», invocando un «destino manifiesto», «interés nacional», «interés sectorial» y/o «interés individual». Pero consideraba que los conocimientos de los militares sobre las, bases te6ricas y doctrinarias que forman o influyen esa realidad politica, son general- mente escasos 0 no existen en la mayoria». Dicho desconocimiento era una «falencia» que debia revertirse, pues la politica era un asunto de importancia «estrictamente profe- sional» cuando existia «una campafia organizada a nivel mundial» para que los militares s «pretensiones del «se desentiendan de los temas politicos» y evitar que se opongan a | socialismo marxistay. Dos eran las carencias més destacadas de los militares en politica segdn su pare- cer: a) su incapacidad técnica en asuntos que no eran de competencia usual eastrense (por ejemplo: economfa); b) la ausente o débil legitimidad y autoridad «moral» ante la sociedad para gobemnar, especialmente, en sociedades «mas adelantadas politicamente» que no les reconocfan ese derecho. Por ello las «funciones te6ricas» que debjan cumplir no inclufan su intervencién en la politica, sino slo en la «defensa de la soberanfa na- cional», «defensa de los valores de la nacionalidad» y excepcionalmente «el resguardo del orden interno», esto Ultimo, una «funci6n policial» requerida por el «auge de la sub- versién». Sin embargo, en los «paises subdesarrollados> esas «funciones teéricas» eran suplantadas por «funciones reales» que habilitaban a los militares a intervenir en «deci- Marcelo SAIN (comps): “Nuevas amenazas'”. Dimensiones y perspectivas. Dilemas y desaftos para la Argentina y el Brasil, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 2001. " Desde que fue reprimido en diciembre de 1990 el dltimo “levantamiento militar earapinada” por una ‘orden del presidente Carlos Menem, concretada por conduccién del Ejércto, las Fuerzas Armadas no recurtieron al uso de la fuerza militar para reivindicar intereses corporativos yfo politicos. Ernesto LO- EZ: Ni la ceniza nila gloria Actores, sistema politico y cuestién milzar en tos aos de Alfonsin, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 1994. Marcelo SAIN: Los levantamientos carapintada, 1987-1991, Buenos Aires, Ceal, 1994, Leopoldo H. FLORES: “Intervencién militar en politica”, RESG N’469 Noviembre-Diciembre (1983), pp. 91-112. RUHM 7! Vol 4/ 20150 30 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano siones politicas» como «defender, preservar o desarrollar la industrializaci6n, sinénimo de soberaniay; «concretar una cosmovisién correcta y objetivos nacionales>; y eliminar © disminuir el «caos interno» y el «terrorismo». Bn telacién con el caso argentino, los militares debfan participar en la «correcta» definicién de que —«por convieci6n, historia y tradiciém— era «base inconmovible> de la nacién y contra las cuales actuaba el «te- rrorismo subversivo». {Cuindo y cémo debian intervenir los militares en politica? En primer lugar, no era necesario cuando el «sistema politico» funcionaba y «los malos gobernantes» eran «eliminados por mecanismos fijados por la ley». Pero cuando ocurrian «abusos de los gobernantes» «con el consenso del pueblo» los militares invocaban su deber «para con Ja “Nacién o el Estado” y no para con las autoridades legales» y se veian «obligados» a o «inexistencia de una clase dirigente en la civilidad», debian tener presente que no resolvéan los problemas de fondo de la Naci6n pues su participaci6n en la politi- ca no estimulaba la «formaci6n, ampliacién y perfeccionamiento» de los dirigentes poli- ticos civiles. En tercer lugar, proponia «elaborar un “proyecto nacional” que satisfaga 0 interprete las aspiraciones nacionales», pero advertia que si este objetivo no era cum- plimentado por las autoridades politicas, las Fuerzas Armadas 0 sus «adversatios» se verian nuevamente , «militarismo japo- tra , «liberales», . El balance era igualmente negativo por la «creciente pérdida de prestigio» padecida ante ituciones» y «sostén de la continuidad hist6riea de la Naci6n». ® Humberto LOBAIZA: opeit.. p. 102. * Humberto LOBAIZA: opeit., p. 102. RUHM 7! Vol 4/ 20150 BL Ejército argentino... (Pa 86-107) Germén Soprano Girigentes politicos y la sociedad y por los problemas internos de las Fuerzas Armadas en relacidn con la «identidad profesional, cohesiGn interna, autoestima profesional, de- dicacién exclusiva a sus funciones, disciplina, obediencia y subordinaciGn». Estos tlti- mos problemas eran los mas graves pues afectaban «el alma de la institucién militar», su cespiritw» y «disminuido su eficacia y eficiencia profesional especifica». En tales circunstancias, el desprestigio militar habia sido «aprovechado» por la dirigencia politi- ca para «saneionar» a las Fuerzas Armadas, seflalindolas como «'chivo expiatorio” de Jas faltas colectivas», proyectando en ellas «todas las culpas de lo ocurrido en materia de antidemocracia» y ocultando la «importante cuota de responsabilidad que le corres- ponde a la mayor parte de la sociedad argentina». De acuerdo con Lobaiza esas injustas represalias y condenas a los militares omi- tian la negligencia de la dirigencia politica y de la sociedad para resolver graves pro- blemas del pais, ante los cuales las Fuerzas Armadas estuvieron a asumir responsabil objetivo de evitar una escalada del conflicto y garantizar la «seguridad, desarrollo y bienestar del pais», «cubrir vacios institucionales y neutralizar ln agresién» de la «ac- cin revolucionaria del comunismo internacional». Entendia que desde la década de 1960 el «comunismo» amenazaba «al Poder Constitucional no suficientemente consoli- dado» y procuraba «eambiar la forma de gobierno y el estilo de vida nacional», «copar lencia armada que superé las posibilidades de las Fuer- as Policiales y de Seguridad» y del «Poder Constitucional vigente», socavando el «sis- tema republicano de gobierno y la forma de vida del pueblo argentino», Las Fuerzas Armadas s6lo habian obrado como «irbitros» y cumpliendo una «mision estabilizadora y ordenadora». En definitiva, carecian de otras opciones en esas circunstancias donde estaba en juego la existencia de la Nacién,'* {COmo era posible que en democracia las Fuerzas Armadas, la ditigencia politica y la sociedad argentina se sobrepusieran a esas conflictiv: Era preciso: idades no previstas en el ordenamiento constitucional y legal con el solo al peronismo» y desatar la « \s relaciones civil-militares? Que toda la sociedad argentina, a través de sus representantes politicos, mi- litares, soc les, econémicos y culturales: 1) Realice un “mea culpa”, acep- tando sus responsabilidades compartidas en la vulneracién del sistema de- mocratico de gobierno y en la decadencia del pais. 2) Enuncie un “firme propésito de enmienda” sobre el particular. 3) Ejecute y persista en la reali- zacién de las “acciones correctivas” correspondientes.'” En tanto esperaba que las Fuerzas Armadas y en particular el Ejército: "5 Al igual que el coronel Flores, Lobaiza decia que en esas intervenciones los militares «incumpliron con el rol consitucional y legal prescripto», gobernaron muchas veces «sin idoneidad, suponiendo que porque poseian «otros valores © por jerarquizarlos diferentemente, o por manifestarlos de otra manera, la civilidad dea ser reducida al estilo militar en el amor a la Patra, en el valor, en la disciplina y lajerarqua, en la unidad de pensamiento yy aceién». Humberto LOBAIZA: op.cit. p. 11-113, 1 Humberto LOBAIZA: opcit.,p. 114. RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2, 93 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano 1) Realicen continuados y sistematicos estudios sobre este problema de las relaciones civico-militares, especialmente a través de los institutos, escuelas y centros que tengan el nivel y posibilidades para realizarlos. 2) Traten de interesar e incorporar a estos estudios a la mayor cantidad posible de institu- tos, universidades, centros, intelectuales e investigadores, para tratar de en- contrar explicaciones y soluciones mas amplias, profundas y consensuales. 3) Realicen, cuando dispongan de conclusiones sélidas, una intensa y am- plia tarea de difusin de las mismas, para tratar de revertir la negativa situa- cidn actual, a fin de consolidar la convivencia civico-miliar, lo que redunda- rfa en beneficio de toda la Nacién.”” Estas expectativas por mantener a las Fuerzas Armadas en el centro de decision de Ja politica nacional se vieron frustradas a pesar de los argumentos esgrimidos por milita- res como los coroneles Flores y Lobaiza. Y si bien -como demostraron Claudia Feld, Marina Franco y Valentina Salvi—'* estas demandas gozaban de legitimidad en sectores politicos y de la sociedad argentina en los primeros afios de la “transicién democratica”; sus exigencias desembozadas de reconocimiento piblico fueron clausuradas en diciem- bre de 1990 con el derrocamiento del iiltimo “levantamiento carapintada” liderado por el coronel Mohamed Ali Seineldin y el inicio de lo que podrfamos denominar como la “normalizacién” de la inscripeién de los militares en el Estado y sociedad argentina como ciudadanos sin prerrequisitos morales o éticos excepcionales, y como funciona- tios puiblicos y profesionales de la defensa nacional. 3. Ejército y Nacién Catélica. En tiempos de la Guerra Fria en la Argentina la oposicién entre el “dogma cristiano” y el “comunismo” se erigié como piedra angular desde 1a cual definir posiciones ideol6gi- cas, doctrinarias y politicas.'® En consonancia con esa perspectiva, el articulo del mayor Eduardo Stigliano, “El comunismo enfrenta al dogma cristiano”, publicado en noviem- bre-diciembre de 1983, definta el «comunismo» como una «doctrina integrab> que en- frentaba a la «civilizacién Occidental y Cristiana» en una en el «Dogma Cristiano» y «demoler la autoridad y los valores de la fe». Para Stigliano las amenazas «subversivas» eran objeto de intervenciGn de las Fuerzas Armadas, pues en el conflicto entre el «occidente cristi el enemigo interno se solapaba con el externo - como formas «subversivas» de la «Guerra Psicolégica Marxista» para «socavar los controles sociales mediante el cuestionamiento de las ideas, las creencias y las costumbres» y sustituirlas progresivamente por un marco cultural acorde con la prédica marxista. Por tltimo, el campo espiritual» era el «imbito prioritario para la subversién en la ac- tualidad>, pues la «subversién marxista» buscaba ampararse «en el carfcter piadoso de la Iglesia», desacralizando “la accién pastoral a través del “progresismo cristiano” y el “movimiento tercermundista”». Por esta via, la «subversion espiritual» inci en la ano» y el «comunismo>, lo de reivindicaciones * Mayor Eduardo STIGLIANO: “El comunismo enftenta al dogma cristiano”, RESG N°469 Noviembre Diciembre (1983), pp.113-134, RUHM 7! Vol 4/ 20150 95 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano «célula fundamental del cuerpo social cristiano, la familia», que acabarfa siendo uno de sus «blancos prioritarios», porque la «infiltracién en la Iglesia es una misi6n primaria y permanente del comunismo>. Las ideas del mayor Stigliano pueden relacionarse con la representacién del «eru- zado» comprometido con un «guerra santa», un perfil socio-profesional que ~incluso no siendo cuantitativamente mayoritario entre los cuadros de las Fuerzas Armadas de en- tonces~ tenfan una presencia activa y militante en la institucién, Su articulo ~y otros publicados en la Revista en las décadas de 1980-1990- estaban claramente comprometi- dos no s6lo con una perspectiva polarizada del mundo y del pais reconocible en los fun- damentos de la «doctrina de la seguridad nacional», sino tambign con una concepcién de la . Esas fuerzas socavaban los «valores culturales», «convicciones y certezas a del hombre». Frente aquellas era necesaria una «renovacién educacionab> promo} por el «ciudadano de la democracia» para fortalecer su «personalidad psfquica, moral, spiritual y religiosay. En coincidencia con estas preocupaciones de Mazzeo sobre la «cultura» y la «es- trategia cultural», algunos intelectuales y dirigentes politicos ~principalmente de iz~ quierdas, pero también de la Uni6n Civica Radical y del Partido Justicialista— recupera- ban el pensamiento de Antonio Gramsci en el contexto de los primeros afios de la de- mocracia cuando la construccién de amplios consensos se presentaba como contracara de la violencia politica y el terrorismo de Estado en la década precedente. Con sus parti- cularidades, el teniente coronel Luis Bettolli también se ocup6 del marxista italiano en el articulo “El pensamiento de Antonio Gramsci” publicado en enero-febrero de 1987." Inscribia a Gramsci en una extensa genealogia de pensadores de una « sino mediante una «estrategia més sutil desarrollada en el plano cultural». Asf pues, Gramsci habja concebido «una nueva estra- tegia para lograr la dominaciGn desarrollada a través de la cultura, la educacién y los sos». , Trotsky y Mao, perseguia la «dominacién marxis- medios de comunicacisn m: De igual modo, el tema de la “cultura” estaba presente en “Cultura y comunica- cin en Ia estrategia contemporinea” del coronel (R) José Heriberto Poli, publicado en noviembre-diciembre 1988,”° Poli —reconocido estudioso de los temas de «estrategia psicosociab>destacaba la importancia del andlisis de la «cultura», pues ella determina- ba la «personalidad individual» y «colectiva» de los miembros de una sociedad. La «cultura» tenia una dimensién «politica» porque subsumia a la «ideologfa>, y otra «es- tratégica» porque delimitaba «conflictos a diagramar y, o resolver», tal como demostra- ban las concepciones sobre la «guerra politica» briténica, la «acci6n psicolégica» fran- cesa y belga, In «propaganda e ilustracién publica» alemana del Tercer Reich, la «guerra psicolégica» norteamericana y la «psico-politica» soviética. * Teniente conone! Luis BETTOLLE: “El pensamiento de Antonio Gramsci", RESG N°4S1 Enero-Marzo (1987), pp. 51-70, * Cinco anos después se public: teniente coronel Rodolfo José RITCHER: “ Jalio-Septiembre (1992), pp. 153-158. ® Coronel (R) José Heriberto POLI: “Cultura y comunicacibn en la estrategia contemporinea”, RESG N*491 Noviemibre-Diciemibre (1988). pp. 67-74 RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2254-6111 7 1 leninismo”, RESG N°S06 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano Y si la «cultura» determinaba el comportamiento de individuos y grupos, cabia entonces ponerla en relacién con los procesos de formacién de la opiniGn publica. Esto fue lo que propuso el vice-comodoro (R) Diego Alfredo Magallanes en un articulo pu- blicado en tres partes entre 1984-1985: “Estrategia psicosocial y opinién piiblica”.”° Se ‘ocup6 por ello de la «guerra revolucionaria» y su acci6n sobre la «opinién pablica» co- mo instrumento de la «estrategia comunista» internacional. Consideraba que ésta forma de la «guerra se caracterizaba por sus «actividades encubiertas» efectuadas hasta soca- var «el Estado y la moral de la poblacién» y «acceder al poder». Su negativa influencia debia contramestarse con propaganda gubernamental reforzando el «grupo primario familiar», el «sistema educativo de la Nacién» y la ensefianza de «conocimientos, hibi- tos, simbolos y significaciones, normas de ajuste social, valores, actitudes y conductas» que afirmen el «cuerpo social de la Nacién». Si ponemos este articulo en relaci6n con otros publicados entre las décadas de 1960 y 1980 por las Escuelas Superiores de Guerra, la Escuela de Defensa Nacional y otras revistas de o vinculadas con las Fuerzas Armadas Argentinas, veremos que es bien expresivo de cémo se abordaba la opinién piiblica desde la “doctrina de la seguridad nacional”.”” La decisin del autor y del equipo editorial de publicarlo en 1984 revela la legitimidad que tenfan por entonces estas concepciones de la defensa, la seguridad y la estrategia nacional en los medios castrenses.”* 5. Las «nuevas amenazas». El articulo del coronel (R) Héctor Anibal Pipet, “Narcotrifico y narcoterrorismo en las, relaciones internacionales”, publicado en tres partes entre 1990-1994, introdujo en la Revista temas comprendidos desde la década de 1990 bajo el rétulo de «nuevas amena- zas».” Decfa que la asociacién entre «narcotrafico» y «terrorismo» — «narcoterrorismo»~ era un problema delictivo principal en la mayoria de los paises del mundo, y el consumo de drogas un «flagelo» y «amenaza al corazén del mundo ocei- Vice-comodoro (R) Diego Alfredo MAGALLANES: “Estrategia psicosocial y opinion piblica”, RESG N°472 Julio-Septiembre (1984), pp. 37-60. Vice-comodoro (R) Diego Alfredo MAGALLANES: “Estra- tegia psicosocial y opinién piiblica”, RESG N°473 Octubre—Diciembre (1984), pp.45-68. Vice-comodoro (R) Diego Alfredo MAGALLANES: “La opinion piiblica: sus factores formativos”. RESG N*475 Abril Junio (1985), pp. 5-30 *” Vease: Laura Graciela RODRIGUEZ y Germin SOPRANO; “La produccién de un consenso sobre la defensa en la ditima dictadura en Argentina, Militares y civiles en la Escuela de Defensa Nacional”, Sécu- lo XXL Revista de Ciencias Sociais Vol. 5, N° 1 (2015) (en prensa) Otros articulos expontan similares puntos de vista: coronel José Alberto Ruiz PALACIOS: “Bstrategia genetal. El conflcto en la maniobra interior’, RESG N°473 Octubre-Diciembre (1984), pp. 5-36. General de brigada (R) Juan de Dios CARRANZA ZAVALIA: “Estrategia militar argentina. Su pasado, presente yy futuro”, RESG N°483 Julio-Agosto (1987), pp. 7-74, Teniente coronel Julio Victor CARRETO: “La ideologia y la Nueva Guerra”, RESG N'479 Agosto-Octubre (1986), pp. 75-124. Teniente coronel Julio Victor CARRETO: “La ideologia y la nueva guerra”, RESG N°480 Noviembre-Diciembre (1986), pp. 7- 24, * Coronel (R) Héctor Anibal PIPET: “Narvotrifico y narcoterrorismo en las relaciones internacionales", RESG N'498 Julio-Septiembre (1990), pp. 120-135. Coronel (R) Héctor Anibal PIPET: “Narcotcitico y nareoterrorismo en las relaciones internacionales", RESG N°S02 Julio-Septiembre (1991), pp. 133-154 Coronel (R) Héctor Anibal PIPET: “Narcotrilico y narcoterrorismo en las relaciones internacionales”, RESG N°S15 Octubre-Diciembre (1994), pp. 115-130. RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2254-6111 98 BL Ejército argentino... (Péigs. 86-107) Germén Soprano dental» que tenia por objeto la «juventud entre los quince y los treinta y cinco afios>, pero también alcanzaba en la Argentina a «nifios de seis a catorce afios» de las escuelas primarias. Para comprender Ia gravedad de la situacién, Pipet oftecia un mapa del avance del «narcotrifico» y «narcoterrorismo» en América Latina comenzando por Bolivia, pro- ductor de coca, que destacaba por ser receptor de cooperacién de los Estados Unidos para «destruir los centros de produccién y laboratorios de elaboracién de cocainay. Co- Jombia era otro de los principales productores de cocaina con una red ilegal de estupe- facientes» cinfiltrada en todos los estamentos del estado». Recordaba también que el 6 y 7 de noviembre de 1986 un grupo de «narcoterroristas» habfa tomado el Palacio de Jus- ticia de ese pais para destruir los expedientes de «extradicién de personas relacionadas con el narcotrifico», un hecho que Pipet asociaba con el copamiento del Regimiento de Infanteria Mecanizada 3 de La Tablada en la Argentina por el “Movimiento Todos por Ja Patria” el 23 y 24 de enero de 1989. Es de destacar, sin embargo, que en el marco legal vigente por entonces en la Argentina, esta comparacién era inadmisible, pues si bien la Ley de Defensa Nacional preve‘a la intervencién de las Fuerzas Armadas ante la ‘ocupacién por la fuerza de una unidad militar; los sucesos de Bogoti, en la concepcién de la defensa nacional y seguridad interior argentina, eran pasible de intervencisn ex- clusiva de las fuerzas de seguridad, tanto fuera por la naturaleza de los hechos sucedidos como por las limitadas capacidades que éstas disponfan para repeler el accionar «narco- terrorista».*” EI caso del Perti presentaba rasgos similares a los dos anteriores, toda vez que la produccién de coca iba asociada al «terrorismo» del «movimiento guerrillero maoista» «Sendero Luminoso» y el «Movimiento Revolucionario Tupac Amaru», y las «redes del narcotrifico» se encontraban «infiltradas en la sociedad y el estado». Destacaba también Ja intensificacién del «narcotréfico» en las fronteras de Argentina con Bolivia, Paraguay y Brasil, la penetracién de «elementos residuales» de Sendero Luminoso en el noroeste argentino, la adquisicién por el «narcotrifico» de propiedades y haciendas en territorio argentino proximos a Bolivia y la ampliacion de las zonas de cultivo de drogas en esa frea, el lavado de activos del «narcotrifico», el aumento trifico y del consumo de dro- {gas especialmente entre jévenes. Del resto de América Latina Pipet deca que Brasil era «uta de circulaciém y «consumidor» de cocaina y principal exportador hacia Estados Unidos. Ecuador era via de «ingreso de sustancia precursoras y salida de la cocaina elaborada en Colombia». Venezuela enfrentaba la lucha contra el «narcotréfico» y el «narcoterrorismo». México era productor y ruta hacia los Estados Unidos. Panamé era lugar de davado de narco- délares» y refinacién de pasta de cocaina bajo el gobierno del general Manuel Noriega. Cuba y Nicaragua «por la ideologia que sustentan» apoyaban a los «movimientos insur- gentes izquierdistas americanos» y favorecian la exportacién de droga a Estados Unidos Tras los hechos sucedidos en “La Tablada”, el gobierno nacional sancion6 decretos que habilitaban la intervencisn militar en seguridad interior -decretos N°83 y N°327 de 1989 y N°392 de 1990 cuya im. plementacidn, sin embargo, fue limitada por los cuestionamientos que desataron. Marcelo SAIN: “Quince afios de legislacién democritica sobre temas militares y de defensa (1983-1998)", Desarrallo Econdmico N°1S7 vol-40 (2000), pp. 121-142, RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2254-6111 9 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano y Buropa en su disputa librada por el «comunismo> contra «occidente>. En tanto que la Unién Soviética, no pudiendo chacer frente a USA con una guerra nuclear, se servia del «sabotaje>, «guerra de guerrillas» y «terrorismo» como alternativas, Hegando inclu- so a proclamar el empleo de «drogas contra el imperialismon, tal como también lo ha~ cian China, Corea del Norte, Cuba y Nicaragua. Por ello Pipet consideraba que el «nar- coterrorismo» era una asociacién con mutuos beneficios para «narcotraficantes» y «mo- vimientos guerrilleros izquierdist Ahora bien, las Fuerzas Armadas Argentinas debian «combatir» el «narcotrafi- co» y el «narcoterrorismo»? Pipet recordaba que las posiciones estaban divididas. La delegacién argentina en la XVII Conferencia de Ejércitos Americanos en 1987 sostuvo que fuerzas policiales y de seguridad tenfan responsabilidad primaria, Pero la posicién de Pipet era diferente. Consideraba que «en base a nuestra experiencia en el combate contra la subversi6n y el terrorismo», las Fuerzas Armadas podian empefiarse en forma gradual o bien total (como sucedfa en Perit y Colombia) contra es ». Ree clamaba, pues, la incorporacién en la agenda de temas de «defensa nacional» de la «lu- cha contra el narcotrafico y el narcoterrorismo» y otros «delitos conexos» como «el asesinato, el robo, la trata de blancas, el contrabando, el trifico de armas, la asociacién ilicita, el soborno y el lavado de dinero», que constituyen un «peligro a las incipientes democracias». Forzaba asi el marco politico y legal definido por las Leyes de Defensa Nacional de 1988 y de Seguridad Interior de 1991.21 Al promediar la década de 1990, el articulo del coronel (R) Carlos Jorge Maria Martinez “La evolucién del pensamiento estratégico en la Legislacién Argentina: expe- riencia y futuro”, publicado en julio-septiembre de 1996, comprendia desde una pers- pectiva critica la legislacion argentina sobre defensa y seguridad en relaci6n con el pen- samiento estratégico del siglo XX.*? Entendfa que la ley de Defensa Nacional confundia Ja cdefensa nacional» con la «defensa militar» o la «finalidad del sistema de defensa nacional» con su empleo o «forma” bélica». En tanto que la diferenciacién que la ley samenaza stablecfa entre «conflicto interno» y «externo» limitaba el empeiiamiento integral de Jos recursos estatales de Ia defensa y la seguridad del pais. Recordaba pues que la exclusién del conflicto interno en la Ley de Defensa Na~ cional habia conspirado «contra la oportuna detecciém de «amenazas subversivas> y que cuando el 23 de enero de 1989 ocurrié el «asalto» © ajustindo- Jos a «determinadas situaciones» como ocurrfa con las intervenciones del Ejército Bri- ténico en Irlanda del Norte o de la Guardia Nacional norteamericana en casos de con- mocién interna. En definitiva, consideraba que la legislacién vigente no preparaba al pais para afrontar los desafios de los escenarios post-Guerra Fria donde primaban ame- nazas como: «explosién demogrifica» y «migraciones masivas»; «desacuerdos limitro- fes» en dreas con fuerte «presencia de minorfas extranjeras»; «actores estratégicos» que disputan el derecho soberano sobre «espacios territoriales» invocando «razones de pre- servacién ecol6gica y ambiental»; «creciente escasez de recursos alimenticios»; «ife- rencias entre intas culturas, etnias o civilizaciones»; «globalizacién econémica> y «tensiones sociales», Continuando el analisis critico del ordenamiento politico y legislativo vigente en Argentina, en “Visién militar del mundo actual”, publicado en octubre-diciembre de 1997, el coronel Emesto Luis Ossola identificaba las «amenazas» del cambio del siglo XX al XXI: narcotrifico, terrorismo, crimen organizado, lavado de dinero, contrabando de riquezas naturales/armas/municiones, agresiones al medio ambiente, desconocimien- to de los derechos humanos, inmigraciones desconcentradas, disputas por los derechos de los grupos indigenas.* Esas «amenazas» requerfan unas Fuerzas Armadas reestructu- radas para hacerlas: ...compatibles con la estatura politico-estratégica, estructuradas mas en fun- cidn del patrimonio a ser garantizado que en raz6n de las posibles amenazas [...] [que] posean un poder de disuasién tal que desaliente cualquier tipo de “aventura” contra la soberania [...] que vengan a “marcar presencia” en to- do el tertitorio nacional, con prioridad en las areas mas sensibles, mante~ nigndose, en la regién central, un nticleo de fuerzas, altamente adiestrado y equipado, capaz de ser movilizado a cualquier parte del pais e integrado por efectivos completos, seleccionados y motivados [...] capaces de garantizar el derecho de ir y venir de las personas y de los bienes en las tres dimensio- nes en que actiian: tierra, mar y aire, con seguridad, sin injerencias y con- forme a los intereses de la Nacién Argentina [...] donde los recursos huma- nos constituyan prioridad y las atenciones estén orientadas, més que nunca, a su elemento fundamental: el hombre [...] comprometidas con el estilo de La legislaci6n vigente en democracia solo prevefa el empleo excepcional de las Fuerzas Armadas en ‘operaciones de apoyo logistico a la seguridad interior por requerimiento de un comité de crisis y explicita disposicidn del Ministro de Defensa, en operaciones destinadas a la preservacion de las Fuerzas Armada yy de restablecimiento del orden en jurisdiccién militar en caso de atentado a dicha jurisdiccién en tiempos ‘de paz, y en operaciones que emperien elementos de combate a requerimiento del Presidente y previo establecimiento del estado de sitio * Coronel Ernesto Luis OSSOLA: *Visién mi (4997), pp. 9-21 far del mundo actual”, RESG N°S27 Octubre-Diciembre RUHM 7! Vol 4/ 20150 101 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano vida democritico y conscientes de la importancia del didlogo con los que “votan y deciden” nuestros presupuestos, las cuestiones de interés del seg- mento armado, aspectos relacionados con la reestructuracién de las Fuerzas Armadas, de su politica de re-equipamiento y otros similares [...] convenci- das de que ellas mismas constituyen un todo indivisible y que la integracion de propésitos, planificaciones, investigaciones y medios sera siempre un facto de cohesién y, por tanto, de Poder.** Es decir que su involueramiento afrontando esas como participacién en «Fuerzas de Paz 0 Ayuda Humanitariay en el marco de Naciones Unidas, «apoyo a la comunidad ante desastres naturales, catistrofes y preservacién del medio ambiente», y ales «en la lucha contra el narcotrifico y apoyo logistico a Fuerzas de Seguridad y Poli el terrorismo intemnacional».” Finalmente, la Revista de la Escuela Superior de Guerra N°543 de octubre diciembre de 2001 publicé intervenciones de civiles y de militares efectuadas en el “Seminario sobre ‘La Primera Guerra Globalizada contra el terrorismo'” —organizado por el Centro de Estudios Estratégicos y las Maestria en Geopolitica e Historia de la Guerra tras los atentados a las Torres Gemelas en New York del 11 de septiembre de 2001. No obstante, dichos articulos no efectuaron consideraciones relativas al impacto ylo de seguridad internacional de la recto de esos sucesos en Ia politica de defens Argentina o la regién del Cono Sur o Sudamérica, * Emesto OSSOLA: op. ° General Carlos Ma Marzo (1998), pp. 35-46. *”'A diferencia a las definiciones castrenses precedentes favorables a la intervencién militar en la «lucha conira el narcotréfico», «terrorism», , «lucha contra la droga, Ia subversion y el terrori mo»~ requerian de la cooperacién militar regional. Y aunque destacaban que debia pre~ servarse la «isin principal», en Argentina era preciso «adecuar la legislacién actual para permitir el empleo de las FFAA en cuestiones de seguridad interior» en caso que las fuerzas policiales y seguridad fueran superadas ante chechos terroristas, subversin, narcoterrorismo». En este sentido, una vez. mas, los participantes del seminario perci- fas opuestas en las Fuerzas wwaban teniendo por «misi6n principal» resguardar la soberanfa e integridad * En un articulo publicado tres afios después, el general Carlos Maria Zabala consideraba que el Cono Sur estaha en condiciones de avanzar hacia una cooperacién e integracién poltico-militar basada en la «disuasicin, el «equilibrio estratégico» y una «actitud estratégica defensivan, Para ello era preciso identi- car «hipdtesis para la defensa comin» o chip6tesis de confluencia para la defensa comin» como paso previo a la «instauracién de una Zona de Paz» cn la regi6n y en el largo plazo la conformacidn de «Ele- mmentos Multinacionales Permanentes». General Carlos Maria ZABALA: “Una vision sobre las FFAA del siglo XI”, RESG N°352 Enero-Marzo (1999). pp. 35-46. Por el contrario, el general de division (R) Carlos E. Laidaw reclamaba una reformulacidn det Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca- TIAR por haber sido un instrumento «infringido y quebrantado» por los Estados Unidos en la Guerra de Malvinas entre Argentina y ef Reino Unido, por no responder a «criterios de representatividad y legitimi- dad», no mantener «relacién jerirquica> con la Organizacién de Estados Americanos-OEA y «con el agravante de que su maxima auforidad depende de la Junta de Jefes de Estado Mayor del gobierno de los Estados Unidos». General de division (R) Carlos E. LAIDAW: “Informe del Centro de Estudios Estraté- icos N°8: La revision del Sistema de Seguridad Interamericano”, RESG N'539 Octubre-Diciembre (2000), pp. 11-32. “TESCUELA SUPERIOR DE GUERRA: “El rol de las Fuerzas Armadas Sudamericanas en la actual situacin estratéiea mundial”, RESG N°514 Julio-Septiembre (1994), pp. 41-53. RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2254-6111 105 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano bian criticamente las restricciones impuestas por las Leyes de Defensa Nacional y de Seguridad Interior argentinas en relaci6n con la intervencién castrense. En “Poder militar en el Mercosur. El rol del factor del poder militar en los paises del Mercosur”, publicado en octubre-diciembre de 1995, el mayor Omar Locatelli con- sideraba que el proceso de integraci6n socio-econémica y politica del Mercosur habili- taba una nueva concepcién de la seguridad regional y del poder militar.*? Hasta enton- ces las Fuerzas Armadas de la regién se habjan concentrado en hipétesis de conflicto centradas en 1a «guerra revolucionaria» como expresién local del conflicto Este-Oeste, «conflictos regionales» por diferendos territoriales vecinales, y en 1a participacion en «conflictos globales» integrando alianzas occidentales. En el «nuevo orden mundial» era preciso avanzar en la construccién de un «sistema de defensa comin en el Merco- sur con «invitados» como Chile, Senalaba ademas que debian consolidarse lazos entre Fuerzas Armadas para cumplir «funciones secundarias> como «lucha contra el narcote- rrorismo», «fuerzas de paz» en misiones de la ONU, ¢ interviniendo ante «necesidades bélicas o emergencias naturales» en el marco de la OBA. Por tiltimo, en “La seguridad subregional (sudamericana) en el siglo XXI”, publi- cado en el aio 2000, el teniente coronel Antonio Serrano identificaba las siguientes «amenazas»: superpoblacién, subdesarrollo endémico, crisis en los recursos naturales, asimetria profunda entre pensamiento filosdtico y avance tecnoldgico, movimientos migratorios externos ¢ internos, xenofobia, desempleo, penetracién e influencia en la ‘opinién publica a través de medios de comunicacién."* Para dar cuenta de ellas serian necesarias fuerzas combinadas especiales —«superpolicias— anti-narcotrifico, anti- terroristas, de control de fronteras y migraciones y para el empleo en el Amazonas y en Ja Antartida. Ahora bien, si era deseable que esas «misiones secundarias» favorecieran Ja cooperacién regional, por el contrario, para los autores que hemos analizado la «mi- sin principal» de las Fuerzas Armadas continuarfa siendo concebida en términos tradi- cionales, esto es, recayendo exclusivamente en capacidades militares auténomas de cada pats. Conclusiones. A comienzos de la década de 1990 los temas y enfoques propios de la “doctrina de se~ guridad nacional” discontinuaron su presencia en la Revista, pero su incidencia en sus paginas fue relevante en los primeros diez afios de democracia, dando cuenta de la legi- timidad que tal concepcién continuaba teniendo en la conduccién del Ejército -que no censuraba abiertamente ni criticaba sus posicionamientos— y en los autores de diversos articulos. Entre los afios 1990 y 2001 la agenda de defensa nacional y seguridad intemacio- nal fue expresiva de una renovada coneepeién en toro de las “nuevas amenazas”. Sig- nificativamente, dicha concepeién no guardaba correspondencia estrieta con la dis Mayor Omar LOCATELLI: “Poder militar en el Mercosur. EI rol del factor del poder militar en los paises del Mercosur", RESG N°S19 Octubre-Diciembre (1995), pp. 9-20. “ Teniente corone! Antonio SERRANO: “La seguridad subregional (sudamericana) en el siglo XI", RESG N°536 Enero-Marzo (2000), pp. 63-96, RUHM 7! Vol 4/ 20150 ISSN: 2, 106 BL Ejército argentino... (Pégs. 86-107) Germén Soprano cién taxativa entre “defensa nacional” y “seguridad interior” contenida en las leyes ho- ménimas sancionadas por el Congreso de la Nacidn en 1988 y 1991 que reemplazaron la legislacién heredada de la “doctrina de la seguridad nacional”. Mas bien coineidia con la concepeién hemisférica promovida por los Estados Unidos para América Latina, Sin embargo es importante sefalar que la politica norteamericana no fue apropiada en forma acritica u operando sobre una tabula rasa por la conduccién y oficiales del Ejérci- to que publicaron en la Revista, pues continuaron reivindicando la centralidad de la “mi- jon principal” de las Fuerzas Armadas para conjurar agresiones externas de otros Esta~ dos ¢ incorporaron las “misiones secundarias” tales como participar en misiones de paz bajo mandato de la ONU, dar apoyo a la seguridad interior, apoyo a la comunidad y a paises amigos, y contribuir al disefio de un sistema de seguridad regional. En relacion con esto iiltimo, la cooperacién se asociaba exclusivamente con las “misiones secunda- rias”, pues la “misién principal” continuaria recayendo en las capacidades auténomas irrenunciables de cada pais. Asimismo es posible reconocer en las ideas de los autores de articulos una relativa continuidad respecto de concepeiones de defensa anteriores a la Ley de Defensa Naci nal de 1988, especialmente, cuando atribuian a las Fuerzas Armadas competencias en asuntos de orden interno y seguridad piblica asociados con “nuevas amenazas” como narcotréfico, terrorismo, narco-terrorismo y crimen organizado. Los motivos por los cuales reclamaban esa intervenci6n resultaban, por un lado, de percepciones sobre la existencia de una dificil, difusa 0 porosa distincién en los escenarios de ta pos-Guerra Fria entre factores “externos” e “internos” de la defensa; y, por otro, de una coyuntura de déficit de amenazas con el fin del conflicto Este-Oeste y la superaci6n de las hipste- sis de conflicto vecinales en el Cono Sur. En consecuencia, ese diagndstico los Hevaba a cuestionar la distincién taxativa entre “defensa nacional” y “seguridad interior” de las leyes argentinas. Pero también cabe interpretar en forma menos doctrinaria que recla- mando para si esas competencias en la seguridad interior esperaban disponer de los re- cursos materiales y humanos, poder politico y corporativo, y reconocimiento social, que Jos militares argentinos crefan que la dirigencia politica y Ia sociedad argentina les ne~ gaban desde la “apertura democratica” de 1983." Sefalemos, finalmente, que los articulos sobre defensa nacional y seguridad inter- nacional publicados en la Revista entre 1983 y 2001, no agotan las cuestiones relevantes del pensamiento profesional de los oficiales del Ejército Argentino contenidos en la misma, Otros temas presentes en sus paginas reclaman la atencién de los cientificos sociales, tales como aquellos relativos a estrategia, el empleo del instrumento militar en sus diferentes niveles, educacién y doctrina, el seguimiento de conflictos internaciona- les, y las misiones de paz y ayuda humanitaria, Comprender c6mo esos temas fueron analizados por los militares desde perspectivas y experiencias socio-profesionales espe- cificas en ese contexto histérico, constituye todavia un desafio para la agenda de inves- tigacién de las disciplinas sociales en la Argentina contempordnea. * La cuestidn sobre las pereepciones militares sobre su reconocimiento gubernamental y de la sociedad cen democracia ha sido analizada en: Sabina FREDERIC, Laura MASSON y Germin SOPRANO: Fuer- cas Armadas en democracia. Percepciones de los militares argentinos sobre su reconocimiento, Rosatio, Prohistoria, 2015. RUHM 7! Vol 4/ 20150 107

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