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2710372019 Ls Habana Elegante - Archivo de fa revolusién cubana Introduccién a “Some Thoughts on the Right Way (for us) to Love the Cuban Revolution,” de Susan Sontag Duanel Diaz, Princeton University La idea de la Cuba original, auténticamiente revolucionaria frente a la contrarrevolucién estalinista, otorga identidad al turismo revolucionario que tuvo su punto culminante en el Congreso Cultural de Le Habana, en enero de 1968, Si el ‘comunismo de Europa del Este, dominado por la burocracia estatal y el dogma ideolégico, era, en palabras de Sartre, “le Ssocialisme qui venait du froid,” este era uno que venia del chaud: socialismo con pachanga, revolucién humanists... Pero resulta que todo eso que los "amigos de Cuba" querian ver lejos de la revolucién cubana, se vislumbraba ya en 1968, ‘cuando fa vida toda se organizaba en torno al trabajo productive, y "vagancie” y “extravagancia” eran anatematizades por tun cédigo de buenas costumbres que reprocucia en no poca medida la moral pequefio-burguesa. Los peregrinos a la Habana ermanecian, sin embargo, ciegos ante la represién y la miseria de la situacién cubana, proyectando sobre le Tsla sus Prapios anhelos anticapitalistas. Repetian, asi, lo que tantos otros intelectuales décadas atrés con la Unién Soviética. En La revolucién traicionada, ‘Trotsky ya analizaba esa profusién de literatura por parte de los amigos del pais soviético como el producto de una Insatisfaccién con la civlizacién burguesa, que llevaba a aceptar come auténtico socialismo aquellos hechos consumados. "Se esté constituyendo - decia Trotsky ~ una escuela internacional, a la que habria que denominar bolchevismo pare la burguesia ilustrada, o bien, en sentida mas estricto, socialismo para turistas radicales.” De lo que se trataba, en tal caso, era {e la revolucién como performance, o mas bien como objeto de consumo. En “El autor como productor,” conferencia ronunciada en 1934 en el Institute para el Estudio del Fascismo y uno de sus escritos mas ortadoxamente marxistas, Benjamin afirmaba que como mismo algunos fotégrafos convierten la miseria humana en objeto de consumo, la Nueva Objetividad habla convertido en ello a fa lucha contra la misera, Se diria que en Cuba, mientras el estado intenta trascender por todos los medios el mercado, de hecho se produce un Linico producto para consumo interno y externa: la Revolucién. Al programa inicial de industrialzacién y diversificacién agrarla le sigulé un regreso al monocultivo azucarero, pero en realidad el principal producto de expartacién del castrismo no ha sido el aziicar ni el tabaco, sino la propia Revolucién, Susan Sontag capté algo de esta dindmica al insistir en que aunque vinieran a hacer dos semanas de trabajo voluntario en Una granja del pueblo, los intelectuales extranjeros no eran cubanos, por lo tanto estaban condenados no a hacer la revolucién, sino a representarla, © a consumirla. Su prélogo a un libro que Teproducia carteles cubanos, terminaba con un sorprencente reconocimiento de la imposibilidad de liberarse del mercado, incluso en ese tipo de acercamientes presicides por la simpatia. Seguin Sontag, el uso que se le daba a los carteles ~ reproducidos en tamafio reducido, agrupados en libro para vender ~ estaba muy lejos de su uso originario, tento que Implicaba una traicién: Porque, sean cuales fueran sus definitivos valores artisticos y politicos, los carteles cubanos nacen de Ia situacién genuina de un pueblo que sufre un arofunde cambio revalucionario. Quienes producen este libro, como la mayoria de la gente que lo comprars y leeré, viven en sociedades contrarrevolucionarias, sociedades con Instinto de arrancar cualquier objeto fuera de contexto y de transfermarlo en un objeto de consumo. No es posible, por ejemplo, mirar los "contenidos” de este libro con simpatia, porque la idea de que son los carteles cubanos los que forman el contenido de este libro es realmente una idea espuria, De ahi que, si bien los que han necho este libro pueden haber estado animados por la intencién de presentar el arte del cartel cubano a un piblice mas amplio 2un que antes, el hecho sigue siendo que los carteles cubanos reproducidos en este libro se han sido convertidos fen otra cosa de lo que son, 0 al menos de lo que quisieron ser. Han venido a ser un articulo mds en los sobreabuncantes banquetés culturales de la acomodada sociedad burguesa, Semejante festin ofusca eventualmente toda capacidad de compramiso real, al mismo tiempo que la burguesia de izquierdas ~ liberal ~ de tales paises se arrulla pensando que eso es aprender algo, que eso es tener sus amplios compromisos y simpatias. No hay forma de escapar de la trampa, ya se sabe, mientras nosotros - con nuestros ilimitades recursos para el Gerroche, para le destruccién y para la reproduccién mecénica — estemos aqui y los cubanos estén allé, No nay Salida posible mientras nosotros seams curlasos, mientras nosotros permanezcames intoxicados con bienes culturales, mientras vivames dentro de nuestras Sensibilidades inquietas y negatives, La corrupcién entrafada en este libro es sutil, muy poco singular, y en la suma total quizas insignficante. Pero no deja de ser una corrupcién real, CAVEAT EMPTOR, {Viva Fidel! (estudio introductorio, El arte en la revolucién: Cuba y Castro 1959-1970 {Dugald Stermer, México, 1970) \ yuhabanaelegante.con/Avchwvo_RevolucloniRevolucion_ Sontag. html 5 J03r2019 Ls Habana Elegante - Archivo de fa revolusién cubana Este ensayo, ademas, no dejaba de contener algunas criticas: aunque insistia en que el uso cubano de los carteles politicos recordaba a Mayakosky @ principios de los afios veinte, antes de que "el estalinismo aplastara la independencia de fos artistas revolucionarios y desechara la meta comunista-humanista de crear mejores tipos de seres humanos," ella menciona los articulos publicados en la revista del ejército contra Fuera de! juego, de Padilla. “Uno espera que el caso Padilla, ‘sea un excepcién,” acota entonces. EI caso Padilla ~ que no es sino un sintoma de ese mal mayor que los que insistian en la originalidad de la revolucién ‘cubana trataban de conjurar ~ también aparece en el articulo que presentamos ahora: "Some Thougts on the Right Way (For Us) to Love the Cuban Revolution,” publicado en le revista narteamericana Ramparts en abril de 1969. Ese “nosotros” al que Sontag se dirigla no es otro que lo que se dio en llamar la "New Left,” una l2quierda que, camo explica la propia Sontag, se

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